Bible Commentaries
Isaías 47

El Ilustrador BíblicoEl Ilustrador Bíblico

Versículos 1-3

Baja y si�ntate en el polvo

Dirge sobre la ca�da de Babilonia:

Se representa a Babilonia como una dama real, destronada, llevada en cautiverio por los arroyos a una tierra lejana, y all� convertida en el esclavo m�s mezquino detr�s de las piedras de molino.

( AB Davidson, DD )

Versículo 3

Tu desnudez ser� descubierta

Desnudez mental y moral

Toda persona tiene algo que puede llamarse propiamente su desnudez o verg�enza, en un sentido figurado, como un juicio d�bil, imprudencia, desconsideraci�n, injusticia, crueldad, avaricia, pobreza o desprecio de la religi�n.

Sobre eso, se esfuerza concienzudamente en echar un velo, para que pueda ser preservado de la observaci�n del p�blico. Ahora, cuando se quita la cubierta que ocultaba cualquiera de estas cosas, entonces la desnudez o la verg�enza de la gente queda expuesta a la inspecci�n de aquellos que poseen penetraci�n y discernimiento. ( R. Macculloch. )

Un encuentro espantoso

I. "TU DESNUDA SER� DESCUBIERTA". El hombre practica el enga�o. Se impone a s� mismo y, en la medida de lo posible, a sus semejantes. Encubre sus pecados, sus motivos, sus malos caminos. No es sincero en sus profesiones, no es abierto en su conducta, no es honesto en sus juicios. El pecado en s� mismo es un enga�o y una mentira monstruosos. El autor del pecado es un "mentiroso". Y as� con los hijos del diablo. No hay nada en ellos, en sus corazones, vidas, personajes, que pueda soportar la luz del trono.

La verdad destellar� la luz del sol en la c�mara del alma y en cada transacci�n de la vida, y dejar� al descubierto a los ojos de Dios y la b�squeda del universo el verdadero estado real y el estado del hombre moral. Entonces "tu desnudez ser� descubierta". La visi�n espantosa de un alma racional e inmortal, sumergida en la culpa, perdida para la virtud y para Dios, y enga�ada hasta su perdici�n eterna, conmocionar� los cielos mismos.

II. "S�, TU VERG�ENZA SER� VISTA". La verg�enza de la rebeli�n desenfrenada contra el gran Dios, nuestro Padre Celestial; la verg�enza de pecar de muerte contra la Cruz del amoroso y moribundo Cristo; la verg�enza de consumar un car�cter de maldad incorregible, y una condenaci�n m�s terrible que la de los �ngeles pecadores, bajo toda la luz y las influencias del glorioso Evangelio del Dios bendito. Mirar tal verg�enza en el d�a del juicio conmocionar� y confundir� al mismo pecador, y llenar� todo el cielo de repugnancia e indignaci�n.

III. "TOMAR� VENGANZA, Y NO TE ENCONTRAR� COMO HOMBRE". �La venganza de Dios! �Qui�n puede enfrentarse a ella? Las manifestaciones parciales de ella en esta vida, donde la ira es contenida y la clemencia gobierna, son muestras temibles de lo que les espera a aquellos que reh�san la misericordia ofrecida y agotan la bondad sufrida de Dios en el mundo de la retribuci�n. Es terrible enfrentar a un hombre enojado al que hemos agraviado gravemente.

Es a�n m�s terrible enfrentarse a un juez severo que, como ministro de la ley que hemos violado, nos interroga. Pero, oh, estar cara a cara ante la ofendida Majestad del cielo, ahora levantada para tomar �venganza� sobre los despreciadores de Su gracia, es un pensamiento que bien puede llenarnos de la m�s profunda preocupaci�n. ( Revisi�n homil�tica. )

No te encontrar� como un hombre

"No te encontrar� como un hombre"

El sentido es muy oscuro. ( Skinner. )

�No correr� contra ning�n hombre�, es decir, que deber�a tener que cederle el paso. ( Stier. )

"No intervendr� como hombre". ( Ruetschi. )

"No me encontrar� con un hombre, tan despoblada estar� Babilonia". ( Hahn. )

"No encontrar� a nadie que pueda resistirme". ( Cheyne. )

Significa encontrar, encontrarse, golpear a uno, no solo de manera hostil, sino tambi�n, como aqu� e Isa�as 64:5 , en un sentido amistoso; as� que no me har� amigo de nadie, no perdones a nadie. ( Delitzsch. )

"Acepto la venganza y firmo un tratado con nadie". ( GA Smith. )

Posiblemente, "tomar� venganza, y no perdonar�, dice nuestro Redentor". ( ABDavidson, DD )

Independientemente de estas preguntas m�s minuciosas, est� claro que toda la cl�usula es una explicaci�n lac�nica de las cifras que preceden, y que se resumen en la simple pero terrible noci�n de venganza irresistible e inexorable. ( JA Alexander. )

"No te encontrar� como un hombre"

"No te enfrentar� como a un hombre", cuya compasi�n puede inducirlo a mostrar indulgencia y clemencia mal juzgadas, pero tendr�s juicio sin misericordia, quien no ha tenido misericordia: No te enfrentar� con la justicia de un hombre. , que puede pervertirse, pero con esa equidad imparcial que no puede ser corrompida ni evadida. No te enfrentar� con la ira de un hombre, que por ciertas razones puede ser ocultada o diferida, sino con mi ira feroz que inevitablemente te consumir�.

No te enfrentar� con la fuerza de un hombre que pueda ser combatido o vencido, sino revestido de una omnipotencia que no se puede resistir, de modo que parecer� que no es la venganza del hombre, sino de Dios. ( R. Macculloch. )

Dios se encuentra con los pecadores como un hombre

Su amenaza es una amenaza de desviaci�n de Su curso habitual. Por lo tanto, la expresi�n se puede resolver en una declaraci�n, que hay un car�cter humano en los tratos de Dios con los hombres, y que es una evidencia de que �l no los ha entregado a la venganza, que contin�a encontr�ndolos "como un hombre". Consideremos las evidencias que tenemos de que, como Dios de amor, Dios nos encuentra "como un hombre".

I. Comencemos con aquellas OPERACIONES DEL ESP�RITU SANTO, a trav�s de las cuales se puede decir enf�ticamente que Dios nos �encuentra�, que se pone en contacto con nosotros. Hay mucho misterio en torno a estas operaciones; los reconocemos por sus efectos. No s�lo estas operaciones est�n ocultas a los dem�s, sino que el mismo partido, en cuyo seno se hacen sentir, puede dar poca o ninguna cuenta de d�nde vienen o c�mo funcionan.

Resuelve todo lo que experimenta en las luchas de su propia mente y las luchas de su propia conciencia. �Ser�a una ventaja para nosotros que, al encontrarnos con nosotros, Dios nos encontrara como un Dios y no �como un hombre�? No podr�amos haber soportado que Dios nos hubiera hablado con voces sobrenaturales y nos hubiera advertido con espect�culos sobrenaturales y se hubiera acercado a nosotros por avenidas sobrenaturales. Por lo tanto, la evidencia de que Dios nos ha tratado con amor, cuando observamos el m�todo designado en el que opera el Esp�ritu, es que se puede decir que la Divinidad se identifica con la humanidad.

II. La mente se vuelve naturalmente hacia EL GRAN ESQUEMA DE LA REDENCI�N, y encuentra inmediatamente en ese esquema material completo de demostraci�n. �No se nos recomienda como un arreglo hermosamente indicativo de la ternura de Dios que el �gran Sumo Sacerdote de nuestra profesi�n�, que era esencialmente Divino, era, al mismo tiempo, �un hombre�? Si la naturaleza divina hab�a entrado en uni�n con la ang�lica de modo que Dios nos hab�a encontrado, no "como un hombre", sino como un querub�n o seraf�n, no habr�amos tenido poder, comparativamente, de estimar lo que se hab�a hecho en nuestro nombre.

Tenemos poco o ning�n conocimiento de los �rdenes superiores de seres y, en consecuencia, no pod�a haber nada que llegara al coraz�n en las noticias de un Mediador, quien, aunque esencialmente Dios, hab�a asumido, por nuestro bien, la semejanza de uno de los seres humanos. esos rangos. Pero cuando, para encontrarnos en el amor en lugar de la venganza, Dios se ha hecho hombre, podemos juzgar, podemos sentir lo estupendo de esta humillaci�n.

III. CUANDO LOS CRISTIANOS LLEGAN A MORIR, �c�mo se les acompa�a a trav�s del valle oscuro y las aguas oscuras? Dios todav�a los encuentra "como un hombre". �Tu vara y tu cayado�, implementos de pastor, implementos de hombre, �me infundir�n aliento�.

IV. �Qu� diremos al TRIBUNAL DEL JUICIO, ocupado por Uno tan terrible en Su esplendor que la misma tierra y los cielos huyen ante Su presencia? Esta es la �ltima gran muestra de la misericordia de ese nombramiento mediante el cual un hombre ha sido dado como Mediador. �C�mo podr�a un �ngel, con toda su pureza y equidad, tener en cuenta la enfermedad humana, o colocarse en nuestras circunstancias, para decidir con referencia a nuestros poderes y oportunidades, y as� arrojar en su veredicto esa consideraci�n por nuestras pruebas? y tentaciones, sin las cuales, si puede haber el rigor de la justicia, dif�cilmente puede haber la mezcla de la misericordia? Pero el Hombre que ha �soportado nuestros dolores y soportado nuestros dolores�, este es el Ser que debe reunir a todas las naciones ante �l y determinar la condici�n eterna de cada individuo.

V. Podemos sacar una ilustraci�n m�s sorprendente del texto de LOS MEDIOS NOMBRADOS POR LOS CUALES SE PROPAGA EL EVANGELIO. En la gran obra de reunir a las naciones y santificar la religi�n de Cristo en los hogares y corazones de la poblaci�n humana, el Todopoderoso no se vale de �ngeles sublimes, que han "guardado su primer estado", sino de personas que son ellas mismas. en peligro, ellos mismos pero luchadores por la inmortalidad.

Dios, en la persona de Sus embajadores, podr�a habernos encontrado como un �ngel y no "como un hombre". Mientras escuchaba al �ngel o reflexionaba sobre su predicaci�n, no pod�a quitarle la sensaci�n de que �l no sab�a nada experimentalmente de sus pruebas, nada de sus dificultades, que no ten�a un coraz�n malvado con el que luchar, ni enemigos poderosos. resistirle en un curso de obediencia; y muy f�cil le parecer�a, para alguien puro como esta exaltada criatura, instar sobre los hombres a la pr�ctica de la justicia, y declamar con elevada vehemencia la vanidad y la inutilidad de los mejores placeres terrenales; muy f�cil recomendar aquello a lo que se siente impulsado por su naturaleza, y denunciar aquello para lo que no tiene ni inclinaci�n ni capacidad.

Y este sentimiento influir�a r�pida y fatalmente en el control moral que podr�a ganar en una audiencia; haci�ndoles sospechar que hablaba de un asunto del que no era juez justo, y dando a todo el discurso el aspecto de una especulaci�n aireada. Por lo tanto, es en su amor que Dios se encuentra con usted "como hombre". ( H. Melvill, BD )

Versículos 7-11

Y dijiste, ser� una dama para siempre

Falsa seguridad

I. LA CAUSA DE SU SEGURIDAD. No se tomaron esto en serio ( Isa�as 47:7 ), no se lo aplicaron a s� mismos y no le dieron la debida consideraci�n. Se adormecieron con tranquilidad y placer, y no so�aron con nada m�s que "ma�ana ser� como este d�a, y mucho m�s abundante". Ellos no �recordaron el �ltimo final de ella� - el �ltimo final de su prosperidad, que es una flor que se marchita y se marchitar�; el �ltimo fin de su iniquidad, ser� amargura; que llegar� el d�a en que su injusticia y opresi�n deben ser tenidas en cuenta y castigadas.

II. EL TERRENO DE SU SEGURIDAD. Confiaron en su maldad y en su sabidur�a ( Isa�as 47:10 ).

1. Su poder y riqueza, que hab�an obtenido mediante el fraude y la opresi�n, era su confianza.

2. Su pol�tica y habilidad, a la que llamaron sabidur�a, fue su confianza.

III. LAS EXPRESIONES DE SU SEGURIDAD. Tres cosas que esta altiva monarqu�a dijo en su seguridad.

1. "Ser� una dama para siempre". Ella consideraba que la patente de su honor era, no durante el placer del Se�or Soberano, la fuente de honor, o durante su propio buen comportamiento, sino para ser perpetua para la generaci�n presente, y sus herederos y sucesores para siempre ( Apocalipsis 18:7 ).

2. �No me sentar� como una viuda�, en soledad y dolor; nunca perder� ese poder y esa riqueza con los que estoy as� casado. La monarqu�a nunca querr� que un monarca la abrace, la proteja y sea un esposo del Estado; ni "conocer� la p�rdida de hijos".

3. �Nadie me ve� cuando me equivoco, y por lo tanto no habr� nadie que me llame a cuentas. Es com�n que los pecadores se prometan impunidad porque se prometen mantener el secreto en sus malos caminos.

IV. EL CASTIGO DE SU SEGURIDAD. Ser� su ruina.

1. Una completa ruina; la ruina de todas sus comodidades y confidencias ( Isa�as 47:9 ).

2. De repente y sorprendente. El mal vendr� en un d�a, no en un momento. �No sabr�s de d�nde viene�, y por lo tanto no sabr�s d�nde estar en guardia. Babilonia pretend�a tener gran sabidur�a y conocimiento, pero con todo su conocimiento no puede poseer, ni con toda su sabidur�a prevenir, la ruina amenazaba.

3. Irresistible ( Isa�as 47:11 ). ( M. Henry. )

Honor terrenal fugaz

Los santos ser�n santos para siempre, pero los se�ores y las damas no lo ser�n para siempre. ( M. Henry. )

Aflicciones en perfecci�n

( Isa�as 47:9 ): - Las aflicciones de los hijos de Dios no son aflicciones en perfecci�n; la viudez no es para ellos una calamidad en perfecci�n, porque tienen con qu� consolarse, que su Hacedor es su marido. La p�rdida de hijos no lo es, porque �l es mejor para ellos que diez hijos. Pero sobre sus enemigos vienen en perfecci�n. ( M. Henry. )

Jactancia pecaminosa

La expresi�n de la orgullosa Babilonia es id�ntica a la de los vanidosos y seguros de s� mismos de todas las �pocas. El enga�o que la prosperidad produce en tales hombres o naciones es siempre de este tipo. Esta expresi�n sugiere que la prosperidad prolongada en el caso de los imp�os conduce a:

1. Falsa seguridad.

2. Presunci�n. "Una dama para siempre", es decir, por derecho propio; "No puede surgir ninguna contingencia que me prive de ning�n t�tulo y riqueza".

3. Jactancia. La lengua vern�cula del orgullo: "una dama", superior a los dem�s.

4. Autosatisfacci�n. "Una dama." �Yo soy eso ahora. Nadie lo disputar� � Apocalipsis 3:17 ).

5. Abandono al lujo. "Una dama para siempre". Me refiero a estar a gusto, a disfrutar de la vida.

6. Ceguera espiritual. La prosperidad deslumbra la vista; el futuro se ignora deliberadamente. Conclusi�n - Recuerde la desolaci�n de la confiada Babilonia: viudez, falta de hijos, pobreza, hambre, verg�enza, enfermedad, locura, exilio, muerte. ( RA Griffin. )

No pusiste estas cosas en tu coraz�n

Advertencias desatendidas

Dios advierte antes de atacar.

I. EL CURSO DE CONDUCTA CONDENADA. �No pusiste�, etc. Esta insensibilidad a los juicios amenazados del cielo es:

1. Muy com�n.

2. Muy pecaminoso.

3. Muy tonto.

4. Muy peligroso.

II. EL JUICIO TEMOR DENUNCIADO - un tipo en gran escala del derrocamiento de los pecadores.

1. La certeza de ello ( Isa�as 47:8 ).

2. Lo repentino de la misma. �En un momento� ( Isa�as 47:9 ).

3. El car�cter retributivo de la misma.

Una proporci�n exacta del castigo al crimen. Ninguna severidad indebida mostrada incluso a Babilonia ( Isa�as 47:6 ; Santiago 2:13 ; Apocalipsis 18:5 ). Ni siquiera al mayor de los pecadores. Siempre una justa recompensa de recompensa.

4. La absoluta desesperanza de aquellos sobre quienes viene ( Isa�as 47:12 ). ( S. Thodey. )

Versículo 10

T� has dicho: Nadie me ve

Omnisciencia ignorada

I. ESTA NOCI�N TIENE GRAN INFLUENCIA EN LA CONDUCTA DEL HOMBRE. Esta noci�n es conveniente. La ocultaci�n es la ayuda id�nea para el mal. No es necesario que esto se formule. Es suficiente si la mente se acostumbra a cuestionar si Dios ve. El pecador se aprovechar� de una duda.

II. ESTA NOCI�N ES TOTALMENTE FALSA Y ENGA�OSA.

III. DIOS A MENUDO, EN LA EXPERIENCIA HUMANA, HA MOSTRADO EL ENGA�O DE ESTA NOCI�N, Y EL TIEMPO ES FIJO PARA LA COMPLETA DEMOSTRACI�N DE SU ENGA�O.

1. El car�cter a menudo es visto a trav�s del hombre.

2. La retribuci�n a menudo sigue a los actos del hombre en el mundo actual.

3. El estado futuro mostrar� lo que Dios vio. ( Analista de p�lpito. )

Ate�smo pr�ctico y piedad genuina

(con G�nesis 16:13 ): -

I. ATEISMO PR�CTICO. �T� has dicho: Nadie me ve�, es decir, Dios es indiferente a nuestra conducta. Esta es la negaci�n pr�ctica de la omnisciencia divina. Este lenguaje altivo sugiere una triste tendencia en la naturaleza humana. Las causas de esta tendencia son:

1. Aversi�n a Dios.

2. Temor de Dios.

II. PIEDAD AUT�NTICA. "T� Dios me ve".

1. La misma naturaleza de Dios implica esto.

2. La Biblia lo ense�a.

III. INSTRUCCIONES GENERALES que transmite este tema.

1. Advierte a los malvados.

2. Debe abstenerse del mal.

3. Debe incitar a una vida hermosa y �til.

4. Debe consolar y fortalecer al pueblo de Dios en medio de los deberes, los conflictos y las pruebas de la vida. ( A. Tucker. )

"Nadie me ve"

Los hombres sin gracia, habiendo escondido a Dios de s� mismos, piensan tambi�n en esconderse de Dios. ( J. Trapp. )

Tu sabidur�a y tu conocimiento te ha pervertido

Conocimiento pernicioso

I. EXAMINE Y VINDICUE ESTA DECLARACI�N.

1. �De qu� sabidur�a y conocimiento habla as� Isa�as? �Era la sabidur�a humana y la ciencia en la m�s alta perfecci�n! A esta Babilonia llegaron incluso los sabios de Grecia como aprendices.

2. En contra de esta sabidur�a y conocimiento, las Escrituras acusan a los hombres de pervertir la moral y la religi�n de los hombres (texto; Ezequiel 28:3 ; 1 Cor 1: 21-27; 1 Corintios 3:18 ; Romanos 1:22 ).

3. Que este testimonio no sea sobrecargado, proclama toda la historia.

4. Todo esto se explica por el relato b�blico de la ca�da del hombre. La ceguera intelectual est� en el coraz�n del hombre; todas sus facultades racionales son incapaces de sacar conclusiones justas sobre cualquier tema religioso, salvo que sean asistidas por un poder sobrenatural.

5. De aqu� se sigue inevitablemente que el cultivo de las partes intelectuales del hombre no puede tener por s� mismo ninguna tendencia hacia el bien moral o espiritual. Si todas las facultades mentales del hombre son en s� mismas depravadas, el aumento de su inteligencia s�lo puede aumentar su facultad del mal; de modo que la educaci�n secular, adem�s del control religioso y moral, debe ser en s� misma una maldici�n y no una bendici�n. Puede crear una generaci�n de esc�pticos filos�ficos y apologistas del vicio, o incluso redores de la virtud, pero un pueblo moral y religioso que nunca ha producido, y nunca podr�.

II. EL REMEDIO QUE DIOS HA PROPORCIONADO CONTRA TODOS ESTOS MALOS INTELECTUALES.

1. La necesidad suprema es la instrucci�n en la sabidur�a y el conocimiento que son de Dios, por encima de los que son de los hombres.

2. Esta sabidur�a y conocimiento deben impartirse por los medios que Dios ha designado. La biblia. Predicaci�n. La instrucci�n de los ni�os en la verdad divina. ( F. Close, MA )

Versículos 11-15

Por tanto, vendr� el mal sobre ti

Destrucci�n repentina

La calamidad predicha se representa como una gran tormenta, que surge repentinamente en los pa�ses del este, y sopla con tal violencia que se extiende la devastaci�n y la ruina dondequiera que se extienda su furia.

( R. Macculloch )

Valores falsos: una exposici�n y un desaf�o

�Puedes encontrar un caso solitario en el que Dios aprob� la iniquidad? �Alguna vez estuvo su espada envainada en presencia del mal? Esta constancia de juicio sobre las formas corruptas es en s� misma un argumento. �Un acto de vacilaci�n moral habr�a destruido a Dios! El tiempo no puede modificar los juicios divinos. Lo que estaba mal en Babilonia est� mal aqu�: lo que estaba bien en la antig�edad ser� correcto en el �ltimo d�a del mundo. Debemos recordarnos estos principios elementales; porque su misma sencillez puede hacer que descuidemos sus afirmaciones. Consideraremos las denuncias solemnes como si fueran dirigidas a nuestra propia ciudad.

I. MIRA ESTA IMAGEN DEL PERFECTO M�S DOLOROSO Y EXTRAORDINARIO. �El mal vendr� sobre ti; no sabr�s de d�nde viene; y de repente vendr� sobre ti una desolaci�n que no conocer�s �. Hay momentos en que el viento parece soplar de todos lados a la vez. Hay momentos en que todas las cosas parecen tener una controversia con nosotros. Ponemos nuestros pies, y he aqu�, est�n sujetos al suelo; extendimos nuestra mano, y un arma invisible la golpea; miramos a nuestro alrededor, y he aqu� que el camino est� arado, de modo que no hay forma de retroceder. .

Perdemos nuestra propia sagacidad. Nuestro ingenio nos falla. Una vez que nuestra mente era r�pida, ahora est� muerta o indefensa. Perdemos la confianza en nosotros mismos; las sustancias se convierten en sombras; la m�s fuerte de nuestras fortalezas se desvanece; y en el rostro de nuestro amigo se descubren l�neas de sospecha o de odio mortal. Este es el resultado necesario e inevitable del pecado.

1. Nos lo han advertido.

2. Se ha abierto una v�a de escape.

II. ESCUCHA EL DIVINO DESAF�O ABORDADO A LOS FALSOS PODERES EN LOS QUE HEMOS CONFIADO. �Ponte ahora con tus encantamientos�, etc. ( Isa�as 47:12 ). �Piensa que ahora estamos llamados a poner en orden las falsas seguridades en las que hemos confiado! Hay uno: el dinero; hay dos, - Chance; hay tres, - Confianza en uno mismo; hay cuatro - Especulaci�n atea. Ahora que hagan por nosotros todo lo que puedan. �Dios los ha desafiado!

1. Deber�an ser m�s �tiles cuando m�s se necesiten.

2. Deben demostrar su suficiencia por su valent�a. Es un desaf�o. Escucho que viene el torbellino, saca tu dinero. Pensaste que algo suceder�a, algo est� sucediendo, el juicio de Dios est� descendiendo; �D�nde est� tu Dios Chance? Tienes confianza en ti mismo; que as� sea; desnuda tu brazo, mira, no es m�s que un rel�mpago, es un diluvio tras otro, es un mundo que choca contra el mundo, etc.

"Deja ahora que los astr�logos, los observadores de estrellas, los pronosticadores mensuales, se pongan de pie y te salven de estas cosas que te sobrevendr�n". Habr� una gran colisi�n. En esa colisi�n solo lo verdadero puede permanecer.

III. VER EL CONDENAMIENTO DE LOS VALORES FALSOS. �He aqu�, ser�n como rastrojo�, etc. ( Isa�as 47:14 ).

1. Que nadie se queje de la falta de oportunidad de observar el valor de sus seguridades morales.

2. Que nadie se queje de que se le permiti� vivir sin previo aviso.

3. � Piense en vivir de tal manera que al fin un hombre se quede sin carb�n para calentarse! Este es el fin del pecado, �esta es la inutilidad de los dioses falsos! Hasta donde hemos tenido la experiencia de la vida, hemos visto el terrible fracaso de todas las cosas falsas. Hemos visto el juicio de Dios en partes. No todo queda por revelar. Tenemos derecho a razonar del pasado al futuro; y cuando nuestra propia experiencia, de hecho, haya confirmado la revelaci�n de Dios, podemos saber que ese futuro ser� terrible para los siervos de la injusticia. �Cu�l es el deber del hombre dictado por el mero sentido com�n? Es buscar y confiar en lo verdadero.

(1) No podemos escapar a la prueba de nuestras garant�as.

(2) Si nos oponemos a Dios, desafiamos todas las fuerzas de Su creaci�n, fuego, viento, inundaci�n, pestilencia, etc. "Es una cosa terrible caer en las manos del Dios viviente". ( J. Parker, DD )

Pronosticadores mensuales

( Isa�as 47:13 ): - La referencia especial es a la preparaci�n de almanaques mensuales (basados ??en c�lculos astrol�gicos) en los que venideros (se pronosticaron desastres, se se�alaron d�as de suerte y mala suerte, etc.) Un ejemplar de estos almanaques se traduce por Sayce en Transactions of the Society of Biblical Archaeology ( Prof. J. Skinner, DD ).

Versículo 14

He aqu�, ser�n como rastrojo

El juicio de Dios como fuego consumidor

La llama no es un fuego confortable para calentarse, no hay fuego de hogar ( Isa�as 44:16 ) para sentarse frente a �l; pero, por el contrario, consumidor, eterno, i. llamas aniquiladoras ( Isa�as 33:14 ). ( F. Delitzsch, DD )

La porci�n de los imp�os

I. Con referencia a la PRIMERA ORACI�N.

1. Uno de los pensamientos m�s sorprendentes que transmite a la mente es este, que el castigo de los malvados se infligir� f�cilmente. "Ser�n como rastrojo". Nada puede ser m�s f�cil que encender el rastrojo cuando est� completamente seco. Oh, hombre imp�o e impenitente, hay algo en ti hoy que, por no hablar y dejar madurar, te traer� un infierno. Tienes en ti mismo el poder de la memoria, y ese poder se convertir� en un veh�culo de dolor para ti.

T� tienes, adem�s de tu memoria, una conciencia; una conciencia que te has esforzado por silenciar; pero, incluso drogado y amordazado como est�, a veces te hace sentir infeliz. Entonces encontrar� que no puede paliar la culpa del pecado. Tu memoria y tu conciencia ser�n como dos grandes piedras de molino que te har�n polvo. Entonces, a�adido a tu memoria y a tu conciencia, vendr� tu mayor conocimiento.

Ahora sabes lo suficiente como para dejarte sin excusa, pero entonces tu conocimiento aumentar� y te dejar� sin pretensiones de disculpa. Entonces percibir�s el arte del tentador que te enga��. Entonces ver�s la negrura y la inmundicia del pecado como no lo ves ahora. Entonces comprender�s la grandeza y la bondad del Dios a quien has despreciado; entonces discernir�s la gloria del cielo que has perdido; entonces comenzar�s a tener una idea de esa eternidad que rodar� sobre tu cabeza para siempre.

Adem�s, piensa en tus compa�eros. Cierren juntos a cincuenta borrachos y profanos, y �no se har�an pronto un infierno sin la interposici�n del poder divino? �Qu� ser� cuando est�n atados en manojos? �Cu�ndo las decenas de miles de los que no obedecen a Cristo se encontrar�n en su propio lugar?

2. Este castigo ser� de lo m�s riguroso y terrible. La met�fora del fuego se usa en las Escrituras porque es la que de todas las cosas causa m�s dolor y es la que m�s busca y prueba. As� como el fuego consume y llega a la esencia misma de las cosas, la ira que vendr� llegar� a la esencia misma y subsistencia del alma.

3. Esta destrucci�n ser� de lo m�s inevitable. "No se librar�n del poder de la llama". Ahora hay esperanza; entonces no habr� esperanza. El Se�or Jes�s, aunque el m�s amoroso de los esp�ritus, fue el m�s terrible de los predicadores; y en Sus sermones, si bien hay todo lo que podr�a derretirse y cortejar, no faltan el gran y terrible rayo, y el sonido de la ira venidera, y el juicio que debe aguardar a los impenitentes.

II. PERO NUESTRO TEXTO AHORA CAMBIA SU FIGURA. �As� ha dicho Jehov�: No habr� carb�n para calentar, ni fuego para sentarse delante de �l�; con lo cual se quiere decir que no habr� nada en el infierno que pueda dar al pecador un momento de consuelo; nada.

III. Y ahora nuestro texto nos dice �HE AQU͔, por lo tanto, te ruego que no apartes tus ojos de esta meditaci�n.

1. Hijos de Dios, he aqu�; te har� sentir agradecido. �No te hace amar a tu Salvador el pensamiento de la miseria de la que has escapado? Y, oh, �no te har� amar tambi�n a los pobres pecadores?

2. Pero especialmente, ustedes que son inconversos, el texto dice: "He aqu�". Es un tema sombr�o sobre el que pensar, pero es mejor pensar en �l ahora que pensar en �l para siempre. ( CH Spurgeon. )

Información bibliográfica
Exell, Joseph S. "Comentario sobre "Isaiah 47". El Ilustrador Bíblico. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tbi/isaiah-47.html. 1905-1909. Nueva York.