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1 Corintios 5

Comentario popular de Schaff sobre el Nuevo TestamentoComentario del NT de Schaff

Introducción

La pregunta, '�Vendr� a ti con mansedumbre o con severidad?' con que cap. 4 cierra el camino para la extrema severidad y solemnidad con que se trata el angustioso tema de este cap�tulo.

Versículo 1

1 Corintios 5:1 . De hecho, se informa que hay fornicaci�n entre ustedes. La palabra se usa aqu� en su sentido m�s amplio para todas las violaciones del s�ptimo mandamiento.

y tal fornicaci�n cual ni aun entre los gentiles, [1] que alguno de vosotros tiene la mujer de su padre, no su propia madre, sino su madrastra (despu�s de la muerte de su padre). Tal conexi�n, expresamente prohibida en Lev�tico 18:8 , es abominable a la naturaleza. Aunque no es absolutamente desconocido para los paganos, Cicer�n habla de ello como un crimen incre�ble y, con la �nica excepci�n del caso del que habla, inaudito.

[2] C�mo se deber�a haber tolerado a tal miembro de la iglesia, incluso por un d�a, es la dificultad. Decir, con algunos, que dado que se sosten�a que la conversi�n de un pagano al juda�smo disolv�a todas las relaciones anteriores, un cristiano convertido podr�a considerarse en libertad, y la Iglesia le permitir�a casarse dentro de los grados prohibidos por las Escrituras, es absurdo. Porque no s�lo no hay evidencia de que los jud�os en este tiempo sostuvieran tales principios, y es muy probable que no los tuvieran, sino que esta conexi�n era claramente considerada, tanto por jud�os como por gentiles, como monstruosa.

A�n as�, si la posici�n social de las partes era considerable, los funcionarios pueden haber sido reacios a entrometerse en el caso; y temiendo llevar al hombre de mal en peor, pueden haber esperado, mediante un trato tierno, ablandar su coraz�n. Y sin duda la laxitud de la moral en Corinto, que no dejaba de dejar sus efectos perniciosos sobre los verdaderos conversos, tend�a a embotar el borde de ese aborrecimiento que tal caso estaba destinado a despertar.

[1] La palabra �nombrado�, en el texto recibido, parece ser una glosa de Efesios 5:3 .

[2] Scelus incredibile, et prater hanc unam (mulierem) in omni vita inauditum (Pro Cluentio, 5, 6).

Versículo 2

1 Corintios 5:2 . Y est�is envanecidos como si todo estuviera bien con vosotros y no os hubierais lamentado m�s bien que tal mancha cayera sobre vuestra comunidad, (para) que el que hab�a cometido este hecho pudiera (por expulsi�n formal) ser quitado de entre vosotros. . Por lo tanto, se ordena perentoriamente que se lleven a cabo medidas dr�sticas.

Versículo 3

1 Corintios 5:3 . Porque yo en verdad, estando ausente en cuerpo, pero presente en esp�ritu, ya he juzgado (en el ejercicio de mi autoridad apost�lica) al que ha hecho esto, en el nombre de nuestro Se�or Jes�s [1] en cuyo nombre, como el Invisible pero siempre presente Se�or de la Iglesia, se debe realizar todo acto de disciplina, ya sea para atar o desatar ( Mateo 18:18-20 ; Mateo 28:18-20 ).

[1] La palabra �Cristo�, dos veces en este vers�culo, es omitida por las mejores autoridades.

estando reunidos vosotros (para ese expreso prop�sito), y mi esp�ritu, con el poder de nuestro Se�or Jes�s (descansando sobre vosotros en el desempe�o de este deber), para entregar al tal a Satan�s para la destrucci�n de la carne y las inclinaciones depravadas de este delincuente

para que el esp�ritu sea salvo en el d�a del Se�or Jes�s. Correctiva, por lo tanto, no destructiva, fue esta severa disciplina dise�ada para ser destructiva solo de lo que habr�a destruido el alma del ofensor. La mayor�a de los expositores encuentran aqu�, adem�s de la mera excomuni�n, alg�n castigo corporal desde arriba que caer�a sobre este ofensor despu�s de su muerte. expulsi�n de la membres�a de la iglesia.

En apoyo de esto, se refieren al caso de Job, cuya propiedad, familia y persona se le permiti� a Satan�s herir; al caso de Anan�as y Safira; ya la de Elimas el hechicero. Pero ninguno de estos casos parece estar en el punto. En el �nico caso que parece estrictamente paralelo al de Himeneo y Fileto, a quienes nuestro ap�stol dice que �hab�a entregado a Satan�s para que aprendieran a no blasfemar� ( 1 Timoteo 1:20 ), no se da ninguna pista de lo que significaba en este acto de juicio apost�lico, y ciertamente ninguno de imposici�n corporal.

De hecho, la �nica dificultad en ambos casos es la fuerza del lenguaje empleado. Pero si se tiene en cuenta que el acto de expulsi�n hab�a de realizarse en una reuni�n de toda la iglesia, convocada expresamente para este fin; que deb�a hacerse como por el ap�stol mismo, y en el nombre de nuestro Se�or Jes�s, como estando �l mismo presente; que ciertamente tra�a consigo la exclusi�n de toda comuni�n cristiana, y por consiguiente el destierro a la sociedad de aquellos entre los cuales habitaba Satan�s, y de los cuales el ofensor se hab�a separado p�blicamente: no parecer� muy dif�cil comprender c�mo, en este primer caso de la disciplina severa retras� demasiado tiempo los t�rminos m�s fuertes que �l pudo encontrar que deber�an haber sido empleados por el ap�stol.

�Qu� caricatura de esto es la mayor excomuni�n de la Iglesia de Roma, tal como se llev� a cabo en los d�as m�s oscuros y pr�speros del poder sacerdotal! Se realizaba en medio de formas fantasmales dise�adas para sembrar el terror en el coraz�n m�s valiente, despu�s de lo cual el culpable era torturado con m�todos de refinada crueldad que estaba reservada a un cristianismo ap�stata y sin coraz�n para inventar, con miras a arrancarle la confesi�n de los cr�menes. o herej�as a las que tal vez �l era un completo extra�o.

Luego fue entregado al poder secular para ser ejecutado, ��para que el esp�ritu (en verdad) sea salvo en el d�a del Se�or Jes�s�! Dichos actos, felizmente, no se pueden hacer ahora, pero se han extinguido muy lentamente, y nunca se ha renunciado al derecho de realizarlos; es m�s, algunas de las formas menos refinadas, pero en �ltima instancia aplastantes, todav�a se practican donde se puede hacer con impunidad.

Versículo 6

1 Corintios 5:6 . Tu jactancia no es buena , est� fuera de lugar, es indecorosa.

�No sab�is que un poco de levadura leuda toda la l�mpara? Es s�lo un caso, dec�s; pero sois tan ignorantes como para no saber que las propiedades comunicativas del bien y del mal son como levadura ( Mateo 13:3 ; Mateo 5:13 ; 1 Corintios 15:33 ), y que la propiedad de levadura del mal es mayor que la de �bueno?' � Un pecador destruye mucho bien.

�En una iglesia reunida, como la de Corinto, de una ciudad proverbialmente licenciosa, y ellos mismos antes de la conversi�n no mejores que los dem�s ( 1 Corintios 6:9-11 ), cu�n peligrosa es la presencia de tal ofensor, saliendo y entrando entre en plena comuni�n, debe ser evidente para todos.

Versículo 7

1 Corintios 5:7 . Purgar [1] la vieja levadura. Refiri�ndose a la pr�ctica prescrita en �xodo 12:15 , y casi supersticiosamente observada en el tiempo de la Pascua, de quitar toda part�cula de levadura de sus casas, el ap�stol los har�a desechar en la persona de este flagrante transgresor, ese elemento corrupto, � el anciano�, que en su conversi�n hab�an �despojado�.

[1] La palabra �por lo tanto� no est� en el texto genuino.

para que se�is nueva masa, como sois (ya) sin levadura considerados como �nuevas criaturas�, en quienes �todas las cosas son hechas nuevas�.

Porque nuestra Pascua tambi�n es (Gr. 'era' o 'ha sido') sacrificada, s�, Cristo. [1] 'S�, y el nuestro es infinitamente m�s precioso que el de Israel. Era la sangre de una criatura bruta, cuya aspersi�n en los postes de sus puertas era el medio de su redenci�n; somos �redimidos con la sangre preciosa de Cristo�, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo; su redenci�n fue meramente nacional y temporal, la nuestra es mundial y eterna.'

[1] Las palabras �para nosotros�. los que est�n sin buena autoridad, tambi�n est�n fuera de lugar; porque el �nico objetivo del ap�stol era recordarles que nosotros los cristianos tenemos una Pascua, y una fiesta de Pascua que celebrar, as� como los jud�os.

Versículo 8

1 Corintios 5:8 . por lo tanto, celebremos la fiesta 'guardemos la fiesta' como significa la palabra. As� como la comida de la Pascua fue dise�ada para fortalecer a los israelitas para su viaje por el desierto, as� lo es para nosotros hacia el cielo. El suyo era un festival anual; la nuestra es la celebraci�n continua, ininterrumpida y alegre de una vida redimida y consagrada. Pero as� como la de ellos ten�a que celebrarse con panes sin levadura, as� la nuestra debe estar libre de mezclas corruptas.

no con la vieja levadura olvidando que hemos sido purificados de nuestros antiguos pecados' ( 2 Pedro 1:9 ).

ni con la levadura de la malicia y la iniquidad , ni con sus � viejos pecados�, sino con elementos corruptos como los que pueden brotar en las comunidades cristianas, arrastr�ndose bajo formas nuevas y sutiles. (Esto parece mejor que tomar ambas cl�usulas como diciendo lo mismo en diferentes formas).

pero con los panes sin levadura de la sinceridad y la verdad con toda coherencia de car�cter y conducta.

Nota. �Qu� idea tan sublime da esto de la vida cristiana, como una celebraci�n pascual de toda la vida de nuestra �redenci�n eterna� por la muerte sacrificial del Se�or Jes�s! �Es necesario a�adir que, salvo en el estricto principio vicario de esa muerte, todas esas alusiones ser�an ininteligibles o ciertamente enga�osas? En cuanto a la Cena del Se�or, aunque ciertamente encarna, en su forma m�s alta y simple, todas las ideas pascuales m�s altas , no hay raz�n para pensar que hay aqu� alguna referencia expresa a esa ordenanza. [1]

[1] La insinuaci�n de Bengel, en cuanto a la relaci�n de esta declaraci�n con la doctrina romana del sacrificio de la misa, tiene algo en ella, a saber, que si el ap�stol hubiera ense�ado esa doctrina, naturalmente habr�a usado el tiempo presente, y no el aoristo, como lo hace aqu� (�fue sacrificado�); y tanto m�s cuanto que toda la tensi�n de su argumento habr�a sido sugerida y fortalecida por el uso del tiempo presente.

Esto en cuanto a este caso peculiar de impureza. Pero dado que el mandato de mantenerse alejado de este ofensor podr�a malinterpretarse, como si se aplicara por igual a todos los imp�os, el ap�stol ahora establece una distinci�n tajante entre los que est�n dentro y los que est�n fuera de la Iglesia; instruy�ndoles que, si bien no manten�an ninguna compa��a con los primeros, no deb�an rechazar con los segundos las relaciones ordinarias y las cortes�as de la vida.

Versículo 9

1 Corintios 5:9 . Os escrib� en mi ep�stola que no os junt�is con fornicarios. Esta declaraci�n plantea una pregunta que ha ocasionado no poca discusi�n. �A qu� Ep�stola se refiere aqu�? 'La presente ep�stola', dicen algunos, considerando lo que sigue como una especie de ep�stola a los vers�culos precedentes. (As� Cris�stomo, Erasmo, Middleton, Stanley.

) Pero la objeci�n a esto es que ni en los vers�culos anteriores ni en ning�n cap�tulo anterior se da tal mandato general. La �nica alternativa es que aqu� hay una referencia a alguna carta escrita previamente a esa iglesia que ahora no se conserva.

(As� Calvino, Beza, Estius, Bengel, De Wette, Meyer, Alford. [1]) Tampoco es esto indigno de Inspiraci�n, como se desprende de los escritos prof�ticos del Antiguo Testamento, que est�n muy lejos de contener todo lo que los profetas pronunciaron por inspiraci�n. Y aunque todo lo que nuestro Se�or habl� y actu� debe haber sido preeminentemente digno de un registro permanente, sin embargo, el �ltimo evangelista dice que �el mundo no lo habr�a contenido.

� �Por qu�, entonces, todo lo que un ap�stol tuvo ocasi�n de escribir requiere necesariamente que se registre para siempre? Cierto es que los corintios enviaron preguntas escritas al ap�stol sobre puntos de dificultad pr�ctica, e incluso sobre este mismo tema ( 1 Corintios 7:1 ); y si uno de ellos se refer�a a qu� relaci�n, si alguna, deb�an mantenerse al d�a con sus amigos paganos y conciudadanos, y un mensajero se dirig�a a Corinto para tomar su respuesta, con qu� naturalidad podr�a enviar una respuesta apresurada por �l. , con la promesa de escribir m�s completo a partir de entonces. En este caso, �no se referir�a a esa carta tanto como lo hace aqu�? y, por supuesto, la presente carta se entender�a en sustituci�n de la otra.

[1] A esto se responde que, puesto que se usa el mismo tiempo (el aoristo) tanto en 1 Corintios 5:9 como en 1 Corintios 5:11 , deben traducirse por igual en ambos, "yo escrib�" o "yo escribe." Pero el matiz del pensamiento en el �ltimo caso se transmite de manera m�s inteligible en ingl�s por nuestro tiempo presente, y el uso griego lo confirma suficientemente.

Versículo 10

1 Corintios 5:10 . no del todo con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, y ladrones, o con los id�latras; porque entonces ten�is necesidad de salir del mundo. Obs�rvese la cautela �no del todo � restringiendo las relaciones permitidas con ellos a lo necesario y seguro.

La colocaci�n de �los avaros y ladrones� con �fornicarios e id�latras� nos suena extra�a; pero es una clasificaci�n favorita de nuestro ap�stol ( Efesios 5:3 ; Colosenses 3:5 ). Tal vez la explicaci�n de esto se encuentre en G�latas 5:19-21 , donde todas ellas se clasifican bajo el t�tulo de �obras de la carne�, cualquiera de las cuales podr�a, seg�n la inclinaci�n individual, suscitar a otra.

Versículo 11

1 Corintios 5:11 . pero ahora les escribo que antes lo hac�a de manera general, pero �ahora� lo hago m�s plenamente, no para hacer compa��a, si alg�n hombre que se nombra hermano uno en pleno derecho como miembro.

ser fornicador... con tal, no, no comer en comidas amistosas, o de cualquier manera que implique reconocimiento fraternal.

Versículo 12

1 Corintios 5:12 . Porque �qu� tengo yo que ver con juzgar a los que est�n fuera (el palidez cristiano)? As� como los jud�os describieron a los que estaban fuera del pacto, nuestro Se�or y los ap�stoles tomaron prestada la frase de ellos ( Marco 4:11 ; Colosenses 4:5 ; 1 Tesalonicenses 4:12 ).

�No juzg�is a los que est�n dentro? y eso seguramente es suficiente responsabilidad.

Versículo 13

1 Corintios 5:13 . Mientras que aquellos que est�n sin Dios juzga que es Su �nica prerrogativa, y bien pod�is dej�rsela a �l.

Quitad al imp�o de entre vosotros. La marcada brusquedad con la que se descarta el tema transmite bien la repulsi�n del tema a los sentimientos del ap�stol.

Nota. (1) La gracia del Evangelio, aunque renueva todo el car�cter, no erradica las tendencias constitucionales ni interfiere con su funcionamiento natural. Subyuga y regula las pasiones; pero cuando los miembros de una iglesia han sido extra�dos de una comunidad sumida en el vicio, y ellos mismos se han habituado, hasta el momento de su conversi�n, a verlo y practicarlo, se les puede esperar despu�s del primer calor de su nueva vida. ha comenzado a enfriarse para tener muchas luchas dolorosas con las tendencias reaccionarias.

Entonces aparecer�n manchas de peste; y, a veces, toda la renovaci�n realizada por el Evangelio puede parecer lista, como una ola pasajera, para ser barrida. En tales circunstancias, si se permite la autocomplacencia y se tolera tranquilamente la iniquidad abierta en la comunidad, el trato severo se vuelve indispensable para la recuperaci�n y, como en el caso presente, ser� ratificado en el cielo de tal manera que resulte exitoso.

(2) �Qu� visi�n de la moralidad del mundo sugiere la afirmaci�n de que para alejarse por completo incluso de sus formas m�s groseras, uno �tiene necesidad de salir del mundo�! Y aunque esto condena toda reclusi�n claustral como un intento de escapar de los males inherentes al contacto con lo profano, no menos condena la corrupci�n de la comuni�n eclesi�stica que sigue a la tolerancia del pecado abierto y la asociaci�n voluntaria con �l, por parte de cristianos.

Información bibliográfica
Schaff, Philip. "Comentario sobre 1 Corinthians 5". "Comentario popular de Schaff sobre el Nuevo Testamento". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/scn/1-corinthians-5.html. 1879-90.