Bible Commentaries
Miqueas 1

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

Versículos 1-16

EXPOSICI�N

Vers�culo 1: 1-2: 13

Parte I. AMENAZAS Y JUICIOS SOBRE ISRAEL Y JUDA, CON PREDICCI�N DE ENTREGA EVENTUAL.

Miqueas 1:1

La inscripci�n, o t�tulo del libro, que transmite la autoridad del profeta. La palabra del Se�or. La expresi�n se aplica a todo el contenido del libro, como en Oseas 1:1 y Sofon�as 1:1. A menudo se usa para alg�n mensaje particular a un profeta, como Jeremias 1:4, Jeremias 1:11; Jeremias 2:1; Ezequiel 3:16. Micah el Morasthite; es decir, Miqueas de Moresheth-Gath (vers�culo 14), un pueblo en las tierras bajas de Judea, cerca de Eleutheropolis, a unas veinte millas al suroeste de Jerusal�n (ver Introducci�n, � II.). En los d�as de Jotam, Acaz y Ezequ�as. As�, Micah fue contempor�neo de Isa�as, aunque su ministerio no comenz� tan pronto ni dur� tanto como el de ese profeta (ver Isa�as 1:1); fue un poco m�s tarde que Oseas y Am�s, quienes profetizaron bajo Uz�as, el padre de Jotam. Los reyes de Jud� se mencionan porque la misi�n del profeta era a Jud�, como la l�nea de elecci�n; pero, como Am�s, tambi�n profetiz� contra Samaria. Sin embargo divididas, las dos naciones son consideradas como un solo pueblo. Lo cual vio. Lo que vio en visi�n o por iluminaci�n interior lo relata aqu� con palabras. As�, las profec�as de Isa�as, Abd�as, Nah�m, etc. se llaman "visiones". Sobre Samaria y Jerusal�n. Samaria viene primero, ya que est� lista para el castigo, y la primera en sentir al vengador. Las capitales de los dos reinos Israel y Jud� representan al pueblo mismo.

Miqueas 1:2

� 1. Introducci�n a la direcci�n del profeta. Las naciones y la tierra misma est�n convocadas para asistir al solemne anuncio.

Miqueas 1:2

Escuchen, todos ustedes, pueblo; m�s bien todos los pueblos; Septuaginta, ????. Se convoca a todas las naciones para que vengan a presenciar el juicio y se beneficien con la advertencia. Entonces Mica�as, hijo de Imlah, el audaz denunciante de los falsos profetas en la era de Ahah, hab�a gritado: "Oigan, pueblos, todos ustedes" ( 1 Reyes 22:28). Entonces Mois�s, en su canci�n ( Deuteronomio 32:1), pide al cielo y a la tierra que escuchen sus palabras (comp. Isa�as 1:2). Estas expresiones no son meras figuras ret�ricas; Tienen una aplicaci�n especial. Pase lo que pase con Israel tiene relaci�n con el desarrollo del reino de Dios; Los juicios sobre las personas elegidas no son solo una advertencia para los paganos, sino que traen la gran consumaci�n. Todo lo que hay es; literalmente, su plenitud; Vulgata, plentitudo ejus; Septuaginta, ?????? ?? ?? ????, "todos los que est�n all�" (Salmo 24:1). Deje que el Se�or Dios (el Se�or Jehov�) sea testigo contra usted. Deje que Dios por sus juicios contra usted, a saber. Israel y Jud�, confirman mi denuncia (comp. Deuteronomio 29:24). De su santo templo; es decir, desde el cielo, como Miqueas 1:3 muestra ( 1 Reyes 8:30; Salmo 11:4; Habacuc 2:20).

Miqueas 1:3

Aqu� sigue una gran descripci�n, en lenguaje figurado, del curso del juicio Divino, y de la horrible majestad y poder sin resistencia de Dios. Fuera de su lugar. Es como si los pecados de Israel lo hubieran despertado a la acci�n. Dios est� oculto excepto cuando muestra su poder en juicio y misericordia (ver nota en Zacar�as 14:3). Bajar� Una expresi�n antropom�rfica, como G�nesis 18:21. Los lugares altos. Como si descendiera del cielo, Dios lleg� por primera vez a la cima de las monta�as (ver nota en Am�s 4:13; comp. Deuteronomio 32:13). La frase implicar�a la soberan�a absoluta de Dios sobre el universo.

Miqueas 1:4

La descripci�n del advenimiento de Dios al juicio se basa en la idea de una terrible tormenta y terremoto, tal vez acompa�ada de una erupci�n volc�nica, aunque no hay evidencia de tales erupciones en el per�odo hist�rico. La descripci�n recuerda la horrible revelaci�n en el Sina� ( �xodo 19:1.). Se fundir�; ya sea por los rayos o las lluvias que descienden del cielo. Las monta�as, el tipo de estabilidad y fuerza, caen ante la presencia del juez. Septuaginta, ????????????, "se sacudir�"; Vulgate, consumentur ( Jueces 5:4, Jueces 5:5; Salmo 18:7, etc .; Salmo 68:8; Salmo 97:4, Salmo 97:5; Am�s 9:5). Ser hendido; Septuaginta, ??????????, "se derretir�". Los valles se ahuecar�n en canales por la fuerza del agua, que cae en torrentes. Como cera (Salmo 68:2; Salmo 97:5). Esto pertenece a la primera cl�usula, "las monta�as", etc. Como aguas. Esto pertenece a la segunda cl�usula. Las llanuras hendidas se derretir�n a medida que las aguas desaparezcan por un precipicio. La idea que subyace a esta descripci�n es que la creaci�n inanimada comparte los efectos del juicio sobre el hombre, y se usa como un instrumento en su castigo.

Miqueas 1:5

� 2. Se denuncia el juicio sobre Israel por su pecado.

Miqueas 1:5

El profeta muestra la causa de este castigo. Transgresi�n; mejor, apostas�a, lo que realmente era la trangresi�n de la gente. Jacob Aqu� las diez tribus y Jud�, todo el pueblo del pacto. En la �ltima parte del vers�culo, el t�rmino incluye solo las diez tribus, llamadas a menudo Israel o Efra�n. Todo esto. La manifestaci�n del poder y la ira de Dios se describe en Miqueas 1:3 y Miqueas 1:4. La casa de Israel Las diez tribus �No es Samaria? Ella no es m�s que pecado. �l nombra las capitales de los dos reinos como la fuente y el centro de la idolatr�a y la maldad que impregnaban todo el pa�s. Samaria fue construida por Omri, un rey que "hizo lo malo ante los ojos del Se�or, e hizo algo peor que todo lo que ten�a antes que �l"; y en �l su hijo Acab erigi� un templo a Baal ( 1 Reyes 16:32), y se convirti� en la sede principal de la idolatr�a en la tierra. �Cu�les son los lugares altos? El profeta parece decir que Jerusal�n ya no es el santuario del Se�or, sino una colecci�n de santuarios no autorizados o id�latras. Estos eran edificios o altares erigidos en lugares visibles, en contra de las promulgaciones de la Ley Mosaica ( Deuteronomio 12:11-5), y se usaban m�s o menos para la adoraci�n id�latra. Con una extra�a perversidad, los jud�os mezclaron el servicio puro de Jehov� con los ritos de las deidades paganas. Incluso los mejores reyes de Jud� no pudieron suprimir por completo estos santuarios locales (ver 2 Reyes 12:3; 2 Reyes 14:4, etc.). Se encontraron incluso en Jerusal�n (Jeremias 32:35), especialmente en la �poca de Acaz ( 2 Reyes 16:4). El paralelismo de esta cl�usula con el precedente se considera defectuoso ("lugares altos" no son paralelos a la "apostas�a"), la Septuaginta dice, ? ???????, "el pecado", seguido por el sir�aco y el targum. Un manuscrito hebreo confirma la lectura; pero probablemente no est� autorizado y ha sido introducido de manera ignorante. El profeta define los pecados de Samaria y Jerusal�n. El pecado de los primeros es la apostas�a; el de este �ltimo, adoraci�n no autorizada. En lugar de "qu�" en ambos lugares, el hebreo da "qui�n", lo que implica que hay una causa personal, personificando las dos capitales. La reforma parcial de Ezequ�as no hab�a tenido lugar cuando esto se pronunci�.

Miqueas 1:6

Yo har�. Esta profec�a, por lo tanto, fue entregada antes de la destrucci�n de Samaria en el cuarto a�o de Ezequ�as. Como un mont�n del campo; o, en un mont�n del campo, como un mont�n de piedras recogidas de un campo cultivado (comp. Isa�as 5:2.) Septuaginta, ??????????????? ?????, "la choza de un observador de frutas". Como plantaciones de un vi�edo; en las plantaciones, etc .; es decir, en simples terrazas para vi�as. Tal ser� la ruina total de la ciudad, que en su sitio se plantar�n vides. El profeta aqu� usa una descripci�n de la destrucci�n completa, que es una f�rmula regular en las inscripciones asirias, donde leemos de las ciudades convertidas en "un mont�n de basura y un campo". La expresi�n ocurre, por ejemplo; en un monumento de Tiglat-Pileser. Derramar� sus piedras al valle. Samaria estaba parada en una plataforma monta�osa ( 1 Reyes 16:24), con un descenso absoluto por todos lados, y cuando fue derrocada sus piedras fueron arrojadas al valle que lo rodea, como se puede ver hasta el d�a de hoy. "Cuando miramos hacia abajo", dice Tristram, "a las columnas demacradas que se alzaban de los peque�os campos en terrazas, y las enredaderas que trepaban por las laderas de la colina una vez cubiertas por los palacios de la orgullosa Samaria, que pod�an ayudar a recordar la profec�a de Miqueas "No se han cumplido literalmente las denuncias sobre Tiro o Babilonia. Aunque Sebaste se elev�, bajo Herodes, a un tono de mayor esplendor que incluso la vieja Samaria, el esfuerzo fue en vano, y la maldici�n se ha cumplido por completo. En toda la gama de la historia prof�tica, no conozco ning�n cumplimiento m�s sorprendente para el testigo en su precisi�n que esto ". Descubrir�; quedar� al descubierto (Salmo 137:7; Ezequiel 13:14).

Miqueas 1:7

Graven im�genes. Los �dolos de piedra ( Isa�as 10:10). Septuaginta, ?? ??????. Las contrataciones de los mismos. La palabra propiamente significa "el salario de la prostituci�n". La idolatr�a es vista como fornicaci�n espiritual, y las ofrendas hechas a los templos �dolos se consideran regalos de ramera. Oseas habla de la misma manera ( Oseas 2:5, Oseas 2:8, Oseas 2:12; Oseas 9:1; comp. Isa�as 23:17; Ezequiel 16:31). Puede haber alusi�n a las pr�cticas vergonzosas consagradas con el nombre de la religi�n, cuyo producto fue en apoyo de la idolatr�a (v�ase Baruc 6:43; Herodes; 1: 199; Estrab�n, 16: 1). �dolos; im�genes m�s costosas, probablemente hechas o chapadas con metales preciosos. Porque ella lo recogi�; m�s bien, ellos, las im�genes y los �dolos, de las ofrendas hechas por id�latras, fornicarios espirituales, por lo tanto, se llama la contrataci�n de una ramera. Volver�n a contratar a una ramera. Los tesoros obtenidos por la idolatr�a ir�n a otro pueblo id�latra, a saber. los asirios; las ofrendas dedicadas en los templos de Samaria se llevar�n a N�nive para adornar los templos all� (comp. Daniel 1:2; Daniel 5:3; Esdras 1:7). La oraci�n parece ser una especie de dicho proverbial, como el lat�n, masculino parta, masculino dilabuntur. Sehegg compara a los alemanes, Wie gewonnen, zerronnen y Unrect Gut que son Gut. El juicio sobre Samaria fue ejecutado por los asirios. Tres veces en su corto reinado de menos de seis a�os hizo Salmanasar IV. invadir Israel. Poco despu�s de su adhesi�n, teniendo razones para sospechar de la fidelidad de Hoshea, "se enfrent� a �l" ( 2 Reyes 17:3), y lo sobrecogi� por la exhibici�n de su poder superior que el Rey de Israel present� sin una lucha "se convirti� en sus sirvientes y le dio regalos", o le rindi� homenaje. Pero la lealtad de Hoshea a�n no estaba asegurada. Animado por la empresa y el �xito del monarca et�ope So, o Shebek, que hab�a derrotado y asesinado al rey egipcio, y se estableci� firmemente en el trono del Alto Egipto, Hoshea, confiando en la ayuda egipcia, nuevamente arroj� el yugo de Asiria. , y rechaz� el tributo habitual. Su castigo fue r�pido y agudo. Salmanasar no tuvo dificultad en hacerse due�o de su persona, "encerrarlo y atarlo en la c�rcel". En un nuevo acto de rebeli�n, de qu� naturaleza no estamos informados, Shalmaneser hizo su tercer ataque. Esta vez se resisti� en todas partes y termin� poniendo sitio a Samaria. Antes de esta ciudad, sus fuerzas fueron detenidas por m�s de dos a�os; Tampoco fue hasta B.C. 722, cuando aparentemente su propio reinado hab�a llegado a su fin, que Samaria fue tomada, su sucesor Sarg�n afirm� que la conquista pertenec�a a su primer a�o (Rawlinson, 'Ancient Monarchies', 2. Oseas 9:1). .

Miqueas 1:8, Miqueas 1:9

3. Miqueas est� de luto porque el castigo se extiende a Jud� tambi�n.

Miqueas 1:8

Yo llorar� El profeta marca la destrucci�n de Samaria con estos signos externos de duelo, a fin de que pueda afectar las mentes de sus propios compatriotas, y mostrar c�mo se afligi� por sus pecados que deber�an traer como castigo. La palabra traducida "lamento" significa "golpear" el pecho. Septuaginta, ???????: Vulgate, plangam. Desnudo y desnudo. El antiguo ep�teto de la LXX. traducir ??????????, como si significara "descalzo"; y refieren el verso a Samaria, no a Micah. Los dos ep�tetos contienen una noci�n; el profeta asume el car�cter, no solo de un doliente, que se quit� sus vestimentas habituales, sino la de un cautivo que fue despojado de la piel y se lo llev� desnudo y despojado (comp. Isa�as 20:2; Isa�as 47:2, Isa�as 47:8). Dragones; Septuaginta, ?????????: hebreo, tannim, "chacales" ( Job 30:29; Malaqu�as 1:3), cuyo aullido triste es bien conocido por todos los viajeros del Este. B�hos Septuaginta, ????????? ????????, "hijas de sirenas"; Vulgata, struthionum. El p�jaro se llama en hebreo bath yaanah, que algunos explican "hija del desierto", o bien se refieren a ra�ces que significan "gritar" o "ser liberado". Sin duda el avestruz est� destinado. Con respecto al chillido temeroso de este p�jaro, Pusey cita a Shaw, 'Viajes', 2: 349, "Durante la parte solitaria de la noche a menudo hacen un ruido triste y lastimoso. A menudo los he o�do gemir como si estuvieran en el mayor de los casos. agon�as ".

Miqueas 1:9

Su herida; sus llagas, el castigo infligido a Samaria. Incurable (comp. Jeremias 15:18) El d�a de la gracia ha pasado, e Israel no se ha arrepentido. Ha llegado. La raya, el castigo, llega a Jud�. Para el ojo prof�tico, la invasi�n asiria de Judea parece estar cerca, e incluso el ataque final de los caldeos entra en su opini�n. Los mismos pecados en las capitales del norte y del sur conducen al mismo destino. El ha venido. �l, el enemigo, el agente de la "raya". La puerta de mi pueblo. La puerta, el lugar de reuni�n, el puesto bien vigilado, se coloca para la ciudad misma (comp. G�nesis 22:17; Deuteronomio 28:52; Abd�as 1:11). Pusey piensa que Micah se refiere a algo menos que la escisi�n total, y por lo tanto, solo se entiende la invasi�n de Senaquerib ( 2 Reyes 18:13). Pero la visi�n acortada anterior del profeta bien puede incluir la ruina final.

Miqueas 1:10

4. El juicio sobre Jud� se ejemplifica por el destino de algunas de sus ciudades, cuyos nombres el profeta conecta con su castigo en una serie de paronomasias.

Miqueas 1:10

No lo declares en Gat. Esta frase de la eleg�a de David sobre Sa�l ( 2 Samuel 1:20) se hab�a convertido en un dicho proverbial, en detrimento de la alegr�a maliciosa de sus vecinos hostiles por las desgracias que les sucedieron. Gath es mencionado como el asiento de los filisteos, el enemigo constante y poderoso de Jud�. (Para su situaci�n, vea la nota en Am�s 6:2.) Las paronomasias en este pasaje, que parecen ser artificiales y pueril para los o�dos modernos, son paralelas en muchos escritos, tanto hebreos como cl�sicos, y fueron naturales para un pueblo que busc� significado m�stico en palabras y nombres. Por lo tanto, se toma a Gath para significar "Dile a la ciudad", y la cl�usula es: "En la ciudad de Dile no lo digas". No llores en absoluto; Vulgata, lacrymis ne ploretis; es decir, "llora en silencio" u "esconde tus l�grimas" para que el enemigo no conozca tu dolor. Como en el efectivo de las otras cl�usulas, se menciona una ciudad, algunos editores dir�an aqu�: "�En Acco ('ciudad de Weep') no llores!" - Acco es el �ltimo Ptolemais, el moderno St. Jean d'Acre, y fue llevado aqu� para representar otra ciudad extranjera que se regocijar�a por las desgracias de Jud� (ver, Jueces 1:31). La Septuaginta sola de todas las versiones parece tolerar esta lectura, al traducir, ?? ??????? ?? ?????????????, "Ye Enakim, no reconstruir", que se resolvi� en ?? ?? ?????, que se supone que es un error para ?? ?? ??? Las objeciones en contra de esta lectura se puede ver en Keil y Pusey. Hay un juego de palabras en ambas cl�usulas (como en los siguientes cinco vers�culos), que no se ve en la versi�n en ingl�s, begath al taggidu y bako al tibeku. Knabenbauer imita la paronomasia en lat�n, "Cannis ne canite; Anconae ne angamini"; Ewald y Schegg en alem�n, "En Molln meldet nicht; en Weinsberg. Weinet nicht;" Reuss en franc�s, "�N'allez pas le dire a Dijon! �N'allez pas pleurer a Ploermel!" En estos juegos de palabras, como deber�amos llamarlos, el profeta est� lejos, de hecho, de bromear. "�l ve", dice el Dr. Cheyne, "como Isa�as, en Isa�as 10:30, una correspondencia predeterminada entre nombres y fortunas". y desea impresionar esto en sus compatriotas, para que el juicio no les llegue sin advertencia. En la casa de Afra; mejor, en Beth-le-Aphrah, es decir, "Casa del polvo"; Vulgata, en domo pulveris. El sitio de Afra es desconocido. Algunos lo identifican con Ofra en Benjam�n ( Josu� 18:23), cuatro millas al noreste de Betel; otros, con Ofra en Filistea ( 1 Cr�nicas 4:14). Los anfitriones de las ciudades nombradas a continuaci�n se encuentran en Shephelah. Keil se�ala que la palabra se se�ala con pathach aqu� por el bien de la paronomasia. Rod�ate en el polvo; espolvorea polvo sobre ti mismo. Este era un signo com�n de duelo. El texto hebreo dice: "Me doy vueltas" o "me he emborrachado", el profeta se identifica con la gente. Pero como en todos los pasajes posteriores, no es lo que hace el profeta, sino lo que hacen los habitantes, lo que impresiona, es preferible leer el Keri. Vulgate, pulvere vos conspergite. La Septuaginta tiene una interpretaci�n inexplicable, ???? ?????? ??? ???????????, "contra la risa roc�a tierra", que Brenton traduce, "roc�a polvo en el lugar de tu risa". Con esta secci�n ( Isa�as 10:10) debe compararse Isa�as 10:28-23, que describe la alarma ocasionada por la invasi�n de Jud� de Senaquerib desde el noreste, ya que Micah representa su progreso hacia el suroeste.

Miqueas 1:11

P�salo lejos. Sal de tu casa. T� habitante de Saphir. El hebreo es "habitante", la poblaci�n se personifica como virgen. "Saphir" significa "Ciudad justa". Es colocado por Eusebio ('Onomast.') Entre Ascalon y Eleutheropolis: ahora se identifica con algunas ruinas llamadas Suafir, a cinco millas al sureste de Ashdod. Teniendo tu verg�enza desnuda; "en desnudez y verg�enza" (Pusey); Vulgata, confusa ignominia. El profeta contrasta la verg�enza de su trato con el significado del nombre de su ciudad, "Ve, pueblo justo, en deshonor desagradable". Septuaginta, ?????????? ????? ??? ?????? ?????, "habitando bastante sus ciudades". San Jer�nimo, desesperado por explicar estas versiones griegas, dice aqu�: "Multum Hebraicum a LXX. Interprete discordat, et tantis tam mea quam illorum translatio difficultatibus involuta est, ut si quando indiguimus Spiritus Dei (semper autem in exponendis Scripturis sanctis illius indigemus) adventu), nunc vel maxime eum adesse cupiamus ". Se supone que Zaanan es el mismo que Zenan, mencionado en Josu� 15:37. El significado del nombre es dudoso. Se toma para significar "abundar en bandadas" o "salir". No sali� adelante; o, no sale. La paronomasia parece estar m�s bien en el sonido que en el sentido, y se explica de diversas maneras: "Los habitantes del pueblo de Flock no salieron con sus reba�os". "Los habitantes de Pr�ximamente no salieron", es decir, para huir, para luchar o para ayudar a sus hermanos; o no escap� a la destrucci�n. Vulgata, h�bitat no est egressa quae in situ; Septuaginta, ??? ????? ?????????? ???????, "La que habitaba en Sennaar no sali�". En el duelo, etc. Estas palabras se unen mejor con la siguiente cl�usula, por lo tanto: El duelo de Beth-ezel te quita su posici�n; es decir, refugio o refugio. Beth-ezel se explica, "Casa al lado de uno". "Pueblo vecino"; entonces el profeta dir�a: "La ciudad vecina no es vecina para ti", no te proporciona ninguna ayuda. Pero se dan varias otras explicaciones. p.ej. "La lamentaci�n hace su residencia segura en Beth-ezel de su calamidad". Esto puede, tal vez, ser apoyado por la representaci�n de la LXX; ??????? ?? ???? ????????, "Ella recibir� de ti el golpe de angustia". El Dr. Cheyne conecta todo el verso con una idea: "Zaanan estar�a dispuesto a huir, pero el sonido del duelo en Beth-ezel (que podr�a significar" la casa o el lugar al lado de uno) los llena de desesperaci�n. "Tomando a Beth-ezel como" Casa de la ra�z ", otros interpretar�an, a causa del dolor p�blico," La 'casa de la ra�z' no le proporciona un hogar firme ". Otros, nuevamente," La lamentaci�n de 'El cerca de Casa 'no se detendr� cerca de �l, sino que pasar� a otros lugares. "Beth-ezel es probablemente el Azal de Zacar�as 14:5, la apuesta se deja caer, como suele ser el caso. Fue en el vecindario de Jerusal�n (ver nota sobre Zacar�as. lc).

Miqueas 1:12

Maroth; amargura. Su sitio es desconocido; pero estaba en el vecindario inmediato de Jerusal�n. Ewald sugiere que es lo mismo que Maarath ( Josu� 15:59), hod. Beit Ummar, seis millas al norte de Hebr�n. Esperado cuidadosamente por el bien; esperado, esperando socorro. Pero la mejor traducci�n es, retorcida en angustia por el bien, que han perdido, ya sea propiedad o libertad. Pero el mal vino; porque (o, porque) el mal ha llegado. A la puerta de Jerusal�n (comp. Miqueas 1:9). El profeta se refiere a la invasi�n de los reyes asirios, Sarg�n o Senaquerib, tambi�n mencionado por Isa�as ( Isa�as 22:7), y el mensaje altivo ( Isa�as 36:2).

Miqueas 1:13

Laquis Una ciudad muy fuerte e importante de los cananeos, hod. Um Lakis, aproximadamente catorce millas al noreste de Gaza, que fue capturado por Senaquerib despu�s de un largo asedio ( 2 Reyes 18:14; Isa�as 36:2; Isa�as 37:8). En el Museo Brit�nico hay un bajorrelieve, tra�do de Asiria, que representa a Senaquerib sentado en su trono mientras el bot�n de la ciudad de Laquis pasaba ante �l. Ata el carro a la bestia veloz. Engancha tus caballos a tus carros, para que puedas huir y escapar de la destrucci�n. La frase es como el lat�n, currum jungere equis. La paronomasia aqu� radica en el sonido, "Habitante de Laquis, aprovecha tu rekkesh" ("corredor", "corredor"). "Habitante de la ciudad de los caballos, aprovecha tus caballos". Septuaginta, ????? ??????? ??? ??????????, "un sonido de carros y jinetes"; Vulgata, tumultus quadrigae stuporis, representaciones que el texto hebreo actual no admite. Ella fue el comienzo, etc. C�mo Laquis lleg� a adoptar la idolatr�a de Israel y c�mo infect� a Jud�, no lo sabemos. Una conexi�n entre Jerusal�n y Laquis se encuentra en la facilidad de Amas�as ( 2 Reyes 14:19), pero no se menciona nada relacionado con la religi�n. Toda la cl�usula es traducida por Calmer, Keil, etc. as�: "Fue el comienzo del pecado para la hija de Si�n que las iniquidades de Israel se encontraron en ti" (comp. Miqueas 6:16; Am�s 8:14). Las transgresiones particulares significadas pueden ser la idolatr�a de Joram ( 2 Cr�nicas 21:6) y Ocoz�as ( 2 Cr�nicas 22:3, 2 Cr�nicas 22:4).

Miqueas 1:14

Por lo tanto. Porque Jud� ha adoptado las malas pr�cticas de Israel. El profeta aqu� se dirige a Jud�, y contin�a haci�ndolo hasta el final del cap�tulo. Dar�s regalos a Moreshsth-Gath. Los "regalos" destinados son regalos de despedida, regalos de despedida. La palabra se usa ( 1 Reyes 9:16) para la dote dada a una hija cuando est� casada. El significado, por lo tanto, es que Jud� debe renunciar a todo reclamo a Moresheth. La paronomasia se explica de dos maneras. Como Moresheth puede significar "posesi�n", puede entenderse que el profeta dice: "Renunciar�s a la posesi�n de Gath". O el juego de palabras puede depender de la similitud de sonido entre Moresheth y Meorasah, "Betrothed" ( Deuteronomio 22:29), "Deber�s dar el despido (carta de divorcio) a la ciudad una vez comprometida contigo". Moresheth-Gath, el lugar de nacimiento de Micah, se encuentra justo al sur de Beit Jibrin, o Eleutheropolis, a unas veinticinco millas de Gaza (ver Introducci�n, � II.). La incorporaci�n de Gath al nombre de la ciudad est� destinada a marcar su situaci�n en las inmediaciones de esa conocida ciudad. Entonces tenemos a Bel�n-Jud� ( Jueces 17:7), Abel-Maim o Maachah ( 1 Reyes 15:20; 2 Cr�nicas 16:4). Septuaginta, ????? ????????????????? ??? ??????????? ???, "Har� que los hombres sean enviados incluso a la herencia de Geth"; Vulgata, Dabit emissarios super heredidatem Geth. Dar a los shilluchim la sensaci�n de "mensajeros" parece no tener precedentes. Las casas de Achzib ser�n una mentira (achzab), un arroyo mentiroso y enga�oso, que decepciona la esperanza del viajero, como "fundus mendax" (Horat; 'Carm.,' 3.1. 30). Septuaginta, ?????? ????????, "casas vanas"; Vulgata, domus mendacii. La ciudad ser� entregada al enemigo y perdida a los jud�os. Achzib ( Josu� 15:44), hod. Ain Kezbeh, a ocho millas al norte de Adullam, es probablemente lo mismo que Chezib ( G�nesis 38:5), donde naci� Shelah, el hijo de Jud� de Tamar. Los reyes de Israel "Israel" es aqu� equivalente a Jud�, ya que, seg�n la predicci�n de los vers�culos 6 y 7, perdi� su existencia pol�tica.

Miqueas 1:15

Sin embargo, te traer� un heredero, oh habitante de Mareshah. "Mareshah" suena como Morashah, la palabra hebrea para "herencia"; as� que la obra es: "Traer� un heredero que reclamar� tu ciudad Patrimonio". El "heredero" es el rey asirio, Sarg�n, en cuya posesi�n pasar� la ciudad. Mareshah ( Josu� 15:44; 2 Cr�nicas 14:9) estaba cerca de Achzib, a una milla al sur de Beit Jibrin, y ahora se llama Mer'ash. �l vendr�, etc .; mejor, la gloria de Israel vendr� a Adullam; es decir, la nobleza (comp. Isa�as 5:13) de Israel volar� en busca de refugio a lugares como la cueva de Adullam, el asilo de David ( 1 Samuel 22:1, 1 Samuel 22:2 ) Entonces la Vulgata. La LXX tiene, ?????????? ??? ??????? ???? ? ???? ??? ???????? ?????? "La herencia vendr� a Odullam, incluso la gloria de la hija de Israel". Pero Rosenmuller, Henderson, Pusey y otros toman la oraci�n como en la versi�n autorizada, haciendo "la gloria de Israel" en aposici�n con "Adullam", y entendiendo por "�l" el heredero o enemigo. Uno no sabe por qu� Aduliam deber�a ser honrado con el t�tulo mencionado anteriormente; Por lo tanto, la representaci�n dada anteriormente es preferible. Probablemente haya una paronomasia destinada, "La gloria del Se�or se establecer� (ad olam) para siempre". La ciudad de Adullam, hod. Aid-el-Mah, se encontraba en el valle de Elah, a diez millas al noroeste de Hebr�n, a medio camino entre Sochoh y Keilah. Fue de gran antig�edad, mencion�ndose como el lugar de nacimiento de Hirah, el amigo de Jud� ( G�nesis 38:12), y una de las ciudades fortificadas por Roboam ( 2 Cr�nicas 11:7). En su vecindario se encuentra la famosa cueva, Mugha et Khureitun, se�alada como la bodega tradicional de David, y que ha sido cuidadosamente explorada por el Sr. Tyrwhitt Drake, del Fondo de Exploraci�n de Palestina.

Miqueas 1:16

� 5. El profeta llama a Si�n a llorar por su cautiverio. Hacerte calvo. La palabra hebrea implica "hacer que la parte posterior de la cabeza sea calva". Micah destinatario Sion como la madre de los ni�os que ser�n llevados al cautiverio. Afeitarse la cabeza en se�al de duelo parece haberse mantenido como una costumbre tradicional a pesar de la prohibici�n de la Ley contra ciertas formas que la pr�ctica asumi� (ver Lev�tico 19:27; Deuteronomio 14:1 ; y para la costumbre real, comp. Isa�as 3:24; Jeremias 7:29; y la nota sobre Am�s 8:10). Encuestarte. Corta tu cabello, casi sin�nimo de la palabra en la cl�usula anterior. Tus delicados hijos; literalmente, los hijos de tus delicias; es decir, los ni�os que son una alegr�a y un consuelo para ti, los ciudadanos de tu reino (comp. Miqueas 2:9). Como el �guila (nesher). El buitre se entiende, ya sea Vultur percnopterus, com�n en Egipto y Palestina, que est� calvo en la parte frontal de la cabeza y el cuello, o m�s probablemente Vultur fulvus, el buitre leonado, cuya cabeza y cuello est�n desprovistos de plumas verdaderas (ver ' Educador B�blico, '2: 247). En cautiverio. Esto no puede referirse exclusivamente a la invasi�n asiria, en la que se tomaron muy pocos cautivos, pero debe esperar la deportaci�n babil�nica en Miqueas 4:10. La �ltima calamidad sola es paralela a la destrucci�n de Samaria anunciada en Miqueas 4:6, Miqueas 4:7 de este cap�tulo.

HOMIL�TICA

Miqueas 1:1

Verdaderos maestros espirituales.

Un prefacio a menudo se considera de poca importancia comparativa, y muchos lectores lo ignoran y pasan a la lectura de la obra misma. Que este prefacio al Libro de Miqueas no se descarte as� sumariamente. Cada palabra de Dios es "rentable". Este vers�culo introductorio es muy sugestivo de ense�anzas relacionadas con el servicio sagrado en la causa de Dios en nuestra �poca. Los profetas hebreos no eran simplemente predictores; Tambi�n eran los educadores religiosos de las personas entre las que trabajaban. Aqu� se nos recuerda que:

I. LOS VERDADEROS MAESTROS ESPIRITUALES SON ENCARGADOS DE UNA REVELACI�N DE DIOS. Nota:

1. Esta revelaci�n se da en forma de palabras. "La palabra del Se�or que vino a Miqueas". Los pensamientos pueden ser comunicados por palabras, acciones y por escrito. En la antig�edad Dios comunic� sus pensamientos a Mois�s en el monte y a los israelitas por la voz viva, y a los videntes por sue�os y visiones. En todo momento ha desplegado sus pensamientos en acciones (Salmo 19:1, Salmo 19:2). A nosotros nos revela sus pensamientos en la Palabra escrita. Y es justo en la medida en que, ense�ado por el Esp�ritu Divino, entramos en el significado de la Palabra de Dios, y reconocemos en sus ense�anzas un mensaje comprometido con nosotros para entregar, que estamos calificados para ser maestros de la verdad espiritual ( 2 Corintios 5:18, 2 Corintios 5:19).

2. Esta revelaci�n nos llega estampada con autoridad divina. "La palabra del Se�or". No hab�a tono de incertidumbre acerca de las declaraciones de los videntes hebreos; nada que fuera especulativo, te�rico, problem�tico, en lo que dec�an; nada que pueda describirse como la creaci�n de su propia fantas�a e imaginaci�n. Mientras que cada profeta conservaba sus propias peculiaridades individuales y dones naturales, as�. que una variedad agradable nos encuentra en sus escritos, cada anuncio fue acompa�ado por "As� dice el Se�or". En nuestros d�as, todos los recursos del genio santificado y la investidura deben depositarse sobre el altar del servicio a Dios; pero que se descarte toda incertidumbre. El mensajero no debe traicionar un tono vacilante, como dudoso de si tiene alg�n mensaje que entregar. Tiene certezas gloriosas que anunciar, un mensaje autoritario que declarar; y, con confianza inquebrantable, debe salir y publicar las brillantes realidades de nuestra fe.

3. Esta revelaci�n se hace muy real para la conciencia interna del maestro. "La palabra del Se�or que vino a Miqueas", "lo que vio con respecto a Samaria y Jerusal�n". Fue una experiencia interna con el profeta, una profunda convicci�n forjada. La palabra del Se�or tom� posesi�n de su propia alma, y ??se convirti� en parte integral de su propio ser, tocando, acelerando, inspirando toda su naturaleza. Tambi�n se le presentaron v�vidamente las circunstancias de su naci�n, y los eventos a cumplir fueron tan reales como si ya hubieran tenido lugar o se estuvieran produciendo ante sus ojos. "Lo que vio". La misma expresi�n se usa con referencia a Amos ( Am�s 1:1) y Habakkuk ( Habacuc 1:1). A�n as�: "Lo que hemos escuchado", etc. ( Juan 1:1). Un conocimiento experimental m�s profundo de la verdad que se proclamar�a impartir�a a los heraldos de ella una sincera seriedad, y los vestir�a con una energ�a poderosa y un poder irresistible. "Deja que tu coraz�n asimile sus venas secretas que, que provienen del cielo puro en lluvias de bendici�n: as� sus problemas, en la medida en que tu influencia se extienda, contribuir�n a fertilizar el desierto" (Arnot). Y el coraz�n debe simpatizar con aquellos a quienes se les debe comunicar la verdad. Las circunstancias de su naci�n presionaron el coraz�n de Micah. Entonces Ezequiel ( Ezequiel 3:15) y Paul ( Romanos 10:1). George Fox dijo: "Le rec� a Dios para que bautizara mi coraz�n en el sentido de todas las condiciones, para que yo pudiera entrar en las necesidades y penas de todos".

II LOS VERDADEROS MAESTROS ESPIRITUALES HAN SIDO RECIBIDOS Y PREPARADOS PARA SU TRABAJO EN RETIRADO Y. LUGARES DE OBSCURA. "La palabra del Se�or que vino a Miqueas Morastita". Muchos de los profetas hebreos surgieron de localidades humildes y retiradas. Elkosh, Gathhepher, Tishbe, Abel-Meholah, Anathoth, Moresheth-Gath, �qu� comparativamente insignificantes y desconocidos aparecen estos lugares! y sin embargo, de ellos salieron respectivamente Nah�m, Jon�s, El�as, Eliseo, Jerem�as y Miqueas. La vida en el campo tiene sus ventajas especiales al preparar la mente y el coraz�n para el servicio sagrado. Brinda una mejor oportunidad para que el esp�ritu se vea afectado con el poder y la bondad de Dios como se expresa en sus obras; porque las escenas de belleza natural se despliegan continuamente a la vista, y de las cuales se priva al ciudadano. "Dios hizo el pa�s, el hombre la ciudad". La jubilaci�n silenciosa tambi�n est� m�s disponible, asegurando as� instalaciones para la meditaci�n, la reflexi�n y la comuni�n del coraz�n. Hay mucho menos para distraer y desviar la atenci�n de lo que se presenta en medio de la vida en los grandes centros. Sin embargo, el que vive en la jubilaci�n, si est� dise�ado para un servicio destacado, no fallar�, incluso en su lejan�a de las actividades de la vida en la ciudad, para informarse sobre el car�cter de la edad en que vive y mantenerse al d�a con �l. pero estar� atento a "los signos de los tiempos" y se familiarizar� con ellos, incluso cuando Micah, lejos en Moresheth-Gath, estaba familiarizado con la condici�n moral y espiritual de su pueblo, y con las acciones de reyes y nobles , profetas y sacerdotes. A menudo es una fuente de des�nimo para algunos comprometidos en el servicio a Dios el hecho de que est�n llamados a trabajar en esferas muy retiradas, y anhelan ardientemente un mayor alcance y una influencia m�s amplia. No deber�a ser un ligero consuelo el hecho de que sus esferas, aunque retiradas, puedan proporcionarles un poder de gran alcance para siempre. Tal vez bajo su cuidado pueden ser aquellos a quienes Dios ha dise�ado para un servicio muy influyente, y que a trav�s de su ministerio, estos se est�n preparando para su trabajo de vida; y que a su debido tiempo, dejando el pueblo y yendo a su misi�n en la ciudad o pueblo, en casa o en un lugar lejano, llevar�n consigo las sagradas influencias que alguien que nunca haya ejercido sobre ellos ser conocido por la fama, pero cuyo "testigo estar� en el cielo, y cuyo registro estar� en lo alto".

III. LOS VERDADEROS MAESTROS ESPIRITUALES SE ADAPTAR�N A LA EDAD QUE DEBEN BUSCAR INFLUENCIA. "La palabra ... en los d�as de Jotam, Acaz y Ezequ�as, reyes de Jud�". Un examen del per�odo indica que era una edad:

1. Completamente corrupto. Nobles, sacerdotes, profetas, hab�an corrompido su camino por igual. Miqueas denunci� con sagrada audacia los pecados de los tiempos ( Miqueas 2:1, Miqueas 2:2, Miqueas 2:7; Miqueas 3:1, Miqueas 3:5, Miqueas 3:7).

2. Manifiesto formal. En sublime dicci�n, Micah hizo cumplir la espiritualidad de la adoraci�n genuina y el car�cter pr�ctico de la piedad sincera ( Miqueas 6:6).

3. Totalmente antipatri�tico. Con esp�ritu leal, record� el pasado de su historia nacional, que deber�a haber conmovido nuevamente sus corazones ( Miqueas 2:12; Miqueas 6:4, Miqueas 6:5; Miqueas 7:14, Miqueas 7:15, Miqueas 7:20).

4. Puesta en la oscuridad. La copa de iniquidad se estaba llenando r�pidamente. El destino de Samaria estaba sellado. Jerusal�n tambi�n estaba reservada para la desolaci�n. Pero al declarar los juicios venideros, Micah tambi�n declar� la misericordia divina al penitente ( Miqueas 7:18) y, al anunciar la ruina que se acercaba, mir� m�s all� de la creciente oscuridad y las sombras que ca�an, y vio por fe "el ni�o poderoso" que aparece en la oscura aldea de Bel�n en una �poca por venir, y que deber�a probarse a s� mismo como "un pastor m�s real incluso que David", y qui�n deber�a dar paso a "una paz a�n m�s universal que la de Salom�n" ( Miqueas 5:2). Y tambi�n este distinguido vidente se adapt� a la edad que le encargaron servir. Y de la misma manera, el que trabajar�a con �xito en la actualidad debe considerar plenamente la naturaleza de los tiempos y las necesidades especiales de los hombres. El fracaso no siempre surge de la falta de habilidad, sino a menudo de la falta de adaptaci�n. Lo hecho es lo suficientemente bueno en s� mismo, pero no es adecuado para la ocasi�n. Hay un proverbio hind�: "El carro es d�bil en el mar y el barco en tierra". En ning�n sentido, el Divino Maestro, el gran Profeta de la Iglesia, super� m�s a todos los dem�s instructores que en la maravillosa idoneidad de todos sus m�todos y expresiones para las necesidades m�s profundas de aquellos entre los que trabaj�.

Aprender:

1. Depender de Dios para la ense�anza de su Esp�ritu, y recibir la verdad de �l.

2. Reunir fuerzas en la jubilaci�n para el servicio futuro.

3. Buscar ser inspirado con valor santo, para declarar todo el consejo de Dios.

4. Fortalecer sus corazones en medio de las dificultades y las tinieblas actuales con la perspectiva de esa salvaci�n plena y completa que Cristo lograr�.

Miqueas 1:2

Los juicios divinos contra Israel.

Miqueas era un profeta de Jud�, y ten�a especial referencia en su profec�a a ese reino. A�n as�, se refiri� tambi�n al reino de Israel. En estos vers�culos, dirigi� la atenci�n a las tribulaciones que se acercaban r�pidamente al reino de Israel; y, aunque sus palabras hacen referencia al "pasado muerto", sugieren lecciones para todos los tiempos. Considerar-

I. LOS DIVINOS JUICIOS CONTRA EL REINO DE ISRAEL COMO PREDICEN LAS HIERBAS. Nota:

1. Su ocasi�n. (Verso 5.) El historiador secular tiene su relato de las causas de las calamidades que alcanzaron al pueblo jud�o. �l los rastrea hasta la lujuria de poder y dominio por parte de las antiguas monarqu�as, asirias, caldeos, babil�nicas, por las cuales fueron atacados y conquistados. Pero el verdadero maestro espiritual investiga m�s profundamente, y busca llegar a la ra�z de todo, y encuentra que esto es pecado: transgresi�n nacional (vers�culo 5). Hubo tres etapas en el progreso descendente de la naci�n.

(1) Degeneraci�n en la adoraci�n. Jeroboam, influenciado por meras consideraciones pol�ticas y pol�ticas mundanas, estableci�, en Dan y Bethel, nuevos lugares de culto nacional, y represent� a la Divinidad bajo la figura externa del becerro sagrado. As� "pec� e hizo pecar a Israel".

(2) Degeneraci�n en forma de mundanalidad. El reinado de Omri estuvo marcado por el crecimiento de la naci�n en orgullo y autosuficiencia, en las artes y los lujos de la vida. Fund� Samaria y la convirti� en la capital del pa�s. "El pueblo se inclinaba desde la cima de la colina. Un amplio muro con una cima en terrazas lo rodeaba. Se alzaba en medio de un c�rculo de colinas que dominaban sus calles y pendientes, la corona y la gloria de toda la escena. La plataforma suave, redondeada y oblonga era, por as� decirlo, un vasto y lujoso sof�, en el que descansaban sus nobles, firmemente apoyados y acolchados a ambos lados, como en la esquina apreciada de un rico div�n ".

(3) La degeneraci�n resultante de las alianzas extranjeras, y especialmente la uni�n de Acab con Jezabel, y el consiguiente establecimiento en la tierra de la adoraci�n fenicia, el surgimiento de los templos paganos y la adoraci�n a Ashtaroth y Baal junto con la adoraci�n degenerada. ofrecido al Dios del cielo. Estos males causaron sus efectos naturales en la degradaci�n moral de la tierra, llamando a esos juicios divinos que el profeta aqu� declar� inminentes. La embriaguez y las revelaciones prevalecieron ( Oseas 4:11; Oseas 7:5); rein� la inmoralidad ( Oseas 4:13; Oseas 7:4; Am�s 2:7); opresi�n, palabrotas, mentiras, robos, asesinatos, fueron cr�menes de ocurrencia constante ( Oseas 4:1, Oseas 4:2).

2. Su necesidad. (Vers�culo 3.) "Porque, he aqu�, el Se�or sale de su lugar", una oraci�n llamativa empleada para expresar la necesidad que exist�a para ejercer la retribuci�n. "El lugar de Dios" es su misericordia. �l es amor. El es bueno y amable. Es su naturaleza mostrar compasi�n. Que se le d� toda la importancia a esta caracter�stica de nuestro Dios. No podemos insistir demasiado en �l, y nunca podemos agotar el rico tema. "Dios es amor" y la misericordia es "su lugar". Pero hay momentos en que hay una necesidad fundamental de que �l "salga de su lugar". No solo ama, tambi�n es justo, y es justo porque ama. El verdadero amor excluye la parcialidad, y la verdadera justicia requiere que los hombres sean tratados de acuerdo con sus acciones; para que, si Dios fuera fiel a su car�cter de Dios de amor, se exige tanto la recompensa del bien como el castigo del mal. Debemos advertir a los hombres de las consecuencias terribles y de largo alcance del pecado, y al proclamar con alegr�a "el a�o aceptable del Se�or", tambi�n debemos declarar con verdadera solemnidad el hecho del "d�a de venganza de nuestro Dios". Mientras nos deleitamos en hablar de la misericordia como su lugar de residencia, tambi�n debemos declarar que es necesario que "salga de su lugar" para reivindicar lo correcto y castigar lo incorrecto.

3. Su severidad. (Vers�culos 3, 4.) Esto se expone aqu� en una met�fora sorprendente. Dios es representado como pisoteando los lugares altos, el orgullo del ser altivo como el polvo bajo sus pies. Sus juicios se describen como fuego, bajo la influencia de los cuales las monta�as deben fundirse y los valles deben estar hendidos; mientras que la cera se derrite ante el fuego y las aguas que corren, vertidas sobre un lugar empinado, no vuelven m�s, pero se dispersan en forma de aerosol y se disipan en vapores, por lo que los malvados finalmente quedar�n en nada. Samaria, el centro de la naci�n, y la fuente de donde proceden las influencias nocivas y pestilentes, debe ser llevada a la absoluta desolaci�n (vers�culos 6, 7). Esta severa oraci�n se cumpli� literalmente.

4. Su equidad. El profeta, como otros videntes, convoca a las naciones y a la tierra para dar testimonio de la rectitud que marca todos los juicios de Dios (vers�culo 2). El reconocimiento del universo ser� que los juicios divinos son "verdaderos y justos por completo".

II LA HISTORIA DE LA HISTORIA DE LA CULPA DE ISRAEL Y LA CA�DA EN LA VIDA NACIONAL EN EL D�A ACTUAL.

1. Nos advierte que si usamos la preeminencia que Dios nos ha asignado como naci�n, simplemente con miras a nuestro propio engrandecimiento y al fomento de nuestros propios fines ego�stas, si, en lugar de adorarlo, y vivir con un solo ojo para su gloria, nos postramos ante la riqueza y el lujo, la tranquilidad y la pereza, la raz�n humana y los aplausos humanos, Dios estar� en contra de nosotros y saldr� "fuera de su lugar" al juicio, y seguramente seguir� la decadencia y la muerte nacional. Un arrogante franc�s se burl� una vez de un capit�n ingl�s y le dijo: "�Cu�ndo volver�s a buscar a Calais?" El capit�n respondi�: "�Cuando tus pecados pesen sobre los nuestros!"

2. Nos recuerda cu�n esencial es, para la prosperidad nacional, que el soberano sea un patr�n de toda virtud; que los gobernantes no solo deben ser hombres de sabidur�a y previsi�n, sino tambi�n temerosos de Dios; y esa religi�n, espiritual y pr�ctica, debe caracterizar a todas las clases de la comunidad.

3. Nos indica la paciencia de Dios para salvar a nuestra naci�n, a pesar de todas las deserciones que nos han marcado como pueblo, y deber�a llevarnos al arrepentimiento y a una nueva vida. Y esto debe ser personal e individual. "El que reformar�a el mundo primero debe mejorar a s� mismo". Entonces, "tememos a Dios y guardemos sus mandamientos", y demostremos ser buenos ciudadanos de la tierra que amamos. Y consciente de nuestra debilidad, ya que la Naturaleza en toda su impotencia se ofrece a la influencia amable del sol y los efectos refrescantes de la ducha, as� que ofrezcamos nuestros corazones a las influencias vivificantes y fertilizantes del Esp�ritu de Dios, que a medida que la Naturaleza se vista. con verdor, para que podamos abundar en todas las gracias santas, y en nosotros el Se�or y Dios de todas las naciones de la tierra sean glorificados en abundancia!

Miqueas 1:5, Miqueas 1:9 y Miqueas 1:13 (�ltimas cl�usulas)

El contagio del pecado.

Se debe dar gran importancia en la ense�anza cristiana al hecho triste y solemne del pecado. Si llevamos a los hombres a valorar la redenci�n forjada por nuestro Se�or Jesucristo, y a apreciar su amor indescriptible expresado en su "obediencia hasta la muerte", debemos tratar de llevar a casa un sentido de ese pecado, de la esclavitud y las malas consecuencias. de los cuales vino a liberar a todos los que conf�an en �l. Los profetas hebreos nos presentan a este respecto un ejemplo digno de imitaci�n. Encontramos en sus escritos brillantes alusiones a la liberaci�n que el Mes�as forjar� "en el cumplimiento de los tiempos", cuyos heraldos se deleitaron y cuyo "d�a" vieron "lejos"; pero acompa�aron estas palabras de esperanza palabras profundas, ahora indignadas y mordaces, y no tiernas, pat�ticas, llorosas, todas dise�adas para llevar a la conciencia y al coraz�n un agudo sentimiento de maldad, y llevar a los hombres a inclinarse penitencia por el mal que hab�an hecho. Hemos tra�do muy visiblemente ante nosotros en estos vers�culos la influencia contagiosa del pecado. Observar-

I. EL ERROR AQU� SE TRAZA, EN LA PRIMERA INSTANCIA, A LACHIS. (Conecte Miqueas 1:9 y Miqueas 1:13.) Laquis fue una de las ciudades m�s poderosas de Jud�. Fue fuertemente fortificada y form� el dep�sito de caballer�a para la naci�n. Senaquerib no escatim� esfuerzos para reducirlo y, cuando tuvo �xito, envi� de �l su mensaje jactancioso y despectivo a Ezequ�as. Los monumentos asirios representan la toma de esta ciudad por los asirios, e indican c�mo los vencedores consideraron esto como un gran triunfo. Geogr�ficamente, ninguna ciudad de Jud� estaba m�s alejada del reino de Israel que esta; Sin embargo, fue a trav�s de esta ciudad que la idolatr�a de Israel lleg� a Jud�. Laquis fue "el comienzo del pecado para la hija de Sion: porque las transgresiones de Israel se encontraron en ella". C�mo sucedi� esto solo podemos conjeturar. Roboam fortific� a Laquis. Maaehah, su esposa favorita, apreciaba un c�lido apego al culto a las divinidades extranjeras, y puede, a trav�s de este canal, haber introducido este culto extranjero en su pa�s; y de esta manera probablemente l, achish se convirti� en "el comienzo del pecado para la hija de Sion". Y, una vez abiertas las puertas, la influencia perniciosa se extendi�, hasta que, a pesar de ciertos intentos de reforma, la tierra se infect� por completo y el veneno prevaleci� tanto que leemos: "Su herida es incurable", etc. ( Miqueas 1:9).

II Otra influencia que actu� para provocar esta condici�n moralmente enferma de Jud� fue LA ALIANZA FORMADA POR JEHOSHAPHAT CON LA CASA DE OMRI, Y QUE RESULT� EN EL MATRIMONIO DE JEHORAM, HIJO DE JEHOSHAPHAT, CON ATHALIAH, HIJA DE AHAB. Atal�a era una mujer malvada y poderosa, pose�da de una determinaci�n feroz, fr�a y calculadora, pero de esp�ritu intr�pido y resuelto. Se enter� del derrocamiento de la casa de su padre y del triste final de Jezabel, y de la inteligencia, pero fortaleci� su resoluci�n de que el culto a Banff, desarraigado en Samaria, deber�a tener un hogar en Jerusal�n. Y esto lo asegur�, con toda su influencia perniciosa.

III. LA POTENTE INFLUENCIA PERNICIOSA RESTANTE DEBE SER ENCONTRADA EN LA ADHESI�N DE AHAZ AL TRONO. Fue durante su reinado que Miqueas profetiz�; y cuando pensamos en el car�cter supersticioso de Acaz, c�mo eso hizo que se levantaran nuevos santuarios id�latras por todas partes, estableci� el culto a Moloch debajo de los muros de Jerusal�n y dedic� a su hijo al sacrificio, arroj�ndolo al fuego. nos preguntamos por el profeta que grita con profunda angustia: "�Cu�les son los lugares altos de Jud�? �No son Jerusal�n?" Comenzando en Laquis, en el l�mite extremo de la tierra, las influencias contagiosas se extendieron hasta que toda la naci�n, incluso hasta su centro, se hab�a infectado (vers�culo 9). As� es siempre. Existe el comienzo del curso descendente, "el comienzo del pecado", que conduce a la depravaci�n y la contaminaci�n general.

Aprender:

1. Estar atento a "los comienzos" del mal.

2. Cristo sufri� "sin la puerta", para librarnos del pecado y bendecirnos al apartarnos de nuestras iniquidades ( Hechos 3:26).

3. En "la nueva Jerusal�n" no entra nada que contamine o genere abominaci�n, o haga mentira; pero all� todos los perfeccionados de Dios, liberados de la maldici�n y la plaga del pecado, lo servir�n en santidad y amor para siempre.

Miqueas 1:8

La prevalencia del pecado es la fuente del dolor para el bien.

I. EL HECHO. Los buenos en todas las edades han llorado por el pecado y sus consecuencias (Salmo 119:136; Jeremias 9:1; Lucas 19:41, Lucas 19:42). En Miqueas 1:8 nos hemos imaginado la angustia de alguien completamente noble y bueno, verdadero y patri�tico, ocasionado por la impiedad imperante y las calamidades de las que tuvo que hablar. Con un v�vido sentido de los males de los tiempos y de los juicios venideros, este profeta (como otros antes que �l) arroj� a un lado su manto y se golpe� el pecho, y lanz� gritos y lamentaciones salvajes. Por "los dragones" se entiende "los chacales", y por "los b�hos" se entiende "las avestruces". De los primeros que leemos, "Los chacales hacen un aullido lamentable, de modo que los viajeros que no los conocen pensar�an que una compa��a de personas, mujeres o ni�os, se gritaban unos a otros" (Pococke). Y de este �ltimo, otro escribe: "Durante la parte solitaria de la noche a menudo hacen un ruido triste y lastimoso. A menudo los escuch� gemir como si estuvieran en las mayores agon�as" ('Viajes' de Shaw). De modo que cuando el profeta habla de "aullar como los chacales y llorar como las avestruces", insin�a que dar� paso a la intensidad del dolor y la angustia, en vista de la iniquidad imperante y su posible castigo.

II LAS CAUSAS. Este dolor surge de:

1. Respeto por el honor de ese Ser santo y perfecto contra quien todo pecado est� dirigido.

2. Estima por su Ley pura y santa, de la cual toda ley es una violaci�n.

3. Amor a la justicia.

4. Profunda compasi�n por aquellos que son llevados cautivos por el mal.

III. Las limitaciones La manifestaci�n de este dolor debe ser restringida cuando su expresi�n brinde una ocasi�n para que los enemigos de Dios blasfemen ( Miqueas 1:10). Citando la expresi�n de la eleg�a de David, "No lo digas en Gat", Micah dice lo bueno, "llorando para no llorar", la idea es que la prudencia deber�a marcarlos incluso en su dolor por el pecado; que deber�an imponerse una restricci�n incluso cuando lloraban por el mal imperante, en lugar de por sus demostraciones de tristeza, deb�an causar que los adversarios de Dios y de su pueblo blasfemaran y triunfaran. Deber�amos estar preparados para soportar mucho, en lugar de ceder, presentar una ventaja a los enemigos de Dios y brindarles la oportunidad de desacreditar su Nombre.

Miqueas 1:11

Dolor siguiendo en el tren del mal.

I. ESTA VERDAD SE ESTABLECE EN ESTOS VERS�CULOS EN LENGUAJE PO�TICO. El profeta no menciona la tierra de Jud�, pero se�ala varios lugares del pa�s y se dirige a ellos por su nombre, empleando una fraseolog�a calculada para producir una fuerte impresi�n sobre el dolor y la tristeza que deber�an extenderse a la naci�n. Podemos comparar adecuadamente con esto un pasaje similar en el libro del contempor�neo de Miqueas, Isa�as ( Isa�as 10:28-23). En ambos pasajes, estos distinguidos videntes describieron, en t�rminos de tristeza pat�tica, las penas que deb�an caer sobre la tierra como consecuencia de la culpa de la naci�n. Sin embargo, las pruebas as� predichas no llegaron con toda su intensidad tan r�pidamente, ya que la naci�n, bajo la influencia de Ezequ�as, se inclin� ante la penitencia y procedi� a reformar los males prevalecientes. El ej�rcito asirio fue, en consecuencia, divinamente controlado en su marcha hacia adelante; el �ngel destructor realiz� su obra de terrible destrucci�n en el campamento de los asirios, y se le otorg� un respiro a Jud� ( Isa�as 37:36).

II ESTA VERDAD, ILUSTRADA, ADMITE LA APLICACI�N M�S AMPLIA. La tristeza sigue en el curso del mal. Una vida de obediencia a la voluntad revelada de Dios es la �nica forma de asegurar la felicidad, real y duradera. Los conejos dicen que "cuando Adam hab�a probado la fruta prohibida, le dol�a la cabeza". La m�xima autoridad ha declarado que "el camino de los transgresores es dif�cil" y que "todo lo que el hombre sembrare, eso tambi�n cosechar�" ( G�latas 6:7). Un viejo escritor ha comparado una vida mundana con una en la corriente y siguiendo el curso del r�o. �l atraviesa paisajes muy hermosos. Est�n los prados dulces, los bosques verdes, los pastos f�rtiles, los edificios magn�ficos, los fuertes fuertes, las ciudades famosas, pero finalmente llega al mar salado. Por lo tanto, la corriente de mundanalidad puede brindarle muchas delicias pasajeras, pero el final al que conduce es realmente desolado (Thomas Adams). �No hemos servido al pecado el tiempo suficiente? Todo el tiempo es demasiado largo para ese servicio. Es suficiente. El tiempo pasado nos bastar� para haber forjado la voluntad del maligno. Nos arrojamos a tus pies, oh Se�or; l�branos del poder y el dominio, la verg�enza y el dolor del pecado; y ay�danos a vivir la vida varonil y piadosa!

HOMILIAS DE E.S. PROUT

Miqueas 1:2

El Se�or Dios es testigo contra los pecadores.

Dios nunca se deja sin testimonio entre los hombres. Les testifica perpetuamente: por los dones de su mano ( Hechos 14:17), por la peque�a voz quieta en su interior y por la voz de sus mensajeros. Dios ha dado a luz y todav�a nos da testimonio en nombre de Cristo. Esto puede ilustrarse en Juan 5:31, donde nuestro Se�or habla de tres formas en que el Padre testific� en su nombre.

1. Por la misi�n de Juan el Bautista, representando a predicadores y maestros.

2. Por sus obras (para nosotros, milagros de gracia, conversos a Cristo).

3. Por la Palabra escrita. Tenemos que agregar el testimonio de Dios:

4. Por la resurrecci�n de Cristo (Hechos 17: 1-34: 81).

5. Por el don del Esp�ritu Santo ( Hechos 5:32).

De todas estas maneras, Dios est� dando testimonio de nosotros. Entonces, incluso en sus castigos ( 1 Corintios 11:32). Pero si no prestamos atenci�n a estos testimonios para nosotros, debemos estar preparados en cualquier momento para escuchar la voz de la providencia de Dios llamando a los juicios (vers�culos 3, 4), y as� testificar en contra de nosotros. Cuando tales juicios caen, Dios podr� testificar:

(1) Que hemos tenido abundantes privilegios. Ilustrar desde 1 Samuel 12:6.

(2) Que hemos recibido una advertencia justa y la hemos descuidado, al igual que Samaria ( 2 Reyes 17:1) y Jud� ( 2 Cr�nicas 36:11), y los jud�os posteriores ( Hechos 13:46).

(3) Que sus juicios son tan justos que Dios puede convocar a todas las personas para observarlos y justificarlos (cf. Deuteronomio 29:24 Deuteronomio 29:28). "Es un caso amargo cuando nuestro Se�or provocado es provocado a salir a la calle con las faltas de su amado". Proceden del mismo templo de su santidad (cf. Apocalipsis 15:3, donde se juntan las canciones de vindicaci�n y los �ngeles de venganza). Dios nunca duda en dar razones para sus juicios ( Proverbios 1:24-20; Jeremias 29:23; Malaqu�as 2:14; Malaqu�as 3:5). Los juicios que caen ahora no son m�s que predicciones y ganancias del gran juicio que espera a los imp�os. Dios, que luego ser� un testigo en contra de nosotros, nos advierte ahora sobre algunas de las formas en que luego testificar�. �l traer� como testigos:

(1) La Ley ( Juan 5:45).

(2) El evangelio ( Juan 12:47).

(3) Nuestros privilegios externos. Ilustrar desde Josu� 24:26, Josu� 24:27. Por lo tanto, se puede citar contra nosotros: el p�lpito desde el cual escuchamos la Palabra, y el predicador que en ella "testific� el arrepentimiento hacia Dios", etc. ( Hechos 20:21).

(4) Los menos privilegiados de nuestros hermanos (cf. Lucas 11:31, Lucas 11:32).

(5) Nuestros talentos mal utilizados ( Santiago 5:1).

(6) Nuestras palabras ( Mateo 12:37).

(7) Nuestras conciencias ( Juan 8:9; Romanos 2:15). Si es cierto ahora, �cu�nto m�s entonces! Para que Dios no sea un testigo en contra de nosotros, debemos arrepentirnos, tener fe y obediencia, asegurar su testimonio ahora, como Enoc ( Hebreos 11:5; cf. Salmo 147:11). Entonces tendremos el testimonio de nuestros hermanos ( Romanos 16:6; 3 Juan 1:3) y de nuestras propias conciencias ( 2 Corintios 1:12), y podremos anticipar sin temor el veredicto final de Dios ( Romanos 8:33, Romanos 8:34) .� ESP

Miqueas 1:5

Pecados en la metr�poli.

La interposici�n de Dios mediante el juicio se ve amenazada por los pecados de la naci�n. La grandeza de sus privilegios implicaba responsabilidades especiales y castigos ( Am�s 3:2). Estos pecados se remontan a sus fuentes en las capitales de los dos reinos. Una metr�poli es un centro de influencia para el bien o para el mal. Esto puede ser ilustrado por las historias de ambos reinos hebreos. El reino del norte tuvo en sucesi�n tres capitales:

(1) Siquem, donde comenz� la apostas�a de Israel ( 1 Reyes 12:25-11).

(2) Tirzah, el hogar de Jeroboam ( 1 Reyes 14:17), la escena de la lucha civil ( 1 Reyes 16:9, 1 Reyes 16:17. 1 Reyes 16:18), y de la corte de Omri de siniestra memoria ( Miqueas 6:16), durante la mitad de su reinado.

(3) Samaria, la sede de la monarqu�a durante doscientos a�os. Entre los pecados especialmente acusados ??por los profetas contra Samaria encontramos el orgullo ( Isa�as 9:9), el lujo y el libertinaje ( Isa�as 28:1 Isa�as 28:4; Am�s 6:1), traici�n incorregible ( Oseas 7:1), desprecio despectivo de Dios y su adoraci�n ( Oseas 8:5; Am�s 8:14), opresi�n de los pobres ( Miqueas 3:1 .; Am�s 4:1). En Jud�, los lugares altos eran una ofensa para Dios, que incluso los buenos reyes no suprimieron por completo, por lo que se puede decir que Jerusal�n fue responsable de ellos, y no escap� de la infecci�n ( 2 Cr�nicas 28:1, 2 Cr�nicas 28:23-14) ni las denuncias de los profetas ( Isa�as 1:1; Isa�as 5:1 .; Isa�as 28:14 Isa�as 28:19 ) Por lo tanto, se nos recuerda:

I. LAS RESPONSABILIDADES ADJUNTAS A UNA METROPOLIS. Es:

1. La sede del gobierno, donde viven reyes y gobernantes y ejercen una gran influencia personal, y donde se aprueban leyes que, de ser malas, pueden corromper la conciencia nacional y depravar la vida social.

2. Un centro principal de opini�n p�blica, donde se congregan los m�s educados y cultivados.

3. La fuente de la moda.

4. El lugar de reuni�n de la poblaci�n rural, donde las opiniones y pr�cticas de los ciudadanos pueden ser r�pidamente absorbidas. Ilustrar la influencia de Par�s durante el segundo imperio, que culmin� con la locura por la guerra, que caus� la ruina en el pa�s en 1870; o por la influencia de Constantinopla y sus pachas en la condici�n actual del imperio turco. Tales capitales son centros de corrupci�n, como pulmones enfermos donde la sangre se deteriora en lugar de purificarse.

II LAS LECCIONES SON SUGERIDAS PARA TODAS LAS CLASES DE RESIDENTES EN UNA METROPOLIS.

1. Para la corte, para que no sean como Jeroboam, "que hizo pecar a Israel".

2. Para los legisladores. Ilustrar a partir de los efectos desmoralizadores de muchos de nuestros actos de licencias anteriores.

3. Para editores de peri�dicos y otros l�deres de opini�n p�blica. Fueron estos los que, en gran medida, fueron responsables de la Guerra de Crimea.

4. Para los l�deres de la moda, que pueden fomentar h�bitos de extravagancia, de peligro para la salud o incluso de crueldad en materia de vestimenta.

5. Para hombres de negocios; Los intercambios de la metr�poli dan un tono a las costumbres comerciales del pa�s.

6. Para los artesanos, cuyos sindicatos pueden ayudar o perjudicar a sus compa�eros de trabajo dispersos en las provincias.

7. Para los predicadores, a quienes muchos se re�nen de todas partes para escuchar, y que pueden dar un tono a la predicaci�n del pa�s.

8. Para los miembros de la Iglesia. La herej�a o la mundanalidad en las Iglesias metropolitanas pueden extenderse pronto entre las Iglesias rurales manteniendo una fe y pr�ctica m�s simples (cf. Mateo 5:14, Mateo 5:16; Romanos 1:8). ESP

HOMILIAS DE D. THOMAS

Miqueas 1:1, Miqueas 1:2

Revelaci�n divina.

"La palabra del Se�or que vino a Miqueas Morastita en los d�as de Jotam, Acaz y Ezequ�as, reyes de Jud�, que vio acerca de Samaria y Jerusal�n. Escuchen, todos ustedes; escuchen, oh tierra", etc. Miqueas se hace llamar Morasthite porque era oriundo de Moresheth-Gath, un peque�o pueblo de Judea. �l profetiz� en los d�as de Jotam, Acaz y Ezequ�as, reyes de Jud�, y su misi�n prof�tica comenz� poco despu�s de la de Isa�as. Fue contempor�neo con �l, as� como con Oseas y Amos. Sus profec�as fueron dirigidas a Samaria, la capital de Israel, y tambi�n a Jerusal�n. Por lo tanto, encontramos denuncias contra Samaria mezcladas con profec�as sobre Jud� y Jerusal�n. Parece que una de sus predicciones salv� la vida de Jerem�as, quien habr�a sido ejecutado por predecir la destrucci�n del templo, no hab�a predicho Micah lo mismo cien a�os antes. El libro se divide com�nmente en tres secciones: cap, 1. y 2 .; Miqueas 3:1. a 5 .; Miqueas 6:1. y 7. Cada uno de estos comienza con una convocatoria para escuchar el mensaje de Dios, y luego procede con declaraciones y amenazas, seguidas de gloriosas promesas. Su estilo es audaz, ardiente y abrupto, y no tiene un poco de la grandeza po�tica de Isa�as. Sus transiciones repentinas de un tema a otro a menudo hacen que sus escritos sean dif�ciles de explicar. "No es", dice Delitzsch, "un poco notable que Micah deba adoptar como la primera oraci�n de su profec�a con la que su hom�nimo concluy� su denuncia contra Acab" ( 1 Reyes 22:28). Hengstenborg es de la opini�n de que "cit� las palabras dise�adas, para demostrar que su agencia prof�tica deb�a considerarse como una confirmaci�n de la de su predecesor, que era tan celoso de Dios, y que ten�a m�s en com�n con �l que el nombre desnudo ". Podemos tomar estas palabras como sugiriendo ciertos pensamientos con respecto a la revelaci�n divina, o la Biblia.

I. ES LA "PALABRA DEL SE�OR". Que es una palabra

1. Una mente que manifiesta poder. En su palabra, un verdadero hombre se multiplica a s� mismo, su pensamiento, sentimiento, car�cter; y su palabra es importante seg�n la medida de sus facultades, experiencias, logros. La revelaci�n divina manifiesta la mente de Dios, especialmente las caracter�sticas morales de esa mente: su rectitud, santidad, misericordia, etc.

2. Una mente que influye en el poder. El hombre usa su palabra para influir en otras mentes, para hacer que otras mentes simpaticen con las suyas. As� Dios usa su Palabra. Lo usa para corregir errores humanos, disipar la ignorancia humana, eliminar las perversidades humanas y convertir el pensamiento humano y la simpat�a en un curso armonioso con su propia mente.

II ES "LA PALABRA DEL SE�OR" HECHA PARA HOMBRES INDIVIDUALES. "Lleg� a Micah el Morasthite". No lleg� a todos los hombres de su edad y pa�s en com�n. Lleg� a �l y algunos m�s. Por qu� ciertos hombres fueron elegidos como receptores especiales de la palabra de Dios es un problema cuya soluci�n debe dejarse para la eternidad. Si se dice: los hombres a quienes Dios hizo comunicaciones especiales eran hombres cuyas facultades mentales, genio moral y h�bitos los calificaron especialmente para convertirse en receptores, y si todos los hombres tuvieran las mismas calificaciones, todos tendr�an comunicaciones Divinas, la dificultad no es eliminado por esto; porque a�n podr�a preguntarse: �por qu� no todos los hombres tienen tales calificaciones? El hecho es que "los santos hombres de Dios hablaron cuando fueron movidos por el Esp�ritu Santo".

III. ES "LA PALABRA DEL SE�OR" HECHA PARA HOMBRES INDIVIDUALES PARA TODO EL HOMBRE. "Oigan, todos ustedes; �escuchen, oh tierra, y todo lo que all� hay!" Dios no le habl� a ning�n hombre individual especialmente para que la comunicaci�n se mantuviera para s� mismo, sino para que �l se la comunicara a otros. Hace de un hombre el receptor especial de la verdad para que pueda convertirse en el �rgano y promotor de la misma. La Palabra de Dios es para el mundo, y el hombre que la tiene debe darla. Dios ilumina, renueva y deambula hombre por hombre.�D.T.

Miqueas 1:3

El procedimiento de Dios en relaci�n con el pecado.

"Porque, he aqu�, el Se�or sale de su lugar, y descender� y pisar� los lugares altos de la tierra", etc. Esta es una representaci�n altamente figurativa y sublime del Todopoderoso en su trabajo retributivo, especialmente en relaci�n con Samaria y Jerusal�n. Se le representa saliendo de su templo sagrado, saliendo de su lugar y marchando con una abrumadora grandeza sobre los lugares altos de la tierra, para repartir castigos a los malvados. "He aqu�, el Se�or sale de su lugar, y descender�, y pisar� los lugares altos de la tierra. Y las monta�as ser�n fundidas debajo de �l", "La descripci�n de esta teofan�a", dice Delitzsch, "se basa en la idea de una terrible tormenta y terremoto, como en Salmo 18:8. Las monta�as se derriten ( Jueces 5:4; Salmo 68:8) con las corrientes de agua que se descarga del cielo y los valles se dividen con los canales profundos cortados por los torrentes de agua. Los s�miles 'como cera', etc. (como en Salmo 68:2) y "como agua" son destinado a expresar la disoluci�n completa de monta�as y valles. Los hechos reales que responden a esta descripci�n son las influencias destructivas que ejercen sobre la naturaleza los grandes juicios nacionales ". La referencia puede ser la destrucci�n del Rey de Israel por parte de Salmanasar, y la invasi�n de Jud� por parte de los ej�rcitos de Senaquerib y Nabucodonosor, por parte de este �ltimo de quien los jud�os fueron llevados cautivos. El pasaje es una representaci�n inexpresablemente grandiosa del procedimiento de Dios en relaci�n con el pecado. Veamos este procedimiento en dos aspectos.

I. COMO APARECE AL OJO DEL HOMBRE. La Biblia es eminentemente antropom�rfica: presenta a Dios al hombre en atributos humanos y modos de operaci�n. Se sugieren dos pensamientos:

1. Dios, al tratar la retribuci�n, aparece al hombre en una posici�n extraordinaria. "�l sale de su lugar". �Cu�l es su lugar? Para todos los seres inteligentes, el lugar establecido del Todopoderoso es el templo del amor, el pabell�n de la bondad, el propiciatorio. La belleza general, el orden y la felicidad del universo dan a todas las criaturas inteligentes esta impresi�n de �l. Pero cuando la confusi�n y la miseria caen sobre el pecador, el Todopoderoso parece que el hombre sale de su "lugar", para apartarse de su procedimiento ordinario. No es que lo haga; pero a juicio del hombre, parece hacerlo. El Inmutable no cambia su prop�sito. Su prop�sito es benevolente, aunque llevarlo adelante necesariamente trae miseria a quienes se oponen. El juicio es la extra�a obra de Dios ( Isa�as 28:21). Sale de su lugar para ejecutarlo.

2. Dios, al tratar la retribuci�n, aparece al hombre en un aspecto fabuloso. No aparece como en la marcha silenciosa de las estrellas o en la serenidad del sol; pero como en tormentas el�ctricas y erupciones volc�nicas. "Las monta�as ser�n fundidas debajo de �l, y los valles ser�n hendidos, como cera delante del fuego". Aunque el Todopoderoso es tan benigno y sereno cuando trae sufrimiento merecido al pecador como �l cuando llena el cielo de alegr�a, para el pecador que sufre siempre parece excelente. Parece estar desgarrando los cielos, cortando las monta�as y destrozando la tierra. Dios se presenta siempre a una criatura inteligente de acuerdo con el estado moral de su alma.

II COMO AFECTA A UNA GENTE PECADERA. En el procedimiento de Dios en relaci�n con el pecado, �qu� efectos desastrosos fueron tra�dos sobre Samaria y Jerusal�n!

1. Dios, en su procedimiento en relaci�n con el pecado, trae ruina material sobre las personas. "Por lo tanto, har� a Samaria como un mont�n de campo, y como plantaci�n de un vi�edo; y derramar� sus piedras en el valle, y descubrir� sus fundamentos". Significa la ruina total. El pecado trae destrucci�n material sobre un pueblo, trae decadencia comercial, ruina pol�tica, destruye la salud del cuerpo y finalmente lo lleva al polvo. El pecado trae ruina material.

2. Dios, en su procedimiento en relaci�n con el pecado, trae angustia mental a un pueblo. "Y todas sus im�genes grabadas ser�n hechas pedazos, y todas sus contrataciones ser�n quemadas con el fuego, y todos sus �dolos quedar�n desolados". Una interrupci�n entre el alma y los objetos de sus afectos supremos implica la mayor angustia. Los dioses de un pueblo, sean los que sean, son estos objetos, y estos deben ser destruidos. "Las im�genes grabadas de las mismas ser�n hechas pedazos". Las divinidades, los fanes, los sacerdotes, todos destrozados. Tal es la ruina que el pecado trae sobre un pueblo.

CONCLUSI�N. Marque bien que Dios tiene un curso de conducta en relaci�n con el pecado; o m�s bien, que Dios, en su marcha ben�fica, debe parecer terrible para el pecador y arruinar su cabeza. Es la sabidur�a y el deber de todas las criaturas inteligentes moverse en pensamiento, simpat�a y prop�sito a medida que Dios se mueve, moverse con �l, no contra �l. Moverse con �l es verlo en toda la atracci�n de la paternidad; moverse contra �l es verlo en todos los horrores de un juez enfurecido. � D.T.

Miqueas 1:8, Miqueas 1:9

Incurabilidad moral.

"Por lo tanto, aullar� y aullar�, ir� desnudo y desnudo: aullar� como los dragones, y llorar� como los b�hos. Porque su herida es incurable; porque ha venido a Jud�; �l ha venido a la puerta de mi pueblo, incluso a Jerusal�n ". Estos versos han sido traducidos as�: "Por lo tanto, me lamentar� y aullar�; me echar� a perder y me desnudar�; guardar� lamentos como las chaquetas, y llorar� como las avestruces. Porque sus llagas son malignas; porque llega a Jud�, llega a la puerta de mi pueblo, a Jerusal�n ". La intenci�n de Micah no es solo exhibir p�blicamente su duelo por la inminente calamidad de Jud�, sino tambi�n exponer de forma simb�lica el destino que les espera a los jud�os. Y solo puede hacer esto incluy�ndose en la naci�n y exhibiendo el destino de la naci�n en su propia persona. "Aullar como chacales y avestruces es un grito fuerte, fuerte y triste, y esos animales se distinguen por un lamento triste". Consideraremos que estas palabras sugieren el tema de la incurabilidad moral. Samaria y Jerusal�n estaban, en un sentido material y pol�tico, en una condici�n desesperada y desesperada. Nuestro tema es la inefabilidad moral, y hacemos dos comentarios al respecto.

I. ES UNA CONDICI�N EN LA QUE PUEDEN CAER LOS HOMBRES.

1. La filosof�a mental muestra esto. Tal es la constituci�n de la mente humana, que la repetici�n de un acto puede generar una tendencia incontrolable a repetirlo; y la repetici�n de un pecado amortigua por completo esa sensibilidad moral que constitucionalmente retrocede del mal. La mente a menudo hace h�bito, no solo la segunda naturaleza, sino el soberano de la naturaleza.

2. La observaci�n muestra esto. El c�rculo de conocidos de ese hombre debe ser extremadamente limitado si no conoce a los hombres que se vuelven moralmente incurables. Hay mentirosos incurables, avaros incurables, sensualistas incurables y borrachos incurables. Ning�n l�gico moral, por grande que sea su habilidad dial�ctica, puede forjar un argumento lo suficientemente fuerte como para alejarlos de sus viejas costumbres, incluso cuando el fervor ser�fico de la ret�rica m�s alta lo impulsa.

3. La Biblia muestra esto. �Qu� quiso decir Salom�n cuando dijo: "No hables a los o�dos del necio, porque despreciar� la sabidur�a de tus palabras" ( Proverbios 23:9)? �Qu� quiso decir Cristo cuando dijo: "No des lo que es santo a los perros, ni arrojes tus perlas delante de los cerdos"? Y de nuevo, "�Si hubieras sabido, incluso t�, al menos en este tu d�a, las cosas que pertenecen a tu paz! �Pero ahora est�n escondidas de tus ojos"? A menudo hablamos de retribuci�n como si siempre estuviera m�s all� de la tumba, y que el d�a de la gracia se extendiera por toda la vida del hombre; Pero tal no es el hecho. La retribuci�n comienza con muchos hombres aqu�; El d�a de la gracia termina con muchos antes del d�a de la muerte. Hay quienes alcanzan un estado inconvertible; Sus personajes son estereotipados y fijados como la eternidad.

II ES UNA CONDICI�N PARA LA LAMENTACI�N PROFUNDA. Ante la desesperada condici�n de su pa�s, el profeta sufre la angustia m�s conmovedora. "Por lo tanto, aullar� y aullar�, ir� desnudo y desnudo: aullar� como los dragones y llorar� como los b�hos". Cristo llor� cuando consider� la incurabilidad moral de los hombres de Jerusal�n. "�Oh Jerusal�n, Jerusal�n!" etc. No hay vista m�s angustiante que la vista de un alma moralmente incurable. No hay ning�n edificio que pase que me sorprenda con mayor tristeza que el Hospital de "Incurables"; �Pero qu� son los cuerpos incurables en comparaci�n con las almas moralmente incurables? Hay anodinas que pueden amortiguar sus dolores corporales, y la muerte los aliviar� de su tortura; pero un alma moralmente incurable est� destinada a pasar a la angustia, intensa y m�s intensa a medida que la existencia contin�a y tal vez una aventura sin fin. El cuerpo incurable puede no ser necesariamente una lesi�n para otros; pero un alma moralmente incurable debe ser una maldici�n mientras viva. Si estuvi�ramos realmente vivos al estado moral de los hombres malvados que nos rodean, deber�amos estar listos para estallar en las palabras del profeta: "Por lo tanto, aullar� y aullar�, me desnudar� y desnudar�", etc.

Miqueas 1:13

Ser r�pido.

"Ata el carro a la bestia veloz". Estas palabras est�n dirigidas a los habitantes de Laquis. "Este lugar parece haber formado el v�nculo de idolatr�a entre Israel y Jud�. Acostada en el Shephelah, un lugar fortificado de gran importancia, fue la primera ciudad en Jud� que fue llevada por el pecado de Jeroboam; y de ella la infecci�n se extendi� hasta que finalmente lleg� a Jerusal�n. Ante la perspectiva de un ataque repentino, les pidi� a los habitantes que usaran todos los despachos para retirar a sus familias y qu� propiedad pod�an llevar a la distancia. Laquis fue asediada por Senaquerib antes de hacer la amenaza. ataque a Jerusal�n "( 2 Reyes 18:14). Nuestro tema es la rapidez en la acci�n. "Ata el carro a la bestia veloz".

I. SEA R�PIDO EN SUS COMPROMISOS MATERIALES. El hombre tiene deberes materiales; Estos son tan sagrados y tan vinculantes como los espirituales. De hecho, la distinci�n entre lo secular y lo espiritual no es real, sino ficticia. Un hombre debe ser r�pido en todos sus compromisos temporales leg�timos, cualesquiera que sean. Todo lo que se debe hacer debe hacerse de inmediato. "Sea diligente en los negocios". Por rapidez no me refiero a la prisa de la confusi�n, sino a la habilidad experta, la pronta habilidad. Como dice Shakespeare, "lo que los sabios hacen r�pidamente no se hace precipitadamente".

1. Cuanto m�s r�pido seas, m�s lograr�s. Un hombre experto lograr� m�s en una hora que un hombre lento en un d�a.

2. Cuanto m�s r�pido seas, mejor para tus facultades. El movimiento r�pido de la extremidad es m�s saludable que el lento; La acci�n r�pida de las facultades mentales es m�s estimulante que la lenta. Como regla, el hombre r�pido es m�s saludable y m�s feliz que el lento.

3. Cuanto m�s r�pido seas, m�s valioso ser�s en el mercado del mundo. El hombre h�bil que cultiva el h�bito de la rapidez y el env�o aumenta su valor comercial todos los d�as. Esos sindicatos que promulgan que todos los oficios deben ser pagados por igual, sin importar c�mo trabajen, promulgan un absurdo y una injusticia. Un hombre r�pido y h�bil puede lograr tanto en un d�a como seis hombres lentos, aunque igualmente inteligente. Sea r�pido, entonces, en los negocios. "Ata el carro a la bestia veloz".

II SEA R�PIDO EN SUS BOLSAS INTELECTUALES. Tiene una enorme cantidad de trabajo mental que hacer, si cumple con su deber y cumple con su misi�n en la vida. Tienes m�ltiples facultades para disciplinar, numerosos errores para corregir, un vasto y variado conocimiento para alcanzar. "El alma sin conocimiento no es buena" ( Proverbios 19:2). No, no es bueno ni para s� mismo ni para los dem�s. Ser r�pido.

1. Cuanto m�s r�pido seas, m�s lograr�s. Mientras m�s campos de verdad atravieses, m�s frutos recoger�s del �rbol del conocimiento. Algunos hombres en sus estudios se mueven como elefantes, y solo atraviesan un espacio peque�o. Otros, como las �guilas, barren continentes en un d�a. El ojo r�pido ver� lo que escapa al ojo opaco; el o�do r�pido captar� voces no escuchadas por la lentitud de la audici�n.

2. Cuanto m�s r�pido seas, mejor para tus facultades. Es el caminante r�pido que fortalece mejor sus extremidades, el luchador r�pido que gana las mayores victorias. Es por acci�n r�pida que el acero se pule y que las armas se afilan. La agilidad intelectual estimula las facultades, las hace entusiastas, �giles y aptas. "Ata el carro a la bestia veloz".

III. SEA R�PIDO EN SUS ASUNTOS ESPIRITUALES.

1. Moralmente tienes un trabajo que hacer por tu propia alma. Est� en un estado arruinado, es como el "campo de los perezosos" y la "vi�a del hombre sin entendimiento" de la que habla Salom�n; Necesita cultivo. El trabajo es excelente y urgente.

2. Moralmente tienes un trabajo que hacer para los dem�s. Hay almas a tu alrededor que exigen tus mayores esfuerzos, etc.

(1) S� r�pido; el trabajo debe hacerse durante su vida aqu�, si alguna vez se hizo.

(2) S� r�pido; Tu vida aqu� es muy corta e incierta.

(3) S� r�pido; cuanto m�s demoras, m�s dif�cil es hacerlo.

Sea r�pido: "Sea lo que sea que haga tu mano, hazlo con tu poder; porque no hay conocimiento ni dispositivo en la tumba a donde todos nos apresuramos". "Ata el carro a la bestia veloz".

Oh, deja que toda el alma dentro de ti

Por el bien de la verdad, vete al extranjero;

Huelga! deja que todos los nervios y tendones

Cuente sobre las edades, cuente por Dios "(A.C. Coxe.)

D.T.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Micah 1". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/micah-1.html. 1897.