Bible Commentaries
Deuteronomio 16

Comentario Bíblico de SermónComentario Bíblico de Sermón

Versículo 1

Deuteronomio 16:1

(con Nehem�as 9:9 )

Las Sagradas Escrituras registran dos estallidos principales de poder milagroso: uno en la fundaci�n de la mancomunidad hebrea en el �xodo de Egipto y otro en el momento de la aparici�n de Cristo y la fundaci�n del cristianismo. Es un asunto de infinita importancia para todo hombre determinar si estos grandes milagros del �xodo y del primer advenimiento de Cristo se obtuvieron realmente.

I. Los hechos del caso son estos: (1) El pueblo hebreo y los antiguos libros hebreos existen ahora, y se aclaran unos a otros. (2) Dondequiera que exista el pueblo jud�o, celebran en la primavera la fiesta de la Pascua, que consideran universalmente como un memorial hist�rico de la liberaci�n de sus antepasados ??de Egipto, unos mil cuatrocientos a�os antes de Cristo, por la intervenci�n sobrenatural de Dios el Todopoderoso.

II. De la misma manera, la fiesta de Pentecost�s, o la fiesta de la cosecha del trigo, cincuenta d�as despu�s de la Pascua, lleg� a ser considerada como un memorial de la promulgaci�n de la ley en el monte Sina� el quincuag�simo d�a despu�s del �xodo. De la misma manera, la fiesta oto�al de Sucot, o Caba�as, llamada "la fiesta de los tabern�culos", se celebra ahora tan universalmente como la Pascua en la primavera, como un memorial de los hijos de Israel que moran en caba�as o caba�as. Estos festivales y conmemoraciones se celebran desde hace m�s de tres mil a�os.

III. La regla es que las celebraciones nacionales y los monumentos p�blicos conservan el recuerdo de hechos reales de �pocas pasadas. Se puede objetar que si Atenas, con toda su sabidur�a, pudo celebrar la historia ficticia de Minerva, �por qu� no podemos creer que los jud�os fueron capaces de conmemorar cosas que sucedieron solo en la imaginaci�n de escritores y poetas posteriores? A esto respondemos: (1) que incluso en las fiestas de la mitolog�a ha habido un extra�o entretejido de verdad hist�rica y una tendencia constante a dar protagonismo a este elemento en el transcurso del tiempo; (2) que los jud�os estaban completamente desprovistos de la imaginaci�n dram�tica de los griegos: para ellos, el origen de un mito como el del �xodo, si fuera un mito, ser�a un ejercicio desagradable, su adopci�n como historia una imposibilidad.

E. White, Christian World Pulpit, vol. xxv., p�g. 120.

Referencias: Deuteronomio 16:10 . A. Pott, Sermones para festivales y ayunos, p. 375. Deuteronomio 16:13 . CJ Vaughan, Good Words, 1864, p�g. 700. Deuteronomio 16:13 . J. Bruce, Sermones, p�g. 155; EH Plumptre, Church Sermons by Eminent Clergymen, vol. ii., p�g. 244 (ver tambi�n Bosquejos del Antiguo Testamento, p. 51).

Versículo 16

Deuteronomio 16:16

I. Una caracter�stica principal, la caracter�stica principal de la revelaci�n del Antiguo Testamento, es que la vida y todo lo que la corona, su corona de bendiciones, es el regalo de un Ser vivo e inteligente, y nos llega con el sello de Su amor. Los jud�os fueron separados con este fin, para que los m�todos y prop�sitos de Dios con todos los hombres pudieran ser descubiertos, para que por una vez pudiera manifestarse claramente la Mano que est� ocupada con cada vida. Todas las cosas les sucedieron para nuestros ejemplos, y fueron escritas para nuestra amonestaci�n, sobre quienes han llegado los fines del mundo.

II. El motivo por el que se alega todo el m�s noble esfuerzo humano es el ejemplo de Dios. Dios ha hecho as� y as� por ti; "Id y haced lo mismo" con vuestros semejantes.

III. Las exhortaciones de las Escrituras est�n ampliamente sustentadas por nuestra propia experiencia de vida. No hay gozo que llene el coraz�n del hombre que sea comparable al que comparte con Dios. Las experiencias m�s felices del hombre, sus actos y ministerios m�s autoprobados, son aquellos que no tienen absolutamente ninguna explicaci�n sino en su semejanza a Dios.

IV. Parte de este deber divino encuentra expresi�n en el texto. "No aparecer�n ante el Se�or con las manos vac�as". Ayuda a Dios, por Su gran misericordia, a ayudar al mundo.

V. Otro gran pensamiento del Antiguo Testamento es la ayuda que est� en el poder del hombre prestar a Dios. Estos registros antiguos nos muestran cu�nto se preocupa m�s profundamente el coraz�n de Dios en lo que nuestra ayuda es esencial. Sus fines nunca podr�n alcanzarse sin nosotros en la forma en que Su sabidur�a ha ordenado el mundo.

J. Baldwin Brown, The Sunday Afternoon, p�g. 71.

Referencias: Deuteronomio 16:17 . Parker, vol. v., p�g. 10. Deuteronomio 16:18 . Revista del cl�rigo, vol. iv., p�g. 208. Deuteronomio 16 Parker, vol. iv., p�g. 255.

Información bibliográfica
Nicoll, William R. "Comentario sobre Deuteronomy 16". "Comentario Bíblico de Sermón". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/sbc/deuteronomy-16.html.