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Bible Commentaries
Salmos 27

Comentario de Benson del Antiguo y Nuevo TestamentoComentario de Benson

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Introducción

AM 2987. BC 1017.

Este salmo, dice el obispo Patrick, fue compuesto por David cuando estaba, o hab�a estado �ltimamente, en una gran angustia. No es f�cil determinar, si fue cuando fue perseguido por Saulo, antes de ser coronado, como la LXX. digamos, o cuando se vio obligado a huir de Absal�n; o, como algunos de los jud�os piensan (y como parece m�s probable, porque concuerda bien con varios pasajes del Salmo), cuando en batalla con los filisteos estaba en peligro de ser asesinado por un gigante, si Abisai no hubiera intervino y lo relev�. En tal ocasi�n, sus hombres le juraron, diciendo: No saldr�s m�s a pelear con nosotros, para que no apagues la luz de Israel. David declara su confianza y confianza en Dios, en medio de los tumultos y peligros de la guerra, Salmo 27:1 . Su deseo de ser restaurado a la ciudad y a la casa de Dios,Salmo 27:4 ; Salmo 27:5 . Su seguridad de victoria y exaltaci�n, Salmo 27:6 . Ora pidiendo apoyo y protecci�n, Salmo 27:7 . Muestra el poder y el consuelo de la fe en la aflicci�n y exhorta a otros a tener paciencia, Salmo 27:13 ; Salmo 27:14 .

Versículo 1

El Se�or es mi luz, mi consejero en mis dificultades, y mi consolador y libertador en todas mis angustias. Los s�bditos de David lo llamaron la luz de Israel; pero reconoce que brill�, como la luna, con una luz prestada: la luz que Dios le comunic� se reflej� en ellos. Dios es nuestra luz, ya que nos muestra el estado en el que nos encontramos por naturaleza y pr�ctica, y aquello al que podemos y debemos ser llevados por gracia para nuestra salvaci�n. Como nuestra luz , nos muestra el camino en el que debemos caminar, y nos da consuelo al caminar por �l: nos muestra los obst�culos que se encuentran en nuestro camino, las dificultades y enemigos y oposiciones que tenemos que encontrar y c�mo debemos puede estar capacitado para superarlos. Es s�lo a su luz que ahora continuamos en nuestro curso cristiano, y esen su luz que esperamos ver la luz para siempre. Y mi salvaci�n en quien estoy seguro, y por quien soy y ser� salvo. El Se�or es la fuerza de mi vida, el protector de mi vida expuesta, que evita que me maten, y el sost�n de mi vida d�bil y fr�gil, por quien soy sostenido y preservado en mi existencia. Dios, que es la vida del creyente , es la fuerza de su vida: no solo la persona por quien, sino en quien vive.

Versículos 2-3

Cuando mis enemigos vinieron sobre m� para devorar mi carne, codiciosos de devorarme: apuntando nada menos que a mi destrucci�n total, y confiando en que la llevar�an a cabo; tropezaron y cayeron. No, yo los golpe� y cayeron, sino que tropezaron , es decir, por su propia voluntad, sin que yo levantara una mano contra ellos; y cayeron. Se sintieron tan confundidos y debilitados que no pudieron continuar con su empresa. As�, los que vinieron a tomar a Cristo, por una palabra suya, se tambalearon y cayeron al suelo, Juan 18:6 . La ruina de algunos de los enemigos del pueblo de Dios es una prueba de la completa conquista de todos ellos. Y, por lo tanto, habiendo ca�do estos, no teme a los dem�s. Aunque un anfitri�n deber�a acampar, &C. Aunque mis enemigos sean numerosos como un ej�rcito; aunque sean atrevidos y sus intentos amenacen; aunque acampen contra m�, un ej�rcito contra un hombre; aunque me hagan la guerra, mi coraz�n no temer� que las huestes no puedan da�arnos, si el Se�or de los ej�rcitos nos protege.

Versículo 4

Una cosa he deseado del Se�or. Alent� enormemente la confianza de David en Dios, que �l era consciente de un afecto completo por �l y sus ordenanzas, y que estaba en su elemento cuando se encontraba en el camino de su deber, y en el camino de aumentar su conocimiento de Dios. Si nuestro coraz�n puede testificar por nosotros, que nos deleitamos en Dios m�s que en cualquier criatura, podemos de all� animarnos a depender de �l; porque es una prueba de que somos de aquellos a quienes protege como suyos. Que pueda habitar en la casa del Se�or. A fin de tener la oportunidad de atender debida y constantemente a Dios en el servicio p�blico de su casa, con otros israelitas fieles, seg�n lo requiera el deber de cada d�a; todos los dias de mi vidaPara que no sea molestado en el futuro ni expulsado del santuario y la adoraci�n de Dios, como lo he sido; contemplar la hermosura del Se�or para que all� pueda deleitarme en la contemplaci�n de su amable y gloriosa majestad, y de su infinita sabidur�a, santidad, justicia, verdad, gracia y misericordia, y otras perfecciones, que, aunque ocultas, en una gran medida, del mundo, se manifiesta claramente en su iglesia y ordenanzas. Indagar en su templo , es decir, en su tabern�culo, que aqu� y en otros lugares llama su templo; porque all� se administraron sus ordenanzas, como despu�s se llevar�an a cabo en el templo. La palabra ????, lebakker , aqu� traducida para indagar , significa propiamente buscar , obusque diligentemente , es decir, conocer la mente y la voluntad de Dios y su propio deber; o, para contemplar la belleza del Se�or, mencionada en �ltimo lugar, y la luz de su rostro, que se descubre m�s o menos, seg�n los hombres son m�s o menos diligentes o negligentes, al buscarla o investigarla. Cuando, con un ojo de fe y amor santo, contemplamos esta belleza; cuando, con fijeza de pensamiento y una santa llama de afectos devotos, contemplamos las excelencias divinas y nos entretenemos con las muestras de su peculiar favor hacia nosotros, observamos en un grado a�n mayor cu�n infinitamente amables y admirables son, hasta nuestros corazones est�n arrebatados con ella, y estamos perdidos en el asombro, el amor y la alabanza.

Versículos 5-6

En el tiempo de angustia se esconder� , o me ha escondido. Con justicia, valoro tanto la casa y el servicio de Dios, tanto porque estoy bajo obligaciones tan vastas para con �l por su protecci�n y favores anteriores, como porque toda mi confianza y la esperanza de seguridad depende de �l; en el secreto de su tabern�culo, al cual mis enemigos no pueden entrar; o, por as� decirlo, en el secreto de su tabern�culo me esconder� Es decir, en un lugar tan seguro como el lugar sant�simo, llamado lugar secreto de Dios, ( Ezequiel 7:22 ,) en el cual nadie puede entrar excepto el alto- sacerdote, y �l s�lo un d�a al a�o. Alude a la antigua costumbre de los delincuentes que hu�an a los tabern�culos o altares en busca de seguridad. Me pondr� sobre una rocaEn un lugar alto e inaccesible, fuerte e inexpugnable, donde estar� fuera del alcance de mis enemigos. Se pensaba que el templo era un lugar seguro para que Nehem�as se escondiera, Nehem�as 6:10 ; pero la seguridad de los creyentes no est� en los muros del templo, sino en el Dios del templo, y su consuelo en comuni�n con �l. Mi cabeza se alzar� sobre mis enemigos

�l me har� avanzar por encima de ellos y me dar� una completa victoria sobre ellos. Por tanto, ofrecer� sacrificios de alegr�a en hebreo, ?????, terugnah, de gritos , o resonante , es decir, de acci�n de gracias y alabanza, que sol�an ir acompa�ados del sonido de trompetas y otros instrumentos.

Versículo 8

Cuando dijiste O por tu palabra mand�ndome o invit�ndome a hacerlo; o, por tu Esp�ritu dirigi�ndome e inclin�ndome; Buscad mi rostro. Buscad mi presencia, mi favor y mi ayuda con la oraci�n ferviente y fiel; mi coraz�n te dijo Mi coraz�n de buena gana y agradecido cumpli� con la moci�n; y con el est�mulo de este mandato o invitaci�n, resolv� hacerlo, y lo hago en este momento. Como las palabras, cuando dijiste , no est�n en el original, y como el vers�culo es bastante oscuro, algunos piensan que la palabra Elohim, Dios , debe insertarse, y luego puede traducirse: A ti, oh mi coraz�n, Dios. dijo: Buscad mi rostro; Tu rostro, Se�or, buscar�. Dr. Waterland y Houbigant lo traducen, Paraa ti, dijo mi coraz�n, buscad mi rostro; Tu rostro, Se�or, buscar�.

Versículo 9

No escondas de m� tu rostro que, en obediencia a tu mandato, ahora busco. Perm�teme no querer nunca el sentido revitalizante de tu favor; �mame y hazme saber que me amas. No apartes con ira a tu siervo, es decir, de tu rostro o presencia, o del lugar de tu adoraci�n. Dios y �l podr�an separarse de dos maneras, ya sea que Dios se retire de �l, lo que podr�a hacer incluso en el lugar de su adoraci�n; o porque Dios lo apart� del lugar de su adoraci�n. Contra el primero parece orar en la primera cl�usula, y contra la segunda en esta.

Versículo 10

Cuando mi padre y mi madre me abandonen, es decir, a los amigos m�s cercanos y queridos que tengo en el mundo, de quienes puedo esperar m�s alivio y con m�s raz�n; cuando mueren, o est�n lejos de m�, o no pueden ayudarme en el momento de necesidad, o son desagradables conmigo, o me olvidan y no me ayudan; cuando yo est� tan desamparado como siempre lo fue el pobre hu�rfano que qued� sin padre y sin madre, entonces s� que el Se�or me levantar� , como una pobre oveja descarriada es levantada y salva de la muerte. Su tiempo para ayudar a los que conf�an en �l es cuando todos los dem�s ayudantes fallan, cuando es m�s para su honor y su consuelo: con �l los hu�rfanos encuentran misericordia.Esta promesa a menudo se ha cumplido en la letra de la misma. Los hu�rfanos abandonados han sido tomados bajo el cuidado especial de la Divina Providencia, que les ha levantado un alivio y amigos de esa manera que uno no hubiera esperado. Dios es un amigo m�s seguro y mejor de lo que son, o pueden ser, nuestros padres terrenales.

Versículos 11-12

Ens��ame tu camino �Qu� camino tomar� para complacerte, cumplir con mi deber y salvarme de la ruina? y cond�ceme por un camino llano Del cual ver la nota sobre Salmo 26:12 ; donde las palabras hebreas son iguales; a causa de mis enemigos, para que no les d� motivo para abrir la boca contra m� o la religi�n, por mi mala conducta, ni caer en sus manos por mi locura, ni darles ocasi�n de triunfar sobre m�. No me entregues a la voluntad En hebreo, ?????, benephesh, al alma , es decir, la lujuria o el deseo , como la palabra aqu� significa; de mis enemigos que acechan mi detenci�n y buscan mi ruina;como los que exhalan crueldad contra m�. Presiona su solicitud considerando la calidad de sus enemigos, que eran falsos y crueles, y en ambos aspectos odiaban a Dios y a los hombres.

Versículo 13

Me hab�a desmayado. Estas palabras no est�n en el original, pero se a�aden para completar el sentido. Porque el discurso es brusco e imperfecto, como es muy habitual, no s�lo entre los escritores inspirados, sino muchos otros autores, en todas las vehementes pasiones o conmociones de la mente, como la que ten�a David en ese momento. Habiendo declarado qu� enemigos p�rfidos y crueles lo asaltaron y lo rodearon, ahora comparte la impresi�n que le causaron sus pensamientos, y habla como alguien que quisiera palabras para expresar cu�n triste y desesperada habr�a sido su condici�n, si no hubiera sido apoyado por fe en las promesas de Dios.�

Incluso los mejores santos est�n sujetos a desmayarse cuando sus problemas se vuelven penosos y tediosos; su esp�ritu est� abrumado y su carne y su coraz�n desfallecen; pero la fe es un cordial soberano: les impide abatirse bajo sus cargas; los mantiene esperando, orando y esperando; mantiene en ellos pensamientos honorables de Dios y una expectativa de alivio a su debido tiempo. Pero, �qu� fue, cuya creencia evit� que David se desmayara? Para que vea la bondad del Se�or en la tierra de los vivientesCon lo cual �l quiere decir, no solo una continuaci�n de la misericordia y la gracia de Dios para su alma que ya pose�a, y que lo sostuvo en sus pruebas, sino que debe sobrevivir a sus problemas y ver o disfrutar en esta vida esa liberaci�n de ellos, y de todos sus enemigos, impl�citos en la promesa del reino que Dios le hab�a dado.�

Porque, por la tierra de los vivos , se refiere a este mundo, que a menudo se llama as� en las Escrituras, y se opone al sepulcro, que es el lugar de los muertos. Y David deseaba fervientemente esta misericordia en esta vida, no porque pusiera su porci�n en estas cosas, sino porque la verdad y la gloria de Dios estaban muy interesadas en cumplir la promesa del reino para �l. El cielo, sin embargo, se denomina a�n m�s propiamente la tierra de los vivos; donde ya no hay muerte; esta tierra es m�s bien la tierra de los moribundos. Y nada es tan eficaz para evitar que el alma se desmaye bajo las calamidades de este tiempo presente como la esperanza creyente de ver la bondad del Se�or en ese mundo, con visiones de esas glorias y anticipos de esos placeres, que son para siempre.

Versículo 14

Espera al Se�or , alma m�a, a quien algunos creen que ahora dirige su discurso; o m�s bien, oh lector, quienquiera que seas, espera en Dios con fe y oraci�n, y con humilde resignaci�n a su voluntad. Hebreo, ????

??? ??, kavveh eel Jehov�, mira , espera o espera al Se�or. S� valiente. Mant�n el �nimo en medio de tus mayores peligros y dificultades: que tu coraz�n est� firme, confiando en Dios, y tu mente permanezca en �l, y entonces ninguna de estas cosas te conmover�; espera, digo, en el Se�orHagas lo que hagas, no seas negligente ni descuidado en tu atenci�n a Dios, sino mantente cerca de �l y de tu deber. �El salmista aqu�, dice el Dr. Dodd, despu�s del obispo Patrick, �advierte a cualquier persona que caiga en una situaci�n tan dif�cil como la suya, que aprenda con su ejemplo a no impacientarse, o desanimarse en el presente, y mucho menos desesperar por el alivio, si Dios no lo env�a justo cuando se espera. No hay miseria tan fuerte y dolorosa, ni devoci�n tan ferviente y poderosa, que pueda llevar a Dios al art�culo para el tiempo de la liberaci�n; si no esperamos, no vendr�.�

Puede ser uno de los fines m�s grandes por los que se nos aplica la aflicci�n bajo la que trabajamos, para reformarnos y reducirnos, y desarraigar la pasi�n y la impaciencia de nuestra naturaleza; y Dios es un m�dico demasiado bueno para quitar la medicina antes de que haya surtido efecto, o para sacarnos de su mano antes de que nos haya curado. De hecho, tiene mayores razones para ense�arnos esta lecci�n a fondo, ya que cuando nos ha dado la liberaci�n por la que oramos, y todo lo que podemos desear en esta vida, todav�a hay algo m�s, y de m�s valor que lo que �l tiene. que nos ha sido dado, que debemos esperar: "debemos esperar" hasta que pasen los pocos y malos d�as de nuestra peregrinaci�n, y lleguemos a las mansiones preparadas para nosotros en la casa de nuestro Padre celestial; hasta que nuestra guerra se consuma y acabe en la paz de Dios; hasta que las tormentas y tempestades del tiempo invernal den lugar a la calma despejada y los placeres siempre florecientes de la eterna primavera ". Horne.

Información bibliográfica
Benson, Joseph. "Comentario sobre Psalms 27". Comentario de Benson. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/rbc/psalms-27.html. 1857.
 
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