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Bible Commentaries
Proverbios 16

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

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Versículos 1-33

EXPOSICI�N

Proverbios 16:1

Estas son especialmente las m�ximas de las religiones, y todas contienen el nombre de Jehov�.

Proverbios 16:1

La versi�n autorizada hace una oraci�n de este vers�culo sin contraste ni ant�tesis. Esto es claramente incorrecto, ya que se pretende un contraste entre el pensamiento del coraz�n y el discurso bien ordenado. Est� mejor traducido, Los planes del coraz�n son del hombre: pero la respuesta de la lengua es de Jehov�. Los hombres hacen planes, organizan discursos, re�nen argumentos en la mente; pero ponerlas en palabras apropiadas y persuasivas es un regalo de Dios. "Nuestra suficiencia es de Dios" ( 2 Corintios 3:5). En el caso de Balaam, Dios anul� los deseos e intenciones del profeta, y lo oblig� a expresar algo muy diferente de sus concepciones mentales originales. Pero la presente oraci�n atribuye la expresi�n externa de lo que la mente ha concebido en todos los casos a la ayuda de Dios (comp. Proverbios 16:9, Proverbios 16:33; Proverbios 15:23). Cristo orden� a sus disc�pulos que confiaran en la inspiraci�n moment�nea en sus disculpas o defensas ante los incr�dulos ( Mateo 10:19). Este verso se omite en la Septuaginta.

Proverbios 16:2

Todos los caminos de un hombre son limpios en sus propios ojos ( Proverbios 21:2). Puede enga�arse a s� mismo y ser ciego a sus propias fallas, o seguir una conciencia mal informada y mal regulada ( Proverbios 12:15; Proverbios 14:12), sin embargo, esto no es excusa a los ojos de Dios El Se�or pesa los esp�ritus. No solo las "formas", la vida exterior y las acciones, sino los motivos, intenciones, disposiciones ( Hebreos 4:12). �l tambi�n conoce nuestros defectos secretos, insospechados por otros y quiz�s por nosotros mismos (Salmo 19:12). La Septuaginta tiene aqu�: "Todas las obras de los humildes se manifiestan ante Dios, pero los imp�os perecer�n en un d�a malo". El siguiente verso se omite en el griego; y las otras cl�usulas hasta Proverbios 16:8 se dislocan.

Proverbios 16:3

Encomienda tus obras al Se�or. "Commit" (gol) es literalmente "roll" (???????, Theodotion), como en Salmo 22:8 y Salmo 37:5; y el mandato significa: "Transfiere tu carga al Se�or, echa sobre �l todo lo que tienes que hacer; haz todo como a su vista y como un acto de deber para con �l". As�, Tobit le dice a su hijo: "Bendice siempre al Se�or tu Dios, y desea de �l que tus caminos sean guiados, y que todos tus caminos y consejos prosperen" (Tobit 4:19). La Vulgata, usando una puntuaci�n diferente (gal), dice: "�Revelar al Se�or tus obras?" Cuando un ni�o abre su coraz�n a un tierno padre, as� le muestras a Dios tus deseos e intenciones, confiando en su cuidado y providencia. Y tus pensamientos ser�n establecidos. Los planes y deliberaciones de los cuales surgieron las "obras" con un cumplimiento feliz, porque se llevan a cabo de acuerdo con la voluntad de Dios y se dirigen al final por su gu�a (comp. Proverbios 19:21; Salmo 90:17; 1 Corintios 3:9). Este verso no est� en la Septuaginta.

Proverbios 16:4

El Se�or hizo todas las cosas para s� mismo. As� que la Vulgata, propter semetipsum; y Origen ('Praef. en Job'), ?? ? ??????. Es decir, Dios ha hecho todo para su propio prop�sito, para responder al dise�o que ha querido desde toda la eternidad ( Apocalipsis 4:11). Pero esta traducci�n no est� de acuerdo con la lectura actual, ????????????, que significa m�s bien "para su propio fin", para su propio uso apropiado. Todo en el dise�o de Dios tiene su propio fin, objeto y raz�n para estar donde est� y tal como est�; todo exhibe su bondad y sabidur�a, y tiende a su gloria. Septuaginta, "Todas las obras del Se�or son con justicia". S�, incluso los malvados para el d�a del mal. Esta cl�usula se ha pervertido para apoyar la terrible doctrina de la reprobaci�n: que Dios, cuya voluntad debe ser siempre eficaz, ha querido la condenaci�n de algunos; Considerando que se nos ense�a que la voluntad de Dios es que "todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad", y que "Dios envi� a su Hijo no a condenar al mundo, sino a que el mundo sea salvo por �l" ( 1 Timoteo 2:4; Juan 3:17; comp. Ezequiel 33:11). El hombre, que tiene libre albedr�o, puede rechazar este prop�sito de gracia de Dios y hacer que los medios de salvaci�n sean nugatorios; pero esto no hace que Dios sea la causa de la destrucci�n del hombre, sino el hombre mismo. Al decir que Dios "hizo al imp�o", el escritor no quiere decir que Dios lo hizo como tal, sino que lo hizo como hizo todas las dem�s cosas, d�ndole poderes y capacidades que podr�a haber usado para bien, pero que, como un De hecho, �l usa al mal. Ser� �til aqu� citar las sabias palabras de San Gregorio ('Moral', 6.33), "El Justo y Misericordioso, mientras dispone las obras de los mortales, garantiza algunas cosas con misericordia y permite otras cosas con ira". ; y las cosas que �l permite que �l lleva tan con �l que las lleva a la cuenta de su prop�sito. Y por lo tanto se lleva a cabo de una manera maravillosa que incluso lo que se hace sin la voluntad de Dios no es contrario a la voluntad de Dios. Porque mientras las malas acciones se convierten en un buen uso, las mismas cosas que se oponen a su dise�o rinden servicio a su dise�o ". El d�a del mal es la hora del castigo ( Isa�as 10:3; Job 21:30), que por una ley moral caer� inevitablemente sobre el pecador. Dios hace que la maldad del hombre sirva a sus prop�sitos y manifieste su gloria, como vemos en el caso de Fara�n ( �xodo 9:16), y la crucifixi�n de nuestro bendito Se�or ( Hechos 2:23; comp. Romanos 9:22). Es una fase del gobierno moral de Dios que se debe designar un d�a malo para los transgresores, y es por el conocimiento previo de sus desiertos que se prepara su castigo. La pregunta desconcertante, por qu� Dios permite que los hombres vengan al mundo a quienes sabe que se encontrar�n con perdici�n, no se maneja aqu�. Septuaginta: "Pero el imp�o se guarda para un d�a malo". Cato, 'Dist.', 2.8�

"Nolo putes pravos homines peccata lucrari:

Temporibus peccata latente, sed tempore patente ".

Proverbios 16:5

(Para el primer miembro, vea Proverbios 6:17; Proverbios 8:13.) Dice la m�xima:

?????????? ?? ??? ???????? ?????

"El orgullo tiene cierto castigo".

Leemos en el Talmud: "De cada hombre orgulloso que Dios dice, �l y yo no podemos vivir juntos en el mundo". Un jingle medieval corre ...

"Hoc retine verbum, frangit Deus omne superbum".

Septuaginta, "Impuro a la vista de Dios es todo hombre de alto coraz�n (????????????)". El segundo miembro se encuentra en Proverbios 11:21, y debe tomarse como una forma de ajuste. Septuaginta: "Poniendo las manos sobre la mano injustamente, no ser� inocente". es decir, alguien que act�a violenta e injustamente ser� declarado culpable, lo que parece una verdad obvia. Muchos comentaristas interpretan la cl�usula como si significara que la cooperaci�n y la combinaci�n de pecadores en pr�cticas malignas no los salvar� de la retribuci�n. Pero mano en mano en se�al de completar un trato o alianza es apenas una costumbre oriental temprana. Hay un dicho an�logo en griego que implica asistencia mutua:

???? ????? ?????? ???????? ?? ????????

"La mano se lava la mano y el dedo dedo".

La LXX tiene aqu� dos distritos, el primero de los cuales ocurre en la Vulgata, pero el segundo no se encuentra all�. Ninguno de los dos aparece en nuestro texto hebreo actual. "El comienzo del buen camino es hacer lo que es justo; esto es m�s aceptable para Dios que sacrificar sacrificios. El que busca al Se�or encontrar� el conocimiento con justicia; y los que lo busquen con �lcali encontrar�n la paz".

Proverbios 16:6

Por misericordia y verdad la iniquidad es purgada; expiado por. La combinaci�n "misericordia y verdad" ocurre en Proverbios 3:3 (donde vea la nota), e �ntima el amor a Dios y al hombre, y la fidelidad en el cumplimiento de las promesas y la verdad y la justicia en todos los tratos. Es por el ejercicio de esas gracias, no por meros ritos externos, que Dios es propiciado (ver Proverbios 10:2). A estas virtudes se les asigna un tipo de valor expiatorio que, de hecho, no debe presionarse demasiado, sino que debe examinarse a la luz de pasajes del Nuevo Testamento como Lucas 11:41; Hechos 10:4. Por supuesto, tales gracias se muestran solo en alguien que es realmente devoto y temeroso de Dios; son los frutos de un coraz�n en paz con Dios y el hombre, y reaccionan sobre el car�cter y la conducta. La LXX; que coloca este distich despu�s de Proverbios 15:27, traduce, "Por limosna y fidelidad (????????) los pecados se limpian", limitando el t�rmino "misericordia" a una forma especial, como en una lectura de Mateo 6:1," Mirad que no hag�is vuestra justicia [limosna] delante de los hombres ". Por el temor del Se�or, los hombres se apartan del mal. La pr�ctica de la verdadera religi�n, por supuesto, implica la abstinencia del pecado; y esto parece una verdad tan innecesaria para ser formalmente declarada que algunos toman el "mal" nombrado como mal f�sico, no moral; calamidad, no transgresi�n. Pero las dos cl�usulas son coordinadas y presentan dos aspectos de la misma verdad. El primero da a entender c�mo debe expiarse el pecado, el segundo, c�mo debe evitarse. El hombre moralmente bueno se encuentra con el perd�n y la aceptaci�n, y el que teme a Dios es liberado del mal. Entonces oramos, en la Oraci�n del Se�or, "Perd�nanos nuestras ofensas y l�branos del mal". Septuaginta, "Por el temor del Se�or, todos se apartan del mal" (comp. Proverbios 14:27).

Proverbios 16:7

Cuando los caminos de un hombre complacen al Se�or, lo cual solo pueden hacer cuando son religiosos, justos y caritativos. �l hace que incluso sus enemigos est�n en paz con �l; para someterse ellos mismos. La experiencia demuestra que nada tiene m�s �xito que el �xito. Donde un hombre es pr�spero y las cosas van bien con �l, incluso los malvados se contentan con alejarse al este o disimular su disgusto y vivir en paz con �l. As�, Abimelec, rey de Gerar, adul� a Isaac porque vio que el Se�or estaba con �l ( G�nesis 26:27, etc.). Este es el lado mundano de la m�xima. Tiene un aspecto m�s elevado e insin�a la influencia de gran alcance de la bondad: c�mo desarma la oposici�n, despierta reverencia y amor, no da lugar a disputas y se extiende alrededor de una atm�sfera de paz. Para los jud�os, la m�xima fue ense�ada por circunstancias externas. Mientras estaban haciendo la voluntad del Se�or, su tierra deb�a ser preservada del ataque hostil ( �xodo 34:24; 2 Cr�nicas 17:10). Y los cristianos aprenden que solo cuando obedecen y temen a Dios pueden vencer los ataques de los enemigos de sus almas: el diablo, el mundo y el Talmud de carne: "El que es agradable a Dios es igualmente agradable para los hombres. "

Proverbios 16:8

Mejor es un poco con justicia ( Proverbios 15:16; Salmo 37:16). "Justicia" puede significar aqu� una vida santa o simplemente tratar; como sin derecho, o, con injusticia, en la segunda cl�usula, puede referirse a la maldad en general, o especialmente al fraude y la opresi�n (Jeremias 22:13). Dice Theognis

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? ???????? ?????? ??????? ?????????.

"Ojal� que con escasos medios sea piadoso para vivir, en lugar de rico con una gran riqueza mal obtenida".

Otra m�xima dice lo mismo:

?????? ????? ??? ???????? ? ??????? ?????.

Septuaginta, "Mejor es obtener peque�as (?????) con justicia, que grandes ingresos con iniquidad" (ver Proverbios 15:29).

Proverbios 16:9

El coraz�n de un hombre dise�a su camino: pero el Se�or dirige sus pasos ( Proverbios 16:1). "El hombre propone, Dios dispone" o, como dicen los alemanes, "Der Mensch denkt, Gott lenkt" (comp. Proverbios 20:24). La palabra traducida "inventa" implica, por sus espectros, intensidad de pensamiento y cuidado. El hombre medita y prepara sus planes con la mayor solicitud, pero depende de Dios si los llevar� a cabo o no, y si, si se van a llevar a cabo, se har�n con facilidad o con un trabajo doloroso (comp. G�nesis 24:12, etc.). Todos recordamos las palabras de Shakespeare en 'Hamlet':

"Hay una divinidad que da forma a nuestros extremos, �spelos como lo haremos".

Septuaginta, "Deje que el coraz�n del hombre considere lo que es justo, para que sus pasos sean por el poder dirigido por Dios" (comp. Jeremias 10:23).

Proverbios 16:10

Una oraci�n divina est� en los labios del rey. Que (quesem) es "adivinaci�n", "adivinaci�n", expresi�n oral. Septuaginta, ????????. Las palabras del rey tienen, en la mente de las personas, la certeza y la importancia de un or�culo divino, poniendo fin a toda controversia o divisi�n de opini�n. Parece ser una m�xima general, que no se refiere especialmente a Salom�n o al reino teocr�tico, sino que indica la visi�n tradicional de la monarqu�a absoluta. La costumbre de deificar a los reyes e invocarlos como dioses era habitual en Egipto y los pa�ses orientales, y se abri� paso hacia Occidente. "Es la voz de un dios, y no de un hombre", grit� la gente, cuando Herodes se dirigi� a ellos en el anfiteatro de Cesarea ( Hechos 12:22). Los griegos podr�an decir:

????? ?? ???????? ????? ??????? ????.

"La imagen viva de Dios es el rey".

Y, por lo tanto, sus expresiones fueron consideradas irrefrenablemente verdaderas y decisivas. Su mes no transgrede en juicio. Las decisiones que da son infalibles y, en cualquier caso, irresistibles. Podemos referirnos al famoso veredicto de Salom�n sobre las dos madres ( 1 Reyes 3:16, etc.), y oraciones como Proverbios 8:15, "Por m� (sabidur�a) reinan los reyes, y los pr�ncipes decretan justicia "(ver abajo en Proverbios 8:12; Proverbios 21:1); y las palabras de David ( 2 Samuel 23:4), "El que gobierna sobre los hombres debe ser justo, gobernando en el temor de Dios" (Sab. 9: 4, 10, 12). Delitzsch considera que el segundo hemistich da una advertencia (como consecuencia de la cl�usula anterior) y no declara un hecho: "En el juicio, su boca no debe equivocarse". El presente cap�tulo contiene muchas advertencias a los reyes que un padre sabio como Salom�n pudo haber pronunciado y registrado en beneficio de su hijo. Si este es el caso, es tan extra�o como cierto que Roboam hizo poco uso de los consejos, y que los �ltimos d�as de Salom�n les mintieron a muchos de ellos.

Proverbios 16:11

Un peso y equilibrio justos son del Se�or ( Proverbios 11:1); literalmente, el equilibrio y la balanza de la justicia (son) del Se�or. Vienen bajo su ley, est�n sujetos a las ordenanzas divinas que regulan todos los tratos del hombre. Los grandes principios de verdad y justicia gobiernan todas las transacciones de compra y venta; La religi�n entra en el negocio del comercio, y los pesos y las medidas son cosas sagradas. Vulgata: "Los pesos y la balanza son juicios del Se�or". siendo verdaderos y justos, son considerados como el juicio de Dios. Septuaginta, "El giro del equilibrio es la justicia ante Dios". Todos los pesos de la bolsa son su trabajo. Algunos tienen una dificultad redonda aqu�, porque la bolsa puede contener pesos falsos y verdaderos ( Deuteronomio 25:13), y no se puede decir que los pesos ligeros fueron obra del Se�or. Esto seguramente es una cr�tica cautiva. La m�xima simplemente establece que los pesos del comerciante toman su origen y autoridad de la promulgaci�n de Dios, de ciertos principios eternos que �l ha establecido. Lo que el hombre trama y el fraude hacen de ellos no aparece a la vista. (Para la ley que regula tales asuntos, ver Lev�tico 19:35, etc.) Que hacer trampa a este respecto no era infrecuente, aprendemos de las quejas de los profetas, como Miqueas 6:11. El car�cter religioso de los pesos y medidas est�ndar se muestra mediante el t�rmino "siclo del santuario" ( �xodo 38:24, y en otros lugares continuamente).

Proverbios 16:12

Es una abominaci�n para los reyes cometer maldad. Este y el siguiente vers�culo dan la visi�n ideal del monarca: lo que deber�a ser en lugar de lo que es (comp. Salmo 72:1). Ciertamente, ni Salom�n ni muchos de sus sucesores exhibieron este gran car�cter. La Septuaginta, seguida por algunos comentaristas modernos, traduce: "El que hace iniquidad es una abominaci�n para los reyes". pero como la "justicia" en la segunda cl�usula (el trono es establecido por la justicia) sin duda se refiere al rey, por lo que es m�s natural tomar la "maldad" en el primer miembro como si fuera suya, no de sus s�bditos. Cuando un gobernante act�a de manera justa y sabia, castiga a los rebeldes, premia a los virtuosos, act�a como el vicegerente de Dios, y �l mismo da el ejemplo del personaje que se convierte en una posici�n tan alta, se gana el afecto de su pueblo, lo obedecen voluntariamente. y est�n listos para morir por �l y su familia (comp. Proverbios 25:5; Isa�as 16:5). Los legisladores no deber�an ser infractores de la ley. S�neca, 'Thyest.', 215�

"Ubi non est pudor,

Nec cura juris, sanctitas, pietas, fides, Instabile regnum est ".

Proverbios 16:13

Los labios justos son el deleite de los reyes. El rey ideal se complace en la verdad y la justicia que muestran sus s�bditos en su conversaci�n. Tal persona odia la adulaci�n y el disimulo, y alienta a hablar honestamente. Ellos (reyes) aman al que habla bien; lo que es justo ( Proverbios 8:6). Las dos cl�usulas son coordenadas. Septuaginta, "�l ama las palabras rectas" (comp. Proverbios 22:11).

Proverbios 16:14

La ira de un rey es como mensajeros de la muerte. En una monarqu�a desp�tica, la muerte de un delincuente sigue r�pidamente al delito. La ira del rey, y el castigo est� cerca; los instrumentos siempre est�n listos para llevar a cabo la oraci�n, y eso antes de que se d� tiempo para la reconsideraci�n. El asesinato de Thomas a Becket ocurrir� como una ilustraci�n (comp. Ester 7:8, etc.). La LXX traduce: "La ira del rey es un mensajero de la muerte", tomando el plural como puesto por enallage para el singular; pero posiblemente el plural puede intimar a los muchos agentes que est�n preparados para realizar las �rdenes del gobernante, y los diversos medios que posee para castigar a los delincuentes. Esta primera cl�usula implica, sin decirlo expresamente, que, siendo as�, nadie sino un tonto despertar� el resentimiento del monarca (comp. Eclesiast�s 8:4); entonces la segunda cl�usula entra naturalmente. Pero un hombre sabio lo pacificar�. Se encargar� de no provocar esa ira que llena su resentimiento tan r�pida y fatalmente ( Proverbios 19:12; Proverbios 20:2). Septuaginta, "Un hombre sabio lo apaciguar�", el rey; como Jacob propici� a Esa� por el presente que envi� ( G�nesis 32:20, G�nesis 32:21).

Proverbios 16:15

A la luz del semblante del rey est� la vida ( Proverbios 15:30; Salmo 4:6). Como la ira del rey y el oscurecimiento de su semblante son la muerte ( Proverbios 16:14), as�, cuando su mirada es alegre y brillante, arroja alegr�a y vida, mientras la lluvia refresca el suelo reseco. Una nube de lluvia tard�a. La lluvia anterior en Palestina cae a fines de octubre o principios de noviembre, cuando se siembra la semilla; la lluvia tard�a llega en marzo o abril, y es absolutamente necesaria para la debida hinchaz�n y maduraci�n del grano. Est� acompa�ado, por supuesto) de nubes, que suavizan el calor y aportan fertilidad y vigor. A esto se compara bien el favor del rey. "Bajar�", dice el salmista, "como la lluvia sobre la hierba cortada, como chubascos que riegan la tierra" (Salmo 72:6). La LXX; leyendo ??? (beni) para ??? (peni), traduce: "A la luz de la vida es el hijo del rey; y los que son aceptables para �l son como una nube de la lluvia tard�a".

Proverbios 16:16

Para obtener sabidur�a que el oro (comp, Proverbios 3:14; Proverbios 8:10, Proverbios 8:11, Proverbios 8:19); y para entender m�s que ser elegido que plata; La versi�n revisada mejor, s�, para entender es m�s bien ser elegido que [obtener] plata. Si las cl�usulas no son simplemente paralelas, y el valor comparativo de la plata y el oro se considera, entonces, con Wordsworth, podemos ver aqu� una indicaci�n de la superioridad de la sabidur�a (jojm�) sobre la inteligencia (bin�), siendo la primera la gu�a. de la vida e incluyendo la pr�ctica de la religi�n, esta �ltima denota discernimiento, la facultad de distinguir entre una cosa y otra (ver nota en Proverbios 28:4, y la cita de 'Pirke Aboth' en Proverbios 15:33). La LXX; para kenoh leyendo kinnot, he dado una versi�n de la cual los Padres se han servido en gran medida: "Los nidos de la sabidur�a son preferibles al oro, y los nidos del conocimiento son preferibles a la plata". Algunos de los viejos comentaristas consideran que estos "nidos" son los problemas y apotegmas que consagran la sabidur�a; otros los consideran los ni�os o eruditos que son ense�ados por el sabio.

Proverbios 16:17

La carretera de los rectos es apartarse del mal. Para evitar los caminos peligrosos a los que conduce el mal, uno debe caminar directamente en el camino del deber (comp. Proverbios 15:19). Septuaginta, "Los caminos de la vida disminuyen del mal"; y esta versi�n agrega algunos p�rrafos a modo de ilustraci�n, que no est�n en hebreo: "Y los caminos de la justicia duran toda la vida. El que reciba instrucci�n estar� entre los buenos [o 'en prosperidad', ?? ???????], y �l el que observa la reprensi�n se har� sabio ". El que guarda su camino preserva su alma. El que contin�a en el camino correcto, y mira cuidadosamente sus movimientos, se salvar� de la ruina y la muerte ( Proverbios 13:3). Septuaginta, "El que vigila sus propios caminos guarda su vida". Y luego se agrega otra m�xima, "El que ama su vida le ahorrar� la boca".

Proverbios 16:18

El orgullo va antes que la destrucci�n. Una m�xima aplicada continuamente (ver Proverbios 11:2; Proverbios 17:19; Proverbios 18:12). Aqu� est� el contraste con la bendici�n sobre la humildad prometida ( Proverbios 15:33). Un esp�ritu altivo, un levantamiento de esp�ritu, va antes de una ca�da (comp. Daniel 4:29, etc.). As�, seg�n Her�doto ( Proverbios 7:10), Artabanus advirti� a los arrogantes Jerjes: "Ves c�mo Dios golpea a los animales del trueno que sobrepasan a los dem�s, y les impide no jactarse, pero los peque�os no lo irritan. "�Y ves c�mo lanza sus rayos siempre contra los edificios m�s poderosos y los �rboles m�s altos? Porque Dios no suele interrumpir lo que sea demasiado elevado" (comp. Horace, 'Carm.,' 2.10.9, etc.). Dice el adagio latino: "Qui petit alta nimis, retro lapsus ponitur imis". C�sar, 'Bell. Gall., '1.14, "Consuesse Deos immortales, quo gravius ??homines ex commutatione rerum doleant, quos pro sceiere eorum ulcisci velint, su secundiores interdum re, et diuturuiorem impunitatem concedere". Los chinos dicen: "Quien vuela no alto cae no bajo"; y, "Un gran �rbol atrae el viento". El proverbio vasco comenta: "El orgullo busc� huir al cielo, cay� al infierno". Y una de Oriente, "Lo que se extiende se romper�; lo que sea largo se romper�" (Lane).

Proverbios 16:19

Este verso est� conectado en el pensamiento, as� como verbalmente, con el precedente. Mejor es ser de un esp�ritu humilde con los humildes. La versi�n revisada tiene, con los pobres; pero "manso" o "humilde" contrasta mejor con "orgulloso" de la segunda cl�usula. Salmo 84:10, "Prefiero ser portero en la casa de mi Dios, que habitar en las tiendas de la maldad". Que dividir el bot�n con los orgullosos. Para compartir los frutos de las operaciones y actividades de los orgullosos, y para disfrutar de sus placeres, un hombre debe compartir su suerte con ellos, superar sus riesgos y ansiedades, y participar en los cr�menes por los cuales obtienen su riqueza. El resultado de tal asociaci�n se cont� en el vers�culo 18. Los alemanes expresan la conexi�n entre la abundancia y la locura por la apotegma concisa, "Voll, toll"; "Completo tonto." Septuaginta: "Mejor es el hombre de mente gentil con humildad que el que divide el bot�n con el violento".

Proverbios 16:20

El que maneja un asunto sabiamente. Dabar, traducido "materia", se traduce mejor como "palabra", como en Proverbios 13:13, con el cual el presente contraste contrasta. Versi�n as� revisada, el que presta atenci�n a la palabra. Encontrar� bien; Vulgata, erudito en verbo reperiet bona. La "Palabra" es la Ley de Dios; el que atiende a esto prosperar�. La interpretaci�n de la versi�n autorizada est� respaldada por la Septuaginta: "El hombre prudente en los asuntos es un buscador de cosas buenas"; �l atiende su negocio y piensa en el mejor modo de lograr sus planes, y por lo tanto tiene �xito en un sentido mundano (comp. Proverbios 17:20). Quien conf�a en el Se�or, feliz es �l; o sal�denlo, como en Proverbios 14:21. Prestar atenci�n a la Palabra y confiar en el Se�or son cosas correlativas; manejar un asunto sabiamente dif�cilmente puede pertenecer a la misma categor�a. La Septuaginta contrasta el �xito mundano de quien maneja los negocios sabia y discretamente con la bendici�n de aquel que, cuando ha hecho todo, conf�a su causa a Dios y conf�a totalmente en �l: "El que ha confiado en el Se�or es bendecido (?????????? ) ".

Proverbios 16:21

Los sabios de coraz�n ser�n llamados prudentes. La verdadera sabidur�a es reconocida y reconocida como tal, especialmente cuando tiene el don de expresarse adecuadamente (ver Proverbios 24:8). La dulzura ( Proverbios 27:9) de los labios aumenta el aprendizaje. La gente escucha las instrucciones en boca de alguien que habla bien y con ganas. Tal persona aumenta el conocimiento en los dem�s, y tambi�n en s� mismo, porque aprende ense�ando. El conocimiento no debe ser enterrado en la mente de uno, sino producido en ocasiones adecuadas y en palabras adecuadas para la edificaci�n de los dem�s. Ec Proverbios 20:30, "Sabidur�a oculta y tesoro acumulado, �qu� beneficio tienen los dos?" (ver Mateo 5:15). Septuaginta, "Los sabios y prudentes que llaman in�tiles (???????); pero los que son dulces en palabra oir�n m�s". Los hombres sabios son llamados malos e in�tiles por el reba�o vulgar, ya sea porque no imparten todo lo que saben o porque les envidian el miedo a su aprendizaje; pero aquellos que son elocuentes y amables en el habla recibir�n mucha instrucci�n de lo que llevan, cada uno dispuesto a conversar con ellos analmente imparte cualquier conocimiento que posean.

Proverbios 16:22

La comprensi�n es una fuente de vida para el que la tiene ( Proverbios 10:11; Proverbios 13:14). El poseedor de la comprensi�n tiene en s� mismo una fuente de consuelo y un poder vivificador, que es tan refrescante como una fuente fresca para un viajero sediento. En todos los problemas y dificultades puede recurrir a su buen sentido y prudencia, y satisfacerse con ello. Esto no es vanidad, sino el resultado de una experiencia bien fundada. Pero la instrucci�n de los tontos es necedad; es decir, la instrucci�n que dan los tontos es necedad y pecado; tal es la �nica ense�anza que pueden ofrecer. Entonces la Vulgata, doctrina stultorum fatuitas; y muchos comentaristas modernos. Pero musar se toma mejor en el sentido de "disciplina" o "castigo" (como en Proverbios 1:7; Proverbios 7:22; Proverbios 15:5), que el mal El hombre sufre. Su propia locura es el flagelo que lo castiga; Al rechazar la ense�anza de la sabidur�a, se desdicha de s� mismo, se priva de la felicidad que da la virtud y se perfora con muchas penas. Septuaginta, "La instrucci�n de las herramientas es malvada".

Proverbios 16:23

El coraz�n del sabio le ense�a la boca. De la abundancia de su coraz�n habla el sabio; el esp�ritu dentro de �l encuentra la expresi�n adecuada. Pectus est quod disertos facit. El pensamiento y la mente controlan la expresi�n externa y la hacen elocuente y persuasiva (comp. Proverbios 15:2). Y a�ade aprendiendo a sus labios; Vulgata, "agrega gracia". Pero lekach, que significa apropiadamente "recepci�n", "asimilar", se representa mejor como "aprendizaje", como en Proverbios 16:21; Proverbios 1:5, etc. El intelecto y el conocimiento de los sabios se muestran en su discurso. Delitzsch, "Aprendizaje voluntario hasta sus labios". Ec Proverbios 21:26, "El coraz�n de los necios est� en su boca; pero la boca de los sabios est� en su coraz�n". Septuaginta: "El coraz�n del sabio considerar� lo que sale de su boca; y en sus labios llevar� prudencia (?????????????)".

Proverbios 16:24

Las palabras agradables son como un panal. Las "palabras agradables" son palabras de tendencia reconfortante y relajante, como en Proverbios 15:26; Salmo 19:10. El escritor contin�a sus elogios del discurso adecuado. La comparaci�n con la miel es com�n en todos los idiomas y en todo momento. As�, Homero canta a N�stor ('Il�ada', 1.248, etc.)

"El jefe de lengua suave, de cuyos labios persuasivos, m�s dulces que la miel, flu�a la corriente del habla".

(Derby.)

Entonces, la historia dice que en los labios de San Ambrosio, cuando a�n era un ni�o, un enjambre de abejas se asent�, presagiando su futura elocuencia persuasiva. Dulce para el alma y salud para los huesos ( Proverbios 15:30). El verso forma una oraci�n. Los resultados felices de palabras agradables se sienten en cuerpo y alma. La miel en Palestina es un alimento b�sico y tambi�n se usa como remedio medicinal. De sus efectos revitalizadores lo leemos en la facilidad de Jonathan, quien de una peque�a porci�n tomada apresuradamente mientras marchaba ten�a "sus ojos iluminados" ( 1 Samuel 14:27). Septuaginta, "Su dulzura es la curaci�n del alma".

?????? ? ????? ??? ???? ????? ??????.

"Habla el m�dico de la molestia del alma".

Proverbios 16:25

Una repetici�n de Proverbios 14:12.

Proverbios 16:26

El que trabaja, trabaja para s� mismo; literalmente, el alma del que trabaja para �l. "Alma" aqu� es equivalente a "deseo", "apetito" (comp. Proverbios 6:30), y la m�xima significa que el hambre es un fuerte incentivo para trabajar: las necesidades del cuerpo estimulan al trabajador a la diligencia y asiduidad; �l come pan en el sudor de su frente ( G�nesis 3:19). Dice el gnomo latino

"Largitor artium, ingeniique magister Venter".

"El vientre es el maestro de todas las artes, el padre de la invenci�n". "De tout s'avise un qui pain faut".

"El que quiere pan piensa en todo".

Hay nuestra propia sierra hogare�a: "La necesidad hace trotar a la vieja esposa"; como dicen los italianos, "el hambre pone al perro a cazar" (Kelly). Porque su boca lo ans�a de �l; su boca debe tener comida para poner. El verbo ????? (akaph) no aparece en otro lugar; significa apropiadamente "doblar", y luego poner una carga, forzar a presionar. As� que aqu�, "Su boca se inclina sobre �l, es decir, lo impulsa a eso" (Versi�n Revisada). Eclesiast�s 6:7, "Todo trabajo del hombre es para su boca;" deber�amos decir est�mago. El hambre en cierto sentido es el gran est�mulo de todo trabajo. "Le ordenamos", dice San Pablo ( 2 Tesalonicenses 3:10), "que si alguno no funciona, tampoco debe comer". Hay un hambre espiritual sin la cual no se puede buscar u obtener la gracia: esa hambre y sed de justicia de la que habla Cristo, y que el que es el Pan de vida est� listo para satisfacer ( Mateo 5:6; Juan 6:58). La Septuaginta expande la m�xima: "Un hombre en labores trabaja para s� mismo y ahuyenta (??????????) su propia destrucci�n; pero el hombre perverso sobre su propia boca lleva la destrucci�n".

Proverbios 16:27

Este y los tres versos siguientes se refieren al caso del hombre malvado. Un hombre imp�o, un hombre de Belial, desenterra el mal. Un hombre de Belial ( Proverbios 6:12) es una persona in�til y malvada, lo que los franceses llaman vaurien. Tal persona cava un hoyo para los dem�s ( Proverbios 26:27; Salmo 7:15), dise�a travesuras contra su vecino, conspira contra �l mintiendo, calumniando y extralimitando. Wordsworth confina el mal al hombre mismo; �l lo cava como tesoro en una mina, ama la maldad por s� misma. Pero la analog�a est� en contra de esta interpretaci�n. Septuaginta, "Un hombre necio cava maldades para s� mismo". Entonces Ec Proverbios 27:26, "El que cava un hoyo caer� en �l, y el que pone una trampa ser� llevado all�". Como dice el gnomo:

? ?? ???? ????? ?? ??????????? ???????.

Y en sus labios hay como un fuego ardiente ( Proverbios 26:23) Sus palabras se queman y hieren como una llama devoradora. Santiago 3:6, "La lengua es un fuego: el mundo de iniquidad entre nuestros miembros es la lengua, que contamina todo el cuerpo y prende fuego a la rueda de la naturaleza, y es incendiada por el infierno. " Septuaginta, "Y sobre sus labios atesora el fuego".

Proverbios 16:28

Un hombre perverso siembra conflictos ( Proverbios 6:14, Proverbios 6:19). El verbo significa, literalmente, "env�a", lo que puede significar "se dispersa como semilla" o "arroja como un arma de misiles". El personaje pretendido es el hombre perverso, que distorsiona la verdad, da una impresi�n equivocada, atribuye motivos malvados; Tal una ocasi�n peleas y ardor de est�mago. Y un susurrador separa a los principales amigos ( Proverbios 17:9). Nirgan es "un charlat�n" o "un susurrador", "calumniador". En Proverbios 18:8 y Proverbios 26:20, Proverbios 26:22 se traduce como "portador de cuentos". "No te llames susurrador (???????)", dice el Hijo de Sirach (Eclesi�stico 5:14), hablando de calumnias secretas. "Los calumniadores", dice un viejo apotegma, "son los fuelles de Satan�s para hacer estallar la contenci�n". Septuaginta, "Un hombre perverso env�a al extranjero los males, y enciende una antorcha de enga�o para los imp�os, y separa a los amigos". La interpretaci�n alternativa de la segunda cl�usula, "distanciar a un l�der", es decir, aliena a un l�der de otro, o de su ej�rcito, no est� confirmada por la autoridad de las versiones o los mejores comentaristas.

Proverbios 16:29

Un hombre violento seduce a su vecino. El hombre violento ( Proverbios 3:31) es aquel que perjudica a otros por conducta perjudicial, por fraude u opresi�n. C�mo alguien "seduce", habla con un hombre, lo vemos en Proverbios 1:10, etc. Septuaginta, "El hombre sin ley tienta (???????????) amigos". Y lo conduce por el camino que no es bueno (Salmo 36:4; Isa�as 65:2); una posici�n donde sufrir� alguna calamidad, o ser� inducido a cometer alguna maldad.

Proverbios 16:30

Este verso se toma mejor como una oraci�n y se traduce, como Nowack, "El que cierra los ojos para inventar cosas perversas, el que comprime los labios, ya ha hecho pasar el mal"; pr�cticamente lo ha efectuado. De un hombre tan astuto y maligno no necesitas esperar m�s signos abiertos de sus intenciones. Cierra los ojos (comp. Isa�as 33:15); ya sea para que pueda pensar mejor en sus planes malvados, o de lo contrario no puede mirar a su vecino a la cara mientras conspira contra �l. La Vulgata tiene, attonitis oculis; Septuaginta, "arreglando (????????) sus ojos". Moviendo sus labios; m�s bien, el que comprime sus labios, para ocultar la sonrisa maligna con la que podr�a saludar la calamidad de su vecino (comp. Proverbios 6:13, etc .; Proverbios 10:10), o que tampoco por palabra o expresi�n puede traicionar sus pensamientos. Otros llevan las dos expresiones externas mencionadas como se�ales a los confederados; pero esto no es tan adecuado, ya que son los propios sentimientos y sentimientos del hombre los que significan. Quien da estas fichas hace pasar el mal; �l ha perfeccionado sus dise�os y los considera tan buenos como realizados, y har�s bien en notar lo que significa su porte. Algunos toman el significado de ser, trae castigo a s� mismo; pero la advertencia no se da por el bien del pecador. Septuaginta, "�l define (??????) todos los males con sus labios; �l es un horno de maldad".

Proverbios 16:31

La cabeza canosa es una corona de gloria ( Proverbios 20:29). (Para "corona", ver en Proverbios 17:6.) La vejez es la recompensa de una buena vida, y por lo tanto es un honor para un hombre (comp. Proverbios 3:2, Proverbios 3:16; Proverbios 4:10; Proverbios 9:11; Proverbios 10:27). Si se encuentra, m�s bien, se encontrar�, en el camino de la justicia; la guerrilla de la obediencia y la santidad; mientras que "los hombres sangrientos y enga�osos no vivir�n la mitad de sus d�as" (Salmo 55:23). Est� bien dicho en el Libro de la Sabidur�a (Sab. 4: 8, etc.): "La edad honorable no es lo que dura mucho tiempo, ni eso se mide por el n�mero de a�os. Pero la sabidur�a es el cabello gris para los hombres , y una vida sin manchas es la vejez ".

Proverbios 16:32

El que es lento para la ira ( Proverbios 14:29) es mejor que el poderoso. El hombre sufriente y no irascible es m�s un h�roe que el valiente comandante de un gran ej�rcito. Uno supera enemigos externos u obst�culos; el otro se vence a s� mismo; como se dice, y el que gobierna su esp�ritu que el que toma una ciudad ( Proverbios 25:28). 'Pirke Aboth', 4.1, "�Qui�n es el h�roe? El hombre que frena sus pensamientos". Las m�ximas sobre el dominio propio son bastante comunes. Dice un poeta desconocido: "Fortior est qui se quam qui fortissima vincit Moenia, nec virtus altius ire potest". Entonces Publ. Sir; 'Enviado', 795, "Fortior est qui cupiditates suas, quam qui hostes subjicit". Y el jingle medieval -

"Linguam fraenare

Plus est quam castra domare ".

Al final de este verso, el manuscrito alejandrino de la Septuaginta, seguido de manos posteriores en otros unciales, agrega, "y un hombre que tiene prudencia [es mejor] que una gran granja".

Proverbios 16:33

El lote est� en el regazo. El seno o pliegue de la prenda ( Proverbios 6:27; Proverbios 17:23; Proverbios 21:14). No est� del todo claro qu� art�culos usaban los jud�os en sus adivinaciones por sorteo. Probablemente emplearon piedras, que difer�an en forma o color, o que ten�an alguna marca distintiva. Estos se colocaron en un recipiente o en el pliegue de una prenda, y se extrajeron o sacudieron de all�. Tal pr�ctica ha sido com�n en todas las edades y pa�ses; y aunque solo se menciona en forma de cursor en la legislaci�n mosaica ( N�meros 26:55), fue utilizado por los jud�os desde la �poca de Josu� y en los primeros d�as de la Iglesia cristiana (ver Josu� 18:10; Jueces 20:9; 1 Samuel 10:20, 1 Samuel 10:21; Hechos 1:1, etc.). Como por este medio se minimiz� la agencia del hombre y se excluy� toda parcialidad y artima�as, la decisi�n fue considerada como dirigida por Providence. Solo hay un caso de prueba en la Ley, y bajo sospecha de adulterio ( N�meros 5:12, etc.). En la Ep�stola a los Hebreos, en lugar del lote que leemos ( Hebreos 6:16), "Un juramento de confirmaci�n es para ellos el fin de toda lucha". Toda su disposici�n es del Se�or. En estas facilidades, el jud�o aprendi� a ver, en lo que llamamos oportunidad, la anulaci�n del poder divino. Pero esto no fue una superstici�n ciega. No se sent�a justificado al recurrir a esta pr�ctica en todas las ocasiones triviales, ya que las personas usaban los Sortes Virgilianae o incluso los vers�culos de la Biblia con el mismo prop�sito. El lote se emple� religiosamente en casos en que otros medios de decisi�n no eran adecuados o no estaban disponibles; no era para reemplazar la prudencia com�n o una investigaci�n cuidadosa; pero, por ejemplo, en juicios en los que la evidencia era contradictoria y los jueces no pod�an determinar el caso, los m�ritos fueron diluidos por sorteo (comp. Josu� 18:18). Despu�s de la efusi�n del Esp�ritu Santo, los ap�stoles nunca recurrieron a la adivinaci�n, y la Iglesia cristiana ha repudiado sabiamente la pr�ctica de todos esos modos de descubrir la voluntad divina. Septuaginta, "Porque para los injustos todas las cosas caen en su seno, pero del Se�or son todas las cosas justas", lo que puede significar que, aunque los malvados parecen prosperar, Dios todav�a desarrolla sus justos fines; o el mal sufre retribuci�n, y as� se muestra la justicia de Dios.

HOMIL�TICA

Proverbios 16:1

El pensamiento del hombre y la obra de Dios.

La teolog�a y la filosof�a siempre se han enfrentado con el problema de la interrelaci�n de lo Divino y lo humano en la vida. Si Dios es supremo, �qu� espacio hay para la voluntad, el pensamiento y la personalidad individual del hombre? Si el hombre tiene libertad y poder, �c�mo puede Dios ser el Gobernante y el Eliminador infinito de todas las cosas? Es posible que no sea posible conciliar las dos posiciones. Pero debe ser imprudente ignorar a cualquiera de ellos. Si no podemos marcar sus l�mites, al menos podemos observar el contenido del dominio de cada uno.

I. EL HOMBRE TIENE LIBERTAD DE PENSAMIENTO. "Los hombres son los consejos del coraz�n". Aunque limitado externamente por las circunstancias, es libre de deambular por los amplios campos de la imaginaci�n. La mente tiene un cierto poder de origen. Es casi un creador de pensamientos: al menos puede seleccionar las ideas que se le ocurren, organizarlas, deducirlas; o puede dejar que sus fantas�as crezcan en nuevas formas; o, nuevamente, puede organizar esquemas, planes de proyectos, formular prop�sitos. Ahora, esta libertad y el poder que implica conllevan ciertas consecuencias trascendentales.

1. Somos responsables de nuestros pensamientos. Todos son conocidos por Dios, y todos ser�n juzgados por �l. Por lo tanto, preste atenci�n a las locuras y fantas�as que albergamos en nuestras "c�maras de im�genes" m�s secretas.

2. Podemos ejercer poder con nuestros pensamientos. Estos pensamientos son semillas de acciones. En la medida en que podamos dirigirlos, podemos convertir los primeros resortes de eventos. Aqu� es, en este taller interno de la mente, que un hombre debe forjar su propio futuro y realizar obras de bien p�blico.

3. No podemos ser obligados en nuestros pensamientos. El tirano puede arrojar a un hombre a una mazmorra, pero no puede destruir las convicciones entronizadas en el seno de su v�ctima; puede arrancarse la lengua, pero nunca puede arrancar sus pensamientos. Aqu� fallan los poderes del despotismo; aqu� las "luces del hombre" inalienables han terminado en ejercicio.

II DIOS TRABAJA A TRAV�S DE LA VIDA DEL HOMBRE. "La respuesta de la lengua es del Se�or". Aunque un hombre piensa sus ideas con poder de origen, cuando entra en el mundo de la acci�n, otras influencias se apoderan de �l y sus expresiones no son totalmente suyas. Esto es notoriamente cierto para el profeta, que no es un simple portavoz de las palabras Divinas, sino un hombre vivo y pensante; y, sin embargo, cuyas expresiones est�n inspiradas por Dios. El hecho notable ahora es que tambi�n es cierto para cada hombre, tanto para el hombre imp�o como para el hombre devoto. Dios controla el resultado de la vida de cada hombre.

1. �l controla a trav�s de impulsos internos. La conciencia es la voz de Dios, y todo hombre tiene conciencia. Cuando se desobedece la conciencia, se rechaza el servicio voluntario de Dios, pero a�n puede producirse una acci�n inconsciente de la voluntad de Dios. En los d�as del �xodo, Dios guiaba incluso al obstinado fara�n a consentir por fin el prop�sito divino en la liberaci�n de los hebreos.

2. �l controla a trav�s de circunstancias externas. Estos modifican las palabras y los hechos de un hombre. Incluso despu�s de que �l ha hablado, dan punto y direcci�n a lo que ha dicho y hecho.

Proverbios 16:4

El prop�sito de la creaci�n.

Se afirma com�nmente que Dios hizo el mundo enamorado, que lo cre� desde la bondad de su coraz�n, porque deseaba tener criaturas para bendecir. Desde este punto de vista, la creaci�n representa gracia, entrega, entrega, sacrificio, por parte de Dios. Pero las palabras que tenemos ante nosotros sugieren otro punto de vista aparentemente contrario. Aqu� parece que Dios cre� todas las cosas de s� mismo con respecto a los motivos, ya que un hombre hace una m�quina para su propio uso. La contradicci�n, sin embargo, es solo superficial. Porque si tomamos la segunda visi�n, a�n debemos tener en cuenta cu�l es el car�cter de Dios. Ahora, Dios se nos revela como esencial] y amor. Por lo tanto, solo esas cosas agradar�n al que est� de acuerdo con el amor. Un Ser cruel podr�a crearse criaturas que lo divertir�an exhibiendo contorsiones de agon�a, pero un Ser paternal estar� m�s complacido al ver a su familia verdaderamente buena y feliz. Si el universo est� hecho para complacer el amor Divino, debe estar hecho para la bendici�n. Sin embargo, no puede hacerse para la felicidad ego�sta. Debe ser creado para encontrar su propio bien en Dios, y as� entregarse a �l como el fin de su ser. Aplica este principio

I. CON RESPECTO AL UNIVERSO EN GENERAL. La ley de la gravitaci�n es universal. Todas las cosas tienden a precipitarse hacia sus centros de atracci�n. En gran medida, el universo se siente atra�do por Dios, su centro.

1. Cada vez se da m�s cuenta del prop�sito de Dios. Esto se ve en todo crecimiento: la semilla se convierte en la planta floreciente, etc. Se ejemplifica notablemente en la doctrina de la evoluci�n. El gran pensamiento de Dios sobre el universo est� emergiendo lentamente en los hechos.

2. Se acerca continuamente al pensamiento de Dios. Las �rdenes superiores de las criaturas est�n m�s cerca de la naturaleza y el pensamiento del Esp�ritu Infinito que las inferiores. El movimiento hacia arriba es un movimiento hacia Dios.

3. Cumple cada vez m�s el prop�sito de Dios. Desde el pasado sin forma y vac�o, el universo pasa a "un evento divino lejano", cuando la voluntad de Dios se cumplir� por completo.

II EN RELACI�N AL MAL. El mal en s� mismo, el mal moral, no puede haber sido hecho por Dios, que es solo santo. Pero en dos aspectos el mal puede venir dentro de los prop�sitos de Dios.

1. El mal f�sico trabaja directamente los prop�sitos de Dios. Es solo malo para nuestros ojos, ya que las sombras se ven sombr�as y el invierno se siente doloroso. Realmente es bueno, porque es parte de todo el buen plan del universo. Dios env�a dolor en el amor, para que el problema sea la mayor bendici�n de sus hijos.

2. El mal moral ser� anulado para prop�sitos Divinos. El hombre malo tiene sus usos. Nabucodonosor fue esencial para el castigo de Israel. Judas Iscariote fue un agente en la cadena de eventos que se emiti� en la gran obra de redenci�n de Cristo.

III. ES RESPECTO A LAS ALMAS INDIVIDUALES. Todos estamos hechos para Dios. �l es el fin de nuestro ser, no solo como el hogar y el descanso que necesitamos, sino como el objetivo al que debemos apuntar. El gran objetivo de la obra de Cristo es poner todas las cosas en sujeci�n a Dios, para que �l "sea todo en todos" ( 1 Corintios 15:28). El error de los hombres es buscar primero su propio bien, a pesar de que este sea el bien superior de la "mundanalidad". Porque nuestro gran fin es olvidarnos de nosotros mismos en Dios.

Proverbios 16:24

Palabras agradables

I. LAS PALABRAS AGRADABLES SON BUENAS EN EL INTERCURSO SOCIAL. Se dice que cuestan poco, mientras que valen mucho. Pero a menudo no se deben tener sin problemas.

1. Simpat�a Tenemos que meternos en la molestia de entrar en los sentimientos de nuestro hermano si le hablamos con verdadera amabilidad.

2. Auto-supresi�n. Las palabras enojadas pueden ser las primeras en llegar a nuestros labios; Las palabras amargas de desprecio o las palabras melanc�licas que brotan de la penumbra de nuestras propias mentes pueden aparecer m�s f�cilmente que las palabras agradables que se deben a nuestros vecinos.

3. Pensamiento Las palabras de miel pronto son empalagosas si no hay pensamientos satisfactorios detr�s de ellas. Las palabras agradables deber�an ser m�s que palabras: deber�an ser mensajeros de curaci�n, sugerencias de ayuda. Ahora, como se requieren algunos problemas para la producci�n de este tipo de discurso en el coito diario, es bueno considerar lo valioso que es. Dibuja corazones juntos. Aligera la carga de la vida y aceita sus ruedas. Hay suficientes nubes sobre las almas de la mayor�a de los hombres para que sea deseable que arrojemos toda la luz del sol que podamos. Ser�a como una migraci�n de la penumbra del norte al sol del sur para que todo discurso se sazonara con palabras verdaderamente agradables.

II SE NECESITAN PALABRAS AGRADABLES EN LA ENSE�ANZA CRISTIANA. El predicador no debe ser un falso profeta de dichos suaves, susurrando, "Paz, paz", cuando no hay paz. Hay momentos en que se deben pronunciar palabras duras y la mayor�a de las verdades desagradables deben ser llevadas a casa a oyentes poco dispuestos. Pero ser� solo la necesidad apremiante del tema lo que obligar� a los hombres de corazones tiernos a pronunciar palabras dolorosas. Cuando el tema no es de este personaje, se deben elegir las palabras m�s ganadoras.

1. En la ense�anza de los j�venes. La tristeza de algunas buenas personas ha repelido a los j�venes. Los ni�os deber�an ver el lado soleado de la religi�n. Todos los que son brillantes y felices deben saber que hay una mayor alegr�a para ellos en Cristo. El predicador del evangelio desmiente sus reglas: la edad en que lo proclama como un canto f�nebre.

2. En interesante lo descuidado. No podemos fruncir el ce�o a los hombres en la Iglesia. Si mostramos el atractivo del evangelio con modales alegres, ayudamos a recomendarlo al mundo.

3. Al consolar al triste. No es necesario decir palabras tristes a los tristes para demostrar nuestra simpat�a. Debe ser nuestro objetivo aligerar la carga de su dolor.

III. PALABRAS AGRADABLES SE ENCUENTRAN EN EL EVANGELIO DE CRISTO. Cristo predic� para que "la gente com�n lo escuchara con gusto". Los hombres se maravillaron de las "maravillas graciosas" que cayeron de sus labios. El cristianismo es una religi�n de la gracia divina. Seguramente se deben encontrar muchas palabras agradables en la descripci�n de la misma. Las palabras del evangelio son agradables, en particular, en varios aspectos.

1. Hablan del amor de Dios.

2. Retratan a Cristo.

3. Invitan a los hombres a la salvaci�n.

4. Revelan la bendici�n del reino de los cielos.

Proverbios 16:25

El camino traicionero

�De qu� manera nos hemos referido aqu�? Si el camino es tan enga�oso, seguramente la gu�a deber�a indicarlo. Sin embargo, el camino a la destrucci�n no se nombra, ni su lugar se se�ala en la carta de la vida. Sin duda, la raz�n de esta indefinici�n de expresi�n es simplemente que el camino peligroso es un camino amplio, muy f�cil de descubrir, sin embargo, hay muchos caminos a lo largo y cada persona puede seguir su propio curso. Es tan amplio que cualquier descripci�n de �l puede dejar fuera algunos de sus caminos tortuosos. Por lo tanto, es mejor solo indicar su car�cter y dejar que cada uno considere la advertencia, que una apariencia atractiva en el camino no es prueba de un final seguro.

I. LA APARIENCIA CORRECTA DEL CAMINO.

1. El hecho. No solo se dice que el camino de la muerte es atractivo, como un camino de jard�n liso que serpentea entre macizos de flores, mientras que el camino de la vida es un sendero de monta�a escarpado y escarpado; pero de esta manera incluso parece ser correcto. Hay una aparente justificaci�n para seguirlo. La conciencia est� en peligro de ser enga�ada para darle una cuasi sanci�n.

2. La causa. Siempre estamos tentados a aprobar lo agradable. Si no hay peligro aparente, las mentes optimistas se niegan a creer que se est�n acercando a uno. La convenci�n simula la conciencia. La multitud que transita por el camino ancho nos tienta a confiar en la sanci�n de su ejemplo. Es dif�cil creer que eso est� mal, lo que fomenta la moda.

3. Las limitaciones.

(1) La forma en que "parece" correcto, necesitamos ser protegidos contra sucumbir a la esclavitud de las apariencias. La pregunta no es qu� parece una cosa, sino qu� es.

(2) Est� bien en los ojos del hombre que est� tentado a seguirlo, pero no est� bien a los ojos de Dios. Tenemos que mirar al est�ndar m�s alto de la aprobaci�n de Dios. No sirve de nada que nuestro curso nos parezca correcto si est� mal ante Dios. Por otro lado, puede objetarse que estas consideraciones destruyen la validez de la conciencia; porque si no vamos a seguir nuestra propia conciencia, �qu� gu�a superior podemos tener? La respuesta puede ser triple.

(1) Parece correcto no ser el veredicto de nuestras conciencias verdaderas, sino solo la conclusi�n demasiado aceptada de consideraciones m�s mundanas.

(2) La conciencia puede ser pervertida.

(3) En todo caso, mientras tenemos la luz de la revelaci�n en las Escrituras y especialmente en Cristo, tenemos una gu�a para la conciencia, para descuidar lo que debe dejarse sin excusa.

II EL FIN FINAL DEL CAMINO.

1. La importancia del fin. La gran pregunta es: �a d�nde vamos? El prop�sito de un camino no es servir como plataforma para la espera estacionaria, sino conducir a alg�n destino. Es una tonter�a para el viajero descuidar el poste de se�alizaci�n y solo seguir el atractivo del camino, si desea llegar a su hogar. En la vida, el valor del curso elegido est� determinado por sus problemas.

2. El car�cter del fin. El final es "el camino de la muerte". Esto es cierto en todo curso de pecado. Oscuro y terrible, sin calificaci�n de ning�n tipo, este objetivo siempre se encuentra al final del camino de la maldad. La decepci�n puede venir primero, la tristeza y el cansancio; ser� bueno para nosotros si nos advierten antes de dar el salto final a la destrucci�n del alma.

3. La manera de llegar al final. El camino agradable no conduce directamente al pozo de la destrucci�n. Es solo una etapa preliminar en el viaje descendente. Lleva al viajero a "los caminos" de la muerte. Puede considerarse como un camino que se encuentra con el camino ancho. Hay diversiones cuestionables y amistades peligrosas que no son fatales en s� mismas, pero que inclinan a los descuidados a los caminos del mal. Son peligrosos como tentadores sutiles creados como �ngeles de luz.

Proverbios 16:31

La gloria de la vejez

I. LA EDAD VIEJA PUEDE SER CORONADA DE GLORIA EN LA TERMINACI�N DE LA VIDA. No es natural morir en la juventud. Hablamos de la yema reunida antes de que se abra en la tierra, para que florezca con perfecci�n en el cielo, etc .; pero debemos confesar que existe un gran misterio en la muerte de los ni�os. Si Dios as� lo quiere, es mejor vivir los tres a�os completos y los diez a�os en la vejez. La columna rota es el s�mbolo de la vida inacabada. "Uno como Paul el viejo" podr�a decir: "He terminado mi curso".

1. La vida es buena. Puede estar afligido y puede ser destruido en las rocas del pecado. Entonces, de hecho, es malo. Hubo uno de los cuales se dijo: "Hubiera sido bueno para ese hombre si no hubiera nacido" ( Mateo 26:24). Pero en s� la vida es buena. Los hombres con cordura mental lo valoran. La idea del Antiguo Testamento del valor de una vida larga y plena es m�s saludable que el sentimentalismo enfermizo que imagina que una muerte temprana es una bendici�n enviada por el Cielo.

2. El tiempo es para el servicio. Por lo tanto, cuanto m�s tiempo se asigne a uno, m�s oportunidades hay para hacer el bien. Esto, nuevamente, puede ser maltratado y malgastado en pecado. Pero la vejez de un buen hombre significa la realizaci�n de un largo d�a de trabajo. Seguramente es un honor ser llamado al campo en la madrugada de la vida y que se nos permita trabajar hasta que las sombras desciendan en una larga tarde de verano.

II LA EDAD ANTIGUA PUEDE SER CORONADA DE GLORIA EN SUS PROPIOS LOGROS. Una mala vejez presenta una imagen horrible. Un pecador con cabeza canosa es, de hecho, un espect�culo de horror. La mera vejez no es venerable en s� misma. La reverencia durante a�os implica la creencia de que los a�os se han reunido en una cosecha de cualidades venerables. La vejez tiene sus defectos, no solo en la fragilidad corporal, sino tambi�n en un cierto endurecimiento mental. As�, Lord Bacon dice: "Los hombres de edad se oponen demasiado, consultan demasiado, se aventuran muy poco, se arrepienten demasiado pronto y rara vez llevan el negocio a casa durante todo el per�odo, pero se contentan con una mediocridad de �xito". y Madame de Stael dice: "Para resistir con �xito la frigidez de la vejez, uno debe combinar el cuerpo, la mente y el coraz�n; para mantenerlos en paralelo, uno debe hacer ejercicio, estudiar y amar". Pero, por otro lado, hay logros internos de una vejez madura y justa que le dan al final del oto�o de la vida un sabor suave que es bastante desconocido en su crudo verano. "La edad no es todo decadencia", dice un novelista moderno; "Es la maduraci�n, la hinchaz�n, de la vida fresca que se marchita y revienta la c�scara". Se ha observado que las mujeres son m�s hermosas en la juventud y en la vejez. La sabidur�a, la juiciosidad, la gran paciencia con una variedad de opiniones que deber�an venir con la experiencia, no siempre son redondas en las personas mayores, que a veces se vuelven intolerantes y se congelan en costumbres tristes. Pero cuando estas gracias se encuentran en un alma grande y saludable, ninguna etapa de la vida puede acercarse a la gloria de la vejez. Incluso cuando no hay capacidad para tales logros, hay una hermosa serenidad del alma que las personas m�s simples pueden alcanzar, y eso hace que su presencia sea una bendici�n.

III. LA EDAD ANTIGUA PUEDE SER CORONADA DE GLORIA EN SU PREPARACI�N PARA EL FUTURO. Al desenmascarar el aspecto horrible de la muerte y revelar la cara del �ngel debajo, el cristianismo ha arrojado una nueva gloria sobre la vejez. Es el vest�bulo del templo de una vida superior. El siervo de Dios ha sido probado y disciplinado por la bendici�n, el sufrimiento y el servicio. Por fin se encuentra "para la herencia de los santos en la luz". Puede aprender a resistir la melancol�a natural de los poderes en declive con la visi�n de una energ�a renovada en el futuro celestial. O, si se preocupa por el descanso, puede saber que ser� un descanso con Cristo, y puede decir, con el t�pico santo viejo Sime�n: "Se�or, ahora deja que tu siervo se vaya en paz, porque mis ojos han visto tu salvaci�n."

Proverbios 16:32

Auto control

El mundo siempre ha hecho demasiado de la gloria militar. Desde los d�as de los faraones, cuando los monarcas brutales se jactaban de la cantidad de ciudades que hab�an saqueado, hasta nuestros d�as, cuando los generales exitosos reciben gracias en el Parlamento y otorgaban dinero mucho m�s all� de los m�s altos honores y emolumentos otorgados a los m�s grandes y eminentes. civiles m�s �tiles, ha sido la costumbre de los hombres adular y mimar a los soldados fuera de toda proporci�n con sus desiertos. Pero aqu� recordamos una victoria simple y privada que es realmente mayor que una de esas grandes haza�as militares que provocan un asombro en todo el mundo. Es una haza�a m�s noble poder gobernar el propio esp�ritu que capturar una ciudad. Considere algunas de las formas en que esta suprema excelencia del autocontrol es evidente.

I. ES MAYOR EN ESFUERZO. En la antig�edad, antes de la invenci�n de municiones pesadas, un asedio gravaba todas las energ�as del general m�s h�bil y poderoso. Esta ciudad provincial de Jerusal�n fue capaz de resistir durante mucho tiempo contra las legiones de florae. Pero el autocontrol es a�n m�s dif�cil.

1. El enemigo est� dentro. La guerra del alma es una guerra civil. Es posible que tengamos �xito en la vida externa y, sin embargo, no podamos hacer frente a los enemigos internos de nuestros propios corazones.

2. El enemigo es turbulento. Algunas razas son m�s dif�ciles de gobernar que otras; pero ning�n derviches medio salvaje y totalmente fan�tico podr�a ser m�s feroz que las pasiones salvajes que se desatan en el seno de un hombre.

3. El enemigo ha adquirido un gran poder. El levantamiento de la pasi�n no es una sedici�n velada; Es una rebeli�n total. El h�bito prolongado le ha dado una especie de inter�s personal en los privilegios de su anarqu�a.

4. El enemigo es sutil. "El coraz�n es enga�oso sobre todas las cosas". Est� tramando traici�n cuando todo parece seguro. El alma descuidada duerme sobre una mina de dinamita en la regi�n de sus propias pasiones. Se necesita un esfuerzo supremo para sofocar, frenar y gobernar a ese enemigo.

II ES MAYOR EN RESULTADOS. A primera vista, esta preposici�n debe parecer absurda. El hombre que frena su propio esp�ritu hace algo interno, privado, secreto. El hombre que toma una ciudad deja su huella en la historia. �C�mo puede el autocontrol ser lo m�s fruct�fero?

1. Significa m�s para el hombre individual. El exitoso general ha ganado un nombre de gloria. Sin embargo, en el mejor de los casos, es superficial y vac�o. Puede despreciarse a s� mismo mientras el mundo grita sus alabanzas. Pero el alma fuerte que ha aprendido a controlarse tiene la satisfacci�n interna de su dominio propio.

2. Significa m�s para el mundo. Los hombres d�biles pueden ganar un �xito temporal, pero a la larga su debilidad interna seguramente se expondr�. Tales hombres pueden tomar una ciudad, pero no pueden gobernarla. Pueden hacer cosas sorprendentes, pero no realmente grandes, y la travesura de sus locuras ser� m�s desastrosa que la ganancia de sus �xitos.

III. ES MAYOR EN CAR�CTER. La verdadera grandeza no debe medirse por los logros, que dependen en gran medida de las circunstancias externas. Un hombre tiene la oportunidad de hacer algo llamativo, y a otro se le niegan todas las oportunidades. Sin embargo, la persona oscura puede ser realmente mucho m�s grande que el afortunado instrumento de victoria. La verdadera grandeza est� en el alma. Es genial quien vive una gran vida del alma, mientras que Napole�n puede ser malo a pesar de sus brillantes poderes y logros. A la vista del cielo, se destaca como el que mejor lucha contra los enemigos en su propio pecho, porque ejerce los m�s altos poderes del alma. Corresponde a la gracia cristiana sustituir la gloria de la auto victoria por el resplandor vulgar del �xito militar.

Proverbios 16:33

La loter�a de la vida

I. LA VIDA PARECE SER UNA LOTER�A. "El lote est� en el regazo". Parece que dependemos en gran medida del azar.

1. Somos ignorantes de los hechos importantes. Estamos obligados a andar a tientas por muchos lugares oscuros. La vida nos llega velada en misterio. Puede ser que ciertas consideraciones materiales modifiquen en gran medida nuestra acci�n si solo las supi�ramos, sin embargo, debemos actuar sin tener en cuenta, por pura ignorancia.

2. No podemos predecir el futuro. Incluso cuando captamos los puntos esenciales de nuestra situaci�n en el presente, no podemos decir qu� nuevas posibilidades pueden surgir. Un giro repentino del caleidoscopio puede dar un aspecto completamente nuevo a la vida.

3. No podemos dominar nuestras circunstancias. Nos encontramos rodeados de innumerables influencias que podemos entender, m�s o menos, pero que no podemos alterar. A veces parece que no �ramos m�s agentes libres que la madera flotante que se levanta en la playa por las olas enojadas. Las circunstancias son demasiado fuertes para nosotros y debemos dejar que las circunstancias sigan su curso.

4. No podemos controlar el curso de los acontecimientos. Muchas cosas suceden fuera del alcance de nuestras vidas, sin embargo, sus resultados se encontrar�n en el camino de nuestras propias acciones. Otras personas est�n ocupadas planeando y trabajando, y no todos consultamos juntos y trabajamos en armon�a. Cuando muchas manos lanzan el transbordador, es imposible sacarlo y un dise�o seguro.

II DIOS DISPONE DE LA LOTER�A DE MENTIRAS. Voltaire dice: "El azar es una palabra sin sentido; nada puede existir sin una causa". No es m�s que un nombre para nuestra ignorancia del curso de los acontecimientos. Sin embargo, si no hubiera una mente detr�s de la aparente confusi�n de la vida, la causalidad universal solo nos dar�a un destino ciego y sin prop�sito, no mejor, seguramente, que un salvaje y ca�tico. oportunidad. Pero para quien cree en Dios, la terrible incertidumbre de la loter�a de la vida es una gran raz�n para la oraci�n y la confianza.

1. Dios lo sabe todo. �l conoce todos los hechos y prev� todo el futuro. Aqu� tenemos una gran raz�n para la fe. Alguien que sabe mucho m�s que nosotros debe a menudo actuar de una manera que no comprendamos. Pero su conocimiento infinito es una raz�n para nuestra confianza ilimitada en �l.

2. Dios controla todo. Los eventos parecen ser sacudidos en el regazo de la casualidad. Sin embargo, con la misma seguridad que las leyes del movimiento gobiernan el movimiento m�s leve de todas las hojas que son arrastradas por un viento oto�al, los prop�sitos divinos controlan todos los eventos humanos, en medio de su aparente confusi�n. Esto corre; Que as� sea si Dios es Dios.

"Hace que los reyes se sienten en soberan�a; hace que los s�bditos a su poder obedezcan;

�l derriba, se instala en lo alto;

�l da a esto, de lo que quita, porque todo lo que tenemos es suyo; lo que �l har�, �l puede ".

(Spenser)

HOMILIAS DE E. JOHNSON

Proverbios 16:1

El gobierno y la gu�a de Jehov�

I. DIOS EL OBJETO Y EL CUMPLIMIENTO DEL DESEO HUMANO. Somos una criatura deseosa y ansiosa, "sin otro lenguaje que un suspiro". La respuesta de la lengua y el coraz�n que oran es Dios mismo: en la plenitud de su sabidur�a y amor, la generosidad de sus dones, la accesibilidad de su presencia. Un fil�sofo de este siglo en realidad ense�� que Dios fue el Creador de los deseos e imaginaci�n humanos. Digamos m�s bien, es Dios quien crea y convoca los anhelos del coraz�n finito, que est� inquieto hasta que descansa en �l.

II DIOS EL CORRECTOR DE NUESTROS FALSOS JUICIOS. ( Proverbios 16:2) Somos propensos a juzgar las acciones y elecciones por su valor est�tico, es decir, por referencia a nuestro sentimiento de placer y dolor; Dios se pronuncia sobre su valor �tico, su relaci�n con su Ley y con el ideal de nuestro propio ser.

III. DIOS EL APOYO DE NUESTRA DEBILIDAD. ( Proverbios 16:3.) �Cu�l es la fuente de todos los cuidados y sobre la ansiedad, pero que somos desiguales al conflicto con leyes m�s poderosas que nuestras energ�as y esfuerzos fr�giles? Sin Dios, estamos temblando ante la presencia de un gigante atrasado que puede aplastarnos. Pero no existe tal destino para el creyente en Dios, solo un poder sagrado y una voluntad inamovible. "Nos preocupamos por los dioses", dijo S�crates. Mucho m�s puede el cristiano decir esto, y aprender a deshacerse de sus problemas haci�ndolos con fe infantil Los problemas de Dios, su preocupaci�n Las preocupaciones de Dios. Nuestros planes se vuelven fijos, nuestros prop�sitos firmes, cuando somos conscientes de que son los planes y prop�sitos de Dios realizados a trav�s de nosotros.

Proverbios 16:4

La administraci�n de recompensas y castigos.

I. LOS DISE�OS MORALES DE DIOS. ( Proverbios 16:4.) La creaci�n es teleol�gica; Tiene un principio, un proceso y un fin a la vista, todo determinado por la voluntad y la sabidur�a de Dios. Si esto es cierto para cada planta, para cada molusco, es cierto para cada hombre. Estamos formados para ilustrar su alabanza. La desobediencia, con sus consecuencias, ratifica sus leyes justas y santas.

II LOS SENTIMIENTOS MORALES DE DIOS. ( Proverbios 16:5.) Solo lo que tiene una relaci�n verdadera con �l puede ser cierto. La soberbia y la arrogancia son, por as� decirlo, del peor gusto. A los ojos de Dios, no son hermosos, y no pueden escapar de su cr�tica y correcci�n.

III. SU DISPOSICI�N PARA LA OBLIVI�N DE LA CULPA Y LA CURACI�N DEL MAL MORAL. ( Proverbios 16:6.) En las relaciones sociales ha abierto una fuente, dulce y curativa, para faltas y pecados mutuos. El amor esconde una multitud de pecados. "Te digo que sus pecados, que son muchos, son perdonados, porque am� mucho" (comp. Isa�as 58:7; Daniel 4:27). Pero prevenir es mejor que curar, y en religi�n es profil�ctico contra el mal.

IV. El amor reconciliador de Dios. ( Proverbios 16:7.) �Qu� placer m�s dulce produce la vida que la reconciliaci�n? Es una bendici�n m�s profunda que la paz que nunca se ha roto. La vida est� llena del principio de oposici�n; y Dios se manifiesta, primero en atraernos a s� mismo, y luego en la uni�n de corazones humanos separados entre s�.

V. LA LEY DE COMPENSACI�N. ( Proverbios 16:8.) �l ha colocado el uno contra el otro, para que no busquemos nada que lo altere. La pobreza tiene grandes ventajas, si lo vemos as�, es m�s favorable, en general, a la salud moral que la condici�n inversa. Y la dura corteza de la pobreza honesta, �qu� dulce! �La vida lujosa de los ricos deshonestos, qu� ins�pida! o que amargo!

VI. RECTIFICACIONES DIVINAS ( Proverbios 16:9.) Debemos prestar atenci�n a nuestro propio camino; Sin embargo, con toda nuestra atenci�n, no podemos garantizar la direcci�n o seguridad correctas. Necesitamos la rectificaci�n y la cr�tica de Dios en cada punto, y por lo tanto deber�amos decirnos a nosotros mismos: "Si el Se�or lo quiere, haremos esto o aquello" ( Santiago 4:15). La combinaci�n de lo humano con el consejo Divino, el esfuerzo humano con la gu�a de Dios, puede desafiar el an�lisis, pero se sabe que en la experiencia es real.

Proverbios 16:10

Autoridad divina y humana

I. LA DERIVACI�N DE LA AUTORIDAD Y LA LEY DE DIOS. ( Proverbios 16:10.) El verdadero gobernante es el representante de Dios. Los decretos reales y los estatutos legales profesan descansar, y deben descansar en �ltima instancia, si van a ser vinculantes, sobre la Ley moral misma. De ah� que la reverencia en los viejos tiempos por "el ungido del Se�or", aunque en la persona de un Charles Stuart, fuera el testigo popular de una verdad profunda, que yace en los cimientos de la sociedad.

II PRINCIPIOS DE REGLA ESTABLE. ( Proverbios 16:11.) El par de escalas siempre ha sido visto como el emblema de la justicia, y por lo tanto, las expresiones, simb�licamente, de la naturaleza de Dios. La segunda alusi�n es a los pesos de piedra que el comerciante oriental lleva en su bolsa, cumpliendo el prop�sito con mayor precisi�n, ya que no es susceptible de oxidarse. El equilibrio exacto y el peso justo, entonces, si son s�mbolos de Jehov�, deben ser los s�mbolos de todo gobierno humano justo.

III. LOS PRINCIPIOS DE FAVOR REAL Y DESAFIO. ( Proverbios 16:12.)

1. El gobernante debe ser de puro sentimiento, aborreciendo todo tipo de inmoralidad, manteniendo su corte pura, "criando la flor blanca de una vida sin culpa en la fina luz que golpea el trono". Cu�nto debemos en estos aspectos al ejemplo de nuestro soberano y su esposo est� escrito en el coraz�n agradecido de todo ingl�s religioso.

2. Fuertes convicciones morales. Que el trono descansa con seguridad, no sobre la fuerza, sino sobre la raz�n; no sobre bayonetas, sino sobre la Palabra de Dios. La influencia que procede de esa mente se sentir� constantemente como antip�tica a la falsedad y la corrupci�n, y a los otros mohos de los lugares altos.

3. Simpat�a con pol�ticas honestas. �Cu�n com�n es suponer que la pol�tica tiene poco o nada que ver con la moral! Nadie que crea en la ense�anza de su Biblia puede aceptar tal dogma. El que act�a en consecuencia ya es un traidor a su pa�s y a su Dios. Como Grecia ten�a a su Dem�stenes, a quien se ha llamado un "santo en la pol�tica", tambi�n hemos tenido, gracias a Dios, en nuestro tiempo inca de lengua elocuente y verdadero coraz�n en los consejos nacionales. �Que su l�nea y tradici�n nunca se extingan!

4. Su temible poder judicial. ( Proverbios 16:14.) Las autoridades que representan los poderes penales de la ley son un terror para los malhechores. Debe haber el poder de castigar. Y una severidad moderada y bien moderada en cierto sentido "concilia" los n�meros, para no verse afectado de otra manera, a un curso de conducta justa y respetuosa de la ley.

5. Los atractivos de su sonrisa. ( Proverbios 16:15.) Mientras la naturaleza humana contin�e siendo lo que es, la sonrisa del soberano, los s�mbolos de su favor �la estrella, la medalla, la liga, el uniforme� ser�n buscados con entusiasmo y usado con orgullo. Puede haber un lado de vanidad ociosa en esto, pero igualmente un lado del bien. Es bueno buscar la asociaci�n con la grandeza, aunque el ideal de grandeza a menudo puede confundirse. Solo veamos que no hay verdadera grandeza que no refleje de alguna manera la majestad de Dios.

Proverbios 16:16

La justicia divina con respecto a los sabios y los necios.

Vemos el orden moral de Dios revelado en el car�cter y la vida de los hombres de varias maneras. Su conducta tiene un efecto bueno o malo en s� mismos, en sus compa�eros y est� expuesta al juicio divino. Tomemos estos en su orden.

I. EL EFECTO REFLEXIVO DE LA CONDUCTA DEL HOMBRE.

1. La sabidur�a es enriquecedora ( Proverbios 16:16). Para adquirirlo es mejor que la riqueza ordinaria ( Proverbios 3:14; Proverbios 8:10, Proverbios 8:11, Proverbios 8:19).

2. La rectitud es seguridad ( Proverbios 16:17). Es un camino nivelado y parejo, el camino del hombre honesto y bueno; no, de hecho, siempre a su propio sentimiento, sino a la vista m�s alta, "El que lo pisa, confiando seguramente a la derecha, encontrar� antes de que su viaje se cierre, est� cerca de las tierras de la mesa brillante para las cuales nuestro Dios mismo es Sol y Mediod�a." La �nica forma verdadera de autoconservaci�n es la forma correcta.

3. La verdad del contraste ( Proverbios 16:18). El orgullo predice la ruina; el esp�ritu altivo, el derrocamiento y la destrucci�n ( Proverbios 15:25, Proverbios 15:33). Los rayos golpean las altas cumbres y dejan ileso el valle arrodillado; tiembla el roble y pasa inofensivo sobre la flor ca�da. Siempre estamos a salvo sobre nuestras rodillas, o en la actitud de oraci�n. Un segundo contraste aparece en Proverbios 16:19. La vida santa con poco dinero mejor que una fortuna orgullosa erigida en ganancias injustas,

"El que est� abajo no debe temer la ca�da; el que est� bajo no tiene orgullo".

4. El efecto del principio religioso ( Proverbios 16:20). Necesitamos constantemente llevar toda la conducta a esta luz m�s elevada, o rastrearla hasta esta ra�z m�s profunda. La piedad aqu� incluye dos cosas:

(1) obediencia al comando positivo;

(2) vivir la confianza en el Dios personal.

La felicidad y la salvaci�n son el fruto. "He tenido muchas cosas en mis manos y las he perdido todas. Todo lo que pude colocar en las manos de Dios, todav�a lo poseo" (Lutero).

II LOS EFECTOS ES RELACI�N CON OTROS.

1. El hombre bueno agrada a los dem�s ( Proverbios 16:21, Proverbios 16:24). Hay una gracia en sus labios, un encanto en su conversaci�n, en un "discurso siempre con gracia, sazonado con sal". �Con qu� gusto los hombres escucharon a nuestro gran Ejemplar, tanto en p�blico como en privado! As�, tambi�n, el buen hombre endulza la instrucci�n y promueve su recepci�n voluntaria en la mente de sus oyentes.

2. Se gana una buena reputaci�n por su sentido, discreci�n, prudencia ( Proverbios 16:21, Proverbios 16:22). Y esto no solo se suma a su propia felicidad (ya que no podemos ser felices sin la buena voluntad de nuestros compa�eros), sino que da peso a su ense�anza ( Proverbios 16:23). El profesor puede producir poco efecto cuyas palabras no se destacan en alivio del trasfondo del personaje. El verdadero �nfasis es provisto por la vida.

3. El contraste ( Proverbios 16:22). La locura de los tontos es autocr�tica. El tonto se hace desagradable con los dem�s; incluso si encuentra una palabra s�lida o una acci�n correcta, carece del valor y el peso que solo el personaje puede dar. Incurre en prejuicios y oposici�n en cada mano, siembra espinas en su propio camino e invita a su propia destrucci�n.

III. EL PRINCIPIO DEL JUICIO DIVINO EN TODO. Cada uno de estos efectos marca a su manera la expresi�n de la voluntad Divina, las leyes de un orden Divino. Pero, sobre todo, el final determina el valor de elecci�n y la calidad de vida. La gran distinci�n entre lo aparente y lo real es la distinci�n entre los hechos tal como aparecen a la luz de nuestras pasiones, nuestros deseos, nuestras lujurias, nuestras diversas ilusiones y autoenga�os, y los hechos tal como est�n a la clara luz del d�a de la verdad eterna. y un juicio que no puede errar ( Proverbios 16:25). Para protegernos de las ilusiones fatales que nos acosan, debemos preguntarnos:

1. �Es este curso de conducta de acuerdo con las reglas de conducta definidas tal como est�n establecidas en la Palabra de Dios?

2. �Est� de acuerdo con los mejores ejemplos de piedad? Sobre todo, �es como Cristo, como Dios? �J.

Proverbios 16:26

La bendici�n del hambre

I. EN LA PARTE INFERIOR, EL HAMBRE, LA NECESIDAD DE PAN, ES EL GRAN ESTADO Y BUENO PARA TODA LA EXERCI�N, PARA LA ACTIVIDAD �TIL EN GENERAL.

II Por lo tanto, el hambre es el ayudante de nuestro trabajo. Y podemos agradecer a Dios por cada est�mulo para hacer nuestro mejor esfuerzo. �Acaso los hombres pobres no han hecho las mejores cosas para el mundo en todos los departamentos?

III. Como se aplica a la religi�n, es el hambre del alma lo que nos impulsa a buscar justicia; el vac�o de otras alegr�as que nos env�a a la fiesta del evangelio. A trav�s del trabajo y los problemas, los peores disturbios y angustias pueden superarse solos. � J.

Proverbios 16:27-20

Sentencias penales sobre culpa

I. ESFUERZOS SIN DIOS. La vida est� llena de �xitos y fracasos. Hay �xitos que le cuestan al alma, y ??fracasos en los que est� contenida la cosecha de la vida eterna. La actividad del hombre sin valor ( Proverbios 16:27).

1. Es travieso en esp�ritu y en fin. Est� representado como alguien que cava una tumba para otros ( Proverbios 26:27; Jeremias 18:20, sqq.). Y sus palabras son como fuego que abrasa, destruye reputaci�n, marchita los brotes de abrirse bien en el sentimiento de los j�venes, burl�ndose de lo correcto y lo verdadero.

2. Es contencioso; peleas de cr�a, creadoras de conflictos, introduciendo brechas entre amigos, desuniendo hogares. "La envidia y todo mal trabajo" es donde quiera que vaya.

3. Es la actividad del tentador, el seductor. No contento con el error mismo, tendr�a socios en el dolor y la culpa. Por lo tanto, es realmente diab�lico.

4. Est� metilado y determinado ( Proverbios 16:30). Muy sorprendente es la imagen de este verso: los ojos cerrados, los labios mordidos, la l�nea firme sobre la boca de uno resuelto en dise�os oscuros y su ejecuci�n determinada. �Qu� poder se piensa para bien o para mal! Oh, por su direcci�n correcta por parte del Esp�ritu amoroso y creativo de toda sabidur�a y bondad, para que pueda ser siempre inventivo de actos amables y curativos, que puedan "sellar las avenidas del mal", en lugar de abrirlos m�s ampliamente a las procesiones de �oscuridad y odio!

Proverbios 16:31, Proverbios 16:32

La gentil vida

Retratado con exquisita dulzura y belleza.

I. Una edad de honor. Las im�genes b�blicas de los ancianos piadosos son muy encantadoras, y Policarpo, con sus ochenta y seis a�os sobre �l, pasando a otra corona, la del martirio, es sublime; tambi�n "Paul el viejo y el prisionero". El texto se�ala lo que todos debemos reconocer por una verdad est�tica, que es la asociaci�n de la edad. bondad que lo hace verdaderamente respetable, venerable, hermoso.

II HEROISMO MORAL. El tipo de hero�smo pagano era la fuerza del brazo: la fuerza corporal, el coraje varonil contra un enemigo externo. El tipo espiritual y cristiano est� en fuerza de voluntad contra el mal, el dominio propio, la conquista propia, la paciencia sublime. Mejor que ser miembros de cualquier orden de caballeros, "Compa�eros" del Ba�o, o cualquier sociedad similar que hable de las virtudes inferiores y carnales, ser "compa�eros en la tribulaci�n, y en el reino y la paciencia de Jesucristo". - J.

Proverbios 16:33

Casualidad y providencia

I. LA OPORTUNIDAD ES PERO UNA EXPRESI�N DE IGNORANCIA HUMANA. Cuando hablamos de aquello que es contingente, queremos decir algo cuya ley a�n no se conoce.

II EL CONTROL DEL HOMBRE SOBRE LOS EVENTOS ES LIMITADO. Podemos dar la ocasi�n externa a una decisi�n; la decisi�n misma descansa en un poder superior.

III. DIOS ANULA TODAS LAS COSAS, Y LAS ANULA PARA LO MEJOR. Pretender que no somos libres es negar nuestra naturaleza, y as� negarlo; y tambi�n es una negaci�n de su parte pensar que podemos ser due�os absolutos de nuestro destino. Entre la noche y el d�a, verdades oscuras y convicciones claras, nuestra vida es equilibrada. La vida descansa en dos pilares: la providencia de Dios y la responsabilidad del hombre.

HOMILIAS DE W. CLARKSON

Proverbios 16:1, Proverbios 16:3, Proverbios 16:9

Pensamiento, acci�n, oraci�n.

Se puede decir que los tres elementos principales de la experiencia humana son los de pensar, actuar y rezar. No hemos hecho nuestro mejor esfuerzo hasta que hayamos hecho todo esto.

PENS�. "Las preparaciones del coraz�n pertenecen al hombre" (versi�n revisada). "Tus pensamientos" ("tus prop�sitos", versi�n revisada). Se nos dice de Peter, despu�s de la negaci�n, que "cuando pens� al respecto, llor�" (Marco 14:72). Pero si hubiera pensado de antemano qu� pena causar�a a su Maestro por tal indignidad, no habr�a tenido la oportunidad de llorar en absoluto. "Cuando Judas vio que estaba condenado, se arrepinti�". Pero si hubiera pensado, habr�a visto que este era el problema simple e inevitable de su acci�n. La pena es que no pensamos como deber�amos antes de actuar. La preparaci�n del coraz�n nos pertenece; Es nuestro deber m�s obligado pensar y pensar bien antes de actuar. Y debemos recordar que el discurso es acci�n, y con frecuencia la acci�n m�s importante y decisiva tambi�n. Deber�amos incluir en nuestro pensamiento, cuando estamos formando nuestros "prop�sitos" (Versi�n Revisada), la consideraci�n de los efectos de nuestra acci�n preparada sobre

(1) toda nuestra naturaleza: corporal, mental, espiritual;

(2) nuestra familia y nuestros amigos;

(3) nuestros vecinos y asociados;

(4) nuestros compa�eros adoradores y compa�eros de trabajo;

(5) la causa de Jesucristo;

(6) no solo lo inmediato, sino el futuro futuro.

Deber�amos, en la medida de lo posible, pensar en todo el tema, mirarlo desde todos los puntos de vista que ordenamos; sobre todo, debemos adoptar una visi�n cada vez m�s ego�sta y cada vez m�s generosa y devota de los temas que se nos presentan.

II ACCI�N. "Tus obras". El pensamiento debe ser seguido por un esfuerzo vigoroso, o "perder� el nombre de la acci�n". Nuestros trabajos incluyen no solo aquellas industrias en las que participamos profesionalmente, sino que son de gran importancia para nosotros, como aquellas que ocupan la mayor parte de nuestro tiempo y la mayor parte de nuestra fuerza; pero tambi�n incluyen nuestras contribuciones, m�s grandes o m�s peque�as, dignas o indignas, a la condici�n de nuestros hogares, al car�cter y el destino de nuestros hijos, a la comodidad y el bienestar de nuestros dependientes o nuestros empleadores, a la mejora de nuestro localidad, a la estabilidad, la libertad y el �xito de las instituciones (sociales, literarias, eclesi�sticas, municipales, nacionales) sobre las cuales podemos influir. Podemos movernos en una esfera humilde y, sin embargo, cuando todo se dice que las cr�nicas del cielo pueden contar, podemos incluir en una vida ocupada y concienzuda muchas "obras" que no querr�n la aprobaci�n divina o la bendici�n de la humanidad.

III. ORACI�N. "La respuesta de la lengua es del Se�or ... y tus pensamientos ser�n establecidos". Las dos cl�usulas implican, respectivamente,

(1) que Dios a veces hace que surjan otros problemas que los que esperamos;

(2) que Dios continuamente lleva a cabo lo que nos esforzamos por lograr, especialmente cuando encomiamos nuestra causa a su favor Divino. Las conclusiones pr�cticas son estas, respectivamente:

1. Que debemos estar dispuestos a que la mano de Dios d� una direcci�n diferente a nuestras actividades; bastante preparado para aceptar otra cuesti�n de la que hab�amos planteado ante nuestras propias mentes. Para Dios "no ve como nosotros vemos", y �l desarrolla sus prop�sitos de gracia de otras maneras que no sean las de nuestra elecci�n.

2. Que siempre debemos darnos cuenta de nuestra dependencia de Dios para un tema favorable, y pedirle sinceramente su bendici�n sobre nuestro trabajo. Es el toque de su mano Divina lo que debe acelerar en la vida, lo que debe coronar con verdadero �xito.

Proverbios 16:2

(Ver homil�a en Proverbios 16:25.) - C.

Proverbios 16:6

La revisi�n y perspectiva del penitente

Ubic�ndonos en la posici�n del hombre que ha pecado y sufrido, y que ha sido llevado al arrepentimiento y la sumisi�n, al hombre que desea fervientemente escapar del pasado pecaminoso y convertirse en un hombre nuevo y vivir una vida nueva, dejemos que nos preguntamos: �cu�l es su esperanza? cuales son sus posibilidades

I. EN VISTA DEL PASADO Y DE SUS RELACIONES CON DIOS. �Cu�l es su esperanza all�? �Cu�les son las posibilidades de que sus pecados sean perdonados, su iniquidad eliminada? En lo que debe confiar, en este gran dominio del pensamiento, es en esto: verdad en s� mismo y misericordia en Dios.

1. �l mismo debe ser un verdadero penitente, uno que

"... siente los pecados que posee, y odia lo que lamenta";

que intenta con todo el prop�sito de coraz�n alejarse de toda iniquidad y unirse a la justicia y la pureza.

2. Debe confiar en la infinita misericordia de Dios ganada para �l y le prometi� en Jesucristo su Salvador.

II A LA VISTA DEL PASADO Y DE SUS RELACIONES CON LOS HOMBRES. Dios acepta la verdadera penitencia del esp�ritu y el prop�sito correcto del coraz�n, porque puede leer nuestros corazones y sabe lo que realmente somos. Pero el hombre quiere m�s. Antes de recibir al pecador en su confianza y restaurarlo a la posici�n desde la que cay�, quiere pruebas claras de penitencia, manifestaciones de un coraz�n nuevo y limpio. El hombre que ha desechado su pecado solo puede "purgar" el pasado culpable mediante la pr�ctica de "misericordia y verdad", de bondad e integridad, de gracia y pureza. Ha hecho lo que est� mal, falso, hiriente. Que ahora haga lo que es justo, verdadero, correcto; aquello que es amable, servicial, lamentable, generoso; entonces veremos que quiere decir todo lo que dice, que sus profesiones son sinceras; entonces puede ser llevado de vuelta, su iniquidad purgada, al lugar que ha perdido.

III. EN VISTA DEL FUTURO, AHORRANDO PARA MISMO. �C�mo cumplir� el penitente las promesas que ha hecho a sus amigos? �C�mo asegurar� su probidad y pureza futuras? �C�mo se comprometer� a caminar en amor y en el camino del servicio sagrado, como debe hacerlo, tomando sobre �l el nombre de Cristo? La respuesta es, caminando en reverencia espiritual, procediendo en "el temor del Se�or"; as� "se apartar� del mal" y har� el bien. Es el hombre que cultiva un esp�ritu reverente, que se da cuenta de la presencia cercana de Dios, que camina con Dios en oraci�n y comuni�n santa, que atesora en su mente los pensamientos de Dios y se recuerda a s� mismo con frecuencia de la voluntad de Dios acerca de �l: es �l quien "nunca ser� alejado de su integridad"; redimir� su palabra de promesa, vivir� la nueva y mejor vida de fe, santidad y amor.

Proverbios 16:11

(y vea Proverbios 11:1; Proverbios 20:10, Proverbios 20:23)

Honestidad en los negocios

La repetici�n de esta m�xima (ver arriba) es una indicaci�n de la importancia que debe asignarse al tema. Es uno que afecta a una proporci�n muy grande de la humanidad, y que afecta a los hombres casi todos los d�as de su vida. El texto nos recuerda:

I. QUE EL NEGOCIO EST� DENTRO DE LA PROVINCIA DE LA RELIGI�N. El hombre que dice: "Los negocios son negocios y la religi�n es religi�n", es un hombre cuyas percepciones morales y espirituales est�n tristemente confundidas. "El mandamiento de Dios es muy amplio", y su amplitud es tal que cubrir� todas las transacciones del mercado. El comercio y el comercio, tanto como la agricultura, son "del Se�or"; Es un orden de actividad humana que est� totalmente de acuerdo con su dise�o que nos concierne; y es una esfera en la que �l espera que presentemos nuestros principios y convicciones m�s elevados, en los que siempre podemos estar sirvi�ndole.

II Esa falta de honestidad es ofensiva a su vista. "Un falso equilibrio es su abominaci�n" ( Proverbios 11:1; Proverbios 20:10). La deshonestidad es malvada a su vista, en la medida en que:

1. Es una violaci�n flagrante de uno de sus principales mandamientos. El segundo de todos los mandamientos es este: "Amar�s a tu pr�jimo como a ti mismo" (ver Mateo 22:29). Pero enga�ar a nuestro vecino en el mercado es hacerle lo que deber�amos en�rgicamente protestar contra lo que nos est� haciendo.

2. Es una clara violaci�n de lo que se debe a nuestro hermano. Es una acci�n sin trabas; Es un acto hecho en un desprecio consciente de todos los reclamos que nuestros semejantes tienen sobre nuestra consideraci�n. Adem�s, es una lesi�n para la sociedad de la que somos miembros; porque es uno de esos errores que son cr�menes y pecados; Es un acto que ataca la ra�z de toda comuni�n, todo comercio entre el hombre y el hombre.

3. Es una lesi�n hecha por un hombre a s� mismo. Ning�n hombre puede robar a su hermano sin da�ar su propia alma. Es algo que comete el peor acto de deshonestidad para todos. Y el que defrauda sistem�ticamente a sus vecinos est� diariamente cortando su propio car�cter, continuamente mancha su propio esp�ritu, se est� destruyendo a s� mismo.

III. Esa honestidad es aceptable para Dios. "Un peso justo es su deleite". No es que todo trato honesto sea igualmente aceptable para �l. Mucho aqu�, como en todas partes, depende del motivo. Un hombre puede ser honesto solo porque es la mejor pol�tica, porque teme la exposici�n y la pena del fraude: hay una peque�a virtud en eso. Por otro lado, puede ser estrictamente justo y justo en todos sus tratos, ya sea que su trabajo sea conocido o desconocido, porque tiene la convicci�n de lo que le debe a su vecino o porque tiene un sentido permanente de lo que Dios tendr�a �l sea y haga. En este caso, su honestidad es tan verdaderamente un acto de piedad, de servicio sagrado, como lo fue un sacrificio en el templo de Jehov�, como lo es una oraci�n en el santuario de Cristo. Es un acto rendido "al Se�or", y es agradable a la vista de Dios su Salvador; �l "sirve al Se�or Cristo" ( Colosenses 3:23, Colosenses 3:24). Es una gran cosa que no necesitemos abandonar la tienda o el barco, la oficina o el campo, para rendir sacrificios aceptables al Se�or nuestro Dios. Por simple conciencia, por integridad inmaculada e inquebrantable, cualquiera que sea la plaga que ocupemos, mantenida por nosotros con el ojo observador de nuestro siempre presente Maestro, podemos honrarlo y complacerlo tanto como si estuvi�ramos inclin�ndonos en oraci�n o levantando alza nuestra voz en alabanza en la adoraci�n de su casa. � C.

Proverbios 16:16

(Ver homil�a en Proverbios 8:10, Proverbios 8:11.) - C.

Proverbios 16:18, Proverbios 16:19

( Proverbios 11:2; Proverbios 18:12)

Orgullo y humildad

En las Escrituras se pone una gran insistencia sobre el mal del orgullo y el valor de la humildad. El tema ocupa un lugar importante en esos "pensamientos de Dios", que se nos comunican en su Palabra.

I. EL MAL DEL ORGULLO.

1. Se basa en la falsedad. Porque, �qu� tiene el hombre m�s rico, el m�s fuerte o el m�s inteligente, qu� tiene la mujer m�s bella o m�s honrada que no ha recibido ( 1 Corintios 4:7)? Finalmente, le debemos todo a nuestro Creador y Divino Benefactor; y el pensamiento de que nuestra distinci�n se debe a nosotros mismos es un pensamiento esencialmente falso. Por lo tanto:

2. Es irreverente e ingrato; porque constantemente olvida la fuente celestial de todas nuestras bendiciones.

3. Es feo y ofensivo a la vista del hombre. Ese respeto propio que hace a un hombre superior a toda mezquindad y toda indignidad de s� mismo es honorable y excelente a nuestros ojos; pero el orgullo, que es una estimaci�n exagerada de nuestra propia importancia o virtud, es completamente hermoso; marca el car�cter de un hombre como una cicatriz marca su semblante; convierte el tema en un hombre al que miramos con aversi�n en lugar de deleite; nuestra alma no encuentra placer en mirarlo. Es positivamente ofensivo para nuestro esp�ritu.

4. Dios lo condena repetidamente y severamente como un pecado grave.

5. Es espiritualmente peligroso en un grado muy alto. Ninguna verdad se ilustra m�s constantemente que la del texto: "El orgullo va antes que la destrucci�n", etc. El orgullo engendra una falsa confianza; esto engendra inseguridad y conduce al lugar de peligro; Y luego viene la ca�da. A veces es saludable; en otros momentos, en los negocios; o puede estar en el cargo y en el poder; o, por desgracia! Puede ser en la moral y en la piedad. No existe un campo de pensamiento y acci�n humanos en el que el orgullo no sea la gu�a m�s peligrosa. Conduce hasta y (con demasiada frecuencia) sobre el precipicio.

II LA EXCELENCIA DE LA HUMILDAD. "Es mejor ser de esp�ritu humilde con los humildes", etc. Y es mejor porque, si bien el orgullo est� abierto a todas estas condenas (como arriba), la humildad debe ser recomendada y deseada por las virtudes opuestas.

1. Se basa en una visi�n verdadera de nuestros propios corazones. Cuanto m�s baja es la visi�n que tenemos de nosotros mismos, m�s cierto es el c�lculo que formamos. Hay una humildad de palabra y comportamiento que es fingido y que es falso. Un hombre puede estar "orgulloso de su humildad" y puede declamar sus propios pecados con un coraz�n arrogante. Pero la verdadera humildad se basa en un conocimiento profundo de nuestra propia naturaleza, de su debilidad y su apertura al mal; en un conocimiento completo de nuestro propio car�cter, con su imperfecci�n y responsabilidad de fallarnos en la hora de prueba.

2. Es admirable en s� mismo. De hecho, no admiramos el servilismo; Lo detestamos de todo coraz�n. Pero admiramos la humildad genuina. Es un adorno muy valioso de car�cter cristiano; da una vida recta con una belleza que ninguna otra calidad puede proporcionar. No hay nadie en quien no se convierta, a quien no haga mucho m�s atractivo de lo que �l (o ella) ser�a de otra manera.

3. Es la puerta de entrada al reino de Dios. Es el coraz�n humilde, consciente del error y del pecado, el que busca al Maestro y al Salvador. Es la gu�a que conduce nuestro esp�ritu directamente a los pies y a la cruz de nuestro Redentor.

4. Es un atributo de car�cter cristiano que nos recomienda al amor y al favor de nuestro Se�or.

5. Es el �nico terreno en el que estamos a salvo. El orgullo es un lugar resbaladizo, donde estamos seguros de resbalar y caer; la humildad es el terreno donde la devoci�n encuentra su hogar, que frecuenta una reverente confianza, donde Dios est� listo con el escudo de su tutela, de donde la tentaci�n se encoge, donde las almas humanas viven en paz y pureza y alcanzan su madurez en Jesucristo su Se�or.

Proverbios 16:25

(ver Proverbios 14:12)

El error supremo

Bien podemos estar sorprendidos, y bien podemos estar solemnizados, como atestiguamos:

I. LA MARAVILLOSA GAMA DE COMPLACENCIA HUMANA. Es simplemente maravilloso c�mo los hombres se dejar�n enga�ar respet�ndose a s� mismos. Lo que deber�an saber mejor y m�s a fondo, parecen estar menos familiarizados: su propia posici�n, su propio esp�ritu, su propio car�cter. Creen que est�n bien cuando, de hecho, todos est�n equivocados. Se supone que viajan de una manera cuando se mueven en la direcci�n opuesta. Este hecho extra�o y triste en nuestra experiencia se aplica a:

1. Nuestra relaci�n directa con Dios. Podemos estar imagin�ndonos reconciliados con �l, a favor de �l, disfrutando de su amistad divina, comprometidos a su lado, promoviendo su reino, mientras que, todo el tiempo, estamos lejos de �l, estamos condenados por �l, estamos haciendo el trabajo de sus enemigos est�n da�ando su causa y su reino. Sea testigo de los hip�critas del tiempo de nuestro Se�or, y los formalistas y ceremoniales de todos los tiempos; testigo tambi�n de los perseguidores de todas las �pocas; atestig�e aquellos de todas las tierras y edades que no han entendido que es �l, y solo �l, quien "hace justicia que es justo" a los ojos de Dios.

2. Nuestra relaci�n con nuestros semejantes. �Cu�n a menudo los hombres se han pensado a s� mismos justo cuando han sido miserablemente injustos, amables cuando han sido cruelmente crueles, fieles cuando han sido culpablemente desleales!

3. Lo que nos debemos a nosotros mismos. Con demasiada frecuencia, los hombres piensan que una conducta pura que es impura, consistente con la sobriedad, que es un paso distinto hacia la insobriedad, agradable que es objetable, segura que es seductora y llena de peligro.

II EL EXTREMO DESASTRE DE UN ERROR GRAVE. El camino parece correcto para un hombre, y �l sigue c�modamente e incluso alegremente, pero el final es la muerte.

1. En algunos casos, este fin es el deterioro f�sico prematuro y la disoluci�n.

2. En todos los casos, es la decadencia espiritual y la amenaza de muerte del alma, la partida y la p�rdida final de todo lo que hace que la vida humana sea honorable, todo lo que hace que un esp�ritu humano sea justo ante los ojos de Dios.

3. La muerte que es eterna.

III. NUESTRA SABIDUR�A CLARA A LA VISTA DE ESTA POSIBILIDAD. Es:

1. Para preguntarnos c�mo estamos ante los ojos de Dios. Puede que el hombre nos est� aceptando en nuestra propia demostraci�n, pero Dios no hace eso. "El Se�or pesa los esp�ritus" ( Proverbios 16:2). �l "mira el coraz�n"; considera el objetivo que est� ante nosotros y el esp�ritu que est� dentro de nosotros; cu�l es el objetivo que realmente estamos buscando; �Cu�l es el motivo por el cual estamos realmente animados? cu�l es el deseo profundo y el esfuerzo honesto y sincero de nuestro coraz�n.

2. Estar o estar en lo correcto con �l. Si nos encontramos mal en su opini�n, humillar nuestros corazones ante �l; buscar su perd�n divino por todos nuestros vagabundeos; pedir su gu�a e inspiraci�n para establecer un nuevo rumbo y mantenerlo hasta el final. �l solo puede "mostrarnos el camino de la vida".

Proverbios 16:28

(Ver homil�a en Proverbios 17:9.) - C.

Proverbios 16:31

La corona de la vejez

Muchas son las coronas que, en la imaginaci�n, vemos sobre la cabeza. Muchos son ansiosos y buscados diligentemente; tales son los de la fama, el rango, la riqueza, el poder, la belleza. Estos est�n lo suficientemente bien en su camino; pero

(1) lo que se gasta en ganarlos es a menudo mucho m�s valioso que el bien por el cual se hace el sacrificio; y

(2) la corona, cuando se usa, generalmente pesa m�s y da menos satisfacci�n de lo que se imaginaba en el ardor de la persecuci�n. La vejez es una corona. Es natural que los hombres lo deseen, por dos razones.

1. Significa una prolongaci�n de la vida; y la vida, en condiciones ordinarias, es muy deseada, para que los hombres se aferren a ella incluso tenazmente.

2. Significa la finalizaci�n del curso de la vida. La edad es una de sus etapas naturales. Tiene sus privaciones, pero tambi�n tiene sus propios honores y placeres; aquellos que han pasado por otras experiencias de la vida pueden desear completar su curso usando el canoso jefe de la vejez. Pero en relaci�n con la edad, hay:

I. LA CORONA DE LA VERG�ENZA. Porque no siempre se encuentra en el camino de la justicia. Un anciano que todav�a ignora esas verdades que podr�a haber aprendido, pero que ha descuidado reunir; o quien es adicto a las indulgencias deshonrosas que ha tenido tiempo de conquistar, pero no ha sometido; o quien cede a los h�bitos no hermosos del esp�ritu que hace mucho tiempo deber�a haber expulsado de su naturaleza y su vida; o quien a�n no ha regresado a ese Divino Padre que lo ha estado buscando y llamando todos sus d�as; tal anciano, con sus canas, lleva una corona de deshonra en lugar de gloria. Pero si bien podemos sentir que debe ser condenado, nos sentimos mucho m�s inclinados a la pena que a la culpa. Porque, �qu� edad no se encuentra en el camino de la justicia: edad sin excelencia, edad sin virtud, edad sin corona de fe y esperanza? Sin duda, uno de los espect�culos m�s lamentables que el mundo presenta a nuestros ojos. Es agradable, de hecho, poder considerar:

II LA CORONA DE HONOR. Cuando la vejez se encuentra en el camino de la justicia, es una corona de honor, en eso:

1. Tiene sobre s� el reflejo de un pasado honorable. Habla de virtudes pasadas que han ayudado a convertirla en la "vejez verde" que es; de �xitos pasados ??que se han ganado en la batalla de la vida; de servicios pasados ??que se han prestado con diligencia y fidelidad; de penas pasadas que han sido mansamente soportadas; de luchas pasadas que se han enfrentado y pasado con valent�a; porque fue en el renderizado y en el rodamiento y en la reuni�n de estos que el cabello se ha vuelto gris de a�o en a�o.

2. Tiene la excelencia especial del presente. "Una corona de belleza" (lectura marginal). En la "cabeza canosa" y en el semblante benigno de la vejez hay una belleza propia; es una belleza que puede no ser observable a todos los ojos, pero que, sin embargo, existe; es la belleza del valor espiritual, de la confianza y el reposo, de la calma y la quietud; es una belleza, si no la belleza, de la santidad. Quien no reconoce en los ancianos que han envejecido al servicio de Dios y en la pr�ctica de la justicia algo m�s que las marcas del tiempo, no puede ver una corona de belleza que es visible para un ojo m�s exigente.

3. Tiene la bendita anticipaci�n del futuro. Se ve hacia el hogar y hacia el cielo. Una vejez ego�sta y mundana se est� arrastrando lo suficiente; "abraza su oro hasta el borde del molde del cementerio"; pero la edad que se encuentra en los caminos de la justicia tiene la luz de una gloriosa esperanza en sus ojos; lleva sobre sus cejas la corona de una anticipaci�n pac�fica y bendecida de un descanso que le queda, de un reencuentro con el amado que ha sucedido antes, de una visi�n beat�fica del Salvador en su gloria, de una vida m�s grande en un esfera m�s noble, solo unos pasos m�s adelante.

Proverbios 16:32

(con Proverbios 14:17, Proverbios 14:29)

El comando de nosotros mismos

Nuestra atenci�n se llama a los dos lados del tema.

I. EL MAL DE LA IMPATIENCIA. Lo malo que es perder el control de nosotros mismos y hablar o actuar con un esp�ritu perturbado e inquieto aparece cuando consideramos que:

1. Est� mal. Dios nos dio nuestro entendimiento, nuestras diversas facultades espirituales, con el prop�sito de que podamos tenernos bajo control; y cuando nos permitimos estar irritados y molestos, ser provocados a la ira, hacemos lo que cruza su prop�sito Divino en relaci�n con nosotros y su expectativa de nosotros; hacemos lo que decepciona y entristece a nuestro Padre.

2. Es una derrota. Hemos fallado en hacer lo que se nos propuso hacer. La hora en que se cruza nuestra voluntad es la hora de la prueba; entonces se ve si tenemos �xito o fracasamos; y cuando perdemos el control de nuestro esp�ritu somos derrotados.

3. Es una exposici�n de locura. El que es apresurado de esp�ritu "exalta la locura" ( Proverbios 14:29). Da otra ilustraci�n dolorosa de locura; �l muestra que �l no es el hombre sabio que podr�amos desear que fuera. �l muestra una vez m�s cu�n pronto y con qu� facilidad un buen hombre puede ser vencido y puede ser guiado del camino de la sabidur�a.

4. Conduce al mal. "El que pronto se enoje tratar� tontamente" ( Proverbios 14:17). Un hombre que pierde el equilibrio de buen humor ciertamente "tratar� tontamente". Nunca estamos en nuestro mejor momento cuando estamos enojados. Nuestro juicio est� perturbado; nuestras facultades mentales est�n desordenadas; pierden su verdadera proporci�n. No hablamos tan sabiamente, no actuamos tan juiciosamente, como de otra manera deber�amos. Con toda probabilidad, hablamos y actuamos con una locura positiva, de una manera que trae arrepentimiento de nuestra parte y reproche de nuestro vecino. Muy posiblemente decimos y hacemos lo que no se puede deshacer f�cilmente, si es que se hace alguna vez. Quitamos el florecimiento de una amistad justa; plantamos una ra�z de amargura que no podemos arrancar; comenzamos un tren de consecuencias que correr�, no sabemos a d�nde

II LA VERDADERA CONQUISTA Ser due�o de nosotros mismos es ser "de gran comprensi�n", ser "mejor que el poderoso" o "el que toma una ciudad". Es as�, en la medida en que:

1. Es una victoria esencialmente espiritual. Tomar una ciudad es, en parte, triunfar sobre obst�culos f�sicos, sobre muros, fosos y balas; pero el que gobierna su esp�ritu est� luchando contra los malos temperamentos, las inclinaciones imp�as y los impulsos indignos. �l est� luchando "no contra carne y hueso", sino contra los enemigos m�s poderosos que se acuestan y brotan en el alma humana; �l est� luchando con armas mucho m�s nobles que la espada, la bayoneta o el ca��n: con pensamiento, con energ�a espiritual, con una resoluci�n profunda, con voluntad extenuante, con conciencia, con oraci�n. La victoria se lucha y se gana en el terreno m�s alto, la arena de un esp�ritu humano.

2. Es una victoria sobre nosotros mismos. Y esto es m�s valioso y mejor que uno ganado sobre otro.

(1) No hay humillaci�n en ello; por el contrario, hay autoestima y una sensaci�n de verdadera virilidad.

(2) Nuestro primer deber es que nos debemos a nosotros mismos. Dios ha comprometido a cada esp�ritu humano la solemne carga de su propio car�cter. Tenemos otras funciones altas y sagradas que cumplir, pero la primera y m�s grande de todas es honrar, entrenar, gobernar, cultivar, ennoblecer nuestro propio esp�ritu. Por lo tanto, estamos llevando a cabo la voluntad expresa de Dios cuando nos ordenamos victoriosamente.

3. No tiene sangre y es ben�fico. Es muy posible que el guerrero olvide los honores que ha recibido cuando se ve obligado a recordar los gritos de los heridos en el campo de batalla y las l�grimas de las viudas y los hu�rfanos que son v�ctimas de la guerra. Pero el que gobierna su propio esp�ritu no tiene recuerdos tristes que recordar, ni escenas desgarradoras que imaginar. Sus victorias no est�n manchadas de sangre; Con la conquista de s� mismo, ha salvado a muchos corazones de ser herido por una palabra apresurada, y ha preservado o restaurado esa atm�sfera en la que solo la felicidad puede vivir y la prosperidad abunda. C.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Proverbs 16". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/proverbs-16.html. 1897.
 
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