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Miqueas 4

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

Versículos 1-13

EXPOSICI�N

Miqueas 4:1

� 4. El profeta de repente anuncia la gloria futura de la monta�a del templo y la felicidad ideal de la gente.

Miqueas 4:1

Pero. No hay part�culas adversas aqu�; el verso est� simplemente conectado con lo que precede sin ning�n contraste expresado. Lo que est� impl�cito es que era imposible que el templo, al que se adhirieron las altas promesas de Dios, se desperdiciara para siempre. El pasaje, Miqueas 4:1, aparece en Isa�as 2:2. La cuesti�n de qu� profec�a es la anterior no puede resolverse. Posiblemente ambos profetas tomaron prestado el lenguaje de algunos trabajos anteriores, como se cree que Isa�as hizo en otras ocasiones, p. Isa�as 15:1. y 16. la comunidad de ideas que los lleva a la misma fuente de testimonio. En los ultimos dias; literalmente, al final de los d�as; Cheyne, "en los d�as por venir". Es la frase habitual para designar el tiempo del Mes�as, al cual se dirigen los pensamientos del profeta, y para el cual todos los eventos y per�odos anteriores son una preparaci�n. Septuaginta, ?? ??????? ??? ??????, "en los �ltimos d�as". La frase a menudo se puede representar adecuadamente, "en los �ltimos d�as", como se dice no absolutamente, sino relativamente en tiempos anteriores. La monta�a de la casa del Se�or. Monte Moriah, cuya ruina se predijo ( Miqueas 3:12). Pero el t�rmino aqu� parece incluir a la propia Jerusal�n. Deber� establecerse, firme y permanentemente (como 1 Reyes 2:45), ya no estar� sujeto a ruina y devastaci�n. En la cima de las monta�as; mejor, en la cima de las monta�as. La idea es que la monta�a del templo se eleve arriba, y se destaque prominentemente de las colinas m�s bajas que la rodean y forme su base (comp. Ezequiel 40:2; Zacar�as 14:10; Apocalipsis 21:10). El profeta habla como si contemplara un cambio f�sico, expresando as� con una fuerza singular la noci�n de que la adoraci�n del Dios verdadero (del cual el templo era el s�mbolo) se promulgar� entre todas las naciones del mundo; que del antiguo centro jud�o de religi�n surgir� un nuevo orden de cosas, no transitorio, ni local, sino que se extender� a todos los tiempos y penetrar� en las partes m�s remotas de la tierra. Y las personas (pueblos) fluir�n hacia ella. El profeta contempla a las naciones del mundo que vienen en procesi�n formal para unirse al servicio del templo. As� se adumbra la comprensi�n de todas las naciones en la Iglesia Cat�lica. Isa�as dice "todas las naciones" en el pasaje paralelo (comp. Sofon�as 2:11 y Zacar�as 8:22, y anota all�).

Miqueas 4:2

El profeta explica adem�s su �ltima declaraci�n. La nueva revelaci�n ser� tan llamativa y tan atractiva que todos los hombres la oir�n y desear�n participar de ella. Muchas naciones. En contraste con la �nica naci�n de la que emanaba el Leer. Se exhortar�n mutuamente a recurrir a la gran metr�polis religiosa, es decir, a la verdadera religi�n. De sus caminos. Sus planes en el gobierno moral del mundo y la forma en que har�a que los hombres caminaran para complacerlo. Por la ley (torah); ense�anza, direcci�n; no la Ley Mosaica, sino una regla de vida ( Proverbios 6:23). Esta es la raz�n dada por el profeta por el entusiasmo de las naciones por recurrir a Jerusal�n. Buscar�an instrucciones de parte de los autorizados para darlo (ver nota en Miqueas 3:11). La palabra del Se�or. La revelaci�n de Jehov�, el evangelio. De Jerusal�n Es obvio que en un sentido definido el evangelio surgi� de Jerusal�n, el lugar donde Cristo ejerci� su ministerio, muri�, resucit�, ascendi�; donde los ap�stoles recibieron su comisi�n y el don del Esp�ritu Santo ( Lucas 24:47; Hechos 1:8); el evangelio no se establece en oposici�n a la Ley, sino que es su cumplimiento y desarrollo.

Miqueas 4:3

El efecto de esta recepci�n de la verdadera religi�n ser� la paz universal. �l juzgar� entre muchas personas; o mejor, entre muchos pueblos. El Se�or ser� el �rbitro a quien se referir�n todas las disputas, como en la siguiente cl�usula. Cuando se reconoce su reinado y se obedece su Ley, toda guerra y todas las causas de guerra cesar�n. El evangelio es un evangelio de paz y amor, y cuando "los reinos de este mundo se hayan convertido en los reinos de nuestro Se�or y su Cristo" ( Apocalipsis 11:15), la paz y el amor abundar�n en todas partes. (Para la frase en el texto, comp. Jue. 11:27; 1 Samuel 24:12, 1 Samuel 24:15.) Reprende a las naciones fuertes que est�n lejos. La palabra traducida "reprensi�n" significa aqu� "decidir acerca de", "actuar como �rbitro para". Ya no se recurrir� al arbitraje de la espada. Las palabras "lejos" se omiten en el pasaje similar de Isa�as. Batir sus espadas en rejas de arado; es decir, practicar�n las artes de la paz en lugar de la guerra. Literalmente, la espada ancha y corta de los israelitas podr�a convertirse f�cilmente en una parte, y la lanza forjada en un gancho de poda (comp. Oseas 2:18; Zacar�as 9:10). Martial tiene un epigrama titulado "Falx ex ense" (14:34) -

"Pax me certa ducis placidos curvavit in usus:

Agricolae nunc sum, militis ante fui ".

El proceso inverso se ve en Joel 3:10, donde los arados se convierten en espadas. As� Virgilio, 'Georg.', 1.508�

"El curvae rigidum falla conflantur en conjunto".

(Comp. Ovidio, 'R�pido', 1.699, etc.)

Miqueas 4:4

Este verso se omite en Isa�as. Sentar�n a cada hombre debajo de su vid. Esta imagen de abundancia y seguridad se deriva del relato de la prosperidad material de Israel en los d�as de Salom�n ( 1 Reyes 4:25), de acuerdo con la promesa mosaica (Le Isa�as 26:4, etc.) Pas� a un proverbio expresivo de paz y felicidad (comp. Zacar�as 3:10; Zacar�as 1 Mac. 14:12). La boca del Se�or de los ej�rcitos. La gran promesa queda as� confirmada ( Isa�as 58:14). La LXX usualmente representa esta expresi�n en Jerem�as y los profetas menores por ?????? ???????????, en otros lugares por ?????? ??????, y ?????? ????????. Significa, "el Se�or de los poderes del cielo y de la tierra", siendo la idea originalmente que Dios era el L�der de los ej�rcitos de Israel.

Miqueas 4:5

Este vers�culo da la raz�n por la cual Israel es fuerte y seguro. En el pasaje paralelo en Isa�as ( Isa�as 2:5) se convierte en un mandato a la casa de Jacob. Todas las personas caminar�n; m�s bien, todas las naciones caminan. Todos en nombre de su dios. "Caminar" se usa generalmente de h�bitos morales y religiosos (por ejemplo, 2 Cr�nicas 17:4; Salmo 89:31; Ezequiel 5:6, etc.); as� que aqu� el significado es que todas las dem�s naciones se adhieren a sus dioses falsos, y enmarcan su vida y conducta bas�ndose en el poder y la protecci�n de estas locuras, y, por implicaci�n, encontrar�n su esperanza enga�ada. Y caminaremos en el nombre del Se�or nuestro Dios. Este es el secreto de la fuerza de Israel. Los paganos nunca pueden prevalecer contra los verdaderos creyentes que ponen toda su confianza en el Se�or y viven en uni�n con �l. Al decir nosotros, el profeta se identifica con los fieles. Por los siglos de los siglos. La Iglesia nunca fallar�. Los poderes paganos duran un tiempo; El reino del Mes�as es eterno.

Miqueas 4:6, Miqueas 4:7

� 5. En esta restauraci�n prometida, todo Israel est� incluido, si deciden aceptar, la oferta.

Miqueas 4:6

En ese dia. La edad mesi�nica de Miqueas 4:1. La que se detiene; Septuaginta, ??? ??????????????, "la que est� magullada"; Vulgata, claudicantem. Bajo la imagen de un reba�o y disperso, el profeta significa la condici�n deprimida de los hebreos sobresalientes (comp. Miqueas 2:12; Sofon�as 3:19). Son los enfermos y los afligidos aqu� quienes deben reunirse, el remanente, es decir (vers�culo 7), donde sea que se encuentre, lo que se vuelve hacia el Se�or en arrepentimiento y humildad.

Miqueas 4:7

Har� que ella detuviera un remanente. El "remanente" es "la elecci�n", la porci�n de Israel que acepta la redenci�n ofrecida ( Romanos 9:27; Romanos 11:5); y Dios declara que tratar� esta secci�n, ahora miserable y deprimida, como participantes en las promesas mesi�nicas (ver nota en Sofon�as 3:19). Como com�nmente, la restauraci�n del cautiverio y los privilegios del reino del Mes�as se combinan en una visi�n acortada. Pero este "remanente" se convertir� en una naci�n fuerte, que ning�n poder derrocar� ( Isa�as 11:14; Isa 55: 1-13: 22). El Se�or reinar� sobre ellos. No a trav�s de un representante terrenal, sino por s� mismo (comp. Isa�as 24:23; Isa�as 52:7; Abd�as 1:21; Zacar�as 14:9). En el monte de Sion. Esta profec�a no necesariamente apunta a ning�n cumplimiento terrenal literal, sino m�s bien al establecimiento del reino espiritual de Cristo, y la revelaci�n de esa nueva Jerusal�n que San Juan vio "descender del cielo de Dios" ( Apocalipsis 21:10).

Miqueas 4:8

� 6. Despu�s de un cierto per�odo de calamidad y cautiverio, el reino de David ser� revivido.

Miqueas 4:8

Y t�, oh torre del reba�o (migdal-edar). Hab�a una aldea con una torre llamada cerca de Bel�n ( G�nesis 35:21), y se cree que Micah se refiere a ella como el hogar de David y destinada a ser el lugar de nacimiento del Mes�as. Pero el contexto nos obliga a considerar la expresi�n como una perifrasis de Jerusal�n, que el profeta destinatario aqu�, declarando que el poder real le ser� devuelto. Es evidentemente el mismo lugar que la fortaleza (ophel, "la colina") de la hija de Si�n. El nombre "Ophel" se encuentra en el espol�n sur de Moriah, opuesto al Monte Si�n, del cual estaba separado por el Valle del Tiroponeo. Fue fortificado por Jotham ( 2 Cr�nicas 27:3) y Manas�s ( 2 Cr�nicas 33:14), y en �l estaban la casa del rey, es decir, el antiguo palacio de David, y "la torre que se extiende , "o la torre superior (ver Nehem�as 3:26, Nehem�as 3:27). Esta es probablemente la "torre del reba�o" mencionada en el texto (comp. Isa�as 32:14, donde Ophel y la torre de vigilancia se nombran juntas); y se le llama como originalmente un lugar de refugio para los reba�os, o de observaci�n para los pastores. Miqueas usa las dos expresiones para representar el poder y el dominio de Jerusal�n. La propiedad de los Estados Unidos del t�rmino "torre del reba�o" se ve cuando recordamos que David era un pastor antes de ser rey, y que los israelitas son las ovejas del pasto del Se�or. La referencia a un reba�o en los vers�culos anteriores tambi�n puede haber influido en el pensamiento del profeta. Debido a una ligera variaci�n en la lectura, la LXX. representa a Ophel por ????????, "oscuro"; entonces Jer�nimo, "nebulosa"; Aquila, ????????: Symmachus, ?????????. Estos traductores referir�an el t�rmino a la condici�n ruinosa de la torre. El primer dominio vendr�, es decir, el antiguo imperio original, como fue en los d�as de David y Salom�n, y que se hab�a perdido en tiempos posteriores. La LXX agrega, ?? ?????????: y por lo tanto, los expositores griegos explican que el pasaje se refiere al asedio de Jerusal�n por los caldeos. El reino vendr� a la hija de Jerusal�n. El verbo "vendr�" se toma mejor con "el primer dominio", y esta cl�usula en aposici�n del primero, "el reino de" o "el reinado sobre la hija de Jerusal�n". La soberan�a sobre Jerusal�n, o, como otros lo toman, que pertenece a Jerusal�n, representa el gobierno sobre todo el pa�s. En el Mes�as, la gloria y el poder se restauran al trono de David ( Lucas 1:32, Lucas 1:33).

Miqueas 4:9

Antes de este glorioso avivamiento, el profeta prev� la calamidad y el exilio en un futuro cercano; sin embargo, le pide a la gente que no se desespere. �Por qu� gritas en voz alta? El profeta escucha el grito de Si�n y pregunta la causa. Septuaginta, ????? ????? ????; "�Por qu� conoces los males?" de una variaci�n en la lectura. �No hay rey ??en ti? �Has perdido a tu rey? �Es esta la raz�n de tu dolor? La alusi�n es al cautiverio de Joaqu�n y Sedequ�as ( 2 Reyes 24:1; 2 Reyes 25:1.). La p�rdida del rey, el representante de la ayuda y el favor de Dios, fue una muestra de la retirada de la protecci�n divina (comp. Lamentaciones 4:20; Oseas 13:10). Tu consejero. Un sin�nimo de "rey". Cheyne se�ala que la ra�z de melech ("rey") en arameo significa "aconsejar". En Isa�as 9:6 el Mes�as se llama "Consejero". La Septuaginta, al tratar la palabra como un colectivo, traduce ? ????? ???, "tu consejo". Pangs, etc. La comparaci�n de la tristeza del coraz�n con la angustia de los dolores de parto es muy com�n (comp. Isa�as 13:8; Jeremias 6:24; Jer 6: 1-30: 43; Oseas 13:13).

Miqueas 4:10

Estar sufriendo. La angustia no debe ser resistida, sino que terminar�, como dolores de parto, en liberaci�n. Septuaginta, ????? ??? ???????? ??? ??????, "Ten dolor, y haz valientemente, y ac�rcate", que es como el aliento de Eneas a sus amigos (Virgil, 'AEneid,' 1.207) -

"Durate, et vosmet rebus servate secundis".

Por ahora saldr�s. El profeta deja su met�fora y anuncia que el pueblo "saldr�" al cautiverio. �l dice "ahora", como tener la escena ante sus ojos. Deben abandonar su ciudad, vivir sin refugio en el campo abierto, ser llevados a una tierra lejana, incluso a Babilonia. Habitar� en el campo; es decir, mientras se dirigen al lugar de su cautiverio. Ir�s hasta Babilonia. Esta es una profec�a simple, y Micah podr�a haberla conocido solo por inspiraci�n. En su d�a, Asiria era el enemigo a quien Israel ten�a que temer (como Miqueas 5:5, Miqueas 5:6), Babilonia estaba en este momento en la posici�n de un pa�s conquistado, y no volver�a a ser poderoso e independiente durante otro siglo, Isa�as profetiz� el cautiverio a Babilonia ( Isa�as 39:3), si los cr�ticos modernos no han sacudido nuestra fe en la autenticidad de ese cap�tulo. Miqueas no define el tiempo de la cautividad, o los agentes; observa simplemente el lugar donde los jud�os fueron finalmente deportados. Incluso en este caso, "Babilonia" puede tener su importancia t�pica, y puede considerarse que representa la gran potencia mundial dispuesta contra la raza elegida; y la profec�a puede esperar otros cumplimientos en �pocas posteriores. Algunos comentaristas piensan que Babilonia se menciona aqu� como el pa�s m�s distante conocido, o como una parte del imperio asirio. Otros suponen que Sarg�n transport� a algunos cautivos israelitas a Babilonia para reemplazar a los rebeldes babilonios a los que exili� en Palestina, y que, por lo tanto, Micah fue llevado naturalmente a representar a los judaicos como siguiendo a sus hermanos. Cualquiera que sea la explicaci�n que tomemos, no hay raz�n para considerar que la referencia a Babilonia es la interpolaci�n de un editor tard�o de los escritos prof�ticos. All� ser�s entregado. En Babilonia surgir� la liberaci�n. Esta profec�a se cumpli� literalmente en el regreso del cautiverio bajo Ciro; se cumple a�n m�s, bajo Cristo, en el rescate de los verdaderos israelitas de la esclavitud del pecado y del mundo.

Miqueas 4:11

� 7. Rescatado de Babilonia, Si�n vence a todos los enemigos en la fuerza de Dios.

Miqueas 4:11

Ahora tambien; y ahora. Se presenta una nueva escena en contraste con la vista en Miqueas 4:1. Muchas naciones est�n reunidas contra ti. Principalmente se entiende a los asirios ( Isa�as 33:3), cuyos ej�rcitos estaban compuestos por varias nacionalidades ( Isa�as 22:6; ver m�s abajo, Miqueas 5:5). Pusey piensa que la referencia es m�s bien a los ataques de peque�os enemigos, p. en la �poca de los macabeos y en la oposici�n de los samaritanos a la reconstrucci�n del templo. Cheyne colocar�a Miqueas 4:5 entre par�ntesis y conectar�a el presente con la descripci�n ideal en Miqueas 4:1. Que se contamine; es decir, profanada, despojada de su santidad jactanciosa e inviolabilidad. LXX ????????????, "nos regocijaremos". La Vulgata, lapidetur, se�ala su castigo como ad�ltera, lo que no se ajusta al contexto. Deje que nuestro ojo mire a Sion. Los paganos anticipan con malicioso placer la vista de la humillaci�n de Jerusal�n (comp. Abd�as 1:12, Abd�as 1:13).

Miqueas 4:12

Pero los enemigos que se regocijaron por Si�n no conocen el dise�o de Dios mientras lo trabajan a ciegas. El pueblo de Dios no debe ser destruido, sino sus adversarios. No conocen los pensamientos del Se�or. Los paganos, que eran los instrumentos de la ira de Dios contra su pueblo, no sab�an nada de su prop�sito al afligirlos, ni percibieron que ellos mismos fueron reunidos para castigarlos. Los reunir� (los ha reunido) como las gavillas en el suelo. Su ceguera se demuestra al no percibir hasta demasiado tarde que Dios los ha reunido antes de Jerusal�n, ya que las gavillas son llevadas a la era, para que se rompan y destruyan (comp. Isa�as 21:10; Jeremias 51:23). La met�fora contin�a en el siguiente verso. Varias son las explicaciones de la referencia del profeta en esta profec�a. Muchos comentaristas ven en �l una referencia a la destrucci�n del ej�rcito de Senaquerib ( 2 Reyes 19:35); otros perciben una derrota de los escitas despu�s del regreso del cautiverio; otros, nuevamente, lo ubican en los tiempos de los Macabeos; y otros lo interpretan de la derrota de los adversarios m�sticos de la Iglesia de Dios esbozados en Ezequiel 38:1 .; Zacar�as 12:1 .; y Apocalipsis 20:1. Pero el profeta no tiene un evento definido a la vista, sino que espera el conflicto general entre los poderes del mundo y la Iglesia, de los cuales los eventos hist�ricos y los enemigos materiales fueron los tipos. Ciertas circunstancias hist�ricas pueden adaptarse exactamente a la predicci�n, pero no la agotan. Y, de hecho, hacemos mal al buscar el cumplimiento minucioso y definitivo de predicciones particulares. Tales expresiones son a menudo condicionales y son modificadas por circunstancias posteriores. Los profetas se preocupan por las grandes verdades morales y el gobierno justo del mundo, y no siempre deben interpretarse con exactitud literal.

Miqueas 4:13

Surgir. Sac�dete la tristeza, el miedo y la desesperaci�n. Y trillar. Pisa a tus enemigos bajo los pies, ahora que est�n reunidos en el suelo, mientras los bueyes pisan el ma�z ( Isa�as 41:15, etc .; Jeremias 51:33.) Tu cuerno. El cuerno es un emblema de poder y victoria, ya que pertenece al buey salvaje, el animal m�s poderoso de Cana�n ( Deuteronomio 33:17; 1 Reyes 22:11.) La met�fora de la trilla se deja caer por por el momento, pero se reanud� en la siguiente cl�usula. Pezu�as En alusi�n al modo de trilla mencionado anteriormente ( Deuteronomio 25:4; 1 Corintios 9:9). Personas; pueblos Israel aplastar� a todas las naciones que se levantan contra ella. Yo (Dios) lo consagrar�. Entonces el texto masor�tico; pero la segunda persona, que dan las versiones antiguas, es preferible. Septuaginta, ?????????, "te dedicar�s"; Vulgata, interficies. T�, Si�n, dedicar�s su ganancia al Se�or. Esta consagraci�n o devoci�n al Se�or en el caso de los seres vivos implicaba la muerte, la restituci�n al Se�or de la vida que �l hab�a dado (ver Lev�tico 27:21, Lev�tico 27:28, Lev�tico 27:29; Zacar�as 14:21). As�, el Israel espiritual, purificado por el sufrimiento y redimido, consagrar� al Se�or el poder del mundo; y toda la riqueza y el poder de la tierra estar�n subordinados a la gloria del reino de Dios,

HOMIL�TICA

Miqueas 4:1

El reino espiritual del Mes�as.

Estos vers�culos nos alejan de la contemplaci�n del pecado y sus efectos tal como se exponen en los cap�tulos anteriores, y nos ocultan, volvemos nuestros pensamientos a la edad de oro que surgi� ante la visi�n del profeta, y anim� y anim� su coraz�n en los d�as oscuros en los que Su suerte estaba echada. Vivimos en tiempos m�s felices. Mucho de lo que fue para �l, solo una expectativa distante se ha convertido en realidad para nosotros. "Bienaventurados nuestros ojos", etc. ( Mateo 13:16, Mateo 13:17). A�n as�, favorecidos como somos, el reino de Cristo no ha alcanzado, incluso en nuestros d�as, la m�s alta perfecci�n. El esplendor del mediod�a de su gobierno a�n no se ha alcanzado. La cruz ha tra�do la corona, y el Se�or Cristo ahora reina como Rey en Si�n; pero todav�a no vemos todas las cosas sometidas a �l. "Todav�a hay muchas dificultades y desalientos, y hay mucho para enfermar y entristecer los corazones de todos aquellos a quienes su Nombre es precioso, y su verdad y reino queridos. Y en medio de todos esto lo hacemos bien, como este vidente, para mirar hacia el triunfo completo final que el Cristo seguramente ganar�, y por esta brillante visi�n para obtener la renovaci�n del coraz�n y la esperanza. Hemos indicado aqu�:

I. CIERTAS CARACTER�STICAS DEL REINO DEL MES�AS.

1. Su espiritualidad. Seguramente perderemos de vista la belleza de estas descripciones prof�ticas si les damos un significado literal y material. Esto, de hecho, es lo que hicieron los propios jud�os, y por lo tanto el verdadero Mes�as fue "despreciado y rechazado" por ellos. "Como se desarrolla sobre la figura de David, se desarrolla la figura prof�tica del Mes�as, as� sobre la figura de Jerusal�n es la figura prof�tica de la comunidad sagrada del futuro" (Lange). Conectando Miqueas 4:1 con el �ltimo verso del cap�tulo anterior, se nos recuerda que mientras el reino material estaba marcado para caer, y deber�a, a su debido tiempo y como resultado de la culpa nacional, la decadencia y el fallecimiento, sin embargo, esta triste apostas�a de la raza elegida debe expresarse en la sabidur�a Divina "las riquezas del mundo" ( Romanos 11:11, Romanos 11:12). La vieja econom�a eventualmente deber�a desaparecer, pero la nueva dispensaci�n deber�a seguir. El Mes�as largamente prometido deber�a aparecer y establecer un reino espiritual, cuyos temas deber�an ser hombres renovados y santificados; a qu� reino deber�an atribuirse privilegios y honores m�s altos que los que el juda�smo hab�a presentado, y cuya influencia deber�a extenderse al mundo entero.

2. Sus principios puros y justos de gobierno. "Porque la Ley saldr� de Si�n", etc. ( Miqueas 4:2). Estos se han enmarcado con la debida consideraci�n a los intereses de todos los sujetos; no solo est�n dise�ados para regular la conducta externa y las acciones de los hombres, sino que profundizan y afectan el coraz�n y las fuentes secretas de acci�n. La gran ley del reino es el amor: amor a Dios y al hombre. "El amor es el cumplimiento de la Ley" ( Romanos 13:10).

3. Su exhaustividad. "Los pueblos fluir�n hacia �l" ( Miqueas 4:1); "Y vendr�n muchas naciones" ( Miqueas 4:2). El juda�smo estuvo marcado por su exclusividad. Sus privilegios se limitaron a una nacionalidad particular. Pero he aqu�! Aqu� se declara que el reino del Mes�as deber�a abarcar el mundo. De hecho, se convertir� en "una gran naci�n", porque "hacia ella" todos los pueblos y tribus "fluir�n". El Rey a quien Jehov� ha "puesto sobre su santo monte de Si�n", y que "reinar� en justicia", balancear� su cetro por completo sobre un mundo rescatado, regenerado y feliz.

4. Su perpetuidad. "Se establecer� permanentemente" ( Miqueas 4:1). "El Se�or reinar� sobre ellos en el Monte Si�n de ahora en adelante, incluso para siempre" ( Miqueas 4:7). Los reinos de este mundo son eternos. "Todos perecer�n". Se elevan, progresan, alcanzan su cenit, y luego disminuyen y mueren. Egipto y Tiro, Asiria y Babilonia, Grecia y Roma, poderes que una vez dominaron el mundo, su gloria est� puesta en el polvo, su pompa ha desaparecido como un sue�o, sus obras sobreviven solo en c�maras de la antig�edad, y sus acciones solo tienen Un registro en la historia hist�rica. �As� perece la gloria de este mundo! Pero este reino espiritual del Se�or Cristo vive y nunca fallar�. Su trono nunca ser� sacudido, sus riquezas nunca ser�n empobrecidas, su gloria nunca ser� atenuada. "Tu reino es un reino eterno", etc. (Salmo 145:13).

5. Y por lo tanto, su preeminencia. "Ser� exaltado sobre las colinas" ( Miqueas 4:1). Alcanzar� alturas que ning�n poder mundano ha alcanzado jam�s, y su Rey disfrutar� de distinci�n y honor como los monarcas terrenales nunca han conocido. "Ser� exaltado y exaltado, y ser� muy alto" ( Isa�as 52:13); "Y �l llevar� la gloria" ( Zacar�as 6:13).

II LA INFLUENCIA DE LA REGLA DEL MES�AS. Aqu� se predice que esto deber�a ser de la naturaleza m�s saludable y beneficiosa. Bajo su influencia:

1. El entusiasmo debe encenderse. "Ven y subamos", etc. ( Miqueas 4:2). Los hombres que se sienten atra�dos por �l con el esp�ritu de la devoci�n con alma entera deben tratar de guiar a otros a participar con ellos en el disfrute de las bendiciones que imparte. "El amor de Cristo" ha "obligado" a los hombres a la consagraci�n de todas sus energ�as a su servicio. Entonces Paul ( Hechos 20:23, Hechos 20:24). Xavier dijo: "Dices que me matar�n con veneno. Es un honor al que un pecador tan pobre como no me atrevo a aspirar; pero estoy listo para morir diez mil muertes por la salvaci�n de una sola alma". En nuestros d�as hemos visto hombres as� impulsados ??a ir a tribus distantes e incivilizadas; y cuando han sido abatidos por una fiebre que termina en muerte, �he aqu�! otros han sido encontrados listos para ser "bautizados por los muertos".

2. El conocimiento debe ser difundido. "Y �l nos ense�ar�", etc. ( Miqueas 4:2). El verdadero Mes�as es tambi�n "la verdadera Luz", "la Luz de los hombres", "la Luz del mundo". Lleg� a gobernar, pero su gobierno deber�a ser iluminado. Donde toca su influencia hay luz. Disipa la oscuridad del error, la superstici�n, la idolatr�a; y su poder de iluminaci�n se extender� hasta que el conocimiento del Se�or cubra la tierra "( Isa�as 11:9).

3. Se debe rendir obediencia. "Y caminaremos por sus caminos" ( Miqueas 4:2). La conexi�n entre esta y la oraci�n anterior es muy �ntima. Todo conocimiento verdadero est� dise�ado para afectar la conducta y la vida. Saber y hacer est�n estrechamente relacionados ( Juan 13:17). �Cu�n purificadora y elevadora es la influencia moral de Cristo sobre el mundo! Dondequiera que se siente la influencia de su verdad, all�, tan seguro como el d�a sucede a la noche, se desarrolla una moral m�s elevada.

4. La paz debe ser establecida. ( Miqueas 4:3.) El Mes�as es "el Pr�ncipe de la Paz" ( Isa�as 9:6). "Gloria a Dios en las alturas", etc. ( Lucas 2:14), fue la canci�n de los �ngeles cuando dieron la bienvenida a su advenimiento. Es extra�o, entonces, que los hombres atribuyan a su religi�n la prevalencia en el mundo de la guerra y el conflicto. Su religi�n a menudo se ha hecho el pretexto para entrar en luchas mortales; Pero detr�s de esto ha habido un dise�o ambicioso que ha sido la causa real aunque oculta. La creciente disposici�n entre las naciones de buscar soluciones pac�ficas de las dificultades existentes, y no sacar la espada hasta que �stas se hayan agotado, es un efecto de la influencia de los principios de Cristo en la sociedad en general. La difusi�n universal de su verdad ser� seguida por el cumplimiento completo de esta brillante predicci�n ( Miqueas 4:3).

5. La seguridad debe ser realizada. ( Miqueas 4:4.) En los monumentos asirios se dan representaciones de hombres en una postura reclinada, con las enredaderas en profusa profusi�n sobre sus cabezas, que sugieren silencio y descanso y libertad de todo lo calculado para perturbar y alarmar. Y esta es la idea expresada aqu�. El miedo hab�a tomado posesi�n de los corazones de aquellos a quienes se dirig�a el profeta. Pensaron con tristeza y consternaci�n en los juicios pendientes de seguir el pecado nacional. El enemigo se hab�a acercado mucho a las puertas; pero hey! el vidente los aplaude ante la perspectiva de d�as m�s felices que deber�an despertar sobre ellos. Como hab�a sido con la naci�n en los d�as pac�ficos de Salom�n, as� declar� que deber�a estar en un sentido espiritual bajo el gobierno del Mes�as. "Tal es la intrepidez m�s silenciosa que la ley de Cristo trae como la ley de la caridad, la paz y la concordia".

6. La restauraci�n debe ser efectuada. ( Miqueas 4:6, Miqueas 4:7.) En el disfrute de estas grandes bendiciones, incluso ellos deber�an ser tra�dos quienes se hab�an equivocado de los caminos de Dios, quienes se hab�an "detenido" en su servicio, y hab�an dividi� su lealtad entre �l y Baal. Deben, como consecuencia de su pecado, ser "expulsados" y "afligidos" y "expulsados"; sin embargo, en su exilio los velar�a, busc�ndolos en su profunda compasi�n, "idear significa que sus desterrados no ser�n expulsados ??de �l" ( 2 Samuel 14:14), y en su propio tiempo y forma tra�do con "la plenitud de los gentiles", para formar "una naci�n fuerte" sobre la cual reinar�a por los siglos de los siglos ( Miqueas 4:6, Miqueas 4:7).

III. LA CERTEZA DE LA REALIZACI�N DE TODOS LOS EXPRESADOS. El vidente usa el lenguaje de la santa confianza. Y estaba justificado en esto; para:

1. Tal es el prop�sito divino. El tema est� divinamente garantizado. Dios ha prometido el reino a su Hijo.

2. Este prop�sito Divino ha sido expresado repetidamente. "Porque la boca del Se�or lo ha dicho" ( Miqueas 4:4).

3. Lo que Dios se ha propuesto y declarado, su poder puede cumplir y lo cumplir�. A pesar de las humildes circunstancias y condiciones a trav�s de las cuales los elegidos del Cielo tendr�an que pasar, "el reino deber�a venir a la hija de Jerusal�n" - "el primer o antiguo dominio"; es decir, debe otorgarse el rico honor espiritual que se hab�a prometido a la l�nea de David ( Miqueas 4:8), porque tal era la voluntad Divina y que el poder Divino seguramente lograr�a. Nuestra esperanza de un futuro brillante descansa sobre la misma base. Y como Dios nos exige que lo recordemos de su Palabra, diremos: "Por el bien de Sion", etc. ( Isa�as 62:1); y gritar� con las palabras de nuestro propio Milton: "�Sal de tu c�mara real, oh Pr�ncipe de todos los reyes de la tierra! Ponte las t�nicas visibles de tu majestad imperial; toma ese cetro ilimitado que tiene tu Padre Todopoderoso te leg�, porque ahora la voz de tu novia te llama, y ??todas las criaturas suspiran para ser renovadas ".

Miqueas 4:2

El entusiasmo en la religi�n.

I. EL ESP�RITU DEL ENTUSIASMO EN RELACI�N CON LA RELIGI�N ES EMINENTEMENTE DESEABLE. Es tan:

1. Como indicando la posesi�n de amorosa devoci�n a Dios.

2. Como incitar a esforzarse con miras al bienestar espiritual de los dem�s. ( Miqueas 4:2, "Ven y subamos", etc .; Juan 1:41, Juan 1:42, Juan 1:45, Juan 1:46; Juan 4:28, Juan 4:29.)

3. Como ser contagioso. Porque, todos resplandecen, ser�n el medio de inspirar a otros con el mismo fervor.

II ESTE ESP�RITU, A MENOS QUE SEA BAJO CONTROL SABIO, PUEDE PROBAR DA�OS. Puede parecer muy simple invitar a otros a Dios, decirles: "Vengan, subamos", etc .; pero es posible, por familiaridad indebida del enfoque, o por extravagancia del lenguaje, alienar a los que se desea ganar.

III. ESTE ESP�RITU EST� EN MANTENIMIENTO SEGURO SI SU POSESOR CULTIVA LAS DISPOSICIONES EXPRESADAS AQU� ( Miqueas 4:2), a saber:

1. De tratar de entender la verdad de Dios con m�s cari�o. "Y �l nos ense�ar� sus caminos". La conciencia de sus logros imperfectos lo mantendr� humilde y lo preservar� del mero dogmatismo y engreimiento.

2. De esforzarse por ser obedientes de coraz�n y vida a la voluntad de Dios. "Y caminaremos en sus caminos". Su comprensi�n de la importancia de la vida pr�ctica �tica lo preservar� de pensar o defender la falsa noci�n de que la piedad consiste en profusas declaraciones verbales y meras profesiones externas.

Miqueas 4:2

Mayor vida espiritual.

"Subamos al monte del Se�or". Somos demasiado propensos a contentarnos con vivir en un nivel muy bajo de logro espiritual. Necesitamos escuchar y prestar atenci�n a la voz del propio Esp�ritu de Dios que se dirige a nosotros a trav�s de nuestras propias conciencias, y a trav�s de todas las influencias santas que nos rodean, y que nos ordena abandonar el plano ordinario en el que nos hemos conformado con habitar y ascender al monte de el Se�or, y as� elevarse a las alturas m�s nobles del privilegio espiritual y la bondad. "Subamos", etc.

I. �QU� ES ESTA VIDA ESPIRITUAL SUPERIOR? Es una vida de obediencia a Dios y de fe en �l. Es una vida de comuni�n santa y sagrada con lo invisible. Es una vida sostenida y fortalecida por manantiales divinos ocultos. No es la vida perfecta, sino la vida caracterizada por un esfuerzo constante por lo perfecto. Es una vida caracterizada por la resistencia del paciente al juicio, la exitosa resistencia a la tentaci�n y el alegre desempe�o del deber. Es una vida animada por las esperanzas que entran "dentro del velo", y en la que se realiza cada vez m�s la uni�n con el mundo espiritual.

II �C�MO PUEDE SER ALCANZADO?

1. El ministerio de la verdad est� dise�ado para este fin. El avance del bien en el conocimiento divino y en las diversas gracias del car�cter cristiano es uno de los objetivos del ministerio cristiano ( Efesios 5:11).

2. Los deberes m�s comunes de nuestra vida diaria se pueden cumplir de manera tal que contribuyan a nuestra elevaci�n espiritual. El objetivo debe ser hacer que cada deber est� subordinado al gran fin de nuestro avance espiritual.

3. Las experiencias dolorosas de nuestra vida est�n dise�adas para asegurarnos "m�s vida y m�s plena". Estos constituyen las trillaciones del hombre espiritual por medio del cual Dios separar�a a sus siervos del mal y les permitir�a entrar en las alegr�as m�s elevadas de su reino.

4. Y esta elevaci�n del alma se debe asegurar no solo recibiendo, sino tambi�n impartiendo influencias santas. Nos levantamos mientras invitamos a otros a levantarse; mientras les hablamos la palabra de aliento y les damos la mano amiga. Ruskin nos recuerda que el nombre de todos los dem�s que m�s expresa el ser de Dios es el de "el servicial" o, en nuestro saj�n m�s suave, "el santo". Y cada uno de nosotros puede saber lo que uno ha llamado bellamente la santidad de la ayuda.

III. �QU� VENTAJAS ACUMULAR� DE SU LOGRO?

1. Habr� un mayor disfrute en relaci�n con los privilegios religiosos de lo que se puede experimentar de otra manera.

2. La tranquilidad poseer� el coraz�n en medio de las decepciones, los cambios y las aflicciones de la vida.

3. Se obtendr� una comprensi�n m�s clara de la verdad de Dios. ( Miqueas 4:2.)

4. Se prestar� un servicio m�s efectivo a Dios en el mundo. Ciertos santos de Dios que pertenecen al pasado a veces se declaran como especialmente eminentes, y como si hoy en d�a no se pudiera alcanzar la misma altitud; mientras que debemos ser "seguidores" de tales ( Hebreos 6:12), y las "ayudas" que usaron est�n disponibles para nosotros. �salos y di

"�Sube, sube, mi coraz�n!

No seas un tonto aqu�;

Asciende sobre estas nubes,

Morar en una esfera superior.

No dejes que tu amor salga

A cosas tan sucias y oscuras:

Sube al cielo y Dios

Lleva tu amor a �l ".

Miqueas 4:2

Dios nuestro maestro.

"Y �l nos ense�ar� sus caminos". �C�mo?

I. TRABAJANDO EN NUESTROS CORAZONES EL ESP�RITU DE VERDADERA HUMILDAD. Debe haber humildad para que podamos aprehender las cosas espirituales. Debemos convertirnos en "ni�os peque�os" si entramos en el reino de la verdad. Y esta disposici�n es adecuada; porque, despu�s de todo, �qu� somos sino ni�os en relaci�n con ese conocimiento? "Los embriones somos todos". Demasiados, olvidando esto y atesorando el esp�ritu opuesto, malinterpretan o pervierten el significado de la verdad de Dios. El orgullo del intelecto es apreciado y, fuertes y dogm�ticos en su adhesi�n a las falsas concepciones intelectuales, pierden la m�s alta verdad. "El manso guiar� en el juicio, y el manso ense�ar� su camino". Como los �rboles y arbustos bajos est�n libres de muchas r�fagas violentas y r�fagas de viento que sacuden y rasgan los �rboles m�s altos, las almas humildes est�n libres de esas r�fagas y r�fagas de error que rasgan y rasgan a las almas orgullosas y elevadas ". . "" Los valles se r�en con gordura cuando las colinas est�n desnudas. "" Te lo agradezco, oh Padre ", etc. ( Mateo 11:25, Mateo 11:26).

II AL CONTENERNOS PARA APROVECHAR EL ESP�RITU DE LA OBEDIENCIA CORAZ�N. Por las suaves restricciones del amor divino, la voluntad se armoniza con la voluntad superior y perfecta de Dios; y para el hombre as� obediente se despliegan los gloriosos tesoros de la sabidur�a y el conocimiento divinos. "El secreto del Se�or est� con los que le temen, y �l les mostrar� su pacto" (Salmo 25:14); "Entonces sabremos, si seguimos adelante," etc. ( Oseas 6:3).

III. IMPARTANDO EN NOSOTROS DISCERNIMIENTO ESPIRITUAL. Con el coraz�n humilde y obediente, la luz brota dentro; se imparte una visi�n espiritual; la unci�n del Santo descansa sobre el hombre; las percepciones m�s altas son suyas; �l comprende y comprende verdades que antes no eran percibidas o distorsionadas por �l. "Puro de coraz�n", "ve a Dios"; De mentalidad espiritual, descubre cosas espirituales. Los caminos de Dios se le revelan, y la Palabra de Dios ya no es una letra muerta, sino que es instinto con vida y poder para su alma. Luego, con un sincero deseo de entrar en el pleno significado de las realidades espirituales, y con una profunda conciencia de nuestra propia debilidad y necesidad de orientaci�n, hacemos bien en llorar: "Gu�anos en tu verdad y ens��anos"; y regocijarse en la seguridad alentadora, "Y �l nos ense�ar� sus caminos".

Miqueas 4:2

La obediencia a la voluntad divina.

"Y caminaremos en sus caminos". La idea es: vivir obedientemente a la voluntad de Dios. Observar-

I. DIOS HA REVELADO SU VOLUNTAD AL HOMBRE. "La Ley ha salido", etc. ( Miqueas 4:8). Se ha dado la revelaci�n de lo que Dios requiere de sus criaturas.

(1) en los mandamientos desplegados a Mois�s en el Sina�;

(2) en la exposici�n completa y perfecta de los mandamientos dados en la ense�anza de Cristo;

(3) en la transcripci�n completa de ellos presentada en el car�cter y la vida impecables del Divino Maestro.

II OBEDECER QUE INDICAR� LA POSESI�N DE VERDADERA PIEDAD. La piedad sincera no consiste en observancias externas, aunque tienen un valor tan alto que no debemos "abandonar la reuni�n de nosotros mismos" para la comuni�n y la ense�anza cristiana; ni tampoco consiste en la asociaci�n de la Iglesia, aunque existen muchas ventajas que resultan de que los cristianos se unan para que puedan ayudarse mutuamente en la vida espiritual y, mediante la acci�n combinada, hagan m�s eficazmente la obra de Dios; ni consiste en la repetici�n de un Credo, por admirable que sea concebido y expresado, y por deseable que sea para nosotros estar bien fundados en las doctrinas fundamentales de nuestra santa religi�n; pero consiste en la obediencia a la voluntad de Dios y en buscar, como el gran Ejemplar, actuar en armon�a con la santa Ley de Dios.

"Ni nombre, ni forma, ni ritual,

Pero simplemente seguirte ".

III. EN ESTA OBEDIENCIA SE ENCUENTRA EL BIEN VERDADERO SER AMBOS DEL INDIVIDUO Y DE LA RAZA. Al caminar por estos caminos, se descubre que son "caminos correctos", que producen "paz" y "placer"; La "misericordia y la verdad" tambi�n abundan para los obedientes, mientras que la adopci�n generalizada de este curso por los hijos de los hombres se se�ala como la se�al de la venida de "la gloria de los �ltimos d�as". "Una gran semejanza de Cristo es la gran necesidad. Si, a imitaci�n de �l, hubiera verdad en cada lengua y bondad en cada coraz�n, gentileza en cada esp�ritu y obediencia a Dios en cada voluntad, pureza en cada vida e inocencia en todos los personajes, el florecimiento y la bendici�n del Ed�n se ver�an ma�ana, "Demasiados, por desgracia, todav�a resuelvo que" caminar�n a cada uno en nombre de su dios "( Miqueas 4:5); pero nuestra esperanza para la humanidad radica en el creciente n�mero cuyos pies se est�n convirtiendo en "los caminos de la justicia", y que se ven obligados a decir: "Y caminaremos en sus caminos". "Caminaremos en el Nombre del Se�or nuestro Dios por los siglos de los siglos" ( Miqueas 4:5).

Miqueas 4:9; Miqueas 5:1

A trav�s del juicio para triunfar.

Hay una conexi�n muy natural entre estos y los versos anteriores. El vidente ha presentado una imagen brillante de los �ltimos triunfos del reino del Mes�as. En el lenguaje m�s selecto, ha revelado la naturaleza de la regla del Mes�as y los efectos ben�ficos que se deben asegurar de ese modo. Y ahora nos recuerda que esta victoria debe ser ganada por el sufrimiento, que el orden de Dios es a trav�s de la prueba para triunfar. Darse cuenta-

I. LA EXPERIENCIA DE SORROW COMO PREPARATORIO A LA ALEGR�A; DEL CONFLICTO COMO PREPARATORIO A LA VICTORIA. ( Miqueas 5:9; Miqueas 5:1.) Cualquiera que sea el punto de vista sobre la verdadera aplicaci�n de estos vers�culos, es muy claro que se refieren al dolor profundo, a trav�s del cual la naci�n debe pase antes de la manifestaci�n del verdadero Rey espiritual cuya venida est� tan claramente indicada en el cap�tulo siguiente. El cautiverio debe ser experimentado; el conflicto debe involucrarse con "muchas naciones"; la p�rdida de gobernantes y l�deres debe ser sostenida; guerra se debe sentir un asedio. Sin embargo, todo esto deber�a probarse pero como preparaci�n para la experiencia de alegr�a y victoria; deber�an ser pero como los dolores que preceden al nacimiento; Despu�s de estas agitaciones, deber�a surgir el establecimiento de un reino que nunca deber�a ser movido, y que su reino material, ahora tan sacudido, incluso en sus d�as m�s pr�speros y pac�ficos, solo se simboliza d�bilmente. Y este es siempre el orden divino de procedimiento. Es el nombramiento de Dios todo sabio que sus siervos deben pasar por la prueba y ser perfeccionados por el sufrimiento. Toma la semilla y la planta en un suelo �spero, y como resultado hace que surjan bellas flores. La l�grima a menudo precede a la sonrisa. La espesa nube se acumula sobre nuestras cabezas, y �he aqu�! luego, el arco triunfante se extiende por el cielo y habla de la fidelidad y el amor divinos. Debemos sufrir si finalmente reinemos; debemos llevar la cruz si llevamos la corona. Los siervos de Dios son soldados, y el soldado debe "soportar la dureza" ( 2 Timoteo 2:3), y participar en un conflicto agudo antes de cosechar la recompensa del guerrero. Sus seguidores son �rboles de justicia, y Dios poda sus �rboles para que puedan dar mucho fruto "( Juan 15:2).

II ESTIMULANDO PENSAMIENTOS ENTRE ESTAS M�S OSCURAS EXPERIENCIAS DE LA VIDA. Aqu� se sugieren varios de estos pensamientos.

1. Hay "necesidad" de estas penas. ( Miqueas 5:10.) Aqu� se declara que hab�a una necesidad de las penas aqu� predichas. Las pruebas se conocen como experiencias que deben ser, y que no podr�an evitarse. El trabajo duro debe ser soportado, el cautiverio debe ser experimentado, la disciplina debe ser atravesada. La naci�n hab�a transgredido lamentablemente, y solo as� podr�a ser purgada y purificada. Como el aplastamiento de la semilla resulta en un aumento m�s abundante, la opresi�n de los siervos de Dios deber�a dar como resultado el surgimiento de "los frutos pac�ficos de la justicia". "Del dolor nace la santidad". Aqu� hay una soluci�n del "misterio del sufrimiento". Est� dise�ado para trabajar la purificaci�n; Es una disciplina saludable. No es que nuestro Padre Dios quiera simpatizar con lo que tenemos que pasar por escenas adversas, sino porque su simpat�a es tan grande y tan perfecta que se extiende a todo nuestro ser. Cuando dice: "Siente dolor", etc. ( Miqueas 5:10), no es que no se sienta con nosotros, sino porque su simpat�a es tan grande que se dign� a levantarnos. un nivel superior, y para llevarnos a alcanzar un car�cter y una vida m�s puros y perfectos; y por lo tanto, mientras que "no romper� la ca�a magullada, ni apagar� el lino humeante", tambi�n "enviar� juicio a la victoria" ( Isa�as 42:2, Isa�as 42:3).

2. Hay una Providencia que anula. ( Miqueas 5:11, Miqueas 5:12.) En estos vers�culos, las naciones paganas se representan alent�ndose entre s� para hacer un ataque decisivo, sobre las personas favorecidas, y como hablando como si, planes, podr�an ejecutarse f�cilmente, el derrocamiento de Jud� se efectuar�a, y miran con satisfacci�n la ca�da y la desolaci�n ( Miqueas 5:11). Pero hab�a un poder humano m�s elevado que cualquier otro que influyera en los destinos de los pueblos de la tierra. El Se�or Dios omnipotente reinaba. Ten�a sus prop�sitos y planes, de los cuales las naciones no ten�an en cuenta, pero que, sin embargo, deb�an desarrollarse. Y en el desarrollo de estos, todos los dise�os oscuros del mal ser�an anulados, y mientras que la naci�n de su elecci�n deber�a. por lo tanto, ser juzgado como por fuego, y tambi�n lo ha consumido su escoria, quienes, incitados por sus propios fines mercenarios y ambiciosos, lo asaltaron, deben ser confundidos y avergonzados ( Miqueas 5:13). El mundo todav�a abunda en malhechores que persiguen sus propios fines, y que puedan obtenerlos siempre est�n planeando y tramando da�o; pero bien puede consolar y fortalecer nuestros corazones, en medio de la ansiedad y la angustia de tal ocasi�n, que todav�a hay una Providencia dominante que rige los asuntos humanos, y que bajo la direcci�n amorosa y sabia de Dios, el bien solo finalmente llegar� a ser bueno, mientras que el El consejo de los imp�os perecer�, y el brazo de su poder ser� quebrantado.

3. Existe la presencia divina y permanente. Esto est� impl�cito en Miqueas 5:9. El profeta, que abunda en la m�s profunda simpat�a con su pueblo en sus calamidades, sin embargo, les har�a sentir que no se los dej� completamente desamparados; que, a pesar de que los gobernantes terrenales les hab�an fallado, hab�a alguien que siempre permanece, y que, si confiaban en �l, los soportar�a con seguridad a trav�s de todos. El que hab�a sido el Rey y Gu�a de su naci�n antes de que el monarca terrenal hubiera sido nombrado sobre �l ( 1 Samuel 12:12) no los abandonar�a ahora que los apoyos humanos hab�an cedido, sino que terminar�an con sus penas actuales. en mayor alegr�a de lo que hab�an experimentado anteriormente ( Oseas 13:9, Oseas 13:14). Tampoco debemos temer en tiempos de problemas, siempre y cuando permanezca que "el Se�or de los ej�rcitos est� con nosotros", etc. (Salmo 46:7).

4. Hay liberaci�n final. ( Miqueas 5:10.) El Se�or seguramente "volver�a a cautivar a Sion" (Salmo 126:1). A trav�s del fuego y el agua deben llevarse a un lugar rico (Salmo 116:12). El llanto puede durar una noche, pero la alegr�a debe venir por la ma�ana (Salmo 30:5). Y as� con sus sirvientes en todas las �pocas. La forma en que nos har�a tomar, a pesar de todas sus dificultades y desalientos, nos llevar� al palacio y a nuestra corona.

HOMILIAS DE E.S. PROUT

Miqueas 4:1, Miqueas 4:2

Un nuevo monte Sion.

La amenaza de Miqueas 3:12 se ha cumplido. El Monte Si�n, la gloria de la naci�n a causa de su situaci�n, sus edificios, su historia y sus asociaciones religiosas, se ha convertido en un bosque o en un mont�n de ruinas desoladas. Pero mientras el profeta mira a trav�s de las l�grimas que el patriotismo y la piedad traen a sus ojos, como en una visi�n que se disuelve, una nueva visi�n se despliega ante �l. En lugar de un campo arado y un mont�culo ruinoso, ve una monta�a muy alta, una ciudad gloriosa e innumerables multitudes que acuden a ella. Es el nuevo Monte Si�n.

I. SU ELEVACI�N. Hab�a otras colinas o monta�as que ya eran o pronto ser�an notables entre los hombres, como los "lugares altos" de un culto corrupto en Judea y Samaria, la enorme colina artificial de Babilonia sagrada para Belus, la acr�polis de Atenas, el Siete colinas de Roma. Pero este Monte Si�n fue fundado en las cumbres de las alturas m�s altas del mundo, y se alzaba sobre todas ellas. As� se ve que la monta�a es espiritual y la elevaci�n figurativa. Es una visi�n de "los �ltimos d�as", de los d�as del Mes�as, cuando se establece el nuevo reino de Dios. Debido a que es "la monta�a de la casa del Se�or", se exalta as�. Ilustrar desde la visi�n de Ezequiel de la "monta�a muy alta" ( Ezequiel 40:2), y la conclusi�n sublime de la misma, "Jehov�-Shammah" ( Ezequiel 48:35; y de. 1 Timoteo 3:15). "Esta monta�a de la Iglesia de Cristo trasciende todas las leyes, escuelas, doctrinas, religiones, sinagogas y filosof�as, que parec�an surgir entre los hombres como las cimas de las monta�as" (Corn. A Lapide, en Pusey). Es "una ciudad situada en una colina".

II SU CONGREGACI�N El profeta ve una corriente de fieles que asciende esa colina; No es una vista desconocida en los viejos tiempos del Sion literal. Pero se necesita mucha seriedad para escalar esta alta monta�a. Y es un milagro de gracia que no solo el pueblo escogido de Dios, sino "los pueblos" del mundo que mienten en la maldad, sean atra�dos por una Iglesia tan noble y tan pura. Porque, mientras el profeta observa, ve c�mo se re�nen compa��as extra�as, de variados colores, disfraces e idiomas: negros de Etiop�a, chinos de la tierra de Sinim y extra�os p�lidos de las islas occidentales de Europa. Contrasta la torre monta�osa de Babel, el esquema de unidad del hombre, emiti�ndose en dispersi�n, y este Monte Si�n, el camino de uni�n de Dios, atrayendo una congregaci�n de todas las familias y lenguas y lenguas ( Isa�as 55:8, Isa�as 55:9). El profeta escucha su lenguaje mientras se animan unos a otros, "Venid", etc. Ellos confiesan as�:

1. Su ignorancia. "Nos ense�ar� sus caminos": un t�rmino integral (Salmo 25:4, Salmo 25:8, Salmo 25:9).

2. Su insatisfacci�n. Sus viejos caminos hab�an sido "amplios"; "la destrucci�n y la miseria hab�an estado en ellos. De ahora en adelante desean caminar en otros" caminos ", en el camino de santidad de Dios.

3. Su confianza; que solo el Dios de Jacob era capaz y estaba dispuesto a suplir sus necesidades. El profeta previ� lo que Cristo predijo a�n m�s claramente ( Mateo 8:11, Mateo 8:12), y lo que estamos viendo en estos d�as de empresa misionera.

III. SUS EMANACIONES. A medida que la luz y el calor fluyen del sol, y la fragancia de las flores, as� tambi�n de este nuevo Monte Si�n, esta ciudad de Dios, brotan las bendiciones que las naciones necesitan: verdad, luz, vida. Es un poder divino que primero atrae a esta congregaci�n hacia la Iglesia de Cristo ( Juan 6:44, Juan 6:45). Y las bendiciones que necesitan y reciben se resumen en dos t�rminos.

1. "La ley". Lo reciben como una regla de vida, como un ideal de conducta diaria. Sale como una corriente de bendici�n que puede convertir los desechos de la vida pagana en un para�so. Pero se necesita m�s que ley:

2. "La Palabra del Se�or". Este es un t�rmino m�s completo. Incluye la revelaci�n de su voluntad, su misericordia y gracia, "la palabra de la verdad del evangelio". Esto contin�a con todo el atractivo de un mensaje de misericordia ( Lucas 24:47, etc.), pero tambi�n con toda la autoridad de una ley ( Hechos 17:30; 1 Juan 3:23). La predicaci�n de la cruz prueba el poder de Dios. Esta palabra del Se�or tiene curso libre y es glorificada. No es de extra�ar que sigan tales bendiciones como se describe en los siguientes vers�culos. � E.S.P.

Miqueas 4:3, Miqueas 4:4

El fruto pac�fico de la justicia.

Las maravillas de la visi�n de Miqueas (vers�culos 1 y 2) a�n no han terminado. �l ve una sucesi�n de los eventos m�s improbables e incre�bles, a medida que las naciones regresan de su peregrinaci�n al nuevo Monte Si�n a sus lejanas capitales y granjas. Con esas naciones paganas distantes y "fuertes" hay asociaciones de horror y temor en las mentes de los hebreos, especialmente de los piadosos entre ellos. Ilustra esto de lo que sabemos a trav�s de los profetas e historiadores hebreos de las naciones gentiles cercanas y lejanas; p.ej. guerras fronterizas e invasiones frecuentes de los filisteos ( 2 Cr�nicas 21:16, 2 Cr�nicas 21:17), edomitas, amonitas, moabitas y otros (Salmo 83:1 .; y cf. los impresionantes mensajes de juicio en Am�s 1:1. y 2.). Egipto, en alg�n momento su opresor o invasor ( 2 Cr�nicas 12:1.), M�s tarde su aliado no confiable, siempre el hogar de idolatr�as degradantes ( Isa�as 19:1 .; Isa�as 30:1). Asiria, sede de un implacable despotismo, los captores de sus hermanos del norte, arrojando su nube de guerra sobre el reino de Ezequ�as ( Nah�m 3:1). M�s all� de estos estaban los monta�eros de Media, las tribus b�rbaras del extremo norte, "Meshech y Tubal", y los hijos de Grecia en el lejano oeste. La visi�n sombr�a de Ezequiel (32) describe gr�ficamente c�mo la espada y el derramamiento de sangre est�n vinculados con las historias de estas y otras naciones. Todo esto se ve dando la bienvenida a un nuevo Rey, que "reinar� en rectitud", nueva legislaci�n y nuevas costumbres. La m�s extra�a de todas estas nuevas costumbres es que "los pueblos que se deleitan en la guerra" son vistos transformando sus armas en instrumentos de paz, y disfrutando de una tranquilidad igual a la de los d�as con palmeras de Salom�n. El misterio se explica por el hecho de que la palabra del Se�or hab�a salido de Jerusal�n. Aprendemos-

I. EL EVANGELIO DE DIOS SE PREPARA PARA EL REINO DE DIOS.

1. Revela el amor de Dios. Por lo tanto, se presenta como una revelaci�n, sorprendente, casi incre�ble para los paganos, en cuyas mentes no desean amar, odiar no tener misericordia, est�n vinculadas con sus pensamientos de Dios. Ese vers�culo central del Nuevo Testamento ( Juan 3:16), una "Biblia en miniatura", como lo llam� Martin Luther, aplicado por el Esp�ritu de Dios, ha roto muchos corazones paganos y ha abierto el camino para las bendiciones que el amor de Dios ha preparado para las almas pecaminosas ( 1 Juan 4:19).

2. Inspira la esperanza de los hombres. Aquellos que alguna vez vivieron "sin esperanza y sin Dios en el mundo", encuentran que todas las cosas se han vuelto nuevas. Todas las emociones m�s brillantes y boyantes, el amor, la esperanza, la alegr�a, son llamadas por el evangelio de Dios. Las visiones m�s brillantes de una edad de oro en el futuro sobre las que cantaron poetas paganos son posibles bajo el reinado de un Dios justo y misericordioso. Est�n "salvados por la esperanza".

3. Despierta las conciencias de los hombres. Se produce un proceso educativo. La conciencia dormida se despierta; la conciencia ciega ve la luz de la verdad; la conciencia contundente se vuelve sensible y tierna. As�, gradualmente, las cosas que fueron toleradas en el individuo o en la comunidad se califican como poco cristianas, o incluso infames. Ilustrar desde 1 Corintios 5:1. y 6. En aquellos cuya educaci�n espiritual es m�s avanzada, cada pensamiento es llevado "en cautiverio a la obediencia a Cristo". As�, gradualmente, el est�ndar promedio de moralidad se eleva primero en la Iglesia y luego en la naci�n, y se ve que el evangelio de Dios ha preparado el camino para el reino de Dios.

II EL REINO DE DIOS SER� UN REINO DE PAZ. La guerra es un terrible desaf�o a Dios y a su autoridad, y, sin embargo, es una de las formas m�s populares de maldad. La prensa, los clubes, "las fuerzas", a menudo dificultan incluso que un gobierno que se hace llamar cristiano se resista a las r�fagas de pasi�n popular que arrastran a las naciones a la guerra. Incluso a fines de 1882, nos dijeron que a bordo de los acorazados de Alejandr�a los �nimos de los oficiales cayeron cuando la visi�n de una bandera de tregua hizo posible que despu�s de todas sus armas nuevas no pudieran ser probadas por un bombardeo. Sin embargo, incluso este esp�ritu inmundo ser� exorcizado por el poder del evangelio de Cristo, que ya ha estado trabajando de muchas maneras; p.ej. "la tregua de Dios" en la Edad Media, que prev� la suspensi�n de las hostilidades durante el Adviento, la Cuaresma y otras estaciones; el ahorro de la vida de los prisioneros; el cuidado y la amabilidad mostrados hacia los heridos; el poder de la opini�n p�blica, incluso de una minor�a, para evitar que los gobiernos se precipiten apresuradamente a la guerra; la introducci�n del arbitraje, en el que el Gobierno brit�nico dio un ejemplo tan honorable en Ginebra en 1872. En tales casos, se puede decir que Dios, a trav�s de los juicios de hombres rectos, est� llamado a "juzgar entre muchos pueblos" y "reprobar "incluso naciones fuertes cuando perjudicaron a sus vecinos. As�, gradualmente la guerra ser� desterrada, incluso como lo han sido los duelos y otras abominaciones. "Fraternidad" ser� una de las consignas del futuro, y la guerra se considerar� fratricidio. Lucian dice de los cristianos: "Su primer legislador los persuadi� de que todos son hermanos". El cristianismo est� trabajando hacia la restauraci�n de ese ideal. Entonces los d�as de Salom�n se reproducir�n en algo m�s que su antigua gloria. Los nuevos pr�ncipes de Seba y Seba ofrecer�n obsequios en la corte del Pr�ncipe de la Paz, cuyos s�bditos "habitar�n con seguridad y permanecer�n callados por miedo al mal". Las gloriosas visiones de Salmo 72:1 .; Isa�as 60:1; etc; se cumplir�, "porque la boca del Se�or de los ej�rcitos lo ha hablado".

Aprender:

1. Que la �nica esperanza de la verdadera justicia nacional est� en el reinado de Cristo.

2. Que el cristiano que da testimonio de verdades impopulares es el m�s noble entre los patriotas.

3. Que la santificaci�n de las almas individuales a trav�s del poder del evangelio es el m�todo m�s seguro para asegurar el reino supremo y universal de Cristo en la tierra. � E.S.P.

Miqueas 4:6, Miqueas 4:7

La restauraci�n de Israel.

Son las naciones gentiles para quienes las bendiciones de "los �ltimos d�as" acaban de ser predichas ( Miqueas 4:2). El nuevo Monte Si�n de los d�as del Mes�as tendr� un poder magn�tico en "Oriente y Occidente" ( Mateo 8:11; Juan 12:32). Pero Israel, a trav�s del cual estas bendiciones llegan a las naciones, no ser� excluido de una participaci�n en ellas. Sin embargo, la forma de la predicci�n nos recuerda la condici�n abyecta del pueblo antiguo de Dios y la extensi�n gradual de las glorias del reinado del Mes�as sobre ellos.

I. SU CONDICI�N ABJECT. Se describen como:

1. Deteni�ndose. Este fue el resultado de una enfermedad interna o de una lesi�n externa o de ambas. El pueblo jud�o en el advenimiento sufr�a corrupciones eclesi�sticas y morales, lo que los hac�a figurativamente como el pueblo de Bethesda, "alto, marchito, impotente".

2. "Expulsado". Multitudes hab�an sido expulsadas de su herencia en Palestina por los decretos de los conquistadores o las opresiones de los tiranos extranjeros. Siglos antes, Jerem�as hab�a declarado: "Israel es una oveja dispersa; los leones lo han expulsado: primero el Rey de Asiria lo ha devorado; y por �ltimo este Nabucodonosor, Rey de Babilonia, se ha roto los huesos" (Jeremias 50:17). En siglos posteriores, cautividades u opresiones similares se soportaron a manos de los Ptolomeos, los Seleucidas, los Idumeos y los romanos. Los que quedaron eran como extra�os en su propia patria. Y pronto una cat�strofe mucho m�s temerosa los dispers� de un extremo de los cielos al otro, despu�s de la destrucci�n de su ciudad por los romanos.

"Pero debemos vagar sin cesar

En otras tierras para morir;

Y donde est�n las cenizas de nuestros padres

El nuestro nunca debe mentir:

Nuestro templo no ha dejado piedra

Y la burla se sienta en el trono de Salem ". (Byron)

3. "Afligido de Dios, y afligido". Los "pastores" infieles entre sus propios gobernantes ( Ezequiel 34:1) o los conquistadores paganos fueron los azotes; pero "�habr� maldad en una ciudad, y el Se�or no lo haya hecho?" Los hombres devotos lo reconocieron y emitieron los lamentos penitenciales que encontramos en Salmo 44:1; Salmo 74:1 .; Lamentaciones 1:1; Lamentaciones 2:1; etc.

II SU RESTAURACI�N El establecimiento del nuevo reino de Dios �el reino de Cristo� en el Monte Si�n fue en s� mismo una promesa de la restauraci�n de los jud�os y de su participaci�n en sus bendiciones. Porque no puede ser que Cristo reine sobre las naciones gentiles y deje que "su propio pueblo" ( Juan 1:11) perezca finalmente en incredulidad. Esto se opondr�a tanto a las antiguas promesas de Dios ( Isa�as 45:17; Isa�as 59:20, Isa�as 59:21, etc.) como a las predicciones y el coraz�n de Cristo ( Mateo 23:37). Sin embargo, hay etapas en este proceso de restauraci�n.

1. Los que se detienen son restaurados, pero son solo un remanente. (Cf. Miqueas 5:3, Miqueas 5:7, Miqueas 5:8.) El efecto inmediato del establecimiento del reino de Cristo se vio en un gran avivamiento religioso entre los jud�os desde Pentecost�s en adelante. Pero todos los conversos no eran m�s que un remanente de la naci�n que, debido a su incredulidad, fue "destruida" ( Romanos 11:1, Romanos 11:17). Sin embargo, en el hecho de la salvaci�n de los pocos, el ap�stol Pablo ve la promesa de la salvaci�n final de los muchos.

2. Los desterrados ser�n hechos una naci�n fuerte. Traza el argumento inspirado de San Pablo en Romanos 11:1. hasta que llegue a la conclusi�n sublime en Romanos 11:32. La restauraci�n de la naci�n a Dios ir� acompa�ada de una restauraci�n a su propia tierra ( Zacar�as 12:10; Zacar�as 14:8, etc.).

3. "El Se�or los reinar� siempre en el monte de Si�n". Buscamos la restauraci�n de Israel a su Salvador y a su tierra como una de las maravillosas evidencias de la verdad de la palabra prof�tica que Dios est� reservando para el escepticismo de estos �ltimos d�as. No necesitamos anticipar un trono literal y local de Cristo en Jerusal�n. Pero el Se�or Cristo, entronizado en los corazones de su pueblo largo e infiel pero muy amado, realmente "reinar� sobre ellos en el Monte Si�n" como si tuvieran su humanidad glorificada siempre manifestada en medio de ellos. Y entonces su reinado ser� "de ahora en adelante, incluso para siempre". "Yo, el Se�or, lo acelerar� en su tiempo".

"Ven, ven, Emmanuel, y rescata al Israel cautivo, que llora en el exilio solitario aqu� hasta que aparezca el Hijo de Dios.

Al�grate, al�grate: Emmanuel: �Ven a ti, oh Israel!

E.S.P.

Miqueas 4:9, Miqueas 4:10

Disciplina y liberaci�n.

Se ha sostenido un futuro glorioso a la vista de la naci�n jud�a ( Miqueas 4:6). Es como los ideales de paz y bendici�n presentados a todos en la Palabra de Dios; como las visiones de la gloria celestial antes incluso de las m�s imp�as. Tales promesas son atractivas; incluso los jud�os imp�os en el tiempo de Miqueas se regocijar�an al pensar en "el antiguo dominio", los d�as de David y Salom�n regresando a Si�n. Pero la visi�n vuelve a cambiar. Se escuchan gritos de dolor y angustia. Ante la mente del profeta pasa una visi�n de la disciplina y el castigo que deben caer sobre la naci�n desobediente antes de que se puedan disfrutar las bendiciones prometidas.

I. LA DISCIPLINA SALUTARIA. En resumen, palabras v�vidas se bosqueja una sucesi�n de calamidades.

1. Su monarqu�a es derrocada. "�No hay rey ??en ti?" Joacaz, Joacim, Joaqu�n y Sedequ�as en sucesi�n fueron destronados por conquistadores extranjeros y llevados al exilio. Muchas premisas y bendiciones nacionales estaban vinculadas con el nombre y la familia de David ( 2 Samuel 7:1), de modo que la p�rdida de su rey no era una p�rdida ordinaria. Era su principal estancia y "consejero" (cf. Isa�as 9:6), "el aliento de sus fosas nasales" ( Lamentaciones 4:20). No es de extra�ar su consternaci�n y angustia: "dolores", etc. (cf. Salmo 89:38-19). Por lo tanto, un paso en la disciplina Divina entonces y ahora puede ser derribar el terreno de los principales objetos de nuestra confianza, los accesorios terrenales que buscamos sustituir por Dios.

2. Son humillados ante sus enemigos. Ellos "salen de la ciudad"; algunos en un vano intento de escapar, como Sedequ�as y sus tropas ( 2 Reyes 25:4); otros como prisioneros de guerra de una ciudad que ha capitulado y est� siendo saqueada por sus conquistadores. Ilustrar desde Lamentaciones 5:1. Son conducidos hacia "el campo"; sin refugio incluso de los elementos, a menos que est�n en tiendas de campa�a (contrasten su "facilidad en Sion" anterior, Am�s 6:1, etc.); sin la protecci�n de las antiguas torres y baluartes en los que se hab�an enorgullecido (Salmo 48:12, Salmo 48:13); sin armas ni l�deres, y por lo tanto expuestos a cualquier indignidad que estos conquistadores elijan infligirles. As� puede ser con aquellos cuya forma en que Dios "se da vuelta", despoj�ndolos de todas sus viejas fuentes de seguridad: dinero, posici�n, amigos; expuls�ndolos del "nido" en el que esperaban tranquilamente pasar el resto de sus d�as. Ilustrar a partir de contrastes en Job 29:1. y 30.

3. Son llevados cautivos "incluso a Babilonia". Babel en los primeros d�as hab�a sido un s�mbolo de una potencia mundial imp�a. No se levanta nuevamente en el horizonte hebreo hasta los d�as de Isa�as y Miqueas. Haciendo propuestas amistosas a Ezequ�as, es presentado a su vista, por su fiel vidente, como un enemigo distante, misterioso, pero formidable del futuro: ignotum pro mirifico ( Isa�as 39:1). Como las diez tribus hab�an sido llevadas cautivas a Halah y Habor y distritos adyacentes, tambi�n deber�a llevar a Jud� "incluso a Babilonia". As� es en la disciplina de Dios con sus pr�digos ahora. Pueden encontrarse en "un pa�s lejano", llevado a la m�s baja profundidad de humillaci�n, excluido de toda ayuda terrenal, encerrado en Dios. E incluso ahora, en medio de los placeres del pecado, las voces prof�ticas en su interior pueden advertirles: "Saldr�s ... ir�s incluso a ...". Las terribles posibilidades de juicio, ya sea en este mundo o en otro, a veces pueden estropear su paz. Porque, a diferencia de los siervos de Dios, no se atreven a decir: "Las cosas por venir ... son nuestras".

4. En la casa de la esclavitud se deben soportar dolores de pena. "�Setenta a�os!" - una larga vida de cautiverio. "Tribulaci�n diez d�as!" un tiempo de disciplina indefinido para nosotros, aunque fijado por el consejo de Dios. Esos dolores ser�n "sin resistencia, sin remedio, duplicando todo el marco, redoblados hasta que se logre el fin para el cual Dios los env�a, y luego cesar�n de alegr�a" (Pusey). Porque el mismo t�rmino "hija de Si�n" sugiere esperanza. Es un t�rmino de amistad, como "Padre de los esp�ritus" ( Hebreos 12:9), que nos recuerda las relaciones esenciales entre nosotros y nuestro Dios, y nos da la promesa de que en la ira recordar� la misericordia ( cf. Isa�as 57:16).

II "EL FIN DEL SE�OR". Entonces y all� se alcanzar� el final para el cual se env�an las pruebas, y vendr� la liberaci�n. Al igual que con su rey Manas�s, as� ser� con la naci�n. En su aflicci�n buscar�n al Se�or (Jeremias 29:10).

1. Ser�n entregados. Liberados de la carga de sus pecados, una carga demasiado grave para ser soportada; purgado de la idolatr�a; bendecido con un renacimiento de la religi�n, como lo demuestra un renovado respeto a la Ley de Dios a trav�s de la obra amable de su propio "Esp�ritu libre" ( Ezequiel 36:16).

2. Ser�n redimidos de la mano de sus enemigos. Dios los visitar� como su Goel, su pariente-Redentor, que no los ha olvidado o abandonado (Jeremias 30:8). Mediante la manifestaci�n de su gracia justa y su poder irresistible ser�n "redimidos sin dinero" ( Isa�as 52:3), restaurados a su tierra y al disfrute de privilegios antiguos. Tal es "el fin del Se�or" en la disciplina de la vida. La revelaci�n de la paternidad de Dios en la persona de Cristo y en su muerte sacrificial por la redenci�n de los pecadores nos asegura que �l castiga "para nuestro beneficio, para que podamos ser part�cipes de su santidad". Pero es solo sent�ndonos a sus pies y aprendiendo de �l, y as� siendo "ejercitados" por nuestras pruebas, que podemos esperar ganar de ellos "el fruto pac�fico de la justicia" ( Hebreos 12:9). �ESP

HOMILIAS DE D. THOMAS

Miqueas 4:1

La era del evangelio.

"Pero en los �ltimos d�as suceder�, que la monta�a de la casa del Se�or se establecer� en la cima de las monta�as", etc. "Los �ltimos d�as" es una expresi�n que se usa con frecuencia en el Antiguo Testamento. Apunta hacia el futuro, comenzando con la dispensaci�n cristiana y llegando a su fin. Significa los tiempos del Mes�as. Los tiempos patriarcales hab�an pasado, la �poca mosaica estaba en decadencia y pronto desaparecer�a. Los tiempos del Mes�as, o "los �ltimos d�as", tendr�an �xito y continuar�an hasta el final de los tiempos. Esta profec�a, con casi ninguna variaci�n, se encuentra en Isa�as 2:1. Si Isa�as lo tom� prestado de Miqueas, o Miqueas de Isa�as, o ambos de alguna profec�a m�s antigua, no aparece. Una cosa parece cierta, que la profec�a nunca se ha cumplido en la historia del mundo, y que su cumplimiento debe ser en alg�n per�odo distante: "los �ltimos d�as". Nos permite hacer ciertos comentarios sobre la verdadera religi�n de la era del evangelio.

I. LA VERDADERA RELIGI�N DE LA EDAD DEL EVANGELIO SE CONVERTIR� EN UN GRAN PODER: "La monta�a de la casa del Se�or". Refiri�ndose particularmente al templo que fue construido en el Monte Moriah, y llamado la monta�a de la casa del Se�or. El templo era lo m�s grande en la religi�n de los jud�os; era la "monta�a" en su paisaje. La verdadera religi�n es convertirse en una monta�a. La peque�a piedra se convertir� en una monta�a y llenar� toda la tierra. En verdad, la verdadera religi�n, donde existe, es lo m�s importante. En el alma individual es lo m�s grande. Es el poder dominante, es la monta�a en el escenario de la experiencia de un buen hombre. Que todos los hombres lo posean, y entonces ser� para todo el mundo lo que es para el individuo. En verdad, la verdadera religi�n es todo o nada; la supremac�a es su esencia el pensamiento supremo, el amor supremo, el objetivo supremo. Aqu� se declaran dos cosas sobre esta monta�a.

1. Es para establecerse. �C�mo se establece? �Por autoridad civil, promulgaciones legislativas? Nuestros padres tontos lo han pensado as�, y muchos de los mu�ecos de esta generaci�n tambi�n lo piensan. Pero esto hasta el �ltimo punto no es filos�fico y absurdo. La debilidad de la religi�n en la cristiandad actual puede atribuirse a los intentos in�tiles de hombres imprudentes y ambiciosos de establecerla por ley. Tambi�n puedes esforzarte por gobernar el universo planetario con los diez mandamientos y establecer la religi�n por las leyes civiles.

2. Es volverse conspicuo. "En la cima de las monta�as". Se ver� desde lejos, el poder m�s elevado del mundo. Ser� lo m�s importante en los mercados, profesiones y gobiernos del mundo, en lo m�s alto de todo.

II LA VERDADERA RELIGI�N DE LA EDAD DEL EVANGELIO SER� UNIVERSALMENTE ATRACTIVA. "Y la gente fluir� hacia ella". "Esta es una expresi�n figurativa, que denota que se convertir�n a la verdadera religi�n. Indica que vendr�n en multitudes, como el flujo de un r�o poderoso. La idea del flujo de la naci�n es el movimiento de muchas personas hacia un objeto como una corriente amplia en las mareas del oc�ano, y es uno que es muy grandioso y sublime "(Barnes). En este per�odo, el elemento social entrar� en juego con la religi�n verdadera. Los hombres se estimular�n mutuamente para preguntar por la verdad. "Ven, y subamos al monte del Se�or".

1. Estudiar�n sus leyes para obedecerlas. "Nos ense�ar� sus caminos y caminaremos por sus caminos". En esos buenos tiempos que vienen, los hombres estudiar�n los caminos de Dios, y no las teor�as del hombre, y estudiar�n estos caminos, no como una cuesti�n de especulaci�n intelectual, sino para obedecerlos, para caminar en sus caminos. La religi�n en esos d�as ser� pr�ctica; Ser� la ley de la vida de todos, la gran fuerza reguladora de la sociedad.

2. Estudiar�n sus leyes en la fuente. "Porque la Ley saldr� de Sion, y la Palabra del Se�or de Jerusal�n". Jerusal�n era la fuente del cristianismo. Cristo orden� a sus disc�pulos que se quedaran en Jerusal�n hasta que se les diera poder desde lo alto. All� tambi�n orden� que se predicara el primer serm�n, un serm�n sobre el arrepentimiento y la remisi�n de los pecados; y all� Peter abri� su comisi�n en su maravilloso discurso pentecostal. En aquellos d�as, los hombres ir�n a recibir instrucci�n religiosa, no a una escuela teol�gica patr�stica, puritana, anglicana o de otro tipo, sino a la fuente, a Jerusal�n, donde es fresca y pura, m�s potente en estimulaci�n y sugerencia espiritual. Los hombres en estos d�as se han alejado mucho de la teolog�a de Jerusal�n. En esa teolog�a no hay ninguno de esos dogmas miserables que ahora se predican, sino hechos relacionados con una Persona, y esa Persona no es otra que el Hijo del hombre y el Hijo de Dios.

III. LA VERDADERA RELIGI�N DE LA EDAD DEL EVANGELIO SER� PODEROSA PARA TERMINAR TODAS LAS GUERRAS.

1. Aqu� est� la destrucci�n de la guerra. "Batir sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en ganchos de poda". Las artes de la guerra destruidas, en su lugar florecer�n las artes de la paz. �La espada y la lanza, qu� males de inmensa inmensidad han infligido a la raza! Implementos del infierno, instrumentos por los cuales todas las pasiones infernales del coraz�n humano han sido excitadas y gratificadas. La guerra es anticristo.

2. Aqu� est� el establecimiento de la paz. "Se sentar� cada hombre debajo de su parra y debajo de su higuera". Las palabras, "si�ntate debajo de su vid", est�n tomadas de 1 Reyes 4:25, etc. Lo m�s incre�ble que debe haber sido esta predicci�n para los hombres de la �poca de Miqueas; pero se cumplir�, porque la boca del Se�or de los ej�rcitos lo ha hablado. Si lo ha dicho y no se cumple, debe ser por una de tres razones:

(1) falta de sinceridad; que no puede ser entretenido.

(2) Cambio de prop�sito; lo cual es igualmente inadmisible.

(3) dificultades inesperadas; lo cual es absurdo cuando se aplica a Omniscience. � D.T.

Miqueas 4:5

La naturaleza religiosa del hombre.

"Porque todas las personas caminar�n en nombre de su dios, y caminaremos en el Nombre del Se�or nuestro Dios por los siglos de los siglos". Es trivial decir, lo que se ha dicho mil veces, que el hombre tiene una naturaleza religiosa. Aunque el reconocimiento pr�ctico del hecho es de inmensa importancia; sin ella, m�s de la mitad de la historia del mundo ser�a inexplicable, todos los m�todos para su verdadera mejora ser�an in�tiles, y el hombre pasar�a por este mundo a otro sin un Dios o ninguna esperanza de futuro. Este vers�culo sugiere el desarrollo incorrecto y correcto de esta naturaleza.

I. EL DESARROLLO INCORRECTO. �Que es eso? Idolatr�a. "Todas las personas caminar�n cada una en nombre de su dios". El polite�smo propiamente dicho es, y en general ha sido, la religi�n m�s popular del mundo. Los hombres tienen dioses que han hecho, objetos palpables que han creado a partir de un ideal, y el ideal no es infrecuente del tipo m�s bajo y repugnante. Y caminan tras estos dioses. Los marineros en la nave de Jon�s, cuando comenz� la tormenta, clamaron cada uno a su dios. �De d�nde la causa del polite�smo? La �nica gran causa, que comprende a todos los dem�s, es la depravaci�n. Depravaci�n:

1. Implica corrupci�n moral. �Qu� son los dioses paganos, por regla general, sino la deificaci�n de las bajas pasiones y vicios de la humanidad?

2. Implica carnalidad. Los hombres depravados son tan carnales que no tienen idea de cosas reales que no tienen tama�o, forma y propiedades tangibles. Por lo tanto, quieren un dios que puedan ver, manejar y tocar.

3. Implica pensamientos irreflexivos. El polite�smo no soporta el razonamiento. Cuenta con el apoyo de millones irreflexivos a trav�s de la artesan�a y la sofister�a de los sacerdotes. Todo pensamiento verdadero destrozar� a una deidad pagana.

II EL DESARROLLO CORRECTO. �Que es eso? Monote�smo pr�ctico. "Caminaremos en el Nombre del Se�or nuestro Dios por los siglos de los siglos".

1. Esto es racional. El �nico Dios es la suma total de todas las propiedades morales, el Propietario de todos los recursos y el Otorgante de todas las existencias y todas las bendiciones con ellas. �Qu� puede ser m�s racional que caminar en su camino? En verdad, es la �nica forma racional verdadera en la vida.

2. Esto es obligatorio. Ning�n hombre est� obligado a caminar en nombre de un �dolo; no, se le ordena que no lo haga. Pero cada hombre est� obligado a caminar en el Nombre del Se�or, atado a su suprema excelencia, sus relaciones con el hombre y la obligaci�n que se deriva de �l.

3. Esto es bendecido. Caminar en su Nombre es caminar a trav�s de campos soleados que abundan en toda belleza y fecundidad.

Miqueas 4:6

La monarqu�a moral de Cristo en el mundo.

"En ese d�a, dice el Se�or, reunir� a la que se detiene, y reunir� a la que ha sido expulsada, y a la que he afligido; y har� que la que detuvo a un remanente, y apueste que fue arrojada lejos una naci�n fuerte: y desde ahora el Se�or reinar� sobre ellos en el monte de Si�n, para siempre, y t�, oh torre del reba�o, la fortaleza de la hija de Si�n, a ti vendr�, el primer dominio; el reino vendr� a la hija de Jerusal�n ". Si el tema de estos vers�culos es la restauraci�n de los jud�os despu�s del cautiverio babil�nico o la reuni�n de los hombres por parte de Cristo en una gran comunidad espiritual, es una cuesti�n sobre la cual ha habido una discusi�n considerable entre los eruditos b�blicos y, por lo tanto, deber�a excluir algo como el dogmatismo. a cada lado. Sin embargo, estoy dispuesto a entretener la �ltima idea, porque parece m�s acorde con los vers�culos anteriores, en los cuales hay una referencia indudable a la era del evangelio, y porque le da al pasaje una amplia aplicaci�n pr�ctica. Delitzsch dice: "'En ese d�a' se�ala el final de los d�as. En el momento en que muchas naciones ir�n en peregrinaci�n a la monta�a altamente exaltada del Se�or, y por lo tanto, Si�n-Jerusal�n no solo ser� restaurada sino que ser� glorificada enormemente. , el Se�or reunir� lo que cojea y se dispersa en el extranjero ". Tomaremos las palabras, entonces, como ilustrativas de ciertos hechos relacionados con la monarqu�a moral de Cristo en el mundo.

I. ABRAZA ENTRE SUS SUJETOS LOS HOMBRES M�S DESTRUIDOS Y DISPERSOS. "En ese barro, dice el Se�or, reunir� a [la] que detiene [lo que cojea], y reunir� a la que es expulsada [lo que fue expulsado] y a ella lo que yo he afligido; y le har� a ella [lo que] detuvo [cojea] un remanente, y ella lo [que] fue arrojado lejos de una naci�n fuerte: y el Se�or reinar� sobre ellos en el Monte Si�n desde ahora, para siempre ". Cristo fue enviado a las ovejas perdidas de la casa de Israel ( Mateo 10:6), y su invitaci�n fue a todos los que est�n "cansados" y "cargados". La Iglesia de Cristo desde el principio ha comprendido a los m�s afligidos, los m�s dispersos y los m�s afligidos de la humanidad. Ha sido y es el gran asilo para los juzgados y los tristes y para aquellos a quienes se considera "el desv�o de todas las cosas" ( 1 Corintios 4:13).

1. La monarqu�a moral de Cristo no sabe nada del favoritismo. No trata a los hombres de acuerdo con su condici�n f�sica, estado social o circunstancias temporales. Tiene respeto a las almas. Est� tan interesado en el alma del mendigo como en la del pr�ncipe, el alma del esclavo, como en la del soberano. Las monarqu�as humanas se han ocupado del hombre en sus relaciones materiales. Cuanto m�s rico e influyente sea un hombre, m�s favores otorgar�n los reyes mundanos; los indigentes y las personas sin hogar solo se consideran bestias de carga. No es as� con Cristo como el monarca. Cada alma para �l es una cuesti�n de profundo inter�s pr�ctico.

2. La monarqu�a moral de Cristo es remediadora en su dise�o. Re�ne a todos los miserables para librarlos de sus penas. Al trabajar en las almas humanas los principios correctos de acci�n y expulsar los incorrectos, indirectamente, aunque de manera m�s eficiente, cura todos los males temporales de la humanidad. "Busca primero las cosas de arriba, y todas las dem�s te ser�n a�adidas". "La piedad es provechosa para todas las cosas, teniendo la promesa de la vida que es ahora, as� como de lo que est� por venir".

II SE ESTABLECE COMO EL TUTOR DE LOS HOMBRES PARA SIEMPRE. "Y t�, oh torre del reba�o, la fortaleza de la hija de Si�n", etc. La direcci�n de la "torre del reba�o" muestra que, como los hombres m�s miserables y dispersos ser�n llevados a una gran comunidad , as� se restaurar� el reinado de la hija de Si�n, es decir, los jud�os se convertir�n y ser�n tra�dos con los gentiles. La torre de vigilancia mencionada por Isa�as ( Isa�as 32:14) es muy probablemente la torre a la que se refiere Micah. "Torre del reba�o" es una buena expresi�n, en la medida en que indica la vigilancia de Cristo como un pastor moral, el gran pastor de las almas. Aqu� se dice que "el reino vendr� a la hija de Jerusal�n". As� lleg�; comenz� con los jud�os. "Lleg� a lo suyo, y los suyos no lo recibieron". Aunque en su �ltima visita a Jerusal�n, la gente com�n lo recibi� como su Rey: "�Hosanna al Hijo de David!" �Qu� guardi�n, qu� "obispo de las almas" es Cristo!

1. �l conoce todas sus ovejas. Conoce cada uno de los millones: sus idiosincrasias, imperfecciones, necesidades, etc.

2. Tiene amplia provisi�n para todas sus ovejas. Sus disposiciones est�n adaptadas a todos y son inagotables.

3. Tiene poder para proteger a todas sus ovejas.

CONCLUSI�N. �Gracias a Dios esta monarqu�a moral de Cristo est� establecida en nuestra tierra! El reino de Dios ha venido a nosotros. Miles de todos los grados y clases han entrado en �l, y han encontrado que es "justicia, paz y alegr�a en el Esp�ritu Santo". �Ojal� fuera universal! Ser� as� alg�n d�a. Todav�a no es as�, porque, siendo morales, los hombres tienen el poder de resistirlo.

Miqueas 4:9

La regeneraci�n moral del mundo.

"Ahora, �por qu� clamas en voz alta? �No hay rey ??en ti? �Ha perecido tu consejero? Porque los dolores te han tomado como una mujer en apuros. Ten dolor, y trabaja para dar a luz, oh hija de Si�n", etc. El profeta aqu�, sin duda, se refiere al traslado de los jud�os a Babilonia. Se refiere a la consternaci�n en la que los jud�os ser�an colocados en el enfoque del ej�rcito caldeo. Las preguntas relativas a un "rey" y un "consejero" ( Miqueas 4:9) son, se cree, se ponen adelante con amarga iron�a, para provocar una respuesta. "�No hay rey ??en ti? �Ha perecido tu consejero?" La respuesta, tal vez, ser�a: "S�, tenemos un rey y tenemos consejeros, pero no tienen ning�n valor; no tienen poder ni para protegernos de las terribles calamidades ni para inventar medios para escapar". La met�fora de la mujer parturienta parece ocultar la agon�a de su consternaci�n ante la idea de salir de la ciudad de Jerusal�n, ubicarse en el campo abierto, y luego trasladarse a Babilonia. Despu�s de esto viene la promesa de la emancipaci�n. "All� el Se�or te redimir� de la mano de tus enemigos". Su restauraci�n est� metaf�ricamente representada por una mujer que trabaja. Si bien es injusto atribuir a la Escritura una interpretaci�n incorrecta, es perfectamente justo usar sus pasajes como s�mbolos de verdades aplicables al hombre en todas las edades y en todas las tierras. Estas palabras pueden servir para ilustrar, por lo tanto, algunos puntos en relaci�n con la regeneraci�n moral del mundo.

I. EL ESTADO DE LA HUMANIDAD LO REQUIERE. "�No hay rey ??en ti? �Ha perecido tu consejero?" Era m�s grave para el pueblo jud�o ser privado de un rey que para cualquier otra gente, porque su rey era teocr�tico; se supon�a que �l era la voz y el vicegerente de Dios. El profeta quiere decir que cuando los caldeos vinieran y se los llevaran, no tendr�an rey ni consejeros. Ahora, hombres en un estado no regenerado:

1. No tienes rey. Un gobernante pol�tico es para el hombre, como energ�a espiritual, solo un rey de nombre. �l no ordena los afectos morales, gobierna la conciencia o legisla para las fuentes internas y primarias de toda actividad. Tal rey es la profunda necesidad del hombre; quiere que alguien sea entronizado en su coraz�n, a quien su conciencia pueda rendir homenaje. Ning�n hombre en un estado no regenerado tiene un rey as�; tiene muchos dioses y muchos se�ores, de una especie, pero ninguno para gobernarlo, y para reunir todos los poderes de su alma en un canal armonioso de obediencia.

2. No tener consejero. La sociedad abunda en consejeros que ofrecen sus consejos; pero algunos de ellos son malvados, la mayor�a de ellos sin valor, pocos, si alguno, satisfactorio, es decir, para la conciencia. Lo que el alma quiere no es el simple consejero del libro, aunque sea la Biblia misma, sino el esp�ritu de ese libro, el esp�ritu de reverencia, amor, confianza como la de Cristo. Tal esp�ritu, cuando se trata de nosotros, nos guiar� a toda la verdad; es la "unci�n del Santo".

3. No tener facilidad. "Pangs te ha tomado como una mujer en apuros". El alma no regenerada siempre es susceptible de consternaci�n, remordimiento; a menudo se retuerce en agon�a. "No hay paz, dice mi Dios, para los malvados". Ahora, la regeneraci�n moral trae al hombre un verdadero Rey, un verdadero Consejero, una verdadera Paz, una paz "que sobrepasa todo entendimiento".

II ES OPUESTO POR ANTAGONISTAS FORMIDABLES. "Muchas naciones est�n reunidas contra ti". Las naciones aqu� mencionadas son las que compusieron el ej�rcito de Nabucodonosor, o las que se unieron a �l en el ataque contra los jud�os. �Qu� formidables oponentes hay para la conversi�n del hombre!

1. Los elementos depravados del alma. La incredulidad, el ego�smo, la carnalidad, etc. Estos son cananeos que luchan poderosamente contra el Joshua moral.

2. La influencia corrupta de la sociedad. �Cu�nto, en este pa�s y especialmente en esta �poca, lucha contra la costumbre, la moda, las diversiones, los placeres de la regeneraci�n del hombre! Y luego, tambi�n, actuando a trav�s de todas estas fuerzas dentro y fuera, est�n los principados y poderes de la oscuridad; para que ocurra que no es muy f�cil efectuar la regeneraci�n de los hombres; hay naciones de fuerzas morales que luchan contra ella.

III. EST� GARANTIZADO POR LA PALABRA DE DIOS TODOPODEROSO. "No conocen los pensamientos del Se�or", etc. Los enemigos de los jud�os ignoraban por completo el prop�sito de Dios de liberar a su pueblo del cautiverio babil�nico. "No ten�an la m�s remota idea de que el objetivo de Jehov�, al permitir que su pueblo fuera tratado as�, era recuperarlos de la idolatr�a, y as� prepararlos para una restauraci�n triunfante. La met�fora tomada del proceso de trillar el grano es frecuentemente usado por los profetas para denotar la destrucci�n completa de un pueblo ".

1. El hombre ignorante lucha contra el prop�sito de Dios. Los caldeos y todos los enemigos de los jud�os lo hicieron ahora. Los hombres siempre est�n haciendo esto. "Si lo hubieran sabido, no habr�an crucificado al Se�or de la gloria".

2. El hombre, al luchar contra el prop�sito de Dios, se arruina a s� mismo. Aqu� se predice que los enemigos de los jud�os deber�an ser como "gavillas", y que los jud�os mismos deber�an fortalecerse. "Har� tu bocina de hierro, y har� tus cascos de lat�n". "Cuando Dios", dice un viejo escritor, "tiene un trabajo conquistador para que su gente haga, �l les proporcionar� la fuerza y ??la capacidad para hacerlo, har� que el cuerno de hierro y los cascos de bronce; y cuando lo haga, deben ejercer el poder que les da, y ejecutar la comisi�n: incluso la hija de Si�n puede levantarse y trillar ". Las naciones pensaron arruinar el cristianismo en su infancia, pero fue victorioso sobre ellas. Aquellos que persistieron en su enemistad fueron hechos pedazos ( Mateo 21:44), particularmente la naci�n jud�a; pero multitudes por gracia divina se unieron a la Iglesia, y ellos y su sustancia fueron consagrados al Se�or Jes�s, el Se�or de toda la tierra.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Micah 4". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/micah-4.html. 1897.