Bible Commentaries
2 Crónicas 21

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

Versículos 1-20

EXPOSICI�N

El tema de este cap�tulo puede dividirse en cuatro partes. La muerte y el entierro de Josafat, y el n�mero, nombres y posici�n de sus hijos ( 2 Cr�nicas 21:1). La adhesi�n y el curso perverso de Joram, el hijo mayor ( 2 Cr�nicas 21:4). La advertencia escrita y la denuncia de Elijah, y la advertencia muy pr�ctica de los filisteos, etc. ( 2 Cr�nicas 21:12). La enfermedad, la muerte y el entierro de Joram ( 2 Cr�nicas 21:18-14).

2 Cr�nicas 21:1

El paralelo para este verso es 1 Reyes 22:50; y, con la excepci�n de una palabra, es un paralelo exacto. Para comprender las preguntas puestas en movimiento por la �ltima cl�usula del verso, se debe hacer una comparaci�n de 2 Reyes 1:17; 2 Rey 3: 1; 2 Reyes 8:16. Para todo lo que aparece aqu�, debemos dar por sentado que Jehoram ahora comenz� a ejercer cualquier autoridad real y disfrutar de cualquier dignidad real. Pero el primero de los pasajes reci�n citados dice que Joram (de Israel) sucedi� a su malvado hermano Ocoz�as en el segundo a�o de Joram (de Jud�), hijo de Josafat. Sin embargo, en el segundo de los pasajes citados anteriormente, se nos dice que el mismo Joram (de Israel) sucedi� al trono en el a�o dieciocho de Josafat, cuya fecha coincide con nuestro paralelo del �ltimo cap�tulo ( 1 Reyes 22:41), en el sentido de que Josafat mismo comenz� a reinar en el cuarto a�o de Acab, y Ocoz�as en el decimos�ptimo a�o de Jo-saphat. Mientras, por �ltimo, la tercera de las referencias citadas anteriormente dice que en el quinto a�o de Joram (de Israel), "Josafat es el Rey de Jud�" (que, sin embargo, es en s� mismo una representaci�n infiel de lo que debe ser un texto corrupto ), su hijo Joram "comenz� a reinar". Por lo tanto, se ha conjeturado que el nombre real le fue dado a Joram (de Jud�) por su padre en el decimosexto a�o de su padre, y que en su vig�simo tercer a�o le dio m�s poder real (nuestro 2 Reyes 8:3 da cierta plausibilidad a esta conjetura), a partir de la �ltima fecha que deben contarse los "ocho a�os" de Joram (2Re 8:17; 2 Cr�nicas 21:5, 2 Cr�nicas 21:20); Esto fue no menos de dos a�os antes de la muerte de Josafat. Si no fuera por el semblante que nuestro tercer verso (que describe los arreglos de corte y secado que el padre hizo para sus hijos) da a la solidez de las conjeturas anteriores, preferir�amos la conjetura de que los pasajes comentados son tan corruptos texto.

2 Cr�nicas 21:2

Aunque en nuestra versi�n aparecen dos Azar�as entre los seis hijos de Josafat aqu� dados, el texto hebreo muestra ????????? en un lugar y ??????????? en el otro. Nada se sabe de la historia previa de estos seis, ahora tan cruelmente asesinados por su hermano mayor. Se observar� que Josafat tiene el estilo de Rey de Israel, probablemente simplemente de forma gen�rica. De esta manera, el escritor de Cr�nicas correr�a, en cualquier caso, m�s f�cilmente que el escritor de Reyes.

2 Cr�nicas 21:3

La previsi�n del cuidado del padre fue muy diferente de lo que hab�a pensado, despertando ahora la codicia y la intenci�n asesina de Jehoram. Josafat, sin embargo, solo segu�a a la cabeza del reino separado de Jud�, Roboam ( 2 Cr�nicas 11:22, 2 Cr�nicas 11:23), donde se dice que "trat� sabiamente" ; " incluso el paralelo (en el caso de un hijo, Abijah, sen de Maachah, la esposa favorita, siendo nombrada rey) obteniendo all� en forma agravada, ya que �l no era el hijo mayor. Este caso, con los de Salom�n y Joacaz (por el favor no del padre sino del pueblo, 2 Reyes 23:30), form� las excepciones a la observancia habitual y al honor hecho al principio de primogenitura ( Deuteronomio 21:15-5).

2 Cr�nicas 21:4

Mat� a todos sus hermanos ... y tambi�n a los pr�ncipes de Israel. Puede ser, como lo sugiere el genio de la �ltima cl�usula de nuestro todav�a. 13, que el coraz�n malvado de Joram lo impuls� m�s bien porque sus propias obras eran malas y las de sus hermanos justas. Puede haber pensado que su testimonio pr�ctico contra �l, y el de los "pr�ncipes" que compartieron su destino, ser�a cada vez m�s inconveniente, y trabajar�a en ellos una deslealtad necesaria ( Jueces 9:1). En la muestra de �ter, los "pr�ncipes" ahora reducidos pueden haber mostrado parcialidad y afecto a los seis hermanos, uno u otro.

2 Cr�nicas 21:5

�l rein� ocho a�os. Estas fechas de reincorporaci�n comienzan con el vig�simo segundo o vig�simo tercer a�o del reinado de su padre Josafat, seg�n la nota en 2 Cr�nicas 21:1, arriba. El paralelo de 2 Reyes 8:17-12 puede consultarse para nuestro 2 Reyes 8:5; nuestro 2 Reyes 8:11, 2 Reyes 8:13 expone con mayor detalle el "mal" que Jehoram produjo que la narraci�n de los Reyes.

2 Cr�nicas 21:6

La hija de Acab a esposa. Es decir, Atal�a llam� ( 2 Cr�nicas 22:2; 2 Reyes 8:26) la hija, es decir, nieta, de Omri.

2 Cr�nicas 21:7

El pacto ... una luz ... sus hijos para siempre (entonces 2 Samuel 7:12, 2 Samuel 7:13, 2Sa 7:15, 2 Samuel 7:16; 2 Samuel 23:5; 1Ki 8:20, 1 Reyes 8:24, 1 Reyes 8:25; 1 Cr�nicas 22:10; Salmo 132:11, Salmo 132:12; Isa�as 55:3; Hechos 13:34).

2 Cr�nicas 21:8

En sus d�as los edomitas se rebelaron ... se convirtieron en un rey. La expresi�n "en sus d�as" apenas fracasa en la intenci�n de acentuar el triste cambio ahora en comparaci�n con el estado de las cosas representadas en nuestro 2 Cr�nicas 17:5.

2 Cr�nicas 21:9

Con sus pr�ncipes. El paralelo, 2 Reyes 8:21, dice "a Zair". De cualquier lugar de este tipo no se sabe nada, y se ha propuesto reemplazar la palabra all� por "S� mismo", lo que podr�a admitir una cierta similitud de los caracteres hebreos. Posiblemente por alg�n percance, no tan f�cilmente explicable por la ocurrencia err�nea de caracteres simplemente, nuestras palabras, "con sus pr�ncipes", deber�an reemplazar a "a Zair". Cabe se�alar que las dos primeras cl�usulas del verso en el paralelo se convierten en algo intrascendente (que no es la facilidad con la lectura de nuestro texto), ya que dice: "El rey y los carros salieron a un lugar y se levantaron de noche, "etc. La dislocaci�n es, tal vez, no grave, pero nuestro texto lo evita al leer:" El rey, los pr�ncipes y los carros salieron, y se levantaron de noche y golpearon ", etc.

2 Cr�nicas 21:10

Libnah ... porque lo hab�a abandonado. El paralelo establece la revuelta de Libna tambi�n, pero no hace el comentario final de nuestro verso.

2 Cr�nicas 21:11 - Caus� ... cometer fornicaci�n. Quiz�s el significado es exclusivamente aqu� la infidelidad de la idolatr�a, pero de todos modos incluye esto.

2 Cr�nicas 21:12

Una escritura. El hebreo es ????????, sustantivo, del verbo ?????. Este sustantivo no aparece con mucha frecuencia, pero se encuentra en los siguientes pasajes, a saber: �xodo 32:16; �xodo 39:30; Deu 10: 4; 2 Cr�nicas 35:4; 2 Cr�nicas 36:22; Esdras 1:1; Isa�as 38:8. Una nota en el interesante art�culo de Grove, "Elijah", dice que la palabra es casi id�ntica a la palabra �rabe de hoy en d�a, mientras que la palabra hebrea ordinaria para una "letra" es a menudo "libro". Ah� vino. El hecho de que este sea el lenguaje preciso utilizado ayuda a la persuasi�n de que fue el conocido profeta El�as de Israel, quien, no residente en Jud�, y tal vez muy cerca del final de su vida, y a la vista de su traducci�n, fue ense�ado y dirigido divinamente a enviar este mensaje de reprensi�n y terror para Joram. El�as el profeta. Algunos sostienen que ciertamente no fue el conocido profeta del reino del norte quien es el h�roe deseado. "El tiempo, el lugar y las circunstancias", dice el profesor Dr. James G. Murphy, de Belfast, lo diferencia "del Tishbite". Y �l lo considera con confianza (con Cajetan) otro Elijah ( Esdras 10:21), o Eliah ( 1 Cr�nicas 8:27; Esdras 10:26; por la forma que se representa as�), o Eliyahu, en cuya forma aparece el nombre hebreo (????????. o ??????????, siendo las formas del nombre encontrado), sobre la base de que el Tishbite fue traducido en el tiempo del padre de Jehoram, Josafat ( 2 Reyes 3:11) ; que su esfera estaba en el reino del norte, y �l mismo m�s de uno que realiz� obras poderosas y habl� de otra manera que como profeta; y que la designaci�n "el profeta" de ninguna manera lo denota exclusivamente. A�ade que una "escritura" de un profeta no es nada extra�o, que puede ser f�cilmente admitido pero mal instanciado por 1 Cr�nicas 28:19; mejor por Jeremias 36:1, Jeremias 36:2, Jeremias 36:6. Por otro lado, Grove (en el art�culo citado anteriormente) y otros no encuentran dificultades invencibles para aceptar a este Elijah como el famoso profeta. Su menci�n aqu� es, por supuesto, extremadamente interesante. como la �nica menci�n de �l en Cr�nicas, un hecho que sorprende notablemente con la abstinencia y la plenitud del compilador de Cr�nicas. Josefo declara que la carta fue enviada durante la vida de Elijah ('Ant.', 9.5. � 2), conjeturas de lo contrario. Si bien la traducci�n de Elijah parece haber tenido lugar antes de la muerte de Josafat, por lo que leemos de Eliseo ( 2 Reyes 3:11), bien podemos darnos cuenta de que Eliseo hab�a comenzado su ministerio antes de la traducci�n de su maestro. No solo los pasajes de �ter que confirman, sino en especial el pasaje ( 2 Reyes 1:17) que habla de que Joram estaba, antes de la muerte de su padre, en el trono de Jud� en el momento de la entrevista de Elijah con Ocoz�as (un pasaje eso ocurre inmediatamente antes del relato de los �ltimos actos de Eiijah), podr�a habernos llevado a suponer que la carta de Elijah fue antes de la muerte de Josafat, durante el reinado conjunto, pero por la menci�n del asesinato de sus hijos. Bertheau, en nuestro texto en su 'Chronik', se�ala la semejanza que muestra la "escritura" con el tema de los discursos de Elijah, mientras que en ciertos aspectos de estilo, y el tipo de introducci�n muy aislada que tiene aqu�, es muy importante difiere de la narrativa en la que ahora se establece. Aunque el c�lculo puede parecer bastante bueno, las circunstancias descritas apuntan con precisi�n a la "escritura" de Elijah llegando a Joram antes de la traducci�n cronol�gicamente equivocada de Elijah como se da en 2 Reyes 2:1. Esta pregunta puede presentarse como uno de los puntos discutibles interesantes de ninguna manera comparado con una dificultad insuperable, sino que desaf�a el estudio cuidadoso y la comparaci�n paciente de pasajes cronol�gicos e hist�ricos.

2 Cr�nicas 21:13

Vea la nota en el verso anterior sobre el asesinato de Joram de sus hermanos, y la prueba concluyente de esta declaraci�n permite que la carta de Elijah haya sido posterior a la muerte de Josafat. El mejor adelgazante probablemente se�ala el hecho de que no hab�an ca�do en pr�cticas id�latras.

2 Cr�nicas 21:14

Una gran plaga; En hebreo, ????????, de las veintis�is apariciones de esta palabra, se traduce (versi�n autorizada) veintitr�s veces por la palabra "peste", dos veces por la palabra "masacre" ( 2 Samuel 17:9; 2 Samuel 18:7), y una vez "carrera" ( Ezequiel 24:16). No es la palabra (?????) la que sesenta veces (principalmente en Lev�tico) describe la plaga f�sica, pero ambas palabras se aplican a las plagas, p. de Fara�n, y al sufrimiento que vino de cualquier golpe severo de la gente. Como no se visit� ninguna afecci�n f�sica en forma de enfermedad, hasta donde sabemos, la gente, las esposas y los hijos del rey, y como sus bienes se consideran para la gran plaga, la opini�n general es probablemente la correcta, que Las invasiones mencionadas ( 2 Cr�nicas 21:16, 2 Cr�nicas 21:17) cumplieron el castigo ahora anunciado.

2 Cr�nicas 21:15

Por lo tanto, en contra de Joram, Judas, Iscariote y Herodes, se decret� que sus intestinos deb�an dar testimonio.

2 Cr�nicas 21:16

Adem�s, este vers�culo es simplemente la conjunci�n "y". no es la m de 2 Cr�nicas 21:11, por ejemplo. Nuestra versi�n autorizada "adem�s" oscurece el significado del verso. Mejor el simple "y", como en la versi�n revisada. El Se�or se agit�. Se puede hacer referencia nuevamente a 2 Cr�nicas 17:10. Las cosas ganadas ahora se est�n perdiendo. Los �rabes ... cerca de los et�opes. Los et�opes, es decir, los cusitas, quince a�os antes de la fecha de los tratados originales de los cuales los escritores de Reyes y Cr�nicas, respectivamente, tomaron prestados sus materiales, o algunos de ellos, se registran geneal�gicamente y geogr�ficamente en G�nesis 10:6-1. Ten�an su ubicaci�n muy temprano en el sur de Arabia, como tambi�n en el sur de Egipto, hablando en general, con el Mar Rojo en el este, el desierto de Libia en el oeste y Abisinia en el sur, mientras que Syene marc� un sitio visiblemente en la l�nea de los l�mites del norte entre ellos y Egipto ( Ezequiel 29:9; Isa�as 18:1, Isa�as 18:2; Isa�as 45:14; Sofon�as 3:10). Est�n casi invariablemente conectados con �frica, de donde es ahora que se hace hincapi� en aquellos de ellos a quienes los �rabes, en el otro lado del Mar Rojo, eran contiguos.

2 Cr�nicas 21:17

Frenar en ella; Hebreo, kal futuro de ?????? (compare las otras cuatro ocurrencias significativas y expresivas de esta forma exacta, Jueces 15:19; 2 Samuel 23:16; 1 Cr�nicas 11:18; Isa�as 48:21). La idea elemental de la ra�z es dividir; y ocurre en una conjugaci�n u otra cincuenta y una veces, no habiendo m�s ocurrencia t�pica que la de G�nesis 7:11. Llevado lejos. El hebreo usa la palabra "llevado cautivo" (????????????); posiblemente el orden de G�nesis 7:14 se descuida inadvertidamente, lo que coloca a los seres vivos antes que toda la sustancia, o bienes (??????????????). Sus hijos tambi�n. De 2 Cr�nicas 24:7 notamos que los hijos no fueron castigados solo por los pecados de su padre, sino por los suyos. Joacaz Esta persona se llama Ocoz�as en 2 Cr�nicas 22:1 (las s�labas del nombre se invierte) y Azar�as en 2 Cr�nicas 22:6, que no puede explicarse, pero debe suponerse un error. El Joaqu�n de 2 Cr�nicas 36:9 se escribe Jeconiah, o Jechoniah, en 1 Cr�nicas 3:16, 1 Cr�nicas 3:17; Coniah en Jeremias 22:24, etc .; y Jechoniah en 2 Cr�nicas 24:1, etc. Las dos partes de la palabra combinadas en cualquier orden tienen el mismo significado. A causa de la menci�n expresa del campamento en 2 Cr�nicas 22:1, algunos piensan que la matanza y el saqueo fueron todos los que podr�an haberse producido en los barrios reales de all�; otros que debemos inferir la toma por asalto de la propia Jerusal�n y lo que estaba all�.

2 Cr�nicas 21:18

Una enfermedad incurable; es decir, fue tan grave que en este caso fue incurable.

2 Cr�nicas 21:19

Despu�s del final de dos a�os. Ese espacio de "dos a�os" comenz� al final de casi dos a�os despu�s de la muerte de su padre. Dos a�os de advertencia y espacio para el arrepentimiento posterior, Joram no hab�a dado resultado, e incluso la aflicci�n y el sufrimiento no le trajeron ninguna enmienda. Sin grabaci�n (vea nuestra nota en 2 Cr�nicas 16:14).

2 Cr�nicas 21:20

Parti� sin ser deseado; literalmente, sin deseo. El comentario final, tan silenciosamente escrito, se vuelve m�s pat�ticamente triste. El "deseo" del que se habla es el desiderium de Horacio, de casi nueve siglos despu�s ('Odas', 1. 24). Pero ahora no hab�a "desiderium ... tam cari capitis", por falta de espacio para esta �ltima descripci�n. Lo enterraron en la ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes.

HOMIL�TICA

2 Cr�nicas 21:1

Un reinado de verg�enza no mitigada.

Para la carrera de Josafat de excelencia casi ejemplar, la de Jehoram, su hijo, constituye un contraste m�s humillante. Obviamente, no es la caracter�stica menos dolorosa de este �ltimo que inevitablemente forza en nuestra memoria la culpa de los padres, que, si no fuera la causa y el fundamento mismo del car�cter y el curso de conducta abandonados de un hijo mayor, no podr�a dejar de Le he dado la oportunidad y no pod�a dejar de incurrir en la responsabilidad ante todo el mundo de haber prestado la ocasi�n. Este cap�tulo nos ense�a significativamente:

I. LA RARITA VANIDAD DEL ENTREGA HUMANA PARA PROPORCIONAR POR CUALQUIER CONTRATACI�N CONTRA LAS CONSECUENCIAS DE SUS PROPIOS FALLOS Y PECADOS. Ninguna disposici�n en su testamento, ninguna disposici�n de los obsequios de su propiedad por parte de Josafat, fue suficiente para evitarlos en este caso ( 2 Cr�nicas 21:3, 2 Cr�nicas 21:4).

II LA ADICION INMENSA DE DOLOR Y CASTIGO POR EL PECADO QUE EST�N INVOLUCRADOS AQU� EN TAN POBRE MEDIDA DE PREVISI�N QUE PERTENECE A LA NATURALEZA HUMANA. Esto es una indicaci�n de la gran misericordia que se encuentra en la medida limitada de los poderes de la naturaleza humana. Ser perseguido y empujado por las fuerzas de la memoria desde atr�s, y al mismo tiempo aterrorizado por las apariciones de anticipaci�n demasiado justas y las im�genes de lo que nos espera al frente, incluso en esta vida, cu�n terriblemente podr�an a veces �A�adir a la miseria de la vida! �Cu�n a menudo podr�an inducir remordimiento, y la desesperaci�n que viene del remordimiento!

III. LA HUMILIACI�N Y CASTIGO REAL ESPECIAL QUE CONSISTEN EN LA VICTORIA, POSIBLEMENTE VICTORIA EN LA VICTORIA, SIN CONQUISTA. ( 2 Cr�nicas 21:8, 2Ch 21:10, 2 Cr�nicas 21:16, 2 Cr�nicas 21:17.) Es el S�sifo de reyes, gobernantes y naciones, y Joram era el S�sifo. de este tiempo e historia. Pero tambi�n implica miseria y un flagelo para la naci�n maldecida con tales gobernantes.

IV. LA ACUMULACI�N DE LA RETRIBUCI�N QUE CUBRI� Y ACUMUL� EL FIN DE JEHORAM. Prevenido por el gran profeta Elijah, quiz�s el �ltimo, ciertamente entre los �ltimos, de los actos de su ministerio, el horror de una enfermedad corporal; una plaga para su pueblo, sus hijos, sus esposas y sus bienes; la matanza de todos sus hijos menos uno, el necesario para llevar a la l�nea de Jud�; una muerte no honrada y la p�rdida de un lugar en los ancestrales sepulcros de los reyes, que eran "la porci�n de su copa" y el llenado de su amargura, la retribuci�n de una carrera inicua e imp�a, aparentemente sin alivio por un �Una sola virtud o una sola buena acci�n! Era imposible, de hecho, que su padre pudiera aprender del aviso y la experiencia del hijo; pero "todas estas cosas fueron escritas para nuestra advertencia" para todas las generaciones sucesivas, y cuentan sus lecciones m�s graves y ofrecen sus advertencias m�s temibles para muchos otros padres.

HOMILIAS DE W. CLARKSON

2 Cr�nicas 21:1

Una vida gastada en deshacer.

Durante el cuarto de siglo, Josafat gast� todo su poder individual y dedic� todo el peso de su cargo real al trabajo de establecer piedad, justicia y (en consecuencia) prosperidad real en todo su reino. Y bien, lo logr�. Cuando muri�, dej� a Jud� mucho m�s puro, m�s fuerte y m�s rico de lo que lo encontr�. Luego vino su hijo primog�nito en sucesi�n. �Y qu� vino con �l? �Qu� m�s que una perdici�n perniciosa y lamentable de todo lo que �l mismo hab�a hecho, todo, al menos, que su hijo ten�a el poder de anular?

I. EL CURSO DE UNA VIDA MALVADA.

1. El reinado de Joram comenz� con crueldad ego�sta. Para asegurar su propia posici�n, asesin� a sus seis hermanos; para evitar un mal contingente a s� mismo, hizo el �ltimo y peor mal a los hijos de su propia madre ( 2 Cr�nicas 21:4).

2. Pas� a la apostas�a personal. ( 2 Cr�nicas 21:6.) Se apart� del Dios de sus padres, de la adoraci�n del Dios a quien pod�a y, de hecho, debe haber sabido que su trono era debido, para servir a Baal; y al hacerlo, abandon� el camino de la sabidur�a y la pureza por caminos de error e iniquidad.

3. Condujo al abuso del poder real. Porque no solo hizo que Jerusal�n participara de su pecado, sino que oblig� a Jud� a hacer lo mismo ( 2 Cr�nicas 21:11). Emple� su autoridad real (y probablemente su ej�rcito permanente) para obligar a su pueblo a apartarse del camino de la santidad, de la integridad espiritual y moral.

4. Se emiti� en desastre nacional. En la p�rdida del favor divino; en la consiguiente derrota de sus tropas y la p�rdida de una dependencia; en la revuelta de una ciudad importante ( 2 Cr�nicas 21:8).

5. Cerr� en una muerte temprana y miserable.

II SU CARACTER�STICA M�S EXTRA�A. Lleg� lejos para deshacer todo lo que hab�a hecho una vida larga y devota, todo lo que un reinado �til y brillante. Derrib� una gran parte de lo que hab�a sido tan cuidadosamente, tan laboriosamente, tan sabiamente construido. �Cu�n f�cilmente, y en tan poco tiempo, puede un hombre malo deshacer lo que su predecesor, con esfuerzo infinito, ha logrado! El golpe y la celebraci�n de una lucifer match puede llevar la estructura m�s majestuosa a una ruina. La desviaci�n del camino de la rectitud por parte de una vida prominente, el alejamiento de Dios de un esp�ritu humano fuerte, puede tener el efecto de anular el trabajo de m�s de una vida. �Cu�n cierto es el proverbio, "Un pecador destruye mucho bien"! Entre nosotros se encuentran los nombres de hombres que han alcanzado esa notoriedad pobre y lamentable de no haber intentado hacer ning�n bien, sino de haber arrastrado consigo mismos a su familia, su Iglesia, su comunidad, a una profunda oscuridad de verg�enza y ruina. .

III. LA EXPLICACI�N DE TI. Dos factores estaban relacionados con esto y lo explican.

1. La falta de sabidur�a de su padre. Josafat cometi� uno de sus graves errores, y cometi� m�s de uno, cuando cas� a su hijo con la hija de Acab ( 2 Cr�nicas 18:1; 2 Cr�nicas 18:6). No podr�a haber dado un paso m�s peligroso; Fue lo �ltimo que un siervo fiel de Jehov� deber�a haber hecho. �Qu� era probable que sucediera cuando la hija de Jezabel presid�a la corte de Jerusal�n? As�, el padre de Jehoram, con una fatiga de la que no podemos dejar de preguntarnos, introdujo una influencia devastadora en el hogar y, por lo tanto, en el coraz�n de su hijo.

2. Su propia mala elecci�n. Estas dos cosas � fuerzas no saludables que act�an sobre nosotros desde afuera y nuestras propias resoluciones falsas � determinan nuestro car�cter, nuestro curso, nuestro destino. Seamos agradecidos por todas las influencias santas; seamos m�s sol�citos para traer a todos y solo a los buenos para aquellos que nos importan. Que aquellos que son j�venes les presenten la honorable ambici�n de confirmar el buen trabajo de sus padres; tenga cuidado de que un comienzo malo y ego�sta conduzca a un final miserable y vergonzoso.

2 Cr�nicas 21:19 (�ltima parte), 20

El problema es peor que el dolor.

"Su pueblo no hizo arder por �l"; �l "parti� sin ser deseado". Es aconsejable para todos nosotros no solo disfrutar de la apreciaci�n actual de nuestros amigos, que puede ser una expresi�n de su deseo de estar bien con nosotros, sino tambi�n considerar lo que ser�:

I. EL DESPU�S DE LA ESTIMACI�N QUE SER� DE NOSOTROS. Jehoram probablemente se consol� mientras viv�a con la aprobaci�n de muchos de sus cortesanos. Siempre se encuentran hombres lo suficientemente malos como para felicitar al hombre en el poder, sin embargo, pueden despreciarlo. Pero probablemente no previ� que su cuerpo dif�cilmente estar�a fr�o antes de recibir marcas de deshonra general, y que no transcurrir�a ni una semana antes de que se indicara a toda la tierra que se lo consideraba indigno de dormir con sus padres. Seguramente es la marca de una mente muy estrecha y terrenal que no les importe lo que los hombres piensen de nosotros cuando nos vayamos, porque no nos har� ninguna diferencia en ese momento. Eso no es del todo seguro; pero si lo fuera, seguramente nos corresponde, como inteligencias espirituales rectas, preocuparnos mucho por nuestra reputaci�n cuando dejamos estas escenas. �No deseamos disfrutar "el recuerdo de los justos"? No ser� una cuesti�n de momento para nosotros que, cuando ya no estemos aqu�, aquellos que nos recuerdan pensar�n y hablar�n amablemente de nosotros, como de los hombres que desempe�aron su papel con valent�a y fidelidad, como de los hombres que amaron y ayudaron a sus hijos. �tipo? Si esto es as�, dado que es as�, pensemos que despu�s de un tiempo nuestro personaje se mantendr� en sus verdaderos colores; que todas nuestras pretensiones desaparecer�n; que los hombres sabr�n que hemos sido exactamente lo que somos; que despu�s de la muerte los disfraces desaparecen, y el hombre mismo se destaca en su virtud o en su culpa, en su virilidad o en su mezquindad, en su gran mentalidad o en su ego�smo y peque�ez. Debemos tener raz�n si ser�amos tan considerados cuando la muerte le quita el velo a nuestro personaje. Pero vemos aqu� otra cosa digna de nuestra consideraci�n.

II EL PROBLEMA QUE ES PEOR QUE DOLOR.

1. Es bastante triste cuando un buen hombre muere y se arrepiente. Cuando queda una gran brecha; cuando de la casa, de la Iglesia o del estado se toma a alguien que ha amado y amado, que ha servido bien y ha sido muy honrado; cuando alguien lleva a su entierro, entre l�grimas y lamentos De muchos corazones, sentimos que nos ha sobrevenido una gran aflicci�n, y debemos inclinarnos en sujeci�n al Padre de los esp�ritus.

2. Pero es mucho m�s triste cuando un hombre malo muere sin lamento; cuando, como con Joram, a nadie le importa pagarle los honores del funeral; cuando el Cronista tiene que decir sobre �l que "parti� sin ser deseado". �De qu� habla?

(1) Por lo general, habla de la condenaci�n divina. La indignaci�n de un pueblo, especialmente de una naci�n que ha recibido instrucci�n de Dios mismo, es com�nmente un reflejo del juicio del cielo; significa que "el difunto" es un hombre cuya vida el Santo ha condenado.

(2) Siempre habla de la reprobaci�n deliberada del hombre. Porque cuando un hombre muere, hay una disposici�n a ser indulgente en el juicio, a pasar por alto las ofensas y a magnificar el servicio y la virtud; cuando, por lo tanto, los muertos son claramente deshonrados, cuando no hay nadie para pronunciar un elogio o incluso sentir un lamento, est� claro que sus contempor�neos los han condenado decidida y seriamente.

(3) Habla de un fracaso deplorable. Excepto en los casos comparativamente raros de los hombres mejores y m�s grandes, que han sido antes de su edad en comprensi�n y acci�n, y por lo tanto no han sido entendidos, cuando los hombres mueren deshonrados y sin arrepentimiento, puede suponerse que sus vidas han sido indignas; que han sido marcados por el mal; que han sido fruct�feros de locura y de maldad. �Y qu� puede �l m�s triste que eso? Que Dios debe darnos nuestros poderes y nuestras vidas para que podamos gastarlos en su honor, para promover el verdadero bienestar de nuestros semejantes y para cultivar en nosotros la sabidur�a y el valor que nos servir� para las esferas superiores; y que deber�amos degradar nuestra valiosa oportunidad esparciendo semillas de error, difundiendo principios imp�os, haciendo todo lo posible para da�ar los esp�ritus y bajar la vida de los hombres, iniciando as� influencias para el mal que se extender�n por todas partes, y se ir�n hacia abajo de generaci�n en generaci�n; no hay nada que podamos concebir que sea m�s deplorable que esto.

(4) Es una cosa dolorosa y lamentable en s� misma. �Partir sin lamentar de nadie! �Ir para siempre y ser extra�ado y llorado por nadie! �Para no dejar corazones que se entristezcan por nuestra ausencia, que deseen vernos y hablarnos nuevamente! Para ser llevado, no como el �rbol bello y noble, cuyo fruto ha sido un tesoro, cuya forma ha sido una alegr�a perpetua durante todo el a�o, cuya sombra ha sido un refugio amable para viejos y j�venes, con un sincero, si no cari�oso lamentar; pero como un tronco desagradable y engorroso, que ha sido una ofensa a la vista y una obstrucci�n en el camino, con una sensaci�n de alivio y satisfacci�n; �a qui�n de nosotros le gustar�a ser considerado cuando morimos? �Qui�n de nosotros no preferir�a infinitamente ser ba�ado en un dolor puro y sagrado mientras lloramos a alg�n amigo difunto que ha vivido en el amor y muerto en honor, que dejar en la tumba a quien no se derraman l�grimas, de cuya partida no se arrepiente el alma? Seamos tales hombres y vivamos tales vidas que si nuestros sobrevivientes y sucesores no "hacen un gran ardor para nosotros", como se hizo con el abuelo de Jehoram ( 2 Cr�nicas 16:14), nos perder�n con un verdadero arrepentirse y llorar por nosotros con una tristeza que santificar� sus propios corazones, mientras da testimonio del valor que ha encontrado un hogar bajo otros cielos. � C.

HOMILIAS DE T. WHITELAW

2 Cr�nicas 21:2

El personaje de Joram.

I. UN HIJO DEGENERADO.

1. Las ventajas que pose�a Jehoram.

(1) Un buen padre, Josafat, cuyo ejemplo deber�a haberlo guiado, cuyas instrucciones deber�an haberle ense�ado ( Proverbios 1:8), cuyas oraciones deber�an haberle ganado para caminar en los caminos de la sabidur�a. Pero no lo hicieron. La piedad no es hereditaria. El ejemplo a menudo no impresiona, las instrucciones para convencer, la oraci�n para salvar, los hijos de padres piadosos. Numerosos eventos en las Escrituras ( 1 Samuel 2:12; 1Sa 8: 3; 1 Samuel 15:1, etc.) y en la vida ordinaria.

(2) Un buen estado. Como primog�nito de Josafat, tuvo �xito, ya sea durante la vida de su padre (Keil) o en la muerte de su padre (Bahr) incierto, a un trono exaltado y un reino pac�fico, se convirti� en gobernante de un pueblo prometedor y un imperio en crecimiento. Ten�a mucho que hacerle contento con su suerte y agradecido por sus misericordias, que lo llevara a pensar en Dios y dedicarse a la pr�ctica de la religi�n, as� como a consagrar sus talentos para promover los intereses morales y materiales de sus s�bditos. Sin embargo, descuid� tanto la salvaci�n de �l como la de su pueblo.

(3) Un buen Dios, que lo hab�a mantenido con vida durante treinta y dos a�os, cuando muchos mejores hombres que �l hab�an sido cortados en la juventud ( 2 Cr�nicas 21:5); quien le hab�a dado tiempo para madurar en sabidur�a antes de llamarlo para asumir las onerosas responsabilidades del trono; quien lo promovi� a la corona de su padre, que f�cilmente podr�a haber sido entregado a otro ( 2 Cr�nicas 21:3); quien carg� con �l en su maldad por amor a su siervo David ( 2 Cr�nicas 21:7); quien lo castig� al hacer que los edomitas se rebelaran ( 2 Cr�nicas 21:8), agitando a los filisteos y �rabes contra �l ( 2 Cr�nicas 21:15) y afligi�ndolo con una enfermedad mortal ( 2 Cr�nicas 21:18), del cual fue advertido por una carta de Elijah ( 2 Cr�nicas 21:12). Sin embargo, a pesar de todo esto, Joram no anduvo en los caminos de Josafat su padre, ni en los caminos de Asa su abuelo, sino en los caminos de Acab, el Rey de Israel (2Ch 21: 6, 2 Cr�nicas 21:12, 2 Cr�nicas 21:13).

2. Las desventajas bajo las cuales trabaj�.

(1) Un mal coraz�n. Que Joram, aunque pertenec�a a Jud� y un hijo de Josafat, no era un hijo de la gracia, toda su carrera posterior atestigu�. , Todos no son Israel, que son de Israel: tampoco, porque son la simiente de Abraham, son todos hijos "( Romanos 9:6, Romanos 9:7);" Porque �l no es un Jud�o, que es uno exteriormente: ... pero �l es un jud�o, que es uno interiormente "( Romanos 2:28, Romanos 2:29). Que Joram no naci� bien no era excusa, ya que La gracia de Jehov� estaba lista para ayudarlo a superar su corrupci�n natural ( Deuteronomio 30:6; 1 Reyes 8:58; Salmo 110:3).

(2) Una mala esposa. Atal�a, aunque la hija de un rey ( 2 Cr�nicas 21:6), era una mujer malvada. Exaltada en la estaci�n, hermosa en persona, dotada de grandes dotes mentales, puede haber sido; sin embargo, ella era interna, esencialmente y radicalmente de instintos depravados. Al igual que su madre Jezabel, era supersticiosa, despilfarradora, sanguinaria, imperiosa y resuelta. Pertenec�a al tipo de mujer de la que Herod�as y tal vez Drusilla y Bernice eran ejemplos del Nuevo Testamento, y a las que deber�an asignarse las creaciones shakesperianas de Lady Macbeth y Cleopatra. En manos de tales mujeres, incluso los hombres fuertes encuentran dif�cil resistir lo fatal. influencia de sus naturalezas superiores, mientras criaturas d�biles como Acab y Joram son arrastradas como cautivas en sus ruedas de carro. La calamidad m�s terrible que puede sucederle a un debilucho es casarse con ese c�nyuge. Una mujer ligada al diablo arrastrar� a su marido a la perdici�n con una certeza y celeridad que apenas la gracia de Dios puede evitar. En tal situaci�n estaba Joram.

(3) Un mal ambiente. Aunque no todo, los alrededores de un hombre son algo. Ayudan a hacer o estropearlo. Si es bueno, al menos obstaculizar�n su deterioro; si es malo, lo acelerar�n. Quiz�s nada podr�a haber sido peor para Joram que tener a la hija de Acab como esposa; no fue una mejor�a de su duro destino tener a Acab como suegro, Jezabel para suegra, Ocoz�as y Joram para cu�ados, y la casa de Omri en general como parientes y amigos. No fue sorprendente que en a�os posteriores Jehoram, el Rey de Jud�, no tuviera ning�n parecido moral con el hijo de Josafat.

II UN HERMANO NO NATURAL.

1. Los nombres de los hermanos de Joram. Seis en n�mero; Ten�an excelentes nombres.

(1) Azar�as, "a quien Jehov� ayuda". "Feliz es el hombre que tiene al Dios de Jacob por su ayuda" (Salmo 146:5). Este nombre puede haber sido dado por Josafat a su segundo hijo y a sus hijos inmundos, distinguidos ligeramente por la ortograf�a, Azarjah y Azarjahu, para enfatizar que toda esperanza de estabilidad en su casa y prosperidad en su reino depend�a y proced�a de la ayuda del Cielo. .

(2) Jehiel, "Dios vive". Quiz�s esta verdad qued� impresa en el coraz�n de Josafat por el nacimiento de su tercer hijo (Salmo 127:3), como lo estuvo en el de David, por su continua preservaci�n de la mano de Sa�l ( 2 Samuel 22:47; Salmo 18:46).

(3) Zacar�as, "a quien Jehov� recuerda". Probablemente dado por Josafat a su hijo despu�s de Zacar�as, el padre de Jahaziel, quien predijo el derrocamiento de los moabitas ( 2 Cr�nicas 20:14). O bien, Josafat pudo haber contado a su cuarto hijo como una prueba feliz de que Jehov� no lo hab�a olvidado, pero a�n estaba consciente de su pacto.

(4) Azar�as (ver arriba).

(5) Miguel, "�qui�n es semejante a Dios?" Un gran pensamiento para que un joven lo lleve con �l en el viaje de la vida, y uno que pueda despertarlo a hechos nobles y llevarlo a formas agradables. Este pensamiento le era familiar a Mois�s ( �xodo 8:10), a David (Salmo 86:8), a Ethan el ezrahita (Salmo 89:6), y a Isa�as ( Isa�as 40:18).

(6) Sefat�as, "a quien Jehov� defiende". El nombre de uno de los hijos de David ( 2 Samuel 3:4), y probablemente por esta raz�n otorgado a Josafat.

2. Las filas de los hermanos de Joram. Pr�ncipes de la realeza de sangre, estaban bien provistos y bien ubicados por su padre, cuya corona recay� en Joram como heredero. Se les otorgaron grandes regalos de plata, oro y otras cosas preciosas, mientras fueron nombrados, como los hijos de Roboam ( 2 Cr�nicas 11:23), comandantes de fortalezas en las diferentes ciudades cercadas de Jud�. Por lo tanto, no ten�an necesidad de estar descontentos con su suerte, y muy probablemente no.

3. Los personajes de los hermanos de Joram. Eran mejores que �l (vers�culo 13). Presumiblemente en todos los sentidos: f�sica, mental, moral, religiosa. Esto �ltimo, tal vez, especialmente pensado. La piedad de Josafat hab�a ejercido sobre ellos m�s influencia que sobre �l; desaprobaban el comportamiento id�latra y la pol�tica perversa generalmente de �l y su esposa.

4. El asesinato de los hermanos de Joram. Cualquiera que sea el motivo: la codicia o el deseo de apropiarse de su riqueza, el miedo o el temor a sentirse inseguro en su trono mientras viv�an, o el odio de sus personas porque rechazaron sus malos caminos, fue un acto horrible de sangre, que rara vez sido paralelo a los reyes orientales. "Tras la muerte de Selimus II .. Amurah III; sucedi� al imperio turco, caus� que sus cinco hermanos �Mustapha, Solymon, Abdalla, Osman y Sinagar�, sin piedad ni pena, fueran estrangulados en su presencia y quemados con sus muertos. padre". Junto con sus hermanos, mat� a varios de los pr�ncipes de Israel, y probablemente por una raz�n similar, porque desaprobaban su conducta y simpatizaban con sus hermanos.

III. Un rey sin valor.

1. Un ap�stata en la religi�n. Sin duda, nunca tuvo religi�n en realidad. Sin embargo, como soberano de Jud� e hijo de Josafat, deber�a haber mantenido la verdadera adoraci�n a Jehov�. Pero en cambio se convirti� en un devoto de Baal, un favorito de los falsos dioses que su esposa medio pagana patrocinaba, construyendo lugares altos para ellos en las monta�as de Jud�, lo que pr�cticamente revierte el trabajo de su devoto padre ( 2 Cr�nicas 17:6) y abuelo ( 2 Cr�nicas 14:2), y haciendo que los habitantes de Jerusal�n cometan fornicaci�n, es decir, que practiquen idolatr�a ( Isa�as 23:17; Ezequiel 16:29; Apocalipsis 19:2); s�, obligando a Jud� por la violencia a extraviarse ( Deuteronomio 13:6, Deuteronomio 13:11).

2. Un debilitamiento en el gobierno. Ubre con �l a los edomitas, que en el reinado de Josafat hab�an sido tributarios de Jud� ( 2 Reyes 3:9), poni�ndose inquietos, lograron su independencia. Seg�n Josefo ('Ant.,' 9.5. 1), primero mataron a su rey, que se hab�a rendido a Josafat, y luego eligieron a uno que elev� el est�ndar de la revuelta. Un intento d�bil de reducirlos a la sujeci�n result� abortivo. En Zair, camino a Edom, que no debe identificarse con Zoar (Ewald), que pertenec�a a Moab, sino quiz�s con la ruina moderna Zueirah, en el sudoeste del Mar Muerto (Conder), �l, con todos sus pr�ncipes y carros, se encontraron con los rebeldes; pero si los derrot� (Jamieson), o solo los abri� camino cuando lo hab�an rodeado (Keil), es oscuro, aunque incluso en la primera suposici�n, su �xito no fue permanente ni decisivo. Entonces, o poco despu�s, los edomitas renunciaron por completo al yugo de Jud�. Aproximadamente en el mismo per�odo tambi�n, Libnah, una ciudad en el distrito de Eleutheropolis (Eusebio), aunque a�n desconocida, logr� establecer su libertad.

3. Un pigmeo en la virilidad. Aparte de la plaga que lo golpe� en sus �ltimos d�as, mientras estaba en la mediana edad (vers�culo 15) obviamente era una criatura pobre y despreciable. Cuando muri�, nadie lo lament�, al menos, nadie entre sus s�bditos. "Parti� sin ser deseado" (vers�culo 20). Los hombres se alegraron de ver lo �ltimo de �l. No lo quemar�an por �l, como lo hicieron por su buen padre y abuelo piadoso cuando murieron. Su cad�ver podrido lo enterraron en la ciudad de David; no profanar�an con �l los sepulcros de los reyes.

Aprender:

1. La necesidad de la religi�n personal: ning�n hombre puede comerciar con la piedad de su padre.

2. El deber de los padres de mantener a sus hijos, como lo demuestran las donaciones de Josafat a sus hijos.

3. La amargura del fruto del pecado cuando est� completamente desarrollada: "El pecado, cuando est� terminado, produce la muerte" en sus peores formas: asesinato, fratricidio, etc.

4. El valor de una buena esposa, inferido de la calamidad de una mala.

5. La misericordia de Dios para los grandes pecadores, incluso cuando no se arrepienten, ilustrada por la tolerancia de Dios a Joram.

6. La debilidad esencial del pecado, como lo demuestra la revuelta edomita contra Jud�.

7. La influencia pestilencial del pecado en lugares altos: "Un pecador destruye mucho bien".

2 Cr�nicas 21:12

La carta de Elijah.

I. EL AUTOR DE LA ESCRITURA. Varias sugerencias

1. Eliseo, que cumpli� con los deberes de su llamado antes de la muerte de Josafat ( 2 Reyes 3:11) y que, en consecuencia, ser�a la parte m�s probable de la cual deber�a proceder una comunicaci�n tal como recibi� Joram. En este caso, el nombre de Elijah debe haber sido sustituido en el texto por el de Elisha (Kennicott, Jamieson).

2. Un historiador posterior, "que describe la relaci�n de Elijah con Joram en pocas palabras, y de acuerdo con su concepci�n del mismo como un todo" (Bertheau); pero "este juicio descansa sobre bases dogm�ticas, y fluye de un principio que se niega a reconocer cualquier predicci�n sobrenatural en las declaraciones prof�ticas" (Keil).

3. Elijah, el autor nombrado en el texto. Adem�s de estar en el texto, la palabra aparece en todos los manuscritos hebreos existentes y en todas las versiones orientales.

II LA FECHA DE LA ESCRITURA. De nuevo diferentes explicaciones.

1. Despu�s de la traducci�n de Elijah. Las nociones de que Elijah envi� la carta desde el cielo por un �ngel (Grocio) o la pronunci� desde las nubes (Menken), pueden descartarse como conjeturas que deseen apoyar cualquier analog�a inteligible (Keil).

2. Antes de la traducci�n de Elijah. Aqu� surgen dos puntos de vista.

(1) Despu�s de que Joram hab�a ascendido al trono (Keil, Rawlinson). Esto supone que Elijah estaba vivo al comienzo del reinado de Jehoram ( 2 Reyes 1:17), y que pudo haber sabido del asesinato de los hijos de Jehoshaphat, el conocimiento de qu� crimen pudo haberlo movido a enviar a su autor al divinamente dado anuncio de su muerte esta carta contiene. El hecho de que Eliseo acompa�� a Josafat a la guerra moabita ( 2 Reyes 3:11) no prueba que Elijah hubiera sido traducido, ya que Elijah estaba vivo en el segundo a�o del reinado conjunto de Joram y Josafat su padre ( 2 Reyes 1:17; 2 Reyes 3:1).

(2) Antes de que Joram ascendiera al trono (Buddaeus, Clarke). Nada imposible en la sugerencia de que Elijah le revel� la maldad de Joram antes de que ocurriera, ya que previamente hab�a sido informado de la elevaci�n de Jeh� al trono de Israel, y de la adhesi�n de Hazael al de Siria, antes de estos eventos. sucedi� ( 1 Reyes 19:16, 1 Reyes 19:17). Cualquiera de las explicaciones es admisible, aunque la �ltima es probablemente m�s correcta.

III. EL CONTENIDO DE LA ESCRITURA.

1. Una doble acusaci�n.

(1) Un cargo de idolatr�a agravada. No solo el mismo Joram hab�a abandonado el camino de Josafat y de Asa, es decir, la adoraci�n a Jehov�, y se hab�a apartado del camino de los reyes de Israel, es decir, la adoraci�n de Baal y otros �dolos, sino que hab�a corrompido toda la casa de Jud�. y les hizo cometer prostituci�n espiritual, como la casa de Acab.

(2) Una acusaci�n de asesinato infame. Hab�a matado a todos sus hermanos, los hijos de la casa de su padre, que eran mejores que �l.

2. Una doble retribuci�n.

(1) Un gran golpe sobre su pueblo, sobre su casa (sus esposas e hijos), sobre su propiedad (sus bienes o sustancias). Como la prosperidad era un concomitante habitual de la piedad, la adversidad no era, bajo el gobierno de Jehov� de Israel, perseguir los talones de la impiedad.

(2) Un golpe mayor sobre s� mismo, en forma de una enfermedad lenta, pero segura, repugnante y mortal que deber�a apoderarse de sus intestinos. Que deber�a continuar durante dos a�os antes de terminar fatalmente (Bertheau) dif�cilmente se puede deducir de las expresiones "d�a a d�a" o "d�as tras d�as". El profeta pod�a hablar con confianza, ya que las enfermedades son los mensajeros de Dios que van y vienen a sus �rdenes ( �xodo 15:26; Deuteronomio 28:60; Salmo 103:3).

IV. EL CUMPLIMIENTO DE LA ESCRITURA.

1. La invasi�n del reino de Joram. ( 2 Cr�nicas 21:16.)

(1) El motor principal fue Jehov�, como predijo la carta de El�as. "El Se�or despert� el esp�ritu de los filisteos", ya que anteriormente, en dos ocasiones, hab�a provocado un adversario contra Salom�n ( 1 Reyes 11:14, 1 Reyes 11:23), y luego despert� a Pul (Tiglat-Pileser) Rey de Asiria, contra Pekah Rey de Israel ( 2 Reyes 15:29; 1 Cr�nicas 5:26). Se dice que Dios hace lo que, para el cumplimiento de sus propios prop�sitos sabios y soberanos, permite que se haga, y por lo tanto se representa como trabajando todas las cosas seg�n el consejo de su voluntad ( Job 9:12; Salmo 66:7; Salmo 115:3; Daniel 4:35; Efesios 1:11).

(2) Los instrumentos de actuaci�n eran los filisteos, un antiguo enemigo de Israel ( Jueces 10:7; 1 Samuel 4:1) en el oeste; y los �rabes cerca de los et�opes, es decir, los �rabes medios, exactamente al sur de Palestina (Schurer). Esta yuxtaposici�n de filisteos y �rabes ocurre en dos lugares m�s en este libro ( 2 Cr�nicas 17:11; 2 Cr�nicas 26:7).

(3) La extensi�n est� indicada por los detalles dados. Las hordas salvajes irrumpieron en Jud�. Sin embargo, que capturaron la capital parece una inferencia natural del saqueo que llevaron (Bertheau), si Jerusal�n hubiera sido saqueada, "se habr�an mencionado los tesoros del palacio y del templo" (Keil). En cualquier caso, se llevaron "toda la sustancia encontrada en la casa del rey", lo que puede significar todas las propiedades del palacio (Bertheau), o todas las propiedades del rey que se encuentran en el pa�s, en las ciudades, pueblos y castillos de Jud� (Keil). Junto con esto, hicieron prisioneros de las esposas y del rey. hijos, excepto Joacaz o Ocoz�as. Lo que hicieron con el primero no se registra; estos �ltimos mataron ( 2 Cr�nicas 22:1).

2. La aflicci�n del cuerpo de Joram. Cualquiera que sea la enfermedad, una disenter�a violenta o alguna enfermedad de los intestinos, fue

(1) repentino: "Jehov� lo golpe�", se�alando una imposici�n misteriosa e inexplicable dif�cil de rastrear a cualquier causa f�sica inmediata y, por lo tanto, normalmente atribuida a un origen sobrenatural ( 2 Cr�nicas 26:20; Hechos 12:23);

(2) dolorosa: las enfermedades eran dolorosas;

(3) prolongado: su enfermedad continu� dos a�os;

(4) repugnante: sus intestinos se cayeron hacia el final de ese per�odo;

(5) mortal: sucumbi� bajo su dolencia y "muri�".

Aprender:

1. El conocimiento de Dios de las historias, personajes y acciones de los hombres ( Proverbios 15:3).

2. La capacidad de Dios de prever y revelar a los hombres la naturaleza y la tendencia de sus actos o los de los dem�s ( G�nesis 18:17; G�nesis 41:28; 1 Samuel 9:15).

3. La determinaci�n de Dios de vengarse de los que hacen lo malo sin respeto a las personas (Salmo 34:16; Salmo 37:38).

4. Los recursos de Dios para ejecutar sus prop�sitos de juicio o misericordia. � W.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre 2 Chronicles 21". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/2-chronicles-21.html. 1897.