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Bible Commentaries
2 Reyes 2

Comentario de Coke sobre la Santa BibliaComentario de Coke

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Introducción

El�as con su manto divide las aguas del Jord�n, y pasa en seco con Eliseo, quien pide una doble porci�n de su esp�ritu. Un carro de fuego toma a El�as; Eliseo divide las aguas del Jord�n con el manto de El�as, sana las aguas de Jeric� y maldice a los ni�os que se burlan de �l.

Antes de Cristo 896.

Versículo 3

�Sabes que el Se�or te quitar� a tu amo de tu cabeza hoy? - Houbigant traduce esto, el Se�or elevar� a tu amo por encima de tu cabeza hoy, aludiendo a que El�as fue llevado al cielo.

Versículo 8

Su manto: en los dos libros de los reyes se menciona cinco veces este manto, y en todos los lugares se le llama ???? adret, que denota un manto real y prof�tico. Como el sumo sacerdocio y la autoridad civil suprema centrados en la misma persona, mantos hechos de pieles, pieles, etc. que se usaron al principio en un punto de vista religioso, luego se convirtieron en la insignia de la autoridad civil. Ver G�nesis 27:15 y comparar G�nesis 3:21 . Lev�tico 7:8 .

REFLEXIONES.� El brillante sol de El�as est� ahora a punto de ponerse, o m�s bien, se levantar� m�s brillante en otro mundo de gloria.

1. Dios le da aviso de su remoci�n intencionada, no en el curso ordinario de la naturaleza, sino mediante un cambio repentino y glorioso, que, sin los dolores de la muerte, lo preparar�a para su morada en ese mundo donde la carne y la sangre no pueden entrar. . Nota; Aunque no esperemos la traducci�n de El�as, sin embargo, si como �l, mientras estamos en la tierra, mantenemos nuestra conversaci�n en el cielo, nuestro paso hacia all� ser� tan seguro y seguro a trav�s de la tumba, como si estuvi�ramos atrapados all� en un torbellino.

2. Antes de ser removido, va a despedirse de la escuela de los profetas en Beth-el, las esperanzas de la nueva generaci�n; y, para probar el afecto y la adhesi�n de Eliseo, le propone quedarse en Gilgal; pero resuelve no abandonarlo nunca. Sab�a que quedaba poco tiempo para disfrutar de su compa��a y, por lo tanto, deseaba mejorar cada momento que quedaba de su santa conversaci�n y recibir al menos su bendici�n de despedida. Nota;(1.) La generaci�n naciente es la gran preocupaci�n de los profetas que parten, y su �ltimo aliento lo emplear�an con gusto para alentar, con su experiencia y testimonio moribundo, a sus hermanos m�s j�venes a seguir esos senderos felices que conducen a la vida y a la eternidad gloria. (2.) Debemos aprovechar al m�ximo la conversaci�n de aquellos hombres de Dios que ahora por un momento disfrutamos; No sea que, cuando nos los quiten, tengamos que lamentar no s�lo su p�rdida, sino nuestra propia negligencia al no beneficiarnos de ellos como podr�amos haberlo hecho.

3. De Beth-el Elijah pasa a Jeric� con la misma misi�n. En ambos lugares se conoce su traducci�n prevista. Los hijos de los profetas se lo informaron a Eliseo; �l no es ajeno a ella, y les pide que callen; porque ahora o sus pensamientos estaban demasiado ocupados para entrar en un discurso, o este tema l�gubre le resultaba doloroso. All� El�as renueva su petici�n de que se quede; pero nada puede desviarlo de su asistencia. Nota; Un apego perseverante al Pr�ncipe de los profetas ser� coronado por fin.

4. En adelante pasan al Jord�n, mientras que cincuenta de los hijos de los profetas se mantuvieron lejos para esperar el resultado; y el manto de El�as, como la vara de Mois�s, les abre un paso por las aguas. Nota; (1.) Es muy deseable ver el �ltimo de los cristianos moribundos. (2.) A trav�s de las aguas de la muerte, los redimidos encontrar�n un pasaje seguro, mientras que los malvados ser�n apresurados corriente abajo, hacia el abismo de la perdici�n eterna.

Versículo 9

Que una doble porci�n de tu esp�ritu sea sobre m�: Eliseo le habla a El�as como un hijo a su padre, a quien le pide que lo considere como un primog�nito, a quien se le asign� una doble porci�n de bienes. Tampoco pide una cantidad doble de ese esp�ritu que ten�a El�as, sino solo una cierta cantidad de ese esp�ritu, como un padre deja de su herencia a su hijo primog�nito. Este es el significado de la expresi�n, ????? ?? pi shenayim, que generalmente se aplica en la divisi�n de una herencia. As� que Houbigant. Algunos, sin embargo, piensan que como El�as no tuvo otro sucesor, a quien otorgar�a ning�n don prof�tico, sino a Eliseo, no puede haber ninguna objeci�n a que comprendamos la expresi�n en el sentido simple de una doble porci�n.del esp�ritu prof�tico; ya que es evidente que hizo muchos m�s milagros que El�as, e incluso despu�s de su muerte ejerci� un poder divino al resucitar al muerto, cap.

2 Reyes 13:21 . Si hubiera deseado esta doble porci�n, de hecho, por un principio de vanagloria, entonces podr�a haber algo dicho en contra de su solicitud; pero como lo hizo con la pura intenci�n de volverse m�s �til en su generaci�n, no podemos entender por qu� tuvo la culpa al pedir lo que nuestro bendito Salvador concedi� a sus ap�stoles; verbigracia. el poder de obrar milagros m�s grandes que los que �l mismo realiz�. V�ase Calmet y Le Clerc, y 2 Reyes 2:15 .

Versículo 11

Un carro de fuego, etc. No podemos pretender entrar en una explicaci�n precisa de estas palabras. Podemos suponer que una nube brillante y radiante, que, a medida que ascend�a, podr�a parecer un carro y caballos, levant� a El�as de la tierra y, dejando este globo atr�s, lo arroj� a los asientos de los bienaventurados. Ver G�nesis 5:24. El prop�sito de esta suposici�n, as� como la de Enoc, parece haber sido no solo dar al mundo una prueba sensible de otro, y un pa�s mejor, incluso celestial, sino tambi�n mostrar la interposici�n de Dios por el bien de sus siervos. , as� como para tipificar la futura ascensi�n de su hijo. V�ase la disertaci�n de Calmet sobre Enoc. De hecho, El�as fue, en varios aspectos, un tipo tanto de Jesucristo como de Juan el Bautista. I. El Nuevo Testamento se�ala suficientemente la conformidad entre El�as y Juan el Bautista: es m�s , Juan incluso es llamado por el nombre de este profeta: y el mismo Cristo lo llama as� en el encomio que transmiti� a Juan; Mateo 11:14 .

Y si lo quer�is recibir, �ste es el El�as que hab�a de venir; quien fue prometido, por el profeta Malaqu�as, aparecer ante, y como el precursor del Mes�as. He aqu�, os enviar� al profeta El�as, antes de la venida del d�a grande e ilustre del Se�or. Y en consecuencia, el �ngel le dijo a Zacar�as, el padre del Bautista, que su hijo deb�a ir delante del Mes�as, con el esp�ritu y el poder de El�as, para volver el coraz�n de los padres hacia los hijos, y los desobedientes a la sabidur�a del Se�or. solo, & c. De modo que El�as era un tipo de Juan el Bautista, en cuanto al esp�ritu y poder de su ministerio; y tan notablemente, que incluso es llamado por su nombre. �l era, por as� decirlo, otro El�asen esp�ritu y ministerio, aunque no en persona; y as� podemos dar cuenta de su respuesta, cuando los sacerdotes y levitas enviaron a �l; �Eres El�as, etc.? y �l dijo, no lo soy. "Yo no soy el profeta personalmente, como esperas que aparezca, aunque he venido en su esp�ritu y en su poder, m�sticamente, pero no id�nticamente el mismo". Hab�a alguna analog�a entre dos grandes personajes tambi�n en su vestimenta y comportamiento exterior, la vestimenta peluda y el cintur�n de cuero; y tambi�n en sus vidas solitarias y mortificadas en el desierto; y siendo perseguidos por pr�ncipes malvados, El�as por Acab y Jezabel, Juan por Herodes y su esposa Herod�as.

Pero principalmente El�as era un tipo de Juan en su santidad, valor y celo inquebrantable por la reforma; y en el esp�ritu y prop�sito de su ministerio, despertar a una generaci�n pecadora, llevar a muchos, tanto de la era naciente como declinante, a esa verdadera piedad hacia Dios, que es la banda m�s segura del deber mutuo para con los dem�s; para llevar a muchos, que antes eran totalmente ignorantes e indiferentes al deber, al conocimiento de Dios, que es la �nica sabidur�a. Este El�as lo realiz� eminentemente, cuando hizo gritar al pueblo: El Se�or es Dios, el Se�or es Dios: esto tambi�n lo hizo Juan eminentemente, cuando muchos acudieron a su bautismo en las orillas del Jord�n, y se�al� s�lo a los despiertos. penitentes, el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.II. Pero El�as fue m�s especialmente un tipo de JESUCRISTO, no solo con respecto a su ascensi�n al cielo, sino tambi�n en referencia a los milagros que obr�; su invencible coraje y celo por la causa de Dios; y sus sucesores comisionados para continuar la obra de su ministerio, despu�s de su partida de este mundo.

El�as ayun� cuarenta d�as y cuarenta noches en el monte Horeb, el lugar donde Dios se apareci� a Mois�s y dio la ley a su pueblo Israel, y donde tambi�n Mois�s ayun� el mismo tiempo; quien, con El�as, fue la �nica persona de quien leemos este extraordinario milagro, y quien en �l represent� a nuestro Salvador Cristo,el gran profeta y legislador de su pueblo, que ayun� cuarenta d�as y cuarenta noches en el desierto; y por eso leemos que en la transfiguraci�n de nuestro Salvador en el monte, estas dos personas distinguidas aparecieron con �l en gloria; Mois�s el gran dador, y El�as el celoso restaurador de esa ley que condujo a Cristo, su fin y perfecci�n, y en cuyo honor terminaron sus respectivos ministerios. El�as fue agasajado por una viuda, cuyo hijo no obstante muri�, y lo resucit�; as� que Cristo fue entretenido por Marta y Mar�a, cuyo hermano L�zaro muri�, y tambi�n fue resucitado por �l de entre los muertos. El esp�ritu de El�as se bas� en Eliseo.

Le ech� sobre �l su manto, que tuvo tal influencia, que lo dej� todo y lo sigui�. Mediante la influencia milagrosa similar del esp�ritu, Cristo llam� a sus ap�stoles, quienes lo dejaron todo y lo siguieron; y sobre estos sus sucesores designados hizo descansar su esp�ritu, cuando, como El�as, ascendi� ante ellos al cielo, y una nube lo recibi� fuera de su vista. V�ase un excelente encomio sobre el profeta, Sir 48: 1 , etc.

Versículo 12

�Padre m�o, padre m�o, carro de Israel y su gente de a caballo! Lo llama su padre, por ser su maestro e instructor; y la expresi�n, el carro de Israel, y sus jinetes, probablemente alude al carro y a los caballos que acababa de contemplar, y parece implicar que El�as, por su ejemplo, consejo, oraciones y poder con Dios, lo hizo. m�s para la defensa y preservaci�n de Israel, que todos sus carros, caballos y otros preparativos b�licos. Todos los hombres buenos, pero especialmente los hombres de extraordinaria sabidur�a y piedad, son la guardia y la defensa de su pa�s; son mejores que un ej�rcito. V�ase Oseas 12:3 .

Versículo 16

El Esp�ritu del Se�or lo ha levantado � De acuerdo con algunas expresiones en las Escrituras, parece como si el Esp�ritu del Se�or se usara con frecuencia para llevar a los profetas por el aire y con gran rapidez llevarlos a lugares distantes. Abd�as habla de ello como algo com�n, 1 Reyes 18:12 .

Y en el Nuevo Testamento se nos dice de Felipe, que cuando salieron del agua, el Esp�ritu del Se�or lo arrebat�, y el eunuco no lo vio m�s: �Y Felipe fue encontrado en Atzoto; Hechos 8:39 .

REFLEXIONES.� El�as se ha ido, pero Eliseo permanece. Cuando Dios quita una luz de su iglesia, puede levantar otra para reemplazar su lugar.

1. Eliseo con deleite recoge el manto que cay� de su padre difunto: lo am� desde el d�a en que fue echado por primera vez sobre �l, y no solo por su bien lo conserv�, sino que, como las arras de su petici�n, fue concedido, recibi� con el m�s profundo agradecimiento, y lo us� como sucesor en el cargo del gran profeta que lo hab�a dejado atr�s. Nota; (1.) Las muestras que nos regalan nuestros amigos difuntos, que nos incitan a imitar sus virtudes, son verdaderamente valiosas. (2.) Los que visten la librea de un profeta deben leer con sus propias ropas las obligaciones que les incumben de cumplir con diligencia su importante oficio.

2. Vestido ahora con el esp�ritu de El�as, as� como con su manto, regresa a las aguas del Jord�n, y all�, invocando con fe al Se�or Dios de El�as, golpea las aguas y se dividen. �D�nde est�? el llora; ???????? Aph-hu sigue en el original. Aqu� est�, incluso �l, respondiendo inmediatamente a la llamada. Nota; (1.) Incluso mientras se pronuncia la oraci�n de fe, Dios responder�. (2.) Los que caminan en el esp�ritu de El�as encontrar�n con ellos la presencia y el poder del Dios de El�as.

3. Los hijos de los profetas, que vieron el milagro, recibieron con profundo respeto al profeta que regresaba, como el sucesor designado por El�as. Nota; No es material de d�nde vino un hombre, o cu�l ha sido su educaci�n; si Dios le dota de dones eminentes y gracias eminentes, incluso los hijos de los profetas no deben pensar que es una deshonra inclinarse ante �l.

Versículo 21

Y �l � ech� la sal all�, y dijo, etc.� La manera en que Eliseo endulz� esta fuente e hizo fruct�fera la tierra echando sal en el agua, fue para hacer el milagro m�s conspicuo; porque la sal es una cosa que, entre todas las dem�s, hace que el agua sea menos potable y la tierra m�s est�ril. En este mismo d�a hay una fuente hacia el oeste de Jeric�, que se eleva alrededor de tres cuartos de legua por encima de la ciudad en el camino a Jerusal�n, y que produce una gran cantidad de agua excelente en su tipo, corre a lo largo y fructifica la llanura. . V�ase Josephus Bell. Jud. libro 5: gorra. 4 y �xodo 23:25 .

Versículos 23-24

Salieron ni�os peque�os, etc.� Muchachos. Con el fin de rescatar el car�cter del profeta de las objeciones de infieles a causa de la cat�strofe de estos ni�os, podemos observar, que se desprende de otros pasajes de la Escritura, (como G�nesis 43:8 . 1 Reyes 3:7 ; 1 Reyes 3:28 .) Que las personas denominaron ni�os peque�os,hab�an crecido hasta la edad de madurez y, en consecuencia, eran capaces de verse involucrados en cualquier procedimiento desenfrenado. No, su salida de la ciudad lo implicaba mucho. Salieron de Bet-el, la sede principal de la idolatr�a; hab�an asimilado fuertemente los prejuicios de sus padres y ten�an la edad suficiente para distinguir entre la idolatr�a y la adoraci�n del Dios verdadero. Probablemente hab�an escuchado que El�as fue llevado al cielo.

Los profetas del Dios verdadero, que resid�an en este lugar, fueron informados de este evento antes de que sucediera; y no pod�a menos de suponerse que un acontecimiento de tan asombroso tipo se convertir�a en el tema principal de su conversaci�n. La manera en que Eliseo hab�a vuelto a cruzar el r�o se difundi� sin duda durante su morada en Jeric�, y su misi�n como profeta se confirm� sin lugar a dudas. Sab�an que era un profeta de Jehov� y se burlaban de �l a causa de su oficio; es m�s, se burlaron de la ascensi�n de El�as, un fuerte reprobador de sus idolatr�as; y al hacer una broma de ese notable evento, cerraron los ojos ante un milagro que parece haber sido realizado en parte para reclamarlos. Las palabras: Sube, calvo; sube, calva,se refieren claramente a la ascensi�n de El�as; y si nuestros traductores hubieran hecho uso de la palabra ascender, en lugar de subir las palabras , esta alusi�n habr�a parecido m�s clara y m�s fuerte. Lo que todav�a agrava su culpa es que no se encontraron con el profeta por accidente, sino que salieron con el prop�sito de insultarlo; esto es evidente por el contexto mismo.

Tambi�n fueron en un cuerpo, lo que demostr� que su motivo era la malicia, y que no iban de forma casual. Por tanto, parece probable que salieran no s�lo para burlarse del profeta, sino tambi�n para impedir que entrara en la ciudad. Tem�an que �l fuera tan celoso contra sus idolatr�as como lo hab�a sido El�as; y con este insulto pretend�an liberarse de sus protestas. Aunque el profeta no pudo menos de estar disgustado con el insulto, sin embargo, ninguna parte de la narraci�n nos apoyar� en suponer que la maldici�n que denunci� contra ellos se debi� a la irritaci�n de su temperamento, o la ebullici�n de su ira. Aunque su rabia hab�a sido siempre tan turbulenta, no le habr�a proporcionado el poder para ordenar a estas criaturas salvajes que abandonaran el bosque en un instante y llegaran a un lugar que no frecuentaban.j�venes. Como su maldici�n no tendr�a efecto si hubiera procedido de un temperamento malhumorado, no tenemos una raz�n justa para que los maldiga para sospechar que estaba agitado por una pasi�n furiosa o maliciosa.

La palabra maldici�n tiene en las Escrituras tres aceptaciones diferentes. Significa infligir una maldici�n; y en este sentido se dice que Dios maldijo la tierra despu�s de la ca�da. Significa desear una maldici�n; y en este sentido se dice que Simei maldijo a David. Por �ltimo, significa pronunciar o predecir una maldici�n o castigo; y en este sentido se dice que Eliseo maldijo a los ni�os. El historiador afirma expresamente que los maldijo en el nombre del Se�or. Hablar en el nombre del Se�or es cumplir lo que �l manda; para profetizar en el nombre del Se�or,es predecir lo que revela; y maldecir en el nombre del Se�or, es declarar una maldici�n que �l est� decidido a infligir, y ha autorizado al profeta a denunciar: de modo que al maldecir a estos supuestos ni�os, Eliseo actu� como ministro del gobernante supremo del mundo. ; y, por orden suya, predijo el castigo que estaba a punto de ser infligido a estos id�latras.

El hecho de que �l pronunciara esta maldici�n no fue la causa de su cat�strofe; pero la certeza de su cat�strofe y el mandato de Dios fueron las causas de que pronunciara esta maldici�n. En general, parece que las personas que se burlaron de Eliseo no eran ni�os, sino que llegaron en a�os de madurez: parece que no lo insultaron por casualidad, sino deliberadamente; que salieron a prop�sito en grandes multitudes; que se burlaban de �l porque era el profeta del Dios verdadero, de quien hab�an apostatado; y que no deseaba su final prematuro por un principio de venganza, sino que solo lo predijo como profeta. El castigo mismo parecer� justo, si consideramos el tiempo, el lugar, las personas, y tambi�n lo bien que se adapt� para convencer a la gente de la atrocidad de la idolatr�a. y recobrarlos a esa pureza de adoraci�n que su ley ten�a la intenci�n especial de preservar. Dr. Gregory Sharpe, en suSegundo argumento en defensa del cristianismo, ha reivindicado muy satisfactoriamente la conducta de Eliseo.

Observa que si investigamos el car�cter de Eliseo, siempre lo encontraremos bueno, misericordioso y compasivo. El que devolvi� la vida al hijo de la buena sunamita, y tantas veces salv� la vida de otros, no habr�a matado con ira con sus maldiciones a los ni�os peque�os. De hecho, si la maldici�n pronunciada por Eliseo no proced�a del Se�or, si hubiera sido el efecto de la ira solamente en el profeta, y no la justa denuncia del profeta sobre los obstinados e incorregibles id�latras, as� se�ale un evento en la destrucci�n del joven de Betel, no lo habr�a seguido tan pronto. Vea m�s en el trabajo mencionado anteriormente y en el gui�n de Waterland. Vind. parte 2: p�g. 120.

REFLEXIONES.� Eliseo, regresado con el esp�ritu de El�as, multiplic� los milagros para confirmar su misi�n divina.

1. A petici�n de los hombres de Jeric�, sana sus aguas, echa la sal en el manantial, y en el nombre del Se�or ordena la curaci�n, que es instant�nea como su palabra. Nota; (1.) No se debe perder la oportunidad; mientras tengamos un profeta entre nosotros, emple�moslo. (2.) Pocas personas piensan en lo mal que podr�an prescindir de las necesidades m�s comunes: ser�a mucho mejor querer cualquier otro licor que estar sin agua sana. (3.) Nada m�s que la sal de la gracia divina puede endulzar la amargura o curar la esterilidad del coraz�n corrupto.

(4) La labor de todo profeta es echar esta sal, y no meramente en los arroyos, para la reforma actual, sino en el manantial, a fin de lograr una conversi�n permanente. (5.) Aunque el profeta habla, solo Dios obra. (6.) Los que han probado la gracia sanadora de Dios, la manifestar�n en la fecundidad de sus vidas.

2. Otro milagro de otro tipo marc� su regreso al Carmelo. Al pasar por Bet-el, donde se encontraba otra escuela de profetas, una compa��a de j�venes se burl� de �l. El becerro �dolo ten�a all� el dominio general, y odiaban a los celosos de reprender sus pecados. Ellos gritaron en tono de burla: Sube, sigue a tu se�or y d�janos deshacernos de los dos; y como ten�a la cabeza calva, se burlaron del defecto. Con una mirada de indignaci�n, se volvi� hacia ellos, no con ira por la afrenta personal, sino con santo desagrado por su desprecio y deshonra de Dios, y, por un impulso divino de �l, denunci� sobre ellos la maldici�n que hab�an provocado; cuyos verdugos est�n cerca; dos osos, corriendo desde un bosque vecino, hicieron pedazos a cuarenta y dos de estos insolentes burladores, y cambiaron sus gritos en gemidos moribundos.

Nota; (1.) No es nada nuevo que se abuse de los profetas, incluso en las calles, y que los ni�os, ense�ados por sus padres imp�os, los se�alen y abucheen. (2.) Es una gran reflexi�n sobre Dios, reprochar a cualquier hombre sus defectos o enfermedades naturales. (3.) Los ni�os malvados deben leer y temblar ante este juicio.

3. Habiendo visitado Carmelo, la �ltima residencia de El�as, y donde podr�a haber otra escuela de profetas, fue a Samaria, la metr�poli, para testificar contra su idolatr�a, donde fue m�s confirmada bajo la sanci�n real. Nota; Cuando la iniquidad reina m�s y el campo m�s grande est� abierto para trabajar para Dios, existe el llamado del profeta celoso.

Información bibliográfica
Coke, Thomas. "Comentario sobre 2 Kings 2". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tcc/2-kings-2.html. 1801-1803.
 
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