Bible Commentaries
1 Samuel 29

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

Versículos 1-11

DESPIDO DE DAVID DEL CAMPAMENTO FILISTINO ( 1 Samuel 29:1.).

EXPOSICI�N

MARCHA DEL EJ�RCITO FILISTINO ( 1 Samuel 29:1).

1 Samuel 29:1

Los filisteos se reunieron, etc. La narraci�n, interrumpida por la descripci�n de la humillaci�n de Sa�l, se reanuda de nuevo desde 1 Samuel 28:1. Aphek Como vimos en 1 Samuel 4:1, esta palabra, que significa una fortaleza, es un nombre muy com�n para los lugares. Si fue el Aphek en Jud� all� mencionado, el despido de David habr�a tenido lugar cerca de Gath, y tan pronto despu�s de que Achish se uni� al ej�rcito filisteo. El Sr. Conder cree que era el lugar representado por el pueblo moderno Fuku'a, cerca del monte Gilboa, en la tribu de Isacar; pero como esto estaba lejos del Ziklag, ochenta o noventa millas, no habr�a sido posible que David hubiera llegado a casa desde el tercer d�a ( 1 Samuel 30:1), ni era probable que su presencia con su peque�o El ej�rcito pasar�a mucho tiempo desapercibido. Una fuente que est� en Jezreel. En hebreo, "la fuente". Conder dice: "Cruzando el valle vemos ante nosotros el sitio de Jezreel, en una loma de 500 pies de altura. La posici�n es muy peculiar, porque mientras que en el norte y el noreste las pendientes son empinadas y accidentadas, en el sur el ascenso es muy gradual, y el viajero que viene hacia el norte se asombra al mirar de repente hacia el valle con sus dos manantiales: uno, 'Ain Jalud, saliendo de un acantilado del conglomerado, y formando una piscina de 100 yardas de largo con bordes fangosos; el otro, los cruzados 'fuente de Tubania "(' Tienda-Trabajo, '1: 124). La primera es la fuente mencionada aqu�; y es evidente que incluso ahora Sa�l hab�a elegido una posici�n fuerte para su ej�rcito. La lectura de la Septuaginta, En-dor en lugar de "la fuente" (hebreo, 'En o' Ain), es indefendible, ya que los israelitas estaban a muchas millas hacia el sur.

1 Samuel 29:2, 1 Samuel 29:3

Los se�ores de los filisteos fallecieron. Evidentemente, estaban marchando hacia el norte, con sus tropas dispuestas en divisiones, cuando se not� la presencia de David en la retaguardia con el contingente de Achish. Los pr�ncipes, no la palabra estricta para los se�ores filisteos (ver en 1 Samuel 5:8), sino un t�rmino general suelto usado nuevamente en 1 Samuel 29:4 - al informarles en el En el curso de uno o dos d�as que hab�a un cuerpo de tropas extra�as en el ej�rcito de Gat, pregunt�: �Qu� hacen estos hebreos aqu�? En hebreo, "�Qu� son estos hebreos?" es decir, �qu� significan estos hebreos? utilizando de ellos el t�rmino filisteo ordinario de desprecio. Achish responde que estos hombres eran seguidores de David, quien, habiendo desertado de Sa�l, hab�a estado con �l estos d�as o estos a�os, es decir, un tiempo indefinidamente largo, durante el cual se hab�a conducido con la mayor fidelidad a su nuevo maestro.

1 Samuel 29:4

Rechazando con enojo el testimonio de Achish a favor de David, dicen: Haz que este compa�ero (en hebreo, "el hombre") regrese, para que pueda volver a su lugar, es decir, al Ziklag. No bajar� con nosotros a la batalla. Aunque los filisteos marcharon hacia el territorio israelita, sin embargo, hablan naturalmente de ir a la batalla, porque si bien los ej�rcitos generalmente acamparon en cadenas opuestas de colinas, descendieron a la llanura para el encuentro. Un adversario En hebreo, "un satan�s", sin el art�culo, y as� en 1 Cr�nicas 21:1. Como nombre propio tiene el art�culo, como en los libros de Job y Zacar�as. �Deber�a reconciliarse? El verbo significa "hacerse agradable", "encomiarse". Las cabezas de estos hombres, se�alando las filas filisteas. David de quien cantaron, etc. La canci�n de las doncellas jud�as parece haber sido tan conocida en Filistea como en la tierra de Israel. En la primera ocasi�n, los filisteos lo alejaron de la corte de Achish ( 1 Samuel 21:11-9); aqu� tambi�n los hizo expulsarlo de su ej�rcito, pero de ese modo se salv� de la dolorosa necesidad de hacer la guerra en su propio pa�s y regres� justo a tiempo para rescatar a sus esposas y propiedades.

ACHISH ENV�A A DAVID LEJOS (vers�culos 6-11).

1 Samuel 29:6, 1 Samuel 29:7

Como Jehov� vive. Estas palabras son extra�as en la boca de un filisteo, ni podemos suponer que, por respeto a David, �l jurar�a por el Dios de David. Probablemente son el equivalente del juramento que Achish realmente us�. Sin embargo, env�a a David con la mayor cortes�a, asegur�ndole que su propio deseo hab�a sido que �l permaneciera con �l, porque toda su conducta hab�a sido recta desde que hab�a acudido a �l en Gath.

1 Samuel 29:8

La respuesta de David es sutil y prevaricante; �l finge que su honor ha sido atacado, cuando realmente hab�a enga�ado al desprevenido Achish. Pero la verdad es una virtud moderna, y aunque David la exalta en los Salmos (Salmo 15:2; Salmo 51:6), con demasiada frecuencia lo encontramos practicando la mentira.

1 Samuel 29:9

S� eso, etc. M�s bien, "Lo s�, porque eres bueno a mi vista", es decir, s� todo lo que dir�as sobre tu confiabilidad, y asiento. Como un �ngel de Dios Es decir. como un mensajero de Dios, como uno establecido por Dios para m�.

1 Samuel 29:10, 1 Samuel 29:11

Con los sirvientes de tu se�or. Se ha observado bien que, si bien esta ser�a una descripci�n extra�a de los propios hombres de David, describir�a exactamente esa banda de desertores pertenecientes a la tribu de Manas�s que, en lugar de obedecer la convocatoria de Sa�l a la guerra con los filisteos, se uni� a David sobre esto tiempo (ver 1 Cr�nicas 12:19-13). Tan pronto como se levante temprano en la ma�ana, etc. Si fue en la marcha del segundo d�a que los se�ores filisteos se opusieron a que David continuara con ellos, regresar�a a Gat en dos d�as, y al tercer d�a llegar�a a Ziklag. , como se dice en 1 Samuel 30:1. Por dif�cil que haya sido la posici�n de David, todos deben condenar su conducta hacia Achish como deshonrosa; pero Dios, que a menudo trata con los hombres m�s misericordiosamente de lo que se merece, lo rescat� de su estado de perplejidad y lo salv� de la necesidad de luchar contra sus propios paisanos o de romper su palabra con Achish deshonrosamente a�n m�s al desertar en el batalla. Tambi�n lo envi� a casa justo a tiempo para rescatar de un destino miserable a quienes amaba.

HOMIL�TICA.

1 Samuel 29:1

Las contraataques de la Providencia.

Los hechos son:

1. Los filisteos se preparan para la batalla, y David y sus hombres forman la retaguardia.

2. Sobre los pr�ncipes quej�ndose de la presencia de los hebreos, Achish suplica la fidelidad de David.

3. Los pr�ncipes insisten en el despido de David y sus hombres a un lugar seguro, sospechando que en la batalla podr�a volverse contra ellos. La conducta de David, como se registra en 1 Samuel 27:1; ahora comenz� a ser embarazoso tanto para �l como para sus protectores filisteos; y si los eventos hubieran continuado como una vez parec�an probables, David habr�a tenido dificultades inextricables. Fue solo la disputa entre Achish y los l�deres de sus fuerzas lo que resolvi� la ambig�edad de su posici�n.

I. EL CURSO DE EVENTOS HUMANOS, considerado en secciones aisladas, A menudo PARECE PRESTAR LA REALIZACI�N DEL PROP�SITO INCIERTO DE DIOS, SI NO ES IMPOSIBLE. El profeta Samuel hab�a declarado que era el prop�sito de Dios traer a David al trono, como un hombre digno de la confianza de la naci�n. El acuerdo que se hab�a hecho sobre la adhesi�n de Sa�l al poder se hab�a modificado en armon�a con este hecho. Sin embargo, en la posici�n ambigua en la que David estaba ahora colocado por su propia conducta equivocada, parec�a como si los acontecimientos tuvieran una direcci�n diferente. El mismo hombre en quien estaba puesta la esperanza del piadoso ahora estaba aliado con el enemigo de Israel, y en el camino para luchar contra su propio pueblo. La disimulaci�n ya hab�a da�ado su reputaci�n, y si ahora se enfrentara a sus propios compatriotas, �c�mo podr�a ser digno de confianza como un hebreo leal? Esta no es una instancia aislada. La disposici�n con la que los descendientes de Jacob parec�an establecerse en Egipto despu�s de su muerte no promet�a el cumplimiento del prop�sito de Dios con respecto a ellos. La dispersi�n de los disc�pulos por la primera persecuci�n parec�a ir en contra de la consolidaci�n de la Iglesia y, por lo tanto, del poder del esfuerzo cristiano. Hay reflujos en la vida cristiana individual que, mientras est�n en progreso, sugieren la incertidumbre de la salvaci�n final. Incluso el largo curso de los males posteriores a la creaci�n del hombre, considerado en su desarrollo terrenal, puede dar lugar a la duda de si alguna vez se puede lograr el prop�sito benevolente de un buen Creador. Sin embargo, no debe olvidarse que solo vemos secciones del curso de la vida, y no debemos sacar una conclusi�n del conocimiento parcial. Dios permite la libertad de acci�n, y entrena a sus criaturas con las lecciones compradas de una experiencia dolorosa, y, adem�s, espera con calma el tema del todo.

II LOS ERRORES DE LOS HOMBRES DE LA PIEDAD SINCERA SON TRATADOS MUY TENDERAMENTE POR DIOS. No podemos dejar de sorprendernos con la gran diferencia entre la conducta por la cual Sa�l fue castigado con tanta fuerza y ??la de David, que no dio lugar a su rechazo. El pecado de Sa�l fue radical: fue "rebeli�n" ( 1 Samuel 15:23). Indic� que la voluntad propia gobern� su conducta. El pecado de David al disimular y al establecerse sin direcci�n Divina como aliado de Achish fue el pecado de reincidencia y negligencia. Era radicalmente sincero en su piedad, pero en una hora de debilidad perdi� su plena fe en Dios, y as� cedi� a la influencia del miedo. Por lo tanto, fue castigado por la tristeza, por los temores crecientes, por la auto humillaci�n, la p�rdida de reputaci�n y esa sensaci�n secreta de desagrado divino que el alma errante del devoto conoce demasiado bien. Aunque el sincero siervo de Dios cae, no ser� completamente abatido. Dios recuerda que �l es polvo. En el caso de David, los problemas creados por sus acciones producen arrepentimiento de que alguna vez se haya puesto en una posici�n tan falsa y avive el esp�ritu del verdadero arrepentimiento. El trato de nuestro Salvador hacia los hombres endurecidos y obstinados y aquellos cuyos esp�ritus luchaban por hacer lo correcto y por tener raz�n era muy diferente. Es un consuelo para todos nosotros saber que est� conmovido por el sentimiento de nuestras enfermedades y no rechaza a quienes, al no poder "mirar una hora", caen en la tentaci�n.

III. DIOS NUNCA FALLA EN EJERCITAR EL CONTROL SOBRE EL CONJUNTO DE EVENTOS QUE PARECEN EJECUTAR CONTRA SUS PROP�SITOS, y cuando llega el momento adecuado, TRAE NUEVOS ELEMENTOS A LA OPERACI�N. David err� y pec�; pero David fue contenido y humillado interiormente. Esta peligrosa alianza, aunque lo llev� al borde de un precipicio, estaba limitada, bajo la presi�n de sus obligaciones, por un nuevo conjunto de influencias que se pusieron en funcionamiento. En la medida en que el v�nculo entre David y Achish estaba funcionando, la mano de David pronto debe levantarse en la batalla contra Israel; pero la inescrutable Providencia que lo orden� ser el futuro rey, y que le permiti�, por razones ocultas, entablar relaciones peligrosas y perjudiciales, tambi�n domin� los esp�ritus de los pr�ncipes filisteos, y justo cuando se trataba del pecado del hombre de Dios. para llevar su fruto m�s cruel, los movi� a protestar contra su entrada en el conflicto. As�, tiernamente, Dios trata con su siervo errante y, de una manera desconocida e inesperada, contrarresta el curso de los acontecimientos que recientemente han tendido a la frustraci�n de sus propios prop�sitos. �Cu�n a menudo los siervos de Dios arruinar�an su propia reputaci�n y la verdadera causa querida por sus corazones no levant� medios para verificar la tendencia de su conducta? Es de la misericordia del Se�or que no seamos consumidos.

IV. EN ESTO CONTRA LOS EFECTOS DE NUESTRA CONDUCTA INCORRECTA, DIOS CAUSA EL CASTIGAMIENTO A LA ERROR. David se salv� misericordiosamente del peligro de golpear a su propio pueblo, y se elimin� la presi�n de cualquier obligaci�n que las amistades y costumbres humanas pudieran haberle impuesto, y las posibilidades de que fuera bienvenido como rey en Israel se aclararon; Sin embargo, en su propio coraz�n se le hizo sentir todo el dolor y la verg�enza de ser considerado como un hombre de car�cter traicionero. No pod�a sino ser inteligente bajo el desprecio de los pr�ncipes paganos si, como es probable, sab�a de su lenguaje sobre s� mismo. "Haz que este compa�ero regrese", y por la raz�n "no sea que en la batalla sea un adversario para nosotros". Profesar ser verdadero y fiel y, sin embargo, ser despreciado y tratado como alguien cuya palabra y profesi�n no valen nada, este fue un medio por el cual la Providencia caus� que el errante sufriera el fruto de sus propios actos.

Lecciones generales: -

1. No nos dejemos seducir por cursos cuestionables por una perspectiva de tranquilidad actual, ya que una crisis peligrosa puede surgir de los mismos medios que tomamos para garantizar la facilidad.

2. Cualesquiera que sean los problemas que acosan a la Iglesia en raz�n de la conducta imperfecta de los siervos de Dios, sigamos apreciando la fe en su sabidur�a y poder para contrarrestar los efectos naturales de su conducta.

3. Es de gran importancia actuar como para nunca merecer el desprecio y la desconfianza de los hombres irreligiosos, ya que deshonramos el nombre de Dios y destruimos nuestra propia influencia en el mundo.

1 Samuel 29:6

Escapar del peligro.

Los hechos son:

1. Achish informa a David de la protesta de los pr�ncipes, y al mismo tiempo expresa confianza en su integridad.

2. Cuando Achish inst� a su regreso de la escena del conflicto, David afirma estar sorprendido de que se le desconf�e, y apela a su fidelidad pasada.

3. Al estar tranquilo de la confianza de Achish y de la determinaci�n de los pr�ncipes, David regresa con sus hombres. Las relaciones de Achish y David parecen haber sido muy honorables para ambos, y hay algo hermoso en el respeto y la consideraci�n con que este gobernante pagano trata al refugiado. �l hace todo lo posible para disminuir el dolor que presume que la comunicaci�n de la resoluci�n de los pr�ncipes le causar�, y lo despide con las m�s fuertes garant�as de inter�s y confianza. Por otro lado, mientras siente profundamente la implicaci�n de los pr�ncipes, David muestra en su auto-reivindicaci�n el arte de un diplom�tico experto. No dice que desea ir en contra de Israel, o que lamenta que no se le permita ir, pero astutamente pregunta si, en lo que respecta a su conducta pasada mientras estaba con Achish, es posible que no se le conf�e en conflicto con un enemigo. Hay varios temas sugeridos por esta discusi�n entre el rey pagano y el refugiado hebreo.

I. La situaci�n de la sospecha. David fue herido por la imputaci�n de una posible traici�n. Su estad�a entre los filisteos hab�a estado marcada por el cuidado de no abusar de su hospitalidad y cumplir con las obligaciones relacionadas con su posici�n como refugiado protegido. Adem�s, como un hebreo piadoso, afirm� estar muy por encima del. incircunciso en todo lo que hace al personaje noble y digno de confianza. Adem�s, lo m�s probable es que no tuviera pensamientos de traici�n, sino que en su verg�enza consciente estaba orando en secreto a Dios por un escape del dilema de su posici�n. Aunque, como hombre de mundo, debe haber visto la legitimidad de su conclusi�n desde sus premisas, sin embargo, esto no elimin� ni disminuy� el aguij�n de la sospecha de los pr�ncipes. Estaba cosechando el fruto amargo de su acto anterior; y hemos notado bajo 1 Samuel 29:1 el elemento de castigo en este dolor. Para toda mente recta es muy angustiante ser objeto de sospecha, y especialmente entre las personas con quienes se ha mantenido la amistad. Se come la alegr�a y la fuerza del coraz�n, y destruye gran parte de nuestro poder con los hombres. Feliz para nosotros si una buena conciencia es un consuelo privado; pero deber�amos asegurarnos de que la sospecha no est� justificada por ambig�edades desconcertantes en nuestras palabras o hechos.

II FIDELIDAD EN COMPROMISOS. Achish, en un lenguaje fuerte, da testimonio de la fidelidad con la que David hab�a mantenido cada compromiso involucrado en su posici�n en el pa�s, y el propio David parece haber sido honestamente consciente de que en este asunto �l era recto. Hab�a cumplido con su deber, y eso es mucho decir en un mundo donde surgen tantas tentaciones para inducir una acci�n ego�sta, independientemente de las afirmaciones relativas. Es de gran importancia en el orden social que los hombres entiendan su posici�n ante los gobernantes, los vecinos y el hogar, y con cuidadosa exactitud cumplan las variadas obligaciones que recaen sobre ellos con escrupulosidad religiosa. Es dif�cil decir qu� p�rdida material, da�o moral y desorganizaci�n social y comercial surgen de la laxitud en el mantenimiento de compromisos. Es muy doloroso contemplar la facilidad con la que algunos, incluso los que profesan ser cristianos, pueden ignorar las obligaciones de su posici�n en la sociedad y la Iglesia, y tambi�n no cumplir con los compromisos deliberados. Honramos a Dios cuando "cumplimos toda justicia". Nuestra supuesta fidelidad en las grandes cosas se ve privada de gran parte de su honor y gloria por el descuido de lo que se considera la "moralidad menor". Nuestro Se�or nos ha ense�ado la conexi�n entre los dos. "El que es fiel en lo m�s m�nimo es fiel tambi�n en lo mucho".

III. LA INFLUENCIA DEL CAR�CTER SUPERIOR. Hay evidente sinceridad en las palabras de Achish cuando dice de David: "Has sido recto ... S� que eres bueno a mi vista como un �ngel de Dios". El hecho es que la fuerza del car�cter superior de David como un hebreo iluminado y un hombre temeroso de Dios fue debidamente reconocida por este rey pagano. La disparidad entre los dos hombres en cuanto a la iluminaci�n espiritual y la aspiraci�n sagrada fue enorme. La disposici�n pac�fica y amable de Achish le permiti� vivir en t�rminos de intimidad con David como para sentir toda la fuerza de su superioridad. La forma m�s elevada de car�cter en la tierra se realiza cuando los grandes poderes naturales est�n totalmente impregnados de la luz y el amor del esp�ritu cristiano; y en cualquier caso de poderes moderados, la elevaci�n se alcanza en la medida en que la mente pura y amorosa de Cristo gobierna la vida. Tal car�cter es un poder formativo silencioso en la sociedad. Los hombres que no hablan de ello reconocen conscientemente su belleza y fuerza. Sienten su encanto, su poder de restricci�n, su tendencia a la elevaci�n, sus efectos aceleradores y calmantes. �Qu� bendita la influencia de un misionero entre los paganos degradados! �Qu� poder para el bien ejercen muchos pastores devotos en pueblos y ciudades! �Qui�n puede estimar el valor del car�cter sagrado en el maestro de los trabajadores, el maestro de los j�venes, la madre de una familia, el estadista al frente de los asuntos?

IV. OCULTACI�N DEL PENSAMIENTO. David se quej� a Achish de las sospechas de sus se�ores, y estaba preparado para demostrar que nada en su conducta, ya que hab�a estado entre ellos, daba la m�s m�nima base para su imputaci�n; pero su defensa estaba tan cuidadosamente redactada como para ocultarle a Achish el verdadero pensamiento de su coraz�n. Simplemente razon� desde su conducta conocida hasta una conclusi�n general de fidelidad a su protector; no dijo nada del deseo privado de no tener que luchar contra Israel, ni de ninguna esperanza de escapar de la prueba de fidelidad, o de su placer secreto de que se abriera una puerta de escape. La forma del lenguaje, para alguien que no est� interesado en detectar sombras de pensamiento en t�rminos generales, puede llevar a creer que se estaba refiriendo a la batalla inminente, y hasta ahora tal vez las palabras de David puedan ser cuestionadas. Sin embargo, solo dijo lo que generalmente era cierto. Ocultaba los sentimientos pertinentes al pr�ximo concurso. Esta pr�ctica de ocultar el pensamiento requiere mucha vigilancia. No estamos obligados a dejar salir todo lo que pensamos, ni debemos dar facultades a los hombres para que comprendan lo que otros ver�an a la vez, pero estamos obligados a no dise�ar para dar una impresi�n equivocada. La veracidad yace en la intenci�n al igual que la mentira.

V. PUERTAS DE ESCAPE. Despu�s de la terrible tensi�n que debi� haber puesto los sentimientos de David por la posici�n ambigua en la que se hab�a colocado, debe haber sido un alivio inmenso ver la puerta abierta para un retiro honorable. La Biblia no nos dice todo lo que los siervos de Dios pensaron, sintieron e hicieron; pero a juzgar por la conducta habitual de David cuando est� en apuros, y por las referencias en los Salmos a los tiempos de prueba, podemos inferir que durante esta temporada de peligro dolorosa y auto-causada, �l llor� desde lo m�s profundo de su coraz�n por liberaci�n. Vino, y la "salvaci�n" era del Se�or. �C�mo nos sugiere esto los muchos escapes que Dios nos asegura durante nuestro curso terrenal! �Qu� casos hay de la misma Providencia en los registros de la Biblia y la historia de la Iglesia Cristiana! Y, sobre todo, ahora tenemos ante nosotros una "puerta abierta" por la cual, si lo deseamos, podremos escapar de la degradaci�n y la desgracia del pecado, y caminar en libertad de los hijos de Dios. "Escape por tu vida", le dijo una vez a Lot. Prest� atenci�n y se salv�. El que escucha atentamente, oiga lo que el Esp�ritu dice a las Iglesias.

HOMILIAS DE B. DALE

1 Samuel 29:1.

Un buen hombre en mala compa��a.

"�Qu� hacen estos hebreos aqu�? (Vers�culo 3). Los resultados del paso equivocado que David hab�a dado al entrar en el pa�s de los filisteos ahora se manifestaron. En la guerra contra Israel, Achish naturalmente lo mir� a �l y a sus hombres para salir con �l a la batalla. �Qu� iba a hacer? Podr�a negarse a ir. Este habr�a sido su curso directo. Sin embargo, renunciar�a a la amistad de Achish y se expondr�a a un peligro inminente. Podr�a ir y luchar contra Israel. Esto ser�a incurrir en la mayor culpa, y poner en peligro su acceso al trono. Podr�a ir y convertirse en traidor en el campo de batalla. Esto era lo que esperaban los filisteos (vers�culo 4), pero habr�a cubierto su nombre con infamia. determinado para que el presente contin�e su prevaricaci�n con Achish, quien dijo que deber�a ser el capit�n de su guardaespaldas para el futuro ( 1 Samuel 28:1, 1 Samuel 28:2), y se fue, probablemente con problemas conciencia, y con la esperanza de que de alguna manera podr�a ser relevado de su inconsistente nd posici�n desconcertante. Estaba claramente fuera de su lugar en el ej�rcito filisteo. Su condici�n representa la de un buen hombre:

I. INCORRECTAMENTE ASOCIADO CON LOS IMPIOS. De ninguna manera es raro que un buen hombre ceda a la tentaci�n de unirse a los malvados en sus actividades, innecesariamente y por un motivo injustificable; tales como el deseo de seguridad personal, conveniencia, informaci�n, placer o ganancia, como Lot en Sodoma, Jon�s yendo a Tarsis, Pedro en el palacio del sumo sacerdote (ver 1 Samuel 15:6). La relaci�n en la que entra as� es inconsistente con:

1. verdad; en la medida en que generalmente requiere que enga�e a otros con respecto a su car�cter y prop�sitos reales, pretendiendo ser lo que no es y ocultando lo que es.

2. Piedad; en la medida en que se ve obstaculizado en sus devociones (cap. 26:19), se expone a nuevas tentaciones, sanciona conductas pecaminosas o dudosas, fortalece las filas del enemigo, viola su deber hacia Dios y "su propia compa��a" y la gente. "Los que se guardar�an del pecado no deben ir al suelo del diablo" (M. Henry). "�Qu� haces aqu�, Elijah?" �David, hebreo, cristiano?

3. Su propio bienestar real; en la medida en que se involucra en problemas imprevistos pero ciertos, se coloca m�s all� de la protecci�n prometida de Dios y se expone al destino amenazado de sus enemigos.

II SHREWDLY SUSPECTADO POR SUS ASOCIADOS. Puede tratar de escapar de sus sospechas, y por un tiempo tener �xito, pero tarde o temprano lo excita:

1. Algo en s� mismo: su nombre, apariencia, relaci�n con eventos pasados ??("�No es este David?", Etc; vers�culos 3, 5), comportamiento peculiar, vacilaciones y explicaciones ambiguas. "Tu discurso te asombra". "�No te vi en el jard�n con �l?"

2. La aparici�n de nuevas circunstancias, que aceleran la percepci�n, requieren decisi�n, prueban y manifiestan el car�cter, y su congruencia o no con las asociaciones actuales.

3. El instinto general de los imp�os. Aunque algunos de sus n�meros pueden ser enga�ados y exhibir una confianza ilimitada en �l (vers�culo 3), que nadie piense escapar. "No hay nada oculto que no sea revelado".

III. PROFUNDAMENTE HUMILIZADO POR SU TRATAMIENTO.

1. Exteriormente A los ojos de los dem�s. "Haz que este compa�ero regrese", etc. (vers�culo 4). Se ve obligado a abandonar la sociedad que ha elegido; expulsado de ella p�blicamente e ignominiosamente, como alguien indigno de confianza.

2. Interiormente En sus propios ojos. El pagano rey de Gat parece haber sido un hombre fiel y honorable; y su expresi�n de confianza en David (vers�culos 3, 6), en contraste con la deshonrosa prevaricaci�n de este �ltimo (vers�culo 8), debe haberlo avergonzado. "Los elogios halagadores de las personas mundanas casi siempre se compran por cumplimientos impropios, o alguna medida de enga�o, y com�nmente pueden cubrirnos de confusi�n" (Scott).

IV. PROVIDENCIALMENTE EXTRICADO DE SU EMBAJAMIENTO. Es posible que no pueda salir de la red en la que se ha enredado. Pero Dios no lo abandona f�cilmente a todas las consecuencias naturales de su conducta. �l tiene muchas formas de resolver su liberaci�n, y lo afecta:

1. En lo que respecta al bien que hay en �l, y en la compasi�n hacia �l en su perplejidad y angustia.

2. Por el honor de su nombre, para que se vea su cuidado misericordioso sobre sus siervos, y su gloria sea promovida por ellos.

3. No sin testificar su desaprobaci�n de su pecado. "David regres� a la ma�ana siguiente a Ziklag, sin duda, muy alegre y alabando a Dios por haberlo rescatado tan gentilmente de la desastrosa situaci�n en la que lo hab�an llevado" (Keil). "La trampa se ha roto y hemos escapado" (Salmo 124:7). Pero al tercer d�a encontr� a Ziklag en cenizas, estaba abrumado por el dolor y m�s profundamente humillado que nunca. La insensatez y la culpa del curso que hab�a seguido le trajeron a la fuerza con fuerza irresistible.

Observaciones: -

1. Hay asociaciones con t. el imp�o que no es pecaminoso, sino que es justo y beneficioso para un buen hombre mismo, as� como para ellos.

2. Nadie debe colocarse en el camino de la tentaci�n, y luego esperar que Dios lo proteja de caer o lo libere de las consecuencias de su presunci�n.

3. Si alguien descubre que se ha asociado incorrectamente con los malvados, debe adoptar todos los m�todos adecuados para lograr su r�pida separaci�n de ellos.

4. Cuando ha encontrado la liberaci�n de su perplejidad y peligro, debe darle la gloria solo a Dios. � D.

1 Samuel 29:1

Achish

David tuvo, en el curso de su vida, relaciones amistosas con varios pr�ncipes paganos. Uno de ellos era Achish (en otro lugar llamado Abimelec, Salmo 34:1; inscripci�n), hijo de Maoch y rey ??de Gat, una de las cinco ciudades reales, los asientos de los pr�ncipes de la confederaci�n filistea. Lo que se registra de �l muestra que fue un hombre notable. Mientras Sa�l persegu�a a David, Achish lo protegi�; y mientras que el primero, en medio de Israel, "con la ley" de Mois�s, cometi� un crimen atroz y se hundi� en una superstici�n pagana, el segundo, en medio del paganismo, "sin la ley" ( Romanos 2:11), exhibi� mucha excelencia moral y se acerc� a la fe de Israel ( 1 Samuel 29:6). Es posible que se haya beneficiado del conocimiento religioso por su relaci�n con David; Por otro lado, su ejemplo fue en algunos aspectos digno de imitaci�n por �l. No debemos atribuirle virtudes que no pose�a; pero vemos en �l un hombre mucho mejor de lo que podr�amos haber esperado encontrar de las desventajas bajo las cuales vivi�. Fue distinguido por:

1. Pol�tica de inter�s propio. Aunque puede haber sentido cierta simpat�a con David en su persecuci�n por parte de Sa�l, parece haberlo recibido bajo su protecci�n principalmente debido a la ayuda que esperaba obtener de �l para s� mismo y su pueblo ( 1 Samuel 27:12 )

2. Confianza despectiva. Ten�a muchas razones para sospechar de David por su conocimiento de su victoria sobre el campe�n de Gat, y su recuerdo de su visita anterior; pero deposit� una confianza sin reservas en sus representaciones ( 1 Samuel 28:2), e incluso cuando otros sospecharon que no lo retir�. Es probable que se imponga una disposici�n de confianza, pero siempre es digna de admiraci�n.

3. Generosidad real, al permitir que David morara en Gat, haci�ndole un regalo de Ziklag y design�ndolo para un puesto honorable en su ej�rcito. Estaba sin envidia ni celos, y actu� hacia �l de una manera digna de un rey.

4. Apreciaci�n discriminatoria; admirando la valent�a militar de David y las cualidades a�n m�s altas que pose�a. "No he encontrado ning�n error en �l", etc. ( 1 Samuel 29:3, 1 Samuel 29:6, 1 Samuel 29:9). Debe haber mucho en com�n entre estos dos hombres para haberles permitido vivir en t�rminos tan amigables entre ellos durante tanto tiempo. La excelencia percibe y aprecia la excelencia.

5. Fidelidad honorable, tanto al testificar el valor de David como al someterse a "los se�ores de los filisteos", con quienes estaba asociada la mentira ( 1 Samuel 29:7).

6. Consideraci�n cort�s. "Y ahora regresa y ve en paz", etc. ( 1 Samuel 29:7). "Lev�ntate temprano por la ma�ana con los sirvientes de tu amo", etc. ( 1 Samuel 29:10; 1 Cr�nicas 12:19-13). Era franco y elogioso incluso para adular, y deseoso de no herir sus sentimientos por la forma de su despido.

7. Sentimiento devoto. "Como Jehov� vive", etc. ( 1 Samuel 29:6). Cu�nto quiso decir con esta expresi�n no lo sabemos. Pero podemos creer que, a pesar de que estaba unido con otros en conflicto con Israel, hab�a en �l (como el efecto de esa Divina misericordia y gracia que obr� en todas las naciones) "algo bueno para el Se�or Dios de Israel". Y "en toda naci�n, el que teme a Dios y hace justicia, es aceptado con �l" ( Hechos 10:35) .� D.

HOMILIAS DE D. FRASER

1 Samuel 29:2

Una posici�n falsa.

�Qu� dilema para David! No pod�a rechazar la confianza que hab�a buscado de Achish. No pod�a renunciar a la lealtad que hab�a prometido tan recientemente. Si desobedeciera al rey de Gat, no podr�a buscar nada m�s que un indignado reproche y la ruina de un traidor. Si le obedeciera, en el transcurso de unos d�as estar�a luchando contra su propia naci�n, y poni�ndolos nuevamente bajo el yugo de los filisteos; y esto ser�a peor que la muerte. Perplejo y renuente, march� en la retaguardia del ej�rcito invasor, sufriendo internamente tanto m�s que se vio obligado a ocultar su falta de voluntad y a ejercer un celo contra Israel que su coraz�n repudi�. Ver en esta historia

I. LA ILUSTRACI�N DE LA DIVINA PROVIDENCIA. Mientras David se forz� a s� mismo en una posici�n muy cr�tica, y en un enfrentamiento aparentemente fatal con los filisteos, el Se�or forj� maravillosamente los errores de su siervo, para preservarlo en seguridad y abrir su camino a un destino m�s elevado. Estaba bien se�alado que deber�a estar fuera de la tierra de Israel en este momento, para que no acelerara ni obstaculizara el desconcierto de Sa�l, y que los filisteos deb�an darle refugio, y sin embargo no involucrarlo en el crimen de desolaci�n. y esclavizando su tierra natal. C�mo escapar del dilema en el que estaba atrapado desconcert� incluso la mente lista de David; pero el Se�or siempre sabe c�mo entregar. Lo hace a trav�s de medios y agencias que son naturales; en este caso a trav�s de los celos muy naturales de los se�ores filisteos, y su prudencia militar adecuada, objetando que la persona del rey se encargar� de mantener una banda de israelitas, y esa banda comandada por un h�bil y atrevido capit�n en la retaguardia de su ej�rcito, donde su deserci�n ser�a m�s peligrosa. "Los se�ores no te favorecen", dijo Achish. Y, como nuestros reyes en los viejos tiempos, que no descuidan la voz de los barones, Achish le hizo saber a David que lo mejor para �l era retirarse del ej�rcito. David fue lo suficientemente agudo como para ver la ventaja que los jefes filisteos le estaban dando sin saberlo. Ellos, como sus enemigos, lo ayudaron a salir del dilema en el que hab�a sido colocado por Achish, su amigo. Tales cosas no son infrecuentes en la providencia de Dios. A menudo, los enemigos de un hombre le abren la puerta a una gran dificultad. Se muestra desaprobaci�n, o se pronuncia una palabra aguda, y resulta una gran ventaja. La ira de los oponentes o rivales puede actuar como una gran cantidad de dinamita para explotar una roca de obstrucci�n que las manos amigas no pueden eliminar, y as� despejar el camino de la liberaci�n.

II LA ILUSTRACI�N DE LA VIDA HUMANA. Vea c�mo un hombre puede caer por falta de firmeza moral en una posici�n falsa completamente indigna de su car�cter. Fue, por lo que respecta a la integridad de David, desafortunado que encontrara tal favor con el rey filisteo. Siempre es una desgracia tener �xito en el comienzo de las malas acciones, ya que calma la conciencia y lleva a uno a comprometerse m�s profundamente. Y un paso falso lleva a otro. La incredulidad de David lo llev� a un curso de enga�o y disimulo del cual no ve�a escapatoria, y cada d�a lo llev� a una posici�n falsa e indigna. Es una historia llena de advertencias y advertencias. Uno puede f�cilmente dejarse caer en una trampa de la que no puede salir. Uno puede dar un paso en falso, que implica otro y otro, hasta que haya un curso de desviaci�n. Se gana un objeto, pero en el �xito la conciencia se ensucia; y luego la pena es que uno se ve obligado a representar la parte que ha asumido, a seguir en la forma en que solo pretend�a aventurarse por un tiempo y con un prop�sito. Pens� hacer algo cuestionable y luego volver a su integridad; pero hey! Est� en un laberinto y no puede encontrar la salida. La ganancia que buscaba resulta ser una p�rdida; el favor que gan� h�bilmente demuestra ser una carga y un peligro; Y no hay remedio. Es muy inseguro poseer grandes poderes de enga�o. David los ten�a, y casi lo arruinan. Pero la experiencia a trav�s de la cual pas� le ense�� a aborrecer el enga�o y desear lo que Dios desea, la verdad en las partes internas. Para probar esto, vea Salmo 15:1, Salmo 15:2; Salmo 34:12, Salmo 34:13; Salmo 51:6. Mark, tambi�n, c�mo apela al Dios de la verdad y, avergonzado de su propia falta de veracidad en ciertos pasajes de sus primeros a�os de vida, pone toda su dependencia en sus �ltimos a�os en la veracidad y fidelidad de Dios, quien ha hecho con �l un "pacto eterno, ordenado en todas las cosas y seguro" (ver 2 Samuel 23:5; Salmo 25:10; Salmo 31:5). La seguridad de nuestra salvaci�n no descansa en nuestra tenacidad de fe, sino en la verdad de Dios nuestro Salvador. El no puede mentir. El Hijo de David, nuestro Pr�ncipe de la vida, es fiel y verdadero; y el que es nuestro Dios en Cristo Jes�s nunca fallar� a quienes conf�an en su palabra. "Sin embargo, permanece fiel; no puede negarse a s� mismo". - F.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre 1 Samuel 29". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/1-samuel-29.html. 1897.