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Bible Commentaries
1 Tesalonicenses 2

Comentario popular de Schaff sobre el Nuevo TestamentoComentario del NT de Schaff

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Versículo 1

1 Tesalonicenses 2:1 . Por ustedes mismos saben. Lo que digo de nuestra predicaci�n no lo digo sin justificaci�n, ni necesito basarlo en el testimonio de otros, porque ustedes mismos son mis testigos.

Que no ha sido en vano. Generalmente se supone que esto se refiere no a los efectos sino al car�cter esencial de la predicaci�n; como si Pablo hubiera dicho: No era insulso, irreal e impotente. Pero el tiempo del verbo indica que la palabra 'vano' involucra en la mente de Pablo algo que a�n existe; por lo tanto, no es una cualidad adjunta a la predicaci�n misma, sino a sus efectos; como se ha dicho, no ha sido in�til e ineficaz.

Sin esta referencia a los efectos de su predicaci�n, es imposible dar su significado propio al verbo (cp. 1 Tesalonicenses 3:5 ; 1 Corintios 15:10 ).

Versículos 1-12

Pablo apela a los mismos tesalonicenses como capaces de testificar de su audacia, franqueza y desinter�s, mientras resid�a entre ellos.

En el cap. 1 Tesalonicenses 1:9 Pablo hab�a aludido a dos aspectos de su visita a Tesal�nica, el poder que hab�a caracterizado su predicaci�n y los efectos conspicuos de la misma en la mente y la vida de los que cre�an: en el presente p�rrafo se explaya sobre el anterior de estos, y ampl�a sobre los �ltimos en 1 Tesalonicenses 2:13-16 .

Apela a los mismos tesalonicenses como testigos de su vida intachable, su libertad de la avaricia y la indolencia, su conducta afectuosa y su confianza en la verdad y el valor del mensaje que se le hab�a encomendado entregar. P�rrafos de autodefensa similares ocurren en otras partes de sus Ep�stolas, especialmente en las Ep�stolas a los

Corintios, y arrojar luz sobre el car�cter y modo de vida de Pablo. En el caso que nos ocupa, su objetivo no es tanto defenderse de las aspersiones de quienes cuestionaban su autoridad o desinter�s, cuanto confirmar la fe de los tesalonicenses, que tal vez no est� a prueba de las insinuaciones de sus enemigos sin escr�pulos.

Versículo 2

1 Tesalonicenses 2:2 . Pero _ Debemos esperar que esta palabra introduzca una oposici�n l�gicamente exacta a la cl�usula anterior, y que Pablo proceda a narrar los resultados de su predicaci�n. En lugar de hacerlo, habla de su intrepidez al predicar y permite que sus lectores infieran los resultados. Tales interrupciones en la consecuci�n de sus pensamientos no son infrecuentes en los escritos de Pablo.

Despu�s de eso hab�amos sufrido. Pablo apela a su voluntaria y continuada resistencia al sufrimiento y a su superaci�n de los peligros, en prueba de que su causa era buena, por la que val�a la pena sufrir: y que no estaba interesado en defenderla, ya que no esperaba nada m�s que peligro y dificultades en su enjuiciamiento. Hab�a mucho en Tesal�nica para alarmarlo y silenciarlo: hubo algo que produjo en su propio esp�ritu mucha conmoci�n y perturbaci�n; pero en medio de esta perturbaci�n interior triunf� su fe luchadora, y apoy�ndose en Dios obtuvo el valor suficiente para la emergencia.

El evangelio de Dios, llamado as� porque el mensaje viene de Dios, y porque �l tambi�n origina la salvaci�n de la que habla. Es el mensaje de Dios a los paganos, mostr�ndoles c�mo escapar del juicio venidero. En otro lugar ( 1 Tesalonicenses 3:2 ; G�latas 1:7 ) se le llama 'el Evangelio de Cristo'; o ( Efesios 1:13 ) 'el Evangelio de vuestra salvaci�n;' o ( Efesios 6:15 ) 'el Evangelio de la paz.'

Versículo 3

1 Tesalonicenses 2:3 . Para. Pablo procede a mostrar que su manera de predicar estaba de acuerdo con el hecho de que el evangelio que predicaba era de Dios. No era una idea privada o una invitaci�n propia, sino un mensaje que Dios le hab�a confiado. De esto pueden estar seguros, por lo que afirma en los siguientes vers�culos; 1 Tesalonicenses 2:3-4 insinuando su h�bito ordinario, los vers�culos siguientes refiri�ndose a su pr�ctica en Tesal�nica.

No de delirio. Incluso en estos primeros d�as, como en los nuestros, hab�a hombres que insinuaban que los ap�stoles eran v�ctimas de una credulidad ingenua, los embaucadores de 'f�bulas ingeniosamente tramadas'. El enga�o no podr�a haber resistido la prueba a la que Pablo se ha referido en el vers�culo anterior.

La impureza parece significar aqu� cualquier motivo impuro y s�rdido; aunque debe tenerse en cuenta la observaci�n de Jowett de que "exist�a, en la era de los ap�stoles, una conexi�n entre la forma de la espiritualidad y el libertinaje".

Enga�o. La predicaci�n de Pablo fue sincera; habl� porque crey�. No ten�a fines a los que servir, para cuyo logro necesitaba usar el enga�o (cf. 2 Corintios 2:17 y 2 Corintios 4:2 ).

Versículo 4

1 Tesalonicenses 2:4 . Aprobado por Dios. Esta expresi�n indica una selecci�n por parte de Dios de hombres aptos para la obra que �l se propuso hacer. Pablo fue escogido para ser ap�stol debido a su idoneidad natural para el oficio. Pero Pablo no se apoya en ninguna aptitud natural para su autoridad, sino en Dios, quien le dio su comisi�n.

Y se refiere a esto aqu�, no para magnificar sus propios dones, sino para sacar a relucir su responsabilidad ante Dios. Hablamos como hombres responsables ante Dios, y as� somos preservados de motivos indignos.

Quien intenta. Dios, quien al principio aprob� a Pablo como apto para el oficio, contin�a prob�ndolo a lo largo de todo el curso de su desempe�o de sus funciones.

Versículo 5

1 Tesalonicenses 2:5 . Tampoco introduce prueba de que no se hab�a esforzado en agradar a los hombres; porque el que busca agradar a los hombres, los halaga, cosa que Pablo no hab�a hecho.

Ni un manto de codicia. En Grecia, algunos hombres obtuvieron buenos ingresos ense�ando nuevos sistemas de filosof�a; pero la predicaci�n de Pablo no era en ning�n sentido un medio para ganar dinero. Timoteo debe haber sonre�do o re�do en voz alta cuando le inform� a Pablo: Dicen que eres un sofista vagabundo, que vives de las ganancias de hombres que trabajan m�s duro y que eres codicioso de dinero.

Dios es testigo. 'Los comentaristas griegos se�alan pertinentemente que, en lo que los hombres pueden juzgar, apela a sus lectores; pero, en lo que no pudieron reconocer tan claramente, apela a Dios' (Ellicott). De manera algo similar, Cromwell declara a su primer parlamento: 'Muchos saben que no miento en realidad; pero si digo una mentira en mi coraz�n, como trabajando para presentarles lo que no estaba en mi coraz�n, digo, el Se�or sea el juez.'

Versículo 6

1 Tesalonicenses 2:6 . Ni de los hombres buscamos la gloria. Era natural que personas que no pod�an creer en motivos m�s desinteresados ??que los que com�nmente animan a los hombres, refirieran la conducta de Pablo a lo que sin duda produce muchas de las acciones m�s grandes, a saber, el amor a la gloria y al poder, a la preeminencia.

Sus ep�stolas muestran que con frecuencia sinti� que le incumb�a limpiarse de estas malas interpretaciones. Lo hace aqu�, al recordarles a los tesalonicenses que no hab�a tomado la posici�n que podr�a haber tomado entre ellos.

Podr�amos haber sido una carga como los ap�stoles de Cristo. Podr�amos habernos apoyado en la dignidad de nuestro oficio y haber exigido esos reconocimientos, en respeto, sumisi�n y ayuda pecuniaria, que justamente se les debe a los ap�stoles de Cristo. En los otros pasajes en los que Pablo habla de no ser una carga para sus conversos, quiere decir que no les impuso la carga de mantenerlo; pero aqu� se refiere principalmente a que no exigi� la sumisi�n que podr�a haber exigido.

Esto se muestra tanto por lo que precede como por el siguiente verso; pero la idea de que no se mantuvo firme en su oficio implica la idea de que no exigi� ser sostenido por sus disc�pulos, y por eso en 1 Tesalonicenses 2:9 pasa a este pensamiento. Podr�a haber permitido que se le mostrara respeto en la forma de satisfacer sus necesidades diarias; pero �l no busc� tal o ninguna gloria.

Versículo 7

1 Tesalonicenses 2:7 . Pero introduce el lado positivo del relato de Paul sobre su conducta.

Amable, no severo, distante, oficial, imperioso.

Entre vosotros, con alguna alusi�n a la familiaridad de su conversaci�n con ellos; �l se hizo su igual.

Enfermera, es decir , madre lactante. Paul hab�a apuntado s�lo a su bien, y no a su propia ventaja, y por lo tanto hab�a soportado afrentas e indignidades, hab�a soportado su lentitud, no hab�a buscado recompensa o reconocimiento inmediato, hab�a velado y trabajado para ellos sin importar los resultados para obtenerlos. �l mismo.

Versículo 8

1 Tesalonicenses 2:8 . As�, es decir , de la misma manera que la madre lactante.

No s�lo el evangelio de Dios, sino tambi�n nuestras propias almas. Tan genuino y cordial era el amor de Pablo y sus compa�eros por los tesalonicenses, que no solo entregaron su mensaje como funcionarios que buscaban cumplir con una responsabilidad que se les hab�a encomendado, sino que estaban dispuestos a sacrificar sus vidas por ellos, si fuera necesario. Esta disposici�n se manifest� en la abnegaci�n y el trabajo excesivo del que Pablo procede a hablar.

Versículo 9

1 Tesalonicenses 2:9 . Trabajo y esfuerzo. Estas palabras, y la expresi�n 'd�a y noche', tienen la intenci�n de resaltar con fuerza el trabajo muy duro y agotador en el que Pablo estaba involucrado por su deseo de mantenerse a s� mismo mientras ministraba el Evangelio a los Tesalonicenses. Que Pablo no pretend�a imponer a los ministros de Cristo en general una ley de mantenimiento propio, es suficientemente obvio por su tratamiento de todo el tema en 1 Corintios 9 .

Vio raz�n para adoptarla como su propia regla habitual (aunque a veces aceptaba asistencia pecuniaria, 2 Corintios 11:8 ), pero habl� de su propia pr�ctica como excepcional, no normal, y afirm� enf�ticamente el derecho del trabajador a su salario . prueba notable de la sagacidad de Pablo y su libertad de juicio.

Versículo 10

1 Tesalonicenses 2:10 . Pablo da un resumen general del car�cter de su comportamiento en Tesal�nica como ministro de Cristo.

Con justicia, es decir , con rectitud.

Eso cree. La raz�n de esta adici�n no es obvia; probablemente se inserta como un t�rmino general para la iglesia en los miembros de los cuales su actividad se hab�a gastado en su mayor parte, y de quienes, si de alguno, se podr�a haber esperado que aceptara o exigiera contribuciones.

Versículo 11

1 Tesalonicenses 2:11 . Como sabes. Una expansi�n y una mayor confirmaci�n del vers�culo anterior. Particulariza el cuidado que hab�a mostrado por las personas.

Exhortado, consolado y acusado. Usando en cada caso la clase de amonestaci�n que parec�a m�s apropiada, exhortando, o amablemente animando, o solemne y seriamente conjurando.

Cada uno de vosotros. Esto muestra que los �xitos de los ap�stoles no se lograron f�cilmente, que los convertidos no se hicieron en masa, sino por la aplicaci�n lenta, laboriosa y afectuosa del Evangelio a los individuos, uno por uno. Sin este trato personal e individual, la predicaci�n p�blica del Evangelio queda reducida a poco.

como padre Paul se compara acertadamente ahora con un padre, ya que, anteriormente, la madre era la comparaci�n m�s adecuada. Eadmer dice de Anselmo: '�l era un padre para los sanos, m�s bien una madre para los enfermos, para los sanos y los enfermos, espuma y madre a la vez.'

Versículo 12

1 Tesalonicenses 2:12 . Que and�is como es digno de Dios. Este era el objeto de las exhortaciones de Pablo. Descubri� que los hombres pod�an profesar aceptar el llamado de Dios y, sin embargo, vivir de manera muy parecida a como lo hab�an hecho antes; que necesitaban que se les dijera que andaran como es digno de Dios. Y es una consideraci�n que ayuda a los que buscan la santidad, que Dios los ha asociado consigo mismo; As� como los hombres son ayudados por su posici�n a vivir a la altura, y como los ni�os naturalmente se esfuerzan por ser dignos de sus padres, as� aquellos que conocen a Dios y est�n conectados con �l son estimulados a esfuerzos m�s elevados.

Este est�mulo es impartido por el car�cter en el que Dios aparece llamando a los hombres a su propio reino y gloria. Esto exhibe la naturaleza resuelta de Su bondad, la intimidad con �l mismo a la que estamos unidos y la dignidad que se otorga a quienes responden a Sus invitaciones.

Versículo 13

1 Tesalonicenses 2:13 . Por tal motivo, refiri�ndose a lo que sigue. Su agradecimiento sin duda se intensific� por la aparente improbabilidad de que la palabra de un extranjero, un jud�o, sin riqueza ni influencia, sin cartas de elogio, sin siquiera un buen dominio del griego y un buen acento; de un hombre que todav�a cojeaba por las heridas que hab�a recibido en Filipos, debe ser recibida como la palabra de Dios.

No hay evidencia de que se obtuvieran milagros en Tesal�nica, aunque pronto se hizo com�n profetizar, y ciertamente Pablo tuvo que huir como cualquier agente pol�tico no deseado o charlat�n detectado podr�a haber tenido que huir; sin embargo, su palabra fue aceptada como la palabra de Dios. �Por qu�?

Lo cual tambi�n obra eficazmente. Pablo sinti� un gozo indescriptible cuando descubri� que su sencillo esquema de liberaci�n del mal, su evangelio, funcionaba; que no solo se ve�a bien en el papel, sino que en realidad hac�a a los hombres santos y valientes. �Cu�n d�ciles y pobres debieron parecerle todos los otros modos de gastar su vida una vez que hubo probado esta alegr�a!

Versículos 13-16

Pablo apela a su Aguante de la Persecuci�n como prueba de la Verdadera eficacia de su Recepci�n de la Palabra de Dios.

Pablo vuelve a dar gracias por la acogida que los tesalonicenses hab�an dado a su predicaci�n, y encuentra evidencia a la vez de la eficacia de la palabra y de la realidad de su aceptaci�n de ella, en su manera de soportar la persecuci�n que su cambio de fe hab�a tenido. evocado. As� se hab�an conformado en experiencia a las iglesias de Judea ya los primeros seguidores de Cristo, quienes junto con su Maestro mismo hab�an sufrido la persecuci�n.

Versículo 14

1 Tesalonicenses 2:14 . Porque introduce evidencia de la obra real de la palabra de Dios en los tesalonicenses creyentes. Esta evidencia era que hab�an sido perseguidos por sus propios compatriotas. Esta persecuci�n fue en s� misma un testimonio de la realidad de su cristianismo. 'Si fuerais del mundo, el mundo amar�a a los suyos; mas porque no sois del mundo, por eso el mundo os aborrece.' Pero Pablo probablemente tambi�n tiene en mente la manera en que soportaron esta persecuci�n, de lo contrario dif�cilmente habr�a usado la palabra 'imitadores'.

Sus propios compatriotas los griegos de Tesal�nica.

Versículo 15

1 Tesalonicenses 2:15 . Quien mat� tanto al Se�or Jes�s. As� como los tesalonicenses incr�dulos hab�an perseguido a sus ciudadanos cristianos, los jud�os hab�an perseguido a Jes�s, a los profetas ya los ap�stoles. Hab�an 'expulsado' a los ap�stoles y se esforzaron por impedir que predicaran la salvaci�n a los gentiles.

Se han asignado varias razones para explicar este estallido contra los jud�os: como, que los jud�os fueron los verdaderos instigadores de la persecuci�n de Tesal�nica; o que algunas personas estaban tratando de persuadir a los tesalonicenses de que el Evangelio era un asunto totalmente jud�o; o bien, que a los conversos les parezca extra�o que si esta nueva religi�n fuera verdadera, fuera tan mal recibida por los jud�os, el pueblo de Dios. Pero el ligero estallido digresivo parece haber sido ocasionado simplemente por el deseo de Pablo de mostrar c�mo los cristianos de Judea hab�an sufrido a manos de los jud�os.

Al contrario de todos los hombres celosos de que la salvaci�n sea para el mundo y no s�lo para ellos. compensaci�n T�cito, Hist. v. 5, 'adversus omnes alios hostile odium'.

Versículo 16

1 Tesalonicenses 2:16 . impidi�ndonos hablar o, viendo que nos estorban; esta cl�usula especifica el caso principal en el que los jud�os incurrieron en el desagrado de Dios y mostraron su estrecho odio hacia sus semejantes.

Para llenar. No era la intenci�n de los jud�os que esta conducta de ellos llenara la medida de sus pecados, pero era el prop�sito de Dios que as� su probaci�n llegara a su fin. 'Los jud�os siempre fueron ciegos y testarudos; pero cuando mataron a su Se�or y expulsaron a Sus ap�stoles, llenaron la medida de sus iniquidades' (Ellicott). 'Al principio del pecado y del mal, parece como si los hombres fueran agentes libres y tuvieran el poder de avanzar o retroceder.

Pero a medida que se acerca la crisis de sus �ltimos a�os, est�n atados bajo una maldici�n; y la forma en que su destino se presenta a nuestras mentes, es como si fuera cierto, y s�lo una cuesti�n de tiempo ahora pronto se cumplir�' (Jowett).

Siempre. Toda la carrera de los jud�os siempre ha contribuido a este resultado.

Pero. El resultado de su conducta se contrasta con su intenci�n.

La ira, es decir , la ira consecuente a toda su historia pecaminosa.

ha venido sobre ellos. Pablo ve el castigo como si ya hubiera ca�do. Para el ap�stol, leyendo el futuro en el presente, el estado de Judea en cualquier momento durante los �ltimos treinta a�os antes de la destrucci�n de la ciudad, habr�a sido suficiente para justificar la expresi�n, 'la ira ha venido sobre ellos al extremo' ( Jowett).

Al m�ximo. La frase que representan estas palabras puede significar por fin. Algunos suponen que significa que la ira hab�a llegado ahora a su l�mite extremo, y pasar�a de inmediato a juicios infligidos. Probablemente nuestra propia Versi�n transmita el verdadero sentido de que la ira que a menudo se hab�a manifestado previamente en calamidades premonitorias, iba a agotar ahora toda su fuerza sobre ellos.

Versículo 17

1 Tesalonicenses 2:17 . Pero nosotros. El 'nosotros' es enf�tico, equivalente a 'en lo que nos concierne'; y Pablo se ve inducido a hablar de sus propios sentimientos hacia ellos, aparentemente para eliminar cualquier sentimiento amargo que los tesalonicenses pudieran haber albergado con respecto a su ausencia durante sus problemas. Si no pod�a darles el consuelo de su presencia, al menos les dar�a el consuelo de saber que le gustar�a estar con ellos si pudiera.

Siendo tomado de ti; o, habiendo sido afligidos por nuestra separaci�n de ti.

Por un corto tiempo. Insertado para mostrar cu�n inmediatamente sobrevino el anhelo de volver a verlos despu�s de su partida.

Cuanto m�s abundantemente. La forma comparativa del adverbio no implica necesariamente que haya una comparaci�n definida en la mente del escritor; sin embargo, probablemente quiso decir que su ausencia hab�a intensificado su afecto, y que su anhelo de verlos era 'm�s abundante' de lo que hab�a sido su amor mientras estuvo en Tesal�nica.

Versículos 17-20

Pablo describe los sentimientos que tuvo hacia los tesalonicenses despu�s de haberlos dejado.

Este p�rrafo es notable principalmente como una manifestaci�n del ardiente afecto que Pablo sent�a por sus iglesias. Con dolor se ausent� de ellos, con dificultad se le impidi� regresar, con deleite que esperaba el momento en que se le permitir�a volver a visitarlos. Y mientras estaba ausente de ellos, su felicidad depend�a de la recepci�n de buenas nuevas de su continuidad en la fe, el amor y la paciencia.

Esta noticia la recibi� por medio de Timoteo, y en el gozo de esta buena noticia se olvidaron sus propios dolores y penalidades. Fue arrojado a un �xtasis de agradecimiento y de amor, y no pudo encontrar palabras lo suficientemente fuertes para expresar su gratitud a Dios por su perseverancia o su ferviente anhelo por su mayor progreso, y que �l mismo podr�a ser el medio de perfeccionar como �l. hab�a sido el comienzo de su fe.

Versículo 18

1 Tesalonicenses 2:18 . Incluso yo, Pablo. Al decir ' habr�amos venido', Pablo incluye a Silas y Timoteo, y con esta cl�usula adjunta quiere enfatizar su fuerte anhelo personal de volver a visitar a sus amigos. No era un mero deseo de enviar una diputaci�n oficial, sino el anhelo de un afecto individual.

Una y otra vez. No fue un impulso pasajero, sino un anhelo firme y constante.

Pero Satan�s nos lo impidi�. C�mo lo hizo Satan�s, ya sea incitando a los jud�os en Tesal�nica para que Pablo no se atreviera a regresar, o causando problemas que requirieron la presencia de Pablo en otro lugar, o infligiendo enfermedades, no lo sabemos. Pero esta declaraci�n sencilla y pr�ctica nos muestra que Satan�s hace lo que puede para obstaculizar el progreso y el bienestar de la Iglesia, y por lo tanto es bien llamado Satan�s, el Adversario.

'Sin entrar aqu� en controversia, no parece fuera de lugar se�alar que el lenguaje del Nuevo Testamento, si las palabras significan algo, atribuye una personalidad al tentador tan distinta e inconfundible, que una negaci�n de ella s�lo puede ser compatible con una negaci�n pr�ctica de la inspiraci�n b�blica. A la llamada acusaci�n de manique�smo, basta responder que si un ap�stol inspirado tiene escr�pulos en no llamar a este temible ser �el dios de este mundo� ( 2 Corintios 4:4 ), ning�n pensador sobrio puede sentir dificultad alguna en atribuirle a �l poderes permisivos y agencias de una extensi�n y multiplicidad espantosas' (Ellicott).

Versículo 19

1 Tesalonicenses 2:19 . Para. Pablo da cuenta de su ferviente deseo de volver a visitar Tesal�nica. Por lo tanto, anhelo sinceramente verlos, porque no hay nada que ofrezca la misma perspectiva, o el mismo disfrute presente, o la misma satisfacci�n sustancial, que mis hijos cristianos en su iglesia.

Nuestra esperanza. El punto m�s brillante de nuestro futuro es que el Se�or Jesucristo los acepte como verdaderos cristianos en Su venida.

Corona de jactancia. As� como el vencedor puede se�alar su guirnalda como prueba de que ha peleado una buena batalla, as� el ap�stol sinti� completa satisfacci�n en los tesalonicenses como evidencia de que sus esfuerzos no hab�an sido en vano. La expresi�n parece haber sido tomada de la Versi�n de los Setenta de Ezequiel 16:12 .

Vosotros tambi�n. Vosotros, as� como otras iglesias, us�ndoos expresiones similares para los filipenses y los corintios.

Información bibliográfica
Schaff, Philip. "Comentario sobre 1 Thessalonians 2". "Comentario popular de Schaff sobre el Nuevo Testamento". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/scn/1-thessalonians-2.html. 1879-90.
 
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