Bible Commentaries
Salmos 27

Comentario de Coke sobre la Santa BibliaComentario de Coke

Versículo 1

David sostiene su fe por el poder de Dios, por su amor al servicio de Dios y por la oraci�n.

Salmo de David.

T�tulo. ???? ledavid. - El t�tulo griego es "Salmo de David antes de ser ungido", en alusi�n a2 Samuel 2:4 . Pero lo que el obispo Patrick observa con respecto a este salmo parece m�s probable por su contenido; a saber, que David lo escribi� poco despu�s de su liberaci�n de ese peligro inminente menciona2 Samuel 21:17 cuando, al perseguir al enemigo demasiado lejos, fue acorralado y habr�a muerto si Abisai no lo hubiera socorrido.

Sobre esto, leemos, sus s�bditos le pidieron que no saliera m�s a la batalla; En este punto de vista, el Salmo representa a David exhalando los sentimientos de un anciano valiente y bueno, que parece no estar consciente de que, aunque su esp�ritu podr�a resistir, su fuerza se vio muy afectada por la edad, y por lo tanto se volvi� muy incapaz para sufrir los peligros de la guerra. As� pues, podemos suponer que �l habla a los que hicieron la petici�n antes mencionada; El Se�or es mi luz, etc.

Versículo 2

Para comer mi carne � V�ase Job 31:31 . Esto expresa el mayor rencor o envidia. Existe la misma expresi�n en Eclesiast�s 4:5 donde, como deber�a traducirse, se dice que el necio se sienta perezosamente con los brazos cruzados, y por envidia come la carne de sus diligentes vecinos, a quienes ve prosperar. Mudge.

Versículo 3

En esto estar� confiado ... Sin embargo, confiar�a en esto; es decir, sobre la protecci�n divina; que se describe en los dos per�odos siguientes, en los t�rminos figurados de ser admitido a morar en la casa del Se�or, donde ning�n enemigo podr�a acercarse para hacerle da�o. Ver Salmo 31:21 ; Salmo 91:1 y Green.

Versículo 4

La hermosura del Se�or, es decir, el alegre semblante de Dios, cuya presencia se manifest� de manera m�s conspicua en su templo.

Versículo 8

Cuando dijiste: Buscad mi rostro, etc.� Las palabras, cuando dijiste , no est�n en el original. El obispo Hare inserta la palabra ????? elohim, y la lee as�: A ti, alma m�a, Dios dijo: Buscad mi rostro; Tu rostro, Se�or, buscar�. Houbigant lo rinde: A ti dijo mi coraz�n, buscad mi rostro; Tu rostro, Se�or, buscar�.

Versículo 13

Me hab�a desmayado, a menos que, etc.� Las palabras que me hab�a desmayado no est�n en hebreo. El Dr. Hammond observa que hay una elegancia muy notable en el original; que, mediante el uso de una bella figura, hace una brusca ruptura en medio del discurso. Lo compara con la c�lebre amenaza de Neptuno en Virgilio:

Quos ego �� Sed motos praestat componere fluctus; A quien yo ... pero primero calmar� las olas de nuevo. PITT.

Y agrega acertadamente que la belleza de esta figura, consistente en la ruptura abrupta, se pierde y se estropea por completo al agregar lo que el divino poeta omiti� u ocult� adrede. La traducci�n caldea conserva esta belleza; pero todo lo dem�s, llenando la ruptura o alterando un poco el sentido, la destruye.

Versículo 14

Espera en el Se�or: El salmista advierte aqu� a cualquier persona que caiga en una situaci�n tan dif�cil como la suya, que aprenda por su ejemplo a no impacientarse, ni a desanimarse, y mucho menos desesperar por el alivio, si Dios no lo env�a justo cuando se espera. Ay de vosotros que hab�is perdido la paciencia; �Y qu� har�s cuando el Se�or te visite?dice el hijo de Eclesi�stico. No hay desdicha tan fuerte y dolorosa, ni devoci�n tan ferviente y poderosa, que pueda llevar a Dios al art�culo para el tiempo de su liberaci�n; si no esperamos, no vendr�. Puede ser uno de los fines m�s grandes por los que se nos aplica la aflicci�n por la que trabajamos, para reformar y reducir y desarraigar la pasi�n y la impaciencia de nuestra naturaleza; y Dios es un m�dico demasiado bueno para quitar la medicina antes de que haya surtido efecto, o para sacarnos de su mano antes de que nos haya curado. De hecho, tiene una gran raz�n para ense�arnos esta lecci�n a fondo; ya que, cuando nos ha dado la liberaci�n por la que oramos, todo lo que podemos desear en esta vida, todav�a hay algo m�s, y de m�s valor que lo que nos ha dado, que debemos esperar:Este es nuestro Dios, lo hemos esperado y �l nos salvar�. Isa�as 25:9 .

Si no tenemos confianza en �l y en gozar con �l de esos placeres en los que �l mismo se deleita, no es de extra�ar que nos desmayemos y no tengamos el valor suficiente para esperar; pero si tenemos esa cordial creencia de que, despu�s de toda nuestra humillaci�n aqu� abajo, y despu�s de toda la violencia de nuestros enemigos, y de ser pisoteados por ellos, al fin seremos tan elevados por encima de ellos como para encajar con �l. en su trono celestial, la charla no ser� m�s grande de lo que podemos soportar mediante la gracia, para esperar pacientemente su tiempo por la realizaci�n de tan trascendente honor y favor para nosotros.

REFLEXIONES.� Si Dios est� por nosotros, �qui�n contra nosotros? Si �l es nuestra salvaci�n, �cu�n impotente es la malicia de todo enemigo? Tenemos aqui,

1. El triunfo de David sobre sus enemigos, a trav�s de su inter�s en el amor de Dios. El Se�or es mi luz para se�alar mi camino, alegrar mi coraz�n y preservarme de todas las tinieblas del mal y del pecado; y mi salvaci�n, cuya gracia vela por m�, cuyo poder me protege, y en cuyos brazos estoy a salvo de todo peligro; �A qui�n temer� bajo tal guardi�n? El Se�or es la fuerza de mi vida, que me protege de cada golpe mortal que me dirigen mis enemigos temporales o espirituales. Mis numerosos adversarios han probado su m�xima malicia, pero tropezaron y cayeron; y aunque reanuden sus ataques desesperados, ning�n temor me desanimar�: mi confianza est� puesta en el que no puede fallar.

Nota; (1.) Sin la luz de la palabra y el Esp�ritu de Dios, debemos tropezar r�pidamente; pero si estos nos gu�an, caminaremos seguros. (2.) Nuestros temores a menudo tienden a acosarnos desde la perspectiva de la multitud o grandeza de nuestros peligros; pero si nuestra fe no falla, nuestros temores no pueden prevalecer. (3.) Cristo es nuestra vida; Hasta que se acabe el manantial que hay en �l, el creyente fiel no puede desmayar. (4) Es nuestro deber y consuelo desesperarnos de nosotros mismos y tener confianza en Dios.

2. Su oraci�n. Una cosa he pedido al Se�or; no regresar a su propia casa, no ser reintegrado en la corte, sino ser admitido en las cortes m�s deseables de la casa del Se�or; all� podr�a desear morar para siempre, tanto se deleitaba en las ordenanzas del santuario; para contemplar la hermosura del Se�or, los sacerdotes con sus vestiduras, los sacrificios humeantes sobre el altar y toda la gloria de ese santuario mundano; y de estos s�mbolos externos para contemplar las glorias del gran sumo sacerdote, y el perfecto sacrificio del Mes�as, a quien apuntaba todo este sombr�o servicio; e indagar en su templo,pedir direcci�n en cada dificultad; y en oraci�n y s�plica, con acci�n de gracias, para dar a conocer sus peticiones a Dios. All� se prometi� seguridad y protecci�n, escondido bajo el pabell�n sagrado de la Divina Majestad, y sentado firmemente, como en una roca, que todos sus enemigos, como olas bulliciosas, asaltan en vano.

Por tanto, a causa de tal protecci�n, ofrecer� en su tabern�culo, aunque ahora ausente de �l, pero confiado en volver de nuevo, sacrificios de gozo, el agradecimiento desbordante de un coraz�n lleno del amor y grande de alabanzas de un misericordioso. Dios. Nota; (1.) El santuario de Dios es el deleite del creyente; vivir�a all� ahora, y espera tener su morada en �l pronto para siempre. (2.) Aquellos que est�n escondidos bajo el ala de la gracia Todopoderosa, y son bendecidos con las manifestaciones de la belleza del Se�or como su Dios y Salvador, no solo est�n seguros, sino felices, en medio de una multitud de enemigos. (3.) La alabanza es el justo tributo que debemos y debemos rendir diariamente por misericordias sin n�mero y sin fin.

Información bibliográfica
Coke, Thomas. "Comentario sobre Psalms 27". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tcc/psalms-27.html. 1801-1803.