Bible Commentaries
1 Samuel 8

Comentario de Coke sobre la Santa BibliaComentario de Coke

Introducción

Samuel, envejecido, hace jueces a sus hijos; que no andando en los caminos de su padre, el pueblo desea que Samuel ponga un rey sobre ellos: Samuel, por mandato del Se�or, escucha su voz y les informa cu�l ser� la conducta de su rey.

Antes de Cristo 1067.

Versículo 3

Y sus hijos no anduvieron en sus caminos: El� fue castigado por la maldad de sus hijos, pero Samuel no; porque no parece que los cr�menes de los hijos de Samuel fueran en modo alguno tan flagrantes como los de los hijos de El�, ni parece que Samuel supiera de sus cr�menes. Viv�an a gran distancia de �l y pod�an recibir los sobornos en secreto; tampoco parece, adem�s, que le faltara un castigo adecuado cuando se enter� de sus enormidades; al menos nada de este tipo se registra en la historia.

Versículo 7

Me han rechazado, etc.� Samuel ahora, mediante una direcci�n sabia y dolorosa de los asuntos, hab�a restaurado la pureza de la religi�n y hab�a rescatado a la naci�n del poder de los filisteos y de sus otros vecinos hostiles, contra quienes eran completamente incapaces. hacer cabeza cuando entr� en la administraci�n. En este mismo momento, el pueblo, corrompido como de costumbre por el poder y la prosperidad, tom� el pretexto de la conducta corrupta de los dos hijos del profeta, para ir de manera tumultuosa y exigir un rey: pero la fuente secreta de su rebeli�n fue la ambici�n. de sus l�deres, que ya no podr�an vivir sin el esplendor de una corte y una casa regias. Dame, dicen, en Oseas 13:10 un rey y pr�ncipes, donde cada uno de ellos podr�a brillar como un distinguido oficial de Estado.

No pudieron obtener nada cuando sus asuntos los llevaron a la pobre residencia de sus jueces, en las escuelas de los profetas, sino el DON del Esp�ritu Santo; lo que un cortesano, supongo, no valorar�a ni siquiera al ritmo al que lo sosten�a Simon Magus, de una miserable pieza de dinero. Esto fue, y solo esto, lo que hizo criminal su demanda; porque la elecci�n de virreyes reales en lugar de aristocr�ticos, era algo que les permit�a claramente la ley de Mois�s. Deuteronomio 17:14 . Div. Pierna. vol. 4: p�g. 80.

Versículo 11

Esta ser� la manera del rey:Hab�an deseado que tal rey los juzgara o gobernara sobre ellos como lo hab�an hecho todas las naciones. Ahora bien, es bien sabido que todas las naciones orientales estaban bajo un gobierno desp�tico. Es, por tanto, tal tipo de gobierno el que Samuel establece en los siguientes vers�culos, para disuadirlos de su prop�sito. Esto es muy evidente en el vers�culo 18 en particular. El pueblo de Israel, dice el bar�n Puffendorff, hab�a vivido hasta entonces bajo gobernadores levantados por Dios, que no les hab�a exigido tributo ni acusado alguno; pero, poco contentos con esta forma de gobierno, desean tener un rey como otras naciones, que debe vivir en magnificencia y pompa, mantener ej�rcitos y estar listo para resistir cualquier invasi�n. Samuel les informa qu� era lo que deseaban, que cuando lo entendieran, podr�an considerar si persistir�an en su elecci�n.tomar�a a sus hijos para sus carros, etc.

Si quer�an que mantuviera fuerzas constantes, entonces los nombrar�a para coroneles y capitanes, y emplear�a en sus guerras a aquellos que estaban acostumbrados a seguir sus asuntos familiares: y dado que, a la manera de otros reyes, �l debe mantener un majestuoso corte, deben contentarse con que sus hijas sirvan en varios cargos, que el rey considerar�a por debajo de la dignidad de sus esposas e hijas; 1 Samuel 8:13 . Muchos ministros tambi�n, en varios departamentos tanto de guerra como de paz, deben tener salarios para mantenerlos, que deben pagarse con sus campos y vi�edos; 1 Samuel 8:14. En una palabra, que, para sostener su dignidad, su rey exigir�a el d�cimo de todo lo que pose�an y se mantendr�a de manera real fuera de sus propiedades. V�ase Puffendorff de Rebus Gestis Philippi.

Versículo 20

Para que seamos como todas las dem�s naciones ... � Qu� inexplicable ceguera ten�an los israelitas al no darse cuenta de que su felicidad consist�a principalmente en no ser como otras naciones, sino bajo el gobierno inmediato de ese Rey Todopoderoso que los hab�a elegido para los suyos! gente peculiar y posesi�n!

REFLEXIONES.� Tenemos aqu� una moci�n para la alteraci�n del gobierno y la introducci�n de la monarqu�a entre el pueblo jud�o.

1. Aprovechando la mala conducta de los hijos de Samuel, algunos esp�ritus intrigantes incitan al pueblo en general a un cambio de gobierno; y para este prop�sito se re�nen en un cuerpo en Ram�, con una protesta de su agravio, y una petici�n de reparaci�n en el nombramiento de un rey sobre ellos, como las naciones que los rodean, para que pueda tener un tribunal y comparecer en estado. y dignidad entre ellos: una petici�n no s�lo muy pecaminosa contra Dios, sino muy ingrata para Samuel, cuya propia administraci�n hab�a sido tan recta, y que no merec�a ninguna culpa por la mala conducta de sus hijos, habi�ndoles dado mejores consejos y estando listo para reemplazar a sus comisiones sobre las justas quejas del pueblo. Nota; No es raro que aquellos que se encuentran con retornos ingratos y que se les descuide cuando son viejos, que han pasado su vida al servicio del p�blico.

2. Samuel est� profundamente resentido por la propuesta, no por su mal uso de s� mismo, sino por su gran pecado contra Dios; y por lo tanto, antes de dar una respuesta, vuela hacia Dios en busca de direcci�n, y probablemente intercede ante �l por su perd�n, temiendo que la ira se desate contra ellos. Nota; (1.) Cuando estamos en dificultades, es un gran alivio tener un Dios de sabidur�a y amor al que volar. (2.) Los que nos usan ingratamente deben tener un recuerdo en nuestra oraci�n, no solo para pedirle a Dios que los perdone, sino a nosotros mismos para perdonarlos y amarlos.

3. Dios responde a su oraci�n y le da instrucciones sobre qu� responder a la gente. No debe entristecerse por el insulto que se le ofreci�, ya que estaba dirigido m�s directamente contra Dios mismo. �l era su rey y es rechazado por ellos; tampoco era nueva su ingratitud hacia sus gobernantes: desde que salieron de Egipto hab�an actuado as�, incluso con Mois�s y Aar�n; ni era de extra�ar que buscaran un nuevo rey, cuando tan a menudo hab�an buscado nuevos dioses: que, por tanto, tengan su petici�n; pero ser� un rey en ira, y de esto Samuel debe advertirles solemnemente. Nota; (1.) Cuando acudimos a Dios en oraci�n, �l nos responder� por nuestra direcci�n y consuelo. (2.) No necesitamos esperar recompensas amables de aquellos que han mostrado su ingratitud a otros antes que nosotros.

4. Samuel hace un informe fiel del mensaje divino; advirti�ndoles del disgusto de Dios ante su pedido, y las consecuencias que se derivar�an del establecimiento de ese gobierno real en el que sus mentes estaban tan inclinadas. Miraban s�lo a la pompa, pero no consideraban que deb�an soportar la carga. Bajo su dominio desp�tico, sus hijos ser�an esclavizados, incluidos en sus guardias como soldados, o como lacayos asistentes en sus carros, o como sirvientes empleados para labrar y cosechar su tierra. Su mesa, cubierta de lujo, requerir�a del laborioso servicio de sus hijas para prepararle provisiones y manjares: para gratificar a sus favoritos, o recompensar a sus oficiales, los instrumentos de su opresi�n, se saquear�an lo mejor de sus posesiones; mientras que, rivalizando con el tabern�culo de Dios,

Cuando se sintieran estas cargas, se quejar�an, pero sin ning�n prop�sito: Dios rechazar�a con justicia sus peticiones y los dejar�a en la miseria que hab�an cortejado. Nota; (1.) La gratificaci�n de nuestros deseos excesivos trae consigo una plaga. (2.) Los que rechazan a Dios son justamente rechazados por �l.

5. Lejos de desistir de esta representaci�n, perseveran obstinadamente en sus demandas, y tendr�n un rey, desacreditando el informe de Samuel, tal vez sospechando de �l un designio. Ser�n como las naciones, aunque esclavas; y tener un rey que los precediera en la batalla, aunque la experiencia le ense�� cu�nto mejor era tener a Dios para luchar por ellos que para ellos mismos. Nota; (1.) Ninguna reprensi�n detendr� al pecador obstinado. (2.) El consejo m�s amable a veces puede ser tergiversado como ego�sta y deliberado.

6. Samuel, por orden de Dios, accede a su pedido. Habi�ndose retirado, para esperar en Dios y conocer su resoluci�n final, se le ordena que les asegure que tendr�n un rey; y les pide que regresen mientras tanto, y esperan escuchar en breve el nombramiento de la persona que Dios elegir�a para reinar en Israel.

Información bibliográfica
Coke, Thomas. "Comentario sobre 1 Samuel 8". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tcc/1-samuel-8.html. 1801-1803.