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1 Corintios 2

Comentario de Coke sobre la Santa BibliaComentario de Coke

Introducción

Declara que su predicaci�n, aunque no traiga excelencia de habla ni de sabidur�a humana; sin embargo, consiste en el poder de Dios; y sobrepasa tanto la sabidur�a de este mundo y el sentido humano, que el hombre natural no puede comprenderlos.

Anno Domini 57.

PORQUE los eruditos griegos hab�an objetado el Evangelio, la insensatez (como les agradaba llamarlo) de sus doctrinas y la debilidad de sus predicadores, el Ap�stol respondi� en el cap�tulo anterior que por medio de estas doctrinas insensatas y predicadores d�biles, se hab�a producido una reforma en las mentes y los modales de multitudes, que la jactanciosa filosof�a de los griegos y la elocuencia de sus oradores no hab�an podido realizar. Pero siendo este un asunto de gran importancia, y habiendo reprendido la facci�n a San Pablo en particular por su falta de elocuencia, �l procedi� ahora en este cap�tulo a decirles a los Corintios, que Cristo lo envi� a predicar no con sabidur�a de palabras ( ver el cap�tulo 1 Corintios 1:17.), actu� de acuerdo con su comisi�n, cuando no acudi� a ellos con la excelencia del habla o la sabidur�a, declarando el testimonio de Dios, 1 Corintios 2:1 . llamando al Evangelio el testimonio de Dios,insinu� el Ap�stol, que la credibilidad del Evangelio no depend�a ni de su conformidad con la filosof�a de los griegos, ni de la elocuencia de sus predicadores, sino del testimonio de Dios, que lo confirmaba con milagros y las influencias divinas de su Esp�ritu. �Y por eso, por rid�culo que parezca a sus ojos, decidi� no dar a conocer nada entre los corintios, ni en sus conversaciones privadas ni en sus discursos p�blicos, sino a Jesucristo, y a �l crucificado por los pecados de los hombres, 1 Corintios 2:2 �Al mismo tiempo, conociendo la opini�n que los eruditos griegos se formar�an de esa doctrina en particular, as� como que sus discursos no fueron compuestos ni pronunciados de acuerdo con las reglas de la ret�rica griega, sus primeros discursos a ellos fueronen debilidad, miedo y mucho temblor, 1 Corintios 2:3 �Sin embargo, iban acompa�ados de la poderosa demostraci�n del Esp�ritu, que le permiti� probar las cosas que predicaba, mediante milagros y sus influencias bondadosas, 1 Corintios 2:4 � Para que la fe de la humanidad no se base en la sabidur�a de los hombres, ese m�todo de razonar y hablar, que la sabidur�a humana dicta como mejor calculado para persuadir, pero en el poder de Dios, 1 Corintios 2:5 .

Sin embargo, no sea que las cosas que se dicen en el cap�tulo anterior, acerca de la insensatez de las doctrinas del Evangelio, y en este cap�tulo acerca de que no tienen relaci�n con ninguno de los esquemas de la filosof�a griega, pudieran haber llevado a los corintios a pensar mal. de ello, el Ap�stol les dijo que, en el Evangelio, �l y sus hermanos dieron a conocer un esquema de doctrina, que los que estaban perfectamente instruidos sab�an que era verdadera sabidur�a: solo que no era la sabidur�a de este mundo; no era ninguno de los misterios de los dioses �dolos adorados por los paganos, ni de las religiones establecidas por los gobernantes paganos, quienes deben ser anulados, 1 Corintios 2:6 Lo que predicaban era la sabidur�a de los verdaderos Dios;un esquema de religi�n ideado por el Dios verdadero, y dado a conocer en un verdadero misterio. El Ap�stol llam� al Evangelio un misterio, no porque contuviera doctrinas absolutamente ininteligibles, sino porque siendo de origen divino y conteniendo los descubrimientos m�s importantes, ten�a m�s derecho a la honorable denominaci�n de misterio que cualquiera de los que se llamaban as�.

Este excelente esquema de doctrina hasta ahora mantenido en secreto, Dios determin�, antes de que comenzara la dispensaci�n jud�a, publicarlo al mundo por los Ap�stoles de su Hijo, para su gran honor; de modo que son mitogogas de un misterio infinitamente m�s excelente que el de Eleusis, o cualquier otro misterio pagano, 1 Corintios 2:7 Sin embargo, cuando fue publicado, ninguno de los gobernantes de este mundo sab�a que era la sabidur�a de Dios; porque si lo hubieran sabido, no habr�an crucificado al Se�or, ni al autor de todas las cosas gloriosas descubiertas en el misterio de la sabidur�a de Dios, 1 Corintios 2:8. � Esta ignorancia de los gobernantes, observ� el Ap�stol, fue ocasionada por la grandeza de las cosas contenidas en el misterio de la sabidur�a de Dios. Eran lo que la raz�n humana no pudo descubrir ni comprender plenamente; de acuerdo con la descripci�n de Isa�as de ellos; ojo no vio, etc.

1 Corintios 2:9 Sin embargo, Dios nos ha revelado estas cosas a los ap�stoles, por el Esp�ritu: porque el Esp�ritu de Dios, que nos inspira, todo lo escudri�a, aun los profundos consejos de Dios. De modo que estamos bien capacitados para descubrir estos consejos al mundo, 1 Corintios 2:10 . Adem�s, les dijo, que los Ap�stoles no hab�an recibido la inspiraci�n de los esp�ritus malignos, por los cuales las sacerdotisas y profetas paganos, y misstagogos, fueron guiados; sino la inspiraci�n que viene de Dios, para que conozcan y publiquen las cosas gloriosas (v�ase 1 Corintios 2:9 ) que el Dios verdadero concede gratuitamente a los que creen, 1 Corintios 2:12. � Lo cual, dijo, nosotros los Ap�stoles efectivamente damos a conocer al mundo, no en un lenguaje ense�ado por la ret�rica humana, sino en palabras dictadas por el Esp�ritu de Dios; explicando las cosas espirituales en palabras espirituales, 1 Corintios 2:13 . Sin embargo, el hombre animal, el hombre que se gu�a por sus pasiones y nociones animales, no recibe las cosas reveladas por el Esp�ritu; porque le parecen locura; tampoco puede entenderlos, porque deben ser examinados espiritualmente, es decir, deben ser examinados por la luz que proporciona la revelaci�n divina, y no la raz�n, 1 Corintios 2:14 . Pero el hombre espiritual, el hombre que no se deja guiar por sus pasiones animales, y que reconoce la autoridad de la revelaci�n y es asistido por el Esp�ritu de Dios, puede examinar y recibir las cosas reveladas por el Esp�ritu.

Sin embargo, �l mismo no es examinado ni juzgado por ning�n hombre animal, porque ning�n hombre animal puede comprender los principios sobre los cuales se basa la creencia del hombre espiritual, 1 Corintios 2:15 . Porque el hombre animal ha comprendido y aprobado los prop�sitos de la gracia del Se�or Cristo. , respetando la salvaci�n del mundo? �O qu� animal puede instruir al hombre espiritual? Pero, a�adi�, nosotros los Ap�stoles tenemos los prop�sitos de la gracia de Cristo que se nos han dado a conocer por el Esp�ritu; para que podamos conocerlos y comunicarlos al mundo, 1 Corintios 2:16 .

Versículo 1

Y yo, hermanos, etc.� Como un argumento m�s para evitar que se glor�en en sus l�deres, San Pablo les dice a los corintios que, como los predicadores del Evangelio, elegidos por Dios, eran hombres mezquinos y analfabetos, as� el Evangelio no deb�a ser propagado, ni los hombres deb�an establecerse en la fe, mediante el saber y la elocuencia humanos; pero por la evidencia que tuvo de la revelaci�n contenida en el Antiguo Testamento, del poder de Dios que lo acompa�a y confirma con milagros, y de las influencias del Esp�ritu de Dios sobre el coraz�n, 1 Corintios 2:1 .

No vine con excelencia de habla , con pompa de lenguaje.Doddridge. Esto puede aludir a la vana afectaci�n de sublimidad y sutileza tan com�n entre los griegos de esa �poca, y muy alejada de la verdadera elocuencia en la que nuestro Ap�stol se destac� tan notablemente. Se ha afirmado que el Ap�stol trabajaba bajo un gran impedimento en su habla, por un tartamudeo o un chillido en su voz. Otros optan por aplicar las palabras a su defecto de oratoria, y falta de experiencia en el idioma griego: ambos que pueden considerarse como fuera de la marca, y no el significado del Ap�stol en este vers�culo; que no puede ser otro que el asignado al principio de la nota. Por lo tanto, parece que estaba lejos de aprovechar una educaci�n superior, un aprendizaje superior y un mayor uso del mundo; y por esta conducta se puso a la altura de los dem�s Ap�stoles. Pero un impostor cuyo fin hubiera sido el poder, habr�a actuado en una parte contraria; se habr�a valido de todas esas ventajas; los habr�a ensalzado lo m�s posible; se habr�a erigido, en virtud de ellos, como jefe de la secta a la que se adhiri�, o al menos de los pros�litos hechos por �l mismo.

Esto no es m�s de lo que hicieron todos los fil�sofos que formaron una escuela; era mucho m�s natural en alguien que propagaba una nueva religi�n. Pero como su conducta era al rev�s, mostr� que actuaba sobre principios m�s elevados que cualquier fil�sofo, y que ese mismo no era motivo para profesarse cristiano y para esforzarse en hacer cristianos a otros de la misma manera. Por el testimonio de Dios se quiere decir "lo que Dios ha revelado y testificado en el Antiguo Testamento". El Ap�stol declara que, cuando predic� el Evangelio a los corintios, no utiliz� ninguna ciencia humana, ni insinuaciones de elocuencia, ni especulaciones filos�ficas, ni adornos del saber humano; todos sus argumentos fueron, como �l les dice, 1 Corintios 2:4de la revelaci�n del Esp�ritu de Dios, las predicciones del Antiguo Testamento y los milagros que �l mismo hizo entre ellos; que su fe pudiera deberse enteramente al Esp�ritu de Dios, y no a las habilidades y sabidur�a del hombre.

En lugar de ?????????, que damos testimonio, varios manuscritos antiguos dicen ?????????, misterio. Puede que se diga algo a favor de esta lectura; porque aunque el Ap�stol es due�o de la doctrina del Evangelio, dictada por el Esp�ritu de Dios, que debe estar contenida en las Escrituras del Antiguo Testamento y edificada sobre la revelaci�n; sin embargo, en todas partes ense�a que permaneci� en cierta medida un secreto all�, que no se comprendi� completamente hasta que fueron conducidos al significado evang�lico oculto de esos pasajes, por la venida del Se�or Jesucristo, y por la asistencia del Esp�ritu, en el tiempos del Mes�as, y luego publicados al mundo por los predicadores del Evangelio; y por eso lo llama, especialmente la parte que se relaciona con los gentiles, casi todos eran ?????????,misterio. Ver particularmente Romanos 16:25 . Locke, Wetstein y Lord Lyttelton sobre la conversi�n de St. Paul.

Versículo 2

Porque decid� no saber nada, etc.� La palabra traducida para conocer, se usa seg�n el idioma hebreo, hacer saber, o ense�ar. San Pablo, quien era un hombre erudito, especialmente en el conocimiento jud�o, habi�ndoles dicho en el cap�tulo anterior que ni el saber jud�o ni las ciencias griegas dan a un hombre ninguna ventaja, como maestro inspirado y ministro del Evangelio, aqu� les recuerda que �l no mostr� ni us� ninguno de ellos cuando plant� el Evangelio entre ellos; insinuando as� que esas no eran las cosas por las que sus maestros deb�an ser valorados o seguidos. Parece haber un �nfasis peculiar en la expresi�n entreusted, como si el Ap�stol hubiera dicho: "No cambi� mi m�todo habitual en Corinto; y usted sabe con qu� glorioso �xito fue asistido". El griego de la �ltima cl�usula es, ??? ?????? ????????????, - incluso esa persona crucificada. Los jud�os y los paganos evidentemente le dieron a nuestro Se�or este nombre en forma de desprecio; pero St.

Pablo declara que en lugar de ocultar esto como una infamia y un esc�ndalo, fue en lo principal en lo que insisti�; como de hecho todas las doctrinas m�s importantes del Evangelio est�n en una conexi�n cercana y natural con �l: y sin duda, �l las tom� en esa conexi�n; porque �l se refiere, en el curso de estas ep�stolas, a varias doctrinas relacionadas con el Padre y el Esp�ritu Santo, como lo que �l les hab�a ense�ado, aunque no incluidas expresamente en la doctrina de la crucifixi�n. Ver Locke, Doddridge y Mackni

Versículo 3

Estuve con ustedes en la debilidad: San Pablo, al exponer as� su propio comportamiento modesto y humilde entre ellos, refleja el porte contrario de su falso Ap�stol; que describe extensamente, 2 Corintios 11:20 . Vea tambi�n Hechos 18:6 ; Hechos 18:9 .

Versículo 4

Pero en demostraci�n del Esp�ritu y de poder� Hab�a dos clases de argumentos con los que el Ap�stol confirm� el Evangelio; el primero fue, las revelaciones hechas acerca de nuestro Salvador por tipos y figuras, y las profec�as de �l bajo la ley; el otro, los milagros y dones milagrosos que acompa�aron a los primeros predicadores del Evangelio, en su publicaci�n y propagaci�n. San Pablo llama aqu� poder al �ltimo de estos , al primero lo llama Esp�ritu; y as� 1 Corintios 2:12 ; 1 Corintios 2:14 .

Las cosas del Esp�ritu de Dios y las cosas espirituales son cosas que son reveladas por el Esp�ritu de Dios y que nuestras facultades naturales no pueden descubrir. Locke. El arzobispo de Cambray, en lugar de seducir las palabras de la sabidur�a del hombre, hace que los discursos griegos sean persuasivos sobre la sabidur�a humana.

Versículo 5

Para que su fe no se mantenga, etc.� Si su fe se basa totalmente en la revelaci�n divina y los milagros, por los que se excluyen todas las habilidades humanas, no puede haber ninguna raz�n para que ninguno de ellos se jacte de sus maestros o se valore por su ser. seguidores de tal o cual predicador; que San Pablo aqu� obvia. Ver a Locke.

Versículo 6

Sin embargo, hablamos sabidur�a, etc.� El siguiente argumento que usa el Ap�stol, para mostrarles que no ten�an ninguna raz�n para gloriarse en sus maestros, es que el conocimiento del Evangelio no era alcanzable por nuestras partes naturales, sin importar c�mo fueran mejorado por el arte y la filosof�a, pero fue totalmente debido a la revelaci�n, 1 Corintios 2:6 . Perfecto, en este vers�culo, es lo mismo con espiritual, 1 Corintios 2:15. � Uno que est� tan perfectamente bien informado de la naturaleza divina y original de la religi�n cristiana, que ve y reconoce que es toda una pura revelaci�n de Dios, y no en lo m�s m�nimo producto de descubrimientos, partes o conocimientos humanos; y as�, deriv�ndolo completamente de lo que Dios ha ense�ado por su Esp�ritu en las Sagradas Escrituras, no permite que la m�s m�nima parte se atribuya a la habilidad o habilidades de los hombres. As�, perfecto se opone a carnal, cap.

1 Corintios 3:1 ; 1 Corintios 3:3 , es decir, tales ni�os en el cristianismo, tales cristianos d�biles y equivocados, que pensaban que el Evangelio deb�a ser manejado como artes y ciencias humanas entre los hombres del mundo, y que estaban mejor instruidos y m�s en lo correcto, quienes siguieron a este maestro, o maestro, en lugar de otro; y as�, glorific�ndose de ser los disc�pulos, uno de Pablo, otro de Apolos, cayeron en divisiones y partidos en torno a �l, y se jactaban unos sobre otros; mientras que, en la escuela de Cristo, todo deb�a ser edificado solo sobre la autoridad de Dios. y la revelaci�n de su Esp�ritu en las Sagradas Escrituras. Algunos traducen la cl�usula, Sin embargo, ense�amos sabidur�a en las cosas m�s excelentes. Ver Esdras 2:63 . Por la sabidur�a de este mundo,se refiere al conocimiento, las artes y las ciencias que pueden alcanzar las partes y facultades naturales del hombre; como el ingenio del hombre podr�a descubrir, cultivar y mejorar, y como los pr�ncipes de este mundo aprueban, animan y se esfuerzan por propagar.

Aunque por ???????? ??? ?????? ??????, aqu� se puede entender a los pr�ncipes o grandes hombres de este mundo, en el sentido ordinario de estas palabras, dice el Sr. Locke; sin embargo, el que considera bien 1 Corintios 1:28 del cap�tulo anterior, y 1 Corintios 2:8de este cap�tulo, puede encontrar razones para pensar, que el Ap�stol aqu� dise�a principalmente a los gobernantes y grandes hombres de la naci�n jud�a. Si se objeta, que hay poco fundamento para pensar que San Pablo, por la sabidur�a que rechaza, deber�a referirse a la de su propia naci�n, con la que los griegos de Corinto (a quien estaba escribiendo) ten�an poco conocimiento y ten�an muy poca estima, respondo, que para comprender este derecho y la pertinencia de �l, debemos recordar que el gran prop�sito de San Pablo al escribir a los corintios fue quitarles el respeto y la estima, que muchos de ellos ten�an por un falso ap�stol que se hab�a metido entre ellos, y all� hab�a levantado una facci�n contra St.

Paul. Este pretendido ap�stol, se desprende claramente de 2 Corintios 11:22 era jud�o, y, como parece, 2 Corintios 5:16, se valoraba a s� mismo por ese motivo, y posiblemente se jactaba de ser un hombre de renombre, ya sea por nacimiento, alianza, lugar o erudici�n entre el pueblo, que se consideraba el pueblo santo e iluminado de Dios; y por lo tanto, tener el derecho de influir entre esos nuevos paganos convertidos. Para obviar esta pretensi�n suya a cualquier autoridad, San Pablo aqu� dice a los corintios, que la sabidur�a y el saber de la naci�n jud�a no los condujo al conocimiento de la sabidur�a de Dios, es decir, el Evangelio revelado en el Antiguo Testamento; Es evidente en esto, que fueron sus gobernantes y rabiosos quienes, adhiri�ndose r�gidamente a las nociones y prejuicios de su naci�n, hab�an crucificado a Jes�s, el Se�or de la gloria, y ahora estaban ellos mismos, con su estado y religi�n, a punto de ser barridos. y abolido.

Es con el mismo prop�sito que, 2 Corintios 4:16 les dice a los Corintios, que no conoce a nadie seg�n la carne; es decir, que no reconoce ninguna dignidad de nacimiento o descendencia; o privilegios nacionales hacia el exterior. "Las cosas viejas de la constituci�n jud�a pasaron y se fueron; todo el que est� en Cristo y entr� en su reino, est� en una nueva creaci�n, en la cual, todas las cosas son nuevas, todas las cosas provienen de Dios; no hay derecho, no hay reclamo ni preferencia derivado a cualquiera de alguna instituci�n anterior; pero la dignidad de cada uno consiste �nicamente en esto, que Dios lo ha reconciliado consigo mismo, sin imputarle sus ofensas anteriores ". ???? ????? que traducimos este mundo,Me parece que significa com�nmente, si no constantemente, en el Nuevo Testamento, ese estado en el que, durante la constituci�n mosaica, estaban los hombres, ya sean jud�os o gentiles, en contraposici�n al estado o constituci�n evang�lica; que com�nmente se llama '???? ??????, ?????????, El mundo venidero. � Quienes vienen a la nada, significa, quienes est�n desapareciendo. Si la sabidur�a de este mundo y de los pr�ncipes de este mundo,debe entenderse de la sabidur�a y la ciencia del mundo en general, en contraste con la doctrina del Evangelio, luego se agregan las palabras, para mostrar qu� locura es para ellos glorificarse como lo hacen en sus maestros, cuando todo eso la sabidur�a y el saber mundanos, y los grandes hombres que los apoyan, desaparecer�an r�pidamente; mientras que toda la gloria verdadera y duradera vino �nicamente de Jesucristo, el Se�or de la gloria.

Pero si estas palabras deben ser entendidas por los jud�os, como parece m�s acorde tanto con el dise�o principal de la Ep�stola, como con las expresiones de San Pablo aqu�, entonces su decirles que los pr�ncipes de la naci�n jud�a han sido reducidos a nada, es para quitarles de gloriarse en su falso ap�stol judaizante; ya que la autoridad de los gobernantes de esa naci�n en materia de religi�n hab�a llegado a su fin, y ellos, con todas sus pretensiones, y su propia constituci�n, estaban a punto de ser abolidos y barridos, por haber rechazado y crucificado al Se�or. de gloria. Ver a Locke.

Versículo 7

Hablamos la sabidur�a de Dios� La sabidur�a de Dios se usa aqu� para la doctrina del Evangelio, que viene inmediatamente de Dios por la revelaci�n de su Esp�ritu; y en este cap�tulo se opone a todos los conocimientos, descubrimientos y mejoras de cualquier tipo, alcanzables por la laboriosidad, las partes y el estudio humanos, todo lo que �l llama la sabidur�a del mundo y la sabidur�a del hombre; - distinguiendo as� el conocimiento del Evangelio, que se deriva totalmente de la revelaci�n, y no puede obtenerse de otra manera, de cualquier otro conocimiento. Lo que el Esp�ritu de Dios hab�a revelado del Evangelio durante los tiempos de la ley, fue tan poco comprendido por los jud�os, en cuyos sagrados escritos estaba contenido, que bien podr�a llamarse la sabidur�a de Dios en un misterio,es decir, declarado en profec�as oscuras y expresiones y tipos misteriosos. Aunque esto sea indudable, como parece por lo que los jud�os pensaron e hicieron, cuando Jes�s el Mes�as, respondiendo exactamente a lo que hab�a sido predicho de �l, vino entre ellos, pero por la sabidur�a de Dios en un misterio, donde estaba escondido, aunque propuesto por Dios antes del asentamiento de la econom�a jud�a, St.

Pablo parece referirse m�s particularmente a lo que a los gentiles, y en consecuencia a los corintios, les interesaba m�s peculiarmente; verbigracia. El prop�sito de Dios de llamar a los gentiles a ser su pueblo bajo el Mes�as; el cual, aunque revelado en el Antiguo Testamento, no fue entendido en lo m�s m�nimo hasta los tiempos del Evangelio y la predicaci�n de San Pablo, el Ap�stol de los Gentiles, que por eso con tanta frecuencia llama un misterio. La lectura y comparaci�n de Romanos 16:25 , Efesios 3:3 , Efesios 6:19 , Colosenses 1:26 , Colosenses 2:1 yColosenses 4:3 esto.

Para lo cual me permito observar sobre el uso de la palabra sabidur�a aqu�, que San Pablo, hablando del llamado de Dios a los gentiles, no puede, al mencionarlo, abstenerse de expresiones de su admiraci�n por la grande e incomprensible sabidur�a de Dios en �l. Ver Efesios 3:8 ; Efesios 3:10 , Romanos 11:33 . El t�rmino ??? ??? ??????, significa propiamente, antes de las edades; y creo que se puede dudar de que estas palabras, ante el mundo, traduzcan exactamente el sentido del lugar. Que ????, o ??????, no deber�a traducirse el mundo,como en muchos lugares, dar� un ejemplo convincente, entre los muchos que podr�an presentarse, a saber. Efesios 3:9 comparado con Colosenses 1:26 .

Las palabras en Colosenses son, ?? ????????? ?? ?????????????? ??? ??????, as� traducidas en la traducci�n inglesa, que ha estado oculta desde las edades; pero en Efesios 3:9 un lugar paralelo, se traducen las mismas palabras ??? ????????? ??? ?????????????? ??? ??? ??????, El misterio que desde el principio del mundo ha estado escondido; mientras que de Colosenses 1:26 est� claro que ??? ??? ??????, no significa la �poca o el comienzo del encubrimiento, sino aquellos a quienes se ocult�. Est� claro que el Ap�stol, en el vers�culo inmediatamente anterior y en el siguiente que tenemos ante nosotros, habla de los jud�os; y por lo tanto, la frase ??? ??? ?????? aqu�, puede entenderse bien que significaantes de los tiempos de los jud�os; y as� ?? ??????, de las edades de los jud�os, en los otros dos textos mencionados.

La raz�n por la cual la palabra ??????, en estos y otros lugares (como Lucas 1:70 , Hechos 3:21 y en otros lugares) deber�a ser apropiada para las edades de los jud�os, puede deberse a su recuento por edades o jubileos. V�ase el juicioso tratado del Sr. Locke y el Dr. Burthogge, "El cristianismo, un misterio revelado", p�g. 100. 2. p. 17.

Versículo 8

No habr�an crucificado. La fuerza del original es: No lo habr�an hecho de ninguna manera. Comp�rese con Lucas 23:34 . San Pablo, al final del vers�culo anterior, opone la verdadera gloria de un cristiano a la gloria que hab�a entre los corintios en la elocuencia, el saber o cualquier otra cualidad de sus l�deres facciosos: porque, en todas sus expresiones, tiene un ojo puesto en su prop�sito principal; como si hubiera dicho: "�Por qu� hacen divisiones, glorific�ndose como lo hacen, en sus diferentes maestros? La gloria a la que Dios nos ha ordenado maestros y profesores cristianos, es que seamos expositores, predicadores y creyentes de aquellos revelaron verdades y prop�sitos de Dios, que, aunque contenidas en las Sagradas Escrituras del Antiguo Testamento, no se entendieron comparativamente en �pocas anteriores.

Esta es toda la gloria que nos pertenece a nosotros, los disc�pulos de Cristo, quien es el Se�or de todo poder y gloria, y aqu� nos ha dado lo que supera con creces eso, de lo cual jud�os o gentiles ten�an alguna expectativa de aquello de lo que se gloriaban ". el siguiente verso. As� San Pablo quita todo asunto de gloriarse del falso Ap�stol, y sus facciosos seguidores entre los Corintios. Ver Locke y 2 Corintios 3:6 .

Versículo 11

Nadie conoce, nadie conoce. Estas palabras deben significar el conocimiento perfecto de todos los planes y prop�sitos divinos que ten�a el Esp�ritu Santo, y que el argumento del Ap�stol prueba directamente que ninguna criatura puede tener: de modo que en este pasaje tenemos una prueba contundente de la divinidad del Esp�ritu; y, en consecuencia, ha sido reclamada como tal por todos los que han defendido esa importante doctrina. Vea al obispo Pearson sobre el Credo.

Versículo 12

Ahora hemos recibido� Nosotros, los verdaderos Ap�stoles, o m�s bien yo; porque aunque habla en plural para evitar la ostentaci�n, como podr�an interpretarlo, sin embargo, aqu� se est� justificando a s� mismo y mostrando a los corintios que ninguno de ellos ten�a raz�n para desampararlo y menospreciarlo, para seguir y gritar a sus hermanos. falso ap�stol. Que �l habla de s� mismo, queda claro en el siguiente vers�culo, comparado con 1 Corintios 2:1 y cap. 1 Corintios 1:17 . �Como �l pone "pr�ncipes del mundo", 1 Corintios 2:6 ; 1 Corintios 2:8 para los gobernantes de los jud�os, as� que aqu� pone esp�ritu del mundo para la naci�n.de los jud�os; ese esp�ritu mundano con el que interpretaron el Antiguo Testamento y las profec�as del Mes�as y su reino. Locke.

Versículo 13

Comparar cosas espirituales , etc. � Explicar, etc. Wall, Elsner. "Comparando una parte de la revelaci�n con otra". Es evidente, dice el Sr. Locke, que las cosas espirituales de las que habla aqu�, son consejos poco caritativos de Dios, revelados por su Esp�ritu Santo en las Sagradas Escrituras.

Esta expresi�n puede servir para convencernos del gran respeto que siempre debemos tener por las palabras de la Escritura; y puede ense�ar especialmente a los ministros, cu�n atentamente deben estudiar sus bellezas y cu�n cuidadosos deben ser para que sea el soporte de sus discursos. Ver a Wetstein.

Versículos 14-15

Pero el hombre natural, etc. � San Pablo se opone al hombre natural y al hombre espiritual en estos vers�culos; el que significa un hombre que no tiene principios m�s elevados sobre los que construir, que los de la raz�n natural; el otro, un hombre que basa su fe y religi�n en la revelaci�n divina y experimenta el poder de la misma en su coraz�n. Esto es lo que parece significar el hombre natural, o m�s bien animal, - ???????, - y espiritual, tal como se oponen en estos dos vers�culos. Hay quienes suponen que ??????? implica algo m�s; es decir, el hombre sensual, que contin�a bajo las influencias de sus apetitos y pasiones, y es un extra�o a los nobles ejercicios y principios de la vida divina.

Ver Santiago 3:15 . Judas 1:19 . Locke, Owen y el segundo volumen de The Phoenix, p. 544. En lugar de juzgar todas las cosas, Bos lee juzga a todo hombre.

Versículo 16

Para que pueda instruirlo. "�l, se refiere aqu� al hombre espiritual en el vers�culo anterior, dice el Sr. Locke; porque San Pablo est� mostrando, no que un hombre natural, y un mero fil�sofo, no pueda instruir a Cristo; - este nadie pretendiendo ser cristiano, pod�a imaginar; pero que un hombre, por sus partes naturales desnudas, sin conocer la mente del Se�or, no pod�a instruir, no pod�a juzgar, no pod�a corregir a un predicador del Evangelio, que se basaba en revelaci�n, como �l lo hizo ". Muchos int�rpretes, sin embargo, piensan que es m�s agradable a la construcci�n, y su conexi�n con lo que sigue, que �l comprenda a Dios.

Esta parte de la ep�stola est� dirigida de manera muy artificial: el Ap�stol apunta ahora al gran punto de establecer su autoridad, que hab�a sido sospechada entre ellos; sin embargo, no propone directamente, sino que insin�a indirectamente, argumentos contra tales sospechas; argumentos que pudieran poseer sus mentes, antes de que se dieran cuenta de lo que pretend�a lograr con ellos. Esta importante observaci�n se presentar� a menudo al lector atento de las Ep�stolas de San Pablo. V�ase Doddridge, Guyse y Pyle.

Inferencias.� Debe ser la resoluci�n de todo cristiano, y especialmente la determinaci�n de todo ministro, no conocer nada m�s que a Jesucristo, ya �l crucificado; ( 1 Corintios 2:2 ) Estimar este conocimiento como el m�s importante, cultivarlo en sus propias mentes y esforzarse por propagarlo a otros. Llenos de esta ciencia divina, los ministros del Evangelio que menos conocen la excelencia del habla y las palabras seductoras de la sabidur�a del hombre, prestar�n un servicio m�s importante para la reforma del mundo y la salvaci�n de las almas que sin �l el mayor los maestros del lenguaje, o los adeptos a la filosof�a, nunca podr�n ejercer.

Que los pr�ncipes de este mundo se jacten del conocimiento y la pol�tica refinada, que tan pronto perecer�, ( 1 Corintios 2:6 ) Por la cual muchos de sus s�bditos perecen, y algunas veces ellos mismos antes de su tiempo: �En cu�ntos casos �Les deja imitar las m�ximas destructivas de quienes, bajo pretexto del bien p�blico, pero realmente bajo la instigaci�n de las m�s bajas pasiones privadas, crucifican a Jes�s, el adorable Salvador, el Se�or de la gloria? 1 Corintios 2:8 .

Debemos orar continuamente a Dios para que nos ense�e m�s de esa sabidur�a oculta, que conocen los que est�n verdaderamente iniciados en el verdadero cristianismo, y que nos abre visiones y esperanzas m�s all� de lo que el ojo ha visto, el o�do o el o�do, o lo que ha visto en forma particular y completa entr� en el coraz�n del hombre para concebir, 1 Corintios 2:9 .

No es necesario que lo concibamos claramente ; basta con que sepamos en general que es lo que Dios ha preparado para los que le aman: una consideraci�n, que seguramente muchos nos ense�an a despreciar lo que tantas veces concede a los que le odian; sobre aquellos con quienes se enoja todos los d�as.

Feliz ser� si ese esp�ritu que escudri�a todas las cosas, incluso las cosas ocultas de Dios, nos da m�s profunda y cari�osamente a conocer las cosas que gratuitamente nos son dadas por Dios, y adorar la gracia de la cual las recibimos. Estas cosas las aprendemos con la mayor ventaja de las Sagradas Escrituras, donde se expresan en palabras que el Esp�ritu Santo ense��, 1 Corintios 2:12 palabras, por lo tanto, las m�s admirablemente adaptadas para expresar esas ideas espirituales y sublimes que estaban destinadas a comunicar; y en el que, en consecuencia, aprendemos a hablar de las cosas de Dios con la m�s exacta propiedad y la m�s pura edificaci�n.

Que seamos capacitados espiritualmente para discernirlos, con cualquier desprecio que puedan ser tratados por los hombres naturales, es decir, animales; por aquellos que, aunque engre�dos de sus poderes racionales, pueden saborear poco o nada m�s que lo que se relaciona con esta vida baja y sensual. 1 Corintios 2:14 . Conscientes de ese discernimiento interior, que nos descubre todas las cosas en su verdadera luz, incluso las de importancia infinita, tengamos l�stima de esa irreflexiva temeridad de ciega arrogancia y orgullo, con la que algunos, que se creen los m�s sabios, en proporci�n al grado en el que son los m�s miserables de la humanidad, que nos trate; y no solo nosotros, sino ese evangelio que es nuestra gloria y nuestro gozo. 1 Corintios 2:15.

Tenemos la mente de Cristo entregada a nosotros por sus santos ap�stoles, quienes fueron instruidos �ntima y milagrosamente en ella. Recibamos humildemente los or�culos que ellos entregan; y mientras otros presumen con altivez de censurarlos, �que nos consideremos felices si, con d�cil sumisi�n a su autoridad infalible, podemos sentarnos a los pies de tales maestros y regular nuestras vidas por sus instrucciones!

REFLEXIONES.� 1�. El ap�stol hab�a declarado antes con qu� sencillez sin adornos hab�a predicado a sus hermanos corintios las doctrinas del evangelio; no necesitaban barniz, y confi� en su peso y evidencia nativos para recomendarlos. Y yo, hermanos, cuando vine a ustedes, no vine con excelencia de habla ni de sabidur�a, declar�ndoles el testimonio de Dios; no us� artes ret�ricas ni afect� especulaciones curiosas, sino que declar� claramente el mensaje que hab�a recibido del Se�or, cuya verdad fue atestiguada por profec�as y milagros, y sellada en sus corazones por la demostraci�n del esp�ritu. Porque decid� no saber nada entre vosotros, sino a Jesucristo, y al crucificado,evitando toda demostraci�n de la literatura jud�a o griega, y sobre todo insistiendo en ese �nico punto distinguido, en el que todas las l�neas de nuestra salvaci�n se encuentran como en un solo centro, de donde todos los privilegios del evangelio fluyen como de su fuente, y bajo la influencia de la cual solo podemos estar comprometidos e inclinados a todo el servicio al que nuestro Salvador nos llama, constre�idos por su amor agonizante.

Y estuve contigo en la debilidad, y en el miedo y en mucho temblor, profundamente consciente de su propia insuficiencia para el arduo trabajo; en sus circunstancias externas y apariencia, pobre y despreciable; expuesto a innumerables dificultades por la enemistad del mundo exterior, y la envidia de algunos dentro, que quer�an hacer una fiesta contra �l y, sobre todo, profundamente ejercitado en su propia alma, para que no despreciaran y rechazaran su mensaje a su eterna ruina. Y mi discurso y mi predicaci�n no fueron con palabras seductoras de sabidur�a humana; Estos los evit� cuidadosamente, pero ense�� con evidencia mucho m�s eficaz, en demostraci�n del Esp�ritu y de poder,no solo por los milagros que obr� en confirmaci�n de su misi�n, sino por la energ�a con la que el Esp�ritu Santo acompa�� su predicaci�n a sus conciencias: que su fe no debe basarse en la sabidur�a de los hombres, respaldada por mera evidencia humana, o forjado por mera persuasi�n o argumento moral, pero en el poder de Dios, surgiendo de una convicci�n divina de la verdad, descansando en un testimonio divino, y producido por la operaci�n de Dios.

Nota; (1.) Nada es m�s contrario al esp�ritu del evangelio que la afectaci�n de ser admirados como oradores, en lugar de ser �tiles predicadores. (2.) Cristo, en su persona y oficios, debe ser el gran tema de todos nuestros discursos; nada llega tan eficazmente a la conciencia como la doctrina de la cruz. (3.) Los ministros fieles tienen pruebas peculiares, tanto externas como internas, temblando a veces por s� mismos, conscientes de sus propias debilidades; y temblando por el pueblo, no sea que lo que deber�a ser para ellos olor de vida para vida, por su incredulidad y prejuicios, se convierta en olor de muerte para muerte. (4.) La fe del pueblo de Dios no es el efecto de la mera persuasi�n humana, sino de la operaci�n divina.

Segundo, el ap�stol hab�a rechazado toda afectaci�n de la sabidur�a humana. Sin embargo, dice �l, hablamos sabidur�a entre aquellos que son perfectos (????????,) y que han crecido hasta una mayor madurez en conocimiento, entendimiento y gracia; demostrando la infinita sabidur�a y conveniencia de la invenci�n divina, en el gran plan de la salvaci�n del hombre, mediante la fe en un Jes�s crucificado. Sin embargo, no la sabidur�a de este mundo, tales sistemas como los fil�sofos han inventado o aprobar�n; ni de los pr�ncipes de este mundo, como los orgullosos rabinos y los grandes hombres de la tierra comprenden o conciben, quienes, con todos sus alardes de ciencia, caen en la nada y perecen en su orgullo, si no son humillados a un genuino arrepentimiento.Pero hablamos la sabidur�a de Dios en un misterio, la sabidur�a oculta que Dios orden� antes del mundo para nuestra gloria. El plan divino para la salvaci�n de los pecadores perdidos hab�a sido desconocido para el mundo gentil, pero se les hab�a revelado vagamente a los jud�os en misteriosos tipos y figuras; pero ahora hab�a llegado la plenitud del tiempo, cuando el misterio de la gracia deb�a ser revelado.

Y ninguno de los pr�ncipes de este mundo conoci� este designio de la sabidur�a divina , ni el gobernador romano, ni el sumo sacerdote y los ancianos de los jud�os; porque si lo hubieran sabido, no lo habr�an crucificado a �l, quien en esencia la Deidad es uno con el Padre, y justamente reclama el t�tulo de Se�or de Gloria. Pero como est� escrito: Cosas que ojo no vio, ni o�do oy�, Ni han subido en coraz�n de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.Por m�s bajas que fueran sus aprensiones del Redentor crucificado, sin embargo, ha tra�do una salvaci�n para las almas perdidas, indeciblemente gloriosa, mediante un artificio muy por encima de la concepci�n humana, y ha preparado para aquellas almas fieles, que, conscientes de su gracia asombrosa, sienten la poder de su amor divino en sus corazones, bendiciones tan inestimables que sobrepasan la comprensi�n del hombre. Pero estas cosas gloriosas Dios nos las ha revelado por su Esp�ritu, por una iluminaci�n divina en la predicaci�n del evangelio; porque el Esp�ritu, que es el gran agente en la conversi�n del alma del pecador, iluminando sus tinieblas y vivific�ndolo de su estado de muerte, todo lo escudri�a, s�, lo profundo de Dios;y el �nico que, conociendo perfectamente sus consejos, puede revelarnos plenamente.

Porque �qu� hombre sabe las cosas del hombre, sino el esp�ritu del hombre que est� en �l? Nadie m�s que nuestro propio esp�ritu puede descubrir lo que pasa en nuestros pensamientos secretos; as�, nadie conoce las cosas de Dios, sino el Esp�ritu de Dios; nadie sino el Esp�ritu eterno, que es esencialmente Dios, y uno con el Padre y el Hijo, (como el alma del hombre es una con �l, y consciente de todo que pasa en su pecho) puede conocerlos o revelarnos esto. Ahora hemos recibido, no el esp�ritu del mundo, para que seamos guiados por su sabidur�a, o sigamos sus m�ximas, sino el Esp�ritu que es de Dios, cuyo oficio es, en la econom�a de la salvaci�n del hombre, iluminar a los oscurecidos. mente, para que sepamos las cosas que Dios nos da gratuitamente,incluso todas esas inestimables bendiciones y privilegios de los que, por gracia mediante la fe, somos part�cipes. De lo cual tambi�n hablamos, declarando, por experiencia feliz, las verdades que el Esp�ritu nos ha revelado, no con las palabras que ense�a la sabidur�a del hombre, con el fin de resaltarlas con figuras de oratoria, sino que el Esp�ritu Santo ense�a, para agregar. a lo que no ser�a m�s que dorar lo brillante, que brilla infinitamente m�s en su brillo nativo; comparando lo espiritual con lo espiritual,los tipos con el antitipo, las profec�as con su cumplimiento, el Antiguo Testamento con el Nuevo, que sirven para iluminarse y glorificarse mutuamente, y proporcionarnos expresiones que transmiten de la manera m�s contundente y clara el significado del Esp�ritu al coraz�n.

Pero el hombre natural, que permanece en las tinieblas de su mente ca�da, independientemente de los logros en sabidur�a humana y literatura que haya logrado, no recibe las cosas del Esp�ritu de Dios; porque para �l son locura, porque no puede reconciliarlas con su raz�n corrupta y su mente contaminada; tampoco puede conocerlos; est� tan bajo una incapacidad moral de alcanzar la verdadera comprensi�n de las cosas espirituales, como el ciego est� bajo una incapacidad natural de descubrir los objetos m�s brillantes hasta que se le da la facultad de la visi�n, porque se disciernen espiritualmente, y por lo tanto no se puede comprender sin la iluminaci�n divina. Pero el espiritual y ense�ado por Dios,juzga todas las cosas, descubriendo la excelencia, la suficiencia total y la idoneidad del m�todo de salvaci�n de Dios, y distinguiendo la verdad del error. Sin embargo, �l mismo no es juzgado por nadie; ning�n hombre natural, por sabio o erudito que sea, discierne los principios sobre los que act�a; o puede comprender las verdades que el hombre espiritual conoce experimentalmente; o puede refutarlo con cualquier razonamiento, cuando ve que tiene la palabra de Dios como gu�a, y el Esp�ritu de Dios ha prometido conducirlo a toda la verdad.

Porque �qui�n conoci� la mente del Se�or? �Qu� fil�sofo se elev� tan alto como para penetrar en los secretos de la mente eterna de Dios, para poder instruir al que es espiritual, en estas verdades sobrenaturales? La oscuridad y la locura son evidentes en todos los planes y nociones de los sabios m�s sabios; pero tenemos la mente de Cristo,son conducidos divinamente al conocimiento de sus designios de gracia y, por lo tanto, nunca pueden ser apartados de la esperanza del evangelio por ning�n pretendiente de la ciencia o por las disputas de los fil�sofos, con cualquier nombre o t�tulo que suene digno. Aprende, pues, (1.) Que el sabio m�s sabio y el campesino m�s analfabeto est�n a la altura, respetando el conocimiento que hace sabio para la salvaci�n. (2.) Si toda la sabidur�a que alguna vez existi� en toda la raza ca�da estuviera centrada en un hombre natural, en este estado ser�a tan incapaz de comunicarnos una tilde de verdad divina, como la luci�rnaga de iluminar el universo. (3.) El car�cter distintivo de los cristianos genuinos es que todos son ense�ados por Dios, no solo por revelaci�n externa, sino por la iluminaci�n interna del Esp�ritu.

(4) El amor de Dios, ahora derramado en nuestros corazones, es las arras de esa herencia que ha preparado para los fieles. (5.) No debemos sorprendernos de que aquellos, que est�n m�s avanzados en la literatura humana, usualmente sean los m�s reacios a las verdades de Dios. La raz�n es evidente, 1 Corintios 2:14 y no se humillar�n. (6.) Un entendimiento espiritual de las Escrituras es una mejor calificaci�n para el ministerio que toda la literatura romana o griega.

Información bibliográfica
Coke, Thomas. "Comentario sobre 1 Corinthians 2". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tcc/1-corinthians-2.html. 1801-1803.