Bible Commentaries
Ageo 2

Comentario de Coke sobre la Santa BibliaComentario de Coke

Introducción

�l anima a la gente a la obra con una promesa de mayor gloria para el segundo templo que en el primero. En el tipo de cosas santas e inmundas, muestra que sus pecados obstaculizaron la obra. La promesa de Dios a Zorobabel.

Antes de Cristo 520.

Versículo 3

�Qui�n queda entre vosotros, etc.? V�ase la nota sobre Esdras 3:12 . Los cimientos de esta casa fueron puestos en el segundo a�o de Ciro; el segundo a�o de Ciro fue cincuenta y tres a�os despu�s de la destrucci�n del primer templo; para que los hombres m�s viejos entre los que regresaron pudieran muy bien recordarlo; y aunque esta profec�a se pronunci� quince a�os despu�s de la fundaci�n del segundo templo, a�n podr�an sobrevivir algunos de los que hab�an visto la estructura construida por Salom�n. Ver Lowth. La �ltima cl�usula de este vers�culo deber�a traducirse, �No parece esto nada en comparaci�n con �l? es decir, del primer templo?

Versículo 5

Seg�n la palabra que pact�, Houbigant comienza este vers�culo con la �ltima cl�usula del cuarto, porque yo, dice el Se�or de los ej�rcitos, les traer� lo que pact� con ustedes cuando salieron de Egipto; y mi Esp�ritu permanecer� con vosotros; no tem�is. �Cu�l fue ese pacto? dice el obispo Warburton, que Israel deber�a ser su pueblo y �l su Dios y rey.Por lo tanto, no puede significar apenas que �l ser�a su Dios y ellos deber�an ser su pueblo; porque esto era solo parte del pacto; tampoco puede significar que debieran ser dirigidos por una providencia extraordinaria como cuando salieron de Egipto y durante los primeros per�odos de la teocracia; porque esto fue s�lo el efecto del pacto; y adem�s, sabemos que esa dispensaci�n y providencia pronto cesaron despu�s del restablecimiento. Por lo tanto, el significado debe ser que �l continuar�a siendo su rey adem�s de Dios; sin embargo, al mismo tiempo, cuando se restaur� esta teocracia, era conveniente, por su dignidad, y necesario para la seguridad del pueblo, que fuera acompa�ada de alguna demostraci�n inusual del favor divino: en consecuencia, se levantaron profetas. y una providencia extraordinaria administrada durante alg�n tiempo, como aparece en muchos lugares en estos profetas.

Ver Hageo, Hageo Hageo 1:6 ; Hageo 1:11 ; Hageo 2:16 ; Hageo 2:19 . Zacar�as 8:12 . Malaqu�as 3:10 y Div. Pierna. libro 5: secc. 3.

Versículos 6-9

Porque as� dice el Se�or: El excelente obispo Chandler, con su conocimiento y juicio habituales, ha explicado esta notable profec�a; y de �l hemos extra�do principalmente lo que sigue. La ocasi�n de esta profec�a, dice �l, fue el abatimiento de los jud�os ante la aparici�n sin esperanza de su nuevo templo, Hageo 2:3. El consuelo, por lo tanto, en el mensaje del profeta seguramente fue adecuado a esta circunstancia, y contiene la promesa de cierta gloria que se conferir� a este templo, para que exceda la gloria del primero. En qu� consisti� la gloria del primer templo, no se dice; pero de la naturaleza de su queja y del octavo verso se desprende suficientemente que consideraban que consist�a en la magnificencia de la estructura y la riqueza de los ornamentos. Dios no los toma en cuenta; la plata es m�a, y el oro, etc. que es una manera de hablar que no es infrecuente en las Escrituras, para significar que no se complace en tales cosas.

La gloria que pretende para esta �ltima casa es de otra naturaleza. Que consiste en la presencia de Aquel, que se describe como el deseo de todas las naciones, Hageo 2:7 y, como la paz, Hageo 2:9 .- y, o en este lugar dar� paz. Esta gloria no deb�an esperar de inmediato; las grandes revoluciones deben ocurrir primero en el mundo; Hageo 2:6 . Despu�s de un [ reino ] es un poco de tiempo; y [o despu�s de eso ] har� temblar los cielos, etc. y el deseo [o expectativa ]vendr� de todas las naciones; es decir, en esta casa; que ser� la plenitud, la consumaci�n de su gloria. Por tanto, el hebreo deber�a ser ingl�s; y as� se fija una fecha para el cumplimiento de la promesa.

El reino persa bajo el cual viv�an ahora subsist�a; y, despu�s de otro reino, que tendr�a �xito en dominarlos, pasar�a poco tiempo antes de que Dios sacudiera los cielos, etc. es decir, todo el mundo o imperio gentil, para dar paso a la llegada del deseo de todas las naciones. Los grandes cambios en el mundo pol�tico se predicen com�nmente en las Escrituras bajo la figura de terremotos; tales fueron las conmociones en el imperio romano desde la muerte de Julio C�sar hasta el nacimiento de Cristo, que arras� con todas las provincias de la naci�n y termin� en un cambio de gobierno romano, lo suficientemente grande como para responder a la descripci�n de Hageo.


Para una mayor claridad de la profec�a, debe mostrarse, en primer lugar, que el deseo de todas las naciones se refiere a una persona deseada, no a cosas deseables, como lo entienden algunos jud�os; en segundo lugar, que esta persona es el Mes�as; y en tercer lugar, que esta persona pasar�a debajo del templo que estaban construyendo en ese momento.

I. En cuanto a la primera, podemos observar que si se tratara de cosas y no de una persona , la expresi�n vendr� es absurda; porque no se puede decir que las cosas sucedan , lo cual es una acci�n personal, pero que se traer�n. La aplicaci�n de las palabras a una persona es natural y sencilla. La presencia de alguien de gran dignidad da honor y gloria a la caba�a m�s humilde. Era el s�mbolo de la presencia de Dios en el templo de Salom�n lo que verdaderamente era su gloria; y es la restauraci�n de esta gloria en los d�as del Mes�as, lo que, a juicio de muchos jud�os, ha de distinguir la gloria de otro templo. Aquel sobre quien Dios se manifieste visiblemente, puede en cierto sentido ser llamado la gloria de Dios;y si �l hiciera esto de la manera m�s gloriosa en la persona del Mes�as, los jud�os reconocer�an que su presencia en el templo ser�a la gloria del mismo, si t� concedieras, al mismo tiempo, que a�n no hab�a venido; pero ven , o no venga, no hace ninguna alteraci�n en el estuche. El que iba a ser la gloria del tercer templo, al venir a �l, lo era para el segundo templo, si lo honraba con su presencia.

Las palabras, entonces, llevan bien el sentido de persona; que adem�s concuerda perfectamente con el contexto. "No os turb�is (dice el profeta) de que esta casa es a vuestros ojos como nada en comparaci�n con la anterior. Todas sus deficiencias ser�n compensadas en lo sucesivo, por su venida a ella, a quien vuestros padres quer�an ver, y no vieron , debajo del templo de Salom�n; y qui�n, por lo tanto, har� que este templo sea mucho m�s ilustre que eso ". Y as� el propio profeta parece interpretar su significado; porque, repitiendo la misma conmoci�n pol�tica, Hageo 2:21 . Har� temblar los cielos, etc. les dice, que esto fue para hacer lugar para uno, bajo el nombre de Zorobabel, a quienDios tomar�a y har�a como un sello, o exaltar�a a la m�s alta dignidad, poder y confianza, de los cuales el sello era el instrumento o signo en aquellos d�as. Donde se habla de la misma revoluci�n, probablemente se pretend�a a la misma persona; un pasaje es paralelo al otro.

Entonces, nuevamente, si la palabra paz, Hageo 2:9 que Dios promete dar en este lugar, se entienda como paz y felicidad externas , ser� dif�cil decir c�mo se cumpli�, o podr�a dar la preferencia de la �ltima casa a el primero: porque todo el tiempo bajo el segundo templo fue problem�tico e inquietante; muy por debajo de los d�as felices de que disfrutaban bajo Salom�n: pero, tomar en sentido figurado para una persona, que publica la buena nueva de la paz y la salvaci�n, cuya doctrina y el ejemplo tendido a una paz universal en todo el mundo, y siempre se sigui� con internosy paz eterna para los que le obedecieron, y no hay comparaci�n entre los dos templos; no m�s que entre la tranquilidad exterior de un reinado corto y la paz de Dios que excede todo lo que podemos desear.

II. Qui�n deber�a ser esta persona, es la segunda consideraci�n: y puede ser f�cilmente conocido por la aplicaci�n de los mismos, o ep�tetos sin�nimos, en otros profetas. Desde los d�as de Abraham se prometi� una simiente en la cual todas las naciones de la tierra ser�an bendecidas. La promesa fue renovada a Isaac, luego a Jacob, quien la restringi� a uno de la posteridad de Jud�, a Silo, de quien se predijo que ser�a la reuni�n del pueblo, o, como la palabra hebrea la traducen las versiones antiguas y los comentaristas jud�os, la expectativa de la gente. Cuando Dios lo confin� a una familia, de la tribu de Jud�, a la simiente de David, David predijo de �l por el Esp�ritu, que los hombres, quetodas las familias de la tierra, como leen los int�rpretes griegos, ser�n benditas en �l; todas las naciones lo llamar�n bienaventurado. Este no era Salom�n; porque de la misma vara de Isa� profetiz� Isa�as, cap. Isa�as 11:10 que a �l lo buscar�n los gentiles; o, como la LXX, en �l esperar�n, y su paz ser� gloriosa; y nuevamente, donde nuestra traducci�n la tenga, las islas esperar�n su ley, es decir , el Mes�as, cap.

Isa�as 42:4 est� en griego: En su nombre esperar�n los gentiles. Y en cuanto a Israel, se da a entender que alguna vez fue su deseo, hasta que apareci� sin la pompa y el esplendor de un pr�ncipe, que esperaban de �l; y luego no vieron belleza, para desearlo, Isa�as 53:2 . De ah� que parezca que la expectativa, la esperanza, el deseo de todas las naciones, y de Israel en particular, era una descripci�n conocida de alguna persona, entregada de un profeta a otro, y que, despu�s del cautiverio, estaba fijada en el Mes�as. . Compare el pasaje presente con Malaqu�as 3:1en el que la calidad de las personas y el lugar coinciden tan exactamente, que uno debe pensar con R. Aben Ezra, que ambos profetas se refieren a la misma persona; que no es otro que el Se�or Mes�as, a quien en los d�as de Jesucristo se le llamaba habitualmente, la esperanza , la esperanza bienaventurada, la esperanza de Israel, la esperanza de la promesa de las doce tribus, la bendici�n de Abraham a los gentiles, &C.

1 Timoteo 1:1 ; Tito 2:13 . Hechos 28:20 ; Hechos 26:7 . G�latas 3:14 . En consecuencia, los jud�os de la �poca de Cristo interpretan este texto en Hageo del Mes�as. Akiba, que podr�a haber nacido bajo el segundo templo, y fue rabino principal y consejero de Barcochba durante el reinado de Trajano, lo entiende as�; al igual que el Targum de Isa�as 4:2 . Para no buscar m�s autoridades, podemos consentir en la confesi�n de Jarchi, quien afirma que los antiguos expusieron este lugar del Mes�as. La otra palabra pazes tambi�n un nombre del Mes�as; y como incluye en su noci�n todo tipo de felicidad, parece ser la raz�n por la que es el deseo de todas las naciones; incluso porque ser� la bendici�n de todas las naciones.

Sea como sea, este es uno de los otros t�tulos elevados del Mes�as en Isa�as 9:6 . Pr�ncipe, Paz, como se pueden traducir las palabras en aposici�n. Del gobernador que saldr�a de Bel�n, se dice, Miqueas 5:2 que sea ??la paz; y la propia par�frasis del jud�o es: El Mes�as ser� nuestra paz. Bajo este t�tulo, los jud�os oran por �l en su liturgia, cuando dicen: "Haz que venga a nosotros, bendici�n y paz pronto. Danos paz, bien, bendici�n, etc. a nosotros ya tu pueblo, etc." A��dase a esto, que en otros lugares de la Escritura se habla del Mes�as con el nombre de la gloria del Se�or,

Isa�as 40:5 ; Isa�as 60:1 y entonces nada falta para probar, que la persona cuya venida har� gloriosa la �ltima casa debe ser el Mes�as.

III. Esta interpretaci�n se refuerza a�n m�s, en tercer lugar,de la expectativa que los jud�os ten�an en general de la venida del Mes�as antes del final del segundo templo, al que iba a entrar la persona de la que hab�a profetizado Hageo. A tal fin se encuentran varias de sus tradiciones: "El segundo templo continuar� hasta la era venidera y los d�as del Mes�as". Y, "el d�a en que el templo fue destruido, naci� el Mes�as": Y para protegerse contra el argumento que pueda formarse contra ellos a partir de esta concesi�n, han inventado una historia ociosa, que el Mes�as en verdad naci� bajo el segundo templo. ; pero est� escondido en Roma, hasta que Dios le permita revelarse. Muy notable es el dicho del rabino Jos�, que vivi� en la destrucci�n del templo por Tito, y, afligido al verlo, exclam�: "�Ay! El tiempo del Mes�as ha pasado".

Entonces nunca so�aron con un tercer templo; mucho menos lo infieren de Hageo, quien dice directamente lo contrario. El templo de Hageo es claramente el mismo que vieron entonces, y que a sus ojos no parec�a nada; porque a�ade, para su consuelo, llenar� esta casa de gloria, esta �ltima casa, este lugar, de paz. En ese tiempo s�lo hab�a dos casas: la de Salom�n, que era la primera, ya no exist�a; la de Zorobabel, que es la �ltima, se estaba construyendo ahora, a diferencia de la primera en magnificencia, y sin embargo promet�a superarla en gloria. Nada puede ser m�s claro que entrar en esta casa el deseo de todas las naciones.estaba por venir; que mientras este templo estaba en pie, �l deb�a aparecer en este lugar y manifestar su gloria. Dentro de este espacio de tiempo no vino nadie m�s, a quien estos t�tulos encajaran, adem�s de Jesucristo, en quien el Logos, o Verbo, tabern�culo o coloc� su Shejin�, y cuya gloria contemplaron, como del unig�nito del Padre. Juan 1:14 . Ver Bishop Chandler's Defense, p. 71, etc. El lector tambi�n encontrar� en el Serm�n del Dr. Sharpe sobre el ascenso y la ca�da de Jerusal�n, p. 36 algunas buenas observaciones sobre el tema.

Versículos 10-14

En el d�a veinticuatro, etc.� Tres meses despu�s de haber comenzado a construir el templo, Hageo recibe �rdenes del Se�or de ir y proponer dos preguntas a los sacerdotes, respetando las ceremonias de la ley; a fin de extraer instrucci�n para los pr�ncipes y el pueblo de su respuesta. Primero pregunta si la carne santificada de un sacrificio que un hombre llevaba en el regazo de su manto, comunicaba su santidad y hac�a que las cosas con las que se acercaba y tocaba no pudieran ser empleadas con indiferencia. Los sacerdotes responden negativamente; sobre lo cual el profeta vuelve a preguntar, Hageo 2:14si un hombre que est� contaminado por haber asistido a un funeral, si toca algo comestible, no comunica su contaminaci�n, de modo que los que est�n limpios ya no puedan usarlo. Los sacerdotes responden que el hombre as� contaminado vuelve inmundo todo lo que usa o toca: el profeta, en el siguiente vers�culo, en el nombre de Jehov�, aplica esta �ltima respuesta al estado actual del pueblo: "Como un hombre contaminado comunica su contaminaci�n a todo lo que toca; por tanto, todo lo que has hecho hasta ahora, y todo lo que me has ofrecido en este templo, ha sido contaminado ante mis ojos.

En vano me has ofrecido sacrificios para apartar mi ira de tu tierra y comprometerme a restaurar su fertilidad; He sido sordo a tus votos, he apartado mis ojos de tus oblaciones. Has sido herido por el azote de mi disgusto hasta ahora; pero en la medida en que por fin hayas comenzado a establecer mi templo, pronto ver�s los efectos de mis bendiciones sobre ti. Hageo 2:19 fruto a tus campos, tus vi�edos y tus olivos ". Ver Hageo 2:19. Dios, para adaptarse a la groser�a del pueblo y hacerlos m�s sensibles a la falta que hab�an cometido al descuidar as� el restablecimiento de su casa, observa que hasta ahora los consideraba a todos como hombres contaminados por el toque de un cad�ver, ya que, en lugar de excitar su misericordia con sus ofrendas, solo hab�an comunicado sus contaminaciones al templo, el altar y las v�ctimas. Ver Calmet.

Versículo 16

Desde aquellos d�as, etc.� El profeta est� hablando aqu� de la escasez y el hambre como consecuencia de su negligencia en la construcci�n del templo. El verso presente es muy el�ptico; si la primera cl�usula fuera explicada por la segunda, lo que razonablemente puede, deber�a traducirse, Cuando uno llega a un mont�n de veinte compases; es decir, cuando una persona llegaba a un mont�n de ma�z para sacar veinte medidas de �l, se encontraba tan deficiente, que s�lo abastec�a diez. Tal tambi�n fue el caso de los que vinieron a sacar cincuenta medidas de vino del lagar.

El Dr. Gill lo explica: "Cuando el agricultor, habiendo recogido su ma�z, que generalmente es un buen juez de lo que producir�a, lleg� a un mont�n en su suelo de ma�z, ya sea de gavillas sin trillar o de ma�z sin aventar, y esperaba que hubiera producido por lo menos veinte medidas, despu�s de haber sido trillado y aventado; para su gran decepci�n, no ten�a m�s que diez ".

Versículo 18

Hacia arriba: adelante.

Versículo 19

S�, todav�a la vid, etc.� Ten la vid, etc. sin embargo, no produjo nada. Houbigant. Desde este d�a te he bendecido. El profeta hace una comparaci�n entre la escasez que precedi� a la construcci�n del templo y la fertilidad que sigui�, mientras se constru�a el templo; y si no hubiera una fecundidad presente y ya comenzada, no quedar�a lugar para la comparaci�n.

Versículo 21

Habla con Zorobabel, etc.� Ver este pasaje explicado en la nota sobre Hageo 2:6 , etc.

REFLEXIONES.� 1�. Habi�ndose puesto de todo coraz�n en su trabajo, Dios los anima con un segundo mensaje, aproximadamente un mes despu�s del anterior, a que procedan a la construcci�n. Algunos, probablemente que hab�an visto el templo anterior, que hab�a sido destruido alrededor de setenta a�os, contemplaron con dolor la estructura actual, tan poco comparable a la de su magnificencia; y quiz�s desanim� el coraz�n de los constructores, sugiriendo lo insignificante que ser�a esta casa; pero Dios mand� al profeta que dijera: �Esforzaos, Zorobabel y Josu�, y toda la gente de la tierra, y trabajad, ni os desanim�is ante ning�n obst�culo! Y sugiere, para este prop�sito, los motivos de aliento m�s revitalizantes.

1. Dios estar� con ellos con su presencia especial, y los consuelos de su Esp�ritu, de acuerdo con su pacto cuando los sac� de Egipto, y los tom� por una naci�n peculiar para preservar su nombre: por lo tanto, no deben temer, el �xito debe coronar sus labores. El Esp�ritu de Jehov�, el Esp�ritu de sabidur�a y poder, deber�a ser su gu�a, su apoyo y consuelo; y si est� con nosotros, seremos fuertes.

2. En este templo aparecer� el Mes�as encarnado, y le dar� una gloria mucho mayor de la que jam�s podr�a jactarse el templo de Salom�n: Sin embargo, una vez, pasar� un poco de tiempo antes de que esto suceda; porque aunque la venida de Cristo fue distante quinientos a�os, fue un poco de tiempo a los ojos de Dios, o comparado con el tiempo transcurrido desde que se hizo la primera promesa; y, sin embargo, una vez puede hacer referencia a la aparici�n de Dios en el Sina�, cuando se revel� en tan tremenda majestad, sacudiendo los cielos y la tierra,como ahora deber�a hacerse de nuevo. Antes de la venida de Cristo, las naciones y todos sus gobernantes hab�an sido sacudidos en pedazos como por un terremoto, debido al predominio de las armas romanas; y cuando Cristo apareci�, su Evangelio conmovi� a las naciones, despertando las conciencias de los hombres y cambiando sus naturalezas; destruir y silenciar los or�culos de los paganos, y abolir todas las instituciones ceremoniales, Hebreos 12:27 .

Y vendr� el deseo de todas las naciones; Aquel, cuya salvaci�n debe extenderse a todas las naciones, el objeto deseable que todo pecador miserable tanto necesita, y al que todos deben anhelar como su �nica esperanza y refugio; y llenar� de gloria esta casa, dice Jehov�, con la presencia del Jehov� encarnado, que exceder�a con mucho en gloria a la Shejin� de la antig�edad. Es cierto que podr�an decir que sus tesoros eran absolutamente insuficientes para adornar el templo, ya que Salom�n lo hab�a revestido de oro; pero Dios anticipa la objeci�n. La plata es m�a, y el oro es m�o, estos eran suyos antes de que Salom�n los diera a su edificio; y �l podr�a, si hubiera querido, haberles dado lo suficiente para haber hecho lo mismo; pero su gloria no fue exaltada por estos.Mucho mayor deber�a ser la gloria de esta �ltima casa que de la primera; aunque no hab�a all� ni arca, ni shejin�, ni urim ni tumim, ni fuego celestial; la plenitud de la Deidad que reside corporalmente en Jes�s deber�a superar con creces todos estos; y los milagros que hizo, y el evangelio que proclam�, exalt� la �ltima casa muy por encima de la primera; y en este lugar dar� paz, dice el Se�or de los Ej�rcitos; no paz temporal, porque bajo el segundo templo los jud�os disfrutaban poco de eso, sino paz espiritual, que Jes�s el Pr�ncipe de Paz vino a comprar, predicar y comunicar a todo su pueblo creyente.

2�, El discurso contenido en el d�cimo vers�culo y siguientes est� dise�ado,
1. Humillarlos bajo el sentido de su contaminaci�n y pecaminosidad; y para ello, el profeta es enviado a preguntar a los sacerdotes, no tanto por su informaci�n, sino por su convicci�n. Les hace dos preguntas acerca de la ley, de la cual ellos fueron los exponentes, [1.] �El que lleva carne santa en su manto, santifica con el toque de ella alg�n alimento com�n? a lo que ellos respondieron: No; porque aunque la prenda debe lavarse antes de que pueda emplearse en usos comunes, Lev�tico 6:27 sin embargo, no comunica ninguna virtud a lo que toca. [2.] Si una persona inmunda tocara alguno de estos, �ser�a inmundo? dijeron: Ser� inmunda, N�meros 19:22La contaminaci�n se comunica mucho m�s f�cilmente que la pureza. Entonces respondi� Hageo, aplicando el caso a los sacerdotes y al pueblo: As� es esta naci�n delante de m�, dice Jehov�; sus devociones y servicios rituales, como el vestido que lleva la carne santa, no pod�an santificar; mientras sus corazones estaban inmundos, todo lo que tocaban recib�a contaminaci�n; y especialmente, como parece ser la intenci�n del profeta para mostrar, fue este el caso con ellos mientras descuidaban la construcci�n de la casa de Dios; y esto se les pide que consideren, y que lo pongan en serio, para que, en sus reflexiones sobre el pasado, puedan permanecer abatidos ante Dios, desde este d�a en adelante, desde antes de que se pusiera una piedra sobre otra piedra en el templo del Se�or; desde ese d�a, cuando dejaron el trabajo unos diecisiete a�os antes, hab�an estado bajo las constantes marcas del disgusto de Dios, la prueba segura de sus pecados.

Su cosecha hab�a fallado a sus expectativas; el mont�n de trigo que deber�a haber dado veinte medidas, cuando lleg� a ser trillado, dio s�lo diez; y cuando de la cantidad de uvas que puso en el lagar, el vi�ador esperaba sacar cincuenta medidas, eran veinte. Las explosiones, el moho y el granizo destruyeron los frutos de la tierra; sin embargo, no os volvisteis a m�, dice el Se�or, permaneciste sin humillaci�n bajo esas providencias, y no reanud�steis la obra del santuario: todo lo que deben recordar, y humillar sus almas delante del Se�or.

2. Para animarlos, les pide que observen, desde el d�a en que comenzaran a volverse a Dios y se dedicaran de todo coraz�n a su servicio descuidado, qu� bendita alteraci�n parecer�a. �Est� la semilla todav�a en el granero? No: lo acababan de sembrar, y a�n no hab�a brotado, y no estaba seguro de qu� cosecha producir�a; sus �rboles frutales, siendo invierno, ahora estaban desnudos; pero, dice Dios, desde este d�a los bendecir� con abundancia de todas las cosas buenas, y demostrar�n con plena convicci�n cu�nto consultaron hasta su propia ventaja al regresar a su trabajo y servicio. Nota; Aquellos que se dedican fielmente a la obra de Dios seguramente encontrar�n su bendici�n, a veces en los dones providenciales de los bienes de este mundo, pero siempre en el consuelo que �l otorgar� a sus almas.

En tercer lugar, el mismo d�a en que Hageo hab�a entregado el mensaje antes mencionado a la gente en general, es enviado a Zorobabel en particular, para animarlo por las dificultades de su cargo y los peligros a los que se ve a s� mismo y a la naci�n. expuestos de su debilidad y de las poderosas naciones que los rodean.
1. Puede esperar ver revoluciones extra�as, como los temblores del cielo y la tierra.

El trono de reinos, la monarqu�a persa, ser�a derrocado, y los reinos de los paganos ser�an destruidos, con sus carros y jinetes, cada uno por la espada de su hermano; que puede incluir las sucesivas monarqu�as, la griega y la romana, y extenderse a todos los enemigos de la iglesia y el pueblo de Cristo hasta el fin de los tiempos.

2. Zorobabel ser� protegida y defendida en medio de estas conmociones; o m�s bien la promesa respeta a su glorioso descendiente el Mes�as, de quien �l era figura. Es enf�ticamente el siervo del Se�or, levantado para hacer su voluntad. Te pondr� como sello, porque yo te escog�, dice el Se�or de los Ej�rcitos; �l es el elegido de Dios, en quien se deleita su alma, precioso como un sello, y confiado con todo poder en el cielo y en la tierra. Vea la nota sobre Hageo 2:6 , etc.

Información bibliográfica
Coke, Thomas. "Comentario sobre Haggai 2". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tcc/haggai-2.html. 1801-1803.