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Apocalipsis 13

Comentario de Coke sobre la Santa BibliaComentario de Coke

Introducción

Una bestia sale del mar con siete cabezas y diez cuernos, a quien el drag�n da su poder. Otra bestia sube de la tierra; Hace que se haga una imagen de la bestia anterior, y que los hombres la adoren y reciban su marca.

Anno Domini 96.

Versículo 1

Apocalipsis 13:1 .�En este cap�tulo tenemos un relato adicional del estado de la iglesia y el mundo, enel tercer per�odo. La representaci�n de lasfieras,en esta visi�n, se refiere a los mismos tiempos con las dos visiones anteriores, de lostestigosprofetizando vestidos de cilicio y lamujervolando hacia el desierto. Se le da poder a la bestia para que contin�e,opara hacer la guerra,y prevalezcacuarenta y dos meses.Esta visi�n da un relato m�s claro de la manera y los medios por los cuales la verdadera iglesia y los adoradores de Dios deben ser perseguidos y tan grandemente oprimidos, como est� representado por la huida de la mujer al desierto y el asesinato de los testigos: de modo que esta representaci�n, en conjunci�n con las dos anteriores, nos brindar� una descripci�n suficiente del estado de la providencia y de la iglesia, con las �tiles lecciones de cautela, paciencia y fidelidad, en tiempos de gran corrupci�n y peligro: que parecen ser las intenciones principales del Esp�ritu de profec�a, en el conjunto de estas revelaciones. Vea la siguiente nota.

Versículos 1-8

Y me par� sobre la arena, etc. � Aqu� se describe en general a la bestia, que s�lo se mencion� antes, cap. Apocalipsis 11:7 . Y una bestia en el estilo prof�tico, es una persona o imperio tir�nico, id�latra. El reino de Cristo nunca se representa bajo la imagen de una bestia. Como el profeta, Daniel 7:2 contempl� cuatro grandes bestias, que representan los cuatro grandes imperios, que sub�an de un mar tempestuoso (es decir, de las conmociones del mundo); as� San Juan, Apocalipsis 13:1 vio a esta bestia, de la misma manera, surgir del mar. Se dijo, cap. Apocalipsis 11:7 aasciende del abismo o del pozo sin fondo; y se dice, cap.

Apocalipsis 17:8 que subir� del abismo o del abismo; pero aqu� se dice que asciende del mar; de modo que el mar y el abismo o el abismo son en estos pasajes lo mismo. No cabe duda de que esta bestia fue dise�ada para representar al imperio romano; porque hasta ahora tanto los antiguos como los modernos, protestantes y papistas, est�n de acuerdo: la �nica controversia es si fue Roma pagana o cristiana, imperial o papal. San Juan vio a esta bestia levantarsefuera del mar, pero el imperio romano surgi� y se estableci� mucho antes de la �poca de San Juan; y por lo tanto este debe ser el imperio romano, no en su presente de entonces, sino en alguna forma y forma futura; y surgi� en otra forma y forma, despu�s de que fue hecho pedazos por las incursiones de las naciones del norte.

La bestia ten�a siete cabezas y diez cuernos; que son marcas bien conocidas del imperio romano; las siete cabezas que aluden a las siete monta�as sobre las que se asienta Roma, ya las siete formas de gobierno que all� prevalecieron sucesivamente; y los diez cuernos que significan los diez reinos en los que se dividi� el imperio romano.

Es notable que el drag�n ten�a siete c�nticos en la cabeza, cap. Apocalipsis 12:3 pero la bestia tiene sobre sus cuernos diez coronas; de modo que ha habido entre tanto una revoluci�n de poder, desde las cabezas del drag�n hasta los cuernos de la bestia; y la soberan�a, que antes solo la ejerc�a Roma, ahora fue transferida y dividida entre diez reinos: pero el imperio romano no se dividi� en diez reinos hasta despu�s de que se hizo cristiano.

Aunque las cabezas hab�an perdido sus coronas, a�n conservaban los nombres de blasfemia.En todas sus cabezas, en todas sus formas de gobierno, Roma todav�a era culpable de idolatr�a y blasfemia. La Roma imperial fue llamada, y encantada de ser llamada, la ciudad eterna o celestial, la diosa y la diosa de la tierra; y ten�a sus templos y altares con incienso y sacrificios que se le ofrec�an: y c�mo la Roma papal tambi�n se ha arrogado t�tulos y honores divinos, se mostrar� en la siguiente parte de esta descripci�n.

Como la cuarta bestia, Daniel 7:7 era sin nombre, y devor� y parti� en pedazos a los tres primeros; as� que esta bestia tampoco tiene nombre, ( Apocalipsis 13:2 ) y participa de la naturaleza y cualidades de las tres primeras; tener el cuerpo de un leopardo, que era la tercera bestia, o imperio griego; y los pies de un oso, que era la segunda bestia, o imperio persa; y la boca de un le�n, que fue la primera bestia, o imperio babil�nico; y en consecuencia, debe ser lo mismo que la cuarta bestia de Daniel , o el imperio romano.

Pero a�n as� no es la misma bestia, el mismo imperio por completo, pero con alguna variaci�n.Y el drag�n le dio su poder, �o sus ej�rcitos; y su asiento, �o, su trono imperial, y gran autoridad, o jurisdicci�n sobre todas las partes de su imperio. La bestia, por tanto, es el sucesor y sustituto del drag�n, o del id�latra imperio romano pagano: y qu� otro poder id�latra ha sucedido a los emperadores paganos en Roma, todo el mundo es juez y testigo.

El drag�n, habiendo fracasado en su prop�sito de restaurar la antigua idolatr�a pagana, delega su poder a la bestia; y de ese modo introduce una nueva especie de idolatr�a, nominalmente diferente, pero esencialmente la misma: la adoraci�n de �ngeles y santos, en lugar de los dioses y semidioses de la antig�edad. Otra marca por la cual la bestia se distingu�a peculiarmente, era, una de sus cabezas, como si estuviera herida, etc. Apocalipsis 13:3 . De aqu� en adelante parecer� que esta cabeza era la sexta; porque cinco hab�an ca�do, cap. Apocalipsis 17:10 antes de la �poca de San Juan: y la sexta cabeza era la de los C�sares o emperadores; antes hubo reyes, c�nsules, dictadores, decenviros y tribunos militares con autoridad consular.

Esta sexta cabezafue como si hubieran sido heridos de muerte, cuando el imperio romano fue derrocado por las naciones del norte, y se puso fin al nombre mismo de emperador en Momyllus Augustulus; o m�s bien, como el gobierno de los reyes godos era el mismo que el de los emperadores, con s�lo un cambio de nombre, este jefe result� m�s eficazmente herido de muerte, cuando Roma qued� reducida a un ducado pobre y tributaria de la exarcado de Ravenna.

Pero, no solo una de sus cabezas fue herida de muerte, sino que su herida mortal fue sanada. Si fue la sexta cabeza la que result� herida, esa herida no podr�a ser curada por el levantamiento de la s�ptima cabeza; la misma cabeza que fue herida debe ser sanada; y esto fue efectuado por el papa y el pueblo de Roma que se rebelaron contra el exarcado de R�vena y proclamaron a Carlos el Grande, Augusto y emperador de los romanos. Luego, la cabeza imperial herida fue sanada de nuevo y ha subsistido desde entonces. En este momento, en parte a trav�s del papa y en parte a trav�s del emperador, apoy�ndose y fortaleci�ndose mutuamente, el nombre romano volvi� a ser formidable: y todo el mundo se maravill� del coraz�n, y adoraron al drag�n que dio poder a la bestia, etc.

. Apocalipsis 13:4 . Ning�n reino o imperio era como el de la bestia; no ten�a un paralelo en la tierra, y era en vano que alguien se resistiera o se opusiera a �l; prevaleci� y triunf� sobre todos; y todo el mundo, al someterse as� a la religi�n de la bestia, en efecto se someti� de nuevo a la religi�n del drag�n; siendo la vieja idolatr�a con s�lo nuevos nombres: porque adorar demonios y �dolos es en efecto adorar demonios.

Maravillosa como era la bestia, sus palabras y acciones no son menos maravillosas, Apocalipsis 13:5 . Se parece perfectamente al cuerno peque�o, Daniel 7:8 ; Daniel 7:21 ; Daniel 7:25 . Al comparar el pasaje del profeta con el que tenemos ante nosotros, encontramos que no s�lo se emplean las mismas im�genes, sino tambi�n las mismas palabras; y siendo los retratos tan perfectamente parecidos, podr�a suponerse con justicia, si no hubiera otro argumento, que ambos fueron dibujados para la misma persona: es la bestia romana, en su �ltimo estado, o bajo su s�ptima cabeza.

Y tiene boca que habla grandes cosas y blasfemias.�y qu� pueden ser mayores cosas y blasfemias que las afirmaciones de ser "obispo universal", "juez infalible de todas las controversias", "soberano de reyes", "vicegerente de Cristo" y "Dios en la tierra"? Tambi�n tiene poder para continuar, o m�s bien, para practicar, prevalecer y prosperar cuarenta y dos meses. De ello no se sigue que la bestia contin�e o que exista por un per�odo no m�s prolongado; pero debe practicar, prosperar y prevalecer cuarenta y dos meses, como la ciudad santa, cap.

Apocalipsis 11:2 ser� hollado por los gentiles cuarenta y dos meses, que son los mil doscientos sesenta d�as, o a�os, del reinado del anticristo. Pero si por bestia se entiende el imperio romano pagano, ese imperio, en lugar de subsistir mil doscientos sesenta, no subsisti� cuatrocientos a�os despu�s de la fecha de esta profec�a. Despu�s de este relato de las blasfemias de la bestia, sigue una especificaci�n de detalles.

Abri� la boca en blasfemia contra Dios; ( Apocalipsis 13:6.) la blasfemia contra Dios no puede consistir s�lo en hablar deshonrosamente del Ser Supremo; pero igualmente en atribuir a la criatura lo que pertenece al Creador; que es a menudo el sentido de la palabra en las escrituras; como en Isa�as 65:7 .

Blasfema el nombre de Dios, asumiendo los t�tulos y honores divinos para s� mismo, como se expresa en Sab 14, 21 . �l blasfema contra el tabern�culo de Dios, su templo y su iglesia, llamando a los verdaderos cristianos, que son la casa de Dios, cism�ticos y herejes, y anatematiz�ndolos en consecuencia. Blasfema contra los que moran en el cielo, los �ngeles y los santos glorificados, mediante el culto id�latra y la adoraci�n imp�a; y deshonra sus actos y vilipendia sus recuerdos con fabulosas leyendas y maravillas mentirosas. Le fue dado hacer guerra contra los santos y vencerlos, Apocalipsis 13:7.

�Y qui�n puede hacer alg�n c�lculo, o incluso enmarcar alguna concepci�n, del n�mero de cristianos piadosos que han ca�do en sacrificio al fanatismo y la crueldad de Roma? En la guerra de los albigenses y los valdenses, de estos pobres perecieron, solo en Francia, � un mill�n! Desde la primera instituci�n de los jesuitas hasta el a�o 1480, es decir, en poco m�s de treinta a�os, fueron asesinados novecientos mil cristianos.

Solo en los Pa�ses Bajos, el duque de Alva se jact� de que en unos pocos a�os hab�a enviado la cantidad de treinta y seis mil almas de la mano del verdugo com�n. �En el espacio de apenas treinta a�os, la inquisici�n destruy�, mediante diversas torturas, ciento cincuenta mil cristianos! No es de extra�ar que la bestia , por estos medios, obtenga una autoridad universal sobre todos los linajes, lenguas y naciones, y establezca su dominio en todos los pa�ses del imperio romano occidental; y que se sometan a sus decretos y adoren su persona, excepto los pocos fieles , cuyos nombres, como ciudadanos del cielo, est�n inscritos en los registros de la vida. Dejemos que los cat�licos romanos se jacten, por tanto, de que de ellos es elIglesia cat�lica e imperio universal; esto est� tan lejos de ser una evidencia de la verdad, que es la marca misma infijada por el esp�ritu de profec�a.

Versículos 9-10

Si alguien tiene o�do, etc. � Era costumbre de nuestro Salvador que sus auditores prestasen especial atenci�n a lo que hab�a estado diciendo, para agregar: El que tiene o�dos para o�r, etc. San Juan, como amanuense de nuestro Se�or, repite la misma amonestaci�n al final de cada una de sus siete ep�stolas a las siete iglesias, cap. Apocalipsis 2:3 : y aqu�, en la conclusi�n de su descripci�n de la bestia, si alguno tiene o�do, etc. y ciertamente la descripci�n de la bestia merece mayor atenci�n, sobre muchas cuentas; y particularmente, porque la interpretaci�n correcta de este libro gira en torno a ella, como una de sus principales bisagras.

Se agrega a modo de consuelo a la iglesia, que estos enemigos de Dios y Cristo, representados bajo la bestia, sufrir�n la ley de represalias y ser�n castigados y atormentados tan notablemente como castigaron y atormentaron a otros, Apocalipsis 13:10 .� Aqu� est� la paciencia y la fe de los santos. De todas las pruebas y persecuciones de la iglesia, esta ser�a la m�s severa y superar�a las de los tiempos primitivos, tanto en grado como en duraci�n. Ver como arriba.

Versículos 11-18

Contempl� otra bestia, etc.� De la descripci�n de la bestia de diez cuernos, o el estado romano en general, el profeta pasa a la de la bestia de dos cuernos, o la iglesia romana en particular. La bestia con diez cuernos coronados, es el imperio romano, dividido en diez reinos; la bestia con dos cuernos semejantes a los de un cordero, es la jerarqu�a romana, o cuerpo del clero regular y secular. Esta bestia se llama el falso profeta, Apocalipsis 19 y no puede haber un argumento m�s fuerte o m�s claro para probar que los falsos doctores o maestros fueron especialmente dise�ados.

Para el falso profeta no m�s que la bestiaes un solo hombre, pero un cuerpo o sucesi�n de hombres, propagando falsas doctrinas y ense�ando mentiras por verdades sagradas. Como la primera bestia se levant� del mar, es decir, de las guerras y tumultos del mundo; as� esta bestia ( Apocalipsis 13:11 .) crece de la tierra, como plantas, gradualmente, en silencio y sin ruido.

Ten�a dos cuernos como de cordero; ten�a, tanto regular como secular, la apariencia de un cordero; pretend�a derivar sus poderes del Cordero de Dios, y ser como el cordero, todo mansedumbre y apacibilidad. Pero hablaba como un drag�n; ten�a una voz de terror como la de los emperadores romanos, al usurpar t�tulos divinos, al mando de la idolatr�a y al perseguir y matar a los verdaderos adoradores de Dios, los fieles siervos de Jesucristo. Es una persona eclesi�stica, pero se mezcla mucho en asuntos civiles. �l es el primer ministro, consejero y motor de la primera bestia, o la bestia antes mencionada: - Ejerce todo el poder de la primera bestia ante �l, Apocalipsis 13:12 .

�l tiene imperium in imperio,un imperio dentro de un imperio; reclama una autoridad temporal y espiritual; y hace cumplir los c�nones y decretos con la espada del magistrado civil. As� como la primera bestia concurre a mantener su autoridad, �l, a cambio, confirma y mantiene la soberan�a y el dominio de la primera bestia sobre sus s�bditos; y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, etc.

Apoya la tiran�a, como lo es la tiran�a: esclaviza las conciencias, como la primera bestia subyuga los cuerpos de los hombres. Tal es el poder y la autoridad de la bestia. Veremos ahora qu� caminos sigue para establecerlo. Hace grandes milagros, etc. ( Apocalipsis 13:13 .) Pretende, como otros falsos profetas, mostrar se�ales y prodigios, e incluso llamar fuego del cielo, como lo hizo El�as, 2 Reyes 10:12 .

Sus imposturas tambi�n tienen tanto �xito, que enga�a a los moradores de la tierra, etc. ( Apocalipsis 13:14 .) En este sentido se asemeja al hombre de pecado de San Pablo , 2 Tesalonicenses 2:9o m�s bien, son uno y el mismo personaje, representados con diferentes luces y con diferentes nombres.

Adem�s, se puede observar que se dice que realiza sus milagros a la vista de los hombres para enga�arlos; ya la vista de la bestia, para servirle; pero no a los ojos de Dios, para servir a su causa o promover su religi�n. Ahora bien, los milagros, visiones y revelaciones son el gran orgullo de la iglesia de Roma; las artima�as de un clero h�bil y astuto, para imponerlas a un laicado ignorante o cr�dulo. Incluso se pretende que el fuego descienda del cielo, como en el caso del fuego de San Antonio y otros casos citados por Brightman y otros escritores del Apocalipsis; y en solemnes excomuniones, que se llaman truenosde la iglesia, y se realizan con la ceremonia de arrojar antorchas encendidas desde lo alto, como s�mbolos y emblemas del fuego del cielo.

Se cree que los milagros son tan necesarios, que se cuentan entre las notas de la Iglesia cat�lica; pero si estos milagros fueran todos reales, de all� podr�amos saber qu� opini�n debemos formular de ellos: y qu� diremos entonces, si son todas las ficciones y falsificaciones? Est�n tan lejos de ser una prueba de la verdadera iglesia, que m�s bien son la prueba de una falsa; y, como vemos, la marca distintiva del anticristo.

La influencia de la bestia de dos cuernos, o el clero corrupto, se ve m�s lejos al persuadir e inducir a la humanidad a hacer una imagen de la bestia, etc. es decir, una imagen y representaci�n del imperio romano, que fue herido por la espada de las naciones b�rbaras y revivi� con el resurgimiento de un nuevo emperador en Occidente. Ten�a tambi�n el poder de dar la vida y la actividad a la imagen de la bestia, Apocalipsis 13:15 .

No debe ser un �dolo mudo y sin vida, sino que debe hablar y pronunciar or�culos, como se fingi� hacer las estatuas de los dioses paganos; y deber�acausar la muerte de todos los que no quisieran adorarlo y obedecerlo. Esta imagen y representaci�n de la bestia, muy probablemente, es el Papa. �l es propiamente el �dolo de la iglesia. �l representa en s� mismo todo el poder de la bestia y es la cabeza de toda autoridad, tanto temporal como espiritual.

No es m�s que una persona privada, sin poder y sin autoridad, hasta que la bestia de dos cuernos, o el clero corrupto, al elegirlo Papa, le dan vida y le permiten hablar y pronunciar sus decretos, y perseguir hasta la muerte a todos los que se niegan a someterse a �l y le adoran. Tan pronto como es elegido Papa, es vestido con las vestiduras pontificias, coronado y colocado sobre el altar; y los cardenales vienen y le besan los pies, ceremonia que se llama adoraci�n. Primero lo eligen, y luego lo adoran, como en las medallas de Mart�n V, donde se representa a dos coronando al Papa, y dos arrodillados ante �l, con esta inscripci�n, Quem creant, adorante:"A quien crean, adoran".

�l es el principio de unidad de los diez reinos de la bestia, y hace que, en la medida de sus posibilidades, todos los que no reconozcan su supremac�a sean ejecutados. En resumen, es la semejanza m�s perfecta de los antiguos emperadores romanos; es un tirano tan grande en el mundo cristiano como lo fueron en los paganos; preside en la misma ciudad; usurpa los mismos poderes; afecta los mismos t�tulos; y requiere el mismo homenaje y adoraci�n universales.

De modo que la profec�a desciende cada vez m�s a los particulares, desde el estado romano o diez reinos en general, hasta la iglesia romana o el clero en particular; y a�n m�s particularmente a la persona del Papa, el jefe del estado as� como la iglesia, el rey de reyes, as� como el obispo de obispos. Otros oficios que el falso profeta realiza para la bestia, al someter a toda clase de personas a su obediencia; imponiendo ciertos t�rminos de comuni�n y excomulgando a todos los que se atrevan, en el m�s m�nimo art�culo, a disentir de �l. Hace que todos, peque�os y grandes, reciban una marca, etc.

( Apocalipsis 13:16.) Debemos recordar que era costumbre entre los antiguos que los sirvientes recibieran la marca de su amo; y soldados, de su general; y aquellos que estaban dedicados a una deidad en particular, de la deidad particular a la que estaban dedicados. Estas marcas sol�an estar impresas en la mano derecha o en la frente y consist�an en alg�n car�cter jerogl�fico, o en el nombre expresado en letras vulgares, o en el nombre disfrazado en letras num�ricas, seg�n la fantas�a del impostor.

Es en alusi�n a esta antigua pr�ctica y costumbre, que el s�mbolo y la profesi�n de fe en la iglesia de Roma, como subordinado a la superstici�n, idolatr�a y tiran�a, se llama la marca o car�cter de la bestia; qu� car�cter se dice que reciben en su frente, cuando hacen abierta profesi�n de su fe; y en su diestra, cuando viven y act�an conforme a ella. Si difieren de las formas declaradas y autorizadas, son condenados y excomulgados como herejes, y como consecuencia de ello, ya no se les permite comprar ni vender;�Se les proh�be el tr�fico y el comercio, y todos los beneficios de la sociedad civil.

As� Hoveden nos informa que "Guillermo el Conquistador no permitir�a que nadie en su poder comprara o vendiera nada, a quien encontrara desobediente a la sede apost�lica". As� el canon del concilio de Letr�n, bajo el Papa Alejandro III. hecho contra los valdenses y abigenses, ordena, bajo pena de anatemas, "que nadie se atreva a entretenerlos o cuidarlos en su casa o tierra, o ejercer tr�fico con ellos". El s�nodo de Tours en Francia emiti� la misma interdicci�n, al igual que Martin V.

en su bula despu�s del concilio de Constanza. A este respecto, el falso profeta habl� como el drag�n. Porque el drag�n Dioclesiano public� un edicto similar, "que nadie debe vender o administrar nada a los cristianos, a menos que primero hayan quemado incienso a los dioses". Las excomuniones papistas son, por tanto, como persecuciones paganas. Habiendo mencionado el n�mero de la bestia, o el n�mero de su nombre, (porque ambos son iguales), el profeta procede a informarnos cu�l es ese n�mero, dej�ndonos del n�mero para recoger el nombre.

Aqu� hay sabidur�a; el que tiene entendimiento, etc. ( Apocalipsis 13:18.) No es, pues, un intento vano y rid�culo de investigar este misterio; pero, por el contrario, se nos recomienda con la autoridad de un ap�stol. Porque es el n�mero de un hombre, es un m�todo de numeraci�n practicado entre los hombres; como la medida de un hombre, cap.

Apocalipsis 21:17 es una de las medidas que suelen utilizar los hombres. Era una pr�ctica entre los antiguos denotar los nombres con n�meros; de los cuales se podr�an dar muchos ejemplos, si fuera necesario probarlo. Asimismo, ha sido el m�todo habitual en todas las dispensaciones de Dios, que el Esp�ritu Santo acomode sus expresiones a las costumbres, modas y modales de las distintas �pocas. Desde entonces este arte y misterio de los n�meros fue tan usado por los antiguos, es menos maravilloso que la bestia tambi�n tenga su n�mero; y hab�a esta raz�n adicional para esta oscura manera de caracterizarlo en la �poca de San Juan: que ninguna otra manera hubiera sido segura. Su n�mero es seiscientos sesenta y seis.Se pueden citar varios nombres que contienen este n�mero: pero es evidente que debe ser alg�n nombre griego o hebreo; y con el nombre tambi�n, las otras cualidades y propiedades de la bestia deben estar todas de acuerdo.

El nombre por s� solo no constituir� un acuerdo; todos los dem�s datos deben ser perfectamente aplicables, y el nombre tambi�n debe comprender el n�mero exacto, seiscientos sesenta y seis. Ning�n nombre parece m�s apropiado y adecuado que el famoso mencionado por Iraeneus, quien vivi� no mucho despu�s de la �poca de San Juan, y fue disc�pulo de Policarpo, el disc�pulo de Juan. Dice, "que el nombre Lateinos contiene el n�mero seiscientos sesenta y seis". Lateinos, con ei, es la verdadera ortograf�a; como escribieron los griegos el largo ide los latinos, y como los mismos latinos escribieron en tiempos pasados. Por lo tanto, no se puede hacer ninguna objeci�n a la ortograf�a del nombre, y la cosa conviene a la admiraci�n.

Porque, despu�s de la divisi�n del imperio, los griegos y otros orientalistas llamaron latinos al pueblo de la iglesia occidental, o iglesia de Roma , y latinizan en todo: se conciben misa, oraciones, letan�as, c�nones, decretales, bulas. en lat�n: los concilios papales hablan lat�n: las propias mujeres rezan en lat�n; ni se lee la escritura en ning�n otro idioma bajo el papado que no sea el lat�n. En resumen, todas las cosas son latinas; habiendo comunicado el Papa su lengua a las personas bajo su dominio, como marca y car�cter de su imperio.

Ellos mismos, de hecho, prefieren ser llamados romanos, y m�s absurdamente a�n, cat�licos romanos: y probablemente el ap�stol, ya que ha hecho uso de algunos nombres hebreos en este libro (cap. Apocalipsis 9:11 Apocalipsis 16:16 .

) as� podr�a tambi�n en este lugar aludir al nombre en el idioma hebreo. Ahora Romiith es el nombre hebreo de la bestia romana, o reino romano; y esta palabra, as� como la palabra anterior, Lateinos, contiene el n�mero justo y exacto de seiscientos sesenta y seis.

LATEINOS. ROMIITH. ?. .. .. ... 30 ? .. .. ... 200 ?. .. .. .. .. 1 ? .. .. .. ... 6 ?. .. .. .. 300 ? .. .. .. .. 40 ?. .. .. .. .. 5 ? .. .. .. .. 10 ?. .. .. ... 10 ? .. .. .. .. 10 ?. .. .. ... 50 ? .. .. ... 400 ?. .. .. ... 70 �� ? .. .. ... 200 666 �� 666

Es realmente sorprendente que haya una coincidencia tan fatal en ambos nombres en ambos idiomas. Y, tal vez, no se pueda encontrar ninguna otra palabra, en ning�n idioma, que exprese tanto el mismo n�mero como la misma cosa.

Inferencias.� Cualquiera que sea la bestia intencionada, y sea lo que sea lo que quiso decir con su imagen, su car�cter m�s all� de toda controversia es muy odioso y detestable; porque se le representa blasfemando el nombre de Dios y su tabern�culo, y haciendo guerra contra los santos. Han surgido tales monstruos imp�os en la iglesia cristiana; y ninguno de ellos ha sido m�s abierta y enormemente perverso y profano que los que han hecho las m�s ruidosas pretensiones de ser los vicegerentes de Cristo,e investido de toda su autoridad. Muchos de los santos de Dios parecen haber sido vencidos por su tiran�a anticristiana; muchos han sido llevados al cautiverio; muchos han sido muertos a espada; pero los que los llevaron cautivos, permaneciendo impenitentes, ser�n apresados, y los asesinos ser�n muertos.

Pero no nos turbemos ni nos ofendamos de discernir estas usurpaciones en el curso de la divina Providencia que prevalece, y en realidad llegar� el tiempo, en muchas partes del mundo, en que los hombres no pueden comprar ni vender, ni se les permite disfrutar de ninguna otra. privilegio natural o civil, si no ceden sus nombres a la bestia, reciben su marca e impl�citamente se someten a su autoridad.

La profec�a quita justamente toda ofensa que pudiera ser tomada en el evento; y discerniendo su cumplimiento, podemos envalentonar nuestras esperanzas, de que los triunfos de la justicia divina sobre estos ministros del drag�n, como tambi�n est�n predichos, se cumplan con la misma puntualidad. Y, oh, que la iglesia de Dios est� asegurada de sus artificios y fortalecida contra sus terrores; y, a su debido tiempo, que rompa la quijada de los malvados.

Que �l desarme por completo todo el poder y la pol�tica de aquellos que se juntan en consejo contra el Se�or y su Ungido; y, aunque sus confederaciones parezcan burlarse de toda oposici�n humana, sin embargo, en su aparici�n, se derretir�n como la nieve ante el sol, cuando el tiempopara recordar a Sion, s�, ha llegado el momento. ( Salmo 102:13 )

REFLEXIONES.� 1�. A San Juan se le aparece otra visi�n relativa a los mismos acontecimientos que la anterior.

1. Una bestia sale del mar, con siete cabezas, diez cuernos y coronas en sus cuernos, y nombres de blasfemia en �l; como un leopardo, con pies de oso y boca de le�n, denotando la fiereza, crueldad y fuerza del estado anticristiano, id�latra y blasfemo, que deber�a surgir de las conmociones que hab�an sacudido el imperio. A esta bestia, es decir, al Papa y sus seguidores, el diablo delegar�a su poder y autoridad, permitiendo al hombre de pecado realizar sus milagros mentirosos, y establecer�a su sede y capital en Roma, donde, durante el reinado del paganismo Satan�s habit� especialmente.
2.

Se le dio una herida mortal a la bestia; que algunos se refieren al saqueo de la ciudad de Roma por los godos, y la remoci�n de la autoridad suprema de all� durante el exarcado de R�vena; y otros, al golpe que recibi� la iglesia de Roma en la Reforma; y esta herida fue sanada; o la propia Roma, bajo el gobierno papal, alcanz� una grandeza inesperada y fue venerada por el mundo asombrado; o, esto puede referirse a la recuperaci�n de los intereses papales desde la reforma; y que, seg�n algunos, florecer� durante muy poco tiempo, tanto como siempre, antes de la ca�da final del papado.


3. La gente, que se maravillaba en pos de la bestia, adoraba al drag�n; el culto id�latra de la iglesia de Roma es, de hecho, la adoraci�n del mismo Satan�s; y adoraban a la bestia, su delegado, atribuyendo honores y t�tulos divinos al Papa, exalt�ndolo sobre todos los pr�ncipes y potentados, y atribuy�ndole una especie de omnipotencia sobre la tierra: mientras �l, mediante horribles blasfemias, asum�a las mismas prerrogativas del Dios Alt�simo, pretend�a, por la plenitud de su poder, perdonar pecados, alterar la voluntad revelada de Dios, tener dominio sobre las conciencias de los hombres y promulgar c�nones igualmente obligatorios o m�s obligatorios que las leyes de Dios mismo; blasfemando su nombre, y su tabern�culo la iglesia, y los que moran en el cielo, los ciudadanos de la Nueva Jerusal�n, los fieles a quienes anatematiza, o los santos y �ngeles cuyos nombres usa en su adoraci�n id�latra. Durante el per�odo de 1260 a�os perdurar� su dominio, y la divina Providencia le permitir� hacer la guerra a los santos que reh�san someterse a su yugo tir�nico y vencerlos.

Y todos los habitantes de la tierra ser�n enga�ados con sus artificios, o intimidados por sus terrores, que lo adorar�n y se someter�n a sus decretos id�latras; es decir, todos aquellos cuyos nombres no est�n escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado en promesa desde la fundaci�n del mundo, o, en otras palabras, todos los que no ceden perseverantemente para ser salvos por gracia.
4. Para el consuelo del pueblo de Dios, se agrega una nota solemne de atenci�n y se les llama a escuchar.

Este poder anticristiano, que esclaviza y destruye a otros, con toda seguridad ser� subyugado y destruido a su vez; y los santos de Dios, ahora con paciencia soportando sus persecuciones, deben esperar con fe con confianza que ese ser� el problema. Nota;Se requiere mucha fe y paciencia, en tiempos de sufrimiento, para retener las promesas de Dios y esperar su cumplimiento.

2o, Aparece otra bestia, o el mismo poder bajo otra forma, como un cordero de dos cuernos, s�mbolo de su dominio temporal y espiritual, quien, con toda pretendida mansedumbre y humildad, tiene todo el orgullo y la rabia del viejo drag�n. , ejerciendo todo el poder de la primera bestia, y haciendo que toda la tierra lo adore y se adue�e de su jurisdicci�n universal, temporal y espiritual, con milagros mentirosos apoyando su adoraci�n id�latra, enga�ando a los habitantes de la tierra y gui�ndolos para erigir la imagen de la primera bestia, cuya herida mortal fue curada, y rendir su adoraci�n al �dolo, someti�ndose ciega e impl�citamente a la autoridad del Papa, y las constituciones del Paganismo revividas en la barbilla de Roma; dando vida a la imagen de la bestia, haciendo cumplir todos los c�nones y leyes de su culto id�latra, por excomuniones, fuego y espada; hacer que sea la muerte negar la obediencia al poder papal; poniendo una marca sobre todos los devotos de la bestia, y excluyendo a aquellos que no se sometieran a hacer profesi�n de este sistema de error y blasfemia, de toda relaci�n con los adoradores de la bestia, como indignos de toda bendici�n de la sociedad.

Aqu� est� la sabidur�a. El que tiene entendimiento, cuente el n�mero de la bestia; porque es el n�mero de un hombre, y su n�mero es seiscientos sesenta y seis; con respecto a lo cual, consulte las Anotaciones y el Ap�ndice. No importa cu�n oscuros y misteriosos puedan ser estos indicios prof�ticos, de una cosa estamos seguros, que es clara y obvia, que Dios siempre mantendr� su propia causa en el mundo desafiando la oposici�n, y que todos los enemigos de su iglesia finalmente se convertir�n en su escabel.

Información bibliográfica
Coke, Thomas. "Comentario sobre Revelation 13". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tcc/revelation-13.html. 1801-1803.