Bible Commentaries
Salmos 130

Comentario de Benson del Antiguo y Nuevo TestamentoComentario de Benson

Introducción

AM 2946. BC 1058.

Este Salmo, que no se refiere a ninguna preocupaci�n temporal, ya sea personal o p�blica, sino enteramente a asuntos de naturaleza espiritual, se considera uno de los siete Salmos penitenciales, que a veces han utilizado los penitentes al ser admitidos en la iglesia. Consta de dos partes: en la primera de las cuales el autor ora a Dios para perdonar sus pecados y remitir las consecuencias de ellos, con la fuerte expectativa de que, conforme a su palabra, conceda sus peticiones, Salmo 130:1 . En el segundo, habiendo obtenido su pedido, anima a todos sus hermanos a confiar en Dios para redimirlos de sus pecados y el castigo de ellos, Salmo 130:7 ; Salmo 130:8 .

Versículos 1-2

De las profundidades Siendo abrumado por profundas angustias y terrores, y listo para la desesperaci�n; Te he clamado "Como otro Jon�s, sepultado en el vientre de la ballena y rodeado por todas las olas del oc�ano". Observe, lector, "La oraci�n ferviente se abrir� paso a trav�s de toda obstrucci�n hasta los o�dos del que est� sentado en su santo monte".

Versículos 3-4

Se�or, si tuvieras que reconocer las iniquidades, obs�rvalas con precisi�n y cast�galas severamente, como se merecen; Oh Se�or, �qui�n estar� en pie? En tu presencia o en tu tribunal. Ning�n hombre podr�a abstenerse o escapar de la sentencia de condenaci�n, porque todos los hombres son pecadores. Ponerse de pie es una frase judicial, e importa que un hombre sea absuelto o justificado en un juicio justo. Pero hay perd�n contigo. Eres capaz y est�s dispuesto a perdonar a los pecadores arrepentidos; para que seas temido no con un servilismo, sino con un temor filial y una reverencia. Esta misericordia tuya es el fundamento de toda religi�n, sin la cual los hombres proceder�an desesperadamente en sus caminos imp�os, sin ning�n pensamiento de arrepentimiento.

Versículo 5

Espero que el Se�or me manifieste su favor en el perd�n de mis pecados y as� me d� alivio y consuelo. Mi alma espera. Lo espero con sinceridad, y no solo en profesi�n; con fervor, y no con esp�ritu de tibieza e indiferencia. Y espero en su palabra en la que ha declarado su naturaleza misericordiosa, �xodo 34:6 , y su misericordioso prop�sito y promesas para el perd�n de los pecadores.

Versículo 6

Mi alma espera al Se�or Este verso del original es notablemente conciso, contundente y elegante. Es, literalmente, mi alma por el Se�or (es decir, espera) m�s que vigilantes de la ma�ana, que vigilantes de la ma�ana.Se cree que el salmista se refer�a a aquellos que vigilaban la noche en la ciudad, o los sacerdotes o levitas que vigilaban en el templo; quienes, cansados ??por el arduo servicio y la falta de descanso, deseaban fervientemente y esperaban ansiosamente el amanecer para ser liberados de sus deberes. O, como el Dr. Hammond y algunos otros interpretan las palabras, se refiere a los sacerdotes, o sus oficiales, "que fueron designados de manera peculiar desde una torre para esperar la primera aparici�n del amanecer". Las repeticiones en este vers�culo y en el anterior expresan hermosa y con fuerza ese ardiente deseo con el que los verdaderos arrepentidos esperan y anhelan la salvaci�n de Dios.

Versículos 7-8

Espere Israel en el Se�or. Todo verdadero israelita, todo aquel que se consagra a Dios, animado por mi ejemplo. Porque en el Se�or hay misericordia, no solo inherente a su naturaleza, sino que est� lista para ser ejercitada para perdonar y salvar a todo pecador arrepentido. Y con �l hay abundante redenci�n Abundantemente suficiente para todas las personas que la aceptar�n en los t�rminos de Dios, y para la remisi�n y liberaci�n de todos los pecados; y, por tanto, aqu� hay un buen terreno de esperanza para todos los pecadores contritos y que regresan. Y �l, el Se�or, o Dios el Padre, por su Hijo, o el Hijo de Dios, por su sangre; redimir� a Israel Israel, seg�n el esp�ritu;todos aquellos que se vuelven a Dios con arrepentimiento y fe, y se vuelven verdaderamente israelitas, en quienes no hay enga�o; de todas sus iniquidades, de la culpa, del poder y de la contaminaci�n del pecado, y de todas sus consecuencias. �Mira aqu�, dice Henry, �primero, la naturaleza de esta redenci�n; es la redenci�n del pecado, de todo pecado; y, por tanto, no puede ser otra que la eterna redenci�n, de la que Jesucristo se convirti� en autor; porque �l es quien salva a su pueblo de sus pecados, Mateo 1:21 ; que los redime de toda iniquidad, Tito 2:14 ; y aparta la impiedad de Jacob, Romanos 11:26 . 2d, Las riquezas de esta redenci�n; es abundante hay una plenitud suficiente dem�rito y gracia en el Redentor, basta para todos, basta para cada uno; suficiente para m�, dice el creyente. La redenci�n del pecado incluye la redenci�n de todos los dem�s males y, por lo tanto, es una redenci�n abundante ". Lector, mira que no te quedes sin esta redenci�n; b�scalo con todo tu coraz�n, por fe y oraci�n, y seguro que lo encontrar�s ".

Información bibliográfica
Benson, Joseph. "Comentario sobre Psalms 130". Comentario de Benson. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/rbc/psalms-130.html. 1857.