Bible Commentaries
Isaías 46

El Ilustrador BíblicoEl Ilustrador Bíblico

Versículos 1-4

Bel se inclina

Bel y Nebo

Bel y Nebo son el J�piter y Mercurio del pante�n babil�nico (est�n representados por estos planetas) y eran las deidades supremas en Babilonia en ese momento.

Bel ( Bilu ) es la forma babil�nica del hebreo Ba'al (= se�or), y como esa palabra es un nombre gen�rico aplicable a cualquier deidad. Cuando se usa como nombre propio, generalmente denota Merodach (Marduk), la divinidad tutelar de la ciudad de Babilonia ( Jeremias 50:2 ; Jeremias 51:44 ); aunque hab�a un Bel mayor, de quien se habla como su padre.

La elevaci�n de BelMerodach al lugar principal entre los dioses m�s antiguos, como se registra en el m�tico relato caldeo de la Creaci�n (Tabla 4.1 y sigs.), Es la contraparte legendaria del ascenso adquirido por Babilonia sobre las ciudades m�s antiguas del valle del �ufrates. Nebo (Nabu) era hijo de Merodac; la sede principal de su culto es Borsippa, en las cercan�as de Babilonia. Su nombre, que se supone que proviene de la misma ra�z que el hebreo nabi ', "profeta", parece se�alarlo como el "orador" de los dioses (otro punto de contacto con Mercurio, "el orador principal" - Hechos 14:12 ).

Tambi�n fue considerado el inventor de la escritura. Se cree que la frecuencia con la que los reyes caldeos llevan su nombre (Nabo-polassar, Nabu-chadnezzar, Nabo-nidus) muestra que �l era la deidad patrona de la dinast�a. ( Prof. J. Skinner, DD )

Un contraste: los �dolos y Dios

1. Este es un incidente en la ca�da de Babilonia. Ciro ha irrumpido y la poderosa ciudad est� abierta al ej�rcito persa, exasperado por la larga espera a sus puertas. La sangre de sus nobles ha corrido libremente sobre los suelos de m�rmol de sus palacios; la mayor�a de sus defensores son asesinados. Las mujeres y los ni�os se esconden en los rincones m�s rec�nditos de sus hogares, o llenan las calles de gritos de terror y pedidos de ayuda, mientras huyen de la brutal soldadesca.

Los conflictos finales y m�s sanguinarios han tenido lugar dentro del recinto de los templos de los �dolos; pero todo est� quieto ahora. Los sacerdotes se han derrumbado alrededor de los altares a los que serv�an; su sangre se mezcla con la de sus v�ctimas, y sus espl�ndidas vestiduras se convierten en sus s�banas sinuosas. Y ahora, por las escaleras de m�rmol, pisados ??en d�as m�s felices por los pies de mir�adas de devotos, 10 los soldados llevan los �dolos indefensos.

El severo monote�smo de Persia no tendr�a piedad de los muchos dioses de Babilonia; no hay santuarios de �dolos en la tierra de los adoradores del sol donde puedan encontrar un nicho: pero se llevan como trofeos de la plenitud de la victoria. Est� Bel, cuyo nombre sugiere el de la propia capital. �Cu�n ignominiosamente se entrega desde su pedestal! Y Nebo lo sigue. Las horribles im�genes, profusamente incrustadas con joyas y ricamente adornadas, descienden por los majestuosos escalones, sus portadores riendo y mof�ndose a medida que llegan.

Los dioses reciben poco respeto de sus manos groseras, que solo est�n ansiosas por despojarlos de una joya. Y ahora, al pie de las escaleras, los cargan a lomos de elefantes o los arrojan a los carros tirados por bueyes. En d�as m�s pr�speros fueron llevados con excesiva pompa por las calles de Babilonia, dondequiera que hubiera plaga o enfermedad. Entonces el aire se llen� del sonido de c�mbalos y trompetas, y las calles se llenaron de multitudes que adoraban; pero todo eso est� alterado.

�Las cosas que transportaban se han convertido en carga, carga para la bestia fatigada. Se encorvan, se postran juntos; no pudieron librar la carga, pero ellos mismos fueron en cautiverio �( Isa�as 46:12 , RV). Hasta aqu� los dioses de Babilonia fueron llevados cautivos.

2. Concluyendo este cuadro gr�fico del desconcierto de los dioses de Babilonia, se nos invita a considerar una descripci�n de Jehov�, en la que se destaca en claro relieve lo opuesto a cada uno de estos elementos. Habla a la casa de Jacob y a todo el resto de la casa de Israel, como hijos que hab�a dado a luz desde el nacimiento y llevado desde la m�s tierna infancia. Su Dios no necesitaba ser llevado, �l lo llev�; no necesitaba carruaje, ya que sus brazos eternos hac�an cuna y carruaje a la vez. Tal era lo que hab�a sido, lo ser�a. No cambiar�a. Los llevar�a, incluso hasta los pelos de punta. �l hab�a hecho y soportar�a; s�, �l llevar�a y librar�a.

3. Este contraste es perpetuo. Algunas personas llevan su religi�n; otras personas se dejan llevar por �l. Algunos est�n agobiados por los credos prescritos, rituales, observancias, exacciones, a los que creen estar comprometidos. Otros no han pensado ni se han preocupado por estas cosas. Se han entregado a Dios, y est�n convencidos de que �l los llevar� y los llevar�, como un hombre da a luz a su hijo, en todo el camino que anden, hasta que lleguen al lugar que Dios les ha dicho Deuteronomio 1:31 ; Isa�as 63:9 ). ( FB Meyer, BA )

La infancia y la madurez de Israel

�Desde el vientre� y �desde el regazo� apuntan al tiempo en que la naci�n cuya existencia comenz� con Abraham, marchando desde Egipto, naci�, por as� decirlo, a la luz del mundo; desde ese tiempo ha ca�do como una carga voluntariamente asumida sobre Jehov�, quien la lleva como una nodriza al beb� ( N�meros 11:12 ); como un hombre su hijo ( Deuteronomio 1:31 ); como un �guila su cr�a ( Deuteronomio 32:11 ).

El seneetus y canities en Isa�as 46:4 son evidentemente de la naci�n, pero no como si estuviera en el presente en un estado senil, sino los d�as todav�a futuros y �ltimos de su historia. Hasta ese momento, Jehov� es �l, es decir , el Absoluto, y siempre el mismo (cap. 41: 4). Como lo ha hecho hasta ahora, actuar� en el futuro, soportando y salvando. ( F. Delitzsch, DD )

Vida nacional - sus etapas

La analog�a general entre la vida de los individuos y la de las naciones es suficientemente obvia, y Floro la expresa finamente en su divisi�n de la historia romana en los per�odos de infancia, juventud, madurez y vejez. ( JA Alexander. )

Los �dolos faltaron, pero Jehov� hall� fieles

La confianza de Babilonia est� enterrada entre sus montones de basura, porque sus dioses han ca�do de sus tronos. En cuanto a nosotros, nuestra confianza est� en el Dios vivo, que vive para llevar a sus elegidos.

I. FALSAS CONFIANZAS PASAN.

1. El Se�or ha acabado por completo con los dioses falsos y su adoraci�n. �Bel se inclina�, etc. No s�lo en lo que respecta a Bel y Nebo, sino a muchas deidades paganas, se puede tomar una nota de exultante burla. "Los �dolos �l acabar� por completo".

2. Algo parecido les ha sucedido a los falsos sistemas de ense�anza. Si eres un lector de la historia del pensamiento religioso, sabr�s que han surgido sistemas de filosof�a y religiones filos�ficas, que han sido generalmente aceptados como indiscutibles y han hecho un da�o grave a la religi�n verdadera durante un tiempo; y, sin embargo, se han desvanecido como el espejismo del desierto.

3. Lo mismo ocurrir� con nosotros si confiamos en falsas confidencias de cualquier tipo; como, por ejemplo, nuestras experiencias, logros, servicios o creencias ortodoxas.

II. NUESTRO DIOS ES SIEMPRE LO MISMO. "Incluso hasta tu vejez yo soy �l". �l es siempre el mismo en s� mismo y siempre el mismo para su pueblo.

1. Con raz�n esperamos pruebas entre aqu� y el cielo; y el desgaste normal de la vida, incluso si la vida no se ve empa�ada por una prueba extrema, gradualmente nos desgastar�. �Qu� dice nuestro Dios acerca de los d�as de decadencia y decadencia? �l nos dice: "Yo soy". No se debilitar�. Su ojo no se oscurecer�. Su o�do no estar� pesado.

2. Si la vida nunca fluyera tan suavemente, sin embargo, est�n los r�pidos de la vejez, y las aguas rotas de la enfermedad y la catarata de la enfermedad, y esto es lo que podemos temer; �pero por qu�? �No es seguro que el Se�or no cambia?

3. En el transcurso de los a�os, no solo cambiamos, sino que tambi�n cambian nuestras circunstancias. Si est�s donde debes estar, tu confianza est� en Dios ahora, y tendr�s el mismo Dios entonces, y �l seguir� siendo tu guardi�n y proveedor. Su banco no se quebrar�, ni su tesoro quebrar�.

4. "�Ah!" dices, "pero lo que m�s lamento es la muerte de mis amigos". S�; esa calamidad es un dolor diario para los hombres que est�n entrando en a�os. Pero el Se�or dice: "Yo soy", tanto como para decir: "A ustedes me han dejado, y no les fallar�".

5. Algunos se preocupan m�s de lo necesario por las crisis prof�ticas que est�n amenazadas. Sabemos tan poco del futuro que preocuparnos por �l ser� el colmo de la imprudencia. El Se�or se ocup� del mundo antes de que estuvi�ramos aqu� para ayudarlo, y lo har� igualmente bien cuando nos vayamos. Podemos dejarle la pol�tica, la religi�n, el comercio, la moral y todo lo dem�s. Lo que tenemos que hacer es obedecerle, confiar en �l y regocijarnos en �l.

6. �A�n as�, dice alguien, �hay se�ales de maldad en la Iglesia misma que deben causar una seria aprensi�n a los hombres piadosos�. Pero nunca te desesperes de la Iglesia de Dios, porque de ella es verdad: �Hasta las canas te llevar�; a tu vejez yo soy. " La Cabeza de la Iglesia nunca se altera. Su elecci�n de Su Iglesia no se invierte. Su prop�sito para Su Iglesia no se tambalea. Veremos d�as mejores y tiempos m�s brillantes a�n, si tenemos fe en Dios e importunidad en la oraci�n.

III. MIENTRAS PASAN LAS FALSAS CONFIANZAS, DIOS SIEMPRE SER� EL MISMO. Sus misericordias anteriores nos garantizan misericordias futuras.

1. �l dice: "Yo hice". Es bueno recordar la misericordia de Dios para con nosotros en nuestra formaci�n y en los primeros d�as de nuestro nacimiento e infancia. Pero Dios nos hizo en otro sentido. �l nos hizo nuevos.

2. Luego tambi�n nos dice que nos ha llevado; y si �l nos ha llevado, �l nos llevar� el resto del camino. �Qu� gran cuidado tiene nuestro Dios bondadoso, ya que ninguno de Sus hijos puede correr solo sin Su poder, Su amor, Su gracia!

3. Pr�cticamente, las misericordias de Dios a trav�s de la vida son siempre las mismas. Note dos cosas que siempre est�n aqu�: el mismo Dios y la misma misericordia. No hay nadie m�s aqu� que el Se�or a solas con Su pueblo. T� y tu Dios; y no eres m�s que un pobrecito al que hay que cargar. El gran "yo" de Dios, y solo eso, llena todo el espacio. ( CH Spurgeon .)

Versículo 4

Y hasta tu vejez yo soy El

El mejor soporte en fragilidad

Nada puede exhibir el car�cter de Dios desde un punto de vista m�s amable que las representaciones que las Escrituras nos dan de su conducta hacia la juventud y la vejez.

La juventud es ardiente, irreflexiva y presuntuosa. Pero Dios les dice: �No me clamar�s desde ahora: Padre m�o, t� eres el gu�a de mi juventud? La vejez necesita un consolador. Dios dice en el texto: "Incluso hasta tu vejez", etc.

I. LA GRACIOSA SEGURIDAD QUE DIOS ENTREGA AQU� A SUS SANTOS ENVEJECIDOS.

1. La presencia continua de Dios con ellos. Quedan pocos de los compa�eros de sus primeros d�as. Pero el Gu�a de su juventud vive para ser el compa�ero de su edad.

2. Implica un afecto incesante. Los ancianos est�n dispuestos a quejarse, y en muchos casos con la verdad, de que los familiares y amigos son fr�os con ellos y est�n cansados ??de ellos. Temen que sus debilidades morales provoquen la ira de su Padre celestial. Pero Dios, habiendo amado a los suyos que est�n en el mundo, los amar� hasta el fin.

3. La promesa asegura a los santos de edad avanzada las m�s amables muestras de cari�o de su Dios y Padre. �l los llevar� en Sus brazos como los padres lo hacen con el ni�o por cuyo bienestar ella se preocupa m�s.

4. Esta promesa asegura a los creyentes de edad avanzada un apoyo eficaz. Varias son las cargas que los ancianos tienen que soportar, y diversas son las tareas que deben realizar y para las que no tienen fuerzas. En la juventud, los santos tienden a errar por el lado de la presunci�n, y en la vejez, por el desaliento. Pero la gracia de Dios puede fortalecer la espalda inclinada y vigorizar el esp�ritu desfallecido.

5. Les asegura su paciencia e indulgencia. Esto puede insinuarse en la frase: "Yo soportar�". Los hombres est�n m�s dispuestos a soportar a los j�venes que a los viejos. �l te corregir� por las fallas de la edad para asegurar su enmienda y para hacer de tu declive un esp�cimen m�s feliz de la belleza y el poder de la religi�n; pero ser� con mano suave. Cavar� alrededor del �rbol viejo y lo podar� para que todav�a d� fruto.

6. El texto contiene una promesa de liberaci�n completa. Muchas son las aflicciones y tentaciones de la vejez, pero de todas ellas el Se�or las libra. La vida humana es como un monte. Su lado soleado lo escalamos en la ni�ez y la juventud; en la mediana edad holgazaneamos un rato en su cumbre; en la vejez descendemos por su lado oscuro, ya sus pies se encuentra el valle de sombra de muerte. El bast�n que sostuvo tu decrepitud te ayudar� en tu agon�a agonizante; la vara que ech� a los enemigos de tu camino los atemorizar� de tu almohada; s�, el Consolador de tu �poca te llevar� consigo, para que en �l encuentres la bienaventuranza de la eternidad.

II. LOS FUNDAMENTOS DE LA CONFIANZA EN ESTAS PROMESAS, que Dios har� todo esto a su pueblo anciano.

1. Dios ha hecho. Su bondad creadora se emplea con frecuencia en las Escrituras como un est�mulo para esperar en su cuidado protector (cap. 43: 1, 2). Adem�s, eres hechura suya, creado de nuevo en Cristo Jes�s para buenas obras.

2. El car�cter de Aquel que hace la promesa la confirma. �Cu�l es la raz�n por la que la palabra "yo" se repite cinco veces en este vers�culo? Es para se�alar el placer que siente Dios al hacer promesas de misericordia a su pueblo anciano, y fijar su punto de vista en el Autor de ellas, para que puedan confiar m�s plenamente en su cumplimiento. Las mayores promesas, si las hacen quienes carecen de poder para cumplirlas, suscitan desprecio; o, si son hechos por personas cuya integridad es cuestionable, se piensa en las angustias tortuosas de la sospecha, en lugar de las comodidades de la esperanza; pero en Dios lo vemos todo para hacer que la desconfianza parezca necia y criminal, y para producir una fe firme y triunfante.

Conclusi�n&mdash

1. Este tema est� admirablemente adaptado para guiar a los ancianos a sus deberes adecuados. Deber�a llevarlos a amar a Dios con todo su coraz�n y fuerzas. El reflejo, soy pobre y necesitado, pero el Se�or piensa en m�, est� poderosamente adaptado para derretir el coraz�n. Sus capacidades de servicio son m�s limitadas que antes; pero esta consideraci�n deber�a hacerlos m�s celosos en la santa mejora de ellos. Deja que te ense�e a tener paciencia. Deja que te ense�e a ser alegre. No se canse de una temporada as� marcada por la piedad y el cuidado divinos.

2. Que imitemos en la medida de lo posible la conducta de Dios hacia los ancianos. No dejes que tu mirada hacia ellos se enfr�e, aunque puedas percibir en ellos enfermedades cada vez mayores. Dales todo el testimonio adecuado de tu bondad.

3. Consideren los transgresores ancianos que ninguno de estos consuelos es suyo y que se excluyen de ellos por su temperamento y conducta. ( H. Belfrage, DD )

El santo anciano consol�

I. �QU� HA HECHO DIOS POR USTED YA? "He hecho." Esto lo acerca mucho. Otros nos han reclamado como ni�os; y pronto aprendimos a decir, mi padre. Pero a ellos se lo debemos subordinada e instrumentalmente: a �l se lo debemos suprema y eficientemente. Eran "padres de nuestra carne", pero �l es "el Padre de nuestro esp�ritu". Pero hay otra operaci�n superior de la que habla la Escritura.

�Yo form� a este pueblo para m�; ellos manifestar�n mi alabanza �. "Somos hechura suya, creados en Cristo Jes�s para buenas obras". Como sujetos de Su gracia, se sientan las bases para la eterna confianza y gozo en �l.

II. LO QUE DIOS HAR�.

1. �l llevar�. Esto implica algo m�s que guiar y liderar. Supone desamparo de su parte; y tierno apoyo y asistencia en los suyos. Dios tiene una familia numerosa; pero, como observa el obispo Hall, ninguno de sus hijos puede ir solo. Sin embargo, no se les deja perecer en su debilidad.

2. �l entregar�. Esto implica que est�n expuestos a peligros; pero que no se conviertan en presa. Los libra de la angustia. En problemas. Por problemas.

III. PERO, �CU�NTO TIEMPO SE EXTIENDER�N SU TERNURA Y SU CUIDADO? �A la vejez; a las canas ". Este es un per�odo en el que un hombre se ve privado de muchos de sus parientes y amigos; es contemplado por una nueva generaci�n; siente mil enfermedades, angustias y angustias; y se reduce a la dependencia de quienes lo rodean.

1. La promesa no supone necesariamente que alcanzar� este per�odo. El significado es que, si llega a este per�odo, no debe tenerle miedo; �l estar� contigo y ser� "una ayuda muy presente en los problemas".

2. Solo se dice que estar� contigo "hasta la vejez y hasta las canas". �l estar� contigo durante todo �los meses de vanidad y las noches fatigosas que te designaron�; �l estar� contigo incluso cuando "tu coraz�n y tu carne te falten". Esto est� impl�cito. Pero no era necesario mencionarlo, la vejez y la muerte est�n tan cerca una de la otra, se tocan. Este tema muestra:

(1) La paciencia de Dios. �Cu�ntas provocaciones ha tenido que soportar de su parte en el transcurso de sesenta, setenta, ochenta a�os!

(2) Aliento para los que descienden al valle de los a�os. Las dudas pueden asaltar la mente de un creyente hasta el final. Pero sed de buen consuelo, ancianos siervos de Dios. No te echar� al aire libre ahora que tu trabajo ha terminado. Tu salvaci�n est� m�s cerca que cuando cre�as.

(3) �Qu� le dir� al pecador canoso?

(4) � Qu� motivo hay aqu� para inducirnos a todos a convertirnos en seguidores del Se�or! ( W. Jay. )

El Dios de los ancianos

I. LA DOCTRINA DEL TEXTO Sostengo que es la constancia del amor de Dios, su perpetuidad y su naturaleza inmutable. Dios declara que no es simplemente el Dios del joven santo; que no es simplemente el Dios del santo de mediana edad, sino que es el Dios de los santos en todas sus edades, desde la cuna hasta la tumba. La doctrina, entonces, es doble: que Dios mismo es el mismo, cualquiera que sea nuestra �poca; y que los tratos de Dios hacia nosotros, tanto en la providencia como en la gracia, no han cambiado.

II. Pero ahora llegamos a nuestro tema real, que es considerar EL TIEMPO DE LA VEJEZ COMO UN PERIODO ESPECIAL, y marcar, por lo tanto, la constancia del amor Divino: que Dios lleva y socorre a Sus siervos en sus �ltimos a�os.

1. La vejez es una �poca de memoria peculiar.

2. Tambi�n el anciano tiene esperanzas peculiares. Tiene pocas esperanzas en el futuro de este mundo. Pero �l tiene una esperanza, y es la misma que ten�a cuando confi� en Cristo por primera vez. �Cu�l es el fundamento de tu esperanza? �No es lo mismo que te anim� cuando te uniste por primera vez a la Iglesia cristiana? Entonces dijiste: "Mi esperanza est� en la sangre de Jesucristo". Y el objeto o fin de la esperanza, �no es el mismo? �Y no es igual el gozo de esa esperanza?

3. La vejez es una �poca de especial solicitud. Un anciano no se preocupa por muchas cosas, como nosotros; porque no tiene tantas cosas de las que preocuparse. No tiene las preocupaciones de empezar un negocio, como antes. No tiene hijos para emprender un negocio. Pero su solicitud ha aumentado un poco en otra direcci�n.

(1) Tiene m�s solicitud por su cuerpo de lo que alguna vez tuvo. Incluso sus dolores corporales no son m�s que pruebas de Su amor, porque �l est� derribando su vieja vivienda, palo a palo, y la est� construyendo de nuevo en mundos m�s brillantes, para nunca m�s ser derribada.

(2) Y hay otra solicitud: un fallo tanto de la mente como del cuerpo. Dios es el mismo: su bondad no depende de su memoria; la dulzura de su gracia no depende de su paladar.

(3) Pero la principal preocupaci�n de la vejez es la muerte. La fidelidad de Dios es la misma; porque si est� m�s cerca de la muerte, tiene la dulce satisfacci�n de estar m�s cerca del cielo; y si tiene m�s necesidad de examinarse a s� mismo que nunca, tambi�n tiene m�s pruebas para examinarse a s� mismo.

4. La vejez tiene su bendici�n peculiar. El anciano tiene una buena experiencia de la que hablar. Tiene una comuni�n peculiar con Cristo. Hay comuniones peculiares, aperturas peculiares de las puertas del para�so, visiones peculiares de gloria, justo cuando te acercas a �l.

5. El santo anciano tiene deberes peculiares.

(1) Testimonio.

(2) Consolar al joven creyente.

(3) Advertencia.

Solicitud&mdash

1. Qu� pensamiento tan precioso, hombres y mujeres j�venes, est� contenido en este texto. Quiere una inversi�n segura; aqu� hay una inversi�n lo suficientemente segura. Joven, la religi�n de Dios durar� todo el tiempo que t� quieras; Nunca podr�s agotar sus comodidades en toda tu vida.

2. Hombres de mediana edad, est�n sumergidos en medio de los negocios y, a veces, est�n suponiendo lo que ser� de ustedes en su vejez. Pero, �hay alguna promesa de Dios para ti cuando supones que ser� ma�ana? Escuche lo que dice David: �Era joven y ahora soy viejo; pero no he visto al justo abandonado, ni a su descendencia mendigando pan �.

3. Venerables padres en la fe y madres en Israel, tomen estas palabras para su alegr�a. No dejes que los j�venes te sorprendan complaci�ndote en la melancol�a, sentado en el rinc�n de tu chimenea, refunfu�ando y gru�endo, sino anda alegres y felices, y pensar�n cu�n bendecido es ser cristiano. ( CHSpurgeon. )

Dios siempre con su pueblo

Cuando comenzamos con el Alfa de la ortograf�a de nuestra vida, lo encontramos bueno; y cuando llegamos a la Omega, y pronunciamos d�bilmente la �ltima letra de vida, sabemos a�n mejor cu�n bondadoso es �l. ( CH Spurgeon. )

La presencia de Dios con los ancianos

Recuerdo, cuando era un muchacho, di un largo paseo desde el lugar donde trabajaba, un s�bado por la noche a �ltima hora, hasta la casa de mi padre; y durante todo el camino a lo largo de ese paseo la noche aument� a mi alrededor, la oscuridad se hizo m�s y m�s densa. Sab�a que justo antes de llegar a casa deb�a atravesar lo que para m� era el bosque m�s oscuro y espeso que jam�s haya existido. Era l�gubre incluso a mediod�a. Y recuerdo que estaba tanteando mi camino a trav�s de ese denso bosque, cuando de repente mi coraz�n salt� a mi boca, y en el mismo instante casi todos mis miedos se desvanecieron.

Porque una gran y fuerte voz son� a trav�s de cada madera de la madera: "�Vienes, Johnny?" �Era mi padre que ven�a a recibirme! Oh, la noche se volvi� casi clara a mi alrededor. Casi pod�a imaginar que vi la silueta de un hombre grande y fuerte destellar en la oscuridad; tan v�vida era la impresi�n, no solo en el o�do, sino tambi�n en la imaginaci�n. Entonces toda la oscuridad se hizo o�r con el estr�pito de su voz.

Algunos de ustedes est�n en la oscuridad. Se est� haciendo tarde, hermano. Est� oscureciendo, es tarde y es solitario, y ahora no hay mucha gente que camine por tu camino. Hubo un tiempo en que el camino se llen� de amigos. Eres como quien se sienta hasta bien entrada la noche y ve apagarse una a una las luces de las casas de los vecinos, mientras la oscuridad y el silencio se hacen m�s profundos a su alrededor. Pero de repente, de repente, en esta oscuridad y soledad, resuena la voz de Dios: �Estoy aqu�; no tem�is; nunca m�s cerca que ahora, en tus canas y vejez ". ( J. M'Neill. )

La recompensa de la consagraci�n a Dios de por vida

En nuestros grandes hospitales navales y militares, solo aquellos veteranos canosos que han peleado la batalla en la juventud y la madurez, pueden ser recibidos como pensionistas internos. Es un servicio largo y dedicado que es el pasaporte para la admisi�n all�. Los reclusos llevan sobre ellos las marcas de la lucha: el miembro mutilado o la cicatriz de la batalla, o las medallas que cuelgan de su pecho, el recuerdo de hechos valientes y heroicos.

Trabajemos mientras se llama hoy. Demos a Dios, no las migajas que caen de la mesa de la vida, sino lo mejor de la fiesta; no la hora de la tarde de cansancio y sue�o, sino la de la ma�ana de la energ�a activa; no las pocas bayas de invierno perdidas que quedan en la copa del olivo, sino los frutos maduros y abundantes de oto�o. ( JR Macduff, DD )

Vejez con y sin Dios

La vejez sin Dios: �es la imagen de la queja, el descontento, la irritaci�n, la tristeza! Vejez con Dios: es amor, gozo, paz, mansedumbre, bondad. La vejez sin Dios - se describe gr�ficamente, en este cap�tulo, como el vuelco de todo orgullo y gloria mundanos - "Bel se inclina, Nebo se inclina"; es el expolio del templo terrenal, el saqueo de todo lo que ministr� la ef�mera felicidad de la tierra.

La vejez con Dios - puede estar con el profeta, incluso en medio de la cat�strofe, la ruina y la muerte, reclamando como propias las palabras de apoyo: �Incluso hasta tu vejez yo soy�, etc. ( JRMacduff, DD )

He hecho y soportar�

Creando y llevando

I. Las dos ideas de crear y llevar se juntan, y de tal manera que muestran que est�n relacionadas: que EN EL HECHO DE DIOS, EL CREADOR MIENTE ENCARGADO EL HECHO DE DIOS REDENTOR. No debemos permitir que el hecho de la redenci�n, por maravilloso que sea, eche el hecho de la creaci�n a un segundo plano; porque los dos est�n inseparablemente vinculados. La redenci�n, en un sentido, surge de la creaci�n. Debido a que Dios hizo al hombre a Su propia imagen, est� decidido a restaurarlo a esa imagen.

Porque Dios nos hizo, Dios nos ama, nos educa, nos soporta, sigue la carrera en la l�nea de su infinita paciencia, nos ministra con ayuda y simpat�a, est� cargado con nuestra perversidad y ceguera, s�, desciende en persona. en la esfera de nuestra humanidad y toma su terrible carga de pecado, tristeza, dolor y muerte sobre S� mismo. En todo lo que uno hace tiene un inter�s peculiar. El joven artista sabe que su primer cuadro no tiene ninguna posibilidad en comparaci�n con las obras de sus maestros y, sin embargo, ese lienzo es para �l m�s que un Rafael o un Rembrandt.

El amor parece prosperar en el defecto. La idea se desarrolla en el peque�o poema de Wordsworth, "El ni�o idiota". Y el mismo hecho se aplica desde el punto de vista moral. El amor de los padres no est� condicionado a la bondad de un ni�o. Todo esto es bastante familiar. �Tenemos miedo de llevar la verdad m�s arriba, hasta Dios? �Somos de los que dicen que Dios debe ser justo y misericordioso, como si la misericordia no fuera uno de sus atributos esenciales al igual que la justicia? �Por qu� el "deber" debe ser v�lido en un caso m�s que en el otro? Todo lo que est� incluido en la palabra �oso� est� pr�cticamente comprometido con nosotros en el hecho de la creaci�n.

Una de las razones por las que tomamos tan lentamente la idea de que Dios nos lleva o nos lleva, es porque la divorciamos del hecho de que �l nos cre�; y tomamos el rumbo simplemente como una concesi�n, olvidando que Dios el Redentor est� ligado a Dios el Creador. Lo encuentras en el Nuevo Testamento. Tomemos la par�bola del hijo pr�digo. �Qu� hay en el fondo de toda la historia sino esta verdad de la filiaci�n? Es lo que define la medida del pecado del hijo pr�digo.

Eso tambi�n define el anhelo del padre y la alegr�a por el hijo que regresa, el perd�n gratuito y la fiesta. Dios est� bajo el estr�s del instinto paterno de tomar nuestras enfermedades y soportar nuestras dolencias, y se rinde a ellas, se entrega a ellas en Su propia medida Divina. No estoy diciendo nada que sirva para mitigar la maldad esencial del pecado, o el odio de Dios hacia �l, o para negar el hecho de que Dios lo castiga.

Incluso la paternidad tiene limitaciones. Dios no puede restaurar a su hijo descarriado sin condiciones. Simplemente perdonar el pasado no es suficiente. Dios apunta al establecimiento perfecto de la relaci�n filial, y eso no puede ser sin un coraz�n filial en el hijo y la obediencia alegre del hijo. Si el hijo pr�digo no hubiera regresado arrepentido, no habr�a tenido la t�nica y el anillo.

II. ALGUNOS DE LOS ASPECTOS BAJO LOS CUALES SE MANIFIESTA ESTA VERDAD DEL RODAMIENTO DE DIOS.

1. Aparece como una cuesti�n de tolerancia. Est� perfectamente claro en la Biblia que el amor de Dios por sus hijos lo hace soportar pacientemente sus debilidades y errores. Cuando un escultor entusiasta ha concebido una vez la idea de una estatua, no se siente intimidado por la dureza de la piedra ni por los defectos en la veta. Est� empe�ado en llevar a cabo su preciado ideal. Cuanto mayores son las dificultades, m�s se exigen sus energ�as.

�Debemos suponer que Dios concibe un prop�sito con menos agudeza o lo lleva a cabo con menos intensidad que un hombre? Esta idea de llevar est� en la ra�z de la doctrina de la expiaci�n de Cristo. La verdad tambi�n se manifiesta de forma experimental en la vida cristiana de cada uno de nosotros. Cada uno, si es honesto consigo mismo, sabe que Dios ha tenido mucho que soportar con �l, y sabe tambi�n con qu� paciencia Dios lo ha soportado: y cada uno de nosotros ha experimentado la influencia de Dios en el sentido del amor compasivo. y amabilidad.

�Cu�ntos de nosotros sabemos por experiencia m�s bendita lo que es tener un gran Sumo Sacerdote conmovido por el sentimiento de nuestras debilidades? �Cu�ntos de nosotros hemos sabido lo que era que �l llevara nuestra pesada carga por nosotros? y por lo tanto, en el camino que tenemos ante nosotros, �no podemos confiar en mayor medida en el amor de Aquel que nos hizo soportarnos? Dios no hace nada en vano. Cuando hizo al hombre a Su propia imagen, no lo hizo para complacer un capricho, o simplemente por el desenfreno del poder.

Lo hizo con un prop�sito solemne, terrible y glorioso sobre el cual tom� el cielo en consejo: y est�n seguros de que cumplir� ese prop�sito, que su paciencia no fallar�, que el que hizo, soportar� hasta que haya perfeccionado su trabaja.

2. Y mientras tanto, no olvidemos la lecci�n de Su porte cuando nos habla del deber. No presumamos de ello. ( Sr. Vincent, DD )

Dios nuestro portador de cargas

I. LAS CARGAS POR LAS CUALES DIOS SE HACE RESPONSABLE. La vida de la mayor�a de nosotros tiene un gran peso. Comenzamos nuestra carrera sin trabas, pero los a�os que han pasado han a�adido cargas y responsabilidades. Est� la carga de la existencia. Del pecado. De responsabilidad por los dem�s. De nuestra vida-obra. En todas estas cosas estamos condenados a ser solitarios. Cada alma humana debe llevar su propia carga. Somos un peso muerto; pero no le importa nada.

II. LA RAZ�N POR LA QUE DIOS ASUME ESTA RESPONSABILIDAD. "He hecho y soportar�". Cuando un padre ve su propia naturaleza maligna reaparecer en su hijo, lejos de dejar a ese hijo a un lado y citar sus faltas como razones para repudiarlo, se acerca a �l, lleno de una gran compasi�n, y murmura: �Yo he hecho, y lo soportar�. " Cuando un hombre ha suscitado en otro un amor que nunca descansar� hasta que se haya anidado en su coraz�n, aunque surjan consideraciones que hagan cuestionable si ha sido sabio, sin embargo, al considerar la grandeza del amor que ha evocado , se dice a s� mismo, �Yo hice y soportar�.

�Cuando un ministro cristiano se ha reunido a su alrededor una gran congregaci�n, y muchos se han convertido del mundo, mientras mira a los que lo consideran capit�n o padre, se dice a s� mismo, cuando las voces lo convocan a otra parte, a menos que alguna consideraci�n dominante se le presiona: "Yo hice y soportar�". Ahora ascienda, con la ayuda de estas reflexiones, a la naturaleza Divina, que no est� por encima de consideraciones similares.

�l nos hizo y nos form�; �l ha implantado en nosotros apetitos que s�lo �l puede satisfacer; Nos ha colocado en circunstancias de inusitada dificultad y nos ha confiado un trabajo de ins�lita importancia; �l nos ha encomendado el puesto del deber que nos exige al m�ximo: y debido a que �l ha hecho todo esto, �l es responsable de todo lo que se necesita para el cumplimiento de Sus prop�sitos.

III. LA CONSOLACI�N QUE SURJA DE ESTAS CONSIDERACIONES.

1. En horas de angustia por un pecado reciente. El pecado es nuestro. Y, sin embargo, desde la profundidad de la conciencia del pecado hay un llamado a Dios. �l cre�, nos permiti� nacer como miembros de una raza pecadora. �l sab�a todo lo que deber�amos ser, antes de poner Su coraz�n sobre nosotros y hacernos suyos. �No podemos pedirle que nos acompa�e a quienes hizo, redimi� y tom� para que fueran sus hijos por adopci�n y gracia? �Y no responder� �l: "Yo hice y soportar�"?

2. En momentos de gran ansiedad.

3. En d�as de angustiosos presagios. ( FB Meyer, BA )

Religi�n falsa y verdadera - llevada o llevada

Para un hombre, la forma en que concibe su religi�n es muy importante, ya sea como algo que debe llevar o como algo que lo llevar�. Tenemos muchas idolatr�as y f�bricas de �dolos entre nosotros. Esta divisi�n es permanente en la humanidad: entre los hombres que intentan llevar su religi�n y los hombres que permiten que Dios los lleve. Veamos c�mo lleva Dios.

1. El primer requisito para una vida estable y optimista es la tierra y la fidelidad de la ley. Lo que nos env�a con cuerpos erguidos y paso r�pido y firme, es la sensaci�n de que la superficie de la tierra es segura, que la gravitaci�n no fallar�, que nuestros ojos y el roce de nuestros pies y nuestro juicio de la distancia no nos enga�an. Ahora, lo que el cuerpo necesita para su mundo, el alma lo necesita para el de ella. Para su porte y su porte en la vida, el alma requiere la seguridad de que las leyes morales del universo son como la conciencia se las ha interpretado y seguir�n siendo como en la experiencia las ha encontrado.

A este requisito del alma, Dios le da su seguridad: "Yo hice y soportar�". Estas palabras fueron una respuesta a un instinto, el instinto que brota del pensamiento: �Bueno, aqu� estoy, no soy responsable de estar aqu�, sino que lo ha puesto otra persona, y la responsabilidad de la vida, que es demasiado grande para m�. , es su." La Palabra de Dios viene a �l para decirle que su instinto es seguro.

2. La angustia m�s terrible del coraz�n, sin embargo, es que lleva algo que puede sacudir a un hombre incluso en ese terreno. La roca m�s firme no sirve para el paral�tico ni para un hombre con una pierna rota. Y el universo moral m�s firme, y el gobernador moral m�s justo, no es un consuelo, sino todo lo contrario, para el hombre con mala conciencia, ya sea que esa conciencia se deba a la culpa o al h�bito del pecado.

La conciencia susurra: �Ciertamente Dios te hizo, pero �y si te deshiciste a ti mismo? Dios reina; las leyes de la vida son justas; la creaci�n se dirige a la paz. Pero eres un forajido de este universo, ca�do de Dios por tu propia voluntad. Debes soportar tu propia culpa, soportar tus h�bitos contra�dos voluntariamente. �C�mo puedes creer que Dios, en este hermoso mundo, te sostendr�a, una cosa tan in�til, sucia e infectada? Sin embargo, aqu�, de acuerdo con Su bendita Palabra, Dios desciende para llevar a los hombres.

La cosa es la carga m�s real del hombre, y la carga m�s real del hombre es la que Dios se inclina m�s a llevar (cap. 53: 4, 11). Dios ha hecho de este pecado y nuestra culpa Su especial cuidado y angustia. No podemos sentirlo m�s que �l.

3. Pero este Evangelio del amor de Dios que lleva nuestros pecados no le sirve a un hombre a menos que vaya con otro: que Dios lo soporta para la victoria sobre la tentaci�n, para alcanzar la santidad. Dios nunca concede perd�n a un hombre, sino para liberarlo para el esfuerzo y para obligarlo a cumplir su deber. �l nos soporta mejor y por m�s tiempo al ser el esp�ritu y el alma y la vida de nuestra vida. El Se�or y los suyos son uno.

4. Dios no lleva muertos. Su porte no es mec�nico, sino natural; no desde abajo, sino desde dentro. No te atrevas a ser pasivo en el carruaje de Dios. Una vez m�s, Dios soporta, y no domina, usando a un hombre no como un hombre usa un palo, sino como un alma usa un cuerpo, informando, inspirando, recreando sus facultades naturales. Muchos desconf�an de la religi�n, como si fuera a dominar su originalidad.

Pero Dios no va a deshacer Su obra por gracia por naturaleza. �Yo hice y soportar� - soportar� lo que hice. Si ese es el comportamiento de Dios, �qu� equivocados est�n aquellos que, en lugar de pedirle a Dios que los lleve, est�n m�s ansiosos por saber c�mo �l y Su religi�n deben ser sostenidos por su consistencia o esfuerzos! ( Prof. GA Smith, DD )

Versículo 5

�A qui�n me comparar�is?

Los �dolos no pueden representar a Dios

Los jud�os podr�an haber alegado que no serv�an a los dioses falsos de los gentiles, sino al Dios de Israel; y que usaban im�genes cuando lo adoraban solo para tener ante sus ojos, como otras naciones, alg�n objeto hermoso. Esta idea enga�osa es reprobada aqu�; y se les ense�� que no hay semejanza ni igualdad entre el Dios verdadero y estas tontas similitudes fingidas hechas de �l por manos de hombres. ( R. Macculloch. )

Dios incomprensible por mera raz�n

Dios afirma una diferencia inconmensurable entre �l y todos los seres creados.

1. Distinguimos al Creador de toda criatura declar�ndolo autoexistente. No hay forma de explicar el origen de todo excepto suponiendo algo que nunca tuvo origen. Nada podr�a haber comenzado a ser a menos que hubiera habido algo que nunca comenz� a ser. Aqu� est� la gran distinci�n entre el Creador y la criatura: el ser de uno es subvivido y el del otro derivado.

La existencia de todas las criaturas es una existencia dependiente; ha sido impartido por otro y puede ser retirado por ese otro. La existencia del Creador es una existencia necesaria, totalmente independiente, que no debe a nadie para el comienzo y que no depende de nadie para que contin�e. Es por Su nombre Jehov�, ese nombre que respira autoexistencia, que Dios se proclama inescrutable e inimaginable.

2. Aprendemos de esto la vanidad de todos los intentos de explicar o ilustrar la Trinidad en Unidad. Si pudi�ramos producir ejemplos exactos de la uni�n de tres en uno, no tendr�amos derecho a se�alarlo como algo paralelo a la uni�n de la Deidad. Debemos saber de antemano que lo creado no puede proporcionar una delineaci�n de lo increado; de modo que muestra un olvido de la autoexistencia de Dios al buscar Su semejanza en lo que �l ha llamado a la existencia.

�l muestra mejor el funcionamiento de un juicio sano y un intelecto maduro que, en un asunto como la doctrina de la Trinidad, se somete a las revelaciones de la revelaci�n y la recibe con la autoridad de Dios, aunque no puede explicarlo a trav�s de ning�n razonamiento de su propia. La doctrina de la Trinidad est� por encima de la raz�n, pero no contra la raz�n.

3. Considere la importancia suprema de la doctrina de la Trinidad. La doctrina de la Trinidad est� tan ligada a todo el cristianismo, que pensar en eliminarla y, sin embargo, en preservar la religi�n es pensar en quitar del cuerpo todos sus tendones y sus huesos, y sin embargo dejarle toda su simetr�a y su fuerza. Todo se derrumba si destruyes esta doctrina. La manera breve pero irresistible de probar que la doctrina de la Trinidad es en el sentido m�s amplio una doctrina pr�ctica es recordarle que si esta doctrina es falsa, Jesucristo no es m�s que un hombre y el Esp�ritu Santo no es m�s que un principio o calidad.

Eliminar la doctrina de la Trinidad es eliminar todo lo que es peculiar del cristianismo, reducir la religi�n a un sistema de moral m�s elevada y sanciones m�s fuertes que el mundo antes pose�do; pero, sin embargo, no tiene nada que merezca el nombre de Evangelio, porque no contiene noticias de una expiaci�n por el pecado . ( H. Melvill, BD )

Versículos 9-11

Recuerda las cosas pasadas de anta�o

Los prop�sitos de Dios

I. Cuando llegamos a mirar LOS PROP�SITOS DE DIOS, no debemos dejarnos enga�ar por las palabras. La palabra �prop�sito�, para nosotros, supone varias cosas, que nada tienen que ver con el mismo t�rmino cuando se aplica a Dios. Con Dios, no hay ignorancia previa a la formaci�n de Sus prop�sitos; ninguna nueva luz arrojada sobre las circunstancias, de las cuales surge Su prop�sito; ning�n per�odo en Su pasada eternidad, cuando Sus prop�sitos no fueron formados; no consultar ni consigo mismo ni con los dem�s en cuanto a su formaci�n.

Quiz�s est� listo para decir, si vamos a ver el prop�sito de Dios de esta manera, no es un prop�sito en absoluto, en el sentido en que usamos el t�rmino. Y ciertamente no lo es, como percibir�. Acomodamos el lenguaje humano a las infinitas caracter�sticas de la naturaleza Divina; pero debemos hacerlo con precauci�n, y debemos tener cuidado con la medida de idea que asociamos con nuestros t�rminos comunes, cuando los aplicamos a Dios.

Si no, seremos enga�ados en las conclusiones que saquemos y las doctrinas en las que creemos. Si el prop�sito de Dios ha de ser visto como realmente es, lo consideramos simplemente esto: el conocimiento previo de Dios de todo lo que ha de suceder, junto con la operaci�n de Su influencia sobre ese conocimiento previo, en relaci�n con esas cosas. Su presciencia no tuvo principio; Su resoluci�n, en cuanto a lo que iba a hacer, no pod�a tener comienzo.

Desde el momento en que lo previ�, lo resolvi� o se propuso. Tal parece ser el significado de la palabra "prop�sito" aplicada a Dios. Si se dijera: "Esta es una visi�n del 'prop�sito' completamente ajena a la visi�n que tomamos de ella", lo concedemos. �Pero por qu�? Porque la naturaleza de Dios es completamente ajena a la nuestra. La nuestra es una naturaleza finita y limitada en s� misma; El suyo es infinito e ilimitado.

II. LA APLICACI�N DEL PROP�SITO DE DIOS EN REFERENCIA AL HOMBRE.

1. �Debemos considerar que los prop�sitos de Dios involucran en ellos la acusaci�n de originar inmoralidad y pecado? �Se propuso Dios que el hombre fuera pecador? Si sus prop�sitos deben ser tomados y explicados, como nosotros tomamos y explicamos los nuestros, entonces este fue el caso. Si �l previ� que el hombre caer�a antes que �l lo hizo, pero no hab�a determinado si deb�a permitir esto o no, y luego lo permiti�, deber�amos decir que el prop�sito de Dios implica en �l una parte al menos de la culpa moral de Su criatura.

Pero no se hab�a formado un prop�sito como este. Previ� que el hombre caer�a; �l previ� la provisi�n que se har�a para su caso; pero no hubo ning�n per�odo en la eternidad en el que �l no hubiera previsto esto, y por lo tanto no surgi� ning�n prop�sito del mero incidente de la propensi�n del hombre a caer. Se dej� a la obra de los poderes que Dios le dio: y con el funcionamiento de esos poderes los prop�sitos de Dios nunca interfirieron.

2. Pero si miramos no solo a la conexi�n entre el prop�sito de Dios y el origen del mal, sino tambi�n a la conexi�n entre el prop�sito de Dios y el libre albedr�o del hombre, tenemos otro campo abierto para nosotros, al examinar cu�l debemos recordar muy cuidadosamente los puntos de vista que hemos tomado del prop�sito Divino. Cuando Dios cre� al hombre, le dio poderes y facultades que ten�a la intenci�n de encomendar a su confianza, y que ayud� a encomendar a su confianza.

Previ� el uso que har�a de ellos y hasta qu� punto abusar�a de ellos; pero no los destruy� para que no fueran abusados. Hay total libertad en el funcionamiento de nuestras facultades, en lo que respecta a nuestra propia conciencia; �No se nos presentan tambi�n como libres, en la Palabra de Dios? �No se nos aborda el tema de nuestras deficiencias y nuestros pecados, como si el Dios que se dirige a nosotros nos mantuviera estrictamente libres? �No somos aclamados para regresar de nuestra iniquidad, como si fu�ramos libres de regresar? �No estamos invitados a �asirnos de la esperanza que se nos presenta en el Evangelio�, como si fu�ramos libres de aceptar la invitaci�n? Examinemos a continuaci�n el punto de vista que los hombres tienen de nuestra capacidad; y encontraremos, que excepto cuando sean inducidos a re�ir con la Palabra de Dios,

3. Pero miremos el prop�sito de Dios en referencia a la responsabilidad del hombre. Si el hombre no fuera libre, �sobre qu� base se le podr�a considerar responsable? �Y alguien duda de su responsabilidad para con Dios? La responsabilidad del hombre surge de la naturaleza misma de sus facultades, al igual que la prueba de su libre albedr�o en el uso de ellas. Y encontramos la Palabra de Dios en armon�a con el punto de vista, que s�lo nuestras propias facultades nos dar�an, al asumir la responsabilidad del hombre.

Entonces, �qu� tiene que ver el prop�sito de Dios con nuestra responsabilidad? Simplemente prev� las consecuencias de esa responsabilidad y se propone dejar al hombre con esas consecuencias. Rechaza y descuida la �gran salvaci�n� y no podr�s ser salvo: tal es el prop�sito anunciado de Dios. Acepta esa salvaci�n, y �el que creyere, ser� salvo�: tal es tambi�n el prop�sito anunciado de Dios. Su prop�sito, por lo tanto, en todos estos aspectos, no es m�s que Su conocimiento previo, conectado con Su determinaci�n con respecto a lo que �l prev�; tanto la presciencia como la determinaci�n de c�mo actuar� en referencia a lo que prev�, siendo eterno.

4. Con respecto al prop�sito de Dios a esta luz, podemos tener otro punto de vista de su aplicaci�n, a saber, su conexi�n con el Evangelio de Cristo. Con tu creencia o tu incredulidad, el prop�sito de Dios no tiene nada que ver, excepto en la medida en que ese prop�sito determina recompensar a uno y castigar al otro.

(1) Recordando estas cosas, �qui�n de ustedes estar�a dispuesto, frente a la naturaleza de Dios, frente a su propia conciencia, frente a las opiniones establecidas de todos los hombres y de todas las edades, frente al �Palabra de Dios misma, para decir que �l no es responsable del ejercicio de los poderes que Dios le ha dado? En todo menos en la religi�n, actuamos sobre la base de esta conciencia de libertad y responsabilidad.

(2) Asociemos nuestra propia salvaci�n con el prop�sito determinado de Dios, que los que vienen a �l "no ser�n echados fuera", y que el que crea ser� y ser� salvo. ( J. Burner. )

Un aspecto cu�druple del Infinito

I. COMO EL UNO Y �NICO DIOS. "Yo soy Dios, y no hay nadie m�s". La Biblia establece la doctrina del monote�smo. Esta doctrina ...

1. Est� de acuerdo con nuestra naturaleza espiritual. El alma entera, tanto en su b�squeda de la verdad y del amor, uno por el intelecto, el otro por el coraz�n, lucha por la unidad; se vuelve hacia el centro, como la aguja al poste, como la flor al sol

2. Explica la armon�a del universo. �C�mo es que todas las cosas en su constituci�n encajan entre s�, y en sus operaciones son tan armoniosas y uniformes? Toda la m�quina muestra en todas sus partes y revoluciones que ten�a un solo Arquitecto.

3. Deja clara la obligaci�n humana. Si hay un solo Dios, Su voluntad deber�a ser la ley suprema de todas nuestras actividades; Su ser debe ser el centro de nuestras simpat�as y amor. Si hubiera m�s dioses que uno, podr�amos distraernos con la pregunta de qui�n deber�a tener nuestro amor y obediencia.

II. TAN CONOCIDO CON TODAS LAS FUTURIDADES DEL UNIVERSO. �Declarando el fin desde el principio, y desde la antig�edad, las cosas que a�n no se han hecho�. Hay una mente en el universo, y s�lo una, cuya mirada infinita lo comprendi� todo, recorri� todo el espacio y todas las duraciones. Aunque tal hecho desconcierta todos nuestros intentos de comprensi�n, su negaci�n aniquilar�a a Dios. Toda la historia del universo, de principio a fin, estaba en Su mente antes de que tomara formas activas o encarnaciones concretas. Por eso&mdash

(1) No puede tener sorpresas.

(2) No puede tener decepciones.

III. TENIENDO EN CUENTA QUE PUEDE FALLAR POR CUALQUIER POSIBILIDAD. "Mi consejo permanecer�", etc.

1. Dios se preocupa por su placer. El ap�stol llama a su placer un "buen placer". �Qu� es? El placer de la benevolencia desinteresada.

2. Todos los prop�sitos de Dios apuntan a Su complacencia. Todo lo que har� felices a sus criaturas es su placer; y todo el universo est� construido sobre este principio.

3. Ninguno de los prop�sitos de Dios fallar�. "Mis prop�sitos se mantendr�n". El prop�sito especial aqu� referido fue terriblemente realizado ( Daniel 5:30 ). Nuestros prop�sitos se rompen constantemente; la vasta costa de la historia humana est� repleta de los restos de prop�sitos rotos. Nuestros prop�sitos se rompen a veces.

(1) Por la falta de poder para llevarlos a cabo.

(2) Por la falta de tiempo para llevarlos a cabo. Dios tiene mucho poder y mucho tiempo para llevar a cabo sus prop�sitos.

IV. COMO TENIENDO PODER ABSOLUTO PARA SUBORDINAR INCLUSO A HOMBRES IMP�OS A SU SERVICIO. �Llamar a un p�jaro voraz�, etc. En el gran reino moral de Dios, �l tiene dos clases de siervos.

(1) Aquellos que le sirven por su voluntad, todos santos �ngeles y santos hombres.

(2) Aquellos que le sirven contra su voluntad - hombres malvados y demonios.

Conclusi�n - �Qu� visi�n ennoblecedora de nuestro Dios! �l es Uno: centremos nuestras almas en �l; �l conoce todos los futuros, confiemos en su providencia. �l cumplir� todos sus prop�sitos, aceptemos sus arreglos. �l somete incluso a sus enemigos morales a su propia voluntad, por lo tanto, �confiemos en Aquel que vive por los siglos�. ( Homilista .)

Cyrus, un p�jaro voraz

Ciro es comparado con un �p�jaro voraz� por la celeridad de sus movimientos ( Isa�as 41:3 ), as� como Nabucodonosor hab�a sido comparado con un �guila ( Jeremias 49:22 ; Ezequiel 17:3 ). ( Prof. J. Skinner, D. D. )

Versículo 10

Declarando el final desde el principio

Dios como trabajador

Dios no es un existente pasivo, descansando ociosamente en la inmensidad.

Es esencialmente, incesante y eternamente activo. �l "no se fatiga ni se cansa". Ha hecho cosas maravillosas y har� m�s maravillas. El texto sugiere cuatro cosas en relaci�n con Dios, como Trabajador en el futuro.

I. EL SABE TODO LO QUE SE DEBE HACER EN EL FUTURO. "Declarando el final desde el principio". Cuando nos embarcamos en una empresa, surgen dificultades en nuestro camino que nunca entraron en nuestro c�lculo y nos desconciertan. No es as� con Dios. Cuando comenz� la obra de redenci�n, vio todas las infidelidades, supersticiones, depravaciones, demonios e infiernos que se le opondr�an.

II. HA REVELADO TODO LO QUE SE DEBE HACER EN EL FUTURO. �Declarar�, etc. Aplicando las palabras a la redenci�n, ha declarado en muchos grandes pasajes prof�ticos cu�l ser� su fin, barriendo todos los males y aflicciones, todos los pecados y sufrimientos de este planeta y llen�ndolo de virtudes cristianas y bendiciones celestiales. S�, y m�s, poblando el cielo con incontables millones de almas. Su declaraci�n del �fin� es muy expl�cita, muy frecuente, muy alentadora.

III. �L EJECUTAR� TODO LO QUE SE DEBE HACER EN EL FUTURO. "Mi consejo permanecer�". Emplear� miles de instrumentos y ministerios, pero lo har�. Trabajar�n por Su direcci�n y por Su poder. Lo har� de forma gradual y eficaz.

IV. TIENE UN PLACER EN TODO LO QUE SE DEBE HACER EN EL FUTURO. "Har� todo lo que me plazca". Recrear y volver a paraiso a las almas perdidas es Su placer. Se regocija por los pecadores arrepentidos. ( Homilista. )

Mi consejo permanecer�

El consejo permanente de Dios

Formar un plan y luego alterarlo, o tener un plan fijo y fracasar en �l, es una de las muchas tristes imperfecciones de la humanidad. En la primera facilidad, surge una nueva luz que antes no era evidente. En el segundo surge alguna dificultad que, como monta�a, dificulta la ejecuci�n del plan. Pero, �qui�n puede suponer algo de esto en Dios, un Ser de Poder Infinito? ( Isa�as 40:15 .

) Con �l no hay dificultad. Es un Ser de infinita sabidur�a. Nada se le escapa. El pasado, el presente, el futuro son un ahora eterno. Sus resoluciones no cambian, ya que Su naturaleza es inmutable ( Salmo 33:11 ; Proverbios 19:21 ; Proverbios 21:30 ; Hechos 5:39 ; Hebreos 6:17 ).

I. LA DECLARACI�N.

1. Vemos esto ejemplificado en las obras de la naturaleza. Tal es la regularidad de todo que el Gran Mecanista suele perder de vista en la misma maquinaria de Sus manos, como si trabajara por su propio poder, se regulase a s� mismo.

2. Vemos a�n m�s claramente esta declaraci�n en las obras de la Providencia. La rueda corre dentro de la rueda, pero �l est� en cada rueda, sea cual sea su direcci�n, sea cual sea su movimiento. �l est� directa o indirectamente en �l. Mira a Cyrus. Mira la historia de Jos�. Mire a Jes�s mismo. ( Hechos 2:23 ; Hechos 3:18 ; Hechos 4:26 .)

3. Pero si �l hace todo Su placer en Sus obras de creaci�n y providencia, �cu�nto m�s en la mayor, infinitamente mayor muestra de S� mismo en Su gracia, que es Su gloria! ( 2 Timoteo 1:9 )

II. EL FUNDAMENTO DE DICHA DECLARACI�N. "Har� todo lo que me plazca." Es su propia obra. Es cierto que obra por medios, y m�s com�nmente por medio de instrumentos humanos. Pero es en todos los aspectos Su propia obra.

1. El sujeto tiene una mirada espantosa sobre cualquiera que haya sido insignificante. �Mi consejo permanecer�, y har� todo lo que me plazca. Mira la ca�da. Mire el pecado y la pecaminosidad de este mundo contaminado. Estos no son m�s que un comentario terrible sobre "Mi consejo permanecer�". "El d�a que de �l comieres, ciertamente morir�s". �El pecado entr� en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte�. Mira la inundaci�n. Mira a Babilonia. Mira a Jerusal�n.

2. El tema es sumamente alentador para todo pecador que regresa.

3. Esto es de lo m�s consolador para el santo probado.

4. Tenga cuidado con cualquier abuso de esta gran y gloriosa verdad. Si el consejo de Dios permanece firme, y �l hace todo lo que le place, es ese Dios quien se deleita en la instrumentalidad humana. ( JH Evans, MA )

Versículos 12-13

O�dme, valientes de coraz�n

La voz de Dios a los pecadores

I. UNA CONDICION MOLESTADA.

1. Insensibilidad al bien. "De coraz�n robusto". La palabra "valiente" no significa valiente, intr�pido, moralmente valiente; significa dureza, obstinaci�n, terquedad espiritual. Representa un alma muerta a todo lo que es espiritualmente verdadero y bueno.

2. Alienaci�n del bien. "Lejos de la justicia". Estar �lejos de la justicia� es estar lejos de todo lo que es noble, semejante a Dios y feliz; es estar en el reino de las tinieblas y en regiones bajo la proscripci�n del Cielo.

II. UNA PROMESA GLORIOSA. �Yo acerco mi justicia�, etc. �Justicia y salvaci�n� son en t�rminos morales convertibles. La promesa es la liberaci�n divina para los hombres en esta miserable condici�n. Esta liberaci�n que Dios acerca al pecador. "Cerca"&mdash

1. En el Evangelio de Cristo.

2. En el ministerio del bien.

3. En las sugerencias de la conciencia.

4. En la influencia espiritual de los acontecimientos.

III. UN DEBER URGENTE. "Esc�chame".

1. Con seriedad. Aparta tu o�do del estruendo de la mundanalidad, los pensamientos pecaminosos y las pasiones carnales, y �breme cuando hablo. Ad�ptese en una actitud de escucha.

2. Constantemente. Hablo constantemente en la naturaleza, en la conciencia, en la historia y tambi�n en el Evangelio. Todas Mis voces son una en significado y objetivo. Te estoy llamando a Mi "justicia" y "salvaci�n".

3. Pr�cticamente. Lo que digo atiende. No dejes que Mi voz se apague en meras impresiones. Act�a seg�n Mis consejos, obedece Mis mandatos. ( Homilista. )

El llamado de Dios a los injustos

1. Lo primero en lo que queremos fijar su atenci�n es en que los tratos de Dios con la humanidad han sido todos de un car�cter que puede llamarse inesperado. No creemos que se pudiera haber dado ninguna raz�n por la cual los hombres deber�an ser redimidos, si la cuesti�n se hubiera propuesto a rangos superiores de inteligencia. Es m�s, dado que no se hab�a hecho ninguna provisi�n para el rescate de los �ngeles ca�dos, no se pod�a haber imaginado que se hubiera hecho alguna para el rescate del hombre ca�do; la conclusi�n debe haber sido m�s bien que la ruina segu�a inevitablemente a la rebeli�n, y no pod�a haber reconciliaci�n donde antes hab�a habido ofensa.

Incluso ahora que conocemos la interferencia del Mediador, no podemos rastrear nada m�s que el amor inconmensurable de Dios, y no podemos dar cuenta del maravilloso asunto de nuestra redenci�n, salvo que as� le agrad� a �l �que obra todas las cosas seg�n el consejo de Su propia voluntad."

2. Podemos estar seguros de que, habiendo convocado a los valientes para que escuchen, las palabras que siguen inmediatamente son las que Dios sabe que est�n especialmente adaptadas al caso de los valientes, es decir, que contienen los motivos m�s importantes. probable que los lleve a la contrici�n y al arrepentimiento. La cercan�a de la salvaci�n se discute con los imp�os por qu� deben apartarse de los caminos malos, tal como predic� el Bautista: "Arrepent�os, porque el reino de los cielos se ha acercado".

3. Dios contin�a hablando con m�s claridad de Sus prop�sitos de misericordia "Y pondr� la salvaci�n en Sion para Israel Mi gloria". Podemos creer en esta profec�a como en otras similares en las que se menciona a Si�n, que se refiere originalmente a lo que Cristo lograr�a en su primera aparici�n en Judea, y tambi�n delinea lo que efectuar�a en su segunda venida. Dios coloc� esta salvaci�n en Si�n, porque fue solo por la subida del Mediador como v�ctima al altar, por Su ascenso a la Cruz erigida sobre el Calvario, que se agot� la maldici�n de la ley y se asegur� el honor de los atributos divinos. .

"Para Israel Mi gloria". �Palabras maravillosas! Hab�a pensado que "los cielos declararon tu gloria"; Leo de la gloria del Se�or como fuego devorador que mora en el Sina�; y cuando el sol y la luna se retiran del firmamento, de la Nueva Jerusal�n se me dice que "la gloria de Dios la ilumina". En tales casos, si no puedo definir la gloria, al menos estoy deslumbrado por sus resplandores, y hay algo de correspondencia entre lo que s� de la naturaleza de Dios y lo que oigo de Su gloria.

Pero ese hombre, hombre ca�do, pecador debe ser Su gloria, el mortal la gloria del inmortal, el corruptible la gloria del incorruptible - en esto hay un misterio que puede parecer demasiado profundo para ser sondeado por nuestras b�squedas, pero no un misterio mientras tengo la Biblia en mis manos y s� lo que Dios "ha hecho por nosotros los hombres y por nuestra salvaci�n". ( H. Melvill, BD )

El mundo imp�o

I. LA INFELIZ CONDICI�N MORAL DEL MUNDO.

1. Una condici�n de terquedad moral.

2. De la injusticia moral.

II. LA GLORIOSA PROVISI�N REMEDIAL DEL CIELO. �Yo acerco�, etc.

1. Cristo ha acercado mucho la justicia a la humanidad. Est� inculcado en Su ense�anza, ejemplificado en Su vida, honrado en Su muerte.

2. Cristo ha acercado mucho la salvaci�n a la humanidad. Est� al alcance de todos aquellos a quienes se les predica su Evangelio. "No digas en tu coraz�n qui�n subir� al cielo", etc.

III. EL URGENTE DEBER ESPIRITUAL DE LA HUMANIDAD. "Esc�chame". �Por qu� esta atenci�n?

1. Es solo por fe que se puede disfrutar de la provisi�n correctiva.

2. Es s�lo con la atenci�n que se puede alcanzar esta fe. "La fe viene por el o�r y el o�r por la Palabra de Dios". ( Homilista. )

Versículo 13

Acerco mi justicia

La justificaci�n de la justicia se acerca

Al comparar muchos textos de las Escrituras, parece que cuando la palabra "justicia" se relaciona, como en este pasaje, con "salvaci�n", no significa el atributo divino de la justicia o la rectitud, sino la obra de justicia realizada. por el Se�or Jesucristo, y que es el gran designio del Evangelio revelar y ofrecer a los pecadores de la humanidad para su justificaci�n - su salvaci�n.

I. Preguntemos con referencia a LA JUSTICIA DE LA QUE SE HABLA, �por qu� se denomina, en esta y en tantas otras partes de las Escrituras, �la justicia de Dios�? El Se�or llama la obra de Su Hijo Jesucristo - Su obediencia hasta la muerte - Su total perseverancia en la maldici�n y el cumplimiento del precepto de la ley, Suya, la justicia de Dios. No hay dificultad en ver por qu� deber�a llamarse de Cristo, porque �l lo realiz�. Nuestra pregunta es: �Por qu� la obediencia hasta la muerte del Se�or Jesucristo se denomina "la justicia de Dios"?

1. Se llama as�, en marcado contraste y oposici�n a la propia justicia imaginaria del hombre ( Romanos 10:3 ).

2. Porque es lo que Dios tiene, para la justificaci�n del pecador, ideado, provisto y estampado con el sello de Su aprobaci�n y aceptaci�n.

3. Porque fue obra de Dios en la persona de Su Hijo eterno, Emmanuel, "Dios manifestado en carne".

II. �D�NDE, C�MO Y A QU� PARTES O PERSONAS EL SE�OR ACERCA ESTA JUSTICIA?

1. �D�nde? En el Evangelio ( Romanos 1:16 ).

2. �C�mo? En el car�cter franco y serio de los ofrecimientos e invitaciones del Evangelio.

3. � A qui�n? "Valientes de coraz�n que est�is lejos de la justicia". Vosotros que no s�lo no ten�is justicia, sino que viv�s a gusto, - �valientes�, descuidados e indiferentes, al menos por el momento, en cuanto a encontrar una - �Yo acerco mi justicia� a vosotros.

Mientras lo desprecian, �valiente�, se lo ofrezco; mientras est�is �lejos de la justicia�, la justicia se acerca a vosotros, es presionada y apremiada sobre vosotros. Mejora&mdash

1. A algunos les puede ocurrir como objeci�n: �De qu� sirve acercar y ofrecer gratuitamente una salvaci�n a los hombres totalmente indiferentes a ella? No puede haber duda de que mientras los hombres sean "valientes y lejos de la justicia", no pueden, en la misma naturaleza del asunto, abrazar esta justicia; y el ofrecimiento a ellos es, por tanto, en cierto sentido, sin ning�n prop�sito. Pero solo en un sentido.

Porque, por no hablar de los creyentes, que a menudo encuentran su coraz�n tan duro, que hasta que ven invitaciones a los "valientes", no pueden percibir en absoluto su garant�a para confiar en Cristo - la misma libertad y universalidad de la oferta. , que viene con una gracia abrumadora sobre el pecador "de coraz�n valiente", puede ser uno de los medios m�s poderosos bendecidos por el Esp�ritu Santo para despertarlo a una preocupaci�n y un pensamiento profundos y serios.

2. Para que pueda ver cu�n poco peso hay en la objeci�n a la doctrina de la justicia de Cristo como fundamento de la justificaci�n, observe que comparativamente rara vez leemos en las Escrituras acerca de la justicia de Cristo, generalmente de la justicia de Dios.

3. Podr�amos haber observado, sobre la cuesti�n de c�mo se acerca la justicia, que, adem�s de la gratuidad y la urgencia de las ofertas del Evangelio, el Se�or se acerca especialmente en determinadas �pocas, en los acontecimientos y tratos de Su providencia. ( CJ Brown. )

Dos aspectos de la salvaci�n

Los dos versos expresan una paradoja que penetra profundamente en el pensamiento del profeta. Si bien la salvaci�n est� cerca en el tiempo, Israel est� espiritualmente lejos de ella. Por tanto, la obra de salvaci�n o justicia tiene dos aspectos; junto con la liberaci�n providencial cuyo agente es Ciro, hay una salvaci�n interior y espiritual que consiste en llevar a la naci�n a pensamientos rectos sobre s� misma y sobre Dios. Y en esta transformaci�n espiritual, el instrumento es el siervo de Jehov�. ( Prof. J. Skinner, DD )

La justicia de Jehov� y la salvaci�n de Israel

(con Isa�as 51:5 ): -

I. �Cu�les son estas dos cosas: LA JUSTICIA DE JEHOV� Y LA SALVACI�N DE ISRAEL? �C�mo se relacionan y conectan entre s�? �Y cu�l es en particular el significado de la precedencia o prioridad asignada a uno que viene antes que el otro: mi justicia, mi salvaci�n?

1. Es muy evidente que la justicia del Se�or debe significar, no un atributo divino, sino una obra divina, o efecto o manifestaci�n de alg�n tipo.

2. Un trato judicial con sus enemigos, por parte de Dios, precede y prepara el camino para la liberaci�n o salvaci�n de su pueblo; y cuando acerque a uno, el otro no tardar�.

3. Dios debe consultar primero por Su propio nombre justo antes de poder consultar por la completa seguridad de Su pueblo; Primero debe enderezarse a s� mismo antes de poder liberarlos de manera consistente y concluyente. Solo en el tren de la justicia de Dios puede salir Su salvaci�n.

II. Se puede decir que EL SE�OR ACERCA SU JUSTICIA, o que est� cerca, en tres sentidos.

1. En el Evangelio, ofrecimiento como regalo gratuito, totalmente de gracia, no de obras en absoluto.

2. En el poderoso esfuerzo y obra de Su Esp�ritu.

3. En la apropiaci�n creyente que Su Esp�ritu te capacita para hacer. ( RSCandlish, DD )

Pondr� salvaci�n en Sion, para Israel mi gloria

La conexi�n entre el uso de medios y el logro de prop�sitos divinos.

I. LOS DIVINOS PROP�SITOS QUE REVELAN LAS SAGRADAS ESCRITURAS. Tienen respeto

1. A la exhibici�n de la gloria de Dios en el desarrollo de sus perfecciones.

2. Para la liberaci�n de la humanidad de las consecuencias del pecado.

3. Al establecimiento del reino del Mes�as en la tierra.

4. Al derrocamiento total del imperio de las tinieblas.

5. Para la felicidad eterna de los creyentes en los reinos de la gloria.

II. QU� MEDIOS SE EMPLEAN PARA EL CUMPLIMIENTO DE ESTOS FINES.

1. Los medios que son primarios.

(1) El car�cter mediador de Cristo.

(2) La agencia del Esp�ritu Santo.

(3) La energ�a de la Divina providencia.

2. Los medios subordinados.

(1) La revelaci�n de la voluntad de Dios en el volumen inspirado.

(2) La predicaci�n del Evangelio.

(3) La constituci�n de la Iglesia cristiana.

III. LA CONEXI�N QUE EXISTE ENTRE EL USO DE LOS MEDIOS DIVINAMENTE DESIGNADOS Y EL CUMPLIMIENTO DE LOS DIVINOS PROP�SITOS. Que tal conexi�n existe, podemos argumentar:

1. Sobre el principio de analog�a. A trav�s de todas las obras de Dios hay una conexi�n evidente entre los medios y el fin.

2. Hay una idoneidad peculiar en los medios para lograr el fin.

3. De la autoridad divina. Que los medios lograr�n el fin es el tema frecuente de la promesa divina.

4. La prueba de hecho establece a�n m�s esta conexi�n.

5. Negar esta conexi�n implica el mayor absurdo.

IV. LA INFLUENCIA PR�CTICA DE LA DOCTRINA.

1. �No debemos considerar nuestro inter�s personal en el tema? Estamos dentro del recinto de los prop�sitos Divinos y los medios para su realizaci�n.

2. Este tema inculca fuertemente la santidad en los disc�pulos de Cristo. Tanto los medios como el fin parecen rodeados de un halo de santidad.

3. Aprendemos nuestra obligaci�n y aliento en el uso de los medios designados.

4. Tengamos cuidado de que los medios que empleamos sean �nicamente los designados por Dios.

5. � Cu�n terrible es la condici�n y peligrosa la conducta de quienes se oponen a los prop�sitos divinos y desprecian los medios divinamente designados! ( JR Cooper. )

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Información bibliográfica
Exell, Joseph S. "Comentario sobre "Isaiah 46". El Ilustrador Bíblico. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tbi/isaiah-46.html. 1905-1909. Nueva York.