Bible Commentaries
2 Crónicas 20

Comentario Bíblico de SermónComentario Bíblico de Sermón

Versículo 15

2 Cr�nicas 20:15

De este incidente aprendemos:

I. Que Dios tiene muchos caminos a su disposici�n de los que no sabemos nada. Dios puede tocar la raz�n de los hombres, Dios puede tocar los ojos de los hombres, de modo que un hombre confunda a su hermano con un enemigo.

II. En el entrenamiento de nuestra vida m�s elevada, queremos tanto principios como leyes detalladas. El principio aqu� mencionado es: "La batalla no es nuestra, sino de Dios". Dios est� mucho m�s preocupado por nosotros que nosotros mismos. Hacemos todo el ruido, pero �l hace todo el trabajo.

III. En la cultura de nuestra vida m�s elevada, debemos considerar la extremidad como una fase de la disciplina Divina. Josafat fue arrinconado. Dijo abiertamente a los o�dos de su pueblo: "No tenemos poder contra esta gran hueste". El texto se dirige a todos los que est�n tratando de vivir en el temor y el amor de Dios en circunstancias desalentadoras. "La batalla no es tuya, sino de Dios".

IV. El texto tambi�n dirige una palabra (1) a todos los que est�n llevando una protesta cristiana contra el mal; (2) a todos los que est�n sufriendo tentaciones severas; (3) a todos los que trabajan por el bien del mundo; (4) a todos los que est�n involucrados en controversias en nombre de la doctrina cristiana. Si tuvi�ramos que defender todo y luchar contra todo con nuestras propias fuerzas y para nuestros propios fines, el caso ser�a perfectamente diferente; pero cuando Dios nos dice: "Ten�is este tesoro en vasos de barro; la excelencia del poder es de Dios, y no del hombre", cuando nos ense�a que somos siervos y no amos, criaturas y no creadores, sin aferr�ndonos a la eternidad, nos conviene esperar pacientemente, quedarnos quietos y ver la salvaci�n del Se�or.

Parker, City Temple, 1871, p�g. 15.

2 Cr�nicas 20:15 , 2 Cr�nicas 20:17

I. La historia de la Iglesia est� llena de ejemplos de esta ley de procedimiento divino. Un viejo dicho de los reformadores alemanes era este: "Uno con Dios de su lado es la mayor�a". Cada causa que Dios origina comienza con solo los trescientos de Gede�n.

II. De esta ley de la obra de Dios queda claro que en los asuntos espirituales el equilibrio de poder no depende de los n�meros. Los votos tienen muy poco que ver con eso. Depende de las fuerzas espirituales. Depende de la comprensi�n de las necesidades espirituales del mundo, de la consagraci�n al servicio de Dios, del poder de la oraci�n, del descubrimiento espiritual del lado en el que est� Dios y, especialmente, de la intensidad del car�cter cristiano.

III. Es un gran pensamiento sobre este tema que la raza humana proporciona s�lo una peque�a parte de los santos ministerios de este mundo. El ministerio de los �ngeles probablemente aumenta lo que llamamos minor�as a mayor�as secretas.

IV. El �xito en los asuntos espirituales a menudo pierde el car�cter de un conflicto, tan abrumador y tan f�cil es el trabajo de los auxiliares divinos.

V. Las minor�as de hombres honestos y serios, dedicados a una gran causa, nunca deben oponerse descuidadamente. Estemos atentos a esos hombres. Salud�moslos con un "buen camino" cuando dejen claras sus credenciales divinas.

VI. Dentro de la misma Iglesia de Cristo se encuentra una minor�a de creyentes a quienes Dios mira con peculiar complacencia. Como poder espiritual, son la vanguardia de la Iglesia. Son la aristocracia espiritual del reino de Cristo.

A. Phelps, The Old Testament a Living Book, p�g. 21.

Versículo 17

2 Cr�nicas 20:15 , 2 Cr�nicas 20:17

I. La historia de la Iglesia est� llena de ejemplos de esta ley de procedimiento divino. Un viejo dicho de los reformadores alemanes era este: "Uno con Dios de su lado es la mayor�a". Cada causa que Dios origina comienza con solo los trescientos de Gede�n.

II. De esta ley de la obra de Dios queda claro que en los asuntos espirituales el equilibrio de poder no depende de los n�meros. Los votos tienen muy poco que ver con eso. Depende de las fuerzas espirituales. Depende de la comprensi�n de las necesidades espirituales del mundo, de la consagraci�n al servicio de Dios, del poder de la oraci�n, del descubrimiento espiritual del lado en el que est� Dios y, especialmente, de la intensidad del car�cter cristiano.

III. Es un gran pensamiento sobre este tema que la raza humana proporciona s�lo una peque�a parte de los santos ministerios de este mundo. El ministerio de los �ngeles probablemente aumenta lo que llamamos minor�as a mayor�as secretas.

IV. El �xito en los asuntos espirituales a menudo pierde el car�cter de un conflicto, tan abrumador y tan f�cil es el trabajo de los auxiliares divinos.

V. Las minor�as de hombres honestos y serios, dedicados a una gran causa, nunca deben oponerse descuidadamente. Estemos atentos a esos hombres. Salud�moslos con un "buen camino" cuando dejen claras sus credenciales divinas.

VI. Dentro de la misma Iglesia de Cristo se encuentra una minor�a de creyentes a quienes Dios mira con peculiar complacencia. Como poder espiritual, son la vanguardia de la Iglesia. Son la aristocracia espiritual del reino de Cristo.

A. Phelps, The Old Testament a Living Book, p�g. 21.

Versículo 21

2 Cr�nicas 20:21

Cualquiera puede cantar el Te Deum cuando termine la batalla. La diferencia entre un hombre de guerra com�n y un cristiano es esta: un cristiano grita antes de la victoria, porque sabe que seguramente llegar�.

I. Aprendemos aqu�, primero, una lecci�n de patriotismo. La pol�tica exterior de Amm�n y Moab pareci� muy brillante durante un tiempo. Llevaron todo delante de ellos, pero a su debido tiempo fueron derrocados. No debemos confiar en el n�mero de nuestros soldados, en los recursos ilimitados de nuestro pa�s, sino en la belleza de la santidad, en la justicia de nuestra causa, en la pureza de nuestro motivo, en una palabra en la bendici�n de nuestro Dios.

II. El objeto especial de la lecci�n es ilustrar la historia de la Iglesia cristiana, porque la Iglesia cristiana est� inmersa en una guerra santa. Si vamos a la guerra, debemos hacer como Josafat: debemos revestirnos del esp�ritu de santidad. Dios descendi� para llenar los corazones de sus hijos; luego estuvieron listos para el gran trabajo. La bendici�n pentecostal liber� a los primeros cristianos de los tres obst�culos al progreso de la cobard�a, el ego�smo y la ignorancia del Evangelio. Atrapa el esp�ritu de los Ap�stoles y salvar�s al mundo entero.

HP Hughes, Contemporary Pulpit, vol. VIP. 152.

Referencias: 2 Cr�nicas 20:20 . Sermones para ni�os y ni�as, p�g. 185. 2 Cr�nicas 20:26 . Revista homil�tica, vol. xi., p�g. 140. 2 Cr�nicas 20:30 . E. Monro, Practical Sermons, vol. iii., p�g. 97.

Versículo 37

2 Cr�nicas 20:37

I. El ejemplo de Josafat es una advertencia para nosotros. Hay algo de una consecuencia infinitamente mayor en el mundo que hacer una fortuna. Lo que tienes que establecer en primer lugar es la base moral sobre la que est�s procediendo; debe obtener el pleno consentimiento de su juicio, coraz�n y conciencia antes de entregarse a cualquier curso comercial. Tenga a Dios como socio si quiere hacer de su negocio, en el m�s alto sentido del t�rmino, honorable y exitoso.

II. El principio del texto es lo suficientemente amplio como para incluir otros temas de igual importancia. Por ejemplo, el tema del matrimonio est� dentro del alcance de su aplicaci�n. "�C�mo pueden dos caminar juntos si no est�n de acuerdo?" "�Qu� comuni�n tiene Cristo con Belial?"

III. El principio del texto se refiere en general a las malas compa��as. "Hijo m�o, si los pecadores te quisieren enga�ar, no consientas". Los hombres no pueden aliarse contra Dios y tener �xito. Es mejor estar solo que estar en compa��a de hombres malvados. Mejor nunca escuchar una voz amiga que ser seducido por el enga�o de los hombres malvados. Es mejor encontrarnos en una soledad imp�vida, pero con una conciencia libre de ofensas, que levantar la cabeza entre los m�s influyentes e ilustres servidores del diablo.

Parker, City Temple, 1870, p�g. 301

Información bibliográfica
Nicoll, William R. "Comentario sobre 2 Chronicles 20". "Comentario Bíblico de Sermón". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/sbc/2-chronicles-20.html.