Bible Commentaries
2 Crónicas 2

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

Versículos 1-18

EXPOSICI�N

2 Cr�nicas 2:1

En el texto hebreo, este vers�culo es el �ltimo de 2 Cr�nicas 1:1. Determinado. La palabra hebrea es la palabra com�n para "dicho"; como, por ejemplo; en la expresi�n de tan frecuente ocurrencia, "dijo el Se�or". Su equivalente natural aqu� podr�a ser, dio la palabra, o emiti� la orden, para la construcci�n de una casa. Por el nombre del Se�or; mejor, al Nombre del Se�or ( 1 Reyes 5:3; o en texto hebreo, 1 Reyes 5:18; 1 Cr�nicas 22:7). La expresi�n, "el Nombre del Se�or", es de fecha muy temprana ( G�nesis 4:26). Un nombre nombrado al principio por una persona que supuestamente marc� su naturaleza, ya sea su conjunto promocional o alg�n atributo llamativo de �l. De ah� el nombre cambiado, a veces de interposici�n divina ( G�nesis 17:5, G�nesis 17:15; G�nesis 32:28; G�nesis 35:10); y mucho m�s notablemente las alteraciones del Nombre Divino, para servir y marcar el desarrollo progresivo de la revelaci�n de Dios al hombre ( G�nesis 17:1; �xodo 3:14; �xodo 6:3; �xodo 34:14). De modo que el Nombre del Se�or permanece siempre, el monograma m�s sagrado, por s� mismo. Una casa para su reino; es decir, una residencia real para el propio Salom�n. Esto se expresa claramente como "en su propia casa" (2Cr 7:11; 2 Cr�nicas 8:1; 1 Reyes 9:10, 1 Reyes 9:15). La descripci�n de esta casa para s� mismo se da en 1 Reyes 7:1. Pero no existe una cuenta paralela en Cr�nicas.

2 Cr�nicas 2:2

La presencia de este vers�culo aqu�, y la composici�n del mismo, probablemente marque cierta corrupci�n del texto o error de los copistas, ya que las dos primeras palabras del mismo son las primeras dos palabras apropiadas de 2 Cr�nicas 2:17, y el el resto muestra los contenidos adecuados de 2 Cr�nicas 2:18, que no solo est�n en otros aspectos aparentemente en el lugar correcto all�, sino tambi�n por analog�a del paralelo ( 1 Reyes 5:15, 1 Reyes 5:16). Por lo tanto, el contenido de este vers�culo se considerar� con 2 Cr�nicas 2:17, 2 Cr�nicas 2:18.

2 Cr�nicas 2:3

Huram De modo que el nombre se deletrea, ya sea rey de Tyria o trabajador de Tyrian, en Cr�nicas, excepto, quiz�s, en 1 Cr�nicas 14:1. En otras partes, el nombre se escribe ??????, o, a veces, ???????, en lugar de ??????. Geseuio llama la atenci�n sobre la interpretaci�n griega del nombre de Josephus, ???????, con quien est� de acuerdo Menander, un historiador de �feso, en un fragmento que respeta a Hiram (Josephus, 'Contra Apion,' 1 Cr�nicas 1:18); y Dius, un fragmento de cuya historia de fenicios contando sobre Salom�n e Hiram, Josefo tambi�n es el medio de preservar ('Contra Apion', 1.17). La Septuaginta escribe el nombre ?????; el alejandrino, ??????; La Vulgata, Hiram. El nombre del padre de Hiram era Abibaal. El propio Hiram comenz� a reinar, seg�n Menander, cuando ten�a diecinueve a�os, rein� treinta y cuatro a�os y muri� por lo tanto a la edad de cincuenta y tres. De Hiram y su reinado en Tiro se sabe muy poco m�s all� de lo que nos es tan familiar de la historia b�blica de David y Salom�n. La ciudad de Tiro es una de las m�s antiguas. Aunque no se menciona en Homero, los sidonios, que viv�an en una conexi�n tan estrecha con los tirios, se mencionan all�, mientras que Virgilio llama a Tiro la ciudad de Sidonia, Sid�n est� a veinte millas de distancia. El nombre moderno de Tiro es Sur. La ciudad estaba situada en la costa este del Mediterr�neo, en Fenicia, a unas setenta y cuatro millas geogr�ficas al norte de Joppa, mientras que la distancia por carretera desde Joppa a Jerusal�n era de treinta y dos millas. La primera menci�n b�blica de Tiro est� en Josu� 19:29. Despu�s de eso, las menciones m�s caracter�sticas son 2 Samuel 5:11, con todos sus paralelos; 2 Samuel 24:7; Isa�as 23:1, Isa�as 23:7; Ezequiel 26:2; Ezequiel 27:1; Zacar�as 9:2, Zacar�as 9:3. Tire fue famoso por su trabajo en cobre y lat�n, y de ninguna manera solo por su tala de cedro y madera. Los buenos t�rminos y la intimidad que subsisten entre Salom�n y el Rey de Tiro se expresan muy claramente en la historia de la Biblia, sin dejarnos depender de una historia dudosa o de cuentos como Josefo ('Ant.', 8.5. � 3; 'Contra Apion, �1.17). Para la madera, los metales, los trabajadores, que Hiram le dio a Salom�n, Solomon le dio a Hiram ma�z y aceite, le cedi� algunas ciudades y el uso de algunos puertos en el Mar Rojo (1 Rey 9: 11-14, 1 Reyes 9:25-11; 1 Reyes 10:21-11. Ver tambi�n 1 Reyes 16:31). Como trataste con David ... y le enviaste cedros. Para esto Zacar�as 9:7 y Zacar�as 9:8 son la apodosis manifiestamente, mientras que Zacar�as 9:4, Zacar�as 9:5, Zacar�as 9:6 debe estar entre corchetes.

2 Cr�nicas 2:4

En los nueve t�tulos contenidos en este vers�culo podemos considerar que se resumen las principales celebraciones y servicios religiosos de la naci�n. Para dedicarlo. La interpretaci�n m�s frecuente de la palabra hebrea aqu� utilizada es "santificar", o "santificar".

(1) Incienso dulce (ver �xodo 30:1, �xodo 30:6-2, �xodo 30:34-2; �xodo 37:25-2; Salmo 141:2; Apocalipsis 5:8; Apocalipsis 6:9; Apocalipsis 8:3). Este incienso dulce, compuesto de los cuatro ingredientes, stacte, onycha, g�lbano, incienso puro, deb�a quemarse ma�ana y tarde, a la hora de la ma�ana y de la tarde, sacrificios en el altar hechos de madera de shittim, recubiertos de oro, que estaban en El lugar sagrado frente al arca. con la mesa de pan de la proposici�n por un lado, y el candelabro dorado por el otro. Si bien el acto de expiaci�n fue establecido por la ofrenda de la v�ctima en el altar de bronce en el patio exterior, la oraci�n y la aspiraci�n ascendente, aceptable y aceptada de la congregaci�n se expresaron por la dulce quema de incienso.

(2) El pan de la proposici�n continua (???????? ???????). El significado elemental de la palabra aqu� traducida como "pan de la proposici�n" es "un rango en orden", si el "orden" podr�a ser, por ejemplo; la de un ej�rcito en batalla (1Sa 4:16; 1 Samuel 17:8, 1 Samuel 17:22: 48), o de las l�mparas del candelabro sagrado ( �xodo 39:37), o de pilotes de madera que se quemar�n en el altar ( Jueces 6:26), o de tortas de pan, como presumiblemente 'aqu� y en algunos pasajes paralelos (Le 2 Cr�nicas 24:6 ) Para la tabla que deb�a llevar estos pasteles, vea �xodo 25:23-2; �xodo 37:10-2; El �ltimo verso del pasaje anterior habla del pan de la proposici�n bajo el nombre ????? ??????. (Para la posici�n de la tabla, vea �xodo 26:35.) La palabra empleada en el texto se usa primero para expresar los montones de pasteles, llamados en nuestra versi�n autorizada shewbread en Le �xodo 24:6, �xodo 24:7; entonces 1 Cr�nicas 9:32; 1Ch 23:29; 1 Cr�nicas 28:16; como tambi�n de nuevo en 2 Cr�nicas 13:11; 2 Cr�nicas 29:18; y en Nehem�as 10:33. Donde en estos pasajes la palabra ????? no se expresa, se entiende que se puede obtener de los otros pasajes ( N�meros 4:7). El pan consist�a en doce pasteles grandes de masa sin levadura ( Lev�tico 24:5-3), dispuestos en dos montones, y con una copa dorada de incienso ( Lev�tico 24:7) en cada pila. Cuando cada s�ptimo d�a se sustitu�an los pasteles nuevos, los antiguos pertenec�an a los sacerdotes ( Lev�tico 24:8, Lev�tico 24:9; Lev�tico 8:31; Mateo 12:4; �xodo 29:33, �xodo 29:34). Los doce pasteles apuntaban a las doce tribus. Su tama�o puede juzgarse a partir de la afirmaci�n de que cada pastel conten�a dos d�cimas ofertas, es decir, dos d�cimas de un ephah, equivalentes a aproximadamente seis libras y un cuarto. El significado exacto de este pan no se afirma en las Escrituras. Parte de esto yac�a claramente en los doce pasteles, parte, tal vez, en que se convirtieron en la comida del sacerdote, encontrada por la gente ( Lev�tico 24:8), despu�s de haber sido presentada siete d�as antes que el Se�or. En el art�culo "Shewbread" en el 'Diccionario B�blico' del Dr. Smith, 3: 1271, se puede encontrar mucho de lo interesante pero finalmente no satisfactorio sobre la cuesti�n. Nuestra versi�n autorizada "pan de la proposici�n" proviene de Schaubrode de Lutero. Wickliffe, despu�s de los paneles de Vulgate propositionis, lo designa "los panes de la proposici�n". El Nuevo Testamento tiene, en Hebreos 9:2, ? ???????? ??? ?????; como tambi�n en los Evangelios ( Mateo 12:4; Lucas 6:4); mientras que la Septuaginta tiene ????? ??????? ( �xodo 25:30) y ????? ??? ????????? ( 1 Reyes 7:48). La pregunta realmente gira en torno a la importancia de la designaci�n de �xodo 25:30 (????? ???????).

(3) Las ofrendas quemadas ma�ana y tarde. En N�meros 28:3, seg�n su instituci�n original ( �xodo 29:38-2), se incluye una declaraci�n sucinta de estas ofertas, que constituyen la "oferta diaria", excepto en la menci�n adicional de " vino fuerte "o bebida fuerte, mencionado en la �ltima parte de N�meros 28:7, que probablemente se origin� como un incidente del viaje por el desierto. La ofrenda de la ma�ana y de la tarde eran parecidas, a saber. un cordero, una ofrenda de comida que consiste en una d�cima parte de un ephah de harina, mezclada con la cuarta parte de un contenedor de aceite batido, y una ofrenda de bebida que consiste en la cuarta parte de un contenedor de "vino" o de "bebida fuerte" ".

(4) La ofrenda quemada en el d�a de reposo. La cuenta de esto se da en N�meros 28:9, N�meros 28:10; y cualquier instituci�n anterior de la misma no se registra. Las ofrendas quemadas del d�a de reposo eran el doble de las ofrendas diarias ( Ezequiel 46:4).

(5) La ofrenda quemada en las nuevas lunas; vea N�meros 27:11-4, donde la frase, de sus meses, "es lo que es" el comienzo de sus meses "es lo que se emplea, es decir, el primer d�a de cada mes (Le ). No se encontr� ninguna menci�n previa de esta ofrenda quemada. Consisti� en dos bueyes, un carnero, siete corderos,

(a) con una ofrenda de carne que consiste en tres d�cimas de un ephah de harina mezclada con aceite por cada novillo; dos d�cimas de ephah de harina mezclada con aceite para el carnero; una d�cima parte de un ephah de harina mezclado de manera similar para cada cordero;

(b) con ofrenda de bebida, de medio hin de vino a cada becerro; la tercera parte de un hin al carnero; y la cuarta parte de un hin para cada cordero. Un ni�o de las cabras para una ofrenda por el pecado, que de hecho se ofreci� antes de la ofrenda quemada. Y todo esto deb�a ser adicional a la oferta continua del d�a, con su oferta de bebidas (ver tambi�n Isa�as 66:23; Ezequiel 46:3; Am�s 8:5).

(6) El holocausto en las solemnes fiestas del Se�or. Estos fueron los tres grandes festivales del a�o: la Pascua ( �xodo 12:3-2, �xodo 12:27, �xodo 12:43; Lev�tico 23:4-3; Deuteronomio 16:1); La Fiesta de las Semanas ( �xodo 23:16; �xodo 34:22; Lev�tico 23:15-3; N�meros 28:26; Deuteronomio 16:8-5) ; La Fiesta de los Tabern�culos ( �xodo 23:16; Lev�tico 23:33-3; N�meros 29:13-4; Deuteronomio 16:13-5).

2 Cr�nicas 2:5, 2 Cr�nicas 2:6

El contenido de estos vers�culos exige una observaci�n especial, en primer lugar, como si hubiera sido juzgado por el escritor de Cr�nicas materia deseable para ser retenido y puesto en su obra. Encontrar un lugar para este tema en medio de su cuidadosa selecci�n, y el rechazo en muchos casos, del asunto bajo su mando, es ciertamente una decisi�n en armon�a con su dise�o general en este trabajo. Entonces, nuevamente, se les puede comentar cuando se les habla a otro rey, quien, sea de esperar o no, era, es evidente, un oyente simpatizante de la piedad y la resoluci�n religiosa de Salom�n ( 2 Cr�nicas 2:12). Este es uno de los toques de la historia que no disminuye nuestro arrepentimiento de que no sepamos m�s de Hiram. No era un "pros�lito", pero ten�a la simpat�a de un converso a la religi�n de los jud�os. Quiz�s la explicaci�n m�s simple y natural puede ser la m�s verdadera, que Hiram durante mucho tiempo hab�a visto "el reino" en ascenso, y por igual en David y Salom�n a su vez, los "hombres que vienen". �l hab�a estado m�s tranquilo y deliberadamente impresionado que la Reina de Saba despu�s, pero no menos efectivo y operativamente impresionado. Y una vez m�s, el pasaje es notable por las declaraciones de Salom�n en s� mismos. Como testimonio entre par�ntesis de un hombre poderoso, que podr�a ser un poderoso ayudante de la empresa de Salom�n, su arrebato de explicaci�n, de ardiente prop�sito religioso y de humilde temor divino es natural. Pero que �l debe llamar al templo que se propuso construir "tan grandioso", ya que no podemos atribuirlo ni a una exageraci�n intencional ni a un hecho hist�rico sobrio, sino que se debe establecer honestamente en consideraciones como estas, a saber. que, de hecho, ni David ni Salom�n eran "hombres viajados", como Jos� y Mois�s, por ejemplo. Sus medidas de grandeza depend�an en gran medida del material existente y el mobiliario de su propio peque�o pa�s. Y adem�s, Salom�n habla del templo como grandioso muy probablemente desde el punto de vista de sus simples usos religiosos (nota final de 2 Cr�nicas 2:6) como el lugar de sacrificio en especial m�s que como un lugar, por ejemplo , de vastas congregaciones y vastas procesiones. Entonces, tambi�n, en comparaci�n con el tabern�culo, se ver�a "genial", ya sea por tama�o o por su material duradero. Mientras tanto, aunque Salom�n s� usa las palabras ( 2 Cr�nicas 2:5), "La casa .; es genial", pero arroja sobre las palabras la luz de la cl�usula restante del vers�culo y de las palabras de David en 1 Cr�nicas 29:1, no es muy seguro que lo principal presente en su mente no fuera el tama�o, sino el car�cter de la casa y el car�cter solemne de la empresa en s� ( 1 Reyes 8:27; 2 Cr�nicas 6:18). �Qui�n soy yo ... salvo solo para quemar sacrificios ante �l? La deriva del pensamiento de Salom�n es clara: que nada justificar�a al hombre mortal, si pretendiera construir realmente un palacio de residencia para �l que el cielo de los cielos no podr�a contener, pero que est� justificado a�n m�s en "no dormir a sus ojos, ni duerma hasta los p�rpados, hasta que haya encontrado un lugar "(Salmo 132:4, Salmo 132:5) donde el hombre podr�a, de manera aceptable, acercarse a �l . Si "la tierra se acerca al cielo", puede depender con confianza de que el cielo no tardar� en doblegar su gloria, majestad, gracia a la tierra.

2 Cr�nicas 2:7

Env�ame ... un hombre astuto para trabajar, etc. El par�ntesis ha terminado. En comparaci�n con 2 Cr�nicas 2:3, parece que Solomon hace de los servicios de Hiram a David su padre una s�plica muy por qu� sus propias solicitudes dirigidas ahora a Hiram deber�an ser concedidas. Si podemos guiarnos por la forma de las expresiones utilizadas en 1 Cr�nicas 14:1 y 2 Samuel 5:11, 2 Samuel 5:12, Hiram hab�a ayudado voluntariamente en primera instancia a David , y no hab�a esperado a que David lo aplicara. Esto nos mostrar�a m�s claramente la fuerza de la s�plica de Salom�n. Adem�s, si observamos el lenguaje de 1 Reyes 5:1, podemos estar dispuestos a pensar que llena un vac�o en nuestra conexi�n actual, e indica que, aunque Solomon parece haber tenido que tomar la iniciativa, un Se abri� una oportunidad f�cil, en la cort�s embajada lo envi� a las personas de los "sirvientes" de Hiram. Que el rey de este pueblo de Israel m�s privilegiado, separado y exclusivo (y �l el que condujo a esa gente al cenit de su fama) deber�a presentar una solicitud y se le debe permitir que se postule a extranjeros y, por as� decirlo, paganos La ayuda, en un asunto tan intr�nseco como el descubrimiento de la "astucia" y la "habilidad" de la cabeza y la mano para el chef d'oeuvre m�s sagrado y distintivo de dicha naci�n exclusiva, es una gran instancia de la naturaleza que rompe todos los obst�culos. incluso cuando el prop�sito m�s divino, y una gran muestra de la incipiente comunidad de naciones, del libre comercio bajo los auspicios m�s improbables, y de la hermandad de la humanidad, nunca se ilustra de manera m�s amplia que en una escala internacional. La competencia de los fenicios y la gente de Sid�n y aquellos sobre quienes Hiram rein� de inmediato en el trabajo de los metales, y adem�s en una amplia gama de otros temas, est� bien sostenida por las alusiones de muy diversas autoridades. El hombre que fue enviado se describe en 1 Reyes 5:13, 1 Reyes 5:14, infra, como tambi�n 1 Reyes 7:13, 1 Reyes 7:14. P�rpura, ... carmes�, ... azul. No es absolutamente necesario suponer que el mismo Hiram, tan h�bil en el trabajo del oro, la plata, el lat�n y el hierro, fue la autoridad enviada para estos asuntos de varios tintes de colores para las telas que luego se necesitar�an para cortinas y otros prop�sitos similares en el templo. Hasta ahora, de hecho, a medida que avanza la construcci�n literal de las palabras, esto parece ser lo que se quiere decir, y sin duda puede haber sido el caso, aunque poco probable. El morado (??????????). Una forma Chaldee de esta palabra (????????????) aparece tres veces en Daniel 5:7, Daniel 5:16, Daniel 5:29, y aparece en cada uno de esos casos en nuestro Autorizado Versi�n como "escarlata". Ninguna de estas palabras es la palabra utilizada en los numerosos pasajes de �xodo, N�meros, Jueces, Ester, Proverbios, C�nticos, Jerem�as y Ezequiel, ni, de hecho, en el vers�culo 13, infra e 2 Cr�nicas 3:14. En todos estos lugares, que suman casi cuarenta, la palabra es ?????????. El p�rpura probablemente se obtuvo de algunos mariscos en la costa del Mediterr�neo. El carmes� (????????). Gesenius dice que este era un color obtenido de insectos multitudinarios que pose�an un tipo de flexi�n (Coccus ilicis), y que la palabra es del idioma persa. El kerm persa, Sanscrit krimi, karmir armenio, carmesina alemana y nuestro propio "carmes�", mantienen el mismo marco de letras o sonido en un grado notable. Esta palabra se encuentra solo aqu�, 2 Cr�nicas 3:13, infra, y 2 Cr�nicas 3:14. El carmes� de Isa�as 1:18 y Jeremias 4:30, y el escarlata de unos cuarenta lugares en el Pentateuco y otros libros, son la interpretaci�n de la palabra ??????. El azul (????????). Esta es la misma palabra que se usa en otros cincuenta pasajes en �xodo, N�meros y en libros posteriores. Este color se obtuvo de un marisco (Helix ianthina) encontrado en el Mediterr�neo, cuya concha era azul. Puede habilidad para sepultar. La palabra "sepultar" es la conjugaci�n de la piel del verbo hebreo muy familiar ??????, "abrir". De las veintinueve veces que el verbo aparece en alguna parte de la conjugaci�n de la piel, se traduce "grave" nueve veces, "suelta" once veces, "postergado" dos veces, "sin anclar" una vez, "abierto" cuatro veces, "aparece" una vez y "ve libre" una vez. Quiz�s la "apertura" del suelo con el arado ( Isa�as 28:24) conduce m�s f�cilmente a la idea del "grabado". Hombres astutos que ... David ... proporcion�, como leemos en 1 Cr�nicas 22:15; 1 Cr�nicas 28:21.

2 Cr�nicas 2:8

�rboles de Algum, fuera del L�bano. Estos �rboles se llaman algum en los tres pasajes de Cr�nicas en los que se menciona el �rbol, a saber. aqu� y 2 Cr�nicas 9:10, 2 Cr�nicas 9:11, pero en los tres pasajes de Kings, almug, viz. 1 Reyes 10:11, 1 Reyes 10:12 bis. Como leemos en 1 Rey 10:11; 2 Cr�nicas 9:10, 2 Cr�nicas 9:11, que eran exportaciones de Ophir, aqu� nos arresta la expresi�n "fuera del L�bano". Si fueran accesibles en el L�bano, no es aparente suponer que ser�an ordenados desde una distancia como Ophir. Por �ltimo, hay una gran diferencia de opini�n en cuanto a qu� era el �rbol en s� mismo. En el 'Diccionario B�blico' de Smith, vol. 3. ap�ndice, p. 6; El tema se discute m�s a fondo de lo que puede ser aqu�, y con algunos de sus tecnicismos cient�ficos. Celsius ha mencionado quince bosques por los cuales se ha reclamado el honor. Los disputadores m�s modernos han sugerido cinco, de los cuales el s�ndalo rojo se considera, quiz�s, el m�s probable. Una autoridad tan grande como dice el Dr. Hooker que es una pregunta bastante indeterminada. Pero en la medida en que es tan indeterminado, parecer�a posible que, si fuera una madera preciosa del tipo m�s peque�o (como, por ejemplo, �bano con nosotros), y, por as� decirlo, de crecimiento t�mido en el L�bano, podr�a ser que lo hizo. crecen en el L�bano, pero que un suministro muy insuficiente all� se complementa habitualmente con las importaciones recibidas de Ophir. O, de nuevo, puede ser que las palabras, "fuera del L�bano", simplemente est�n fuera de lugar ( 1 Reyes 5:8) y sigan las palabras "abetos". La representaci�n de "pilares" en 1 Reyes 10:12 para "rieles" o "accesorios" es desafortunada, ya que los otros usos citados de la madera para "arpas" y "salterios" se considerar�an peque�os y muy peque�os. madera dura Por �ltimo, Canon Rawlinson sugiere que, dado que la madera almidonada de Ophir lleg� a trav�s de Fenicia e Hiram, es probable que Salom�n haya ignorado que "L�bano" no era su h�bitat adecuado. Tus sirvientes pueden destreza para cortar madera. Este mismo testimonio se expresa a�n m�s fuertemente en 1 Reyes 5:6, "No hay ninguno entre nosotros que pueda destreza para tallar madera como el Sidoniaus". Pasajes como 2 Reyes 19:23; Isa�as 14:8; Isa�as 37:24, ve a mostrar que el verbo empleado en nuestro texto se traduce correctamente como "hew", en referencia a la tala en lugar de a cualquier posterior vendaje y aserrado de la madera. Por lo tanto, es m�s bien un punto de inter�s aprender en qu� consist�a la gran habilidad que arroj� a los israelitas a la sombra, mientras distingu�a a los sirvientes de Hiram. Es, por supuesto, bastante posible que la "tala", o la "tala", se pueda deducir de todos los cortes, vendajes, etc. posteriores. Tal vez la habilidad prevista haya incluido la mejor selecci�n de �rboles, as� como el la colocaci�n m�s prolija y r�pida de ellos, y si m�s all� de esto incluye el aserrado, el aderezo y la conformaci�n de la madera, el espacio para la superioridad de la habilidad ser�a amplio. Mis servidores (entonces Isa�as 37:2, Isa�as 37:18; 1 Reyes 5:15).

2 Cr�nicas 2:10

Trigo batido. En 1 Reyes 5:11 el lenguaje es "trigo para alimento" (????????), mientras que la Septuaginta da ??? ??????. En nuestro pasaje actual, la Septuaginta da ??? ???????, sugiriendo de inmediato que nuestro hebreo ??????? es un error para ????????. La antigua palabra hebrea es la que se emplea constantemente para "plagas", "trazos", etc. y no est� en otra parte que en este lugar "golpeado". Dar� a tus siervos. Este pasaje es dif�cil de conciliar con lo que se dice en 1 Reyes 5:11; pero mientras tanto no es seguro que deba ser reconciliado con �l. Es posible que los dos pasajes sean distintos. El contenido del presente verso, en todo caso, no necesita ser acreditado con ninguna ambig�edad, a menos que, de hecho, desear�amos que sea m�s claro, si la expresi�n, "dar� a tus siervos", puede no entenderse tan correctamente , "para tus siervos", es decir, para ti como la contrataci�n de ellos. Si esto es as�, nos permitir�a dar de inmediato todo el trigo y doscientos de los 20,000 ba�os de aceite, para el consumo, no de los trabajadores literales, sino de la familia real. Luego de esto, el verso, aunque no es id�ntico a 1 Reyes 5:11, se armoniza con �l. Volviendo a la declaraci�n en 1 Reyes 5:1; lo que aprendemos es que Salom�n, en su solicitud a Hiram, ofrece el pago por la contrataci�n de sus sirvientes como �l designe ( 1 Reyes 5:6). La respuesta de Hiram es que se contentar� con recibir como pago "alimentos para su hogar" ( 1 Reyes 5:9), el monto y el pago anual se especifican en 1 Reyes 5:11 . Este es todo el caso, las discrepancias en las cuales son claras, pero no equivalen a contradicciones. La apariencia que se usa en la cara de las cosas es que el escritor en Cr�nicas da lo que lleg� a ser el arreglo final en cuanto a remuneraci�n, aunque confesamente se coloca tanto como la cuenta en Kings en el borrador de la solicitud original de Salom�n a Hiram. Medidas. Eran cunas, y la cuna era la misma que el jonr�n. Sin embargo, a partir del c�lculo de algunas dudas, realizado bajo las sugerencias de 1 Reyes 4:22, se ha dicho que el consumo de la familia real de Salom�n estaba por encima de las 32,000 medidas. El cor, o jonr�n, fue la mayor de las cinco medidas secas de capacidad, siendo igual a 180 cabinas, 100 omers, 30 seahe, 10 ephahs, aunque el valor exacto de cualquiera de estos en las medidas modernas solo ha sido inciertamente y muy aproximadamente llegamos a. Piscina. El ba�o fue la mayor de las tres medidas l�quidas de capacidad, siendo igual a 6 contenedores y 72 troncos.

2 Cr�nicas 2:11

Huram ... respondi� por escrito. Es imposible discutir con cualquier plausibilidad superficial, excepto que Salom�n no hab�a usado la escritura. En el paralelo de Kings se usa una expresi�n id�ntica para las comunicaciones de ambos: "Solomon enviado a Hiram" ( 2 Cr�nicas 2:2), y "Hiram enviado a Solomon" ( 2 Cr�nicas 2:8) . Las producciones de las formas de esta correspondencia por Josephus ('Ant. Jud.,' 8.2) y Eupolemus ('Ap. Praep. Evang.,' 9.33) son, por supuesto, simplemente m�ticas. Porque el Se�or ha amado a su pueblo. Esta hermosa expresi�n tiene paralelos, no solo en pasajes como 2 Cr�nicas 9:8; 1 Reyes 10:9; pero en como Deuteronomio 7:13; Deuteronomio 10:15; Salmo 47:4; Salmo 115:12; Jeremias 31:3; Oseas 11:1, Oseas 11:4. Todos estos fueron precursores de una afirmaci�n m�s completa y una demostraci�n m�s amable del amor de Dios que se repite tan a menudo y en tan tiernas conexiones en las Ep�stolas del Nuevo Testamento. Este vers�culo y los siguientes tambi�n son testimonio de las influencias indirectas en las naciones vecinas del conocimiento del �nico Dios Creador y Dios Gobernante, que fue domiciliado por una revelaci�n especial y un or�culo ( Romanos 3:2) con Israel . Donde las naciones cercanas eran enemigos ac�rrimos, a menudo tem�an al Dios de Israel, mientras que ahora eran amigos pod�an convocar a sus labios el m�s alto de los estallidos de alabanza, por no decir de adoraci�n. La notable simpat�a de Hiram con Israel puede deberse a su predilecci�n personal por David ( 1 Reyes 5:1). Y esto nuevamente es un testimonio convincente del valor y la utilidad del car�cter individual que aqu� influy� en el destino de dos naciones enteras.

2 Cr�nicas 2:13

De Huram de mi padre. Las palabras de 2 Cr�nicas 4:11, 2 Cr�nicas 4:16 invertir�an esto con sospecha, si nada de lo ocurrido anteriormente sucedi�, como p. Ej. el pasaje paralelo ( 1 Reyes 7:13, 1 Reyes 7:14, 1 Reyes 7:40). No puede haber ninguna duda de estos pasajes de que el nombre Huram de este vers�culo es el nombre del trabajador enviado (el prefijo lamed es solo el signo objetivo), no el supuesto nombre del padre del rey Hiram, que, como ya se vio, era Abibaal . Pero la siguiente palabra traducida "mi padre" (?????) se explica con menos facilidad; 2 Cr�nicas 4:16 ("su padre") es bastante suficiente para hacer negativo el renderizado "padre" por completo. En nuestro texto totalmente inapropiado, puede ser llamado all� completamente imposible. Se ha propuesto traducirlo como un nombre propio Abi, o como un afijo de honor, Ab, igual a "maestro". Sin embargo, Gesenius (en 'Lexicon', sub roe. ?? (6), que ve) proporciona un significado, "consejero principal", que (tomando como un consejero principal, o como era experto, �rbitro principal, o incluso solo el capataz en los asuntos que puedan estar en cuesti�n) se adaptar�a bien a todos los pasajes y eliminar�a todas las dificultades.

2 Cr�nicas 2:14

Hijo de una mujer ... de Dan. Tanto este como el paralelo ( 1 Reyes 7:14) est�n de acuerdo con el padre de este trabajador muy inteligente, que �l era "un hombre de Tiro". Pero el paralelo le da a la madre como mujer "de la tribu de Neftal�", y la llama "viuda". Esto debe significar, ya sea que era viuda ahora, o que era viuda cuando "el hombre de Tiro" se cas� con ella. Si este �ltimo es el significado correcto, se ha sugerido que, aunque la madre era realmente una mujer de las hijas de Dan, el esposo que, al morir, la dej� viuda, era de la tribu de Neftal�, y eso de esto se le atribuy� pertenecer a esa tribu. No parece del todo imposible que se pretenda afirmar, de una manera delicada, que este hombre notablemente capaz era el hijo natural de la viuda en cuesti�n, "el hombre de Tiro" (no llamado su esposo) es el padre. Sobre los matrimonios mixtos de danitas y fenicios, ver 'Coincidencias' de Blunt, pt. 2. 4. H�bil ... para descubrir cada dispositivo. (Para la frase id�ntica, vea �xodo 31:4.) El verso presente, que excede en definitiva el verso 7, supra, indudablemente pretende atribuir una gama muy amplia de habilidades pr�cticas, y no simplemente generales. Habilidad administrativa y de direcci�n, a Hiram. Tenga en cuenta, sin embargo, la importancia expresada en las �ltimas cl�usulas de ambos vers�culos.

2 Cr�nicas 2:15

No se puede suponer que el contenido de este vers�culo implica que el Rey Hiram est� ansioso por que se recuerde el pago, sino que equivale a decir r�pidamente que todas las cosas est�n listas para comenzar, y que, por lo tanto, el comisariado tambi�n debe estar listo.

2 Cr�nicas 2:16

Joppa, esta fue una de las ciudades m�s antiguas, y Plinio ('Hist. Nat.,' 2 Cr�nicas 5:13) hace referencia a ella como "Joppa Phoenicum, antiquior terrarum inundatione, ut ferunt". Se dice que su nombre (?????, "belleza") fue justificado por los hermosos bosques de su vecindario. Se menciona Josu� 19:46 como Japho, donde tambi�n aprendemos las circunstancias bajo las cuales la tribu Dan la pose�a. Es notable que no se vuelva a mencionar hasta nuestro verso actual, ni siquiera en el paralelo ( 1 Reyes 5:9). Pero aparece de nuevo en Esdras 3:7; Jon�s 1:3, y en varios lugares en los Hechos de los Ap�stoles. Su nombre moderno es Joffa, y ahora no tiene fama de ser un buen puerto. Estaba distante de Jerusal�n unas treinta y cuatro millas. El transporte de la apuesta temporal en este viaje por carretera no se describe en detalle en ninguna parte, ni se menciona el lugar exacto de la costa al oeste del L�bano donde se hicieron las flotas, y desde all� se despach�.

2 Cr�nicas 2:17

Extra�os Por estos se entiende los de los antiguos habitantes y poseedores de la tierra, que no hab�an sido extirpados o expulsados. Las regulaciones especiales que las respetan se registran en Jueces 1:21-7, Jueces 1:33-7. Pero estos hab�an caducado en gran medida hasta que, como parece, David los revivi� con bastante timidez, y ahora David es seguido por Salom�n ( 2 Cr�nicas 8:7, 2 Cr�nicas 8:8; 1 Reyes 9:20, 1 Reyes 9:21). La aplicaci�n mucho m�s moderada de la mano de obra sobre los propios israelitas es evidente por 1 Reyes 5:13-11. Despu�s de la numeraci�n con que David su padre los hab�a numerado. De esta transacci�n por parte de David no poseemos ninguna declaraci�n absolutamente distinta. Pero su lugar es suficientemente evidente, como se indica en 1 Cr�nicas 22:2.

2 Cr�nicas 2:18

Tres mil seiscientos. Agregando a estos 250 de 2 Cr�nicas 8:10, infra, se alcanza exactamente el total de 3850 de 1 Reyes 5:16. Sin embargo, ese total se alcanza mediante una clasificaci�n algo diferente, la divisi�n se divide en 3300 "extra�os" y 500 "jefe de oficiales" ( 1 Reyes 9:23). La explicaci�n probablemente sea la de los 3600 supervisores "extra�os", la peque�a proporci�n de 300 eran de grado mucho m�s alto en el cargo que el resto, y fueron calificados por el escritor en Kings con los supervisores (250) de Salom�n, que probablemente eran israelitas. .

HOMIL�TICA

2 Cr�nicas 2:1

Este cap�tulo, desde un punto de vista homil�tico, llama la atenci�n sobre

Esos m�todos (o algunos de ellos) de empresa religiosa que van a asegurar el �xito y a emitir una utilidad real.

Porque podemos notar aqu�:

I. EL REGISTRO REPETIDO, POR PARTE DE SOLOMON, DE SU RESOLUCI�N O DETERMINACI�N. "Solomon determinado". La empresa "de construir una casa para el Nombre del Se�or" se hab�a establecido ante �l. Sab�a que hab�a estado en la mente de su padre. Lo hab�a escuchado en los tonos serios de la oraci�n de un padre. Hab�a escuchado los tonos urgentes, amorosos y orgullosos de la acusaci�n de un padre a un hijo. Hab�a, sin duda, dicho "S�" con labio y coraz�n. Pero ahora, despu�s de la coronaci�n, la visi�n, la oraci�n y la promesa graciosa, se hace cargo de la empresa, levanta la responsabilidad y toma la resoluci�n por su cuenta.

II A�ADIR A LA RESOLUCI�N EL COMIENZO DEL TRABAJO REAL. A menudo ha habido resoluciones, y fuertes, determinaciones por igual deliberadas y entusiastas, que, sin embargo, han seguido el mismo camino por el cual, para un proverbio, �las buenas buenas intenciones son tan frecuentes! La configuraci�n inmediata de Salom�n para trabajar es, con mucho, la protecci�n m�s simple y segura. �l hace los preparativos m�s cercanos a la mano, y eso estaba dentro de su propio mando. Busca la ayuda de otros a distancia, pronosticando sus propias necesidades para el trabajo y aprovechando los recuerdos de las acciones de su padre y las experiencias de su padre.

III. TAL COMIENZO DEL TRABAJO REAL COMO FUE UNA PRUEBA CONTRA LA FUENTE DE FALLA FERTIL QUE VIENE DE TROPEAR EN EL UMBRAL. Las decepciones tempranas contribuyen en gran medida al des�nimo. Y las decepciones tempranas se originan con mayor frecuencia en una o ambas causas: a saber, dejar que las cosas vayan a la deriva, ir por defecto o arriesgarse; o, por otro lado, en un desorden ocupado. Muchos trabajos prometedores de un hombre de buena intenci�n han sido destruidos de esta manera. Pero aqu� hab�a orden en lo que Salom�n hac�a en casa, y distinci�n y orden en lo que ped�a lejos de casa. Y todo lo dijo. Todos lo ayudaron a �l y a su trabajo a encontrar el favor de Dios y el hombre.

Por �ltimo, DOS GRANDES TRIBUTARIOS PARA EL �XITO EN LAS CALIDADES MORALES QUE EXPONE EL SALOM�N, como se muestra en:

1. El gran respeto que tiene por "la ordenanza para siempre hacia Israel", que se centr� en "la casa del Nombre del Se�or", para dedicarse a �l, con todos sus diversos servicios ( 2 Cr�nicas 2:4).

2. La humilde estimaci�n que �l acerta de s� mismo, en comparaci�n con el trabajo que ten�a que hacer, y aquel para quien deb�a hacerse ( 2 Cr�nicas 2:5, 2 Cr�nicas 2:6 )

HOMILIAS DE W. CLARKSON

2 Cr�nicas 2:1

Los tres elementos en el prop�sito humano.

"Y Salom�n decidi� construir una casa", etc. �Y de d�nde vino este prop�sito del coraz�n del rey? Desde lo m�s profundo de su propia alma; �O no hab�a otros elementos adem�s de los de su propia voluntad? Esta determinaci�n, que aqu� se describe como un simple acto de una sola mente, fue, como la mayor�a de nuestras resoluciones, m�s compleja de lo que parec�a.

I. LOS ELEMENTOS HUMANOS EXTERIORES: el elemento humano que est� fuera de nosotros mismos. En este caso, la influencia de David tuvo mucho, mucho que ver con eso. Fue �l quien inici� el trabajo ( 2 Samuel 7:2). Adem�s, inst� a Salom�n a proceder con �l despu�s de su propia muerte, e incluso lo almacenaron en una preparaci�n parcial para ello ( 1 Cr�nicas 22:11, 1 Cr�nicas 22:14). Salom�n, al "determinar" construir una casa, estaba realmente decidiendo continuar con una empresa que ya le hab�a prometido a su padre. �Qui�n dir� cu�nto influyen el pensamiento y el deseo de otras personas, las decisiones que tomamos y, en consecuencia, el curso que estamos siguiendo? Quiz�s es muy raro que "determinemos" entrar en un nuevo camino sin depender demasiado de la influencia de los dem�s; puede ser, como en el caso de Salom�n, a la acci�n de una generaci�n pasada, o puede ser a la de nuestros contempor�neos y compa�eros. Solo el que busca en las c�maras m�s secretas del alma puede decir cu�nto de nuestras mejores resoluciones se debe a la influencia de nuestros mejores amigos.

II EL DIVINO ELEMENTO. Dios ya hab�a dado su clara sanci�n y aliento al procedimiento ( 2 Samuel 7:13). Y esta decisi�n Divina, comunicada por el Profeta Nathan, debe haber tenido un peso muy poderoso en la determinaci�n de Salom�n. Parecer�a ser suficiente, por s� mismo, para decidir el asunto. No sabemos cu�nto tiene que ver Dios con nuestras decisiones, pero probablemente m�s de lo que normalmente imaginamos. A menudo y con seriedad le pedimos que afecte nuestra mente y voluntad mediante la iluminaci�n y la influencia de su propio Esp�ritu; Creemos que tiene acceso a nosotros y poder sobre nosotros, y puede tocarnos y acelerarnos a su voluntad. �Por qu� no deber�amos creer que �l est� frecuentemente, continuamente con nosotros, actuando sobre nosotros, control�ndonos y dirigi�ndonos, afectando poderosa y gentilmente nuestras determinaciones y nuestro car�cter?

III. EL ELEMENTO INDIVIDUAL Sin embargo, gran parte de la decisi�n de Salom�n se debi� a las fuentes, Divinas y humanas, fuera de s� mismo, hab�a espacio para su propia individualidad. Decidi� proceder con el trabajo. No fue por obligaci�n, sino con el pleno consentimiento de su propia mente, que comenz�, continu� y complet� la noble tarea. Se entreg� a �l, lanz� su fuerza en �l; tuvo tanto que ver con eso que se podr�a decir con verdad que "Salom�n le construy� una casa". Cuando se tienen en cuenta todas las dem�s influencias, sigue siendo cierto que nuestras acciones son nuestras; que, en �ltima instancia, determinamos en el curso qu� honra o deshonra nuestra vida, qu� hace o estropea nuestro car�cter, lo que asegura o arruina nuestras perspectivas.

En vista de estos tres elementos en el prop�sito humano, hay motivos para:

1. gratitud; porque debemos muchas de nuestras acciones m�s fruct�feras a la sugerencia y al consejo de nuestros amigos.

2. humildad; porque debemos m�s de lo que sabemos o pensamos a la inspiraci�n de Dios.

3. Un profundo sentido de responsabilidad; porque es en lo m�s profundo de nuestra propia naturaleza que estamos determinando la complexi�n de nuestra vida y el destino de nuestra alma.

2 Cr�nicas 2:2, 2 Cr�nicas 2:3, 2 Cr�nicas 2:7

Trabajo humano

En cuanto al trabajo en el que estamos comprometidos como hombres de acci�n y producci�n, tenemos aqu� cuatro sugerencias.

I. LA AMPLITUD DE MATERIAL CON EL QUE DIOS ME HA SUMINISTRADO. Hemos mencionado que se hizo ( 2 Cr�nicas 2:7) de diferentes metales: oro, plata, lat�n, hierro; y esta enumeraci�n est� lejos de ser exhaustiva. Tenemos referencia ( 2 Cr�nicas 2:8) a diferentes �rboles; y estos son solo un recordatorio de todos los tipos de madera que se tienen en los bosques de la tierra. Tenemos una declaraci�n de art�culos alimenticios ( 2 Cr�nicas 2:10), que representan varias industrias; y estos nuevamente solo sugieren un gran n�mero a nuestras �rdenes. El Autor Divino de nuestra naturaleza y el Constructor de nuestro hogar nos ha dado muchos gustos y antojos; �l tambi�n nos ha suministrado el material m�s amplio en el que se puede gastar nuestra habilidad y nuestro trabajo, para que todos nuestros deseos e incluso nuestros deseos puedan ser suministrados.

II LA NECESIDAD, DIVINAMENTE ORDENADA, PARA LA COOPERACI�N CORDIAL. Salom�n tuvo que negociar con Hiram; la mano de obra calificada de Israel tuvo que complementarse con la mano de obra m�s calificada de Tiro ( 2 Cr�nicas 2:3, 2 Cr�nicas 2:8). Los sirvientes de un soberano ten�an que "estar con", para cooperar con los de otro, si se iba a construir la casa. Y no solo ten�a tierra para trabajar con tierra, sino ciudadano con ciudadano, seg�n la cultura individual; algunos tuvieron que "soportar cargas", otros para "cortar �rboles", otros para pasar por alto a estos dos trabajadores ( 2 Cr�nicas 2:2). Como un pa�s produce productos valiosos que a otro le faltan; y como un hombre tiene una facultad natural de la cual otro carece; A medida que el intercambio de productos y de industrias est� extendiendo la comodidad y la adquisici�n, estamos aprendiendo que Dios ha hecho esta tierra y nos ha constituido a nosotros, sus hijos, para que podamos trabajar juntos y hacernos mutuamente herederos de los resultados de nuestro pensamiento. y trabajo duro. El comercio no es m�s humano en su desarrollo que Divino en su origen.

III. LAS GRADACIONES EN EL TRABAJO. Pasar por alto implica m�s inteligencia entrenada que el trabajo manual en s� mismo ( 2 Cr�nicas 2:2). Y los hombres "astutos para trabajar" y los hombres que ten�an malas habilidades para tallar ( 2 Cr�nicas 2:8) eran trabajadores superiores a los que realizaban el trabajo de llevar. El trabajo tiene sus gradaciones; asciende de rango ya que implica inteligencia natural y sagacidad, entrenamiento largo y cuidadoso, fidelidad y confiabilidad.

IV. LA VENTAJA DE LA INTEGRIDAD PARA AQUELLOS QUE VEN�AN DESPU�S DE NOSOTROS: "Hiram siempre fue amante de David". Descubri� que pod�a confiar en el Rey de Israel, que con �l la piedad significaba veracidad y equidad. As�, la integridad de David hizo el camino de Salom�n suave y f�cil; quiz�s contribuy� tanto al trabajo como los diversos materiales que hab�a guardado tan cuidadosamente para su hijo. Es imposible calcular cu�nta minuciosidad y rectitud en nuestro trabajo tienen que ver con nuestro propio �xito real, y cu�nto hacen por aquellos que nos persiguen. De esta manera, una generaci�n realmente sirve a otra.

V. LA RECLAMACI�N JUSTA DEL TRABAJO A UNA RECOMPENSA COMPLETA. ( 2 Cr�nicas 2:10.) "El trabajador es digno de su contrataci�n" (ver Santiago 5:4).

VI. NUESTRO DEBER HACER NUESTRO MEJOR. "La casa ser�, maravillosamente grande" ( 2 Cr�nicas 2:9). Salom�n pretend�a hacerlo digno, no solo de s� mismo y de su reino, sino incluso, en la medida de lo posible, del Se�or para quien fue erigido. Debe estar construido con los mejores materiales y con la mayor habilidad que pueda tener.

1. Lo que hacemos en el servicio directo de Dios tiene un claro reclamo en nuestras facultades m�s altas, en nuestros mayores recursos. Lo que hacemos por Cristo debe hacerse a la altura de nuestra capacidad y oportunidad. En su adoraci�n y servicio debemos estar en nuestro mejor momento.

2. Toda obra, tal como se le rinde a Dios, debe hacerse fiel y sinceramente. En todo el trabajo de nuestras manos debemos poner nuestra mente y nuestra fuerza, porque todo se hace en presencia del Maestro, y debe hacerse con miras a su aprobaci�n. � C.

2 Cr�nicas 2:4

La aceptaci�n de lo imperfecto.

La carta que Solomon le escribi� a Hiram era una que conten�a m�s que una propuesta de negocios; fue algo m�s all� de la apertura de una negociaci�n; inclu�a alguna verdad valiosa que no solo puede haber beneficiado al entonces Rey de Tyro, sino que puede ser de gran valor para nosotros en esta fecha y esta distancia. Por lo �ntimo�

I. LA VENTAJA INESTIMABLE DE LA RELIGI�N REVELADA SOBRE LA FE CONTEMPOR�NEA. "Grande es nuestro Dios sobre todos los dioses" ( 2 Cr�nicas 2:5). Genial de hecho; porque �l era el Dios viviente, y solo eran imaginarios; �l era el Dios santo, y ellos eran (por suposici�n) imp�os; �l era justo y amable, y ellos eran caprichosos y crueles; �l pod�a o�r y o�a y respond�a la oraci�n, y estaban impotentes e indefensos. �Qui�n podr�a estimar la ventaja invaluable para la naci�n de tener como objeto de su adoraci�n al Se�or Dios de Israel? Hace una diferencia que es simplemente incalculable tener como Objeto de nuestra adoraci�n un Ser que sea digno de nuestra devoci�n. Entonces, �qu� es para nosotros estar adorando al Divino Padre revelado a nosotros en y por Jesucristo?

1. Es buscar el favor de aquel Viviente que nos tiene a todos en su poderosa mano, y es capaz y est� dispuesto a conferirnos bendiciones inestimables, incluso para la vida eterna.

2. Es acercarse, y ser atra�do espiritualmente hacia el Santo; se atrae as� en esp�ritu, en simpat�a, en car�cter, en vida, hacia el Perfecto; es transformarse gradualmente, inconscientemente y efectivamente en su semejanza. A quienes veneramos, seguimos; a quienes amamos, nos parecemos; y as� como adoramos al Divino Padre y amamos al Divino Amigo, as� respiraremos su esp�ritu y tendremos su semejanza.

II LA IMPERFECCI�N DEL MATERIAL Y DEL HUMANO, EN VISTA DE LA DIVINA GRANDEZA.

1. El material. "�Qui�n puede construirle una casa, ver el cielo ... no puede contenerlo?" Los devotos ignorantes pueden suponer que el templo de una deidad pagana es su residencia; ciertamente contiene su imagen visible, el �dolo. Pero el templo que Salom�n estaba a punto de construir no pod�a en ning�n sentido convertirse en la residencia de Jehov�. Ning�n edificio podr�a contenerlo; "el cielo de los cielos" no podr�a hacer eso: �cu�nto menos una casa terrenal! No hay catedral, ni santuario cristiano, que pueda considerarse como la residencia o el hogar terrenal de Jesucristo. El cielo donde habita no puede contenerlo.

2. El humano. "�Qui�n soy yo para construir", etc.? Ser el principal agente en la construcci�n del �nico edificio con el que se asociar�a el Nombre de Jehov�, y el �nico edificio donde habr�a

(1) una manifestaci�n permanente de su presencia, y

(2) la oportunidad de acercarse a �l mediante el sacrificio, este fue un honor del que Salom�n, naturalmente y cada vez m�s, se consideraba indigno.

�Y qui�n entre los hombres m�s santos y m�s sabios, entre los servidores m�s fieles de Jesucristo, puede considerarse digno de ser

(1) el portavoz de sus hermanos al acercarse a Dios en oraci�n;

(2) el mensajero para dar a conocer el amor y la gracia de Dios tal como se manifiesta en Jesucristo su Hijo;

(3) �el trabajador incluso en el rinc�n m�s humilde de ese campo sagrado y bendecido, el campo del servicio cristiano? Estar comprometidos con el Padre de los esp�ritus, con el Redentor de la humanidad, deber�amos ser considerados por todos nosotros como un honor del que somos totalmente indignos.

III. LA ACEPTACI�N DEL SERVICIO IMPERFECTO.

1. Aunque el templo de Jerusal�n no pod�a contener a Dios, pod�a prestar varios servicios valiosos ( 2 Cr�nicas 2:4, 2 Cr�nicas 2:6). Era un lugar donde Dios se reun�a y se manifestaba a la gente; donde se acercaron conscientemente a �l y se dieron cuenta de que �l estaba muy cerca de ellos; donde se comunicaron con �l y se regocijaron ante �l; donde buscaron y encontraron perd�n de sus pecados; donde hicieron un agradecido reconocimiento de su deuda con �l por todas las bendiciones; y donde se dedicaron nuevamente a su servicio. Imperfecto como era, y completamente incapaz de constituir la residencia de la Deidad, sin embargo, respondi� a los fines m�s �tiles.

2. Y as� con nosotros, los siervos de Dios. La imperfecci�n marca nuestro car�cter y nuestro trabajo; no somos dignos de "construirle una casa" ni de hacer nada, por humilde que sea, en su nombre y causa. Sin embargo, Dios nos bendecir�, Cristo nos poseer� y honrar� como sus siervos, si solo somos leales y verdaderos. "Al imp�o Dios le dice: �Qu� tienes que hacer para declarar mis estatutos?" etc. (Salmo 50:16). Pero para los rectos de coraz�n (incluido el penitente, ver Salmo 51:12, Salmo 51:13), a todos aquellos que han regresado en esp�ritu a �l, y que sinceramente desean extender su reinado. sobre los corazones de los hombres, �l siempre dice: "Ve, trabaja en mi vi�a; ve, construye mi reino; ve, re�ne a mis hijos e hijas errantes, y ll�valos a mi coraz�n".

2 Cr�nicas 2:11

El cuidado de Dios por el pa�s.

"Porque el Se�or ha amado a su pueblo, te ha hecho rey sobre ellos". Llegamos a nuestro tema recordando:

I. LA ACTITUD DE DIOS HACIA ISRAEL RESPECTO DE LA MONARQU�A HASTA EL TIEMPO DE SALOMON. Tiene que ser considerado:

1. Que por una soberan�a humana visible, Dios responsabiliz� a las personas. No lo impuso; ni lo sugiri� �l; ni lo deseaba; por otro lado, por boca de su sirviente Samuel, lo disuadi� fuertemente (ver 1 Samuel 8:1).

2. Que, concedi�ndoles su petici�n, Dios les dio un rey seg�n su propio principio elegido. Exigieron un soberano que pudieran ver y o�r, uno que ser�a un rey "seg�n la carne"; y en este principio carnal y material, Dios seleccion� uno que ten�a ventajas corporales (ver 1 Samuel 10:23, 1 Samuel 10:24).

3. Que, cuando Sa�l fall�, Dios tuvo piedad de ellos, y les dio un hombre seg�n su propia elecci�n, un hombre que ten�a, de verdad, algunos defectos graves, �qui�n no, pero qui�n, por la fascinaci�n de su porte? , por el coraje y la capacidad de su liderazgo, por su inquebrantable lealtad a su Dios, uni� a la naci�n, venci� a sus numerosos enemigos, extendi� sus fronteras y la mantuvo al servicio de Jehov�. Y ahora Dios le hab�a dado al pueblo el hijo de David, Salom�n. Y nos fijamos en

II EL REGALO DE DIOS A ISRAEL EN PREFERIR EL SALOM�N AL TRONO. Fue una cita Divina, que hizo para:

1. La piedad nacional. Salom�n consider� como el gran acto de su reinado la "construcci�n de una casa para el Nombre del Se�or". Y la construcci�n del templo y la posterior disposici�n de sus servicios hicieron mucho por obligar al pueblo, no solo de Jerusal�n, sino de todo el reino, a la adoraci�n a Jehov�. Promovi� la piedad nacional al asegurar la adhesi�n de la gente al servicio del Dios verdadero y vivo. Y esta piedad significaba m�s que adoraci�n; significaba pureza tambi�n, una buena moral. Porque ning�n hombre podr�a ser un adorador aceptable de Jehov� que no renunciara a la iniquidad y buscara la justicia y la inocencia de la vida.

2. Paz nacional. Salom�n, fiel a su nombre, era un hombre de paz. La naci�n hab�a sabido lo suficiente de la guerra bajo David; requiri� paz, y esto lo dio Salom�n. En este asunto, casi todo depend�a del car�cter y el esp�ritu del monarca. Un rey guerrero crear�a hostilidades nacionales; Un rey amante de la paz garantiz� el descanso nacional de la lucha. Sabemos lo que significa la guerra; puede significar gloria, ampliaci�n, enriquecimiento; debe significar crueldad, pasi�n, dolor, muerte, desolaci�n en el coraz�n y en el hogar; debe significar un arresto impuesto a la industria y la empresa nacionales. Pero por la promoci�n de Salom�n, Dios estaba proporcionando:

3. Industria nacional. Durante su reinado se dio un gran est�mulo a las artes industriales y al comercio del pa�s. Israel abri� los ojos para ver lo que nunca antes hab�a visto, y se dio un paso inmenso en el camino de la civilizaci�n y la producci�n.

As� Dios se preocup� por el pa�s que �l hab�a hecho especialmente suyo. Por lo tanto, se preocupa por todos los pa�ses, cuando levanta hombres que buscan la piedad (y con eso la moralidad), la paz, la industria, la gente. As�, realmente estaremos trabajando con Dios cuando vivamos para promover estas grandes causas. Es en estas cosas que una naci�n encuentra su verdadera prosperidad; y �l es el ciudadano fiel de su laud nativo que arroja su influencia, en todos los sentidos, en estas escalas; es �l quien verdaderamente ama y sirve a su pa�s. � C.

2 Cr�nicas 2:13

Lecciones de los trabajadores.

Los detalles interesantes que tenemos de los trabajos de construcci�n del templo nos dan una variedad de sugerencias.

I. EL VALOR DE UN SABIO INTERMEDIO.

1. De sangre. El principal arquitecto e ingeniero provisto por el rey Hiram era un hombre de sangre mezclada; su padre era un hombre de Tyro, pero su madre era una jud�a (ver 1 Reyes 7:14), y parece haber sido un hombre de habilidad inusual. Se ha demostrado que la mezcla de razas es una ventaja muy distinta, y podemos estar muy agradecidos de que las discordias y las disputas de nuestra historia temprana hayan resultado en la mezcla de las virtudes de los sajones, celtas y romanos en el ingl�s de nuestro tiempo. .

2. De trabajo. "He enviado a un hombre astuto; para descubrir cada dispositivo ... con tus hombres astutos" ( 2 Cr�nicas 2:14). El intercambio y la cooperaci�n internacionales son de gran valor, y demostrar�n serlo cada vez m�s a medida que las naciones abran sus puertas y todos los pueblos se re�nan y se mezclen (ver homil�a en 2 Cr�nicas 2:2, 2 Cr�nicas 2:3, 2 Cr�nicas 2:7).

II UNA APELACI�N DE BENEFICIOS A NUESTRA INTELIGENCIA. ( 2 Cr�nicas 2:14.) En la variedad de material con el que Dios nos ha provisto, encontramos un ejemplo sorprendente de su bondad creativa. Es concebible que nos haya colocado en un planeta que ten�a poca variedad elemental y que, por lo tanto, no admit�a muchas combinaciones. Pero en esta tierra, pr�cticamente no hay l�mite para la variedad de producciones, mediante la presentaci�n de nuestra observaci�n, ingenio y habilidad. Aqu� tenemos mucho m�s, y mucho mejor, que una provisi�n para nuestras comodidades; Tenemos un atractivo efectivo para nuestra inteligencia, un desarrollo constante de nuestros poderes intelectuales, una elevaci�n de nuestra virilidad. Es una casa rica y noble, amueblada con todo lo que satisface las necesidades de nuestra naturaleza compleja, en la que nuestro Padre celestial nos ha colocado.

III. El poder que poseemos sobre los elementos de la naturaleza. ( 2 Cr�nicas 2:16.) En ese momento y en ese pa�s, los hombres hab�an aprendido a talar los �rboles altos, cortarlos y tallarlos en el tama�o y la forma que les gustara, llevarlos a trav�s de la tierra y Emplear el mar como carretera. "Te lo traeremos en flotas por mar". El mar, con su profundidad y amplitud, con sus olas hinchadas y sus temibles tormentas, bien podr�a haber sido considerado al principio como una barrera infranqueable entre tierra y tierra, como un l�mite decisivo para nuestro progreso. Pero lo hemos convertido en una autopista com�n por la cual viajar, por la cual transportar nuestros tesoros, y podemos mapear nuestra ruta y calcular nuestro tiempo con casi tanta regularidad como en la tierra firme y s�lida. De hecho, podemos gobernar los elementos de la naturaleza mucho m�s f�cil y constantemente de lo que podemos gobernar las fuerzas dentro de nuestro propio seno. Con demasiada frecuencia, esto desconcierta nuestra habilidad y vence nuestro prop�sito. Nuestra mayor dificultad y triunfo m�s verdadero es recurrir a una buena cuenta de los elementos de nuestra propia naturaleza humana.

IV. UNA ANTICIPACI�N INCONSCIENTE DE LA VIDA DEL EVANGELIO. ( 2 Cr�nicas 2:17, 2 Cr�nicas 2:18.) Salom�n emple� a "los extra�os" para hacer el triple trabajo, aqu� especificado, en la construcci�n del templo. Adem�s, recurri� al Rey de Tiro y a sus "astutos trabajadores". Para que tengamos tanto gentiles como jud�os comprometidos en este trabajo que podemos considerar como el trabajo del Se�or. Entre ese evento y el tiempo presente hubo un largo per�odo de exclusividad que se manifest� en las formas m�s desagradables en los d�as de nuestro Se�or. Pero esta cooperaci�n de los que est�n fuera y los que est�n dentro del p�lido sagrado es predictiva de la amplitud gloriosa de estos �ltimos tiempos, cuando, en Cristo Jes�s, no hay jud�o ni gentil, b�rbaro ni soythiano, doblegado ni libre. Hay un camino absolutamente abierto al reino de Dios, y una puerta igualmente abierta al amplio campo de la santa utilidad. C.

HOMILIAS DE T. WHITELAW

2 Cr�nicas 2:1

Un gran proyecto: la construcci�n de un templo.

I. EL PROYECTO CONCEBIDO. ( 2 Cr�nicas 2:1.) Un proyecto:

1. No nuevo, sino viejo. No fue tomado por Salom�n por primera vez, pero uno que su padre David hab�a meditado a�os antes, aunque no se le permiti� ejecutarlo, porque hab�a sido "un hombre de guerra y hab�a derramado sangre" ( 1 Cr�nicas 28:3).

2. No ideado por uno mismo, sino delegado, no asumido por vanidad o por motivos puramente pol�ticos, sino transmitido a �l en circunstancias de gran solemnidad por su padre real ( 1 Cr�nicas 28:1).

3. No pecaminoso, pero aprobado. No "procediendo de la vista del servicio del templo de los fenicios y filisteos y de su ostentoso culto" (Duncker), sino ordenado por Jehov�, quien indic� su deseo de que el hijo de David lo llevara a cabo hasta su finalizaci�n ( 2 Samuel 7:13)

4. No subordinado, sino principal. No despu�s de haber construido un palacio para s� mismo, una casa para su reino, "sino antes, dando a Dios y a la religi�n el lugar principal y principal en los pensamientos de su mente y en las actividades de su reinado". Busque primero el reino de Dios, "etc. ( Mateo 6:33).

II EL PROYECTO ANUNCIADO. ( 2 Cr�nicas 2:4.)

1. La persona informada. Huram, Hiram ( 1 Reyes 5:1), Hirom ( 1 Reyes 7:40) - probablemente el original (Schrader), ??????? (Josephus, Contra Apion, 1.17), Hirummu (asirio), Chirom ( Fenicio). El nombre, probablemente equivalente a Achirom, significa "Hermano o amigo de la alteza" (s.c. de Baal). Si este era el amigo de David ( 1 Cr�nicas 14:1), quien tuvo negociaciones con �l antes de la construcci�n de su palacio ( 2 Samuel 5:11) y, por lo tanto, antes del nacimiento de Salom�n ( 2 Samuel 11:2), se discute, principalmente porque debe haber reinado considerablemente durante cuarenta a�os, mientras que Menander (Josephus, 'Contra Apion', 1.18) asigna al amigo de Salom�n un reinado de treinta y cuatro a�os. Pero un reinado de cincuenta a�os tampoco era imposible entonces (Uz�as, 2 Cr�nicas 26:3; Manas�s, 2 Cr�nicas 33:1) o ahora (George III; Reina Victoria). La propuesta de considerar al amigo de Salom�n como el hijo de David (Thenius, Bertheau) se expone a la dificultad de que el padre del amigo de Salom�n era Abibaal (Josefo), una dificultad que puede eliminarse suponiendo que Abibaal fuera un apellido del primer Hiram , o que el primer Hiram fue el padre de Abibaal. Sin embargo, no hay base suficiente para cuestionar la identidad de los dos Hirams; y, en general, es tan probable que Menandro y Josefo se hayan equivocado en cuanto a la duraci�n del reinado de Hiram, como lo es que los escritores hebreos han confundido a padre e hijo.

2. La comunicaci�n realizada. "Construyo una casa", etc. Los antiguos reyes sol�an erigir templos a sus divinidades tutelares. Urukh de Caldea fund� templos: de la luna en Ur, del sol en Larsa, de Venus en Erech ('Registros', 3.9); mientras que los fabulosos santuarios de Memphis, Tebas (Karnack) y Edfou fueron construidos por faraones egipcios "para las casas de los dioses cuya existencia es por a�os interminables" (Brugsch, "Egipto bajo los faraones", 1.322). Estos pueden usarse para ilustrar la naturaleza del proyecto de Salom�n.

III. EL PROYECTO EXPLICADO. ( 2 Cr�nicas 2:5, 2 Cr�nicas 2:6.) El templo de Salom�n deb�a ser "grandioso", "excediendo magn�ficamente, de fama y gloria en todos los pa�ses" ( 1 Cr�nicas 22:5). Un edificio resplandeciente, dise�ado:

1. Para un prop�sito elevado. Por el honor de un gran Dios.

(1) Un Dios absolutamente supremo: "Grande es nuestro Dios sobre todos los dioses" ( Deuteronomio 4:39; 1 Reyes 8:23).

(2) Un Dios infinitamente exaltado: "El cielo de los cielos no puede contenerlo" ( 1 Reyes 8:27; Jeremias 23:24).

(3) Un Dios personalmente aceptado. Salom�n lo llam� "el Se�or mi Dios" ( �xodo 20:3). El te�smo te�rico no tiene valor; te�smo como el de David (Salmo 63:1) solo rentable.

(4) Un Dios profundamente venerado: "�Qui�n puede construirle una casa?" "�Qui�n soy yo para construirle una casa?" Dios debe ser temido por todos los que se le acercan ( Deuteronomio 28:58; Josu� 24:14; 2 Reyes 17:36; Salmo 33:8; Mateo 10:28; 2 Corintios 7:1; Hebreos 12:28). El hombre nunca conoce su propia peque�ez hasta que se examina a la luz de la grandeza de Dios.

(5) Un Dios verdaderamente nacional: "El Se�or nuestro Dios". Salom�n se uni� a su pueblo consigo mismo. Cristo ense�� a sus disc�pulos a orar, "Nuestro Padre" ( Mateo 6:9).

2. Para un uso noble. Para no contener esta Divinidad inmensamente grande y gloriosa ( 2 Cr�nicas 6:18), ya que Jehov� no habita en templos hechos con manos ( Isa�as 66:1; Hechos 7:47), pero habita la eternidad ( Isa�as 57:15), y llena el cielo y la tierra con su presencia (Jeremias 23:24); pero para ser un centro visible para su adoraci�n, para dedicarse a �l para quemar ante �l incienso dulce, etc. Hasta ahora, la gente se hab�a sacrificado en santuarios locales ( 1 Reyes 3:2), el propio Salom�n no fue la excepci�n ( 2 Cr�nicas 1:3; 1 Reyes 3:4); en adelante, el culto sacrificial de la naci�n se concentrar�a en la capital y circular�a por el templo. Las diferentes partes de esa adoraci�n aqu� mencionadas son las especificadas por Mois�s en relaci�n con el tabern�culo.

(1) La quema de incienso dulce ( �xodo 25:6), que Aar�n se le orden� hacer todas las ma�anas y noches en el lugar sagrado ( �xodo 30:7);

(2) la presentaci�n del pan de la proposici�n ( �xodo 25:30); y

(3) la ofrenda d�a a d�a continuamente de la ofrenda quemada ( �xodo 29:39). El primero simboliza las adoraciones presentadas a Jehov� por sus adoradores ( Apocalipsis 5:1); el segundo, el sustento espiritual que Jehov� provey� a sus siervos (Salmo 132:15); el tercero, la auto consagraci�n esperada por Jehov� de todos los pecados cubiertos por la sangre del sacrificio ( Romanos 12:1). La afirmaci�n de que en el primer templo la ofrenda nocturna era puramente cereal no tiene fundamento (Thenius, en 2 Reyes 16:15).

IV. EL PROYECTO PREPARADO PARA ( 2 Cr�nicas 2:2, 2 Cr�nicas 2:18.)

1. El equipamiento de los trabajadores. ( 2 Cr�nicas 2:2, 2 Cr�nicas 2:18.)

(1) Su n�mero: 70,000 portadores de carga o trabajadores, 80,000 talladores de madera o le�adores calificados, 3600 supervisores o superintendentes, en total 153,600, todo un ej�rcito de trabajadores. La discrepancia entre 1 Reyes 5:16 y esta cuenta se desvanece al observar que a los 3300 supervisores en Kings cae para agregar 550 oficiales principales (1 Rey 9: 1-28: 53), mientras que el 3600 de Cr�nicas requiere ser complementado por 250 oficiales principales ( 2 Cr�nicas 8:10), lo que hace que ambos totales sean 3850. Una pandilla de 100,000 hombres, cambiados cada tres meses, trabaj� durante diez a�os en la construcci�n de una calzada para transportar las piedras a Keops 'pir�mide; y se necesitaban siete millones m�s de hombres para construir la propia pir�mide.

(2) Sus �rdenes: trabajadores, le�adores, supervisores, jefes. Entonces la sociedad a mayor escala est� organizada. El principio de divisi�n del trabajo es de aplicaci�n infinita.

"As� que trabajen las abejas mel�feras; criaturas que, por una regla en la naturaleza, ense�an el acto de orden a un reino poblado".

('Rey Enrique V.,' Hechos 1. Sc. 2.)

(3) Su estaci�n: "extra�os en la tierra" ( 1 Reyes 5:17); es decir, descendientes de los cananeos inexterminados ( 2 Cr�nicas 8:7, 2 Cr�nicas 8:8; 1 Reyes 9:20-11). Estos ten�an a David tambi�n designado para cortar piedras ( 1 Cr�nicas 22:2).

2. La fijaci�n de materiales. Adem�s de las tiendas reunidas y entregadas por su padre recientemente fallecido: oro, plata, lat�n, hierro, madera, piedras preciosas ( 1 Cr�nicas 29:2) - Salom�n requiri� cedros, abetos y algas del L�bano. No se encuentra en ninguna parte de Palestina, excepto en el L�bano, el cedro era un �rbol de crecimiento r�pido, alto alcance, amplio y de larga vida, cuya hermosa madera blanca era muy apreciada para fines arquitect�nicos ( 2 Cr�nicas 3:5; 1 Reyes 6:15; Jeremias 22:14). El abeto, mencionado a menudo en relaci�n con el cedro ( Isa�as 14:8; Isa�as 37:24), era un �rbol de "elecci�n" y "bien", cuya madera se utilizaba para construir barcos ( Ezequiel 7:5) y haciendo instrumentos musicales ( 2 Samuel 6:5), y ahora deb�a emplearse para pisos, techos y puertas en el templo ( 1 Reyes 6:15, 1 Reyes 6:34). El algum, probablemente el s�ndalo rojo, tra�do junto con oro y piedras preciosas de Ofir ( 2 Cr�nicas 9:10, 2 Cr�nicas 9:11; 1 Reyes 10:11) por las flotas de Salom�n e Hiram , y aqu�, incorrectamente dicho que creci� en el L�bano, fue utilizado por Salom�n para hacer columnas para el templo y el palacio, as� como arpas y salterios para cantantes. En consecuencia, estos diferentes tipos de madera fueron enviados por Salom�n desde Hiram, el amigo de su padre y el suyo ( 1 Reyes 5:3).

3. La obtenci�n de un art�fice experto. Esto tambi�n lo solicit� cort�smente a Hiram, cuyos temas eran los "artistas" de la �poca (ver homil�a en 'Los dos Hirams'). Ambas solicitudes fueron acompa�adas con una promesa de generoso apoyo a los trabajadores y al artista ( 1 Reyes 5:10), y ambos fueron honrados sinceramente.

Aprender:

1. La mayor gloria de un rey (o persona privada) es buscar la gloria de Dios ( Juan 8:50).

2. Las grandes empresas, especialmente en la religi�n y la Iglesia, deben realizarse con deliberaci�n, y solo despu�s de la debida preparaci�n ( Lucas 14:28).

3. El servicio m�s malo en relaci�n con la casa de Dios es honorable (Salmo 84:10).

4. El valor de la amistad ( Proverbios 27:10).

5. Humilde pensamiento de s� mismo la mejor preparaci�n para el servicio aceptable de Dios ( 2 Corintios 3:5).

6. Los talentos de los incr�dulos pueden emplearse leg�timamente al servicio de la Iglesia, ya que los "dones" son de Dios, no menos que "gracias" ( Job 32:8).

7. La Iglesia debe retribuir honorablemente a quienes la ayudan en sus empresas, ya que "el trabajador es digno de su contrataci�n" ( Lucas 10:7; 1 Timoteo 5:18) .� W.

2 Cr�nicas 2:9

Una maravillosa gran casa.

I. SU CONSTRUCTOR. El templo de Salom�n fue construido por Salom�n, hijo de David; el templo de la Iglesia Cristiana de Jes�s, el Hijo de David, pero tambi�n el Se�or de David, el Unig�nito del Padre, cuyo nombre es "Maravilloso, Consejero, Dios Poderoso, Pr�ncipe de Paz" ( Isa�as 45:13; Hebreos 3:3).

II SUS MATERIALES El templo de Salom�n fue hecho de oro, plata, piedras preciosas, etc. el templo de la Iglesia cristiana de piedras vivas, o almas creyentes y regeneradas ( 1 Pedro 2:5).

III. SU SITIO El templo de Salom�n se encontraba en el Monte Moriah, donde Jehov� se le hab�a aparecido a Abraham y luego a David, con sus muros que bajaban y se elevaban desde la roca s�lida; el templo de la Iglesia cristiana descansa sobre la roca inamovible de la Persona de Cristo ( Mateo 16:18; Efesios 2:20), en quien la revelaci�n m�s clara y completa del Padre se ha hecho a los hombres ( Juan 1:18; Juan 14:9).

IV. SU CONSTRUCCION. El templo de Salom�n ten�a dos apartamentos: un lugar sagrado y un lugar sagrado, el primero para los sacerdotes adoradores, el segundo para el Dios adorado; la Iglesia de Jesucristo tiene solo una c�mara, el velo de separaci�n se elimina, de hecho se rasga en dos, por el sacrificio de la cruz ( Mateo 27:51; Hebreos 10:20).

V. SUS ADORNOS. El templo de Salom�n estaba radiante de oro y plata y decoraciones de obras talladas; la Iglesia de Jesucristo se vuelve bella por las gracias internas del Esp�ritu (Salmo 149:4; 1 Pedro 3:3).

VI. SUS PROPORCIONES El templo de Salom�n era, despu�s de todo, una peque�a estructura; El templo de la Iglesia Cristiana es una espaciosa casa de muchas mansiones ( Juan 14:1).

VII. SUS USOS El templo de Salom�n fue dise�ado como habitaci�n para la presencia simb�lica de Jehov�; La Iglesia de Jesucristo es una habitaci�n para Jehov� mismo a trav�s del Esp�ritu ( Efesios 2:22).

Aprender:

1. La gloria de la Iglesia cristiana.

2. La superioridad de la dispensaci�n del evangelio.

3. El privilegio m�s noble de los creyentes del Nuevo Testamento.

2 Cr�nicas 2:11

Los dos Hirams.

I. HIRAM EL REY.

1. Su reino. Fenicia Explicada como "la tierra de las palmeras", "la tierra del te�ido morado". "la tierra del marr�n rojizo", con referencia al color de la piel de sus habitantes, Fenicia en la �poca de Salom�n estaba limitada al oeste por el Mediterr�neo, al este por el L�bano, al sur por el reino de Israel, mientras que hacia el norte, el l�mite era incierto, aunque generalmente se fijaba en Arvad, por lo que en todo el territorio ten�a ciento veinte millas de largo y veinte millas de ancho. "Es una estimaci�n liberal para el �rea calcularlo en cuatro mil millas cuadradas, que es menos que el de al menos un condado ingl�s. Bien regado por las corrientes del L�bano, el pa�s era extremadamente f�rtil. Adem�s de los cedros en el Las alturas del L�bano, los �rboles frutales y las vides cubr�an sus laderas, mientras que los valles produc�an una abundancia de palmeras, pastos gordos, productos de jardiner�a y ma�z. En la costa se encontr� tierra siliciosa para hacer vidrio, que tambi�n proporcionaba las conchas moradas necesarias para te�ir El hierro y probablemente el cobre se obtuvieron en Sarepta y en otros lugares (Riehm, Handworterbuch, art. Phoenicien).

2. Su capital. Tiro: en hebreo sor, en asirio surru, en lat�n antiguo sarra. Se supone que la ciudad fue llamada as� por haberse construido, al menos la parte insular, sobre una roca. Probablemente m�s joven que Sid�n, todav�a era una ciudad "cuya antig�edad era de la antig�edad" (Jeremias 23:7). Fundado doscientos cuarenta a�os antes de la construcci�n del templo de Salom�n (Josefo, 'Ant.', 8.3. 1), fue muy celebrado por su esplendor natural y artificial ( Ezequiel 27:3). Plantado en un lugar agradable ( Oseas 9:13), luego se compar� con "un ba�o virgen en el mar, un barco Tartessus nadando en el oc�ano, una isla en la costa y una ciudad en el mar" ( 'Cyclopaedia' de Kitto, art. "Tire").

3. Sus s�bditos. Los hombres de Tyro. Reconocidos como le�adores y artistas, "h�biles para trabajar en oro, plata, lat�n, hierro, piedra y madera, p�rpura, azul, lino fino y carmes�", eran asimismo, comerciantes que comerciaban con todas las partes del mundo entonces conocido ( Ezequiel 27:1). En cuanto a las caracter�sticas f�sicas, en general "los fenicios probablemente, tanto en forma como en caracter�sticas, se parec�an mucho a los jud�os que eran sus vecinos cercanos y que ocasionalmente se casaban con ellos (1Re 11: 1; 1 Reyes 16:31 ; 2 Cr�nicas 2:14), mientras que en cuanto a las caracter�sticas morales, compart�an las de los semitas occidentales en general: "primero, la flexibilidad combinada con la firmeza de prop�sito de hierro; segundo, profundidad y fuerza; tercero, un anhelo de tranquilidad so�adora, junto con la capacidad para el trabajo m�s duro; cuarto, un amor al pensamiento abstracto; y quinto, la religiosidad, junto con una concepci�n intensamente espiritual de la Deidad ".

4. Su historia. Hijo de Abibaal, primer rey de Tyro, y contempor�neo y amigo de David y Salom�n (v�ase la homil�a anterior), era claramente un hombre de cultura. Pod�a escribir, y en ese logro muchos reyes posteriores, incluso en tiempos cristianos y en nuestra propia tierra, han sido deficientes. Withred, rey de Kent, a�o 700 d. C., concluy� as� una carta para garantizar las libertades de la Iglesia: "Todo lo anterior, dictado por m� mismo, lo he confirmado y, como no puedo escribir, lo he expresado con la m�a. signo de la santa cruz + '(Adam Clarke). Sin embargo, la escritura se hab�a introducido en Fenicia desde Egipto mucho antes de los d�as de Hiram. Si las copias de la correspondencia epistolar de Hiram y Salom�n se conservaban en "los registros p�blicos de Tiro" (Josefo, 'Ant.', 8.2. 8) puede ser dudoso, pero no existe fundamento para desafiar la precisi�n del relato b�blico que tanto Salom�n como Hiram podr�an escribir.

5. Su car�cter. Originalmente un adorador de Baal, y un restaurador del templo del dios del sol, parece haberse convertido en un seguidor iluminado y sincero de Jehov�, a quien reconoce no solo como la Divinidad nacional de Israel, sino tambi�n como el Creador del cielo. y tierra ( 2 Cr�nicas 2:12). Que fue cort�s y amable, atestigua su relaci�n tanto con David como con Salom�n. El hecho de que era un hombre de negocios astuto, que pod�a cuidar bien de su propio inter�s, no se deslumbra de ninguna manera en la indirecta dada a Salom�n para enviar "el trigo y la cebada, el aceite y el vino, que mi se�or hab�a hablado". de, "cuando ver�a la tala de la madera ( 2 Cr�nicas 2:15, 2 Cr�nicas 2:16).

II HIRAM EL ARTISTA.

1. Su paternidad. Hijo de un trabajador de lat�n tirio y de una viuda danita perteneciente a la tribu de Neftal�. ( 2 Cr�nicas 2:14; 1 Reyes 7:14), probablemente fue seleccionado por esta raz�n por el soberano envejecido como uno que probablemente sea aceptable para el monarca hebreo y su pueblo. La discrepancia en cuanto a la tribu de la que proced�a la madre de Hiram puede eliminarse suponiendo que ella era originalmente una doncella danita, cuyo primer esposo pertenec�a a la tribu de Neftal�, y cuyo segundo era un tirio.

2. Su profesi�n. Una especie de genio universal, que ten�a habilidad y comprensi�n para descubrir cada dispositivo que se le presentaba, como el artista Harmon, de quien Homero ('Iliad', 5.59, 60) dice que "sab�a c�mo formar con sus manos todo lo ingenioso". cosas." "Como Teodoro de Samos era arquitecto, un lanzador de obras en bronce, un grabador de sellos y un creador de obras minuciosas en los metales preciosos, como Michael Angelo Buonarotti fue a la vez pintor, escultor, arquitecto y trabajador en bronce ", de modo que Hiram de Tyro, como Bezaleel ( �xodo 31:4), era orfebre, platero, brasero, herrero, grabador de piedra, grabador de madera, tejedor de lino, todo en uno.

3. Su renombre. Debido a la eminencia profesional, el rey lo hab�a dignificado con el t�tulo de Abi, "mi padre", que significaba "maestro"; en el sentido de que �l era maestro de su trabajo y maestro de obras para el rey, ya que despu�s fue nombrado padre de Salom�n ( 2 Cr�nicas 4:16), porque fabric� para Salom�n los vasos para la casa del Se�or . Compare a Joseph llam�ndose a s� mismo "un padre", es decir, un maestro o gerente, "con Fara�n" ( G�nesis 45:8).

Aprender:

1. El cargo m�s alto de un rey: promover la prosperidad material, intelectual y religiosa de su pueblo.

2. El deber propio de la amistad: regocijarse en el bienestar, cooperar en las empresas y corresponder las cortes�as de los dem�s.

3. El servicio m�s noble del arte: consagrar su genio a la gloria de Dios y al avance de la verdadera religi�n. W.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre 2 Chronicles 2". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/2-chronicles-2.html. 1897.