Bible Commentaries
Daniel 3

Comentario de Coke sobre la Santa BibliaComentario de Coke

Introducción

Nabucodonosor dedica una imagen de oro en Dura. Sadrac, Mesac y Abed-nego son acusados ??de no adorar la imagen. Ellos, amenazados, hacen una buena confesi�n. Dios los libra del horno. Nabucodonosor, al ver el milagro, bendice a Dios.

Antes de Cristo 587.

ESTE cap�tulo contiene una historia de c�mo Nabucodonosor erigi� una imagen de oro de un tama�o inmenso, como un �dolo al que esperaba que todo su imperio rindiera culto. Los tres amigos de Daniel, que rechazan esta adoraci�n, son arrojados a un horno de fuego y, por su milagrosa entrega, el rey vuelve a reconocer al �nico Dios verdadero.
No se sabe con certeza qu� tan pronto se erigi� esta imagen despu�s del sue�o en su segundo a�o. Algunas de las versiones antiguas comienzan este cap�tulo con "En el a�o dieciocho", y el Dr. Prideaux est� de acuerdo con ellas, aunque las palabras no est�n en el texto actual: pero si sucedi� entonces, o como algunos piensan, m�s tarde, el dise�o de probablemente fue para frustrar la exposici�n y frustrar el final del sue�o; por lo que quiz�s la imagen fue hecha completamente de oro, y no de diferentes metales; para hacer una exhibici�n ostentosa de la abundancia de su riqueza, y para obviar los celos de su pueblo a causa de sus favores a Daniel y sus amigos. Algunos o todos estos motivos probablemente podr�an influir en este monarca altivo e inconstante para que abandonara al Dios verdadero, a quien hab�a reconocido tan recientemente, y se entregara nuevamente a la fuerza de esos h�bitos inveterados.


Se cree que esta estatua era hueca por dentro, como el Coloso de Rodas, cuya altura exced�a la de la estatua en diez codos: la proporci�n de la altura parece desigual a la anchura, a menos que se incluya el pedestal en el que se coloc�. Houbigant, debido a esta disparidad, piensa que era m�s una columna o pir�mide que de forma humana: pero Diodoro, lib. 2: secc. 9 nos dice que Jerjes se llev� una imagen de oro de cuarenta pies de largo cuando demoli� el templo de Belus en Babilonia, que Prideaux supone que pudo haber sido este de Nabucodonosor. Se dice que la estatua de J�piter que tambi�n hizo Lisipo en Tarento mide cuarenta codos. La llanura de Dura donde se erigi� probablemente estaba cerca de una ciudad llamada por Symmachus Dourau y por Ptolomeo Doraba; "Amiano Marcelino menciona que Dura no est� lejos del lugar donde muri� Juli�n; y en el mapa de D'Anville del Tigris y �ufrates est� en el Tigris, debajo de 34� lat. y en el mapa de Niebuhr de su viaje (45 del vol. 2 :) est� Dor. "Michaelis. Pero Jerom lo considera como un lugar cerrado en Babilonia, ver cap. Daniel 1:2 y la LXX tiene ?????????, consider�ndolo como un apelativo para una especie de circo.

Versículo 1

Nabucodonosor hizo una imagen de oro, pero �qu� representaba esta imagen o estatua? Grocio insiste en que fue la estatua de Nabopalassar, el padre de Nabucodonosor, a quien este pr�ncipe eligi� para clasificar con los dioses. Otros piensan que Nabucodonosor erigi� su propia estatua y ten�a la intenci�n de ser adorado bajo esta forma. Pero a lo largo de todo el cap�tulo, Nabucodonosor, al hablar con Sadrac, Mesac y Abed-nego, en ning�n lugar se queja de da�o hecho a su persona o estatua; pero solo que los compa�eros de Daniel no adoran a sus dioses, ni a la estatua erigida por sus �rdenes. Y en el cap. Daniel 4:8 dice que el nombre de Beltsasar se compone del nombre de su dios, y Bel era sin duda la deidad m�s famosa de ese pa�s.

Fue a este dios, por lo tanto, a quien ciertamente se consagr� la estatua en cuesti�n. Fue hacia el final del reinado de Nabucodonosor que ocurri� este evento; porque en el decreto, cuyo comienzo leemos al final de este cap�tulo, y al que dio lugar este milagro, el pr�ncipe relata los sue�os que le hab�a explicado Daniel. Ver el cap. Daniel 4:4 , etc. All� describe de qu� manera fue reducido al estado de bestias, expulsado de su palacio y luego restablecido en su trono; todo lo que sucedi� en los �ltimos a�os de su reinado. Ver Calmet.

Versículo 5

Arpa : la palabra original es ????? caithros, que parece denominarse del cidro, producto de Armenia, Media y Persia; el �rbol mismo puede tomar su nombre del suelo en el que floreci�, o de la figura redonda de su fruto: porque ??? ceter, significa una roca en el caldeo ( Proverbios 30:26 .), y los lugares monta�osos o rocosos se llaman cythera , y citharon. Citra es igualmente caldeo para corona, turbante o diadema de la cabeza, y es el nombre propio de la diadema persa, que los griegos escriben ???????? [ cittaros ], ??????? [ cidaris] y ???????? [ cittaris. ] Un instrumento con forma orbicular similar, podr�a por la misma raz�n llamarse citerus; y se nos dice que esta era la forma original del arpa; o bien, la materia de la que estaba hecha dio su nombre, como lo hizo con muchos otros instrumentos en todas las naciones.

El persa moderno nos proporciona otra derivaci�n: Ciar-tar es el nombre de una lira; ciar que significa cuatro, y alquitr�n una cuerda, de las cuatro cuerdas con las que est� ensartada; y como los antiguos hac�an uso de una lira as�, al dar poco o ning�n sonido a la R , antiguamente podr�a pronunciarse como cithara. V�ase el obispo Chandler, Vind. de Def. Colosenses 1 p. 50.

Sackbut : la palabra hebrea es ???? sabca, de ah� la palabra griega ???????. Euphorion menciona este instrumento como muy antiguo. La estatua de una de las musas, erigida en Mitylene en Lesbos, tiene una sambuca en la mano. Se menciona como invenci�n extranjera en Aristoxenus y Strabo; se dice expresamente que es el descubrimiento de los sirios, y estaba en uso entre los partos y trogloditas. El nombre es sir�aco o caldeo, y proviene de ???? sabbach, que significa torcer o trenzar:y se aplica a �rboles que tienen ramas gruesas, ya una m�quina militar, accionada por una variedad de cuerdas; y por la misma raz�n, a un instrumento musical hecho de la madera de tales �rboles, o con cuerdas gruesas.

El �rbol de sable se menciona en la versi�n de los Setenta de G�nesis 22:13 que Vossius considera el jessamin sirio o egipcio , llamado zabach y sambach por los sirios y �rabes hasta el d�a de hoy. En otras partes, sambucus es el nombre del aliso. De una madera tan ligera y quebradiza se compusieron instrumentos musicales y, por lo tanto, no necesitamos buscar m�s el original de este nombre. Sin embargo, cabe se�alar que samma y bucson palabras indias o persas para ciertos instrumentos musicales; y antiguamente esas lenguas eran las mismas que las que hablaban los medos y los armenios. Ver Obispo Chandler, como arriba, p. 51.

Salterio : la palabra hebrea ??????? es psanterin y lapalabragriega psalterion. Quienes inventaron el instrumento indudablemente impusieron el nombre que lleva; porque dondequiera que podamos rastrear uno, podemos atribuir el otro. Ahora los griegos reconocen que era m�s antiguo que Terpander; que era b�rbaro o extranjero; que abundaba en muchas cuerdas, y era lo mismo con los viejos magadis, pectys y trigonum,que eran de muchas cuerdas y de forma triangular, de los cuales los griegos no asumieron la invenci�n; y que hab�a en Persia (en la que generalmente se incluyen Media y Armenia) un pectys y magadis, cuyas cuerdas colgaban a ambos lados de la madera, y que se tocaba con ambas manos, como nuestras arpas. Por lo tanto, podemos inferir con seguridad que la invenci�n y el nombre deben derivarse de Oriente. Tenemos tales relatos del esplendor y la cortes�a de la corte media, que podemos suponer razonablemente que tanto el instrumento como su nombre ten�an su original en ese pa�s, y los babilonios y los griegos los tomaron prestados.

Esto parecer� m�s evidente a partir de la terminaci�n del original, psanter, porque los sustantivos persas antiguos com�nmente terminan en ter. Y como en se a�ade en el persa moderno para aumentar el sentido de los adjetivos en grado superlativo; por lo que en es un plural sir�aco o babil�nico, que los caldeos podr�an unir al nombre extranjero de este instrumento, para expresar mejor el sonido de las cuerdas de ambos lados de este instrumento a la vez, con ambas manos del ejecutante. Psanter puede derivarse del caldeo o sir�aco ??? pesh, o ????? peshesh, que significa golpear, impulsar, empujar o tocar con los dedos.En caldeo, una palabra que significa principalmente pulsaciones o golpes, se aplica a los instrumentos musicales en general; y los Judios llamado Neginoth, en plural, una clase de instrumentos de cuerda que era m�s que ordinariamente golpe� y se traslad� en varias partes; y que, por tanto, la LXX traduce como salterio.

Psanterin entonces, si no es un superlativo neutral usado sustantivamente en la lengua persa o mediana, para significar un instrumento de todos los dem�s, el m�s tocado, puede ser una palabra mediana, a la que en Babilonia agregaron un plural sir�aco, para expresar, como en forma de neginoth, sus frecuentes y dobles pulsaciones. Esta ra�z se encuentra actualmente entre los persas. Bishana, o, como se puede decir, psana, es la percusi�n de un arpa en Persic, y el verbo tiene el sentido de causar una impresi�n en los nervios. Obispo Chandler, p�g. 53, etc.

Dulcimer : la palabra original es ??????? sumponiah, y la sinfon�a griega ???????? ; pero el significado en el caldeo y en el griego es diferente. El griego es una palabra compuesta, que significa concierto o armon�a de muchos instrumentos; mientras que la palabra aqu�, es un nombre simple de un solo instrumento, sobre el cual se tocaron diferentes partes de la m�sica: y como los instrumentos de cuerda vinieron originalmente de Oriente, probablemente alg�n griego podr�a agregar un mayor n�mero de cuerdas o acordes, para dar un toque mayor br�jula o variedad de m�sica, que se llama sinfon�aen griego, e introducido en las cortes caldea y persa, posiblemente podr�a haber conservado su nombre griego; aunque esto de ninguna manera es seguro. En cuanto al instrumento en particular al que se refiere el nombre, no podemos ser positivos. Una tuber�a perforada con muchos agujeros se llamaba sinfon�a en la lengua de Jerusal�n; y una vejiga con pipas (ahora llamada pipa de bolsa ) ten�a el mismo nombre en la lengua de los moros, que dejaron en Espa�a.

Los moros en �frica llamaban a un peque�o tambor, hueco en el medio y cubierto por un lado con una piel, una sinfon�a; nombre que con toda justicia se podr�a dar a una especie de arpa o viol�n, que, seg�n San Agust�n, estaba hecho de una pieza c�ncava de madera, como un tambor. Pues todos coinciden en que la raz�n de llamar a tantas cosas con el mismo nombre, parece ser su cavidad. El erudito Henry Michaelis deriva la palabra del hebreo ??? saphan, que significa ocultar o cubrir en forma hueca. Por lo tanto, ????? sephina se pone para un barco, Jon�s 1:5 o la bodega, o parte espaciosade ella, de acuerdo con la traducci�n de la LXX. La sinfon�a podr�a provenir posiblemente de ??? sipap, que lleva la idea de cavidad a todos sus derivados. As�, ??? saph o suph, (el original de la palabra griega scyphus ) significa una taza o cuenco, en hebreo o caldeo.

???? Suph es el nombre de una ca�a o ca�a, del tubo en el medio; (ver �xodo 2:3 ) y el zaf se usa para la ca�a de un candelero, y para la parte central de los pilares, colocados antes del portal o umbral de las grandes casas, as� como para la entrada o puerta misma; porque estos pilares ornamentales probablemente eran huecos, como los dos grandes en el p�rtico del templo de Salom�n. Ahora bien, como simpulum, una copa que se usa en los sacrificios, se confiesa que se deriva del hebreo suph o saph; as�, por la misma analog�a, sinfon�a o sinfon�a,puede, cuando se aplica a cualquier instrumento hueco compuesto de tablas o de madera excavada de otro modo. La genialidad de las lenguas orientales es aumentar las s�labas al final de las palabras, a medida que se agregan nuevas ideas a sus significados primitivos; y a medida que aumentan las s�labas en palabras que tienen dos radicales seguidos de la misma letra, la primera letra se suele omitir y la �ltima se suministra con una determinada marca en la siguiente, que los caldeos cambian casi constantemente por la letra N, y casi con la misma frecuencia se liquida en M, cuando la N compensatoria va antes de las letras BMP. As�, en lugar de sifon�a, como est� escrita la palabra en algunas copias, Daniel 3:10los caldeos la sonar�an sinfon�a; pero por facilidad y gracia al hablar, lo suavizan en simfon�a; debido a la P que sigue inmediatamente. V�ase el obispo Chandler, Vind. pag. 45 y Defensa del Dr. Chandler, p�g. 15.

Versículo 6

La misma hora: este es el primer lugar del Antiguo Testamento, donde nos encontramos con la divisi�n del tiempo en horas. Los griegos atribuyen su invenci�n a Anaximandro, quien quiz�s la recibi� de los caldeos. El modo de castigo aqu� mencionado era com�n entre esta gente. Comp�rese con Jeremias 29:22 . Se ha dicho que Abraham estuvo expuesto a este castigo antes de su partida de Caldea. Ver Calmet.

Versículo 11

Horno de fuego ardiente: Otro m�todo cruel de castigo entre los caldeos; ver Jeremias 29:22 . Como nos dice Shaw, se sigue infligiendo quemar vivos a jud�os y cristianos por cr�menes capitales en Argel: v�ase tambi�n Salmo 21:9 . Sr. Bruce, vol. 1: p�g. 516 nos ha dado la siguiente narraci�n: "Phineas, un pr�ncipe �rabe de Medina, habiendo golpeado a St.

Aretas, el gobernador de Najiran, comenz� a perseguir a los cristianos con una nueva especie de crueldad, al ordenar que se prepararan ciertos hornos o pozos llenos de fuego, en los que arroj� a tantos habitantes de Najiran como se negaran a renunciar al cristianismo. Mahoma, en su Cor�n, menciona a este tirano con el nombre de Maestro de los pozos ardientes, sin condenar ni alabar la ejecuci�n; s�lo dicho, los que padecen testificar�n contra �l en el d�a postrero ".

Versículo 12

No sirven a tus dioses, a los dioses en general; ni un solo dios, representado por la estatua de oro. La estatua, dice Houbigant, de acuerdo con Calmet, no ten�a forma humana, como se desprende de sus proporciones; porque era diez veces m�s alto que ancho. Sin embargo, cualquiera que sea la forma que tenga, ya sea de columna o de pir�mide, muchos dioses posiblemente se exhiban jerogl�ficamente.

Versículo 13

Entonces ellos ... Y ellos.

Versículo 15

�Y qui�n es ese dios, etc.? �sta es una prueba de la falta de atenci�n y la inconstancia de este pr�ncipe, que tantas veces hab�a probado y conocido el poder soberano y la superioridad del Dios de los jud�os. Ver el cap. Daniel 2:47 .

Los jud�os le responden con gran firmeza, dici�ndole que en un caso tan claro, no hay lugar para la deliberaci�n; ten�an una respuesta a la mano, que deb�an obedecer a Dios antes que al hombre. Vea Lowth y Calmet.

Versículo 17

Si es as� ... He aqu�. Hay un Dios a quien adoramos, que puede arrebatarnos del horno de fuego ardiente y librarnos de tu mano, oh rey. Houbigant. "As� como estamos firmemente persuadidos de su poder para librarnos, confiamos en su misericordia y bondad de que lo har�". Hablan esto con una esperanza bien fundada, no con una cierta previsi�n de ser liberados; pues una certeza tan absoluta habr�a destruido la virtud de su fe y constancia en el desprecio del peligro que los amenazaba. Ver Lowth.

Versículo 20

Los hombres m�s valientes: sus guardias; a quien emple�, seg�n la antigua costumbre, para ejecutar criminales.

Versículo 21

Sus sombreros ... Sus turbantes.En cuanto a los detalles de la vestimenta de estos j�venes, la primera palabra parece referirse a su prenda principal, que colgaba suelta y flu�a hasta sus tobillos, quiz�s no muy diferente de la t�nica romana; y Montfaucon en su Antiq. vol. 3: nos dice que los babilonios, seg�n Herodoto, llevaban dos t�nicas, una de lino, que ca�a tan bajo como sus pies, y la otra de lana, que vest�an por encima; all� tambi�n llevaban un Chlanidion, o una especie de manto peque�o. La segunda palabra significa una especie de sombrero o gorro, que en su mayor parte ten�a alas o m�rgenes, pero m�s estrechos que los de nuestros sombreros modernos. El tercer t�rmino, seg�n las versiones, debe significar sus medias o zapatos altos; pero creo que, con algunos comentaristas, se puede pretender una capucha o manto, que colgaba de la cabeza sobre los hombros, no muy diferente del palio romano, Juan 19:23 que fue tejido sin costura de arriba a abajo. Shaw nos dice que los �rabes de las monta�as o cabilas, que conservan las costumbres primitivas, tienen un manto llamado Burnoose, que parece responder a este �ltimo; y tambi�n tienen una prenda superior llamada Hyke, que puede no estar muy en desacuerdo con la primera: "Esta �ltima prenda (dice) ten�a seis yardas de largo y cinco o seis pies de ancho, y sirve para un vestido completo durante el d�a, y para cubrirme por la noche ". Se puede suponer que la �ltima palabra, que es un t�rmino general para las vestimentas de todo tipo, comprende su ropa interior y todo lo que no se recit� antes. Jenofonte nos ha dado una exposici�n real en la persona de Ciro de cada una de las partes del vestido aqu� ante nosotros, en su octavo libro de la Cyropaedia, p. 460. Editar. Conejera.

Versículo 22

Por tanto porque� Y por cuanto.

Versículo 23

Y estos tres hombres � cayeron, etc.� Houbigant inserta entre los vers�culos 23 y 24 dos vers�culos que se encuentran en la Vulgata con este prop�sito: "Pero un �ngel del Se�or descendi� a Azar�as y sus compa�eros en el horno, y condujo la llama de fuego del horno, y caminaron en medio de la llama, alabando y bendiciendo al Se�or ". La LXX y el �rabe leen as� el comienzo del vers�culo 24; Entonces Nabucodonosor los oy� cantar alabanzas y se asombr�, etc. La Vulgata y varias otras de las versiones, se introducen despu�s del vers�culo 23, La canci�n de los tres ni�os, que se encuentra en los ap�crifos, que no se encuentra en el hebreo.

Versículo 25

Es como el Hijo de Dios, m�s bien como un Hijo de Dios o de los dioses: de acuerdo con el hebreo, la LXX y el sir�aco; es decir, "Como una persona divina y gloriosa, enviada desde los poderes de arriba para rescatar y liberar a estos hombres". Porque, como Nabucodonosor era un id�latra, es dif�cil concebir que �l supiera algo acerca del Hijo de Dios, el Mes�as, y mucho menos de su forma y semejanza; mientras que todos los paganos ten�an una noci�n, que corre a trav�s de su teolog�a, de los hijos de las deidades,como seres poderosos enviados a menudo en ayuda y protecci�n de la humanidad. Pero aunque dif�cilmente podemos suponer que Nabucodonosor haya llamado o conocido a esta persona como el Hijo de Dios, el Redentor prometido; sin embargo, es extremadamente probable (y as� lo han entendido los mejores comentaristas jud�os, as� como cristianos) que �l fuera en verdad el Hijo de Dios, quien a menudo apareci� en nuestra naturaleza, en forma humana, antes de asumir esa naturaleza para nuestra salvaci�n: el gran �ngel o mensajero del pacto, que bajo ese car�cter con frecuencia se revel� a los patriarcas de la antig�edad: y en consecuencia, en el vers�culo 28 se le llama el �ngel de Dios; el mensajero enviado para liberar a estos siervos del Se�or, el mismo que luego envi� a Daniel para preservarlo de la furia de los leones.

Adem�s, podemos observar que, como a los �ngeles a menudo se les llama hijos de Dios, y como la mayor�a de las naciones ten�an altas ideas de su poder, tal vez Nabucodonosor s�lo se refiriera a un �ngel, un delegado celestial; y esto parece m�s probable a partir de sus propias palabras, Daniel 3:28 . Bendito sea Dios, que envi� su �ngel, -que �ngel o hijo de Dios, a quien vi en el horno, y c.

Versículo 27

El fuego no ten�a poder. Las diversas expresiones que se utilizan aqu� est�n destinadas a mostrar que no se recibi� la menor herida del fuego. Las expresiones se elevan en buen orden y el cl�max es hermoso. El fuego no solo no ten�a poder prevaleciente sobre sus cuerpos, sino que tampoco se quem� un cabello de su cabeza, ni se chamuscaron sus t�nicas sueltas, ni siquiera el olor a fuego hab�a pasado sobre ellos. Compare esto con Isa�as 43:2 .

Versículo 30

Entonces el rey promovi� a Sadrac, etc. � O, "los restaur� a sus lugares y dignidades anteriores", seg�n la fuerza de la palabra original. La LXX agrega al final del vers�culo, Y los adelant� para que fueran gobernadores de todos los jud�os que estaban en su reino.

REFLEXIONES.� 1�, Como leemos en el cap�tulo anterior, el rey hab�a hecho una noble confesi�n de la gloria del Dios de Daniel; pero la convicci�n se olvida pronto, y prevalece su apego a la idolatr�a: y, como vemos con demasiada frecuencia al perro volver a su v�mito,

1. Erige una imagen dorada de inmenso tama�o, de treinta metros de altura o m�s. No se dice en qu� momento o en qu� ocasi�n se hizo esto.
2. Se env�a una convocatoria general a todos los magistrados, gobernadores y oficiales, civiles, militares y religiosos, a lo largo de su vasto imperio, para asistir a la dedicaci�n de esta imagen; quien instant�neamente se reuni�, listo para obedecer el mandato del rey.
3. Se hace una proclamaci�n a toda la vasta asamblea del placer del rey, que en el momento en que escuchen el estallido de instrumentos de m�sica reunidos en esa ocasi�n, para celebrar las alabanzas de su deidad, deben postrarse un�nimemente ante �l, bajo pena de , en caso de negativa, de ser echado en un horno de fuego ardiendo. As� ha preparado el diablo todas las m�quinas para seducir o obligar al pecador a su servicio, tanto los suaves halagos del sentido para seducir, como los terribles castigos que amenazan con extorsionarlos.
4. Todos dieron testimonio de una pronta presentaci�n. Tan pronto como se dio la se�al, la asamblea de adoradores se postr� en la llanura.

Cuando es peligroso ser singular y el placer invita, pocos vacilar�n sobre las consecuencias de ceder a la tentaci�n.
Segundo, tenemos,
1. La acusaci�n maliciosa presentada contra Sadrac, Mesac y Abed-nego, por desobedecer la orden del rey. En lugar de cumplir con una idolatr�a tan grosera, hab�an resuelto soportar cualquier tormento en lugar de cometer un crimen tan grande. Muchos, sin duda, envidiaron su avance y con alegr�a abrazaron esta ocasi�n para arruinarlos. Por lo tanto, con los m�s fervientes deseos de su prosperidad, se dirigen al rey, como sus s�bditos m�s fieles y leales, que ten�an el honor de su gobierno m�s en el coraz�n, le recuerdan el decreto que hab�a emitido y le informan de la indiferencia pagada. a �l por estos tres hombres; un crimen, insin�an, agravado por su ingratitud aqu� mostrada por los favores que hab�an recibido, al ser elevados de cautivos a los m�s altos cargos del Estado, y que,

No se menciona a Daniel: deber�a parecer que estaba ausente, o demasiado alto en el favor del rey para ser entrometido.
2. El rey, exasperado por la informaci�n, con rabia ordena que estos hombres sean apresados ??y llevados a su presencia. Con furia brillando en sus ojos y terror en su voz, les exige una respuesta a la acusaci�n, si es cierta; o, como se pueden traducir las palabras, �tiene un prop�sitoque has hecho esto, contumamente, desafiando mi autoridad y despreciando a mis dioses? Una vez m�s se ofrece a probarlos; si ahora aceptan adorar la imagen de oro, todo ir� bien; si no, el horno est� listo, y al instante ser�n arrojados a las llamas, de las cuales desaf�a a su Dios para que los salve. �Una alternativa espantosa! inclinarse o quemar. Cu�n agradecidos deber�amos estar, de no ser impulsados ??a esta prueba de prueba de nuestra constancia; y que los fuegos, que alguna vez encendieron los id�latras papistas en esta tierra con el mismo prop�sito, �ahora est�n apagados!

3. Con firmeza inquebrantable y serenidad mental, se unen suavemente en su respuesta, sin reprocharle que sea tir�nico, sino resign�ndose d�cilmente a Dios en el camino del deber, y con valor deliberado decidido a cumplir con su resoluci�n, cualquiera que sea la consecuencia. puede ser. No buscan la evasi�n, no piden respiro; porque, donde el deber es claro, deliberar es pecaminoso, y parlamentar el preludio del cumplimiento de la tentaci�n, oh Nabucodonosor, no tenemos cuidado de responderte en este asunto.Ciertamente, la raz�n carnal podr�a haber sugerido mil paliativos para excusar el pecado; pero, donde el mandamiento de Dios estaba tan expresado, estas almas bondadosas no pod�an dudar ni un momento si deb�an obedecer a Dios o al hombre. No quieren tiempo para pronunciar su respuesta. No pueden, no se atreven a hacerlo. Sus vidas les eran queridas; pero la muerte, con todos sus terrores, no puede sacudir sus almas firmes: se contentan por la fe con entregar sus vidas al cuidado de quien las dio, y puede conservarlas, si le place, en el horno de fuego ardiendo, o librarlas de �l. .

Sin embargo, tanto si a Dios le agrad� interponerse milagrosamente por ellos como si no, su prop�sito es fijo; no servir�n a sus dioses ni adorar�n su imagen. Nota; (1.) En el camino del deber, nunca debemos tener cuidado con las consecuencias. (2.) Si tenemos verdadera fe en Dios, echar� fuera el temor esclavizador y nos permitir�, en el d�a de la prueba, poner todo en sus manos, confiando en que �l nos apoyar� en nuestros sufrimientos o nos librar� de ellos. (3.) La forma de estar preparados para los conflictos m�s severos es negarnos a nosotros mismos diariamente. Los que primero se negaron a comer de la carne del rey, ahora pudieron negarse a adorar a sus dioses.

En tercer lugar, se podr�a haber esperado que una respuesta tan firme y, sin embargo, tan tranquila, hubiera provocado algunos arrepentimientos en la mente del tirano, especialmente despu�s de las confesiones que �l mismo hab�a hecho de la gloria de ese Dios a quien se adhirieron tan fielmente: pero nosotros ver que era completamente diferente.
1. El monarca, exasperado, con furia en su mirada, como un demonio de las tinieblas, como si el horno fuera el emblema de la rabia con que ard�a su pecho, orden� que se calentara siete veces m�s de lo habitual; lo cual, si su pasi�n hubiera admitido deliberaci�n, debi� haber visto que ser�a un favor, en lugar de una agravaci�n del castigo, y servir�a cuanto antes para despachar a estos m�rtires por la verdad; pero Dios domin� la ira del tirano, para hacer su propia gloria m�s ilustre en su liberaci�n. Apresuradamente son llevados a las llamas, atrapados, mientras estaban de pie, con sus ropas, atados por los hombres m�s valientes del ej�rcito de Nabucodonosor, y arrojados al horno de fuego; que, siendo tan intensamente acalorado, y la urgencia de la orden del rey apresurando a los hombres que los llevaban demasiado cerca de la boca, la llama los mat� instant�neamente.

Un juicio justo, deber�a parecer, sobre aquellos que fueron los instrumentos listos de la crueldad de este tirano, y probablemente las mismas personas que hab�an presentado la acusaci�n contra estos hijos del Alt�simo. Nota; (1.) Si los hombres pudieran ver su propio rostro, cuando la rabia brota de sus labios y destella de sus ojos, se sorprender�an de s� mismos como demonios en forma humana. (2) Terrible era este horno: no podemos mirar en �l sin horror: sin embargo, aqu� un momento acabar�a con los sufrimientos del m�rtir: pero hay un fuego m�s feroz encendido por los pecadores en el infierno, que tortura eternamente, donde la muerte no trae alivio, pero el humo del tormento sube por los siglos de los siglos, y no descansan ni de d�a ni de noche. (3.) Los perseguidores del pueblo de Dios pueden esperar que �l vengar� sus errores.

2. Dios se complace asombrosamente en intervenir para el rescate de sus fieles siervos. Golpeado por el terror y el asombro por la muerte de sus poderosos guerreros, el rey se levant� apresuradamente; �y cu�n grande su sorpresa, cuando en medio de ese horno donde hab�an ca�do atados los objetos de su furor, ve a cuatro personas sueltas, caminando ilesas en medio de las llamas! Llama a sus consejeros, les pregunta sobre la orden de ejecuci�n de estos hombres y ellos declaran que fue ejecutada puntualmente. Mira atentamente el espect�culo: conoce bien a tres de las personas; el cuarto lo concibi� para ser como un mensajero celestial, un hijo de Dios;ya sea uno de la hueste angelical, o, lo que posiblemente pudo haber o�do de Daniel, ese �ngel increado del pacto el Se�or Cristo, que desde la antig�edad se hab�a aparecido tan a menudo a su pueblo en forma humana. Acerc�ndose entonces a la boca del horno, con gran respeto se dirige ahora a los siervos del Dios Alt�simo a quienes hab�a tratado con tanta crueldad, y los invita por su nombre a salir: ni se demoraron en obedecerle; y, ante el asombro de todos aquellos pr�ncipes y gobernadores que rodeaban al rey, salieron de en medio del fuego, sin un cabello chamuscado, ni siquiera el olor a fuego que sal�a de ellos o de sus vestiduras.

Nota; (1.) Las aflicciones en las que es arrojado el pueblo fiel de Dios, se asemejan a este horno: lejos de poder herirlos, solo consumen las cuerdas de corrupci�n que los encadenan, y los ponen m�s libres para caminar con Dios; y la presencia de Jes�s en medio de ellos no s�lo evita que sus pruebas sean dolorosas, sino que les permite contarlas todas como gozo. (2.) Aquellos que est�n capacitados para confiar con seguridad en Dios, a menudo experimentan liberaciones maravillosas. (3.) Dios har� que los orgullosos que han perseguido a su pueblo se inclinen a sus pies y sepan que �l los ama. (4.) Todo pecador salvo viene a la presencia del Rey eterno, como estos tres dignos, un tiz�n arrancado del fuego.

Cuarto, Golpeado con profunda convicci�n por lo que hab�a contemplado,
1. Este poderoso monarca adora el poder y la gracia de ese Dios glorioso, cuya maravillosa intervenci�n apareci� en la liberaci�n de estos sus fieles servidores. Ahora era evidente que ning�n otro dios pod�a librar como �l lo hab�a hecho, y que su cuidado y bondad nunca abandonaron a quienes se adhirieron firmemente a �l en la hora de la prueba. As� puede Dios cambiar la voz incluso de los perseguidores y ense�ar a los blasfemos a bendecir y alabar.
2. Encomia el valor y la constancia de estos tres dignos, que se atrevieron a contradecir a un rey armado de furor y, con un noble desprecio de la vida, resolvieron adherirse a su propio Dios, frente a un horno de fuego, comprometi�ndose con confianza inquebrantable en sus manos.

Nota; (1.) Una adhesi�n firme a la causa de Dios y la verdad a menudo extorsionar� la aprobaci�n incluso de los enemigos, mientras que aquellos que desertan mezquinamente sus principios solo se volver�n despreciables incluso a los ojos de quienes los sedujeron. (2.) Cuando el pecado o la muerte deben ser la alternativa, podemos decir enf�ticamente que morir es ganancia. (3.) Aquellos que est�n capacitados para confiar en Dios, seguramente le resultar�n fieles.

3. Emite un edicto que proh�be, con las penas m�s severas, a cualquiera de sus s�bditos hablar cualquier cosa mal contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego. Como los caldeos hab�an tomado cautivos a los jud�os, probablemente pensaron y hablaron con desprecio y blasfemia de su Dios; lo cual debe haber entristecido sobremanera a los fieles de Babilonia; pero ahora, aunque no son conversos a su adoraci�n, se les ense�a a tener en alta estima su gloria; ya que, seg�n la confesi�n de su rey, ninguno de sus dioses, ni siquiera su admirado Bel, pod�a entregar de esta manera. Nota; Es una misericordia cuando los labios de los adversarios est�n sellados con convicci�n, aunque sus corazones est�n tan lejos como siempre de la verdadera conversi�n.

4. �l promovi� mucho a estos tres hombres en la provincia de Babilonia: para que recibieran una recompensa presente por su fidelidad. Porque a veces Dios da en este mundo, a aquellos que se atreven a arriesgarlo todo por �l, cien veces m�s, y en el mundo venidero vida eterna.

Información bibliográfica
Coke, Thomas. "Comentario sobre Daniel 3". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tcc/daniel-3.html. 1801-1803.