Bible Commentaries
Salmos 140

El Ilustrador BíblicoEl Ilustrador Bíblico

Versículos 1-13

L�brame, Se�or, del malvado.

Dios preserva a su siervo

Para poner a Lutero fuera de peligro por un tiempo, un hombre prudente lo tom� prisionero y lo mantuvo fuera de la contienda en el castillo de Wartburg. Lutero no pod�a ser enterrado vivo con facilidad; debe seguir adelante con el trabajo de su vida. Env�a un mensaje a sus amigos de que el que vendr�a pronto estar�a con ellos, y de repente apareci� en Wittenburg. El pr�ncipe ten�a la intenci�n de mantenerlo en retiro un poco m�s, y cuando el Elector temi� que no podr�a protegerlo, Lutero le escribi�: �Estoy bajo una protecci�n mucho mayor que la tuya; es m�s, veo que es m�s probable que proteja a Su Gracia que a su Gracia que me proteja a m�.

El que tiene la fe m�s fuerte es el mejor protector ". Lutero hab�a aprendido a ser independiente de todos los hombres, porque se arroj� sobre su Dios. Ten�a a todo el mundo en su contra y, sin embargo, viv�a con alegr�a; si el Papa lo excomulgaba quemaba la factura; si el Emperador lo amenazaba, se regocijaba porque recordaba las palabras del Se�or. �Los reyes de la tierra se establecen, y los gobernantes se re�nen en consejo.

El que se sienta en los cielos se reir� ". Cuando le dijeron: "�D�nde encontrar�s refugio si el Elector no te protege?" dijo: "Bajo el amplio escudo de Dios". ( CH Spurgeon. )

Versículos 6-7

Dije al Se�or: T� eres mi Dios.

Arpa de cinco cuerdas de David

(con los vers�culos 12, 13): - Hay cinco cosas en mi texto a las que quiero llamar especialmente la atenci�n de cualquiera que est� en graves problemas, y particularmente de aquellos que est�n en problemas de enemigos que buscan arruinarlos.

I. Posesi�n afirmada (vers�culo 6).

1. �Cu�l fue la posesi�n? El Se�or mismo. Si Dios es tu Dios, todo es tuyo, porque todo est� en Dios, y el Dios que se ha entregado a nosotros no puede negarnos nada.

2. El reclamo. Exhibi� sus t�tulos de propiedad.

3. �Qui�n fue el Testigo que dio fe? Es muy f�cil decirle al ministro: �El Se�or es mi Dios�; pero puede que no sea cierto. Es algo muy solemne poder decirle a Jehov�: "T� eres mi Dios". Los verdaderos creyentes dialogan con su Dios; est�n acostumbrados a hablar con el Alt�simo. �Dije a Jehov�: T� eres mi Dios�.

4. La ocasi�n. Cuando estaba en problemas. Le dije a Jehov�: "T� eres mi Dios". Los hombres dec�an que era un n�ufrago; pero dije: "T� eres mi Dios". Dijeron que estaba sin un amigo; pero le dije a Jehov�: "T� eres mi Dios".

II. Una petici�n presentada. "Escucha la voz de mis s�plicas".

1. Sus oraciones eran frecuentes. Cuando tenga un doble problema, tenga cuidado de tener doble oraci�n.

2. Sus oraciones estaban llenas de significado. "Voz."

3. Sus oraciones estaban destinadas a Dios.

4. No pod�a descansar a menos que tuviera la atenci�n del Se�or.

III. Preservaci�n experimentada (vers�culo 7).

1. Dios hab�a sido el portador de la armadura de David. �No ha sido as� con nosotros en d�as pasados? �No nos cubrimos la cabeza cuando Dios sostuvo Su escudo sobre nosotros? �No hemos sido protegidos de todo da�o por la providencia y por la gracia del Alt�simo?

2. Dios hab�a guardado Su parte m�s vital.

3. Dios hab�a sido la fuerza de su salvaci�n.

IV. Se espera protecci�n (vers�culo 12).

1. �l es el Juez de toda la tierra, �y no har� bien?

2. Adem�s, Dios es un amigo compasivo; y cuando ve a alguno de sus queridos santos muy pobre y afligido, �no crees que, cuando no puedan cuidarse a s� mismos, �l cuidar� de ellos?

V. Alabanza predicha (vers�culo 13).

1. La alabanza est� asegurada por la gratitud.

2. Por santa confianza.

3. Permaneciendo en comuni�n con �l. ( CH Spurgeon. )

Versículo 8

No concedas, Se�or, los deseos de los imp�os.

Los deseos de los malvados son inadmisibles

I. Algunos de los deseos de los malvados.

1. Que no hay Dios. No se atreven a someter su conducta a la inspecci�n Divina y se alegrar�an si no hubiera ning�n Ser que inspeccionar. Pero contra este deseo los piadosos se oponen a sus oraciones. Y hay buenas razones por las que se sienten as�. Si no hubiera Dios, todo debe ser arrojado inmediatamente a un estado de confusi�n. El caos volver�a.

2. Si un Dios existe y debe existir, los pecadores desean que sea un mero espectador de los asuntos del mundo. La gran objeci�n que tienen a su existencia es que, si existe, debe tener las riendas del gobierno. Pero los santos no solo desean que Dios reine, desean que �l maneje todos los asuntos de la creaci�n. Consideran que su propia seguridad y la de los dem�s dependen de este cuidado especial de Dios.

3. Si Dios debe existir y debe ser un agente activo en el gobierno del mundo, los malvados desean que �l trabaje sin ning�n plan. Tienen miedo de los decretos divinos. Temen que estos decretos no los favorezcan. Los justos, por otro lado, encontraron todas sus esperanzas de salvaci�n, tanto en lo que respecta a ellos mismos como a los dem�s, en los prop�sitos de Dios.

4. Los pecadores desean la felicidad y el cielo sin santidad. Entre estos dos Dios ha establecido una conexi�n indisoluble. Ha decretado que la santidad ser� el �nico camino a la felicidad. Pero esta conexi�n los pecadores desean destruir. Odian la santidad dondequiera que aparezca y, sin embargo, tienen la intenci�n de ser felices. Los justos, por el contrario, no aman tanto como la santidad.

5. Los pecadores desean que los cristianos caminen desordenadamente y deshonren la religi�n de Jes�s. Contra estas ca�das los santos oran, y se entristecen cuando ocurren. Aman a sus compa�eros santos. Cada mancha que aparece en sus vestiduras entristece sus corazones. Sienten algo de la misma angustia en ocasiones como la que sienten cuando se extrav�an.

6. Los malvados desean permanecer ignorantes de su propio car�cter. Los justos rezan diariamente el favor de conocerse a s� mismos.

7. Los hombres malvados est�n muy deseosos de que no haya d�a de juicio. No desean la inspecci�n final de Omnisciencia. En tales deseos, los justos no pueden unirse. Es su ardiente deseo que haya un d�a que saque a la luz todos los hechos y emita un juicio imparcial sobre todas las acciones de los hombres.

8. Los malvados est�n muy deseosos de que se les deje actuar sin restricciones. Nada desean m�s. En este particular, los hijos de Dios y todos los seres santos se oponen a sus deseos. Ser�a la ruina del mundo tenerlos satisfechos. Libera a los malvados de la restricci�n y habr� poca diferencia entre la tierra y el infierno.

II. Inferencias.

1. La monstruosa maldad del coraz�n.

2. La naturaleza de la regeneraci�n. Es un cambio universal en los deseos del coraz�n, en los afectos del alma.

3. La gran diferencia entre los justos y los malvados.

4. Por qu� los pecadores no desean ni disfrutan de la sociedad de los justos. Tienen deseos opuestos. ( DA Clark. )

Versículo 12

S� que el Se�or defender� la causa de los afligidos y la justicia de los pobres.

Dios y los pobres

Leemos en el texto que Dios �mantiene la causa de los afligidos y el derecho de los pobres�, y podemos pensar que no hay mucha evidencia de esto. Si la sociedad est� bajo el control de Dios, �c�mo es posible que haya tal caos? Parece que no hay orden. Sin embargo, en medio de la aparente confusi�n, Dios est� gobernando. Tiene los vientos en sus pu�os y el agua en el hueco de su mano. �Qu� le dio al salmista esta seguridad?

I. Su conocimiento del car�cter de Dios. Leemos acerca de la piedad de Dios, de la compasi�n y misericordia de Dios en el Antiguo Testamento. De ah� los numerosos pasajes relacionados con Dios y los pobres. ��l libra al pobre en su aflicci�n�. �De tu bondad has preparado para los pobres�. "El que se burla del pobre reprende a su Hacedor". "Has sido una fortaleza para los pobres". �Rompe los pecados mostrando misericordia a los pobres.

De ah� tambi�n la provisi�n hecha para los pobres. Los rebuscos de los campos y de los vi�edos y olivos siempre se les deb�a dejar. Las producciones espont�neas del a�o sab�tico tambi�n deb�an formar parte de su provisi�n. La bondad para con ellos fue un deber sagrado y un privilegio precioso.

II. Su sentido de la justicia. El salmista habla del "derecho de los pobres". Algunos afirmar�an que los pobres no tienen ning�n derecho, excepto el derecho a morir de hambre o apartarse del camino. Las clases pudientes tienen derechos. Oh si. El car�cter sagrado de la propiedad es m�s inviolable que el car�cter sagrado del s�bado. �La riqueza del rico es su ciudad fuerte�, y alrededor de esta ciudad fuerte hay muros construidos por legisladores.

Que la riqueza tenga sus derechos; y que la pobreza tambi�n tenga sus derechos. Si es correcto fortalecer al d�bil, levantar al d�bil, consolar al afligido, sanar al afligido, proveer para el pobre, entonces Dios mantendr� ese derecho. El que implant� en el hombre este sentido de justicia, �no ser� justo? La justicia puede parecer tard�a, pero "siempre el derecho prevalece y se har� justicia". �Yo s� que el Se�or lo har�, etc. Si no tienen otro amigo, los afligidos y los pobres tienen un Amigo en el cielo, cuya justicia es como los grandes montes, cuya misericordia perdura para siempre.

III. Su conocimiento de que Dios levant� ayudantes para los d�biles y oprimidos. Entonces se ejerci� la caridad. Formaba parte de la religi�n jud�a. Entonces se observaron los ritos de la hospitalidad, y ahora se observan en gran medida en Oriente, con gran cuidado y fidelidad. No se traicion� a ning�n enemigo que hubiera entrado en una tienda de campa�a para recibir hospitalidad. Hay una fuente de simpat�a en el coraz�n humano. Dios ha hecho el coraz�n y ha encendido en �l las emociones del amor y la piedad.

Ama a Dios y te ver�s obligado a amar al hombre. Guarde la primera tabla de la ley y se ver� impulsado a observar la segunda. Dios no es pobre y necesita nuestra limosna. Pero a nuestro alrededor hay hombres, hechos a semejanza de Dios, capaces de tener comuni�n con Dios, de pensar en Su nombre y amarlo, y el amor a Dios puede expresarse en el servicio a los hombres. �sta es la esencia de la religi�n: el amor. El ap�stol dice que todo es vano sin esto. ( J. Owen. ).

Salmo 141:1

Información bibliográfica
Exell, Joseph S. "Comentario sobre "Psalms 140". El Ilustrador Bíblico. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tbi/psalms-140.html. 1905-1909. Nueva York.