Bible Commentaries
Salmos 97

Comentario Bíblico de SermónComentario Bíblico de Sermón

Versículos 1-2

Salmo 97:1

Hemos puesto ante nosotros en este texto:

I. El hecho del gobierno Divino del universo. Aqu� no hay ate�smo : "el Se�or". Aqu� no hay polite�smo : "el Se�or" uno. Aqu� no hay pante�smo : "el Se�or" Uno diferente al mundo que est� gobernado. (1) El cantante sagrado aqu� habla de un Dios que ejerce una agencia personal en el universo. "El Se�or reina". Eso implica poder. (2) El salmista nos sugiere el hecho de que esta agencia personal de Dios se lleva a cabo de manera regular y ordinaria. Las palabras son: "El Se�or reina ", y tambi�n leemos en el pasaje de "Su trono".

II. Un segundo punto es el misterio y horror del gobierno divino. "Nubes y tinieblas lo rodean". El s�mbolo expresa tres ideas: (1) la majestad, (2) la incomprensibilidad, (3) los juicios, que caracterizan al gobierno divino.

III. La excelencia moral del gobierno divino. "La justicia y el juicio son las habitaciones de su trono".

IV. Los sentimientos que la contemplaci�n de este gobierno divino puede despertar. (1) Primero est� el sentimiento de asombro y contrici�n. (2) Existe el sentimiento de alegr�a.

W. Morison, Christian World Pulpit, vol. xi., p�g. 126.

Referencias: Salmo 97:1 . Preacher's Monthly, vol. iv., p�g. 308. Salmo 97:2 . T. Rogers, Christian World Pulpit, vol. xvii., p�g. 253. H. Melvill, Penny Pulpit, n�m. 2603. Salmo 97:10 . Spurgeon, Sermons, vol. iv., No. 208.

Versículo 11

Salmo 97:11

Aviso:

I. Que la vida presente es s�lo un tiempo de siembra para los justos. (1) Ahora, el texto evidentemente ense�a que la luz es sembrada por los justos, y no solo por ellos; sin embargo, dado que el mal y el bien trabajan juntos en las cosas espirituales, podemos considerar con justicia que el justo tiene que ver con ambos. Si ellos mismos son en un sentido la tierra, ellos mismos son en otro los meros labradores y cultivadores de la tierra.

Deben sembrar luz y tambi�n cosechar�n luz. (2) No se puede decir con justicia que un hombre tiene luz a menos que haya pasado por alto el gran cambio moral de la conversi�n. Cuando, por obra del Esp�ritu de Dios, un hombre es renovado, hecho que se sienta pecador y huya a Cristo como Salvador, puede ser descrito con justicia como trasladado "de las tinieblas a la luz maravillosa". La luz cae sobre s� mismo, sobre Dios, sobre el presente y sobre el futuro.

(3) �Esta luz es perfecta? Es completamente correcto hasta donde llega. Requiere ser expandido y solo tiene fallas en la br�jula. El futuro, en comparaci�n con el presente, es el tiempo de la cosecha en comparaci�n con el tiempo de la siembra.

II. Las l�neas de pensamiento m�s interesantes sugeridas por el pasaje se derivan de la suposici�n de que Dios mismo es el Sembrador. Sentimos enseguida que hay algo as� como una contradicci�n en este s�mil del salmista, porque parecer�a que la luz dejar�a de ser luz al ser sembrada o escondida en la tierra. Pero Dios puede esconder la luz en las tinieblas. Es luz cuando est� as� sepultada. Desde el principio, Dios ha estado actuando seg�n el principio de sembrar luz para los justos. Ha sembrado luz para los justos en los tratos de la Providencia, en los pasajes de la Biblia, en todo el camino de la vida.

III. El salmista no limita la "siembra" a ninguna temporada en particular. Como si la semilla de la vida siempre estuviera siendo depositada en la tierra, usa un lenguaje que puede denotar que continuamente hay una nueva cosecha en preparaci�n para los justos. Los justos siempre estar�n en progreso, una cosecha de luz proporcionar�, por as� decirlo, semilla para otra. (1) La lecci�n para los justos es aferrarse con esperanza, determinando en el nombre del Se�or y permaneciendo en su Dios.

(2) La lecci�n para los malvados es que, aunque Dios no est� sembrando luz para ellos, ellos s� est�n sembrando luz. Deben despertar al fin al terrible descubrimiento de que han sido sus propios destructores. "Despierta, t� que duermes, y lev�ntate de entre los muertos, y Cristo te alumbrar�".

H. Melvill, Penny Pulpit, No. 2164.

Referencias: Salmo 97:11 . Spurgeon, Sermons, vol. xiv., No. 836. Salmo 98:1 . Ib�d., Vol. ix., No. 496. Salmo 98:1 . Preacher's Monthly, vol. ix., p�g. 221.

Información bibliográfica
Nicoll, William R. "Comentario sobre Psalms 97". "Comentario Bíblico de Sermón". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/sbc/psalms-97.html.