Bible Commentaries
Isaías 54

El Comentario Bíblico del ExpositorEl Comentario Bíblico del Expositor

Versículos 1-17

LIBRO 4

LA RESTAURACI�N

Hemos llegado ahora a la cima de nuestra profec�a. Ha sido un ascenso largo y empinado, y hemos tenido mucho que buscar en el camino, y salir, resolver y cargarnos. Pero aunque una gran extensi�n de la profec�a, si la medimos por el Cap�tulo s, todav�a est� ante nosotros, el final est� a la vista; se han superado todas las dificultades que nos imped�an ver c�mo �bamos a llegar a �l, y se puede decir que el resto del camino es cuesta abajo.

Dejar caer la figura del Siervo, su sufrimiento vicario y expiaci�n por los pecados del pueblo, forma para nuestro profeta la soluci�n del problema espiritual de la restauraci�n de la naci�n, y lo que tiene que hacer ahora es completar los detalles de esta.

Vimos que el problema de la liberaci�n de Israel del exilio, su Regreso y su Restauraci�n a su posici�n en su propia tierra como el Siervo Principal de Dios para la humanidad, era realmente un problema doble, pol�tico y espiritual. La soluci�n del lado pol�tico fue Cyrus. Tan pronto como el profeta pudo asegurarse de que Ciro se estaba moviendo hacia Babilonia, con una comisi�n de Dios para tomar la ciudad, e irresistible en el poder con que Jehov� lo hab�a investido, las dificultades pol�ticas en el camino de Israel El regreso fue tan bueno como retirado; y as� el profeta dio, al final del cap�tulo 48, su gran llamado a sus compatriotas para que partieran.

Pero a lo largo de los cap�tulos 40-48, mientras se dirig�a a la soluci�n de los problemas pol�ticos de la liberaci�n de Israel, el profeta hab�a dado indicios de que tambi�n hab�a dificultades morales y espirituales. A pesar de su castigo durante m�s de medio siglo, la masa del pueblo no era digna de un retorno. Muchos eran id�latras; muchos eran mundanos; los ortodoxos ten�an sus propios puntos de vista err�neos sobre c�mo deber�a llegar la salvaci�n; Isa�as 45:9 y sigs.

los piadosos no ten�an ni luz ni fe. Isa�as 50:10 La naci�n, en resumen, no ten�a esa "justicia" interior, que s�lo pod�a justificar a Dios al vindicarlos ante el. mundo, al establecer su justicia externa, su salvaci�n y reinstalaci�n en su lugar elevado y llamado como Su pueblo.

Estas dificultades morales vienen sobre el profeta con mayor fuerza despu�s de que, con el cierre del cap�tulo 48, ha terminado su soluci�n de las pol�ticas. A estas dificultades morales se dirige en 49-53, y el Siervo y su Servicio son su soluci�n de ellas: -El Siervo como Profeta y Alianza del Pueblo en el cap�tulo 49 y en Isa�as 50:4 ss.

: el Siervo como ejemplo para el pueblo, cap�tulo 50 y sigs .; y finalmente el Siervo como expiaci�n total por los pecados del pueblo en Isa�as 52:13 ; Isa�as 53:1 . Es el Siervo quien "levantar� la tierra y traer� de regreso a los herederos de las herencias desoladas", y despertar� al Israel que no quiere salir de Babilonia ", diciendo al preso: Sal, y a los que sentaos en la oscuridad, mostraos ".

Isa�as 49:8 Es �l quien debe "sostener al cansado" y consolar a los piadosos en Israel, que, aunque piadosos, no tienen luz en su camino de regreso. Isa�as 50:4 ; Isa�as 50:10 Es el Siervo finalmente quien ha de lograr el principal problema de todos y "hacer justos a muchos".

Isa�as 53:11 La esperanza de restauraci�n, la certeza de la redenci�n del pueblo, la certeza de la reconstrucci�n de Jerusal�n, la certeza del crecimiento del pueblo a una gran multitud, son, por lo tanto, todo tejido por el profeta de principio a fin con sus estudios de la obra del Siervo en Isa�as 49:1 .

e Isa�as 52:13 ; Isa�as 53:1 , entretejido tan de cerca y con tanta naturalidad que, como ya hemos visto, no podemos tomar ninguna parte de los cap�tulos 49-53 y decir que es de autor�a diferente al resto. As�, en el cap�tulo 49 tenemos el camino a Jerusal�n representado en Isa�as 49:9 , inmediatamente despu�s de la llamada del Siervo para salir en Isa�as 49:9 .

Tenemos entonces la seguridad de que Sion ser� reconstruida y atestada por sus hijos en Isa�as 49:14 , y otra afirmaci�n de la certeza de la redenci�n en Isa�as 49:24 . En Isa�as 50:1 esto se repite.

En 51- Isa�as 52:1 se asegura al pueblo mezquino que volver� a crecer innumerablemente; se hacen nuevas afirmaciones de su rescate y devoluci�n, terminando con la hermosa perspectiva de los pies de los heraldos de liberaci�n en los montes de Jud� Isa�as 52:7 b y un llamado renovado para salir de Babilonia ( Isa�as 52:11 ). Trataremos todos estos pasajes en nuestro cap�tulo veintiuno.

Y como partieron naturalmente de la obra del Siervo en Isa�as 49:1 a-y su ejemplo en Isa�as 50:4 , as� a su obra final y culminante en el cap�tulo 53, sigue naturalmente el cap�tulo 54 (la perspectiva de la semilla que Isa�as 53:10 prometi� que deber�a ver), y el cap�tulo 55 (un nuevo llamado a venir).

Estos dos, con la peque�a profec�a anterior al exilio, Isa�as 56:1 , los trataremos en nuestro cap�tulo veintid�s.

Luego viene la serie de peque�as profec�as dif�ciles con huellas pre-exiliadas en ellas, desde Isa�as 56:9 hasta Isa�as 59:1 . Ocupar�n nuestro vig�simo tercer cap�tulo. En el cap�tulo 60, por fin, Si�n no solo est� a la vista, sino que resplandece en el amanecer de su nuevo d�a de gloria.

En los cap�tulos 61 y 62, el profeta, habiendo llegado a Si�n, "mira hacia atr�s", como bien comenta Dillmann, "en lo que se ha convertido en su tarea, y en conexi�n con eso deja en claro una vez m�s la alta meta de todo su trabajo y esfuerzo. " En Isa�as 63:1 la Divina Liberadora. Tomaremos Isa�as 60:1 - Isa�as 63:6 juntos en nuestro cap�tulo veinticuatro.

Cap�tulo 63: 7-64 es una oraci�n de intercesi�n por la restauraci�n de todo Israel. Se responde en el cap�tulo 65, y la lecci�n de esta respuesta, que Israel debe ser juzgado, y que no todos pueden ser salvos, se hace cumplir en el cap�tulo 66. Cap. 63: 7-66, por lo tanto, formar� nuestro vig�simo quinto y �ltimo cap�tulo.

Por tanto, nuestro rumbo es claro y podemos adelantarlo r�pidamente. Se trata, en gran parte, de una serie de espect�culos, interrumpidos por exhortaciones de turno; cosas, de hecho, para ver y o�r, no para discutir. Hay pocas grandes cuestiones doctrinales, excepto las que ya hemos discutido suficientemente; nuestro estudio, por ejemplo, del t�rmino justicia, descubriremos que ha cubierto una gran parte del terreno de antemano. Y la �nica cuesti�n literaria dif�cil es la de las piezas pre-exiliadas y post-exiliadas, que supuestamente forman una parte tan grande de los cap�tulos 56-59 y 63-66.

Información bibliográfica
Nicoll, William R. "Comentario sobre Isaiah 54". "El Comentario Bíblico del Expositor". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/teb/isaiah-54.html.