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Proverbios 26

El Comentario Bíblico del ExpositorEl Comentario Bíblico del Expositor

Versículos 1-28

Capitulo 27

EL TONTO

"Como la nieve en el verano, y como la lluvia en la cosecha, as� no conviene el honor al necio ... L�tigo para el caballo, freno para el asno y vara para el lomo de los necios. No responda al necio seg�n su necedad. para que no seas t� tambi�n como �l. Responde al necio seg�n su necedad, para que no sea sabio en su propia opini�n: el que env�a un mensaje por mano de un necio, se corta sus propios pies y bebe con da�o.

Las piernas del cojo cuelgan flojas: as� es una par�bola en boca de los necios. Como bolsa de gemas en mont�n de piedras, as� es el que honra al necio. Como aguij�n que sube a la mano del borracho, as� es la par�bola en la boca de los necios. Como un arquero que hiere a todos, as� es el que alquila al necio y el que alquila a los que pasan. Como perro que vuelve a vomitar, as� es el necio que repite su necedad.

�Ves hombre sabio en su propia opini�n? M�s esperanza hay del necio que de �l ". Proverbios 26:1 ; Proverbios 26:3

ESTE pasaje se�ala ciertas caracter�sticas del necio, un t�rmino que aparece con tanta frecuencia en el libro de Proverbios que debemos tratar de concebir claramente lo que debe entenderse por �l. La dificultad de formar una concepci�n distinta surge del hecho de que hay tres palabras diferentes, con diferentes matices de significado, todas traducidas por una sola expresi�n en ingl�s, tonto o tonto. A falta de distinguir cuidadosamente estas delicadas variedades del original, algunos de los proverbios aparecen en ingl�s tautol�gicos y casi sin sentido. Debemos intentar entonces separar y comprender estos varios t�rminos.

La palabra hebrea que aparece con m�s frecuencia en el libro para designar al necio junto con su derivada, que es la palabra habitual para necedad, significa debilidad. Debemos pensar en ese temperamento ignorante, desconsiderado, optimista y seguro de s� mismo que evita el consejo, que se saldr� con la suya, que se niega a ser gobernado por la raz�n, que forma afectuosas expectativas y esperanzas infundadas, y que siempre est� seguro de que todo saldr� de acuerdo con su deseo, aunque no se necesitan medios para asegurar el resultado deseado.

Quiz�s la forma m�s sencilla de describir el h�bito mental y el tipo de car�cter que pretende el hebreo es usar la palabra enamoramiento. Esto no servir�a de traducci�n en todos los pasajes donde ocurre, pero servir� para se�alar la idea subyacente.

La palabra que sigue en frecuencia -la palabra usada uniformemente a lo largo del pasaje particular que tenemos ante nosotros- tiene en su ra�z la noci�n de groser�a, el h�bito aburrido y pesado de alguien cuyo coraz�n ha engordado, cuyos o�dos tardan en o�r, y cuyas percepciones m�s elevadas y aspiraciones m�s nobles han sucumbido a la naturaleza sensual y terrenal. Tenemos que pensar en la estupidez moral, as� como mental, en la insensibilidad a todo lo que es verdadero, bueno y puro.

El necio en este sentido es tan tonto que comete iniquidad sin darse cuenta, Proverbios 10:23 y calumnia casi inconscientemente, Proverbios 10:18 no sabe cu�ndo callar; Proverbios 12:23 todo lo que hay en �l, pronto aparece; Proverbios 14:33 pero cuando se conoce es muy in�til, Proverbios 14:7 ni tiene el sentido de adquirir sabidur�a, incluso cuando la oportunidad est� en su mano; Proverbios 17:16 sus mejores ventajas se desperdician r�pidamente y no es el mejor.

Proverbios 21:20 Quiz�s la palabra en ingl�s que mejor se ajusta a las diversas sugerencias del hebreo no tiene sentido.

El tercer t�rmino aparece solo cuatro veces en el libro. Se deriva de un verbo que significa desvanecerse y marchitarse. Describe el encogimiento y el encogimiento interior de una naturaleza depravada, la insensatez que resulta de la maldad.

Contiene en s� mismo una censura m�s severa que las otras dos. As�, "El que engendra un insensato, lo hace para su tristeza, pero el padre del mal necio no tiene gozo". Proverbios 17:21 En un caso hay suficientes problemas, en el otro no hay nada m�s que problemas. Por tanto, es una de las cuatro cosas por las que tiembla la tierra cuando un hombre de esta clase se llena de carne.

Proverbios 30:22 Este tercer personaje nos est� esbozado en la persona de Nabal, cuyo nombre, como dice Abigail, es simplemente la palabra hebrea para necio en su peor sentido, que se ajusta exactamente a su portador. Pero descartando este tipo de locura, que es casi sin�nimo de maldad consumada, de la que de hecho es el resultado, podemos volver a la distinci�n que hemos trazado entre el enamoramiento y la insensatez para explicar y comprender algunos de los Proverbios en los que aparecen las palabras. .

En primer lugar, podemos notar cu�n dif�cil es deshacerse de la locura del enamoramiento: "Aunque rebuznes a una persona que la posee en un mortero con un mortero entre ma�z molido, no se apartar� de �l". Proverbios 27:22 "Est� ligado al coraz�n de un ni�o", Proverbios 22:15 y todo el objetivo de la educaci�n es sacarlo; pero si la ni�ez pasa a la edad adulta y el ni�o gana plenitud, confianza en s� mismo e irracionalidad no se expulsan, el caso es casi desesperado.

La correcci�n es pr�cticamente in�til: "Debe ser un completo necio", se ha dicho, "que no puede aprender nada de su propia locura"; pero esa es precisamente la condici�n de las personas encaprichadas que estamos considerando; la �nica correcci�n de su encaprichamiento es un aumento adicional del mismo. La raz�n est� pr�cticamente ahogada; la conexi�n entre causa y efecto se pierde: as�, toda mala consecuencia del acto imprudente o del h�bito vicioso se considera una desgracia en lugar de una falta.

La miserable v�ctima de su propia locura vilipendia la fortuna, la naturaleza, los hombres e incluso a Dios, y no reconocer� que su peor enemigo es �l mismo. As�, mientras que los sabios siempre est�n aprendiendo y enriqueci�ndose con la experiencia, "el enamoramiento de los hombres insensatos sigue siendo un enamoramiento". Es esto lo que los hace tan desesperados de tratar; que su disgusto sea bastante irracional y siempre se nieguen a reconocer los hechos obvios, es peor que una piedra pesada o el sobrepeso de arena apilada para que otros la carguen.

Proverbios 27:3 Si un sabio tiene un caso con una persona as�, la furia mal juzgada y la risa fuera de lugar hicieron imposible llegar a un acuerdo s�lido. Proverbios 29:9

La naturaleza inexperta, indisciplinada, que as� declina la gu�a de la raz�n y es imposible de ense�ar debido a su obstinada confianza en s� misma, cae constantemente en el pecado. De hecho, estrictamente hablando, toda su actitud es pecaminosa, cada pensamiento es pecado. Proverbios 24:9 Porque la raz�n es un don de Dios, y menospreciarlo es menospreciarlo.

�l requiere de nosotros una disposici�n para ser ense�ados y una apertura a las lecciones que nos impone la Naturaleza, la experiencia, nuestros propios corazones humanos. Este modo de pensar y de vivir caprichoso, insensato e intrascendente, el descuido deliberado de todos los medios por los que podr�amos volvernos m�s sabios y la certeza de que, pase lo que pase, no somos responsables de ello, son todos una ofensa contra Dios. , no ser lo que deber�amos ser, fallar en el blanco, descuidar la ley, que es, en una palabra, pecado.

Pero ahora miremos al tonto en el segundo significado, que ocurre en este cap�tulo veintis�is con tanta frecuencia, el hombre que se ha vuelto espiritualmente grosero e insensible, inconsciente de las verdades divinas y consecuentemente obtuso a los deberes humanos. Podemos tomar los proverbios en el orden en que aparecen. "Como la nieve en el verano y como la lluvia en la cosecha, as� el honor no es digno de un necio". Es un hecho melanc�lico que el tipo de persona a la que aqu� se hace referencia se encuentre con demasiada frecuencia en posiciones de honor entre los hombres.

Los hombres alcanzan la distinci�n en un orden artificial de la sociedad, no por sabidur�a, sino por el accidente del nacimiento y la oportunidad; y no pocas veces el mismo honor mal colocado conduce a esa insensibilidad tan severamente censurada. La burda torpeza, la perversidad del juicio, la insensible severidad, a menudo mostrada por personas prominentes y distinguidas, no son motivo de sorpresa, y no lo ser�n, hasta que la sociedad humana aprenda a llevar sus honores s�lo a los sabios y los buenos.

"Una vida delicada no es apropiada para tales personas". Proverbios 19:10 Es precisamente el consuelo, la dignidad, la exaltaci�n, lo que prueba su ruina. Ahora bien, es cierto que no siempre podemos rastrear los efectos de este honor fuera de lugar, pero se nos recuerda que est� fuera del curso de las leyes eternas de la naturaleza, incongruente como la nieve en verano, da�ino como la lluvia en la cosecha.

En consecuencia, la pena debida debe llegar inevitablemente. Seg�n una lectura de Proverbios 26:2 , esta pena que sobreviene al exaltado necio se describe as�: "Como el gorri�n en su deambular y la golondrina en su vuelo, as� vendr� sobre �l maldici�n gratuita". En cualquier caso, Proverbios 26:3 establece con bastante claridad lo que eventualmente suceder�: "Un l�tigo para el caballo, una brida para el asno y una vara para la espalda de los necios.

"No es, por supuesto, que esta pena 'pueda ser reparadora, pero la naturaleza misma prepara una" vara para la espalda de aquel que carece de entendimiento "; Proverbios 10:13 " Como se preparan los juicios para los escarnecedores, as� son las azotes por las espaldas de los necios ". Proverbios 19:29 No debemos entender esto s�lo de los necios que alcanzan un honor antinatural: hay muchos tontos e insensatos que no son hechos tales por la estupidez de la admiraci�n mal dirigida, sino por sus propias faltas morales; y tan seguramente como el gorri�n, despu�s de revolotear todo el d�a, regresa a su nido al anochecer, o como la golondrina en el largo vuelo de verano llega a su lugar designado, el castigo de la locura descubrir� al delincuente.

Puede que se demore mucho, pero por fin llega un despertar; el hombre que endureci� su coraz�n, que se apart� de los ruegos de Dios y se burl� de sus juicios, que eligi� las cosas que se esfuman del tiempo y despreci� el gran fruto de la eternidad, descubre su incre�ble estupidez, y el l�tigo del remordimiento cae a�n m�s. pesadamente porque se deja solo en las manos de la conciencia. No debemos perder nunca de vista el hecho de que por tonto no se entiende el simple o el miserable; hay en esta locura de los Proverbios una causa moral y una responsabilidad moral que implican una censura moral; los insensatos de quienes estamos hablando son aquellos cuyo "coraz�n se ha engrosado, y sus o�dos est�n sordos para o�r, y sus ojos han cerrado; no sea que perciban con sus ojos, oigan con sus o�dos, y comprendan con sus coraz�n." Mateo 13:15

En general, estamos obligados a dejar a los insensatos en manos de Dios y de su conciencia, porque es casi imposible que nos ocupemos de ellos. Son intratables e incluso salvajes como animales salvajes. "Dejemos que una osa despojada de sus cachorros se encuentre con un hombre, en lugar de un tonto en su enamoramiento". Proverbios 17:12 Est�n irritados con cualquier sugerencia de cosas espirituales, indignados con cualquier indicio de su propio caso y sus responsabilidades.

Si, por un lado, intenta acercarse a ellos en su propio terreno, para darse cuenta de sus motivos y trabajar sobre las ideas b�sicas que son las �nicas que influyen en esas mentes, parece perder todo poder sobre ellas al bajar a su nivel. "No respondas al necio seg�n su pasi�n, para que no seas t� tambi�n como �l". Proverbios 26:4 Si, por el contrario, te sientes obligado a convencerlo de su necedad y a humillarlo a un sentido de su posici�n, est�s obligado a utilizar el lenguaje que le resulte inteligible.

"Responde al necio seg�n su pasi�n, para que no sea sabio en su propia opini�n". Proverbios 26:5 Recuerdo que un domingo por la tarde pas� por una gran taberna de pueblo, y por casualidad un peque�o grupo de predicadores callejeros estaban haciendo todo lo posible para dar a conocer el Evangelio a los holgazanes que estaban sentados en los bancos afuera.

Al acercarme a interesar a los hombres por lo que se dec�a, me enfrent� al propietario, que estaba en un estado de indignaci�n casi fren�tica. Denunci� a los predicadores como hip�critas y sinverg�enzas, que viv�an de las ganancias honestas de los que ve�a a su alrededor. Cada intento de hacerle entrar en raz�n, de mostrar que los hombres en cuesti�n gastaban su dinero en bebida y no en los predicadores, de asegurar una audiencia paciente para el mensaje de gracia, solo se encontr� con un abuso violento dirigido contra m�.

El hombre era precisamente lo que se quiere decir en estos versos por un necio, alguien en quien toda visi�n espiritual estaba cegada por la codicia y la sensualidad, en quien se silenciaban los dictados m�s sencillos del sentido com�n y la cortes�a humana: responderle en su propia vena era el La �nica forma de exponer su insensatez y, sin embargo, responderle de esa manera era llegar a su propio nivel. �Qu� se podr�a hacer sino dejarlo a los juicios que est�n preparados para los escarnecedores y a los azotes que aguardan las espaldas de los necios? El necio expresa toda su ira, y al enfrentarse al torrente de palabras airadas es imposible llevarle a casa con eficacia alguna verdad sana. Proverbios 29:11

Hemos visto c�mo el tipo de hombre que estamos describiendo se encuentra en una posici�n completamente falsa cuando se le atribuye alguna dignidad u honor; de hecho, otorgar tal honor es muy similar a atar una piedra en una honda para que la vuelvan a lanzar inmediatamente, probablemente para lastimar a alguien; Proverbios 26:8 pero es casi igualmente in�til en una posici�n subordinada.

Si, por ejemplo, se le emplea como mensajero, es demasiado aburrido para concebir correctamente o informar correctamente el mensaje. Es casi seguro que lo colorear� con sus propias fantas�as, si no lo pervierte para sus propios fines. Recibir y transmitir cualquier mensaje con precisi�n requiere una cierta veracidad en la percepci�n y en el habla, de la que esta desafortunada criatura carece por completo. Por lo tanto, cualquiera que lo emplee en esta capacidad tambi�n podr�a cortarse los pies, ya que se da�a a s� mismo. Proverbios 26:6

Es el terrible castigo que nos sobreviene a todos, cuando permitimos que nuestro coraz�n se vuelva grosero, que la sabidur�a misma se vuelve insensatez en nuestros labios, y la verdad misma se convierte en error. As�, si conocemos un proverbio, un texto o una doctrina, estamos seguros de que le daremos una aplicaci�n poco convincente, de modo que, en lugar de apoyar lo que deseamos hacer cumplir, cuelgue indefenso como las piernas de un lisiado. Proverbios 26:7 De esta manera, la corrupci�n insensata de la Iglesia medieval trat� de justificar el abuso de dar grandes preferencias eclesi�sticas a los ni�os peque�os citando el texto: "De la boca de los ni�os y de los lactantes has perfeccionado la alabanza.

"A veces el resultado de esta estupidez culpable es mucho m�s desastroso; es como" una espina que se clava en la mano de un borracho ", visitando con terrible condena a los que han abusado y pervertido la verdad, Proverbios 26:9 como cuando Torquemada y el Los administradores de la Inquisici�n basaron su conducta diab�lica en las palabras llenas de gracia del Se�or: "Obl�galos a entrar.

"No, el coraz�n del necio no puede dar un mensaje sano; convertir� el mismo mensaje del Evangelio en una maldici�n y una plaga, y por su insensibilidad aburrida y repugnante difamar� a Dios al hombre, sugiriendo que el Padre Infinito, el Eterno Dios, es uno de los que profesan hablar en su nombre.

Entonces, la ofensa del necio no puede perdonarse bas�ndose en que es solo un enemigo de s� mismo. Es su maestro quien se equivoca. Como dice el proverbio: "El amo produce todas las cosas, pero el salario del necio y el arrendatario tambi�n se acaban". El necio pierde lo que gana �l mismo: eso es cierto, pero tambi�n deshace a su patr�n. Uno es nuestro Maestro, Cristo; Nos contrata para el servicio en su vi�a; cuando dejamos que nuestro coraz�n se embote, cuando nos volvemos insensibles, insensibles y sin esp�ritu, no es solo que perdemos nuestra recompensa, sino que crucificamos al Hijo de Dios de nuevo y lo avergonzamos abiertamente.

Y lo peor, lo m�s triste, de la condici�n de este tonto es que tiende a una perpetua repetici�n: "Como un perro que vuelve a vomitar, as� el tonto siempre est� repitiendo su locura". Proverbios 26:11 Todo endurecimiento del coraz�n se prepara para un nuevo endurecimiento, todo rechazo de la verdad conducir� a otro rechazo. El domingo pasado lograste evadir el mensaje que Dios te envi�: eso hace que sea mucho m�s f�cil evadir el mensaje que �l te env�a hoy.

El pr�ximo domingo te quedar�s casi totalmente indiferente. Pronto te alejar�s por completo de Su palabra, diciendo que no te hace ning�n bien. Entonces negar�s que es Su palabra o Su mensaje. Pasas de la locura en la locura, del enamoramiento en el enamoramiento, hasta que por fin puedes aceptar con rostro serio la monstruosa contradicci�n del materialismo, o sumergirte sin resistencia en el fango de una sensualidad atormentadora. "�Como el perro vuelve a su v�mito!"

Debe reconocerse que la condici�n del tonto parece bastante triste, y la tristeza se profundiza por el hecho de que nuestro libro no sabe nada de la forma en que el tonto puede volverse sabio. Los Proverbios consideran uniformemente al necio y al sabio como gen�ricamente distintos; entre las dos clases hay un gran abismo fijo. All� est� el necio, confiando en su propio coraz�n, incurriendo en azotes: sin aprovecharse de ellos, siempre la misma criatura incorregible y desesperada; y est� el sabio, siempre liberado, aprendiendo de la experiencia, volvi�ndose cada vez mejor ( Proverbios 28:26 ; Proverbios 9:8 ; Proverbios 23:9 ).

La �nica sugerencia de esperanza es comparativa: "�Ves hombre sabio en su propia opini�n? Hay m�s esperanza del necio que de �l". Proverbios 26:12 Pero no hay tono de confianza en esta seguridad, porque, como hemos visto repetidamente, el caso del hombre orgulloso o engre�do se considera pr�cticamente desesperado.

No, para tener consuelo y esperanza en este asunto tenemos que apartarnos de la Sabidur�a Antigua hacia la Sabidur�a revelada, Cristo Jes�s. Es �l y solo �l quien pr�cticamente nos proh�be ser desesperados por alguien. Un noble romano en la �poca de las Guerras P�nicas recibi� un honorable reconocimiento del Senado porque no hab�a desesperado en los tiempos m�s oscuros de la Rep�blica. Ese es el tipo de deuda que tenemos con el Salvador.

No se ha desesperado de ning�n ser humano; No nos dejar� desesperar. Es Su poder peculiar, probado y probado una y otra vez, convertir al necio en sabio. Observando la triple distinci�n que se esconde bajo la palabra que hemos estado examinando, Cristo puede despertar al alma d�bil, cari�osa y enamorada a un sentido de su necesidad. �Podr�a haber un ejemplo mejor que el de la mujer junto al pozo, una criatura tonta que vive en pecado consciente, pero llena de charlas religiosas enga�osas? �No despert� en ella la sed del agua viva y satisfizo el anhelo que hab�a excitado? Cristo es capaz de transformar el alma embotada y pesada, que se ha dejado dominar por la codicia y petrificada por el ego�smo.

�No fue esto lo que le hizo al publicano Zaqueo? E incluso con la peor clase de necio, cuyo coraz�n se ha marchitado dentro de �l a causa del pecado, y que ha aprendido a decir en su coraz�n que no hay Dios, Salmo 14:1 el Se�or no est� desamparado.

No vemos a uno as� en las p�ginas del Nuevo Testamento, porque la locura del ate�smo no estaba entre las locuras de aquellos tiempos. Pero en nuestros d�as no es una experiencia infrecuente; cuando un infiel declarado cae bajo el poder del Evangelio, Cristo entra en �l con la abrumadora convicci�n de que hay un Dios; Cristo le muestra c�mo es el pecado el que ha oscurecido as� la convicci�n elemental del esp�ritu humano; y, por el poder directo de Cristo, su coraz�n vuelve a �l como el de un ni�o peque�o, mientras que en el gozo arrebatado de creer deja a un lado la locura que lo hizo dudar junto con el pecado que lo hizo no querer creer.

Información bibliográfica
Nicoll, William R. "Comentario sobre Proverbs 26". "El Comentario Bíblico del Expositor". https://beta.studylight.org/commentaries/spa/teb/proverbs-26.html.