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Daniel 8

El Comentario Bíblico del ExpositorEl Comentario Bíblico del Expositor

Versículos 1-27

EL RAMO Y EL CABRITO

Esta visi�n est� fechada como ocurrida en el tercer a�o de Belsasar; pero no es f�cil ver el significado de la fecha, ya que est� casi exclusivamente ocupada con el establecimiento del Imperio griego, su disoluci�n en los reinos de los Diadochi y el despotismo imp�o del rey Ant�oco Ep�fanes.

El vidente se imagina a s� mismo en el palacio de Shushan: "Como vi, estaba en el castillo de Shushan". Algunos han supuesto que Daniel estaba realmente all� por alg�n asunto relacionado con el reino de Babilonia. Pero este punto de vista crea una dificultad innecesaria. Shushan, que los griegos llamaban Susa, y los persas Shush (ahora Shushter), "la ciudad del lirio", era "el palacio" o fortaleza ( birah ) de los reyes aquem�nidas de Persia.

y es muy improbable que un oficial principal del reino de Babilonia hubiera estado all� en el tercer a�o del imaginario rey Belsasar, justo cuando Ciro estaba en v�speras de capturar Babilonia sin un golpe. Si Belsasar es un vago reflejo del hijo de Nabunaid (aunque nunca rein�), Susa no estaba sujeto al rey de Babilonia. Pero la presencia ideal del profeta all�, en visi�n, es an�loga a la presencia del exiliado Ezequiel en Jerusal�n; Ezequiel 40:1 y estas transferencias de los profetas a las escenas de su operaci�n a veces incluso se consideraban corporales, como en la leyenda de Habacuc llevado al foso de los leones para apoyar a Daniel.

Shushan se describe como perteneciente a la provincia de Elam o Elymais, que puede usarse aqu� como una designaci�n general del distrito en el que se incluy� a Susa. El profeta se imagina a s� mismo de pie junto a la cuenca del r�o Ulai, lo que muestra que debemos tomar las palabras "en el castillo de Shushan" en un sentido ideal; porque, como dice Ewald, "es s�lo en un sue�o que las im�genes y los lugares cambian tan r�pidamente". El Ulai es el r�o llamado por los griegos Eulaens, ahora Karun.

Plinio y Arriano dicen que Shush�n estaba en el r�o Eulaens, y Herodoto a orillas del r�o Eulaen.

"Choaspes, arroyo de �mbar, La bebida de nadie m�s que de reyes".

Ahora parece que se ha demostrado que Ulai era simplemente una rama de los Choaspes o Kerkhah.

Daniel levanta los ojos y ve un carnero al este de la cuenca del r�o. Tiene dos cuernos elevados, siendo el m�s alto de los dos el de origen m�s tard�o. Se enfrenta hacia el oeste, el norte y el sur, y hace grandes cosas. Pero en medio de sus �xitos, un macho cabr�o, con un cuerno conspicuo entre los ojos, viene de Occidente tan r�pidamente sobre la faz de toda la tierra que apenas parece tocar el suelo, y corre sobre el carnero en el la furia de su fuerza, conquistando y pisoteando sobre �l, y rompiendo en pedazos sus dos cuernos.

Pero su impetuosidad dur� poco, porque el gran cuerno se rompi� r�pidamente y otros cuatro se elevaron en su lugar hacia los cuatro vientos del cielo. De estos cuatro cuernos sali� disparado un cuerno insignificante, que creci� enormemente hacia el Sur, y hacia el Este, y hacia la "Gloria" , es decir , hacia Tierra Santa. Se engrandeci� hasta el ej�rcito de los cielos, y ech� por tierra parte del ej�rcito y de las estrellas y las pisote�.

Incluso se comport� con orgullo contra el pr�ncipe del ej�rcito, le quit� "el diario" (sacrificio), profan� el santuario desmantelado con armas sacr�legas, ech� la verdad por tierra y prosper�. Entonces "uno santo llam� a otro y pregunt�: �Hasta cu�ndo durar� la visi�n del [sacrificio] diario, y el horrible sacrilegio, para que as� tanto el santuario como la hostia sean entregados para ser pisoteados?" Y la respuesta es: "Hasta dos mil trescientos 'erebh-boqer ,' tarde-ma�ana '; entonces el santuario ser� justificado".

Daniel trat� de comprender la visi�n, e inmediatamente se par� ante �l uno con la apariencia de un hombre, y oy� la voz distante de alguien parado entre el Ulai , es decir , entre sus dos orillas, o quiz�s entre sus dos ramas el Eulaeus y los Choaspes, que llamaron en voz alta a "Gabriel". El arc�ngel Gabriel se menciona aqu� por primera vez en las Escrituras. �Gabriel �grit� la voz�, expl�cale lo que ha visto.

"Entonces Gabriel vino y se par� a su lado; pero �l, aterrorizado, cay� sobre su rostro." Mira, hijo de hombre ", le dijo el �ngel," porque hasta el tiempo del fin es la visi�n ". Daniel todav�a estaba postrado sobre su rostro, y se hundi� en un desmayo, el �ngel lo toc� y lo levant�, y dijo que la gran ira era solo por un tiempo fijo, y que �l le dir�a lo que suceder�a al final. .

El carnero de dos cuernos, dijo, el Baalkeranaim , o "se�or de dos cuernos", representa al Rey de Media y Persia; la cabra peluda es el Imperio de Grecia; y el gran cuerno es su primer rey: Alejandro Magno.

Los cuatro cuernos que surgen del gran cuerno roto son cuatro reinos inferiores. En uno de ellos, el sacrilegio culminar�a en la persona de un rey de rostro atrevido y h�bil en la astucia, que se volver�a poderoso, aunque no por su propia fuerza. Prosperar�a y destruir�a a los hombres valientes y al pueblo de los santos, y el enga�o triunfar�a con sus dobleces. Luchar�a contra el Pr�ncipe de los pr�ncipes y, sin embargo, sin una mano ser�a hecho pedazos.

Tal es la visi�n y su interpretaci�n; y aunque hay aqu� y all� una dificultad en los detalles y la traducci�n, y aunque hay una crudeza necesaria en las im�genes emblem�ticas, el significado general del conjunto es perfectamente claro.

La escena de la visi�n est� idealmente ubicada en Shushan, porque los jud�os la consideraban la capital real del dominio persa, y el sue�o comienza con el derrocamiento del Imperio Medo-Persa. El carnero es un s�mbolo natural de poder y fuerza, como en Isa�as 60:7 . Los dos cuernos representan las dos divisiones del imperio, de las cuales la posterior, la persa, es la m�s elevada y la m�s fuerte.

Se le considera ya el se�or de Oriente, pero extiende sus conquistas chocando hacia el oeste sobre el Tigris hacia Europa, y hacia el sur hasta Egipto y �frica, y hacia el norte, hacia Escitia, con un �xito magn�fico.

El macho cabr�o es Grecia. Su �nico gran cuerno representa al "gran conquistador de Emathian". Tan r�pida fue la carrera de las conquistas de Alejandro, que la cabra parece correr sin tocar el suelo. Isa�as 5:26 Comp. # / RAPC Malaqu�as 1:3 Con irresistible furor, en las grandes batallas del Granicus (B.

C. 334), Issus (333 aC) y Arbela (331 aC), destroza el poder de Persia y de su rey, Dar�o Codomannus. En este corto espacio de tiempo, Alejandro conquista Siria, Fenicia, Chipre, Tiro, Gaza, Egipto, Babilonia, Persia, Media, Hircania, Aria y Arachosia. En el 330 a. C., Dar�o fue asesinado por Beso y Alejandro se convirti� en el se�or de su reino. En el 329 a. C., el rey griego conquist� Bactria, cruz� el Oxus y Jaxartes y derrot� a los escitas.

En el 328 a. C. conquist� Sogdiana. En los a�os 327 y 326 a. C. cruz� el Indo, el Hidaspes y el Akesines, someti� el norte y el oeste de la India y, obligado por el descontento de sus tropas a detener su carrera de la victoria, naveg� por el Hidaspes y el Indo hasta el oc�ano.

Luego regres� por tierra a trav�s de Gedrosia, Karmania, Persia y Susiana a Babilonia.

All�, el gran cuerno se rompe repentinamente sin mano. # / RAPC 1Ma 6: 1-16 2Ma 9: 9 Job 7:6 Proverbios 26:20 Alejandro en el 323 a.C., despu�s de un reinado de doce a�os y ocho meses, muri� como muere un necio, de una fiebre provocada por la fatiga, exposici�n, embriaguez y libertinaje. Solo ten�a treinta y dos a�os.

Inmediatamente sigui� el desmembramiento de su imperio. En 322 a. C., su vasta extensi�n se dividi� entre sus principales generales. Siguieron veintid�s a�os de guerra; y en el a�o 301 a. C., despu�s de la derrota de Ant�gono y su hijo Demetrio en la batalla de Ipsus, se ven cuatro cuernos en lugar de uno. La batalla fue ganada por la confederaci�n de Casandro, Lis�maco, Ptolomeo y Seleuco, y fundaron cuatro reinos. Casandro gobern� en Grecia y Macedonia; Lis�maco en Asia Menor; Tolomeo en Egipto, Coele-Siria y Palestina; Seleuco en Asia superior.

Con uno solo de los cuatro reinos, y con uno solo de sus reyes, la visi�n est� m�s relacionada con el reino de los Seleueidas y con el octavo rey de la dinast�a, Ant�oco Ep�fanes. En este cap�tulo, sin embargo, solo se proporciona un breve esbozo de �l. Posteriormente se a�aden muchos detalles del tipo m�s m�nimo.

Se le llama "un cuerno insignificante" porque, en su juventud, nadie podr�a haber anticipado su futura grandeza. Era solo un hijo menor de Ant�oco III (el Grande). Cuando Ant�oco III fue derrotado en la Batalla de Magnesia bajo el monte Sipylus (190 aC), su p�rdida fue terrible. Cincuenta mil infantes y cuatro mil caballos fueron muertos en el campo de batalla, y mil cuatrocientos fueron hechos prisioneros. Se vio obligado a hacer las paces con los romanos y darles rehenes, uno de los cuales era Ant�oco el Joven, hermano de Seleuco, heredero del trono.

Ant�oco durante trece a�os languideci� miserablemente como reh�n en Roma. Su padre, Ant�oco el Grande, fue asesinado en 187 a. C. por el pueblo de Elymais, despu�s de su saqueo sacr�lego del templo de J�piter-Belus; o asesinado por algunos de sus propios asistentes a quienes hab�a golpeado durante un ataque de embriaguez. Seleucus Philopator lo sucedi� y, despu�s de haber reinado durante trece a�os, deseaba volver a ver a su hermano Ant�oco.

Por lo tanto, envi� a su hijo Demetrio a cambio de �l, quiz�s deseando que el ni�o, que entonces ten�a doce a�os, disfrutara de la ventaja de una educaci�n romana, o pensando que Ant�oco le ser�a m�s �til en sus planes contra Ptolomeo Filometor. , el ni�o-rey de Egipto. Cuando Demetrio se dirig�a a Roma y Ant�oco a�n no hab�a llegado a Antioqu�a, Heliodoro, el tesorero, aprovech� la oportunidad para envenenar a Seleuco y usurpar la corona.

Por tanto, las posibilidades de Ant�oco parec�an muy desesperadas. Pero era un hombre h�bil, aunque con una mancha de locura y locura en las venas. Al aliarse con Eumenes, rey de P�rgamo, como veremos m�s adelante, suprimi� a Heliodoro, asegur� el reino y "haci�ndose muy grande", aunque s�lo mediante el fraude, la crueldad y la estratagema, asumi� el t�tulo de Ep�fanes "el Ilustre". " Extendi� su poder "hacia el sur" intrigando y combatiendo contra Egipto y su joven sobrino, Ptolomeo Filometor; y "hacia la salida del sol" por sus �xitos en la direcci�n de Media y Persia; Ver # / RAPC 1Ma 3: 29-37 y hacia "la Gloria" u "Ornamento" ( hatstsebi ) - i.

mi. , la tierra sagrada. Inflado por la insolencia, ahora se puso contra las estrellas, las huestes del cielo , es decir , contra el pueblo elegido de Dios y sus l�deres. Los derrib� y pisote�, y defini� al Pr�ncipe de las huestes; para el

"Ni siquiera contra el Santo de los cielos refren� su lengua blasfemar."

Su principal enormidad fue la abolici�n de "el diario" ( tamid ), es decir , el sacrificio que se ofrec�a diariamente en el templo; y la profanaci�n del santuario mismo por la violencia y el sacrilegio, que se expondr� con m�s detalle en el pr�ximo cap�tulo s. Tambi�n se apoder� y destruy� los libros sagrados de los jud�os. Al prohibir la lectura de la Ley, cuya lecci�n diaria se llamaba Parash�, comenz� a partir de ese momento la costumbre de seleccionar una lecci�n de los Profetas, que se llam� Haphtarah.

Era natural hacer que uno de los santos, que supuestamente ser�an testigos de esta horrible iniquidad, preguntara por cu�nto tiempo se permitir�a. La enigm�tica respuesta es: "Hasta una tarde-ma�ana de dos mil trescientos".

En la explicaci�n adicional dada a Daniel por Gabriel se agregan algunos toques m�s.

Ant�oco Ep�fanes es descrito como un rey "audaz de rostro y h�bil en enigmas". Su audacia est� suficientemente ilustrada por sus muchas campa�as y batallas, y su arrogante insolencia ya ha sido aludida en Daniel 7:8 . Su habilidad para los enigmas est� ilustrada por su diplomacia oscura y tortuosa, que se exhibi� en todos sus procedimientos, Comp.

Daniel 11:21 y especialmente en todos sus tratos con Egipto, en cuyo pa�s deseaba usurpar el trono de su joven sobrino Ptolomeo Filometor. La afirmaci�n de que "tendr� una gran fuerza, pero no por su propia fuerza", puede significar que su prosperidad pasajera se debi� �nicamente al permiso de Dios, o que sus �xitos se obtuvieron m�s con astucia que con destreza.

Despu�s de una alusi�n a su cruel persecuci�n del pueblo santo, Gabriel agrega que "sin una mano ser� quebrantado en pedazos"; en otras palabras, su retribuci�n y destrucci�n no se deben a la intervenci�n humana, sino que vendr�n de Dios mismo.

Se le pide a Daniel que oculte la visi�n durante muchos d�as, una frase que se debe al plan literario del Libro; y se le asegura que la visi�n concerniente a la "tarde-ma�ana" era verdadera. Agrega que la visi�n lo agot� y casi lo aniquila; pero, despu�s, se levant� e hizo los negocios del rey. Guard� silencio sobre la visi�n, porque ni �l ni nadie m�s la entendi�. Por supuesto, si la fecha real del cap�tulo hubiera sido en el reinado de Belsasar, era totalmente imposible que el vidente o cualquier otra persona hubiera podido atribuirle alg�n significado.

Evidentemente, se hace hincapi� en las "dos mil trescientas tardes y ma�anas" durante las cuales continuar� la desolaci�n del santuario.

�Qu� significa la frase "tarde-ma�ana" ( 'erebh-boqer )?

En Daniel 8:26 se le llama "la visi�n acerca de la tarde y la ma�ana".

�Significa "tarde-ma�ana" un d�a entero o medio d�a? La expresi�n es doblemente desconcertante. Si el escritor quiso decir "d�as", �por qu� no dice "d�as", como en Daniel 12:11 ? �Y por qu�, en cualquier caso, usa aqu� el solecismo 'erebh-boqer (Abendmorgen ), y no, como en Daniel 8:26 , "tarde y ma�ana"? �La expresi�n significa dos mil trescientos d�as? �O mil ciento cincuenta d�as?

Es una suposici�n natural que el tiempo debe corresponder con los tres a�os y medio ("un tiempo, dos tiempos y medio tiempo") de Daniel 7:25 . Pero aqu�, de nuevo, toda certeza de los detalles queda excluida por nuestra ignorancia en cuanto a la duraci�n exacta de los a�os que calcul� el escritor; y c�mo trat� al mes Veadar, un mes de treinta d�as, que se intercalaba una vez cada seis a�os.

Suponiendo que permiti� un intercalado de quince d�as durante tres a�os y medio, y tom� el c�mputo babil�nico de doce meses de treinta d�as, entonces tres a�os y medio nos da mil doscientos setenta y cinco d�as, o bien, omitiendo cualquier margen para la intercalaci�n. , mil doscientos sesenta d�as.

Entonces, si "dos mil trescientos tarde-ma�ana" significa dos mil trescientos medios d�as, tenemos ciento diez d�as de m�s para los tres a�os y medio.

Y si la frase significa dos mil trescientos d�as completos, eso nos da (contando treinta d�as intercalares para Veadar) muy poco para siete a�os por doscientos cincuenta d�as. Algunos ven en esto una insinuaci�n m�stica de que el per�odo de castigo se acortar� por causa de los elegidos. Mateo 24:22 Algunos comentaristas calculan aproximadamente siete a�os, desde la elevaci�n de Menelao al sumo sacerdocio (Kisleu, 1682 BC Macc. 5:11) hasta la victoria de Judas Maccabaeus sobre Nicanor en Adasa, marzo, 161 BC. # / RAPC 1Ma 7: 25-50 2Ma 15: 20-35

En ning�n caso los c�lculos concuerdan con los mil doscientos noventa o los mil trescientos treinta y cinco d�as de Daniel 12:12 .

Se han escrito vol�menes enteros de comentarios tediosos y totalmente inconclusos sobre estas combinaciones, pero por ninguna suposici�n razonable podemos llegar a una precisi�n precisa. La precisi�n cronol�gica estricta era dif�cil de lograr en aquellos d�as, y nunca fue un asunto por el cual los jud�os, en particular, se preocuparon mucho. No conocemos ni el terminus a quo desde el cual ni el terminus ad quem con el que contaba el escritor.

Todo lo que se puede decir es que es perfectamente imposible para nosotros identificar o equiparar exactamente los tres a�os y medio, Daniel 7:25 las "dos mil trescientas tarde-ma�ana", Daniel 8:14 las setenta y dos semanas, Daniel 9:26 y los mil doscientos noventa.

Daniel 12:11 Sin embargo, todas esas fechas tienen este punto de semejanza entre ellas, que indican muy aproximadamente un espacio de aproximadamente tres a�os y medio (m�s o menos) como el tiempo durante el cual el sacrificio diario debe cesar, y el Templo debe ser terminado. contaminada y desolada.

Volviendo ahora a las fechas, sabemos que Judas el Macabeo limpi� # / RAPC 1Ma 4: 41-56 2Ma 10: 1-5 ("justificado" o "vindicado", Daniel 8:14 ) el Templo el 25 de Kisleu (25 de diciembre , BC 165). Si contamos hacia atr�s dos mil trescientos d�as completos a partir de esta fecha, nos lleva al 171 a.C., en el que Menelao, que soborn� a Ant�oco para que lo nombrara sumo sacerdote, rob� algunos de sus tesoros en el templo y consigui� el asesinato del sumo sacerdote. sacerdote On�as III.

En este a�o, Ant�oco sacrific� una gran cerda en el altar de los holocaustos y roci� su caldo sobre el edificio sagrado. Estos cr�menes provocaron la revuelta de los jud�os en la que mataron a Lis�maco, gobernador de Siria, y les acarrearon una fuerte retribuci�n.

Si contamos hacia atr�s dos mil trescientos medios d�as, mil ciento cincuenta d�as completos, debemos retroceder tres a�os y setenta d�as, pero no podemos decir qu� evento exacto ten�a en mente el escritor como el punto de partida de sus c�lculos. El tiempo real que transcurri� desde la profanaci�n final del Templo por Apolonio, el general de Ant�oco, en el a�o 168 a. C., hasta su re-purificaci�n fue de aproximadamente tres a�os.

Quiz�s, sin embargo, porque todo es incierto, el escritor consider� desde los primeros pasos tomados, o contemplados, por Ant�oco para la supresi�n del juda�smo. La purificaci�n del templo no puso fin al tiempo de persecuci�n, que iba a continuar, primero, ciento cuarenta d�as m�s, y luego cuarenta y cinco d�as m�s. Daniel 12:11 De esto se desprende claramente que el escritor calcul� el comienzo y el final de problemas de diferentes �pocas que ya no tenemos datos suficientes para descubrir.

Sin embargo, debe tenerse en cuenta que no se puede obtener una certeza m�nima sobre las fechas exactas. Muchas autoridades, desde Prideaux hasta Schurer, sit�an la profanaci�n del templo hacia el final del a�o 168 a. C. Kuenen ve motivos para situarlo un a�o despu�s. Nuestras autoridades para este per�odo de la historia son numerosas, pero fragmentarias, abreviadas y, a menudo, inexactas. Afortunadamente, hasta donde podemos ver, no se pierde ninguna lecci�n muy importante por nuestra incapacidad para proporcionar una explicaci�n indudable o r�gidamente cient�fica de los detalles m�s minuciosos.

FECHAS APROXIMADAS INFERIDAS POR CORNILL Y OTROS

La profec�a de Jeremias 25:12 en Jeremias 25:12

La "profec�a" de Jeremias 29:10 en Jeremias 29:10

Destrucci�n del templo-586 o 588

Regreso de los jud�os exiliados.-537

Decreto de Artajerjes Longimanus Esdras 7:1 1-458

Segundo decreto Nehem�as 2:1 1-445

Adhesi�n de Antiochus Epiphanes (agosto, Clinton) -175

Usurpaci�n del sumo sacerdocio por Jason-175

Jason desplazado por Menelao-172 (?)

Asesinato de Onias III (junio) -171

Apolonio profana el Templo-168

Guerra de Independencia-166

Purificaci�n del templo por Judas el Macabeo- (dic.) 165

Muerte de Antiochus-163

Información bibliográfica
Nicoll, William R. "Comentario sobre Daniel 8". "El Comentario Bíblico del Expositor". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/teb/daniel-8.html.