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Sunday, September 29th, 2024
the Week of Proper 21 / Ordinary 26
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Bible Commentaries
Talleres de versículos de la Biblia de Spurgeon Talleres de versículos de Spurgeon
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son de dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Información bibliográfica
Spurgeon, Charles Haddon. "Comentario sobre Psalms 137". "Talleres de versículos de la Biblia de Spurgeon". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/spe/psalms-137.html. 2011.
Spurgeon, Charles Haddon. "Comentario sobre Psalms 137". "Talleres de versículos de la Biblia de Spurgeon". https://beta.studylight.org/
Versículos 1-9
Salmo 137:1. por los r�os de Babilonia, all� nos sentamos, s�, lloramos, cuando recordamos a Si�n. Cuelgamos nuestras arzas sobre los sauces en medio de la misma. .
Babilonia estaba llena de canales y r�os; Los israelitas cautivos buscaron lugares solitarios donde podr�an estar lejos del frente a sus opresores, y podr�an en compa��a de sus compatriotas derramar la triste corriente de sus peces y tristezas. �Los r�os de Babilonia� parec�an cong�nicos a ellos, y mezclaron sus l�grimas con las aguas que fluyen. Se sentaron ", como si hubieran sentido que estuvieran para estar all� durante mucho tiempo, y pronto no �bamos a su propia tierra; y ellos �lloran no solo por su destino y sus problemas, sino tambi�n por la condici�n triste de su amada Si�n, que hab�a sido devastada por los caldeos, arados como un campo, y se entreg� a la desolaci�n. Algunos de estos pobres cautivos hab�an sido cantantes en los tribunales de la casa del Se�or, que hab�an sido quemados con fuego, y otros hab�an tra�do sus �arpas� a su cautiverio; pero no pudieron encontrar ninguna m�sica en sus corazones, y por lo tanto no obtuvieron melodiosos, notas fuera de sus cuerdas de arpa. Sin embargo, no rompieron sus arpas, porque podr�an quererlos alg�n d�a, por lo que los colgaban sobre los sauces llorones que abundaban los cursos de agua. Luego vino una de las pruebas m�s afiladas que hab�an tenido, un trozo de crueldad amarga por parte de sus opresores, que no ten�an compasi�n a los pobres prisioneros que hab�an sacado de su propia tierra.
Salmo 137:3. por ah� que nos llevaban cautivo requerido de nosotros una canci�n; Y lo que nos desperdiciaron necesarios de la alegr�a, diciendo, c�ntanos una de las canciones de Si�n. .
Como sin tazas, excepto aquellos que fueron sacados de la casa santa de Dios har�an por Belsasar cuando quer�a que se hubiera bebido, por lo que ninguna m�sica se adaptar�a a estos cautores paganos de Israel, sino las canciones de la casa de Dios: �Canta una de las canciones de Si�n. �Estas personas pobres fueron crestadas y desglosadas por completo, pero sus enemigos lloraron," Haz m�sica alegre para nosotros, cant�ndonos una de tus canciones sagradas. �Solo quer�an re�rse de �l, o, en lo mejor, para escucharlo simplemente como una pieza musical que podr�an criticar, por lo que dijeron:" Cantales una de las canciones de Si�n. �Pero los cautivos no pod�an y no cantar�an para ning�n prop�sito. Las canciones de Si�n no estaban destinadas a ser cantadas por meras diversiones, ni sus cantos estaban destinados a hacerse el tema de la burla y el rid�culo por los imp�os.
Salmo 137:4. �C�mo cantaremos la canci�n del Se�or en una tierra extra�a? Si te olvido, Oh Jerusal�n, deja que mi mano derecha olvide su astucia. .
�No", dijeron: �Si tuvi�ramos que hacer alegr�a para los babilonios, deber�amos estar haciendo un da�o grave a Si�n, deber�amos ser traidores a Jerusal�n; "As� que los Harpers dijeron:" antes de lo que jugaremos una sinton�a para hacerle alegr�a, dejar que nuestras manos correctas se paralijan. �.
Salmo 137:6. Si no lo recuerdo, deje que mi lengua se escunda al techo de mi boca; - .
Lo dijeron cada uno para s� mismo; Tan pronto ser�an tontos que cantar estas canciones sagradas para la diversi�n de los juerges imp�os que se hab�an reunido alrededor de ellos. En lugar de una canci�n, ofrecieron una oraci�n que debe haber sonado terriblemente en los o�dos de los que se burlaron de ellos; Fue una oraci�n feroz, una oraci�n hecha bajo una dispensaci�n muy diferente de la cual vivimos, una oraci�n de un patriota que hab�a visto asesin� a su esposa, y sus hijos se acercaron a las piezas, y �l ora as�:
Salmo 137:6. Si prefiero no jerusal�n por encima de mi principal alegr�a. Recuerda, Oh Se�or, los hijos de Edom en el d�a de Jerusal�n; quien le dijo, Rass, Rase, incluso a la Fundaci�n de los mismos. .
Estos edomitas, que deber�an haber sido como hermanos a los jud�os, eran sus enemigos m�s feroces, y agitaban a los caldeos para ser m�s terriblemente crueles de lo que de otra manera habr�an sido.
Salmo 137:8. Oh hija de Babilonia, que es el arte de ser destruido: feliz ser�, que te recompensa, ya que nos has servido. Feliz ser�, eso desaparece y pase a tus peque�os contra las piedras. .
Porque estas personas se hab�an ido de todo el mundo, dondequiera que pudieran, asesinando y mutilando. Decenas de miles de ni�os peque�os hab�an muerto brutalmente, las multitudes de las mujeres hab�an resbalado, una gran cantidad de ciudades si hubieran destruido. Fueron los flagelos de todas las naciones; y, por lo tanto, se traslad� a la indignaci�n justa, los jud�os sintieron que cualquiera que debiera derrocar esa ciudad de Babilonia, y poner a muerte a sus habitantes, estar�a haciendo un buen servicio al resto de la humanidad. Y, Mark Usted, todo esto sucedi� a su debido tiempo. Cuando Cyrus aparc� las aguas del r�o, que hab�a sido la gran protecci�n de Babilonia, y dej� la cama del r�o bastante seca, march� a sus tropas directamente al centro de la ciudad; y cuando los babilonianos, para defenderse y una parte de la ciudad, fueron conducidos a grandes estrechos, los historiadores nos dicen que ellos mismos destruyeron sus propias esposas e hijos, llam�ndoles bocas in�tiles, que podr�an ser capaces de defenderse de un Poco m�s de la espada de Cyrus, de modo que, literalmente, sucedi� que el hombre que hab�a destruido a sus propios hijos se consideraba feliz de deshacerse de ellos para que pudiera mantener la pelea. �Qu� terrible es Dios cuando se ocupa de las naciones que han sido crueles y feroces! Ve a Babylon este d�a, y vea qu� montones ruinoso ha hecho, qu� desolaci�n se ha forjado en esa tierra.