Lectionary Calendar
Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
Attention!
Tired of seeing ads while studying? Now you can enjoy an "Ads Free" version of the site for as little as 10¢ a day and support a great cause!
Click here to learn more!

Bible Commentaries
1 Corintios 8

Comentario de Coke sobre la Santa BibliaComentario de Coke

Buscar…
Enter query below:

Introducción

Abstenerse de las carnes ofrecidas a los �dolos. No debemos abusar de nuestra libertad cristiana para ofender a nuestros hermanos; pero debe refrenar nuestro conocimiento con caridad.

Anno Domini 57.

CUANDO los paganos ofrecieron sacrificios de animales que eran aptos para la comida, una parte del cad�ver se quem� en el altar, una parte se le dio al sacerdote, y en el resto los oferentes festejaron con sus amigos, ya sea en el templo del �dolo, o en casa. A veces tambi�n se enviaba una parte como regalo a quienes deseaban complacer; y si el sacrificio era grande, una parte se vend�a en el mercado p�blico. A estas fiestas id�latras, los paganos invitaban a menudo a los cristianos que conoc�an en Corinto; y algunos de los hermanos all�, deseosos de preservar la amistad de sus vecinos, aceptaron estas invitaciones; tal vez por la persuasi�n de su falso maestro, quien lo llam� un m�todo inocente para evitar la persecuci�n. Sab�an que un �dolo no era nada en el mundo: y por lo tanto, al participar del sacrificio,

Adem�s, como argumentaban, los cristianos ilustrados consideraban esa fiesta como una comida com�n que, seg�n el Evangelio, ten�an la libertad de comer; especialmente si lo hicieron para mostrar su creencia de que los �dolos no existen como dioses. Estos argumentos, es cierto, no son expresados ??expl�citamente por el Ap�stol. Pero lo que ha escrito en este cap�tulo y en el cap. 10: siendo confutaciones directas de ellos, podemos creer que fueron mencionados por los hermanos corintios, en su carta mencionada en el cap. 1 Corintios 7:1 .

De acuerdo con esta suposici�n, el Ap�stol comienza su discurso sobre el comer de cosas sacrificadas a los �dolos, reconociendo que la generalidad de los cristianos ten�a mucho m�s conocimiento que los paganos. Pero al mismo tiempo les dijo que el conocimiento a menudo enorgullece a las personas y las hace descuidar el bien de sus vecinos. Considerando que el amor lleva a uno a edificar a su pr�jimo, 1 Corintios 8:1 continuaci�n declar� que todo el que es vanidoso en su conocimiento y hace un uso poco caritativo de �l, a�n no sabe nada como debe saber; porque el verdadero conocimiento siempre hace al hombre humilde y caritativo, 1 Corintios 8:2 �Y que la manera de alcanzar el verdadero conocimiento en materia religiosa es amar a Dios, quien con el tiempo nos har� conocer las cosas, como debemos conocerlas. , 1 Corintios 8:3 � Habiendo establecido estos principios, el Ap�stol, en respuesta al primer argumento, seg�n el cual la participaci�n, incluso en el templo del �dolo, de los sacrificios ofrecidos all�, pretend�a estar justificada, reconoci� que la mayor�a de los cristianos conocen un el �dolo no es nada en el mundo; no tiene existencia como Dios, y no participa en el gobierno del mundo; y que no hay otro Dios sino uno: y ning�n otro Se�or sino Jes�s, 1 Corintios 8:4 . �Pero al mismo tiempo les dijo, hab�a algunos hermanos d�biles, que no ten�an ese conocimiento, pero cre�an en los �dolos ser verdaderos dioses, que pose�an alguna participaci�n en el gobierno del mundo; en consecuencia, cuando com�an de los sacrificios ofrecidos a los �dolos, lo hac�an con conciencia, o creencia, de la existencia del �dolo y de su poder en los asuntos humanos.

En ellos, por tanto, el comer de tales sacrificios era ciertamente un acto de idolatr�a, por el cual se contaminaba su conciencia, 1 Corintios 8:7 . Evangelio, en consecuencia, para que pudieran ser comidos en cualquier lugar, 1 Corintios 8:8 el Ap�stol respondi�, que en el uso de su libertad cristiana de comer todo tipo de carnes sin distinci�n, estaban obligados a tener cuidado de no llevar a los d�biles a pecado, por su ejemplo, 1 Corintios 8:9. � Esto, les dijo, ciertamente lo har�an, al comer los sacrificios de �dolos. Porque, dijo �l, si un hermano d�bil, que cree que un �dolo es un verdadero dios, te ve, quien sabe que no es un dios, sentado en un banquete sobre el sacrificio en el templo del �dolo, �no ver� su conciencia mal informada? �Ser animado por el ejemplo a comer de esa carne sacrificada a un dios real? 1 Corintios 8:10 . -Y por lo tanto, a trav�s de un uso indebido de tu ciencia, nacer� tu hermano d�bil cometer idolatr�a, y se pierden, por quienes Cristo muri�, 1 Corintios 8:11 .-Tal conducta, el Ap�stol llama un pecado contra los hermanos, y contra Cristo, 1 Corintios 8:12. � Luego, en una alta tensi�n de benevolencia cristiana, declar�, que si el comer cualquier tipo de carne ocasionaba que su hermano pecara, se abstendr�a de ello durante toda su vida, 1 Corintios 8:13 . 1 Corintios 8:13 decir esto, el Ap�stol Insinu� a la facci�n, que, fingieran lo que fingieran, sus verdaderos motivos para unirse a los paganos en sus fiestas id�latras eran de tipo sensual. Amaban el buen humor y la alegr�a. Pero, si fuera solo por la salvaci�n de sus hermanos, era su deber haberse negado voluntariamente a todos esos gratificantes

Aqu� es necesario observar que el prop�sito del Ap�stol, en esta parte de su carta, no era mostrar a los corintios la pecaminosidad de sentarse con los paganos en el templo de un �dolo, para deleitarse con los sacrificios ofrecidos all�: ese tema �l trata de en el cap. 10. Pero su plan era, para hacerlos sensibles, que aunque hab�a sido l�cito para los que conoc�an la verdad acerca de los �dolos participar de estas fiestas, estaban obligados a evitarlas, porque sus hermanos d�biles, que cre�an que los �dolos ten�an algo participar en el gobierno del mundo, por su ejemplo ser�an inducidos a comer en estas fiestas como un acto de adoraci�n, y por lo tanto ser�an culpables de idolatr�a. � Los argumentos restantes en vindicaci�n de la pr�ctica, junto con la pregunta general en s�, concerniente a la legalidad de comer en los templos o en cualquier otro lugar, carnes que hab�an sido sacrificadas a los �dolos, el Ap�stol consider� m�s adelante, cap. 10: �V�ase el cap.

1 Corintios 11:5 nota 1 donde la raz�n por la que el Ap�stol trata este tema hipot�ticamente, en la parte de su carta ahora bajo nuestra consideraci�n, se asigna y aplica para ilustrar su tratamiento hipot�tico de mujeres orando y profetizando en las asambleas p�blicas de adoraci�n. .

Versículo 1

En cuanto a las cosas, etc., este cap�tulo se refiere a comer de las cosas ofrecidas a los �dolos: en donde uno puede adivinar por la respuesta de San Pablo, que le hab�an escrito; que conoc�an aqu� su libertad cristiana; que sab�an que un �dolo no era nada, y por lo tanto argumentaron que hicieron bien en mostrar su conocimiento de la nulidad de los dioses paganos, y su desprecio por ellos, comiendo promiscuamente y sin escr�pulos, las cosas que se les ofrec�an.

Sobre lo cual parece basarse el designio del Ap�stol aqu�, anular su opini�n sobre su conocimiento, mostr�ndoles que, a pesar de todo ese conocimiento sobre el que presum�an y con el que estaban envanecidos, el comer de esos sacrificios s� lo hizo. No los recomendar�a a Dios, 1 Corintios 8:8 y que pecaron por falta de caridad, ofendiendo a su hermano d�bil.

Esto parece claramente, de 1 Corintios 8:1 y 1 Corintios 8:11 ser el dise�o de la respuesta del Ap�stol, y no resolver el caso de comer cosas ofrecidas a los �dolos en toda su amplitud; porque entonces lo habr�a procesado m�s ampliamente y no habr�a diferido el hacerlo al cap. 10 donde, bajo otro ep�grafe, lo trata de manera m�s particular. Ver Locke; quien observa, que para continuar el hilo del discurso del Ap�stol, el vers�culo 7 debe considerarse como unido al 1, y todo lo dem�s como un par�ntesis. Elsner, junto con muchos otros comentaristas, admiten que hay un par�ntesis aqu�; pero creen que comienza a la mitad de 1 Corintios 8:1 y termina despu�s de la primera cl�usula del cuarto.Todos tenemos conocimiento; sabemos que un �dolo no es nada, etc. Sabemos que todos tenemos conocimiento, significa: "Sabemos que todos, como cristianos, tenemos ese conocimiento general de la vanidad de esas deidades ficticias, de del que algunos est�n dispuestos a jactarse como si se tratara de un asunto extraordinario, y del que en ocasiones corren peligro de abusar, convirti�ndolo en el fundamento de libertades que pueden ser muy perjudiciales. Pero recordemos que el conocimiento a menudo envanece , y es la ocasi�n de gran vanidad y arrogancia, mientras que es el amor considerado y la tierna ternura lo que edifica y tiene un efecto tan feliz en la edificaci�n de la iglesia de Cristo ". Vea a Locke, Doddridge, Elsner y Bos.

Versículo 3

Lo mismo se sabe de �l: eso lo aprueba. Tal hombre ha alcanzado el verdadero conocimiento de Dios y estar� seguro de su aprobaci�n y favor. El se�or Locke lo rendir�a, se le da a conocer o se lo instruye; porque el Ap�stol, dice �l, aunque escribe en griego, usa con frecuencia los verbos griegos de acuerdo con las conjugaciones hebreas. Entonces ch. 1 Corintios 13:12 la palabra '???????????, que propiamente, en el griego, significa ser� conocido, se usa para ser dado a conocer; y as� G�latas 4:9 . La palabra ?????????? se pone para significar que se est� ense�ando. Vea la sexta disertaci�n de Pierce y Hechos 10:36.

Versículo 4

Sabemos que un �dolo no es nada. Este era un aforismo com�n entre los jud�os, al que alud�a la palabra ??????, alilim, que significa �dolos y cosas de la nada . Vea Job 13:4 ; Job 14:12 . Whitby, Hammond, Elsner y Parkhurst's Lexicon.

Versículo 5

Porque aunque haya quienes sean llamados dioses, ya sea en el cielo o en la tierra, etc.� Esto es una alusi�n a la famosa divisi�n de los dioses paganos en celestiales y terrestres. Los primeros, a quienes llamaron ????, dioses, supusieron que resid�an generalmente en los cielos. Estos �ltimos, a quienes llamaron ????????, supusieron que resid�an en su mayor parte en la tierra o en el mar, y, desempe�ando el oficio de mediadores entre los dioses superiores y los hombres, dirig�an los asuntos terrestres. Estos en el Antiguo Testamento se denominan Baales; y por San Pablo, Se�ores; que es la traducci�n literal de los baales. Tambi�n ten�an dioses y diosas infernales, como Plut�n,

Proserpina, Rhadamanthus, etc. quienes gobernaron en el mundo invisible, juzgaron a los muertos inmediatamente despu�s de su muerte y les asignaron habitaciones de acuerdo con sus diferentes caracteres.

Versículo 6

Pero para nosotros no hay m�s que un solo Dios, y c.- Un Dios es exclusiva, no del �nico Se�or, como si se tratara de una deidad inferior, pero s�lo de los �dolos, a los que el �nico Dios se opone: pensar lo contrario ser�a destruir el propio argumento del Ap�stol a favor de la unidad de Dios, y hacerle hablar de manera tan inconsistente, como si quisiera demostrar, que no hay otro Dios sino uno, porque, en lugar de muchos, solo hay dos, uno supremo y el otro subordinar; y luego dar�a una raz�n para esto, que anula la distinci�n misma, agregando que todas esas cosas, que sondel Padre, est�n en su m�xima latitud por el Hijo, como uno en operaci�n con �l, al igual que en otras ocasiones, hablando del Padre, todas las cosas se dice que son por �l. Romanos 11:36 . Hebreos 2:10 .

En el primero de estos lugares, el Padre es el Se�or callado, (??????,) sin el art�culo, como Cristo est� aqu�; pero por la misma manera de argumentar, que excluye al Se�or Jesucristo de ser Dios, el Padre quedar�a excluido de ser Se�or: o si el Ap�stol aqu� alude a la costumbre de los paganos, que adoraban a una o m�s deidades soberanas por demonios inferiores. , llamados Baales o Se�ores, (ver la �ltima nota), entonces lo que se dice del �nico Se�or Jesucristo,puede considerarse relacionado, no tan directamente con lo que es en su naturaleza original, como con su oficio de mediaci�n con Dios Padre; mientras que �l mismo es Se�or, y las mismas obras se le atribuyen como al Padre, para mostrar el divino Mediador que es. V�ase Mede, Locke, Guyse, Calamy's Sermons on the Trinity, p�g. 25 y 244. Jones's "Catholic Doctrine of the Trinity", cap. 1 sec. 3 y Sermones sobre la Trinidad de Waterland, p�g. 48-53.

Versículo 7

Para algunos con conciencia, etc. � Porque hay algunos que, a�n con la idea de que el �dolo puede tener alguna eficacia sobre la v�ctima, comen de �l como una v�ctima real, y su conciencia, etc. Heylin. El Dr. Doddridge lo lee, Pero algunos, incluso hasta ahora, con conciencia del �dolo, comen las cosas sacrificadas al �dolo; y as� su conciencia, etc.

Versículo 8

La carne no nos encomienda a Dios; ?? ?????????, no nos pone ante Dios; es decir, para que �l se d� cuenta. No se puede suponer que San Pablo, en respuesta a una carta de los Corintios, les dijera que si com�an cosas ofrecidas a los �dolos, no eran mejores, o si no com�an, no eran peores, a menos que hab�a expresado alguna opini�n de lo bueno que era comer. Locke.

Versículo 10

Sentarse a la comida en el templo del �dolo - Los entretenimientos entre los paganos com�nmente consist�an en lo que se hab�a sacrificado a sus deidades ficticias, de lo cual, sin embargo, los verdaderamente piadosos entre los cristianos se abstuvieron religiosamente, incluso cuando se les impuso m�s rigurosamente; y sin duda la decisi�n del Ap�stol aqu� tuvo mucho peso para ellos. Estas fiestas se celebraban a menudo en sus templos. V�ase Elsner, Chemnitz y Faber.

Versículo 13

Mientras el mundo est� en pie� ??? ??? ?????; es decir, "mientras yo viva

Inferencias.� A partir de este breve, pero excelente cap�tulo, podemos aprender a estimar el verdadero valor del conocimiento y a ver cu�n in�til y peligroso es, cuando, en lugar de descubrirnos nuestra propia ignorancia y debilidad, s�lo sirve para soplar. en la mente. M�s bien deber�amos trabajar y orar por ese amor y caridad quenos edifica a nosotros mismos ya los dem�s; ( 1 Corintios 8:1.) cuidando de que no demostremos nuestra ignorancia con una alta presunci�n de nuestros logros en el conocimiento; porque nada puede mostrar m�s evidentemente cu�n peque�os son esos logros, que no conocer sus l�mites, cuando esos l�mites tan pronto se encuentran con nosotros en el lado que sea que intentemos hacer una excursi�n. �Danos, oh Se�or, ese amor por ti, que es la mejor prueba de nuestro conocimiento y el camino m�s seguro hacia sus mayores mejoras!

Mientras recordamos, y nos adherimos firmemente al gran principio de la unidad de Dios, no debemos fallar con un Dios y Padre de todos, en adorar al �nico Se�or Jesucristo, por quien existimos: poni�ndolo, en nuestra estimaci�n, muy por encima de todos los poderes, dignidades y glorias de la naturaleza creada, 1 Corintios 8:5 . Perteneciendo a un Maestro tan divino, ciertamente tendremos suficiente emulaci�n para aprender y practicar los principios m�s generosos de su religi�n ben�vola.

No encontraremos nuestra confianza en admitir y luchar por, o despreciar y ridiculizar esta o aquella observancia particular, por la cual, seg�n las circunstancias, Dios no es ni honrado ni deshonrado, complacido ni disgustado; pero siempre mantendremos la m�s tierna preocupaci�n por la edificaci�n y el consuelo de nuestros hermanos, y nos protegeremos de todo lo que pueda afligirlos o atraparlos.

Cuando recordemos que Cristo muri� por los m�s d�biles, as� como por los m�s fuertes, ( 1 Corintios 8:11 .) Su relaci�n con �l, y su tierna y compasiva consideraci�n por ellos, derretir� nuestro coraz�n, cuando se apodere de esa fr�a insensibilidad. , que, �ay! est� demasiado dispuesto a prevalecer entre los cristianos. Es a Cristo a quien herimos, al herir a nuestros hermanos; y al herirlos , lo herimos ; 1 Corintios 8:12 .

Qu�date, pues, oh hombre, esa mano imprudente, que est� tan dispuesta a hacer da�o en el mero desenfreno; y est� dispuesto a negarse a s� mismo en su deseo por mucho tiempo, antes que por su complacencia en deshonrar a Dios y da�ar a otros. Esta es la excelente lecci�n que el sincero y ben�volo San Pablo a menudo inculca (cf. 1 Corintios 8:13 ) y de la que �l mismo fue un ejemplo brillante: pero �oh, cu�n bajas son multitudes de cristianos, multitudes de ministros ca�dos, cuando no pueden negarse a s� mismos en lo que es innecesario, e incluso ilegal, donde el inter�s o el placer solicitan la gratificaci�n.

REFLEXIONES.� 1�. El Ap�stol pasa a considerar el caso de comer carne de animales que hab�a sido ofrecida en sacrificio a los �dolos. A veces, los id�latras festejaban a sus amigos con eso en los templos de los �dolos, a veces en sus propias casas; y lo que no utilizaron, se vendi� en la ruina.

1. Les advierte que no deben apoyarse en su propio entendimiento y abusar con orgullo de su libertad cristiana. Ahora bien, en cuanto a las cosas sacrificadas a los �dolos, sabemos que todos, en general, tenemos conocimiento y estamos persuadidos de la vanidad de los �dolos, al igual que ustedes. Sin embargo, el conocimiento sin gracia enaltece, pero la caridad edifica y nos compromete no s�lo a considerar lo que es l�cito, sino lo que es conveniente, haci�ndonos condescendientes con aquellos cuyos logros son menores y que no ven las cosas con tanta claridad. podemos. Y si alguno piensa que sabe algo, obstinado en s� mismo y por encima de atender los sentimientos o la debilidad de sus hermanos, todav�a no sabe nada como deber�a saber.

Pero si alguno ama a Dios, y de ese bendito principio se dedica a mejorar en la pr�ctica su conocimiento para la gloria de Dios y la edificaci�n de su pr�jimo, ese mismo se conoce de �l y recibir� su aprobaci�n. Nota; (1.) Ese es el conocimiento verdaderamente valioso, que nos permite ser m�s �tiles. (2.) La presunci�n es una prueba segura de ignorancia. (3.) Puede haber mucho conocimiento en la cabeza, donde hay poco amor cristiano en el coraz�n.

2. Admite que un �dolo no es nada, un mero ser imaginario; y que, considerado abstractamente, el comer carne ofrecida en sacrificio a los �dolos no es malo, ya que no hay otro Dios sino uno, cuyas criaturas son todas buenas en s� mismas. Porque aunque haya que sean llamados dioses, ya sea en el cielo o en la tierra ( como hay muchos dioses y muchos se�ores ) , multitudes de deidades celestiales y terrestres siendo adoradas por los gentiles enga�ados, pero para nosotros hay un solo Dios, en oposici�n al polite�smo pagano, uno en esencia, que est� representado en la revelaci�n evang�lica como el Padre, del cual son todas las cosas, el Creador, Gobernador y Conservador de todo, y nosotros en �l,vivir, movernos y tener nuestro ser en �l; y un Se�or Jesucristo, no otro Dios, como las deidades paganas, de naturaleza inferior, sino un participante de la misma Deidad y gloria indivisa, por quien son todas las cosas, y nosotros por �l; uno en operaci�n con el Padre, como Creador de todo; y como Mediador en su car�cter personal designado para gobernar el reino peculiar que le fue delegado, para ser nuestro abogado de todas las bendiciones y el dispensador de ellas a su pueblo creyente.

2o: Admitiendo la vanidad de los �dolos, el Ap�stol muestra que por amor a un hermano d�bil, no obstante, deben limitarse a s� mismos de esa libertad que de otro modo podr�an tomar, y no ofenderlo comiendo lo que se ofrece en sacrificio a estos deidades abominables. Porque,
1. Algunos de los nuevos conversos no habiendo perdido por completo su veneraci�n por los �dolos que sol�an adorar, ni todav�a completamente persuadidos de su vanidad, a�n cuando comen sus sacrificios, les rinden alg�n tipo de honor y consideraci�n; y siendo as� su conciencia d�bil, debido a la ignorancia que les queda, est� contaminada con la culpa de la idolatr�a.

2. Debemos ser cautelosos, por lo tanto, por el bien de los dem�s, aunque nosotros mismos tengamos conocimiento, no sea que seamos piedra de tropiezo para los d�biles, considerando que la carne de uno u otro tipo, usada o abstenida, no es una recomendaci�n. al favor de Dios: porque ni si comemos la comida, sin ning�n respeto al �dolo, somos mejores; ni si no comemos, absteni�ndonos prudentemente por el bien de los dem�s, somos peores.Pero aunque el comer de los sacrificios de �dolos nunca sea tan inocente en s� mismo, sin embargo, puede resultar un gran dolor para la conciencia de los d�biles, quienes, al verlo comer en un templo de �dolos, pueden envalentonarse con su ejemplo, aunque no se satisfagan con la legalidad de la acci�n, hacer lo mismo; y as�, lo que t�, que conoces la vanidad de los �dolos, har�as de otra manera inocentemente, puede ser el medio de inducir a un hermano m�s d�bil a herir su conciencia con culpa, por quien Cristo muri�, y quien, habiendo hecho profesi�n de su fe, es, en el juicio de la caridad, para ser contado entre su pueblo creyente.

Pero cuando pec�is as� contra los hermanos, y heristeis su conciencia d�bil, pec�is contra Cristo, cuya compasi�n es grande para con los corderos de su reba�o; y se resentir� de todo desaire que se les imponga y de toda ofensa que se les d�. Por tanto, si la carne ofrecida a los �dolos hace escandalizar a mi hermano, no comer� carne mientras el mundo est� en pie, por m�s inocente que sea la cosa en s� misma, no sea que haga que mi hermano se ofenda. Nota; No es suficiente que evitemos lo que es pecaminoso; El amor cristiano nos ense�ar� incluso a restringir nuestra libertad en cosas l�citas para el bien de los dem�s.

Información bibliográfica
Coke, Thomas. "Comentario sobre 1 Corinthians 8". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tcc/1-corinthians-8.html. 1801-1803.
 
adsfree-icon
Ads FreeProfile