Bible Commentaries
1 Reyes 7

El Ilustrador BíblicoEl Ilustrador Bíblico

Versículos 1-12

Salom�n estaba construyendo su propia casa durante trece a�os.

Construyendo la casa de Dios y la propia

Algo muy curioso esto, que mientras Salom�n estaba construyendo el templo de Dios tambi�n estaba construyendo su propia casa. No se sigue que cuando un hombre est� construyendo su propia casa, tambi�n est� construyendo el templo de Dios; pero de ello se deduce inevitablemente que cuando un hombre est� profundamente comprometido en promover los intereses del santuario divino, realmente est� poniendo los cimientos de su propia casa y completando las cosas que m�s le conciernen.

�Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os ser�n a�adidas�. Nadie pierde nada al participar en la construcci�n del templo de Dios. Sale de esa sagrada erecci�n con nuevas ideas sobre lo que puede hacerse con los materiales que est� utilizando en la construcci�n de su propia vivienda. El Esp�ritu de Dios act�a de manera misteriosa en toda esta l�nea de conducta humana.

Los ojos se iluminan en la oraci�n: la sagacidad comercial se agudiza en el proceso mismo de estudiar los or�culos de Dios: el esp�ritu de aventura honorable se agita y perfecciona por las especulaciones m�s elevadas en las cosas divinas, cuando esas especulaciones se equilibran con la beneficencia del pensamiento y la acci�n. en relaci�n con los asuntos de los hombres. ( J. Parker, DD )

La satisfacci�n de completar un trabajo

El se�or Charles ten�a un fuerte y ardiente deseo de conseguir una edici�n correcta e imperfecta de la Biblia para sus compatriotas galeses; por tanto, su trabajo y su trabajo eran muy grandes, aunque sin ninguna remuneraci�n por parte del hombre. Mientras se dedicaba a este trabajo, reconoci� que ten�a un fuerte deseo de vivir hasta que se completara; "Y luego", dijo, "de buena gana pondr� mi cabeza y morir�". Vivi� para verlo completado; y se expres� muy agradecido con el Se�or por haberle perdonado bondadosamente para presenciar la terminaci�n de la obra; y las �ltimas palabras escritas por �l, como se supone, fueron estas, con referencia a esta obra: "Ya est� consumada".

Versículo 6

E hizo un p�rtico de columnas.

El porche

Dado que este p�rtico era el lugar com�n de recepci�n para todos los fieles, y el lugar tambi�n donde depositaban a los mendigos, parece como si fuera a ser una especie de seno de la iglesia para la caridad. Aqu� se entreten�a a los pros�litos, aqu� los mendigos eran relevados y recib�an limosna. Estas puertas rara vez se cerraban; y las casas de la compasi�n cristiana deben estar siempre abiertas. Esto, por tanto, embelleci� esta puerta, como la caridad embellece a cualquiera de las iglesias.

La grandeza de coraz�n y la tierna compasi�n a la puerta de la iglesia es excelente; es el v�nculo de la perfecci�n ( 1 Corintios 12:31 ; 1 Corintios 13:1 ; Juan 5:5 ; Juan 5:7 ; Colosenses 3:14 ). ( John Bunyan. )

Las columnas de la casa del L�bano

( 1 Reyes 7:6 ): - Estos pilares eran pilares de aroma dulce, porque estaban hechos de cedro; pero lo que le importaba al enemigo por eso, eran ofensivos para �l, por eso fueron colocados para una fortificaci�n contra �l. Tampoco es atractivo para Satan�s favorecer a los poderosos de la iglesia en el desierto por el olor fragante de sus dulces gracias; es m�s, tanto �l como sus �ngeles son los m�s acosados ??para oponerse a ellos porque tienen un aroma tan dulce.

Los cedros, por lo tanto, no obtuvieron nada porque eran cedros a manos de los b�rbaros gentiles, porque ellos quemar�an los cedros, como los �ngeles o las columnas no obtienen nada de favor de manos del Anticristo, porque son columnas y �ngeles para la verdad, s�, son tanto m�s aborrecidos por ella. Bueno, pero son pilares para todo eso, s�, pilares de la iglesia en el desierto, como lo fueron los dem�s en la casa del bosque del L�bano.

La gloria del templo resid�a en una cosa, y la gloria de esta casa resid�a en otra; la gloria del templo resid�a en que ella conten�a la verdadera forma y modos de adoraci�n, y la gloria de la casa del L�bano resid�a en sus muchos pilares y vigas gruesas, por las cuales fue capacitada, a trav�s de una buena administraci�n, para dar control a los de Damasco cuando deber�an intentar derribar su adoraci�n. ( John Bunyan. )

Versículos 13-14

El rey Salom�n envi� a buscar a Hiram de Tiro.

Hiram, el maestro constructor

I. Hiram fue un maestro constructor nato. La influencia de la herencia no necesita m�s ilustraci�n se�alada. Combina el coraz�n de su madre y la mente de su padre. Es extra�o que en una correspondencia entre los reyes orientales de la antig�edad, con quienes la fama de la mujer era menos que un valor cifrado, la madre de Hiram deber�a mencionarse en absoluto; m�s extra�o a�n, que se le otorgue el lugar principal, lo que implica que, si bien ambos padres eran eminentes, la madre era preeminente.

�Qui�n era ella? �Mujer de las hijas de Dan� ( 2 Cr�nicas 2:13 ). Los danitas soportaron la peor parte de todas las incursiones sidonias, hasta que, expulsados ??del hogar y del hogar en busca de refugio en las colinas, sufrieron privaciones y aislamiento, pero variaron la forma de los desastres que los persegu�an. Finalmente, sometidos a captura o rendici�n, fueron llevados a trav�s de la frontera hacia Tiro para sufrir m�s ignominia en medio de un entorno alien�gena.

Pero los hijos e hijas de Dan nunca olvidaron sus ancestros o afinidades tribales. Sus tradiciones y orgullo se convirtieron en una herencia espl�ndida, y su fe los sostuvo bajo la persecuci�n m�s aguda. Incluso sus opresores llegaron a respetarlos y les permitieron prosperar entre ellos. La madre de Hiram ten�a el valor tribal, el coraje inquebrantable de su pueblo, de modo que cuando se la nombra en la corte de Tiro, es como �una mujer de las hijas de Dan.

Y, en su carta a Salom�n, Hiram el Rey deja caer este fragmento de biograf�a femenina que es un homenaje a su fina fidelidad a la conciencia. No creas que esto pasa en el registro como sin cuenta. Puedes profetizar con una certeza tolerable en cuanto al futuro de Hiram cuando leas la historia de su madre, y con la misma seguridad puedes anticipar tanto para cada hijo de la promesa cuya madre sea fiel a la forma de fe que la une al pueblo de Dios. sea ??lo que quieras, ya sea danismo o metodismo.

Mant�n los ojos abiertos para estos trabajadores de embriones, que, como los poetas, nacen, no se hacen. Es el hombre autoconstituido que queremos. Es el car�cter, y no el nacimiento, lo que principalmente dice. El r�o nace en el torrente de la monta�a, pero la verdadera prueba de su fuerza est� en el poder de asimilaci�n con el que, conservando su identidad, absorbe sus afluentes. Por lo tanto, juzgamos a Hiram como nos juzgar�amos a nosotros mismos, en la barra del autoexamen, y �l emerge de la prueba admirable.

II. Hiram, el maestro constructor, ten�a una mente maestra.

1. Era un hombre astuto. Cuando los sajones dec�an que un hombre era "cunnen", quer�an decir que lo sab�a, que ten�a su ingenio. E implicaron m�s. La ra�z de la palabra obtenida tambi�n entre los latinos. Significa una cu�a, y obtenemos su significado en la palabra cuneated, que precisamente choca con la disposici�n del hombre Hiram. Era un hombre con forma de cu�a. Dej� que la oportunidad le diera la m�s m�nima abertura imaginable, y entr�, especialmente si el martillo de la necesidad golpeaba la cu�a. Todo obrero cristiano debe tener un car�cter en forma de cu�a.

2. Hiram, el hombre astuto, estaba dotado de entendimiento. Entender es poder llegar al fondo de las cosas; y estar dotado de entendimiento, como lo fue Hiram, es ejercitar esta facultad desde la circunferencia al centro. Significa que no solo ten�a un sesgo mental, sino tambi�n un equipo mental, completamente integral.

III. Hiram de la mente maestra tambi�n fue un maestro artesano.

1. Hiram forj� en oro, para �l el m�s precioso de los metales; de calidad suprema, de valor est�ndar, capaz de impresionar soberanamente, no se oxida, no se corroe. El oro es el �nico mineral que no se deprecia; es inmutable en medio de todo cambio de tiempo y circunstancia; es oro, siempre oro. Esto lo us� para trabajos de superposici�n, para la decoraci�n del lugar santo y para los vasos consagrados.

Nosotros tambi�n trabajamos en oro cuando trabajamos en la verdad Divina. No podemos alterar el material, pero �hacemos atractiva o repelente su presentaci�n? �Est� la imagen y la inscripci�n del Rey sobre ella? Cuando lo usamos en el lugar santo, �brilla como lo har�an las alas de un seraf�n o un panel superpuesto cuando Hiram forj�? �Son los �vasos para honra santificados y aptos para el uso del Maestro�?

2. Hiram tambi�n labrado en plata, hermoso y casto. La plata est� sujeta a las fluctuaciones del mercado, pero su valor aumenta de forma m�ltiple cuando recibe una impresi�n soberana. Es la abundancia del rico y la riqueza del pobre. Nosotros tambi�n trabajamos en plata, cuando servimos con simpat�a humana, que se ilumina con el uso, y que, cuando se embellece con la semejanza Divina, como �las gotas l�quidas de l�grimas que has derramado�, �trae diez veces el doble de ganancia de felicidad." Y, cuando trabajes tu plata en la trompeta del Evangelio, el mundo escuchar� sonidos que en emoci�n y cadencia rivalizar�n con la m�sica de mil arpas.

3. Hiram forjado en bronce. La palabra se usa t�cnicamente para un compuesto de metales, que deber�a convertirse en bronce. Es una fusi�n de cobre, la �nica aleaci�n con oro, y esta�o. Y nuestros pensamientos, como el mar, deben ser amplios y profundos, generosos y purificadores. �nase a la oraci�n y al pensamiento, y obtendr� una amalgama espiritual de gran utilidad en el servicio del templo.

4. Hiram forjado en hierro, que es �spero, resistente, obstinado; pero en sus manos se volvi� d�ctil y extremadamente �til. Cuando forjamos estos nuestros testamentos, tambi�n nosotros trabajamos con hierro. Orgullosos, repugnantes, desagradables son; sin embargo, cuando, por la gracia de Dios, se convierten en obra de arte, son maravillas de recursos, fuerza, control y apoyo.

5. Trabaj� sobre piedra, rugosa y dura; pero, mediante la perseverancia paciente en hacer el bien, form� el bloque �til que ayud� a hacer el templo, y puso sobre �l la forma art�stica y la belleza de la decoraci�n esculpida. Esto es lo que hacemos.

6. Hiram trabaj� sobre madera, que sosten�a el techo, que revest�a el lugar santo, que formaba las mesas para el pan de la proposici�n, que era el s�mbolo del pan de vida.

7. Hiram trabaj� sobre textiles, y en sus colores tenues pudo ver misterios. Quiz�s solo misterios; mientras que, para ti y para m�, los misterios parecen revelados. Pero, poca culpa para el trabajador Hiram. El prop�sito de su dispensaci�n era hacer la maravilla y sostenerla.

IV. Hiram ten�a el esp�ritu maestro. Vino a Salom�n como un hombre h�bil "para sepultar todo tipo de escultura y descubrir todo tipo de artificio". Nada surge de su mente maestra que no sea una concepci�n sublimemente pura; el toque Divino glorifica todo lo que modela. Ese es el verdadero sacrificio; es el arte maestro, y sabes que es verdad, porque es el arte de tu maestro.

V. Por un servicio como el de Hiram, �cu�l fue la recompensa? Nadie trabaja como lo hizo sin reconocimiento, porque nadie sirve a Dios de balde. El templo levantado; su ornamentaci�n exterior; su esplendor interior; su reconocimiento al pueblo; el sacrificio aceptado, y la aprobaci�n consumada de la presencia Divina - seguramente estas se�ales fueron suficientes? �Seremos cada uno un maestro de obras? Entonces recordemos que quien quiera cumplir con este elevado llamamiento debe tener una mente maestra; que quien quiera tener la mente maestra debe tener el esp�ritu del Maestro; que quien quiera tener el esp�ritu del Maestro debe estar mucho en presencia del Maestro. All�, en medio de los silencios, escuchar� la voz del Maestro: est�n las victorias ocultas que vencen al mundo. ( JR Jackson. )

Versículo 22

En la parte superior, los pilares eran lirios.

Lily-trabajo

1. Fuerza. Estos pilares se consideraron de tal importancia que merec�an un nombre, un nombre para cada uno. El uno se llamaba Jachin, que significa "�l establecer�"; y el otro se llamaba Booz, que significa "en fuerza". Las dos ideas son casi similares y juntas expresan una fuerza estable. No se nos dice por qu� se dieron estos nombres; si para indicar la magnitud y la firmeza de los pilares, o la estabilidad de la religi�n que iba a ser representada en ese templo, no podemos decirlo.

Pero leemos, y probablemente en alusi�n a estos pilares con sus coronas de lirios, "fuerza y ??hermosura est�n en su santuario". Estos pilares son simb�licos, o pueden considerarse simb�licos, de la verdad, no solo en el mundo de la gracia, sino en el mundo de la naturaleza. El mundo en el que vivimos puede considerarse justamente como un templo erigido gradual y progresivamente a trav�s de largas edades bajo la mano siempre activa del Arquitecto Divino.

Pero mira el orden. No comenz� con lo que llamamos belleza. Sin duda, cada �tomo de ella era hermoso para Aquel cuyo ojo ve todas las cosas, pero en relaci�n con nosotros, la belleza no estaba al principio. La fuerza y ??la firmeza fueron lo primero. "El mundo est� establecido que no se puede mover". ��l estableci� la tierra para siempre�. Aqu�, de hecho, tiene el Jachin y Booz de nuestro texto, las dos ideas afines y complementarias de "fuerza" y "estabilidad".

�Tienes la roca firme, profunda y compacta, escondida en su mayor parte bajo tus pies, o apilada en monta�as masivas. Luego, a su debido tiempo, vienen los seres vivos, que solo pueden vivir sobre cimientos firmes. Que sean destruidos los cimientos, y toda la hermosura perecer� con ellos; como cuando un terremoto se traga en su abismo devorador jardines y huertos cargados de las flores m�s ricas y los perfumes m�s dulces.

Ahora bien, el hombre es un templo, como la tierra puede verse como un templo. Est� dise�ado para ser el templo del Esp�ritu Santo; y en este templo est�n destinados a ser la fuerza y ??la belleza, los pilares de Jachin y Booz, y en su parte superior "obra de lirio". Y la religi�n de Cristo comienza con las concepciones de fuerza y ??estabilidad. Su primera noci�n e idea fundamental es la de �una piedra colocada en Sion, una piedra fundamental segura, una piedra elegida y preciosa.

�Es una roca sobre la cual Dios edifica Su Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecer�n contra ella. Se hace un gran esfuerzo para plantear esto como la primera idea, de la que dependen todas las dem�s. La misma idea en otra forma se encuentra en el hecho de que el Evangelio se llama un reino y, por lo tanto, una cosa de poder y fuerza. El cristiano, por tanto, debe ser, y debe ser, en la proporci�n que es cristiano, un hombre en quien la fuerza y ??la estabilidad se encuentran en la fuerza y ??el juego conspicuos.

Porque est� en un mundo en el que no puede mantenerse firme sin ellos. No es raro que los hombres del mundo vean a la Iglesia cristiana como si fuera un refugio para los d�biles de la raza. �Qu� hace el cristiano que muestra su debilidad? Confiesa sus pecados; pero, �es eso debilidad o es fuerza cuando un hombre es un pecador y lo descarta ante el rostro del Dios Todopoderoso? Pide misericordia; pero, �es esa debilidad cuando pedir misericordia es reconocer las justas demandas de Dios? Busca la gu�a divina; pero, �es eso una debilidad en un mundo como �ste en el que es tan f�cil errar y perderse, y en el que �no est� en el hombre que camina dirigir sus pasos�? �Y qu� son estas gracias de los ladrones, estos principios rocosos de la vida cristiana? Debe haber verdad, el labio que no mienta.

Debe haber honor y justicia, que no se desv�en a la derecha ni a la izquierda por temor o por recompensa. Estas cosas deben ser la primera formaci�n en la base de la vida cristiana. El pilar del car�cter cristiano debe ser erguido, sea lo que sea, y s�lida en su estructura desde la base hasta el capitel y de lado a lado. Jachin y Booz eran de este car�cter.

2. Belleza. Hemos mirado los elementos de la fuerza, ahora echemos un vistazo a los elementos de la belleza tal como se presentan en el trabajo de los lirios que coronaba y glorificaba las cabezas de las dos columnas. Como hemos visto, el mundo mismo ha crecido de la fuerza a la belleza. Hiram no invent� sus decoraciones. Fueron proporcionados a su mano por otra mano m�s h�bil. "Mira los lirios del campo, c�mo crecen", etc.

Tom� prestado su arte de la naturaleza, es decir, de Dios, de quien, en verdad, se ha tomado prestado todo el arte m�s noble y puro, y debe serlo hasta el fin de los tiempos. Los griegos, a pesar de ser paganos, parecen haberse apoderado de este secreto con mano firme, porque su nombre para el mundo era "Belleza". Vieron belleza en todas partes y la vieron porque estaba all�. Vieron lo que Dios hab�a visto antes que ellos y lo hab�a puesto all� para que pudieran verlo.

�Oh, qu� belleza infinita debe haber en la naturaleza divina, viendo que toda la belleza del mundo proviene de ella como de una fuente, y a�n viene de a�o en a�o! Y as� como el mundo ha crecido de fuerza a belleza, y as� como los pilares de Jachin y Booz no se terminaron hasta que sus capiteles florecieron, por as� decirlo, en "trabajo de lirio", as� debe ser con una verdadera vida humana y personaje.

Esto no se completa sin su capitel, un capitel que no tiene por qu� ser obra de lirios, sino que debe ser la reproducci�n de alguna flor divina. Es una imperfecci�n y un defecto a�n m�s lamentable cuando los hombres est�n muertos al sentido de lo bello en la vida moral y religiosa. Y algunos est�n as� muertos. Creen, y hacen bien en creer, en las cualidades m�s severas de esa vida. Creen en la firmeza del car�cter, la compacidad gran�tica y la resistencia.

Les gusta el nervio heroico que nunca tiembla, el ojo que se blanquea ante ning�n peligro, la lengua que puede pronunciar audazmente palabras desagradables a una �poca que las necesita aunque las odia, el valor valiente que no se atreve a mentir, sino que se atreve a morir. �stas son las �nicas formas de car�cter que les preocupan. Tienen un toque de severa sublimidad, como promontorios audaces que hacen a�icos las olas o monta�as que desaf�an y desaf�an las tormentas del cielo.

Sin embargo, hay que repetir que el car�cter cristiano es muy incompleto hasta que se eleva a la eflorescencia que corona la fuerza con la belleza. Se puede pensar que los dos son incompatibles, que puedes elegir entre hombres cuyas caracter�sticas son las de fuerza o las de belleza, pero no puedes tener ambos en uno. Pero esto es un error. Los tenemos a ambos en uno, y en perfecta uni�n y armon�a en Aquel que es el Hijo del Hombre, y el tipo de esa perfecta humanidad que por Su obra redentora vino a crear.

El hombre verdadero y pleno era Cristo, y llegar a ser un hombre perfecto en Cristo es ser transformados a Su imagen y volver a encarnar en nosotros todos los elementos de Su car�cter. �Y cu�les eran estos elementos? �No eran fuerza y ??belleza? Ahora, los aspectos m�s tiernos, misericordiosos y suaves de la vida cristiana deben encontrar su autoridad, inspiraci�n y alimento en el ejemplo y la obra de nuestro bendito Se�or.

Y si lee las ep�stolas con atenci�n, observar� cu�n profundamente sus escritores hab�an bebido en el esp�ritu de su Se�or. La fuerza est� ah�, y tambi�n la belleza. No debemos mentir, defraudar; debemos abstenernos de los deseos carnales que luchan contra el alma; debemos soportar la dureza como buenos soldados de Jesucristo; debemos vestirnos de toda la armadura de Dios, para velar, para estar en pie en el d�a malo, y habiendo hecho todo para estar en pie, estas ideas forman el pilar de la vida cristiana.

Pero el trabajo de los lirios tambi�n se repite una y otra vez. �Sean bondadosos los unos con los otros, misericordiosos, soport�ndose unos a otros y perdon�ndose unos a otros, como Dios en Cristo los perdon� a ustedes�. "Sobre todas las cosas, tened entre vosotros ferviente caridad, que es el v�nculo de la perfecci�n". �Sobrellevad los unos las cargas de los dem�s y cumplid as� la ley de Cristo�. "S� cort�s." "Usen la hospitalidad los unos hacia los otros sin quejarse". No basta con decir la verdad, debemos hablarla con amor. No basta con ser justo, la justicia debe templarse con la compasi�n. ( E. Mellor, DD )

Lily-trabajo

En el p�rtico de este edificio hab�a dos pilares, fuerza y ??"belleza". Incluso ellos, adem�s de su prop�sito inmediato, sugerir�an significados al observador reverente. Salom�n no era lo que deber�amos llamar un utilitario. Los pilares podr�an y deber�an ser hermosos y �tiles. La gente podr�a decir: "�Por qu� este desperdicio?" Pero no pens� que fuera un desperdicio, y ten�a raz�n. Dios ha dado a algunos hombres un genio especial para las cosas bellas, hombres como Aholiab, Bezaleel e Hiram.

Y tal genio dif�cilmente puede emplearse mejor que embellecer la casa de Dios. Pero el templo fue utilizado por profetas y ap�stoles como un tipo de la gran iglesia espiritual. Y estos pilares, dise�ados divinamente, en el templo material, �no les llevan a los ministros y a todos los oficiales de la iglesia, los pilares de nuestras iglesias, algunas cualidades que tambi�n deber�an poseer?

I. Cualidades esenciales.

1. Fuerza. Los pilares deb�an sostenerse, para dar seguridad al edificio. Deben ser lo suficientemente fuertes para sostener el peso que recae sobre ellos. Por lo tanto, los pilares de la iglesia deben ser hombres fuertes, con una fe en Dios que los haga de car�cter recto y confiable. Deben ser hombres que no necesiten apoyo y persuasi�n, sino con una fuerza independiente y tenaz.

2. Solidez. Alg�n defecto oculto en un pilar podr�a alg�n d�a ser la causa del desastre en todo el edificio. El descubrimiento de una falla seria en el car�cter moral de un l�der en una iglesia a veces ha provocado da�os irremediables.

3. Material adecuado y firme. Cualquier sustancia no sirve para un pilar. La madera no lo har�. No es lo suficientemente severo y puede incendiarse. Pero ser�a una locura utilizar madera sin curar para tal prop�sito. Entonces, no todos los miembros est�n hechos para pilares. Necesita resistencia y firmeza. Un pilar debe estar siempre all�; debe defender a su iglesia con buena reputaci�n y mala reputaci�n, debe estar presente siempre que sea posible, tanto de noche como de ma�ana, durante la semana y el domingo.

Esta firmeza y fidelidad es una cualidad invaluable en un pilar. Entre los pilares, Hiram hizo cinco molduras a imitaci�n de granadas. Debe haber una conexi�n de confianza mutua y cortes�as rec�procas entre los oficiales de una iglesia. Ahora en la parte superior de los pilares hab�a lirios.

II. Cualidades no esenciales pero muy deseables. El trabajo de los lirios no aument� la fuerza del pilar. Ha habido pilares muy �tiles de la iglesia que ten�an poco trabajo de lirios sobre ellos. Pero estos hombres habr�an sido a�n m�s �tiles si sus personajes tambi�n hubieran sido atractivos. Una iglesia no es como una prisi�n. Necesita atraer a los hombres. Para ello debe ser hermoso a la par que fuerte. ( David Brook, MA )

Fuerza y ??belleza

Yo . Dios encuentra espacio para la fuerza y ??la belleza. �No es por ellos que Dios hace del mundo lo que es para nosotros? La roca escarpada ofrece un hogar para los musgos suaves y las plumas de los helechos, como si estas cosas pagaran la comida y el alojamiento con sus adornos. Los �rboles con ra�ces hundidas profundamente en la tierra, con gruesas ramas negras, que se extienden hacia el cielo: c�mo est�n adornados con las hojas, y c�mo son ahora alegres con flores y ahora ricas en frutos, fuerza y ??belleza.

�No es la imagen misma y la perfecci�n misma del hogar? Aqu� viene el hombre manchado y manchado por el trabajo de su d�a; y aqu� est� la que mantiene el hogar dulce y limpio, y hace que su coraz�n la bendiga cuando pone un pie en el lugar. Fuerza y ??belleza, a�n m�s completas si es posible cuando el padre trabajador y la madre ocupada se inclinan sobre el peque�o que los mira y se r�e con su m�sica. Por eso Dios bendice al mundo con fuerza y ??belleza.

II. Primero fuerza, luego belleza. El emblema constante de nuestra religi�n es la roca. La casa construida sobre la roca, contra la cual soplan los vientos y las lluvias golpean, pero la casa permanece, porque sus cimientos est�n firmes. La Iglesia de Dios est� construida sobre la roca, la Roca de las Edades, que permanece para siempre. La religi�n no es una cuesti�n de sentimiento, de sentimiento, de emoci�n cambiante. Est� arraigado y cimentado en la Palabra eterna del Dios viviente.

Qu� fuerza triunfante se engendra dentro del alma cuando puede gritar: "S� a qui�n he cre�do, y estoy persuadido de que puede guardar lo que le he encomendado para ese d�a". Eso primero, siempre y en todas partes: fuerza. �Hay algo en el mundo m�s miserable que la religi�n sin huesos, algo que puedas exprimir en la forma que quieras? - sentimiento religioso que puede hablar piadosamente y, sin embargo, no es exacto en sus dichos y hechos, que puede ser particular sobre su credo, y sin embargo descuidado en los negocios? Hay algunas personas que simulan despreciar la belleza y la consideran una debilidad.

�Dame una columna de bronce�, dicen, �s�lida y sustancial. No quiero ning�n trabajo de lirio sin sentido sobre la parte superior ". Ahora esas personas pueden causar mucho da�o en el mundo, m�s da�o que bien. Fuerza y ??belleza: �c�mo combinaremos las dos? De una manera y solo de una manera. El amor es ambos. El que ama tiene el secreto. Porque, �hay alguna fuerza como el amor? �Hay alguna resistencia como la del amor? �Hay alg�n desaf�o como el desaf�o del amor? El amor es fuerza y ??el amor es belleza.

Y el amor es nuestro como nada m�s podr�a hacerlo nuestro sino la Cruz de nuestro Se�or Jesucristo. Aqu� est� el amor que impulsa el amor que sostiene nuestro servicio m�s fuerte y nuestro pensamiento m�s tierno. Cu�n misericordiosamente se combinan estos dos en esa palabra acerca de Jesucristo: "A todos los que le recibieron, les dio poder para llegar a ser hijos de Dios". Autoridad y fuerza para convertirse en ni�os, sencillos, confiados, cari�osos, obedientes.

Fuertes para que seamos hermosos. As� procura nuestro Dios hacernos columnas en su templo, fuertes con su fuerza, hermosas con la hermosura del Se�or nuestro Dios. ( MG Pearse. )

Fuerza y ??belleza

I. La obra de Dios en el amplio campo de la naturaleza. Las escarpadas laderas de la monta�a est�n rodeadas de pinos; los r�os que fertilizan lo blando nutren las flores que crecen en sus orillas; �El gran mar ancho� es a menudo incre�blemente hermoso en su superficie, y hay hermosos corales en sus profundidades, conchas brillantes en Sus orillas; en las llanuras y p�ramos anchos y sin medida est�n la campana azul y el brezo p�rpura.

Si esta tierra es un templo en el que Dios manifiesta Su presencia, Su sabidur�a y Su poder, entonces los objetos poderosos y macizos que hay sobre ella son los pilares de ese templo, y todas las cosas exquisitas y delicadas son las flores que Su mano ha moldeado sobre ellas. . Tambi�n lo tenemos en ...

II.El evangelio de Jesucristo. En el Evangelio hay muchas verdades poderosas y masivas de las que se puede decir que son los pilares del edificio sagrado: como la verdad principal de que �Dios es esp�ritu�, etc .; pero en estrecha conexi�n con estas grandes y s�lidas verdades est� lo exquisito, delicado, hermoso. Tal es la verdad que el m�s leve susurro de oraci�n que sale de los labios del ni�o puede entrar en el o�do y tocar la mano de Dios y hacer descender Su bendici�n; o que el primer suspiro del incansable esp�ritu humano es m�s querido para el coraz�n del Padre que los mejores himnos de los �ngeles; o que el acariciar un sentimiento puro de perd�n o hacer un acto de paz real nos acerca m�s a la semejanza y la infancia de Dios que el logro del logro intelectual m�s brillante.

III. Car�cter cristiano. Tenemos en nuestras iglesias hombres fuertes, serviciales, influyentes, que sostienen, hombres que son pilares. Pueden ser fuertes en virtud de ayudas adventicias, o de dotes naturales, o de poderes adquiridos, o de adquisici�n espiritual: y estos "pilares" pueden ser como vigas m�as, rudos, toscos, sin pulir; o pueden ser como las columnas estriadas de una catedral, como estos pilares del templo de Salom�n con lirios en la parte superior.

IV. Servicio cristiano. La adoraci�n de Dios, el servicio de Jesucristo, es el poder para el bien en la sociedad humana; defiende la bondad y la felicidad del mundo. Su fuerza y ??su belleza est�n determinadas en parte por la etapa a la que llegamos aqu� en nuestro curso cristiano.

1. La fuerza del servicio en la edad est� en la sumisi�n, la voluntad de declinar, de ocupar el lugar m�s bajo, de ser de menor importancia; y la belleza de la sumisi�n es alegr�a de esp�ritu.

2. La fuerza del servicio en su m�xima expresi�n est� en la actividad, en la utilidad, en poner nuestros �talentos� para la gloria de Cristo y el bienestar del mundo; y la belleza de la actividad es la minuciosidad, la regularidad, la puntualidad, la cordialidad, el hacer eficaz y continuamente lo que se ha emprendido.

3. La fuerza del servicio en la ni�ez y la juventud es la obediencia y la abnegaci�n; y la belleza de esto es la prontitud, la prontitud, que no se traduce en algo tard�o y de mala gana, sino f�cil y dulcemente, con pies dispuestos y voz alegre. Es bueno tener fuerza y ??belleza en nuestros edificios cristianos; En la estimaci�n de Cristo, es mucho mejor tener estos dos combinados armoniosamente en el car�cter que estamos formando y la vida que estamos viviendo. ( W. Clarkson. )

Fuerza y ??belleza de car�cter

En esta estructura divinamente planeada, no conozco nada fuera del Lugar Sant�simo m�s impresionante que los pilares construidos por Hiram. Estos eran del m�s fino bronce, de gran altura, espl�ndidos en simetr�a y coronados con lirios. Es una ley del arte que los efectos m�s perfectos y duraderos se producen por la combinaci�n de cosas diferentes entre s�. Un pintor arroja en su cuadro las sombras m�s oscuras para intensificar sus luces m�s claras.

Un escultor talla para la parte superior de sus columnas capiteles de delicado dise�o, un arquitecto alivia la pesada mamposter�a de sus muros con elementos de exquisito dispositivo y formas de esculpida belleza. Dios mismo es nuestro maestro original; porque mientras �l �asienta las monta�as, ce�ido de poder�, ha tejido alrededor de sus cimas tiernas enredaderas y enraizado en sus grietas dulces flores perfumadas que abrazan c�lidamente y colorean los fr�os acantilados grises.

El hijo de esa viuda de Tiro no era ajeno a esta alianza, y forj� sus columnas de tal manera que adornaron el santuario del Alt�simo con fuerza y ??belleza. Observe que la fuerza fue primero y la belleza de los lirios despu�s. Tenemos aqu� la elevaci�n de esas dos cualidades que son adoradas por el alma del hombre en todo el mundo. El poder y la belleza ganan su homenaje por igual, pero no pocas veces se entrega a lo que no es m�s que la farsa de la fuerza, y rinde servicio a lo que no tiene m�s que apariencia de belleza; al poder sin amor ya la belleza sin adornos de santidad.

Es la mentira del mundo, a menudo pronunciada y a menudo cre�da, que los justos deben ser los d�biles y los puros los desagradables. Dios declara el derecho a ser el �nico fuerte, y el bueno, el �nico bello. El poder que entra en la vida humana para gobernarla por dentro y por fuera debe ser un poder de conquista, con las cualidades inherentes de estabilidad. El hombre nace en la batalla. Su cuna es sacudida por sus propias luchas.

Su historia es la de un factor cambiante en un mundo cambiante. No puede dominarse a s� mismo ni controlar su entorno. Los antagonismos pululan en su camino. Luchando solo, solo puede tener una experiencia: la verg�enza que proviene de la impotencia perpetua y la confusi�n que surge de la derrota continua. Tarde o temprano aprende esta verdad, que "todo poder es de Dios", y que la fuerza que conquista a lo espiritual, que se apodera de las cosas eternas y permanece, que eleva la vida a la firmeza de car�cter y la adorna con verdadera belleza. , es posible s�lo a trav�s del ministerio paciente, servicial y regenerador de Jesucristo. ( RW Davis. )

Fuerza y ??belleza

1. La divinidad del trabajo. Hiram, quien labr� estas columnas, era hijo de una viuda en Tiro. Para �l, el trabajo era una fuerza divinamente ordenada, que un hombre tomaba en su vida y en sus facultades, y que le ense�aba que era un obrero, no simplemente para s� mismo o para alg�n capataz, que estaba sobre �l para vigilarlo; pero que era un obrero de Dios, y que la fidelidad de su trabajo deb�a representar la pureza de su adoraci�n.

Ya sea que esculpiera una columna, tall� lirios, clav� un clavo o puso el arado en el surco, cre�a que estaba haciendo algo Divino. La maldici�n del trabajo hoy es que los hombres han perdido a Dios. La concepci�n m�s elevada del cristianismo es la idea de que el cristianismo puede sumergirse en los procesos ordinarios de la vida, puede encontrar all� a un Dios y, captando los detalles de las cosas, puede cambiarlas y embellecerlas a medida que transcurre la vida; que no importa cu�l sea nuestro trabajo, es adoraci�n, y si se hace fielmente, cada d�a que viene y se va dejar� algo en el dep�sito de la vida, alg�n dep�sito de car�cter que, cuando todos los d�as hayan pasado, constituir� nuestro tesoro guardado en el cielo.

2. Belleza sin fuerza. En nuestros d�as existe un gran deseo por el trabajo de los lirios sin los pilares, un vano anhelo por las gracias de la vida y por las bellezas del car�cter sin el poder de apoyo de la verdad y el deber. Hay miles de hombres a quienes les gustar�a las virtudes de los padres, pero no quieren la fe que los hizo virtuosos. Quisieran haber reproducido en su vida las cualidades del alma que caracterizaron a los primeros cristianos, reformadores y puritanos; pero no su firme fe, ni su tenacidad de convicci�n, ni su majestuosa conciencia o su tremendo dominio sobre cosas invisibles.

Quieren la sencillez y el cari�o de los valdenses, pero no su fe en Dios; la audacia y la intrepidez de John Knox y Oliver Cromwell, sin su v�vido sentido de la Divina Presencia; la moralidad de John Robinson y Miles Standish, sin su credo heroico; la integridad de Washington y Lincoln, sin su confianza en un Dios sustentador y dominante. Las madres est�n ansiosas de que sus hijas brillen en cada logro social; que sus hijos fueran hombres de talento y habilidad; que sus hogares sean hermosos con m�sica y arte y toda gracia bondadosa.

Pero no se preocupan tanto por los s�lidos cimientos del car�cter. El esp�ritu de la �poca es vivir en la superficie. Profundizar es contradecir la �poca. �Pin�culos resplandecientes sobre cimientos inseguros! Recuerde que todos los patinadores no son navegantes. Una cosa es rozar la superficie de un estanque y otra muy distinta es navegar en las airadas profundidades. El gorri�n gorri�n tiene tantas alas como el �guila, pero no puede sumergirlas en la gloria que arde justo debajo del sol.

Una vela no es un cometa. Las quillas de los poderosos barcos no est�n hechas de hongos. Primero se debe buscar la profundidad del car�cter, no el adorno. En la construcci�n de viviendas, la excavaci�n debe preceder a la decoraci�n. No comienzas con el pintor y el dorado, sino con la capa de piedra. Una caba�a de cart�n no es un castillo, ser� arrastrada por los vientos burlones. Es peligroso reconocer las virtudes del car�cter de un hombre por los botones de su abrigo, porque algunos son todo abrigo y ning�n car�cter.

El espejo es el �nico libro que leen algunas personas. Son anuncios espl�ndidos para su sastre, pero una lamentable desgracia para su maestro de escuela. Nunca confundas el misterio de un eco con la originalidad de una voz.

3.El fundamento de la fe. Les digo que la forma m�s r�pida de producir una vida dulce y hermosa, ya sea individual o nacional, es poniendo debajo una fe fuerte e inquebrantable. "El Parten�n, que eleva hacia el cielo te�ido de oro la blancura de su frente sin tacha, debe reposar sobre la inamovible Acr�polis de la verdad y la bondad". El moderno profesor de bellas artes, que prefiere la forma y el acabado a la sustancia y el pensamiento, que, olvidando todo lo grande en arquitectura y escultura, en pintura y m�sica y poes�a, afirma que la �tica y la est�tica no tienen nada en com�n, que ora sobre � el arte por el arte �, quien desde�a la ense�anza de Schelling de que la est�tica reside en el car�cter, y de Dante de que el arte es un descendiente de Dios, es el ap�stol de lo malsano, lo vulgar y lo lujurioso, el arte de los petimetres literarios y los disc�pulos de lo que Carlyle llam� el evangelio y la filosof�a de la suciedad. Pero el arte m�s elevado, que nos eleva a la alegr�a de los pensamientos elevados mientras miramos en la imaginaci�n la mano que dibuj� a Madonna, o la mayor ...

Mano que rode� la c�pula de Peter,

Y arrug� los pasillos de la Roma cristiana,

se encuentra siempre amigo y promotor de la verdad y el bien, de la aspiraci�n y de la fe. �El arte m�s elevado�, como ha dicho el profesor Blackie, �es siempre el m�s religioso. Un Rafael burl�n o un Michael Angelo irreverente no es concebible ". Debemos tener la fuerza primero y la belleza despu�s. Es un desastre invertir este orden: tratar de obtener belleza y luego tener fuerza. El magn�fico puente de Brooklyn, visto desde la distancia, es un hermoso poema.

Pero la belleza depende de la fuerza de poderosos contrafuertes que se extienden muy por debajo del lecho del r�o y se apoderan de los cimientos de la tierra. En todo, tanto art�stico como moral, la fuerza es el tallo; la belleza es la flor que florece en ella.

4. Deliberaci�n divina. El Todopoderoso muestra gran deliberaci�n en todas sus obras. La prisa, la prisa, la actividad quisquillosa son siempre una evidencia de debilidad. Los seis d�as de la creaci�n pueden haber sido seis puestas de sol o seis milenios; pero los d�as avanzaban lenta y majestuosamente hacia el hombre como hijo del Esp�ritu infinito de Dios, y en ese resultado el proceso encuentra su cl�max y su justificaci�n. Si Dios declara que cada uno de estos d�as de la creaci�n es muy bueno, es porque los contempla a la luz clara de esa s�ptima ma�ana gloriosa en la que se encuentra a s� mismo no simplemente como Creador, sino porque puede tener comuni�n con un esp�ritu af�n a los suyos. , se encuentra a s� mismo como un padre de inmortales.

Estudia las bases de los montes y los cimientos de las colinas eternas. El que est� ce�ido de poder los ha asentado en sus cuencas sin cambio. Luego le dio a la tierra belleza, los bosques y helechos, las hierbas ondulantes y las flores. Y la joven que se concentra toda su vida en actitudes, efectos, sensaciones, impresiones, esforz�ndose por obtener la ornamentaci�n, ajena a las cualidades espl�ndidas y esterlinas que deben forjarse en el car�cter femenino, solo pide lirios.

Pero no hay lirios que valga la pena tener que no salgan de las columnas. Si derribaras los pilares de debajo del globo, �d�nde estar�an tus jardines de flores a la ma�ana siguiente? Tenemos excelentes ilustraciones de fuerza y ??belleza en el estudio de dos caracter�sticas nacionales: el hebra�smo y el helenismo. Es en la realizaci�n �ltima de una uni�n de los elementos hebra�stas y helen�sticos donde se encuentra la perfecci�n �ltima; el hijo de Abraham se unir� al hijo de Hellas.

El hebreo proporcion� la base indispensable de la fe, la conducta, el dominio propio; el fundamento inamovible sobre el �nico que florecer�a la perfecci�n a la que aspiraba Grecia. A la Biblia hebrea no le faltan sugerencias de la radiante belleza de los pensamientos y obras de Dios, pero all� la belleza est� subordinada a la moralidad, es una flor en el tallo de la fuerza. Como el azul indestructible en el mar y el cielo, como la luz dorada del sol, esta caracter�stica de la belleza resplandece con fuerza en toda la Biblia, inmortal en Dios.

5. El amor de Dios por la belleza. Aparte de la fuerza, la verdad y el coraje, hay cualidades que toda vida deber�a cultivar. Vemos que el que asienta los montes tambi�n adorna los cielos y los collados. Charles Kingsley sol�a decir: "Estudia la materia como el rostro de Dios". "Fortaleza y hermosura est�n en su santuario". Y Dios quiere que la belleza se incorpore a la religi�n. La fuerza y ??la belleza se han unido divinamente; lo que Dios ha unido, nadie lo separe.

6. El poder transformador de la belleza. La belleza habita y encuentra su base en la fuerza, como la luz del sol irrumpe en la gloria a trav�s de la niebla, como la vida late y se sonroja en la carne, como un pensamiento apasionado exhala del rostro de un pensador. Hay innumerables analog�as en la vida humana, si pudi�ramos detenernos a considerarlas, de la forma en que una vida puede influir en otra mediante la impartici�n de fuerza o belleza.

He aqu� un hombre que siempre ha sido severo, veraz, moral, fr�o: un pilar humano. Alg�n d�a ama a una mujer noble, llena de todas las gracias femeninas y hermosas. Eso lo transforma y lo transfigura. Bajo su influencia, su severidad se convierte en gracia. Y Tennyson nos muestra c�mo la uni�n ideal ser� aquella en la que ...

El hombre es m�s de mujer, ella de hombre;

Gana en dulzura y altura moral,
No pierde las luchas que arrojan al mundo;
Hasta que por fin se puso al hombre

Como m�sica perfecta para palabras nobles.

Con cada hombre, el verdadero hombre es la mujer que lleva en su coraz�n. El es su fuerza; ella es su gracia. �l sostiene; ella adorna. Uno es el complemento del otro. La historia est� llena de nombres de hombres que tuvieron fuerza; cu�n pocos hay que tuvieran fuerza y ??belleza. Nunca olvidar� las lecciones que aprend� en las tumbas de dos hombres nacidos casi el mismo a�o, hombres igualmente famosos, aunque de manera diferente: Napole�n Bonaparte y Walter Scott.

Napole�n naci� dos a�os antes que Scott, en el mismo mes y el mismo d�a del mes 15 de agosto. Los a�os pasaron. Ambos hacen su trabajo y mueren. He estado bajo la "Columna de Napole�n", construida por �l mismo a partir de mil doscientas piezas de ca��n tomadas de los austriacos y prusianos, y coronada con una estatua del emperador con sus t�nicas imperiales, y no pude evitar contrastarla con eso. noble monumento en Edimburgo, no construido por Scott para conmemorar su propia gloria, sino por la generosidad y el amor de sus compatriotas para honrar a quien amaban.

Y cuando me par� ante la tumba de ese gran soldado, custodiado por las banderas manchadas de tantos campos de batalla, dispuestos en su n�mero predestinado de nueve, no pude sino pensar en cu�ntas ciudades en llamas hab�an sido devastadas, con el sufrimiento y la poblaci�n hambrienta, y todo por la gloria de un hombre. Cu�n diferente de toda esta burla hueca y grandeza ficticia es la paz sagrada del pasillo en ruinas de Santa Mar�a en la Abad�a de Dryburgh.

En mayo de 1871 la "Columna de Napole�n" fue arrojada al suelo por sus propios compatriotas enfurecidos, aunque desde entonces reconstruida. Y ese mismo a�o, el magn�fico monumento de Scott en Edimburgo fue adornado con flores. Napole�n solo ten�a fuerzas y vive principalmente en el recuerdo de la ruina que caus� y sus malditas ambiciones. Scott ten�a fuerza y ??belleza. Hizo algo bueno y duradero por la humanidad. Su vida fue una verdadera bendici�n para la humanidad. Nunca escribi� una palabra impura, odiosa o vengativa. En medio de un aplastante desastre financiero, mantuvo su temperamento y su fe en Dios.

7. Bondad y gracia. Como todo adorno de la vida encuentra su base en la verdad, es igualmente necesario que toda la verdad encuentre expresi�n en una vida noble, que todos los pilares florezcan finalmente en el trabajo de los lirios. La naturaleza est� llena de realidad genuina como una existencia verdadera, pero manifestada en la variedad infinita con la que abunda la tierra. All� est� la solemne y majestuosa monta�a erguida en su serena fuerza, pero sobre la monta�a la naturaleza adquiere interminables encarnaciones de hermosura.

El p�jaro canta, los lirios florecen, el rayo de sol baila, el arroyo destella, y todos son uno, mientras que nuestros ojos, o�dos y todos nuestros sentidos hormiguean con las nuevas de la diferencia que siempre expresan. La monta�a, el oc�ano y el hombre, primero fuertes cada uno a su manera, y luego cada uno hermoso con las cosas sobrea�adidas, grandes y llenas de gracia. Eso es lo que hace que la vida est� tan llena de fascinaci�n para el hombre que tiene ojos: la unidad eterna e indivisa de fuerza, de permanencia, de estabilidad Divina, siempre despleg�ndose �en una gloria del sol y otra gloria de las estrellas, �Y todos juntos llenan el cielo radiante.

Y cuando Pablo habla del florecimiento del car�cter cristiano, muestra cu�n sano y racional es cuando dice que es un cambio de gloria en gloria. ( FL Goodspeed, AB, STB )

El loto

El lirio que adornaba los capiteles de los pilares del templo de Salom�n era el loto o nen�far. Elegante en su forma y delicadamente bello en color, flotando serenamente en la superficie del Nilo ascendente, el sagrado Ganges y los lagos interiores del viejo mundo, aparentemente anclado a lo suave pero que sube y baja con la inundaci�n, y abre sus p�talos incomparablemente hermosos. Para el sol, la m�stica flor-barco de las aguas encontr� naturalmente un lugar en el simbolismo ornamental de toda raza constructora de templos.

Para los egipcios fue una muestra de bendici�n porque apareci� con el desbordamiento anual del Nilo, un tipo de inmortalidad, de la creaci�n del mundo, del Diluvio y el Arca, y otros misterios sagrados. Adorn� y termin� los capiteles de Jachin y Booz en el templo de Jehov� en Jerusal�n. Era un emblema de pureza. Sobre la entrada del templo de Focis estaba escrito: �No entre aqu� nadie que tenga las manos inmundas.

David dice: �Me lavar� las manos en inocencia; as� rodear� tu altar, oh Jehov�. La pureza de coraz�n y de vida fue la lecci�n de la obra de los lirios sobre las columnas de la casa de Dios en los d�as de Salom�n, as� como en los nuestros. ( W. Balgarnie. )

Sencillez en la decoraci�n

El car�cter de la sublimidad es casto y sencillo. En las artes que dependen del dise�o, si el artista apunta a este personaje, debe ignorar todas las decoraciones triviales, ni debe distraer la vista con una multiplicidad de partes. En arquitectura debe haber pocas divisiones de los miembros principales del edificio, y las partes deben ser grandes y de amplio relieve; debe haber una modestia en la decoraci�n, despreciando toda minuciosidad de la ornamentaci�n, que distraiga la mirada que deber�a estar llena de la masa general y de las proporciones de las partes mayores entre s�.

En este sentido, el d�rico es, sin duda, superior a todos los dem�s �rdenes de la arquitectura, ya que une fuerza y ??majestad con una sencillez cada vez mayor y la m�xima simetr�a de proporciones. ( Tytler ' s historia. )

Alianza de fuerza con belleza

La belleza siempre se ve mejor en su alianza natural con la fuerza. El loto en el r�o, la paloma en la hendidura de la roca, la esposa al lado de su esposo en la iglesia, el ni�o en brazos de los padres, las voces de los j�venes y las doncellas. .. mezclados, en armon�a en la alabanza del santuario, el poder de lucha y la s�plica infantil en el trono, la fuerza y ??la ternura del Evangelio, son combinaciones en la naturaleza y la gracia que sin duda tienen la intenci�n de ense�arnos c�mo todas las formas de la fuerza puede volverse hermosa y todo lo bello puede volverse fuerte.

�No es cuando nuestro Se�or es visto en el poder de Su Deidad y la incomparable belleza de Su humanidad que �l se convierte para nosotros en toda nuestra salvaci�n y en todo nuestro deseo? Dios en Cristo es la Omnipotencia que se nos hace hermoso en su condescendencia y amor; Cristo en Dios es nuestra seguridad y fortaleza. Cuando por fin venga el Esposo para llevar consigo a su Esposa, y la Iglesia se ponga "sus hermosas vestiduras" para recibirlo, cuando entren juntos en la casa del Padre, entonces la fuerza y ??la belleza en su plenitud se ver�n en el santuario. En la parte superior de los pilares habr� lirios y se terminar� el trabajo de los pilares. ( W. Balgarnie. )

Sensible a lo bello

Lo siento por las personas que siempre ven lo malo primero y lo bueno al final, o nunca. Ya sea en el arte, o en la direcci�n de los asuntos, o en la vida social, uno debe saber qu� es armon�a y discordia, qu� es recto y qu� es torcido, qu� est� bien y qu� est� mal. Un hombre que es muy sensible a lo bello, verdadero y correcto, tiene una mente sana, y la salud es lo m�s bello del mundo.

En la planta, en su lugar; en el animal, en su lugar; en la sociedad, en su lugar; en todos los aspectos de la econom�a mental, una condici�n sana y normal: eso es lo m�s hermoso y lo que deber�a ser m�s atractivo. ( HW Beecher. )

Car�cter atractivo

El car�cter no est� determinado por un solo acto, sino por la conducta habitual, dice el Rev. Theodore L. Cuyler, DD . Es una tela formada por miles de hilos y unida por incontables puntadas. Algunos personajes est�n fuertemente cosidos, otros solo est�n hilvanados. Un cristiano no solo debe tener sus vestiduras espirituales bien cosidas, sino que tambi�n deben mantenerse limpias; de hecho, como representante de Jesucristo, debe presentar una vestimenta tan atractiva ante el mundo que otros le digan: ��De d�nde sacaste? �toma esto? Quiero uno igual ".

Versículo 50

Matacandelas.

Matacandelas

(Servicio para ni�os): - �Sonr�es ante un mensaje as�, y no es de extra�ar! Pero las despabiladeras eran muy �tiles en el templo; mantuvieron las luces recortadas y brillantes.

1. Ahora ve para qu� sirven las despabiladeras; son para hacer que una luz apagada brille m�s brillante. Cuando la vela ha estado encendida durante alg�n tiempo, parece apagarse y adormecerse, luego "chasquean" las despabiladeras, �y la luz se vuelve brillante! Hay snuffers que hacen eso para ni�os y ni�as, y tambi�n para hombres y mujeres. Estaba esa suma que calculaste en tu pizarra. Todo estaba mal. �Qu� hizo el maestro? Fr�telo todo.

Ese fue el chasquido de las despabiladeras. Te hizo m�s brillante; la pr�xima vez tuvo m�s cuidado con sus sumas. �Ves a estos hombres cortando �rboles? �Por qu� hacen eso? Para que den m�s frutos. Los �rboles son los mejores para los snuffers afilados, y usted tambi�n. Nunca te desanimes.

2. A veces ustedes son los despabiladores. Est� tu hermano peque�o, por ejemplo, no es ni la mitad de sabio que t� y, a veces, comete errores. Ponlo bien; pero tenga cuidado con el uso de las despabiladeras. Si los usa descuidadamente, puede apagar la luz por completo. Lo que quiero decir es esto: puedes desanimarlo tanto que no tenga coraz�n para intentar hacerlo mejor. Por lo tanto, use las despabiladeras con cuidado.

No lo llames �est�pido� ni lo ridiculices. Recuerde, Dios quiere que su luz brille para que otros puedan ser bendecidos por ella; as� que debes esperar que �l de vez en cuando lo recorte. De una forma u otra, trata de recortar nuestra luz para que brille m�s. Piensa en esto cuando surja alg�n problema: Dios quiere usarlo para hacerte m�s valiente, mejor y m�s puro. ( J. Reid Howatt. ).

Información bibliográfica
Exell, Joseph S. "Comentario sobre "1 Kings 7". El Ilustrador Bíblico. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tbi/1-kings-7.html. 1905-1909. Nueva York.