Bible Commentaries
Romanos 1

Comentario de Coke sobre la Santa BibliaComentario de Coke

Introducción

Pablo encomia su llamado a los romanos y su deseo de acudir a ellos. Cu�l es su Evangelio y la justicia que muestra. Dios est� enojado con todo tipo de pecado. �Cu�les fueron los pecados de los gentiles?

Anno Domini 58.

Los jud�os incr�dulos se opusieron violentamente al Evangelio porque fue predicado a los gentiles incircuncisos, y porque Jes�s, a quien los cristianos llamaban el Cristo, no era el que ellos esperaban; el Ap�stol, en la inscripci�n de esta ep�stola, afirm� que el Evangelio fue predicado a los gentiles en cumplimiento de la promesa de Dios hecha por los profetas en las Escrituras, Romanos 1:1 ; y que Jes�s, a quien los ap�stoles llamaron el Cristo, fue, en cuanto a su carne, nacido de la simiente de David, Romanos 1:3 ; pero en cuanto a su naturaleza divina, �l ten�a el mayor poder de evidencia, declarado Hijo de Dios por su resurrecci�n, Romanos 1:4 .

Y debido a que San Pablo era personalmente desconocido para la mayor�a de los cristianos en Roma, les asegur� que fue hecho ap�stol por Cristo mismo, con el prop�sito de predicar el Evangelio a los gentiles, Romanos 1:5 ; de cuya clase de hombres, la mayor�a de los habitantes de Roma eran, Romanos 1:6 . Por lo tanto, se le autoriz� a escribir esta carta a todos los habitantes de Roma. Tantos detalles amontonados en la inscripci�n la han hecho extraordinariamente larga. Pero se colocan, con gran juicio, en la entrada misma, porque son los cimientos sobre los que se construye todo el esquema de doctrina contenido en la ep�stola.

Como podr�a parecer extra�o, que San Pablo, el ap�stol de los gentiles, no hubiera visitado hasta ahora Roma, la ciudad gentil m�s famosa del mundo, asegur� a los romanos que a menudo se hab�a propuesto ir a ellos, pero que hasta ese momento hab�a sido obstaculizado, Romanos 1:13 . � Sin embargo, todav�a estaba dispuesto a predicar el Evangelio en Roma, Romanos 1:15 . sin tener miedo ni verg�enza de predicarlo en esa gran y culta ciudad; porque revela el poderoso m�todo que Dios ha ideado para otorgar la salvaci�n a todo aquel que cree; sobre el jud�o primero, a quien iba a ser primero predicado, y tambi�n sobre el griego, Romanos 1:16. � En este relato del Evangelio, el Ap�stol insinu� que ning�n jud�o pod�a ser salvo por la ley de Mois�s, ni ning�n gentil por la ley de la naturaleza.

Porque, si los jud�os hubieran podido ser salvos por una ley, y los griegos por la otra, el Evangelio, en lugar de ser el poder de Dios para la salvaci�n de todo aquel que cree, habr�a sido una dispensaci�n innecesaria; y el ap�stol deber�a haberse avergonzado de ello, por ser totalmente superfluo.

Para probar que el Evangelio es poder de Dios para salvaci�n de todo aquel que cree, el ap�stol observa primero que en �l se revela la justicia de Dios por la fe: en el Evangelio, la justicia que Dios aceptar� y recompensar�, se revela a sea ??justicia, no por obras, sino por fe. Y siendo esta la �nica justicia de la que son capaces los pecadores, el Evangelio que descubre su agrado a Dios, y el m�todo por el cual puede alcanzarse, es sin duda el poder de Dios para salvaci�n a todos los que creen, Romanos 1:17 . Aqu� un defecto esencial, tanto en la ley de Mois�s como en la ley de la naturaleza,se insin�a t�citamente. Ni una ley ni la otra revelan la intenci�n de Dios de aceptar y recompensar cualquier justicia, sino la de la perfecta e inmaculada obediencia. En segundo lugar, para probar que solo el Evangelio es el poder de Dios para la salvaci�n, el Ap�stol observa que ambos en la ley de la naturaleza y la ley de Mois�s, la ira de Dios se revela desde el cielo, etc. es decir, estas leyes, en lugar de otorgar perd�n a los pecadores, los someten al castigo, por m�s arrepentidos que sean; en consecuencia, estas leyes no son poder de Dios para la salvaci�n de nadie.

Pero el Evangelio, que promete perd�n y vida eterna, es el medio eficaz para salvar a los pecadores. En resumen, cualquier esperanza cierta de misericordia que alberguen los pecadores debe derivarse �nicamente de la revelaci�n, Romanos 1:18 . Y como el ap�stol escribi� esta ep�stola a los Romanos con el prop�sito de explicar y probar estas importantes verdades, la declaraci�n de ellas contenida en Romanos 1:16 puede considerarse como la proposici�n de los temas que se tratar�n en esta ep�stola.

En consecuencia, para mostrar que ninguna persona que vive bajo la ley de la naturaleza tiene ninguna esperanza de salvaci�n que le da esa ley, el Ap�stol comienza probando que, en lugar de poseer esa santidad perfecta, que es requerida por la ley de la naturaleza, con el fin de a la salvaci�n, todos son culpables ante Dios, y condenados por esa ley al castigo. Para ilustrar esta proposici�n, San Pablo tom� a los griegospor ejemplo, porque, habiendo llevado los poderes de la raz�n al m�s alto nivel, su filosof�a podr�a considerarse como la perfecci�n tanto de la luz como de la ley de la naturaleza; en consecuencia, entre ellos, si es que hay alguno, deber�a haberse encontrado todo el conocimiento de Dios, y el m�todo de salvaci�n, que puede descubrirse por la luz de la naturaleza, y toda la pureza de modales que los hombres pueden alcanzar por sus propios poderes. Sin embargo, esa gente, tan inteligente en otros asuntos, era en religi�n necia hasta el �ltimo grado, y en moral corrompida casi m�s all� de lo cre�ble. Porque, a pesar de que el conocimiento del ser y las perfecciones del �nico Dios verdadero subsisti� entre ellos en las edades m�s tempranas, Romanos 1:19 , entendido por las obras de la creaci�n, Romanos 1:20. � Sus legisladores, fil�sofos y sacerdotes, que mantuvieron injustamente la verdad acerca de Dios en confinamiento, no lo glorificaron como Dios, descubri�ndolo ante el pueblo en general y haci�ndolo objeto de su adoraci�n: sino, a trav�s de sus propias necedades razonamientos, imaginando el polite�smo y la idolatr�a m�s apropiados para el pueblo en general que la adoraci�n del �nico Dios verdadero, ellos mismos perdieron el conocimiento de Dios hasta tal punto, que su propio coraz�n se oscureci�, Romanos 1:21 . los sabios entre los griegos hicieron necios en materia de religi�n, y eran culpables de la mayor injusticia tanto hacia Dios y los hombres, Romanos 1:22. � Porque por sus instituciones p�blicas, cambiaron la gloria del Dios incorruptible en una imagen de hombre corruptible, y de p�jaros, etc.

que presentaban a la gente como objetos de adoraci�n. Y por su propio ejemplo, as� como por las leyes que promulgaron, llevaron a la gente a adorar estos �dolos con los ritos m�s impuros y detestables, Romanos 1:23 . lo hab�an deshonrado tanto , deshonrarse a s� mismos con la carnalidad m�s brutal; del cual el ap�stol da una descripci�n particular, Romanos 1:24 ; y observa que aquellos orgullosos legisladores y fil�sofos, que pensaban haber descubierto la m�s alta sabidur�a en sus instituciones religiosas y pol�ticas, recibieron as� en s� mismos la recompensa de su error, que fue justa, Romanos 1:27. � De modo que la abominable inmundicia, que declaradamente practicaban los griegos, y que fue autorizada por sus instituciones p�blicas, as� como por el ejemplo de sus grandes hombres, fue tanto el efecto natural como el justo castigo de esa idolatr�a, que , en todos los estados, se estableci� como religi�n nacional. �Adem�s, debido a que los legisladores griegos no aprobaron el verdadero conocimiento de Dios como adecuado para el pueblo, los grandes hombres, as� como la generalidad de la gente a la que enga�aron, perdieron todo sentido de lo bueno y lo malo en su comportamiento general hacia unos a otros, Romanos 1:28 , la mayor�a de ellos llenos de toda clase de injusticia, fornicaci�n, iniquidad, etc.

Romanos 1:29 . No, aunque por la ley de Dios, escrita en sus corazones, sab�an que los que cometen tales cr�menes son dignos de muerte, hasta tal punto llevaron su libertinaje, que no solo cometieron estas cosas ellos mismos, sino que alentaron a la gente. en general para comprometerlos, por el placer con el que contemplaban sus libertinajes en los templos, y sus regocijos en las fiestas de sus dioses, Romanos 1:32 .

Tal es el relato de San Pablo sobre los modales de los griegos: del que se desprende que su filosof�a se jactaba, a pesar de que les permiti� formar excelentes planes de gobierno civil mediante los cuales el pueblo se inspiraba en el amor a su pa�s y en las buenas leyes para mantener el la paz de la sociedad, result� completamente ineficaz para dar a los legisladores el conocimiento de la salvaci�n y para llevarlos a establecer religiones p�blicas correctas; defectos que destruyeron por completo cualquier influencia que sus instituciones pol�ticas hubieran tenido, de otro modo, para ayudar al pueblo a mantener una conducta moral adecuada. . En resumen, los personajes viciosos de los dioses falsos que los legisladores presentaban al pueblo como objetos de su adoraci�n, y los ritos impuros con los que los designaban para ser adorados, corrompieron la moral del pueblo hasta tal punto, que los griegos se convirtieron en los m�s libertinos de la humanidad y, por lo tanto, perdieron todo derecho al favor de Dios. Pero si este fuera el caso de las naciones paganas m�s inteligentes, civilizadas y consumadas, bajo la tutela de su filosof�a jactanciosa, se admitir� f�cilmente que la luz de la naturaleza, entre las naciones b�rbaras, no podr�a tener mayor eficacia. gui�ndolos a la adoraci�n del Dios verdadero y d�ndoles el conocimiento del verdadero m�todo de salvaci�n.

Por lo tanto, las naciones paganas m�s civilizadas, al igual que las m�s b�rbaras, habiendo perdido el conocimiento de Dios bajo la gu�a de la luz de la naturaleza y se han corrompido por completo en sus costumbres, es evidente que ninguna de ellas podr�a tener esperanza de una vida futura de la ley de la naturaleza, que condena a todos a muerte sin misericordia, que no dan una obediencia sin pecado a sus preceptos. Por tanto, tanto por el conocimiento del m�todo de la salvaci�n como por la salvaci�n misma, los griegos se vieron obligados a recurrir al Evangelio, que ense�a que, debido a que todos han pecado al quebrantar la ley de Dios, Dios ha designado para su salvaci�n, una justicia sin ley, es decir, una justicia que no consiste en la obediencia inmaculada a ninguna ley, ni siquiera la justicia de la fe;y al mismo tiempo declara que Dios aceptar� y recompensar� esa clase de justicia a trav�s de Cristo. Estas inferencias, de hecho, el ap�stol no las ha extra�do en esta parte de su carta, porque ten�a la intenci�n de producirlas (cap.

Romanos 3:20 .) Como conclusiones generales concernientes a toda la humanidad, despu�s de haber probado la insuficiencia de la ley de Mois�s para justificar a los jud�os. Sin embargo, era apropiado mencionarlos aqu�, para que el lector pudiera tener una visi�n completa del argumento del ap�stol.

Terminar� esta ilustraci�n con las siguientes observaciones.
1. El cuadro que el ap�stol ha hecho de los modales de los griegos no se agrava en modo alguno. Fue dado por la infalible inspiraci�n del Esp�ritu Santo. Y podemos a�adir que el trato que tuvo con los fil�sofos, y m�s especialmente con su propio disc�pulo, Dionisio el Areopagita, le permiti� formarse un juicio justo sobre el saber y la religi�n de ese pueblo c�lebre; ya que su larga residencia en Atenas, Corinto y otras ciudades griegas, lo familiariz� perfectamente con sus modales. Pero aunque su descripci�n no es exagerada, debemos recordar que no se extiende a todos los individuos. Es una imagen de los modales de las naciones griegas en general.

2. Mi segundo comentario es, que aunque la revelaci�n de la ira de Dios desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, mencionada por el ap�stol, Romanos 1:18Ciertamente implica, que ning�n pecador puede tener alguna esperanza de salvaci�n de la ley de la naturaleza, no se sigue, que los piadosos paganos no ten�an esperanza de salvaci�n. Los paganos en general cre�an que sus deidades eran apacibles, y en esa persuasi�n les ofrec�an sacrificios propiciatorios, y esperaban ser perdonados y bendecidos por ellos incluso en un estado futuro: es m�s, muchos de ellos cre�an que iban a volver a animar sus cuerpos. Pero estas esperanzas no se derivan de la ley o la luz de la naturaleza, sino de la promesa que Dios hizo a los primeros padres de la humanidad. Dado que esa promesa fue transmitida por tradici�n a No� y sus hijos, comunicaron el conocimiento de la misma, junto con el uso del sacrificio, a todos sus descendientes. De modo que la esperanza de perd�n e inmortalidad que abrigaban los paganos piadosos,es decir, de la revelaci�n divina.

Sin embargo, siendo agradables a los deseos naturales de la humanidad y �nico remedio para sus mayores temores, estas circunstancias contribuyeron a preservarlo en el mundo. Desde entonces, la esperanza de perd�n y de un estado futuro, que abrigaban los paganos, no se deriv� desde la luz de la naturaleza, pero desde las revelaciones primitivas, el razonamiento del Ap�stol en este cap�tulo es claro y evidente, y esta conclusi�n se mantiene firme; a saber,que la luz y la ley de la naturaleza no ofrecen ning�n m�todo por el cual un pecador pueda ser salvo, y que es solo el Evangelio el que ha sacado a la luz el importante secreto, al explicar y ampliar las revelaciones primitivas y al ense�ar de la manera m�s clara , que Dios aceptar� la fe de los hombres por justicia y, en el juicio, la recompensar� por amor a Jesucristo, como si fuera una justicia que cumpliera la ley de la inocencia.

3. Mi tercer comentario es que la descripci�n que el Ap�stol ha dado de las costumbres nacionales de los griegos, por vergonzosas que sean para la naturaleza humana, es perfectamente cierta, merece atenci�n; porque es una completa refutaci�n de quienes sostienen que la raz�n natural siempre ha sido suficiente para llevar a la humanidad a nociones justas en religi�n ya una conducta moral adecuada. Pues despu�s de que la debilidad de la raz�n humana, en materia de religi�n y moral, ha sido tan claramente demostrada por la experiencia en el caso de los griegos, quienes, de toda la humanidad, fueron los m�s distinguidos por sus dotes intelectuales, la f�til pretensi�n de la suficiencia. de la luz de la naturaleza, establecida por los infieles modernos, con el prop�sito de hacer innecesaria la revelaci�n, debe ser rechazada con un desprecio debido a una falsedad tan grosera.

Y todos los que est�n familiarizados con el estado actual del mundo bajo la gu�a de la luz de la naturaleza, deben abrazar agradecidamente la instrucci�n contenida en el Evangelio, como el medio m�s eficaz de entrenar a ignorantes en criaturas llenas de amor y cielo; y debe someterse humildemente al m�todo de salvaci�n por Cristo, revelado en �l, como por designaci�n divina, y como el �nico m�todo en el que los pecadores pueden ser salvos.

Versículo 1

Pablo, siervo, etc. Desde este vers�culo hasta el decimoquinto tenemos la introducci�n a esta ep�stola, en la que San Pablo afirma su comisi�n como ap�stol de los gentiles; arroja las reflexiones sobre el Evangelio y nuestro Se�or que sean adecuadas para llamar la atenci�n de los jud�os; y da testimonio de su sincero afecto por los cristianos de Roma y de su ferviente deseo de predicar el Evangelio entre ellos. Los primeros siete vers�culos de este cap�tulo son s�lo un per�odo completo, cada uno de sus miembros representa para la mente del lector devoto alg�n misterio augusto y moral edificante de nuestra santa religi�n. La palabra original ?????? es un siervo o esclavo, que es propiedad absoluta de su amo y est� ligado a �l de por vida.

Se considera a s� mismo un ap�stol llamado o invitado y, por lo tanto, un verdadero ap�stol; como hu�sped invitado es un hu�sped verdadero y apropiado. Ver en el cap. Romanos 8:23 . En cuanto a su separaci�n del Evangelio, como los maestros judaizantes disputaron la pretensi�n de San Pablo al oficio apost�lico, es con gran propiedad que lo afirma en la entrada misma de una ep�stola, en la que propon�a una refutaci�n completa de sus principios. V�ase Taylor, Locke, Calmet y Blackwall

Versículo 2

Lo que hab�a prometido antes, etc. El Ap�stol, es probable, afirma esto para insinuar una buena idea del Evangelio en la mente de los jud�os al principio, y para ponerlos en cuesti�n; porque incluso un jud�o incr�dulo, si est� dispuesto a pensar, no podr�a pasar por alto o considerar un poco este sentimiento. Taylor.

Versículo 3

Seg�n la carne , es decir, con respecto a su naturaleza humana. Ambas naturalezas de nuestro Salvador se mencionan en este vers�culo y en el siguiente. Esto tambi�n se refiere al jud�o, y le recuerda que Jes�s, a quien Pablo predic�, era de la familia real, de donde esperaban que surgiera el Mes�as. Ver a Taylor y Locke

Versículo 4

Con poder� Ver Romanos 1:16 . Romanos 1:16 . El que lea en el original lo que dice San Pablo, Efesios 1:19 sobre el poder que Dios ejerci� al resucitar a Cristo de entre los muertos, dif�cilmente evitar� pensar que all� ve a San Pablo esforz�ndose por encontrar palabras para expresar la grandeza de Cristo. eso. La palabra declarada no responde exactamente al original, ni es quiz�s f�cil encontrar una palabra en ingl�s que responda perfectamente a la palabra griega ??????????, en el sentido que el Ap�stol la usa aqu�. La palabra original '??????? significa propiamente enlazar , terminar,o circunscribir; por cuya terminaci�n se hace la figura de las cosas sensibles, y se sabe que son de tal o cual especie, y as� se distinguen de otras. As�, San Pablo considera la resurrecci�n de Cristo de entre los muertos y la entrada en la inmortalidad como la marca m�s eminente y caracter�stica por la cual Cristo es ciertamente conocido, y por as� decirlo, el Hijo de Dios; e indudablemente su resurrecci�n quit� ampliamente todo el oprobio de su cruz, y le dio el t�tulo del honor del primog�nito entre muchos hermanos.

La frase seg�n el Esp�ritu de santidad, dice el Sr. Locke, se opone aqu� manifiestamente a seg�n la carne en el vers�culo anterior, y por eso debe significar su naturaleza divina; a menos que se comprenda esto, se pierde la ant�tesis. El Dr. Doddridge, sin embargo, y otros piensan que parece poco agradable al estilo de las Escrituras en general, llamar a la naturaleza divina de Cristo el Esp�ritu de santidad, y por lo tanto, m�s bien se refieren a la operaci�n del Esp�ritu de Dios. en la producci�n del cuerpo de Cristo; por lo cual la oposici�n entre la carne y el Esp�rituser� preservado, el uno se refiere a los materiales sobre los que se act�a, el otro al agente divino y milagroso. Comp�rese con Lucas 1:35 . El sentido del vers�culo tal vez se exprese as�: "Pero determinado y de la manera m�s convincente fue se�alado como Hijo de Dios, en cuanto a esa parte espiritual en �l, que permaneci� perfectamente santa y sin mancha bajo todas las tentaciones, por haber sido levantado de los muertos al dominio universal ".

Versículo 5

Hemos recibido ... Esta es una forma modesta de expresi�n; el Ap�stol se refiere a s� mismo con la palabra nosotros. Gracia o favor, y apostolado, algunos piensan que significan el favor de ser ap�stol. Por tanto, ?????, gracia, se pone para el oficio apost�lico; ch. Romanos 12:3 Romanos 15:15 . 1 Corintios 3:10 . Efesios 3:8 y, en general, gracia o favor puede significar cualquier beneficio, oficio o investidura, que es el don o el efecto de un favor.

Pero otros mantendr�an las cl�usulas distintas, "ya que es cierto, dicen, que Pablo recibi� la gracia para someter su coraz�n a la obediencia de Cristo y prepararlo para el ministerio del Evangelio, antes de recibir su comisi�n apost�lica, siempre que suponemos que esa comisi�n est� fechada ". Wells traduce la siguiente cl�usula, a la obediencia de la fe en cuanto a su nombre entre todos los gentiles. La traducci�n del Dr. Heylin, aunque bastante parafr�stica, parece expresar el significado del ap�stol: para que yo, por la gloria de su nombre [ 2 Tesalonicenses 1:12 .] Reduzca a la obediencia de la fe [o del Evangelio] algunas entre todas las naciones .

Versículos 6-7

Los llamados de Jesucristo, etc., llamados de Jesucristo, llamados a ser santos, son expresiones diferentes para los profesores del cristianismo. Toda naci�n o pueblo es llamado o invitado por Jesucristo, llamado a ser santo, que de hecho ha recibido el Evangelio, por cualquier medio que le haya sido transmitido. Para entender correctamente al Ap�stol en esta primera parte de su introducci�n, todo desde la palabra Se�or, en medio de Romanos 1:3 hasta el comienzo de Romanos 1:7 debe leerse como entre par�ntesis.

El lector atento observar� con gran placer la variedad de pensamientos apropiados e importantes que se sugieren en estos vers�culos; particularmente los puntos de vista que los profetas jud�os hab�an dado del Evangelio, el descenso de Cristo de David, la gran doctrina de la resurrecci�n y la divinidad de Cristo, el env�o del Evangelio a los gentiles, los privilegios de los cristianos, como los llamados y amados de Dios, y la fe, obediencia y santidad a la que est�n obligados por su profesi�n. V�ase Locke, Taylor, Doddridge y Turretin.

Gracia � y paz Gracia, el favor peculiar de Dios; y paz, o toda clase de bendiciones, temporales, espirituales y eternas, de Dios el Padre. �sta es la manera usual en que los ap�stoles hablan: - Dios el Padre, - Dios nuestro Padre: ni usan a menudo, al hablar de �l, la palabra Se�or, como implica Jehov�, el nombre propio de Dios. En el Antiguo Testamento, de hecho, los santos generalmente dec�an el Se�or nuestro Dios; porque entonces eran como siervos, mientras que ahora son hijos; e hijos tan bien conocidos por el Padre, que no necesitan mencionar con frecuencia su nombre propio. Es uno y el mismopaz, y una y la misma gracia, que es de Dios y de Jesucristo. Nuestra confianza y oraci�n puestas en Dios, ya que es el Padre de Cristo; y en Cristo, cuando nos presenta al Padre. Bengelius.

Versículo 8

Primero, agradezco, etc.� En la entrada misma de esta ep�stola est�n las huellas de todos los afectos espirituales; pero sobre todo de agradecimiento, con cuya expresi�n comienzan casi todas las ep�stolas de San Pablo. Aqu� agradece particularmente a Dios, que lo que de otra manera �l mismo deber�a haber hecho, ya se hizo en Roma. Dios m�o, expresa fe, esperanza, amor y, en consecuencia, toda la religi�n verdadera. La bondad y la sabidur�a de Dios son notables, ya que estableci� la fe cristiana en las principales ciudades, como Jerusal�n y Roma, desde donde podr�a difundirse por todo el mundo. Bengelius.

Versículo 9

Con mi Esp�ritu: "No solo con mi cuerpo, sino con toda la inclinaci�n, la mayor integridad y ardor de mi alma".

Versículo 11

Alg�n don espiritualLos cristianos no pod�an negar que los jud�os eran los adoradores externos del Dios verdadero y hab�an sido nominalmente su pueblo durante muchas edades; con lo cual los primeros estaban dispuestos a persuadir a sus gentiles conversos, que el Mes�as fue prometido y enviado solo a la naci�n jud�a, y que los gentiles pod�an reclamar o no beneficiarse de �l; o si iban a recibir alg�n beneficio del Mes�as, todav�a estaban obligados a observar la ley de Mois�s, que era la forma de adoraci�n prescrita por Dios a su pueblo. Esto en varios lugares sacudi� mucho a los conversos gentiles. San Pablo se ocupa en esta ep�stola (como hemos observado en la introducci�n) de probar que las bendiciones del Mes�as estaban destinadas tanto a los gentiles como a los jud�os; y que para hacer part�cipe a cualquiera de los beneficios y privilegios del Evangelio,

Entonces, donde San Pablo expresa su cuidado de que los colosenses se establezcan en la fe, es visible por el contexto que a lo que se opuso fue al juda�smo. Los corintios, que hab�an gozado de la presencia de san Pablo, abundaban en dones espirituales. Ver 1 Corintios 1:7 ; 1 Corintios 12:1 ; 1 Corintios 12:31 ; 1 Corintios 14:1 ; 1 Corintios 14:40 . Lo mismo hicieron los g�latas; y de hecho todas esas iglesias, que hab�an disfrutado de la presencia de alguno de los ap�stoles, ten�an ventajas particulares en esto por la imposici�n de sus manos; porque era el oficio particular de los ap�stoles otorgar dones milagrosos por este m�todo ( Hechos 8:17 ; Hechos 8:40; Hechos 19:6 ).

Pero hasta ahora los romanos eran muy inferiores a otras iglesias a este respecto; por eso el Ap�stol, en el cap�tulo 12, hace una hermosa menci�n de sus dones espirituales. Por tanto, desea impartir algunos para que se establezcan; porque por ellos el testimonio de Cristo fue fuertemente confirmado entre ellos. V�ase Locke, Bengelius y Bos.

Versículo 12

Es decir, para que me consuele: San Pablo, en el vers�culo anterior, hab�a dicho que deseaba venir entre ellos para establecerlos. En estas palabras es decir,explica, o por as� decirlo, lo que hab�a dicho, para que no pareciera pensar que no estaban suficientemente instruidos o establecidos en la fe; y por lo tanto, les dirige el final de su venida, para que se regocijen mutuamente en la fe del otro, cuando �l y ellos vengan a verse y conocerse. Este pensamiento, tan lleno de respeto hacia sus amigos cristianos en Roma, se sugiere con gran delicadeza y direcci�n; y es razonable suponer que cada nuevo caso, en el que los dones milagrosos fueron comunicados por la imposici�n de manos de cualquiera de los ap�stoles, ser�a una fuente de nueva edificaci�n y consuelo para estos santos hombres, por ser una muestra tan evidente de la presencia divina con ellos, y un sello nuevo y solemne puesto a la comisi�n que hab�an recibido. Este vers�culo estar�a mejor traducido,Es decir, que mientras yo est� entre ustedes, seamos consolados juntos por la fe mutua, etc. V�ase Locke, Doddridge, Calmet y Beausobre y Lenfant.

Versículo 13

Pero se dej� ... Obstaculizado.

Versículo 14

Soy un deudor � Como el Evangelio estaba confiado a su confianza, �l era un fideicomisario y, por tanto, un deudor para distribuirlo gratuitamente a todos, seg�n tuviera la oportunidad, 1 Timoteo 1:11 . 1 Tesalonicenses 2:4 . San Pablo incluye a los romanos bajo el t�rmino griegos; porque los jud�os llamaban a todos los extranjeros griegos o gentiles, como los griegos y romanos llamaban b�rbaros a todos los extranjeros; de modo que esta divisi�n comprende a todas las naciones.

La �ltima cl�usula debe ser dada, tanto a los eruditos como a los ignorantes; porque como la palabra original ????? a menudo significa erudito (ver 1 Corintios 1:20 ; 1 Corintios 1:31 .); en consecuencia, el otro, ???????, debe significar ignorante, o aquellos cuyo entendimiento no ha sido mejorado por la cultivaci�n. V�ase Bengelius, Beausobre y Lenfant.

Versículo 15

Estoy listo, etc.� La palabra griega ???????? no s�lo expresa disposici�n, sino en algunos casos un af�n de deseo. "Estoy dispuesto y deseoso de predicar el Evangelio incluso en Roma, aunque sea la capital del mundo, un lugar de mayor cortes�a y grandeza, y un lugar donde podr�a parecer particularmente peligroso oponerse a esas supersticiones populares a las que el imperio se supone que debe su grandeza y felicidad; sin embargo, en todo caso, estoy dispuesto, estoy ansioso por venir y publicar este mensaje divino entre ustedes, aunque sea a expensas de mi reputaci�n, mi libertad o mi vida. " Ver Doddridge y Raphelius.

Versículo 16

Porque no me averg�enzo, etc.� El Ap�stol aqu� entra en su tema, afirmando la excelencia del Evangelio, como un plan de bondad calculado para la salvaci�n de la humanidad, Romanos 1:16 y luego muestra lo que necesita el gentil El mundo tuvo de la misericordia de Dios, ya que se mantuvo odioso a su ira por su idolatr�a y abominable maldad, que se describen en general, Romanos 1:18 . Esto era apropiado para convencer y despertar al gentil, y para involucrar a suatenci�n; porque esto era prueba suficiente, incluso para el fil�sofo m�s sabio, de cu�n defectuoso y err�neo era en el conocimiento de las cosas divinas, y cu�n ineficaz era cualquier cosa que �l hab�a elaborado para reformarse a s� mismo o al resto de la humanidad. Pero el Ap�stol tambi�n tiene los ojos puestos en el jud�o, y su prop�sito es se�alar esta descripci�n negra a su conciencia.

Nada entrar�a m�s f�cilmente en los pensamientos del jud�o que la corrupci�n del mundo gentil, que condenar�a de inmediato y en�rgicamente, y as� estar�a debidamente preparado para la aplicaci�n en el pr�ximo cap�tulo: porque �y si su naci�n no fuera un �pice? mejor en su moral que los paganos? �C�mo pod�an, con conciencia o modestia, arrogarse toda la misericordia divina para s� mismos, o fingir que otros hombres eran indignos de ella, cuando hab�an hecho tanto o m�s para perderla que otros? Ver en el cap. Romanos 2:1 . San Pablo llama al Evangelio el poder de Dios. La palabra original ??????? significa frecuentemente un poder moral; bien, primero, objetivamente, como el poder de la evidencia y los motivos para afectar e influir en la mente, Marco 9:1. Hechos 4:33 .

1 Corintios 1:18 . En segundo lugar, subjetivamente significa capacidad, virtud o buenas disposiciones en el sujeto actuando, Mateo 25:15 . Lucas 1:17 . Hechos 1:8 . Por tanto, podemos concluir que el Evangelio es el poder de Dios para la salvaci�n, ya sea como efecto de su gran amor y bondad. [ Su PODER divino nos ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida y la piedad, 2 Pedro 1:3 ], o como est� admirablemente adaptado para iluminar nuestra mente y santificar nuestro coraz�n, o ambos. Hay una noble franqueza, as� como un sentido muy amplio, en las �ltimas palabras de este verso; al jud�o primero, etc.

por el cual San Pablo, por un lado, insin�a fuertemente a los jud�os su absoluta necesidad del Evangelio para la salvaci�n; y por otro, mientras les declara que tambi�n se predicar�a a los gentiles, les ense�a a la m�s cort�s y m�s grande de estas naciones, a quien podr�a venir como embajador de Cristo, tanto que su salvaci�n tambi�n depend�a de recibir �l, y que las primeras ofertas de �l estaban en todas partes para hacerse a los jud�os despreciados. Ver Doddridge.

Versículo 17

Porque en �l se revela la justicia de Dios, etc.� El t�rmino ?????????? ???? significa claramente aqu�, y en varios otros pasajes de esta ep�stola, no la justicia esencial de la naturaleza de Dios, sino la manera de llegar a ser justo que Dios ha designado y exhibido en el Evangelio (comp�rese con el cap�tulo 3:

21, 22 Romanos 10:3 . Filipenses 3:9 . Mateo 6:33 .); y la frase quiz�s tenga el mismo sentido en muchos pasajes del Antiguo Testamento. Ver Isa�as 46:13 ; Isa�as 51:5 ; Isa�as 51:8 ; Isa�as 56:1 . En este sentido, parece mejor traducir el original por justificaci�n; porque la justicia, tanto en el sentido como en el sonido, est� demasiado lejos de la justificaci�n. En aquellos lugares donde significa rectitud moral en general, la palabra justicia responde apropiadamente al sentido de la palabra griega.

La justificaci�n de Dios revelada, en este vers�culo, est� claramente en oposici�n a la ira de Dios revelada en el siguiente, y por lo tanto, la justificaci�n debe entenderse en un sentido opuesto a la ira. Algunos leen esta cl�usula, la justificaci�n de Dios por la fe se revela a la fe; pero Vorstius, y despu�s de �l el Sr. Locke, parecen juzgar con raz�n el sentido de ser "que la justicia de Dios es de un extremo al otro, por fe; porque la salvaci�n del Evangelio es ciertamente desde el principio hasta el final de la fe". De nuestra parte." Por la fe somos admitidos en nuestro estado actual de gracia y favor, cap. Romanos 5:2 .; por la fe continuamos en �l, cap. Romanos 11:20.; por fe lo mejoramos debidamente, Judas, Romanos 1:20 .; y los fieles son guardados por el poder de Dios, mediante la fe para salvaci�n, 1 Pedro 1:5 .

Pero entonces, al mismo tiempo, se implica una progresi�n o un aumento; porque este modo de hablar se aplica a cosas mensurables o improbables, y denota una sucesi�n, acceso o mejora; ??, desde, que significa el punto de donde comienza el progreso o aumento; y ???, a, que significa el punto al que tiende. As�, primero, en cosas medibles, �xodo 26:28 . La barra debe llegar de un extremo a otro. En segundo lugar, en cosas mejorables, Salmo 84:7 . Van de fuerza en fuerza, es decir, con un grado a�n mayor de fuerza. Jeremias 9:3 . Proceden de mal en mal; es decir, ir de mal en peor. 2 Corintios 3:18 . De gloria en gloria; es decir, de un grado de gloria a otro: y as� aqu� la salvaci�n que Dios ha provisto el Evangelio es de fe en fe, o enteramente de fe de nuestra parte, mediante el progreso y mejoramiento de la primera fe a una fe a�n m�s elevada. la licenciatura; significando los avances que debemos hacer en este gran principio de nuestra religi�n.

Y esto concuerda muy bien con la cita del Ap�stol, Habacuc 2:4 el justo vivir� por su fe ; es decir, el que cree y mejora su fe en un principio constante de justicia, y por medio de la fe contin�a obrando justicia, vive; pero si retroced�is, mi alma no se complacer� en �l. Pero nosotros no somos de los que se apartan para perdici�n, habiendo desechado su primera fe, sino de los que creen, por una fe progresiva, para salvaci�n del alma, Hebreos 10:38. El Sr. Locke piensa que el prop�sito de la cita de Habacuc es probar que quienes son justificados, ya sea antes, sin o bajo la ley de Mois�s, o bajo el Evangelio, son justificados no por las obras, sino por la fe solamente. Ver G�latas 3:11 .

Versículo 18

Porque: "No hay otra manera de obtener la vida y la salvaci�n". Habiendo expuesto su propuesta, el Ap�stol entra ahora en la prueba de ella. Su primer argumento es: "La ley condena a todos los hombres por estar bajo pecado; por tanto, ninguno es justificado por las obras de la ley". Esto se trata en el cap. Romanos 3:20 . Y de ah� infiere, "por tanto, la justificaci�n es por la fe". La ira de diossignifica la venganza de Dios, la destrucci�n y el castigo que infligir� a los pecadores. Esto se revela no s�lo por la luz general de la naturaleza, (si puedo usar la expresi�n, cuando todo lo bueno es de la gracia) y por las frecuentes y se�aladas interpretaciones de la providencia divina, sino tambi�n en los or�culos sagrados, y particularmente por esa mismo Evangelio que revela la manera en que Dios justifica a los hombres. Ver Hechos 17:30 cap. Romanos 2:5 .

2 Timoteo 1:10 . La impiedad, parece comprender el ate�smo, el polite�smo y la idolatr�a del mundo pagano; como injusticia sus otros abortos involuntarios y vidas viciosas; seg�n el cual San Pablo los trata claramente en los siguientes vers�culos. La misma apropiaci�n de estas palabras se puede observar en otras partes de esta ep�stola. De hombres, medios de hombres de todas las naciones, de todos los hombres en todas partes. Antes, era solo para los hijos de Israel que la obediencia y la transgresi�n eran declaradas y propuestas por revelaci�n, como t�rminos de vida y muerte. La palabra traducida retener, significa retener o retener;y luego significado del Ap�stol ser� su retenedor, o retener, o saber la verdad en la especulaci�n, a pesar de que la violan en sus vidas. No carecen del todo de la verdad, pero no siguen lo que tienen de ella; viviendo en contra de lo que saben, o descuidando saber lo que podr�an. Esto es evidente por las siguientes palabras, y por la misma raz�n de la ira de Dios, el cap. Romanos 2:8 en estas palabras, que no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia. V�ase Locke, Bengelius y Hammond.

Versículo 19

Es manifiesto en ellos, etc.� Es manifiesto entre ellos, porque Dios se lo manifest�. Vea el siguiente vers�culo y el cap. Romanos 2:15 .

Versículo 20

Para las cosas invisibles, etc. � Porque desde la creaci�n del mundo, las cosas invisibles de �l son ( debidamente atendidas ) claramente vistas por las cosas que son hechas; incluso su eterno poder y divinidad. Esas cosas invisibles de Dios, de las que habla aqu� el Ap�stol, est�n al alcance y descubrimiento de la raz�n y el entendimiento de los hombres; pero, sin embargo, deben ejercitar sus facultades y dedicar su mente a ellas: son y pueden ser descubiertass�lo si se consideran atentamente: y sin embargo, el conjunto debe ir acompa�ado de la luz divina y la gracia divina (que se ofrecen a todos) para la producci�n de cualquier bien genuino. El obispo Warburton tiene un comentario peculiar sobre las �ltimas palabras de este vers�culo, y las del siguiente, donde observa que el ap�stol evidentemente condena la pol�tica insensata de los sabios gentiles, quienes cuando conocieron a Dios, sin embargo , no lo glorificaron como Dios, predicarlo a la gente, pero, arrastrado en la vanidad de su imaginaci�n, por un principio equivocado de la pol�tica, que un conocimiento vulgar o general de �l ser�a perjudicial para la sociedad, encerr� su gloria en sus MISTERIOS, y dio la gente a cambio deun Dios incorruptible, una imagen hecha como un hombre corruptible, etc.

por tanto, Dios, en castigo por sus pecados, convirtiendo as� su verdad en una mentira, permiti� que incluso sus misterios, que erigieron (aunque sobre estos principios err�neos) para una escuela de virtud, degeneraran en un odioso sumidero de vicio e inmoralidad; - entreg�ndolos a toda inmundicia y afectos viles. Que este era el significado del Ap�stol, no s�lo se desprende del tenor general del pasaje, sino de varias expresiones particulares; como Romanos 1:23 donde habla de cambiar la gloria de Dios en aves, bestias y reptiles: porque esta fue la superstici�n peculiar de Egipto, y Egipto fue el primer inventor de estos misterios. De nuevo, dice,Adoraban y serv�an a la criatura m�s que al Creador, Romanos 1:25 . Esto era estrictamente cierto con respecto a los MISTERIOS: el CREADOR fue reconocido all� por un peque�o y selecto n�mero de participantes; pero el culto general y solemne en estas celebraciones era a sus �dolos naturales . Ver Div. Pierna. B. 2: secc. 4 y Pearson sobre el Credo, art. I.

Versículo 21

Tampoco estaban agradecidos. Es digno de nuestra observaci�n, que la gratitud a Dios se expresa aqu� por toda la religi�n; y como ning�n principio puede ser m�s noble, ninguno puede ser m�s fuerte o m�s extenso. El Sr. Locke ilustra la siguiente cl�usula con la est�pida locura y vanidad de su idolatr�a. Ver 2 Reyes 17:15 . Hechos 14:15 . Pero la palabra ????????????, imaginaciones, o m�s bien razonamientos, parece referirse m�s propiamente al sofisma de los fil�sofos. Violaron sus juicios y quedaron sin juicio: perdieron la comprensi�n, porque no quisieron seguir su direcci�n.

Pusieron la vela del Se�or debajo de un celem�n y la vela se apag�. Lamentablemente, el caso es el mismo bajo cualquier dispensaci�n, incluso la m�s clara. La palabra ????????, traducida como tonta, significa desconsiderado, en el grado m�s alto y m�s culpable, en oposici�n a un uso sincero de los medios y el conocimiento de Dios que ten�an. Su coraz�n era desconsiderado: es decir, no hicieron un uso serio y concienzudo de su entendimiento. V�ase Locke, Sykes's Connection, cap. 14: p�g. 364 y ??Sistema intelectual de Cudworth, cap. 4. secc. 10-31.

Versículo 22

Profesando ser sabios� El original parece equivalente a ese t�rmino de Jenofonte, - ????????? ?????????, - profesando filosofar, que tan evidentemente se refiere al orgullo que ten�an en el t�tulo de amantes de la sabidur�a. Ver Raphelius.

Versículo 23

Y cambi� la gloria. As� como su locura se hizo evidente en una variedad de otros vicios, en los que los fil�sofos de las naciones paganas se unieron al pueblo en general, as�, particularmente, en el predominio temprano y casi universal de la idolatr�a entre ellos; por el cual cambiaron la gloria del Dios inmortal, incorruptible y eterno , incluso todos los majestuosos esplendores en los que resplandece a trav�s de la tierra y el cielo, en la imagen representativa del hombre mortal y corruptible;que, por muy elegantemente que se pudiera rastrear, era una degradaci�n grande e insufrible, si su locura no hubiera avanzado m�s; pero, no contentos con esto, establecieron como emblema de la Deidad, y objetos de adoraci�n, brutos y sus im�genes , p�jaros y animales de cuatro patas, e incluso reptiles tan viles como los escarabajos y varias clases de serpientes que se arrastran sobre el polvo. Ver Hechos 28:6 . Es una especulaci�n curiosa, y ha empleado los pensamientos y las plumas de muchos, lo que podr�a ser el original del culto a los animales, de un culto tan degradante como el que se menciona en el presente vers�culo, y que, aunque prevalece en casi todas las naciones de la tierra, era todav�a en gran medida peculiar de los egipcios.

El obispo Warburton insiste, y con gran muestra de raz�n, en su muy erudito discurso sobre los antiguos jerogl�ficos, que la escritura simb�lica [a trav�s de la corrupci�n universal de la humanidad] fue el origen del culto animal: porque, dice �l, en esos jerogl�ficos mejorados llamados s�mbolos, en el que se confiesa que estaba contenido el saber egipcio antiguo, las propiedades menos obvias de los animales ocasionaron que se convirtieran en marcas de adaptaci�n anal�gica para ideas muy diferentes, ya fueran de sustancias o de modos; que insin�a claramente que el conocimiento f�sico se hab�a cultivado durante mucho tiempo: ahora estos s�mbolos los considero el original del culto animal: porque, primero,este tipo de idolatr�a era peculiar de la superstici�n egipcia, y casi desconocida para todos los tipos del paganismo, pero evidentemente fueron copiadas de ese original. En segundo lugar, los egipcios no solo adoraban a los animales, sino a las plantas y, en una palabra, a toda clase de seres que tuvieran cualidades notables, singulares y eficaces, porque todas ellas hab�an encontrado su lugar en la escritura simb�lica.

En tercer lugar,Adem�s de la adoraci�n de casi todo lo que existe, los egipcios adoraban mil quimeras de su propia creaci�n, algunas con cuerpos humanos y cabeza o pies de brutos, etc. Porque adem�s de los m�todos m�s simples en la escritura jerogl�fica de expresar a sus dioses-h�roes mediante una planta o un animal completo, hab�a otros dos, que la historia m�s circunstancial de estas deidades �dolos puso en uso. As�, cuando el sujeto era s�lo una de las cualidades de un dios o h�roe, la forma humana se deformaba s�lo parcialmente, como con la cabeza de un perro, etc. Pero donde el tema requer�a un cat�logo m�s completo de las virtudes del h�roe, all� emplearon un ensamblaje de las diversas partes de varios animales, cada uno de los cuales, en escritura jerogl�fica, era significativo de una propiedad distintiva;En cuarto lugar, ese animal que fue adorado en una ciudad, fue sacrificado en otra. As� adoraron en Menfis al buey, en Tebas al carnero; sin embargo, en un lugar cada uno de estos animales fue utilizado en sacrificio.

La raz�n de esto s�lo puede ser que en Menfis el buey era en el aprendizaje jerogl�fico el s�mbolo de alguna deidad, y en Tebas el carnero: porque �qu� m�s se puede decir del original de una diversidad tan fant�stica en �dolos-deidades representativas dentro de un reino de una religi�n nacional? En quinto lugar, el culto a los brutos fue al principio totalmente objetivo para sus dioses-h�roes, de los cuales los animales eran s�lo representantes. Esto se ve por el rango que tienen en los monumentos antiguos, por la adoraci�n invariable de algunos de ellos, como los Apis, que a�n continuaban siendo adorados como representantes de Osiris, y por el testimonio de Herodoto, quien dice: "Que cuando los egipcios se dirigieron al animal sagrado, sus devociones se rindieron a ese Dios a quien pertenec�a la bestia". En sexto lugar,Para aclarar el asunto, se puede observar que el culto a las bestias m�s temprano en Egipto no era una adoraci�n del animal vivo, sino s�lo de su cuadro o imagen. Si el original del culto a las bestias fuera otro de lo que se supone aqu�, el animal vivo debe haber sido adorado primero, y la imagen de �l habr�a sido s�lo una superstici�n acompa�ante. Estas consideraciones son suficientes para mostrar que los jerogl�ficos fueron el origen de culto bruto, que en consecuencia se inici� en Egipto, y se propag� desde all�.

All�, el m�todo de los eruditos consist�a en registrar la historia de sus h�roes-dioses en jerogl�ficos mejorados, que dieron origen al culto a las bestias. Pues los personajes de este tipo de escritura, siendo las figuras de animales, que representaban las marcas de sus dioses elementales , y principalmente de sus h�roes, pronto hicieron sagrados sus jerogl�ficos. Y esto en un gran espacio de tiempo, introdujo un culto simb�lico a sus dioses bajo figuras jerogl�ficas. Pero la gente olvid� en ese momento el s�mbolo o la relaci�n y deprav� a�n m�s esta superstici�n por una v�a directa.Adoraci�n; hasta que finalmente los animales mismos, cuyas figuras representaban estos jerogl�ficos, se convirtieron en objetos de adoraci�n religiosa. Qu� especie de idolatr�a, por el cr�dito y el comercio de los egipcios, y sus portadores los fenicios, con el transcurso del tiempo se extendi� entre otras naciones. Ver Div. Pierna. B. 4: secta. 4 p. 17

Versículo 24

Por tanto, Dios tambi�n los entreg� Hay tres grados de impiedad y de castigo descritos en estos vers�culos: el primero en Romanos 1:21 ; el segundo en Romanos 1:25 .; el tercero en el vers�culo 28 y siguientes. El castigo en cada lugar se expresa: Dios los entreg�. Si un hombre no adora a Dios como Dios, est� tan abandonado a s� mismo, que desecha su misma hombr�a. Un castigo del pecado proviene de su propia naturaleza , como Romanos 1:27 otro como aqu� proviene de la justicia vengativa.

Entre ellos, ?? ???????, ser�an interpretados m�s apropiadamente por ellos mismos; porque el sentimiento del Ap�stol parece ser que el abuso de ellos mismos fue su propio acto y obra; conven�a que fueran deshonrados los que deshonraban a Dios; y no pod�an ser deshonrados ni por nadie sino por ellos mismos; ni por s� mismos de ninguna otra manera tanto como esta. Tenemos el mismo pensamiento de nuevo, Romanos 1:27 y la misma frase; donde lo representamos en s� mismos. La palabra original '??, en el griego helen�stico, como nos dicen los cr�ticos, tiene la fuerza de todas las preposiciones, y aqu� puede ser traducida de o por. Ver Bengelius y Bos.

Versículo 25

�Qui�n cambi� la verdad de Dios en una mentira? Elsner se esmera en mostrar que la verdad de Dios aqu� significa lo que �l realmente era; y una mentira, una falsa representaci�n. Es bien sabido que a los �dolos a menudo se les llama mentiras. Ver Isa�as 44:20 ; Isa�as 44:28 .

"Cambiaron la verdad de Dios, la verdadera doctrina de su naturaleza y las instituciones genuinas de su culto, en una mentira, en abominables idolatr�as, fundadas en las m�s falsas representaciones de Dios, y a menudo apoyadas por una serie de art�sticas falsificaciones". V�anse las Observaciones de Elsner, vol. 2: p�g. 11.

Versículo 26

En lo que est� en contra de la naturaleza. Se pueden ver muchas ilustraciones horribles de esto en los Ejercicios de Bos en el lugar.

Versículo 27

Y lo mismo tambi�n los hombres: cu�n justas son las reflexiones del Ap�stol y cu�n acertadamente ha colocado este abominable abuso de la naturaleza humana a la cabeza de los vicios en los que cay� el mundo pagano, se ver�, si observamos, que Cicer�n , �El fil�sofo m�s grande de Roma �un poco antes de que se predicara el Evangelio�, en su libro sobre la naturaleza de los dioses, (donde encontrar� mil sentimientos ociosos sobre ese tema), introduce, sin ning�n signo de desaprobaci�n, Cotta, un hombre de primer orden y genio, que pose�a libre y familiarmente a otros romanos de la misma calidad, este vicio peor que bestial practicado por �l mismo; y citando la autoridad de los fil�sofos antiguos en su reivindicaci�n.

Ver lib. 1: secta. 28. No, �y no encontramos siquiera al m�s elegante y correcto tanto de los poetas griegos como de los romanos, confesando este vicio, e incluso celebrando los objetos de su abominable afecto? En verdad, es bien sabido que este vicio tan detestable fue larga y generalmente practicada entre los paganos por todo tipo de hombres, fil�sofos y otros: de donde podemos concluir, que el Ap�stol ha hecho justicia al mundo gentil en los otros casos que da de su corrupci�n. El error tambi�n se usa para la idolatr�a, 2 Pedro 2:18 . Ver Calmet y Bos.

Versículo 28

E incluso cuando no les gustaba retener a Dios, etc.� La palabra ????????, que traducimos como, significa buscar o explorar; como los orfebres prueban el metal, para distinguir lo bueno de lo falso. 1 Tesalonicenses 5:21 . 1 Pedro 1:7 . En oposici�n a esto, la frase ???????? ????, que traducimos como una mente reprobada, observa muy ingeniosamente el Sr. Locke, debe significar una mente imprudente que no busca; porque San Pablo usa a menudo compuestos y derivados, en el sentido en que un poco antes us� las palabras primitivas, aunque un poco variando del idioma griego preciso; un ejemplo de lo cual tenemos en esta misma palabra ????????, 2 Corintios 13donde, habiendo Romanos 1:3 us� la palabra griega ?????? para una prueba de su misi�n por dones sobrenaturales, �l usa la palabra contraria ????????, para alguien que estaba desprovisto de tal prueba.

As� que aqu� les dice a los romanos que los gentiles no ejercitaron sus mentes para buscar la verdad y formar sus juicios correctamente, Dios los dej� a una mente imprudente que no buscaba. Las palabras traducidas, En su conocimiento, ?? ?????????, se traducir�an m�s apropiadamente, con reconocimiento: porque los gentiles no estaban completamente sin el conocimiento de Dios en el mundo, nos dice San Pablo en este mismo cap�tulo. Pero no lo reconocieron como deb�an: no mejoraron tanto sus conocimientos como para reconocerlo u honrarlo como deb�an. En otras palabras, este vers�culo parece expresar lo mismo que Romanos 1:21 . Las �ltimas palabras son un ejemplo de la figura llamada meiosis;porque implican las cosas que son m�s in�tiles y enormes; como se mencionan en los siguientes vers�culos. El lector encontrar� en Sab 14:11 , etc.

un discurso como este de San Pablo, en el que la idolatr�a se presenta como la fuente de los mayores cr�menes y despilfarros de los hombres. El se�or Locke piensa que el copulativo y, al principio de este vers�culo, lo une al 25, y que los versos intermedios deben leerse entre par�ntesis: pero es f�cil ver c�mo se lleva el hilo del discurso del Ap�stol. , sin suponer ning�n par�ntesis. � Ver. 23 Los paganos deshonraron a Dios, represent�ndolo bajo las im�genes de las cosas m�s viles; y Romanos 1:24 les permiti� deshonrar y rebajar a s� mismos por las concupiscencias m�s viles. Romanos 1:25 que cambi� la verdadera naturaleza de Diosen una mentira: Y Romanos 1:26 los dej� para cambiar su naturaleza en algo peor que brutal.

Por �ltimo, Romanos 1:28 no ejercieron su mente en escudri�ar e indagar para poder retener el conocimiento de Dios y rechazar las nociones falsas de los hombres; y por lo tanto Dios los entreg� a una mente est�pida , irreflexiva y sin b�squeda . No usar�an su raz�n, a trav�s de la luz divina y la gracia que se les ofrece, en el conocimiento y adoraci�n de Dios; y actuaron como si no tuvieran raz�n en la manera de vivir entre los hombres. Y de la misma manera, toda la corrupci�n de la verdadera religi�n es, y siempre estar�, en proporci�n acompa�ada de pr�cticas corruptas y viciosas. Vea Hammond, Locke y Bos.

Versículo 29

Maldad : la palabra original significa hacer da�o: el que se traduce en malicia denota un temperamento malicioso; y eso se tradujo en malignidad, una costumbre de repetir su maldad con frecuencia. La injusticia o injusticia ocupa el primer lugar en este cat�logo negro, la falta de misericordia al final.

La enumeraci�n completa contiene nueve detalles relacionados con los afectos, dos con la conversaci�n, tres con respecto a Dios, a s� mismos y al pr�jimo; dos a las transacciones de asuntos externos, y seis a las diversas relaciones en las que se encontraban. V�ase Bengelius y Calmet.

Versículo 30

Odiadores de Dios: descontentos con su gobierno y descontentos con su gobierno, como un Ser justo y santo que no pod�a sino estar muy disgustado con sus abominaciones. La palabra original '????????, traducida como despreciativa, ser�a m�s propiamente violenta o autoritaria en su comportamiento mutuo. Expresa apropiadamente el car�cter de un hombre que est� resuelto a satisfacer sus propios apetitos y pasiones, y perseguir lo que aprehende su propio inter�s, correcto o incorrecto; sin considerar en absoluto los inconvenientes o sufrimientos que por ello pueda acarrear sobre s� mismo. Inventores de cosas malas,medios como los que se picaron a s� mismos al hacer nuevos descubrimientos en las artes de la sensualidad o de la travesura; que descubrieron nuevos placeres, nuevas formas de obtener ganancias y nuevas artes de hacer da�o a sus semejantes, particularmente en la guerra. V�ase Bengelius, Calmet y Mintert.

Versículo 31

Sin comprensi�n� Sin consideraci�n, '?????????. Ver Romanos 1:21 .� Romanos 1:21pacto: es bien sabido que los romanos, como naci�n, desde el comienzo de su mancomunidad, nunca tuvieron ning�n escr�pulo en desalojar por completo el compromiso m�s solemne, si no les gustaba. ; aunque hecha por su magistrado supremo, en nombre de todo el pueblo. Solo entregaron al general que lo hab�a logrado, y luego supusieron que estaban en plena libertad.

La costumbre de exponer a sus propios hijos reci�n nacidos a morir por el fr�o, el hambre o las bestias salvajes, que tan generalmente prevalec�a en el mundo pagano, particularmente entre los griegos y los romanos, era una prueba asombrosa de su falta de afecto natural: como tambi�n lo el de matar a sus padres ancianos : porque la palabra griega ??????? puede incluir la ausencia tanto de afecto paterno como filial. V�ase Bengelius y Doddridge.

Versículo 32

Quien conociendo el juicio de Dios, etc. � Aqu� parece estar fuertemente impl�cito que mirar con complacencia los vicios de los dem�s es uno de los �ltimos grados de degeneraci�n. Un hombre puede apresurarse por sus pasiones a hacer lo que odia; pero el que se complace en los que hacen el mal, ama la iniquidad por causa de la iniquidad. Y de este modo los anima a pecar, y acumula la culpa de otros sobre la suya. V�anse las siguientes Inferencias, Locke, Mill, Erasmus, Doddridge y Hallet's Introduction to J. Pearce on the Hebrews, p�g. 22.

Inferencias.� De los vers�culos anteriores tenemos un extenso cat�logo de los pecados m�s negros que la naturaleza humana, en su m�s alta depravaci�n, es capaz de cometer; y eso es tan perfecto, que parece que no hay pecado imaginable que no sea lo que puede reducirse y comprenderse bajo algunos de los pecados aqu� especificados. En resumen, tenemos un resumen de las vidas y pr�cticas de todo el mundo pagano; es decir, de toda la bajeza a la que tanto la corrupci�n de la naturaleza como la instigaci�n del diablo, durante tantos siglos pudieron traer a los hijos de los hombres.

Y, sin embargo, por completo y completo que parezca ser este cat�logo de pecados, no es m�s que un pecado bajo una limitaci�n: una universalidad del pecado bajo cierta clase; es decir, de todos los pecados de comisi�n directa y personal. �Y no es esto, cabe preguntarse, una comprensi�n suficiente de todos? �No es la persona de un hombre la br�jula de sus acciones? �O puede operar m�s all� de lo que existe? S�, nos dice el Ap�stol, en cierto sentido puede hacerlo; ya que no solo puede cometer tales pecados �l mismo, sino que tambi�n se complace en otros que los cometen.

De hecho, esto es lo m�s lejos que puede llegar la depravaci�n humana; el punto m�s alto de malicia al que pueden ascender los poderes corruptos de la mente del hombre. Porque seguramente ese pecado, que excede la lista horrible que tenemos ante nosotros, debe ser necesariamente tal, que debe desconcertar al mismo diablo para seguir adelante. Es la misma extremidad, el per�odo final del pecado, el �ltimo trazo final de la imagen del diablo dibujada sobre el alma humana.

El sentido de las palabras de San Pablo, en Romanos 1:32 naturalmente se resuelve en esta sencilla proposici�n: "Que la culpa que surge del deleite del hombre o de su complacencia en los pecados de otros, (o en otros hombres por sus pecados, que es todo uno,) es mayor de lo que posiblemente pueda contraer por una comisi�n de los mismos pecados en su propia persona: "y esto por las siguientes razones:

1. No existe un motivo natural para inducir o tentar a un hombre a este modo de pecar; y es una verdad muy cierta, que cuanto menor es la tentaci�n, mayor es el pecado; porque en todo pecado, cuanto m�s libre es el albedr�o en su elecci�n, tanto m�s pecaminoso es el acto. Si el objeto es extremadamente agradable y apto para complacerlo, all�, aunque la voluntad todav�a tiene el poder de rechazar, no es sin algunas dificultades donde la gracia no reina plenamente; por lo que los hombres se inclinan tan fuertemente y apenas se desv�an de la pr�ctica del vicio; es decir, porque el apetito sensual que surge de �l todav�a los molesta y los atrae.
"�Pero de d�nde (cabe preguntarse) surge este placer? �No es de la satisfacci�n de alg�n deseo fundado en la naturaleza?" De hecho, es muy a menudo una gratificaci�n irregular; sin embargo, su fundamento es, y debe ser, algo natural.

De modo que todo equivale a esto; que la naturalidad de un deseo es la causa de que su gratificaci�n sea placer, y el placer importuna a la voluntad y, por lo tanto, dificulta el rechazo o la tolerancia, excepto para el creyente genuino. As�, la embriaguez es una satisfacci�n irregular del apetito de la sed; la inmundicia es una satisfacci�n il�cita de otro apetito, y la codicia una b�squeda ilimitada del principio de seguridad en uno mismo. De modo que todo esto se fundamenta en alg�n deseo natural, y por tanto placentero, y por ello capaz de solicitar y seducir la voluntad. En una palabra, apenas hay un vicio o pecado, de comisi�n directa y personal, pero �qu� es un abuso de uno de esos dos grandes principios naturales? - o el que inclina a un hombre a preservarse a s� mismo,o aquello que lo inclina a complacerse a s� mismo.

Pero, �qu� principio natural, facultad o deseo, ya sea de placer o de preservaci�n, puede ser gratificado por la b�squeda del vicio de otro hombre ? Es evidente que todo el placer que naturalmente se puede recibir de una acci�n viciosa, no puede afectar inmediatamente a nadie m�s que a quien la perpetra, y ning�n hombre puede sentirlo por los sentidos de otro hombre. De modo que el deleite que un hombre obtiene del pecado de otro puede ser s�lo una complacencia fant�stica, sobrenatural, que surge de aquello que realmente no siente: es propiamente un amor al vicio como tal; un deleite en la iniquidad por s� misma; y es una imitaci�n directa, o m�s bien una ejemplificaci�n de la malicia de ese esp�ritu maligno, que se deleita en ver cometidos esos pecados, de los cuales la misma condici�n de su naturaleza lo vuelve incapaz.

Si un hombre juega al ladr�n, como comenta Salom�n, y roba para saciar su hambre; aunque no puede excusar el hecho, sin embargo, a veces aten�a la culpa: consideramos el fuerte impulso del apetito, consideramos la fragilidad de la naturaleza humana; y no podemos sino compadecernos de la persona, mientras aborrecemos el crimen: es como el caso de alguien dispuesto a beber veneno, en lugar de morir de sed.

Pero cuando un hombre deber�, con un sobrio, tranquilo, el rencor diab�lica, disfrutar de s� mismo ante los ojos de la verg�enza de su vecino, y en secreto abrazo a s� mismo sobre las ruinas de la virtud de un hermano, y los deshonra de su raz�n, puede que�Alegar la instigaci�n de alg�n apetito en la naturaleza, inclin�ndolo a esto? Esto es imposible, y m�s all� de una pretensi�n. �A qu� causa, entonces, podemos atribuir esta monstruosa disposici�n? Todo lo que puede decirse en este caso es que la naturaleza procede por otro m�todo muy distinto, habiendo dado a los hombres tal o cual apetitos y asignado a cada uno sus respectivos goces, el apetito y el placer cohabitando a�n en el mismo sujeto, el diablo y la larga costumbre de pecar, en el caso presente, han sobreinducido sobre el alma deseos nuevos, antinaturales y absurdos, que no tienen objeto real; que disfrutan de las cosas nada deseables; pero, como el malestar del alma, alim�ntate s�lo de inmundicia y corrupci�n, y da al hombre tanto la naturaleza del diablo como el deleite del diablo; que no tiene m�s gozo o felicidad que deshonrar a su Hacedor, y destruir a sus semejantes, corromperlos aqu� y atormentarlos en el m�s all�. En resumen, hay tanta diferencia entre el placer que un hombre siente por sus propios pecados y el que obtiene por los de otros hombres, como existe entre la maldad de un hombre y la maldad de un diablo.

2. Una segunda raz�n por la que una conducta como esta va acompa�ada de una culpa tan extraordinaria, surge de la naturaleza ilimitada de este modo de pecar; porque por medio de esto un hombre contrae una especie de culpa universal, y como si fueran pecados sobre los pecados de todos los dem�s hombres. De modo que si bien el acto es exclusivamente de ellos, la culpa es igualmente suya. Considere a cualquier hombre en cuanto a sus poderes personales y las oportunidades de pecar; en el mayor de los casos, a�n deben estar limitados por la medida de sus actos y el t�rmino de su duraci�n. Sus poderes activos son d�biles y su permanencia en el mundo breve: de modo que la naturaleza no es suficiente para seguir el ritmo de sus corrupciones respondiendo al deseo con una pr�ctica proporcional.

Para ejemplificar s�lo en esas dos grandes extravagancias de lujuria y borrachera; que un hombre nunca sea tan general y licencioso en sus libertinajes, sin embargo, la edad enfriar� con el tiempo el calor del apetito, y la llama impura morir� por s� misma o consumir� el cuerpo que la alberga. Que un hombre nunca sea tan insaciable en la bebida, no puede ser tan puerco como para estar siempre lloviendo; pero, en el transcurso de los a�os, ahogar� su salud y su fuerza en su propio vientre; y, despu�s de todos sus trofeos de borrachera, al final tambi�n se bebe �l mismo; un evento que ciertamente pondr� y debe poner fin al libertinaje.
Pero esta garant�aEl modo de pecar, que hemos estado tratando de delinear, no se limita al lugar ni se debilita por la edad. Los postrados en cama, los gotosos, los let�rgicos, todos pueden, por esta raz�n, igualar la actividad del m�s fuerte y la velocidad del pecador m�s impetuoso. Tal persona puede tomar a su hermano por el cuello y actuar como un asesino, aun cuando no pueda mover una mano ni levantar un pie; y puede invadir el lecho de su pr�jimo, aun cuando la debilidad lo haya atado al suyo.

Puede pecar por todos los adulterios y libertinajes, todos los fraudes y opresiones de todo el vecindario, y quebrantar cada mandamiento de la ley de Dios por poder: �y (como concluye enf�ticamente un divino erudito) bien le fuera, si pudiera ser condenado tambi�n por poder. Un hombre, por deleite y fantas�a, puede captar los pecados de todos los pa�ses y �pocas y, por un gusto interior por ellos, comunicar su culpabilidad; puede tomar una gama por todo el mundo, dibujar toda esa amplia circunferencia de vicio y centrarla en su propio pecho contaminado. De modo que aqu� hay una especie de transmigraci�n de pecados, muy parecida a la que Pit�goras sostuvo de las almas; tal, que hace que un hombre no solo (seg�n la frase del Ap�stol) sea part�cipe de los pecados de otros hombres, pero tambi�n un derivado de toda la culpa agravada de ellos para �l mismo; - �pero a�n as�, como para dejar al perpetrador real tan lleno de culpa como lo estaba antes!

Por tanto, vemos el poder infinitamente fecundo y productivo de este modo de pecar; c�mo puede aumentar y multiplicarse m�s all� de todas las medidas de comisi�n real ; �Cu�n enormemente aumenta la cuenta del pecador en un instante! De modo que un hombre, de todas las villan�as que act�an a su alrededor, extraer� una gran culpa y la adoptar� para s� mismo, y as� se har� responsable ante Dios, el juez de los corazones, y responsable de un mundo de pecado, sin un figura.

3. La tercera y �ltima raz�n que ofreceremos de la culpa extraordinaria que acompa�a a este vicio peculiar, surge de la preparaci�n y paso del alma a tal disposici�n, ya que presupone e incluye en ella la culpa de muchos pecados precedentes. Un hombre debe haber pasado por muchos per�odos de pecado antes de poder llegar a �l; porque es, en cierto modo, la quintaesencia y sublimaci�n misma del vicio, por lo que, como en los licores espirituosos, la malignidad de muchos ingredientes se contrae en una peque�a br�jula, pero con una mayor ventaja de fuerza por tal contracci�n. En una palabra, es la iniquidad de toda una vida que descarga todas sus impurezas en una cualidad com�n, como en un gran sumidero de vileza; de modo que nada pueda llamarse tan propia o significativamente la pecaminosidad del pecado como esto.

No es de extra�ar, por tanto, si, conteniendo en sus entra�as la culpa de tantos a�os, permanece aqu� eternamente estigmatizada por el Ap�stol, como un temperamento mental que vuelve a los hombres tan detestablemente malos, que el mismo Satan�s, el gran enemigo de la humanidad, no es ni capaz ni deseos de empeorarlos. �Qu� puede o necesita decirse m�s para despertar el aborrecimiento de todo lector serio contra ella! �En efecto, es una condici�n que no debe ser considerada por ninguna persona lo suficientemente seria como para sopesar y considerar las consecuencias, sin el mayor horror. Felices los que verdaderamente temen y aman a Dios; porque los tales no s�lo ser�n apartados de �l, sino tambi�n de aquellos pecados que los acosan f�cilmente y que conducen a esta perfecci�n de la iniquidad.

REFLEXIONES.� Primero, La ep�stola comienza,

1. Con relato del autor. Pablo, un siervo de Jesucristo, una vez un perseguidor envenenado, pero ahora llamado a ser un Ap�stol, y glorificado en este nombre honorable; separados para el Evangelio de Dios; a esa deliciosa y feliz obra de predicar las buenas nuevas de la salvaci�n a trav�s de un Redentor moribundo; notablemente distinguido por el llamado del Esp�ritu, calificado por la obra de su gran poder, y solemnemente dedicado y dedicado a este servicio.

2. Tan pronto como el Ap�stol menciona el Evangelio de Dios, su coraz�n se enciende ante la vista de su gloria y excelencia. El maravilloso plan hab�a sido el tema central de la palabra prof�tica desde el principio, donde se hab�an dado varios indicios de la misma y se hab�an hecho promesas de una revelaci�n m�s clara de la mente y la voluntad divinas que podr�a esperarse en el cumplimiento de los tiempos. El gran tema de este evangelio es Jesucristo, el Mes�as, el Salvador ungido y nuestro Se�or; el objeto de nuestra fe y adoraci�n, y el Rey a quien debemos todo deber y lealtad; quien, en su naturaleza humana, fue hecho de la simiente de David seg�n la carne, como se hab�a predicho ( Salmo 132:11 ), y en cuanto aSu naturaleza divina, fue declarado Hijo de Dios con poder, seg�n el Esp�ritu de santidad por la resurrecci�n de entre los muertos. Como Hijo eterno de Dios, pose�a la misma naturaleza divina y perfecciones con el Padre, siendo uno en el Esp�ritu de santidad, en la esencia de la Deidad indivisa; una demostraci�n de lo cual apareci� cuando, por el ejercicio de su propio poder, mediante la operaci�n del Esp�ritu Santo, levant� su cuerpo de la tumba; de modo que �l es Dios y hombre en un solo Cristo.

3. De este Salvador resucitado profesa haber recibido, junto con sus hermanos, la gracia y el apostolado, tanto el alto honor de ese oficio como la capacidad de desempe�arlo para la gloria de Dios; por la obediencia a la fe entre todas las naciones por su nombre; siendo este el gran fin de su ministerio, llevar a todos los hombres, tanto jud�os como gentiles, a la fe del Evangelio, ya la santa obediencia que de �l fluye, por la cual el nombre de Jes�s deber�a ser exaltado por la eternidad. Nota; As� como la obediencia a la ley de Dios es el gran fruto de la fe, la fe misma es la parte m�s eminente de la obediencia, cuando se considera un acto de sumisi�n a la justicia de Dios.

4. Con placer menciona la feliz suerte que tuvieron entre los que se hicieron obedientes a la fe; entre los cuales sois tambi�n vosotros los llamados de Cristo Jes�s; por su palabra y su Esp�ritu llevados a la participaci�n de todos los privilegios del Evangelio; amados de Dios y llamados a ser santos; separados de un mundo que yace en la maldad. Nota; Toda alma verdaderamente regenerada es el feliz objeto de la mirada divina; y todos ellos est�n obligados a responder en su esp�ritu y conversaci�n el t�tulo honorable que ostentan, como los santos de Dios.

5. A estos se dirige el Ap�stol su ep�stola. A todos los que est�n en Roma, profesantes de la fe, y en el juicio de la caridad participantes de la gracia de Dios en verdad , les sea multiplicada la gracia que perdona, conforta, vivifica, santifica ; y paz, su bendito efecto, de Dios nuestro Padre, y del Se�or Jesucristo.

2do, Despu�s de los m�s c�lidos deseos de todas las bendiciones espirituales sobre ellos, y su bendici�n, de que la gracia y la paz por las que oraba, les fueran concedidas,
1. Da gracias a Dios en su nombre, a quien llama mi Dios, feliz en un inter�s asegurado en su favor y amor a trav�s de Jesucristo, por quien solo toda misericordia descendi� sobre �l o ellos. Y el asunto de su acci�n de gracias fue, su fe se habl� en todo el mundo; se hab�an aprobado a s� mismos como eminentemente fieles, y eran la gloria y el gozo de las iglesias, que triunfaron en sus eminentes logros.

Nota; (1.) Cuando la fe pueda decir, Dios m�o, entonces el coraz�n se llenar� de acci�n de gracias y alabanza. (2.) El coraz�n de un cristiano resplandece de gratitud cuando contempla el poder de la gracia divina brillando en la conversaci�n de sus hermanos. (3.) Aunque no afectemos a un nombre en el mundo, sin embargo, es muy deseable que los hombres buenos hablen de �l y que nuestra fe y nuestra conducta reciban su aprobaci�n.

2. Apela a Dios por sus incesantes oraciones a favor de ellos. Dios es mi testigo, a quien sirvo con mi esp�ritu en el Evangelio de su Hijo; predicando con mucho gusto, cari�o y fidelidad las buenas nuevas de la salvaci�n por medio del divino Redentor; que sin cesar te menciono siempre en mis oraciones, rogando que la mejor de las bendiciones descienda sobre ti; y en particular pidiendo ( si de alguna manera ahora, por la voluntad de Dios, puedo tener un viaje pr�spero por voluntad de Dios ) para ir a usted y disfrutar del consuelo de una conversaci�n personal con usted.

Nota; (1.) Aquellos a quienes amamos de verdad, debemos recordarlos sin cesar ante el trono de la gracia. (2.) El servicio de Dios debe involucrar nuestras almas: nada es aceptable para �l sino lo que se hace de coraz�n con la vista puesta en su gloria. (3.) En todos nuestros viajes, el Se�or debe ser considerado: aunque tramamos nuestro camino, �l debe dirigir nuestros pasos.

3. Los fines que se propuso en esta visita, fueron, [1.] Su beneficio. Porque anhelo veros para poder impartirles alg�n don espiritual, a fin de que se�is establecidos; confirmado, si agrada a Dios, por sus labores y ministerio en la fe; protegido contra los seductores, y sus ministros provistos de mayores dones para la edificaci�n de la iglesia. [2.] Su mutuo consuelo: es decir, que me consuele junto con ustedes, por la mutua fe, tanto ustedes como yo; cuando, al comunicar su experiencia mutua, puedan descubrir las obras de gracia de la misma fe divina y regocijarse juntos en la esperanza gloriosa que se les ha presentado. Nota;(1.) Los m�s avanzados en fe y gracia necesitan un mayor establecimiento. (2.) Las comunicaciones mutuas de los tratos de Dios con nuestras almas tienden en gran medida tanto a nuestro consuelo como a nuestro establecimiento en la fe.

4. Les informa que hab�a meditado durante mucho tiempo en visitarlos, aunque hasta ese momento se hab�a visto obstaculizado providencialmente por las dificultades que tuvo que afrontar y los compromisos que se le presentaban; estando fervientemente deseosos de tener alg�n fruto entre ellos, as� como entre otros gentiles; para que pudiera ver su ministerio asistido con los mismos efectos bendecidos, como en tantos otros lugares. Y en estos sus trabajos se consideraba un deudor tanto de los griegos como de los b�rbaros; Su llamado de Dios al oficio de apostolado, y las calificaciones con las que estaba dotado, lo obligaron a ser fiel a su confianza: y como lo estaban los m�s profundos adeptos de la literatura griega, respetando el camino de la salvaci�n, tan alejados de la verdad como el b�rbaro m�s tosco, se esforz� por adaptar sus discursos a ambos, para que los sabios de este mundo pudieran llegar a ser sabios para la salvaci�n por medio de la palabra del Evangelio, y los m�s d�biles y menos instruidos fueran alimentados con la leche sincera de la verdad celestial.

Nota; (1.) Todas nuestras habilidades y dones de la naturaleza, la providencia o la gracia, nos son prestados por el Se�or, y para ser contados ante �l, como sus deudores por ellos. (2.) Debemos adaptar nuestros discursos a nuestro auditorio; y aunque el asunto sea el mismo, la manera debe ser variada, para dar a cada uno su porci�n a su debido tiempo.

5. Profesa la presteza y la alegr�a con que mira recompensa a Roma, en medio de todos los peligros que podr�a esperar encontrar all�, dispuesto a predicar el Evangelio de la manera m�s p�blica, y sin temor a las consecuencias de la oposici�n de la mayor�a o de los poderoso. Los ministros de la gracia deben, pues, ser valientes como leones en la causa de la verdad, ni temer el rostro de los hombres.
En tercer lugar, habiendo experimentado el ap�stol el poder del Evangelio en su propia alma, tan lejos estaba de avergonzarse del oprobio de la cruz, que para los jud�os era piedra de tropiezo, y para los griegos locura, en la que se gloriaba. el honor de ser enviado a publicar a peque�os y grandes las buenas nuevas de la salvaci�n a trav�s de un Jes�s crucificado; y da sus razones para hacerlo.
1. Porque el Evangelio que predic� fuepoder de Dios para salvaci�n a todo aquel que cree, al jud�o primeramente, y tambi�n al griego; siendo este el gran medio del que Dios se complace en hacer uso, y por medio de la obra del Esp�ritu llega con demostraci�n al coraz�n del pecador; y fue enviado a los jud�os primero, y luego m�s generalmente al mundo gentil, para que pudieran creer el informe divino, y por fe abrazar y asir la esperanza de la vida eterna revelada en el Evangelio; porque en �l la justicia de Dios se revela de fe en fe, siendo enteramente por fe, excluyendo todas las obras y deberes nuestros (ver 2 Corintios 3:18 ), o de la doctrina de la fe en la palabra, a la gracia de fe en el coraz�n; o m�s bien de un grado de fe a otro; como est� escrito,en el Antiguo Testamento, que se corresponde exactamente en doctrina con el Nuevo, el justo o justificado vivir� por la fe; por lo tanto, es llevado y contin�a en un estado de vida espiritual; para que el pecado no se ense�oree m�s de �l.

2. Porque sin este m�todo de la gracia divina, toda criatura humana debe caer bajo la ira y la desesperaci�n eternas; porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que sostienen la verdad con injusticia; La palabra de Dios denuncia la venganza de todo transgresor; sus juicios pasados ??han expresado a menudo con temor su disgusto por el pecado; y el mundo entero es hallado culpable ante �l, ya que todos pecaron en oposici�n a su mejor conocimiento, sean jud�os, que gozaron de la luz de la revelaci�n; o gentiles, a quienes Dios dej� sin testimonio, d�ndoles suficientes testimonios tradicionales de su ser, perfecciones y atributos, que los objetos visibles a su alrededor sirvieron para explicar, para dejarlos sin excusa en su idolatr�a y desobediencia.

Nota; (1.) Todo pecador en el bar de Dios se condenar� a s� mismo; se le har� reconocer que sab�a mejor y que hizo peor. (2.) Terrible es la ira revelada contra toda impiedad e injusticia de los hombres: si una vez se apodera del pecador, arder� y nunca podr� apagarse. (3.) �Cu�nto debemos valorar y con qu� entusiasmo abrazar ese glorioso Evangelio, que nos protege de esos terribles estallidos de la venganza divina!

En cuarto lugar, el deplorable estado de culpa en el que se encontraba el mundo gentil se describe pat�ticamente, y el juicio de Dios contra ellos, por lo tanto, evidentemente parece ser el m�s justo.
1. Ten�an, aunque no la luz de la revelaci�n, sin embargo, los avisos del ser y los atributos de Dios, que los dejaban imperdonables. Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, o entre ellos; porque Dios se lo ha mostrado por los avisos tradicionales transmitidos desde el principio, y por las obras de la creaci�n y la providencia, que confirman y evidencian la verdad del ser y la gloria del eterno Jehov�; cuyas cosas invisibles,sus divinas perfecciones, su eterno poder y divinidad, su autoexistencia, su naturaleza incorp�rea, su infinita sabidur�a y bondad, se ven claramente, entendi�ndose por las cosas que se hacen: las facultades intelectuales que contemplan los objetos visibles, y el hombre mismo (?????? ?????? ,) la criatura m�s notable sobre la tierra, pudo desde la creaci�n del mundo, a trav�s de las influencias secretas de la gracia divina, recibir suficiente confirmaci�n de lo que Dios hab�a mostrado a los hombres acerca de s� mismo.

2. No obstante, cayeron en la idolatr�a m�s grosera e imperdonable. Cuando conocieron a Dios, tuvieron algunas nociones de su ser y atributos, y podr�an haber obtenido descubrimientos m�s claros si hubieran prestado atenci�n a los medios de instrucci�n que les proporcion�; no lo glorificaron como a Dios, ni en su coraz�n , ni en su adoraci�n, ni en su conducta, sin considerarlo ni tratarlo adecuadamente a su naturaleza y perfecciones; ni fueron agradecidos, insensibles a las bendiciones de su providencia, e imputando a la segunda causa todas las misericordias que recibieron de la primera. Por eso se volvieron vanos en sus propias imaginaciones,complaciendo sus fantas�as y, orgullosamente, razonando sobre asuntos que eran demasiado elevados para ellos, los fil�sofos establecieron sus diversos sistemas, y en sus contiendas y disputas por sus propias opiniones se desviaron igualmente de la verdad; y su necio coraz�n se oscureci�, su presumida sabidur�a se convirti� en necedad, la corrupci�n de su naturaleza ceg� su entendimiento y, en medio de las m�s altas pretensiones de ciencia, se hundieron en las m�s fatales profundidades de la ignorancia y el error; profesando ser sabios, envanecidos con la presunci�n de sus vastos logros, se volvieron tontos, perfectos idiotas en los asuntos m�s obvios respecto al Ser divino y al culto; y, en lugar de un Esp�ritu inmortal, invisible, eterno, elloscambi� la gloria del Dios incorruptible en una imagen semejante a la del hombre corruptible, de las aves, de los cuadr�pedos y de los reptiles; debatiendo tan estrepitosamente su dignidad; tan horriblemente encaprichados en sus salvajes imaginaciones; cambiar la verdad de Dios en mentira, atribuir a los �dolos la honra debida a Jehov�; haciendo representaciones tan falsas de �l, como si fuera corp�reo; y adorar y servir a la criatura m�s que al Creador, (????,) por encima, adem�s o en contra de �l.

Aunque reconoc�an un Numen supremo, su adoraci�n estaba dirigida principalmente a sus deidades inferiores; y todos los servicios que prestaron a sus �dolos fueron la mayor deshonra para Dios, y se reflejaron altamente en su ser y perfecciones, quien es bendito por los siglos. �Am�n! �l es infinita y necesariamente bendecido y glorioso en s� mismo, el �nico autor de bienaventuranza para todas sus criaturas, y el �nico objeto digno de su adoraci�n y adoraci�n; �A qui�n sea rendido y atribuido para siempre!

3. En un juicio justo sobre ellos por tan abominable idolatr�a, y en oposici�n directa a los avisos que les hab�a dado acerca de s� mismo, los abandon�; los abandon� a las concupiscencias de su propio coraz�n; lo cual, cuando se retir� su gracia restrictiva, los apresur� a cometer los actos de impureza m�s inmundos y antinaturales, cuya sola menci�n deber�a hacernos estremecer de horror. Cometer tal inmundicia con codicia era a la vez el cumplimiento de la medida de sus iniquidades, y el duro y merecido castigo infligido por su idolatr�a, la recompensa de su error que fue justa. Y como no les gust� retener a Dios en su conocimiento, sino que apagaron el don que les hab�a concedido y actuaron en oposici�n al conocimiento que les hab�a concedido,Dios los entreg� a una mente reprobada, los rechaz� con aborrecimiento y los dej� a la ceguera, la dureza y la malignidad de sus corazones ca�dos, para hacer aquellas cosas que no son convenientes, detestables a Dios, deshonrosas para ellos mismos y las consecuencias. del cual debe ser eternamente ruinoso, lleno de toda maldad. Y el terrible cat�logo de pecados que aqu� se da, no era meramente aplicable a la parte m�s ignorante y sin refinar del mundo gentil, sino que era notoriamente cierto para sus fil�sofos m�s sabios y sus moralistas m�s famosos; que conociendo el juicio de Dios y teniendo suficiente luz en su conciencia para descubrir que los que cometen tales cosas son dignos de muerte,como transgresores contra la Majestad en las alturas; pero tan esclavizados estaban por sus viles afectos, que no solo hacen lo mismo ellos mismos, sino que se complacen en aquellos que los hacen, alientan, apoyan y se deleitan en otros que cometen lo mismo. abominaciones.

De todo lo cual es m�s evidente, que hombres de tal car�cter como �stos nunca pueden, por ninguna obra de justicia que puedan pretender, ser justificados ante Dios; pero debe ser salvo por abundante gracia, o perecer�. Nota;(1.) Nada es un castigo m�s doloroso que el que el pecador se entregue a los deseos de su propio coraz�n. (2.) Cuando Dios retira sus ataduras, no hay abominaciones a las que no nos precipitemos, como el caballo se precipita a la batalla. (3.) Cuando vemos las terribles iniquidades aqu� registradas, y las contemplamos en la pr�ctica y el temperamento de otros, debemos reflexionar para nuestra propia humillaci�n, que nuestros corazones son por naturaleza iguales, igualmente corruptos. (4.) El pecado contra la luz y el conocimiento es sumamente pecaminoso; pero la cumbre de la iniquidad es tomar un placer diab�lico en la iniquidad de los dem�s y amar el pecado por s� mismo.

Información bibliográfica
Coke, Thomas. "Comentario sobre Romans 1". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tcc/romans-1.html. 1801-1803.