Lectionary Calendar
Saturday, September 28th, 2024
the Week of Proper 20 / Ordinary 25
Attention!
Tired of seeing ads while studying? Now you can enjoy an "Ads Free" version of the site for as little as 10¢ a day and support a great cause!
Click here to learn more!

Bible Commentaries
Miqueas 7

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

Buscar…
Enter query below:

Versículos 1-20

EXPOSICI�N

Miqueas 7:1

� 5. El reconocimiento penitencial de Israel de la corrupci�n general.

Miqueas 7:1

�Ay de m�! ( Job 10:15). Micah ya no amenaza; representa al Israel arrepentido confesando su corrupci�n y lamentando la necesidad del castigo. Soy como cuando recogieron las frutas de verano; literalmente, soy como las reuniones de la cosecha de fruta. El punto de comparaci�n solo debe inferirse del contexto. En la fruta. cosecha no se encuentran higos tempranos, y (en la siguiente cl�usula) despu�s de la cosecha no hay m�s uvas; as� que en Israel no queda ninguno justo. La Septuaginta da una exposici�n m�s clara, ???????? ?? ??????? ??????? ?? ?????, "Me convert� en uno que recoge paja en la cosecha;" entonces la Vulgata, Factus sum sicut qui collegit en autumno racemos vindimiae, uniendo las dos cl�usulas. Mi alma deseaba la primera fruta madura; mejor, ni temprano higo que mi alma deseaba. La santidad y la gracia de los tiempos m�s primitivos est�n totalmente ausentes de este per�odo posterior (ver Oseas 9:10, donde se usa una figura similar; comp�rese tambi�n el trato de Cristo con la higuera est�ril, Mateo 21:18, etc.). Los primeros higos maduros eran proverbialmente dulces y buenos (ver Isa�as 28:4; Jeremias 24:2; y Oseas, loc cit.).

Miqueas 7:2

Este vers�culo explica la comparaci�n anterior; la uva y el higo temprano representan al hombre justo. El buen hombre; LXX ???????, el hombre piadoso y piadoso. La palabra hebrea (khasidh) implica a alguien que ejerce amor hacia los dem�s, que es misericordioso, amoroso y justo. Es perecido de la tierra; ha desaparecido del mundo (comp. Salmo 14:2, Salmo 14:3; y especialmente Isa�as 57:1). Todos acechan la sangre. Todos practican la violencia y el rapine, y meditan c�mo pueden perseguir sus malvados dise�os, incluso hasta el derramamiento de sangre. LXX ?????? ??? ?????? ??????????, que reduce la carga a un tipo especial de iniquidad, vie. cometer asesinatos judiciales. Cazan a cada hombre a su hermano con una red. Deber�an amar a sus hermanos, sus compatriotas, participantes de la misma esperanza y privilegios ( Lev�tico 19:18). En lugar de esto, los persiguen mientras el cazador atrapa p�jaros o las bestias cazadoras. La palabra traducida como "red" (cherem) se traduce en la mayor�a de las versiones como "destrucci�n". As�, Septuaginta, ??????????? ???????: Vulgate, ad mortem venatur; as� los sir�acos y caldeos. En la conexi�n actual, es mejor tomarlo como "net" ( Habacuc 1:15).

Miqueas 7:3

Para que puedan hacer el mal, etc., m�s bien, ambas manos est�n sobre el mal (equivalente a "ocupado con") para hacerlo a fondo. Esta cl�usula y el resto del verso son muy oscuros. Cheyne supone que el texto es corrupto. Henderson dice: "Para el mal, sus manos est�n bien preparadas". as� que virtualmente Hitzig, Pusey y la Septuaginta. Caspari est� de acuerdo con la Vulgata (Malum manuum suarum dicunt bonum), "Las manos est�n (ocupadas) sobre el mal para hacer que (parezca) bueno", que mira a ese extremo de iniquidad cuando los hombres "llaman al mal bien y al bien mal" ( Isa�as 5:20). El significado general es que est�n lo suficientemente preparados para hacer el mal y, como dice la siguiente cl�usula, se les puede sobornar para hacer cualquier cosa. El pr�ncipe pregunta; hace una nefasta demanda del juez, alguna perversi�n de la justicia en sus manos, como en el caso de Nabot ( 1 Reyes 21:1). El juez pide (est� listo) una recompensa. El juez est� dispuesto a hacer lo que el pr�ncipe desee, si es sobornado por ello. LXX ? ?????? ?????????? ?????? ???????, "El juez habla palabras de paz" (comp. Miqueas 3:11; Isa�as 1:23; Sofon�as 3:8). �l expresa su deseo travieso; o, la travesura de su alma. El hombre rico habla sin sonrojarse del mal que ha concebido en su coraz�n, el malvado dise�o que medita. Entonces lo envuelven; mejor, y lo tejen juntos. El pr�ncipe, el juez y el hombre rico tejen su malvado plan para hacerlo fuerte y justo a los ojos de los dem�s. El pasaje se ve alterado en su significado por una agrupaci�n diferente de las letras hebreas, as�: "El pr�ncipe exige (una recompensa) hacer el bien; y el juez, por la recompensa de un gran hombre, pronuncia lo que �l mismo desea. Y se enredan los buenos m�s que las zarzas, y los justos m�s que un seto de espinas ". La LXX contin�a con el sentido del siguiente verso, ??? ????????? ?? ????? ????? ?? ??? ????????, "Y destruir� sus bienes como una polilla consumidora".

Miqueas 7:4

Lo mejor de ellos es como un brezo; duro y penetrante, atrapando y sosteniendo todo lo que pasa. La planta prevista por la palabra chedek es espinosa y se utiliza para setos ( Proverbios 15:19). Bajo otro aspecto, las espinas son un s�mbolo de lo que es nocivo e in�til ( 2 Samuel 23:6), o del pecado y la tentaci�n. El m�s vertical es m�s afilado (peor) que un seto de espinas. Aquellos que parecen relativamente rectos son m�s perjudiciales, enredados e inaccesibles que un seto de espinas. En castigo de toda esta corrupci�n, el profeta se�ala el d�a del juicio. El d�a de tus vigilantes. El d�a de retribuci�n predicho por los profetas ( Isa�as 21:6; Jeremias 6:17; Ezequiel 3:17). Y (incluso) tu visitaci�n; en aposici�n con el d�a, la hora y explicativo del castigo. Viene; ha llegado, el tiempo perfecto que denota la certeza del evento futuro. Septuaginta, ???? ?? ?????????? ??? ?????, "�Ay! Ha venido tu venganza". Ahora ser� su perplejidad. Cuando llegue este d�a del Se�or, habr� confusi�n ( Isa�as 22:5); traer� castigo antes de la liberaci�n. El profeta aqu�, como en otros lugares, cambia de la segunda a la tercera persona, hablando de la reuni�n gen�tica de las personas. Septuaginta, ??? ??????? ???????? ????? "Ahora ser� su llanto;" Entonces el sir�aco. Pusey nota la paronomasia aqu�. Eran tan malos como un seto de espinas (merucah); caer�n en perplejidad (mebuca).

Miqueas 7:5

Tal es la corrupci�n moral que no se puede confiar en las relaciones m�s cercanas: el ego�smo reina en todas partes. El profeta enfatiza este mal universal al advertir a la mejor parte de la gente. Amigo ... gu�a. Aqu� hay una gradaci�n, que comienza con "vecino" o "conocido com�n" y termina con "esposa". La palabra traducida como "gu�a" significa "amigo m�s cercano y m�s familiar, como en Salmo 55:13 (14, hebreo). Nuestra versi�n es sancionada por la Septuaginta, ??????????," l�deres; "y la Vulgata, duce; pero el contexto confirma la otra traducci�n (comp. Proverbios 16:28; Proverbios 17:9). Nuestro Se�or ha usado algunas de las expresiones en el siguiente verso para describir las miserias del �ltimo d�a ( Mateo 10:21, Mateo 10:35, Mateo 10:36; Mateo 24:12; comp. Lucas 12:53; Lucas 21:16; 2 Timoteo 3:2). Guarda las puertas de tu boca. Guarda tus secretos. (Para la frase, comp. Salmo 141:3.) La que yace en tu pecho Tu esposa ( Deuteronomio 13:6; Deuteronomio 28:54).

Miqueas 7:6

Porque el hijo se deshonra; Septuaginta, ????????: Vulgata, contumeliam facit; literalmente, trata como un tonto, desprecia ( Deuteronomio 32:6, Deuteronomio 32:15). (Para el resto del verso, vea Mateo 10:21, Mateo 10:35, etc.) Hombres de su propia casa. Sus sirvientes dom�sticos ( G�nesis 17:27). Henderson, refiri�ndose a esta disoluci�n de todo v�nculo natural, compara a Ovidio, 'Metamorph.', 1: 144, etc.

"Vivitur ex rapto; non hospes ab hespite tutus,

Non socer a genero; fratrum quoque gratia rara est; Imminet exitio vir conjugis, illa mariti; Lurida terribiles miscent aconita novercae; Filius ante diem patrios iuquirit in annos; Victa jacet pietas ".

Miqueas 7:7

� 6. Israel expresa su fe en Dios, aunque sufre una grave tribulaci�n y conf�a en el cumplimiento de la restauraci�n prometida.

Miqueas 7:7

Por lo tanto, yo; m�s bien, pero en cuanto a m�, yo, etc. El profeta habla en el nombre del Israel ideal. Aunque el amor y la confianza han desaparecido, y ha llegado el d�a de las visitas, y la ayuda humana falla, Israel no pierde su confianza en el Se�or. Ver�; Mire atentamente, como si estuviera publicado en una torre de vigilancia para buscar ayuda. Esperar� con a�oranza confianza, ininterrumpida por demora. El dios de mi salvaci�n. El Dios de quien proviene mi salvaci�n (Salmo 18:46; Salmo 25:5; Salmo 27:9; Habacuc 3:18) Mi Dios me escuchar�. Mi oraci�n seguramente ser� respondida ( Isa�as 30:19).

Miqueas 7:8

Israel en su dolor y cautiverio afirma su confianza absoluta en el Se�or. Oh enemigo m�o. El opresor de la Iglesia, el poder mundano, est� representado en un momento por Asshur, en otro por Babilonia. Dios usa estos reinos paganos como agentes de su venganza. Cuando caigo; me he ca�do si me he ca�do es decir, supongamos que he sufrido calamidad y p�rdida ( Am�s 5:2). Si�ntate en la oscuridad. La oscuridad es otra met�fora de la angustia (Salmo 23:4; Isa�as 9:2; Lamentaciones 3:6; Am�s 5:18). El Se�or ser� una luz para m�, d�ndome alegr�a y verdadero discernimiento (comp. Salmo 27:1; Salmo 97:11). La distinci�n entre la oscuridad y la plena luz del d�a est� m�s marcada en los pa�ses orientales que en nuestros climas del norte.

Miqueas 7:9

Llevar� la indignaci�n del Se�or. Por mucho que se demore antes de que llegue el alivio, Israel soportar� pacientemente los castigos infligidos a ella, porque ella sabe que se los merece. Este es el lenguaje del pueblo penitente, que posee la justicia de la sentencia, pero conf�a en el Dios del pacto, quien en la ira recuerda la misericordia. Hasta que defienda mi causa. Hasta que Dios considere que el castigo ha hecho su trabajo, y toma mi causa en mano, y juzga entre m� y los instrumentos de su venganza. Ejecute juicio para m�. Asegure mis derechos, violados por los paganos, quienes abusan del poder que Dios les ha dado. La luz (ver nota en Miqueas 7:8). Su justicia ( Miqueas 6:5); su fidelidad a sus premisas exhibida en la destrucci�n de los enemigos y la restauraci�n de su pueblo. Para esta concepci�n de la justicia divina, Cheyne compara 1 Juan 1:9, "�l es fiel y justo para perdonar nuestros pecados".

Miqueas 7:10

La que es mi enemiga. El poder mundano est� aqu� personificado, como tan a menudo "la hija de Jerusal�n". Lo ver�. Ella ver� que Israel no fue conquistado porque Dios no ten�a poder para salvar. �D�nde est� el Se�or tu Dios? Los asirios siempre atribuyeron su �xito en armas a la asistencia, de sus dioses y la superioridad de sus deidades a las de las naciones conquistadas (comp. Isa�as 10:9; Isa�as 37:10). As� comienza la inscripci�n del palacio de Khorsabad: "Los dioses Assur, Nebo y Merodach me han conferido la realeza de las naciones ... Por la gracia y el poder de los grandes dioses, mis amos, he arrojado mis brazos , por mi fuerza he derrotado a mis enemigos "('Records of the Past,' vol. 9.). (Para burlas como esa en el texto, ver Salmo 42:3; Salmo 79:10; Salmo 115:2; Joel 2:17.) Mis ojos deber�n he aqu� ella Israel contemplar� la destrucci�n del enemigo. Como el lodo de las calles ( Isa�as 10:6; Zacar�as 10:5).

Miqueas 7:11

El profeta aqu� se dirige a Sion y anuncia su restauraci�n. En el d�a en que se construir�n tus muros; m�s bien, llega un d�a para construir tus muros (gader). Si�n se representa como un vi�edo cuya cerca ha sido destruida ( Isa�as 5:5, Isa�as 5:7). El anuncio se da de manera abrupta y concisa en tres oraciones cortas. En ese d�a el decreto estar� muy lejos. El decreto ( Sofon�as 2:2) es explicado por Hengstenberg y muchos comentaristas, antiguos y modernos, al del enemigo por el cual manten�an cautivo a Israel. Keil y otros suponen que se entiende la ley que separ� a Israel de todas las dem�s naciones, la antigua ordenanza que limit� al pueblo de Dios y las bendiciones de la teocracia a l�mites estrechos. Esto ahora debe dejarse de lado (comp. Efesios 2:11), cuando las naciones paganas acuden en masa a la ciudad de Dios. Oaspari, Hitzig, Cheyne y otros traducen, "el l�mite estar� lejos", es decir, los l�mites de la tierra de Israel se extender�n ampliamente (comp. Isa�as 33:17, que Cheyne explica, "Tus ojos contemplar�n un territorio ampliamente extendido "). Wordsworth obtiene el mismo significado al tomar el verbo en el sentido de "promulgado" y al referirse al "decreto", como en Salmo 2:7, Salmo 2:8, al prop�sito de Dios de dar al Mes�as las mejores partes de la tierra por posesi�n. La construcci�n de las paredes no indica la narraci�n de los l�mites del reino teocr�tico. Ya sea que se tome chok para significar "decreto" (lex, Vulgate) o "l�mite", el pr�ximo verso considera que el efecto de su eliminaci�n a distancia es la entrada de naciones extranjeras al reino de Dios. La LXX favorece la primera interpretaci�n, ??????????? [????????, Alex.] ?????? ??? [??? omitir, Alex.] ? ????? ??????, "Ese d�a abolir� por completo tus ordenanzas".

Miqueas 7:12

El vendr�; ellos vendr�n. Los hombres acudir�n en masa a Si�n como la metr�poli del nuevo reino ( Miqueas 4:2). Los pa�ses nombrados son aquellos en los que los jud�os se dispersaron (ver Isa�as 11:11). Micah abarca desde una perspectiva la restauraci�n de Israel y la conversi�n de los paganos (comp. Isa�as 19:24; Isa�as 27:12, Isa�as 27:13). Asiria. El tipo del mayor enemigo de Dios. Las ciudades fortificadas; m�s bien, las ciudades de Mazor, la tierra fuerte, es decir, Egipto. El t�rmino habitual para Egipto es Mizraim; pero Mazor se encuentra en 2 Reyes 19:24; Isa�as 19:6; Isa�as 37:25. Cheyne compara el nombre asirio de este pa�s, Mucar. De la fortaleza; de Mazor; Septuaginta, ??? ?????, "de Tiro" o Tsor. Incluso al r�o. De Egipto al �ufrates, que era el r�o por excelencia. ( G�nesis 15:18). De Mar a mar. No necesariamente desde el Mediterr�neo hasta el Mar Muerto o el Golfo P�rsico (como Joel 2:20), sino, en general, de un mar a otro, desde la tierra limitada por los mares; entonces, de monta�a en monta�a; es decir, no del L�bano al Sina�, o de Hor ( N�meros 20:22) a Hor ( N�meros 34:7), que es demasiado limitado, sino de todas las tierras situadas entre las barreras monta�osas, que son l�mites del mundo (comp. Isa�as 60:3, etc.).

Miqueas 7:13

No obstante la tierra ser� desolada. Muchos comentaristas consideran que la tierra de Cana�n est� destinada aqu�, el profeta recurre a amenazas de juicio antes de que la gran restauraci�n suceda; pero es mejor considerar que la cl�usula se refiere a todo el mundo, exclusivo de Cana�n. Mientras el reino mesi�nico est� establecido, el juicio fallar� sobre el mundo pecador. "Porque la naci�n y el reino que no te servir�n perecer�n; s�, esas naciones ser�n completamente desperdiciadas" ( Isa�as 60:12; comp. Apocalipsis 12:12). Y el mundo material sufrir� con sus habitantes ( G�nesis 3:15, G�nesis 3:18; G�nesis 6:13; G�nesis 19:25; Isa�as 34:4, etc.). Sus acciones Sus malas acciones, especialmente el rechazo del Mes�as.

Miqueas 7:14

� 7. El profeta en nombre del pueblo ora por esta salvaci�n prometida, y el Se�or le asegura que sus misericordias no fallar�n, y que las naciones hostiles ser�n humilladas.

Miqueas 7:14

Alimenta a tu pueblo con tu vara. El profeta reza al Pastor de Israel ( G�nesis 49:24; Salmo 80:1), suplic�ndole que gobierne y dirija a su pueblo, y que los encuentre pastar. La "vara" es el bast�n del pastor ( Lev�tico 27:32; Salmo 23:4). El reba�o de tu herencia. Entonces Israel se llama (Salmo 28:9; Salmo 95:7; comp. Sofon�as 3:13). Que habitan solitariamente; o, para que moren; separado de todas las dem�s naciones, religiosa y f�sicamente, por instituci�n y posici�n geogr�fica. Compare las palabras de Balaam ( N�meros 23:9; tambi�n Deuteronomio 33:28). Era la caracter�stica especial de Israel ser santo, es decir, apartado, y fue solo cuando ella observ� su deber a este respecto que prosper� (ver �xodo 33:16). En el bosque (bosque) en medio del Carmelo. El bosque aislar�a al reba�o y lo proteger�a de interferencias. Se nombran las principales tierras de pastoreo al oeste y al este de Jordania, y todo el pa�s est� incluido en la descripci�n. (Para Carmel, vea la nota en Am�s 1:2.) Bashan y Gilead tambi�n fueron celebrados por su rico pasto. "Bulls of Bashan" era un proverbio para los animales bien alimentados y una met�fora para los arist�cratas hinchados y orgullosos ( Deuteronomio 32:14; Salmo 22:12; Ezequiel 39:18; Am�s 4:1). Gilead estaba tan bien adaptado para el ganado que Reuben y Gad fueron atra�dos irresistiblemente a establecerse all� ( N�meros 32:1, N�meros 32:5; 1 Cr�nicas 5:9; vea el paralelo a esto pasaje en Isa�as 65:9, Isa�as 65:10 y Ezequiel 34:13, Ezequiel 34:14). Como en los d�as de anta�o; Por lo general, se refiere al tiempo de Mois�s y Josu�, pero tambi�n y m�s probablemente, al de David y Salom�n, que se dio cuenta del ideal de paz y prosperidad (comp. Miqueas 4:4).

Miqueas 7:15

Seg�n (como en) los d�as. El Se�or responde la oraci�n del profeta, tomando su �ltima palabra y prometiendo a�n m�s de lo que pide, comprometi�ndose a igualar las maravillas que marcaron el �xodo de Egipto. Esa gran liberaci�n fue un tipo y presagio de la salvaci�n mesi�nica (comp. Isa�as 43:15, etc .; Isa�as 51:10; 1 Corintios 10:1, etc.). A �l; al pueblo de Israel ( Miqueas 7:14). Cosas maravillosas; Septuaginta, ?????? ????????, "Ver�n cosas maravillosas". Los sucesos sobrenaturales se entienden como �xodo 3:20; �xodo 15:11; Salmo 77:14. No leemos de ning�n milagro especial al regreso del cautiverio, por lo que las personas fueron llevadas a mirar hacia el advenimiento del Mes�as por estas maravillas.

Miqueas 7:16

Veremos. Los paganos ver�n estas cosas maravillosas. Confundirse (avergonzarse) de toda su fuerza. Las naciones hostiles se avergonzar�n cuando encuentren la impotencia de su poder presumido. Compare el efecto del �xodo en naciones contiguas ( �xodo 15:14, etc .; Josu� 2:9, Josu� 2:10). Pondr�n su mano sobre su boca. Deber�n permanecer en silencio por asombro y asombro ( Jueces 18:19; Job 21:5; Isa�as 52:15). Sus o�dos estar�n sordos. Sus sentidos estar�n estupefactos por las maravillas que ven, lo que Job ( Job 26:14) llama "el trueno de sus poderosas obras". Tambi�n puede haber una alusi�n a su obstinaci�n voluntaria e incredulidad.

Miqueas 7:17

Lamer�n el polvo como una serpiente ( G�nesis 3:14; Isa�as 65:25). Los enemigos del pueblo de Dios "lamer�n el polvo" (Salmo 72:9), ser�n reducidos a la mayor degradaci�n ( Isa�as 49:23). Deber�n salir de sus agujeros, etc .; m�s bien, salen temblando de sus lugares cercanos (o, solideces, Salmo 18:46), como cosas que se arrastran por la tierra. Los que se enorgullec�an de su seguridad saldr�n de sus fortalezas por completo miedo, expulsados ??como serpientes de sus guaridas (comp. Salmo 2:11; Oseas 11:10, etc.). Temer�n (se quejar�n de temor) al Se�or nuestro Dios. Ser�n conducidos por el terror a reconocer al Dios de Israel. La expresi�n es ambigua y puede significar miedo servil, lo que hace que un hombre se aleje de Dios. o ese miedo que es un paso hacia el arrepentimiento; lo �ltimo parece intencionado aqu�, como en Oseas 3:5, donde, como dice Pusey, las palabras "y su bondad" determinan el car�cter del miedo. Por (o, antes) de ti. Son los paganos quienes siguen siendo el sujeto, no los israelitas (Jeremias 10:7). El cambio repentino de personas est� bastante en el estilo del profeta.

Miqueas 7:18

� 8. El libro termina con una oda l�rica en alabanza a la misericordia y fidelidad de Dios.

Miqueas 7:18

En vista de las muchas provocaciones y reca�das de la gente, Micah se maravilla de la bondad y el largo sufrimiento de Dios. �Qui�n es un Dios para ti? La pregunta parece recordar el nombre del profeta, que significa "�Qui�n es como Jehov�?" y la cl�usula en la canci�n de Mois�s ( �xodo 15:11), "�Qui�n como t�, Se�or, entre los dioses?" Tales comparaciones se hacen desde el punto de vista de las naciones que creen en la existencia real de sus dioses falsos. Eso perdona la exigencia (comp. �xodo 34:7; N�meros 14:18). Pasa por la transgresi�n; Septuaginta, ?????????? ????????, "pasando por encima de las iniquidades"; Vulgata, transis peccatum. Pasar, o pasar, es perdonar, como Am�s 7:8. Probablemente hay una alusi�n, como dice Jerome, a la noche del �xodo. Cuando el �ngel destructor pas� sobre los israelitas y no los destruy�, as� Dios perdona a su pueblo, no imput�ndoles sus iniquidades. El remanente ( Miqueas 2:12; Miqueas 4:6, Miqueas 4:7). El verdadero Israel, que es solo un remanente ( Isa�as 10:21; Romanos 9:27). No retiene su ira para siempre (Salmo 103:9). La palabra traducida "por siempre" es traducida por Jerome ultra, y por la Septuaginta ??? ?????????, es decir, para testificar la justicia de su castigo. �l se deleita en la misericordia. Como dice la Colecta, "Oh Dios, cuya naturaleza y propiedad es siempre tener misericordia y perdonar" (comp. Sab. 11:24).

Miqueas 7:19

Se volver� de nuevo y tendr� compasi�n de nosotros. El verbo "girar de nuevo", unido con otro verbo, a menudo denota la repetici�n de una acci�n, como en Job 7:7; Oseas 14:8, etc .; entonces aqu� podemos traducir simplemente, "�l nuevamente tendr� compasi�n". El someter�; literalmente, pisar bajo los pies. El pecado es considerado como un enemigo personal, que por la soberana gracia de Dios ser� sometido por completo. Entonces, seg�n una interpretaci�n, el pecado es personificado ( G�nesis 4:7; comp. Salmo 65:8). Arroja todos sus pecados a las profundidades del mar. Te borrar�s y enterrar�s por completo y para siempre, como una vez que abrumaste a los egipcios en el Mar Rojo ( �xodo 15:1, �xodo 15:4, �xodo 15:10, �xodo 15:21). La liberaci�n milagrosa de los israelitas en el �xodo es un tipo de la mayor liberaci�n de los verdaderos israelitas en Cristo (Salmo 103:12; 1 Juan 1:7; comp. Isa�as 43:25).

Miqueas 7:20

Har�s (literalmente, dar�s) la verdad a Jacob, y la misericordia a Abraham. Jacob y Abraham son mencionados como los jefes y representantes de la familia elegida; y "la verdad" (es decir, la fidelidad de Dios a sus promesas) y la "misericordia" se otorgan igualmente a ambas, asignadas por separado solo por el paralelismo. Knabenbaner compara pasajes como Salmo 114:1, "Cuando Israel sali� de Egipto, la casa de Jacob de un pueblo de lenguaje extra�o" (Salmo o. 6; Isa�as 41:8; Isa�as 63:16, etc.). El significado general, por lo tanto, es que Dios cumplir� las promesas hechas a los antepasados, como Lucas 1:72, etc. Ha jurado, como en G�nesis 22:16. etc .; G�nesis 28:13, etc .; Deuteronomio 7:12. Con el cierre de la oda, Hengstenberg compara Romanos 11:33. As�, la profec�a a cuadros termina con el resplandor de la fe y la feliz esperanza.

HOMIL�TICA

Miqueas 7:1

Lo bueno en tiempos degenerados.

No debemos entender que estos vers�culos se refieren especialmente al profeta mismo. En Miqueas 1:8, Miqueas 1:9 tenemos su propia lamentaci�n en vista de la impiedad imperante; aqu� "el que habla no es el profeta, sino el verdadero Israel, es decir, Israel dentro de Israel, personificado" (Cheyne). Dios nunca se ha dejado sin testigos. Incluso en los tiempos m�s corruptos y degenerados, ha tenido un pueblo para mostrar sus elogios. Fue as� en la �poca a la que se refiere este libro de las Escrituras. Aunque la depravaci�n era generalizada, "un remanente" continu� fiel, verdadero, leal a Dios y obediente a su voluntad; y Micah aqu� habla simplemente como el portavoz de estos, exponiendo su tristeza en vista de la iniquidad abundante, pero con su confianza inquebrantable en el triunfo de la verdad y la justicia; mientras que, como profeta del Se�or, declar� que esta confianza no debe ser decepcionada, pero que la victoria prevista seguramente se ganar�. Observe aqu�, con respecto a la Iglesia de Dios:

I. Su amarga decepci�n. (Versos 1-6.)

1. El deseo de excelencia espiritual fue apreciado ardientemente. Esta aspiraci�n del bien se expresa aqu� en sentido figurado. "Mi alma deseaba los primeros higos maduros" (vers�culo 1). Estos fueron considerados los m�s selectos y dulces, y fueron muy refrescantes y muy bienvenidos para el cansado viajero, y por lo tanto fueron elegidos como el s�mbolo de excelencia espiritual. As� que en otras partes de los escritos prof�ticos ( Oseas 9:10; Jeremias 24:1.). El significado, entonces, es que el bien anhelaba el predominio de la piedad en la naci�n, y ver a la gente dando los frutos de la justicia. Esta es la aspiraci�n del bien en todas las �pocas. Como el escultor desea fervientemente ver el bloque �spero transformado en la estatua perfecta, o el artista ver el lienzo desnudo ante �l cubierto con las creaciones de su genio, o el horticultor para ver el campo de desechos transformado en un jard�n de deleite, y llevando, en infinita variedad, las flores y frutos; as� que todos los hombres buenos anhelan ver la transformaci�n espiritual del mundo. "Mi alma deseaba los primeros higos maduros" (vers�culo 1).

2. Este deseo ardientemente apreciado no se realiz�. (Verso 1.) El vers�culo trae v�vidamente ante nosotros la sensaci�n de decepci�n que surge de la esterilidad espiritual y la improductividad que prevaleci� en la tierra. La escena presentada no era la de una cosecha abundante, sino la de una tierra desnuda y est�ril, cuyos mejores d�as eran de anta�o, en los que quedaba tan poco bien como lo era cuando se terminaba la cosecha, ni siquiera quedaba un grupo. "Soy como cuando se han reunido", etc. (vers�culo 1). Y para ilustrar m�s esta decepci�n, se da una descripci�n gr�fica de la desolaci�n espiritual imperante.

(1) La mortalidad y el martirio hab�an empobrecido la tierra al quitarle lo tierno, lo fiel, lo verdadero (vers�culo 2; Isa�as 57:1).

(2) La anarqu�a rein�, acompa�ada de violencia, traici�n e injusticia (vers�culos 2, 3).

(3) La administraci�n de justicia se hab�a convertido en un burlesco, sus administradores trabajaron juntos, "envolvi�ndola", entrelaz�ndola para mantener la forma y parecer justos, mientras buscaban realmente sus propios fines ego�stas (vers�culo 3) , e incluso "el mejor" entre ellos es "duro y penetrante", incluso como un brezo, y "el m�s erguido" es como "un seto de espinas que, como protecci�n, inflige lesiones". (vers�culo 4)

(4) La amistad, "dulzor de la vida y soldador de la sociedad", se hab�a vuelto poco sincera e irreal; s�, incluso las relaciones m�s sagradas de la vida se hab�an pervertido, y el afecto natural se sacrificaba y se transformaba en odio (vers�culos 5, 6).

3. Esta no realizaci�n ocasion� amarga decepci�n. "�Ay de m�!" (verso 1). Una vida de piedad est� marcada por la experiencia de la verdadera alegr�a (Salmo 1:1; Proverbios 3:17). Sin embargo, no siempre es sol incluso con lo bueno. "Si escuchamos el arpa de David, escucharemos tantas armon�as f�nebres como villancicos" (Bacon). Y un ingrediente muy grande en la copa del dolor hacia el bien es ocasionado por la contemplaci�n de los efectos devastadores del pecado. Al mirar a su alrededor, y a pesar de sus esfuerzos por difundir la verdad y la justicia, ven a multitudes caminando de acuerdo con las m�ximas del mundo, apreciando su esp�ritu y cosechando su triste cosecha, la tristeza llena sus corazones y se vuelven abatidos y tristes. Y de ah� el lamento de la Iglesia en vista de sus peque�os n�meros y la corrupci�n general, como se expresa aqu�, "�Ay de m�!" etc. (vers�culo 1).

II SU CONFIANZA INCRE�BLE. (Versos 7-10.)

1. Esta confianza descansaba en Dios. "Por lo tanto, mirar� al Se�or" (vers�culo 7). En tiempos de aparente falta de �xito en el servicio sagrado, debemos apreciar la confianza inquebrantable en el Dios de la verdad, y habiendo cumplido fielmente nuestro deber, debemos dedicar el resto a �l.

2. Esta confianza como se expresa en paciente esperando a Dios. Hab�a "hablado bien acerca de Israel" y hab�a declarado "cosas gloriosas" con respecto a Si�n, la ciudad de Dios. Y en los d�as oscuros, sus sirvientes estaban preparados pacientemente para esperar el cumplimiento de estos, incluso mientras ella navega a la espera de buenos vientos y marea favorable, o mientras el vigilante espera durante la larga noche la llegada del d�a. "Caminar� por el Dios de mi salvaci�n" (vers�culo 7).

3. Esta confianza fue sostenida por la esperanza inspiradora. "Mi Dios me escuchar�". As� que la esperanza arroj� su arco de promesa a trav�s de la nube tormentosa y encendi� la estrella brillante en el cielo oscuro.

4. Esta confianza triunf� incluso en medio de la adversidad. El gusano era muy malvado, y los buenos en la tierra eran pocos. La iniquidad, parec�a ser victoriosa, y podr�a triunfar sobre la derecha. Los corazones de los piadosos, llenos de patriotismo y del amor de Dios, estaban tristes; Sin embargo, su confianza era inquebrantable e inquebrantable. Hab�an d�as oscuros antes de ellos, se deb�a experimentar un castigo severo, y pronto sentir�an la vara del opresor y estar�an expuestos a las burlas de los paganos, que se burlar�an de preguntar: "�D�nde est� el Se�or tu Dios?" Pero pod�an descansar en la seguridad de que el Se�or ser�a su Luz en la oscuridad; que �l intervendr�a en su nombre, sac�ndolos de la penumbra a la luz que cubre a sus enemigos con verg�enza, y reivindicando su propia justicia. "Al�grate no contra m�", etc. (vers�culos 8-10).

III. SU VICTORIA ASEGURADA. (Vers�culos 11-13.) En estos vers�culos, hablando, no como el portavoz de los buenos, sino prof�ticamente como el vidente, Micah ofrece la seguridad de que Dios lo inspir� a pronunciar y sobre el momento por venir. Sus palabras, tal como se expresan en la Versi�n autorizada, son algo oscuras, pero de ellas deducimos que un futuro m�s brillante deber�a surgir sobre el mundo que el pecado hab�a oscurecido y contaminado, y de esa gloriosa era que �l habla aqu�. Y como su pueblo, en los d�as en que "se sentaron junto a los r�os de Babilonia y lloraron al recordar a Si�n", y pensaron en la desolaci�n que el pecado hab�a provocado, recurrieron a estas y otras garant�as similares de la edad de oro a�n por venir, que �puedo decir hasta qu� punto se volvieron nerviosos e inspirados con renovado coraje y esperanza! Aun as�, los que hoy se afligen, con el bien de todas las edades, por los efectos devastadores del pecado, se regocijan ante la perspectiva de la victoria final. "Levanta la cabeza, la redenci�n se acerca". Ahora reina la muerte y triunfa el pecado; pero antes de que la gracia reine por la justicia hasta la vida eterna. Cada tormenta de tristeza nos est� acercando al momento de la liberaci�n total del mundo del poder del mal. El triunfo es seguro. "El Se�or Dios Omnipotente reina". Este sugerente p�rrafo se cierra con una nota de advertencia. "No obstante", etc. (vers�culo 13). Hay un futuro glorioso esperando a la Iglesia de Dios, pero mientras tanto la obra de juicio debe ser perfeccionada. A pesar de la brillante perspectiva aqu� desplegada, el pecado seguramente tendr� sus efectos nefastos. El triunfo de la justicia conlleva la derrota de la injusticia. Uno de los poetas canta una campana suspendida en la roca de Inchcape, para que el sonido pueda advertir a los marineros de su cercan�a al peligro; y cuenta c�mo los piratas cortan la campana para silenciar el sonido; y c�mo posteriormente estos mismos piratas golpearon la misma roca que hab�an privado de sus medios para advertirles. No tratemos as� esta nota de advertencia, sino que estemos obligados a "romper el pecado con justicia", ya que nos recuerda que "Dios no se burla" y que "todo lo que el hombre sembrare, eso tambi�n segar�".

Miqueas 7:7

Esperando a Dios

"Esperar� al Dios de mi salvaci�n". Aqu� se representa a los buenos, personificados, declarando que se colocar�an en armon�a con la sabia y santa voluntad de Dios; que aceptar�an confiadamente y soportar�an en silencio, aprovechando de la relaci�n personal �ntima con Dios esa santa inspiraci�n que les permitir�a en los d�as oscuros ahora ante ellos, con verdadero hero�smo para enfrentar cada dificultad y con resignaci�n tranquila para soportar cada pena, y para encontrar en hacerlo tranquilidad y paz. "Esperar�", etc. ( Miqueas 7:7).

I. NUESTRAS CIRCUNSTANCIAS EN LA VIDA A menudo PIDEN EL EJERCICIO DE ESTE ESP�RITU DE PACIENTE QUE ESPERA A DIOS. Es el m�todo de nuestro Dios mediante procesos lentos para llevar a cabo todo lo que ha dise�ado, ya sea en la naturaleza, en la providencia o en la gracia. Sus prop�sitos evolucionan gradualmente. Sus retrasos son por razones sabias y graciosas. Por lo tanto, en lugar de preocuparse, protestar y volverse impaciente ante la adversidad, como si nos sucediera algo extra�o, nos corresponde "descansar en el Se�or", y as� estar alegres incluso en la noche y bajo la sombra de la nube, asegur� que para quienes ejercen correctamente el dolor "la tribulaci�n produce paciencia, y la experiencia de la paciencia, y experimentan la esperanza" ( Romanos 5:8, Romanos 5:4).

II LA APRECIACI�N DE ESTE ESP�RITU ENNOBLA EL CAR�CTER HUMANO.

1. Ves en tal caso a un hombre que continuamente gana triunfos donde las multitudes son peleadas y derrotadas. Hay muchos que pueden hacer, pero que no pueden soportar. Pueden servir activamente a Dios y esforzarse por promover los intereses de los hombres, pero no pueden rendirse pasivamente a la voluntad de Dios y, sin resentimiento, soportar los reproches de quienes buscan su dolor. Y ciertamente el hombre que puede hacer esto es el m�s real. �Qui�n puede dudar de la sabidur�a de Salom�n cuando dijo: "El que gobierna su esp�ritu es mejor que el que toma una ciudad" ( Proverbios 16:32)?

2. Usted ve en tal caso a un hombre que est� claramente bajo la influencia de altos motivos cristianos. Las influencias que impulsan a un hombre con calma y confianza a someterse a las citas omniscientes pero a menudo inescrutables de Dios, no son humanas, sino divinas. No hay nada en las simples consideraciones terrenales que est� calculado para inspirar esta paciencia. Es solo cuando traemos las realidades de la eternidad para influir en nuestras experiencias actuales que nos elevamos a un reino superior, y estamos capacitados para soportar con paciencia.

III. POR ESTE PACIENTE ESPERANDO DIOS ES GLORIFICADO Y SERVIDO. La idea de servir a Dios con demasiada frecuencia se limita al esfuerzo activo. Se pasa por alto que puede ser atendido por nosotros pasiva y activamente; por una tranquila resignaci�n a su voluntad, as� como por un trabajo abierto y serio en la b�squeda del bien de los dem�s. "Tambi�n sirven a quienes solo se paran y esperan". Grande fue el servicio prestado por el Hombre Cristo Jes�s cuando atraves� las ciudades y pueblos de Palestina, haciendo el bien y hablando de las cosas pertenecientes al reino de Dios; pero �l prest� un servicio a�n mayor, ya que con santa resignaci�n accedi� a la voluntad del gran Padre y "soport� la cruz, despreciando la verg�enza".

IV. ESTA ESPERA DEL SE�OR NO PERDER� EN NING�N SABIO SU RECOMPENSA. Habr� liberaci�n final; la salvaci�n vendr�, y el agradecido reconocimiento ser�: "He aqu�, este es nuestro Dios; lo hemos esperado y �l nos ha salvado: este es el Se�or; lo hemos esperado, siempre nos alegraremos y nos alegraremos. su salvaci�n "( Isa�as 25:9).

Miqueas 7:8, Miqueas 7:9

De la oscuridad a la luz.

"Cuando me siento en la oscuridad, el Se�or ser� una Luz para m� ... �l me sacar� a la luz". La Biblia es "el libro del coraz�n del mundo". 'Con el fin de desentra�ar su profunda ense�anza espiritual, debemos estudiarla a la luz de nuestras propias experiencias del alma, de nuestras alegr�as, tristezas y necesidades. Una cosa es poder entender el volumen en el significado de sus palabras y la construcci�n de sus frases y formas de expresi�n; pero es otra cosa sentir que es nuestro el entrar en las experiencias internas de los santos de Dios de la antig�edad, a trav�s de quienes nos habla en estas p�ginas maravillosas, experiencias por las cuales los ha preparado para ser sus mensajeros de ayuda y esperanza. al mundo; y para entrar en estos debemos llevar nuestros corazones y nuestros intelectos al estudio del libro, y tratar de rastrear la aplicaci�n de sus ense�anzas a las necesidades y aspiraciones del esp�ritu humano. Observe en la experiencia humana aqu� descrita:

I. Oscuridad. Las influencias adversas de la vida se simbolizan as�. Estamos constantemente atendidos por estos. Tiene que ser as�. La vida humana es una peregrinaci�n, y ning�n viajero puede esperar llegar al final de su viaje sin sentirse cansado y cansado. Es un viaje, y por lo tanto debemos encontrarnos con tormentas. El mundo es un escenario, y nosotros somos los jugadores, y aunque parezca externo, puede parecer que estamos actuando en nuestras respectivas partes con facilidad, �qui�n puede decir qu� ansiedad se encuentra detr�s de escena? Estas influencias adversas nos encuentran en las tareas diarias de la vida. A menudo son ocasionados por diferencias de temperamento y disposici�n, lo que da lugar a malentendidos; o por las circunstancias temporales que se estrechan; o por suspenso prolongado y tedioso en referencia al �xito o fracaso de ciertos proyectos; o por esperanzas y expectativas desconcertadas

iones Vienen a nosotros en forma de penas de la vida. Hay problemas de salud, con los d�as ansiosos y las noches cansadas que trae al hogar. Hay duelo, con su aflicci�n y tristeza concomitantes. Tambi�n hay declaraciones falsas crueles, censuras maliciosas, reproches injustos ( Miqueas 7:10). Y estas influencias adversas siguen en r�pida sucesi�n.

Cuando vienen las penas, no vienen solo esp�as,

Pero en batallones "

Llenan el coraz�n de tristeza, y all� se asienta sobre el esp�ritu turbado la oscuridad de la noche. "Me siento en la oscuridad".

II LUZ EN OSCURIDAD. La luz es reveladora, restauradora, alentadora, en sus efectos. Bajo su influencia, lo que antes estaba oculto se nos manifiesta; se nos da nueva vida, y la alegr�a y la alegr�a se inspiran en nuestro interior. As� ser� con el bien en un sentido espiritual. En sus temporadas m�s sombr�as, estas influencias graciosas ser�n experimentadas por ellos en raz�n de la presencia con ellos del Se�or su Dios. No es tanto que el Se�or haga que la luz entre sobre ellos (aunque eso es gloriosamente cierto), sino que �l mismo estar� con ellos como su Luz. "Cuando me siento en la oscuridad, el Se�or ser� una luz para m�". "El Se�or es mi luz y mi salvaci�n". (Salmo 27:1); "A su favor est� la vida" (Salmo 30:5). La luz en la oscuridad, que brota de la presencia consciente del Se�or, es el pensamiento aqu� expresado. Y en el siguiente verso est� el pensamiento adicional, pero estrechamente relacionado de:

III. PASANDO DE LA OSCURIDAD A LA LUZ. "�l me sacar� a la luz" ( Miqueas 7:9). As� ha sido en el pasado en la experiencia del bien. Jacob (comp. G�nesis 42:36. Con G�nesis 45:26-1); Elijah la sunamita; el cautiverio (comp. Salmo 123:1. con Salmo 126:1.). Tan quieto para todos los corazones que conf�an; y de aqu� en adelante, "El Se�or ser� tu luz eterna, y los d�as de tu duelo se terminar�n" ( Isa�as 60:20).

Miqueas 7:14

La oraci�n y su respuesta.

�Cu�n misteriosamente grande es el privilegio de la oraci�n! �Qu� maravilloso que las criaturas finitas puedan acercarse al Infinito, llevando sus necesidades a la presencia Divina, respirando sus deseos al o�do de Dios y obteniendo de �l toda la misericordia y gracia requeridas! Pensamos en el patriarca que, cansado y desgastado con sus andanzas, dorm�a, con una piedra como almohada, y hablamos de la escalera que ve�a conectando el lugar donde yac�a con el trono de Dios, como su visi�n; �Pero el pensamiento de la oraci�n transforma esto en una bendita realidad, porque se ha establecido la comunicaci�n entre la tierra y el cielo, y as� los esp�ritus humanos se elevan a Dios, y los enriquecimientos descienden de �l para satisfacer las necesidades m�s profundas de los hombres! La oraci�n, en su concepci�n m�s elevada, es una comuni�n reflexiva con Dios. Es la relaci�n sexual con Dios. Es un contacto comprensivo con �l. Es un ejercicio en el que nos comprometemos para que podamos tener comuni�n con lo Invisible, y as� podamos entender la voluntad Divina, y estar cada vez m�s dispuestos a ser obedientes a la misma. De hecho, es �til la influencia que derivamos de la comuni�n con los puros y santos entre los hombres; luego diga cu�n elevador debe ser el contacto con aquel que es perfecto en pureza, �el Esp�ritu Eterno! Pero la oraci�n tambi�n es s�plica. Tenemos deseos Dios nos ha constituido seres dependientes. Las necesidades, tanto temporales como espirituales, nos presionan a veces con un gran peso. Y la oraci�n es el alma, profundamente consciente de estas necesidades, que llega a Dios con un intenso deseo buscando su suministro. Nuestras s�plicas, sin embargo, deber�an ir m�s all� de nuestras propias necesidades individuales. La oraci�n debe ser presentada por nosotros en nombre de los dem�s. En este ejercicio sagrado, debemos aprovechar intereses m�s amplios que los que pertenecen a nuestra propia vida personal y, con una verdadera preocupaci�n, debemos llevarlos ante el trono de Dios. Como el gran Intercesor nos suplica ante el trono de su Padre, tambi�n nosotros, en nuestra medida, seremos intercesores para los hombres. El Profeta Miqueas viene ante nosotros en estos vers�culos como ejercicio de esta funci�n intercesora. Nota aqu�

I. El vidente devoto suplicando a Dios en nombre de su pueblo. (Verso 14.) Observar:

1. Hace menci�n de su peculiar relaci�n con el Alt�simo:

(1) Como siendo sus sirvientes elegidos. "Tu pueblo"; "el reba�o de tu herencia".

(2) Como separado de las naciones para su alabanza: "que habitan solitariamente".

2. Recuerda las manifestaciones de ce�o fruncido de la bondad divina en el otorgamiento de ricas bendiciones. "Los d�as de anta�o".

3. �l le suplica al Pastor Divino que est� con ellos en los d�as oscuros que est�n delante de ellos, sosteni�ndolos y enriqueci�ndolos con abundancia (vers�culo 14).

II LA DIVINA RESPUESTA A LA SUPPLICACI�N M�S PR�CTICA DEL PROFETA.

1. Al profeta se le asegur� que deber�a haber una liberaci�n forjada para su pueblo por la interposici�n divina (vers�culo 15).

2. Se le declar� que los enemigos que triunfar�an sobre ellos deber�an estar cubiertos de confusi�n y verg�enza (vers�culos 16, 17). La oraci�n intercesora sigue siendo una parte esencial del ministerio de la Iglesia; es poderoso y prevaleciente; ordena y ejerce las fuerzas del cielo. "La oraci�n ferviente efectiva del hombre justo vale mucho" ( Santiago 5:16).

Miqueas 7:18, Miqueas 7:19

El Dios que perdona.

No hay palabras que podr�an haber sido m�s apropiadas que estas para cerrar este breve libro de profec�a. Cuando pensamos en el car�cter degenerado de la �poca en que vivi� este profeta, y cuando recordamos que ten�a que lidiar constantemente con la culpa y la depravaci�n humanas, declarar los juicios divinos y esforzarse por advertir y amenazar a los hombres. un sentido de su pecaminosidad, lo que podr�a ser m�s apropiado que eso, al cerrar su contribuci�n a los or�culos divinos, deber�a expandirse, como lo hace aqu� de manera tan impresionante, sobre Jehov� como el Dios que perdona. Su dise�o en estos vers�culos claramente era exaltar la gracia y la misericordia del Se�or su Dios. Mientras pensaba en el amor perdonador Divino, sinti� que con el Alt�simo nadie puede compararse. Con una c�lida admiraci�n, combinada con la m�s profunda adoraci�n, pregunta: "�Qui�n envejece como t�, que perdona la iniquidad y pasa por la transgresi�n del remanente de su herencia?" ( Miqueas 7:18). Y en lugar de intentar responder a su propia pregunta, indica cu�l ser�a su respuesta ampliando a�n m�s la gracia perdonadora de Dios: "No retiene", etc. ( Miqueas 7:18, Miqueas 7:19). Reflexionemos sobre la incomparableidad del Se�or nuestro Dios, visto como el Divino Perdonador. Considerar-

I. LO QUE IMPLICA ESTE DIVINO PERD�N.

1. El gran hecho del pecado. Hay quienes se han esforzado por explicar este hecho solemne del pecado; quienes sostienen que no se puede encontrar en el hombre ninguna preferencia intencional de mal a derecho; que lo que llamamos pecado es algo predecible de la sociedad m�s que del individuo; ese hombre mismo tiene raz�n, pero carece de la ciencia necesaria para organizar la sociedad correctamente; y que lo que llamamos pecado es, despu�s de todo, solo el desarrollo de estas causas discordantes en la sociedad. Vea la respuesta de Bushnell a esto, exponiendo en esta teor�a nuestra inconsistencia en culpar a las personas por quienes se han cometido actos pecaminosos, y en censurarnos a nosotros mismos cuando hemos realizado actos indignos, etc. ('Naturaleza y lo sobrenatural', Miqueas 5:1.). No hay escapatoria de admitir el gran hecho del pecado. La Palabra es infalible al declarar que "todos pecaron, y est�n destituidos de la gloria de Dios" ( Romanos 3:23); que "no hay nadie que haga el bien, no, ni uno" ( Romanos 3:12); y que "toda boca debe ser detenida, y todo el mundo se declarar� culpable ante Dios" ( Romanos 3:19).

2. La interposici�n divina con miras a la liberaci�n de la raza de esta terrible plaga. No podemos formar una verdadera concepci�n del perd�n divino a menos que estos hechos de culpa y transgresi�n personal, y de la interposici�n divina para nuestra liberaci�n, se mantengan prominentemente ante nosotros. E incluso en esta etapa, nuestra admiraci�n se llama al ejercicio y gritamos: "�Qui�n es un Dios para ti?" Esto se intensifica cuando consideramos:

II LO QUE INCLUYE ESTE DIVINO PERD�N. Incluye la liberaci�n de las tristes consecuencias del padre Tenga en cuenta cu�les son.

1. Marque las consecuencias del pecado para el individuo.

(1) Hay p�rdida de poder. Cada derrota espiritual es acompa�ada por el debilitamiento de la fuerza moral.

(2) Hay inquietud de conciencia.

(3) Separaci�n de Dios. No puede haber comuni�n donde hay contrariedad de la naturaleza. "�C�mo pueden caminar dos juntos, salvo que se acuerde?"

(4) Sufrimiento y muerte. La conexi�n entre el esp�ritu y el cuerpo es tan �ntima que el cuerpo necesariamente sufre a trav�s de la desorganizaci�n que el pecado ha forjado en el alma.

2. Consecuencias que resultan para la sociedad. Estos tambi�n son tristes y angustiantes. "La mala herencia pasa, y los miedos, los fraudes, los cr�menes contra la propiedad, el car�cter y la vida, los abusos de poder, las opresiones de los d�biles, las persecuciones de los buenos, las pirater�as, las guerras de revuelta, las guerras de conquista, son el elemento b�sico de todo el mundo. historia amarga. Es un poder despiadado y terrible, como debe ser necesariamente la sociedad ca�da ". El perd�n divino significa la liberaci�n de todas estas tristes consecuencias del mal. No es un simple perd�n simplemente, sino que conlleva la protecci�n de los efectos devastadores del mal. Hay una impartici�n al perdonado de un poder divino, una fuerza espiritual interna para permitir ellos para resistir el mal y las tendencias descendentes; el poder perdido se restablece y es poderoso para "someter nuestras iniquidades" (vers�culo 19). Existe la impartici�n a los perdonados de paz de conciencia; los elementos discordantes e inquietantes son silenciosos; Se restauran las armon�as. Existe la experiencia de una comuni�n renovada con lo Eterno. El alma, aceptada y renovada, permanecer�a siempre a los pies del Se�or. Hay unidad y acuerdo ahora, y por lo tanto la comuni�n es posible y practicable, s�, se considera deseable y esencial "Bienaventurados los puros de coraz�n: porque ellos ver�n a Dios". Y mientras el sufrimiento y la muerte permanecen, sin embargo, por una alquimia divina, el car�cter de estos dolores de la vida cambia por completo, y dejan de ser vistos como infracciones severas, pero son aceptados como la disciplina amorosa por la cual el Padre Divino hace que el personaje sea perfecto y completo. , mientras que "el aguij�n de la muerte" fue quitado, el terror tambi�n se fue. Y a medida que los hombres lleguen a esta experiencia sagrada, se producir� la regeneraci�n del mundo y su completa liberaci�n del mal. �Qu� plenitud de significado, entonces, hay cuando se habla de Dios como "perdonando la iniquidad"! Y a medida que pensamos en c�mo este perd�n conlleva todos los privilegios, honores y placeres aqu� y en el futuro de la vida espiritual, nuestra admiraci�n por el que ha hecho todo esto posible para el individuo y la raza se eleva a�n m�s, y lloramos con asombro y adoraci�n amorosa, "�Qui�n es un Dios para ti?"

III. Lo que implica este perd�n divino.

1. Ha involucrado de parte de Dios todo lo que se comprende en el don y la obra de su Hijo Jesucristo; porque es solo a trav�s de Cristo que se asegura este perd�n de pecados. "En �l tenemos la redenci�n a trav�s de su sangre, incluso el perd�n de nuestros pecados" ( Colosenses 1:14). Implicaba que el Pastor celestial saliera a buscar su mundo perdido y ca�do. "El Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que se perdi�" ( Lucas 19:10). Lo! el Cristo de Dios, el don del amor del Padre, se visti� en nuestra humanidad, obedeci� la ley que hab�amos violado, expi� el pecado en la muerte de la cruz, para que no perezcamos, para que podamos cambiar el desierto por el redil , ser elevado de la condici�n perdida a la esperanza, dignidad y car�cter aqu�, y ser elevado de aqu� en adelante a la inmortal pureza, paz y alegr�a. El poder del lenguaje humano es demasiado d�bil como para describir el amor de Dios como se expresa incluso en el m�s m�nimo de sus actos; pero en referencia a esta b�squeda del error, con miras a su restauraci�n, falla significativamente, y solo podemos gritar con adoraci�n: "�Qui�n es un Dios para ti?"

2. Por parte del hombre, este perd�n divino implica penitencia y fe. "Arrepi�ntete y cree en el evangelio" (Marco 1:15). En condiciones as� simples, el transgresor m�s vil puede encontrar la misericordia del Se�or. Y si hay otro pensamiento que nos lleva a sentir que este amor perdonador de Dios es el m�s maravilloso, es el recuerdo de que �l no solo ha proporcionado el perd�n, sino que incluso condesciende a suplicar a los hombres, para que puedan ser llevados a cumplir. las condiciones justas y recibir la bendici�n ( Isa�as 1:18; Apocalipsis 3:20). No repelemos al que ha venido a bendecirnos apart�ndonos de nuestras iniquidades, sino que le demos un cordial saludo. Entonces, con este antiguo vidente y con los perdonados de todas las edades, lloraremos, con los corazones desbordados, con amor y alabanza, "�Qui�n es un Dios para ti?" (Vers�culos 18, 19).

Miqueas 7:20

Las promesas divinas y su cumplimiento.

Estas palabras llevan sobre ellos la impresi�n de una profunda experiencia humana. Forman el testimonio supremo de un hombre que hab�a demostrado durante mucho tiempo la realidad de lo que afirman. Al cerrar su libro de profec�a, con todo su coraz�n y alma, colocar�a su sello en la brillante declaraci�n de que Dios es siempre fiel y verdadero. Jehov� era para �l una realidad viva, el centro de sus afectos y la fuerza de su coraz�n. "Soport� ver al invisible". Y Divino, de hecho, es esa confianza en el Se�or eterno que dispara el alma y la pone nerviosa por entrar en "la guerra santa"; lo que le ayuda al guerrero y demuestra ser invulnerable mientras se dedica a la lucha; y que tambi�n, cuando el buen soldado, despu�s de haber luchado bien y haberse vuelto gris en el servicio, comienza a dejar a un lado su armadura y en silencio a esperar la convocatoria a la presencia y la alegr�a del Se�or al que ha servido, demuestra su consuelo y apoyo. Micah sin duda tuvo en mente las ricas promesas dadas por Dios, primero a Abraham, y luego reiter� a Jacob, que deber�an ser bendecidos y multiplicados, y que a trav�s de su l�nea las bendiciones duraderas deber�an fluir a todas las familias de la tierra (G�nesis 22:16-1; G�nesis 28:13, G�nesis 28:14). Darse cuenta-

I. REPRESENTA LAS DIVINAS PROMESAS CARACTERIZADAS POR "MISERICORDIA" Y "VERDAD". "La verdad a Jacob, y la misericordia a Abraham" (vers�culo 20). La expresi�n es, a primera vista, bastante peculiar; Sin embargo, puede explicarse f�cilmente. Por "misericordia" entendemos el favor mostrado a los que no lo merecen. Gran h�roe como Abraham, no hab�a nada en �l que mereciera el honor tan distintivo que se le confiri�. La elecci�n fue completamente rastreable a la abundante misericordia y gracia de Dios. As� tambi�n con Jacob, quien, al comienzo de su carrera, era tan desagradable como el hombre podr�a ser. Entonces, �por qu�, se puede preguntar, el cambio en la forma de expresi�n? �Por qu� no "la misericordia a Abraham" y la misericordia a Jacob "? �Por qu�" la misericordia a Abraham y la "verdad a Jacob"? Simplemente para introducir el pensamiento adicional de "verdad". "Verdad" aqu� significa traer a la luz m�s clara lo que se hab�a insinuado parcialmente. "Lo que fue la misericordia gratuita para Abraham se convirti�, cuando Dios una vez lo hab�a prometido, en su verdad" (Pusey). Y su revelaci�n de la verdad se hizo m�s clara y brillante, hasta que finalmente apareci� en quien tanto la "gracia como la verdad" llegaron con su claridad revelada y su plenitud sin restricciones.

II TRAZA ESTAS DIVINAS PROMESAS POR TENER SU FUENTE Y RESORT EN EL AMOR ETERNO DE DIOS. "Desde los d�as de la antig�edad", es decir, desde la eternidad, Dios ha querido el prop�sito amoroso de enriquecernos as�. No es "un proyecto moderno, sino una carta antigua".

III. SE DISFRUTA DE LA SEGURIDAD DE QUE ESTAS DIVINAS PROMESAS SE CUMPLIR�N INODOBLEMENTE. "Har�s", etc. Esta seguridad se bas� en la promesa Divina ("que has jurado a nuestros padres"), y que el Prometedor fiel puede y est� dispuesto a redimir. "No puede negarse a s� mismo" ( 2 Timoteo 2:13). Al construir el templo de Salom�n, se colocaron dos pilares en el porche del edificio: el izquierdo se llamaba Booz, es decir, "en Dios est� la fuerza". y el otro a la derecha se llama Jachin, es decir, "�l establecer�", asociando bellamente los pensamientos de la capacidad de Dios y su voluntad de bendecir. Deje que estos pensamientos moren en nuestras mentes respet�ndolo, porque en estos pilares nuestra fe y esperanza pueden descansar de manera segura.

HOMILIAS DE E.S. PROUT

Miqueas 7:1, Miqueas 7:2

Una escasez moral en la tierra.

El profeta, hablando en nombre del remanente piadoso de la tierra, lamenta su terrible aislamiento. De este modo, recordamos la triste condici�n de una tierra en la que hay escasez de buenos hombres. Por:

1. Son el fruto elegido de la tierra: sano, fragante, delicioso. El Israel ideal se compara con "uvas" y "la primera madura en la higuera" ( Oseas 9:10). El Se�or "se complace" en tal; satisfacen el hambre del coraz�n divino por la piedad en la criatura (Salmo 147:11; Salmo 149:4; Proverbios 11:20). En la medida en que comparten el esp�ritu de Cristo, son, como �l, "amados de Dios" y deben ser atractivos para los hombres.

2. Son la sal de la tierra, el �nico elemento que preserva de la corrupci�n universal. La imagen que se nos presenta es la muerte gradual de los santos; ellos "cesan" (Salmo 12:1), ellos "perecen" ( Isa�as 57:1). Quedan unos pocos, "dos o tres en la parte superior de la rama m�s extrema", que no fueron tocados, o los inmaduros que eran imperfectos y pobres, o los que hab�an ca�do ", y por lo tanto estaban sucios y manchados, y sin embargo no completamente llevado ". La promesa, "En lugar de que tus padres sean tus hijos" (Salmo 45:16), ya no se cumple. Los hijos e hijas de los piadosos no se levantan para llenar sus lugares en la Iglesia. Los pocos sobrevivientes piadosos son escuchados lamentando y a�orando a los piadosos compa�eros de anta�o; "mi alma desea el primer higo maduro" (desiderio tam cari capitis). Cuanto menos lo bueno quede, m�s dif�cil ser� para ellos retener el fervor de su piedad. Las ascuas dispersas pronto mueren. Es dif�cil mantener una temperatura de junio bajo los cielos de diciembre. De esta escasez de los piadosos se siguen muchos males. Hay una p�rdida de confianza, primero en el compa�erismo espiritual, y luego en las relaciones sociales ( Miqueas 7:5). Hay un aflojamiento de las curvas familiares m�s sagradas. La depravaci�n y la degradaci�n se vuelven m�s profundas y oscuras ( Miqueas 7:3, Miqueas 7:4). El peque�o remanente de los siervos de Dios est� cada vez m�s deprimido y desanimado: "�Ay de m�!" (cf. Salmo 120:5; Isa�as 6:5). Esto resulta del contacto constante con el pecado y de la enfermedad card�aca que causa; "gran pesadez y dolor continuo en mi coraz�n" ( Romanos 9:2). As� aprendemos:

1. La mayor calamidad para una naci�n no es la guerra, la peste o el hambre, sino la retenci�n del Esp�ritu de gracia para convertir los corazones de los hombres y, en consecuencia, la muerte de los justos. La hambruna del pan es mala; la hambruna "de escuchar las palabras del Se�or" es peor. Pero lo peor de todo es la escasez de testigos vivos de Dios en la tierra.

2. Ganar almas para Dios es la mayor sabidur�a y el patriotismo m�s ilustrado.

3. El bienestar de una naci�n est� ligado al Dios viviente, la verdadera Iglesia y la oraci�n creyente. � E.S.P.

Miqueas 7:3

Pecadores sinceros.

Se sugiere un contraste entre varios grados de maldad. Algunos son. no tanto activo como pasivo en el pecado. Ellos van a la deriva; son guiados; cuando los pecadores los atraen, "consienten", quiz�s de mala gana al principio. Por falta de resistencia al poder se encuentran caminando "en el consejo de los imp�os". En poco tiempo se preparan para satisfacer alg�n deseo pecaminoso. Al principio est�n poco entusiastas al servicio del pecado, porque la memoria y la conciencia todav�a los restringen. "Su coraz�n est� dividido", y es solo una banda que extienden para agarrar la fruta prohibida. Su otra mano tiene agallas en el libro de la Ley de su Dios que aprendieron en la rodilla de su madre. Pronto descubren que no pueden servir a dos amos. El libro de Dios se cae; La mano que la sosten�a, liberada del misterioso poder magn�tico que la Biblia ejerce sobre aquellos que la estudian, se extiende para cooperar con sus semejantes en actos de pecado. La pr�ctica hace la perfecci�n; el apetito crece por lo que se alimenta; y pronto el transgresor, que no hace mucho tiempo se sonroj� incluso por las tentaciones al pecado que se dirig�an a �l, ahora es el m�s importante entre aquellos que "hacen el mal con ambas persianas". En estos pecadores sinceros notamos los siguientes puntos.

1. Unidad de prop�sito. Son hombres de una idea: c�mo complacerse a s� mismos. Como han abandonado todo pensamiento de buscar su placer en hacer la voluntad de Dios y hacer "bien a todos los hombres"; concentran sus energ�as, "ambas manos", en satisfacer cada deseo a cualquier costo.

2. Perversi�n de la conciencia. Esto nos recuerda a Jerome: "Llaman bueno al mal de sus manos". Hablan del mal hecho como "bien hecho". Dif�cilmente podr�an ser tan sinceros en el pecado a menos que de alguna manera hubieran pervertido la conciencia. Algunas de las formas de iniquidad descritas en Miqueas 7:3 implican esto. Y ciertamente este es uno de los resultados m�s fatales de pecar. Los actos de pecado forman h�bitos de pecado que reaccionan sobre el juicio y lo pervierten hasta que se incurre en la condenaci�n: "�Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal!" etc. ( Isa�as 5:20).

3. Una conspiraci�n de hombres de influencia. Esperamos una cierta cantidad de crimen y oblicuidad moral en lo que se ha llamado el residuo de la sociedad; pero el despilfarro en los lugares altos es un esc�ndalo y "un reproche para cualquier persona". Vea la experiencia de Jerem�as (Jeremias 5:1). Dondequiera que comenz� la infecci�n, ahora se ha extendido a la corte y al juzgado: "La muerte entra en nuestros palacios". Hay tanta escasez de hombres buenos (vers�culos 1, 2) que la restricci�n de sus protestas, o incluso del testimonio silencioso de su presencia, est� a la espera. Los pr�ncipes esperan sobornos o "correo negro". Los jueces juzgan por la recompensa. El testimonio de los profetas contempor�neos y posteriores sobre este punto es muy fuerte ( Isa�as 1:23; Ezequiel 22:27; Oseas 4:18; Am�s 5:12) . Y ocultan estos cr�menes con nombres m�s suaves. El pr�ncipe exige, pero lo llama "preguntar". El soborno del juez se llama recompensa por el servicio prestado. El gran hombre duda en no "pronunciar su deseo travieso" en presencia de hombres m�s malvados, que, �l sabe, estar�n lo suficientemente listos para llevarlo a cabo, si as� pueden ganarse el favor o ganar dinero, aunque sea el precio de sangre; "as� lo tejen juntos" (versi�n revisada). Ilustra la conspiraci�n de Acab, Jezabel y los ancianos y nobles en el robo y asesinato de Nabot.

4. Vemos esta infecci�n extendi�ndose a las escenas m�s sagradas de la vida familiar. �Qu� terrible imagen sugieren los vers�culos 5, 61! Los grandes hombres que han conspirado en el crimen llevan el contagio a sus casas. No pueden dejar su pecado en el umbral, como una prenda infectada. Sus hijos contraen la peste. Incluso una esposa no est� fuera de toda sospecha. As� las maldiciones vuelven a casa para descansar. Los pecados de los padres son visitados sobre los hijos. Las familias est�n desmoralizadas. "El fin de esas cosas es la muerte".

Aprender.

1. La seriedad no es en s� misma una cosa excelente. El diablo es terriblemente serio, "anda como un le�n rugiente", etc. ( 1 Pedro 5:8). Los falsos maestros a veces son m�s serios que los verdaderos. "No te buscan celosamente" ( G�latas 4:17). La seriedad puede ser tan brillante como un fuego y tan destructiva.

2. Los pecadores sinceros deben ser un motivo y un est�mulo para los siervos de Cristo. Si est�n tan ansiosos en la obra de destrucci�n, �qu� clase de personas deber�amos estar en la obra de salvaci�n? Sin embargo, algunos no mueven ninguna mano, pero permanecen inactivos todo el d�a. Otros son poco entusiastas y, por lo tanto, ejercen su trabajo con una sola mano, sin dedicar todas sus facultades a Aquel a quien poseen como Redentor y Se�or. Ilustrar de la entrevista del rey Joash con Eliseo ( 2 Reyes 13:14 2 Reyes 13:19). La lealtad a nuestro Rey Salvador exige concentraci�n de energ�a y entusiasmo de devoci�n, para que podamos hacer el bien "con ambas manos". - E.S.P.

Miqueas 7:7

Un alma callada a Dios.

La palabra "por lo tanto", o el t�rmino en la Versi�n Revisada, "pero en cuanto a m�", marca la transici�n de una terrible necesidad a un privilegio invaluable. Era una �poca en la que era necesario sospechar de quienes deber�an haber sido dignos de una confianza ilimitada. No se pod�a confiar en un compa�ero ni un amigo familiar, ni siquiera un hijo o una esposa ( Miqueas 7:5, Miqueas 7:6). Tal hab�a sido la experiencia de muchos en el pasado. Sans�n hab�a sido traicionado por sus miembros de la tribu, su amigo, su suegro ( Jueces 14:20) y ella que "yac�a en su seno". David hab�a encontrado su confianza traicionada por los hombres de Jud� ( 1 Samuel 23:12, 1 Samuel 23:19), por Joab ( 2 Samuel 3:22-10), por Ahithophel y por Absalom . Como fue en los d�as de Miqueas, as� ser�a en los d�as de Jesucristo, cuando muchos de sus disc�pulos regresar�an y no caminar�an m�s con �l, y cuando un ap�stol lo traicionar�a. No es de extra�ar que algunos de sus servidores est�n llamados a una experiencia similar ( Mateo 10:24, Mateo 10:34). El prospecto hacia el hombre es oscuro y deprimente en extremo. Observe qu� fuerza desintegradora y destructiva es el pecado. No solo se separa entre el hombre y Dios ( Isa�as 59:2), sino que tiende a alienar a los amigos, a romper familias, a destruir las confidencias humanas y al g�nero un pesimismo que encuentra expresi�n en los apasionados, aunque no veredicto deliberado del salmista: "Todos los hombres son mentirosos". Si no podemos depositar la confianza en los dem�s, �podemos confiar en nosotros mismos? Nuestra conciencia de pecado y fracaso absoluto nos proh�be esto (vers�culos 8, 9; Jeremias 17:9). As�, estamos completamente encerrados con Dios. Un militar, que sufr�a de una oscura enfermedad mental, ten�a la costumbre de pasear por una cierta pista en las murallas, despu�s del atardecer. Cuando camin� hacia el este, y no ten�a nada m�s que el cielo oscuro para mirar, el abatimiento extremo oprimi� su mente nublada. Pero en cuanto se volvi� hacia el oeste, donde sus ojos captaron el brillo dejado por el sol que se hab�a puesto, la esperanza y la paz revivieron en su coraz�n. Hay momentos en los que, si miramos a otro lado que no sea Dios, nuestro Sol, podemos sentirnos preparados para la desesperaci�n o la desesperaci�n. Entonces sabemos lo que es estar encerrado con Dios. "Pero en cuanto a m�, mirar� al Se�or". Esa mirada implica esperanza: "esperar�"; y fe: "Mi Dios me escuchar�". Cuando miramos, esperamos, confiamos, nuestros pensamientos pueden expresarse en los siguientes pensamientos acerca de Dios, y nuestra "meditaci�n de �l ser� dulce".

I. CUANTO TENEMOS EN DIOS.

1. Su nombre, Jehov�, describe su naturaleza. �l es el eterno, inmutable, fiel, pacto que guarda a Dios. Se revel� con ese nuevo nombre cuando lleg� como el Redentor de su pueblo angustiado. Y este Jehov� es "mi Dios". Martin Luther comenta: "Hay mucha divinidad en los pronombres". La teolog�a que se ense�a en el t�rmino "mi Dios" vale m�s que todas las conferencias sobre "los atributos".

2. Las figuras empleadas para Dios nos recuerdan el tesoro que tenemos en �l. Mire, por ejemplo, un solo grupo de figuras en el salmo de sesenta segundos. All� se describe a Dios como "mi roca", sobre la cual puedo descansar y construir de manera segura; como "mi torre alta" (versi�n revisada); "mi habitaci�n fuerte, a donde puedo recurrir continuamente" (Salmo 71:3); y por lo tanto como "mi Refugio", donde puedo estar a salvo de la espada del vengador de la sangre, o de cualquier otro enemigo. La ciudad de Metz se enorgullec�a del nombre "La Pucelle", la fortaleza virgen; pero en octubre de 1870, su justa fama se vio empa�ada por su ca�da, y sus habitantes quedaron a merced de sus enemigos. Pero tal desastre nunca puede alcanzar a aquellos que pueden decir del Se�or: "Fie es mi refugio y mi fortaleza, mi Dios; en �l confiar�".

II CUANTO PODEMOS ESPERAR DE DIOS. "Alma m�a, espera solo en Dios; porque mi expectativa es de �l". Entre las bendiciones que podemos esperar est�n las dos misericordias que el profeta reclama por fe.

1. Respuestas a la oraci�n; que ser� definitivo, apropiado, decisivo ("Mi Dios me escuchar�"), como los siervos de Dios de la antig�edad; p.ej. Jacob ( G�nesis 32:1.), Mois�s ( N�meros 14:18-4), Asa ( 2 Cr�nicas 14:11, 2 Cr�nicas 14:12), Josafat ( 2 Cr�nicas 20:1.). Estas oraciones traer�n:

2. liberaci�n; porque "mi Dios" es "el Dios de mi salvaci�n". As�, en medio de los peligros externos o internos, podemos decir, con el salmista, "no me conmover�n mucho" (Salmo 62:2). Al igual que las piedras de roca en la costa de Cornualles, es posible que en las melod�as se vean ligeramente sacudidas pero no "muy conmovidas"; movido, pero no eliminado. Al igual que el im�n, podemos oscilar por un tiempo y ser ligeramente afectados por las condiciones cambiantes, pero nunca nos alejamos mucho de nuestro prop�sito de testificar fielmente por Dios y su verdad. Sin embargo, nuestra confianza con respecto a nuestra estabilidad no est� en nosotros mismos, sino en nuestro Dios, en "el amor de Dios que est� en Cristo Jes�s, nuestro Se�or".

III. Qu� valioso es de confianza ilimitada. "Mirar�;" "Esperar�;" "Alma m�a, espera solo en Dios"; "Conf�a en �l en todo momento". "Es relativamente f�cil", dice el Dr. Edward Payson, "esperar en Dios, pero esperar solo en �l, sentir, en lo que respecta a nuestra fuerza, felicidad y utilidad, como si todas las criaturas y las segundas causas fueran aniquilado, y est�bamos solos en el universo con Dios, sospecho que es un logro dif�cil y raro ". Esta es la confianza ilimitada a la que aspiramos. Entonces podemos no solo esperar a Dios, sino esperar a Dios, dejando la melod�a y el m�todo de nuestra liberaci�n para �l (Salmo 37:7; Salmo 130:5, Salmo 130:6). Entonces no solo seremos encerrados con Dios, sino que nos encerraremos con Dios (Salmo 91:1). Con Dios de nuestro lado, somos la mayor�a. "�Para cu�ntos me cuentas?" pregunt� un antiguo comandante de un oficial que estaba alarmado por la disparidad de las fuerzas que pod�an desplegar contra el enemigo. "No temer� mal alguno, porque t� est�s conmigo".

"S� t� mi Dios, y el mundo entero es m�o;

Mientras seas soberano, estoy seguro; ser� rico hasta que seas pobre;

Por todo lo que temo y todo lo que deseo, cielo,

La tierra y el infierno son tuyos ".

E.S.P.

Miqueas 7:8, Miqueas 7:9

Dios el vindicador del penitente.

Las verdades aqu� ense�adas podr�an aplicarse al pueblo de Israel, con quien el profeta se identifica, cuando se humilla antes de exaltar a enemigos como los edomitas ( Abd�as 1:8) o sus conquistadores caldeos. La luz les lleg� en Babilonia, a trav�s del testimonio llevado por Daniel y sus amigos, el ministerio de Ezequiel, el favor de Ciro, y sobre todo por su liberaci�n de la maldici�n de la idolatr�a antes de su restauraci�n en su tierra. Pueden aplicarse tambi�n a una Iglesia en un estado deprimido o ca�do. Un remanente piadoso a�n podr�a esperar la liberaci�n y el avivamiento. P.ej. Sardis ( Apocalipsis 3:1). Tambi�n podemos usar las palabras para describir la experiencia de un pecador humillado ante Dios y el hombre. Darse cuenta-

I. SU ESTADO ACTUAL.

1. Ha ca�do. Luego se hab�a parado antes. No ha sido hip�crita, sino un peregrino en la carretera desde la Ciudad de la Destrucci�n hasta la Ciudad Celestial. Al igual que Christian en la alegor�a inmortal de Bunyan, Apollyon lo ha confrontado. En la lucha ha sido herido en la cabeza, la mano y el pie. "Entonces Apollyon, aprovechando su oportunidad, comenz� a reunirse cerca de Christian y, luchando con �l, le dio una terrible ca�da; y con la espada de Christian sali� volando de su mano". Postrado e impotente, parece "atra�do a la muerte y listo para ser asesinado".

2. Se sienta en la oscuridad. Un pecador endurecido en tal crisis puede tener una luz tal como es ("Camina a la luz de tu fuego y en las chispas que has encendido", Isa�as 50:11). Pero el cristiano ca�do se escucha lamentarse a s� mismo ( Job 29:2, Job 29:3). El sol, la luz del semblante de Dios, se ha ido. Es una noche de niebla. Ni siquiera se puede ver una estrella prometedora, excepto cuando la niebla se dispersa por un momento o dos antes de un aliento ascendente del Consolador Divino, quien, aunque afligido, no se ir�.

3. Est� expuesto a la indignaci�n del Se�or. No puede atribuir su oscuridad a la enfermedad o la depresi�n nerviosa. En la penumbra causada por la conciencia, ve la sombra causada por la justa ira de Dios. "Por lo tanto, esperamos la luz, pero contemplamos la oscuridad; el brillo, pero caminamos en la oscuridad", "Porque nuestras transgresiones se multiplican", etc. (vers�culos 9, 12).

4. Tiene que soportar el desprecio de los hombres. Sus enemigos se regocijan. Esto hace que la copa de amargura se desborde. El formalista justiciero le agradece a Dios que no es como otros hombres, ni siquiera en este cristiano. El hombre derrochador encuentra una excusa m�s para afirmar que no existe una religi�n real (cf. Salmo 35:15, Salmo 35:16, Salmo 35:21, Salmo 35:25). Podemos imaginar la morbosa curiosidad en las calles de Jerusal�n, cuando comenz� a susurrarse que se hab�a cometido un acto oscuro en el palacio del rey David, y que la muerte de Ur�as hab�a sido obtenida por medios sucios. �No se burlar�an los hombres de Belial del salmista real � seductor � asesino Samuel Ezequiel 12:14)? �C�mo los soldados y los sirvientes alrededor del fuego dentro del juicio deben haberse re�do mientras Peter lloraba sin �l! El mundo puede celebrar su carnaval m�s desenfrenado, no cuando los m�rtires est�n ardiendo en la hoguera o sus cad�veres yacen en la calle de Sodoma, sino cuando el Salvador est� herido en la casa de sus amigos, y la Iglesia est� de luto por el perdi� la reputaci�n de sus miembros ca�dos ( Lucas 17:1).

II LOS FUNDAMENTOS DE SU CONFIANZA PARA EL FUTURO. El cristiano ca�do espera levantarse nuevamente. Anticipa un nuevo d�a cuando el Sol de Justicia se levantar� nuevamente sobre �l. �l habla audazmente ( Ezequiel 12:8). Esta es la presunci�n m�s grosera o la fe m�s noble. Es como el alarde de Sans�n: "Saldr� como en otras ocasiones". o como la anticipaci�n de confianza de David: "Entonces ense�ar� a los transgresores tus caminos", etc. Que estas palabras no son vanas, aprendemos de los fundamentos de su confianza.

1. Se resuelve en silencio para soportar los golpes de castigo de Dios. Tal sumisi�n es una se�al de arrepentimiento genuino. Illust .: Los jud�os en cautiverio ( Lev�tico 26:40-3 ", y luego aceptan el castigo de su iniquidad; entonces recordar� mi pacto, etc.); Eli ( 1 Samuel 3:18 ); David, durante todo su largo castigo (v�ase, por ejemplo, 2Sa 12:20; 2 Samuel 15:25, 2 Samuel 15:26; 2 Samuel 16:11; cf. Job 34: 1-37: 81; Lamentaciones 3:39; Hebreos 12:5).

2. Pone toda su confianza en Dios. Justo antes ( Ezequiel 12:7) ha hablado de s� mismo como callado a Dios. Nuevamente regresa a �l y reiteradamente expresa su fe: "El Se�or ser� una Luz para m�: defender� mi causa: me llevar� a la luz". Su dolor piadoso y su sumisi�n alegre son signos de que hay una pel�cula m�stica, un cord�n espiritual que lo une, incluso en su estado ca�do, a su Dios Padre Y tiene la promesa de suplicar (Salmo 37:24; Proverbios 24:16). Illust .: Jon�s ( Jon�s 2:3, Jon�s 2:4), San Pablo ( Romanos 7:24, Romanos 7:25). A pesar de lo graves que son los pecados de los hijos adoptivos de Dios, son provistos para: "Hijitos m�os, estas cosas os escribo para que no pequ�is. Y si alguno peca", si alguno de ustedes peque�os peca, grave y agravado como puede ser su pecado: "tenemos un Abogado con el Padre, Jesucristo el justo: y �l es la Propiciaci�n por nuestros pecados" ( 1 Juan 2:1, 1 Juan 2:2). Dios reivindica a ese penitente. �l restaura su alma. Renueva su paz. �l restablece su reputaci�n empa�ada. Se pone una nueva canci�n en la boca (Salmo 40:1; Isa�as 12:1, Isa�as 12:2; Isa�as 57:18, Isa�as 57:19) .� ESP

Miqueas 7:13

El fruto de sus acciones.

Esta expresi�n es muy sugestiva. Ocurre tres veces en el profeta Jerem�as. En Jeremias 17:10 Dios declara, como uno de los signos de su omnisciente poder de b�squeda del coraz�n, que no solo puede recompensar a cada individuo de acuerdo con sus formas, sino "de acuerdo con el fruto de sus acciones". En Jeremias 21:14 se dirige una declaraci�n similar a la casa real de David: "Te castigar� seg�n el fruto de tus acciones". Y en Jeremias 32:17 el profeta expresa su admiraci�n ante la omnipotencia discriminatoria de Dios: "grande en el consejo y poderoso en el trabajo: porque tus ojos est�n abiertos sobre los caminos de los hijos de los hombres: para dar a cada uno seg�n sus caminos, y seg�n el fruto de sus obras ". Nuestro texto requiere exposici�n y admite ilustraci�n.

I. EXPOSICION. Un acto es una cosa; El fruto de ese acto es otra cosa. Por fruto entendemos lo que es el resultado natural de los actos que realizamos. Esos resultados naturales bajo el reinado de la ley moral podr�amos prever. Los actos, como los �rboles, producen fruto "seg�n su especie". De tal fruta somos responsables. La responsabilidad var�a seg�n el conocimiento adquirido o alcanzable. La falsedad de un ni�o, aunque cargada de desastres de por vida, es menos criminal que la mentira menos perjudicial de un adulto. Pero no podemos desconectar nuestros actos y sus frutos. No podemos matarlos en la semilla, ni pellizcarlos en el capullo, ni arruinarlos en la flor; dar�n fruto de alg�n tipo. No somos responsables de lo que podr�amos llamar los problemas accidentales de nuestros actos. Se puede hablar de nuestro bien. Las inferencias m�s injustificables pueden extraerse de nuestras palabras o hechos. La ense�anza de nuestro Se�or ha sido motivo de discordia en las familias y conflictos en los estados ( Mateo 10:34). La doctrina de San Pablo fue pervertida ( Romanos 3:8). Se necesita un juicio claro para discernir cu�l ser� el efecto natural de nuestra conducta. No podemos, no nos atrevemos, dejar nuestra influencia en otros fuera de la cuenta. Debemos usar la Palabra iluminadora y orar por la ayuda del Esp�ritu iluminador, para que podamos adquirir una conciencia iluminada. Y luego debemos buscar vivir para que el fruto de nuestras acciones traiga honor a Dios y sea para nuestra propia "alabanza, honor y gloria ante la aparici�n de Jesucristo".

II ILUSTRACI�N. Nuestra primera clase de ilustraciones ser�n aquellas en las que el fruto de nuestras acciones, como el fruto del �rbol en el jard�n, es "bueno" y "agradable a la vista" y "que se desee" como alimento para el alma. , por toda la eternidad.

1. La vida y obra de Jesucristo. El "buen maestro" "hizo el bien". Hizo la voluntad del que lo envi�, y al hacerlo "se hizo obediente hasta la muerte, incluso la muerte de la cruz," �Cu�l es el fruto de estas acciones? La eternidad sola puede revelar. Su recompensa ser� de acuerdo con ella, de acuerdo con la gloria tra�da a Dios y la bendici�n para los hombres ( Isa�as 53:11, Isa�as 53:12).

2. Los personajes y trabajos de los devotos siervos de Cristo. La vida y obra de Cristo es un patr�n y un est�mulo para todos sus seguidores ( Lucas 6:40). Siembra ahora la semilla del cristiano traer y hacer. Puede parecer perdido, como la semilla arrojada sobre la superficie de las tierras inundadas, pero la encontrar�s despu�s de muchos d�as. Puedes morir sin ver el fruto en esta vida; puede descansar de sus trabajos, pero sus trabajos lo seguir�n ( G�latas 6:7). Los incidentes que confirman esto frecuentemente salen a la luz. En un aniversario unitario en Nueva Inglaterra hace unos a�os, uno de los ministros, hablando de los peque�os resultados de su trabajo, agreg�: "Debe recordarse d�nde est� mi campo. El valle de Connecticut es el hogar de Jonathan Edwards, y aunque ha estado muerto un siglo, es un gran nombre y un poder para la ortodoxia en todo ese pa�s hoy ". Un devoto pastor, el reverendo Thomas Hall, trabaj� durante veintisiete a�os en Heckmondwike, Yorkshire, en medio de un gran des�nimo porque vio muy poca fruta de su trabajo. Su sucesor podr�a informar que durante mucho tiempo despu�s de su muerte, la mayor�a de los que fueron agregados a la comunidad de la Iglesia reconocieron su deuda con su pastor fallecido por sus primeras impresiones religiosas o alguna otra ayuda espiritual especial. Ten valor, compa�eros de trabajo. Si parece que ha trabajado en vano, puede agregar: "Mi juicio es con el Se�or, y mi trabajo con mi Dios" ( Isa�as 49:4). �l te recompensar� de acuerdo con los resultados naturales del trabajo de tu vida, "el fruto de tus acciones" ( Isa�as 3:10). Sin embargo, esta fruta debe variar con la calidad de nuestro trabajo (vea esta lecci�n que se ense�a en 1 Corintios 3:8). Pero la verdad de nuestro texto tiene su lado sombr�o y soleado.

3. Una naci�n ser� recompensada de acuerdo con sus pecados nacionales y el fruto de ellos. Illust .: Gran Breta�a y el tr�fico de opio. Incluso el arrepentimiento nacional y la reforma pueden no evitar algunas de las desastrosas consecuencias de las transgresiones pasadas. La esclavitud colonial ha dejado algunas de sus manchas sucias en la generaci�n actual.

4. Los pecadores deben esperar "la cosecha", que es "el fin del mundo" antes de que puedan recibir la justa recompensa de sus obras. William Cowper, en una carta a John Newton, aludiendo a la traducci�n de Homero en el que estaba comprometido, dice muy sinceramente: "Un autor tuvo que vigilar estrechamente su bol�grafo, para que no se le escapara una l�nea que, posiblemente, pueda hacer da�o cuando �l ha estado muerto y enterrado hace mucho tiempo. Lo que hemos hecho cuando escribimos un libro nunca se sabr� hasta el d�a del juicio; entonces la cuenta ser� liquidada, y todo lo bueno que ha ocasionado ser� testigo a favor o en contra de nosotros ". Homer mismo proporciona una ilustraci�n de esto. Se nos dice que fue la 'Il�ada' la que hizo mucho para moldear el car�cter de Alejandro de Macedonia. La vida de Alejandro fue la inspiraci�n de otros dos guerreros notorios: Julio C�sar y Carlos XII. de Suecia En contraste con la influencia p�stuma de Jonathan Edwards, queda registrado el efecto pernicioso en un pueblo en Berkshire del infiel, ingenio y libertino, Lord Bolingbroke. Muri� en 1751; pero hab�a envenenado tanto las mentes de los pobres aldeanos contra la religi�n, que tres cuartos de siglo despu�s, "el fruto de sus acciones" se pod�a rastrear con toda claridad. Tampoco es necesario que nuestros actos sean flagrantemente malvados para producir fruto de bateo. El descuido del deber tiende a hacer que otros lo descuiden y, por lo tanto, deja ese deber totalmente sin cumplir. La negligencia de "reunirnos" en la adoraci�n p�blica tiende a la disoluci�n de tales asambleas y al abandono de dicha adoraci�n. El fruto del discipulado secreto ser�a la desaparici�n de las iglesias cristianas. �Cu�l puede ser el fruto del pecado sino el dolor, el sufrimiento, la p�rdida? "La cosecha ser� un mont�n en el d�a del dolor y la tristeza desesperada" ( Isa�as 17:11). Aunque el pecado sea perdonado a trav�s del arrepentimiento y la fe, las consecuencias del mal uso o el desperdicio de a�os permanecer�n. Y como esas consecuencias, cada vez m�s amplias, no pueden resumirse hasta el gran d�a de Dios, "todos debemos manifestarnos ante el tribunal de Cristo; para que cada uno reciba las cosas que se hacen en el cuerpo, de acuerdo con lo que tiene hecho, ya sea bueno o malo ". Por lo tanto, "propongamos que sea nuestro objetivo ... complacerle bien" ( 2 Corintios 5:9, 2 Corintios 5:10) .� E.S.P.

Miqueas 7:18, Miqueas 7:19

Misericordia inigualable.

"El Se�or tu Dios convirti� la maldici�n en una bendici�n para ti, porque el Se�or tu Dios te amaba". Estas palabras de Mois�s reciben una sorprendente ilustraci�n en el hecho de que cada uno de los profetas "menores" que amenazan los juicios contra Israel termina con promesas de liberaci�n que anticipan los d�as del Mes�as. En ninguno se ve esto m�s llamativamente que en Miqueas. En este cap�tulo, el profeta, que ha estado lamentando la corrupci�n universal del pueblo (vers�culos 1-6), encuentra consuelo solo en Dios, a quien mira con sumisi�n y esperanza, y obtiene la seguridad de un favor divino renovado cuando el castigo es pasado (vers�culos 7-15). Esto lo alienta a orar (vers�culo 14). Su oraci�n es respondida por una promesa de liberaci�n como la que Dios logr� para su pueblo en Egipto (vers�culos 15-17). Ante esto, se lanza en adoraci�n a la incomparable misericordia de Dios, y anticipa el cumplimiento de las promesas que solo se cumplir�an con la llegada del tan esperado Libertador (vers�culos 18-20; y cf. Lucas 1:70-42) . Esta misericordia incomparable se muestra tanto en el car�cter esencial de Dios como en su tratamiento de los pecadores. Cada cl�usula sugiere una nueva reflexi�n sobre este atractivo tema.

I. "�QUI�N ES UN DIOS COMO TE?" La referencia al �xodo (vers�culo 15) nos recuerda las palabras de Mois�s ( �xodo 15:11). Si no hay nadie como Dios, "glorioso en santidad, temeroso en alabanzas, haciendo maravillas", �qu� maravilla puede ser tan grande como la liberaci�n del pecado? Si incluso los hombres imp�os son encantados por una breve adoraci�n de memoria como una liberaci�n del peligro, �cu�n profunda e incesantemente debemos adorar y glorificar a Dios por la salvaci�n del pecado, que es un mal m�s terrible que el c�lera, la locura o la muerte! Observe c�mo una pregunta como esta a menudo se hace o responde; p.ej. con respecto al poder de Dios ( Deuteronomio 33:26), su fidelidad ( 1 Reyes 8:23), su liberaci�n de los oprimidos (Salmo 35:10), su condescendencia a los humildes (Salmo 113:5, Salmo 113:6). En una palabra, en su car�cter y en todos sus tratos, se encuentra solo (Salmo 89:6).

II "QUE PERDONA LA INIQUIDAD". Esta es una parte tan esencial del car�cter de Dios como lo es el amor maternal en el coraz�n de una madre. Cuando Mois�s le dijo a Dios: "Te ruego que me muestres tu gloria", la respuesta fue: "Har� que toda mi bondad pase delante de ti, y proclamar� el Nombre del Se�or delante de ti" ( �xodo 33:18, �xodo 33:19). Y cuando se hizo la proclamaci�n sublime, uno de los elementos esenciales del car�cter de Jehov�, como se revela en su Nombre, fue "perdonar la iniquidad, la transgresi�n y el pecado" ( �xodo 34:5-2). A Dios le encanta que se le recuerde su Nombre y ver que es en eso en lo que descansan nuestras esperanzas de perd�n; p.ej. N�meros 14:17-4; Salmo 25:11; Salmo 86:5, Salmo 86:15; Salmo 130:4; Daniel 9:9.

III. "Y PASAR POR LA TRANSGRESI�N DEL REMANENTE DE SU PATRIMONIO". Esto denota una acci�n continua por parte de Dios. Los actos de perd�n aislados no resolver�an el caso. Viene con los ojos como una llama de fuego y, sin embargo, no "marca iniquidades" (Salmo 130:3; y cf. N�meros 23:21). Lo que �l recomienda lo practica ( Proverbios 19:11). Sin embargo, no por alguna laxitud en sus relaciones con el pecado, sino por su justa justicia. Tales declaraciones de la misericordia divina de las que est� lleno el Antiguo Testamento solo pueden entenderse perfectamente cuando se leen a la luz del Nuevo Testamento y del sacrificio expiatorio de Cristo, "por la redenci�n de las transgresiones que estaban bajo el primer pacto"; "A quien Dios se propuso como propiciaci�n, por medio de la fe, por su estado de �nimo, para mostrar su justicia, por el paso de los pecados cometidos antes, en la tolerancia de Dios" ( Romanos 3:25; Hebreos 9:15).

IV. "NO GUARDA SU ENOJAMIENTO PARA SIEMPRE, PORQUE SE ENCANTA EN LA MISERICORDIA". En medio de las palabras de gracia, tenemos un claro reconocimiento de la ira como una de las perfecciones de Dios. Entonces, en �xodo 34:7, "eso de ninguna manera aclarar� al culpable". Si no estuviera enojado con los pecadores, ser�a menos perfecto. Esta verdad necesita ser enfatizada en los d�as actuales de puntos de vista superficiales del pecado. Pero si fuera a retener su ira para siempre, ser�a fatal ( Isa�as 57:16). Entonces "�l no siempre reprender�", etc .; �l "no se ir� para siempre; pero aunque cause dolor, tendr� compasi�n seg�n la multitud de sus misericordias" (Salmo 103:9; Lamentaciones 3:31, Lamentaciones 3:32). Y esto "porque se deleita en la misericordia". En su sentido literal "�l est� empe�ado en la misericordia". Pruebas de esta multitud sobre nosotros desde todos los lados. Lo vemos en la historia de Israel ( Nehem�as 9:16, Nehem�as 9:26-16; Salmo 78:1.), En la cruz de Cristo ( 1 Juan 4:10), en la larga vida de muchos de los m�s impenitentes ( Romanos 2:4), y en la experiencia de aquellos que ahora se regocijan en la salvaci�n ( Efesios 2:4; Tito 3:4). Por lo tanto, es una alegr�a para Dios perdonar y salvar. Las par�bolas de Lucas 15:1 nos recuerdan esto. La perla de las par�bolas que sigue podr�a llamarse, no "El hijo pr�digo", sino "El padre sufriente y regocijo".

V. "VOLVER� DE NUEVO, TENDR� COMPASI�N CON NOSOTROS". En nuestro idioma "�l volver� a tener compasi�n de nosotros". Cuando Dios envi� a Jesucristo "predicando la paz" a Israel, no fue algo nuevo. Fue la �ltima y m�s sublime ilustraci�n de un h�bito Divino ( Hebreos 1:1). En los d�as del desierto, "�l, lleno de compasi�n, perdon� su iniquidad y no los destruy�: s�, muchas veces desvi� su ira y no despert� toda su ira" (Salmo 78:38). As� Dios los trat� a todos a lo largo de su historia. Vea el resumen de la historia posterior de Jud� en 2 Cr�nicas 36:14, "... hasta que no haya remedio", etc. Pero nuevamente tuvo compasi�n; volvi� a cautivarlos, seg�n sus promesas de Mois�s ( Deuteronomio 30:1). Y aunque crucificaron al Cristo, y fueron "quebrados", todav�a son "amados por el bien del padre". Dios nuevamente tendr� compasi�n de ellos ( Zacar�as 12:10; Zacar�as 13:1). "Y as� todo Israel ser� salvo". Estos actos repetidos de la misericordia en que Dios se deleita pueden alentar a los m�s viles a pedir perd�n, "seg�n la multitud de tus tiernas misericordias" (Salmo 51:1).

VI. "SUJETAR� NUESTRAS INIQUIDADES" Las pisotear�, las pisotear�. Una de las peculiaridades marcadas del perd�n divino es el resultado en el pecador mismo. Nadie perdona con tan buen efecto en el pecador perdonado. Algunos est�n decepcionados de aquellos a quienes perdonan. No tan Dios. Cada vez que remite el pecado, reforma al pecador. Su salvaci�n es del amor y el poder, as� como el castigo del pecado; un pecador no puede comprender el perd�n y descuidar la pureza. Tampoco lo desea. Los motivos m�s sagrados lo proh�ben. La promesa de perd�n se acompa�a con la garant�a del Esp�ritu purificador ( Ezequiel 36:25; Romanos 8:1, Romanos 8:2; 1 Corintios 6:11) . El pecado es una serpiente que se aplastar� bajo el tal�n ( Romanos 16:20). Es un enemigo para ser conquistado, y qui�n ser� conquistado porque "no estamos bajo la Ley, sino bajo la gracia" ( Romanos 6:14). La victoria es de Dios, aunque la bendici�n es nuestra (Salmo 98:1), "�l someter� nuestras iniquidades".

VII. "ERES CASTADO TODOS SUS PECADOS EN LAS PROFUNDIDADES DEL MAR". Esto indica la integridad de la salvaci�n divina. En otros lugares tenemos la promesa (Salmo 103:12). Ezequ�as dice: "T� arrojaste todos mis pecados a mis espaldas", para que el acusador no pueda atraparlos sin ir detr�s del trono de Dios; y Dios mismo nunca volver� a verlos. Aqu� la figura es a�n m�s llamativa; pecados arrojados, no en las aguas poco profundas, sujetos a las mareas que podr�an arrojarlos a la vista de nuevo, sino a las profundidades del mar (cf. Jer 1: 1-19: 20). Se usan otras figuras para ense�ar la misma verdad: la nube se borr�, nunca se la volver� a ver ( Isa�as 44:22); pecado olvidado, incluso por Dios mismo ( Isa�as 43:25). Tal es la misericordia incomparable de Dios para perdonar el pecado. Y cuando nuestros pecados son finalmente sometidos y perdonados, arrojados a las profundidades del mar, mientras estamos parados en la orilla eterna, justificados, santificados, glorificados, entonces cantaremos la canci�n final, "Gracias a Dios que da nosotros la victoria a trav�s de nuestro Se�or Jesucristo ". Y debido a que ya estamos siendo salvados por un Dios de tal incomparable misericordia, en quien hemos depositado nuestra confianza, no tememos sobre el tema ( Romanos 8:38, Romanos 8:39) .

"Levantamos nuestras manos exultantes

En tu favor Todopoderoso,

El amor Divino, que nos hizo tuyos,

Nos mantendr�s tuyos para siempre ".

E.S.P.

HOMILIAS POR A. ROWLAND

Miqueas 7:18, Miqueas 7:19

Un Dios indulgente.

En los d�as de Miqueas, la condici�n social y religiosa de Jerusal�n era deplorable. En todo el pa�s prevalecieron los males, pero fueron los peores en su centro. Instintivamente, los viciosos se dirigen a una ciudad llena de gente. Si el vicio es condenado en la naci�n, su verg�enza es menos notoria en una multitud; y si no se condena el vicio, la ciudad brinda las mejores oportunidades para la satisfacci�n del deseo imp�o. Todav�a necesita valor y sabidur�a para reconocer y combatir los males que prevalecen en las grandes ciudades, y Dios todav�a requiere caballeros de la cruz que pelear�n, no desde la antig�edad por la tumba de Cristo, sino por su Iglesia. Micah fue uno de estos. Los pecados prevalentes de los d�as del profeta amenazaban la existencia de la sociedad, aflojando los lazos que daban la unidad a la naci�n y dividiendo en facciones a miembros de la misma familia. Los ricos chupaban la sangre vital de los pobres, y los jueces abiertamente pidieron sobornos, sin el m�s m�nimo sentimiento de verg�enza; para que los profetas no solo fueran los maestros de la verdad, sino tambi�n las tribunas de la gente. La incredulidad en Dios yace en la ra�z de tales actos incorrectos, ya que a menos que los gobernantes reconozcan la responsabilidad hacia �l, se destruye una de las mayores salvaguardas contra su abuso de autoridad. Convencidos de que Dios era uno como ellos, prevaleci� la idolatr�a, y aunque el templo segu�a en pie y su adoraci�n era tan hermosa como siempre, la irrealidad y la hipocres�a hicieron que tal religi�n fuera peor que in�til. Algunas voces se alzaron audazmente contra esta condici�n de las cosas. Isa�as y Miqueas se pararon lado a lado en sus protestas, e hicieron mucho para detener la ola de iniquidad. Sin embargo, con toda su en�rgica denuncia del pecado, la esperanza se manten�a constantemente para el pecador, y nunca se expuso la misericordia de Dios m�s claramente que en las palabras de nuestro texto. Setecientos a�os despu�s de la muerte de este profeta, los Sabios del Este llegaron a Jerusal�n preguntando por el que hab�a nacido para ser el Rey de los Judios y la Luz del mundo. Fueron respondidos en las palabras de Miqueas, y fue siguiendo sus instrucciones que vieron y adoraron al ni�o Jes�s. Incluso en nuestros d�as podemos decir: "�l est� muerto pero habla", mientras que las espl�ndidas oraciones de Cicer�n y Dem�stenes no tienen influencia sobre la sociedad moderna, y los discursos registrados por T�cito y Tuc�dides solo tienen su maravilloso valor literario, las palabras delgadas El antiguo profeta satisface nuestras necesidades, nos da orientaci�n y consuelo, nos envalentona a confiar en la misericordia de un Dios que perdona. El tema del perd�n divino sugerido aqu� ahora tendr� nuestra consideraci�n.

I. LA PREROGATIVA DEL PERD�N ES RECLAMADA POR DIOS PARA SI MISMO. �l conoc�a las necesidades de sus hijos y, por lo tanto, proclam� su amor perdonador desde el principio. Incluso en medio de los terrores del Sina�, se revel� como un Dios que "perdona la iniquidad". David se anim� a venir a su presencia, despu�s de la comisi�n de los pecados m�s graves, rezando: "Ten piedad de m�, Se�or, seg�n tu bondad amorosa", etc. Perdona por su propia voluntad, porque, como dice Miqueas , "se deleita en la misericordia; y con un conocimiento perfecto de lo que es peor en nosotros, declara su disposici�n a perdonar a todos los penitentes. Este poder no lo ha delegado a nadie. Si Jes�s hubiera sido simplemente humano, los fariseos tendr�an fue justificado al decir: "Este hombre blasfema", cuando perdon� los pecados del paral�tico. Tampoco la declaraci�n de nuestro Se�or a sus ap�stoles, "cuyos pecados remites a ellos, se los remite a ellos", los dota de una forma s�per natural o privilegio exclusivo. Su derecho era s�lo ministerial y declarativo, y es compartido por todos aquellos que, por gracia divina, se han hecho "reyes y sacerdotes para Dios".

II El perd�n divino parece m�s maravilloso cuando se compara con el perd�n del hombre. "Como los cielos son m�s altos que la tierra, mis caminos son m�s altos que los tuyos", etc. Supongamos el caso de un empleado que, despu�s de haber robado a su amo, es detectado, pero en evidencia de sincera contrici�n se restablece en su posici�n. . Su restituci�n va acompa�ada de t�rminos duros, es observado con recelo y su empleador considera que ha sido excepcionalmente generoso para restaurarlo. Compare esto con lo que nuestro Se�or cuenta del amor perdonador de Dios en su par�bola del hijo pr�digo. En lugar de ser rechazado, su padre lo ve "cuando est� muy lejos"; en lugar de enojados reproches, tiene "compasi�n de �l"; en lugar de una reserva fr�a, cae sobre su cuello y lo besa; en lugar de sospecha, hay alegr�a, y toda la casa est� llena de m�sica y baile. O tome, como otro contraste, la recepci�n dada en casa a una ni�a que ha salido mal, con la conmovedora historia del amor de nuestro Se�or a la mujer que era pecadora. Y Jes�s dice: "El que me ha visto a m�, ha visto al Padre". "�Qui�n es un Dios para ti que perdona la iniquidad?"

III. EL DIVINO PERD�N ES PROFECIONADO POR TODO TIPO DE PECADO. Se usan diferentes palabras aqu� y en otros lugares para mostrar que ning�n tipo de acto incorrecto est� exento de perd�n; para que lo moral y lo vicioso, los que han pecado interna o externamente, puedan ser alentados a regresar al Se�or. La "transgresi�n" es un acto de maldad cometido contra una ley reconocida como santa. Significa atravesar una l�nea dibujada y visible. "Investigaci�n" es la tendencia interna que responde a las sugerencias del mal; que no podemos erradicar, y que hace que la auto reforma no tenga remedio. Los "pecados" son actos realizados por motivos equivocados. Todo esto se promete ser� eliminado con nuestro arrepentimiento.

IV. El perd�n divino es completo y minucioso.

1. "Lanzar�s todos sus pecados a las profundidades del mar". Si dejamos caer un cuchillo en una piscina de mareas, podemos verlo y recuperarlo; pero si navegamos fuera de la vista de la tierra y la dejamos caer por la borda en las "profundidades del mar", desaparecer� para siempre. Tan completamente desaparecidos est�n nuestros pecados perdonados.

2. "�l someter� nuestras iniquidades". Si nuestra naturaleza no est� santificada, solo haremos nuevamente nuestras malas acciones. Todos nuestros afectos y pensamientos deben estar sujetos a la voluntad Divina, y esto solo puede ser el resultado de la propia obra de Dios.

CONCLUSI�N. �C�mo puede Dios ser justo y, sin embargo, nuestro justificador? Este misterio, que se encuentra en la ra�z de su gobierno moral, encuentra su �nica respuesta en la cruz de Cristo. Las leyes de Dios son eternas e inexorables. No puede desviarse de la justicia absoluta. El pecado debe traer verg�enza, miseria y muerte, aqu� y en el m�s all�. Por lo tanto, si Dios hubiera dicho que todo se pasar� por alto, la pena ser� eliminada, la Ley derogada, les parecer�a a miles de seres inteligentes (en comparaci�n con cuya multitud la raza humana no es nada) que la Ley fue injusta en su enunciaci�n o injusto en su derogaci�n. Sin embargo, un sentido de la perfecta integridad de Dios es el fundamento de la dicha de su criatura. Pero el Hijo de Dios se convirti� en el Hijo del hombre. Reuni� en s� mismo todas las simpat�as, poderes y sufrimientos de nuestra raza. Se destac� como nuestro Representante, reivindicando la Ley por su obediencia y muriendo en la cruz por transgresores. Esto provocar�a una mayor reverencia por Law que si la raza hubiera sido castigada; y tal muestra de amor gana todos los corazones de la desobediencia.

"Mi fe pondr�a su mano

En esa querida cabeza tuya,

Mientras como un penitente me paro,

Y all� confiesas mi pecado ".

ARKANSAS.

HOMILIAS DE D. THOMAS

Miqueas 7:1

El lamento de un verdadero patriota sobre las corrupciones morales de su pa�s.

"�Ay de m�! Porque soy como cuando recogieron las frutas de verano, como las espigas de la cosecha: no hay racimo para comer: mi alma deseaba la primera fruta madura", etc. En estos vers�culos el profeta lamenta el Condici�n moral de su pa�s. La imagen que dibuja de su maldad es muy horrible. Responde no solo al car�cter de las personas en el reinado de Acaz, sino a su car�cter bajo el reinado de otros reyes y en otros tiempos. Tome las palabras como presentando el lamento de un verdadero patriota sobre las corrupciones morales de su pa�s. "�Ay de m�!" etc. Quiere decir: "Es conmigo como alguien que busca fruta despu�s de la cosecha, uvas despu�s de la cosecha; no hay un solo racimo". Hay varias cosas que lamenta.

I. LA SALIDA DE LA EXCELENCIA DE SU PA�S. "El hombre bueno pereci� de la tierra". Quienes son los buenos hombres a los que se hace referencia aqu� no se conocen. La declaraci�n se expresa en t�rminos generales y puede implicar simplemente que no se encuentran hombres buenos en el pa�s. �O las palabras, como piensan algunos, apuntan especialmente a Ezequ�as, Jos�as, o buenos hombres desconocidos para la fama? Sin embargo, se hab�an ido. No se dice si emigraron a tierras lejanas o se fueron a la gran eternidad. Esta �ltima es la idea m�s probable. En cualquier caso, la partida de tales hombres es una gran p�rdida, una p�rdida que los verdaderos patriotas pueden lamentarse. Los hombres buenos son las "luces del mundo". Son la "sal de la tierra". Su influencia penetra en la masa, contrarresta su tendencia a la corrupci�n, elimina su insipidez moral, le da un nuevo esp�ritu, un esp�ritu penetrante y sabroso. Son los conservadores de lo bueno y los reformadores pac�ficos de lo malo. "Muri� de la tierra". No dice "pereci� de ser". Hab�an dejado la tierra, pero no el universo. Estaban pensando, sintiendo, activos todav�a. Hay un sentido, de hecho, en el que no podr�an perecer fuera de la tierra. Los buenos hombres dejan atr�s principios, ideas, un personaje que vivir�, se extender� y trabajar� hasta el final de los tiempos.

II LA RAMPANCIA DE AVARICE EN SU PA�S. El funcionamiento de la avaricia se indica en el �ltimo extremo del segundo y dos versos siguientes.

1. Aqu� tenemos su trabajo entre la comunidad en general. "Todos esperan la sangre; cazan a cada hombre a su hermano con una red". Obtener riqueza para ellos era con ellos una pasi�n tan furiosa que se ignoraron los derechos y la vida de los dem�s. Su avaricia era tan voraz como la pasi�n de una bestia salvaje. No, solo ve�an a los hombres como v�ctimas de su presa. �Esta avaricia no funciona as� en la sociedad inglesa? El hombre ha llegado a valorar al hombre solo en proporci�n, ya que puede prestarle servicio, enriquecer su tesoro y avanzar en su engrandecimiento. �Qu� redes se extienden en cada calle, en cada centro comercial y oficina, en cada diario, para atrapar hombres! "Cazan a todos los hombres".

2. Aqu� tenemos su trabajo entre las clases superiores. "Para que puedan hacer el mal con ambas manos con seriedad, el pr�ncipe pide, y el juez pide una recompensa; y el gran hombre, �l expresa su deseo travieso: as� que lo envuelven". La idea parece ser esta: que el "gran hombre", el "pr�ncipe", por alg�n motivo corrupto, busca la condena de alguna persona inocente; y el "juez", por un soborno, satisface su deseo. Un juez de avaricia declarar� culpable a un hombre inocente. Todo esto se hace muy laboriosamente "con las dos manos". El negocio debe enviarse lo antes posible, para que no se inicie alg�n evento que los frustrara; y cuando se hace "lo envuelven". "Entonces lo envuelven". La avaricia, como todas las pasiones pecaminosas, busca concluir sus cr�menes. Pero la versi�n autorizada probablemente est� equivocada, y el renderizado deber�a ser "lo tejen juntos", es decir, se unen para trazar (ver Exposici�n).

III. LA PELIGROSA DE LOS MEJORES EN SU PA�S. "El mejor de ellos es como un brezo: el m�s recto es m�s afilado que un seto de espinas". Hay una gradaci�n de maldad de los hombres en el pa�s, pero lo mejor de ellos es como una espina espinosa y peor que un seto de espinas. El profeta est� tan impresionado con esto que el pensamiento de retribuci�n se apodera de �l, y �l dice: "Llegar� el d�a de tus vigilantes y tu visita; ahora ser� su perplejidad".

IV. LA FALTA DE VERDAD EN EL PA�S. "No conf�es en un amigo, no conf�es en un gu�a", etc. "No conf�es en un compa�ero; no conf�es en un amigo familiar; de ella que yace en tu pecho guarda las puertas de tu boca. Por el hijo desprecia al padre, la hija se levanta contra su madre, la nuera contra su suegra; los enemigos de un hombre son los miembros de su propia familia "(Henderson). Toda la fe social se hab�a ido; un hombre hab�a perdido toda confianza en su hermano. El escepticismo social y la sospecha prevalecieron en todos los c�rculos. No se deb�a poner fe en un amigo. Los mismos labios deb�an ser sellados. Sin confianza en la esposa, ya no deb�a ser tratada como un objeto de confianza. No hay confianza en el hijo, la hija o la madre. Las relaciones m�s cercanas se contaban como enemigos: "Los enemigos de un hombre son los hombres de su propia casa".

CONCLUSI�N. Tales fueron los males sobre los cuales este profeta patri�tico derrama sus lamentos. �Qu� hombre de coraz�n recto no lamentar�a semejante corrupci�n moral en su pa�s? Jerem�as dijo: "�Oh, si mi cabeza fuera agua y mis ojos una fuente de l�grimas, para que pueda llorar d�a y noche!" etc. Pablo dijo: "�Ojal� estuviera maldito!" etc. Cristo dijo: "�Jerusal�n, Jerusal�n!" La caracter�stica de un verdadero patriota es que siente una preocupaci�n m�s profunda por el estado moral de su pa�s que por su condici�n educativa o comercial. � D.T.

Miqueas 7:7

Las posibilidades de que los hombres piadosos caigan en grandes problemas.

"Por lo tanto, mirar� al Se�or; esperar� al Dios de mi salvaci�n: mi Dios me escuchar�. No te regocijes contra m�, oh enemigo m�o: cuando caiga, me levantar�; cuando me siento en la oscuridad, el Se�or ser� una luz para m� ", etc. El profeta, habiendo vuelto en los vers�culos anteriores de este cap�tulo a la maldad de su pueblo, que antes hab�a representado en la mayor�a de los colores oscuros y terribles, aqu� procede a representarlos en su estado de cautiverio, reducido al arrepentimiento y anhelo de esa interposici�n divina que implicar�a la destrucci�n completa de sus enemigos. �Considero que las palabras exhiben las posibilidades de Dios?

I. LA POSIBILIDAD DE HOMBRES DE DIOS QUE SE ENCUENTRAN EN GRANDES PROBLEMAS. "No te regocijes contra m�, enemigo m�o: cuando caiga, me levantar�". �Qui�n es el enemigo al que se hace referencia aqu� apenas importa, ya sea Babilonia, Edom o alguna otra persona o pueblo? Todos los hombres piadosos han tenido sus enemigos. Todos los que alguna vez se han esforzado por llevar una vida santa han sufrido persecuci�n de alguna manera y medida. Aqu� se hace referencia a dos cosas relacionadas con el problema.

1. Fue una "ca�da". Los hombres piadosos son responsables de muchas ca�das: ca�das de la salud a la enfermedad, de la riqueza a la pobreza, de la amistad social a la desolaci�n; pero el mayor fracaso es moral: la ca�da del car�cter. Ante esto, los mejores hombres son responsables, p. Mois�s, David, Pedro.

2. El problema era una "oscuridad". "Cuando me siento en la oscuridad". La luz y la oscuridad se usan con frecuencia para la prosperidad y la adversidad. Hay muchas cosas que oscurecen el alma. La decepci�n es una nube, el remordimiento es una nube, la desesperaci�n es una nube. Algunas de estas nubes a menudo cubren el cielo mental en tela de saco. A los hombres de Dios a menudo se les permite caminar en la oscuridad y no tener luz.

II LA POSIBILIDAD DE LOS HOMBRES DE DIOS QUE SE SUSTENTAN GLORIOSAMENTE EN PROBLEMAS. "Por lo tanto, mirar� al Se�or; esperar� al Dios de mi salvaci�n", etc. El hombre piadoso tiene un poder dentro de �l, con la ayuda Divina, de elevar su alma por encima de los abrumadores cuidados, sufrimientos y penas de vida. "No te regocijes en m�, enemigo m�o: cuando caiga, me levantar�; cuando me siente en la oscuridad, el Se�or ser� una luz para m�". �C�mo lo hace?

1. Al mirar a Dios. "Por lo tanto, mirar� al Se�or". El hombre que fija sus ojos en el sol se vuelve inconsciente de las peque�as cosas que lo rodean. El alma que siente que Dios es el gran objeto en su horizonte apenas puede dejar de ser boyante y valiente.

2. Esperando a Dios. "Esperar� al Dios de mi salvaci�n". �l est� seguro de venir a mi liberaci�n; es solo una cuesti�n de tiempo, y esperar�. Mientras el granjero en las nieves y tormentas del invierno espera la estaci�n vernal, seguro de que llegar�, as� el hombre piadoso, en la prueba, espera el acercamiento de Dios.

3. Al confiar en Dios. "Mi Dios me escuchar�". �l ha prometido ... hacerlo; ya lo ha hecho antes; �l es una oraci�n escuchando a Dios. �l ha dicho: "A ese hombre mirar�", etc.

4. Al someterse a Dios. "Llevar� la indignaci�n del Se�or, porque he pecado contra �l". No reprender� ni me rebelar� bajo mi sufrimiento; Me inclinar� ante su voluntad, porque merezco castigo, ya que he pecado contra �l. Los sufrimientos que soporto son insignificantes en comparaci�n con los pecados que he cometido.

5. Esperando a Dios. "�l me sacar� a la luz, y ver� su justicia". "El llanto puede durar una noche, pero la alegr�a viene con la ma�ana". Por lo tanto, es posible que los hombres piadosos se animen e incluso triunfen en las mayores calamidades. Hundidos en la m�s profunda aflicci�n, pueden mirar a sus enemigos a la cara y decir: "No te regocijes contra m�, enemigo m�o: cuando caiga, me levantar�". Aunque ahora estoy abajo, me levantar� de nuevo. �Bendita esperanza!

"Susurra sobre el ni�o acunado

R�pido encerrado en un sue�o tranquilo,

Ere su alma pura es pecado enga�ado,

Ere pena dice que llore.

"Alivia el o�do de la madre con esperanza,

Como la campanilla de plata de las dulces campanas,

Y cuerpos del alcance desconocido

De tiempo oscuro y misterioso!

"Se escuch� en el d�a resucitado de la virilidad,

Y los nervios del alma a la fuerza,

Cuando la vida brilla con el rayo m�s completo,

Advertencia de la noche menos.

"Habla de fines nobles para ganar,

Un mundo para reparar por amor

Que templa la fuerza de la mano y el cerebro

Con suavidad de la paloma.

"Cae sobre la oreja envejecida

Aunque sordo a la voz humana,

Y cuando las dosis nocturnas del hombre son tristes,

Le dice que a�n se regocija.

"Habla de la felicidad m�s all� de la tumba,

Las almas separadas para emocionar

El guerdon de los verdaderamente valientes

�Qui�n luch� contra los poderes del mal? "(Palabras del hogar).

?D.T.

Miqueas 7:10

Perseguidores religiosos.

"Entonces ella, que es mi enemigo, lo ver�, y la verg�enza cubrir� a la que me dijo: �D�nde est� el Se�or tu Dios? Mis ojos la contemplar�n: ahora ser� pisoteada como el lodo de las calles". "Y que mi enemigo lo vea, y la verg�enza cubra a la que me ha dicho: �D�nde est� Jehov� tu Dios? Mis ojos lo ver�n; ahora ser� ella para pisotear como lodo en las calles" (Delitzsch). "Aunque, por ejemplo, Dios hab�a entregado su naci�n al poder de sus enemigos, las naciones del mundo, a causa de sus pecados, de modo que cumplieron la voluntad de Dios destruyendo los reinos de Israel y Jud� y llev�ndose la gente al exilio; sin embargo, se enorgullecieron de su propio poder al hacerlo, y no se reconocieron a s� mismos como instrumentos de castigo en la mano del Se�or, pero atribuyeron sus victorias al poder de su propio brazo, e incluso en medio de la destrucci�n de Israel con un desprecio despectivo del Dios viviente. Por lo tanto, violaron los derechos de Israel, de modo que el Se�or se vio obligado a llevar a cabo la competencia de su pueblo con los paganos, y asegurar los derechos de Israel por el derrocamiento del poder pagano del mundo "(ibid.). Las palabras nos presentan algunas reflexiones sobre

I. SU VISI�N HUMILIZANTE. "Entonces ella, que es mi enemigo, lo ver�, y la verg�enza la cubrir�". "�Mira qu�? La liberaci�n, la exaltaci�n que Dios forj� para las v�ctimas. Pocas cosas son m�s dolorosas para una naturaleza maligna que presenciar la prosperidad y felicidad del objeto de su intensa aversi�n. Cada rayo de deleite en el odiado cae como fuego sobre los nervios del alma del enemigo. Testigo Am�n y Mardoqueo. Est� destinado a que todo perseguidor imp�o sea testigo alg�n d�a de la felicidad de los piadosos a quienes ha atormentado. Las canciones del m�rtir caer�n sobre los o�dos de los demonios humanos que forjaron sus cadenas, encendieron sus fuegos y lo torturaron cuando viv�a. "Habr� llanto y crujir de dientes, cuando ve�is a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas, en el reino de Dios, y ustedes mismos expulsados". Otra cosa en el pasaje que se nos presenta sobre los perseguidores religiosos es:

II Su esp�ritu burl�n. "�D�nde est� el Se�or tu Dios?" El desprecio es uno de los principales demencias en el alma del perseguidor. "Mis l�grimas", dijo David, "han sido mi comida d�a y noche, mientras mis enemigos continuamente dicen: �D�nde est� ahora tu Dios?" Nuevamente, "Mis enemigos me reprochan, dici�ndome diariamente: �D�nde est� tu Dios?" Nuevamente, "�Por qu� los paganos deber�an decir: �D�nde est� su Dios?" �C�mo se mostr� este esp�ritu burl�n en aquellos que persegu�an y mataban al Hijo de Dios! "Los que pasaron por all� lo injuriaron, meneando la cabeza y diciendo: T� que destruyes el templo y lo edificas en tres d�as, s�lvate a ti mismo. Si eres el Hijo de Dios, desciende de la cruz" ( Mateo 27:40). El esp�ritu burl�n es generalmente mal�fico. Es diab�lico, tiene el veneno del infierno. El esp�ritu burl�n es generalmente altivo. "Se burla orgulloso y altivo" ( Proverbios 21:24). El esp�ritu burl�n es generalmente ignorante. Quien se dedica al rid�culo generalmente carece del poder de la informaci�n y la discusi�n.

III. SU RUINA SUPERIOR. "Ahora ser� pisoteada como el lodo de las calles". Hay un Dios que juzga en la tierra, y sus fuerzas retributivas est�n siempre detr�s del crimen. La sangre de los m�rtires clama al cielo y agita a estas fuerzas a la acci�n. "�Hasta cu�ndo, Se�or, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre sobre los que moran en la tierra?" ( Apocalipsis 6:10).

"Venga, oh Se�or, tus santos sacrificados, cuyos huesos

Acu�state en las monta�as alpinas fr�as; incluso los que mantuvieron tu verdad tan pura de anta�o, cuando todos nuestros padres adoraban cepas y piedras,

No te olvides: en tu libro registra sus gemidos

�Qui�nes eran tus ovejas y en su antiguo redil? Sus gemidos

Los valles se redoblaron hacia las colinas, y ellos

Al cielo. La sangre y la ceniza de su m�rtir algunos O'er todos los campos italianos, donde todav�a se balancean

El triple tirano; que de estos puede crecer

Cien veces, que, habiendo aprendido tu camino, temprano puede volar el ay de Babilonia "(Milton).

D.T.

Miqueas 7:11, Miqueas 7:12

El buen momento viene.

"En el d�a en que se construir�n tus muros, en ese d�a el decreto estar� muy alejado. En ese d�a tambi�n vendr� a ti desde Asiria, y desde las ciudades fortificadas, y desde la fortaleza hasta el r�o, y de mar a mar, y de monta�a a monta�a ". El profeta aqu� habla en nombre de Israel, y parece exultarse con la expectativa de la restauraci�n completa de Jerusal�n. Sus muros ser�an reconstruidos, y sus ciudadanos dispersos ser�an reunidos con ella desde Asiria a Egipto, de mar a mar y de monta�a a monta�a. "La construcci�n m�s natural", dice Henderson, "es que el decreto de Dios que respeta los cambios pol�ticos que iban a tener lugar no se limitar�a a Babilonia, sino que se extender�a a todos los pa�ses alrededor de Judea, como consecuencia de �Qu� grandes n�meros se convertir�an en pros�litos de la fe jud�a? Las palabras pueden usarse para ilustrar dos cosas relacionadas con el buen tiempo que viene.

I. Ser� un tiempo para reconstruir lo arruinado. "En el d�a en que se construir�n tus muros". Se hace referencia a los muros de Jerusal�n: los muros de fortificaci�n, protecci�n; Estos deben ser reconstruidos. Daniel dijo que deb�an ser reconstruidos en tiempos problem�ticos ( Daniel 9:25). Sin embargo, hay una reconstrucci�n m�s importante que esta: una reconstrucci�n que contin�a y continuar�; hasta que la gran ciudad moral sea completa.

1. El alma humana es un edificio. Es un templo, una "casa espiritual" creada como residencia para el Eterno, un hogar para que el Esp�ritu Santo viva. Es "una ciudad cuyo Constructor y Creador es Dios".

2. El alma humana es un edificio en ruinas. Las paredes est�n derribadas; Sus columnas, arcos, techo, habitaciones, todo en ruinas.

3. El alma humana es un edificio para ser reconstruido. Cristo debe ser la piedra angular, etc. "Ustedes est�n construidos juntos para una habitaci�n de Dios a trav�s del Esp�ritu" ( Efesios 2:22). Esta reconstrucci�n contin�a seg�n un plan del gran Arquitecto moral; est� siendo elaborado por agentes que no saben nada del plan. Se completar� un d�a; La piedra de la cima se manifestar� un d�a, con gritos de "�Gracia, gracia!" ( Zacar�as 4:7). Esta nueva Jerusal�n establecida en la tierra, �qu� ciudad tan magn�fica ser�! Las palabras pueden usarse para ilustrar otra cosa con respecto al buen momento que viene.

II SER� UN MOMENTO PARA REUNIRSE A LOS DISPERSOS. "En aquel d�a tambi�n vendr� a ti desde Asiria, y desde las ciudades fortificadas, y desde las fortalezas hasta el r�o, y de mar a mar, y de monta�a en monta�a". "Todos", dice un viejo escritor, "que pertenecen a la tierra de Israel, ya sea que se haya dispersado y angustiado, a lo largo y ancho de la faz de toda la tierra, vendr�n en masa nuevamente a �l. �l vendr� a ti, habiendo libertad para regresar y un coraz�n para regresar de Asiria, donde las diez tribus fueron llevadas, aunque estaba alejado de las ciudades fortificadas y de la fortaleza, esas fortalezas en las que cre�an que las ten�an r�pido; para cuando llegue el tiempo de Dios, sin embargo Fara�n no dejar� ir a la gente, Dios los sacar� con mano alta. Vendr�n de todas las partes remotas, de mar a mar, y de monta�a a monta�a, sin dar marcha atr�s por temor a sus desalientos, sino que ir�n de fuerza en fuerza, hasta que llegan a Si�n "La familia humana, que el Cielo pretend�a vivir como una gran hermandad, se ha dividido en secciones morales, antag�nicas entre s� y dispersas por todo el mundo. Llegar� el momento en que se reunir�n, no, por supuesto, en un sentido local, sino en un plano espiritual, en unidad de sentimiento, simpat�a, punter�a, alma. Todos ser�n uno en Cristo. Ser�n reunidos en esp�ritu de los cuatro vientos del cielo.

CONCLUSI�N. �Date prisa en este buen momento! �Que las ruedas de carro de Providence giren con mayor velocidad!

"Una canci�n emplea a todas las naciones; y todos gritan: '�Digno el Cordero, porque fue asesinado por nosotros!' naci�n tras naci�n ense�� la tensi�n, la Tierra hace rodar a la entusiasta Hosanna ".

(Cowper.) - D.T.

Miqueas 7:13

El hombre arruina el fruto de su propia conducta.

"No obstante la tierra ser� desolada a causa de los que habitan en ella, por el fruto de sus obras". Aqu� hay una predicci�n de lo que ocurrir�a antes del advenimiento de esos gloriosos eventos se�alados en los vers�culos anteriores. Habr� una noche oscura antes de la ma�ana, una gran tormenta antes de la calma. El tema aqu� es: la ruina del hombre es fruto de su propia conducta. Aqu� se declara la raz�n por la cual la tierra deber�a estar "desolada" antes de la llegada de los tiempos gloriosos: "por el fruto de sus acciones". La ruina del hombre que surge de su conducta se demuestra por la experiencia universal, as� como por la Palabra de Dios. "Oh Israel, te has destruido a ti mismo ... Oh Israel, regresa al Se�or tu Dios; porque has ca�do por tu iniquidad" ( Oseas 13:9; Oseas 14:1). Es el hombre que escucha los dichos de Cristo y no los hace, que finalmente se arruinar�. "Todo lo que el hombre sembrare, eso tambi�n segar�". Asumiendo que es un hecho que la ruina del hombre es siempre el fruto de su propia conducta, se siguen cuatro cosas.

I. QUE SU MISER�A SE IDENTIFICAR� CON REMISTO. Moralmente, es imposible para un hombre atribuir su ruina a su organizaci�n, a las circunstancias oa cualquier fuerza sobre la cual no tenga control. Debe sentir que lo ha tra�do consigo mismo; y este sentimiento es lo que hace que su condici�n miserable sea un infierno. El sufrimiento del remordimiento es el alma del sufrimiento. "�Un esp�ritu herido que puede soportar?"

II QUE EN SUS SUFRIMIENTOS DEBE VINDICAR EL CAR�CTER DIVINO. Obligado a ver y sentir que todos sus pecados y miserias surgen de su propia conducta, se ver� obligado a decir: "Justo y justo eres t�", etc. ( Apocalipsis 15:3). En el coraz�n m�s profundo de tal Dios dice las palabras: "Odiaban el conocimiento, despreciaban toda mi reprensi�n; por lo tanto, comer�n el fruto de su propio camino y se llenar�n de sus propios dispositivos" ( Proverbios 1:29 ) Toda su miseria no es m�s que comer el fruto de sus propios actos; cosechan lo que han sembrado. Cuando la fruta responde a la semilla, como el eco al sonido, sus calamidades responden a su conducta.

III. QUE SU SALVACI�N DE LA RUINA REQUIERE UN CAMBIO DE VIDA. La conducta de los hombres est� formada y regida por sus gustos y disgustos, sus simpat�as y antipat�as; en otras palabras, si su conducta es mala, solo se puede mejorar mediante un cambio de opini�n. "No te maravilles como te dije, debes nacer de nuevo".

IV. QUE EL CRISTIANISMO ES EL �NICO SISTEMA QUE PUEDE CONOCER SU CASO. La misi�n del cristianismo es cambiar el coraz�n, renovar la vida y efectuar una reforma espiritual. Esto est� dise�ado para hacer, esto est� preparado para hacer, esto ha hecho, esto est� haciendo; y ning�n otro sistema en la tierra es capaz de realizar este trabajo.

Miqueas 7:14

Una oraci�n.

"Alimenta a tu pueblo con tu vara, el reba�o de tu herencia, que habita solitariamente en el bosque, en medio del Carmelo: d�jalos alimentar en Bas�n y Galaad, como en los d�as antiguos". Aqu� hay una oraci�n dirigida por el profeta al Dios Todopoderoso. Es breve, pero hermoso, hermoso en esp�ritu y estilo. Tiene un aspecto prof�tico. Esta oraci�n reconoce tres cosas.

I. UNA RELACI�N INTERESANTE ENTRE DIOS Y SU GENTE, FLOCK Y PASTOR. Los jud�os, aqu� como en otros lugares, se conocen metaf�ricamente como un reba�o, y Jehov� como su Pastor (Salmo 80:1; Salmo 95:7, etc.). "El se�or es mi pastor;" "Soy el buen pastor." �Qu� pastor es �l!

1. �l es el due�o absoluto del reba�o. "Mis ovejas son m�as, y las conozco". "Todas las almas son m�as". �Cu�n incalculablemente valioso es un alma! �Un esp�ritu libre, siempre activo, influyente e inmortal! �Cu�n rico es este Pastor para poseer millones de tales!

2. �l tiene un conocimiento perfecto del reba�o. �l sabe lo que son, lo que han sido, lo que ser�n en todo el futuro. "Conozco a mis ovejas", etc. ( Juan 10:1.).

3. �l tiene un amor infinito por el reba�o. El buen pastor ha dado su vida por ellos.

4. Tiene abundantes provisiones para el reba�o. Aunque sus deseos son variados, numerosos, urgentes, siempre recurrentes, �l puede satisfacerlos a todos. "Yo doy a mis ovejas vida eterna, y nadie las arrebatar� de mis manos". "Es capaz de hacer mucho m�s de lo que podemos preguntar o pensar" ( Efesios 3:20); "Alimenta a tu pueblo con tu vara" o bast�n. Reconoce

II LA CONDICI�N DE PRUEBA EN LA QUE SE ENCUENTRAN LAS PERSONAS DE DIOS. "Que habitan solitariamente en el bosque, en medio del Carmelo". La referencia principal es a su cautiverio en Babilonia. (Para otra vista, ver Exposici�n.) Eran como ovejas en el bosque o en el bosque; en peligro de perderse en los matorrales o ser devorado por bestias de presa. Las almas humanas en este mundo est�n en un desierto moral; Acosado con peligros en cada mano. "Est�n dispersos en las monta�as como ovejas que no tienen pastor". Dos hechos hacen que esta condici�n sea particularmente angustiante.

1. Es causado por uno mismo. Las almas no han sido expulsadas al cautiverio moral. "Todos los que nos gustan las ovejas se han extraviado".

2. No se puede entregar por s� mismo. Ninguna alma encontr� su camino de regreso a Dios por sus propios esfuerzos sin ayuda; por eso Cristo vino a "buscar y salvar a los perdidos".

III. LA IMPORTANCIA DE LA RESTAURACI�N PARA ANTIGUOS DISFRUTOS. "Lot; se alimentan en Bas�n y Galaad, como en los d�as antiguos". Las regiones de Bas�n y Galaad, al este del Jord�n, se celebraron por su rico pastoreo, y por este motivo fueron elegidas por las tribus de Rub�n y Gad y la media tribu de Manas�s ( N�meros 12:1 .; Deuteronomio 3:17). Moralmente, la gran necesidad del hombre es la restauraci�n de los derechos normales, las virtudes normales, los placeres normales.

"Buen Pastor, apresura ese glorioso d�a,

Cuando todos lo haremos

�En el pliegue permanece contigo por aye! "

D.T.

Miqueas 7:15

La liberaci�n definitiva del hombre del pecado.

"De acuerdo con los d�as de tu salida de la tierra de Egipto, le mostrar� cosas maravillosas. Las naciones ver�n y ser�n confundidas a toda su fuerza: pondr�n su mano sobre su boca, sus autos estar�n sordos. lame el polvo como una serpiente, saldr�n de sus agujeros como gusanos de la tierra: temer�n al Se�or nuestro Dios, y temer�n a causa de ti ". En este pasaje hay una respuesta a la oraci�n del profeta. Contiene una garant�a divina que maravillas an�logas a las que se muestran en la liberaci�n de las Fauces de Egipto ser�an garantizadas en su liberaci�n del cautiverio babil�nico; y que la exhibici�n de esas maravillas conducir�a a la completa confusi�n y ruina de las "naciones" que eran sus enemigos. Sentir�an que toda su fuerza era impotencia despreciable en presencia del gran poder de Dios. Esta liberaci�n, as� descrita, se asemeja a la liberaci�n final del hombre del pecado y la ruina en dos aspectos.

I. IMPLICA LA EXPOSICI�N DE LO MARAVILLOSO. Hubo "cosas maravillosas" mostradas cuando los hebreos fueron liberados de Egipto; cosas maravillosas cuando fueron sacados del cautiverio babil�nico; pero estas cosas maravillosas no son m�s que simples sombras de las maravillas mostradas en la redenci�n moral de la humanidad. La encarnaci�n de Cristo; las maravillas que realiz� su poderosa mano; los fen�menos extraordinarios relacionados con su muerte, su resurrecci�n y ascensi�n al cielo; las revoluciones en el car�cter moral y las instituciones de la humanidad, todas estas son, en verdad, las maravillas de lo maravilloso, las maravillas de lo maravilloso.

II IMPLICA LA CONFUSI�N DE ENEMIGOS. "Las naciones ser�n confundidas a su fuerza, pondr�n su mano sobre su boca", etc. Como Egipto y Babilonia fueron confundidos, humillados y aterrorizados por las maravillas de Dios en su liberaci�n, as� ser�n todos los enemigos espirituales de Cristo en �ltima instancia. abrumado por las maravillas que se muestran en la redenci�n del mundo. Vale la pena citar los comentarios de Matthew Henry sobre este pasaje. "1. Aquellos que se regocijaron sobre el pueblo de Dios en su angustia, y se glorificaron de que cuando los derribaron los mantendr�an deprimidos, ser�n confundidos cuando los vean sorprendentemente levantarse; ser�n confundidos con toda la fuerza con el cual los cautivos se esforzar�n ahora, a quienes pensaron incapacitados para siempre. Ahora se pondr�n las manos sobre la boca avergonzados de lo que han dicho, y no podr�n decir nada m�s para triunfar sobre Israel. sus o�dos tambi�n ser�n sordos, tanto que se avergonzar�n de la maravillosa liberaci�n; se detendr�n por no estar dispuestos a escuchar m�s de las maravillas de Dios hechas por ese pueblo que tanto despreciaron y exultaron.

2. Aquellos que se hab�an enfrentado descaradamente a Dios mismo ahora recibir�n temor de �l y, por lo tanto, ser�n tra�dos, al menos en la profesi�n, a someterse a �l. Lamer�n el polvo como una serpiente; estar�n tan mortificados como si fueran a ser condenados a la misma maldici�n bajo la cual la serpiente fue puesta ( G�nesis 3:14). Ser�n llevados a las humillaciones m�s bajas imaginables, y estar�n tan desanimados que se someter�n a ellos. Lamer�n el polvo de los pies de la Iglesia ( Isa�as 49:23). Los orgullosos opresores ser�n conscientes de cu�n malos y peque�os son ante el gran Dios; y con temblor y la sumisi�n m�s baja saldr�n de los agujeros en los que se hab�an deslizado, como gusanos de la tierra como son, avergonzados y con miedo de mostrar sus cabezas; tan bajos ser�n llevados y tales abyectos ser�n cuando sean humillados. Cuando Dios hizo maravillas por su Iglesia, muchas de las personas de la tierra se convirtieron en jud�os porque el temor de los jud�os y de su Dios cay� sobre ellos ( Ester 8:17). �Entonces se promete que temer�n al Se�or nuestro Dios, y temer�n por ti, oh Israel! Las presentaciones forzadas a menudo son presentaciones fingidas; sin embargo, redundan en la gloria de Dios y de la Iglesia, aunque no en beneficio de los disidentes mismos ". - D.T.

Miqueas 7:18

La incomparableidad de Dios ilustrada en su perd�n de pecados: 1. La naturaleza de su perd�n.

"�Qui�n es un Dios para ti, que perdona la iniquidad y pasa por la transgresi�n del remanente de su herencia?" El profeta aqu�, anticipando la liberaci�n total, no solo de los jud�os del cautiverio babil�nico, sino probablemente de la humanidad misma de la maldici�n del pecado a trav�s de Jesucristo, estalla en una sublime tensi�n de alabanza y admiraci�n en relaci�n con el car�cter incomparable de Dios. . "�Qui�n es un Dios para ti?" El tema de los dos vers�culos (18, 19) es el perd�n divino, su naturaleza, su fuente y su integridad. Nos limitaremos ahora a la naturaleza del perd�n divino. El perd�n de Dios aqu� est� representado en las palabras, �l "pasa por la transgresi�n del remanente de su herencia". Esto no significa que Dios no observe el pecado, porque todas las cosas est�n desnudas y abiertas a �l; ni que no sea una ofensa para �l, ya que es "una abominaci�n a su vista", sino que lo considera sin �nimo de encontrar fallas, sino con una noble generosidad. Como los padres amorosos est�n dispuestos a pasar por alto muchas cosas de sus hijos que no pueden aprobar, el gran Padre est� dispuesto a pasar por alto muchas cosas. "No es estricto marcar la iniquidad". La pasa, persigue su marcha benevolente como si no existiera. La teolog�a, que ha arrojado una neblina sobre muchas de las cosas brillantes de la revelaci�n, ha nublado esto, uno de sus orbes m�s gloriosos. Olvidando que la Biblia es un libro popular, que usa el lenguaje para acomodar nuestros h�bitos de pensamiento y expresi�n, ha construido sus teor�as sobre la etimolog�a de las palabras. La verdad y pertinencia de este comentario se ver�n si, al principio, consideramos las formas muy diversificadas en que la Biblia nos representa la doctrina del perd�n divino. En general, de hecho, lo encuentro expuesto bajo cifras correspondientes a los aspectos en los que el pecado se presenta ante la mente del escritor en ese momento. Por ejemplo-

I. CUANDO EL PECADO APARECE COMO UNA DEUDA, UNA OBLIGACI�N CUMPLIDA, ENTONCES SE HABLA DEL PERD�N COMO CANCELACI�N. As�, en el cap�tulo treinta y tres de Isa�as, Jehov� se representa diciendo: "Yo, aun yo, soy el que borro tus transgresiones". y Pedro, en el D�a de Pentecost�s, exhorta a su vasto auditorio a "arrepentirse, para que sus pecados puedan ser borrados" Cuando un hombre ha pagado sus deudas, o cuando alguien m�s las ha descargado, el acreedor toma su pluma en la mano y ataca del libro mayor tanto el nombre del deudor como el monto. Pero el pecado es una deuda en un sentido muy figurado, y por lo tanto, tales representaciones de perd�n no deben tomarse en un significado literal.

II CUANDO EL PECADO APARECE COMO UN EXTRA�O DE DIOS, EL PERD�N SE REPRESENTA COMO RECONCILIACI�N. Pero como el distanciamiento no es mutuo, es exclusivamente de parte del hombre; En la reconciliaci�n no hay cambio mutuo de opini�n. Dios no puede cambiar, y no necesita cambiar, para reconciliarse con el pecador.

III. CUANDO EL PECADO APARECE COMO UNA INDICACI�N, EL PERD�N SE HABLA COMO UNA JUSTIFICACI�N. Pero la justificaci�n puede, en la naturaleza del caso, tener un parecido muy remoto con el t�rmino forense utilizado por los hombres. En la justificaci�n civil, por ejemplo, el cargo se ha encontrado falso, el acusado exige justificaci�n como un derecho y se retira de la corte con un alto sentido de inocencia insultada.

IV. CUANDO EL PECADO APARECE COMO UNA CONTAMINACI�N, EL PERD�N SE REPRESENTA COMO UNA LIMPIEZA. Por eso leemos de la sangre de Cristo limpiando de todo pecado. Pero es solo en un sentido muy figurativo que puedes emplear la palabra "lavado" en la mente, que es un poder invisible e impalpable.

V. CUANDO EL PECADO APARECE COMO ENFERMEDAD, EL PERD�N SE REPRESENTA COMO UNA SANACI�N. "Sanar� tu retroceso;" "He venido a atar a los corazones rotos".

VI. CUANDO EL PUNTO APARECE COMO UNA OBSTRUCCI�N ENTRE EL ALMA Y DIOS, EL PERD�N SE REPRESENTA COMO UN DESPLAZAMIENTO. Las monta�as est�n niveladas, las nubes se dispersan, los enemigos son aplastados y enterrados como el fara�n y su anfitri�n fueron enterrados en las profundidades del mar. Hay tres puntos de contraste entre el perd�n divino y el humano.

1. En los gobiernos humanos, el perd�n se ejerce con las limitaciones m�s cautelosas. Los soberanos humanos, por generosos que sean sus naturalezas, solo pueden otorgar perd�n a algunos de los numerosos criminales. Si el perd�n se generalizara, el poder del gobierno para mantener el orden se debilitar�a. No existe tal limitaci�n al ejercicio de esta prerrogativa en Dios. �l ofrece perd�n a todos.

2. En las extremidades anteriores humanas no hay garant�a contra la criminalidad futura. El prisionero indultado por un Soberano humano puede estar inspirado por la gratitud y tal vez impulsado a resolver sobre una vida de obediencia futura, y sin embargo su coraz�n permanece sin cambios. Los principios que llevaron a su crimen a�n pueden estar en �l y, al estar all�, pueden volver a surgir. Pero en el perd�n divino no es as�. El hombre perdonado es un hombre cambiado: tiene un nuevo coraz�n puesto dentro de �l, un coraz�n inspirado con tanto amor al Soberano que asegurar� una obediencia gozosa y constante.

3. El perd�n humano nunca puede poner al criminal en una posici�n tan buena como la que ten�a antes de su transgresi�n. Tiene su libertad como antes, pero no se respeta a s� mismo, no tiene la misma posici�n en la sociedad; sus contempor�neos nunca m�s lo ver�n bajo la misma luz. Algunos lo rechazar�n, otros sospechar�n de �l y pocos se aventurar�n a darle su confianza y su amor. Pero en el perd�n divino, el criminal es elevado a un estado superior incluso al de la inocencia. No s� si los �ngeles habr�an sido sus sirvientes si nunca hubiera ca�do; pero despu�s de su perd�n se vuelven as�. Se regocijan con �l en su conversi�n, lo animan en su peregrinaci�n, lo llevan en sus pi�ones a sus escenas celestiales. Lo llevan a una "innumerable compa��a de �ngeles". Vemos parcialmente de su estado en el Ed�n qu� relaciones el hombre habr�a entablado con su Hacedor si nunca hubiera pecado; pero creo que nunca habr�a tenido lo que tiene el pecador perdonado: el honor de ver a su Hacedor, en la Persona de Jes�s, en el trono del universo, contemplado por cada ojo y adorado por cada ojo y adorado por cada coraz�n. . � DT

Miqueas 7:18

La incomparableidad de Dios ilustrada en su perd�n de pecados: 2. La fuente de su perd�n.

"No retiene su ira para siempre, porque se deleita en la misericordia". La ira en Dios no es pasi�n, sino principio; no antagonismo a la existencia, sino a los males que maldicen la existencia. Su ira no es m�s que amor excitado contra todo lo que tiende a perturbar la armon�a, nublar el brillo y da�ar la felicidad de su creaci�n. "La furia no est� en m�", etc. ( Isa�as 27:4). Aqu� est� la fuente del perd�n: "�l se deleita en la misericordia".

I. EL PERD�N ES UN ACTO MERCIFULO. No es un acto de equidad, sino de compasi�n; no de justicia, sino de amor. Es prerrogativa de la misericordia. "El Se�or pas� delante de �l y proclam�: El Se�or, El Se�or Dios, misericordioso y misericordioso, sufriente y abundante en bondad y verdad, guardando misericordia para miles, perdonando la iniquidad, la transgresi�n y el pecado". Nuevamente, "El Se�or sufre desde hace mucho tiempo y es de gran misericordia, perdona la iniquidad y la transgresi�n". Es la misericordia la que cancela la deuda, borra la nube, efect�a la reconciliaci�n, limpia la mancha y cura la enfermedad. "No por las obras de justicia que hemos hecho", etc. Todos los redimidos en el cielo reconocen esto: "Al que nos am� y nos lav� [solt�] de nuestros pecados con su propia sangre", etc. ( Apocalipsis 1:5).

II ESTE ACTO DE MISERICORDIA ES EL PLACER DE DIOS. "Se deleita en la misericordia". La misericordia es una modificaci�n de la benevolencia. Siempre implica miseria, porque si no hubiera miseria no habr�a piedad. Mientras que Dios no se deleita en la miseria, se deleita en eliminarla. �Qu� mayor deleite tiene un padre amoroso que restaurar la salud y el vigor de un ni�o enfermo y sufriente? Para un alma verdadera, el deleite de la restauraci�n moral es a�n mayor que esto. Un padre noble tal vez se deleita m�s en las virtudes y el compa�erismo del hijo, a quien �l ha sido el medio de elevar de la depravaci�n moral a la pureza espiritual y el poder, que en aquellos que siempre han seguido el camino virtuoso. Es as� con �l de quien procede todo el amor humano, se deleita en la misericordia. �No tendr� la canci�n de los redimidos m�s m�sica en su o�do que las elevadas tensiones de aquellos que nunca han ca�do? Se deleita en dar la bienvenida a su arma y a su hogar a sus pr�digos que regresan.

1. Si se deleita en la misericordia, entonces calla para siempre los p�lpitos que blasfemamente lo representan como maligno. El Dios que tienes en la teolog�a calviniana no es el Dios de la Biblia, sino el Dios de las almas malhumoradas, taciturnas y vengativas. De ah� que las masas de Inglaterra se aparten horrorizadas de algunos p�lpitos modernos. "Se deleita en la misericordia". �Declaremos esto! "Que el imp�o abandone su camino", etc .; "Ven, razonemos juntos", etc .; "Venid a m�, todos vosotros que est�is cansados ??y cargados", etc.

2. Si �l se deleita en la misericordia, entonces no permita que ning�n pecador se desespere por la magnitud de sus pecados. Que todos los pecados del mundo se encarnen en la vida de un hombre; deje que ese hombre regrese a Dios, y lo "perdonar� abundantemente", lo har�, no de mala gana, no a medias, sino con abundantes gozos. �l se regocijar� por ti. "Hay m�s alegr�a en el cielo por un pecador que se arrepiente", etc.

3. Si se deleita en la misericordia, �no podemos esperar que alg�n d�a se acabe con toda la miseria del universo moral? "No retiene su ira para siempre" �Qui�n dir�, pero en un futuro lejano, de alg�n modo no revelado, toda discordia en el universo moral ser� silenciada, cada prisi�n abierta, todos los enfermos entregados y todos los infiernos apagados? �Qu� coraz�n generoso no creer�a mil veces m�s en esto, si pudieran, que en un tormento eterno o una extinci�n total?

Miqueas 7:19

La incomparableidad de Dios ilustrada en su perd�n de pecados: 3. La integridad de su perd�n.

"Se volver� de nuevo, tendr� compasi�n de nosotros; someter� nuestras iniquidades; y arrojar�s todos sus pecados a las profundidades del mar". La referencia est� aqu�, tal vez, a la destrucci�n de Fara�n y su anfitri�n. "�l destruir� sus pecados como los destruy�, y los enterr� en las profundidades del mar" ( �xodo 15:4, �xodo 15:10).

I. TODA LA SUJETACI�N DE TODOS LOS PECADOS. "El pecado", dice Henderson, "debe ser considerado como hostil para el hombre. No solo es contrario a sus intereses, sino que se opone y combate poderosamente los principios morales de su naturaleza y los principios superiores implantados por la gracia; y, pero la energ�a contrarrestante de la influencia divina debe ser victoriosa. Sin la subyugaci�n de las malas tendencias, el perd�n no ser�a una bendici�n. Si la disposici�n id�latra y rebelde de los jud�os no hubiera sido sometida durante su estancia en Babilonia, no habr�an sido restaurados. ". El pecado es el enemigo de todos los enemigos. Si est� en nosotros, pone los cielos santos y felices contra nosotros. T�melo de nosotros, y el infierno se convierte en nuestro ministro para siempre. Este Dios somete. En verdad, el perd�n divino es la destrucci�n del pecado en nosotros, nada m�s. No es algo afuera; Todo est� dentro.

II Toda la sumisi�n de todo pecado. "�Arrojar�s todos sus pecados a las profundidades del mar? El perd�n es la liberaci�n del pecado. �Cu�n fuertes son las im�genes empleadas en la Biblia para representar la integridad de esta liberaci�n! Es como el borrado de una nube espesa". Mira esa oscura masa de nubes all� arriba; �C�mo esconde el sol y enfr�a el aire! Ha brotado una brisa y se ha ido: el cielo es azul, la escena es brillante y el aire que fluye se calienta con la vida. Esa nube nunca puede volver a aparecer; No m�s tus pecados. Es como arrojarlos detr�s de Dios. "Has arrojado todo mi seno a tus espaldas". �Qui�n sabe d�nde est� la orden de Dios? Veo su rostro en la naturaleza. Sus sonrisas son la belleza del mundo. Veo su rostro en Jes�s, "el brillo de su gloria". �Pero d�nde est� su espalda? Es el abismo insondable de la nada. Es una separaci�n tan lejos como el este del oeste. Dime la distancia del este al oeste, y te dir� la distancia que perdon�. el pecador es del pecado. Es lanzarlos a las "profundidades del mar". No en la orilla, para ser arrastrado por las olas entrantes, sino en las "profundidades". En los abismos de un poderoso Atl�ntico, donde ninguna tormenta los despertar�, ning�n triunfo los despertar� de sus tumbas. "En aquellos d�as, dice el Se�or, la iniquidad de Israel ser� buscada, y no ser� encontrada". �Pero d�nde est�n enterrados? En el olvido del amor infinito. "No recordar� m�s su pecado". �Puede olvidar la inteligencia infinita? S�, y su olvido es uno de los atributos radiantes de su personaje. �No todo perd�n verdadero implica olvido? Quienes dicen que perdonan y no pueden olvidar, carecen de la facultad del perd�n; hasta el momento, el Cielo no los ha dotado con el poder de otorgar la absoluci�n. Es de la naturaleza misma del amor ocultar las lesiones. La caridad cubre los pecados. Dios tiene el poder de olvidar las heridas, porque �l es amor. Veo el poder del amor en ocultar lesiones trabajando en todas partes en la naturaleza. El mar se apresura a cubrir las heridas que los despiadados barcos han arado en su noble arma. El �rbol, sangrando con las llagas que ha infligido el le�ador, no pierde tiempo en sus esfuerzos por ocultar las marcas de violencia que ha recibido. Contin�a d�a a d�a, hasta que llega el a�o, cuando, en medio de su lujoso follaje, ves en vano las viejas cicatrices. Y as�, como las olas del mar y la savia que fluye, el amor siempre funciona. Se apresura a ocultar del ojo de la memoria las heridas que ha recibido. �Cu�n pronto el amor de una esposa entierra en el olvido las heridas que ha recibido del hombre que ama demasiado! Los innumerables dolores que la irreflexi�n y la rebeld�a de los ni�os en sus primeros d�as infligen en el coraz�n de los padres pronto se entierran en el mar del amor de los padres. El amor cava en el coraz�n de los padres una tumba por los errores, y construye un museo para las virtudes de sus hijos. Todo esto es de Dios, como Dios. El amor infinito "pasa por la transgresi�n". Lo deja detr�s de �l mientras procede, en la majestad de su bondad, a difundir m�s y m�s para siempre la bendici�n de su propio ser. � D.T.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Micah 7". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/micah-7.html. 1897.
 
adsfree-icon
Ads FreeProfile