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1 Samuel 20

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

Versículos 1-23

JONATHAN SE ESCRIBE PARA RECONCILIR A SAV A DAVID ( 1 Samuel 20:1.).

EXPOSICI�N

EL PACTO DE JONATHAN CON DAVID RENOVADO ( 1 Samuel 20:1).

1 Samuel 20:1

David huy� de Naioth. Mientras Sa�l estaba bajo la influencia del entusiasmo prof�tico, David escap�; pero es evidente que esta visita a Samuel, y los acontecimientos extraordinarios que la acompa�aron, no estuvieron exentos de una buena influencia para el tiempo en la mente de Sa�l. Debe haberse reparado alg�n tipo de reconciliaci�n, probablemente por la mediaci�n de Samuel; porque David asumi� que en la luna nueva se esperar�a que cenara en la mesa del rey ( 1 Samuel 20:5), y que Sa�l lo buscar�a por supuesto ( 1 Samuel 20:6 ) Adem�s, descubrimos que su lugar estaba listo, no solo en la luna nueva ( 1 Samuel 20:25), sino tambi�n al d�a siguiente ( 1 Samuel 20:26). Pero cualesquiera que sean las profesiones que Sa�l le haya hecho a Samuel, es evidente que no se hab�a hecho ninguna promesa personal a David, y que la experiencia pasada le hab�a ense�ado que la intenci�n de matarlo se hab�a vuelto cada vez m�s fija en la mente del rey, siente que su posici�n est� lleno de peligro y consulta a Jonathan para saber si podr�a aventurarse una vez m�s a ocupar su lugar como miembro de la familia de Sa�l.

1 Samuel 20:2

Dios no lo quiera. Una exclamaci�n de horror; literalmente, "Lejos sea" (ver com. 1Sa 9: 1-27: 45). A pesar de las muchas pruebas del amargo odio de Sa�l, Jonathan no puede creer que, despu�s de todo lo que hab�a sucedido en Ramah, su padre a�n persistiera en su prop�sito asesino. Adem�s le asegura a David que Sa�l no har�a nada sin decirle; literalmente, sin descubrir su o�do, sin dec�rselo en privado (ver en 1 Samuel 9:15). La frase se usa nuevamente en 1 Samuel 20:12. Porque no har� nada el texto escrito dice "ha hecho por s� mismo", que el Kri corrige correctamente. La imprudencia del temperamento de Sa�l y su franca conversaci�n sobre matar a David registrada en 1 Samuel 19:1 confirman la declaraci�n de Jonathan sobre la apertura de los caminos de su padre y, por lo tanto, le asegura a David que puede tomar su lugar en un lugar seguro.

1 Samuel 20:3, 1 Samuel 20:4

Tu padre ciertamente lo sabe, etc. Aunque Sa�l no conoc�a la totalidad del amor de Jonathan por David, �l estaba al tanto de la amistad que exist�a entre ellos y, en consecuencia, podr�a mantener su prop�sito en secreto de Jonathan, especialmente si consideraba que su franqueza Al hablar abiertamente con su hijo y sus sirvientes en una ocasi�n anterior, David hab�a escapado. David, por lo tanto, insta a su amigo a un curso diferente, al cual �l asiente. Pero, �c�mo vamos a explicar los puntos de vista completamente diferentes tomados de la conducta de Sa�l por los dos? Cuando David cuenta sus temores, Jonathan lanza una exclamaci�n de horror y dice: "No morir�s". Sin embargo, sab�a que su padre hab�a hablado con �l y sus oficiales acerca de matar a David; que hab�a tratado de matarlo con su propia mano, y al escapar hab�a hecho que la gente vigilara su casa con �rdenes de matarlo; y en la huida de David al profeta hab�a enviado tres veces emisarios para llevarlo por la fuerza. La explicaci�n probablemente yace en la locura de Sa�l. Cuando le arroj� su jabalina a David y durante el proceso posterior. Ings estaba fuera de su mente. El violento ataque a Naioth hab�a aclarado su raz�n por el momento, y hab�a vuelto cuerdo. Jonathan consider� todo lo que hab�a sucedido como el efecto de una enfermedad mental, y concluy�, por lo tanto, que David ahora podr�a regresar a su hogar y esposa, y reanudar sus deberes y tomar su lugar en la mesa real. Si la vieja locura regresara acerca de que David era su rival y sucesor destinado, Saul se asegurar�a de hablar de eso, y luego Jonathan le dar�a una advertencia oportuna. Pero David estaba convencido de que no era una locura, sino que Sa�l, cuerdo o loco, hab�a determinado su muerte.

1 Samuel 20:5

Ma�ana es la luna nueva. El primer d�a de la luna nueva fue un festival alegre, su aparici�n fue recibida con el sonido de trompetas y celebrada con una ofrenda quemada y una ofrenda por el pecado. Adem�s, Sa�l lo mantuvo como un festival familiar, en el que se esperaba que David, como su yerno, estuviera presente. Como, adem�s, David deb�a esconderse hasta el tercer d�a por la noche, contando desde el momento en que estaba organizando sus planes con Jonathan, es evidente que era la regla prolongar la fiesta hasta el segundo d�a. Cuando Jonathan, convencido por las s�plicas de David, hab�a consentido en ayudarlo a su manera, arreglan que �l se ausente de este festival y permanezca oculto fuera de la vista. En caso de que Sa�l lo echara de menos y le preguntara el motivo de su ausencia, Jonathan deb�a ofrecerle una excusa para �l porque hab�a solicitado fervientemente una visita apresurada a Bel�n, para poder estar presente en un festival anual: y si Saul tomaba la excusa en buena parte ser�a una se�al de que no ten�a prop�sitos maliciosos hacia David, mientras que si se enfurec�a ser�a una prueba de un malvado plan establecido. Un sacrificio anual para toda la familia. Para toda la mishpachah, es decir, no para toda la casa de Jesse, sino para toda esa subdivisi�n de la tribu de Jud� a la que pertenec�a Jesse; porque una tribu se dividi� en familias, y estas nuevamente en casas paternas ( Josu� 7:16, Josu� 7:17). La ocasi�n ser�a as� grandiosa. En 1 Samuel 16:2 tenemos una instancia de un sacrificio especial en Bel�n, pero esta fiesta de la mishpaj� se celebra cada a�o; y evidentemente antes de que el templo fuera construido en Jerusal�n, estos sacrificios locales eran la regla. Bien podemos creer que hubo tal festival, y que la parte ficticia de la historia de Jonathan fue que David hab�a sido convocado.

1 Samuel 20:8

Has tra�do a tu siervo a un pacto de Jehov� contigo. Como la amistad entre Jonat�n y David se hab�a consolidado con la invocaci�n del nombre de Jehov�, era firme y segura, y David podr�a buscar no solo un acto de bondad, sino una constante verdad y ayuda. Fue, adem�s, obra de Jonathan; y, sin embargo, si hay en m�, dice David, iniquidad, es decir, traici�n contra Sa�l, si no he sido un servidor fiel y verdadero para �l, sino que, por el contrario, he tramado el mal contra �l, o ahora tengo cualquier maldad. , entonces que se anule el pacto. David se niega a refugiarse debajo de �l si ha incurrido en culpa, y solo le pide a Jonathan, por la autoridad que ejerci� como hijo del rey, que lo mate y no lo entregue a Sa�l.

1 Samuel 20:9

Lejos sea, la palabra hizo que Dios lo prohibiera en 1 Samuel 20:2. Rechaza indignado la idea de que David haya cometido alg�n delito. El resto del verso es una oraci�n incompleta: "Si supiera con certeza que mi padre determin� que el mal viniera sobre ti y no te dijera�" Estas oraciones rotas tienen una gran fuerza en el original, como signos de un sentimiento intenso ( comp. Lucas 19:42). Debemos completar la oraci�n mentalmente de alguna manera como el sir�aco: "entonces Jehov� me lo haga a m�, y m�s a�n".

1 Samuel 20:10

�Qui�n me lo dir�? o qu� pasa si, etc. El if es una inserci�n del A.V. Realmente la pregunta de David es muy complicada y poco gramatical, como era natural en su excitado estado. Puede traducirse: "�Qui�n me dir� (o c�mo sabr�) qu� respuesta aproximada te dar� tu padre?" Pero algunas autoridades jud�as dicen: "�Qui�n me dir� si es as� que tu padre te d� una respuesta aproximada?"

1 Samuel 20:11-9

Salgamos al campo. La pregunta de David le hab�a mostrado a Jonathan que hab�a serias dificultades en su camino, por lo que propone que deber�an entrar al pa�s, para poder hablar entre ellos m�s libremente, y concertar medidas para el futuro. Y all� Jonathan se compromete con un juramento solemne, si las intenciones de Sa�l son buenas, de enviar un mensajero de confianza para informar a David, pero si hay peligro, entonces ven a dec�rselo a David. Oh Se�or Dios Con unos pocos MSS. debemos suministrar la f�rmula habitual de un juramento: "Como vive Jehov� Dios de Israel". Sobre ma�ana a cualquier hora, o el tercer d�a. Esta traducci�n engorrosa surgi� de la idea err�nea de que la palabra presentada ma�ana solo pod�a usarse en ese sentido limitado. Estrictamente significa la ma�ana, y es aplicable a cualquier ma�ana. Jonathan arregla una vez, y solo una, y el pasaje debe ser presentado, "a esta hora del tercer d�a". La reuni�n deb�a ser ma�ana despu�s del segundo d�a del festival, y as� el tercer d�a despu�s de la conversaci�n. El todo puede traducirse: "Como vive Jehov� Dios de Israel, cuando a esta hora, al tercer d�a, haya buscado a mi padre y, he aqu�, habr� bien para David, si no te env�o, y descubro tu o�do, Jehov� haga eso y mucho m�s a Jonat�n ". Luego se presenta el caso alternativo, y si las noticias son malas, Jonathan se compromete a ser el mensajero, y David debe garantizar su seguridad en el vuelo. La oraci�n final para que Jehov� pueda estar con David como lo hab�a estado con Sa�l contiene el mismo presentimiento de que David alcanz� un gran poder y dignidad que se expresa m�s directamente en los siguientes vers�culos.

1 Samuel 20:14, 1 Samuel 20:15

La construcci�n de este pasaje es muy dif�cil si conservamos los tres negativos del texto masor�tico; pero la mayor�a de los comentaristas, siguiendo la lectura del sir�aco con respecto a al menos uno de ellos, consideran que los masoritas se han equivocado en las vocales que han adjuntado a las consonantes (ver 1 Samuel 1:7). Le�do con otras vocales, dos de estos negativos se convierten en interjecciones de deseo: �Oh, eso! y todo puede ser traducido, "Y que, mientras todav�a viva, s�, que me muestres la bondad de Jehov�, �una gran bondad inagotable, como la de Jehov� hacia Israel�, que no muera ni cortar�s tu bondad de mi casa para siempre ". Era una costumbre sanguinaria en el Este en un cambio de dinast�a dar muerte a toda la semilla real. Cuando Jonathan previ� que era la voluntad de Jehov� transferir el reino a David, lo ata por el recuerdo de su verdadero amor para mostrarle misericordia a su raza.

1 Samuel 20:16

Este vers�culo tambi�n es muy dif�cil, pero probablemente debe tomarse como una inserci�n del narrador: "As� que Jonat�n hizo un pacto con la casa de David", es decir, para atar a sus descendientes ", diciendo: Permita que Jehov� lo exija a manos de los enemigos de David ". Estas �ltimas palabras probablemente son un eufemismo y significan el propio David. Entonces Rashi explica las palabras. La cortes�a de un oriental prohibi� su dicho: Que Jehov� castigue a David por ello, pero ora para que Dios lo pague por alguien. Pero si la ira Divina visita incluso a los enemigos de David por ello, cu�nto m�s el perjurio culpable mismo.

1 Samuel 20:17

Jonathan hizo que David volviera a maldecir. Tan fuerte fue su convicci�n en el futuro reino de David, y su deseo de que hubiera un v�nculo de amor ininterrumpido entre las dos familias, que hace que David repita solemnemente su promesa. La Septuaginta y la Vulgata, al alterar las vocales, leen: "Y Jonat�n jura nuevamente a David". A primera vista, esta interpretaci�n parece estar m�s de acuerdo con la raz�n dada para la renovaci�n del juramento, a saber, el propio amor de Jonathan; pero el texto masor�tico concuerda mejor con lo que ha sucedido antes y con su deseo de que su pacto bajo ning�n cambio de circunstancias se rompa.

1 Samuel 20:18, 1 Samuel 20:19

Jonathan ahora organiza su plan para comunicar el resultado a David. Porque cuando te quedaste tres d�as, en que todas las versiones tropiezan, una ligera alteraci�n da el sentido correcto: "Y al tercer d�a". El tercer d�a, David iba a descender r�pidamente: en hebreo, "en gran medida, es decir, iba a recorrer un largo camino hacia el valle. La interpretaci�n se toma r�pidamente de la Vulgata, pero no tiene sentido. No importaba si David fue r�pido o lento, ya que iba a esconderse all� por alg�n tiempo, pero era importante que David estuviera lejos, para que ning�n ojo curioso pudiera verlo. Cuando el negocio estaba en sus manos. Literalmente, "el d�a del negocio, "probablemente narrado en 1 Samuel 19:2. La Septuaginta, Vulgate y Chaldee entienden" un d�a laboral ", en oposici�n a un d�a festivo; pero" donde te escondiste en una semana d�a "no da un significado inteligible. Por la piedra Ezel. Como el nombre Ezel se forma a partir de un verbo que significa ir, algunos entienden por �l una piedra de camino, una piedra para marcar el camino.

1 Samuel 20:20-9

Los dos amigos ahora est�n de acuerdo con la se�al. Jonathan deb�a disparar tres flechas a esta piedra, Ezel, como su marca, y luego deb�a enviar a su criado para recogerlas. Cuando se hab�a alejado un poco, Jonathan deb�a gritarle lo suficientemente fuerte como para que David lo oyera. Si Jonathan dijo que las flechas estaban en ese lado de la marca, es decir, entre �l y Jonathan, David saldr�a audazmente, ya que todo estaba bien. Pero si Jonathan dijo que las flechas estaban m�s adelante, entonces David debe entender que deb�a buscar seguridad en el vuelo. Porque hay paz para ti, y no hay da�o, el hebreo tiene "hay paz para ti, y no es nada", una interpretaci�n m�s simple y m�s idiom�tica. Como tocando el asunto, etc. M�s bien, "En cuanto a la palabra que hemos hablado, yo y t�, he aqu�, Jehov� est� entre t� y yo para siempre". La palabra era el v�nculo y el pacto por el cual hab�an prometido su verdad el uno al otro. Aunque separados, su amor deb�a continuar, y Jehov� ser�a su centro eterno de uni�n, y el testigo de su pacto.

HOMIL�TICA.

1 Samuel 20:1

Vida y reputaci�n en peligro.

Los hechos son:

1. David, creyendo en el prop�sito de Sa�l de matarlo, huye a Jonat�n e investiga la causa de esta persecuci�n.

2. Jonathan lo tranquiliza con la seguridad de que Sa�l no le ocultar� ning�n prop�sito.

3. Al referirse a David sobre el conocimiento de Sa�l sobre su amistad y su efecto en sus m�todos, Jonathan expresa su disposici�n a hacer lo que David pueda sugerir.

4. Entonces David sugiere un medio por el cual se puede determinar la disposici�n de Sa�l hacia �l.

5. Adem�s, alegando, sobre la base de su fuerte amistad, Jonathan debe matar o ayudar a liberarlo. No es improbable que la venida del esp�ritu prof�tico sobre Sa�l, entre otras razones, haya sido dise�ada para ayudarlo una vez m�s a la debida consideraci�n de su curso. Pero en este momento, David parece haber despertado con la convicci�n de que los recientes intentos de su vida no deb�an atribuirse a arrebatos de locura, sino a un prop�sito fijo, por razones que no pod�a suponer. Como entonces se hab�a refugiado con Samuel de la mano de la violencia pasional, ahora, naturalmente, recurre a su querido amigo Jonathan para averiguar, supuestamente en uno de los secretos de su padre, las causas de este persistente atentado contra su vida y exigirle oficinas de verdadera amistad. Una triple conciencia impregna este atractivo de David: a saber, de integridad, de peligro, de deber de autoconservaci�n.

I. UN HOMBRE CONSCIENTE DE INTEGRIDAD DE VIDA. Parece que David no estaba al tanto del secreto de la conducta de Sa�l. Es probable que no supiera nada de esa terrible muerte pronunciada por Samuel ( 1 Samuel 15:26-9) que hab�a operado tan desastrosamente en la mente culpable de Sa�l. Con la inocencia de un hombre no mundano, no pod�a imaginar que un monarca reinante sobre el pueblo de Dios pudiera idear la destrucci�n de un sujeto a menos que creyera que ese sujeto hab�a cometido alg�n crimen digno de muerte. Posiblemente el rey podr�a estar bajo una impresi�n infundada; y como Jonathan era heredero del trono y en la confianza de su padre, seguramente informar�a a su amigo. En cualquier caso, hasta donde conoc�a su propio coraz�n, solo era consciente de la integridad. "�Qu� he hecho? �Cu�l es mi iniquidad?" Al tratar el importante asunto involucrado en estas preguntas, observemos que:

1. La integridad se debe buscar en cada hombre. David ten�a raz�n en la suposici�n subyacente en su investigaci�n: que cada uno debe caracterizarse por la integridad de la vida, y que solo por su existencia podemos justificar la exenci�n del desprecio, el sufrimiento, el abandono y el derecho al respeto, al disfrute de la vida, y protecci�n personal. Hay en cada hombre una voz que incesantemente le exige rectitud, solidez moral. El ojo con el que nos miramos se gu�a por esta convicci�n. Y es en el reconocimiento universal de la verdad que se debe buscar la integridad en cada uno que encontramos una base de apelaci�n en nombre de la justicia, y un lugar racional para las doctrinas de expiaci�n y regeneraci�n.

2. La integridad debe considerarse en un doble aspecto. Se observar� que David simplemente plantea la pregunta de lo que hab�a hecho en relaci�n con Sa�l o su reino. Distingui� entre integridad en sus relaciones con el hombre e integridad en sus relaciones con Dios. Todas las relaciones morales con el hombre implican relaciones morales con Dios, pero lo contrario no es cierto. Las relaciones del hombre con Dios son m�s amplias que las de sus semejantes. La moral religiosa no es id�ntica a la moral secular. Lo espiritual abarca obligaciones que trascienden la moral humana. La integridad en relaci�n con el hombre radica en el cumplimiento fiel de todas las obligaciones debidas al hombre, bajo la influencia de motivos puros en detalle, y un sentido supremo de justicia en general. Pero la integridad en relaci�n con Dios significa perfecta rectitud de esp�ritu, que se manifiesta en perfecto amor de Dios, perfecta obediencia a Dios, perfecta pureza de pensamiento; de hecho, conformidad en cada secreto y abierto movimiento de voluntad con la santa voluntad de Dios. Esta solidez, esta salud, seguramente asegurar� la integridad en relaci�n con el hombre, pero lo contrario no es cierto. Esta distinci�n es de gran importancia para la comprensi�n de la Escritura y la regulaci�n de la vida (cf. 2 Cr�nicas 6:36-14; Job 15:14; Salmo 15:1 .; Isa�as 33:15, Isa�as 33:16; Romanos 3:23; Santiago 5:16; 1 Juan 1:8).

3. La integridad en su relaci�n humana, en la vida ordinaria, se mantiene sin autoafirmaci�n. Durante los meses de servicio de David, desde el d�a en que entr� en conflicto con Goliat hasta su huida a Naioth, hab�a sido un verdadero hombre sincero, cumpliendo con su deber. Pero todo este tiempo no fue consciente de nada notable. La belleza de la integridad de la vida radica en la naturalidad que sugiere no reflexionar sobre s� misma. La verdadera virtud excluye la auto admiraci�n y, cuando se hace ejercicio, la autoconciencia. Nuestro Salvador nunca se refiere a su bondad como un elogio a s� mismo. El sol solo necesita brillar, la verdad solo debe ser ( Mateo 6:1; Lucas 18:12).

4. La integridad puede afirmarse cuando los detractores lo desaf�an, o cuando se hace mal a los intereses de uno. La rectitud de la vida de David habr�a continuado sin la auto-introspecci�n y el yo. afirmaci�n si no fuera que estaba sujeto a un tratamiento no explicable en los principios ordinarios. Hab�a llegado el momento de afirmar su inocencia y llevar su integridad natural a una conciencia distinta. A menudo hace esto en los Salmos, no para reclamar justicia en relaci�n con Dios, sino para refutar las acusaciones en referencia a su conducta entre los hombres. Fue la misma sensaci�n de injusticia lo que llev� a Job a afirmar su inocencia de muchos de los cargos de sus amigos. "Mantendr� mis propios caminos antes que �l" ( Job 15:13). El ap�stol Pablo tambi�n reivindic� su propia vida contra las insinuaciones de falsos hermanos (2 Cor 10: 8-11; 2 Corintios 11:6, 2 Corintios 11:21). Nuestro Salvador tambi�n, cuando es perseguido por hombres maliciosos, podr�a preguntar: "�Qui�n de ustedes me convence de pecado?" ( Juan 8:46). Solo un severo sentido del deber, una protesta contra el mal, romper� el silencio de un hombre justo en relaci�n consigo mismo.

5. La integridad ante el hombre nunca debe ser un sustituto de la integridad ante Dios. El objetivo de David era simplemente la vindicaci�n de supuestos cargos de mal deliberadamente hechos a Sa�l. Ten�a una conciencia profunda al mismo tiempo que, a la vista de Dios, como ser espiritual, era indigno y necesitaba misericordia. Solo un hombre as�, sensible al pecado ante Dios, se detendr�a tanto en la misericordia (Salmo 52:8; Salmo 62:12; Salmo 86:5), y al mismo tiempo tiempo en "integridad" y "rectitud" (Salmo 7:8; Salmo 25:21; Salmo 26:1; Psa 41: 1-13: 42). Los hombres tienen una visi�n muy superficial de las cosas cuando imaginan esa bondad que pasa entre los hombres y es un cumplimiento de nuestras obligaciones terrenales, "se extiende" a Dios (Salmo 16:2, Salmo 16:3 ) Este fue uno de los errores mortales de los fariseos, y fue expuesto por todo el tenor de la ense�anza de nuestro Salvador ( Lucas 18:9; Juan 3:1). Como no tenemos integridad ante Dios, debemos nacer de nuevo, arrepentirnos, buscar perd�n y aceptaci�n, no por lo que somos y hemos hecho, sino porque Cristo nos am� y se entreg� por nosotros ( Hechos 4:12; Romanos 3:24; Romanos 4:5, Romanos 4:6; Romanos 5:1, Romanos 5:2; Filipenses 3:8, Filipenses 3:9).

II UN HOMBRE SENSIBLE DE GRAN PELIGRO. Dos peligros acosan a David. Tem�a la muerte de la mano de Sa�l y, sobre todo, la p�rdida de reputaci�n. Justamente juzg� que si el rey de Israel buscaba su vida y lo persegu�a con ese fin a la vista, se transmitir�a a muchos la impresi�n de que hab�a sido culpable de alg�n acto de mal conocido por Sa�l, aunque desconocido para la gente. Un hombre recto, aunque capaz de comprometerse con Dios, teme ser considerado un hacedor equivocado y morir como si fuera as�. De ah� su s�plica con Jonathan, su dolor ante la sospecha de falta de integridad, su deseo de saber si la mente del rey era m�s aplacable. Estos dos peligros nos acosan a todos. En cierto sentido, estamos a salvo de la muerte hasta que llegue el momento se�alado, porque el cuidado de Dios no falla; Sin embargo, en relaci�n con las fuerzas que trabajan a nuestro alrededor, no sabemos qu� puede producir un d�a o una hora. La vida est� engendrada con poderes de destrucci�n. Solo hay un "paso" entre nosotros y la muerte. "En medio de la vida estamos en la muerte". El efecto apropiado de esta sensaci�n de peligro es saludable. Conduce a una estimaci�n de la vida que la hace m�s sabia, m�s sobria, sincera y devota (Salmo 39:4; Salmo 90:12; Eclesiast�s 9:10; Eclesiast�s 11:9; Eclesiast�s 12:13; 1 Corintios 7:29). Pero para un hombre sinceramente bueno, el peligro para la reputaci�n es m�s grave. Muchos preferir�an morir antes que perder el car�cter o que se considere que lo han perdido. Pueden simpatizar con el deseo de David de que Jonathan lo matara si realmente existiera una causa moral. El dolor de nuestro Salvador fue grande debido al esfuerzo por arruinar su car�cter. Pero aunque todos est�n expuestos a estos dos peligros en com�n con David, hay otro peligro de vida que a menudo es una ocasi�n de p�rdida de reputaci�n. Estamos expuestos a las artima�as del diablo. Como Sa�l busc� la vida de David, Satan�s busca a qui�n devorar ( 1 Pedro 5:8). Todos los d�as el adversario destruye por "sus fuertes". El lenguaje del salmista (Salmo 10:8) se aplicar� con maravillosa precisi�n al destructor de almas, el "asesino desde el principio" ( Juan 8:44). El efecto apropiado de esta sensaci�n de peligro es inducir la vigilancia, evitar las obsesiones de la iniquidad, la oraci�n por la fuerza y ??la consagraci�n al trabajo que no dejar� tiempo ni pensamiento para el encanto del tentador ( Mateo 7:13 ; Mateo 26:41; Efesios 6:11, Efesios 6:12, Efesios 6:18).

III. UN HOMBRE INTENTADO EN LA AUTO CONSERVACI�N. Mientras estaba en conflicto con Goliat, en medio de los deberes regulares de su curso p�blico, David parece no haber estado preocupado por su vida o reputaci�n. �l cumpli� con su deber y confi� en Dios. Pero cuando sospech� intentos en la oscuridad de su vida y su car�cter, se sinti� obligado a idear medios para asegurarse, y con raz�n manifest� mucha ansiedad en relaci�n con ello. Es posible que el car�cter sea tan difamado durante la vida que solo la muerte probar� su reivindicaci�n, como en el caso de nuestro Salvador; sin embargo, no se debe dejar ning�n medio sin usar para afirmar nuestra inocencia y, si es posible, demostrarlo. Los poderes sutiles que amenazan nuestra vida a menudo pueden evitarse mediante el cumplimiento de las leyes de salud y la abstenci�n de riesgos innecesarios. Muchos hombres se suicidan lentamente por negligencia deliberada de aire fresco, comida buena y moderada, y por un esfuerzo excesivo para obtener ganancias. La preservaci�n del car�cter a menudo puede asegurarse absteni�ndose de la "apariencia del mal", aunque nunca nos libraremos de los difamadores no caritativos.

Lecciones generales: -

1. Debemos esforzarnos por liberarnos de las estrechas sospechas y los pensamientos poco caritativos que tienden a da�ar la excelente reputaci�n ( 1 Corintios 13:4).

2. Si no podemos reivindicar nuestra reputaci�n ante los hombres, consol�monos en el conocimiento que Dios tiene de nosotros (Salmo 37:5, Salmo 37:6; Salmo 139:1).

3. Al igual que Jonathan, debemos manifestar una gran simpat�a con aquellos cuyo car�cter honorable es difamado o en peligro.

4. Nuestra preocupaci�n suprema debe ser vivir en esp�ritu para encontrar la aceptaci�n con el Dios santo que todo lo ve.

1 Samuel 20:11-9

La primavera del sacrificio personal.

Los hechos son:

1. Jonathan y David se retiran de la observaci�n para consultar m�s.

2. Jonathan se compromete a hacer todo lo que David requiere, y se compromete solemnemente a hacerle saber la mente de Sa�l.

3. Le suplica a David, en la perspectiva de su ascenso al poder, que �l y su casa puedan recibir misericordia.

4. En su af�n busca una renovaci�n de la promesa de David.

5. Luego arreglan que, despu�s de consultar con Sa�l, una flecha antes o m�s all� de cierta marca revele seguridad o peligro. Esta hermosa narrativa resalta el amor y la confianza de estos j�venes de tal manera que uno se ve obligado a preguntar si no hay aqu�, no solo una instancia exquisita de lo que toda nuestra amistad religiosa deber�a ser en esp�ritu y expresi�n, sino tambi�n una historia presagiando la relaci�n del alma amorosa y confiada con el verdadero Ungido del Se�or. Sabemos que en el Nuevo Testamento la tierra prometida es una sombra del "mejor pa�s", la "roca" en el desierto, una figura de Cristo ( 1 Corintios 10:4), Si�n y Jerusal�n, un tipo de ciudad de Dios, y David, el rey seg�n el coraz�n de Dios, un patr�n de otro David, el unig�nito del Padre, el Rey eterno en Si�n ( Isa�as 9:7; Hechos 2:25) . Tambi�n en los Salmos (Salmo 45:1.) Y en Isa�as hay referencias al profundo inter�s de la Iglesia en Cristo y de Cristo en la Iglesia. No es, entonces, injustificable considerar la devoci�n de Jonat�n al rey venidero, y porque ser amado como el rey venidero, como, en todo caso, sugiere una devoci�n an�loga del verdadero creyente a Cristo. La caracter�stica m�s llamativa de la narraci�n que tenemos ante nosotros es el sacrificio absoluto de Jonathan y el profundo amor del que surgi�. Podemos notar las caracter�sticas principales de la historia, y al hacerlo, se�alar su verdad en la vida cristiana.

I. HAY UNA CONSECUENCIA COMPLETA EN LOS DESEOS DE DAVID HASTA QUE SEAN EXPL�CITAMENTE. Algunos podr�an considerar el retiro de los dos en la reclusi�n del "campo" como sugestivo de la comuni�n privada y sagrada de un creyente y Cristo; pero, sin detenerse en eso, puede notarse que tan pronto como se asegur� la privacidad, Jonathan de inmediato, con solemne y pat�tica seriedad, se compromete a todo lo que David hab�a requerido hasta ahora. �Cu�n cierto es esto de un creyente en Cristo! Cuando el "Ungido del Se�or" da a conocer su petici�n, ya sea para dar testimonio de �l, para recordar su muerte o para alimentar y vestir a los peque�os, el verdadero coraz�n responde con todo celo y deleite. Es una marca de un verdadero cristiano, el de deleitarse en hacer su voluntad. Su yugo es f�cil y su carga ligera. Descubrir la mente de Sa�l era un asunto muy delicado y dif�cil, e implicaba no poco riesgo para Jonathan; y es posible que mucho de lo que tengamos que consentir implique tensi�n y tensi�n en los sentimientos, firmeza y resistencia, riesgo de p�rdida mundana y certeza de inconvenientes personales; pero, sin embargo, todo es bienvenido, porque es para �l quien gan� nuestro amor y es digno del mejor servicio que podamos brindarle.

II HAY UN RECONOCIMIENTO DISTINTO DE SU SUPREMAC�A DURADERA Y UN SENTIDO CORRESPONDIENTE DE MORTALIDAD PERSONAL DE TAL AMISTAD DISTINGUIDA. Es dif�cil decir con palabras c�mo las mentes espirituales refinadas obtienen todo su conocimiento. Parecen poseer una visi�n, un instinto suprasensual, que los lleva directamente a trav�s de las condiciones externas actuales a la realidad permanente. En cualquier caso, Jonathan estaba convencido de que su querido amigo estaba destinado a ser rey en Israel, y habla como alguien que no es digno de tal honor; y, sin embargo, con toda esta reverencia y asombro de la majestad y el poder que se avecinaba, hab�a un tierno amor "que pasaba el de las mujeres". La fe vio a trav�s de la soledad y el estado oprimido de David, y reconoci� al rey en Si�n. Este fue el verdadero sentimiento de los ap�stoles, en su mejor humor, durante la humillaci�n del Salvador. Sab�an que, aunque los hombres estaban divididos en juicio, �l era "el Cristo, el Hijo del Dios viviente" ( Mateo 16:13). El profundo amor de John al recostarse en su seno, y la sensaci�n de indignidad de Peter cuando grit�: "Ap�rtate de m�, porque soy un hombre pecador, oh Se�or" ( Lucas 5:8), fueron solo instancias del sentimiento que generalmente impregnaban sus mentes. Y es este reconocimiento y el sentimiento que lo acompa�a lo que entra en la vida de cada creyente. �l es el Rey, la Esperanza de las naciones afectadas, el "Restaurador de caminos para habitar" ( Isa�as 58:12). Como Jonathan, con amor apasionado y gran confianza, contemplaba el bello rostro de David, tambi�n miramos con intenso inter�s a Cristo y nos sentimos seguros, a pesar de las lentas edades y los antagonismos actuales, de que "debe reinar", que en su propia cabeza florecer� una corona imperecedera (Salmo 72:1.). Y mientras la admiraci�n, la alegr�a y la satisfacci�n asisten a esta previsi�n de la gloria venidera, el coraz�n se llena de asombro y gratitud al poder llamar a ese Elegido un amigo.

III. HAY UNA ENTREGA GRATUITA DE TODO LO QUE ES M�S PRECIOSO PARA LA REALIZACI�N DE SU SUPREMACIA. Nada, humanamente hablando, era m�s valioso para Jonathan que su derecho a la sucesi�n, y las perspectivas de poder y distinci�n involucradas en ello. Nada en la historia es m�s hermoso que la espontaneidad y cordialidad con la que dej� a un lado todo esto, y encontr� alegr�a y satisfacci�n en la supremac�a de David (vers�culos 14-17). �Qu� noble sacrificio de uno mismo para prop�sitos espirituales elevados! Esto era m�s que "casas y tierras", m�s que "padre y madre" ( Mateo 19:29). Solo la verdadera visi�n espiritual del reino de Dios explicar� tal desviaci�n de los caminos ego�stas del mundo. "El Se�or" estaba en la mente de Jonathan, y "el Nombre" (Jn 17: 1-26: 45) que David hab�a exaltado era el "Nombre" para ser a�n m�s honrado en su reinado de acu�aci�n. Y en esto est� la esencia de nuestra vida cristiana. Entrega de todo por Cristo: sacrificio de todo poder, perspectiva, esperanza y deseo a los santos prop�sitos para los cuales vive el "Ungido". En esto no hay exacci�n ni restricci�n. Cristo no exige algo por su mera satisfacci�n personal, y no cedemos ante una p�rdida porque uno m�s poderoso reclama lo que tenemos. Jonat�n y David fueron uno (vers�culo 17). Solo ten�an un inter�s y viv�an para un solo objeto. P�rdida y ganancia fueron t�rminos inadecuados. La rendici�n a uno era como una rendici�n a uno mismo. La p�rdida era ganancia, y la ganancia era p�rdida. As� es en la uni�n m�stica de nuestras vidas con Cristo. Aunque renunciamos a todo y realizamos lo que los hombres llaman sacrificio personal, todav�a no renunciamos a nada. Para nosotros "vivir es Cristo". �Bendita unidad! Siempre dando, siempre recibiendo; siempre neg�ndose a s� mismo, siempre enriqueci�ndose! La gloria del rey es nuestra gloria; las penas de nuestro coraz�n son sus penas; los actos de �l son hechos de �l ( Mateo 25:34; Juan 17:24; Hebreos 4:15).

IV. AMOR, CONSTANTE Y MAESTRO, ES LA PRIMAVERA DE TODO ESTE SACRIFICIO. El amor de Jonathan fue la pasi�n maestra, "pasar la de las mujeres", pura, constante, no afectada por la opini�n p�blica y la influencia privada (vers�culos 30, 31), iluminada y regulada por la visi�n espiritual, r�pida en la expresi�n, dando alegr�a y satisfacci�n a cada acto. y una palabra que podr�a traer honor futuro a David o presentar consuelo en problemas. Este amor eterno, esta fuerza reinante, tan pura, tan dulce, tan fuerte, tan gentil: ennobleci� a su poseedor, y fue considerado por su objeto como la cosa m�s bella y preciosa del mundo. Los eventos muestran que fue rec�proco (vers�culo 41; 2 Samuel 1:25, 2 Samuel 1:26). Es esta fuerte pasi�n maestra la que se encuentra en la primavera de todo nuestro verdadero servicio cristiano. "Lo amamos porque �l nos am� primero". "El amor de Cristo nos constri�e". Hacemos su voluntad, ponemos nuestros talentos, posesiones, perspectivas, todo lo que heredamos o podemos adquirir, a sus pies porque nos encanta hacerlo, y no har�amos otra cosa si pudi�ramos. �Ninguna caja de pomada es demasiado costosa para esos queridos pies que han recorrido los tristes caminos de la vida para nosotros! �Ninguna corona demasiado gloriosa para esa ceja que una vez fue perforada y dolorida para nosotros! �No hay alegr�a demasiado excesiva en la entronizaci�n final sobre todo el principado y el poder del que una vez luch� por nosotros y destruy� al gigantesco enemigo del pueblo de Dios! Para medir nuestro servicio, para calcular lo poco que podemos ahorrar o hacer, para excluirlo de cualquier secci�n de nuestra vida, esto fue degradaci�n y verg�enza. El amor, "pasando el de las mujeres", busca la satisfacci�n de vivir para Cristo y glorificarse solo en �l.

Lecciones generales: -

1. Debemos preguntar si alguno de los requisitos de Cristo a�n no se ha tenido en cuenta.

2. Es una cuesti�n de duda si la Iglesia Cristiana profesa entra plenamente en el gozo de la gloria venidera de Cristo, y est� suficientemente identificada en la esperanza y el sentimiento con ella.

3. Cada uno puede preguntar: �He entregado todo lo que es precioso para Cristo? �Hay alguna reserva?

4. La debida cultura del amor a Cristo como el afecto supremo de la vida exige pensamiento y cuidado.

5. La cura de muchas de las penas y males de los cristianos y las iglesias radica en la reactivaci�n de este inter�s personal en Cristo.

HOMILIAS DE B. DALE

1 Samuel 20:1. (GIBEAH.)

El coito de amigos.

El respeto que los verdaderos amigos tienen el uno por el otro lleva a mucha comuni�n. En �l encuentran un placer exaltado y un recurso seguro de ayuda y consuelo en la adversidad. Por lo tanto, David, en su continua desconfianza y miedo a Sa�l, se apresur� a su amigo Jonat�n. Con respecto a su relaci�n sexual, observe:

1. Toda su libertad. Se cuentan, sin reservas, todo lo que hay en sus corazones. Tal libertad puede ser sabiamente permitida solo en presencia de un amigo. "Un fruto principal de la amistad es la facilidad y la descarga de la plenitud e hinchaz�n del coraz�n que las pasiones de todo tipo causan e inducen. Ning�n recibo abre el coraz�n sino un verdadero amigo, a quien puedes impartir penas, alegr�as, miedos, esperanzas, sospechas, consejos y todo lo que se encuentra sobre el coraz�n para oprimirlo, en una especie de reprimenda civil o confesi�n. Redobla las alegr�as y corta las penas por la mitad "(Bacon, 'Ensayos').

2. Sus suaves exposiciones y reprensiones. Cuando David dijo: "Tu padre busca mi vida" (una expresi�n utilizada a menudo en los Salmos), Jonathan reprendi� su desconfianza: "No es as�". y solo despu�s de un juramento solemne se podr�a inducir a compartirlo ( 1 Samuel 20:9). La reprensi�n es un deber y una prueba de verdadera amistad; y "donde los o�dos de un hombre est�n cerrados contra la verdad para que no pueda escucharla de un amigo, el bienestar de tal persona debe ser desesperado". "Reprendo a todos los que amo".

3. Sus amables garant�as. "Todo lo que tu alma desee, lo har� por ti". Tales garant�as las dio generosa, sincera, solemne y repetidamente, e impartieron �nimo y una mayor confianza. �Cu�n "muy grandes y preciosas" son las promesas que el Amigo celestial ha hecho para sus amigos con este prop�sito!

4. Sus consultas ansiosas y consejos inteligentes. "El segundo fruto de la amistad es saludable y soberano para el entendimiento, como el primero es para los afectos; porque la amistad hace de hecho un d�a justo en los afectos de tormentas y tempestades, pero alumbra el d�a entendiendo la oscuridad y la confusi�n de pensamientos; tampoco debe entenderse esto solo por un consejo fiel. El �ltimo fruto es la ayuda, y ser parte de todas las acciones y ocasiones "(Bacon).

5. Sus solicitudes sinceras de ayuda ( 1 Samuel 20:8). Aunque es parte de la amistad otorgar ayuda a un amigo en lugar de rog�rselo, se demuestra confiando en �l en grandes emergencias, y afirma con confianza el cumplimiento de las garant�as anteriores; ni buscar� ayuda en vano para un verdadero amigo.

6. Su imperfecci�n manifiesta. Porque, como todas las cosas terrenales, la amistad humana es imperfecta. Su comuni�n es susceptible de interrupci�n ( 1 Samuel 20:10, 1 Samuel 20:41). A menudo entretiene pensamientos, dise�a planes y hace solicitudes que son err�neas y perjudiciales. La declaraci�n de David (aunque fundada sobre una medida de la verdad) fue un mero pretexto, y al fallar en la fe en Dios cay� en "artima�as tontas e hirientes". Tambi�n omite la reprobaci�n cuando se debe dar, cumple con las solicitudes dudosas y promete lo que no puede realizar. Pero todos los defectos que se encuentran en la m�s alta amistad humana est�n ausentes, y todas las excelencias que posee, e infinitamente m�s, est�n presentes en la amistad de Cristo.

1 Samuel 20:3. (GIBEAH.)

Solo un paso.

Nuestro camino en la vida se encuentra al borde de un r�o o al borde de un acantilado; y podemos, por un paso, un solo paso, en cualquier momento, encontrarnos con nuestro destino. La afirmaci�n de David puede considerarse como la expresi�n de una fuerte convicci�n ("como Jehov� vive", etc.) de:

I. LA SOLEMNIDAD DE LA MUERTE. El evento es serio. Dejar escenas familiares y amigos queridos, "ser extra�ado" de nuestro lugar acostumbrado es un pensamiento triste. Pero lo que da solemnidad tanto a la muerte como a la vida es su aspecto moral, sus relaciones espirituales y divinas.

1. Termina nuestra prueba terrenal: corta nuestra conexi�n inmediata con los privilegios, los medios y las oportunidades mediante los cuales se prueba el car�cter y el alma se prepara para otro estado. Cuando se da este paso, todas estas cosas pertenecen al pasado.

2. Nos lleva a la presencia Divina; ya no est� parcialmente oculto por el velo de las cosas materiales, sino que se revela completamente a la luz, lo que revela la actitud moral de cada esp�ritu humano y lo juzga "en justicia". "Despu�s de la muerte" (y siguiendo de cerca) "el juicio" ( Hebreos 9:28). "Todos debemos manifestarnos ante el tribunal de Cristo", etc. ( 2 Corintios 5:10).

3. Arregla nuestro destino futuro, en bien o en mal. "�De qu� se beneficia un hombre?", Etc.

II LA INCERTIDUMBRE DE LA VIDA. Hay que dar el paso, pero cuando no lo sabemos. Para que podamos estar debidamente impresionados por una verdad que todos admiten, pero pocos se dan cuenta adecuadamente, consideran:

1. La fragilidad del cuerpo y los innumerables peligros a los que est� expuesto. "Entre nosotros y el infierno o el cielo no hay nada m�s que vida, la cosa m�s fr�gil que existe (Pascal).

2. Los hechos de la observaci�n diaria. Lo que les ocurre a los dem�s tan a menudo, tan repentina e inesperadamente, puede ocurrirnos a nosotros mismos. No tenemos garant�a de que no lo har�. "La vida incierta del hombre es como una gota de lluvia en la rama, en medio de sus diez mil parentescos brillantes, y en cualquier momento puede caer".

3. Las declaraciones de la palabra Divina. "El hombre no conoce su tiempo", etc. ( Eclesiast�s 9:12). "No sab�is lo que ser� ma�ana. �Cu�l es tu vida?" etc. ( Santiago 4:14). �Por qu� debemos quedarnos con tanta incertidumbre?

(1) Para ense�arnos la soberan�a de Dios y nuestra dependencia de �l.

(2) Para estar de acuerdo con nuestra posici�n de prueba actual, que requiere el ajuste adecuado de los motivos a nuestra libertad y responsabilidad.

(3) Para permitirnos realizar adecuadamente los deberes ordinarios de la vida, en relaci�n con los cuales estamos designados para servir a Dios aqu� y prepararnos para su servicio en el m�s all�.

(4) Verificar la presunci�n al dedicar una atenci�n indebida a los asuntos de esta vida y descuidar los de la vida venidera.

(5) Para llevarnos a no dejar el evento fuera de nuestras mentes por completo, sino m�s bien a la preparaci�n constante para �l y para la vida que yace m�s all�. "El �ltimo d�a se mantiene en secreto para que todos los d�as puedan ser vistos". "Presta atenci�n, mira y reza, porque no sabes cu�ndo es el momento" (Marco 13:33). "Por lo tanto, est�n listos tambi�n, etc. ( Lucas 12:40).

III. LA NECESIDAD DE PREPARACI�N MIRADA. Al ver que en cualquier momento se puede dar el paso, nos corresponde estar siempre listos.

1. Al buscar y mantener un estado correcto del coraz�n ( Juan 3:2, Juan 3:14).

2. Por el cumplimiento diligente, fiel y perseverante del deber.

3. Por el compromiso constante y en oraci�n de nuestras almas en las manos de Dios. Entonces, cada vez que se d� el paso, ser� "solo un paso" fuera de las sombras y las penas de la tierra hacia la gloria y la alegr�a del cielo. � D.

1 Samuel 20:11-9. (EL PA�S ABIERTO, CERCA DE GIBEAH.)

Un pacto de amistad.

"Y Jonat�n hizo un pacto con la casa de David" ( 1 Samuel 20:16). La amistad de Jonathan y David fue expresada y confirmada por un pacto sagrado ( 1 Samuel 18:3). El pacto ahora hecho difer�a del primero.

1. Fue hecho en un momento de juicio. Su amistad fue puesta a prueba severamente; porque a Jonathan le qued� claro que David estaba destinado a ser rey ( 1 Samuel 20:13), como luego declar� m�s completamente ( 1 Samuel 23:17) "Jonathan hizo que David jurara de nuevo "( 1 Samuel 20:17), no porque desconfiara de �l, sino" porque lo amaba: porque lo amaba como a su propia alma "; y en tiempos de peligro especial, tales garant�as repetidas y solemnes pueden ser necesarias y beneficiosas.

2. Inclu�a la obligaci�n de mostrar amabilidad con la casa de Jonathan y con �l mismo. Consid�ralo como ...

I. CONFIRMADO POR UNA APELACI�N A DIOS. Era costumbre al hacer un pacto (contrato o acuerdo) hacer un juramento en el que se apelaba a Dios como testigo y vengador de su violaci�n ( G�nesis 26:28; G�nesis 31:45-1) . Incluso cuando no se haga tal apelaci�n expresamente, debe recordarse:

1. Que �l observa las promesas y compromisos que los hombres hacen entre s�, y mantiene un registro fiel de los mismos ( Malaqu�as 3:16).

2. Que le encanta ver la verdad y la fidelidad en su discurso y conducta ( Deuteronomio 7:9; Deuteronomio 32:4).

3. Que manifiesta su desagrado hacia aquellos que descuidan o violan sus compromisos ( Ezequiel 17:9).

4. Que muestra favor y ayuda a quienes se esfuerzan por mantenerlos fielmente. "Quien no ha elevado su alma a la vanidad, ni ha jurado enga�osamente. Recibir� la bendici�n del Se�or" (Salmo 24:4; Salmo 15:4; Efesios 4:25).

II PROFUNDIZANDO EL SENTIDO DE LA OBLIGACI�N. En algunos casos, un pacto crea una nueva obligaci�n; en otros (como el de la amistad) intensifica la fuerza y ??el sentimiento de ello:

1. Por la forma solemne en que se hace.

2. Por la mayor precisi�n en que se expresa la obligaci�n.

3. Por el registro permanente que se forma en la memoria, a menudo asociado con lugares y objetos particulares ( Josu� 24:27).

4. Y esto es importante como un incentivo para la fidelidad en la tentaci�n que surge del inter�s propio y la fuerte pasi�n por dejarlo de lado. Tan a menudo como Jonathan y David recordaban su sagrado pacto, se ver�an impulsados ??a un amor y una fidelidad cada vez mayores.

III. CONTRIBUYENDO AL BENEFICIO DE AMBOS. "Por Jehov�", etc. ( 1 Samuel 20:12). "Y, oh, que quisieras mientras viviera, mu�strame amabilidad", etc. ( 1 Samuel 20:14). Cada uno recibi� y dio garant�as de amabilidad, lo que sirvi�:

1. Para pagar un reclamo que se puede instar con confianza en dificultad y peligro ( 1 Samuel 20:8).

2. Enriquecer el alma con un sentimiento permanente de alegr�a pura y elevadora. "Muy agradable has sido conmigo" ( 2 Samuel 1:26).

3. Para preservarlo del desaliento en horas de oscuridad y problemas.

4. Para aumentar su aspiraci�n y esfuerzo despu�s de todo lo que es excelente. La continua lealtad de David a Sa�l y sus actos de bondad hacia �l fueron indudablemente incitados en gran medida por el amor de Jonathan; y este �ltimo no fue menos moralmente fortalecido y bendecido por el amor de David. "No hay influencia en una mente sensible m�s fuerte que la sensaci�n de ser amado; nada m�s elevador, m�s seguro para la vida interior".

IV. INVOLUCRANDO EL BIENESTAR DE OTROS. "Y que no cortar�as tu bondad de mi casa para siempre", etc. ( 1 Samuel 20:15, 1 Samuel 20:23). "Su solicitud de que su casa pueda ser excluida de este juicio, como ejecutor del cual �l considera a David, se funda y justifica por su posici�n fuera del c�rculo de 'enemigos' (ya que reconoce la voluntad de Dios con respecto a David, y se inclina a ella como Amigo de David), de modo que, aunque es miembro de la casa de Sa�l, no pertenece a ella en lo que respecta al juicio de exterminio "(Erdmann).

1. Un padre naturalmente desea y debe buscar el bienestar de su familia.

2. Puede, por su conducta fiel, hacer mucho para promoverla.

3. Por el bien de uno, muchos son frecuentemente y justamente salvados y bendecidos. "Todav�a queda algo de la casa de Sa�l, para que pueda mostrarle amabilidad por el bien de Jonathan" ( 2 Samuel 9:1).

4. La memoria del bien es una perpetua incitaci�n a la bondad.

Aprender-

1. La maravillosa condescendencia de Dios al hacer con los hombres un pacto amistoso (arreglo, constituci�n, dispensaci�n), seg�n el cual se les asegura amablemente privilegios y bendiciones indescriptibles ( G�nesis 9:14; Jeremias 31:33; G�latas 3:15).

2. El terreno seguro que de ese modo se brinda para la confianza y el "fuerte consuelo".

3. La necesidad de observar las condiciones se�aladas de los mismos.

4. Mirar a Dios por todo el bien a trav�s de "Jes�s, el mediador del nuevo pacto" ( Hebreos 12:24) y "por el amor de Cristo" ( Efesios 4:32) .� D .

HOMILIAS DE D. FRASER

1 Samuel 20:3

Peligro mortal.

Los hombres valientes tienen sus tiempos de depresi�n, y los hombres creyentes tienen sus ataques de des�nimo. Del coraje de David no pod�a haber dudas. Se hab�a enfrentado a la muerte sin pesta�ear, tanto en defensa de su reba�o de las bestias de presa, como por la liberaci�n de Israel del jactancioso filisteo. Sin embargo, ahora retrocedi� y dijo: "Solo hay un paso entre m� y la muerte". Se sinti� como al borde de un precipicio. Un empuj�n y se fue. No debemos sorprendernos de esto; porque una cosa es encontrarse con un enemigo en campo abierto, otra cosa es sentir que los pasos de uno son perseguidos por traicionera malicia, y no saber, pero uno puede ser atacado mientras duerme, o ser golpeado por la espalda o atrapado por alguna cruel estratagema . De la fe de David en Dios podr�a haber tan poca pregunta como de su valent�a. Todos los �xitos que hab�a obtenido hab�an sido triunfos de la fe. Pero el temperamento tambi�n va por algo, y el hijo de Jesse ten�a la naturaleza sensible que va con el genio po�tico. Era capaz de una gran alegr�a, pero igualmente capaz de un des�nimo repentino; y cuando dio paso a un estado de �nimo melanc�lico y premonitorio, su fe parec�a incr�dula. Los j�venes y sanos no pueden, no deben, desear morir. Podemos sentirnos por Henry Kirke White, aunque su tono era demasiado sombr�o cuando escribi�, en detrimento de su destino inicial:

"Es dif�cil

Sentir la mano de la Muerte arrestar los pasos de uno, arrojar un tiz�n fr�o sobre todas las esperanzas en ciernes y arrojar el alma de alguien a tiempo a las sombras ".

Los poetas, tanto paganos como cristianos, a menudo han lamentado la enfermedad y la violencia que arrojaron vidas precipitadas al precipicio. Y consideramos que el joven retroceso de David ante la cruel muerte que Sa�l dise�� para �l es bastante natural, y en ning�n sentido desacreditador para su virilidad. Pero hay m�s que esto en su melancol�a.

I. LA MANERA DEL ANTIGUO TESTAMENTO DE LA MUERTE. En los d�as previos a Cristo, la penumbra dominaba la doctrina de una existencia futura. "La vida y la incorrupci�n" no hab�an salido a la luz. Por lo tanto, se consider� una bendici�n vivir mucho tiempo en Palestina. Era una terrible calamidad morir en la juventud. Los soldados de Israel encontrar�an la muerte en la emoci�n de la batalla; y profetas como Elijah y Jonah podr�an incluso desear la muerte en un estado de �nimo dolido y desanimado; pero, como regla, incluso los hebreos m�s devotos consideraban la muerte con tristeza y renuencia. No es de extra�ar que David, educado en las ideas de su propia �poca, no de la nuestra, se redujera de la interrupci�n de sus d�as por la violencia, justo cuando gan� distinci�n y comenz� a servir a su naci�n. El horror de esto estuvo sobre �l durante muchos d�as; porque incluso despu�s de muchas escapadas maravillosas lo escuchamos decir: "Ahora perecer� alg�n d�a de la mano de Sa�l". Esta tristeza o renuencia en vista de la muerte nunca dej� a un Antiguo Testamento digno como David, excepto en la hora de la batalla, o bajo una emoci�n tan fuerte que una vez lo hizo llorar: "Dios, hubiera muerto por ti, oh Absal�n, mi hijo, �mi hijo!" Al final de su carrera, hizo menci�n expresa en su canci�n de acci�n de gracias por su liberaci�n de las "penas" y las "trampas de la muerte" ( 2 Samuel 22:1). Y cuando lo vemos en la vejez, ansiosamente amamantado para que sus d�as se prolonguen, no vemos se�ales de un esp�ritu que anhele ser libre y seguro de estar con el Se�or, como uno espera encontrar en los �ltimos d�as de casi cualquier persona. eminente cristiano. "Ahora se acercaban los d�as de David para que muriera, y acus� a Salom�n su hijo, diciendo:" Voy por el camino de toda la tierra ". Compare el idioma en Salmo 13:3; Salmo 30:9; Salmo 88:11; y el de Ezequ�as en Isa�as 38:1. Contrasta con esto el desprecio de la muerte que fue admirado y exhibido a menudo por los paganos. Pero el sentimiento hebreo sobre el tema era realmente m�s exaltado, ya que ten�a una percepci�n de la conexi�n de la muerte con el pecado, y un valor para la comuni�n con el Dios viviente en la tierra que era suya, y por lo tanto de ellos, de la cual la mente pagana No sabia nada.

II VISTA M�S BRILLANTE DE LA MUERTE EN EL NUEVO TESTAMENTO.

1. Contraste con el caso de David en la juventud con el de Esteban en Jerusal�n, evidentemente joven, o en la flor de la vida. Sus poderes estaban al m�ximo, y una distinguida carrera de utilidad entre los jud�os helenistas se abri� ante �l. Quienes entraron en controversia con �l "no pudieron resistir la sabidur�a y el esp�ritu con el que habl�". De repente, los jud�os enfurecidos lo agarraron y lo arrastraron ante el Sanhedrim bajo la acusaci�n capital de blasfemia. Bien, Stephen sab�a que solo hab�a un paso entre �l y la muerte; pero ninguna melancol�a cay� sobre su esp�ritu. "Todo lo que estaba sentado en el consejo, mir�ndolo fijamente, vio su rostro como lo hab�a sido un �ngel".

2. Contrasta con el caso de David en la vejez el de "alguien como Paul el viejo", y su sentimiento cuando estaba "listo para ser ofrecido", y el momento de su partida estaba cerca. �l tambi�n era un hombre de temperamento sensible y, en ocasiones, sufri� un profundo des�nimo. �l tambi�n tuvo cuidado de no tirar su vida a la basura. Pero cuando parec�a haber un paso entre �l y la muerte, �qu� acceso de luz, qu� avance de consuelo y esperanza ten�a el siervo de Dios en el Nuevo Testamento sobre el siervo de Dios en el Antiguo! David dijo: "Voy por el camino de toda la tierra". Pero Pablo: "Estamos seguros y dispuestos a estar ausentes del cuerpo y presentarnos con el Se�or". �Oh, feliz final de esta vida problem�tica! �Oh bienvenido escape del impedimento carnal, el cansancio, la tentaci�n, la insuficiencia y la tristeza!

III. LA CONTEMPLACI�N DE CRISTO DE SU PROPIO FALLECIMIENTO. El que es el Hijo de David, y el Se�or de Esteban y de Pablo, vio en la plenitud de la virilidad juvenil que solo hab�a un paso entre �l y la muerte, y que tambi�n una muerte de violencia violenta como su antepasado hab�a temido. . Sin embargo, exist�a esta diferencia entre "el Hombre Cristo Jes�s" y todos los dem�s hombres: que sab�a cu�ndo, d�nde y c�mo deb�a morir. Deb�a estar en Jerusal�n, y en el momento de la fiesta. Pronostic� el mismo d�a en que deber�a "ser perfeccionado" e indic� que ser�a por crucifixi�n al decir que el Hijo del hombre ser�a "levantado de la tierra". De tal conocimiento es bueno que estemos exentos. Conocer el lugar, el tiempo y la forma de nuestra muerte tentar�a, quiz�s, al principio al descuido; y luego, a medida que se acercaba la fecha, nos estresar�a mucho el esp�ritu. Tal tensi�n estaba sobre Cristo, y, a medida que se acercaba la muerte amarga, su esp�ritu estaba "extremadamente triste". Como David hizo que su amigo Jonathan le mostrara simpat�a y se esforzara por sacar de su mente el presentimiento de la muerte, Jesucristo tuvo a sus disc�pulos, quienes, como amantes y amigos, le rogaron que no pensara en morir; pero no pudo consolarse con ellos. La copa que su padre le hab�a dado para beber, �no deber�a beberla? Para �l la muerte era ganancia. Termin� todo su trabajo y trabajo, luego dej� el mundo y fue al Padre. "Padre, en tus manos encomiendo mi esp�ritu". Tenemos mucho que aprender de David, m�s de Stephen y Paul, sobre todo de nuestro Se�or Jes�s. �Qu� pasa si solo hay un paso entre nosotros y la muerte? Es un paso que no se puede dar sino como, y cu�ndo y d�nde designa nuestro Se�or. "Se�or Jes�s, �en tus manos encomiendo mi esp�ritu!" "Ausente del cuerpo, presente con el Se�or". - F.

Versículos 24-42

EXPOSICI�N

ABIERTO HATRED DE SAUL CONTRA DAVID ( 1 Samuel 20:24-9).

1 Samuel 20:24-9

El rey lo sent� a comer carne. En hebreo, "el rey se sent� a comer pan". Al sentarse en la mesa, ver 1 Samuel 16:11. Y Jonat�n se levant�. Cuando el rey ocup� su lugar habitual, el de honor, al lado del muro y, por lo tanto, m�s alejado de la puerta, Jonathan se levant� y ocup� su lugar a un lado del rey, mientras que Abner se sent� al otro. El lugar de David debajo de ellos qued� vac�o. La omisi�n de la afirmaci�n de que Jonathan se sent� hace que el pasaje sea oscuro, y las versiones son poco acertadas al interpretarlo, pero no cabe duda de que estas palabras deben proporcionarse. El no est� limpio. Sa�l supuso que cierta corrupci�n ceremonial (ver Le 1 Samuel 15:2) hab�a sucedido a David, y como la luna nueva era una fiesta religiosa, esto necesariamente impedir�a su asistencia.

1 Samuel 20:27-9

Al d�a siguiente, que era el segundo d�a del mes. En hebreo, "al d�a siguiente de la luna nueva, el segundo d�a". La ausencia de David en el segundo d�a hizo que Sa�l se diera cuenta de que no fue un accidente, y le exige a Jonathan la raz�n; con lo cual da la excusa previamente arreglada, y agrega que fue el hermano de David quien hab�a requerido su asistencia. La Septuaginta tiene hermanos, ofendidos por el singular, porque Jesse todav�a estaba vivo. Pero como el festival no se limitaba a la casa de Jesse, su hermano podr�a ser el convocante, sin usurpar el lugar de su padre. D�jame escapar Literalmente, "d�jame escapar", "d�jame bajar", una forma de hablar ligera y medio jocosa adoptada por Jonathan, como si el asunto fuera un mero truco.

1 Samuel 20:30, 1 Samuel 20:31

T�, hijo de la mujer rebelde perversa. Literalmente, "t� eres hijo de un perverso en rebeli�n". En Oriente es el mayor insulto posible para un hombre llamar a su madre; pero la palabra perversa, en lugar de ser un adjetivo femenino, es probablemente un sustantivo abstracto, e "hijo de la perversidad de la rebeli�n" significar�a alguien que era completamente perverso en su resistencia a la voluntad de su padre. En la confusi�n de la desnudez de tu madre. Es decir. tu madre se sentir� avergonzada y deshonrada por haber tenido un hijo as�. Seguramente morir�. En hebreo, "�l es un hijo de la muerte", hijo, que se usa constantemente en hebreo para expresar cualidades o, como aqu�, el destino al que est� destinado un hombre.

1 Samuel 20:32-9

Cuando Jonathan suplic� suavemente por su amigo, Sa�l no se dirigi� hacia el este, sino que "blandi�" (ver 1 Samuel 18:11) su jabalina hacia �l, amenazando con golpearlo. Este comportamiento feroz de su padre tambi�n llen� de ira a Jonathan, y �l se levant�, se neg� a participar de la comida y se fue con ira. Su indignaci�n se despert� no solo porque su padre hab�a blandido su jabalina en su cara, porque estaba sentado cerca de Sa�l, sino porque hab�a arrojado vergonzosas aspersiones sobre David al decir que era un rebelde y merec�a la muerte.

�LTIMA REUNI�N DE JONATHAN CON DAVID ( 1 Samuel 20:35-9).

1 Samuel 20:35-9

A la ma�ana siguiente, Jonathan sali� al campo, no en el momento, sino "al lugar" designado, llevando consigo a un peque�o muchacho, ya que es menos probable que sospeche una raz�n. Despu�s de disparar a la marca, lo env�a a recoger las flechas, y mientras corre para hacerlo, dispara una m�s all� de �l y, llamando en voz alta, le da a David la se�al de que no hab�a esperanza. Para mantener la atenci�n del ni�o, le da �rdenes apresuradas: acelerar, apresurarse, no quedarse. En lugar de las flechas, el texto escrito tiene "El muchacho de Jonathan recogi� la flecha", es decir, aquella que Jonathan hab�a disparado m�s all� de �l y a la que se refer�an sus �rdenes r�pidas.

1 Samuel 20:40-9

Su artiller�a. Es decir. sus armas Para deshacerse del ni�o Jonathan lo env�a a casa con su arco y flechas, y luego David se levant� de un lugar hacia el sur, o "desde el lado sur" de la piedra Ezel, y sin olvidar en su reiterada reverencia el honor. debido a la dignidad de Jonathan, sin embargo, prevaleci� la amistad, y se besaron y lloraron hasta que David se excedi�, es decir, se derrumb� y su dolor lo domin� por completo. Y as� se separaron, David para comenzar una vida de peligro y errante, mientras Jonathan regres� a la ciudad para ser un hijo obediente para Sa�l. Phillipson comenta: "Las escenas en este cap�tulo son algunas de las m�s impactantes que se nos presentan en la historia, ya sea en los tiempos antiguos o modernos, y bien podemos preguntarnos por la delicadeza de los sentimientos y la gentileza de los sentimientos que estos dos hombres en esos viejos tiempos dif�ciles entretenidos el uno para el otro. Ning�n escritor antiguo nos ha presentado un ejemplo tan noble de un sentimiento de coraz�n, desinteresado y completamente humano, y ninguno ha descrito la amistad con toda la verdad en todas sus relaciones, y con tal conocimiento completo y profundo del coraz�n humano ".

HOMIL�TICA.

1 Samuel 20:24-9

Influencias desperdiciadas, pensamientos apagados e intereses en conflicto.

Los hechos son:

1. Mientras David yace escondido, Sa�l nota su ausencia de la fiesta el primer d�a, y lo refiere a alguna contaminaci�n ceremonial.

2. En el segundo d�a, llama la atenci�n de Jonathan sobre el hecho y pregunta la causa.

3. Al explicar la raz�n, Sa�l, en un ataque de ira, lo acusa de amistad con David y se�ala la lesi�n que cree que surgir� de all�.

4. Cuando Jonathan razon� en contra de la orden de buscar a David para que lo mataran, Sa�l, en su ira, le lanza una jabalina.

5. Jonathan, indignado por la injusticia y la crueldad de su padre, abandona la corte y pasa el d�a en ayuno y tristeza. El inter�s principal de esta secci�n gira en torno a la conducta de Jonathan y Sa�l en ausencia de David. El evento demostr� la sagacidad de David al mantenerse a una distancia segura de su enemigo declarado. Los hechos de esta narrativa pueden tratarse mejor como sugerencias de realidades comunes incluso en la vida moderna.

I. LOS CARACTERES COMBINADOS DE LA VIDA. Aqu� hab�a un tablero festivo, un banquete de la corte y una mezcla de personajes muy diferentes. Primero estaba Sa�l, hosco, taciturno, cargado al m�ximo de envidia y malicia, listo para los actos de sangre, y temeroso de un destino del que no se atrev�a a hablar. Luego estaba Jonathan, puro, brillante, el alma misma de la caballer�a y el honor, llevando en su coraz�n un tierno secreto, y atado por lazos sagrados a los intereses de un rey venidero. Junto a �l estaba Abner en un asiento de honor, apenas llegando a la distinci�n, un guerrero destinado a desempe�ar un papel importante en los asuntos futuros de Israel. Otros, no nombrados, estaban all�: hombres de influencia, de temperamento variable y diversamente influenciados por los extra�os eventos de la �poca. Y, en esp�ritu, manteniendo su derecho a un lugar vacante, David, quien simpatizaba con el coraz�n de su querido amigo frente a una empresa peligrosa. �Una asamblea variopinta en un punto de vista moral! �Representante de muchos banquetes y reuniones sociales! La sociedad est� extra�amente formada. Las necesidades de la vida, sostenidas por la costumbre, ponen en contacto los elementos m�s diferentes, cada uno atenuado por la presencia del otro, y los poderes que yacen en el coraz�n son reprimidos sistem�ticamente por deferencia a las propiedades de la vida. Las fuerzas contendientes del pecado y la santidad, modificadas por las diversidades en la educaci�n y la asociaci�n, se presentan en tonos de car�cter en una variedad infinita. Tome cualquier asamblea, alrededor del tablero festivo o en un c�rculo m�s amplio; �Qu� pasiones, esperanzas, miedos, terrores, alegr�as, aspiraciones, motivos, dise�os se esconden en cada seno! Cada uno hay un mundo distinto; lleva en s� un destino especial; es un sepulcro de alegr�as enterradas, o un jard�n de semillas germinadas. �Qu� poco sabemos de los que est�n sentados a nuestro lado! �Qu� tragedias ser�n forjadas por algunos que conocemos! ( Mateo 10:26; 1 Corintios 2:11).

II INFLUENCIAS PERDIDAS. El esp�ritu y la conducta de Sa�l en este momento eran evidencia de que todos los esfuerzos para llevarlo a un estado mental correcto fueron en vano. Durante su carrera, Providence hab�a atravesado problemas y alegr�a, profeta y personas, amenazas y aliento, y �ltimamente a trav�s de la persuasi�n sabia y gentil de su hijo mayor y la presencia imponente de la compa��a prof�tica ( 1 Samuel 19:21-9 ) Pero todo result� ser como la "nube de la ma�ana y el roc�o temprano". De hecho, el lenguaje grosero y el maltrato y el aumento de la violencia en esta ocasi�n nos recuerdan el esp�ritu inmundo que regresa con otros esp�ritus para empeorar el �ltimo estado ( Mateo 12:45). Esto necesariamente plantea la idea del alcance y las lecciones de las influencias desperdiciadas de la vida. Que las influencias vastas y variadas se ejercen sobre los seres humanos, lo que, hasta donde podemos rastrear en esta vida, no emiten en sus resultados leg�timos es obvio. "Semilla en terreno pedregoso" es un hecho tanto en la moral como en el mundo f�sico. "�Con qu� frecuencia te habr�a reunido!" Es repetido por cientos de padres y maestros despu�s del ejemplo del triste Se�or. Las l�grimas de los padres con el coraz�n roto y las lamentaciones de nuestros verdaderos Jerem�as por las nacionalidades degeneradas plantean la pregunta de �Por qu� tanta energ�a desperdiciada para siempre? De hecho, no se sigue que todo est� perdido, lo que parece estar perdido en el objeto inmediato. El desperdicio de vida al que Butler se refiere en su 'Analog�a' no es, lo sabemos, realmente en la econom�a del universo. Y as�, incluso el gasto infructuoso de la influencia moral en nuestras almas imprudentes se convierte en un gasto �til, para la instrucci�n moral y el mantenimiento de la justicia, en todo el c�rculo de la existencia moral. Las apelaciones de nuestro Salvador emitidas en rechazo por los fariseos, pero las dos juntas formar�n un elemento en la disciplina e instrucci�n de eras incalculables que ser� de gran utilidad. Sugiere pensar en el misterio de la voluntad humana y la relaci�n del presente con la existencia futura. Sugiere consultas para todos los trabajadores cristianos: si sus m�todos son m�s sabios, si se mantienen con un esp�ritu correcto y si son lo suficientemente variados. Trae serias preguntas a la conciencia de aquellos que disfrutan de privilegios, en cuanto a qu� explicaci�n rendir�n, y si alguna vez ser�n m�s que horribles monumentos en el universo para la advertencia de otros seres.

III. PENSAMIENTOS APAGADOS. "Saul no habl� nada ese d�a: porque pens�" ( 1 Samuel 20:26). Mientras el monarca se sentaba a la cabecera de su mesa, los invitados vieron su forma majestuosa y oyeron su voz cuando conversaba sobre los temas ordinarios del d�a; pero tambi�n "pens�": los pensamientos de David, sus honores pasados, su posible futuro, su ausencia hoy y su aparici�n al d�a siguiente, y luego su muerte r�pida, pasaron m�s r�pido que un rayo a trav�s de la mente oscura, lo que indica su existencia en el tonos bajos y apagados que solo el o�do de Dios pod�a discernir. El pensamiento tiende constantemente a expresarse en palabras, y hay gradaciones en su movimiento. Desde la simple definici�n de la existencia hasta las fuertes exclamaciones, los pensamientos de Sa�l, como campanas amortiguadas, resonaban en tonos apagados, su lenguaje era distinto para �l y para Dios. A menudo se olvida que el pensamiento es lenguaje en el mundo mental; y es un hecho solemne que nuestra vida real reside en los pensamientos que permitimos que pasen por nuestra mente. Muchos tienen la ilusi�n de que lo que se dice de manera audible y se hace visiblemente constituye el material sobre el cual se construye el car�cter y sobre el cual se pronunciar� alg�n d�a el juicio. Somos seres espirituales, invisibles. Y aunque nuestros pensamientos son las formas reales de nuestra vida, vale la pena se�alar que ni una mil�sima parte de lo que pensamos encuentra expresi�n en tonos audibles distintos. La gran preponderancia de nuestros pensamientos late en tonos apagados porque no nos atrevemos o no podemos pronunciarlos. �Lo que Dios debe escuchar latir en los corazones de los hombres diariamente! Fue un pensamiento amortiguado que Cristo detect� diciendo: "Este hombre blasfema" ( Mateo 9:3; Lucas 6:7, Lucas 6:8), y que dijo: "Hay no Dios." Lo mismo ocurre con el "gemido del prisionero" que se presenta ante Dios, y las oraciones tontas de los hijos de Dios en toda la tierra. Guarda tu coraz�n con toda diligencia.

IV. INTERESES CONFLICTIVOS. Jonathan parece haber sido una autoridad con su padre en todos los asuntos relacionados con la corte y el gobierno ( 1 Samuel 20:2, 1 Samuel 20:27). Los pensamientos amortiguados que durante todo el tiempo hab�an murmurado venganza contra David ahora encontraron una expresi�n audible y violenta en el abuso vertido sobre Jonathan y el atentado villano en su vida. Puso ante Jonathan intereses en conflicto, entre los cuales deb�a elegir, su amistad con David y su sucesi�n en el reino. Si Jonathan se qued� con el uno, debe perder el otro. Sa�l asumi� que la pol�tica y la prudencia dictar�an la elecci�n de la sucesi�n, ya que, con la l�gica r�pida de lo cruel, termin� su argumento diciendo: "Por lo tanto, env�ame y tr�elo a m�, porque seguramente morir�" ( 1 Samuel 20:31). Es f�cil demostrar que la l�gica de Sa�l, como la de todos los malvados, era defectuosa; porque si David fuera realmente el "pr�jimo" a quien Dios hab�a decretado darle el reino ( 1 Samuel 15:28), ninguna ruptura de amistad le impedir�a tenerlo; y si David era amigo de Jonathan, nunca le robar�a su derecho si se manten�a la amistad. El amor y la percepci�n espiritual de Jonathan le permitieron ver a trav�s de la falacia y tomar su decisi�n. Hay alternativas abiertas para la mayor�a de los hombres en el transcurso de los a�os que ponen en contraste las consideraciones materiales y espirituales. Aqu� fue una comprensi�n ego�sta del poder versus la alegr�a en los prop�sitos de Dios para Israel y la humanidad. Mois�s tuvo que decir si la probabilidad de convertirse en primer ministro de Egipto era m�s atractiva que identificarse con los esclavos despreciados en el enjuiciamiento de una empresa espiritual. El mismo contraste surgi�, aunque la elecci�n fue diferente, cuando el joven rico tuvo que demostrar su amor supremo por Dios y todo lo que eso implica al renunciar a la riqueza en la que estaba su coraz�n ( Mateo 19:20 ) La posesi�n de riqueza y la adquisici�n de honor en la vida p�blica no son incompatibles con la verdadera piedad, pero hace una gran diferencia cuando los padres les dicen a los hombres j�venes: "Renuncia a tu religi�n si quieres abrirte camino en el mundo". "Entreguen al Mayor que David, y capten los honores de esta vida". Todos est�n llamados a decidir entre Cristo y la supremac�a de los intereses materiales y terrenales. En las mentiras la sabidur�a es evidente ( Mateo 10:37; Mateo 19:27).

V. VIRTUD VICTORIOSA. Jonathan era una prueba contra la influencia de los padres, las consideraciones materiales presentadas de forma enga�osa e incluso amenazando con la muerte. �l abog� por el derecho y la inocencia. Llor� la degradaci�n de un padre. Estaba indignado por las insinuaciones b�sicas contra los hombres m�s nobles y puros. Se atrevi� a hacer saber a la corte su preferencia por lo espiritual sobre lo material ( 1 Samuel 20:34). Este es hero�smo que requiere mucho m�s coraje que ir en medio de los v�tores de los hombres y el boato de la guerra a la boca del ca��n. Aqu� est� el poder de la fe, la suficiencia de la gracia de Dios, la victoria que vence al mundo ( Hebreos 11:32). El mundo es miope. Jonathan ahora usa una corona que nunca se desvanecer� (2Ti 2:12; 2 Timoteo 4:7, 2 Timoteo 4:8; Apocalipsis 3:21).

Lecciones generales: �1. Al ver que personajes tan variados nos rodean, estemos en todos los lugares como la "sal de la tierra" y la "luz del mundo".

2. Es nuestro deber ejercer la influencia m�s santa y trabajar sin descanso, sea cual sea el problema ( Eclesiast�s 11:6).

3. Deber�amos cultivar una vida tan interna que si todos nuestros pensamientos encontraran una expresi�n audible, no deber�amos avergonzarnos (Salmo 51:6, Salmo 51:10).

4. Todos est�n tentados a rechazar a Cristo, por lo que cada uno tiene que determinar su propio destino.

5. La fidelidad en temporadas de gran prueba depende mucho de la amistad previamente cultivada con Cristo.

1 Samuel 20:35-9

Advertencia en peligro.

Los hechos son:

1. De acuerdo con el acuerdo, Jonathan, al d�a siguiente, sale al campo y, al disparar la flecha m�s all� del muchacho con �l, grita la se�al de peligro.

2. David reconoce el letrero y el muchacho es enviado a la ciudad.

3. Entonces David y Jonathan se abrazan y se despiden con tristeza: Jonathan le da su bendici�n y le recuerda su consuelo del pacto sagrado entre ambos. Hab�a llegado una crisis en la vida de David que exig�a una pronta acci�n. Hab�a pasado de una tranquila ocupaci�n pastoral a la gloria de la ca�da del triunfo de un vencedor, y desde all� a trav�s de las escenas a cuadros del servicio p�blico en el ej�rcito y la corte. Mientras tanto, los prop�sitos ocultos de Dios se desarrollaban r�pidamente; y ahora el "ungido" tiene que dar un paso doloroso para asegurar la preservaci�n de la vida, esencial para la realizaci�n del fin para el cual Samuel lo hab�a elegido en nombre de Dios. La manera en que Jonathan realiz� su parte es un hermoso ejemplo de amistad sabia y fiel en las circunstancias m�s peligrosas. Vemos aqu�

I. C�MO PODR�AMOS ENTRAR EN CIRCUNSTANCIAS DE GRAN PELIGRO QUE AL VEZ NO SER�A ANTICIPADO. La vida del ungido del Se�or estaba en peligro real debido al prop�sito fijo de un rey enfurecido y envidioso. Nadie habr�a supuesto tal condici�n cuando el joven rojizo sali� al encuentro del gigante y, posteriormente, recibi� favores de la mano de Sa�l. Pero las posibilidades de la experiencia humana trascienden todos nuestros esfuerzos por prever. �Qu� abrazar� la red de la vida a medida que avanza el tejido qui�n puede decirlo? Es cierto que una etapa prepara el camino para otra de acuerdo con leyes fijas, pero no sabemos qu� nueva condici�n externa puede producir un d�a o una hora para modificar una etapa existente. �Qui�n menos que Divino podr�a haber supuesto que Ad�n, puro y bendecido, pronto estar�a expuesto a un peligro tan mortal en el Ed�n? �O que el que recibi� el homenaje de los sabios y fue objeto de alabanzas angelicales ser�a buscado por un Herodes asesino? Las grandes l�neas de la experiencia humana siguen siendo las mismas. En los asuntos comerciales, los que alguna vez fueron pr�speros a veces corren riesgos de propiedad, reputaci�n y todo lo que es caro. Por asociaciones no buscadas, los personajes que una vez sin sospechar est�n en peligro de un compromiso fatal. La tierna y feliz juventud de un hogar piadoso, rodeada por todo lo que el amor puede proporcionar, se encuentra lejos del hogar al borde de un precipicio moral. Ninguna posici�n de privilegio o servicio nos pone por encima de la posibilidad de graves peligros. Incluso David, el siervo elegido, estaba cerca de la muerte, y el santo ap�stol estaba ansioso por no haber predicado a otros, �l mismo deber�a ser al fin un "n�ufrago" ( 1 Corintios 9:27).

II LA PROVIDENCIA SIEMPRE PROPORCIONA ADVERTENCIAS DE PELIGRO E INCENTIVOS PARA ESCAPAR. Al servicio de Dios, David entr� en este gran peligro, pero gracias a los oficios de amistad, Dios provey� misericordiosamente de su necesidad. Se dio la se�al y �l reconoci� su significado. Le dec�a: "Huye; escapa". Tal vez se pueda decir con seguridad que no hay ninguna circunstancia de peligro moral (y a menudo material) en el que podamos ser llevados al desarrollo de los acontecimientos, sino que Dios da a conocer nuestra posici�n y abre un camino de escape. Incluso en los asuntos ordinarios, la voz de un juicio sobrio, si no de un amigo personal, puede advertir al comerciante de sus riesgos y sugerir un retiro r�pido de enredos. A menudo, un hombre, formando gradualmente asociaciones indeseables, es advertido por familiares y aquellos que lo aman lo mejor del peligro de su reputaci�n. El joven quondam de la pureza oye una voz desde el coraz�n de una madre que dice, mientras en a�os posteriores est� al borde de la ruina, "�Huye!" La Providencia tiene muchos Jonathan para disparar la flecha y gritar "M�s all�".

III. Es RAZONABLE QUE EN TODO MOMENTO DEL PELIGRO DEBEMOS ACTUAR INMEDIATAMENTE EN LA ADVERTENCIA A CUALQUIER COSTE. En el caso de David, vemos la razonabilidad de que �l note la se�al, actuando sobre su significado, aunque al hacerlo le cost� la amarga punzada de separarse del amigo m�s querido de su vida y convertirse en un mendigo y un fugitivo. Solo as� podr�a finalmente cumplir el final de su existencia. Era razonable, porque Jonathan sab�a que el peligro era real, y no lo enga�ar�a. Entonces, en cualquier caso de nuestro peligro, ya sea de salud, negocios, reputaci�n, profesi�n cristiana o salvaci�n futura, es importante escuchar de inmediato la voz de advertencia; Porque la Providencia nunca miente. Es un hecho que muchos se arruinan a pesar de la advertencia. La raz�n es que tampoco cultivar�n el h�bito de discernir los "signos de los tiempos" en asuntos morales y espirituales ( Mateo 16:3); o, discerni�ndolos, caen bajo la ilusi�n de que de alguna manera escapar�n, aunque permanezcan como est�n; o de lo contrario se niegan a creer las se�ales. Muchos rechazan el testimonio del fiel Jonathan. Prefieren sus propias especulaciones al testimonio declarado de Cristo ( Apocalipsis 1:18). Verdaderamente, la incredulidad es una locura, y los que se enorgullecen de la raz�n son muy irracionales. A menudo cuesta mucho actuar r�pidamente en la voz de advertencia. Tal vez no tengamos que soportar una separaci�n de un amigo santo como lo hizo David; pero una p�rdida temporal puede ser sostenida de car�cter grave. La ruina que amenaza los asuntos comerciales enredados de un hombre puede escaparse mediante una r�pida rendici�n de h�bitos lujosos y comodidades hogare�as. Para salvar la reputaci�n, los amigos deben ser abandonados. Un alma solo puede salvarse de la muerte a veces mediante un resuelto tir�n del ojo derecho ( Mateo 5:29). Lot perdi� todo en Sodoma pero se salv�.

Lecciones generales: -

1. Conociendo las peligrosas posibilidades de la vida, avancemos con cautela, pero confiando en Dios.

2. Siempre que est� en nuestro poder, demostr�monos amigos advirtiendo a otros de sus peligros materiales o espirituales.

3. Debemos prestar atenci�n a los primeros impulsos de conciencia, recordando que en cuestiones morales los primeros movimientos de conciencia son los m�s seguros para la acci�n.

4. Podemos hacer un estudio �til de las divisiones de la vida, por ejemplo; Lot y Abraham, Mois�s y Fara�n, Pablo y los efesios, Cristo y sus disc�pulos.

HOMILIAS DE B. DALE

1 Samuel 20:24-9. (GIBEAH)

Ira.

"La ira de Sa�l se encendi� contra Jonathan" ( 1 Samuel 20:30). "Y Jonathan se levant� de la mesa con furia feroz" ( 1 Samuel 20:34). La ira no es necesariamente pecaminosa. "Es en s� mismo, y en su original, no m�s que indignaci�n contra las lesiones y la maldad" (Butler, sobre 'Resentimiento'). Pero con demasiada frecuencia es pecaminoso debido a la manera en que se lo permite. Cu�n diferente era la ira de Sa�l ahora de lo que era en una ocasi�n anterior ( 1 Samuel 11:6). Considere eso-

I. PUEDE SER INCIDENTEMENTE EXCITADO ( 1 Samuel 20:24-9). La raz�n por la que Jonathan dio por qu� "el lugar de David estaba vac�o" fue sin duda un mero pretexto ( 1 Samuel 20:12), inofensivo como pensaba, y no dise�ado para provocar ira; pero Sa�l vio a trav�s de �l de inmediato, y su ira se encendi� contra Jonathan a causa de ello y su participaci�n con alguien a quien consideraba su enemigo. Se debe tener cuidado, incluso cuando no se pretende hacer da�o, para no ofrecer una ocasi�n de ofensa, especialmente en las relaciones sexuales con aquellos que tienen un temperamento irritable y apasionado, y para evitar "toda apariencia (todo tipo) de maldad". El enga�o practicado para un buen fin no es bueno, y a veces produce mucha travesura.

II A MENUDO SE INDULGA INJUSTAMENTE ( 1 Samuel 20:30-9), ya que:

1. Cuando surge del ego�smo y el orgullo, y se asocia con malicia y venganza. La ira de Sa�l contra Jonat�n fue la descendencia de la envidia hacia "el hijo de Jes�" que dorm�a en su pecho, si de hecho no hab�a formado el prop�sito deliberado de matarlo a la primera oportunidad. No se dice que "el esp�ritu maligno de Jehov� vino sobre �l" otra vez. El odio a David se hab�a convertido en el esp�ritu dominante de su vida, y le dio color a todo. "La ira es una agitaci�n de la mente que procede a la resoluci�n de una venganza, la mente asiente a ella" (Seneca, en 'Ira').

2. Cuando se siente sin causa justa o adecuada. Las preguntas de Jonathan ( 1 Samuel 20:32) no justificaron, m�s que la raz�n que hab�a dado previamente, la ira de su padre, y sus celos de David eran infundados y malvados. "Quien est� enojado con su hermano sin causa", etc. ( Mateo 5:22).

3. Cuando se vuelve excesivo y deja de estar bajo el control de la raz�n correcta. "S� due�o de tu ira".

4. Cuando se emite con palabras amargas, y actos violentos e injustos. "Quien odia a su hermano es un asesino", etc. ( 1 Juan 3:15). Tiene dentro de �l el principio del asesinato, el germen del cual crece naturalmente el acto externo. "Cese de la ira y abandone la ira" (Salmo 37:8). "Donde hay envidia y contienda hay confusi�n y todo mal trabajo" ( Santiago 3:16). "La ira pecaminosa destruye nuestra propia paz mental, hiere la unidad del esp�ritu entre los hermanos, bloquea el camino al trono Divino, nos expone al peligro, hace el trabajo para el arrepentimiento amargo, enciende las mentes de los dem�s, nos hace diferentes a los mansos y Jes�s humilde, hace que nos parezcamos locos y demonios, y es cruel y asesino "(Fawcett, 'Ensayo sobre la ira').

III. SE PUEDE ENTRETENER INCABLEMENTE ( 1 Samuel 20:34). En ciertas circunstancias puede ser una virtud cristiana. Pero para esto ...

1. Debe dirigirse, por amor a la justicia, contra el mal que se hace o pretende m�s que contra el que hace el mal, y debe asociarse con el dolor por �l y la buena voluntad hacia �l. "El resentimiento no es inconsistente con la buena voluntad. Estas pasiones contrarias, aunque pueden disminuir, no necesariamente se destruyen mutuamente. Por lo tanto, podemos amar a nuestro enemigo y, sin embargo, tener resentimiento contra �l por su comportamiento perjudicial hacia nosotros" (Butler, en 'Perd�n de lesiones '). "Y cuando �l los mir� con ira, d�ndose cuenta de la dureza de sus corazones", etc. (Marco 3:5).

2. Debe sentirse desde el amor a los dem�s en lugar de a nosotros mismos, especialmente a aquellos que aman a Dios, y del celo por su honor. "Estaba afligido por David, porque su padre lo hab�a avergonzado".

3. Debe mantenerse bajo el control adecuado. Jonathan no tom� represalias. �l "se levant� de la mesa" y sali�; ayunar, no levantar una rebeli�n contra su padre, como lo hizo Absal�n en un per�odo posterior.

4. No se debe sufrir para continuar por mucho tiempo. "El enojo sabio es como el fuego del pedernal; hay un gran ruido para sacarlo; y cuando llega, vuelve a salir inmediatamente (M. Henry)." Estar enojado y no pecar; no dejes que el sol se ponga sobre tu ira, ni des lugar al diablo ".

IV. DEBE ESTAR INESPERADAMENTE PROTEGIDO EN CONTRA y debidamente suprimido mediante el uso de los medios adecuados, tales como la consideraci�n de los efectos de la ira pecaminosa en los dem�s y en nosotros mismos, de la concesi�n que debe hacerse para otros, de nuestras propias faltas y de los paciencia y gentileza de Cristo; la realizaci�n de la presencia y el amor de Dios; el cultivo de los principios opuestos de humildad, caridad y mansedumbre; y oraci�n continua por el Esp�ritu Santo. � D.

1 Samuel 20:35-9. (EL EZEL DE PIEDRA)

Un muchacho obediente.

(Una palabra para los j�venes.) El pr�ncipe Jonathan sali� al campo, junto a la piedra Ezel, para practicar tiro con arco de su famoso arco ( 2 Samuel 1:18, 2 Samuel 1:22), y tom� con �l un muchacho, "un peque�o muchacho" ( 1 Samuel 20:35), para llevar sus flechas y recogerlas despu�s de haber recibido un disparo en la marca. Este muchacho

1. Hab�a aprendido una gran lecci�n, la primera y m�s importante lecci�n de la vida: la obediencia. Era un joven soldado y hab�a aprendido el deber principal de un soldado. "Ni�os, obedezcan a sus padres" ( Efesios 6:1). "Servidores, obedecen a sus amos" ( Colosenses 3:22). "Obedece" a tus profesores ( Hebreos 13:17). "Obedecer a los magistrados" ( Tito 3:1).

2. Hab�a aprendido bien su lecci�n. Hizo lo que le dijeron que hiciera de buena gana, alegremente, r�pidamente ("acelerar, apresurarse, no quedarse"), completamente, "sin hacer preguntas".

3. Fue muy �til para su maestro. Aunque solo un peque�o muchacho, podr�a ser �til para un pr�ncipe y un gran h�roe.

4. Hizo un servicio mayor de lo que �l sab�a. David lo vio desde su escondite en la roca, y fue �til tanto para �l como para Jonathan. "Y el muchacho no sab�a nada" ( 1 Samuel 20:39). Al cumplir con nuestro deber, uno nos ve a quienes no vemos, y lo considera como algo que le hemos hecho.

5. No fue sin recompensa. �l complaci� a su maestro, y ser�a m�s valorado por este servicio y promovido a una posici�n m�s alta, para lo cual ayud� a prepararlo.

6. Establezca un patr�n del tipo de servicio que debemos prestar a Dios. "Debemos obedecer a Dios" ( Hechos 5:29) sobre todo. "Habla, Se�or; porque tu siervo escucha". - D.

1 Samuel 20:41. (EL EZEL DE PIEDRA)

La despedida de los amigos.

Los amigos a veces se separan porque dejan de estimarse mutuamente. A veces tambi�n se separan no en el sentimiento, sino solo en el espacio; no voluntariamente, sino bajo la restricci�n de una necesidad mayor; y su separaci�n es una de las pruebas m�s dolorosas de la vida. Tal fue la separaci�n de Jonat�n y David. "Este es el punto culminante en las relaciones mutuas de los dos amigos que proporcionan el tipo eterno de la perfecci�n de la amistad noble; y, adem�s, en estas �ltimas horas antes de su separaci�n, todos los hilos de sus destinos, en adelante tan ampliamente diferentes, est�n secretamente entretejidos. Tambi�n es en este punto, en consecuencia, que la anticipaci�n m�s clara de toda la historia posterior ya brilla. Como Jonathan prev� aqu�, David luego obtiene el reino y, de acuerdo con su juramento a su amigo, �l luego, cuando un rey poderoso, siempre perdona a los descendientes de Jonathan, en agradecido recuerdo de su querido amigo, y nunca pierde la oportunidad de mostrarles amabilidad "(Ewald). En su despedida observamos:

I. CORTES�A. David "cay� de bruces al suelo y se inclin� tres veces". Lo hizo no solo en forma externa y cortesana como una reverencia al pr�ncipe, sino tambi�n en sincera estima y homenaje al amigo, que hab�a demostrado su fidelidad en una gran crisis, pr�cticamente renunci� a la perspectiva de un reino por su bien y en obediencia a lo que �l vio como el prop�sito Divino, y fue digno del m�s alto honor. Verdadera cortes�a

1. Tiene su asiento en el coraz�n y se expresa en un discurso y una conducta apropiados en las relaciones sexuales con otros, de acuerdo con la costumbre del tiempo y el lugar y la posici�n relativa que ocupan. El comportamiento externo de s� mismo no tiene valor moral. Puede ser superficial e hip�crita. Sin embargo, "la cortes�a del sentimiento se adquiere y se promueve mucho al cultivar la cortes�a de la manera. La gentileza de la manera tiene cierta influencia en la gentileza de la vida".

2. Es lo opuesto al ego�smo y al orgullo (las principales causas de su ausencia); insociabilidad, austeridad y mal humor; frialdad, reserva y abandono; comportamiento despectivo, groser�a y familiaridad indebida. Y de ninguna manera implica obsequiosidad o falta de respeto propio.

3. Consiste en la humildad, el respeto benevolente hacia los dem�s, la consideraci�n amable de sus sentimientos incluso en las peque�as cosas, la gentileza y la franqueza.

4. Se atiende con muchas ventajas; recomendado por los ejemplos registrados en la Palabra de Dios, y ordenado por sus preceptos ( G�nesis 23:12; Lucas 7:44; Hechos 28:7; Filem�n). "Las cosas son encantadoras", etc. ( Filipenses 4:8). "Sea cort�s" ( 1 Pedro 3:8).

II SENSIBILIDAD. "Y se besaron, y lloraron el uno con el otro, hasta que David se excedi�" (LXX; "lloraron uno con el otro con gran lamentaci�n"). La ternura de su afecto y dolor fue "maravillosa". Algo de la misma ternura.

1. Es com�nmente pose�do por hombres de un tipo de car�cter valiente y noble. "Hay en David (como se dice que hay en todos los grandes genios) una vena femenina y masculina; una ternura apasionada, una sensibilidad aguda, una vasta capacidad de simpat�a, tristeza y sufrimiento que lo hace verdaderamente un tipo del hombre de los dolores "(Kingsley).

2. Se revela en ellos por circunstancias especiales, y en tales circunstancias es digno de ellos.

3. Se muestra en simpat�a por los problemas de los dem�s, m�s que en el dolor ocasionado por la privaci�n de su amistad y ayuda. La p�rdida que David y Jonathan estaban a punto de sufrir por la separaci�n fue grande; pero se vieron principalmente afectados por la idea de los problemas que se esperaban mutuamente: el de convertirse en un forajido y ser perseguido con implacable malicia; el otro para llevar el ce�o fruncido de su padre real y ser testigo de su carrera ruinosa, sin ning�n consuelo, sino que deriva de la perspectiva de un mejor momento bajo el gobierno de su amigo elegido.

4. Aparece en la moderaci�n que se aplica a la indulgencia del sentimiento personal, de la preocupaci�n por el bienestar de los dem�s. La entrevista podr�a no ser prolongada. Hab�a peligro en la demora. Y Jonathan aceler� la partida de su amigo, diciendo: "Vete en paz". Igual ternura no aparece en nadie, excepto en aquellos cuyos corazones est�n suavizados y penetrados por la gracia Divina ( Hechos 20:37, Hechos 20:38; Hechos 21:13), o en "the Friend" de pecadores ".

III. PIEDAD. "Vete en paz, por mucho", etc. Sus almas estaban "unidas" a Dios antes de estar unidas entre s�; el uno era la causa del otro; su pacto se hizo "en el nombre de Jehov�", y �l todav�a estar�a con ellos cuando se separaran. La piedad que se posee en com�n alivia y santifica el dolor ocasionado por la separaci�n de amigos. Aparece en

1. La comuni�n que se celebra con el Amigo eterno y permanece en medio de todos los cambios terrenales.

2. Sumisi�n a su voluntad soberana, que designa la suerte de todos y cada uno ( Hechos 21:13).

3. Fe en su poder y bondad dominantes, seg�n la cual "todas las cosas funcionan juntas para bien": el bienestar de su pueblo, el establecimiento de su reino.

4. El deseo y la oraci�n por su continua presencia y bendici�n. En �l, los amigos separados a�n pueden encontrarse, continuar con "un coraz�n y un alma", y obtener con sus oraciones beneficios invaluables el uno para el otro.

IV. OPTIMISMO. No se separaron sin la esperanza de reencontrarse en esta vida (que se cumpli� - 1 Samuel 23:16), y sin duda tambi�n en el hogar eterno en el que Dios re�ne a su pueblo. "Que se considere qu� cosa melanc�lica ser�a cualquier amistad que deber�a estar destinada a expirar con todos sus placeres y ventajas al morir. Esa es la amistad digna y feliz, y solo eso, donde las partes se est�n preparando celosamente y tienen un buen momento espero encontrarnos en una escena m�s noble "(J. Foster). La amistad que se forma y aprecia en Dios no se disuelve con la muerte, sino que se renueva en "una vida m�s all� de la vida" y se perpet�a para siempre.

"En cuanto a mis amigos, no est�n perdidos;

Los varios barcos de tu flota,

Aunque se separ� ahora, por la tormenta sacudida,

Deber� encontrarse con seguridad en el refugio. "- D.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre 1 Samuel 20". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/1-samuel-20.html. 1897.