Bible Commentaries
Apocalipsis 16

Comentario de Benson del Antiguo y Nuevo TestamentoComentario de Benson

Versículo 1

Y o� una gran voz que sal�a del templo.Todas las cosas estaban preparadas, los �ngeles hab�an recibido sus instrucciones del or�culo, y las copas estaban llenas de la ira de Dios por uno de los cuatro seres vivientes (ver Apocalipsis 15:7 ,) Escuch� la orden dada a los siete �ngeles para que derramaran sus copas en su orden, los habitantes de la tierra estaban listos para los juicios que la justicia de Dios hab�a designado para su castigo.

Las ep�stolas a las siete iglesias se dividen en tres y cuatro; los siete sellos, y as� las trompetas y las copas, en cuatro y tres. Las trompetas gradualmente, y en un largo per�odo de tiempo, derriban los reinos del mundo; las copas destruyen principalmente a la bestia ya sus seguidores, y eso con una fuerza m�s r�pida e impetuosa. Los cuatro primeros afectan a la tierra, al mar, a los r�os, al sol: los dem�s caen en otra parte, y son mucho m�s terribles.

Versículo 2

Y el primero derram� su copa sobre la tierra. Esto, seg�n el Sr. Fleming, denota los juicios de Dios sobre la fundaci�n del reino papal; la tierrasiendo aquello sobre lo que caminamos, y por cuyos frutos nos apoyamos. Por esto, por lo tanto, entiende al clero papal y los dominios e ingresos papales, por los que se manten�an. Este frasco, piensa, comenz� con la Reforma y continu� hasta el momento en que estos agentes del papado fueron expulsados ??de tantos pa�ses de Europa como abrazaron la Reforma.

Y f�cilmente podemos concebir qu� mortificaci�n fue para ese grupo, cuando se descubri� que la supuesta santidad de sus obispos, sacerdotes, monjes y monjas era una mera estafa, y sus milagros no eran m�s que mentiras o trucos; y cuando sus relatos sobre el purgatorio fueran expuestos al desprecio p�blico y sus perdones e indulgencias dejar�an de venderse; y en consecuencia, cuando el Papa y sus oficiales mitrados se vieron expulsados ??de tan gran parte de sus dominios,

De donde se dice que caen bajo un ?????, �lcera o doloroso repugnante y doloroso. De este modo, el Ser dolorido y afligido interiormente, y vuelto despreciable para el mundo entero, que no los consideraba mejores que las plagas de la humanidad. De modo que esta copa comenz� con el surgimiento de Zuinglio y Lutero, y los otros reformadores, en los a�os 1516 y 1517, y continu� hasta el a�o 1566; es decir, unos cuarenta o cincuenta a�os; porque en ese momento todas las iglesias reformadas estaban asentadas y hab�an publicado sus credos y confesiones de fe contra Roma, en oposici�n a las determinaciones del concilio papista de Trento, publicado en 1563 d.C., y al credo del Papa P�o IV, que a�adi� doce art�culos anticristianos a los doce cristianos primitivos, 1564 d.C.

Versículo 3

Y el segundo �ngel derram� su copa sobre el mar, &C. Esto, dice el mismo autor piadoso, debe comenzar donde termin� el otro, en cuanto al per�odo de tiempo. Ahora encuentro que en el a�o 1566 comenzaron las guerras entre el rey de Espa�a y los estados de Holanda. Los espa�oles, en efecto, a menudo salieron victoriosos al principio, pero al final se vieron obligados a declararlos estados libres. Fue entonces cuando el mar se convirti� en sangre para los romanistas, y sus devotos fueron derrotados miserablemente en sus expectativas.

Porque despu�s de sus crueldades bajo el duque de Alva, en los Pa�ses Bajos, y su masacre de los protestantes, en Francia y otros lugares, la escena cambi� muy r�pidamente; de modo que, en el a�o 1588, los espa�oles perdieron su vasta armada y, para siempre, decayeron en su poder. Y el duque de Guisa, el enemigo empedernido de los protestantes, fue asesinado el mismo a�o; y Felipe II en 1598 d. C.

Muri� de Espa�a, siendo devorado por alima�as: el edicto de Nantz tambi�n se emiti� el mismo a�o en Francia a favor de los protestantes. De modo que, como el inter�s reformado estaba en paz en todas partes y conquistado en Holanda e Inglaterra, el partido papista, por otro lado, vio a Espa�a, el terror tard�o de los protestantes, llevado a una condici�n languideciente, y a todos sus aliados cansados ??de guerras y persecuciones. Y como en el a�o 1609 se hizo la tregua entre los espa�oles y los holandeses, as� la guerra, aunque se reanud� y continu� despu�s, se volvi� l�nguida y d�bil, de modo que dif�cilmente podr�a ser considerada por ninguna de las partes, especialmente los holandeses, que eran generalmente victorioso y exitoso. Por lo tanto, como el per�odo de esta copa comenz� en 1566, podemos calcular que dur� unos cincuenta a�os, es decir, hasta el a�o 1617, cuando comenz� la tercera copa.

Versículos 4-7

Y el tercer �ngel derram� su copa sobre los r�os a fuentes de aguas , etc. O aquellos territorios del Papado que le eran tan necesarios como lo son los r�os y las fuentes para un pa�s: el tipo de plaga bajo este frasco es el mismo que el del primero. Porque, como el primero destruy� a los seres vivientes, o almas vivientes , que estaban en o sobre el mar, a saber, los espa�oles, los grandes marineros del mundo en ese momento, en cuanto a su poder mar�timo, que a partir del a�o 1588 perdieron su antigua soberan�a de los mares, siendo transferida a los ingleses y holandeses; por lo que esta �ltima plaga dificulta que el partido papista subsista y mantenga su terreno, incluso en los pa�ses del interior, particularmente en los diversos dominios de Alemania y los pa�ses vecinos.

Porque en el a�o 1617, cuando Fernando fue impuesto a los bohemios por el emperador Mat�as y coronado rey, se sentaron as� las bases de nuevas disputas. Porque, poco tiempo despu�s, sobrevino otra guerra religiosa sumamente sangrienta, que sacudi� todo el imperio y excit� el terror de toda Europa.

Y, aunque los protestantes perdieron Bohemia , el Palatinadoen parte, y fueron expulsados ??de Moravia, Austria y Silesia, en este momento, y no solo fueron perseguidos en muchos lugares, sino que estaban en peligro de ser extirpados y desarraigados universalmente; sin embargo, la marea cambi� de repente. Porque despu�s de que el emperador hab�a gobernado Alemania con un ej�rcito veterano durante un tiempo considerable, Gustavus Adolphus entr� en ella en el a�o 1630 y conquist� todas partes. Y aunque lo mataron unos dos a�os despu�s, su ej�rcito sigui� saliendo victorioso; hasta que finalmente todo se resolvi� en la paz de Munster, 1648 dC; con lo cual, por tanto, debe suponerse que termina el plazo de esta copa, que consta de treinta y un a�os.

Ahora, como esto comenz� con persecuciones y crueldades contra los protestantes; de modo que al fin se oye al �ngel de las aguas dar gracias a Dios por hacer que los enemigos de su pueblo bebieran finalmente de su propia sangre. A qu� c�ntico de alabanza dice otro �ngel,Am�n: todo lo cual parece denotar la alegr�a de los estados e iglesias protestantes por el �xito de las armas suecas contra el emperador.

Versículos 8-9

Y el cuarto �ngel derram� su copa sobre el sol , a saber, del reino papal; y se le dio poder al �ngel; quemar a los hombres con fuego Aludiendo al calor del sol, es decir, los hombres que ten�an la marca de la bestia. Y que se quemaron con el gran calor; sin embargo, se arrepintieron de no dar gloria a Dios, que ten�a poder sobre estas plagas; pero blasfem� su nombrem�s "Ahora que este frasco", dice Fleming, "debe comenzar donde el otro termina, es decir, en, o un poco despu�s, el a�o 1648 d.C., as� que no puedo ver, pero debe denotar, primero, las guerras francesas en Flandes, que sigui� la paz de Munster, inflamada, despu�s de haber sido aparentemente apagada, por la toma de Lorena, las nuevas conquistas de los franceses en Borgo�a y Flandes, las guerras en Alemania y la invasi�n de los Pa�ses Bajos; a lo que se pueden a�adir las disputas del rey franc�s con varios papas, sobre la restituci�n de Castro, los derechos del duque de M�dena, etc.

Ahora, al ver que el bombardeo de pueblos y ciudades se utiliz� principalmente en estas guerras posteriores, podemos ver cu�n apropiadamente los hombres abrasadores o ardientes desde arriba (como si el sol hubiera enviado fuego y calor desde su propio cuerpo). se utiliza para caracterizar el tiempo de este vial. Pero lo principal a tener en cuenta aqu� es que el soly otras luminarias del cielo, son los emblemas de pr�ncipes y reinos; por lo tanto, el derramamiento de esta copa sobre el sol debe denotar la humillaci�n de algunos eminentes potentados del inter�s romano, que apreciaron y apoyaron la causa papal. Y estas, por tanto, deben ser principalmente las casas de Austria y Borb�n, aunque no exclusivamente de otros pr�ncipes papistas.

Ahora bien, no es raro que Dios haga que sus enemigos se aplasten y debiliten entre s�, lo que se ha hecho en esa parte de la copa que ya est� llena, y tal vez m�s despu�s. [Lector, observe esto: �cu�n manifiestamente se ha logrado!] As� como, por lo tanto, Francia fue utilizada, en los casos dados, para irritar y quemar a la familia austr�aca, en ambas ramas de la misma, as� el rey franc�s fue molesto cuando se vio obligado a abandonar Holanda, que estuvo tan cerca de sorprender, 1672 dC; y especialmente cuando se vio obligado a renunciar a todas sus conquistas en Flandes por la paz de Ryswick.

El efecto de esta copa tambi�n se ve oscureciendo la gloria del Rey James, (de quien los papistas esperaban nuevas conquistas) de la mano del Rey William; por quien tambi�n Dios puso fin a la carrera del monarca franc�s en sus conquistas en Flandes y sobre el Rin. Y lo vemos derramado a�n m�s por el eclipse de la familia austriaca, en la p�rdida de Espa�a y sus principados dependientes. En cuanto a la parte restante de este vial, supongo humildemente que llegar� a su punto m�s alto alrededor del 1717 d. C. y que se acabar� alrededor del a�o 1794 ". [Se�or. Fleming expone ampliamente sus razones para esta conjetura, que, sin embargo, no se pueden insertar aqu�.] �En ese momento supongo que el cuarto frasco terminar�, y el quinto comenzar�, por una nueva mortificaci�n del papado, despu�s de que este frasco haya durado.

ciento cuarenta y ocho a�os, que de hecho es un per�odo largo en comparaci�n con los viales anteriores; pero si se considera en referencia a la cuarta, quinta y sexta trompetas, es breve, ya que la cuarta dur� ciento noventa, la quinta trescientos dos y la sexta trescientos noventa y tres a�os ". Parece probable, si el se�or Fleming hubiera vivido en nuestro tiempo, en lugar de fijar la terminaci�n del cuarto frasco en el a�o 1794, hubiera extendido el per�odo hasta despu�s de la batalla de Waterloo, a mediados del a�o 1815. .

El se�or Faber, se puede observar, considera que la revoluci�n francesa, con todas sus consecuencias, est� comprendida en la cuarta ampolla; por lo que atribuye las siguientes razones: �En el lenguaje de los s�mbolos, el sol de un reino es el gobierno de ese reino; y el sol de un imperio , si es un imperio dividido, es el gobierno del estado m�s poderoso dentro de ese imperio. Cuando el sol pol�tico brilla con un brillo constante y produce un calor saludable, es una bendici�n para un pueblo. Pero cuando resplandece con un calor feroz y antinatural, quemando todas las producciones de la industria humana con el insoportable resplandor de una portentosa tiran�a, es la maldici�n m�s pesada que puede caer sobre una naci�n.

Dado que toda la profec�a se relaciona con el imperio romano, el solmencionado bajo esta copa debe ser el sol del firmamento romano: dado que el derramamiento de todas las copas tiene lugar mucho despu�s de la divisi�n del imperio, este sol debe ser el sol del imperio dividido; o el gobierno de ese estado dentro de los l�mites del imperio, que en la �poca actual es el m�s poderoso.

La predicci�n, entonces, de la cuarta copa insin�a obviamente, que las escenas fren�ticas de la cosecha deben ser seguidas por una tiran�a militar sistem�tica, que debe ser ejercida sobre el imperio romano por el gobierno del estado m�s poderoso que exist�a entonces dentro de sus l�mites. El mundo, agotado por las miserias de la cosecha simb�lica y fatigado por las luchas salvajes de la anarqu�a licenciosa, deber�a someterse d�cilmente al dominio ilegal de un d�spota implacable. Al se�alar el gobierno particular que pretend�a este sol abrasador del firmamento latino o papal, el lector sin duda me habr� anticipado.

Los actuales estados papistas son Francia, Austria, Espa�a, Portugal, N�poles, Cerde�a y Etruria. De estos, tengo entendido, nadie se inclinar� a negar que Francia es, en muchos grados, la m�s poderosa, y, en consecuencia, que su gobierno debe ser estimado inevitablemente como el sol del sistema. Para observar entonces el cumplimiento exacto de la profec�a de la cuarta copa, en la que se dice que se le dio poder a este sol para quemar a los hombres con fuego, y que fueron quemados con gran calor, solo tenemos que poner nuestros ojos sobre el continente.

Un sistema de tiran�a hasta ahora desconocido en Europa, excepto en los peores per�odos de la historia romana, ha sido establecido, y ahora act�a sobre �l, que se autodenomina emperador de los franceses: y los rayos abrasadores del despotismo militar est�n en este momento Sentido, [es decir, en 1804, cuando esto fue escrito,] m�s o menos, en Francia, Holanda, Suiza, Italia, Espa�a y el oeste de Alemania. Un plan regular de hacer de cada hombre un esp�a de su vecino destruye todo el confort y toda la confianza de la vida social: y Francia, con sus provincias degradadas, o, como se les llama, con burlas diplom�ticas, aliados, gime bajo el peso de interminables requisiciones, grav�menes y extorsiones, al mismo tiempo se atormentaba a s� misma y al salvaje atormentador de otros. Pero el efecto producido, tanto por estas plagas como por las siguientes, ser� solo blasfemia y dureza de coraz�n, en lugar de una reforma de principios y pr�cticas. El terremoto que derrib� la d�cima parte de la ciudad (cap.

Apocalipsis 11:13 ,) hizo que el resto de la simiente de la mujer diera gloria al Se�or; pero la efusi�n de las copas sobre los enemigos de Dios no produce la menor tendencia al arrepentimiento. Por lo tanto, no debemos buscar m�s reforma del papado; porque las copas son instrumentos de la ira de Dios, no de misericordia. Francia, en consecuencia, ha vuelto nominalmente, como un perro a su v�mito, a su antigua alianza con las corrupciones blasfemas del papado; pero, seg�n todos los relatos de testigos presenciales, todav�a se fortalece real e individualmente en las abominaciones a�n m�s blasfemas del anticristo.

Sin embargo, aunque no habr� m�s reforma, no parece que los escritores inspirados den indicios de una persecuci�n de los testigos a�n m�s terrible que la que ya han sufrido por parte de las dos bestias latinas; por el contrario, la Escritura me parece m�s bien conducir a una opini�n directamente opuesta.

De hecho, no pretendo negar que los protestantes individuales, por ejemplo, los que residen en pa�ses papistas, puedan sufrir persecuci�n; Estos continuar�n profetizando en cilicio hasta el final de los mil doscientos sesenta d�as: solo se entender�a que insin�e que no puedo encontrar ninguna garant�a para esperar que el protestantismo en general, como se profesa a nivel nacional, alguna vez sea tan sometido por el papado como para sufrir en todo el mundo una gran persecuci�n universal que se asemeja a las de los emperadores paganos, o los pont�fices romanos en la plenitud de su poder ".

Pero volvamos al Sr. Fleming. "Que el lector", dice, "recuerde lo que plante� para la consideraci�n de estos viales, es decir, que suponiendo que suponen una lucha entre los partidos papista y reformado, cada vial debe ser visto como el evento y la conclusi�n de alg�n nuevo ataque peri�dico de esa primera parte sobre la otra, cuyo resultado resulta en gran medida favorable a la segunda contra la primera. Porque si esto se considera debidamente, nos convencer� de que un gran declive del inter�s protestante durante alg�n tiempo, y grandes y formidables avances y nuevos grados de aumento en el partido romano, son muy consistentes con el estado de estos dos intereses opuestos bajo los viales.

Porque as� como Roma pagana se fue arruinando gradualmente bajo los sellos, bajo muchos de los cuales pareci� aumentar, y volverse m�s desenfrenado que antes, cuando a�n estaba en declive, as� debemos suponer que suceder� con Roma Papal. Pues las monarqu�as, a medida que ascienden de forma gradual e insensible, se desgastan igualmente.

Y, por lo tanto, no debemos albergar nociones tan quim�ricas de la ca�da del papado, como si fuera a realizarse r�pida o milagrosamente, como muchos lo han hecho. Porque as� como subi� insensiblemente y paso a paso, as� debe caer de la misma manera. Porque sucede con la iglesia como con los cristianos en particular, que a menudo son azotados por Satan�s y, a veces, llevados al extremo por las tentaciones; pero siempre lleva la victoria al fin. �Qui�n hubiera cre�do que la Iglesia cristiana estaba a punto de triunfar sobre el imperio pagano romano cuando las terribles persecuciones bajo Dioclesiano y sus emperadores colegiados estaban en su punto m�s alto? Pero el momento m�s oscuro de la noche marca el comienzo del amanecer del d�a de la iglesia, en la forma habitual de la providencia de Dios.

Y esto es muy notorio para observarse en el per�odo del tercer frasco. �Qui�n hubiera pensado que la p�rdida de Bohemia y el hecho de que el emperador Fernando gobernara toda Alemania con un ej�rcito formidable pudieran traducirse en las victorias de las armas suecas y en la seguridad futura de los intereses protestantes a trav�s del imperio y en otros lugares? De modo que no debemos extra�arnos si durante diecis�is a�os [esto se public� en 1701] la casa de Borb�n se levantar� para ser un nuevo terror y flagelo para el mundo, y para las naciones protestantes en particular.

Y, como confirmaci�n de esta conjetura, obs�rvese adem�s que es algo muy extraordinario, y peculiar en cierto sentido a este frasco, 'que el sol, sobre el cual se derrama, debe ser a�n el ejecutor de el juicio de �l sobre otros al mismo tiempo que �l mismo es atormentado con �l '. De modo que todo aquel que aqu� se denota por el sol (como supongo que es principalmente la casa de Borb�n) es utilizado, como el diablo, tanto para atormentar a los dem�s como para ser atormentado �l mismo al hacerlo. Y si el rey de Francia, por lo tanto, se denota principalmente por esto, me temo que a�n no se lo utilizar� en la mano de Dios, como lo fue Nabucodonosor en la antig�edad contra los jud�os, es decir, como un flagelo m�s severo para los protestantes. iglesias en todas partes.

Y adem�s de esta marca caracter�stica, que parece presagiar su mayor exaltaci�n y nuestra humillaci�n, hay otra cosa en la que no puedo pensar sino con pavor y temblor de coraz�n, a saber, que se dice adem�s, 'que mientras este sol del El mundo papista lleva su carrera fatal y espantosa, y abrasando a los hombres con fuego, est�n tan lejos de ser mejorados por estos juicios, que contin�an blasfemando cada vez m�s el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas.

Y mientras este sigue siendo el estado del mundo protestante, y mientras el ate�smo, el de�smo, el socinianismo, la irreligi�n, la blasfemia, el escepticismo, la formalidad, el odio a la piedad y un amargo esp�ritu de persecuci�n contin�an y aumentan entre nosotros, �qu� podemos esperar sino nuevas y sentencias desoladoras? Porque mientras seguimos andando as� en contra de Dios, no podemos dejar de esperar que �l tambi�n ande en contra nuestra. Es en vano que nos jactemos de nuestros privilegios o aleguemos la exenci�n de los juicios por este motivo. Porque donde no hay reforma nacional ni arrepentimiento, los pecados nacionales son como arrastrar las miserias sobre nosotros mucho m�s pronto y con mayor certeza, en el sentido de que hemos sido tan singular y peculiarmente privilegiados.

Porque en este caso podemos esperar que Dios nos diga, como a los israelitas de la antig�edad, ( Am�s 3:2 ,) Especialmente a ti te he conocido de todas las familias o naciones de la tierra; por tanto, te castigar� por todas tus iniquidades. Por tanto, si seguimos pecando, como lo hemos hecho hasta ahora, cuid�monos de nosotros mismos, no sea que se acerque la venganza.

Ruego a Dios puedo estar equivocado en mis temores, pero me temo que tengo, pero demasiado justo motivo para la vuelta profeta aqu�, aplicando a nosotros mismos lo que Pedro dijo a los de su �poca, 1 Juan 4:17 , & c., El tiempo de Ha llegado que el juicio debe comenzar en la casa de Dios. Aunque tambi�n concluyo con �l, que si comienza por nosotros, espantoso ser� el fin de nuestros enemigos al fin; y si el justo con dificultad se salva, �d�nde aparecer� el imp�o y el pecador? Por tanto , si somos llamados a sufrir por nuestra santa religi�n, hag�moslo seg�n la voluntad de Dios, encomendando a �l el cuidado de nuestras almas haciendo el bien, como a un Creador fiel.Deber�a preguntarse: �Cu�ndo cambiar� la marea para la Iglesia Protestante? Respondo, cuando se vuelvan m�s universalmente a Dios, y no antes. Pero si se pregunta m�s, si el sol del reino papista no ha de eclipsarse a s� mismo por fin. Debo afirmar positivamente que lo har�, de lo contrario, este frasco no ser�a un juicio sobre �l y el partido romano.

Pero si una vez m�s la pregunta es, � cu�ndo va a caer esto y c�mo? Debo decir que no tengo nada m�s que a�adir a lo que he dicho, en cuanto al tiempo. Pero en cuanto a la manera de hacer esto, nuestro texto sienta las bases de algunos pensamientos m�s distintos. Y podemos suponer, por �ltimo, que la monarqu�a francesa, despu�s de que ha quemado a otras, consumir� ella misma al hacerlo; su fuego, y lo que es el combustible que lo mantiene, se desperdicia insensiblemente, hasta que finalmente se agota hacia fines de este siglo, como lo hizo antes la monarqu�a espa�ola hacia fines del siglo XVI �. As�, el Sr.

Fleming: y es notable que en 1793 el rey franc�s fue decapitado por la Asamblea Nacional; y grandes e inigualables miserias cayeron sobre la naci�n francesa, que casi extingui� toda su nobleza y provoc� una guerra que ha durado veintitr�s a�os y casi ha arruinado ese pa�s y todas las naciones de Europa.

Versículos 10-11

Y el quinto �ngel derram� su copa sobre el asiento o trono de la bestia. El lector recordar� que se ha hecho menci�n de dos bestias (ver Apocalipsis 13:1 ; Apocalipsis 13:11 ), la secular y la eclesi�stica;y, como observa el Sr. Faber, �se podr�a dudar de cu�l de los dos se pretend�a aqu�, si no hubi�ramos asistido en nuestras investigaciones por el contexto general de toda la profec�a. Siempre que se menciona simplemente a la bestia, a modo de eminencia, por as� decirlo, invariablemente se encontrar� que se refiere a la bestia de diez cuernos o secular, no a la bestia de dos cuernos o eclesi�stica. Adem�s de esta prueba general, puede aducirse el contexto particular del presente pasaje.

El �ngel vierte su copa sobre el trono de la bestia. Ahora bien, se dice expresamente que el drag�n le dio un trono a la primera bestia ; porque, aunque nominalmente cristiano, ejerci� su autoridad secular como su predecesor, el imperio pagano, al perseguir a la iglesia de Dios: (verApocalipsis 12:2 :) Considerando que no se hace menci�n del trono de la segunda bestia, y por esta sencilla raz�n; la autoridad secular del Papa [y su clero] estaba confinada dentro de los estrechos l�mites de un principado italiano, y todas las persecuciones que �l siempre provoc� contra los fieles fueron llevadas a cabo por la primera bestia, a trav�s de la instrumentalidad de su �ltima cabeza, o sus diez cuernos.

Por lo tanto, es manifiesto que la bestia, sobre cuyo trono se derrama la presente copa, es la primera o la bestia secular. Lo que se quiere decir con precisi�n con este juicio, es imposible en la actualidad determinar con certeza, en la medida en que a�n es futuro. Sin embargo, si podemos argumentar por analog�a, ya que la gran ciudad significa el imperio romano, y dado que el trono significa la autoridad ejercida dentro de ese imperio por su cabeza, el derramamiento de una copa sobre el trono de la bestia , para llenar todo su reino con tinieblas, parece m�s naturalmente significar alg�n golpe severo dirigido directamente a su autoridad, que deber�a llenar de confusi�n todo su reino �. Este juicio, que el se�or Fleming supuso comenzar�a alrededor de 1794 d.C.,

(pero que probablemente no comenz� hasta despu�s de la terminaci�n de los horrores de la Revoluci�n Francesa por la batalla de Waterloo, en el a�o 1815), ese pensamiento divino piadoso no expirar�a hasta 1848 d. C. Recibi� el t�tulo de obispo supremo no antes del a�o 606, no se puede suponer que se derrame ninguna copa sobre su trono, de modo que arruine su autoridad de manera tan significativa como este juicio debe hacerlo, hasta el a�o 1848, cuando los mil doscientos y sesenta a�os en el relato prof�tico pueden considerarse como el final. Pero, sin embargo, no debemos imaginar que este frasco destruir� totalmente el papado, (aunque lo debilitar� en gran medida), porque lo encontramos todav�a en existencia y activo cuando se derrame el pr�ximo frasco ".

El obispo Newton cree que el juicio que aqu� se pretende recaer� sobre la propia Roma, y oscurecer� y confundir� a todo el imperio anticristiano. Pero a�n as�, las consecuencias de esta plaga son muy parecidas a las de la anterior; porque los que sufren, en lugar de arrepentirse de sus hechos, se endurecen como el fara�n, y a�n persisten en su blasfemia e idolatr�a, y resisten obstinadamente todos los intentos de reforma �.

Versículos 12-14

Y el sexto �ngel derram� su copa sobre el gran r�o �ufrates, afectado tambi�n por la sexta trompeta; y su agua se sec�Y de todos los r�os que desembocaban en �l. El imperio turco parece estar destinado aqu�, que se encuentra principalmente en este lado del �ufrates. Los asuntos romanos y musulmanes transcurrieron casi en paralelo durante varias edades. En la s�ptima edad se levant� el propio Mahoma, y ??un poco antes que �l Bonifacio III., Con su obispado universal. En el und�cimo, tanto los turcos como Gregorio VII.

llevado todo delante de ellos. En el a�o 1300, Bonifacio apareci� con sus dos espadas en el jubileo reci�n erigido. En el mismo a�o surgi� la Puerta Otomana; s�, y el mismo d�a. Y aqu� la copa derramada sobre la bestia es seguida inmediatamente por la derramada sobre el �ufrates; es decir, como parece, sobre el anticristo mahometano, como lo fueron los primeros sobre el papado. Y como la sexta trompeta trajo a los turcos del otro lado del �ufrates,

Casi con el mismo prop�sito, el Sr. Faber interpreta los efectos de este vial. �Bajo la sexta trompeta�, dice, �las cuatro sultanias turcas, las aguas m�sticas del imperio otomano, brotaban del r�o �ufrates: bajo la sexta copa se secar�n las aguas del mismo �ufrates. Por tanto, no podemos dudar razonablemente de que el �ufrates simb�lico significa, en ambos casos, el mismo poder. R�ostipificar naciones; y cuando se especifica un r�o en particular, obviamente se pretende la naci�n inmediatamente conectada con ese r�o. Siendo tal el caso, como el surgimiento de los cuatro sultanios, esas aguas m�sticas del �ufrates, que inundaron el imperio oriental, denota el surgimiento del poder turco, por lo que el secado de esas aguas evidentemente debe denotar su subversi�n ".

Como preludio de esto, si nos damos cuenta del estado actual del poder turco, estaremos convencidos de que, durante varios a�os, ha ido disminuyendo gradualmente; y la cercana terminaci�n del imperio otomano es tan manifiesta, que incluso aquellos cuya atenci�n se dirige �nicamente a la pol�tica, son suficientemente conscientes de que el momento de su extinci�n no puede estar muy lejos.

�ltimamente se ha conservado m�s por los celos de las grandes potencias europeas que por ninguna fuerza f�sica propia; y sin duda ser� preservado por la mano de la Providencia, hasta que se acerque su propia temporada se�alada para preparar un camino para los reyes del este , y para reunir a los reyes del mundo latino para la batalla del gran d�a de Dios Todopoderoso.Por los reyes del este se entiende probablemente a los reyes o reinos que se encuentran al este del �ufrates, a saber, en Persia, India, y quiz�s tambi�n China, para cuya conversi�n a la fe cristiana, parece que la eliminaci�n del imperio mahometano. prepara el camino. Pero aunque esto parezca probable, no puede haber certeza de ello; ni los asuntos aqu� predichos pueden ser m�s que sujetos de conjetura.

Sean quienes sean estos reyes o reinos, parece que, piensa el obispo Newton, amenazan con la ruina y destrucci�n del reino de la bestia; y, por tanto, los agentes y emisarios del papado, ( Apocalipsis 16:13 ,) del drag�n , representante del diablo, y de la bestia , representante del imperio anticristiano,y del falso profeta , representante de la iglesia anticristiana (es decir, como algunos piensan los dominicos, franciscanos y jesuitas), tan desagradable, tan locuaz, tan s�rdido, tan descarado como ranas , se emplean para oponerse a ellos e incitar a los pr�ncipes y potentados de su comuni�n a hacer su �ltimo esfuerzo unido en una guerra religiosa.

Estos tres esp�ritus inmundos , se dice, son los esp�ritus de demonios que obran milagros. Es decir, milagros fingidos, para imponerlos a los d�biles y cr�dulos; que van a los reyes de la tierra ??? ?????????? ????, de todo el mundo romano , o imperio, como suele significar la expresi�n; para reunirlos en la batalla de ese gran d�a del Dios Todopoderoso. Es decir, usan todas sus artes malvadas y su pol�tica perversa para excitar a los pr�ncipes y grandes hombres del mundo a unirse m�s firmemente contra todos los que ayudan e incitan a la causa de la verdad y la justicia, de Dios y la religi�n.

Versículos 15-16

He aqu�, vengo como un ladr�n De repente e inesperadamente. Observa la hermosa brusquedad; Yo , Jesucristo. �Esc�chalo! Por lo tanto, cuando se predice que estos agentes malvados usar�n un gran arte y se dirigir�n en apoyo de su mala causa, el Esp�ritu de sabidur�a agrega una advertencia �til, advirtiendo a los fieles siervos de Cristo que est�n en guardia contra los emisarios del infierno, para que no deber�an ser enga�ados para su propia destrucci�n.

Bienaventurado el que vela, que busca continuamente al que viene pronto; y le guarda sus vestiduras que los hombres usualmente se quitan cuando duermen; es decir, que se guarda a s� mismo vestido con el manto de justicia, el manto de salvaci�n; para que no ande desnudo y vean su verg�enza No sea que pierda las gracias que no se preocupa por conservar, y otros vean su pecado y su castigo.

Y los reuni�. La verdadera construcci�n es: Y los reunieron; es decir, los esp�ritus y agentes malignos, antes mencionados, re�nen todas las fuerzas de los pr�ncipes papistas; a un lugar llamado, en hebreo, Armaged�n , es decir, la monta�a de la destrucci�n. Mageddon, o Megiddo, es un lugar mencionado con frecuencia en el Antiguo Testamento, bien conocido en la antig�edad por muchos sucesos memorables; en particular, la matanza de los reyes de Cana�n, relata Jueces 5:19 . Aqu� la narraci�n parece romperse, pero se reanuda nuevamente el cap. Apocalipsis 19:19 .

Versículos 17-21

Y el s�ptimo �ngel derram� su copa en el aire La sede de la residencia de Satan�s, quien est� enf�ticamente llamado ( Efesios 2:2 ,) el pr�ncipe de la potestad del aire , y est� representado ( Apocalipsis 16:13 ,) como un actor principal en estas �ltimas escenas; de modo que este �ltimo per�odo no solo completar� la ruina del reino de la bestia, sino que tambi�n har� temblar el reino de Satan�s en todas partes. Al derramarse esta copa, se hace una proclamaci�n solemne desde el trono de Dios mismo, Se hace en el mismo sentido que el �ngel antes afirm�, Apocalipsis 10:7 , que en los d�as de la s�ptima trompeta el misterio de Dios deber�a estar terminado.De esta copa, como de todas las primeras, la terminaci�n es gradual; y los efectos y consecuencias inmediatos son, ( Apocalipsis 16:18 ,) voces y truenos y rel�mpagos y un terremoto y gran granizo. Eventos que presagian grandes calamidades.

Las voces, los truenos y los rel�mpagos son los asistentes habituales de la Deidad, especialmente en sus juicios. Los grandes terremotos , en lenguaje prof�tico, significan grandes cambios y revoluciones; y este es uno que los hombres nunca sintieron y experimentaron antes; como no lo era desde que los hombres estaban sobre la tierra. No solo la gran ciudad est� dividida en tres partes , o facciones, sino que las ciudades de las naciones caen por su obediencia a ella. Sus pecados son recordados ante Dios y, como otra Babilonia , pronto se le dar� a beber de la amarga copa de su ira.

Es m�s, no s�lo caen las obras de los hombres, las ciudades , sino tambi�n las obras de la naturaleza;las islas huyen y los montes no se encuentran; que es m�s de lo que se dijo antes, Apocalipsis 6:14 , que fueron trasladados de sus lugares; y puede significar nada menos que una completa extirpaci�n de la idolatr�a.

El gran granizo , tambi�n, a menudo significa los juicios de Dios, y estos son juicios poco comunes. Diodoro, un historiador serio, habla de piedras de granizo que pesaban una libra y m�s; Philostorgius menciona granizo que pesaba ocho libras; pero estos pesan aproximadamente el peso de un talento O alrededor de cien libras; una figura fuerte, para denotar la grandeza y severidad de estos juicios. Pero a�n los hombres contin�an obstinados y blasfeman contra Dios a causa de la plaga del granizo. Permanecen incorregibles bajo los juicios divinos, y ser�n destruidos antes de que sean reformados. El Sr. Mede supuso que este vial de consumaci�n se sincronizaba con la vendimia, menciona Apocalipsis 14:18, la conclusi�n del gran drama de mil doscientos sesenta a�os, el tiempo del fin.

Cuando sea derramado, dice Faber, �comenzar� el gran conflicto de Dios con las naciones; su antiguo pueblo comenzar� a ser restaurado; y la sentencia de destrucci�n saldr� contra la bestia y el falso profeta, incluso mientras est�n en medio de su �xito temporal, y mientras se adulan en vano con la esperanza de una victoria completa sobre la iglesia de Dios.

Siendo tal su contenido, se dice que ser� vertido al aire, en alusi�n a las terribles tormentas de truenos y rel�mpagos pol�ticos que producir�. Bajo ella se engloban cuatro hechos importantes: el terremoto , por el cual la gran ciudad se divide en tres partes; la simb�lica tormenta de granizo; el derrocamiento de Babilonia y la batalla de Armaged�n, a la que los reyes de la tierra hab�an comenzado a reunirse bajo la copa precedente ". Sobre estos detalles podemos observar lo siguiente: 1 �, El terremoto, por el cual la gran ciudad se divide en tres partes, significa manifiestamente, de acuerdo con el significado habitual del lenguaje prof�tico, una gran revoluci�n por la cual el imperio latino se dividir� en tres soberan�as o prefecturas, como el antiguo imperio romano. Pero cu�l es el significado preciso de esta predicci�n y c�mo se dividir� la ciudad en tres partes, solo el tiempo puede descubrirlo. 2d, La tormenta de granizo parece indicar alguna invasi�n norte�a del imperio romano.

Dado que las incursiones norte�as de las naciones g�ticas, bajo la primera trompeta, est�n tipificadas por una tormenta de granizo, es natural concluir, por analog�a, que la tormenta de granizo de esta copa, que se sincroniza con el tiempo del fin, tambi�n tipifica una invasi�n del norte. 3d, La ca�da de la Babilonia espiritual, descrita en general en el cap. 18., parece ser lo mismo que la destrucci�n del cuerno peque�o de la cuarta bestia de Daniel; ambos se relacionan igualmente con la subversi�n completa del papado. Cuarto, Exactamente contempor�neo con la ca�da de la Babilonia espiritual, o la ad�ltera Iglesia de Roma, ser� el derrocamiento de su partidaria, la secular Babilonia, o la bestia romana de diez cuernos.

El poder de ambos se romper� en la misma batalla del Armaged�n, que se manifiesta abundantemente por el testimonio concurrente tanto de Daniel como de San Juan. As� tambi�n Fleming, �Este frasco trae truenos, rel�mpagos, granizo y tormentas; que, junto con un terrible terremoto, destruye todas las naciones anticristianas, y particularmente Roma, o la m�stica Babilonia.

Y as� como Cristo concluy� sus sufrimientos en la cruz con esta voz: Consumado es , as� los sufrimientos de la iglesia concluyen con una voz desde el templo del cielo y desde el trono de Dios y de Cristo all�, diciendo : Hecho est�; y por tanto con esto comienza el milenio, o los mil a�os del reinado espiritual de Cristo en la tierra. Ahora, cu�n grande y notable ser� esta �ltima destrucci�n del anticristo papal, podemos adivinar por la representaci�n que se le da en Apocalipsis 14:19 , (donde ver la nota,) en la que se presenta bajo el emblema del gran lagar de la ira de Dios, que no puede referirse a nada tan propiamente como el evento de la s�ptima copa ".

Información bibliográfica
Benson, Joseph. "Comentario sobre Revelation 16". Comentario de Benson. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/rbc/revelation-16.html. 1857.