Bible Commentaries
Isaías 17

El Ilustrador BíblicoEl Ilustrador Bíblico

Versículos 1-5

La carga de Damasco. .. La fortaleza tambi�n cesar� de Efra�n

El or�culo de Damasco e Israel

La maldici�n pronunciada sobre �l [Damasceno-Siria] cae tambi�n sobre el reino de Israel, porque se ha aliado con los paganos Damasco contra sus hermanos en el sur y el reino dav�dico.

Desde el reinado de Ezequ�as estamos aqu� llevados de regreso al reinado de Acaz, y de hecho mucho m�s all� del a�o de la muerte de Acaz ( Isa�as 14:28 ) hasta la l�nea fronteriza de los reinados de Jotam y Acaz, poco despu�s de la conclusi�n de la liga que ten�a como objetivo la destrucci�n de Jud�, mediante la cual se tom� venganza por la liga similar de Asa con Ben-adad contra Israel ( 1 Reyes 15:9 ).

Cuando Isa�as incorpor� este or�culo en su colecci�n, sus amenazas contra los reinos de Damasco e Israel se hab�an cumplido durante mucho tiempo. Asiria los hab�a castigado a ambos, y Asiria tambi�n hab�a sido castigado, como establece la cuarta estrofa (vers�culos 12-14) del or�culo. El or�culo, por tanto, se encuentra aqu� debido a sus contenidos universales, que son instructivos para todos los tiempos. ( F. Delitzsch. )

La ca�da de Damasco

Cuando las ciudades no rezan, bajan. ( J. Parker, DD )

La p�rdida de facultad como juicio

Es posible que un hombre moralice sobre el destino de una ciudad y olvide que el principio del texto est� dirigido a toda la vida. La vida mal manejada significa p�rdida de vidas; facultad ca�da en desuso significa facultad ca�da en muerte. ( J. Parker, DD )

Las ciudades de Aroer

Las ciudades de Aroer representan la tierra al este del Jord�n, en la que comenz� el juicio sobre Israel, ejecutado por Tiglat-Pileser. De hecho, hab�a dos Aroers; un viejo amorreo Aroer, que cay� en manos de la tribu de Rub�n, situado en el Am�n ( Deuteronomio 2:36 ; Deuteronomio 3:12 , y en otros lugares); y un viejo Aroer amonita, que cay� en manos de la tribu de Gad - Aroer antes que Rab� (Rabbath Ammon, Josu� 13:25 ).

El sitio de las ruinas del primero es Arair, en la alta orilla norte del Mugib; la situaci�n de este �ltimo a�n no se ha determinado con certeza. Las �ciudades de Aroer� son estos dos Aroers junto con las ciudades al este del Jord�n como ellos, al igual que los �Oriones� en Isa�as 13:10 , son Ori�n y estrellas similares. ( F. Delitzsch, DD )

Versículo 6

Sin embargo, las uvas rebuscadas quedar�n en �l

Oto�o: las disminuciones de la vida

El profeta est� prediciendo aqu� una temporada de calamidades nacionales.

Representa la condici�n del pueblo bajo la figura de una escena oto�al. Huestes armadas del norte han invadido el pa�s como un viento fuerte. La sustancia de sus habitantes ha sido arrebatada ante su rapacidad, "como cuando el hombre cosechador recoge el trigo y siega las espigas con su brazo". Con esta diferencia, sin embargo, de que ha sido destruida por la violencia de extra�os, en lugar de ser cosechada para el uso de quienes hab�an labrado la tierra; y la hoz es la espada.

La poblaci�n se ralea, como los �rboles en la parte menguante del a�o. Solo que la ira del hombre, a diferencia de la severidad de la naturaleza, no tiene ning�n prop�sito ben�volo. Las comodidades y las bendiciones de la vida se desvanecen como hojas marchitas. Solo que sin ning�n signo de la experiencia, ser�n reemplazados por un nuevo resorte. Una perspectiva desolada se levanta ante su vista. �Dos o tres bayas en lo alto de la rama superior; cuatro o cinco en sus ramas m�s exteriores fruct�feras.

�La Palabra del Se�or era una� carga �en aquellos d�as, y sinti� su peso sobre su propio coraz�n mientras la sosten�a sobre la cabeza de su pueblo. Se consol� al menos con la idea de que la visitaci�n en s�, si no su advertencia, los llevar�a a una mente m�s fiel ( Isa�as 17:7 ). All� radica en el texto, adem�s de su referencia hist�rica, esta verdad general, que las circunstancias de decadencia y miseria son adecuadas para destetar el coraz�n de sus vanidades.

En el d�a de la adversidad, los hombres "consideran". Y cuando el tiempo y la fortuna han disminuido los placeres del mundo y han arrojado una sombra m�s larga y un tinte m�s p�lido sobre los que quedan, el alma recuerda naturalmente sus porciones m�s verdaderas y duraderas.

1. Para algunos, el cambio se relaciona con sus bienes terrenales y la prosperidad general de sus asuntos.

2. Una segunda clase de disminuciones se refiere a la salud y bienestar corporal.

3. La tercera instancia de disminuci�n a la que se llama nuestra atenci�n, se encuentra en las invasiones de la edad.

4. Un ejemplo m�s de indigencia es cuando los compa�eros y amigos se caen como el follaje del verano, y nos sentimos cada vez m�s despojados. ( NLFrothingham. )

Versículos 7-8

En ese d�a, el hombre mirar� a su Hacedor

Aflicci�n santificada

Somos llevados a considerar los designios de Dios en las aflicciones de su pueblo.

I. RECORDAR SUS CORAZONES ERRORES PARA S� MISMO. �Un hombre mirar� a su Hacedor,

1. Con ojo suplicante, encontrar en �l fuentes de consuelo y una roca de defensa como el mundo no puede proporcionar ( Salmo 123:1 ; Juan 2:1 ).

2. Con ojo arrepentido ( Lucas 22:62 ; Zacar�as 12:10 ).

3. Con ojos confiados y creyentes (cap. 8:17).

4. Con ojos de regocijo ( Romanos 5:11 ; Habacuc 3:18 ).

II. PARA ELEVAR SU ESTIMACI�N DE LA SANTIDAD DEL CAR�CTER DIVINO Y LA RECTITUD DE LAS DIVINAS DISPENSACIONES. "Tendr� respeto al Santo de Israel".

III. PARA SEPARARLOS DE TODAS LAS DEPENDENCIAS PECADORAS E IDOLATRAS. "No mirar�", etc.

IV. PARA ENCANTAR LA MISERICORDIA QUE SE MEZCLA CON LA PRUEBA. Esto parece ...

1. En el grado moderado en que se corrige al pueblo de Dios, en comparaci�n con los juicios finales y exterminadores que caen sobre los malvados. Damasco iba a ser completamente destruido ( Isa�as 17:1 ), pero un remanente deb�a dejarse a Israel ( Isa�as 17:5 ). El pueblo de Dios siempre ve que �l los ha afligido menos de lo que merecen ( Lamentaciones 3:22 ).

2. En los alivios de sus juicios.

3. En la triunfante salida del conjunto. ( S. Thodey. )

Versículos 10-11

Porque te has olvidado del Dios de tu salvaci�n.

Olvido de Dios castigado

I. LA MAGNITUD DEL PECADO AQU� HABLADO. Olvido de Dios.

1. �Qu� es este olvido de Dios? Se ha definido como �tal falta de atenci�n habitual a Su existencia y car�cter, que lleva al individuo bajo su influencia a un modo de pensar, sentir y actuar, que ser�a consistente s�lo en la suposici�n de que no hay Dios, o que Dios es un Ser muy diferente de lo que las Escrituras lo representan �.

2. Es un pecado alarmante. Todo lo que nos rodea est� dise�ado y adaptado para recordarnos a Dios. La Biblia revela el car�cter moral de Dios. Las dispensaciones agudas de la providencia nos recuerdan Su existencia. Los predicadores hacen cumplir sus afirmaciones. Cada s�bado que regresa, con sus contraventanas cerradas, el sonido de la campana de la iglesia y la voz de alabanza de los labios de los piadosos, dice: Adora a Dios. Pero muchos prefieren pensar en cualquier cosa, o en nada, que en Dios.

3. Es un pecado que prevalece terriblemente.

4. Es un pecado ingrato ( Isa�as 1:2 ).

5. Es un pecado sumamente punible. Mucha gente imagina que nadie es pecador sino aquellos que pecan abiertamente. Pero, �qu� pasa con el hombre moral, que cumple con su deber para con sus semejantes, pero que se olvida de Dios?

II. LOS RESULTADOS DE ESTE OLVIDO DE DIOS.

1. Poderes enanos. Los hombres no pueden, si lo desean, estar totalmente inactivos. Si la actividad no se dedica a Dios, se dedicar� al mundo, a "plantar plantas agradables".

2. El conocimiento secular es una planta agradable.

3. La riqueza es una planta agradable.

4. La ambici�n es una planta agradable.

5. La diversi�n es una planta agradable.

6. Observe, pues, el resultado �ltimo de esta conducta. �La mies ser� un mont�n�, etc. Tarde o temprano los hombres cosechan lo que siembran. El pecado y el sufrimiento est�n unidos por una cadena inquebrantable. "Los dioses son justos", dice Shakespeare, "y de nuestros agradables vicios hacen instrumentos para azotarnos". G�latas 6:7.

) Los hombres quebrantan las leyes f�sicas de Dios y sufren en sus cuerpos y circunstancias. Violan sus leyes morales y sobreviene la degradaci�n personal. George Eliot dice: "Eso es lo m�s amargo de todos: llevar el yugo de nuestras propias malas acciones". ( H. becada. )

Maldades de olvidar a Dios

I. EL OLVIDO DE DIOS ES UN MAL QUE DEMASIADO GENERAL PREVALECE ENTRE LOS HOMBRES. El texto no carga tanto con la iniquidad positiva (aunque est� impl�cita) como con el olvido de Dios, lo que supone una locura, porque �l es el Dios de salvaci�n y la Roca de la fuerza. Considere estas relaciones:

1. El Dios de tu salvaci�n.

(1) �l es infinitamente capaz de salvar a Sus criaturas, ya sea que la salvaci�n requerida sea temporal, espiritual o eterna.

(2) Siempre est� dispuesto a salvarlos. Que imperdonable es el maul

�Cu�n criminal es olvidarlo, no tenerle en cuenta!

2. La Roca de tu fortaleza. Aqu� podemos construir, y la tela nunca se agitar�. Aqu� podemos refugiarnos, como en la hendidura de una roca, y ning�n mal prevalecer� contra nosotros. Para que una criatura tan indefensa y d�bil como el hombre tenga tal refugio, tal apoyo y no le preste atenci�n, �cu�n grande es su locura! Pero, �cu�ndo se puede decir que olvidemos y no tengamos en cuenta a Dios? Cuando vivimos sin pensar en �l, sin rezarle, sin buscar Su gloria, sin entregar nuestras almas, cuerpos y todas nuestras preocupaciones en Sus manos.

II. LA ATENCI�N AS� LLEGADA DE DIOS Y SU SERVICIO ES TRANSFERIDA A LOS PLACERES MUNDIALES Y SENSUALES. El alma del hombre en este caso se esfuerza por suplir su falta de felicidad del mundo: "plantar�s, pues, plantas agradables". Infinitamente variados son los objetos de la atenci�n o la cultura de los hombres, pero todos proceden del principio anterior, o m�s bien tienen el mismo fin a la vista. Algunos buscan su placer en aprender, otros en las artes, riquezas, honores, empleos, diversiones.

Pero son "extra�os deslices", no naturales, no dise�ados para responder al prop�sito previsto. Los hijos de los hombres est�n decididos a demostrar lo que el mundo puede hacer por ellos. �En el d�a LAS CONSECUENCIAS DE TAL CONDUCTA. "La cosecha ser� un mont�n", etc. ( J. Walker, DD )

Prosperidad en lo aparente

Estos destellos de sol ocasionales pueden presagiar la tormenta. Dios puede burlarse, Dios puede llevar el becerro al cuchillo por el camino de un pastizal gordo. Por lo tanto, aqu� hay una promesa, pero la promesa es limitada. Tendr�s crecimiento de hongos, ver�s cosas maravillosas en el lapso de un solo d�a; pero �cu�l ser� la cosecha? El significado es que podemos estar encaprichados por las apariencias, por los �xitos inmediatos, por las flores y los extra�os deslizamientos que crecen dentro de la br�jula de un peque�o d�a. ( J. Parker, DD )

La justicia de Dios en su trato con los hombres

Felizmente, este es solo un aspecto del gobierno Divino; tenemos derecho a invertir este texto y decir: Porque te has acordado del Dios de tu salvaci�n, y te has acordado de la Roca de tu fortaleza, tus graneros se llenar�n en abundancia, y tus lagares rebosar�n de vino nuevo. No has negado a Dios el gozo y el servicio de tu coraz�n, y �l no te negar� la m�sica, el rapto y la abundancia de la cosecha. El camino del Se�or es igual. ( J. Parker, DD )

Plantas agradables y extra�os resbalones

Se hicieron todo tipo de cultos sensuales de acuerdo con su inclinaci�n pagana. ( F. Delitzsch. )

El �xito temporal de una alianza malvada

El desliz extranjero se ha disparado como una planta de invernadero, es decir, la alianza se ha convertido r�pidamente en un feliz acuerdo, y tambi�n ha brotado ya una flor, que es el plan com�n dirigido contra Jud�. ( F. Delitzsch. )

Vidas de decepci�n

El mundo est� lleno de personas que se dedican a plantar sus resbalones. Fortunas, casas lujosas, grandes reputaciones, tales son algunos de los deslices; pero qu� decepci�n tiene �xito: "dolor desesperado". El huevo se convierte en se�al de podredumbre; el bello paisaje de un Sahara, del que se ha ido el espejismo; el hermoso globo de colores cambiantes, s�lo una gota de agua y jab�n sucio. Recordamos la historia de Fausto, que se vendi� a Satan�s, pero lleg� el d�a de la siega amarga.

Recordamos el grito de Byron por sus a�os desperdiciados; de Laurence Oliphant, el brillante y vers�til hijo de Piccadilly, que en su variada carrera hab�a probado la vida en muchos de sus aspectos m�s brillantes; de Salom�n, cuyo Eclesiast�s es un largo registro de plantaci�n de deslizamiento. Nada menos que Dios, nuestro Hacedor, puede bastar a las almas que ha creado. Aparte de �l, la vida puede prometer bien al principio, pero el final, inevitablemente, ser� un dolor desesperado. ( PB Meyer, BA )

La cosecha ser� un mont�n

La cosecha del dolor

Un campo de cosecha es un lugar sugerente.

I. A CADA VIDA HAY UNA COSECHA, YA SEA DE ALEGR�A O DE DOLOR. La vida en la tierra es introductoria y probatoria. No es m�s que el tiempo de la semilla para la eternidad. Todas nuestras acciones, palabras, pensamientos tienen relaci�n con el futuro. Dios es nuestro Gobernador moral, as� como nuestro Padre amoroso. Por lo tanto, somos responsables ante �l de la disposici�n de cada momento de nuestra existencia. Al pertenecer a una raza depravada y ca�da, somos necesariamente pecadores; pero esto ha sido previsto.

Para cada vida hay una cosecha. �Cu�ndo? A veces en este mundo. Tanto los justos como los imp�os cosechan en la tierra hasta cierto punto lo que han sembrado. Pero aun as�, es m�s estrictamente cierto que la gran y �ltima cosecha comienza cuando termina la vida en la tierra y comienza la vida en la eternidad. Este gran hecho reviste la vida de una grandeza indescriptible. Cada d�a y cada hora nos preparamos para las realidades de la eternidad. Esto deber�a moderar nuestras expectativas con respecto a la vida presente. Lo que es probatorio es necesariamente incompleto. Por tanto, deber�amos esperar pruebas y decepciones.

II. LA COSECHA DEL DOLOR PUEDE, EN CUALQUIER CASO, SER TRASLADO A UNA GRAN CAUSA: el olvido de Dios. La ruina de las Diez Tribus se remonta a esto ( Isa�as 17:10 ). Jerem�as presenta la misma acusaci�n contra ellos ( Jeremias 2:12 ).

Oseas tambi�n dice ( Oseas 8:14 ): "Porque Israel se olvid� de su Hacedor, y edifica templos". Al principio, parece imposible que alguna vez pudieran haber hecho esto. �No ten�an la historia del gran y agitado pasado? �No sab�an que depend�an de �l para todo lo que disfrutaban? Seguramente, aquellos que ten�an un Dios as� nunca deber�an haberlo olvidado.

El hecho declarado en el texto es de profundo significado. Nos muestra la desesperada maldad del coraz�n humano. Los israelitas estaban tan alejados de Jehov� que actuaron como si �l no existiera. Es as� en todos esos casos. El olvido de Dios siempre conduce a este terrible resultado. Nadie puede olvidarlo impunemente. El olvido de Dios produce en el coraz�n tales sentimientos e induce a los hombres a seguir tal l�nea de conducta, que sus vidas deben ser un fracaso.

Sin embargo, es digno de menci�n que estas personas est�n tan ansiosas por ser felices durante la vida, y al final, como cualquiera de sus semejantes. No se resignan a la desesperaci�n. Al contrario, creen que todo va bien. Sus corazones lat�an de esperanza. Es cierto que no cuentan con la ayuda y la protecci�n de las que disfruta el pueblo del Se�or, pero hacen todo lo que pueden para suplir su lugar. El pueblo de Israel hizo todo lo que pudo para fortalecer su posici�n.

Hicieron una alianza con Siria y pensaron que, con su ayuda, podr�an vencer a sus enemigos. De modo que los hombres de hoy, que se olvidan de Dios, se sirven de los dictados de la prudencia mundana. De d�a hacen que su planta crezca y de tarde hacen que su semilla florezca. Aqu� tenemos una descripci�n conmovedora de la ansiedad y el esfuerzo febril de los hombres que no conocen a Dios.

Podemos plantar plantas agradables, podemos poner extra�os deslices, pero no nos compensar�n por la ausencia de las plantas de justicia. El que se olvida del Dios de su salvaci�n y no tiene en cuenta la Roca de su fuerza, debe estar sin Su favor, y al final debe cosechar una cosecha de dolor y dolor desesperado.

III. LA COSECHA DEL DOLOR INVOLUCRA AL ALMA EN UNA RUINA TOTAL E IRREMEDIABLE. No es un asunto menor, es la p�rdida de todas las cosas o el fracaso de todo esfuerzo, la decepci�n de toda esperanza, la destrucci�n de todo gozo, el desarrollo y la perpetuaci�n de todo dolor. El lenguaje del profeta es muy sorprendente. La idea com�n de la cosecha es la de una naturaleza alegre. Pero aqu� tenemos una idea del car�cter totalmente opuesto.

La cosecha es un mont�n. No hay grano de oro digno de ser alojado en moradas eternas. El alma ve con asombro que todos sus esfuerzos han sido infructuosos y grita: ��Es esto todo? �Mi vida en la tierra no ha producido nada m�s que esto? Y la respuesta es: �Nada m�s; y lo que ha producido s�lo sirve para la quema. " ( HBIngram. )

El amor de Dios en las privaciones de la vida

Solo hay una forma de llegar a algunos hombres. Una vez podr�amos haber apelado a su naturaleza superior; una vez sometidos al placer y la elocuencia de la raz�n; una vez tuvieron una conciencia tierna, sensible, receptiva; ahora est�n espiritualmente muertos, sin conciencia, sin raz�n, sin altruismo; toda la naturaleza ha bajado en volumen y en calidad a una terrible emaciaci�n: �qu� se har�? �Golpea su cosecha! entonces, como las bestias, extra�ar�n su comida.

Dios no se deleita en esto; es la violencia m�s pobre, es el departamento m�s d�bil de Su providencia; pero sabe que es la �nica providencia que algunos hombres pueden comprender. ( J. Parker, DD )

Reclamaci�n por castigo

Dios te devolvi� a la Iglesia a trav�s de la inflamaci�n, la fiebre, la par�lisis, el dolor, la p�rdida, la desolaci�n; regresaste al cementerio. No importa, dijo Dios; cuando os hizo entrar en su casa otra vez, dijo: este hijo m�o estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y es encontrado. Dios se complace en la reclamaci�n, no en el castigo. ( J. Parker, DD )

Versículos 12-14

Ay de la multitud de muchas personas

Un breve triunfo

Estos vers�culos leen la condenaci�n de aquellos que saquean y roban al pueblo de Dios.

Si los sirios e israelitas invaden y saquean a Jud�, si el ej�rcito asirio toma cautivo al pueblo de Dios y deja su pa�s en ruinas, h�gales saber que la ruina ser� su porci�n. Est�n aqu� tra�dos ...

I. TRIUNFAR SOBRE EL PUEBLO DE DIOS. Dependen de sus n�meros. Son muy ruidosos, como el ruido de los mares; Hablan en grande, H�ctor y amenazan.

II. TRIUNFADO POR LOS JUICIOS DE DIOS. Dios puede desanimar a los enemigos de su Iglesia, cuando son m�s valientes y confiados, y disiparlos cuando parecen m�s consolidados. Esto se har� de repente ( Isa�as 17:14 ). ( M. Henry. )

El castigo de los malvados

I. LOS IMPACTANTES CONTRASTES QUE REVELA EL D�A DE VISITAS RESPETANDO LA CONDUCTA Y POSICI�N DE LOS MALOS. El vers�culo 12 nos muestra la vasta y variada hueste en imaginaria seguridad; tenemos una imagen magn�fica de un estado de poder, pompa, vanagloria, confianza en uno mismo; pero antes de llegar al final de Isa�as 17:13 , lo vemos esparcido.

Vemos el mismo contraste en la vida cotidiana; hombres malvados seguros, fuertes, jactanciosos - al momento siguiente completamente abatidos ( Salmo 73:18 ); o, por la proximidad de la muerte, transformados en sujetos de una lamentable desesperaci�n.

II. LA EJECUCI�N RESISTENTE DE LA SENTENCIA DE DOOM.

III. LA VELOCIDAD CON QUE SE EJECUTA LA SENTENCIA DE CONDENACI�N ( Isa�as 17:14 ). Es cierto que el castigo de los malvados a menudo parece demorarse ( Eclesiast�s 8:11 ); pero&mdash

1. El pecado y el castigo son inseparables.

2. Siempre que llega el castigo, es repentino. Tal es el poder cegador y enga�oso del pecado acariciado que su castigo siempre encuentra al pecador sin preparaci�n para recibirlo; siempre es una sorpresa y un shock para �l. Conclusi�n&mdash

(1) Las naciones y los ej�rcitos no pueden evadir con �xito las penas de sus pecados; �Cu�nto menos puede hacerlo el pecador individual!

(2) La certeza del castigo de todo pecado no arrepentido deber�a llevarnos a reflexionar seriamente sobre la actitud que estamos asumiendo ante Dios.

(3) El tema debe llevar al arrepentimiento, pero no a la desesperaci�n ( Salmo 130:7 ). ( W. Manning. )

Versículo 14

He aqu� el problema de la marea de la tarde

La noche

Dios pelea algunas batallas entre la tarde y la ma�ana.

La noche negra es el campo de la guerra. La oscuridad lucha por Dios. La noche es necesaria para algo m�s que descansar. �Cu�n ocupados est�n los �ngeles en los campos de oscuridad! Los hombres son buscados por la noche por el alguacil invisible. �Qui�n cuenta la noche cuando suma su tiempo? Puede que no nos sirva de nada debido a nuestra inconsciencia, pero Dios no duerme. Hablando de los malvados, podemos aplicar la figura de la noche para encontrar en ella terror y miedo, dolor y juicio y muerte; hablando del buen hombre, podemos decir: Seca tus l�grimas, llor�n necio e incr�dulo, o derramarlas con gratitud para librarte de una carga innecesaria; porque el dolor dura s�lo una noche, el gozo llega por la ma�ana: recibe al hu�sped negro, haz lo que puedas por �l, es enviado de Dios para prop�sitos santos; s�lo puede vivir una noche, puedes permitirte ser amable con �l; fue s�lo una noche en una larga vida. (J. Parker, DD )

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Información bibliográfica
Exell, Joseph S. "Comentario sobre "Isaiah 17". El Ilustrador Bíblico. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tbi/isaiah-17.html. 1905-1909. Nueva York.