Bible Commentaries
1 Corintios 16

Comentario popular de Schaff sobre el Nuevo TestamentoComentario del NT de Schaff

Versículos 1-4

Colecta para los Santos Pobres de Jerusal�n, 1-4.

La ocasi�n de esta �colecci�n� fue la �gran escasez� que un profeta cristiano que vino de Jerusal�n a Antioqu�a predijo que vendr�a sobre el Imperio, y que sucedi� durante el reinado de Claudio. Cay�, como sabemos, con gran severidad sobre Jerusal�n; y los pobres cristianos all�, que tal vez ahora sufr�an por el calor de su generosidad en los primeros d�as de Pentecost�s, lo sentir�an profundamente.

Ante la perspectiva de la calamidad venidera, los conversos de la Iglesia gentil de Antioqu�a determinaron de inmediato hacer una colecta para sus hermanos jud�os en la sede de la fe, solicitando a Bernab� y a Saulo que la entregaran a los ancianos en Jerusal�n ( Hechos 11:27-30 ). La gran mente de nuestro ap�stol, empe�ada en calmar los prejuicios de sus hermanos jud�os contra los conversos gentiles incircuncisos, parece haber resuelto utilizar la idea de los cristianos de Antioqu�a, organizando una colecta general de las otras iglesias gentiles para el alivio de la cristianos pobres de Jerusal�n; y las Ep�stolas a los Romanos, Corintios y G�latas est�n tan llenas de este tema como para mostrar que �l debe haber puesto su coraz�n en ello.

Parece que primero plante� la propuesta en Corinto, donde fue adoptada con gran celo ( 2 Corintios 9:1-2 ; 2 Corintios 8:10 ). Animado por esto, present� la propuesta a continuaci�n ante �las iglesias de Macedonia� en Filipos, en Tesal�nica, y grupos m�s peque�os de cristianos esparcidos por esa regi�n ( Romanos 15:26 ; 2 Corintios 8:1-2 ; 2 Corintios 9:1-2 ), luego ante �las Iglesias de Galacia� ( 1 Corintios 16:1 ), probablemente con otros cuerpos de gentiles conversos.

Por la forma abrupta en que se introduce aqu� el tema por primera vez, parece claro que este era uno de los temas sobre los que los corintios le hab�an escrito para que lo guiara; y como sus instrucciones son muy expl�citas y tienen una relaci�n importante con la beneficencia cristiana en general, le damos un lugar distinto como un tema complementario.

1 Corintios 16:1 . En cuanto a la colecta para los santos, como mand� a las iglesias de Galacia, as� tambi�n haced vosotros. El gran objeto a la vista, m�s all� del alivio temporal que esta colecta dar�a, siendo suavizar los prejuicios de los jud�os conversos contra sus hermanos gentiles, la mente pr�ctica del ap�stol procur� planear alguna forma de transmitir todo esto a Jerusal�n en el Mismo tiempo; una cosa de cierta dificultad, por la distancia de las iglesias entre s�. El plan fijado se dio primero, al parecer, como un "orden a las iglesias de Galacia", y no se podr�a haber ideado ning�n plan m�s adecuado para el prop�sito.

1 Corintios 16:2 . En el primer d�a de la semana, que cada uno de vosotros guarde junto a �l, seg�n prospere (Gr., 'todo lo que pueda hacer'), para que no se hagan colectas cuando yo vaya. N�tese aqu� (1) que no es una ofrenda semanal en sus reuniones para el culto p�blico, sino que cada uno en su propia casa debe poner su propia contribuci�n semanal, para ser entregada solo al final como un regalo completo.

La ofrenda semanal en las reuniones de la iglesia fue una modificaci�n posterior de �sta, que pronto se hizo universal. (2) No se nombra ninguna suma definida como designaci�n divina o incluso como conveniente; pero cada uno deb�a juzgar por s� mismo lo que deb�a dar �seg�n pudiera prosperar�. Si el principio del diezmo hubiera sido reconocido como obligatorio, como alegan algunos, �podr�a haberlo escrito as� el ap�stol? (3) El principio establecido aqu� para que las iglesias act�en sobre un fondo que se recaude para alg�n objeto espec�fico, y que se componga de sucesivas acumulaciones peri�dicas, se recomienda de inmediato a todos los cristianos como llenos de sabidur�a.

Es el principio, de hecho, de la 'Beneficencia Sistem�tica', como ahora se le llama. Cuando se realizan llamadas urgentes, es posible que no se disponga de los fondos necesarios; que cuando un fondo se ha ido acumulando gradualmente, incluso mediante adiciones peri�dicas muy peque�as, puede recurrirse a �l, en caso de emergencia, en una medida que de otro modo ser�a impracticable; y al darlo entonces y as�, se siente algo de esa satisfacci�n de la que dice el ap�stol: �Jehov� ama al dador alegre � ( 2 Corintios 9:7 ).

(4) Esta contribuci�n semanal deb�a reservarse para �el d�a del Se�or�. Esto hace cierto, dicho sea de paso, que ese d�a ya era considerado por todos los cristianos como un d�a sagrado y, como tal, el d�a propio (como encontramos en Hechos 20:7 ) para el culto p�blico. Desde este punto de vista, su colocaci�n por su suma semanal en ese d�a estampar�a la contribuci�n con un car�cter sagrado y santificar�a y estimular�a el principio generoso mismo.

Y seguramente nada podr�a tender m�s a engrosar los recibos de las iglesias para todos los objetos cristianos y ben�volos, as� como a estimular y fortalecer el principio de la generosidad cristiana, que tener esta pr�ctica de beneficencia sistem�tica llevada a efecto general, y especialmente si el modo adoptado fue el aqu� �ordenado� de hacer la ofrenda de cada uno semanalmente, y �el primer d�a de la semana�.

1 Corintios 16:3 . Y cuando yo llegue, a quienquiera que aprob�is por cartas, lo enviar� para traer vuestra generosidad a Jerusal�n. El ap�stol, con gran delicadeza, deja que los corintios elijan ellos mismos a los portadores de su merced a Jerusal�n, y dice que les dar� "cartas" a las autoridades correspondientes en Jerusal�n, para que las entreguen junto con su contribuciones.

(Nuestra Versi�n Autorizada, al insertar � vuestro� antes de �letras�, da el significado de que los corintios deb�an escribir cartas al ap�stol mismo; siguiendo err�neamente a Calvino, Beza, etc.)

1 Corintios 16:4 . y si es necesario que yo tambi�n vaya, ellos ir�n conmigo: 'Si esto resulta una ocasi�n apropiada para m� para llevar a cabo mi prop�sito de ir otra vez a Jerusal�n (como se insin�a en Hechos 19:21 ; Hechos 20:3 ) , llevar� a tus delegados conmigo. Pero como esto todav�a no estaba definitivamente arreglado, ahora procede a contarles sus puntos de vista actuales en cuanto a sus movimientos para el futuro.

Versículo 5

Asuntos varios, 5-18.

1 Corintios 16:5 . Pero vendr� a vosotros cuando haya pasado por Macedonia; porque paso por Macedonia 'lo voy a hacer'. (Los que escribieron la suscripci�n de esta Ep�stola, malinterpretando estas palabras, como si significaran: 'Ahora paso por Macedonia', dicen que "fue escrita desde Filipos" (ver Hechos 16:12 ); mientras que el octavo vers�culo de este cap�tulo deja bastante claro que fue escrito desde �feso.

) El ap�stol hab�a dado a los corintios que esperaran dos visitas de �l, una de camino a Macedonia y la otra a su regreso de Macedonia ( 2 Corintios 1:15-16 ). Ahora anuncia s�lo una visita, y eso en su viaje de regreso. Por este cambio de planes se le hab�a acusado capciosamente de �ligereza� (inconstancia, falta de sinceridad, 2 Corintios 1:17 ); mientras que fue por ternura hacia ellos, despu�s de la severidad con la que les hab�a ordenado expulsar al miembro incestuoso de su iglesia, que se vio inducido a posponer su visita hasta su regreso de Macedonia.

Versículo 6

1 Corintios 16:6 . Pero con vosotros puede ser que me quede, o incluso el invierno que en realidad hizo, como aprendemos de Hechos 20:2-3 , donde se dice: �Entramos en Grecia (es decir, Corinto, su capital, con la cual �l ten�a m�s que hacer), y all� se quedaron tres meses�, que eran meses de �invierno�.

Los meses de verano de ese a�o los hab�a pasado en Macedonia, y deb�a estar en Jerusal�n en Pentecost�s ( Hechos 20:16 ); pero como el mar Egeo no era propicio para la navegaci�n hasta la primavera, pas� el invierno intermedio en Corinto, para que pod�is adelantarme en mi viaje, o 'acompa�adme un trecho', como significa esta frase favorita ( Hechos 15:3 ). ; Hechos 20:38 ; Hechos 21:5 ; Romanos 15:24 ; 2 Corintios 1:16 ; Tito 3:13 ; 3 Juan 1:6 ), dondequiera que vaya, lo que implica que sus planes no estaban definitivamente fijados.

Versículo 7

1 Corintios 16:7 . Porque no quiero veros ahora por el camino , como antes estaba previsto (ver 1 Corintios 16:5 ), porque espero quedarme alg�n tiempo con vosotros, si el Se�or (el Se�or Jes�s, seg�n parece) me lo permite , es decir, si llegado el tiempo parece que el camino ha sido dejado abierto por Aquel que es �Cabeza sobre todas las cosas a la Iglesia�.

Versículo 8

1 Corintios 16:8 . Pero me quedar� en �feso hasta Pentecost�s. n�tese bien

La alusi�n aqu� a Pentecost�s fija la fecha de esta Ep�stola, mientras que la de �feso muestra de d�nde fue escrita.

Versículo 9

1 Corintios 16:9 . porque una puerta grande y eficaz se me ha abierto [1] , y hay muchos adversarios. Est� ansioso por entrar en un campo amplio y muy esperanzador de utilidad misionera, nada intimidado por la resistencia esperada: compare 2 Corintios 2:12 , �Cuando vine a Troas a predicar el evangelio de Cristo, se me abri� una puerta de El Se�or;" Colosenses 4:3 , �Sin orar tambi�n por nosotros, que Dios nos abra la puerta de la palabra, para hablar el misterio de Cristo;� 2 Tesalonicenses 3:1 , �Ruega por nosotros para que la palabra del Se�or corra y sea glorificada�; Hechos 14:27, �Contaron todo lo que Dios hab�a hecho con ellos, y c�mo hab�a abierto una puerta de fe a los gentiles.

Qui�nes fueron los �adversarios� en este caso se describe minuciosamente en Hechos 19 : all� encontramos que a consecuencia del gran �xito de su obra entre los jud�os en Corinto, la ira de los incr�dulos estall� sobre �l, pero que los frustr� retir�ndose de la sinagoga y ense�ando en la escuela de Tirano, donde su �xito fue a�n mayor.

Despu�s de eso, hicieron un intento impotente de atribuir su �xito a una alianza con esp�ritus malignos para su propia confusi�n y la promoci�n del Evangelio. No es de extra�ar entonces que el ap�stol diga aqu�, �una puerta grande y eficaz se me ha abierto�, y vemos aqu� algunos de �muchos adversarios�. Pero los adversarios gentiles eran a�n m�s formidables en �feso; cuando, al encontrarse con los "adoradores de la gran diosa Diana", fue como si las "bestias de �feso" lo despedazaran.

[1] El verbo griego es ad perf. actuar en sentido pasivo.

Versículo 10

1 Corintios 16:10 . Y si viniere Timoteo, mirad que est� con vosotros sin temor. Probablemente fue su juventud ( 1 Timoteo 4:12 ), su delicada constituci�n ( 1 Timoteo 5:23 ), y posiblemente cierta mansedumbre y suavidad de car�cter engendradas por ello, lo que dict� esta amable palabra, para animarlo en caso de que viniera a Corinto.

Aprendemos de Hechos 19:22 que Timoteo y Erasto hab�an sido enviados a Macedonia; y Timoteo, al menos, hab�a sido instruido para ir a Grecia, para visitar Corinto en su camino ( 1 Corintios 4:17 ). Aqu� habla de la llegada de Timoteo a Corinto como algo incierto, pero en caso de que lo haga, el ap�stol est� ansioso de que sea bien recibido, porque �l hace la obra del Se�or (Jes�s), como yo tambi�n. V�ase un excelente testimonio similar de Timoteo en Filipenses 2:19-22 .

Versículo 11

1 Corintios 16:11 . Por tanto, nadie lo menosprecie: sino p�nganlo adelante (al partir) en su viaje en paz, para que pueda venir a m�: porque lo espero con los hermanos , esos hermanos, probablemente, mencionados en el vers�culo siguiente, adem�s de Erasto. Y vino en consecuencia; porque lo encontramos con el ap�stol cuando escribi� su Segunda Ep�stola ( 2 Corintios 1:1 ).

Versículo 12

1 Corintios 16:12 . Pero en cuanto a nuestro hermano Apolos, le rogu� mucho que viniera a vosotros con los hermanos probablemente una delegaci�n de hermanos (Tito y otros dos) enviados a Corinto para completar su "colecci�n" antes de la llegada del ap�stol ( 2 Corintios 8:6 ; 2 Corintios 8:18 ; 2 Corintios 8:22 ).

Si es as�, probablemente deseaba que Apolos tomara la iniciativa en esa diputaci�n, y es posible que Tito solo se haya fijado en �l cuando Apolos declin�. En este caso, el deseo del ap�stol de que fuera, y la declinaci�n de Apolos, eran igualmente honorables al alto principio y al afecto fraternal de ambos, considerando los celos que sus respectivos nombres hab�an despertado en Corinto. Apolos consinti�, como veremos ahora, en ir en un tiempo futuro; pero esta vez parec�a inoportuna.

Versículo 13

1 Corintios 16:13 . Vigilad, permaneced firmes en la fe, abandonad como los hombres 'haced el hombre', 'sed varoniles', sed fuertes. En el griego del Antiguo Testamento encontramos estas palabras m�s de una vez juntas ( Salmo 27:14 ; Salmo 31:24 ).

Versículo 14

1 Corintios 16:14 . Que todo lo que hag�is sea hecho con amor. Mientras que las cuatro cosas anteriores expresan los rasgos m�s severos del deber cristiano, esto les da suavidad y, siendo en s� mismo "el v�nculo de la perfecci�n", rodea y embellece todo el car�cter.

Versículo 15

1 Corintios 16:15 . Ahora os ruego, hermanos (vosotros conoc�is la casa de Stephanas, que es la primicia de Acaya), los primeros aqueos convertidos. En Romanos 16:5 esto, seg�n el texto recibido, se dice de Epaneto; pero la lectura all� es incorrecta: deber�a ser �las primicias de Asia para Cristo�, es decir, del Asia romana o proconsular.

Acaya era el nombre del sur de Grecia, cuya capital, Corinto, sin duda se refiere aqu�, aunque solo se nombra la provincia, y el hecho de que se hayan propuesto ministrar a los santos la hizo su especial cuidado (ver Lucas 8:3 ; Romanos 12:7 ). La referencia aqu� no es a la �colecci�n�, sino a los servicios que estaban dentro de su propia esfera.

Versículo 16

1 Corintios 16:16 . que vosotros tambi�n os somet�is a los tales con respetuosa deferencia hacia ellos, como estimables siervos de Cristo, y a todo aquel que ayuda en la obra y se afana. La misma ubicaci�n de "trabajo" y "trabajo" se encuentra en 1 Corintios 15:58 ; 1 Tesalonicenses 1:3 ; Apocalipsis 2:2 .

Versículo 17

1 Corintios 16:17 . Y me regocijo por la venida de Est�fanas lo mismo, sin duda, como en 1 Corintios 16:15 y 1 Corintios 1:15 , y Fortunatus [1] y Achaicus de quienes solo sabemos que eran miembros de la Iglesia de Corinto que hab�an visitaron al ap�stol en �feso, y probablemente fueron los portadores de la carta de Corinto a la que se refiere en 1 Corintios 7:1 , y le transmitieron, probablemente, la presente carta en respuesta a ella, porque lo que faltaba de su parte ellos provisto , es decir, 'la falta de tu propia presencia ha sido suplida por la de ellos como tus diputados'.

[1] Bengel conjetura que este Fortunatus era un hijo de los anteriores, y Stanley lo cree probablemente un pentagrama que hab�a recibido el nombre de su maestro; pero (como Osiander pregunta acertadamente) �por qu� no �l mismo?

Versículo 18

1 Corintios 16:18 . Porque refrescaron mi esp�ritu y el de ustedes como si el refrigerio de su esp�ritu con su visita fuera un refrigerio del de ellos que los envi�, tan completamente identifica �l sus sentimientos con los de ellos (ver 2 Corintios 7:3 ), reconozcan, pues, a los que son los tales reconocen su valor y les hacen un retorno adecuado.

Versículo 19

Conclusi�n, 19-24.

1 Corintios 16:19 . Las iglesias de Asia os saludan Asia Proconsular o Romana, de la cual �feso fue la capital. Siete de estas iglesias se nombran en el libro de Apocalipsis. Este �saludo� cristiano no era una ceremonia sin sentido: era el hebreo �Paz a vosotros� en su sentido m�s elevado y c�lido, que fue pronunciado por primera vez en ese nuevo sentido por nuestro Se�or mismo ( Lucas 24:36 ; Juan 20:21 ). , y dejado por �l mismo como Su legado a los Suyos en palabras que lo han llevado a mir�adas de senos receptivos en cada tierra, y har�n, mientras haya tales en la tierra, las palabras, no necesitamos decir, de Juan 14:27 .

Aquila y Prisca [1] os saludan mucho en el Se�or (el Se�or Jes�s), con la iglesia que est� en su casa. Esta encantadora pareja expulsada de Roma por el edicto perseguidor de Claudio ( Hechos 18:2 ) la encontramos establecida en Corinto, donde se les uni� Pablo, siendo los dos de la misma ocupaci�n secular.

Despu�s de un tiempo acompa�aron a nuestro ap�stol a �feso, y all� se establecieron, prestando un eminente servicio a la causa de Cristo. Porque all� fue donde Apolos tuvo el privilegio de abrir puntos de vista tan ampliados del Evangelio, como, hasta entonces, no hab�a tenido oportunidad de aprender. En otra ocasi�n, cuando la vida del ap�stol en �feso estaba en peligro inminente, se interpusieron por su rescate a riesgo de sus propias vidas, recibiendo por ello el testimonio perdurable de su propia gratitud y la de la Iglesia ( Romanos 16:4 ).

Y aqu�, nuevamente, los encontramos con una �iglesia�, reuni�ndose regularmente �en su casa�, y enviando a sus antiguos hermanos de Corinto sus m�s cordiales saludos. De esta y otras referencias similares a las iglesias que se reun�an regularmente en las casas privadas de sus miembros, es claro que hasta este momento y probablemente por mucho tiempo despu�s, los cristianos se reun�an solo en casas privadas; tal vez realizando distintas reuniones, seg�n la capacidad de la �casa.

Ninguna casa ser�a mejor para tal fin que la de Aquila, cuya ocupaci�n requer�a grandes locales. En estas reuniones hogare�as, el progreso del Evangelio y el estado de varias iglesias parecen haber sido informados a veces por comunicaciones escritas (como aprendemos de Colosenses 4:16 ; 1 Tesalonicenses 5:27 ), a veces oralmente por personas que hab�an recibido inteligencia, o ellos mismos lo hab�an tra�do (como aparece en 3 Juan 1:3 ); y entonces se dar�a la ocasi�n para acci�n de gracias y oraci�n especiales. De este modo, el v�nculo entre los cristianos de las distintas localidades y entre las mismas peque�as comunidades se estrechar�a y se sentir�a como una bendita realidad.

[1] Esta forma abreviada de la palabra �Priscila� que en Romanos 16:3 es ciertamente la lectura correcta, y probablemente tambi�n en 2 Timoteo 4:19 , tambi�n est� mejor atestiguada aqu�.

Versículo 20

1 Corintios 16:20 . Todos los hermanos te saludan. Saludaos unos a otros con �sculo santo. Esta costumbre, que prevaleci� entre los jud�os, vino sin duda de Oriente, donde todav�a prevalece como modo de reconocimiento amistoso. Su adopci�n en las iglesias, como s�mbolo de una comuni�n superior, ser�a, en estas circunstancias, casi instintiva, espont�nea e inmediata.

En el caso que nos ocupa, el ap�stol probablemente quiso decir que, al leer en voz alta su Carta en las asambleas, con los saludos expresados ??en ella, deb�an expresar as� su mutuo afecto (cf. Romanos 16:16 ; 1 Tesalonicenses 5:26 ; 1 Pedro 5:14 ).

As�, la pr�ctica lleg� a tener un lugar fijo en el servicio de la iglesia que llegaba generalmente despu�s de la celebraci�n de la Cena del Se�or. Continu� en uso durante mucho tiempo; pero a medida que la Iglesia se extend�a hacia el oeste, encontrando ideas m�s serias y h�bitos menos demostrativos, la pr�ctica se volver�a menos frecuente. Como cuesti�n de principio, siempre ser� sabidur�a de las iglesias, en tales asuntos, estudiar el estado de la sociedad y las ideas y costumbres locales; porque lo que en un lugar se considera como una expresi�n com�n de buenos sentimientos, en otro se pensar�a que raya en la falta de delicadeza.

Versículo 21

1 Corintios 16:21 . El saludo de mi Pablo con mi propia mano. Este �que era se�al en cada Ep�stola� suya ( 2 Tesalonicenses 3:17 ) fue su forma de testimoniar la autenticidad de la Carta.

Esto, al parecer, estaba lejos de ser superfluo; porque aprendemos de 2 Tesalonicenses 2:2 que ep�stolas espurias fueron empalmadas en su nombre, para alistar su autoridad para cosas que �l condenaba. Ten�a la costumbre de emplear a un amanuense, a quien dictaba sus ep�stolas, simplemente agregando un saludo final de su propia mano.

La �nica excepci�n es la Ep�stola a los G�latas, que nos dice que escribi� en caracteres grandes (como significa la palabra) de su propia mano ( G�latas 6:11 ).

Versículo 22

1 Corintios 16:22 . Si alguno no ama al Se�or [1], es decir, al Se�or Jes�s, sea anatema ver 1 Corintios 12:3 ; tambi�n G�latas 1:8-9 .

[1] No puede haber duda de que las palabras �Jesucristo� aqu� no estaban en el texto original.

Maran atha. Esta es la expresi�n aramea o sir�aca para 'Nuestro Se�or viene'; una advertencia solemne de que el venidero advenimiento del Se�or ver�a caer esa terrible maldici�n sobre los tales. V�ase Mateo 25:41 , donde esta terrible maldici�n se conecta por primera vez con �el Hijo del hombre que viene en su gloria� ( Mateo 13:41-43 ).

Es imposible decir por qu� esto se expres� en forma de exclamaci�n sir�aca; pero como debe haber sido inteligible para los lectores de esta ep�stola, parece que surgi� primero entre los primeros conversos de Palestina, quienes usaban la lengua vern�cula; de ellos haber llegado a ser una palabra familiar de c�lido amor al Se�or Jes�s, unos con otros; y de all� haber pasado a las iglesias gentiles.

Puede agregarse, sin embargo, que la palabra que se usa aqu� para "amor" no es la que expresa afecto personal , [1] que naturalmente deber�amos haber esperado, sino que expresa distintivamente el amor de car�cter lo que se llama el 'amor de complacencia'. ;' [2] como si hubiera dicho: 'Lo que quiero decir es que si alguno no tiene tal amor por Aquel que dio su vida por nosotros, que dar�a su propia vida por �l, goz�ndose de ser tenido por digno de sufrir por nosotros. Su nombre, '�Y qui�n dice esto? Es el hombre que una vez pens� que era su misi�n especial acabar con ese Nombre execrado de la tierra.

Entonces, �ha transferido simplemente su furia fan�tica de una direcci�n a la opuesta? El cr�tico m�s prejuicioso, al observar la serenidad con que se cierra esta ep�stola, dif�cilmente puede ver en este verso un estallido de fanatismo intercalado. Desde el punto de vista de la psicolog�a, el amor ardiente por cualquiera que se considere supremamente digno de �l puede engendrar un sentimiento de asombro, de dolor y, en algunos casos muy probables, incluso de indignaci�n por la falta de �l en otros.

Ciertamente, no se le atribuir� un sentimiento de odio incluso hacia sus enemigos m�s ac�rrimos al que escribi� las palabras de Romanos 9:1-5 y Romanos 10:1

[1] ?????

[2] ? ??? ? ?

Versículos 23-24

versi�n 23. La gracia del Se�or Jesucristo sea con vosotros.

versi�n 24. Mi amor est� con todos vosotros en Cristo Jes�s. Am�n. Algunos cr�ticos toman esto como indicativo, �Mi amor est� con todos ustedes�. Pero esto parece plano. La de nuestra Versi�n Autorizada es mucho m�s expresiva, y el �Am�n� final parece confirmarlo.

Información bibliográfica
Schaff, Philip. "Comentario sobre 1 Corinthians 16". "Comentario popular de Schaff sobre el Nuevo Testamento". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/scn/1-corinthians-16.html. 1879-90.