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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario de Coke sobre la Santa Biblia Comentario de Coke
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son de dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Utilizado con permiso.
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Texto cortesía de BibleSupport.com. Utilizado con permiso.
Información bibliográfica
Coke, Thomas. "Comentario sobre 1 Samuel 18". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tcc/1-samuel-18.html. 1801-1803.
Coke, Thomas. "Comentario sobre 1 Samuel 18". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/
Introducción
David es muy amado por Jonat�n: Sa�l lo odia y busca matarlo en su furor; le ofrece a su hija por lazo.
Antes de Cristo 1063.
Versículo 1
El alma de Jonat�n estaba entretejida. Tendremos ocasi�n al final de esta historia de hablar particularmente acerca de esta amistosa y virtuosa amistad. Est� claro en el segundo vers�culo, que David hab�a regresado a la casa de su padre despu�s de su primera presentaci�n a Sa�l; lo que confirma las declaraciones hechas con respecto a esta historia en el cap�tulo anterior.
Versículo 3
Entonces Jonat�n y David hicieron un pacto, etc. � Es decir, entraron en un tratado o acuerdo de amistad perpetua. Ver 2 Samuel 1:26 .
Versículo 4
Y Jonat�n se desnud�: los pr�ncipes no s�lo ordenan que se les d� cafetanos a quienes quisieran honrar; a veces han presentado a esas personas con sus propias prendas. D'Herbelot nos informa que cuando el sult�n Selim, el hijo de Bajazet, derrot� a Canson Gauri, sult�n de los mamelucos de Egipto, asisti� a las oraciones en una mezquita de Alepo en su regreso triunfal a Constantinopla; y que el im�n de la mezquita agreg� al final de la oraci�n estas palabras: "�Que Dios preserve a Selim Khan, el siervo y ministro de las dos ciudades sagradas de La Meca y Medina!" el t�tulo fue tan agradable para el sult�n, que le dio la t�nica que ten�a a este im�n, y desde ese momento en adelante los emperadores otomanos siempre lo han utilizado en sus cartas patentes, como reyes de Egipto. Por lo tantoJonat�n se despoj� del manto que estaba sobre �l y se lo dio a David; y sus vestiduras hasta su espada, su arco y su cinto. Ver Observaciones, p. 182.
Versículo 5
Y David sali� adondequiera que fuera, etc. El mismo Sa�l, muy complacido con David, le encomend� la administraci�n de varios asuntos. Encargado de diversas expediciones, manifest� su prudencia y su coraje con tal �xito, que Sa�l lo puso al frente de los hombres de guerra, es decir, lo elev� a un rango muy distinguido entre los oficiales de su ej�rcito, del cual Abner continu� general; y siempre se gan� la estima de quienes lo rodeaban, excepto de unos pocos que envidiaban su preferencia.
Versículos 6-9
Las mujeres salieron � cantando y bailando� Ver �xodo 1:20 . Sa�l probablemente recibi� su primera sospecha de que David era ese vecino suyo que era mejor que �l, a quien el Se�or, como Samuel le hab�a dicho, le hab�a dado el reino, cap. 1 Samuel 15:28 de estas aclamaciones de las mujeres; lo cual, supongo, le trajo a la memoria esta declaraci�n del profeta, sin la cual habr�a tratado con descuido este exaltado encomio. Esto parece probable por su dicho: �Y qu� m�s puede tener sino el reino? 1 Samuel 18:8 y de lo que se agrega m�s adelante, Sa�l mir� a David desde ese d�a.
Versículo 10
Y profetiz�: Houbigant traduce esto, Y estaba loco; despu�s del caldeo, que lo tiene, y estaba loco, porque no es apropiado; Dice que, para hacer que la palabra original, profetiz�: ????? hithnabbe, en Hith-Pael, es diferente de ??? naba, en Kal, a profetizar, al menos en este lugar; porque aqu� se usa en un mal sentido, mientras que profetizar nunca se usa sino en un buen sentido.
La versi�n �rabe lo dice, "profetiz�, es decir, pronunci� las palabras del Pytho, o esp�ritu maligno". Podemos observar en el siguiente vers�culo otro ejemplo de anticipaci�n, donde se dice que David evit� (o escap� ) de su presencia dos veces; refiri�ndose a lo que pas� cap. 1 Samuel 19:10 .
Versículo 13
Por tanto, Sa�l lo apart� de �l. Celoso de David, Sa�l ya no pod�a soportarlo en su corte; y por eso le dio una orden que lo emple� en el extranjero y lo someti� a peligros, algunos de los cuales esperaba que pudieran librarlo de una persona que se hab�a vuelto tan ofensiva para �l.
Versículo 21
Y Sa�l dijo, & c.� Houbigant da esto, pero Sa�l determin� que �l propondr�a d�rsela, para que �l pudiera ser atrapado por medio de ella y caer en manos de los filisteos. No es de imaginar que Mical, que amaba a David, le tendiera lazo: Sa�l prepar� el lazo por medio de ella; con la esperanza de que cuando David se comprometiera a luchar contra los filisteos por ella, cayera en la batalla. La �ltima cl�usula del verso la traduce as�: Hoy ser�s mi yerno, con otra condici�n. Su primera condici�n fue la conquista de Goliat; el segundo, cien prepucios de los filisteos. Nada puede ser m�s despreciable que la conducta mezquina, vil e insidiosa de Saulo a lo largo de toda esta transacci�n.
Ludolf, en su Historia de Etiop�a, b. 1 Cr�nicas 16 nos informa que hasta el d�a de hoy es costumbre en Etiop�a juzgar el n�mero de muertos en una batalla, no por las cabezas, sino por los signos de victoria que Sa�l exig�a a David.
Versículo 23
David dijo: �Te parece cosa ligera? & c.� Estas palabras expresan la dificultad de obtener la hija de un rey para su esposa en sus circunstancias, con la intenci�n de averiguar la condici�n de la oferta; porque as� dicen, seg�n el original: "�Crees que es f�cil ser yerno de un rey, ya que soy un hombre pobre y poco estimado? �Puedo obtener f�cilmente a la hija del rey", que ha sin riquezas ni honores "ya este sentido, la respuesta de la de Saul sirvientes nos lleva:? 'el rey desea dote, sino cien prepucios de los filisteos' que la palabra ??? nekel, dictada luz, frecuentemente hace alusi�n f�ciles, se desprende de 2 Reyes 3:18 .Esto es cosa ligera a los ojos del Se�or; es decir . algo f�cil de hacer para Dios; de nuevo, Proverbios 14:6 conocimiento es f�cil para un hombre de entendimiento; es decir .
f�cil de obtener. Se ha objetado que la destrucci�n de estos filisteos impugna el car�cter moral de David y lo representa como inhumano y deleitado en la sangre. Pero los objetores deben considerar que los hebreos y los filisteos estuvieron en perpetuo estado de guerra durante todo el reinado de Sa�l; Cap. 1 Samuel 14:52 . David ten�a un regimiento de soldados; y Saulo, con la esperanza de deshacerse del hombre que odiaba, lo env�a en una expedici�n para ejecutar su venganza sobre sus enemigos; y le dice que si tiene tanto �xito como para destruir a un centenar de ellos, deber�a ser su yerno. �Qu� hace nuestro joven h�roe? Acepta la oferta, toma a sus hombres, ataca al enemigo, obtiene una ventaja mucho mayor sobre ellos de lo que esperaba Sa�l y mata a doscientos de ellos en lugar deuno. El hecho de que Sa�l le pidiera a David cien prepucios no lo limitaba a ese n�mero. No iba a ser menos. Y si no fue un argumento del deleite de David en la sangre que mat� a cien de los enemigos de Sa�l porque se lo exigi�, no podr�a ser un argumento de su deleite en la sangre matar a doscientos de ellos porque no ten�a �rdenes en sentido contrario. , y sab�a que estar�a de acuerdo con la voluntad de su amo.
Las �nicas razones justas que pod�an vindicar a Sa�l al mandar, y a David al ejecutar su mandato de exterminar a cien filisteos, eran la orden de Dios, o el hecho de que estuvieran en guerra con los filisteos, o la necesidad de ello para debilitar a sus enemigos, la seguridad. de su pa�s, la seguridad de su libertad, o motivos similares: y si estos motivos concurrieron para justificar a David al aceptar la condici�n de convertirse en yerno de Sa�l al traer los cien prepucios, el traer m�s fue un servicio a�n mayor al p�blico; y, lejos de ser una violaci�n de las reglas de la religi�n y la moral, fue una prueba de patriotismo real y esp�ritu p�blico, que mereci� mucho el agradecimiento del rey y del pa�s, y lo hizo digno del honor que se le propon�a. Los hombres que David destruy� eran enemigos de su pa�s, en un estado de guerra real con su pr�ncipe y su pueblo, y por lo tanto, premio leg�timo dondequiera que pudiera agarrarlos; y en cada expedici�n en la que trabajaba, era su deber acosarlos y destruirlos. Vea a Joseph. Antiq. lib. 6: gorra. 10 sec. 2.
REFLEXIONES.� 1�. David ahora est� arreglado en la corte.
1. Saulo decide mantenerlo cerca de su persona, lo adelanta al mando de una tropa y lo emplea a menudo en sus asuntos de estado; en todo lo cual David se considera un siervo fiel y diligente. As� aprendi� a obedecer antes de llegar a gobernar.
2. Jonat�n, el hijo de Sa�l, est� encantado con aquellas excelencias que aparecen en �l, y de su comportamiento concibe el m�s c�lido afecto por �l; probablemente sus edades eran casi iguales, sus modales similares y sus almas, como siempre lo son los esp�ritus generosos, susceptibles de los m�s tiernos sentimientos de amistad. Para darle una se�al inmediata de su consideraci�n, Jonat�n lo lleva a su tienda, se despoja de sus propias ropas, hasta su espada y su cinto; y, como David debe comparecer en la corte, lo vestir� de cortesano; y apto para sus altos desiertos.
All�, para perpetuar los lazos de amistad, se hace una alianza solemne entre ellos, de ser fieles el uno al otro hasta la muerte. Nota; (1.) Un amigo fiel es una de las mayores bendiciones humanas. (2.) La verdadera amistad es constante y no se asusta con las seguridades. (3.) Los que son amigos de Cristo se comprometer�n a ser suyos para siempre.
3. La conducta de David le vali� la estima universal; su valor hizo que fuera amado en el extranjero, y su humildad le impidi� ser envidiado en la corte. Nota; En las altas esferas, es una parte dif�cil actuar para adquirir honor sin provocar envidia.
Segundo, para calmar la alegr�a de su ascenso, sus problemas siguen r�pidamente.
1. Saulo se pone celoso de su creciente grandeza; Habiendo hecho un progreso triunfal por las ciudades de Israel despu�s de la victoria, y habiendo sido recibido por las mujeres cantando las alabanzas de los conquistadores, su alma se llena de envidia al escuchar diez mil muertos atribuidos a David, y a s� mismo, miles.
A partir de ese d�a su mirada de complacencia se transform� en el ce�o fruncido de disgusto, y oscuras sospechas lo turbaron, consciente de que su reino estaba perdido y temiendo que este fuera su rival quien lo destronar�a. Nota; (1.) Las alabanzas al m�rito son, a los o�dos de la envidia, discordia irritante. (2.) Un ojo maligno y maligno delata el rencor del coraz�n.
2. Intenta destruirlo. Reflexionando toda la noche sobre estos pensamientos oscuros, al d�a siguiente vuelve sobre �l su antiguo frenes� demon�aco. David, observando su infeliz caso, corri� al son de su arpa, que antes hab�a calmado su rabia; pero Sa�l, loco de envidia, le lanza su jabalina. Nota; (1.) Los que se entregan a los malos pensamientos de su propio coraz�n, invitan al diablo a tomar posesi�n de ellos. (2.) Los celos son crueles como la tumba y tienen sed de la vida preciosa.
En tercer lugar, lo que Sa�l no puede perpetrar con violencia abierta, busca lograrlo mediante un fraude secreto.
1. Sus temores, m�s acrecentados por la evidente bendici�n de Dios sobre David, lo llevaron a sacarlo de la corte. Pero busca hacerlo de tal manera que, bajo el pretexto de un ascenso, lo exponga al peligro y la muerte; por tanto, lo env�a a luchar contra los filisteos, y para avivar su ardor, tanto m�s para poner en peligro su vida, promete darle a su hija mayor por esposa si regresa victorioso, y aprobarse a s� mismo en hechos de valor.
Esto, en verdad, era lo que antes se merec�a, aunque no la hab�a reclamado, y ahora se declara humildemente indigno de tal honor; Sin embargo, dispuesto a obedecer a su soberano y celoso de la gloria de Israel, sus haza�as sirven para difundir su fama y congraciarse con el ej�rcito, mientras que su conducta prudente atrae la atenci�n de todos. Nota; (1.) Dios puede vencer los designios m�s perversos de nuestros enemigos para nuestro bien y para confusi�n de sus autores. (2.) El valor modesto brilla con doble brillo.
2. Cuanto m�s prospera David, m�s teme Sa�l; por eso, para exasperarlo con alguna palabra imprudente o paso en falso, lo afrenta, d�ndole su hija a otro, quiz�s el mismo d�a fijado para la fiesta nupcial.
3. Saulo le tiende una nueva trampa. Aunque le hab�a robado una hija, lo seduc�a con la otra, y hac�a que sus cortesanos lo alentaran a esperar el honor de ser todav�a yerno del rey, fingiendo el placer que Sa�l sent�a por �l, y proponiendo la dote que esperaba Sa�l, cien prepucios de los filisteos. Esperaba que esta expedici�n le resultara fatal, ya que los filisteos se exasperar�an ante tal insulto que se les ofrec�a, y as� se librar�a de su enemigo.
4. David al principio rechaz� las insinuaciones de los cortesanos, y se comport� con m�s cautela, ya que los vio esperar a que se detuviera.
Humildemente insta a la grandeza del honor, y su propia indignidad del mismo, cuya fortuna o condici�n no era, de ninguna manera, responsable de tal partido; pero viendo, por fin, que realmente era la mente del rey, le gust� mucho la propuesta, y antes de que expirara el tiempo propuesto, duplic� el n�mero de prepucios, que, como esta iba a ser la dote, tal vez no apareciera. deficiente: y ahora tiene la mano de Michal, como antes pose�a su coraz�n. Nota; (1.) Los reyes nunca quieren instrumentos perversos para promover sus dise�os m�s bajos. (2.) La verdadera humildad har� que un hombre m�s bien subestime que sobrevalore su propia importancia. (3.) Si es tal honor ser yerno de un rey, �cu�nto m�s grande llegar a ser los hijos y herederos del Rey eterno, como todo creyente que est� unido al Se�or!
5. Su matrimonio no lo mantuvo alejado del campo. Se distingui� de nuevo m�s que todos los siervos de Sa�l contra los pr�ncipes de los filisteos, y gan� un gran nombre entre el pueblo, mientras que la envidia de Sa�l aument� en proporci�n a la eminencia de David. As� confundir� Dios a los sabios en su propia astucia y, a pesar de todo peligro, exaltar� al hombre a quien se complace en honrar.