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Bible Commentaries
Isaías 21

Comentario de Coke sobre la Santa BibliaComentario de Coke

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Introducción

El profeta, lamentando el cautiverio de su pueblo, ve en una visi�n la ca�da de Babilonia por los medos y persas. Edom, despreciando al profeta, se arrepiente. El tiempo establecido de la calamidad de Arabia.

Antes de Cristo 714.

Versículo 1

La carga del desierto del mar.� El sexto discurso contenido en este cap�tulo representa, bajo un nombre m�stico, Babilonia, (cuyos gobernantes causaron grandes desolaciones en el mundo y angustiaron mucho a muchas otras naciones, as� como a los jud�os). sitiada y derrocada por los medos y persas, despu�s de una larga y paciente espera por parte del pueblo de Dios; y eso en la noche, cuando los babilonios disfrutaban lujosamente; un acontecimiento muy agradable y gozoso para los jud�os exiliados: y a esto se une el destino de los edomitas y de los �rabes. No se sabe con certeza en qu� momento se pronunci� esta profec�a; pero parece m�s probable que se pronunci� al mismo tiempo que la inmediatamente anterior; es decir, en el s�ptimo a�o del rey Ezequ�as. Contiene,primero, una inscripci�n, y segundo, el cuerpo de la profec�a; donde tenemos, primero, una predicci�n de la ca�da de Babilonia, por sus cr�menes cometidos contra el pueblo de Dios, Isa�as 21:1 ; en segundo lugar, una confirmaci�n emblem�tica del mismo; Isa�as 21:6 ; y en tercer lugar, la conclusi�n, Isa�as 21:10 .

El desierto del mar, tomado literalmente, significa una vasta extensi�n de tierra llana, que est� rodeada y a veces desbordada de mucha agua; pero en sentido figurado, un vasto imperio, sostenido por una metr�poli populosa. Parece probable que el profeta use aqu� la expresi�n en sentido figurado, y sin embargo alude a alguna propiedad an�loga de aquellos pa�ses que formaban una parte principal de los dominios babil�nicos. Ver Ezequiel 20:35 y Oseas 2:14 . Vitringa opina que el mar al que se alud�a aqu� era el �ufrates. Ver Jeremias 51:36 . Zacar�as 10:11 y Apocalipsis 17:3 ; Apocalipsis 17:15 donde encontramos que St.

Juan, cuando iba a ver la Babilonia espiritual, fue llevado al desierto, donde vio a una mujer sentada sobre una bestia escarlata y cerca de muchas aguas. Ver el cap. Isa�as 14:23 y Vitringa.

Como torbellinos � Ver. 2. El saboteador echa a perder. - Esta profec�a tiene principalmente por objeto la ca�da de Babilonia; pero, como el juicio divino contra los babilonios ten�a suficiente fundamento, el Esp�ritu Santo, antes de predecir el destino de Babilonia, le muestra al profeta, en visi�n, esos graves males que los reyes de Babilonia deb�an traer perfidiosamente sobre otras naciones, y principalmente sobre los jud�os; hecho que, en un arrebato ext�tico, pide a los medos y persas que asedien y destruyan Babilonia. Por lo tanto, ve en una visi�n a Nabucodonosor movi�ndose con sus fuerzas desde Babilonia para someter a la gente de Asia que rehus� su yugo, o lo hab�a sacudido; entre los cuales estaban los jud�os. Compara a este pr�ncipe, incitado por la rabia y la venganza, y armado con gran poder, contorbellinos en el sur, corriendo con gran fuerza, y llev�ndose todo lo que se les opuso: lo contempla como una tempestad del sur que asola Asia; promiscuamente furioso sobre todos los que se niegan a obedecerle; invadir Jerusal�n, destruir imp�amente el templo del Dios verdadero y llevar al remanente de su pueblo al destierro; revelaci�n que �l llama una visi�n dura o dolorosa. Entonces comprendo estas palabras, dice Vitringa, despu�s de una larga y muy seria consideraci�n; y creo que con raz�n.

Algunos los entienden de Cyrus, a quien con todo resulta evidente las palabras, el traicionero traficante, etc. no se puede aplicar. Ver Jeremias 4:6 ; Jeremias 7:11 .

Versículo 2

Sube, oh Elam; �Asediar, oh Media! - El profeta, en un �xtasis, ten�a varias im�genes que se suced�an unas a otras ante su vista. Acababa de ver a los babilonios enfurecerse contra Asia y Judea. En este momento, al eliminarse esta escena, contempla la ciudad de Babilonia misma floreciendo en fuerza y ??gloria; luego observa el movimiento de un ej�rcito enemigo hacia esta ciudad, que entiende que est� formada por medos y persas, levantados por la divina providencia para sitiar Babilonia y castigarla por su orgullo y maldad; y oye al mismo tiempo una voz divina que ordena a este pueblo acercarse y sitiar Babilonia, con una predicci�n de �xito indudable, que envuelve en una breve frase consoladora; Todo su suspiro he hecho cesar:es decir, "Dios ha hecho cesar y no ser m�s todo ese gemido, todos esos gemidos y calamidades que Babilonia hab�a tra�do sobre otras naciones, y tambi�n sobre el pueblo de Dios, habiendo determinado la destrucci�n de la misma Babilonia". Elam era un nombre antiguo para Persia, porque el nombre de Persia no parece haber sido conocido en la �poca de Isa�as.

Los persas parecen haber tomado su nombre de convertirse en jinetes en la �poca de Ciro. El pa�s se llama Paras, y los habitantes Parasi, que significa tanto persas como jinetes. En consecuencia, Babilonia fue sitiada por la fuerza unida de los medos y los persas bajo el mando de Ciro el persa, sobrino y yerno del rey de los medos. Si por Elam entendemos estrictamente la provincia as� llamada, no es menos cierto que �sta tambi�n, aunque sujeta a Babilonia, se levant� contra ella debido a la generosa conducta de Ciro con Pantea. Ver Bp. Newton y Vitringa.

Versículos 3-5

Por tanto, mis lomos est�n llenos de dolor, etc. Aqu� tenemos una descripci�n simb�lica de la grandeza de la calamidad babil�nica; el profeta exhibiendo en s� mismo, como en una figura, un emblema de la extrema angustia, consternaci�n y horror que debe sobrevenir en esta ocasi�n. Ver cap. Isa�as 15:5 Isa�as 16:8 . Lucas 21:26 . La expresi�n, La noche de mi placer, alude a la notable circunstancia de que Babilonia fuera tomada en la noche de una fiesta anual, que se expone con m�s detalle en el quinto vers�culo. Vitringa lo traduce muy apropiadamente, La mesa est� extendida: el centinela est� de pie sobre el reloj; ellos comen; ellos beben: Levantaos ahora, pr�ncipes,&C. donde, como en un cuadro, se describe el jolgorio de los babilonios, cuando se da la orden divina a los medos y persas de aprovechar este momento oportuno; Levantaos, pr�ncipes; unge el escudo, que es con el mismo prop�sito con lo que dice Jerem�as, Jeremias 51:11 ; Jeremias 51:28 , etc.

Para ungir el escudo es, en este lugar, por sin�cdoque, preparar sus brazos; y as� el caldeo parafrasta, limpia y aligera tus brazos. Es notable que Ciro, cuando todas las cosas estaban preparadas para invadir Babilonia, usa palabras muy similares a las del profeta: "Pero ven, lev�ntate; prepara tus brazos; te guiar� con la ayuda de los dioses". Ver a Herodes. lib. 1: gorra. 191 y Jenof. Cyropoed lib. 7. Nada puede ser m�s notable que completar esta profec�a.

Versículos 6-9

Porque as� me ha dicho el Se�or: El Esp�ritu Santo, habiendo propuesto hacer de Isa�as, y por �l la iglesia, la m�s segura de este acontecimiento memorable, confirma la revelaci�n precedente mediante un elegante emblema, ofrecido al profeta en visi�n; cuya confirmaci�n hace la otra parte de esta prof�tica. Este emblema nos muestra al profeta que Dios orden� que pusiera un centinela, en este vers�culo; y en lo que sigue, la consecuencia de la ejecuci�n del comando; a saber, que el centinela designado por el profeta atendi� con precisi�n al menor movimiento de las naciones contra Babilonia, y al fin, despu�s de una larga espera, hab�a descubierto y, como un le�n, hab�a declarado en voz alta lo que hab�a visto. El s�ptimo verso deber�a ser traducido,Y vio una cabalgata; dos filas de caballo; con carruajes de asno y carruajes de camellos; y asisti� con mucha atenci�n. El significado es que el vigilante vio al ej�rcito de medos y persas, con su habitual cabalgata de caballos, asistido por aquellas bestias de carga, asnos y camellos, que acompa�aban a los ej�rcitos en esos pa�ses, avanzando hacia Babilonia; a lo que prest� la mayor atenci�n posible.

Vitringa dice en el octavo vers�culo, Y llor� como un le�n; declarando lo que vio ahora; a saber, la cabalgata hostil que se acerca a Babilonia; He aqu�, viene una cabalgata de hombres; dos filas de caballo: Inmediatamente despu�s de lo cual, declara las consecuencias de este acercamiento al enemigo; Babilonia ha ca�do, ha ca�do. Ver Apocalipsis 18:1 . Esta repetici�n ten�a la intenci�n, seg�n algunos, de mostrar la certeza del evento; aunque Vitringa piensa que tanto ella como toda la profec�a podr�an tener una referencia m�stica a la ca�da de la Babilonia espiritual; tanto como para decir: "Ha ca�do Babilonia, no, y desde ahora caer�". En cuanto a la �ltima expresi�n, todas las im�genes esculpidas de sus dioses ha roto,Es notable que Jerjes, despu�s de su regreso de su desafortunada expedici�n a Grecia, en parte por celo religioso, siendo un enemigo declarado de la adoraci�n de im�genes, y en parte para reembolsarse a s� mismo, se apoder� de los tesoros sagrados, saque� o destruy� los templos e �dolos de Babilonia, y as� cumpli� las profec�as de Isa�as; lo cual obtendr� una gran luz al compararlo con lo que Jerem�as ha escrito sobre este tema. Ver Vitringa y Bishop Newton.

Versículo 10

�Oh, mi trilla, etc.! Estas palabras, que forman la conclusi�n de la profec�a, contienen un discurso del profeta a la iglesia, lo que significa que les hab�a contado fielmente lo que Dios le hab�a revelado. La iglesia se llama elegantemente la era, donde el verdadero trigo se separa de la paja. Ver el cap. Isa�as 28:27 . Mateo 3:12 y G�latas 4:19 .

Versículos 11-12

La carga de Dumah : las naciones vecinas que insultaban al pueblo de Dios por las calamidades comunes a las que estaban expuestos junto con ellos, aunque se jactaban de ser el pueblo elegido y favorito del Se�or, el profeta presenta a los idumeos, en el tiempo de calamidad com�n, preguntarle a un profeta jud�o sobre la calidad y duraci�n de esa calamidad; no del todo irreligioso, pero dudoso. El profeta, a quien se refiere el mismo Isa�as, les informa que la calamidad pronto pasar� de los jueces, y que la luz de la ma�ana se levantar� para los jud�os, mientras que los idumeos ser�n oprimidos por una nueva e inesperada aflicci�n; para que lo que deba ser un tiempo de luzpara los jud�os, deber�a ser para ellos un tiempo de tinieblas. El profeta, previendo que apenas creer�an en sus palabras, les advierte que el asunto est� arreglado, ya que lo encontrar�an cuanto m�s acertadamente lo indagaran. La escena de la profec�a debe fijarse en el tiempo del cautiverio babil�nico.

La profec�a, adem�s de la inscripci�n, contiene dos partes; el primero respeta la persona del profeta, Isa�as 21:11 . El segundo, el asunto en s�; a saber, la pregunta de alguna persona o personas entre los idumeos sobre el estado de su calamidad com�n, y la respuesta del profeta a su pregunta. Fuera de Seir, o monte Seir, significa Idumea. �Y la noche?significa: "�Qu� tienes seguro de decirnos sobre el estado de la noche? �Qu� tan avanzado est�? �No observas que nada de la ma�ana se acerca y est� a punto de ahuyentar esta problem�tica oscuridad de la noche?" es decir, "�Qu� observas de nuestra angustia y calamidad actuales? �Hay alguna apariencia de su partida, y de la proximidad de la ma�ana de la liberaci�n?" El profeta responde enigm�ticamente, la ma�ana viene, es decir; liberaci�n a los jud�os; y la noche, a los idumeos; "A ellos les dar� luz; a ustedes los dejar� en tinieblas". Entonces St.

Jer�nimo y la par�frasis de los caldeos. Algunos conciben que la �ltima cl�usula es una exhortaci�n a los idumeos para que consideren sus caminos, se arrepientan y se vuelvan a Dios. Schultens traduce el vers�culo 12, El centinela dijo: Ha llegado la ma�ana, y ahora la noche; si os hinch�is de rabia, segu�s hincharos; Vuelve, ven.

Versículo 13

La carga sobre Arabia� Mientras Dios le revel� a su profeta el destino de las naciones extranjeras, entre otros, declar� el de aquellos �rabes que habitaban la parte occidental de Arabia Deserta o Petraea; que los asirios los oprimieran y huyeran, una calamidad que les sobrevendr�a en el plazo de un a�o. Estos �rabes limitaban con los idumeos. Esta profec�a, adem�s de la inscripci�n, contiene primero, una denuncia exordial del juicio divino; Isa�as 21:13 . En segundo lugar, una declaraci�n figurativa del mismo, Isa�as 21:14 . En tercer lugar,una confirmaci�n, con un descubrimiento del tiempo en que debe ejecutarse este juicio, y de la grandeza del mismo, que se deducir� de sus consecuencias. Los �rabes aqu� mencionados eran los �rabes nabateos, llamados as� de Nebaioth, que se dice que fue el primog�nito de Ismael, G�nesis 25:13 .

Se les llama los hijos de Cedar, que era hermano de Nebaiot; y tambi�n habitantes de la tierra de Tema, que era otro hermano de Nebaiot; y tambi�n Dedanim; es decir, los hijos o descendientes de Ded�n, que era hijo de Joks�n, hijo de Abraham por Cetura. Ver Jeremias 49:28 . El tiempo de la entrega y el de la terminaci�n de esta profec�a, es evidente, estaban estrechamente relacionados; y Vitringa piensa que fue el mismo a�o que el mencionado, cap. Isa�as 20:1Cuando Salmanezer, despu�s de haberse apoderado de las ciudades fortificadas de Palestina y haber expulsado a los egipcios, et�opes o cusitas, al a�o siguiente invadi� a los �rabes nabateos, que eran de su grupo, para preparar su camino para la invasi�n de Egipto. . El significado de la proposici�n exordial en este vers�culo es: "�Oh, Dedanitas, que sol�an seguir su negocio con seguridad en los desiertos de Arabia Petraea, se ver�n obligados, por temor a la espada de los enemigos, a retirarse a las partes internas, los bosques de Arabia, habiendo dejado atr�s sus tiendas y los muebles, y pasando sus noches en lugares inh�spitos.

Ver Jeremias 8:22 . Diodorus Siculus dice de los �rabes, que cuando son atacados por cualquier enemigo poderoso, vuelan al desierto, ??? ??? ??????, como a un lugar de defensa. "El ?????? de Diodorus parece ser el mismo con el ??? iangar de nuestro profeta; es decir, los recovecos interiores del desierto.

Versículos 14-15

Los habitantes de la tierra de Tema� O, oh habitantes de la tierra de Tema, traed agua al que tiene sed; prevenir, o encontrar al fugitivo con pan, Isa�as 21:15 . Porque ellos huyen. Tenemos aqu� una descripci�n figurativa de este juicio. El profeta contempla a los �rabes presos de gran temor; volando sin su equipaje, a causa de los asirios, que los persiguen con sus espadas desenvainadas.

Por tanto, manda a los habitantes de la tierra de Tema, a sus parientes, que los encuentren y alivien su hambre y sed; bajo cuya figura el profeta expone elegantemente el miserable estado de los �rabes nabateos, perseguidos por los asirios. El pasaje se refiere elegantemente a la naturaleza seca y ardiente de los desiertos de Arabia. Ver Hist de Arrian. Cap. Ind. 43: Oseas 13:5 y Vitringa.

Versículos 16-17

Porque as� ha dicho el Se�or, etc.: Hasta ahora el profeta hab�a hablado en sentido figurado: ahora deja de hacerlo. Este per�odo contiene, primero, la circunstancia del tiempo relacionado con la ejecuci�n de este juicio, y la grandeza del juicio mismo. Nada puede ser m�s claro que lo primero: con respecto a lo segundo, el significado es, que los �rabes deber�an sufrir una matanza dolorosa, en la que deber�an caer la mayor parte de sus h�roes y principales hombres; mientras que ellos, privados de sus reba�os, tiendas, muebles y riquezas, deber�an verse obligados a salvarse huyendo hacia las partes interiores del desierto. La deficiencia de la historia, sagrada y profana, hace que sea m�s dif�cil determinar la terminaci�n de esta profec�a. Ver Vitringa; que traduce la primera parte del vers�culo 17,Y el resto de los arcos de los valientes de Cedar.

REFLEXIONES.� 1�, Como Babilonia fue designada como casa de servidumbre para el pueblo de Dios, se predice repetidamente su destrucci�n, para consolarlos en su baja condici�n; y que, cuando est�n cautivos all�, puedan esperar con confianza ver su ruina y su liberaci�n. Esta profec�a se titula, La carga del desierto, o llanura, del mar, como yaciendo en un pa�s llano, rodeado de r�os y lagos; y una carga, a causa de la grave condenaci�n denunciada.

1. Se describe la invasi�n de los medos, r�pida e irresistible como el torbellino del sur, arrasando todo lo que se le presenta. Del desierto viene �l, o �l; Ciro marchaba con sus tropas a trav�s de un desierto en su camino a Babilonia, desde una tierra terrible, como Media, produciendo guerreros feroces, terribles para sus enemigos. Se me declara una visi�n dolorosa, llena de ira contra los caldeos. El traidor traicionero trata traicionero; y el saqueador despoja a Belsasar, cuya iniquidad y opresi�n del pueblo de Dios le trajo destrucci�n.

O, como algunos expresan las palabras, el traidor ha encontrado al traidor, y el despojo, al despojo; los babilonios fueron pagados en especie por los persas por sus estragos anteriores en Judea. Sube, oh Elam; sitia, oh Media; todo su suspiro he hecho cesar; o la de los medos y persas, fatigados por la longitud de su marcha, y el trabajo de vaciar el r�o, para abrir un camino a la ciudad; o el suspiro de los jud�os cautivos y otros en Babilonia, quienes, cuando la ciudad fue tomada, recuperaron su libertad.

2. La angustia del rey de Babilonia se expone bajo la imagen de una mujer que da a luz. En medio del jolgorio de aquella noche fatal, cuando, alborot�ndose con sus pr�ncipes, los vasos sagrados del santuario fueron profanados, la escritura en la pared golpe� con repentinos dolores al rey imp�o, y anunci� su inminente condena, que apenas se pronuncia que ejecutado, la ciudad esa misma noche fue tomada, y Belsasar asesinado.

Nota; Aunque el jolgorio de la medianoche del placer y el tablero de la embriaguez no sean interrumpidos por una escritura tan milagrosa en la pared, y los pecadores, alegres e irreflexivos, a bailar y cantar consagran el d�a, �vieron lo que est� escrito? en el libro de Dios, �con qu� rapidez su alegr�a, como la de Belsasar, se convertir�a en duelo y su alegr�a en tristeza?

3. El entretenimiento se prepara a la orden, y mientras se sientan alrededor del tablero festivo, el reloj est� configurado para evitar sorpresas, y en seguridad se divierten. Nota; La seguridad de los pecadores acelera su ruina.

4. En ese momento cr�tico los sitiadores se preparan para el asalto. Los pr�ncipes se levantan, los escudos est�n listos y se acerca una destrucci�n repentina.
5. El profeta es designado por Dios, como un centinela colocado en las paredes, para declarar lo que ve. Al mirar, ve un carro con dos jinetes, tal vez aludiendo a Ciro y Dar�o, y un carro de asnos, y un carro de camellos, que representan las dos naciones de medos y persas, y al escuchar con atenci�n, percibi� el sonido del ej�rcito se precipit� sobre la ciudad, y grit�, un le�n; Ciro, por fuerza y ??coraje comparado con ese rey de las bestias, apresur�ndose a apoderarse de la presa de Babilonia.

As�, con incansable vigilancia, d�a y noche, el profeta cumpli� con su confianza; y ahora, percibiendo el carro y los jinetes descritos anteriormente, el ej�rcito persa y medo al mando de sus generales, entrando en la ciudad, grita: Ha ca�do, ha ca�do Babilonia, y ha quebrantado en tierra todas las im�genes esculpidas de sus dioses.

En el estado y ruina de esta orgullosa ciudad tenemos una figura m�stica de Babilonia, que as� ser� sorprendida y destruida; y muchas de las expresiones en Apocalipsis est�n tomadas de esta descripci�n, Apocalipsis 17:1 ; Apocalipsis 18:2 ; Apocalipsis 18:7 ; Apocalipsis 14:8 .

6. El profeta se dirige al pueblo de Dios asegur�ndoles la certeza de los acontecimientos que predijo. �l los llama, Mi trilla, ya sea como heridos por la palabra de Dios, o afligidos por sus providencias; y el ma�z de mi suelo, tan caro y valioso para �l, y cuidadosamente conservado, como el trigo m�s selecto, cuando se aventa la paja. Nota; (1.) Los hijos m�s queridos de Dios tienen con frecuencia las pruebas m�s agudas; pero es solo para purificarlos y limpiarlos.

(2.) La iglesia es el piso de Dios, donde se recolectan los fieles, su ma�z; mientras que todos los falsos profesantes y los pecadores descuidados son la paja, que ser� quemada con fuego inextinguible. (3.) Lo que los ministros reciben de Dios, deben entregarlo cuidadosa y diligentemente, sin ocultar al pueblo nada de todo el consejo de Dios.

Segundo, tenemos,
1. La carga de Dumah, que algunos suponen que es parte de Arabia, ver G�nesis 25:14 pero de manera m�s general, y creo que justamente se interpreta como Idumea. Vea las notas. A qu� juicio temporal se refer�a es incierto; probablemente sufrieron con sus vecinos del ej�rcito asirio.

2. Una pregunta hecha por uno del monte Seir, Vigilante, �qu� pasa con la noche? vigilante, �qu� hay de la noche? qu� hora, cu�nto queda; o que de la noche? que nuevas que peligro La pregunta se repite, como de una persona ansiosa por ser resuelta; o de varios que vienen r�pidamente uno detr�s del otro; Tan grande es su ansiedad, que un segundo llama antes de que el centinela pueda contestar al primero.

Nota; (1.) Todo ministro es un centinela; �l ha de dar la alarma, y ??la gente ha de preguntarle por su boca. (2.) Es una misericordia cuando una sensaci�n de peligro nos lleva a una pregunta sol�cita sobre c�mo escapar. (3.) Toda alma est� por naturaleza en tinieblas, hasta que Cristo, el Sol de justicia, surja con la curaci�n en sus alas.

3. El atalaya dijo: La ma�ana viene; un respiro de la calamidad. O, si suponemos la pregunta hecha por un pros�lito idumeo, esperando el consuelo de Israel bajo las tinieblas de la dispensaci�n mosaica, la respuesta es que la ma�ana vendr�, cuando Cristo, la estrella del d�a, se levantar�, y la luz y el gozo sea difundido por su evangelio. Pero agrega, y tambi�n la noche; su ruina por el ej�rcito de los asirios. O, tomado de manera m�s general, puede implicar un estado de persecuci�n que sigue a la primera propagaci�n del evangelio; o un estado de oscuridad en la iglesia, cuando el predominio del mahometanismo y el papado deber�a extinguir casi por completo la luz de la verdad. Si quer�is preguntar, preguntaddiligente y fervientemente, mediante la oraci�n, la meditaci�n, la lectura de la palabra de Dios y la consulta a sus ministros, para volver y venir a �l; ya sea a Dios, por el arrepentimiento, bajo la aflicci�n; o al vigilante, para recibir informaci�n y consejos constantes.

Nota; (1.) En el d�a de la prosperidad no debemos olvidarnos de prepararnos para la noche de la adversidad. (2.) Si la ma�ana de nuestra vida se pierde en la vanidad, la noche de la vejez y la muerte nos sorprender�n desprevenidos para la eternidad. (3.) El alma que pregunta por Cristo, ya est� cerca del amanecer. (4.) El evangelio predica la gracia gratuita a todos; el que quiera, venga y sea bienvenido a Jesucristo. (5.) Dado que nuestro tiempo es tan corto, deber�a acelerar nuestra diligencia para mejorarlo: no tenemos tiempo que perder.

En tercer lugar, ya que Arabia se encontraba en el camino del ej�rcito asirio, es probable que sus destacamentos devastaran el pa�s o lo sometieran a medida que avanzaban hacia Judea.
1. Se expone el miserable caso de las compa��as de viaje de Dedanim (eran descendientes de Abraham por Cetura). Vea las notas. Aterrorizados por la espada de los asirios, huyeron a los bosques para salvarse del dolor de la guerra. Se llaman empresas viajeras,porque su tr�fico lo realizaban grandes caravanas; o, aludiendo a su vida errante, en tiendas de campa�a y con reba�os, sin morada establecida. En su angustia, sus amistosos vecinos les suministraron pan y agua, desfallecidos y hambrientos; o, como se lee en el margen de nuestras Biblias en ingl�s, se les ordena que lo hagan, pues siempre se debe una compasi�n tan amable a los afligidos.

2. Cedar comparte la misma suerte: toda su gloria, sus riquezas, sus reba�os y manadas saqueados; y sus valientes guerreros, que se levantaron para defender su pa�s, disminuidos por la espada de los asirios, y quedaron pocos hombres. Una cosa tan pobre e incierta es la gloria de este mundo, tan f�cilmente empa�ada; y nuestra abundancia a menudo prueba nuestra ruina y nos expone a peligros de los que de otra manera podr�amos haber escapado.
3. El tiempo est� fijado para su ruina: dentro de un a�o, seg�n los a�os de un asalariado, que precisamente marca el d�a en que expira su contrato. Y dado que el Dios de Israel lo afirma como seguro, a su pueblo se le advierte que no conf�e en los �rabes como amigos, ni que los tema como enemigos.

Información bibliográfica
Coke, Thomas. "Comentario sobre Isaiah 21". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tcc/isaiah-21.html. 1801-1803.
 
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