Bible Commentaries
1 Samuel 7

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

Versículos 1-17

EXPOSICI�N

1 Samuel 7:1

En Kirjath-jearim, la gente emprendi� con reverencia la carga del arca y llev� a cabo sus arreglos con tanto cuidado que no se produjo m�s calamidad. A su llegada lo colocaron en la casa de Abinadab en la colina. M�s probablemente en Gabaa, como se traduce en 2 Samuel 6:3, 2 Samuel 6:4. En Josu� 15:57 se menciona una aldea de este nombre en la tribu de Jud�, no lejos de Kirjath-jearim (ibid. Josu� 15:60), y probablemente Abinadab, que viv�a all�, era un Levita, y as� su casa fue elegida, y su hijo Eleazar santific� para guardar el arca. Los nombres de padre e hijo son comunes en las genealog�as lev�ticas, y ninguno, excepto un miembro de esta tribu, habr�a sido seleccionado para un deber tan sagrado. Sin embargo, si se prefiere la traducci�n en la colina, podemos suponer que se debi� a que las altas alturas todav�a se consideraban lugares adecuados para la adoraci�n de Jehov�, o incluso pudo haber un "lugar alto" all�, del cual Abinadab era el guardi�n. �Cu�les eran exactamente los deberes de Eleazar? No podemos decirlo, ya que la palabra a cumplir es muy indefinida; pero probablemente, despu�s de la terrible ruina en Shiloh, todos los servicios y sacrificios regulares quedaron en suspenso hasta el regreso de los tiempos m�s felices. Incluso aqu� fueron los hombres de la ciudad quienes santificaron a Eleazar, y no un sacerdote.

LA REFORMA DE ISRAEL ( Josu� 15:2).

1 Samuel 7:2

Mientras el arca, etc. La traducci�n literal de este vers�culo es: "Y sucedi�, desde el d�a en que el arca descans� en Kirjath-jearim, que el tiempo fue largo, porque fueron veinte a�os". Las palabras se cansan de la duraci�n de este triste per�odo, durante el cual. Israel estaba en un estado de sujeci�n a los filisteos, con su vida nacional aplastada y su fuerza desperdiciada por exacciones injustas y mala administraci�n. Porque aunque los filisteos abandonaron el arca, no hubo restauraci�n del culto nacional, ni abandonaron los frutos pol�ticos de su victoria en Eben-ezer. Pero tranquila y calmadamente, Samuel estaba trabajando para arreglar todo. El principio de la teocracia era que Jehov� castigaba a sus s�bditos por sus pecados retirando su protecci�n, y que, en su arrepentimiento, tomaba nuevamente su lugar a la cabeza como su rey, y los liberaba. Todo el esfuerzo de Samuel, por lo tanto, estaba dirigido a llevar al pueblo al arrepentimiento. No se nos dice qu� significa que us�, ni cu�l era su modo de vida; pero probablemente fue el de un fugitivo, yendo sigilosamente de un lugar a otro para ense�ar y predicar, escondi�ndose en las cavernas en el rango de piedra caliza de Judea, emergiendo de all� para visitar ahora una cuarta parte del pa�s y ahora otra, siempre en peligro , pero poco a poco despertando, no solo aquellos distritos que eran contiguos a los filisteos, sino a todo Israel en un sentido de la grandeza de sus pecados, y la necesidad de renovar la confianza y el amor a su Dios. Y as� surgi� una nueva vida espiritual entre la gente, y con ella lleg� la certeza de la restauraci�n de su independencia nacional. Toda la casa de Israel se lamentaba de Jehov�. La palabra utilizada aqu� es rara, y todas las versiones difieren en su traducci�n. Realmente es feliz, abrazando las dos ideas de dolor por el pecado, y tambi�n de re. volvi�ndose y reuni�ndose alrededor de Jehov�. Solo el sir�aco retiene este doble significado al decir que "todos se arrojaron contra Jehov�", es decir, que lo buscaron con profunda humildad. Poco a poco, entonces, un cambio de coraz�n vino sobre la gente; pero la remoci�n del arca a un lugar m�s adecuado, y la restauraci�n del servicio Divino con sacerdotes ministrantes y levitas, solo pod�a llevarse a cabo despu�s de que se rompiera el yugo filisteo. De 1 Samuel 13:19-9 aprendemos cu�n vigilante y opresiva era esa tiran�a; y el coraz�n del escritor, al indicar este vers�culo, estaba lleno de tristeza al pensar que el arrepentimiento de Israel era tan lento e inestable, y que por lo tanto tuvo que esperar veinte a�os antes de que llegara la liberaci�n.

1 Samuel 7:3

Si regresas, etc. Finalmente, todo estaba listo para un cambio, y la reforma forjada en privado en sus corazones fue seguida por una acci�n p�blica. Las direcciones secretas de Samuel sin duda hab�an sido observadas con ira por los filisteos, pero ahora se aventura a una resistencia abierta; que esta convocatoria p�blica a Israel para alejar a sus �dolos por un acto nacional era una convocatoria tambi�n a un levantamiento contra la dominaci�n extranjera. Debemos suponer que la gente a menudo le hab�a asegurado a Samuel, en sus andanzas, la realidad de su arrepentimiento y su disposici�n a apostar todo sobre el tema de la guerra. Como estadista, ahora juzga que ha llegado el momento y convoca una asamblea nacional. Pero todo depender�a de su seriedad. Estaban pr�cticamente desarmados; tendr�an que lidiar con un enemigo victorioso durante mucho tiempo, y que ocupaba los puestos m�s importantes en su pa�s con guarniciones. Un terrible sufrimiento seguir�a a la derrota. �Era su fe lo suficientemente fuerte, su coraje lo suficientemente desesperado, por un riesgo tan terrible? Especialmente porque a Samuel nunca se nos describe como guerrero o h�roe militar. No pod�a inspirar confianza como general. �l mismo hace que todo dependa de la fe robada, y todo lo que puede prometer es: "Rezar� por ti a Jehov�" ( 1 Samuel 7:5).

1 Samuel 7:4

Entonces los hijos de Israel encerraron [a] los Baalim y [a] Ashtaroth. Esto debe haber sido hecho por un acto p�blico, por el cual en alg�n momento previamente arreglaron las im�genes de sus Baals y Astartes fueron arrancadas de sus santuarios, derribadas y rotas en pedazos. Por supuesto, este fue un acto abierto de rebeli�n, ya que estas deidades eran especialmente �dolos fenicios, y posteriormente fue la Jezabel fenicia la que trat� tan fan�ticamente de introducir su adoraci�n en Israel en la �poca de Acab. Echar a las deidades filisteas era equivalente a una rebeli�n en general contra la supremac�a filistea. Baal y Astarte, el esposo y la esposa, representaban los poderes reproductivos de la naturaleza, y bajo varios nombres eran adorados en todo el Este, y generalmente con org�as lascivas y desenfrenadas.

1 Samuel 7:5

Re�ne a todo Israel a Mizpe. Mizpah, por lo que el lugar debe deletrearse, significa una torre de vigilancia ( G�nesis 31:49), por lo que es un nombre com�n para lugares entre las colinas que tienen una perspectiva extensa. Esta fue probablemente la Mizpa en la tribu de Benjam�n, distante a unas cinco millas de Jerusal�n (ver Conder, 'Tienda de campa�a', 1 Samuel 1:25); y aunque Samuel puede haberlo elegido en parte como un lugar sagrado ( Jueces 11:11; Jueces 20:1), la raz�n principal fue probablemente su elevada situaci�n, a 500 pies sobre el cuadro vecino, que en s� estaba a 2000 pies sobre el nivel del mar. Fue, por lo tanto, dif�cil de sorprender, y admirablemente adaptado para fines b�licos. La reuni�n de la gente en Mizpah fue el resultado necesario del insulto p�blico ofrecido a los dioses filisteos, y pr�cticamente una declaraci�n de guerra, como una afirmaci�n de independencia nacional.

1 Samuel 7:6

Ellos ... sacaron agua y la derramaron ante Jehov�. Si bien la extracci�n de agua fue un acto alegre ( Isa�as 12:3; Juan 7:37, Juan 7:38), como s�mbolo de la victoria desde las profundidades debajo de la fuente de vida y salud, el derramarlo ante Jehov� expres� pesar por el pecado, y as� lo explica el Califa Parafrasto: "Derramaron su coraz�n en penitencia como el agua delante del Se�or" (comp. Salmo 22:14 ) Aqu� tambi�n podr�a significar debilidad e impotencia, el ser "como agua derramada sobre el suelo, que no se puede recoger de nuevo" ( 2 Samuel 14:14). Expresaron a�n m�s su dolor al ayunar, ordenando "por la aflicci�n de sus almas" en el gran d�a de expiaci�n ( Lev�tico 16:29, Lev�tico 16:31; 1 Samuel 23:27 , 32; N�meros 29:7). Y a estos actos simb�licos se unieron a la confesi�n de la boca, reconociendo que "hab�an pecado contra Jehov�".

Y Samuel juzg� a los hijos de Israel en Mizpa. Es decir, ahora se convirti� en el gobernante reconocido de Israel en asuntos temporales, tanto civiles como militares; como hab�a estado anteriormente en cosas espirituales en virtud de su oficio como profeta. Este fue, por supuesto, el resultado de la acci�n decisiva que hab�a tomado al convocar a esta convenci�n nacional; pero las palabras sugieren fuertemente que hubo alg�n nombramiento directo, o al menos un reconocimiento nacional de la autoridad de Samuel, especialmente porque preceden la historia de la derrota de los filisteos. Hab�a convocado a la gente como Nabi, profeta, y cuando dijo: "Rezar� por ti a Jehov�", ten�a el significado impl�cito de que estar�a con ellos solo en esa capacidad. Pero cuando lleg� el momento de nombrar a un general, que actuar�a bajo su mando como Barak hab�a actuado bajo Deborah, los grandes jefes, probablemente, que vieron en �l el motor principal de todo lo que se estaba haciendo, lo instaron tambi�n a tomar el mando, y con su consentimiento se convirti� tambi�n en Shophet o juez.

LA ENTREGA DE ISRAEL DE LA TIRAN�A DE LOS FILISTINOS ( 1 Samuel 7:7).

1 Samuel 7:7, 1 Samuel 7:8.

Cuando los hijos de Israel lo oyeron, tuvieron miedo de los filisteos. Esto era perfectamente natural, y no implicaba ninguna intenci�n por parte de los israelitas de no luchar. Ninguna naci�n dominante permitir�a a una raza sujeta celebrar una reuni�n como la de Samuel en Mizpa sin recurrir a las armas; pero los filisteos actuaron con tal rapidez y vigor que llevaron a los israelitas reunidos no solo la convicci�n de que tendr�an que luchar, sino que deb�an hacerlo de inmediato, y con las fuerzas combinadas del enemigo. Sin embargo, a pesar de sus temores, determinan esperar el ataque, y que esta decisi�n se tom� con fe, lo prueban sus propias palabras. Porque dicen: No dej�is de clamar a Jehov� nuestro Dios por nosotros, para que nos salve de la mano de los filisteos. Las palabras literalmente son: "No te quedes callado de llorar", etc. Deja que medie por ellos con Dios, y esperar�n el ataque del enemigo.

1 Samuel 7:9

Y Samuel tom� un cordero lechal. Samuel ahora aparece como sacerdote, y hace intercesi�n y expiaci�n por ellos. El cordero ten�a al menos siete d�as de edad, por lo que la ley requer�a ( Lev�tico 22:27), pero probablemente no mucho m�s viejo; para la palabra, una rara, que aparece en otra parte solo en Isa�as 65:25, significa algo peque�o y tierno: esto entonces ofreci� una ofrenda quemada por completo a Jehov�. El A.V. se traduce de esta manera porque chalil, "entero", es masculino, mientras que 'olah, "una ofrenda quemada", es femenina; pero chalil con el tiempo lleg� a ser utilizado como sustantivo ( Lev�tico 6:23; Deuteronomio 13:16; Deuteronomio 33:10), y realmente est� aqu� en oposici�n a 'olah, y entonces los dos juntos significan "una ofrenda quemada completa", e indican claramente que el cordero fue completamente consumido por el fuego. 'Olah significa lo que asciende y simboliza la devoci�n y la consagraci�n a Dios. Chalil intensific� este significado y demostr� que todo era de Dios, y que ninguna parte estaba reservada para el sacerdote o el oferente. Y as�, el holocausto de Samuel implicaba que el pueblo se entregaba sin reservas a Jehov�. Y Jehov� lo oy�. Realmente, "Jehov� le respondi�", por el trueno mencionado en Isa�as 65:10. Porque el trueno era considerado como la voz de Dios ( 1 Samuel 2:10), y en Salmo 29:1. Tenemos una descripci�n po�tica de su majestad y poder. Tambi�n se hace menci�n expresa en Salmo 99:6 de que Jehov� respondi� as� a las oraciones de Mois�s ( �xodo 19:19) y de Samuel.

1 Samuel 7:10, 1 Samuel 7:11

Como Samuel estaba ofreciendo, etc. Tenemos aqu� una descripci�n detallada y animada de todo el evento. El cordero todav�a arde sobre el altar, y Samuel todav�a arrodillado ante �l, cuando las huestes filisteas aparecen en la meseta elevada justo debajo de la colina de Mizpa, y se re�nen para la batalla. Parec�a que el caso de Israel no ten�a remedio, y muchos corazones, sin duda, estaban luchando valientemente contra sus temores, y apenas pod�an contenerlos. Pero cuando el enemigo se acerc� a la nube el�ctrica formada en los cielos, y Jehov� tron� con una gran voz (as� el hebreo) ese d�a sobre los filisteos. Alarmados por un fen�meno tan inusual, los filisteos vacilan en su avance, y Samuel, al ver su consternaci�n, da la se�al de la acusaci�n, e Israel, inspirado por la voz de Jehov�, se precipita colina abajo sobre el enemigo. Llenos de entusiasmo, se olvidan de la pobreza de sus armas, y el peso de su impetuosa carrera rompe la l�nea opuesta. Y ahora el p�nico se apodera de los filisteos; no intentan m�s resistencia, pero huyen consternados de los israelitas que los persiguen. Su curso los conducir�a por un enorme valle de 1000 pies de profundidad, al fondo del cual hab�a un torrente corriendo sobre un lecho rocoso; ni su vuelo se detuvo hasta que llegaron bajo el coche de Beth. De este lugar no sabemos nada, pero probablemente fue una fortaleza donde los filisteos pod�an protegerse de nuevos ataques.

1 Samuel 7:12

Entonces Samuel tom� una piedra y ... la llam� Eben-ezer. Vimos en 1 Samuel 4:1. Creo que el lugar donde Israel sufri� la derrota, pero que ahora recibi� un nombre m�s feliz, era una llanura abierta, sobre la cual la gente ahora persegu�a a sus enemigos victoriosos. Aqu�, entonces, Samuel estableci� un monumento, de acuerdo con la costumbre jud�a, y llam� a su nombre Piedra de ayuda. Al dar su raz�n para ello, hasta ahora Jehov� nos ha ayudado, hay una clara indicaci�n de la necesidad de m�s ayuda. Hubo una larga lucha ante ellos, y Jehov�, que los hab�a ayudado tan poderosamente desde el principio, tambi�n los ayudar�a hasta el final. El monumento se encontraba a medio camino entre Mizpeh y Shen, cuyos nombres tienen el art�culo en hebreo, porque uno significa la torre de vigilancia, el otro el diente. Era una roca empinada y puntiaguda, pero no se menciona en ninguna otra parte. Dent, el franc�s para diente, es un nombre com�n para monta�as en los Alpes y los Pirineos.

1 Samuel 7:13

Entonces los filisteos fueron sometidos. No del todo, porque encontramos que ten�an guarniciones en Israel cuando Sa�l fue hecho rey; pero fue una victoria completa por el momento, y fue seguida, adem�s, por una invasi�n de Filistea, en la que Samuel recuper� las ciudades que hab�an sido arrebatadas de Israel en las fronteras occidentales de Jud� y Benjam�n. Adem�s, el enemigo ya no lleg� a la costa de Israel. Es decir, cesaron todas las invasiones. Y la mano de Jehov� estuvo contra los filisteos todos los d�as de Samuel. Esto, por supuesto, incluye el reinado de Sa�l, hasta cuatro a�os despu�s de su muerte; porque Samuel continu� siendo profeta, y hasta cierto punto, incluso cuando Sa�l era rey. Las palabras, adem�s, implican una lucha, durante la cual hubo un crecimiento gradual de la fuerza por parte de Israel, y un debilitamiento gradual por parte de los filisteos, hasta que David los venci� por completo, aunque aparecen nuevamente como enemigos poderosos en los d�as de Rey Joram ( 2 Cr�nicas 21:16). Sin embargo, es cierto que quince o veinte a�os despu�s de esta batalla los filisteos volvieron a estar en ascenso ( 1 Samuel 13:19-9), y esto fue lo que hizo que los israelitas exigieran un rey ( 1 Samuel 9:16). Pero es el m�todo de los historiadores Divinos incluir los resultados finales, por distantes que sean, en su descripci�n de un evento (ver en 1 Samuel 16:21; 1 Samuel 17:55-9); y la libertad de Israel y la subyugaci�n final de los filisteos estaban contenidas en la victoria de Samuel en Mizpa.

1 Samuel 7:14

Desde Ecr�n hasta Gat. No es que Israel haya capturado estas dos ciudades, pero marcan los l�mites de las fronteras, dentro de las cuales los filisteos se hab�an apoderado previamente de ciudades y pueblos que pertenec�an a Israel, y que Samuel ahora recuper�. Hab�a paz entre Israel y los amorreos. En la debilidad de Israel, los restos de esta antigua y poderosa poblaci�n cananea probablemente hab�an hecho muchas expediciones merodeadoras por la tierra y se hab�an llevado ganado y otros despojos; ahora demandan por la paz y se unen con Israel contra los filisteos.

CONDUCTA DE SAMUEL COMO JUEZ ( 1 Samuel 7:15-9).

1 Samuel 7:15, 1 Samuel 7:16.

Y Samuel juzg� a Israel todos los d�as de su vida. Mientras vivi� Samuel no hubo una clara imitaci�n de sus poderes como shophet en comparaci�n con los de Sa�l como rey. Al matar a Agag ( 1 Samuel 15:33) incluso reclam� una autoridad superior, y aunque voluntariamente dej� como regla todos los asuntos civiles y militares al rey, sin embargo, nunca renunci� al control supremo, y ocasiones apropiadas incluso lo ejercitaron. Fue, sin embargo, pr�cticamente dentro de l�mites estrechos que �l personalmente ejerci� sus funciones como juez al resolver las causas de la gente; porque Betel, Gilgal y Mizpe estaban todos en la tribu de Benjam�n. Tanto Bethel como Mizpah eran lugares sagrados, y tambi�n, probablemente, Gilgal; y por lo tanto podemos concluir que era el famoso santuario de ese nombre (ver 1 Samuel 11:14), y no el Gilgal mencionado, en 2 Reyes 2:1; 2 Reyes 4:38. Para este �ltimo, situado al suroeste de Shiloh, cerca del camino a Jerusal�n, no ten�a importancia religiosa y, por lo tanto, no atraer�a a tanta gente como a uno que fuera frecuentado para el sacrificio. Probablemente, tambi�n, fue con ocasi�n de solemnidades religiosas que Samuel visit� estos lugares y escuch� los trajes del pueblo.

1 Samuel 7:17

Su regreso fue a Ram�. Hemos visto que Elkanah era un gran terrateniente all�, y Samuel ahora aparentemente hab�a sucedido al lugar de su padre. Y all� edific� un altar a Jehov�. Esta antigua costumbre patriarcal ( G�nesis 12:7) continu� durante mucho tiempo, y fue solo gradualmente que los santuarios locales y la adoraci�n en lugares altos fueron reemplazados por la asistencia a los servicios del templo en Jerusal�n. En este momento hab�a una necesidad especial de tales altares. La adoraci�n establecida en Shiloh hab�a sido barrida, la ciudad destruida, los sacerdotes puestos a la espada, y el arca, aunque restaurada, descansaba en una vivienda privada. Probablemente Samuel hab�a salvado los vasos sagrados, y mucho del tabern�culo, pero aqu� no se menciona nada. Sin embargo, vemos, tanto en la erecci�n de este altar como durante toda la vida de Samuel, que el sacerdocio Aar�nico estaba en suspenso, y que �l no solo era profeta y juez, sino tambi�n sacerdote. Al restaurar as� el sacerdocio en su propia persona, fue justificado no solo por sus poderes como profeta, sino por necesidad. Poco a poco, con tiempos m�s pr�speros, los asuntos volvieron a su canal habitual; pero incluso cuando Ah�as, el nieto de El�, estaba con Sa�l ( 1 Samuel 14:3), no fue empleado para la ofrenda de sacrificio, sino para adivinar con los Urim y Tumim. En una ocasi�n muy importante, se dice que la ofrenda de sacrificio es indudablemente el derecho de Samuel, y cuando retras� su llegada no se menciona a un sacerdote, pero se dice que Sa�l le ofreci� a la v�ctima ( 1 Samuel 13:9 ) Es claro, por lo tanto, que no debemos atar demasiado el sacerdocio a la casa de Aar�n; porque en todo el fondo yace en el fondo la idea de un sacerdocio superior, y con esto se invirti� Samuel, como un tipo de �l que es Sacerdote para siempre seg�n la orden de Melquisedec.

HOMIL�TICA

1 Samuel 7:1, 1 Samuel 7:2

Aptitud para el servicio.

Los hechos son:

1. A pedido de los aterrorizados hombres de Bet-semes, los hombres de Kirjath-jearim llevan el arca a su lugar m�s alto.

2. Se hacen arreglos en la casa de Abinadab para el debido cuidado del arca.

3. El tiempo de la estancia del arca en este lugar, hasta la fecha de la prueba de arrepentimiento de Samuel, fue de veinte a�os.

4. Hacia el final de este per�odo, la gente anhela la restauraci�n total del favor divino. Se estaba entrando en una nueva etapa en el proceso de restauraci�n a plenos privilegios, y Dios debe tener hombres adaptados a la ocasi�n. El arca no pudo ir a Shiloh por razones evidentes; En la medida en que la voluntad divina se pudiera reunir de la acci�n controlada del kine, Beth-shemesh era el lugar para descansar. Pero la conducta profana de los funcionarios demostr� que el privilegio debe ser perdido, y el terror absoluto de los sobrevivientes indic� que no pose�an las calificaciones espirituales para la tutela respetuosa y amorosa de la gloria de Israel. Por alguna raz�n, los hombres de Kirjath-jearim ten�an una reputaci�n que justificaba la creencia de que se atrev�an y pod�an transmitir y conservar con seguridad lo que sus vecinos no se atrev�an a tocar. Sus acciones justificaron esta creencia.

I. NUEVAS FORMAS DE SERVICIO SURGEN CONSTANTEMENTE AL DESARROLLAR LOS PROP�SITOS DE DIOS. Hubo una vez la necesidad de trabajadores para construir el arca, de hombres para soportarlo, de kine para traerlo de vuelta, y ahora de hombres para llevarlo y mantenerlo en toda decencia y orden. Las emergencias son inherentes al desarrollo de la misi�n de la Iglesia. Las edades traen sus demandas. La educaci�n, los asuntos nacionales, los asaltos a la verdad, las aperturas para el evangelio en tierras extranjeras, y muchas otras cosas, requieren nuevas l�neas de acci�n o modificaciones de los antiguos. Y as� ser� hasta que el mundo sea llevado a Cristo.

II SIEMPRE HAY RESERVA A LOS HOMBRES ADAPTADOS PARA EL TRABAJO QUE DIOS TIENE QUE HACER. Si Beth-shemesh no puede proporcionar a los hombres que saben c�mo comportarse adecuadamente hacia el s�mbolo sagrado, hay otros en otros lugares. Las cualidades se est�n adquiriendo paralelamente a los procesos providenciales que evolucionan la nueva demanda. Dios cuida todos los lados de su santa causa. Los descalificados deben ceder el privilegio de un servicio nuevo e importante a los calificados, y Dios sabe d�nde est�n. En cada �poca tiene sus m�todos secretos y elegidos para apoderarse de la habilidad, el aprendizaje, la fuerza del prop�sito y cualquier otra cosa que se requiera para hacer su voluntad.

III. LA APTITUD FUNDAMENTAL PARA EL SERVICIO DE DIOS EN NUEVAS OCASIONES ES VERDADERA REVERENCIA E INTER�S. Se requer�an muchas cualidades menores para traer y cuidar el arca, pero la principal era la reverencia apropiada al arca de Dios y el debido inter�s en su santidad y uso. Los hombres de Bet-semes carec�an de esto; porque perdieron la verdadera reverencia en el terror y el temor, y desconfiaron de su capacidad para mantener el arca con el debido honor y beneficiarse a s� mismos. Aqu� tenemos en contraste incidental una religi�n caracterizada por el miedo y una religi�n de verdadera reverencia.

1. La religi�n del temor es una sensaci�n de santidad infinita y poder sin alivio por el reconocimiento de otros atributos Divinos. Los hombres de Bet-semes hab�an sido golpeados con la horrible santidad de Jehov�, y de su poderoso poder que expresaba la santidad en actos de juicio r�pido. As�, en general, cuando la religi�n consiste principalmente en esto, hay una disminuci�n de la presencia de Dios; atenci�n a las ordenanzas bajo la pura fuerza de la conciencia. En la medida en que los hombres cristianos, llamados as�, conocen solo una religi�n semejante, se aproximan al paganismo. La religi�n de la verdadera reverencia es una sensaci�n de infinita santidad y poder tonificado por un amor de confianza. Los hombres de Kirjath-jearim no eran perfectos, pero ten�an opiniones tan correctas como sus vecinos de la santidad y el poder de Jehov�; y, sin embargo, es obvio, por la manera tranquila e interesada en que recibieron y proveyeron el arca, que en cierto grado amaron y confiaron en su Dios. En verdadera reverencia, el asombro creado por la inefable santidad y el poder todopoderoso se mitiga con el recuerdo de que �L es misericordioso y misericordioso, y se preocupa por su pueblo, incluso en sus propias penas. Cuando esta reverencia se perfecciona en la vida cristiana mediante una apreciaci�n debida de la augusta majestad y el amor que se ve en la obra sacrificial de Cristo, el coraz�n descansa en Dios con todo el amor reverencial de un ni�o. El deber y el privilegio son coincidentes.

Lecciones generales: -

1. Debemos estar atentos a cualquier nueva obra que Dios pueda tener para que hagamos.

2. Nunca se desespere de que Dios encuentre agentes para las diversas empresas abiertas por su propia providencia.

3. Cultive todas las cualidades posibles y mant�ngalas listas para cualquier uso que Dios pueda dejar en claro.

4. Cortejar el honor y la dicha de dar la bienvenida a la ciudad o al hogar los tesoros queridos por Dios, ya sean las ordenanzas de adoraci�n o los encargados de hacer su voluntad; porque tales traen bendiciones con ellos: "�ngeles desprevenidos".

Reserva divina.

El regreso del arca era una se�al externa del favor de Dios, y as� lo entendieron los hombres de Bet-semes. Pero no se estableci� el servicio completo del tabern�culo, con el arca como centro y gloria. Tampoco los filisteos fueron privados de su control sobre Israel. El poder divino se mantuvo en reserva. El tiempo establecido para favorecer a Si�n en plenitud no hab�a llegado. Las razones para esto son claras. La gente estaba demasiado degradada para disfrutar de todos los beneficios de los servicios y festivales. Un sacerdocio degenerado, impregnado de vicio, no puede pasar de inmediato a los santos deberes de la adoraci�n de Jehov�. Un proceso regenerativo requiere tiempo, y veinte a�os no fueron demasiado para que la vieja generaci�n de sacerdotes muriera y dejara paso a los hombres criados bajo mejores influencias. La verdad general aqu� expuesta es que est� en el coraz�n de Dios hacer grandes cosas por su pueblo, pero que por buenas razones se mantiene, por as� decirlo, en reserva: velando su gloria, otorgando escasamente su bendici�n. De hecho, hay incluso una aplicaci�n m�s amplia de la verdad que en relaci�n con la Iglesia. Toma algunas ilustraciones.

I. CREACI�N. El universo material y espiritual es el resultado del poder y la sabidur�a de Dios. Pero tan vasto e intrincado como es, nadie puede suponer que es coextensivo con todo lo que hay en su naturaleza. No hay dos infinitos. El poder y la sabidur�a de Dios exceden lo que se puede rastrear en las obras que ha formado. Existe una gran reserva, que por algo sabemos, puede surgir en alg�n momento en un orden de cosas que ahora no se concibe o se considera posible. Es una filosof�a cruda que ense�a que Dios ha hecho todo lo que pretende hacer en el camino de la creaci�n positiva. Cada nuevo esp�ritu que nace es una evidencia de la reserva divina.

II REVELACI�N. Hay una revelaci�n variada de Dios, pero en cada caso se puede decir que, suponiendo que hayamos aprendido todo lo que ense�an, "sabemos solo en parte". Ya que hay m�s en Dios que en sus obras y palabras, hay una reserva de verdad que a�n puede ser utilizada. En el otorgamiento gradual de la revelaci�n, vemos c�mo Dios retiene de una �poca lo que le da a otra. Cristo tuvo muchas cosas que decir una vez que sus disc�pulos no pudieron soportar escuchar. Debe haber principios profundos y de largo alcance del gobierno Divino que subyacen a los hechos revelados actualmente de la Trinidad, la expiaci�n, la responsabilidad humana y el castigo futuro; y estos se mantienen fuera de la vista hasta que, tal vez, nos liberemos de la carne.

III. PROSPERIDAD NACIONAL Toda verdadera prosperidad nacional es de Dios. Si no se trata de hombres, es porque �l retiene las bendiciones deseadas. La ausencia de prosperidad tiene un lado pr�ctico; significa que Dios se reserva bien porque la conducta y el motivo no son lo que �l aprueba. Hab�a cerca todo el poder y la sabidur�a por los cuales Israel deber�a dejar de depender de los filisteos para hachas y rejas, pero no sali� a la luz. Si Israel en tiempos anteriores o posteriores hubiera sido m�s fiel a Dios, los habr�a "alimentado tambi�n con lo mejor del trigo" (Salmo 81:13).

IV. IGLESIAS PRIVILEGIOS Y UTILIDAD. Se hablan "cosas gloriosas" de Si�n. La Iglesia hereda un maravilloso destino. Ella debe ser la envidia del mundo. Sus "pies" deben ser "hermosos"; sus prendas "blancas"; su influencia como "luz" y "sal". Y todo esto no en virtud de lo que puede estar en la Iglesia de s� misma, sino por el poder y la gracia de Dios dentro de ella. Si ella est� "en el polvo", preguntamos la causa; La primera respuesta es, porque Dios mantiene su mano, guarda el residuo del Esp�ritu, se mantiene en reserva. La segunda respuesta es que esta reserva divina es consecuencia de que la Iglesia ha retrocedido de su Dios y se ha descalificado de ser un veh�culo para el flujo total de la bendici�n que debe enriquecer a la humanidad. la luz divina debe brillar de "candelabros dorados"

V. EXPERIENCIA PERSONAL RELIGIOSA. La religi�n personal es, en un sentido, el paso y la morada dentro del alma del poder y el amor de Dios, por el Esp�ritu Santo. Es la herencia apropiada de un creyente disfrutar de un sentido del favor divino que no conocen los incr�dulos. Una visi�n de Dios dulce y bendecido llega a los puros de coraz�n. Cristo se manifiesta como no lo hace al mundo. Pero el alma reincidente no comparte toda la dicha. "�Por qu� est�s abatido?" se pregunta a menudo. La respuesta es que no existe la aptitud espiritual para una comuni�n perfecta. Algunos "�dolos" han sido apreciados. La reserva divina es una disciplina para hacer que el coraz�n se lamente de Dios.

Lecciones generales: -

1. Hay un amplio terreno para creer que todas las cosas ser�n sometidas a Cristo. Su gran poder a�n no se ha presentado.

2. Se debe hacer una investigaci�n sobre la existencia de cualquier motivo, conducta o esp�ritu que impida que la Iglesia disfrute del ejercicio pleno del poder de Dios.

3. Podemos reflexionar de manera rentable sobre lo que podr�a ser nuestro en la vida privada si por nuestra dedicaci�n a Dios nos aseguramos m�s del "residuo del Esp�ritu".

1 Samuel 7:3

Ebenezer.

Los hechos son:

1. Samuel llama a la gente a demostrar su deseo de regresar a Dios al quitar los �dolos y preparar sus corazones para una bendici�n.

2. Una respuesta a la llamada es seguida por una llamada a Mizpah para oraci�n y humillaci�n.

3. Un enfoque rumoreado de los filisteos suscita temor y una solicitud urgente de intercesi�n de Samuel con Dios.

4. Mientras Samuel se dedica a la adoraci�n, Dios desagrada a los filisteos atacantes por el trueno.

5. La victoria se conmemora levantando la piedra Ebenezer. Este p�rrafo debe considerarse en relaci�n con el verdadero objetivo de Israel en la vida: cumplir los prop�sitos mesi�nicos de su existencia como pueblo elegido. Asociado con este objeto oculto, y subordinado a �l, estaba el pleno favor y la bendici�n de Dios. Esto, nuevamente, deb�a ser indicado por la restauraci�n en forma desarrollada de los servicios sagrados y festivales relacionados con el arca y el santuario. El punto de inflexi�n en la degeneraci�n hab�a llegado en una sensaci�n de desolaci�n y miseria como consecuencia de la reciente derrota y la captura del arca. El regreso del arca aviv� suavemente la llama parpadeante de la esperanza, pero hasta ahora el objetivo estaba muy lejos, y las condiciones para alcanzarlo eran muy insatisfactorias. La narrativa esboza, en el caso de Israel, un bosquejo del verdadero esfuerzo hacia la meta de la vida y los est�mulos para perseverar en el esfuerzo. La Iglesia Cristiana y el alma individual tienen un problema de vida que alcanzar. Tambi�n es cierto de ellos que comienzan desde una posici�n relativamente baja e insatisfactoria, y tendr�n �xito en su empe�o solo cuando observen condiciones inseparables de su posici�n.

I. LOS MEDIOS Y CONDICIONES DE REALIZAR EL PROP�SITO DE LA VIDA. Al limitar la atenci�n a los involucrados en esta parte de la historia, encontramos que son:

1. Una sincera renuncia a todo lo que es ajeno a la mente de Dios. Los �dolos tuvieron que ser puestos a un lado. El hombre est� apegado a los �dolos. Pueden ser sentimientos entretenidos, pasiones gratificadas, motivos favoritos apreciados, costumbres cultivadas, objetivos a la vista, objetos indebidamente amados. La "codicia" que se aferra a las cosas prohibidas es la "idolatr�a". En la medida en que estas cosas absorben nuestros sentimientos y reciben nuestra atenci�n despu�s de eso, Dios ha indicado que no deber�an hacerlo, hasta el momento las configuramos como merecedoras de consideraci�n y amor con preferencia a s� mismo. La Iglesia y el individuo deben buscar y descartar todo lo que es ajeno a la mente de Dios.

2. Confesi�n de pecado y humillaci�n de esp�ritu. Ninguna alma puede alcanzar su objetivo, ninguna Iglesia puede hacer su trabajo y adquirir pureza y libertad, aparte de la sincera confesi�n y la profunda humillaci�n por lo que es pasado. La reuni�n de Israel en Mizpah para reconocer su culpa e inclinarse ante Dios, como si fueran "como agua derramada en el suelo" ( 1 Samuel 7:6; cf. 2 Samuel 14:14), fue un gran paso hacia la recuperaci�n de la fuerza y ??la alegr�a. Pueden surgir temporadas cuando los servicios especiales solo dar�n la debida expresi�n al sentimiento de verg�enza y tristeza por el pasado; pero el pecado diario necesita ser confesado y el esp�ritu ser castigado ante el santo a quien servimos. El poder para las obras sagradas surge de la verdadera penitencia.

3. Adaptaci�n de la mente a un curso mejor en el futuro. La "preparaci�n" del "coraz�n" para el Se�or implica un autocontrol, una b�squeda del asiento del sentimiento, un proceso de limpieza con las ayudas espirituales que Dios puede dar, una adaptaci�n interna para un modo de vida m�s elevado que Sin embargo, se ha sabido. La reforma interna, cuidadosamente buscada, es garant�a de mejores actos externos. La mayor�a de nosotros no estamos de humor adaptados al gran futuro que Dios tiene en reserva. Debemos buscarlo. La comuni�n con Dios, m�s pura, cercana y constante, no es el resultado de un accidente, sino que se trata de un esfuerzo sincero.

4. Oraci�n especial por poder para vivir una vida mejor. El grito del coraz�n de Israel era una oraci�n por algo m�s que la ayuda humana para ayudarlos a perfeccionar la renuncia a los dioses falsos y la contrici�n debida por el pecado. Y la ayuda de la poderosa intercesi�n del profeta fue para dar m�s efecto a su propio grito. La vida, para ser bendecida en el asunto, debe ser una oraci�n, un grito incesante de ayuda para vivir. Y, adem�s, debe recurrirse al verdadero Intercesor, que est� "tocado por el sentimiento de nuestras enfermedades". La Iglesia no ha apreciado debidamente este medio de lograr su prop�sito en el mundo. En la medida en que el cristiano individual es un hombre de oraci�n, y mira diariamente al Intercesor, continuar� presionando hasta que alcance "la marca y el premio de su alta vocaci�n".

5. Un debido reconocimiento de la expiaci�n de Cristo. No sin raz�n se ofreci� el "cordero lechal" cuando Israel busc� al Se�or. El "camino a Dios" fue claramente reconocido. Y la vida del hombre ser� correcta y continuar� con un tema seguro y bendecido hasta que el Cordero de Dios sea reconocido como el "camino". La Iglesia puede cumplir su misi�n en el mundo solo exhibiendo fielmente la cruz de Cristo a los culpables y abatidos.

6. Determinado conflicto con los enemigos naturales de Dios y el hombre. Israel tuvo que luchar contra los filisteos. Solo a condici�n de actos complementarios de confesi�n y adoraci�n, por un serio conflicto con el enemigo, podr�an asegurar la paz en sus fronteras y finalmente responder a su prop�sito mesi�nico de existencia. De la misma manera, la Iglesia y el individuo deben "hacer una buena guerra". El car�cter militante debe mantenerse mientras haya un enemigo de Cristo en el coraz�n como en el mundo.

II El FOMENTO PARA PRESEVERAR HASTA EL FIN. La elevaci�n de la piedra "Ebenezer" fue un acto retrospectivo y prospectivo. Las esperanzas inspiradas en la mente de Samuel cuando emprendi� por primera vez el trabajo de reforma estaban justificadas por los acontecimientos, y deseaba que la gente compartiera sus expectativas. En la medida en que la Iglesia Cristiana o el individuo hayan demostrado fidelidad en el cumplimiento de los requisitos del verdadero problema de la vida, hasta ahora existe en todos los casos una base de expectativa de confianza. Por considerar�

1. La base principal de la confianza. En el caso de Israel, el regreso del arca dentro de sus fronteras fue una promesa de misericordia para el penitente. No se perdieron sin remedio. Y en la manifestaci�n m�s gloriosa de Dios en Cristo, tenemos la promesa de que hay misericordia para todos, y que toda la energ�a gastada conforme al objeto de su presencia entre los hombres ser� coronada con �xito.

2. La conciencia de estar del lado de la derecha. Incluso en los ca�dos queda un remanente del sentido original del derecho que proporciona un motivo de apelaci�n y asegura la responsabilidad. El hombre m�s culpable de Israel sab�a que abandonar a Jehov� estaba mal. Al volverse al Se�or y buscar su favor, la gente se sosten�a por la profunda convicci�n de lo correcto con la esperanza de alcanzar el bien deseado. El apoyo moral de tal conciencia es grande para todos. El alma que busca la santidad y la vida eterna puede mirar con esperanza. Una voz interior declara que, estando del lado del derecho eterno, debemos, hasta ahora, ganar. La luchadora Iglesia de Cristo siente la fuerza de la misma convicci�n que da el anticipo de la victoria.

3. La mejora manifiesta en la condici�n de uno proporcional al deseo y al esfuerzo. En la medida en que el deseo y el esfuerzo de Israel fueron sinceros y realizados, en ese grado la vida personal, dom�stica y nacional se elev� por encima de las circunstancias perniciosas resultantes de los pecados anteriores. Cada buen sentimiento, cada rasgadura de penitencia, cada lanzamiento de �dolos, dejaron su huella en la superficie de la sociedad e indicaron lo que podr�a esperarse si solo se llevara a cabo la reforma. Dios da de acuerdo a nuestro trabajo. Del mismo modo, todos los deseos y esfuerzos cristianos tienen �xito en la medida en que sean genuinos. Los resultados adquiridos de fidelidad a Dios confirman la verdad de que todo lo prometido se cumplir� a su debido tiempo. Cada paso en el ascenso hacia el cielo es una visi�n m�s clara de la cumbre de nuestra ambici�n.

4. La simpat�a asegurada del gran Intercesor. Quiz�s nada dio a Israel abatido tanto aliento de la restauraci�n final a Dios, con sus consecuencias ulteriores, como el esfuerzo de Samuel, el profeta elegido, para asegurarles su plena simpat�a. Era su amigo, y en �l encontraron consuelo y esperanza. Como prefiguraci�n del �nico Intercesor verdadero, vemos aqu� qu� raz�n tenemos para la audacia. Los dolores que Cristo ha tomado para asegurar personalmente a cada alma sincera, y la Iglesia colectivamente, de su profunda simpat�a son sumamente extraordinarios. De palabra, obra, l�grimas, tristeza, muerte, s�, al reanudar la vida y el derramamiento del Esp�ritu, nos har�a saber que no estamos solos. El pasado puede ser negro y lleno de tristeza, pero con �l como ayudante y amigo, �qui�n puede no esperar?

5. La cooperaci�n de la Providencia. La Providencia trabaja para los hombres en formas adaptadas a su condici�n mental y espiritual. Si el trueno que desconcert� a los filisteos fue un esfuerzo especial del poder divino fuera del curso ordinario de los cambios atmosf�ricos, o una coincidencia provocada por aquel que, en el asentamiento primario de la naturaleza, prev� sus propias relaciones con su pueblo y armoniza lo f�sico y l�neas morales, el resultado permanece. Dios lucha por aquellos que luchan por la justicia. La Providencia no siempre favorece la b�squeda de riqueza, placer o tranquilidad, pero siempre favorece al cristiano en su conflicto con el pecado. Se est� formando un "cerco de destrucci�n" para usar contra las fuerzas del mal. Nunca en la historia del mundo ha surgido un caso en el que la derrota haya llegado a cualquier alma que haya confiado sinceramente en Dios y se haya conformado a sus requisitos. Los que "conf�an en el Se�or son como el Monte Si�n, que no se puede mover". La batalla no es para los fuertes, sino para aquellos que est�n al amparo de la mano del Todopoderoso.

III. Los motivos de aliento, cuando se traman justamente antes de la mente, funcionan de dos maneras.

1. Retrospectivamente La encuesta retrospectiva, que trae la mente a la vista de los hechos que influyen en el futuro, tambi�n despierta gratitud por lo que ya se ha logrado. Sin ning�n agradecimiento formal, Samuel inscribi� "Ebenezer"; y la gente pobre y descarriada, cuyos pecados hab�an dado tan amargo fruto, atrap� su esp�ritu al reflexionar sobre la misericordia demostrada, por los recientes acontecimientos, de que no hab�a desaparecido. para siempre. Los corazones pecaminosos, cuando penitentes, adoran mirar hacia atr�s, incluso la m�s m�nima se�al del amor y el cuidado de Dios. El desarrollo de la gratitud misma es la introducci�n de un nuevo y �til poder en el doloroso conflicto con el pecado y la tristeza. �Considere, mediante una cuidadosa retrospecci�n, lo que Dios ha hecho por ellos! Los hombres con demasiada frecuencia se detienen en sus propios actos y fallas, y as� alimentan el abatimiento. "Agradezcan" es la exhortaci�n apost�lica. Church, cu�n tierna y sabiamente ha liderado, castigado y trabajado con la gente llamada por su santo nombre. Todav�a existen poderosas razones para que los anfitriones contendientes levanten su alegre y agradecido "Ebenezer".

2. Prospectivamente. "Hasta ahora" es relativo. Hay un t�rmino futuro en el pensamiento; y su uso, como resultado de una encuesta de motivos de aliento, significa que el coraz�n se est� preparando para nuevos esfuerzos. Samuel trabajar�a, ideando con esp�ritu alegre nuevos medios para seguir criando a la gente, mientras ellos aprovechaban su ayuda para recuperar las alegr�as y los honores perdidos. Un tono m�s alto, un esfuerzo m�s vigoroso, marcar�a los pr�ximos a�os.

Lecciones pr�cticas: -

1. Es muy �til en la vida privada, dom�stica y de la Iglesia ocasionalmente hacer una revisi�n solemne, con un ejercicio religioso apropiado, del progreso realizado y de lo que Dios ha hecho por nosotros.

2. Deber�amos estudiar m�s cuidadosamente el poder formativo de una consideraci�n frecuente de las misericordias de Dios.

3. Cuando nos dediquemos a un trabajo religioso real y al culto al que Dios nos ha llamado claramente, podemos estar seguros de que nuestros intereses generales no podr�n sufrir de la mano de enemigos, visibles o invisibles.

4. Si honramos a Dios en la medida de nuestros logros espirituales, vendr� poder para hacerle a�n mayor honor.

1 Samuel 7:13-9

Primicias del arrepentimiento.

Los hechos son:

1. Israel disfruta de la libertad de la opresi�n de los filisteos y recupera las ciudades perdidas.

2. Su inquieto enemigo ancestral, el amorreo, est� callado.

3. Samuel atiende tranquila y felizmente sus funciones civiles.

4. Ram�, el hogar de Samuel, es bendecido con un altar a Jehov�. La menci�n de estos hechos sugestivos inmediatamente despu�s de la referencia al llamado al arrepentimiento y su respuesta exhiben los resultados naturales de los esfuerzos del profeta y las personas. Se da un tema fruct�fero.

I. EN RELACI�N CON ISRAEL, ESTAS FRUTAS ERA M�S IMPORTANTES; tal como una naci�n bien podr�a premiar. Un enemigo activo y poderoso fue retenido con moderaci�n. El territorio y las ciudades fueron restaurados al gobierno y la influencia general de un verdadero hombre de Dios. El enemigo de sus padres, que disputaba la marcha de Joshua, y siempre estaba como una bestia salvaje a su lado, era controlado por una mano invisible. Los diversos distritos disfrutaban de una administraci�n civil ordenada y ben�fica, mantenida diligentemente seg�n los principios religiosos, y la residencia del gobernante del pueblo era notablemente un centro de influencia religiosa. �Benditos frutos del arrepentimiento nacional! �Cu�ndo aprender�n las naciones las claras lecciones de este precioso libro de Dios?

II En RELACI�N CON LA VIDA RELIGIOSA DE LOS CRISTIANOS ESTOS HECHOS EST�N LLENOS DE SIGNIFICADO. No es aconsejable buscar significados espirituales de cada hecho hist�rico simple en el Antiguo Testamento. La historia simple no se da como un enigma religioso para ser resuelto por una visi�n trascendental. Sin embargo, existen analog�as entre la vida nacional e individual, y los principios de santidad y justicia funcionan en las mismas direcciones en ambos. Como hay una Babilonia espiritual e hist�rica, tambi�n hay filisteos y amorreos de nuestra gran guerra. A medida que los tesoros cambian de manos en el conflicto de Israel, tambi�n hay posesiones valiosas en el hombre que pueden estar dominadas por poderes opuestos. Entonces, entonces, podemos considerar algunas de las primicias del arrepentimiento en la vida cristiana.

1. El gran poder mundial est� en gran medida sometido y desechado. El hombre que en su vida ha pasado por lo que hizo Israel en respuesta al llamado de Samuel descubre que las influencias malvadas del mundo a su alrededor tienen menos influencia sobre �l. Ellos son reprimidos. Su fuerza se ha debilitado, si no aniquilado.

2. Las facultades que alguna vez estuvieron gobernadas por tendencias no autorizadas se restauran al leg�timo gobernante. Hay, por as� decirlo, ciudades, asientos de poder y recursos, en la naturaleza de cada hombre. Si bien en un curso de vida pecaminoso, estos est�n dominados en gran medida por principios ajenos a Dios y adversos al verdadero inter�s propio: el verdadero arrepentimiento lleva a cada facultad, pensamiento y deseo a una subordinaci�n voluntaria a aquel cuyo derecho es reinar. El alma es una "tierra santa" en la que Cristo es Rey.

3. Profundamente asentadas, las pasiones corruptas se calman. Hay pasiones antiguas y muy corruptas de car�cter carnal incrustadas en la naturaleza humana. Estos amorreos de nuestra experiencia son inusualmente poderosos durante una vida de indulgencia pecaminosa. Crecen gordos y florecen. Una de las primeras consecuencias de la nueva vida es atenuarlos. Las causas de su actividad extrema e inquietud se eliminan parcialmente. Una mano fuerte los mantiene presionados en relativa quietud. Su destino, como el del cruel enemigo de Israel, es ser completamente destruido; pero incluso ahora, en comparaci�n con las anteriores agresiones casi irresistibles, hay paz con ellas.

4. Se mantiene un considerable grado de prosperidad y orden anal. El alma reformada tiene la ley administrada dentro de s� misma. Cada inter�s, cada reclamo de poder de lucha y tendencias, se considera y decide en armon�a con la ley de Cristo. El intelecto no absorbe el tiempo y la energ�a debido a la cultura de las emociones, y viceversa. Hasta cierto punto, el hombre interior est� en una condici�n ordenada y pr�spera. Es un ser mejorado.

5. El poder sagrado y elevador de la devoci�n se aprecia en el centro de influencia. La casa de Samuel fue el centro de influencia en Israel, y fue hecha por acuerdo expreso conspicuamente devoto. Hay en nuestra naturaleza un asiento de influencia suprema. Las facultades y tendencias del alma act�an en subordinaci�n al afecto dominante de la vida. Los verdaderos problemas de arrepentimiento en el coraz�n se convierten en el asiento de una poderosa influencia que domina todo lo dem�s. All� hay un altar en el que arde el fuego inextinguible, llenando con su celestial gloria a todo el hombre. "Las cosas viejas han pasado; todas las cosas se han vuelto nuevas". �Se encuentran estas frutas en todas las vidas llamadas cristianas? Deber�an ser, y lo son, si "cristiano" es m�s que un nombre.

HOMILIAS DE D. FRASER

1 Samuel 7:1

Pasos de regreso a Dios.

Todo el inter�s de este pasaje es moral. No se hace hincapi� en las formas, o incluso los accesorios autorizados, de la religi�n. El arca, de la que tanto hemos escuchado, y que hab�a sido tratada con una mezcla singular de superstici�n y blasfemias, no juega ning�n papel en la historia. Se deja durante a�os en un retiro tranquilo. Israel hab�a retrocedido del Se�or. Los pasos de su regreso tienen un significado y una lecci�n moral para todas las generaciones.

I. EL SENTIMIENTO DE UN GRAN DESEO MORAL Y ESPIRITUAL. ("La casa de Israel se lamentaba del Se�or". Durante veinte a�os el arca hab�a sido retirada, y bajo el yugo de los filisteos el esp�ritu de Israel parec�a sofocado y estupefacto. Incluso Samuel parece haberse mantenido en reserva hasta el tiempo deber�a llegar m�s favorable para la persuasi�n moral y la amonestaci�n de un profeta. Y la adoraci�n pagana se arrastr� por la tierra. Pero por fin la conciencia comenz� a agitarse, el alma del pueblo estaba cansada, y se alz� un grito melanc�lico y triste detr�s de Dios de sus padres. Seguramente este es siempre el comienzo de la restauraci�n de un reincidente, se cansa y se averg�enza de sus propios caminos; siente su necedad y su maldad, y luego suspira tras una bendici�n perdida: se lamenta del Se�or.

II ARREPENTIMIENTO PREDICADO Y PRACTICADO. Cuando lleg� el momento de que la gente lo escuchara con la conciencia despierta, Samuel se dirigi� a todas las tribus con una voz de autoridad moral que recuerda las advertencias de Mois�s y las �ltimas palabras de Josu� (vers�culo 3). Y la gente obedeci� su palabra, mostrando su arrepentimiento de la manera m�s minuciosa y pr�ctica "guardando a Baalim y Ashtaroth". Entonces, todo verdadero profeta o predicador de justicia convocar� a los hombres al arrepentimiento y les testificar� que Dios no tomar� su parte mientras sus corazones le sean desleales. Es in�til lamentarse por el Se�or y a�n retener dioses falsos. Nuestro Dios no se burla, ni su favor puede ganarse con simples palabras y suspiros vac�os.

III. UN NUEVO ORDEN COMENZ�. En Mizpa, despu�s de la solemne confesi�n p�blica del pecado contra Jehov�, "Samuel juzg� al pueblo de Israel". Aprovech� la oportunidad para instituir una administraci�n m�s autorizada y vigorosa de los asuntos p�blicos. �l conoc�a bien la necesidad de establecer orden y disciplina bajo la ley sagrada. Y la gente consinti�. Entonces, cuando hay un arrepentimiento sincero, comienza un nuevo orden. Se reconoce la autoridad de la ley del Se�or sobre la conciencia y la vida, y se evidencia una nueva obediencia.

IV. UNA LUCHA POR LA SANTA LIBERTAD. Los filisteos no ten�an ninguna objeci�n al culto israelita de Baal y Astarte; pero tan pronto como se enteraron de su regreso al servicio de Jehov� y de la creciente autoridad de Samuel, reunieron sus fuerzas para atacarlos. Y la fe de las tribus penitentes a�n no estaba suficientemente establecida o asegurada para evitar que "temieran a los filisteos". Sin embargo, se mantuvieron firmes y le pidieron a Samuel que rezara por ellos al Se�or. Entonces obtuvieron la victoria. Cuando un reincidente regresa a Dios, tratando de recuperar su autoestima y retomar su lugar como un buen hacedor, descubre que el mal se eleva dentro de �l y lucha duro por el dominio. Como el Fara�n no dejar�a ir a la gente y los filisteos no les permitir�an restaurar la religi�n o recuperar la independencia nacional sin luchar por mantenerlos abajo, as� el pecado se esfuerza por retener bajo su yugo al pecador que escapa por medio del arrepentimiento. Pero dejemos que la fe atraiga a Dios junto con el holocausto de la consagraci�n completa a �l. �l da la victoria a los d�biles.

V. RECONOCIMIENTO GRATUITO DE AYUDA DE DIOS. Samuel conoc�a el valor para una naci�n de recuerdos inspiradores y, por lo tanto, estableci� una piedra o pilar para conmemorar la gran victoria. Pero tuvo cuidado de que no fuera testigo de Israel. destreza, pero para la ayuda oportuna de Jehov�. Era Ebenezer, la piedra de la ayuda. Dec�a "Te Deum Landamus". La vida espiritual tiene sus Ebenezers, muchos de ellos. Las naciones est�n lo suficientemente listas para levantar orgullosos pilares y arcos triunfales para celebrar sus haza�as en la guerra. Europa tiene tantas columnas, calles, plazas, bulevares y puentes con nombres de batallas. Recordemos las batallas de principios, las luchas con la tentaci�n por las que hemos pasado. Cuando hemos fallado, lo nuestro es la verg�enza. Cuando hayamos vencido, a Dios sea la gloria. Recomendamos no solo el recuerdo, sino alguna piedra de recuerdo. Es un impulso verdadero y sabio que a menudo ha llevado a los cristianos a conmemorar una gran liberaci�n o consuelo que se les otorg� a s� mismos al construir una iglesia, un hospital o una casa de beneficencia, o al fundar una misi�n o alguna instituci�n de aprendizaje o benevolencia. Tal piedra de recuerdo lo ayuda a quien lo alza a resistir la tendencia a dejar que las impresiones y recuerdos religiosos se desvanezcan de la mente, y proclama a otros que algunos hombres, en todo caso, han demostrado que Dios es el Oyente de la oraci�n y el Ayudante de los necesitados. � F.

HOMILIAS DE B. DALE

1 Samuel 7:2. (MIZPAH.)

Un renacimiento nacional.

La historia de la religi�n en el mundo es en gran parte una historia de una serie de declinaciones y avivamientos; el primero se debe a la tendencia descendente de la naturaleza humana, el segundo a la graciosa interposici�n de Dios. De este hecho, el per�odo de los jueces ofrece una ilustraci�n. El avivamiento que tuvo lugar al comienzo ( Jueces 2:1) es especialmente digno de menci�n; aqu� se describe otra, y m�s importante, que se produce hacia su cierre. Era-

1. Necesario debido a la condici�n del pueblo de Israel. La gran derrota que sufrieron veinte a�os antes ( 1 Samuel 7:1; 1 Samuel 4:1; 1 Samuel 6:1) verific� su pecado predominante, especialmente como se manifiesta en el sacerdotalismo, el formalismo, superstici�n y presunci�n; pero de ninguna manera lo cur�. La veneraci�n supersticiosa por los objetos sagrados pas� r�pidamente, como sucede com�nmente, a la irreverencia incr�dula ( 1 Samuel 6:19) y la indiferencia espiritual; mientras que la participaci�n en la adoraci�n falsa y las pr�cticas corruptas de los paganos continuaron e incluso aumentaron ( 1 Samuel 7:4). La ley de Dios fue anulada. y su presencia se retir�.

2. Efecto, bajo Dios, por la influencia de un hombre: Samuel. Nada se dice expresamente sobre �l durante estos veinte a�os; pero parece haberse retirado de Shiloh a Ramah, su lugar natal, y no es probable que haya permanecido all� completamente inactivo durante tanto tiempo. La declaraci�n de 1 Samuel 3:20, 1Sa 3:21; 1 Samuel 4:1, debe considerarse, en cierta medida, prospectivo. La opresi�n de los filisteos no era tal como para interferir con �l, ni su actividad era tan generosa como para causarles mucha preocupaci�n. Su santo ejemplo y su tranquila labor contribuyeron sin duda a mantener viva la verdadera piedad en los corazones de unos pocos fieles; y cuando lleg� el momento de un mayor esfuerzo p�blico, estuvo listo, en la plena madurez de sus poderes, mayores de cuarenta a�os, para pronunciar la palabra del Se�or y tomar el liderazgo de la naci�n. "Durante la larga opresi�n de un tiempo tormentoso, la naci�n finalmente se reuni� cada vez m�s un�nimemente alrededor de Samuel, como pollos aterrorizados alrededor de la gallina madre" (Ewald).

3. Marcado por rasgos de naturaleza peculiar. Cada gran avivamiento religioso que ha sido registrado en la historia sagrada o ha ocurrido en la Iglesia Cristiana ha tenido un car�cter propio, determinado por las necesidades de la �poca. Y este avivamiento se caracteriz� por la restauraci�n de la ley moral a la influencia dominante en la conciencia de la gente por medio del ministerio prof�tico. El oficio de sacerdote hereditario se convirti� en secundario al de profeta inspirado, e incluso estuvo absorto en �l por un tiempo; porque Samuel, aunque no era sacerdote, actu� constantemente como tal al ofrecer sacrificios; y la ley lev�tica qued� en suspenso, o fue modificada en la pr�ctica bajo su direcci�n. "Cuando Mois�s estableci� la teocracia, Samuel restaur� sus principios fundamentales al lugar supremo en la vida nacional, y por lo tanto, en un sentido verdadero y noble, fue su segundo fundador". El avivamiento que �l fue el principal instrumento para llevar a cabo implic� una separaci�n m�s completa de la idolatr�a, sent� las bases de una unidad interna superior y fue seguido por la prosperidad y la independencia. En la descripci�n de la misma observamos:

I. UNA PREOCUPACI�N GENERAL POR LA PRESENCIA DEL SE�OR. "Y toda la casa de Israel se lament� por el Se�or" ( 1 Samuel 4:2).

1. Ocasionado por la experiencia de los largos y amargos efectos de la transgresi�n.

2. Implica una sensaci�n de miseria en ausencia de Dios. Los �dolos a los que los hombres dan su afecto no pueden satisfacer el coraz�n ( Oseas 2:7, Oseas 2:8; Oseas 5:15, Oseas 6:1). "Es bueno sentirse cansado y cansado con la b�squeda infructuosa de la felicidad, para que podamos dar la bienvenida a nuestro Libertador" (Pascal).

3. Consistente en un intenso anhelo por su favor y compa�erismo. La frase, lamentada por el Se�or, "se toma de los asuntos humanos, cuando uno se junta tras otro y lo suplica con pena hasta que consiente. Un ejemplo de esto es la mujer sirofenicia " Mateo 15:1. (S. Schmid). El dolor as� sentido fue un" dolor piadoso "; un dolor que proviene de Dios, se siente por Dios y tiende a Dios, y que trabaja arrepentimiento genuino, liberaci�n efectiva y satisfacci�n duradera ( 2 Corintios 7:10).

4. Sentido por la naci�n en su conjunto. "Toda la casa de Israel". Y donde sea que se sienta esa preocupaci�n, es una se�al segura del favor de Dios. "Se inclinaron por el Se�or; gimieron, se quejaron, se lamentaron al seguir al Se�or, como un ni�o sigue a su padre que se fue; llamaron, lloraron y alzaron su voz tras el Se�or con fervorosa oraci�n y s�plica. �Por qu�?

(1) Porque Dios es infinitamente m�s digno que todas las ordenanzas; Su presencia es valiosa en s� misma.

(2) Dios se retira a prop�sito, para que los hombres puedan lamentarse despu�s de �l; como cuando una madre sale de la vista de un ni�o, y cuando ella parece haberse ido, el ni�o lanza un grito detr�s de ella.

(3) Porque lamento sincero despu�s de que el Se�or pueda ocasionar su regreso "(O. Heywood, 3: 419).

II UNA ATENCI�N M�S ANTICIPADA A LA PALABRA o AL SE�OR ( Mateo 15:3). La palabra era ...

1. Revelado en d�as anteriores, e incluido en la ley de Mois�s ( Deuteronomio 6:14). En general, no hay tanta necesidad de una nueva verdad como que lo viejo deba ser vitalizado. Cu�nta verdad muerta reside en la mente de cada hombre que yo

2. Hablado con nuevo poder; oportunamente, fielmente y con santo celo, por el profeta que hab�a sido comisionado para pronunciarlo. La predicaci�n de la palabra es necesaria e importante en todo renacimiento genuino de la religi�n. Esa palabra es un fuego, un martillo y una espada de dos filos ( Hebreos 4:12).

3. Adaptado a la condici�n de las personas.

(1) Para probar la sinceridad de sus deseos y prop�sitos. "Si", etc.

(2) Instruirlos en su deber. "Guarda a los dioses extra�os, etc. Prepara tus corazones =" Arregla tus corazones hacia Dios o conf�a en �l "( Hebreos 13:9).

(3) Alentarlos a esperar la liberaci�n. "Y �l te librar� de la mano de los filisteos".

4. escuchado en un esp�ritu correcto; con nuevo inter�s, reverencia, autoaplicaci�n y determinaci�n para ponerlo en pr�ctica. Cuando el coraz�n est� preparado, la verdad se invierte con un nuevo significado y poder; como las palabras escritas en papel con tinta invisible se perciben claramente cuando se sostienen al fuego. "La fe viene por o�r y o�r por la palabra de Dios" ( Romanos 10:17).

III. UNA RENUNCIA SINCERA DEL PECADO CONTRA EL SE�OR ( Mateo 15:4), que fue�

1. Una prueba de su arrepentimiento genuino; "un coraz�n quebrantado por el pecado y por el pecado".

2. Se muestra con respecto a las transgresiones a las que eran especialmente adictos: la adoraci�n a Baalim (im�genes o modificaciones de Baal, la principal divinidad masculina de las naciones fenicias y cananeas, el dios del sol) y Ashtaroth (im�genes de su suprema divinidad femenina). , "la reina del cielo", la Venus siria � Astarte) y las pr�cticas corruptas relacionadas con ella ( Jueces 2:11, Jueces 2:13).

3. Combinado con actos positivos de obediencia y piedad. No solo dejaron de adorar dioses falsos, sino que tambi�n "sirvieron solo al Se�or" ( Mateo 6:24). El pecado se rompe m�s efectivamente "por justicia" ( Daniel 4:27); un viejo afecto expulsado m�s efectivamente por uno nuevo. El coraz�n no puede descansar sin alg�n objeto de amor y confianza. Y si, "cuando el esp�ritu inmundo ha salido de un hombre", no se reemplaza inmediatamente por un esp�ritu puro, seguramente volver� "con otros siete esp�ritus m�s malvados que �l" (Mateo In. 43).

4. Hecho por hombres individualmente y en privado; por lo cual se preparan para hacer una profesi�n nacional y recibir la bendici�n divina. Dios puede bendecir a los hombres solo "apartando a cada uno de ellos de sus iniquidades" ( Hechos 3:26).

IV. UNA CONSAGRACI�N P�BLICA AL SERVICIO DEL SE�OR ( Mateo 15:5, Mateo 15:6). A la palabra de Samuel, se reuni� una asamblea nacional en Mizpa con el prop�sito de expresar abiertamente y confirmar el sentimiento general; y all�, bajo el cielo abierto, "se rindieron al Se�or" ( 2 Cr�nicas 30:8) con�

1. Solemnes votos de obediencia a la ley de su Dios. "Sacaron agua y la derramaron delante del Se�or". "Consideramos que este acto ha sido un signo y un s�mbolo, o m�s bien la confirmaci�n de un juramento, un voto solemne. Verter agua en el suelo es, en Oriente, una antigua forma de hacer un juramento solemne: las palabras y las promesas que tuvieron salido de su boca siendo como agua derramada sobre el suelo que no se puede recoger de nuevo "(Kitto).

2. Sincera humillaci�n a causa de la antigua desobediencia. Algunos interpretan el s�mbolo reci�n mencionado como denotando el derramamiento de sus corazones en penitencia. Tambi�n "ayunaron ese d�a y dijeron all�: Hemos pecado contra el Se�or".

3. Oraciones y s�plicas por la divina misericordia y ayuda. "Rezar� por t�." "No dejes de clamar al Se�or nuestro Dios por nosotros", lo que implica que Samuel ya hab�a orado por ellos. Expres� sus deseos e intercedi� en su nombre. "Entonces Mois�s or� por la gente de Rephidim y por Miriam, as� que Elijah or� en Carmel, as� que Ezra or� en el sacrificio de la tarde, as� que el sumo sacerdote or� por la casa de Israel el d�a de la expiaci�n, y nuestro Se�or Jesucristo tambi�n alguna vez vivir a la diestra de Dios para interceder por nosotros "('Sp. Com.').

4. Reconocimiento devoto del profeta del Se�or como su l�der y juez. "Y Samuel juzg� a los hijos de Israel en Mizpa". Ese d�a comenz� sus labores p�blicas como juez, y se inaugur� una gran reforma moral y espiritual. Fue un d�a recordado durante mucho tiempo ( 2 Cr�nicas 35:18: "No hab�a pascua como la que se mantuvo en Israel desde los d�as del profeta Samuel"), y un d�a como todo hombre piadoso desea ver en este tierra (Salmo 85:6; Oseas 14:1; Habacuc 3:2) .� D.

1 Samuel 7:6. (MIZPAH.)

Confesi�n de pecado.

"Hemos pecado contra el Se�or". Cuando alguien le ha hecho mal a otro, debe hacerle un reconocimiento y una reparaci�n ( Mateo 5:23, Mateo 5:24). Estamos dirigidos a "confesar nuestras faltas el uno al otro" ( Santiago 5:16); y hay casos en los que podemos obtener beneficios de confesar nuestros pecados contra el Se�or a un hombre piadoso. Sin embargo, el pasaje al que acabamos de referirnos no ofrece motivos para la "confesi�n auricular" a un sacerdote; ni la comisi�n dada a los ap�stoles ( Juan 20:23), ya que (adem�s de otras razones) simplemente confiri� autoridad para declarar las ordenanzas del reino de los cielos, y especialmente los t�rminos o condiciones seg�n los cuales los pecados son remitidos o retenidos; y la pr�ctica de tal confesi�n es muy perjudicial. Pero todos debemos confesar nuestros pecados a Dios. Todo mal hecho a los hombres es un pecado contra Dios, y hay multitud de pecados contra �l que no afectan directamente a nuestros semejantes. "En muchas cosas todos ofendemos". Y la palabra de Dios a menudo ordena la confesi�n de todas nuestras ofensas ante �l, y declara que es la condici�n necesaria para obtener el perd�n. Considerar-

I. LO QUE IMPLICA.

1. Que vemos el mal esencial del pecado. "El pecado es la transgresi�n de la ley" ( 1 Juan 3:4). En t�rminos m�s generales, es lo que sea contrario al car�cter y la voluntad de Dios. Como �l es el �nico Ser perfecto, y merece y reclama el amor supremo de los hombres, la ra�z del pecado consiste en la ausencia de tal amor y en la separaci�n del coraz�n de su verdadero descanso; y cada vez que el hombre se aparta de Dios, cae en el ego�smo, la vanidad y la miseria. El pecado es aversi�n a Dios y devoci�n a uno mismo (ver Tulloch, 'Christian Doctrine of Sin'). "Contra ti, solo contra ti, he pecado", etc. (Salmo 51:4).

2. Que estamos convencidos del justo desierto del pecado. "Sin embargo, eres justo en todo lo que se nos trae", etc. ( Nehem�as 9:33).

3. Que estamos resueltos con una renuncia completa al pecado. Esta determinaci�n surge de un verdadero odio hacia ella, y est� asociada con "hambre y sed de justicia". La confesi�n es de la naturaleza de un solemne juramento de abjuraci�n. "El que confiesa y abandona sus pecados encontrar� misericordia" ( Proverbios 28:13).

II C�MO DEBE HACERSE

1. Bajo la debida impresi�n de la grandeza de nuestro pecado.

(1) Para esto debemos contemplar el santo amor de Dios, sus justos requisitos, sus bendiciones misericordiosas y sus demandas ilimitadas; sobre todo, debemos estar ante la cruz y contemplar esa gran vista ( Lucas 23:48). "No hay mejor manera de obtener el don de las l�grimas por haber ofendido a Dios que meditar sobre la grandeza de la bondad de Dios y de su amor que le ha mostrado al hombre".

(2) Debemos, a la luz que brilla sobre nosotros, considerar las transgresiones particulares que hemos cometido en pensamiento, palabra y acci�n contra Dios, nuestro pr�jimo y contra nosotros mismos, pecados de omisi�n y comisi�n, y la disposici�n pecaminosa revelada. por ellos y que impregna toda nuestra vida ( Lucas 18:13). Las confesiones generales de pecado sin aplicaci�n personal y particular son de poco valor. "Por lo general, cuanto m�s particulares somos en la confesi�n del pecado, m�s consuelo tenemos en el sentido del perd�n" (M. Henry).

(3) De esta manera, por gracia divina, seremos llenos de humillaci�n, dolor piadoso y arrepentimiento verdadero. "Lo que se manifiesta es luz". y en proporci�n al brillo con el que la luz de la verdad brilla sobre nosotros, manifestar� nuestro pecado ( 1 Juan 1:8); as� como un rayo de sol atravesando una habitaci�n nos muestra el polvo flotante que no se hab�a visto antes ( Job 42:5, Job 42:6).

2. En reconocimiento sincero, franco y sin reservas de nuestro pecado; sin ning�n intento de cubrirlo, disculparlo o paliarlo. "Disculpe mi iniquidad, porque es genial" (Salmo 25:11; Salmo 32:3).

3. Con un giro del coraz�n a Dios en fe y oraci�n y actos de obediencia. "Porque t�, Se�or, eres bueno, y est�s listo para perdonar; y abundante en misericordia a todos los que te invocan" (Salmo 86:5).

"El arrepentimiento es la tristeza del coraz�n y se produce una vida clara"

(Shakespeare)

III. POR QUI�N.

1. Cada individuo ( Lucas 15:21). "Dios, s� propicio a m�, pecador" ( Lucas 18:13).

2. Cada familia. "Cada familia aparte" ( Zacar�as 12:14).

3. Toda la gente. Los que se han unido en el pecado deben unirse para confesar su pecado ( 1 Samuel 12:19; Esdras 9:6; Daniel 9:4). "Todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios".

IV. POR QU� ES NECESARIO

1. Que podamos glorificar a Dios. Por �l actuamos de acuerdo con su voluntad, lo justificamos en sus tratos con nosotros y le damos el honor que le corresponde. "Da gloria a Dios y confi�salo" ( Josu� 7:19).

2. Que podamos estar preparados para recibir perd�n, paz y salvaci�n. Hasta que abramos nuestros corazones a Dios, �l no nos abrir� su coraz�n. Debemos dejar de tener comuni�n con los �dolos para poder tener comuni�n con el Santo y convertirnos en la habitaci�n de su Esp�ritu ( 2 Corintios 6:16).

3. Que podamos tener confianza en el cumplimiento de sus promesas. Esto est� condicionado por. nuestro cumplimiento de sus requisitos, sin los cuales nuestra confianza es vana. "Si confesamos nuestros pecados", etc. ( 1 Juan 1:9). "Y si alguno peca, tenemos un Abogado con el Padre, Jesucristo el justo" ( 1 Juan 2:1) .� D.

1 Samuel 7:7. (EBENEZER.)

La victoria de Ebenezer.

Cada vez que un pueblo se endereza en su relaci�n con Dios y se purifica de su pecado, es seguro obtener la victoria sobre sus enemigos y disfrutar de la prosperidad y la paz. Israel ahora fue restaurado de su apostas�a, y en el mismo lugar donde experiment� una abrumadora derrota veinte a�os antes de obtener un triunfo notable. Tenemos aqui-

I. LA REUNI�N DEL ENEMIGO ( 1 Samuel 7:7).

1. Mientras el yugo de los imp�os sea soportado pacientemente, permanecer�n callados y no considerar�n necesario hostigar a las v�ctimas de su opresi�n.

2. El renacimiento de la piedad y la actividad rara vez falla en invocar la feroz oposici�n de los hombres malvados. El esp�ritu del bien y el esp�ritu del mal son contrarios el uno al otro, y cuanto m�s intenso se vuelve el primero, m�s intenso tambi�n se vuelve el segundo. Al "pr�ncipe de este mundo" no le gusta ser privado de sus cautivos, y por lo tanto busca evitar que los pecadores vengan al Se�or ( Lucas 9:42), e impide que los santos trabajen para �l ( 1 Tesalonicenses 2:18).

3. El prop�sito por el cual la asamblea piadosa no siempre es entendida por sus enemigos; su reuni�n para la oraci�n a veces se confunde con la organizaci�n de un ataque pol�tico o militar contra ellos; y su uni�n para cualquier prop�sito, sea lo que sea que instintivamente sienta que no es un buen augurio para ellos, y es considerado como un terreno suficiente para su dispersi�n. "Ahora vemos aqu�

(1) C�mo el mal a veces parece salir del bien.

(2) Cu�n bueno a veces se saca de ese mal. Israel nunca podr�a ser amenazado m�s estacionalmente que en este momento, cuando se arrepintieron y oraron; ni los filisteos pudieron haber actuado m�s descort�smente por s� mismos que hacer la guerra a Israel en este momento, cuando estaban haciendo las paces con Dios "(Matthew Henry).

II LA PREPARACI�N PARA EL CONFLICTO ( 1 Samuel 7:7, 1 Samuel 7:8, 1 Samuel 7:9).

1. Desconfianza de uno mismo. "Ten�an miedo de los filisteos". Su experiencia de derrota y opresi�n les hab�a ense�ado su propia debilidad y hab�a curado su presunci�n. La conciencia de la debilidad humana es la condici�n para recibir la fuerza divina ( 2 Corintios 12:10; Hebreos 11:34).

2. Conf�a en Dios. "No dejes de clamar al Se�or nuestro Dios por nosotros", etc. ( 1 Samuel 7:8). Su necesidad los impuls� a mirar a Dios, a quien llamaron su Dios, con referencia a su pacto, y de quien esperaban la liberaci�n de acuerdo con la promesa que se les hab�a dado previamente ( 1 Samuel 7:3). "Han vuelto a encontrar a su Dios, tras quien hasta ahora hab�an suspirado y llorado" (Erdmann). Su pedido urgente de Samuel era una evidencia de su confianza en Jehov� y la forma adecuada de buscar su ayuda, ya que Samuel no solo era un portavoz de Dios para los hombres, sino tambi�n un portavoz de hombres para Dios, y procedi� a ejercer el sacerdocio. funci�n de mediaci�n ofreciendo sacrificio y haciendo intercesi�n.

3. La dedicaci�n propia, de la cual todo el holocausto fue la expresi�n y los medios designados, el signo de la consagraci�n completa del hombre completo, y aqu� de todo el pueblo; "el cordero lechal es un s�mbolo de su nueva vida ahora dedicada libremente para Dios. Samuel actu� como sacerdote en Mizpa y en otros lugares por comisi�n divina en circunstancias peculiares: el sacerdocio regular estaba en suspenso, el arca estaba separada del tabern�culo, Shiloh estaba desolado, y ning�n otro lugar elegido por Dios "para poner su nombre all�"; y como preparaci�n para el tiempo "cuando en cada lugar se ofrecer� incienso a mi nombre, y una ofrenda pura" ( Malaqu�as 1:11). "Una parte muy importante del oficio prof�tico era mantener el car�cter espiritual. de la adoraci�n hebrea, y para evitar la degeneraci�n de la gente en el ritualismo en el que hab�an ca�do en el momento en que nuestro Se�or apareci� "(Kitto)". Entonces, que tu oblaci�n sea sin afecto terrenal ni voluntad propia de ning�n tipo . No mires a las bendiciones terrenales ni celestiales, sino solo a la voluntad y el orden de Dios, a los que debes someterte y sacrificarte por completo como un holocausto perpetuo, y, olvidando todas las cosas creadas, di: 'He aqu�, mi Se�or y Creador, Todos y cada uno de mis deseos los entrego en la mano de tu voluntad y tu eterna providencia. Haz conmigo lo que bien te parezca en la vida y la muerte, y despu�s de la muerte; como en el tiempo, as� en la eternidad '"(Scupoli).

4. Oraci�n. "Y Samuel clam� al Se�or por Israel" con un clamor penetrante y prolongado. Y con su oraci�n, la suya se levant� al cielo. "Al orar (si lo usas bien), pondr�s una espada en la mano de Dios, para que pueda luchar y conquistar por ti". Un ej�rcito rezando es irresistible. �Qu� victorias se han logrado con la oraci�n! "El dominio de cuarenta a�os de los filisteos sobre Israel ( Jueces 13:1) no pudo ser derrocado por la fuerza sobrenatural de Sans�n, sino que fue terminado por las oraciones de Samuel" (Wordsworth). Sans�n solo comenz� a liberar a Israel ( Jueces 13:5); Samuel complet� el trabajo.

III. LA RECEPCI�N DE AYUDA ( 1 Samuel 7:9, 1 Samuel 7:10).

1. Lleg� en respuesta a la oraci�n. "Y el Se�or le respondi�".

2. Lleg� en el momento de su mayor extremidad. "Y mientras Samuel ofrec�a el holocausto, los filisteos se acercaron a la batalla contra Israel". Pero la extremidad del hombre es la oportunidad de Dios (G�nesis 22:11-1).

3. Lleg� de una manera extraordinaria. "El Se�or tron� con un gran trueno ese d�a". Era, por as� decirlo, su voz en respuesta a la oraci�n. Las fuerzas ordinarias de la naturaleza operaban de tal manera que pareciera claramente que fueron dirigidas por su mano ( 1 Samuel 2:10).

4. Fue muy efectivo. "Estaban desconcertados y heridos ante Israel" ( Job 40:9; Salmo 77:18).

IV. LA B�SQUEDA DEL ENEMIGO ( 1 Samuel 7:11).

1. El sentido de la presencia de Dios inspira a su pueblo con nueva confianza y coraje, y sin �l no pueden hacer nada.

2. La ayuda de Dios no hace innecesaria su cooperaci�n. M�s bien exige la presentaci�n de su fuerza. �l les da fuerza para que pueda emplearse contra el enemigo, y en el uso fiel y celoso de �l, les da m�s fuerza y ??corona sus esfuerzos con �xito.

3. La victoria sobre el enemigo debe seguirse al m�ximo ( Jueces 8:4). "Los golpearon hasta que llegaron a Beth-car". �Con qu� frecuencia por no seguir una victoria se pierden sus ventajas!

V. EL MEMORIAL DE LA VICTORIA ( 1 Samuel 7:12).

1. La ayuda que se deriva de Dios debe atribuirse con gratitud a �l.

2. La acci�n de gracias a Dios debe expresarse de forma definitiva y permanente.

3. Una liberaci�n es una seriedad de otra.

4. El memorial de la liberaci�n pasada deber�a incitar a la confianza futura y al uso continuo de los medios en relaci�n con los cuales se logr�. "Hasta ahora; porque toda la ayuda de Jehov� es solo hasta ahora, d�a a d�a y de un lugar a otro; no incondicionalmente, ni del todo, ni de una vez por todas, independientemente de nuestra influencia" (Edersheim). Hay que librar m�s conflictos, y es solo por la desconfianza de uno mismo, la confianza en Dios, la dedicaci�n y la oraci�n que pueden librarse con �xito. "La vida del hombre no es m�s que una guerra continua con la tentaci�n. Y esta es una batalla de la cual, como termina solo con la vida, no hay escapatoria; y el que no lucha en ella es necesariamente tomado cautivo o asesinado . Debido a esta guerra, debes vigilar siempre y guardar guardia en tu coraz�n, para que sea siempre pac�fico y tranquilo "(Scupoli).

VI. LA MAGNITUD DEL RESULTADO ( 1 Samuel 7:13, 1 Samuel 7:14). Un verdadero avivamiento siempre es seguido por efectos beneficiosos y duraderos.

1. El poder del enemigo est� roto. "Los filisteos fueron sometidos y no entraron m�s en las costas de Israel".

2. Se ofrece una defensa segura contra cada intento que puedan hacer para recuperar su dominio. "La mano del Se�or estuvo contra ellos todos los d�as de Samuel".

3. El territorio perdido se restaura ( 1 Samuel 7:14). A lo largo de toda la l�nea, que se extiende hacia el norte y el sur, desde Ekron a Gath.

4. Se establece una paz de largo alcance. "Y hubo paz entre Israel y los amorreos". "Cuando los caminos de un hombre complacen al Se�or, �l hace que incluso sus enemigos est�n en paz con �l" ( Proverbios 16:7). La batalla de Ebenezer puede considerarse una de las batallas decisivas del mundo, ya que introdujo un nuevo orden de cosas en Israel. y contribuy� en un grado eminente a su posterior prosperidad y poder. "El renacimiento de la religi�n ha tenido alguna vez una influencia muy importante en la mejora social y moral. El regreso del hombre a Dios lo restaura a su hermano. La restauraci�n al desempe�o sincero y cordial de los deberes religiosos hacia Dios conduce a una reforma correspondiente en relaci�n deberes pol�ticos. Aquellos pa�ses en Europa que han tenido las mayores reformas religiosas han avanzado m�s en libertad, civilizaci�n y comercio. No son pisoteados por el tal�n de hierro del despotismo, y poseen la mayor cantidad de tranquilidad dom�stica. Fue el renacimiento de religi�n que asegur� la sucesi�n protestante a Inglaterra, y muchas de las libertades que ahora disfrutamos. Fue el renacimiento de la religi�n lo que dio tal rol de m�rtir a los Covenanters escoceses, y condujo a la revoluci�n de 1688. En Israel cada renacimiento de la religi�n fue sucedido por la prosperidad nacional y la independencia pol�tica "(R. Steel) .� D.

1 Samuel 7:12. (Entre MIZPAH y SHEN, el diente o pe�a).

La piedra de la ayuda.

La creaci�n de piedras conmemorativas fue uno de los primeros m�todos adoptados con el fin de registrar eventos interesantes e importantes. Estos monumentos consist�an en un solo bloque o en un mont�n de piedras; generalmente recib�an alg�n nombre significativo, o estaban marcados con una breve inscripci�n, y a veces se convert�an en centros alrededor de los cuales se reun�a la gente, y eran reemplazados por estructuras m�s imponentes. La primera instancia mencionada en la Biblia fue en Betel ( G�nesis 28:8). Otras instancias, G�nesis 31:45; �xodo 17:15; Josu� 4:9, Josu� 4:21, Josu� 4:22; Josu� 24:26. Este monumento fue creado

I. SOBRE LA OPORTUNA RECEPCI�N DE AYUDA DIVINA. Mirando hacia atr�s en el pasado, recordemos:

1. Cu�nto hemos necesitado de esa ayuda, en pena, trabajo, conflicto, peligro, que nuestra propia fuerza era totalmente inadecuada para enfrentar.

2. Con qu� frecuencia se ha logrado cuando est�bamos en el punto de desesperaci�n. Pero �por qu�, se puede preguntar, Dios deber�a habernos permitido llegar a tal punto?

(1) Para ense�arnos la verdad sobre nosotros mismos y liberarnos de una vana confianza en nosotros mismos. "Esta desafortunada autosuficiencia forma dentro de nosotros un peque�o santuario favorito, que nuestro orgullo celoso mantiene cerrado contra Dios, a quien recibimos como nuestro �ltimo recurso. Pero cuando nos volvemos realmente d�biles y desesperados, el poder de Dios se expande a trav�s de todos nuestro hombre interior, hasta los recovecos m�s secretos, llen�ndonos de toda la plenitud de Dios "(A. Monod).

(2) Producir en nosotros humildad y sumisi�n, excitarnos a la oraci�n ferviente y fortalecer y perfeccionar nuestra fe.

(3) Para dar ocasi�n a una manifestaci�n m�s impresionante de su poder y gracia.

3. Cu�n completamente se ha adaptado a nuestras necesidades y logrado nuestra liberaci�n. �Aqu� estamos hoy, despu�s de los problemas y conflictos, nosotros mismos, monumentos de su misericordia! "Atravesamos el fuego y el agua, pero nos llevas a un lugar rico" ( Deuteronomio 8:2; Salmo 66:12; Salmo 77:10; Hechos 26:22).

II EN GRAN RECONOCIMIENTO DE AYUDA DIVINA. Mirando hacia el cielo, reflexionemos:

1. Cu�n claramente aparece ahora la Fuente de nuestra liberaci�n. "Hasta ahora el Se�or nos ayud�". "No con tu espada, ni con tu arco" ( Josu� 24:12). Su brazo solo ha tra�do la salvaci�n cerca. Lo vemos ahora m�s claramente que antes, y mientras meditamos sobre ello, nuestros corazones se llenan de agradecimiento. No siempre hemos reconocido la Fuente de nuestras misericordias y, por lo tanto, a menudo omitimos estar agradecidos; pero �qui�n puede dejar de ver estas se�ales de su poder? "No para nosotros", etc. (Salmo 115:1).

2. Cu�nto le debemos al Dios de nuestra salvaci�n. Todo.

3. C�mo podemos testificar mejor la gratitud de nuestros corazones. "�Qu� le rendir� al Se�or?" (Salmo 116:12). Grandes canciones de alabanza. Renovados votos de consagraci�n. Palabras escritas o habladas sinceras para Dios. Grandes regalos de lo que ha dado. Nuevos actos de piedad y beneficencia. Este ser� el monumento que ahora establecemos.

III. COMO REGISTRO PERMANENTE DE AYUDA DIVINA. Mirando hacia el futuro, consideremos. Cu�n �til puede ser el registro para nosotros en tiempos de conflicto y juicio. Para tales tiempos vendr�n; podemos olvidar lo ocurrido; y nos recordar� a aquel que no cambia, y nos incitar� a la fe y la oraci�n.

2. Qu� �til puede ser para otros en circunstancias similares. Lo que ha hecho por nosotros lo puede hacer por ellos, y al verlo, "pueden volver a animarse".

3. Cu�n propicio puede ser para la gloria de Dios. Tan a menudo como lo contemplemos, seremos animados a una nueva acci�n de gracias. Cuando nos hayamos ido, todav�a perdurar�. Otros se reunir�n a su alrededor y preguntar�n el significado de la "gran piedra que permanece hasta nuestros d�as" ( 1 Samuel 6:18) y, al ser dicho, dar�n gloria a Dios. As� su alabanza se perpetuar� de generaci�n en generaci�n, hasta que se fusione con el himno del cielo.

Conclusi�n.-

1. Seamos agradecidos por los memoriales de la ayuda Divina que otros han dejado para nuestro beneficio. Se encuentran entre los mayores tesoros que contiene la tierra, y se encuentran con nuestro punto de vista donde quiera que vayamos.

2. Hagamos algo para agregar a estos tesoros y enriquecer a�n m�s la tierra.

3. Sobre todo, busquemos ser nosotros mismos los monumentos eternos del poder y la gracia divinos.

1 Samuel 7:15-9. (RAMAH, BETHEL, GILGAL, MIZPAH.)

Samuel el juez.

Los "jueces" de Israel fueron liberadores de la opresi�n, l�deres en la guerra, dictadores perpetuos en asuntos nacionales y �rbitros supremos en asuntos judiciales. "Sin duda, todo lo que fue m�s grande en esos tiempos se debi� a ellos, y algunos de sus nombres brillan eternamente como estrellas brillantes en la larga noche de una �poca problem�tica" (Ewald, 'Historia'). De estos jueces, Samuel fue el �ltimo y m�s grande. Su superioridad aparece en ...

1. El personaje que pose�a. Estaba libre de los vicios en los que cayeron algunos de los m�s distinguidos, y los super� en las virtudes que exhib�an. Ten�a concepciones superiores de Dios y su ley, manten�a una comuni�n m�s �ntima con �l y era en conjunto un tipo m�s noble de excelencia humana. Su objetivo constante era hacer la voluntad de Dios; Era recto de coraz�n y vida, humilde, paciente, generoso y lleno de celo desinteresado y energ�a sagrada en la b�squeda del verdadero bienestar de los hombres. En estos aspectos, se acerc� casi, tal vez, como cualquiera de los siervos de Dios bajo el antiguo pacto a la perfecci�n del que estaba "sin pecado".

2. El m�todo que sigui�. Como efectu� la liberaci�n de Israel no con la espada, sino con "la palabra de Dios y la oraci�n", continu� utilizando los mismos medios que los m�s efectivos para preservar su libertad y aumentar su fuerza y ??felicidad. Su m�todo era m�s moral que f�sico. �l les ense�� a "hacer lo justo, amar la misericordia y caminar humildemente con su Dios" ( Miqueas 6:8). Su pol�tica era de paz, y confiaba en Dios para contener la agresi�n de las naciones vecinas y brindar protecci�n contra sus ataques. Tampoco su confianza estaba fuera de lugar.

3. El trabajo que realiz�. La idolatr�a, que era rebeli�n contra el Rey Divino, fue desterrada. Se confirmaron los principios de la teocracia. Se establecieron el orden, la justicia y la paz; y una unidad m�s cercana prevaleci� entre las tribus, basada en su lealtad com�n a su Rey. "Este fue el gran logro y el punto culminante de su servicio a Israel y al Dios de Israel; las tribus dispersas y desunidas se convirtieron nuevamente en una naci�n. Las tribus rivales Efra�n y Jud� tienen una causa com�n contra el enemigo com�n, y las tribus m�s distantes hacen no parece retener su lealtad "(Milman). El trabajo de Samuel como juez se resume aqu� en unas pocas oraciones, sugestivas de algunas cosas en las que fue un ejemplo instructivo para gobernantes, estadistas, magistrados y "todos los que tienen autoridad". Darse cuenta-

I. SU PREOCUPACI�N SUPREMA POR LA RELIGI�N. Samuel fue primero un profeta, luego un "sacerdote fiel", finalmente un gobernante y juez. "Su trabajo judicial no solo procedi� de lo prof�tico, sino que fue guiado constantemente por �l. Porque podemos presumir no solo que �l tom� decisiones legales con sabidur�a prof�tica, sino tambi�n que, en general, dirigi� los asuntos de las personas como un hombre quien tuvo el Esp�ritu del Se�or "(Nagelsbach). En los diferentes lugares a los que "iba a�o tras a�o en circuito" �Bethel, Gilgal y Mizpah� probablemente ense�� la palabra de Dios y ofreci� sacrificios, combinando su trabajo prof�tico y sacerdotal con su trabajo judicial. En Ram� construy� un altar al Se�or, "testificando as� el poder del cual solo podr�a recibir la autoridad o la sabidur�a para juzgar". La posici�n de Samuel era peculiar, y su trabajo inusualmente completo; pero se puede observar de todo buen magistrado civil que:

1. Est� calificado para su cargo por su reverencia a Dios. "El que gobierna sobre los hombres debe ser justo, gobernando en el temor de Dios" ( 2 Samuel 23:3). Siente su responsabilidad con el Rey supremo y el Juez, por cuya providencia se le ha puesto en autoridad, y tiene constante consideraci�n por su voluntad.

2. Su piedad personal impregna su actividad p�blica. La una no est� separada de la otra, sino que es su esp�ritu animador, y por lo tanto �l busca permitir en sus juicios un reflejo de los juicios perfectos de Dios.

3. Su mayor deseo, sabiendo que "la justicia exalta a una naci�n", es ver a todas las personas justas. Se persuade que ese fin no puede lograrse por la fuerza; pero, como hombre piadoso, siempre lo busca por medios morales; y, en su capacidad p�blica, se esfuerza por hacer algo al respecto restringiendo la violencia de los imp�os y protegiendo a los buenos en sus labores "para el reino de Dios".

II SU ADMINISTRACI�N FIEL DE JUSTICIA. En la teocracia, las leyes ya estaban dadas, y el trabajo judicial de Samuel consisti� en organizar su administraci�n adecuada, en la cual sin duda recurri� al m�todo anteriormente designado ( Deuteronomio 16:18-5), reserv�ndose a s� mismo la interpretaci�n adecuada y aplicaci�n de ellos en casos m�s dif�ciles e importantes. Para este prop�sito, fue a diferentes centros de la tierra en los lugares indicados y "juzg� a Israel en todos esos lugares". No se le ha llamado inapropiadamente los aristides hebreos. Como �l, el] magistrado fiel�

1. Se esfuerza por llevar la justicia al alcance de todos los hombres.

2. Lo administra sabiamente, imparcialmente, sin miedo, sin el respeto de las personas ( �xodo 18:21, �xodo 18:22; 2 Cr�nicas 19:5; Jeremias 22:3 )

3. Se dedica desinteresada y diligentemente a la riqueza com�n ( 1 Samuel 12:3). "Los jueces hebreos no solo eran simples en sus modales, moderados en sus deseos y libres de avaricia y ambici�n, sino que eran hombres nobles y magn�nimos, que sent�an que todo lo que hac�an por su pa�s era sobre todo recompensa, y no pod�a ser recompensados; quienes deseaban simplemente ser benefactores p�blicos, y prefirieron merecer bien a su pa�s que enriquecerse con su riqueza "(Jahn, 'Hebrews Com.', secci�n 22).

III. Su sabia disposici�n para la educaci�n. Durante el per�odo de su juicio, Samuel parece haber establecido una o m�s "escuelas de los profetas", en las que ense�aba a los hombres j�venes el conocimiento sagrado y, en relaci�n con esto, la lectura, la escritura y la m�sica, prepar�ndolos para dar instrucciones. a la gente, que los levitas no hab�an podido hacer ( 1 Samuel 10:10; 1 Samuel 19:20). Entonces, un estadista sabio, al ver que "para el alma estar sin conocimiento no es bueno" y que "las personas son destruidas por falta de conocimiento", adopta los medios adecuados para la educaci�n de los j�venes, la difusi�n del conocimiento y el avance de la carrera (Salmo 78:5). "La educaci�n es la deuda que una generaci�n le debe a otra" (J.S. Mill). Las escuelas de los profetas "eran hogares de vida espiritual para Israel. Su objetivo no era alentar una vida contemplativa (como los claustros), sino despertar a la naci�n a la actividad. Cada disc�pulo prof�tico era un misionero" (Hengstenberg).

IV. SU CONDUCTA CONSISTENTE EN CASA. "Y su regreso fue a Ram�; porque all� estaba su casa; y all� edific� un altar al Se�or" ( 1 Samuel 7:17). All�, tambi�n, continu� sus labores judiciales. El magistrado fiel, aunque no permite que su deber p�blico interfiera con la debida atenci�n a su deber para con su propio hogar, busca hacer que este �ltimo sea �til para el primero. Ejemplifica en su vida privada la conducta que elogia abiertamente a los dem�s y "camina en su casa con un coraz�n perfecto" (Salmo 101:2). Aunque no es un nazareo, es simple, abnegado y sin ostentaci�n en sus h�bitos; y aunque no es rico, es amable con los pobres, hospitalario con los amigos ( 1 Samuel 9:24) y liberal con el Se�or ( 1 Cr�nicas 26:28: "todo lo que Samuel el vidente tuvo dedicado"). Reconoce la presencia y los reclamos de Dios en su hogar, lo santifica mediante la oraci�n ( Job 1:5), se esfuerza por convertirlo en un centro de donde emanan influencias santas para todos y hace todas las cosas para la gloria de Dios ( 1 Corintios 10:31). "La base indispensable que brinda el hogar y su santidad eterna, ninguna religi�n y legislaci�n superiores deben tratar de destruir, o incluso de perturbar; y, en una encuesta exhaustiva, no podemos dejar de reconocer que no hay otra naci�n antigua en la que, durante En los d�as del poder externo, la vida dom�stica permaneci� durante un largo per�odo tan vigorosa; y, en segundo lugar, durante el declive gradual del poder externo, se debilit� y corrompi� tan poco como en el caso de Israel "(Ewald," Antig�edades ").

V. SU LARGA CONTINUACI�N EN LA OFICINA. "Y Samuel juzg� a Israel todos los d�as de su vida" ( 1 Samuel 7:15). "Palabras simples, �pero qu� volumen de probada fidelidad se desenvuelve por ellas!" �l sigui� su curso hasta que estuvo "viejo y canoso" ( 1 Samuel 12:2), casi veinte a�os despu�s de la victoria de Ebenezer. El nombramiento de un rey lo liber� de una parte de la carga; pero a�n continu� ejerciendo su oficio prof�tico y "como �ltimo juez, ten�a en sus manos el control m�s alto de la teocracia y el reino". Dedic� sus �ltimos a�os a la formaci�n de disc�pulos j�venes para el servicio futuro; y cuando finalmente muri�, "todos los israelitas se reunieron, lo lamentaron y lo enterraron en su casa en Ram�" ( 1 Samuel 25:1). Su trabajo prolongado era una evidencia de su esp�ritu p�blico, energ�a indomable y servicio eficiente, y el principal medio de elevar a la naci�n a su poder y gloria posteriores.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre 1 Samuel 7". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/1-samuel-7.html. 1897.