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Ezequiel 19

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

Versículos 1-14

EXPOSICI�N

Ezequiel 19:1

Las dos secciones de este cap�tulo: Ezequiel 19:1, Ezequiel 19:10 son, respectivamente, dos par�bolas del mismo tipo que las de Ezequiel 2:10. El primero cuenta casi la misma historia bajo una imagen diferente, el segundo una reproducci�n de la misma imagen, con una aplicaci�n ligeramente diferente. Lamentaci�n. La misma palabra que la utilizada en Ezequiel 2:10. Todo el cap�tulo encuentra un paralelo en la revisi�n de Jerem�as de los sucesores de Jos�as (Jeremias 22:10). Es notable que los pr�ncipes sean descritos como de Israel. La LXX da el singular, "el pr�ncipe", y Hitzig y Ewald adoptan esta lectura, aplic�ndola a Sedequ�as.

Ezequiel 19:2

Que es tu madre etc .; mejor, con la Vulgata, LXX; y Keil, �por qu� tu madre, una leona, se tumb� entre leonas? La imagen puede haber sido sugerida por G�nesis 49:9 y N�meros 23:24, o quiz�s tambi�n por Nah�m 2:11, Nah�m 2:12. La leona es Israel, el reino idealizado y personificado. Las leonas entre las que se hab�a acostado son los reinos paganos. La pregunta pregunta por qu� se hab�a convertido en una de ellas y adopt� su crueldad y ferocidad.

Ezequiel 19:3

El cachorro, como lo muestra Ezequiel 19:4, es Joacaz, tambi�n conocido como Shallum (Jeremias 22:11), que "hizo lo malo" ante los ojos del Se�or ( 2 Reyes 23:32), las palabras que siguen apuntan a la crueldad y la opresi�n como la de Sedequ�as. El pasaje encuentra un paralelo algo sorprendente en AEschylus, 'Agam.', 695-715.

Ezequiel 19:4

Las naciones tambi�n se enteraron de �l, etc. El hecho que yace bajo la par�bola es que Egipto y sus aliados comenzaron a alarmarse al observar la pol�tica agresiva de Joacaz, ya que los hombres se alarman cuando escuchan que un le�n joven est� en el vecindario. , y proceda a tenderle trampas. En cadenas, etc .; literalmente, anillos en la nariz, como los que se pusieron en las fosas nasales de los brutos u hombres (Eze 38: 4; 2 Reyes 19:28; Isa�as 37:29). La menci�n de Egipto apunta a la deportaci�n de Joacaz por el fara�n Necho ( 2 Reyes 23:34; Jeremias 22:11).

Ezequiel 19:5

El segundo cachorro de le�n se identifica por Ezequiel 19:9 con Joaqu�n. Por alguna raz�n u otra, probablemente porque �l, como "se hab�a acostado con sus padres", no era un caso tan visible de retribuci�n, Ezequiel pasa por alto a Joacim.

Ezequiel 19:7

�l conoc�a sus palacios desolados; literalmente, viudas; pero la palabra se usa figurativamente en Isa�as 13:22, en el sentido de "casas desoladas" (comp. Isa�as 47:8). Entonces, la Vulgata da didicit viduas facere; y Keil adopta ese significado aqu�, "�l conoc�a, es decir, indignado, a las viudas de Israel". La versi�n revisada lo admite al margen. Las dos palabras para "viudas" y "palacios" difieren en una sola letra, y puede haber un error en la transcripci�n. En general, me adhiero a la Versi�n autorizada y la Versi�n revisada (texto). Currey explica: "�l conoc�a (es decir, mir� con satisfacci�n) sus palacios", de los cuales hab�a expulsado a sus antiguos due�os, como su padre Jeboiakim hab�a hecho (Jeremias 22:15, Jeremias 22:16) . Ewald sigue el Targum en varias lecturas del verbo, y obtiene el significado, "destruy� sus palacios". Interpretando la par�bola, tenemos a Joaqu�n descrito como alarmante para Nabucodonosor y las naciones vecinas por su actividad, y por lo tanto llevado a Babilonia como Joacaz ha estado en Egipto. El joven le�n deb�a rugir encadenado, no en las "monta�as de Israel".

Ezequiel 19:10

Otra par�bola se acerca a la primera. Tu madre Carolina del Sur. Jud� o Jerusal�n, como la madre de Joaqu�n, que todav�a est� en los pensamientos de Ezequiel, y se dirige a �l. En tu sangre (Para la comparaci�n de la vid, ver Ezequiel 17:6.) No se puede obtener un significado satisfactorio de las palabras, el ser m�s cercano "en tu vida, tu frescura", pensando en la savia de la vid. como su sangre; y los cr�ticos han sido conducidos a lecturas conjeturas o representaciones. Los int�rpretes jud�os, Targum, Rashi, Kimchi y margen de la versi�n revisada, dan, "a tu semejanza", sc. "como t�"; Keil, "en tu reposo", sc. en el per�odo de tranquila prosperidad. Hitzig adopta audazmente una lectura que dice: "una enredadera en la granada"; pero (?). Las muchas aguas reproducen las im�genes de Ezequiel 17:5.

Ezequiel 19:11

El vers�culo describe en general la fuerza aparente de la l�nea real de David. Keil y Furst toman la palabra para ramas gruesas, que aparece nuevamente en Ezequiel 31:3, Ezequiel 31:10, Ezequiel 31:14, que significa "nubes gruesas" como describiendo la altura a la que creci� el �rbol. Entonces la versi�n revisada (margen).

Ezequiel 19:12

La par�bola, como la de Ezequiel 17:10, describe la ca�da repentina de Jerusal�n y la casa real. La "tierra seca" es Babilonia, y la nueva "siembra" indica la deportaci�n de Joaqu�n y los principales hombres de Jud�.

Ezequiel 19:14

El fuego se ha apagado. Las palabras son un eco de Jueces 9:15. El reinado de Sedequ�as consisti� en destruir a su pueblo, como lo hab�a hecho Abimelec.

HOMIL�TICA.

Ezequiel 19:1

Un lamento para los pr�ncipes de Israel.

Ezequiel sigue sus predicciones de acercarse al juicio y sus exhortaciones al arrepentimiento con una eleg�a sobre las angustias de los pr�ncipes de Israel.

I. El destino de los pr�ncipes despert� sentimientos profundos. Se convirti� en la inspiraci�n de una oda. La verdadera poes�a tiene sus fuentes en profunda emoci�n. As�, una religi�n viva encuentra naturalmente expresi�n en la canci�n, y la experiencia espiritual de los hombres se expresa en los salmos. Esa religi�n que est� satisfecha con las fr�as declaraciones de las proposiciones intelectuales todav�a no ha tocado el coraz�n, y no es una experiencia viva. Hay un fuego de pasi�n en la verdadera devoci�n. Por otro lado, cuando la religi�n ha sido descuidada o indignada, se pone en juego una nueva gama de emociones, y el destino de los pecadores despierta sentimientos de profundo dolor en todos los que entienden su angustia y tienen corazones fraternales para simpatizar con los dem�s. El Libro de Lamentaciones puede tomarse como el reverso del Libro de los Salmos. Los salmistas celebran las emociones de la verdadera religi�n; las "Lamentaciones" es un canto cantado sobre aquellos que han sido infieles a su religi�n. En cualquier caso, la relaci�n del hombre con la religi�n es tan �ntima y vital que deber�a despertar sentimientos profundos en el coraz�n de cada uno.

II El destino de los pr�ncipes conten�a elementos especiales de la distorsi�n.

1. Los pr�ncipes disfrutaron de alto rango. Cuando se llenaron, su humillaci�n y sufrimiento fueron a�n mayores. Los hombres envidian las estaciones altas; pero tales posiciones est�n sujetas a calamidades peculiares, de las cuales los humildes no sufren.

(1) Las altas posiciones atraen la atenci�n. Los pr�ncipes apuntan a cuando se descuida a los campesinos. Las principales familias fueron arrancadas de sus hogares y llevadas a Babilonia, mientras que a los oscuros hijos de la tierra los dejaron en sus campos.

(2) El alto rango no es una protecci�n segura. Un guardaespaldas rodea a los pr�ncipes. Pero ning�n guardia puede evitar el juicio del cielo. Dios juzgar� a los grandes tan seguramente como a los bajos.

2. Los pr�ncipes vinieron de una l�nea divinamente favorecida. Pertenec�an a la casa de David, una casa que durante mucho tiempo hab�a gozado de marcas peculiares del favor de Dios, y que se cre�a protegida por promesas de prosperidad eterna (por ejemplo, Salmo 69:1). Pero ning�n favoritismo del cielo proteger� contra las consecuencias del pecado. Las promesas de Dios de g, as est�n condicionadas por la fidelidad del hombre.

3. La ruina de los pr�ncipes fue en s� misma muy lamentable. No sufrieron alg�n reverso temporal de la fortuna. Uno tras otro fueron arrojados del trono y degradados a un destino miserable. Las consecuencias del pecado son pesadas y desastrosas. Ninguna alma puede enfrentarlos con ecuanidad.

4. El destino de los pr�ncipes implic� los sufrimientos de su gente. Los pr�ncipes, siendo l�deres en pecado, fueron los primeros en castigar. Su primac�a de culpa fue seguida por una primac�a de fatalidad. Pero otros sufrieron tambi�n en varios grados, y la naci�n estuvo involucrada en calamidades. Por lo tanto, la responsabilidad de aquellos en las estaciones altas se ve ampliada por el hecho de que traen problemas a muchos por sus fechor�as.

Ezequiel 19:1

La par�bola de los cachorros de le�n.

I. EL CAR�CTER COMO LE�N DE ISRAEL. Este personaje fue especialmente entregado a la tribu de Jud�, de la cual proven�a la familia real ( G�nesis 49:9). Deber�a haber algo de la mejor naturaleza del le�n en el pueblo de Dios.

1. fuerza. Con un golpe de su pata, el le�n puede romper el cuello de un toro. La naci�n de Israel era fuerte. La Iglesia de Dios es fuerte con el poder de Dios. Dios no solo salva a sus hijos como criaturas d�biles que necesitan su refugio; los inspira con fuerza.

2. Libertad. El le�n no es un animal dom�stico, entrenado para usar el yugo como el buey paciente. Cuando es atrapado y enjaulado, su orgulloso esp�ritu se rompe. En un estado de naturaleza, deambula por el desierto. Dios da libertad a su pueblo. No son sus esclavos; Son sus hombres libres.

3. Regla. El le�n es considerado como el rey del fuerte, st. Israel en su grandeza gobernaba pol�ticamente a sus vecinos; pero espiritualmente ella ha extendido esa regla sobre el mundo civilizado. Hay poder y una influencia dominante sobre las mentes en la Iglesia de Cristo.

4. Majestad. El le�n se ve m�s valiente que �l. Su melena se�orial y noble porte, y el trueno de su rugido que resuena por el bosque por la noche, impresionan a los hombres con una sensaci�n de asombro. Dios ha llamado a su pueblo a una posici�n de grandeza y honor.

II EL DESTINO DE LOS DOS WHELPS.

1. El destino desastroso de la primera cr�a. Joacaz se porta mal y es llevado encadenado a Egipto ( 2 Reyes 23:32-12).

(1) Su gran pecado es que trabaj� la destrucci�n. "Devor� a los hombres". El pecado es perjudicial para los �teres, as� como para el pecador. Cuando un hombre est� en una posici�n de poder e influencia, este es especialmente el caso. Pero "nadie vive para s� mismo". Somos responsables del da�o causado por nuestro pecado.

(2) Su castigo es la p�rdida de libertad y destierro. El le�n es llevado a un pozo, encadenado con cadenas y llevado a Egipto. El poder de trabajar mal no durar� para siempre. La libertad que se abusa en el pecado ser� quitada. Los que son infieles a Dios ser�n desterrados de la herencia de Dios.

2. El destino similar de la segunda cr�a. A Joacaz le siguen Joaquim y Joaqu�n, no solo en el trono, sino en conducta mala y en el castigo consiguiente.

(1) Ellos son una sucesi�n en el pecado. Esto no es por herencia natural ni por destino inevitable, sino por una reuni�n de varias influencias comunes, especialmente la del ejemplo. Sin embargo, el destino de los ex pecadores deber�a ser una advertencia para sus sucesores. Los hombres est�n demasiado listos para copiar las fechor�as de los predecesores, sin esperar a considerar las consecuencias de esas fechor�as.

(2) Habr� una sucesi�n en el castigo. Los recursos del juicio no est�n agotados. La banda que hiri� a Israel es fuerte para derrotar a una cristiandad infiel. La forma del castigo puede variar, pero la esencia del mismo no cambiar�. Joacaz fue enviado a Egipto, Joaqu�n a Babilonia; pero la ruina de los dos era esencialmente la misma. Adem�s, en ambos casos, cuando los aldeanos se re�nen en un c�rculo para atrapar a un le�n destructivo, las naciones vecinas se unieron a la obra de Egipto y Babilonia. Los pecadores hacen muchos enemigos.

Ezequiel 19:10

La par�bola de la destrucci�n de la vid.

Los jud�os a menudo han sido comparados con una vi�a bien cuidada por Dios, y la misma comparaci�n, seg�n la autoridad de nuestro Se�or, puede aplicarse a los cristianos. En el presente caso tenemos una descripci�n primero de la prosperidad de la vid, y luego de la devastadora ruina de la misma.

I. LA PROSPERIDAD DE LA VID.

1. Fue plantado por las aguas. Por lo tanto, estaba bien alimentado y renovado. Dios cuida a sus hijos y suple sus necesidades. El r�o del agua de la vida es para su refresco. No pueden acusar su pecado de fallar en la gracia de Dios.

2. Fue fruct�fero. La historia temprana de Israel muestra que el pueblo de Dios podr�a dar alg�n retorno en el servicio y la vida santa. El pueblo de Dios ha dado fruto en obras de celo y caridad. Esta fecundidad es lo que m�s se busca en la vid ( Juan 15:5).

3. Estaba bien desarrollado. "Lleno de ramas". Israel creci� en poblaci�n. La Iglesia ha crecido en n�mero. La prosperidad externa se ha visto en la ampliaci�n visible de la cristiandad.

4. Fue influyente. Sus ramas eran tan grandes que se convirtieron en varas fuertes para los cetros. Israel ejerci� influencia real. La Iglesia ha tenido un alto poder. La debilidad y la limitaci�n de la influencia no pueden alegarse como excusas para el abandono de su misi�n.

5. Fue honrado. "Su estatura fue exaltada entre las gruesas ramas". La vid creci� tanto en altura como en la amplitud de sus ramas extendidas. Israel se puso de pie. La Iglesia ha recibido su pleno de honor.

III. LA RUINA DE LA VID. Toda esta excelencia anterior no impidi� que una furiosa venganza cayera sobre la vid. La gloriosa historia de Israel no la salv� del destino de sus pecados. El pasado de la Iglesia no ser� un escudo contra el juicio que debe caer sobre su infidelidad presente o futura. La vid estaba gravemente herida.

1. Fue arrancado. Israel fue llevado al exilio. El pecador perder� sus viejos privilegios.

2. Fue arrojado al suelo. En lugar de la exaltaci�n previa de sus ramas se�oriales, debe haber una humillaci�n vergonzosa cuando son derribadas y esparcidas por el suelo.

3. Su fruto estaba seco. Las viejas buenas obras se olvidan en el pecado posterior. Cuando el alma est� sumida en la verg�enza y el fango, ya no hay poder ni oportunidad para realizar el viejo servicio �til.

4. Sus varillas en forma de cetro fueron destruidas, rotas, marchitas y consumidas por el fuego. El poder parte con la p�rdida de la antigua posici�n y la prosperidad. La Iglesia ca�da pierde influencia.

5. Est� plantado en el desierto. La planta pobre se deja all� languidecer por falta de agua y suelo nutritivo. El destino del pecado es marchitarse y desvanecerse en un desierto espiritual.

6. El peor destino viene de la vid sobre s� mismo. El fuego procede de una vara de sus propias ramas. La familia real de Israel derrib� la destrucci�n de la naci�n. Los pecados de la Iglesia producen su desolaci�n. El fuego del juicio que consume a cada pecador surge de su propio coraz�n malvado.

HOMILIAS POR J.R. THOMSON

Ezequiel 19:1

La ca�da de los pr�ncipes.

Para la interpretaci�n de esta porci�n figurativa y po�tica de las profec�as de Ezequiel, se debe hacer referencia al cierre del Segundo Libro de los Reyes y de las Cr�nicas, donde se registra brevemente la oscura y humillante historia de los �ltimos d�as de la monarqu�a de Jud�. El canto de Ezequiel se refiere en parte a lo que ya hab�a sucedido, y en parte a lo que estaba a punto de suceder de inmediato. Las lecciones a aprender de la historia y la lamentaci�n son de car�cter general. El destino de los reyes, si es que se les puede llamar, Joacaz y Joaqu�n, es ciertamente instructivo. Pero no ser�a solo separar entre los gobernantes y los gobernados, quienes por igual "hicieron lo que era malo ante los ojos del Se�or".

I. EL ORIGEN REAL Y LA DIGNIDAD DE LOS PRINCES. Son comparados con leones, alimentados por la leona su presa, entre los cachorros. Surgidos de la realeza real, y sabiendo que estaban en la sucesi�n, ocuparon a su debido tiempo el trono de sus padres. Este arreglo cumpl�a la promesa hecha por Jehov� a David de que no deb�a fallarle a un hombre para sentarse en el trono de la bardo real.

II El mal uso de los pr�ncipes de sus poderes. Es natural que el joven le�n atrape a su presa e incluso devore a los hombres. Pero cuando se compara a los pr�ncipes con esas bestias carn�voras y sedientas de sangre, se da a entender que ten�an la costumbre de oprimir y robar a sus s�bditos, y tratarlos con violencia y crueldad. De hecho, los dos pr�ncipes mencionados se comportaron de manera tir�nica e injusta.

III. El destino que los pr�ncipes se prepararon para ellos. Las naciones son descritas por el poeta profeta como oyendo hablar de los cuervos de los leones, y poni�ndose en contra de ellos, extendiendo una red, cavando un pozo y, mediante el uso de dispositivos habituales, tomando al merodeador nocivo. El primer pr�ncipe mencionado fue llevado cautivo a Egipto, el segundo a Babilonia. Est�n representados como encadenados, como guardados, y en el segundo se observa po�ticamente que "su voz ya no se escuch� en las monta�as de Israel". Hasta donde la historia nos permite juzgar, estos pr�ncipes se encontraron con la recompensa debido a su impiedad, violencia, rapacidad y traici�n.

IV. EL DESCONOCIMIENTO DE UNO DE LOS PRINCIPIOS PARA APRENDER Y TENER ADVERTENCIA POR EL DESTINO DEL OTRO. Ya sea que si Joaqu�n hubiera sido sabio y hubiera aprendido la lecci�n p�blicamente pronunciada por el destino de Joacaz, podr�a haber escapado a la ruina, no podemos cobrar peaje. Pero al ignorar esa lecci�n, sell� su destino. �Cu�n a menudo sucede en los asuntos humanos que la lecci�n m�s obvia y poderosa, impuesta por ejemplos reales sorprendentes, no deja huella en la mente de los j�venes, obstinados e irreligiosos!

V. UNA LECCI�N PR�CTICA E IMPORTANTE SE ENTREGA A TODOS LOS QUE LA PROVIDENCIA LLAMA PARA GOBERNAR A SUS SIGUIENTES HOMBRES.

1. Los pr�ncipes no deben confiar en su alta descendencia, su nacimiento, sus almejas ancestrales para respetar.

2. Los pr�ncipes no deben usar su poder y la influencia de su estaci�n para sus propios emolumentos o placeres personales.

3. Los pr�ncipes deben ser sabios y ordenar sus acciones seg�n los preceptos de la justicia divina.

4. Los pr�ncipes deben recordar la inestabilidad de los tronos y la incertidumbre de la vida y la prosperidad, y en consecuencia deben ser diligentes en sus esfuerzos por el bien p�blico.

Ezequiel 19:10

La ca�da de la ciudad.

La transici�n es audaz, desde la figura de los cachorros de la leona hasta la de la vid con su orgullo de crecimiento y sus racimos de frutas, y an�n como marchita y marchita. chamuscado y listo para perecer. Poco hay de ternura o simpat�a en la visi�n del profeta de los v�stagos degenerados de la casa real de Jud�. Pero cuando viene a hablar de Jerusal�n, una similitud m�s dulce se eleva ante su visi�n; �Es la vid que creci� y floreci� en las soleadas laderas de Jud�, con toda su justicia y fecundidad, ahora, por desgracia! ser arrancado, derribado, roto, marchito y consumido con fuego.

I. JERUSAL�N EN SU GLORIA.

1. La ciudad estaba bien situada sobre sus colinas; como la vid por las aguas que nutren y alegran a la noble planta en el calor y la sequ�a del verano.

2. La ciudad era noble de aspecto; incluso como la vid de estatura exaltada, como ella aparece en su altura con la multitud de sus ramas.

3. La ciudad era fuerte en su influencia; como la enredadera con sus varillas vigorosas y flexibles "para los esc�pticos de los que llevan el mando".

4. La ciudad fue fruct�fera en grandes hombres y grandes pensadores y grandes obras; incluso como la vid que venci� a los abundantes racimos de uvas ricas. Hay cari�o y orgullo en estas referencias a la metr�poli sagrada y querida.

II JERUSAL�N EN SU DESOLACI�N. Parece que Ezequiel, al prever lo que est� por suceder, habla de la ruina de la ciudad como si ya se hubiera logrado. La vid en su riqueza de follaje y fruto es la imagen del recuerdo; La vid en su destrucci�n es la triste visi�n del futuro inmediato, y el presentimiento parece un hecho.

1. La ciudad misma es asediada, tomada y desmantelada.

2. Los principales habitantes son asesinados o llevados al destierro.

3. Los pr�ncipes se ven privados de su poder.

4. La prosperidad y el orgullo de la ciudad, la riqueza y la destreza, se han acabado.

III. JERUSAL�N LAMENT�. El espect�culo de una metr�polis famosa, sede del gobierno hist�rico y de un templo consagrado, reducido a la impotencia y la desgracia, es un espect�culo que no se puede contemplar sin emoci�n. Se nos recuerda el idioma en el que un poeta ingl�s representa al conquistador romano, siglos despu�s, lamentando el triste pero inevitable destino de Jerusal�n:

"Me conmueve, romanos; confunde el consejo de mi firme filosof�a, que la despiadada reja de arado de Ruin debe pasar y �se siembra sal est�ril en tu orgullosa ciudad!"

SOLICITUD.

1. La transitoriedad y la mutabilidad de la grandeza terrenal se nos presentan de manera muy impresionante en este pasaje. Sic transit gloria mundi.

2. La eminencia y el privilegio no son seguridad contra la operaci�n de la ley justa.

3. El arrepentimiento y la obediencia son los �nicos medios por los cuales se puede esperar que se conserven las ventajas y se brinden m�s oportunidades de servicio �til. � T.

HOMILIAS DE J.D. DAVIES

Ezequiel 19:1

Poder real abusado.

Sin lugar a dudas, la principal causa de la ca�da de Israel fue la rebeld�a y el vicio de sus reyes. Con pocas excepciones, se entregaron a los malos caminos. La corrupci�n en la fuente se convirti� en corrupci�n en todas las corrientes de la vida nacional y dom�stica. La idolatr�a era la ra�z; y la tiran�a, la anarqu�a, la violencia y la crueldad eran las ramas. Esto pronto se volvi� intolerable para las naciones vecinas.

I. EL PODER DE LOS REYES FUE INTENTADO COMO UN BENEFICIO Lo que el pastor es para su reba�o, el rey deber�a ser para su pueblo. Est� destinado a vivir, pensar y planificar para su bien. La sabidur�a, no la voluntad propia, deber�a ser su consejero supremo. Como un ej�rcito no puede tener �xito sin un comandante; como un barco no puede viajar pr�spero sin un piloto; como una familia no puede salir bien sin un padre; entonces un reino debe tener una regla. La administraci�n de justicia y de defensa debe tener una cabeza viva. El nombramiento de un rey, ya sea humano o divino, es una necesidad para la prosperidad de una naci�n; y ese rey ser� una bendici�n o una maldici�n.

II EL PODER REINO PUEDE SER EL PESCADO. El hombre que es exaltado al lugar m�s alto de honor est� tan exaltado que puede servir a la naci�n. Pero, en cierta medida, tiene un cargo irresponsable. No hay un poder superior que pueda controlarlo o contenerlo. Por lo tanto, existe una gran tentaci�n por el abuso del cargo. El hombre puede usar su poder para engrandecerse, para aumentar sus placeres o su magnificencia. Dejando de lado la prudencia, la sabidur�a, el respeto benevolente hacia los dem�s, puede volverse arrogante, obstinado, tir�nico. Los apetitos m�s bajos de su naturaleza pueden gobernarlo, y el efecto ser� como si una bestia gobernara a la gente. Aunque un le�n es el principal entre los animales salvajes, todav�a es una bestia; y los peores rasgos del le�n salvaje se manifestaron en los reyes de Israel y de Jud�.

III. EL PODER REY, SI ES PEQUE�O, SE CONVIERTE EN DESTRUCTIVO. Este joven le�n aprendi� "a cazar presas, devoraba a los hombres". El que se encarg� del pueblo para preservar la vida, para brindar protecci�n a sus intereses, pervirti� su alto cargo, destruy� a los que fue designado para salvar. El rey se establece en lugar de Dios, para recompensar la obediencia y castigar la transgresi�n; por el abuso de su cargo se convierte en un Apollyon, un aliado de Satan�s. Destruye la paz de su pueblo, destruye sus fortunas, destruye sus vidas. Su mal gobierno fomenta la violencia en las carreteras, asesinatos privados, guerra civil, invasi�n extranjera. Un rey malvado es una fuente de muerte: el verdugo de la naci�n.

IV. EL PODER REY, CUANDO SE ABUSA, DEBE FETARSE. "Las naciones lo atacaron por todos lados ... y extendieron su red sobre �l: fue llevado a su foso". El que es injusto y violento al tratar con su propio pueblo ser� injusto e insolente al tratar con las naciones vecinas. Pero los reyes vecinos son m�s libres de resentir y castigar la plantilla real, hielo que los sujetos del monarca. Por lo tanto, a menudo sucede que la retribuci�n proviene del consentimiento mutuo de los extranjeros. Hay Uno que gobierna entre las naciones, m�s alto que el rey m�s alto, y puede emplear mil m�todos para contener y castigar a un tirano. A veces Dios emplea a los sujetos del reino; a veces emplea la muerte; a veces emplea un ej�rcito extranjero, una liga extranjera. Es peligroso manipular la justicia. � D.

Ezequiel 19:10

El ascenso y la ca�da de una naci�n.

Si el emblema elegido para representar a los reyes hebreos era un le�n, "el le�n de la tribu de Jud�", el emblema de la naci�n era una vid. La vid era ind�gena en la tierra; Todo el territorio era un vi�edo. Como la vid es la principal entre los �rboles para la fecundidad, se esperaba que Israel, debido a una ventaja superior, fuera la principal entre las naciones para la productividad espiritual. Los frutos de la piedad y la justicia deber�an haber abundado en cada rama.

I. SU FAMA.

1. Era una vid de la m�s noble calidad. Su savia era rica; como la sangre Ella era del tipo m�s selecto. Abraham era el padre de familia, y Abraham era el hombre m�s elevado: "el amigo de Dios".

2. Esta vid estaba bien situada. De todas las tierras, Dios hab�a elegido a Cana�n para la morada de su pueblo. Hab�a sido elegido por la sabidur�a infalible, y preparado por el poder omnipotente. Yac�a central entre las naciones; ten�a excelencia natural; Era la gloria de todas las tierras. Sharon, Carmel y Lebanon siguen siendo los sin�nimos de espl�ndida fertilidad.

3. Esta vid realmente floreci�. "Su estatura fue exaltada". "Ella ten�a varillas fuertes". La prosperidad no solo era posible; Fue una cuesti�n de hecho. La vid desnuda prol�ficamente. Durante los reinados de David y Salom�n, la gente disfrut� de una prosperidad envidiable. La riqueza aument�. La difusi�n del conocimiento. La religi�n floreci�. La gente se agolpaba para ofrecer sacrificios. El s�bado fue una delicia. Se erigi� un magn�fico templo. El imperio jud�o creci�. Las naciones vecinas honraron al pueblo que Dios hab�a bendecido de manera tan significativa. La paz abundaba en la tierra. Hubo satisfacci�n, orden, abundancia, fama nacional. Un progreso tan r�pido nunca se hab�a conocido. Lo que se hab�a ganado as� podr�a haberse mantenido. La vid que ha dado tan noble fruto puede dar fruto todav�a.

II Ella completamente. La culpa de Israel est� aqu� m�s bien impl�cita que expresada. Su pecado fue infructuoso. En lugar de podar las ramas de esta enredadera, los labradores les permitieron crecer; y pronto toda la fuerza del �rbol se agot� en rama y hoja. En lugar de preocuparse por los racimos de fruta sagrada, "ella ten�a varas fuertes para los cetros de ellos que descartan". La naci�n se inclin� m�s por la exhibici�n, la magnificencia llamativa, la gloria militar, que por las obras de justicia y religi�n. El rango y los crecimientos exuberantes de la idolatr�a tomaron el lugar de la fruct�fera piedad. Hubo fiebre de autoexaltaci�n. La gente imaginaba que podr�a vivir de su fama pasada. Los reyes se convirtieron en encarnaciones de ego�smo, y la gente, como un reba�o de ovejas, sigui� con entusiasmo el ejemplo b�sico. La infructuosa era su locura y su maldici�n. Una vid es peor que in�til a menos que d� fruto; e Israel era peor que in�til en el mundo cuando ella dej� de lado su lealtad a Dios.

III. Su ca�da. "Ella fue atacada con furia". Una tormenta se apoder� de ella y la arranc� del suelo. Aqu� se muestra:

1. El estado postrado de la vid. Fue puesto bajo. Esta es una descripci�n gr�fica de la derrota de Israel en la guerra. En los d�as de David, ning�n rey vecino se atrevi� a susurrar ning�n desaf�o a Israel; ahora cada ej�rcito circundante hab�a hecho incursiones en su territorio y despojado de sus posesiones. Las capitales, Jerusal�n y Samaria, hab�an sido sitiadas y capturadas.

2. Demolici�n de las ramas fuertes. El cetro real estaba roto. En este momento el rey era un vasallo, en homenaje al Rey de Babilonia. El gobierno real era solo una sombra y un pretexto. Cada brazo fuerte en Judea estaba marchito.

3. El elemento de destrucci�n hab�a salido de s� mismo. "Se ha apagado un fuego de una vara de sus ramas, que ha devorado su fruto". Este lenguaje implica que fue el pecado de sus reyes lo que provoc� esta terrible ca�da. Si no hubiera sido por el vicio interno y la locura, ning�n enemigo extranjero podr�a haber hecho da�o a Israel. Porque el brazo de Jehov� la rodeaba. El pecado siempre tiene la semilla del castigo dentro de s� mismo. El fuego vino de adentro.

4. Sin embargo, hay una circunstancia de esperanza. La vid no queda postrada, sin ra�ces. El Divino Marido tiene intenciones de bondad futura. La vid ser� plantada nuevamente en la tierra de Israel; mientras tanto "se planta en el desierto, en un terreno seco y sediento". Esto impide la desesperaci�n. Esta preservaci�n de la vid alimenta la esperanza. Pero en comparaci�n con los favores y privilegios anteriores, este cautiverio es un desierto �rido. La preservaci�n de la vida es todo lo que se puede esperar. Tal desastre es un tema apropiado para la lamentaci�n humana. �Qu� material para el dolor es provisto por la culpa sin sentido!

HOMILIAS DE W. JONES

Ezequiel 19:1

Un lamento para los pr�ncipes ca�dos.

"Adem�s, levanta un lamento por los pr�ncipes de Israel y di: �Cu�l fue tu madre?" etc. Aqu� hay tres consultas preliminares.

1. �A qui�n se dirige el profeta? �O a qui�n debemos entender con el pronombre "tu"? "�Cu�l fue tu madre?" "Se dirige a Joaqu�n", dice el 'Comentario del orador'. Hengstenberg dice: "La direcci�n es para el hombre Jud�, la gente del presente". Y Schroder, "La direcci�n est� dirigida a la gente". Pero, como veremos, la gente probablemente est� representada por la leona; y si tal es el caso, no es congruente decir que se abordan en el pronombre "tu"; porque eso los representar�a de inmediato como la "madre" y la descendencia.

2. �Qui�n est� representado por "mosca madre, una leona"? Seg�n Schroder, "la madre del pueblo es Jerusal�n" (cf. G�latas 4:25, seq .; Lamentaciones 1:1). La opini�n general es que la madre representa al pueblo de Jud� o de todo Israel. Hengstenberg, "La madre es la gente en s� misma". Matthew Henry, "Debe comparar el reino de Jud� con una leona". Scott, "La Iglesia jud�a y la naci�n est�n representadas bajo la imagen de una leona". Comentario del orador, "La gente representada por Jud�".

3. �Qui�nes est�n representados por los dos cachorros? (Vers�culos 3, 5.) En general, se acuerda que por ellos se exponen los dos pr�ncipes por los cuales se hace esta lamentaci�n, y que por la primera cr�a que "se convirti� en un le�n joven" se entiende Joacaz ( 2 Reyes 23:30). Pero la opini�n est� dividida en cuanto a si la otra cr�a que fue "hecha un le�n joven" representa a Joacim o Joaqu�n. Hengstenberg, Schroder y el 'Comentario del orador' dicen que fue Joaqu�n, por esto, entre otras razones, que "no fue nombrado por un pr�ncipe extranjero fuera de servicio, como su padre Joacim, sino que tuvo �xito regularmente con el consentimiento del pueblo ( 2 Reyes 24:6) ". Pero es dif�cil ver c�mo los vers�culos 6 y 7 pueden aplicarse a �l, ya que rein� solo tres meses y diez d�as ( 2 Cr�nicas 36:9). Por otro lado, si consideramos que los vers�culos 5-9 se aplican a Joacim, entonces el noveno vers�culo presenta esta dificultad, que representa al pr�ncipe como llevado a Babilonia como prisionero, y all� tra�do a fortalezas, y su voz nunca m�s. escuchado en los montes de Israel; mientras que se dice en 2 Reyes 24:6 que "Joacim durmi� con sus padres"; y en Jeremias 22:19, "ser� enterrado con el entierro de un asno, arrastrado y echado m�s all� de las puertas de Jerusal�n". Pero, como se�ala el Dr. Milman, "hay muchas dificultades con la muerte de Joacim"; porque adem�s de los m�ritos estatales reci�n citados de 2 Reyes y Jerem�as, en 2 Cr�nicas 36:6 se dice que Nabucodonosor "lo at� en grillos para llevarlo a Babilonia". Ya sea que concluyamos que se hace referencia a Joaquim o Joaqu�n en 2 Cr�nicas 36:5, nos encontramos con dificultades que quiz�s en la actualidad no se pueden eliminar por completo. En las tres preguntas que hemos mirado, los siguientes comentarios de Greenhill merecen una cita: "Se dice 'tu madre' en referencia a cada pr�ncipe. Joacaz, '�qu� es tu madre?' Joacim, '�qu� es tu madre?' Por "madre" se entiende aqu� Jerusal�n y el reino de Jud�. Las grandes ciudades y reinos son, en un sentido metaf�rico, madres; dan a luz reyes; eligen, coronan y establecen para gobernar ". Pero dejando preguntas de interpretaci�n disputada, echemos un vistazo a esos aspectos o ilustraciones de verdades hist�ricas y morales que establece este lamento. Descubrimos aqu� -

I. POSICI�N REAL Y PODER SIMBOLIZADO. "�Cu�l era tu madre? Una leona: ella recostaba entre leones, en medio de los leones j�venes alimentaba a sus cr�as". "La gente aparece como una leona", dice Hengstenberg, "sobre la base de G�nesis 49:9, a qu� pasaje se refiere el reposado en particular (cf. N�meros 23:24; N�meros 24:9; Isa�as 29:1), porque era un pueblo real, de igual nacimiento con otras naciones independientes y poderosas, ya que esta naturaleza real se mostr� hist�ricamente, especialmente en los tiempos de David y Salom�n. de la madre son los hijos del Rey de Israel. La crianza de estos entre los leones apunta al hecho de que el reino de Israel era de igual nacimiento que los poderosos reinos del mundo pagano ". Y Schroder dice de manera excelente: "Que ella 'se acost�' entre los estados reales vecinos engendra un descanso majestuoso y una seguridad consciente, el miedo intr�pido e intr�pido al imponer el poder". El poder y la prosperidad as� indicados se realizaron especialmente durante los �ltimos a�os del reinado de David y la mayor parte de la de Salom�n. De esto tenemos evidencia en 1 Cr�nicas 14:17; 1 Cr�nicas 24:26-13; 2 Cr�nicas 9:1.

II POSICI�N REAL Y PODER ABUSADO. "Y ella cri� a uno de sus cachorros; se convirti� en un le�n joven: y aprendi� a atrapar a la presa, devor� a los hombres". El joven le�n est� destinado a representar a Joacaz, quien fue elevado al trono por la gente ( 2 Reyes 23:30). "Era un hombre imp�o", dijo Josephus, "e impuro en su curso de la vida". "E hizo lo malo ante los ojos del Se�or, de acuerdo con todo lo que sus padres hab�an hecho" ( 2 Reyes 23:32). Y, seg�n nuestro texto, durante su breve reinado abus� de su poder real al oprimir a sus s�bditos. Luego tenemos el abuso del poder real en otro soberano ( 2 Cr�nicas 9:5). Si consideramos que esto se refiere a Joacim, es dif�cil ver c�mo se puede decir apropiadamente que "ella tom� otro de sus cachorros y lo convirti� en un le�n joven", ya que el fara�n Necho lo elev� al trono ( 2 Reyes 23:34). Pero en otros aspectos, la descripci�n aqu� dada le queda bien (cf. 2 Cr�nicas 9:6, 2 Cr�nicas 9:7 con 2 Reyes 23:35-12). Josefo dice que "era de una disposici�n perversa y estaba listo para hacer travesuras: ni era religioso con Dios ni bondadoso con los hombres" ('Ant.,' 10.5. 2). Nuevamente, si traducimos 2 Cr�nicas 9:7 como en el 'Comentario del orador', "�l conoc�a sus palacios" (tanto Hengstenberg como Schroder traducen "su" en esta cl�usula, y no "su" como en la Versi�n autorizada ), la referencia a Joacim se vuelve a�n m�s clara; porque le apasionaba construir edificios espl�ndidos y lo complac�a con la injusticia y la opresi�n (Jeremias 22:13). Por estos dos pr�ncipes, su posici�n y poder fueron abusados ??perversamente. El rango y el poder deben usarse de acuerdo con la voluntad de Dios y para el bien del hombre. Los reyes deben emplear su poder para la protecci�n y la prosperidad de sus s�bditos.

"Ya que por tu grandeza est�s m�s cerca del cielo en tu lugar, ac�rcate m�s en bondad. Los hombres ricos deber�an trascender a los pobres. Como nubes la tierra; levantadas por la comodidad del sol, para regar tierras secas y est�riles".

(Tourneive)

Pero estos pr�ncipes usaron su poder para la opresi�n y el empobrecimiento de sus s�bditos.

"Cuando aquellos a quienes el Cielo distingue entre millones, Profundamente les da honor, riquezas, poder, lo que el coraz�n expandido pueda desear; cuando ellos, al aceptar la recompensa, descuidan el deber, o peor a�n, pervierten esos dones en actos de ruina , �Hay un desgraciado que gobiernan tan malvados como ellos: "Culpabilidad al mismo tiempo de sacrilegio al cielo, y de p�rfido robo a los hombres?"

(Mazo.)

III. POSICI�N REAL Y PODER TOMADO. "Las naciones tambi�n se enteraron de �l; fue llevado a su foso y lo trajeron con cadenas a la tierra de Egipto" (cf. 2 Reyes 23:31-12). Aqu� hay "una alusi�n a la costumbre, cuando llega la noticia de que un le�n u otra bestia salvaje est� cometiendo travesuras, de reunirse por todos lados para apoderarse y matarlo" (C.B. Michaelis). Las "cadenas", "anzuelos" o "anillos", por los cuales se dice que Joacaz fue llevado a Egipto, se refieren a la costumbre de poner un anillo "a trav�s de la nariz de los animales que requieren ser sujetados, para sujetarlo. la brida por la cual son guiados, por lo cual tambi�n se puede disminuir su poder de respiraci�n "(cf. 2 Reyes 19:28). Joacim tambi�n fue despojado del poder del que hab�a abusado. "Las naciones lo atacaron por todas partes desde las provincias; y extendieron su red sobre �l", etc. ( 2 Cr�nicas 9:8, 2 Cr�nicas 9:9). La explicaci�n hist�rica se da en 2Ki 24: 1, 2 Reyes 24:2; 2 Cr�nicas 36:5, 2 Cr�nicas 36:6. O, si 2 Cr�nicas 36:8 y 2 Cr�nicas 36:9 se aplican a Joaqu�n, tenemos su explicaci�n en 2 Reyes 24:10. Cuando los reyes y los pr�ncipes abusan de su poder, en la providencia de Dios se les quita. Podr�a citar muchos ejemplos de esto; como Sa�l ( 1 Samuel 31:1.), Zimri ( 1 Reyes 16:8), Joram ( 2 Cr�nicas 21:1.), Manas�s ( 2 Cr�nicas 33:1) . Y, como dice Greenhill, "Tiberio fue envenenado o asfixiado por su propio sobrino; Cal�gula fue asesinado por su propio guardia; Vitrellio fue derrocado en la batalla, tomado prisionero y arrastrado con un cabestro alrededor de su cuello por las calles, medio desnudo y despu�s muchos ultrajes le hicieron, lo mataron y lo arrojaron al T�ber. Leander, tirano de Cyrena, fue llevado vivo, y cosido en una bolsa de cuero, fue arrojado al mar. Treinta tiranos fueron asesinados en un d�a en Atenas, por Theramenes, Thrasibulus y Archippns, que lo hicieron con setenta hombres ". La medida que les hab�an dado a los dem�s tambi�n se les midi� a ellos. Como lo hab�an hecho, as� Dios los requiri�. Estas cosas requieren lamentaci�n por parte de los patriotas y los piadosos. Cuando las espl�ndidas oportunidades son peores que las desatendidas, y se exalta gravemente la posici�n y el poder exaltados, y los pr�ncipes oprimen a su pueblo, los sabios y los buenos lloran. Los pecados y las calamidades nacionales deber�an despertar la tristeza de todos los amantes de su Dios y su pa�s. � W.J.

Ezequiel 19:10

La prosperidad nacional y la ruina nacional.

"Tu madre es como una vid en tu sangre, plantada por las aguas", etc. Este p�rrafo completa el lamento de los pr�ncipes de Israel. La figura cambia de la leona y los leones j�venes a la vid y sus ramas y frutos. Esta similitud se usa con frecuencia en las Sagradas Escrituras para representar al pueblo de Israel ( Ezequiel 15:1 .; Ezequiel 17:5; Salmo 80:8; Isa�as 5:1; Jeremias 2:21). La par�bola ante nosotros presenta dos im�genes.

I. UNA IMAGEN DE PROSPERIDAD NACIONAL. ( Ezequiel 19:10, Ezequiel 19:11.)

1. Algunas caracter�sticas de la prosperidad nacional.

(1) Circunstancias favorables. "Una vid plantada por las aguas". Palestina, la tierra del pueblo elegido, estaba muy favorablemente situada en muchos aspectos. Estaba casi completamente rodeado de fortificaciones naturales. En su frontera norte estaban los rangos del L�bano; desde su frontera sur "se extend�a ese 'gran y terrible desierto', que se agitaba como un mar entre el valle del Nilo y el valle del Jord�n". En el este estaban custodiados por el desierto oriental y por "la vasta fisura del valle del Jord�n"; y en el oeste por el Mediterr�neo, que "cuando Israel se estableci� por primera vez en Palestina, todav�a no era la v�a p�blica, sino m�s bien la frontera y el terror de las naciones orientales". Y para el mundo occidental, la costa de Palestina se opuso a un frente inh�spito, �eze-5� Adem�s, la tierra en la que se plant� esta vid fue notable por su fertilidad (cf. N�meros 13:27; Deuteronomio 8:7-5). Palestina, dice Dean Stanley, "no solo por su situaci�n, sino por su fertilidad comparativa, bien podr�a considerarse el premio del mundo oriental, cuya posesi�n era la marca del favor peculiar de Dios; el lugar por el cual las naciones contendr�an ; como en menor escala las tribus beduinas por alg�n 'diamante del desierto', algunos 'palmerales isle�os en medio de la basura'. Y una tierra de la que las bendiciones eran tan evidentemente un don de Dios, no como en Egipto de los innatos del hombre ', que tambi�n, debido a su extensi�n limitada, estaba tan constantemente al alcance y a la vista del desierto vecino, se calcul� eminentemente para elevar los pensamientos de la naci�n al Dador Supremo de todas estas bendiciones, y vincularlo con los lazos m�s queridos con la tierra que �l hab�a favorecido tan manifiestamente ".

(2) Reglas eficientes. "Ella ten�a varillas fuertes para el cetro de ellos que la regla desnuda". "Crecieron en Jerusal�n-Jud� fuertes brotes de David, capaces de gobernar ( G�nesis 49:10)". Todos sus reyes no eran eminentes ni por capacidad ni por car�cter; pero algunos de ellos ciertamente lo fueron; p.ej. David, Salom�n, Asa. Josafat, Uz�as, Ezequ�as, Jos�as.

(3) Progreso manifiesto. "Era fruct�fera y estaba llena de ramas a causa de muchas aguas. Su estatura era exaltada entre las ramas gruesas, y aparec�a en su altura con la multitud de sus ramas". En la �poca de David y Salom�n, la prosperidad de la naci�n fue grande (cf. 1 Cr�nicas 14:17; 1 Cr�nicas 29:26-13; 2 Cr�nicas 9:1). Incluso bajo Sedequ�as (como se�alamos en Ezequiel 17:5, Ezequiel 17:6) se podr�a haber alcanzado una medida alentadora de progreso y prosperidad si hubiera permanecido fiel a sus compromisos con el Rey de Babilonia.

2. La gran fuente de prosperidad nacional. "Era fruct�fera y estaba llena de ramas debido a muchas aguas". "Las muchas aguas", dice Hengstenberg, "significan la bendici�n divina que gobern� sobre Israel, la rica afluencia de gracia". Los israelitas en un sentido especial deb�an su existencia nacional y poder y prosperidad a Jehov� su Dios. Y en todos los tiempos y lugares, la verdadera y duradera prosperidad nacional solo se puede lograr mediante el cumplimiento de la Ley de Dios y la realizaci�n de su bendici�n. "La justicia exalta a una naci�n", etc .; "El trono est� establecido por la justicia". "Dios de Israel, �l da fuerza y ??poder a su pueblo". �l tambi�n "lleva a los pr�ncipes a la nada; hace a los jueces de la tierra como vanidad".

II UNA IMAGEN DE RUINA NACIONAL. ( Ezequiel 19:12.) Schroder llama la atenci�n sobre la transici�n repentina de la descripci�n de la prosperidad de esta vid a la declaraci�n de su destrucci�n. "Sin la intervenci�n de nada m�s, sigue su crecimiento espl�ndido, como un rel�mpago desde los cielos claros, el derrocamiento completo de la vid, es decir, de Jerusal�n-Jud�, el lugar de nacimiento de los reyes, y con ello el reino dav�dico".

1. Algunas caracter�sticas de esta ruina.

(1) Se cambian las circunstancias favorables por otras adversas. Antiguamente fue "plantada por las aguas"; y ahora ella est� "plantada en el desierto, en una tierra seca y sedienta". La expresi�n es figurativa, exponiendo su exilio como una condici�n opuesta a su crecimiento y prosperidad. "Tal desierto puede incluso estar en medio de una tierra cultivada". En algunos aspectos, "Babilonia era como un desierto para aquellos de las personas que fueron llevadas cautivas all�". Hab�an perdido su vida nacional, sus propiedades ancestrales, muchos de sus privilegios religiosos, etc.

(2) Los gobernantes eficientes ya no existen. "Sus fuertes varas estaban rotas y marchitas; el fuego las consumi�. No tiene una vara fuerte para ser un cetro para gobernar". Las palabras, tal vez, se refieren a Sedequ�as y su derrocamiento miserable ( 2 Reyes 25:4). Y no hab�a nadie para recuperar sus fortunas ca�das, o para reinar eficientemente sobre el resto de ellos que quedaban en la tierra (cf. Isa�as 3:6).

(3) El progreso manifiesto se intercambia por la desolaci�n y la ruina. "La arrancaron con furia, la arrojaron al suelo, y el viento del este sec� su fruto y el fuego se apag� de una vara de sus ramas, que ha devorado su fruto". El comentario sobre estas cl�usulas que tenemos en 2 Reyes 25:8; 2 Cr�nicas 36:17-14; Jerem�as encendi�. 12-30; y en Lamentaciones.

2. El instrumento de esta ruina. "El viento del este sec� su fruto" (cf. Ezequiel 17:10; Oseas 13:15). El viento del este se�ala a los caldeos como el instrumento del juicio divino. La figura es apropiada, tanto porque los caldeos habitaban en el este, como porque el viento del este a menudo es perjudicial para la vida vegetal.

3. La causa de esta ruina. "El fuego se apag� de una vara de sus ramas, que ha devorado su fruto". "El fuego se apaga del tallo principal de las ramas: no surge de los caldeos, sino que procede de la propia familia real, que por sus cr�menes provoc� la venganza divina". Fue Sedequ�as, por su traici�n b�sica hacia Nabucodonosor, quien finalmente provoc� la ruina ( Ezequiel 17:15). "La desolaci�n de los reinos", dice Greenhill, "por lo general ha sido por sus propios reyes y gobernantes, por aquellos que han tra�do y establecido; sus locuras, crueldades, traiciones, han disparado y consumido sus reinos".

CONCLUSI�N 1. La prosperidad, tanto individual como nacional, es de Dios.

2. La ruina, tanto individual como nacional, es causada por uno mismo. "El fuego de la propia injusticia enciende el juicio col�rico de Dios". "Los hombres primero se resecan, luego el rito los consume". "�Oh Israel, te has destruido a ti mismo!"

3. El pecado invariablemente conduce al dolor. Primero causa lamentaci�n al bien, y luego conduce a lamentaci�n general. El pecado puede cometerse en medio de la alegr�a y la m�sica, pero r�pidamente tendr� que llorar y afligirse. "Esto es una lamentaci�n, y ser� para una lamentaci�n". - W.J.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Ezekiel 19". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/ezekiel-19.html. 1897.