Bible Commentaries
Romanos 11

Comentario de Coke sobre la Santa BibliaComentario de Coke

Introducción

Dios no ha desechado a todo Israel. Los gentiles no pueden insultarlos. Los juicios de Dios son inescrutables.

Anno Domini 58.

NUESTRO Se�or, habiendo declarado a los principales sacerdotes y a los ancianos de los jud�os, que el reino de Dios ser�a quitado de los jud�os y dado a los gentiles, Mateo 21:43 habiendo predicho tambi�n a las mismas personas la quema de Jerusal�n, Mateo 22:7 ya sus disc�pulos la demolici�n del templo, y la dispersi�n de la naci�n, a causa de su incredulidad, Lucas 21:24 no podemos pensar que los predicadores cristianos ocultar�an estas cosas a sus hermanos incr�dulos. Esteban parece haber hablado de ellos, Hechos 5:13 y San Pablo a menudo. Por la objeci�n que pone en boca de un jud�o, Romanos 3:3 . �No destruir� su incredulidad la fidelidad de Dios?se basa en haber afirmado que la naci�n iba a ser desechada y expulsada de Cana�n.

Adem�s, el mismo Ap�stol, en el cap. 9: de esta ep�stola, ha mostrado, que sin injusticia Dios podr�a quitar a los jud�os los privilegios que les hab�a conferido gratuitamente; e incluso castigarlos expuls�ndolos de Cana�n por su desobediencia. Por tanto, para que el conocimiento previo de los males que ven�an sobre sus hermanos no afectara demasiado a los cristianos jud�os, el Ap�stol, en este cap�tulo, los consol� asegur�ndoles que el rechazo de la naci�n no ser�a total, Romanos 11:1 . � Tampoco ser� final, sino s�lo por un tiempo limitado, para dar paso a la entrada de los gentiles en la iglesia, por cuya recepci�n los jud�os finalmente ser�n provocados a emularlos, y recibir�n el Evangelio; Romanos 11:11. � En esta ocasi�n el Ap�stol exhort� a los gentiles, ahora convertidos en la iglesia visible de Dios, a no hablar con desprecio de los jud�os que fueron rechazados, porque si ellos mismos se volv�an desobedientes a Dios, tambi�n ser�an desechados; Romanos 11:17 . � Luego, para consuelo de los jud�os convertidos, les asegur� que, despu�s que la plenitud de los gentiles haya entrado en la iglesia, toda la naci�n se convertir� a la fe cristiana, como fue predicho por Isa�as; Romanos 11:25 .

Los grandes acontecimientos de las dispensaciones divinas que se muestran en este cap�tulo; a saber, el rechazo y la dispersi�n de la naci�n jud�a, la abrogaci�n de la ley de Mois�s, la conversi�n general de los gentiles y la futura conversi�n y restauraci�n de los jud�os, San Pablo estaba ansioso por colocar en una luz adecuada; porque los jud�os, creyendo que nadie pod�a salvarse de su iglesia, interpretaron las profec�as acerca del llamado de los gentiles, de su conversi�n al juda�smo. No se sabe qu� impresi�n causaron sus declaraciones sobre estos eventos en los jud�os incr�dulos de su propio tiempo. Esto solo es cierto, que pocos a�os despu�s de que se escribi� la Ep�stola a los Romanos, la predicci�n del Ap�stol sobre el rechazo de los jud�os y la destrucci�n de su constituci�n religiosa y pol�tica recibi� un logro notable.

Habi�ndose vuelto impracticable el culto lev�tico, y disolvi�ndose la uni�n de los jud�os como naci�n, Dios declar�, de manera visible, que hab�a desechado a los jud�os de ser su pueblo peculiar, y que hab�a puesto a un fin a la ley de Mois�s, y a la peculiaridad jud�a. Por tanto, despu�s de que el orgullo de los jud�os fue humillado y quebrado su poder para perseguir a los cristianos, cualquier oposici�n que, en su estado disperso, pudieran hacer al Evangelio, fue de poco provecho; y cualquier intento de los maestros judaizantes de corromper sus doctrinas, con el viejo pretexto de la obligaci�n universal y perpetua de la ley de Mois�s, debe haber parecido rid�culo. Y esto es lo que quiso decir el Ap�stol cuando le dijo a los Romanos, cap. Romanos 16:20 .Que el Dios de paz aplastar�a a Satan�s bajo sus pies en breve. �Adem�s, en cuanto a que las predicciones del Ap�stol con respecto al rechazo de los jud�os se han cumplido hace mucho tiempo, tenemos buenas razones para creer que los otros eventos predichos por �l se cumplir�n igualmente en su tiempo; es decir, la venida general de los gentiles a la iglesia cristiana, y la conversi�n de los jud�os en un cuerpo a la fe cristiana, y su restauraci�n a los privilegios del pueblo de Dios.

Su discurso sobre estos importantes temas, concluy� el Ap�stol con la observaci�n de que jud�os y gentiles, a su vez, habiendo sido desobedientes a Dios, los ha encerrado a todos como criminales condenados, para que de una misma manera tenga misericordia de todos. , otorg�ndoles, por mero favor, las bendiciones prometidas en el pacto con Abraham, Romanos 11:30 . Y profundamente afectado por el estudio que hab�a hecho de los tratos de Dios con la humanidad, grit�, embelesado por la grandeza de la vista: � Oh , las riquezas, tanto de la sabidur�a como del conocimiento de Dios! �Cu�n insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos! Romanos 11:33. � Luego atribuy� a Dios, la gloria de haber creado el universo, y de preservarlo y gobernarlo, para hacer que todas las cosas desemboquen en el cumplimiento de esos prop�sitos ben�volos, que su sabidur�a hab�a planeado desde el principio, para hacer todo sus criaturas creyentes felices, Romanos 11:36 .

De esta manera sublime ha terminado el Ap�stol su discurso sobre las dispensaciones de religi�n que han tenido lugar en las diferentes �pocas del mundo. Y, de su relato, parece que estas dispensaciones se adaptaron a las circunstancias de la humanidad en ese momento; que son parte de un gran designio, formado por Dios, para liberar a todos los que creen de la raza humana de las malas consecuencias del pecado, y para exaltar a los fieles a la perfecci�n m�s alta de la que su naturaleza es capaz: y que ambos en su progreso, y su realizaci�n, el esquema de la salvaci�n del hombre, contribuye al establecimiento del gobierno moral de Dios y al despliegue de sus perfecciones en todo su lustre a toda la creaci�n inteligente.

Este gran esquema, por lo tanto, siendo altamente digno de Dios su autor, la Ep�stola a los Romanos, en la que se muestra tan bellamente en sus diversas partes, es sin duda uno de los libros m�s �tiles de las Escrituras, y merece ser le�do con atenci�n. , no s�lo por cristianos, sino por incr�dulos, si desean conocer las verdaderas doctrinas de la revelaci�n, y lo que los mismos escritores inspirados han propuesto, para mostrar la propiedad del plan de nuestra redenci�n y para refutar las objeciones que se han planteado. , ya sea contra la revelaci�n en general, o contra cualquier parte de la misma en particular.

Versículo 1

Romanos 11:1 , etc. Digo entonces, etc.�Este cap�tulo es de tipo prof�tico. Fue por el esp�ritu de profec�a que el Ap�stol previ� el rechazo de los jud�os, que supone en los dos Cap�tulos anteriores; porque cuando �l escribi� esta ep�stola, de hecho no fueron rechazados, viendo que su iglesia y gobierno estaban en pie; pero el evento ha probado que �l era un verdadero profeta; porque sabemos que unos diez u once a�os despu�s de la redacci�n de esta carta, el templo fue destruido; la pol�tica jud�a derrocada; y los jud�os expulsaron la tierra prometida, que nunca han podido recuperar hasta el d�a de hoy. Esto,primero,confirma los argumentos que ha adelantado el Ap�stol para establecer la vocaci�n de los gentiles; porque los jud�os son de hecho rechazados; en consecuencia, nuestra vocaci�n de hecho no queda invalidada por nada de lo que han sugerido, relativo a la perpetuidad de la dispensaci�n mosaica; pero al estar totalmente subvertida esa dispensaci�n, nuestro derecho a los privilegios de la iglesia y el pueblo de Dios permanece claro y firme.

La constituci�n jud�a por s� sola podr�a admitir objeciones contra nuestro reclamo; y el evento ha silenciado todas las objeciones de ese sector. En segundo lugar, el rechazo real de los jud�os prueba que San Pablo es un verdadero ap�stol de Jesucristo, que habl� por el Esp�ritu de Dios; de otra manera, no podr�a haber argumentado tan completamente sobre un caso que estaba por venir, y del cual no hab�a ninguna apariencia en el estado de cosas, cuando escribi� esta ep�stola. Esto deber�a disponernos a prestar mucha atenci�n al presente cap�tulo, en el que discute acerca de la extensi�n y duraci�n del rechazo de sus compatriotas, para evitar que sean insultados y despreciados por los cristianos gentiles. Primero,En cuanto al alcance de este rechazo: no es absolutamente universal; algunos de los jud�os han abrazado el Evangelio y est�n incorporados a la iglesia de Dios con los creyentes gentiles. Sobre el caso de los jud�os creyentes, comenta, ver. l-7. En segundo lugar, en cuanto a la duraci�n de la misma; no es definitivo y perpetuo; porque todo Israel, o la naci�n de los jud�os, que ahora est�n ciegos, alg�n d�a ser�n salvos, o ser�n tra�dos de nuevo al reino peculiar y al pacto de Dios.

Sobre el estado de esos jud�os ciegos comenta, Romanos 11:7 hasta el final del cap�tulo. Su prop�sito al disertar sobre este tema era no s�lo dar a conocer la cosa en s�, sino en parte atraer la atenci�n del jud�o incr�dulo; para conciliar su favor; y, si es posible, para inducirlo a entrar en el esquema del Evangelio; y en parte para disponer los cristianos gentiles no tratar a los Judios con desprecio; (consideringthattheyderivedalltheirpresentblessingsfromthepatriarchs, los antepasados de la naci�n jud�a, y fueron injertados en el buen olivo, de donde sefueron quebrantados) y amonestarlos para que recibieran advertencia por la ca�da de los jud�os, que mejoraron sus privilegios religiosos, no sea que por incredulidad alguno de ellos recaiga en el paganismo, o perezca finalmente en el �ltimo d�a. El hilo de su discurso lo lleva a un estudio general y una comparaci�n de las diversas dispensaciones de Dios hacia los gentiles y jud�os; que concluye con la adoraci�n de las profundidades del conocimiento y la sabidur�a divinos, ejercido en las diversas constituciones erigidas en el mundo: Romanos 11:30 , etc.

Este primer vers�culo es una pregunta en la persona de un jud�o, quien hizo las objeciones en el cap�tulo anterior y contin�a objetando aqu�. La palabra '???????, traducida como desechado, es muy fuerte y enf�tica. "Dios os ha absoluto, universal, y para siempre empuj� a su pueblo lejos de �l?" Ver Hechos 27:31 ; Hechos 13:46 , 1 Timoteo 1:19 .

En lugar de WOT, no os -Wot, -y intercesi�n �l ha hecho; algunos leen: No sab�is, se queja.

Versículo 3

Cavaron tus altares� Por tanto, parece que aunque, seg�n la ley, hab�a un solo altar para el sacrificio, y que en el lugar donde Dios hab�a fijado su peculiar residencia; sin embargo, por alguna dispensaci�n especial, personas piadosas de las diez tribus construyeron altares en otros lugares. Es bien sabido, al menos, que Samuel y El�as lo hab�an hecho; y tal vez se mantuvieron o se criaron otros en los mismos lugares del suelo.

Baal, o Baalim, (ver Romanos 11:4 ) Era un nombre general, por el cual los dioses falsos y los �dolos se denotaban en las Escrituras. Ver Jueces 11:11 , Oseas 11:2 . Locke y Doddridge.

Versículo 6

Y si por gracia ...Aqu� el Ap�stol tiene sus ojos puestos en el resto de los jud�os que hab�an abrazado el Evangelio, mencionado en el vers�culo anterior; y agrega este vers�culo para mostrarles que su posici�n en la iglesia cristiana no ten�a relaci�n o dependencia de su observancia pasada o presente de la ley de Mois�s. Su posici�n en la iglesia y el pacto de Dios estaba de acuerdo con la elecci�n de la gracia; la gracia, recibida por la fe, era el �nico terreno sobre el que se apoyaban y ten�a derecho a los privilegios del pueblo de Dios. La elecci�n de la gracia no es un acto particular de gracia soberana, que destac� a unos pocos jud�os, que merec�an ser desechados al igual que el resto; pero es ese esquema general de gracia, seg�n el cual Dios se propuso tomar en su iglesia y reino a cualquiera, entre jud�os o gentiles, que creyera en Cristo; y el resto de los jud�os fue acogido, no porque Dios los haya distinguido del resto de sus compatriotas, mediante un acto de favor tan especial que podr�a haber atra�do a todos los jud�os, de haberlo querido; pero porque creyeron, y as� entraron en el esquema de elecci�n que Dios hab�a designado: de cuya elecci�n ellos, as� como otros, habr�an sido excluidos, si, como el resto, hubieran permanecido en la incredulidad, y en cuya elecci�n todos los jud�os, para un hombre, a pesar de que todos eran pecadores, habr�an sido llevados si todos hubieran cre�do en Cristo.

Este, y el vers�culo anterior, se pueden parafrasear as�: "As� es en este mismo momento: hay un remanente de los jud�os, un n�mero considerable, que han aceptado la gracia del Evangelio, y son el pueblo de Dios, despu�s de la �nica manera verdadera de elegir a su pueblo, que es por gracia; y aqu�, dicho sea de paso, ( Romanos 11:6.) Perm�tanme recordar a este resto de los jud�os, que han abrazado el Evangelio, que si su posici�n en la iglesia es de gracia y favor, es totalmente as�, y en ninguna parte o respecto depende de su observancia de la ley de Mois�s; porque si lo fuera, la gracia perder�a su propia naturaleza y dejar�a de ser lo que es; un regalo inmerecido gratuito. Por otro lado, si fuera cierto que est�n investidos en los privilegios del reino de Cristo por la observancia de la ley de Mois�s, entonces la gracia quedar�a completamente a un lado; porque si no lo fuera, el trabajo, o el m�rito de la obediencia, perder�a su naturaleza propia, que excluye el favor y el don gratuito �. V�ase Locke y Doddridge.

Versículo 7

Aquello que �l busca, es decir, la justicia por la cual iba a continuar el pueblo de Dios. Ver cap. Romanos 9:31 . Se puede observar que el discurso de San Pablo, referido al privilegio nacional de continuar el pueblo de Dios, habla aqu�, y todo el tiempo, de los jud�os en el t�rmino colectivo Israel; y as� tambi�n llama por el nombre de elecci�n al remanente, que seguir� siendo su pueblo, y se incorporar� a los gentiles convertidos en un solo cuerpo de cristianos; poseyendo el dominio del �nico Dios verdadero en el reino que �l hab�a establecido bajo su Hijo, y pose�do por Dios para su pueblo. Vea la nota anterior. C�mo los dem�s fueron cegados, ver 2 Corintios 3:13 ; 2 Corintios 3:18 .

Versículos 8-10

Seg�n est� escrito: No necesitamos suponer que el Ap�stol cita estos pasajes de la Escritura como si predijeran la ceguera y la obstinaci�n de los jud�os en su tiempo. Es suficiente para su prop�sito, si el caso de los jud�os malvados en �pocas anteriores muestra la verdadera raz�n de la infidelidad, obstinaci�n y miseria de los jud�os que rechazaron el Evangelio: porque ese es el punto de vista; no para probar que los jud�os infieles estaban cegados, lo cual era demasiado evidente por su amarga oposici�n al Evangelio, por lo que no quer�an pruebas; sino para mostrarles la causa maligna y los efectos espantosos de su incredulidad.

Versículos 11-12

�Han tropezado�? & c.� El lector ingl�s puede imaginar que as� como se usa la misma palabra ca�da en la traducci�n, tambi�n est� en la misma palabra en el griego. Pero su ca�da, y la ca�da de ellos, es ?????????, la misma palabra que ofensamos , cap. Romanos 5:15 ; Romanos 5:17 considerando que deber�an caer, es ??? ??????. Ahora bien, ?????, caer, se usa a veces en un sentido tan enf�tico que significa ser asesinado; y es en este sentido que San Pablo lo usa aqu�; cuando dice que deben caer, se refiere a una ca�dabastante destructivo y ruinoso: mientras que por su ca�da, y la ca�da de ellos, no significa m�s que un lapso que fue recuperable; como en el caso de la ofensa de Ad�n. A trav�s de su ca�da, debe implicar solamente, "A trav�s de lo que ocasion� su ca�da", porque debe ser bien observado, que la ca�da de los jud�os no fue en s� misma la causa o raz�n del llamado de los gentiles, o de su obtenci�n de la salvaci�n. porque, ya sea que los jud�os se hubieran mantenido en pie o ca�do, ya sea que hayan abrazado o rechazado el Evangelio, el prop�sito original de Dios era llevar a los gentiles a la iglesia; y ese prop�sito, que se propuso cuando hizo el pacto con Abraham, fue la raz�n por la cual los gentiles fueron llevados a la iglesia, y no la ca�da de los jud�os.

Tampoco, por la misma raz�n, fue su ca�da el medio necesario de salvaci�n para los gentiles; porque la incredulidad de los jud�os no pod�a ser causa de la fe de los gentiles. Por tanto, su ca�da no debe entenderse aqu� simplemente, sino en sus propias circunstancias, o en conexi�n con su causa; o como conectando la dispensaci�n que lo ocasion�. La amplitud de la gracia divina, que derrib� los l�mites de su peculiaridad, ocasion� su ca�da; y as�, a trav�s de su ca�da, la salvaci�n lleg� a los gentiles; o lo que los hizo caer, nos trajo la salvaci�n. Su ca�da se atribuye a la causa de su ca�da, por una metonimia del efecto; ni este modo de hablar es objetable, ni m�s que eso, 1 Corintios 11:10 .Por eso la mujer debe tener poder sobre su cabeza, a causa de los �ngeles; donde el poder se pone por un velo, la se�al de la superioridad del hombre y la sujeci�n de la mujer.

Y as�, la gloria de Dios, Romanos 3:23 se pone por aquello por lo cual Dios es glorificado; y la enemistad, Efesios 2:15 se pone por la causa de su enemistad. Aunque la misma palabra se usa aqu� y Romanos 11:14 que se usa cap. Romanos 10:19 que est� bastante bien traducido a los celos; sin embargo, en este lugar est� mal traducido de esa manera: porque debe entenderse aqu�, en el sentido bueno y loable; a saber, estar emocionado de emular a los buenos y virtuosos; y, por lo tanto, debe reproducirse, para estimularlos a la emulaci�n.La amplitud de la gracia divina ocasion� la ca�da de los jud�os; cuya gracia extensa trajo la salvaci�n a los gentiles.

Y los jud�os, al ver a los gentiles enriquecidos con los honores del pueblo de Dios, apareciendo ilustremente en los dones del Esp�ritu conferidos sobre ellos, deber�an haber sido as� convencidos de su error y excitados por el arrepentimiento y la fe para haber recobrado el grado de dignidad de donde estaban ca�dos. As�, los jud�os estaban tan lejos de haber ca�do m�s all� de la posibilidad de recuperarse por medio de la gracia, que su ca�da fue tan circunstanciada que les dio un motivo para ser celosos en el intento de ganar lo que vieron que hab�an perdido. Ver a Locke.

Versículos 13-14

Porque hablo, etc.� Algunos leen estos vers�culos entre par�ntesis, as�: ( Os digo, gentiles, en cuanto soy el Ap�stol de los gentiles, estoy acostumbrado a honrar mi ministerio, Romanos 11:14 . Que De cualquier manera puedo excitarme a emular a los que son de mi carne, y puedo salvar a algunos de ellos:) . Magnifica, a menos que cuando se aplica al Alt�simo, que nunca puede ser demasiado exaltado, en nuestro lenguaje lleva consigo la idea de extenderse m�s all� de los l�mites de la verdad, o hacer que algo parezca m�s grande de lo que realmente es. La palabra es ??????, yo glorifico, �honor: as� lo traducimos , 1 Corintios 12:26 y as� deber�a ser traducido aqu�; - Yo honro mi ministerio:porque la palabra ????????, en el caso similar, siempre se traduce como ministerio. Ver Hechos 21:19 ; 1 Timoteo 1:12 ; 1 Timoteo 1:20 .

San Pablo honr� su ministerio, hablando magn�ficamente del estado de los gentiles, a quienes hab�a convertido a la fe, en comparaci�n con la condici�n de pobreza y humildad a la que fueron reducidos los jud�os incr�dulos. Su sentido aparecer� si al leer Romanos 11:12 ponemos el �nfasis en las RIQUEZAS del mundo, las RIQUEZAS de los gentiles. San Pedro establece los honores de los creyentes gentiles y el estado degradado de los jud�os infieles, en un contraste a�n m�s sorprendente, 1 Pedro 2:8 . Tropezaron a la palabra y cayeron; pero eres elevado al honor de ser ungeneraci�n escogida, un sacerdocio real, una naci�n santa, un pueblo peculiar.

Versículo 14

Si por cualquier medio, & c.�El Ap�stol tiene puntos de vista generalmente muy extensos y complicados por escrito; y parece muy evidente, que no s�lo hab�a tenido la intenci�n de estimular a los jud�os a la emulaci�n volviendo sus pensamientos a la consideraci�n de los privilegios que hab�an perdido, sino tambi�n que su objetivo era insinuarse a s� mismo, y al Evangelio que predicaba, en la buena opini�n de los jud�os: porque advierte a los gentiles que no insulten al jud�o; trabaja para darle una opini�n honorable del jud�o; y as� explica el caso del rechazo actual y la recepci�n futura del jud�o, de modo que lo predisponga a pensar favorablemente en la dispensaci�n del evangelio; lo que le dio la oportunidad de recuperarse a trav�s de la gracia divina inmediatamente, se arrepentir�a y creer�a inmediatamente; y que coincidi� con los profetas al afirmar que un d�a toda la naci�n ser�a gloriosamente restaurada.

Ver comentario sobre Romanos 11:13

Versículo 15

La reconciliaci�n del mundo � Ver cap. Romanos 5:11 . Pero la vida de entre los muertos significa "para el mundo; para nosotros los cristianos gentiles; el mundo reconciliado y enriquecido por la expulsi�n de los jud�os". Cuando al principio nos reconciliamos al convertirnos al poder del cristianismo, fuimos resucitados de entre los muertos a una nueva vida, cap. Romanos 6:13y la gloriosa dispensaci�n que se aproxima de la que habla aqu� el Ap�stol, volver� a ser para nosotros como vida de entre los muertos. Por lo cual podemos entender, que la gloria futura de la iglesia, cuando este gran evento de la restauraci�n de los jud�os tenga lugar, ser� mucho m�s gloriosa que su estado actual, como para aparecer al pueblo de Dios como una vida. de entre los muertos. Numerosas profec�as del Antiguo Testamento se refieren evidentemente a este evento; y la maravillosa preservaci�n de los jud�os, como pueblo distinto, no solo deja una posibilidad, sino que alienta nuestra firme esperanza en ella.

Cuando se logre, ser� tan incomparable, que necesariamente atraer� la atenci�n general y fijar� en la mente de los hombres una demostraci�n tan casi irresistible de la revelaci�n del Antiguo y del Nuevo Testamento, que probablemente cautivar� las mentes de muchos miles de personas. de�stas, en pa�ses profesamente cristianos; de los cuales, bajo los establecimientos corruptos que generalmente prevalecen, habr�, por supuesto, multitudes cada vez mayores. Esto no solo cautivar� su comprensi�n, sino que tendr� la mayor tendencia a trav�s de la gracia a despertar un sentido de religi�n verdadera en sus corazones; y este ser� un medio de propagar el Evangelio con una velocidad asombrosa en los pa�ses paganos y mahometanos; que, probablemente, hab�a sido evangelizado hace mucho tiempo, si el cristianismo genuino hubiera prevalecido en aquellos que han hecho una profesi�n, y Dios sabe, en su mayor parte, una profesi�n muy escandalosa de sus formas. V�ase Doddridge, Hartley's Observations, vol. 2: p�g.

373 y Discursos de Lardner sobre "Las circunstancias del pueblo jud�o, un argumento a favor de la verdad de la religi�n cristiana".

Versículo 16

Porque si las primicias son santas, etc. � Ahora si, etc. El Ap�stol hace uso de estas alusiones para mostrar que los patriarcas, la ra�z de la naci�n jud�a, siendo aceptados por Dios, y los pocos jud�os convertidos que al principio entraron en la iglesia cristiana, siendo tambi�n aceptados por Dios, son como si fueran primero. -frutas, o promesas, de que Dios a su debido tiempo admitir� a toda la naci�n de los jud�os en su iglesia visible, para estar junto con los cristianos gentiles nuevamente en su pueblo peculiar. Por santo se entiende aqu� la santidad relativa, por la cual cualquier cosa tiene una apropiaci�n para Dios. Ver a Locke. En lugar de un bulto, el Dr. Heylin lee todo el producto.

Versículo 17

T�, siendo un olivo silvestre, etc.Esta es otra forma de expresar la justificaci�n y elecci�n de nosotros los gentiles; y tambi�n es una prueba incontestable de que nosotros, los cristianos gentiles, somos tomados en el pacto abrah�mico (porque el pacto del Sina� est� abolido) tan verdadera y plenamente como siempre lo fue la naci�n de los jud�os. En consecuencia, cualquier argumento relacionado con los privilegios de nuestra iglesia, tomado de la naturaleza del pacto abrah�mico, debe ser justo y v�lido; porque somos injertados en la iglesia, que surgi� de esa ra�z, y participamos de su grosura. Es de muy poco prop�sito objetar que es antinatural suponer una rama innoble injertada en una cepa rica; porque no era necesario que el s�mil de la inoculaci�n se cumpliera en todos sus detalles; y el compromiso con la humildad, surge en un grado considerable de la circunstancia objetada.

Si el v�stago hubiera sido m�s noble que el linaje, sin embargo, su dependencia de �l para la vida y el alimento lo volver�a incapaz de jactarse contra �l: cu�nto m�s, cuando el caso era al rev�s de lo que se practica en el uso humano; y el olivo silvestre se injerta en el bueno. Ver Doddridge y Calmet.

Versículo 18

No te jactes contra las ramas� Aunque la gran falta que m�s desorden� a la iglesia, y principalmente ejerci� el cuidado del Ap�stol en esta ep�stola, fue que los jud�os insistieran en la necesidad de observancias legales, y no toleraban que los gentiles, aunque se convirtieran al cristianismo, deben ser admitidos en su comuni�n sin ser circuncidados; sin embargo, es claro en este vers�culo, as� como en el cap. Romanos 14:3 ; Romanos 14:10 que los gentiles convertidos no estaban totalmente exentos de culpa de su parte, al tratar a los jud�os con desprecio y desprecio. A esto tambi�n, a medida que se le presenta, aplica remedios adecuados, particularmente en este cap�tulo y en el cap. 14. Ver Locke.

Versículo 20

No seas altivo, etc.� El Dr. Heylin conecta esto con el siguiente vers�culo, as�: No seas presuntuoso, sino teme, no sea que Dios no te perdone, ya que no perdon� ni siquiera las ramas naturales.

Versículo 22

He aqu�, por tanto, la bondad, etc. Lo que aqu� se entiende por bondad para el creyente gentil, como se opone a la severidad contra el jud�o rechazado , es muy evidente. Lo mismo ocurre con la salvaci�n que les llega, Romanos 11:11 con su enriquecimiento, Romanos 11:12 con su injerto en el olivo bueno, Romanos 11:17 con haber obtenido misericordia, Romanos 11:30 con que sean llamados y elegidos, cap. Romanos 9:24 . Es, en resumen, lo mismo con sussiendo justificados por la gracia de Dios, por su fe.

Versículo 24

El olivo, que es silvestre por naturaleza, que son las ramas naturales. El original en ambos lugares es ???? ?????, y por lo tanto nuestros traductores deber�an haberlo traducido en la primera cl�usula, El olivo silvestre natural, o en estos �ltimos, que son ramas por naturaleza. Ver Heylin.

Versículo 25

La plenitud de los gentiles : la plenitud de los jud�os, Romanos 11:12 es el cuerpo completo de la naci�n jud�a que profesa el cristianismo, y por lo tanto, la plenitud de los gentiles aqu� debe ser el cuerpo completo de los gentiles que profesan el cristianismo. Es bien observado por el Dr. Harris, que como esta Ep�stola fue escrita alrededor del a�o 57, es decir, mucho despu�s de la conversi�n m�s notable de los jud�os por la primera predicaci�n de los Ap�stoles, y despu�s de que San Pablo hubiera cumplido unos treinta a�os. comprometido en su trabajo, parece que las profec�as relacionadas con el llamamiento de los jud�os no se cumplieron entonces y, en consecuencia, todav�a no se han cumplido.

El Dr. Whitby observa muy justamente que hay una doble cosecha de gentiles de la que habla San Pablo en este cap�tulo; el primero llam� a sus riquezas, Romanos 11:12 como consistente en la predicaci�n del evangelio a todas las naciones; por lo que en verdad fueron felizmente enriquecidos con el conocimiento y la gracia divinos; el segundo, el traer en su plenitud, en la �ltima era del mundo. V�ase Locke, Whitby, Discourse on the Messiah de Harris, p�g. 91. Miembro. Collat. pag. 94 y Doddridge.

Versículos 26-27

Y entonces� Es decir, por ese medio: as� la palabra ????? significa, Juan 8:59 . Se supone com�nmente que la referencia en este y el siguiente vers�culo al Antiguo Testamento apunta a Isa�as 59:20 . Pero si el Ap�stol dirige a alguna profec�a en particular, o al sentido actual de todos los profetas, es incierto; aunque la �ltima opini�n parece la m�s probable. La restauraci�n de la mancomunidad jud�a, en un grado m�s alto de lo que parece haberse logrado, es, como hemos observado antes, de la que se habla con frecuencia en los escritos prof�ticos. Vea a Locke y Whitby.

Versículo 28

Son enemigos por tu bien; enemigos significan extra�os o extraterrestres; es decir, los que ya no ser�n el pueblo peculiar de Dios: porque son llamados enemigos, en oposici�n a amados en este vers�culo; y la raz�n dada por la que son enemigos, deja claro que este es el sentido; es decir, por causa de los gentiles: es decir, "son rechazados por ser el pueblo peculiar de Dios, para que ustedes, los gentiles, sean tomados como el pueblo de Dios en su habitaci�n", Romanos 11:30 . Enemigos tiene el mismo significado, cap. Romanos 5:10 .En cuanto al Evangelio, enemigos: es decir, todos los que no abrazan el Evangelio, no reciben a Cristo como su rey y Se�or, son extranjeros del reino de Dios; y todos esos extranjeros son llamados enemigos: y tambi�n lo eran los jud�os ahora. ; sin embargo, eran amados en cuanto a la elecci�n; es decir, no dentro del reino del Mes�as, su pueblo, sino dentro de la elecci�n que Dios hab�a hecho de Abraham, Isaac y Jacob, y su posteridad, para ser su pueblo; y por eso Dios todav�a ten�a intenciones de bondad para con ellos, por amor a sus padres, para hacerlos de nuevo su pueblo.

La elecci�n es la misma que la mencionada Romanos 11:5 y cap. Romanos 9:11 . Por tanto, los jud�os incr�dulos no fueron tan desechados como para ser privados por completo del favor de Dios en un sentido nacional; conforme a lo que hab�a declarado mucho antes, Lev�tico 26:44 , Deuteronomio 4:31 . Esto muestra claramente la naturaleza de esa elecci�n, acerca de la cual el Ap�stol discute en este y en los dos Cap�tulos anteriores. V�ase Locke y el cap. Romanos 5:11 .

Versículo 29

Por los dones y el llamamiento de Dios, etc.- "Por los favores que Dios hizo a sus padres al llamarlos a ellos y a su posteridad para ser su pueblo, no se arrepiente, sino a su promesa de que ser�n su pueblo, permanecer� bien ". Entonces se explica el arrepentimiento de Dios , N�meros 23:19 . Ver Elsner.

Versículos 30-31

Porque como vosotros en tiempos pasados, etc.� Cuando se hizo la promesa a Abraham, el llamamiento de los gentiles no era un dise�o secundario, para tener efecto en caso de que el jud�o rechazara el Evangelio, sino un prop�sito absoluto, que deb�a cumplirse si el Los jud�os obedecieron o se negaron. El rechazo del jud�o no era necesario para el llamamiento del gentil; ni los ap�stoles predicaron a los gentiles solo porque los jud�os se hab�an negado a aceptar el evangelio. Si los jud�os hubieran abrazado la fe de Cristo, los ap�stoles a�n habr�an predicado a los gentiles. Su incredulidad debe entenderse evidentemente, como su ca�da, y el desecharlos, Romanos 11:11no simple y absolutamente, sino considerado en sus propias circunstancias, o en su causa; a saber, esa gracia extensa, que derrib� su peculiaridad, para dejar lugar a los gentiles, y as� ocasion� su incredulidad.

Estos vers�culos pueden parafrasearse as�: "Porque como vosotros, los gentiles, durante muchas �pocas pasadas, hab�is estado en un estado de alienaci�n de Dios, pero no para ser excluidos total y eternamente, porque ahora sois llevados a su reino peculiar por ese m�todo que ha ocasionado la incredulidad de los jud�os; as� de la misma manera ( Romanos 11:11 .) los jud�os, a su vez, por infidelidad son excluidos del presente reino peculiar de Dios; no para su total exclusi�n, sino para abrir una nueva escena, cuando, a trav�s de las nuevas demostraciones de la misericordia de Dios para con ustedes, sean llevados nuevamente a su reino ". Ver Locke y Romanos 11:11 .

Versículo 32

Porque Dios sujet� a todos, y c.- ellos no est� en el original, y no debe estar en la traducci�n. Concluido no hay una palabra en ingl�s en este lugar; el sentido del verbo griego ?????????? es, �l ha encerrado o encerrado juntos, que puede traducirse propiamente con la palabra latina concludo; pero en ingl�s nunca usamos la palabra concluir para significar encerrar o callar. La palabra en el original se encuentra en tres lugares adem�s de este, a saber. Lucas 5:6 donde est� bien cerrado; y G�latas 3:22 donde en un verso se traduce de manera muy incorrectaconcluy�, y en el otro callar. Todos fueron encerrados bajo el pecado, y los jud�os en particular fueron encerrados bajo la ley; as� que aqu� Dios ha encerrado a todos juntos en incredulidad. Ahora, como todos los jud�os y gentiles, antes de la venida de Cristo, estaban encerrados bajo el pecado, y los jud�os estaban encerrados bajo la ley, conden�ndolos a muerte ;� (no como si ninguno de ellos pudiera ser salvo, o estar en un estado de aceptaci�n con Dios, pero s�lo hasta ahora, y en este sentido, ya que la base de su perd�n y redenci�n no fue puesta, o el precio de su redenci�n no fue pagado, hasta que Cristo, por el sacrificio de s� mismo, quit� el pecado. del mundo;) as� que aqu� primero los gentiles, despu�s los jud�os est�n encerrados en la incredulidad;no como si, por tanto, estuvieran excluidos del favor de Dios y excluidos de la vida eterna; porque la incredulidad debe entenderse aqu�, no en el sentido absoluto, sino en el sentido relativo; no en el sentido absoluto , ya que es un principio, que hace al hombre inicuo, sino con referencia al reino de Dios en este mundo, o como descalifica a una persona de ser part�cipe de los honores y privilegios de ese reino. Es la incredulidad en la profesi�n, que se opone, no a una vida de santidad y virtud, ni a la felicidad eterna en el mundo venidero, sino s�lo a la fe en la profesi�n. Que el ap�stol aqu� significa incredulidaden este sentido relativo general, y s�lo en la medida en que excluye a una persona del presente reino de Dios, es evidente; porque este vers�culo est� en conexi�n inmediata con los dos anteriores; y TODO aqu� incluye a los jud�os y gentiles incr�dulos en esos vers�culos.

Pero los gentiles incr�dulos son aquellos ( Romanos 11:30 ) que en tiempos pasados ??no hab�an cre�do a Dios; pero ahora, tras su conversi�n al cristianismo, hab�an obtenido misericordia; en consecuencia, eran todo el cuerpo de los gentiles, que, desde el momento en que se hizo la alianza con Abraham, hasta el momento en que abrazaron la fe del Evangelio, no hab�an cre�do a Dios; es decir, no hab�a sido contado entre los s�bditos de su reino visible, como los jud�os durante ese per�odo. Y los jud�os incr�dulos son esos ( Romanos 11:31.) que ahora no creen en Dios; pero al final, tras su conversi�n al cristianismo, obtendr�n misericordia; en consecuencia, son todo el cuerpo de jud�os, que, desde el momento en que rechazaron el reino de Dios bajo el Mes�as, no le han cre�do a Dios; es decir, no han sido contados entre los s�bditos de su reino visible, como lo est�n ahora los creyentes gentiles.

Todo esto est� claro; y por lo tanto podemos concluir, primero, que la incredulidad de la que habla aqu� el Ap�stol no es el car�cter defectuoso de personas particulares, sino la profesi�n general de naciones enteras a lo largo de un largo per�odo de tiempo: ni, en segundo lugar, es esa incredulidad la que somete a las personas a la condena final; porque esa incredulidad no terminar� en que obtengan misericordia; pero la incredulidad bajo la cual los gentiles fueron encerrados, termin� en que obtuvieron misericordia, y tambi�n la incredulidad de los jud�os. En tercer lugar,todo el cuerpo de gentiles, que abraz� la religi�n cristiana, obtuvo misericordia; y tambi�n lo har� todo el cuerpo de los jud�os, en el per�odo futuro del que habla el Ap�stol; pero evidentemente esto se relaciona con su admisi�n a los privilegios del reino de Dios en este mundo; consecuentemente su incredulidad, que se opone a que obtengan misericordia,se refiere �nicamente a su exclusi�n de esos privilegios. En resumen, el Ap�stol considera a los gentiles incr�dulos, durante la peculiaridad jud�a, como un solo cuerpo de hombres; que cuerpo de hombres obtuvo despu�s misericordia, cuando fueron llevados a la iglesia visible de Dios; y tambi�n considera a los jud�os incr�dulos, desde el momento en que rechazaron a Cristo, hasta el tiempo futuro de su conversi�n, como un solo cuerpo de hombres, que ser�n entonces tambi�n obtendr�s misericordia, o ser�s tra�do de nuevo al reino peculiar de Dios.

Por tanto, como esta obtenci�n de misericordia no es otra que la elecci�n sobre la que argumenta en esta Ep�stola, es cierto que no se refiere, por tanto, a esa elecci�n s�lo de personas particulares; pero se refiere a una elecci�n que pueda aplicarse a los cuerpos de los hombres, con respecto a que sean llevados al reino de Dios en este mundo. La nota del Sr. Locke sobre este lugar es excelente y pone todo este importante tema bajo una luz muy clara. "La incredulidad"dice �l, "aqu� acus� nacionalmente a jud�os y gentiles en sus turnos, en este y en los dos vers�culos anteriores, por lo que dejaron de ser el pueblo de Dios, evidentemente fue el repudio de su dominio; por lo que se pusieron fuera del reino que ten�a y deb�a tener en el mundo, y por eso ya no estaban en el estado de s�bditos, sino de extraterrestres y rebeldes. Una visi�n general de la humanidad nos conducir� a una concepci�n m�s f�cil de la doctrina de San Pablo, quien a lo largo de toda esta Ep�stola considera los gentiles, jud�os y cristianos, como tres cuerpos distintos de hombres.

Dios, por creaci�n, tuvo sin duda un soberano incuestionable sobre la humanidad, y esto fue reconocido al principio en sus sacrificios y adoraci�n a �l. Luego se apartaron de su sumisi�n a �l, y encontraron otros dioses, a quienes adoraron y sirvieron. Esta rebeli�n contra Dios, y la consecuencia de ella, Dios los abandona, describe San Pablo, cap. Romanos 1:18. En este estado de rebeli�n contra Dios estaban las naciones de la tierra en el tiempo de Abraham. Y luego Abraham, Isaac y Jacob, y su posteridad los israelitas, por el llamado de la gracia de Dios, regresaron a su lealtad a su antiguo y leg�timo Rey y Soberano; pose�a el �nico Dios invisible, creador del cielo y la tierra, para su Dios, y as� volvi� a ser su pueblo, a quien �l, como su pueblo peculiar, dio ley. Y as� qued� la distinci�n entre jud�os y gentiles, es decir, las naciones,como la palabra significa, hasta el tiempo del Mes�as; y luego los jud�os dejaron de ser el pueblo de Dios, no por una renuncia directa al Dios de Israel, y tomando para s� otros dioses falsos a quienes adoraban; sino oponi�ndose y rechazando el reino de Dios, que �l propuso en ese momento establecer con nuevas leyes e instituciones, y con un prop�sito m�s glorioso y espiritual, bajo su Hijo Jesucristo; Dios lo envi� a ellos, y la naci�n de los jud�os se neg� a recibirlo como su Se�or y Gobernante, aunque era su Rey y Libertador prometido, respondiendo a todas las profec�as y tipos de �l, y evidenciando su misi�n por sus milagros.

Por esta rebeli�n contra �l, en cuya mano Dios hab�a encomendado el gobierno de su reino, y a quien hab�a puesto como Se�or sobre todas las cosas (y quien es Dios sobre todo, bendito por los siglos), los jud�os se apartaron del reino. de Dios, y dej� de ser su pueblo, que ahora no ten�a otro pueblo que los que recibieron y obedecieron a su Hijo como su Se�or y Gobernante. Esta fue la ????????, la incredulidad, de la que se habla aqu�. Y me alegrar�a conocer cualquier otro sentido de fe o de incredulidad,en donde puede ser atribuido nacionalmente a un pueblo (como visiblemente aqu� es), por lo cual cesar�, o llegar� a ser el pueblo de Dios, o s�bditos visibles de su reino aqu� en la tierra. De hecho, para disfrutar de la vida y el estado en este y en otros reinos, no solo se requiere la posesi�n del pr�ncipe y la autoridad de sus leyes, sino tambi�n la obediencia a ellas: porque un jud�o podr�a poseer la autoridad de Dios, y su ley dada por Mois�s, y as� ser un verdadero s�bdito, y un miembro de la comunidad de Israel tanto como cualquiera en ella, y sin embargo perder� su vida por desobedecer la ley.

Y un cristiano puede poseer la autoridad de Jesucristo y del Evangelio, y sin embargo perder la vida eterna por su desobediencia a sus preceptos; como puede verse, cap. Romanos 7:8 , Romanos 7:9 "

Versículo 33

�Oh, la profundidad, etc.! Esta conclusi�n enf�tica parece referirse de manera especial a los jud�os, a quienes el Ap�stol ense�ar�a por este medio la modestia y la sumisi�n a la mano dominante del Dios omnisapiente, incapaces como son para llamarlo a dar cuenta de su trato tan favorable con los gentiles. "Su sabidur�a y sus caminos est�n infinitamente por encima de su comprensi�n; y �se encargar�n de ellos para aconsejarle qu� hacer? �O est� Dios en deuda con ellos? Que digan por qu�, y �l les pagar�". Esta es una fuerte reprimenda a los jud�os, pero entregada, como vemos, de una manera muy suave e inofensiva: un m�todo que el Ap�stol se esfuerza en todas partes por observar hacia su naci�n. Ver a Locke.

Versículo 35

�O qui�n le dio primero, etc.? Esto tiene un respeto manifiesto hacia los jud�os, quienes reclamaron el derecho a ser el pueblo de Dios hasta ahora, que San Pablo (cap. Romanos 9:14 ) encuentra necesario para reivindicar la justicia de Dios en el caso; y aqu� tambi�n, en esta cuesti�n, expone y silencia la locura de tal pretensi�n. Ver a Locke.

Versículo 36

Para de �l, & c.� De �l, como el autor original; a trav�s de �l, como el misericordioso conservador; y a o por �l, como fin �ltimo, - son todas las cosas para su placer fueron creadas todas las cosas; por su providencia todas las cosas son preservadas; para su gloria todas las cosas terminan. Antonino, hablando de la naturaleza(con lo que evidentemente se refiere a Dios), tiene una expresi�n que uno imaginar�a que tom� prestada de esto de San Pablo, ?? ??? ?????, ?? ??? ?????, ??? ?? ?????, - "Todas las cosas son de ti, en ti y para ti ". As�, dice el Sr. Locke, San Pablo concluye, con un epif�noma muy solemne, ese admirable discurso evang�lico a la Iglesia de Roma, que hab�a retomado los once cap�tulos anteriores. Estaba dirigido a los dos tipos de conversos, a saber. Gentiles y jud�os; en el cual, como en dos cuerpos distintos, a lo largo de esta Ep�stola divide a toda la humanidad, y los considera as� divididos en dos corporaciones separadas. 1.

En cuanto a los gentiles, se esfuerza por satisfacerlos, que aunque ellos por su apostas�a de Dios a la idolatr�a y la adoraci�n de dioses falsos, hab�an sido abandonados por Dios, hab�an vivido en pecado y ceguera, sin Dios en el mundo, extra�os de el conocimiento y reconocimiento de �l, pero que la misericordia de Dios a trav�s de Jesucristo se les extendi�, por lo que ahora se les abri� un camino para convertirse en el pueblo de Dios. Porque puesto que nadie pod�a ser salvo por su propia justicia, ni los jud�os mismos, por las obras de la ley, el �nico camino de salvaci�n, tanto para jud�os como para gentiles, era por la fe en Jesucristo. Los jud�os tampoco ten�an ahora otra forma de continuar siendo el pueblo de Dios, que recibiendo el Evangelio; cual camino fue abierto tambi�n a los gentiles, y fueron admitidos con la misma libertad en el reino visible de Dios, ahora erigidos bajo Jesucristo, como los jud�os, y con los �nicos t�rminos de creer. De modo que no hab�a ninguna necesidad de que los gentiles se circuncidaran para convertirse en jud�os, a fin de que pudieran ser part�cipes de los beneficios del Evangelio. 2.

En cuanto a los jud�os, el otro gran objetivo del Ap�stol en el discurso anterior es eliminar la ofensa que los jud�os tomaron por el Evangelio, porque los gentiles fueron recibidos en la iglesia como el pueblo de Dios, y se les permiti� ser s�bditos del reino del Mes�as. Para mejorar su temperamento, �l les muestra, de la Sagrada Escritura, que no podr�an ser salvos por las obras de la ley, y por lo tanto, la doctrina de la justicia por la fe no deber�a ser algo tan extra�o para ellos. Y en cuanto a que fueron rechazados por su incredulidad de ser el pueblo de Dios, y los gentiles acogidos en su habitaci�n, �l muestra claramente que esto les fue predicho en el Antiguo Testamento; y que en esto Dios no les hizo ninguna injusticia. �l era soberano sobre toda la humanidad y pod�a elegir a quien quisiera para ser su pueblo peculiar, con la misma libertad que eligi� la posteridad de Abraham entre todas las naciones de la tierra, y de esa raza eligi� a los descendientes de Jacob antes que los de su hermano mayor Esa�, y que antes ten�an un ser, o eran capaces de hacer el bien. o malvado. En todo ese discurso suyo, est� claro elLa elecci�n de la que se habla tiene por objeto �nicamente naciones o cuerpos pol�ticos colectivos en este mundo, y no personas particulares, en referencia a su estado eterno en el mundo venidero.

Inferencias.� Parece de este cap�tulo prof�tico, as� como de muchas predicciones sorprendentes en otras partes de la Escritura, que los jud�os de ahora en adelante ser�n restaurados al favor y protecci�n de su Dios, y llegar�n a ser con los gentiles un solo redil, bajo un solo pastor, Jesucristo. Para este prop�sito se conservan notablemente como un pueblo distinto y separado de todas las naciones de la tierra; y nada puede ofrecer una prueba m�s contundente de la verdad de la religi�n cristiana que su actual subsistencia como pueblo, junto con todas las circunstancias peculiares de su estado y dispersi�n. Con miras a ellos, podemos observar que algunas evidencias de la verdad de nuestra santa fe no se debilitan, sino que ganan fuerza con el tiempo. Jes�s habl� a menudo demuchos vinieron del oriente y del occidente, del norte y del sur, para sentarse con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos; es decir, participar de los privilegios del Evangelio y de las bendiciones del reino del Mes�as: mientras haya gentiles en el mundo que abrazen agradecidos el Evangelio, esta declaraci�n se cumple; y cuanto m�s tiempo hace desde que se pronunciaron estas palabras, m�s se verifican; y cada adhesi�n a la iglesia de Cristo de entre los gentiles ignorantes y oscurecidos, es una nueva confirmaci�n de la verdad de su doctrina.

La dispersi�n de los jud�os, cuanto m�s dura, fortalece cada vez m�s las evidencias de la religi�n cristiana; es el m�s notable; es una muestra m�s clara y conmovedora del desagrado divino contra ellos; brinda mayor seguridad de que el Mes�as ya ha venido; y se hace m�s imposible para cualquier hombre demostrar que pertenece a la tribu de Jud� y la familia de David, de donde el Mes�as iba a surgir. �Por estas razones se prolonga su actual dispersi�n, y que sea debidamente atendida por todos aquellos a quienes su consideraci�n pueda ser de utilidad!

San Pablo nos dirige a considerar estas cosas como advertencias; A causa de la incredulidad fueron desgajadas y t� por la fe est�s firme: no seas altivo, sino teme, etc. Romanos 11:20 . Porque si no mejoramos nuestros privilegios, la gloria tambi�n se apartar� de nosotros. Se advirti� a las siete iglesias de Asia en el libro de Apocalipsis , y la mayor�a de ellas amenaz� con quitarles el candelero, a menos que se arrepintieran r�pidamente e hicieran sus primeras obras. Muchas iglesias cristianas, plantadas por los ap�stoles de Jes�s y regadas por sus compa�eros de trabajo, han ca�do en decadencia y ruina: el nombre y t�tulo de Christianno salvar� a personas en particular en el d�a del juicio; ni el nombre de Jes�s o cristiano solo asegurar� iglesias y sociedades en este mundo.

No solo debe haber las hojas de una profesi�n justa, sino tambi�n los frutos del amor y la paz, y todas las ramas de la justicia y la verdadera santidad. Los cristianos deben tener mentes celestiales y sus vidas deben estar adornadas con actos de mansedumbre, paciencia, abnegaci�n y celo por el bienestar de los dem�s. Cristo morar� con los tales. Lo honran, y �l los honrar� con un cuidado y protecci�n distinguidos.

Aprendemos de los argumentos del Ap�stol que, como en �pocas pasadas, los jud�os hab�an sido de gran utilidad en la defensa de la religi�n en el mundo, y de ellos finalmente se llev� a los gentiles; as� que cuando al final los jud�os se conviertan a la fe de Cristo, ser� quiz�s en alguna medida a trav�s de los gentiles; y probablemente sobre alguna conversi�n m�s general de este �ltimo de lo que ha sido hasta ahora.

Ver Romanos 11:30 . Pero siempre que tenga lugar esta conversi�n general de los jud�os a la fe de Jes�s, se convertir�n en verdaderos cristianos y cesar� su afici�n por los ritos de la ley mosaica, para que ellos y los gentiles lleguen a ser un solo pueblo y un solo reba�o.

Tenemos buenas razones para desear y orar por ese gran evento, que la plenitud de los gentiles pueda ser tra�da. Mientras tanto, debemos trabajar por la conversi�n de los gentiles ignorantes y hacer lo que est� a nuestro alcance para entusiasmar el pueblo de los jud�os a la emulaci�n, por la sencillez de nuestro culto, la pureza de nuestra fe y la santidad de nuestras vidas.

Por el estado de cosas que se nos presenta en este cap�tulo, no podemos dejar de admirar las excelsas riquezas de la sabidur�a y la bondad de Dios, que ha proporcionado bondadosamente a la humanidad en todas las �pocas ayudas, m�s o menos, para conocer las grandes verdades de la religi�n. Dios siempre habl� a todos por la inspiraci�n secreta de su Esp�ritu Santo: cuando eso no fue debidamente atendido, y el peligro de la ignorancia universal se hizo grande, separ� una familia, la de Abraham, del resto del mundo; y de una parte de ella hizo una gran naci�n, a la que dio una ley; y quienes as� fueron erigidos como l�mpara sobre un monte, para iluminar el mundo que los rodeaba. Entre ellos, por su gracia y por frecuentes interposiciones de su sabia y poderosa providencia, se mantuvo la religi�n, y se mantuvo como una naci�n distinta, disfrutando de muchos privilegios hasta que lleg� el Mes�as. y la religi�n se extendi� por todas partes en las naciones de la tierra, de acuerdo con las promesas hechas mucho antes: y luego, cuando los jud�os generalmente rechazaron esa bendici�n, Dios los desech� de ser su pueblo, como lo hab�an sido, y derram� sobre ellos terribles muestras de su disgusto; pero no destruy�ndolos por completo, sino utiliz�ndolos, incluso bajo aflicciones, para sostener la verdad de la misi�n y autoridad de su Hijo unig�nito, a quien hab�an crucificado.


Tampoco hay aqu� ninguna injusticia o crueldad; porque todav�a son provocados a celos por los que son tomados en su habitaci�n: y en este respecto ahora disfrutan de una ventaja con respecto a la religi�n, m�s all� de lo que ten�an antes los gentiles. Porque entonces era s�lo la naci�n de los jud�os, a quien Dios conoc�a; y muchas de las naciones de la tierra estaban lejos de ellos. Pero los jud�os incr�dulos, en su mayor parte, viven entre los seguidores de Jes�s o cerca de ellos, y tienen mejores oportunidades para informarse sobre los principios de su religi�n que los gentiles en la antig�edad para conocer la de los israelitas.

Y la sabidur�a de la divina Providencia en la primera y la �ltima dispensaci�n es admirable, como observa el Ap�stol al final de este cap�tulo, Romanos 11:30 al dirigirse a los cristianos gentiles; un pasaje, de donde podemos concluir con Santiago en el concilio de Jerusal�n, que son conocidas por Dios todas sus obras desde el principio. Hechos 15:18 .

Adem�s, puede suponerse razonablemente que ser� muy placentero en el estado celestial conocer y observar los diversos m�todos de la divina Providencia, en relaci�n con sus criaturas en el mundo donde hemos vivido; particularmente para observar los m�ltiples designios de la sabidur�a y la bondad, con respecto a las preocupaciones de la religi�n.
Una persona sabia, piadosa y perspicaz tiene ahora un gran deleite y un provechoso entretenimiento al repasar estas obras de la Divina Gracia y Providencia, como se registra en las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento; pero los descubrimientos en un estado futuro deben ser incomparablemente m�s completos y completos y, en consecuencia, m�s deliciosos. Entonces veremos el diluvio de ignorancia que se extiende por todos lados en algunos lugares y �pocas, los maravillosos pasos por los cuales se restaur� la luz y toda la virtud de los instrumentos levantados y empleados por Dios; el celo fiel y desinteresado con el que sirvieron a Dios y promovieron el bienestar de sus semejantes; y c�mo incluso los sucesos aflictivos obedec�an a dise�os ben�ficos.

Y aunque un conocimiento tan extenso no deber�a ser la porci�n de aquellos que finalmente se separan de Dios, sin embargo, habr� un recuerdo de las cosas pasadas; lo que los hombres han hecho y dejado de hacer; qu� medios de conocimiento se les ofrecieron en este mundo; qu� convicciones ten�an del deber; qu� ayudas disfrutaron para asegurar una vida y conducta santa y virtuosa, y fortalecerlos contra las tentaciones; en resumen, para llevarlos a Cristo y la salvaci�n eterna, �y c�mo fallaron en mejorar esas muchas ventajas!

�Cu�n penetrante debe ser, en el lugar de tormento, que un descendiente de Abraham, que vivi� en el tiempo de nuestro Se�or, recuerde las palabras de gracia que escuch� de su boca! Que aunque Jes�s ense�� en las calles de su ciudad, y de la manera m�s cautivadora prometi� vida eterna a quienes creyeran en �l y le obedecieran; y aunque realiz� numerosos milagros, curativos y beneficiosos, adecuados a la bondad de su doctrina, y muestras de inexpresable apacibilidad y benevolencia, �despreci� y abus� de esta amable Persona! Y aunque sab�a que los profetas hab�an hablado de un gran Libertador que se levantar�a entre ellos, y era la opini�n predominante que esofue la hora exacta prefijada para su venida; no lo escuchaba ni lo miraba debido a algunos prejuicios infundados y un afecto demasiado fuerte por las posesiones y los placeres mundanos.

De igual manera, a cu�ntos otros no lo har� tambi�n el recuerdo de los religiosos, de los cristianos privilegios, no ha mejorado, pero rechazado y abusado, ser materia de tormento y aflicci�n! -Por ejemplo, los ni�os de padres piadosos, que reprobada toda su consejo, y no aceptar� ninguna de sus reprensiones. Siervos, que son contrarios al orden y la restricci�n de las familias religiosas, y se sienten ofendidos por las devociones diarias y las frecuentes lecturas de la Escritura u otros libros de piedad; que eligen las moradas de los malvados, donde no hay ni siquiera una apariencia de piedad, o un aspecto de la religi�n, y prefieren la compa��a y costumbres de la disoluta, que son un reproche a la naturaleza humana! -A cristiana,participando en todas las ordenanzas del Evangelio, �pero actuando en contra de las obligaciones bajo las cuales est�! ��Un ministro en la casa de Dios, mostrando a otros el camino a la salvaci�n, pero sin caminar por �l mismo!

�Cu�n penoso debe ser el recuerdo de tales ventajas en el futuro, si finalmente se abusa y se ignora! �Qu� consuelo puede darse entonces a las almas temblorosas de los hombres? �Ay, la triste reflexi�n sobre su propia locura ser� inevitable y eternamente incurable!
�Que seamos, por tanto, sabios para conocer y cuidar las cosas de nuestra paz, ahora en este nuestro d�a! ��Asegurando tiempo, mientras lo tengamos, para reflexiones serias sobre nuestra conducta y nuestras ventajas, y comparando nuestra luz y conocimiento con nuestras acciones y prop�sitos! Porque entre estos debe haber un acuerdo, o la consecuencia ser� miserable. Donde se da mucho, se puede esperar y se esperar� mucho; y el siervo que conoci� la voluntad de su Se�or, y no la hizo, ser� azotado con muchos azotes. Lucas 12:47 .

�stas son ciertas verdades: son cosas que en alg�n momento proporcionar�n al alma un recuerdo agradable y confortable, o aflictivo y doloroso. Es una observaci�n terrible y que despierta de nuestro Se�or: - Esta es la condenaci�n, Que la luz vino al mundo, y los hombres amaron m�s las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas, Juan 3:19 . Si alguno de nosotros pereciera, �no tenemos raz�n para temer esta condenaci�n agravada? Porque debemos ser conscientes de que hemos recibido instrucci�n suficiente para asegurarnos que las cosas de arriba son preferibles a las de esta tierra; que, por tanto, nada debe ser as�. desviarnos y ocuparnos, para evitar que acumulemos tesoros en el cielo;y que debemos ordenar nuestras preocupaciones actuales, y toda nuestra conversaci�n, de la manera que mejor promueva nuestros intereses m�s importantes: la salvaci�n eterna y la felicidad de nuestras almas. Ver Lardner y Romanos 11:11 .

REFLEXIONES.� 1�. Nada puede ser m�s irritante para los jud�os que este tema de su rechazo; y alguno dir�a: �Ha desechado Dios a su pueblo? Dios no lo quiera.

1. Aunque algunos son desechados por incredulidad, no todos son incr�dulos.
2. Si la naci�n de jud�os en general est� actualmente abandonada por su rechazo del Evangelio, los gentiles son llamados al reino del Mes�as.
3. Llegar� el tiempo en que los jud�os ser�n devueltos y admitidos en la iglesia peculiar del Mes�as.
[1.] Aunque algunos son rechazados por la incredulidad, no todos son incr�dulos: de esto, el mismo San Pablo fue un ejemplo. Porque tambi�n yo soy israelita, de la simiente de Abraham, de la tribu de Benjam�n; y aunque nadie mostr� mayor amargura contra el Evangelio, sin embargo, he obtenido misericordia; y multitudes, adem�s, del pueblo jud�o, comparten la misma bendici�n, porque Dios no ha desechado a su pueblo, al cual de antemano conoci�.creer�an y ser�an fieles a su gracia: y estos eran m�s de lo que se pod�a imaginar al principio, como fue el caso en los d�as de El�as, cuando, a causa de su deserci�n general hacia la idolatr�a y la persecuci�n de los profetas de Dios, ese celoso reformador se quej� a Dios como si lo hubieran dejado solo, y su vida diaria en peligro; y, por las melanc�licas apariencias, no pod�a sino concluir que la gente estaba lista para la ruina.

Pero Dios le informa que, por muy malas que fueran las cosas, todav�a ten�a siete mil adoradores fieles, que no se hab�an inclinado ante Baal; as� tambi�n en este tiempo tambi�n hay un remanente seg�n la elecci�n de gracia, que accede a la elecci�n de gracia creyendo. Nota; (1.) Hay muchas m�s almas fieles de las que nosotros, mirando a nuestro alrededor en la apostas�a general, estamos dispuestos a suponer. (2.) Cuando la religi�n est� fuera de lugar, es una gran cosa atreverse a ser singular y no doblar la rodilla ante Baal.

Entonces, �cu�l es el caso? Por qu� el hecho es evidente, Israel no ha alcanzado lo que busca; cuya raz�n se da, cap. Romanos 9:31 pero la elecci�n la alcanz�, por la fe en Jes�s, y los dem�s fueron cegados, abandonados a su impenitencia e incredulidad, y pereciendo por la sentencia de esa ley, por su obediencia a la cual esperaban justificaci�n ante Dios. . Nota; (1.) Los que conf�an total o parcialmente en sus obras para la justificaci�n, hacen que Cristo haya muerto en vano y que la gracia de Dios sea in�til. (2.) Aquellos que conf�an en su propia justicia, son cada vez m�s endurecidos contra el m�todo de salvaci�n del Evangelio.

En prueba de lo que hab�a alegado, por terrible que pueda parecer a algunos, apela a las Escrituras, seg�n est� escrito: Dios les ha dado esp�ritu de sue�o, ojos para que no vean y o�dos para que no vean. escucha hasta el d�a de hoy. Est�n hundidos en la estupidez y la insensibilidad, y en un juicio justo por su rechazo de todos los medios, misericordias y correcciones que se les concedieron, especialmente por su deliberada incredulidad en el Evangelio, Dios los ha abandonado a una mente reprobada. Y, en el mismo sentido, David dice, al hablar de los enemigos del Mes�as: Sea su mesa lazo y trampa, tropiezo y recompensa para ellos.El altar, y todo el servicio ritual del que depend�an, ser�a el medio de su ruina; o esas bondades de la Providencia, de las que abusaron hasta convertirse en orgullo y lujo, los embriagar�an y, como borrachos, como castigo de su infidelidad, tropezar�an en la perdici�n.

Se oscurezcan sus ojos para que no vean; puesto que odian la luz, quedar�n ciegos; e inclinar�n su espalda siempre, bajo esclavitud y servidumbre perpetuas, esclavizados por los poderes de la tierra, y m�s esclavizados por la mentalidad mundana; por el pecado y Satan�s. Nota; (1.) De todos los juicios, los espirituales son los m�s temibles y, sin embargo, generalmente son los menos percibidos. (2.) Los que se preocupan por las cosas terrenales, no pueden dejar de andar en tinieblas.

[2.] Aunque los jud�os fueron expulsados ??por un tiempo del reino peculiar del Mes�as, los gentiles fueron llamados a la iglesia.

Digo entonces, �han tropezado para caer, total e irrecuperablemente? Dios no lo quiera; antes bien, as� lo ha ordenado Dios en su providencia, que por su ca�da venga la salvaci�n a los gentiles (ver Hechos 13:46 ), para provocarlos a celos; para que, avergonzados de ser superados por los gentiles, sean impulsados ??a una noble emulaci�n. Ahora bien, si la ca�da de ellos es la riqueza del mundo, y la disminuci�n de ellos la riqueza de los gentiles, Dios en su infinita sabidur�a y misteriosos designios, haciendo de la apostas�a y obstinaci�n de los jud�os la ocasi�n de difundir su Evangelio lo antes posible entre los gentiles, a quienes le agrada enriquecer con la abundancia de su gracia;�Cu�nto m�s los gentiles ser�n confirmados en la fe, y la multitud de convertidos aumentar� cuando vean su plenitud, la restauraci�n de los jud�os dispersos a sus privilegios perdidos, cuando al final se vuelvan al Se�or? Porque les hablo, gentiles, para su consuelo y precauci�n, por cuanto soy el ap�stol de los gentiles, especialmente designado por Dios para predicarles el evangelio; Magnifico mi oficio, me glor�o en mi empleo y bendigo a Dios por haberme honrado hasta el punto de nombrarme para �l.

Y esto digo: Si de alguna manera puedo provocar a imitar a los que son mi carne, a superar a los gentiles, avergonzados de ser superados por ellos en fe y santidad, y as� salvar a algunos de ellos, llev�ndolos a Cristo para perd�n, gracia y vida eterna; porque, como dije, si el rechazo de ellos es la reconciliaci�n del mundo, el Evangelio, por su infidelidad, siendo enviado a los gentiles, �qu� ser� el recibimiento de ellos sino vida de entre los muertos?Cu�n sorprendente y delicioso ser� ese gran evento, cuando los jud�os en general se conviertan a Cristo y sean restaurados a la iglesia como hombres resucitados de entre los muertos; y su conversi�n inspira a los gentiles con nueva vida y vigor. Porque si las primicias son santas, y algunos pocos conversos del pueblo jud�o aparecen ahora como las promesas y las arras de lo que Dios har� por la naci�n en el futuro, la masa tambi�n es santa, y al final ser�n consagrados como naci�n para Dios: y si la ra�z es santa, Abraham y los patriarcas, de quienes descendieron los jud�os, considerados como su cabeza federal, a quienes y su simiente fueron hechas las promesas, tambi�n lo son las ramas;tienen una santidad relativa en virtud de su descendencia; y, aunque en el presente su incredulidad los aleja de todos los privilegios del pacto, sin embargo, por amor a los padres, en las edades futuras el amor de Dios por ellos, como naci�n, aparecer� y ser�n nuevamente recibidos en el seno de su iglesia.

Y si algunas de las ramas se cortan por su incredulidad, y t�, un gentil, siendo un olivo silvestre, de nacimiento un extranjero de la comunidad de Israel, y un extra�o a los pactos de la promesa, fuiste injertado en medio de ellos, y con ellos participaron de la ra�z y grosura del olivo, admitidos en com�n con los descendientes naturales de Abraham, que creen, para compartir todas las bendiciones y privilegios del pacto peculiar del Mes�as, no se jactan contra las ramas, mirando con desprecio a los jud�os, que por su infidelidad han sido desgajados; pero si te jactas y te enorgulleces de tu avance, recuerda que no llevas la ra�z, sino la ra�z t�,y todas las misericordias que disfrutas son de los jud�os; de ellos, seg�n la carne, descendi� Cristo; los primeros predicadores del Evangelio fueron de su naci�n; y todos los privilegios de tu iglesia se derivan de Abraham, el gran padre de los fieles; por tanto, este pueblo, aunque ahora ha ca�do, no debe ser pisoteado.

Entonces dir�s quiz�s: Las ramas fueron desgajadas para que yo fuera injertado; Me prefer�an a ellos y tengo motivos para estimarme por encima de ellos. Bien; por incredulidad fueron desgajadas; no fue por ninguna bondad en ustedes, sino por su propia infidelidad; y t� est�s por fe, no teniendo tus privilegios por descendencia, sino por la gracia gratuita de Dios en Cristo Jes�s: y por lo tanto, toda jactancia est� excluida. No seas, pues , altivo; pero teme, no sea que t� tambi�n caigas, por el mismo ejemplo de incredulidad. Porque si Dios no perdon� a las ramas naturales, mira no sea que �l tampoco te perdone a ti;si los gentiles imitaban su orgullo e incredulidad, podr�an comprender mucho m�s que �l los tratar�a de la misma manera y los privar�a de todos los privilegios a los que los hab�a admitido. Mira, pues, y admira la bondad y la severidad de Dios: sobre los que cayeron, ejerci� justa severidad, apart�ndolos de su iglesia visible y priv�ndolos de todos los privilegios de su pueblo peculiar; pero hacia ti, indigno como eres, ha mostrado la bondad m�s trascendente , admiti�ndote, un gentil id�latra despreciado, en su reino, y continuar� bendici�ndote, si contin�as en su bondad,y no abuses de la misericordiosa dispensaci�n, bajo la cual te encuentras actualmente, con orgullo e infidelidad; de lo contrario, tambi�n ser�s cortado; y ninguna profesi�n nominal de cristianismo, si el coraz�n resulta ap�stata, librar� a nadie de la ira de Dios. .

[3.] Todav�a hay esperanza al final, que todo Israel, como naci�n, a pesar de su actual rechazo, al fin se convertir� y se salvar�. Y ellos tambi�n, si no permanecen todav�a en la incredulidad, ser�n injertados; y cuando reciban el Evangelio y crean en Jes�s como el Mes�as, ser�n readmitidos en la iglesia visible, porque Dios puede injertarlos nuevamente, como los hijos del creyente Abraham. Tampoco es esto en absoluto inconcebible o improbable; porque si fuiste cortado del olivo, que es silvestre por naturaleza, brotado de la estirpe gentil, que estaba fuera del pacto peculiar, y fuiste injertado contra la naturaleza en un buen olivo, que es como injertar un v�stago salvaje en un buen �rbol,�Cu�nto m�s estos, que son las ramas naturales y los descendientes de Abraham, ser�n injertados en su propio olivo, y ser�n recibidos en la iglesia del Evangelio, que una vez estuvo totalmente confinada a su pueblo y naci�n, si creen? Porque no quiero, hermanos, que ignor�is este misterio, ( no sea que se�is sabios en vuestra propia opini�n; envanecidos con una opini�n de vuestra propia excelencia, y imaginando que el favor de Dios ha de ser de ahora en adelante confinado a t� solo,) que la ceguera en parte le ha sucedido a Israel, y son abandonados a su incredulidad por un tiempo, hasta que entre la plenitud de los gentiles,cuando en los �ltimos d�as las naciones de la tierra, de una manera m�s general que nunca, se volver�n obedientes a la fe.

Y as� todo Israel ser� salvo; en general ser�n introducidos en la iglesia evang�lica y convertidos al Se�or, como est� escrito: Saldr� de Si�n el Libertador, y apartar� de Jacob la impiedad; el Mes�as adorado en los �ltimos d�as saldr� en el poder de su Evangelio, y por la eficacia de su palabra y Esp�ritu traer� a los hijos de Jacob, los jud�os en general, a su iglesia evang�lica. Porque este es mi pacto con ellos; y cumplir� sus promesas, como se ver� en los �ltimos d�as; cuando yo quite sus pecados, perdonando gratuitamente, por amor de su nombre, todo lo pasado, y recibiendo en los brazos de su amor todo lo que abrace en la fe al verdadero Mes�as.

En general, entonces, el estado del caso es el siguiente: en lo que respecta al Evangelio, en la actualidad son enemigos de �l, y se les permite serlo por su bien, para que el Evangelio se difunda m�s pronto y m�s lejos en el mundo gentil. ( Hechos 13:46 .). Pero en cuanto a la elecci�n de ellos como naci�n para ser su pueblo peculiar, son amados por causa de los Padres; y aunque abandonado por el momento, todav�a hay misericordia reservada para la naci�n. Porque los dones y el llamamiento de Dios son sin arrepentimiento; Dios, habiendo hecho sus promesas a Israel, como naci�n escogida, seguramente ser�n llamados nuevamente a su iglesia.Porque como en tiempos pasados ??no hab�is cre�do a Dios, sino que hab�is vivido sin �l en el mundo, sirviendo cepos y piedras, pero ahora hab�is obtenido misericordia, por la gracia ilimitada de Dios admitidos en la comuni�n y los privilegios del Evangelio, por su incredulidad, que pusieron ese Evangelio de ellos; as� tambi�n �stos ahora no han cre�do, han sido abandonados a su infidelidad, para que por tu misericordia tambi�n ellos obtengan misericordia; provocado por ti a la emulaci�n, y llevado por la fe a abrazar al mismo Redentor, a trav�s del cual los gentiles han sido aceptados por Dios.

Y esta conversi�n de los jud�os es al menos tan probable, y ser� tan segura, como la conversi�n de los gentiles id�latras. Porque Dios los ha concluido a todos en incredulidad; tanto jud�os como gentiles han sido abandonados por turnos fuera de la iglesia visible; para glorificar las riquezas de su gracia para con ambos, y tener misericordia de todos; sobre el cuerpo de jud�os y gentiles en general, haci�ndolos al fin un reba�o bajo un solo Pastor.

2�, Habiendo reconciliado evidentemente el rechazo de los jud�os con la justicia y la bondad de Dios, y habiendo mostrado que todav�a hab�a misericordia reservada para ellos; En vista de esta asombrosa dispensaci�n, el Ap�stol irrumpe: � Oh profundidad de las riquezas tanto de la sabidur�a como del conocimiento de Dios! �Cu�n insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!Adem�s, el Ap�stol no se atreve a escudri�ar los consejos divinos, sino que se para admirando al borde del oc�ano y clama: �Oh, la profundidad de las riquezas de esa gracia, que tanto jud�os como gentiles experimentan, indigna como son de los m�s peque�os! �Qu� sabidur�a y conocimiento aparecen en la invenci�n de este admirable plan, planeado en la mente divina, para hacer que incluso el rechazo de los jud�os est� subordinado al llamado de los gentiles; y su conversi�n, el medio por fin de restaurar a los jud�os como naci�n al favor divino. Estos consejos son demasiado profundos para que los comprendamos; y los m�todos que en su providencia utiliza para llevar a cabo sus propios prop�sitos, est�n m�s all� de nuestro conocimiento; estamos perdidos en el laberinto, del cual quien es infinito en sabidur�a solo tiene la pista.

Porque �qui�n conoci� la mente del Se�or? �Qu� criatura jam�s hurg� en las cosas profundas de Dios, o pudo sondear su infinita sabidur�a? �O qui�n fue su consejero? ni el hombre ni el �ngel fueron consultados al planear sus designios de gracia. �O qui�n le dio primero para que le fuera recompensado? �Qui�n puede reclamar algo por derecho suyo? No es deudor ni de jud�os ni de gentiles; �Y c�mo, pues, se atreve alguien a acusarlo de su procedimiento, o decirle: Qu� haces? Porque de �l, por �l y para �l son todas las cosas; todas las cosas de la naturaleza y la providencia le pertenecen a �l como su anterior y sustentador, su causa eficiente y su fin �ltimo; a quien por tanto�Es muy conveniente que los santos en la tierra y los esp�ritus exaltados en el cielo atribuyan gloria para siempre! y todos los que han probado su gracia, a�adir�n su gozoso Am�n. Nota; Aunque tenemos la percepci�n m�s profunda de los misterios de la gracia, los m�s sabios deben reconocer que conocen solo una parte de los caminos de Dios. Hay muchas cosas que nuestra corta l�nea no puede comprender. Nuestro negocio, por tanto, es aceptar las determinaciones divinas; �no para cavilar, sino para admirar y adorar!

Información bibliográfica
Coke, Thomas. "Comentario sobre Romans 11". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tcc/romans-11.html. 1801-1803.