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Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
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Bible Commentaries
Comentario de Coke sobre la Santa Biblia Comentario de Coke
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Texto cortesía de BibleSupport.com. Utilizado con permiso.
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Información bibliográfica
Coke, Thomas. "Comentario sobre Isaiah 49". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tcc/isaiah-49.html. 1801-1803.
Coke, Thomas. "Comentario sobre Isaiah 49". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/
Introducción
Cristo, enviado a los jud�os, se queja de ellos: es enviado a los gentiles con promesas de gracia. El amor de Dios es constante para los fieles. La amplia restauraci�n de la iglesia. La poderosa liberaci�n del cautiverio.
Antes de Cristo 712.
LA quinta, �ltima y m�s excelente parte de las profec�as de Isa�as comienza, seg�n la divisi�n de Vitringa, en este cap�tulo, y se divide en cinco discursos; el primero de los cuales est� contenido en el cap. Isa�as 49:1 a Isa�as 50:3 . El segundo en el cap. Isa�as 1:4 , & c. y cap. 51. El tercero en el cap. 52-60. El cuarto en el cap. Isa�as 61-62. El quinto en el cap. 63-66. El primer discurso consta de tres partes, que contienen tantos ap�strofos o direcciones; el primer ap�strofe o direcci�nes del Mes�as, Jes�s el gran maestro y Salvador de los gentiles; donde tenemos primero un exordio, llamando a los gentiles a escuchar y asistir; Isa�as 49:1 .
En segundo lugar, una descripci�n de su persona, y del oficio al que fue designado por su Padre, por vocaci�n solemne: mediados de Isa�as 49:1 . Una queja por el escaso �xito de su funci�n entre los jud�os, Isa�as 49:4 y una enarracci�n del gran plan de redenci�n, por el cual fue constituido Maestro y Salvador, no solo de los jud�os, sino tambi�n de los gentiles; Isa�as 49:5 . El segundo discurso es del Padre al Mes�as, considerado en s� mismo o en su cuerpo m�stico, la iglesia de los jud�os creyentes, al comienzo del Evangelio; donde tenemos, primero, una proposici�n consoladora, consol�ndolo, en su estado de humillaci�n, con la certeza de la gloria que le sigue, Isa�as 49:7 .
En segundo lugar, una exposici�n de la proposici�n, en la que la magn�fica promesa sobre el estado glorioso y el gran �xito del Evangelio se entrega m�s en general, Isa�as 49:8 y el estado del pueblo, unido a la iglesia de entre los gentiles. , as� como su continuo aumento, se describe; en medio de Isa�as 49:9 . Un epifonema de felicitaci�n de un coro de creyentes se adjunta aqu�, Isa�as 49:13 . El tercer discurso es de Dios Padre, por su Esp�ritu, a todo el cuerpo de la Iglesia, afligida y perseguida al comienzo del Evangelio; donde tenemos, primero, una queja de la iglesia, como si Dios la hubiera descuidado; Isa�as 49:14 . En segundo lugar,una respuesta amable y consoladora de Dios, adaptada a esta queja; primero, general, donde Dios le asegura su verdadera y singular consideraci�n, Isa�as 49:15 .; en segundo lugar, particular, en el que Dios le informa del gran y maravilloso aumento de su estado, que debe seguir en poco tiempo: esto se comprende en varios art�culos: Isa�as 49:17 .
El profeta entonces responde a una objeci�n que podr�a surgir contra este consuelo, del poder de Satan�s, y la extensi�n de su imperio en el mundo; Isa�as 49:24 y tambi�n una segunda objeci�n sobre el divorcio de la sinagoga, junto con la destrucci�n del estado jud�o por parte de los romanos: cap. Isa�as 50:1. A partir de este an�lisis, de las profec�as precedentes y de una visi�n de la historia del evangelio, esta �ltima parte del libro de Isa�as se entender� f�cilmente. Sin embargo, podemos simplemente comentar, como observaci�n general, que al hablar de la redenci�n por el Mes�as, y el estado pr�spero o afligido de la iglesia cristiana, el profeta frecuentemente usa expresiones tomadas de la redenci�n de los jud�os del cautiverio babil�nico: y el estado de la iglesia en la �poca de Ant�oco Ep�fanes.
Versículos 1-3
Escuchen, islas. En estos vers�culos tenemos primero el exordio a las islas y a las personas lejanas, es decir, a los gentiles, a quienes frecuentemente se les llama con el apelativo de islas, como hemos tenido ocasi�n de observar antes. El que hace el discurso, es decir, Jes�s el Mes�as, es suficientemente evidente por la descripci�n de su persona y oficio que sigue inmediatamente. Su persona, �El Se�or me llam� antes del �tero [es decir, antes de que yo estuviera en el �tero ]; antes que yo estuviera en las entra�as de mi madre, �l hizo menci�n de mi nombre. San Pedro dice del Mes�as, que as� fue llamado o mencionadoantes de la fundaci�n del mundo. Su oficio prof�tico se describe a continuaci�n en Isa�as 49:2 . El significado de lo cual, fuera de la met�fora, es: "Dios me ha ordenado y designado como un maestro poderoso, cuyas instrucciones y convicciones deben penetrar profundamente y someter a los adversarios de mi doctrina". As� se dice del Hijo de Dios en Apocalipsis 1:16 .
De su boca sali� una espada afilada de dos filos; y cap. Isa�as 2:16 . Pelear� contra ellos con la espada de mi boca. A la sombra de su mano me escondi�; es decir, "He estado, por as� decirlo, as� hasta este tiempo escondido con Dios por su sabidur�a y providencia, como una espada que se esconde en la vaina; pero, sacada de la vaina en estos �ltimos tiempos del mundo, Aparezco como el maestro de la verdad, imponiendo con gran poder mis doctrinas en la mente de los hombres ". Ver Romanos 16:25 . La siguiente cl�usula es an�loga a la anterior y tiene el mismo prop�sito. Su oficio de mediador se establece en el tercer vers�culo, donde el Mes�as dice que el Padre le hab�a dicho :T� eres mi siervo; es decir, "Te he designado solo a ti, Jesucristo hombre; y te he preparado como mediador de la humanidad; con esta condici�n, que seas mi siervo; es decir, que sufras la m�s severa servidumbre; someti�ndote a la muerte, incluso la muerte de cruz, para santificar y glorificar mi nombre con tus amargos sufrimientos, en lugar de la humanidad perdida.
T�, pues, eres Israel; el �nico entre todos los verdaderos israelitas, que ha de exhibir en ti todo el car�cter de tu padre Jacob, quien, luchando con Dios, prevaleci�; se salv� a s� mismo ya su casa, y por tanto obtuvo el nombre de Israel ". V�ase Isa�as 49:5 .
Versículo 4
Entonces dije, & c.� Estas palabras contienen la queja del Hijo de Dios, acerca del peque�o fruto de su misi�n a los jud�os, y la peque�a esperanza de establecer y propagar exitosamente su reino entre ellos; similar a lo que se atribuye al mismo gran maestro y sus ap�stoles, cap. Isa�as 53:1 . Pero al mismo tiempo se sostiene con la esperanza de obtener un fruto glorioso y abundante de su misi�n divina en el mundo; porque su juicio o derecho estaba con Dios, y la recompensa de su trabajo estaba en �l. El obispo Lowth lee el vers�culo, Y yo dije, he trabajado en vano; por nada y por vanidad he gastado mis fuerzas; sin embargo, mi causa es conJEHOV�; y la recompensa de mi trabajo con mi Dios.
Versículos 5-6
Y ahora, dice el Se�or, este pasaje est� relacionado con todo el per�odo anterior y con cada parte de �l; porque el Mes�as, al comienzo de este discurso, Isa�as 49:1 habi�ndose dirigido a los gentiles y habi�ndoles llamado a escucharlo, como maestro eminente, les instruye en estas palabras, que lo hizo por mandato de el Padre, que le hab�a prometido la gloria de llevar a los gentiles a la obediencia de la fe, despu�s que �l, como su siervo, hab�a probado su obediencia al Padre como su Se�or; cuya gloria se presenta aqu� como la mayor. Nuevamente, como el Mes�as hab�a ense�ado en lo que sigue, Isa�as 49:3que Dios lo hab�a designado como su siervo distinguido para llevar a cabo cosas grandes y gloriosas, y de all� hab�a relatado el peque�o fruto de su ministerio entre los jud�os, pero al mismo tiempo hab�a dado a entender que estaba bien persuadido de una recompensa abundante por sus trabajos. por lo tanto, aprovecha la ocasi�n para declarar este gran plan de salvaci�n, as� como para mostrar el fundamento de su esperanza y confianza en la recompensa futura, como para ense�ar indirectamente, que la incredulidad de la naci�n jud�a deb�a considerarse como la causa ocasional de la llamando a los gentiles a la dispensaci�n del Evangelio.
Este per�odo, por tanto, contiene una declaraci�n de la doble condici�n honorable que aqu� propone el Padre al Mes�as, con respecto al doble objeto por cuya conversi�n y salvaci�n deb�a trabajar, por voluntad del Padre. ; es decir, el pueblo jud�o y el mundo gentil, para ser llevados por �l a la comuni�n de la bendici�n de Abraham: qu� condiciones se proponen y describen as�, como para comprender al mismo tiempo el oficio, y el honor como consecuencia y recompensa de ese cargo. La primera parte, que respeta a los jud�os, est� contenida en Isa�as 49:5 .; este �ltimo, que respeta a los gentiles, en Isa�as 49:6. Se coloca un par�ntesis entre cada uno, al final de Isa�as 49:5 donde se da una raz�n por la cual se le propone un oficio tan grande y honorable, a saber, porque era glorioso a los ojos del Se�or; y con qu� medios deber�a ser suficiente para el desempe�o de tan gran oficio, porque Dios era su fuerza. El obispo Lowth traduce el quinto vers�culo, Y ahora as� dice JEHOV�; ( quien me form� desde el vientre para ser su siervo, para traer de nuevo a Jacob a �l, y para que Israel sea reunido a �l; por tanto, soy glorioso a los ojos de JEHOV�, y mi Dios es mi fuerza; ) es una peque�a cosa para ti, etc.
Es tan absurdo como vano en los jud�os, dice el obispo Newton, aplicar estas profec�as a los pros�litos que han ganado entre las naciones; porque el n�mero de sus pros�litos era muy insignificante, de ning�n modo adecuado para responder a estas pomposas descripciones. Su fundador tampoco dise�� su religi�n para una religi�n universal, y su culto y sacrificios se limitaron a un lugar determinado. Ciertamente habr�a una religi�n que fue dise�ada para todas las naciones, para ser predicada en todos y recibida en todos; pero �qu� perspectiva hab�a de que una instituci�n tan generosa procediera de un pueblo tan estrecho de miras como los jud�os? �O que los gentiles, que los odiaban y despreciaban, recibieran alguna vez una religi�n de ellos? �No era mucho m�s probable que fueran corrompidos por el ejemplo de todas las naciones que los rodeaban? que que deber�an ser los felices instrumentos para reformar el mundo y convertir algunas de todas las naciones a la adoraci�n del �nico Dios en esp�ritu y en verdad? Una revoluci�n de este tipo era ciertamente improbable; pero, por muy grande que fuera la improbabilidad en el momento de la profec�a, que la plantaci�n del Evangelio y el estado actual del cristianismo muestren si no se ha cumplido en parte. Ver disertaci�n. vol. 1: p�g. 236. vol. 1: p�g. 236. vol. 1: p�g. 236.
Versículo 7
As� dice el Se�or: Tenemos aqu� un nuevo prefacio, que contiene un discurso consolador de Dios Padre, dirigido al Mes�as y su cuerpo m�stico, la iglesia de los primeros creyentes; que, perseguida, despreciada y expuesta al odio y la envidia del p�blico, se sostiene con el fuerte consuelo que se extrae del inmenso honor que a su debido tiempo debe obtener en el mundo, propuesto en este vers�culo y declarado ampliamente en el posteriores. Los t�tulos de Redentor y Santo de Israel se aplican con frecuencia al Padre, as� como al Hijo, por los profetas. Es oficio del Padre cumplir las promesas dadas al Hijo y su cuerpo m�stico, que aqu� se tratan con tres ep�tetos;Aquel que es despreciado por los hombres; Aquel que es aborrecido por la naci�n [ de los jud�os ]; - Un siervo de los gobernantes; por el cual ha de entenderse a Cristo, en su primera y perseguida Iglesia; porque "es muy frecuente en la Escritura mencionar a Cristo y su iglesia como una sola persona, a quien se atribuyen algunas cosas que pertenecen solo a la cabeza, algunas que pertenecen solo al cuerpo, y otras que pertenecen a ambos:" una regla que es de gran utilidad para interpretar las Escrituras.
Podemos traducir la �ltima parte del vers�culo, Los reyes ver�n y se levantar�n; pr�ncipes, y adorar�n; por el Se�or, que es fiel; el Santo de Israel, que te ha elegido. Los reyes ver�n y se levantar�n, se refiere a Isa�as 49:6 , es decir, a la luz y la salvaci�n descubiertas por el Mes�as. Ver el cap. Isa�as 60:3 y el vers�culo 23 de este cap�tulo.
Versículos 8-12
As� dice el Se�or: En este per�odo, las promesas generales dadas al Mes�as y su cuerpo m�stico, Isa�as 49:7 se explican con m�s detalle. En primer lugar, se describe el �xito deseable del Evangelio, en la conversi�n de los gentiles, as� como la iglesia que se recoger�a de los gentiles, Isa�as 49:8 � A mediados de Isa�as 49:9 .: Luego el florecimiento estado de esta iglesia reunida desde un punto de vista espiritual. Los pasajes ser�n m�s claros a partir de las siguientes alteraciones de la versi�n, Isa�as 49:8 .As� ha dicho Jehov�: En tiempo propicio te oir�, y en d�a de salvaci�n te ayudar�; y te guardar�, y te dar� por pacto del pueblo, para levantar la tierra y parcela. sacar, o dar posesi�n de, las herencias desoladas: Isa�as 49:9 .
Diciendo a los presos: Id; ya los que est�n en tinieblas, salid a la luz: estar�n junto a los caminos, etc. Isa�as 49:10 . Incluso a los manantiales, etc.: Isa�as 49:11 . Y mis calzadas, o caminos [ bajos ] , ser�n ensalzados: Isa�as 49:12 . He aqu�, vendr�n de lejos; y he aqu�, esos, etc. y �stos de la tierra de los pelusiotas o egipcios. Ver cap. Isa�as 42:6. La referencia espiritual de este pasaje a los privilegios evang�licos es suficientemente evidente. Podemos observar, simplemente, que en la descripci�n del estado floreciente de la iglesia, el profeta habla de los liberados de la prisi�n y la oscuridad, bajo la met�fora de un reba�o que se alimenta en abundantes pastos bajo el cuidado de un pastor fiel, custodiado por �l de el calor abrasador del sol, y provisto por �l con comida y agua suficiente para todos sus deseos.
La conveniencia del pasto espiritual se establece en la �ltima parte del vers�culo noveno; la suficiencia y abundancia de ese pasto en las palabras, no tendr�n hambre ni sed, Isa�as 49:10 .; su inmunidad de aflicci�n y persecuci�n en las siguientes palabras; y su maravilloso aumento, bajo la protecci�n y el favor de Dios, en Isa�as 49:11 . Podemos simplemente se�alar que San Juan, en el Apocalipsis, aplica estas palabras del profeta al tiempo del sexto sello.
Versículo 13
Y tendr� misericordia, y ha tenido misericordia.
Versículos 14-16
Pero Sion dijo: El Esp�ritu Santo procede aqu� a consolar a la iglesia afligida m�s particularmente, aprovechando el per�odo consolador inmediatamente anterior, con el que est� conectado el presente: Pero Sion ha dicho : "Siendo estas cosas, dice el Se�or, la iglesia que es bendecido con tantos excelentes promesas, lo que causa lo posee de queja? �Por qu� no m�s bien, de la esperanza antes de que, expresar la alegr�a m�s grande? Pero de hecho, tan lejos de esto, se vierte sus quejas por el abandono de mi providencia hacia ella ". No hay nada dif�cil en las palabras de la denuncia; Isa�as 49:14. El tiempo al que alude, seg�n Vitringa, fue el de la cruel persecuci�n de la iglesia bajo los romanos, en los primeros d�as del cristianismo. En los vers�culos 15 y 16 se adjunta un consuelo general y muy afectuoso, compuesto por dos art�culos, que no puede dejar de dar en todo momento el mayor consuelo a los creyentes.
La imagen del vers�culo 15, es cierto, es com�n y frecuente; sin embargo, est� elaborado con tanta gracia, embellecido con tanta elegancia y expresado en t�rminos tan pat�ticos, que nada puede superarlo en belleza o fuerza; nada puede transmitir una idea m�s fuerte de la consideraci�n maternal, m�s que maternal, que Dios tiene por su pueblo creyente. El giro al final es m�s expresivo que un volumen; S�, pueden olvidar, pero yo nunca te olvidar�. El art�culo en el vers�culo 16 se entender� mejor, cuando recordemos que era costumbre entre las naciones orientales, quemar, o de otra manera imprimir en sus manos, no solo los nombres, sino tambi�n la representaci�n de los muros y fortalezas de las ciudades. ; y, para hacer duradero e indeleble el dibujo, sol�an utilizar el jugo dehenna, o cipr�s, para impresionar la idea de ellos con m�s fuerza. Se dice que Jehov� hizo uso de este expediente de imprimir la imagen de la ciudad sagrada en sus manos, para poder tenerla continuamente ante sus ojos, siempre en su cuidado y memoria. Ver Prelecciones del obispo Lowth, p. 139. Notas de Michaelis y Vitringa.
Versículos 17-23
Tus hijos se apresurar�n. Las promesas generales consolar�n a los afligidos menos que a las particulares: por tanto, el profeta procede a ellas, que se derivan de los beneficios futuros que Dios conferir� a la iglesia; cuatro de los cuales se enumeran aqu� m�s especialmente: primero, una liberaci�n de enemigos internos, perjudicial para su estado, en Isa�as 49:17 ; que, de acuerdo con el obispo Lowth, y despu�s de que se publicara la LXX, pronto se convertir�n en tus constructores, que te han derrocado; y los que te destruyeron, saldr�n de ti; es decir, "No habr� m�s en ti perseguidores, enemigos y destructores". En segundo lugar, un maravilloso aumento de esta comunidad, superando toda creencia; Isa�as 49:18. En tercer lugar, la destrucci�n de los enemigos externos que afligen a la iglesia, Isa�as 49:20 en los que el profeta expone m�s ampliamente lo que acababa de decir con respecto al aumento de la iglesia, despu�s de haber luchado a trav�s de las grandes aflicciones que sufri�. iba a sufrir.
En cuarto lugar, la mirada sincera y sol�cita de los reyes y pr�ncipes del mundo hacia la iglesia, junto con su conversi�n, Isa�as 49:22 . Ver el cap. Isa�as 60:14 y Vitringa. El autor de las Observaciones, sobre la �ltima cl�usula del vers�culo 22, comenta desde Pitts, que los argelinos nunca aceptan aprendices ni sirvientes; pero "los que tienen ocasi�n de ser sirvientes compran esclavos y los llevan a sus tareas dom�sticas, como nuestras sirvientas aqu� en Inglaterra; a quienes, tan pronto como han hecho todo su trabajo en la casa, generalmente se les permite el libertad para ir al extranjero y visitar a sus compatriotas, por lo general engendrando un ni�o con ellos; y si el ni�o es un ni�o,que cabalga sobre los esclavos hombros." Sandys hace una como la observaci�n, en cuanto a la forma de llevar a los ni�os en el este, la observaci�n, que a medida que llevamos nuestros en nuestros brazos, que llevan a horcajadas de ellos sobre sus hombros. En cuanto a la frase, lamer el polvo, etc., ver Salmo 72:9 y las Observaciones, p. 255.
Versículos 24-26
�O se librar� al cautivo leg�timo? � O se librar� la compa��a cautiva del riguroso o terrible? [lea ???? orits para ???? zadik, con San Jer�nimo.] Isa�as 49:25 . S�, as� dice el Se�or:&C. Dios le hab�a prometido cosas muy grandes y excelentes a su iglesia; pero para una persona que considera seriamente el estado de esa iglesia y la compara con el poder y la fuerza de sus enemigos, y en particular de su principal enemigo, Satan�s, que mantuvo a las naciones en la ignorancia y la oscuridad, naturalmente surgi� una duda de si podr�a ser posible. Ser�a posible que esta presa, pose�da por tanto tiempo por Satan�s, pudiera ser arrancada de �l, para que pudiera ser expulsado de su fuerte fuerte, y los gobernantes del mundo que �l ten�a en sujeci�n pudieran ser liberados de su servidumbre. Isa�as resuelve esta duda de la iglesia y ense�a que ciertamente debe suceder que Satan�s, este poderoso, sea ??expulsado de su fuerte, sus cautivos liberados, Isa�as 49:25y los adversarios de la iglesia perecen por su mutuo matanza; Isa�as 49:26 que debe entenderse metaf�ricamente, y se refiere a las guerras intestinales por las cuales los pr�ncipes y el pueblo, armados para su mutua destrucci�n, sumergen sus espadas destructoras en las entra�as de los dem�s y, por as� decirlo, se alimentan mutuamente de carne y sangre.
Ver el cap. Isa�as 9:19 . Zacar�as 11:9 y Apocalipsis 16:6 . Nada puede cumplirse m�s notablemente que esta profec�a en la �poca de Dioclesiano, a la que puede referirse en su sentido primario; aunque ciertamente se refiere a la difusi�n universal del Evangelio en los �ltimos d�as.
REFLEXIONES.� 1�. El cap�tulo anterior se refer�a principalmente a la salvaci�n de los jud�os; esto mira mucho m�s all�, incluso a la salvaci�n de los gentiles as� como de los jud�os, a trav�s de la predicaci�n del Evangelio.
1. Las islas est�n convocadas para atender la palabra de su Dios y Salvador, que debe extenderse a todas las tierras; y los reinos distantes est�n llamados a escuchar las buenas nuevas de la salvaci�n a trav�s de un Redentor.
2. Se establecen su misi�n y autoridad. El Se�or me llam� desde el vientre, desde la eternidad, para ser profeta, sacerdote y rey ??de su pueblo fiel; desde, o antes, las entra�as de mi madre ha hecho menci�n de mi nombre, su nombre Jes�s le fue dado por el �ngel antes de su concepci�n. Y ha hecho mi boca como espada afilada; tan penetrante y poderosa su palabra, que los poderes de las tinieblas cayeron ante ella, y una profunda convicci�n se apoder� de los corazones de los pecadores; en la sombra de su mano me escondi�,durante los d�as de la infancia, cuando Herodes busc� destruirlo; y me hizo un eje pulido, o una flecha escogida, brillante y afilada.
En su aljaba me escondi�, hasta que vino el cumplimiento del tiempo para que se manifestara en carne; y me dijo: T� eres mi siervo (porque en esta forma consinti� en aparecer), oh Israel, en quien ser� glorificado, sin que las perfecciones de Dios se manifiesten tan eminentemente como en la salvaci�n realizada por su Hijo encarnado.
3. Se queja del poco efecto que su predicaci�n produjo en el pueblo jud�o: trabaj� en vano y gast� sus fuerzas en vano. No prestaron atenci�n a sus milagros, ni fueron convencidos por su palabra; sin embargo, Dios conoc�a la fidelidad con la que hab�a cumplido su confianza, y su palabra fue aprobada y recompensada por �l. Nota; (1.) No es raro que los ministros se quejen de que para la mayor�a de sus congregaciones trabajan en vano.
(2.) No debemos desanimarnos si no vemos todo el �xito que esper�bamos: cuando somos conscientes de nuestra propia sencillez, podemos dejar tranquilamente el asunto en manos de Dios. (3.) No siempre es trabajo perdido, donde los efectos no se ven inmediatamente: la semilla que Cristo sembr� en su vida creci� m�s abundantemente despu�s de su muerte. (4.) Nuestro �xito no entra tanto en nuestra recompensa como en nuestra fidelidad.
4. Con dos promesas alentadoras, Dios responde a sus quejas. Lo hab�a formado para que fuera su siervo y lo hab�a designado para buscar y salvar a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Pero aunque la gente en general rechaz� su Evangelio, sin embargo, [1.] �l deber�a ser glorioso a los ojos del Se�or, y Dios ser�a su fuerza para llevarlo a trav�s de todas las dificultades de su arduo trabajo. As� lo vemos asistido por �ngeles en su nacimiento, ministrado para entonces en su agon�a, transfigurado en el monte, ascendiendo de entre los muertos y exaltado a la diestra de la Majestad en las alturas. [2.] No deber�a ser simplemente un Salvador para los fieles israelitas; pero sobre los gentiles deber�a surgir su luz, y su salvaci�n se esparcir�a hasta los confines de la tierra; de donde se reunir�an conversos en la iglesia, indeciblemente m�s numerosos que los de su propia naci�n,Nota; (1.) El alma est� en la m�s absoluta oscuridad hasta que Cristo en su Evangelio ilumina los ojos de nuestra mente y nos gu�a por senderos de paz. (2.) Cristo es la �nica salvaci�n para el hombre perdido; fuera de �l no hay esperanza.
Segundo, tenemos,
1. La humillaci�n y exaltaci�n del Se�or Jes�s. Dios Padre, Redentor de Israel, anima a su amado Hijo bajo su humillaci�n: en los d�as de su carne ser�a despreciado por los hombres, aborrecido de su propia naci�n y crucificado; siervo de gobernantes, insultado por los jefes jud�os y romanos; sin embargo, grande era la gloria a la que deb�a ser adelantado: los reyes de la tierra le rendir�an homenaje, y los pr�ncipes se inclinar�an ante �l; como fue el caso cuando el imperio romano bajo Constantino abraz� la profesi�n del cristianismo, y se cumplir� m�s abundantemente cuando todas las naciones vengan y adoren ante �l.
2. Dios le promete todo apoyo en el d�a de su angustia. �l responder� a sus oraciones y lo ayudar� en la hora de prueba, cuando colg� de la cruz, logrando la gran expiaci�n por el hombre pecador. Nota; (1.) Siempre que el penitente eleve su alma en oraci�n a Dios, encontrar� que es un momento aceptable. (2.) Dios nunca abandona al buscador sincero en su angustia, sino que lo socorre y lo salva con su clamor.
3. Se le asegura que ver� el fruto de la aflicci�n de su alma en la salvaci�n de su pueblo fiel. Te dar� por pacto del pueblo, como su gran pacto-cabeza y representante, en quien ser�an aceptados, y con derecho a las bendiciones de gracia y gloria, que por su sangre e infinito m�rito obtuvo para ellos; para establecer o levantar la tierra, y hacer heredar las herencias desoladas; por la predicaci�n de su Evangelio, llenando su iglesia del mundo gentil, que antes estaba desolado, y los miembros de �l comparativamente pocos, para que puedas decir a los prisioneros: Id; a los que est�n en tinieblas, mostraos;estando las almas de los pecadores bajo las ligaduras de la iniquidad, encerradas en las tinieblas de la ignorancia y el error, y odiosas a la justicia de Dios, hasta que Cristo, por su palabra perdonadora, cancele nuestra culpa, por su gracia renovadora ilumine nuestras mentes y nos lleve a la gloriosa libertad de los hijos de Dios, para mostrar el cambio que �l ha realizado, y en �l hacer aparecer su gloria.
Y los que as� le sean tra�dos a �l con fe , apacentar�n en los caminos, en la palabra y las ordenanzas de Dios; y sus pastos estar�n en todos los lugares altos, donde habr� abundancia de sustento y seguridad de todos los ataques. No tendr�n hambre ni sed, no necesitar�n bienes temporales o espirituales; ni el calor ni el sol los afligir�; Dios los preservar� del poder de la tentaci�n y los cubrir� de la severidad de la persecuci�n. Porque el que tiene de ellos misericordia los guiar� con toda la ternura de un pastor; a manantiales de agua los guiar�,llenando sus almas de consuelos y, estando bajo la conducta divina, haci�ndolas felices en el consuelo divino. Todo obst�culo en su camino ser� eliminado; Har� de todos mis montes un camino, y mis caminos ser�n ensalzados, para que los fieles vean el camino recto delante de ellos, y anden seguros y seguros por �l; y como, al proclamar Ciro, los jud�os se reunieron de todas partes del pa�s. de Caldea para volver a Sion; as�, en mayor n�mero, el reba�o se convertir� en la iglesia de Cristo.
�Mirad! la vista gloriosa; estos vendr�n de lejos: �y he aqu�! estos del norte y del occidente, y estos de la tierra de Sinim; de todos los rincones del mundo adonde su evangelio deber�a salir, multitudes se unir�an al Se�or, lo cual, en los d�as de los ap�stoles, fue eminentemente verificado, y se ver� a�n m�s abundantemente en los �ltimos d�as. Nota;(1.) Cristo es nuestro pacto-cabeza; y por la fe todas las bendiciones de este nuevo pacto se derivan de �l. (2.) Miserable es el estado del pecador, hasta que Cristo venga a liberarlo; sin embargo, �cu�ntos duermen descuidadamente en sus cadenas, y nunca consideran que las tinieblas del pecado pronto deben surgir en las tinieblas de afuera del infierno! (3.) Los verdaderos creyentes son el cuidado especial del Salvador, y �l ver� que no les faltar� ninguna cosa que sea buena. (4) El camino a la gloria tiene dificultades, pero ninguna tan grande que la gracia omnipotente puede hacernos m�s que vencedores. (5.) Si nos dejamos solos un momento, �qu� tan r�pido deber�amos extraviarnos como ovejas tontas? Bendito sea Dios, no estamos abandonados a nuestro propio cuidado, sino que estamos bajo el cuidado de un pastor vigilante.
En tercer lugar, la liberaci�n de Israel de Babilonia fue motivo de abundante gozo: pero �cu�nto mayor se debe a la redenci�n de Jes�s, el deseo de todas las naciones?
1. Se representa a toda la creaci�n estallando en c�nticos de alegr�a en este glorioso evento. Los afligidos son consolados, los miserables encuentran misericordia, y el cielo y la tierra se unen para celebrar la alabanza del Salvador. Nota; Nunca podremos estar lo suficientemente agradecidos por el amor redentor, ni la eternidad ser� suficiente para hablar las alabanzas de nuestro Se�or.
2. El estado de abatimiento en el que hab�a ca�do Si�n sirvi� para aumentar el gozo de su liberaci�n. Sion dijo: El Se�or me ha desamparado, y mi Se�or se ha olvidado de m�; en su largo cautiverio estaban a punto de desmayarse y desesperar de alivio; y muchas veces la iglesia de Dios ha sido tan reducida, empujada por la persecuci�n al desierto, que parec�a abandonada por Dios. Y as� sucede con demasiados en tiempos de tentaci�n, cuando bajo la oscuridad est�n listos para desesperarse y dar todo por perdido. Pero escucha
3. La respuesta de Dios a la queja de Sion: nada puede concebirse m�s expresivo de su amor, ternura y cuidado hacia su pueblo creyente. �Puede la mujer olvidar a su hijo de pecho, para no compadecerse del hijo de su vientre? Por extra�o que parezca, tal vez se pueda encontrar un monstruo tan antinatural; pero, con una ternura infinitamente superior, Dios nunca olvida, nunca deja de amar y proteger esas almas sencillas que penden de �l. En sus manos est�n grabados, y como un sello precioso para �l. Quiz�s se pueda hacer alguna alusi�n a las huellas de los clavos en las manos de Jes�s, las marcas de amor que lleva por el bien de su pueblo fiel. Tus hijos se apresuran, o tus constructores;o ministros del Evangelio, que deber�an trabajar asiduamente para edificar la iglesia, o conversos que deber�an acudir a ella; mientras tus destructores y los que te asolaron, saldr�n de ti; los babilonios, o m�s bien todos los perseguidores y corruptores de la iglesia de Dios, como el anticristo y sus seguidores, que ser�n destruidos con la venida de Jes�s y arrojados a las tinieblas de afuera.
Nota; (1.) El amor de Cristo hacia su pueblo creyente es tan inmenso, que dondequiera que se crea y se conozca verdaderamente, no puede sino constre�ir poderosamente el coraz�n. (2.) Cuando Cristo llama, no debemos demorarnos. (3.) La condenaci�n de los imp�os es tan segura como la salvaci�n de los fieles.
4thly, Great and precious promises of the increase and glory of the church are here revealed. A glimpse of this appeared when the Jews returned from their captivity; a brighter, display of it was made when the Gospel was first preached; but the full blaze seems yet reserved for the times to come, when all nations shall be called to the obedience of the faith.
1. A vast increase shall be made to the church. Lift up thine eyes; behold the numerous converts assembling from every quarter, ornaments to their profession by the holiness of their lives, as the jewels which adorn a bride. Thy waste and thy desolate places, the countries before destitute of true religion shall be filled with faithful souls, and all their enemies confounded shall perish. Los hijos que tendr�s, despu�s de haber perdido al otro, cortados por los poderes perseguidores de la tierra, brotar�n como una abundante mies, de la sangre de los m�rtires muertos; o, los hijos de tu viudez, cuando la iglesia parec�a despojada de todos sus hijos e hijas por la prevalencia del hombre de pecado, volver�n a decir, o, a�n dir�n en tus o�dos: El lugar es demasiado estrecho para m�; se producir� un aumento tan repentino y extra�o de conversos.
Con grata sorpresa la madre contenta contemplar� los hijos que Dios le ha dado y, asombrada, preguntar� qui�n los engendr� y de d�nde vienen, consuelo tan inesperado para su estado de viuda; y la respuesta es: Vienen de tierras gentiles, llamados por la palabra de la gracia del Evangelio, y enlistados bajo los estandartes de un Jes�s crucificado; y tan ansiosos est�n por tener un lugar en la Si�n espiritual, que los d�biles y d�biles son llevados sobre los hombros de los fuertes; o traer�n a sus hijos con ellos y los inscribir�n en la iglesia visible: y quiz�s tambi�n se refiera a la ayuda que los gentiles dar�n a los jud�os, cuando el evangelio les sea predicado con poder. Nota;(1.) Por muy baja que sea la iglesia, su fin �ltimo tendr� un gran aumento. (2.) Quienes se preocupan por su propia alma, no pueden dejar de ser sol�citos para que otros, especialmente sus propios hijos, sean llevados al conocimiento de Cristo y de su Evangelio.
2. La iglesia no solo aumentar� en n�mero, sino que ser� altamente honrada. Los reyes ser�n amamantadores y las reinas amamantan a �l; como Ciro, Asuero y Ester, fueron para los jud�os; o m�s bien como lo han sido Constantino y Elena, y otros monarcas cristianos; y que se ver� a�n m�s lejos, cuando todos los reinos del mundo se conviertan en los reinos de nuestro Se�or y de su Cristo. Se inclinar�n ante ti con el rostro hacia la tierra, con profunda sumisi�n, y lamer�n el polvo de tus pies; listo para servir a la iglesia en los oficios inferiores, y para mostrar afecto y consideraci�n a los miembros m�s humildes de Cristo.
Y sabr�s que yo soy el Se�or, por el maravilloso ejercicio de su poder para hacer que todas las naciones obedezcan a la fe; porque no ser�n avergonzados los que me esperan; el cumplimiento de todas sus promesas se ver� en su tiempo, y las esperanzas de su pueblo que espera nunca ser�n defraudadas; por tanto, alma m�a, �conf�a todav�a en el Se�or!
En quinto lugar, se promete la liberaci�n, pero hay grandes dificultades en el camino.
1. Tenemos una objeci�n, planteada por sus orgullosos opresores, por despreciar la palabra prof�tica; O por los jud�os incr�dulos, por desconfiar de ella: �Se le quitar� la presa a los valientes? como los monarcas babil�nicos; �O ser� entregado el cautivo leg�timo? de los cuales aparec�a tan poca probabilidad. Y esto es aplicable a nuestras almas tomadas cautivas por el diablo, y por nuestra voluntaria servidumbre entregadas en sus manos, quien es fuerte para mantener a sus prisioneros; y es un milagro de misericordia si alg�n pecador es rescatado de sus ataduras.
2. Dios, por promesa expresa, asegura a su pueblo que se har�. Por poderosos y terribles que sean sus opresores, no son demasiado grandes para que Dios los enfrente. �l abrazar� su pelea, vencer� a sus enemigos y salvar� a sus hijos, arrebat�ndolos del poder de sus enemigos. No, har� m�s; consumir� por completo a sus enemigos, los visitar� con los juicios m�s duros y har� que el mundo reconozca su poder para humillar a sus enemigos y su amor por sus hijos fieles.
Y esto se cumple espiritualmente a diario en las almas de los pecadores, por gracia divina liberados de las ataduras del pecado y de Satan�s (ese hombre fuerte armado), y salvados de todos sus enemigos; y tambi�n se cumplir� literalmente en la destrucci�n del anticristo, y los poderes perseguidores del papado, el paganismo y el mahometanismo, cuando Cristo har� aparecer su gloria, y todo el mundo se ver� obligado a poseer tanto su poder para salvar como para destruir a el m�ximo.