Bible Commentaries
1 Corintios 5

Comentario Bíblico de SermónComentario Bíblico de Sermón

Versículos 1-13

1 Corintios 5:7

Nuestra Pascua.

I. Nuestro sacrificio pascual. Es muy notable, teniendo en cuenta la gran prominencia que la idea de Cristo como nuestra Pascua ha recibido en la teolog�a posterior, que solo hay dos pasajes en el Nuevo Testamento que lo expresan, el de este vers�culo de mi texto, y el otro, mucho menos obvio, en el Evangelio de San Juan, que registra que la pronta muerte de nuestro Se�or obvi� la necesidad de la fractura de Sus miembros, viendo en eso un "cumplimiento del mandamiento como el Cordero Pascual.

"Pero, por poco frecuentes que sean las referencias, no puede haber ninguna duda en cuanto a la alusi�n oa la ense�anza dogm�tica aqu�. De manera distinta y clara en la mente del Ap�stol aqu�, la �nica concepci�n de la muerte de Cristo que responde a la met�fora es la que ve en La muerte de Cristo es una muerte de expiaci�n, aunque no tan claramente como en otros casos una muerte de sustituci�n, porque �l muere la destrucci�n y el castigo no recae sobre el hombre que se aloja detr�s del refugio de Su sangre.

II. Nuestra fiesta de Pascua. Por supuesto, aqu� no hay ninguna referencia, ni siquiera impl�citamente y de ninguna manera a la Cena del Se�or. En lo que San Pablo est� pensando aqu� es en toda la vida cristiana que compara con esa fiesta de Pascua. Y su exhortaci�n, "Celebremos la fiesta", es de hecho, en primer lugar, esta: "�Ustedes, hombres y mujeres cristianos, se preocupan de que toda su vida sea una participaci�n en el sacrificio del Cordero inmolado?"

"La vida misma del cristiano se deriva de la comuni�n con Jesucristo. Debemos alimentarnos de �l si es que tenemos vida. �Y c�mo, entonces, vamos a alimentarnos de un Cristo inmolado? Por fe, por meditaci�n, por continuo llevando en corazones agradecidos, en v�vidos recuerdos y en obedientes voluntades, el gran Sacrificio sobre el que se basan nuestras esperanzas ".

III. Nuestra purificaci�n cristiana. "Purga la vieja levadura". La autodepuraci�n es una condici�n absolutamente indispensable para celebrar la fiesta. Es muy cierto que ning�n hombre puede limpiarse a s� mismo sin un ayudante divino. Es muy cierto que ni siquiera desearemos hacerlo completamente, y mucho menos seremos capaces de hacerlo a menos que, antes, haya una fe en Jesucristo, que es una participaci�n del Cordero pascual inmolado.

Pero tambi�n es cierto que para cualquier participaci�n continua, profunda y creciente en �l y en Su poder, debe haber esta limpieza de nuestro esp�ritu de toda inmundicia y un perfeccionamiento de la santidad en el temor del Se�or. "Bienaventurados los de limpio coraz�n, porque ellos ver�n a Dios", no es sino la misma ense�anza que la de mi texto "Purificad la vieja levadura para celebrar la fiesta".

A. Maclaren, Christian Commonwealth, 9 de julio de 1885.

I. Es la Persona a quien San Pablo, primera y principalmente, aqu� y siempre, dirige la mente de sus disc�pulos. Cristo, le dice a la Iglesia, es el fin de la ley para justicia a los que creen. Obtienen la justicia que la ley exige que obtengan, pero que no puede conferir, confiando en una Persona, en quien la justicia mora vivientemente y en quien se manifiesta vividamente.

II. "Cristo, Pascua nuestra . " En esa palabra, Pablo re�ne cualesquiera que fueran los significados y asociaciones de esa fiesta, todo lo que las diferentes partes de ella expresaron a la mente del jud�o durante todo el curso de la historia divina, desde el llamado de Abraham a el momento en que la voz dijo: "Este es en quien tengo complacencia".

III. "Cristo nuestra Pascua", dice San Pablo, los nuestros, que son simiente de Abraham seg�n la carne, y los nuestros, que son injertados en la misma estirpe con ellos. �l significa todo lo que siempre signific� la Pascua; pero el significado es para toda la familia humana, no para una parte de ella. Fue el primog�nito entre muchos hermanos.

IV. "Cristo, nuestra Pascua, es sacrificado por nosotros". Se ha hecho la oblaci�n completa. No queda nada m�s por hacer. No hay nada que separe a los ni�os de su Padre, ya que �l es el perfecto Daysman entre ellos.

V. San Pablo, por tanto, puede decir con valent�a: "Cristo, nuestra Pascua, es sacrificado por nosotros " . Nadie puede suponer que por la palabra nosotros entendi� a los ap�stoles oa los corintios, oa los hombres de esa �poca exclusivamente. No pensaba que la fiesta de la que iban a comer con plena seguridad de que la redenci�n hab�a terminado, de que eran poseedores de toda la libertad y la gracia que hab�a producido, pudiera tener menos significado para aquellos que deb�an hacerlo. estar pasando por el desierto del mundo mil ochocientos a�os despu�s.

El sacrificio de Cristo es el sacrificio de Dios, no el nuestro. Podemos venir a la fiesta confesando la malicia y la maldad que ha estado en nosotros. Dios no nos enviar� vac�os. Aquel que por su tierno amor a la humanidad entreg� a su Hijo por todos nosotros, �no nos dar� gratuitamente con �l la pureza y el amor que no tenemos y nunca tendremos nosotros mismos?

FD Maurice, Sermons, vol. iii., p�g. 283.

Referencias: 1 Corintios 5:7 ; 1 Corintios 5:8 . RDB Rawnsley, Village Sermons, segunda serie, p�g. 143; G. Huntington, Sermones para las estaciones santas, segunda serie, p�g. 199; A. Barry, Three Hundred Outlines, p�g. 142; J.

Keble, Sermones desde la Pascua hasta el d�a de la Ascensi�n, p. 1; Sermones sencillos de los colaboradores de "Tracts for the Times", vol. vii., p�g. 101. 1 Corintios 5:8 . JR Macduff, Communion Memories, p�g. 98. 1 Corintios 5:10 .

TB Dover, A Lent Manual, p�g. 19. 1 Corintios 5:12 ; 1 Corintios 5:13 . Revista del cl�rigo, vol. iii., p�g. 18. 1 Corintios 6:1 . Expositor, primera serie, vol. i., p�g. 142.

Información bibliográfica
Nicoll, William R. "Comentario sobre 1 Corinthians 5". "Comentario Bíblico de Sermón". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/sbc/1-corinthians-5.html.