Bible Commentaries
Proverbios 31

Comentario de Coke sobre la Santa BibliaComentario de Coke

Introducción

La lecci�n de castidad y templanza de Lemuel. Los afligidos deben ser consolados y defendidos. Los elogios y propiedades de una buena esposa.

Versículo 1

Las palabras del rey Lemuel� Este cap�tulo, dice la generalidad de los comentaristas, contiene las palabras de Betsab� a Salom�n y su elogio hacia ella. Algunos, sin embargo, han dudado de que Lemuel no fuera una persona diferente. "S�", dice el Dr. Delaney, "que algunos cr�ticos modernos, contrariamente al juicio un�nime y la tradici�n de toda la antig�edad, han levantado algunos escr�pulos sobre este punto, como si Lemuelno eran Salom�n, sino alg�n otro rey, no saben qui�n. Los he examinado con todo el cuidado y la franqueza de que soy capaz, y concluyo en general que sus objeciones eran tales que mis lectores de mejor entendimiento no me agradar�an mucho, ya sea para venderlas al por menor o para refutarlas. Apenas mencionar� el de mayor peso; es esto, que su madre, tres veces en este cap�tulo, cuando lo llama su hijo, hace uso de la palabra ?? bar, para expresarlo por: una palabra que no se usa en todo el Antiguo Testamento, excepto en el segundo salmo, en el vers�culo 12.

�sta es, pues, la fuerza de la objeci�n; que Salom�n no puede ser Lemuel, porque la madre de Lemuel lo llama hijo, con una palabra que ning�n escritor sagrado utiliz� antes, excepto el padre de Salom�n en una ocasi�n similar. Adem�s, el mismo nombre muestra suficientemente que Lemuel es Salom�n; porque Lemuel significa pertenecer a Dios; y a qui�n se le puede aplicar esto tan apropiadamente, como a Salom�n, a quien Dios expresamente declar� que ser�a un padre ". V�ase La vida de David de Delaney, libro 4: cap�tulo 21 y Calmet sobre el lugar. Grocio conjetura, que Ezequ�as era la persona aqu� referida, y que estos proverbios fueron recopilados por su madre Ab�as,la hija de Zacar�as, persona ilustre por su sabidur�a; y le ense�� como los preceptos de su padre. Houbigant lo traduce, Las palabras de Lemuel, rey de Mesa, con las cuales su madre lo instruy�. Ver G�nesis 10:30 .

Versículo 2

�Qu�, hijo m�o, etc.? Salom�n nos dice, cap. Proverbios 4:3 que era tierno y el �nico amado ante los ojos de su madre. El lector no puede hacer un comentario m�s fino sobre ese pasaje, que el comienzo de esta conferencia a Lemuel, donde su madre estalla de inmediato en este exceso de ternura, �Qu�, hijo m�o, etc.?

Versículo 3

No des tu fuerza, etc. � David hab�a amonestado a su hijo, cap. Proverbios 6:20 , etc. para guardar el mandamiento de su padre, y no desamparar la ley de su madre; Porque el mandamiento, dijo, es una l�mpara, y las reprensiones de la instrucci�n son los caminos de la vida, para guardarte de la mujer mala; y �puede haber mayor uniformidad que entre esa monici�n y esta: No des tu fuerza a las mujeres, &C.? Y las reprensiones que siguen, �no pueden ser justamente tituladas, pruebas de instrucci�n? Cuando se recitan estas reprimendas de instrucci�n, sigue: Proverbios 31:10un poema habitual en elogio de una mujer consumada; cada verso comienza con una letra diferente, en la serie del alfabeto; y ciertamente nada puede ser m�s natural que el juicio de los mejores cr�ticos al respecto, que Lemuel caracteriza a su madre en un poema escrito en su honor.

Vea a Delaney como arriba. Podemos simplemente se�alar que, como los primeros nueve cap�tulos de los proverbios se consideran un prefacio de lo que com�nmente se llama el Libro de Proverbios; el lector atento encontrar� que todos los preceptos desde el principio del cap�tulo 4 hasta el final del noveno son s�lo recitales de la instrucci�n de David a su hijo Salom�n.

Versículo 8

Abre tu boca para el mudo; abre tu boca para el mudo; juzgar a quienes han experimentado las vicisitudes de los asuntos humanos. La �ltima cl�usula se puede traducir, En la causa de todos los extra�os o de todos los hijos del cambio.

REFLEXIONES.� Tenemos aqu�,

1. La direcci�n de Betsab� a su hijo Salom�n: �Qu�, hijo m�o? O insin�a la tierna preocupaci�n con la que habl�; o, como si quisiera palabras para reforzar la lecci�n que estaba a punto de dar; o, como dise�ado para despertar su atenci�n; o como un reproche, habiendo observado en �l una tendencia a los males de los que ella lo disuadir�a, y que eran tan impropios de un pr�ncipe: y a esto me parecen m�s adecuadas las siguientes palabras: �Qu�, el hijo de mi vientre? �Te di a luz con dolor y te eduqu� con tal cuidado paternal? �Y ser� infructuoso? escucha lo que dicta el m�s tierno cari�o; y conc�deme (es todo lo que pido) esta peque�a recompensa por todos mis dolores: �y qu�, el hijo de mis votos?devoto de Dios desde la m�s tierna infancia; el hijo de muchas oraciones; y doblemente criminal ser�a ser infiel.

Nota; (1.) Que la madre muestra verdadera ternura a sus hijos, que se esfuerza por criarlos desde la m�s tierna infancia en la disciplina y amonestaci�n del Se�or; y cuanto m�s exaltada sea su posici�n, m�s cuidadosamente merece ser atendida su educaci�n. (2.) Debemos suplicar a nuestros hijos las muchas oraciones que se han ofrecido por ellos, y las obligaciones que tienen de ser devotos a Dios desde el principio y familiarizados con su palabra, como lo que har� que su infidelidad sea m�s ingrata e imperdonable.

2. Su advertencia. [1.] Contra la lascivia: un paso en falso casi hab�a arruinado a su padre; y por este pecado los reinos han sido derribados. [2.] Contra la embriaguez: el uso moderado de vino y otras cosas buenas, no est� prohibido; pero todos los excesos en un rey eran doblemente criminales y escandalosos; es una profanaci�n de su dignidad, los descalifica para el desempe�o de su alto estado, da el ejemplo m�s pernicioso a sus s�bditos, hace olvidar la ley de Dios y los abre al ejercicio de la tiran�a desenfrenada y de la cruel injusticia. Nota; Si la borrachera es tan impropia de un rey, �c�mo deben los que son ungidos reyes y sacerdotes para Dios tener especial cuidado con los excesos y evitar todo lo que los lleve a un acto tan deshonroso?

3. Su consejo: ser generoso, compasivo, abogado de los oprimidos y magistrado �ntegro: estas son las cosas que exaltan al rey. En lugar de abusar de la opulencia, �sala para el uso de los necesitados, dale bebida fuerte al que est� a punto de perecer, para sostener su esp�ritu desfallecido, y vino a los que tienen el coraz�n apesadumbrado, para revivirlos cuando est�n abatidos, abatidos y en peligro. Que beba moderadamente y se olvide de su pobreza, que su esp�ritu sea animado y refrescado, y no recuerde m�s su miseria. El vino as� empleado est� bien distribuido. �Cu�nto mejor as� poner nuestra botella en la boca de nuestro vecino indigente para revivir su alma desfallecida, que en exceso para ahogar sus sentidos? Espiritualmenteesto representa el estado del alma de un pecador, angustiado por un sentimiento de culpa, pereciendo bajo la aprehensi�n de la ira divina, consciente de su abyecta pobreza espiritual: a ellos se les debe dar gratuitamente el vino dulce de las promesas del evangelio, que un sentido de el amor de Dios en Cristo puede alegrar sus corazones abatidos; y por fe, bebiendo una abundante provisi�n de misericordia y gracia, pueden olvidar su pobreza y no considerar m�s su miseria, habiendo Dios perdonado su iniquidad y prometido sanar todas sus enfermedades.

En lugar de negligencia u opresi�n, abre tu boca para los mudos, s� el abogado de los desconcertados o ignorantes, que no pueden defender su propia causa; y resc�talos de sus crueles perseguidores, que parecen empe�ados en destruirlos. Abre tu boca con denuedo y celo, juzga con rectitud, sin respeto a las personas, sin consideraci�n alguna, y defiende la causa de los pobres y necesitados, cuya mezquindad los exponga a ser pisoteados, su causa descuidada o su derecho superado. gobernado.

Versículo 10

�Qui�n puede encontrar una mujer virtuosa, etc.? Las versiones en general coinciden al leer esto, una mujer fuerte. La palabra ??? chaiil, significa firmeza de cuerpo o mente; y se aplica a la fuerza de diferentes tipos, de acuerdo con el contexto; y, por tanto, con gran propiedad se puede convertir en una mujer virtuosa o una mujer de mente fuerte y excelente. Ver en el cap. Proverbios 12:4 .

Versículo 13

Trabaja de buena gana con sus manos, de las cuales forma lo que sus manos requieren. Houbigant. La LXX lo traduce , Ella hace un trabajo precioso o �til con sus manos.

Versículo 14

Ella es como los barcos mercantes. La mujer de econom�a es, con respecto a su marido, como un barco que viene de pa�ses extranjeros cargado con todo tipo de riquezas. Ella le trae a su esposo una gran cantidad de bienes de todo tipo. Bajo el nombre de comida, o pan, se comprende la provisi�n en general. Este vers�culo podr�a parafrasearse: "Ella pone en su casa toda clase de provisiones, como un barco, que, al llegar de un largo viaje, trae toda clase de mercanc�as preciosas". La LXX lo traduce, Ella es como un barco mercante, que trae riquezas de lejos. Calmet.

Versículo 15

Tambi�n se levanta cuando a�n es de noche; no se permite dormir demasiado, sino que se levanta temprano, antes del amanecer, para hacer provisiones para los que han de ir al extranjero a trabajar en el campo y sentar a dormir. sus doncellas sus diversas tareas en casa. El lector observar� que las ideas aqu� se refieren a aquellos tiempos modestos y antiguos, cuando las ocupaciones femeninas eran muy diferentes con las de los m�s altos, de las que son habituales en los tiempos modernos. Los empleos de Pen�lope, en Homero, son similares a los aqu� mencionados; y la siguiente comparaci�n de Virgilio arrojar� algo de luz sobre la presente descripci�n:

Se levant� impaciente de la cama, Cuando la mitad de las horas silenciosas de la noche desaparecieron; A qu� hora la mujer frugal y laboriosa, que maneja la rueca, aviva la llama agonizante; Emplea a sus doncellas a la luz parpadeante, Y a su trabajo diario a�ade la noche: As� ganando frugalmente el pan de sus hijos, Y manteniendo incorrupto su lecho nupcial. AEN. viii. ver. 410.

Versículo 16

Considera, & c.� Con el fruto de sus manos, significa, Con el fruto de sus obras; �Su oeconom�a, su ganancia. Ella encuentra los medios con su industria y trabajo para hacer adquisiciones de tierras y plantar un vi�edo. No sin designio, dice Salom�n, Ella considera un campo que tiene la intenci�n de comprar: aqu� da consejos a aquellos que se dedican seriamente a la econom�a, que no escatimen sus dolores en visitar y considerar la tierra que desean comprar.

"V�alo tan a menudo como pueda", dice Cato; "Cuanto m�s a menudo vayas, m�s te gustar�, si es bueno:" Citas ibis, toties magis placebit, quod bonum erit. Ver Cato de Re r�stico. gorra. II. quien observa del granjero que es el primero de su familia en levantarse de la cama y el �ltimo en ir a ella.

Versículo 17

Ci�e sus lomos con fuerza. No basta con que la madre de familia mande, exhorte , ore: si quiere ser bien obedecida y hacer bien su trabajo, debe poner su mano en ello. El sirviente no encuentra nada demasiado dif�cil en lo que su amo o su ama unen sus labores con �l. Ce�irse significa ponerse en condiciones de trabajar.

La LXX traduce este verso: Se ci�e ce�ida a la cintura y pone los brazos a trabajar; m�s complacida con este cinto en sus lomos, que con uno de los m�s ricos y preciosos que llevan las damas lujosas; con esta entereza y laboriosidad en sus brazos, que con los brazaletes m�s ricos de hembras m�s orgullosas.

Versículo 18

Se da cuenta de que su mercader�a es buena; se da cuenta de que su mercader�a es ventajosa. Houbigant. La LXX dec�a: Ella encuentra que es bueno trabajar. "Al descubrir por dulce experiencia no s�lo lo saludable que es el trabajo, sino tambi�n el beneficio que produce su tr�fico, no concluye su trabajo con el d�a, sino que lo contin�a tanto por la noche como puede evitar el sue�o necesario". Vea el siguiente verso. Muy parecido a esto es lo que le dice Pen�lope a Ulises:

Nec mihi quaerenti Spatiosam fallere noctem, Lassaret viduas pendula tela manus.

Ni queriendo enga�ar a la noche tediosa, la rueca desgastada cansar�a tus manos de viuda.
"V�ase la Ep�stola de Pen�lope a Ulises de Ovidio y la Odisea de Pope. Libro i. Ver. 455.

Versículo 21

Porque toda su casa est� vestida de escarlata� Esta parece una traducci�n inconsistente; porque, �el escarlata mantendr� a una persona m�s c�lida que cualquier otro color? �No habr�a sido m�s coherente con el contexto haber dicho: Porque est�n vestidos con ropas abrigadas? El margen de nuestra Biblia, de acuerdo con esta observaci�n, dice, vestiduras dobles; y creo que est� universalmente aceptado que las lecturas marginales siempre est�n m�s cerca del original; y as� lo encuentro en el presente caso. Porque la palabra ????? shanim, no s�lo es plural, sino que viene de la ra�z ???? shan�, lo que significa que la repetici�n, a hacer de nuevo, a doblar;ya menudo se traduce por la LXX, ??????? y ??????? doblemente muerto, y por la Vulgata, bistinctum; y en este lugar la Vulgata lo traduce por duplicibus, o vestiduras dobles. Schultens y Houbigant est�n de acuerdo en la traducci�n anterior. Podemos observar que, como consecuencia de la excelente oeconom�a de esta mujer, su casa no solo est� bien provista, sino que ella misma est� capacitada para sobresalir en obras de benevolencia, Proverbios 31:20 y aparecer de acuerdo a su posici�n, Proverbios 31:22 mientras su esposo encuentra con su riqueza su dignidad y honor aumenta; elegido para sentarse entre los jueces y distinguido entre los primeros hombres de su ciudad; Proverbios 31:23 .

Quien compara las diferentes descripciones dadas en este libro, del adulterio y el amor virtuoso, de la buena esposa y la ruinosa ramera, pero debe admirar la propiedad de la descripci�n y regocijarse en la agradable superioridad que la virtud tiene en este respecto tambi�n sobre el vicio. y libertinaje.

Versículo 24

Entrega fajas al comerciante: Herodoto, al parecer, pens� que la realizaci�n del comercio por las mujeres egipcias era una curiosidad que merec�a ser insertada en su historia: dif�cilmente puede considerarse impropio tomar nota de esta circunstancia en una obra. calculado para la ilustraci�n de las Escrituras, y especialmente en un pa�s donde las mujeres de hecho hilan, pero los hombresno solo compramos y vendemos, sino que tejemos y hacemos casi todo lo dem�s en relaci�n con nuestras manufacturas. El comercio mencionado por Herodoto se pierde, seg�n Maillet, entre las mujeres de Egipto en general, siendo retenido �nicamente por los �rabes de ese pa�s que viven en las monta�as. Los historiadores �rabes dicen que las mujeres sol�an comerciar en la compra y venta de cosas tejidas de seda, oro y plata, de pura seda, de algod�n, de algod�n e hilo, o simple lino, ya sea hecho en el pa�s o importado; los hombres, en trigo, cebada, arroz y otras producciones de la tierra.

Maillet, dando cuenta de la alteraci�n a este respecto en Egipto, afirma que este uso a�n contin�a entre los �rabes que viven en las monta�as; y, en consecuencia, debe entenderse que afirma que las cosas que se tejen entre los �rabes y se venden son vendidas por las mujeres, que son de hecho las personas que tejen las hileras de hombres en Berber�a, seg�n el Dr. Shaw, y que sin duda tejen en Egipto. Ahora bien, esto es precisamente lo que el presente pasaje supone que hicieron las mujeres israelitas que eran trabajadoras en la antig�edad. Ella hace lino fino, lo vende y entrega cinturones al mercader.Por m�s que esto parezca a nuestros modales, es lo que concordaba perfectamente con la sencillez de los tiempos m�s antiguos y, en consecuencia, lo conservan los �rabes, que se caracterizan por mantener los usos antiguos. Ver las Observaciones, p. 402.

Versículo 31

Dale del fruto de sus manos� En estos �ltimos vers�culos, el escritor sagrado expresa la felicidad de esta mujer virtuosa, hijos obedientes, esposo agradecido y afectuoso ( Proverbios 31:28 ); estima y aprobaci�n general ( Proverbios 31:30 ). Algunos interpretan este vers�culo: Los hombres la recompensan con el fruto de sus manos; sus obras la celebrar�n en la puerta. es decir . "El recital �nico de sus buenas obras" compondr� su elogio suficiente ".

He aqu�, pues, la imagen de una mujer virtuosa, seg�n Salom�n; una persona sin rango ordinario o condici�n oscura; su marido aparece con distinci�n en medio de pr�ncipes y senadores; no necesita dedicarse a sus preocupaciones dom�sticas; su casa est� llena de riquezas y est� rodeada de doncellas. La parsimonia y la mezquindad no la instan a sacar provecho de su trabajo y del de su pueblo: la simple elegancia brilla en sus vestiduras y las de su marido, en sus muebles y en sus camas y en toda su casa. La piedad, el temor de Dios y la sabidur�a constituyen su car�cter. Vigilante, activa, laboriosa, permanece en casa, asidua en la conducci�n de su hogar y en la crianza de sus hijos. Despreciando las chucher�as superfluas y las ocupaciones fr�volas, amable con sus dom�sticos, liberal con los pobres,Pone sus manos en el huso y sus manos sostienen la rueca. En su vida no vemos ni juego, ni diversi�n, ni altaner�a, ni holgazaner�a, ni visitas in�tiles; no peleas, ni calumnias, ni esos otros abusos que constituyen el empleo m�s grave de las mujeres del mundo, que no tienen la necesidad de ganarse la vida.

Calmet opina que Salom�n nos da en este retrato la imagen de su madre Betsab�. Vea la primera nota de este cap�tulo. Sin embargo, debe reconocerse que hay algunos rasgos que no pueden aplicarse con estricta propiedad a la esposa de David; y tal vez el escritor sagrado s�lo ten�a en mente darnos el car�cter general de una virtuosa matrona y due�a de una familia.

REFLEXIONES.� Perm�tanos, por unos momentos, hacer un repaso de esta hermosa descripci�n de lo que deben ser las buenas esposas. Es un patr�n que todos deber�an copiar de acuerdo con sus respectivas estaciones. Tenemos,

1. La indagaci�n hecha sobre una mujer tan virtuosa. Muchos aparecen bien a distancia, se ponen en marcha con cada logro gentil y en persona y modales atractivos, quienes, cuando se prueban, a menudo enga�an las expectativas de los hombres y los dejan sin remedio para llorar la temeridad y la locura de su elecci�n: pero donde Dios en la misericordia se complace en otorgarnos una compa�era, verdaderamente excelente, cuya amabilidad parece mayor cuanto m�s se la ve y m�s se la prueba; su precio de hecho est� muy por encima de los rub�es.

2. Su descripci�n:

[1.] Se comporta de manera que engancha y se merece la total confianza de su marido: nunca le da la menor ocasi�n para los celos, ni para dudar de su discreci�n en el manejo de sus asuntos dom�sticos; no tiene intereses separados, ni se malgasta jam�s en gastos innecesarios de su sustancia; para que no tenga necesidad de despojo, empujado a la extorsi�n para suplir su extravagancia. Ella le har� bien; estudie su temperamento, haga que ella se deleite en complacerlo, busque su ventaja y haga todo lo que pueda contribuir a su comodidad, provecho y honor en este mundo y en el pr�ximo, y todos los d�as de su vida.

[2.] Es activa y trabajadora, y se preocupa por sus asuntos; ni come el pan de los ociosos, ni ama el lecho de los perezosos: su casa es escenario de orden, diligencia y frugalidad. No le encanta vestirse, visitar, jugar a las cartas y pasear por lugares p�blicos; su casa es su felicidad y sus trabajos dom�sticos su deleite. Su familia se levanta antes del d�a y desayuna, lista para su trabajo tan pronto como amanece; y cada uno tiene su porci�n asignada, y conoce su empleo apropiado; ella misma en medio de ellos da el ejemplo alentador; y, habiendo proporcionado lana y lino en el mercado m�s ventajoso, trabaja de buena gana con sus manos,no consider�ndolo como una carga, pero contando su deber como un placer. Su trabajo no es un lujo tonto, que podr�a llamarse m�s propiamente ociosidad que trabajo, pero ser� de utilidad para su familia. No se averg�enza del huso y la rueca, y con la luz de las velas alarga el d�a, hasta que llega el momento oportuno del reposo.

[3.] Es sabia en la disposici�n de lo que ha hecho, y sabe sacarle el m�ximo provecho, ya sea para usos dom�sticos o para intercambiar con los comerciantes.
[4.] Ella es caritativa. Aunque hace una provisi�n para su familia, no es a expensas de los pobres; tiene las manos abiertas para aliviar sus necesidades, y los indigentes encuentran siempre en ella un amigo generoso: su diligencia y econom�a le permiten mantener a los suyos y tener mucho m�s de sobra para los pobres.


[5.] Su familia aparece en el mayor cr�dito. Su marido es conocido en las puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra; su buena conducta aumenta su reputaci�n; su riqueza aumenta con su gesti�n: incluso su propio vestido, y el de sus asistentes, denotan el cuidado de ella por su honor.

[6.] Para realzar su car�cter. Abre su boca con sabidur�a, y en su lengua est� la ley de la bondad; nunca altivo, presumido, hosco, malhumorado, contencioso; pero su lenguaje es tierno cari�o y obediente sumisi�n; prefiere o�r que hablar: cuando ofrece su consejo a su marido, finge no dictar, pero se remite a su determinaci�n; evita toda ocasi�n de disputa, o cede sabiamente a su juicio superior; y toda su familia son oyentes de su amable discurso. Como desea gobernar su casa con amor, no con amenazas, sus propias �rdenes son complacientes y sus correcciones templadas con gentileza.

[7.] Para coronar el conjunto: es verdaderamente religiosa: teme al Se�or; se rige en toda su conducta por los principios de su palabra y el respeto por su gloria; y esto agrega doble brillo a todas sus dem�s excelencias. La belleza de la persona es agradable, pero es una cosa pasajera que se desvanece, comparada con la belleza m�s sustancial de la mente: la enfermedad puede brotar pronto y la edad debe marchitar r�pidamente esta hermosa flor; pero el tiempo mejorar� m�s las gracias del alma y har� que la uni�n de los esp�ritus afines, herederos juntos de la gracia de la vida, sea m�s �ntima y querida.

3. La bendici�n de tal conducta ser� grande.

[1.] Procurar� alabanza y honor de todos los alrededores: su esposo agradecer� a Dios y se sentir� feliz en tal pareja; sus hijos bendecir�n su cuidado y crecer�n para reconocer y adornar sus amables instrucciones: cada ojo reconocer� sus virtudes; y ser� alabada como digna de nombre entre las mujeres m�s excelentes y honorables; mientras que su propio marido no permitir� que la encuentren igual y la admira como la flor de su sexo.

[2.] Tendr� motivos para regocijarse en todo el tiempo venidero; sus obras contin�an hablando su excelencia, cosechar� el fruto de sus manos; la fuerza y ??el honor ser�n su vestimenta constante en este mundo; y en el mundo venidero recibir� la recompensa de la fidelidad, y se regocijar� eternamente all�, donde no hay ni casarse ni dar en matrimonio, pero las almas de los santos glorificados avanzan a un estado de mayor bienaventuranza de la que jam�s haya conocido la mortalidad, y son hechos semejantes a los �ngeles.

Algunos han pensado que esta descripci�n es m�stica y aplicable a la esposa de Cristo, la Iglesia, cuya inviolable pureza y fidelidad la hacen m�s querida para �l que los rub�es; s�, demostr� cu�nto la valoraba cuando la compr� con su sangre: conf�a en ella su evangelio, sus ordenanzas, sus hijos, seguro de que los cuidar�: su honor e intereses son su preocupaci�n constante para siempre. Las vestiduras exteriores de la profesi�n y el lino blanco, la justicia de los santos, son, por gracia, su trabajo constante. Por la oraci�n y la comuni�n con Dios, ella sale, como barcos mercantes, al cielo, y regresa, cargada del pan de vida, de ese pa�s lejano. Los administradores de sus misterios, madrugando, dispensan a cada uno su porci�n, alimentar a cada miembro de la familia con esas palabras de verdad que se adaptan a su estado y condici�n. La Escritura es el campo que ella compra, y con ello se enriquece: una compra, en verdad, hecha sin dinero y sin precio, Mateo 13:44 . Isa�as 55:1 .; y en su vi�a se plantan nuevos conversos cada d�a, y crecen para llevar fruto para Dios.

Trabaja para la gloria de su Se�or y el bien de las almas que le han sido confiadas, con todas sus fuerzas. Mejor es su mercader�a que la plata; la l�mpara de su profesi�n siempre encendida; y en la noche m�s oscura de la adversidad su esperanza nunca se extingue. Ella es incesante en hacer el bien y su esp�ritu es la caridad misma. Su casa est� decorada decentemente y sus ordenanzas se administran con dignidad. Su esposo, el gran Novio de las almas, es conocido, honrado y adorado tanto por sus santos de abajo como por los �ngeles de arriba. Sus ministros, al recibir sus provisiones, hacen una rica devoluci�n de preciosas almas. Fuerte en gracia y honorable, se regocijar� en todas las edades del tiempo y de la eternidad. Las doctrinas de la sabidur�a divina y la gracia del evangelio son impartidas por ella. Su disciplina es exacta y no sufre holgazaner�a bajo su techo. Los miembros de Cristo, sus hijos, bendigan a Dios por sus misericordias y oren por su paz y prosperidad; y el Se�or mismo aprueba su fidelidad y la encomia m�s. Toda otra belleza y gloria humana se desvanecer�; pero por la eternidad la iglesia de los fieles redimidos ser� para alabanza; cuando sus obras la sigan, y Cristo le conceda la recompensa prometida de la bienaventuranza eterna.

Información bibliográfica
Coke, Thomas. "Comentario sobre Proverbs 31". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tcc/proverbs-31.html. 1801-1803.