Bible Commentaries
Proverbios 21

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

Versículos 1-31

EXPOSICI�N

Proverbios 21:1

El coraz�n del rey est� en la mano del Se�or, como los r�os de agua. Debemos pensar en los peque�os canales utilizados para el riego. Como estos est�n completamente bajo el control del jardinero, el coraz�n del rey, que parece no tener superior, est� dirigido por Dios. Lo gira por donde quiera. Mediante influencias ocultas y arreglos providenciales, Dios dispone al monarca para que ordene a su gobierno a fin de llevar a cabo sus dise�os, para difundir la alegr�a y la abundancia. El sistema de riego significado en este pasaje a�n est� por verse en tierras orientales. "Los macizos de flores y los jardines de hierbas siempre se hacen a un nivel un poco m�s bajo que el suelo circundante, y se dividen en peque�os cuadrados, con un ligero borde de tierra que se deposita en toda la ronda a cada lado. Luego se deja entrar agua e inunda todo superficie hasta que el suelo est� completamente saturado; despu�s de lo cual la humedad se apaga a otra cama, simplemente cerrando la abertura en la que est� debajo del agua, girando el pie descalzo del jardinero y haciendo otra de la misma manera con el pie, en la cama de al lado, y as� todo el jard�n se riega a su debido tiempo ... Solo, en este caso, se supone que la mano hace el hueco en el banco de arcilla del arroyo y desv�a la corriente "(Geikie, ' Tierra Santa y Biblia, '1.9). Entonces en Virgil encontramos ('Ecl.,' 3.111) -

"Claudite jam rivos, pueri; sat prata biberunt".

"Ahora cierra los cortes; ya se han bebido los hidromiel".

Proverbios 21:2

Esto es similar a Proverbios 16:2 (donde vea la nota. Comp. Tambi�n Proverbios 14:12; Proverbios 16:25; Proverbios 20:24). Vea aqu� una advertencia contra el autoenga�o y esa tonta autocomplacencia que piensa lo mejor posible a su manera. Septuaginta, "Todo hombre se parece justo, pero el Se�or dirige los corazones".

Proverbios 21:3

Hacer justicia y juicio es m�s aceptable para el Se�or que el sacrificio. La superioridad de la obediencia moral a la adoraci�n ceremonial a menudo se inculca (ver nota en Proverbios 15:8, y debajo, Proverbios 15:27; y comp. Miqueas 6:6 y Mateo 12:7). "Justicia" y "juicio" (tsedakah y mishpat) se combinan en G�nesis 18:19; 2 Samuel 8:15; Job 37:23; Isa�as 56:1, etc. Implican procedimientos de equidad y justicia, no por simple respeto a la ley, sino por el principio del amor. Septuaginta, "Justificar y decir la verdad son m�s agradables para Dios que la sangre de los sacrificios".

Proverbios 21:4

Una mirada alta y un coraz�n orgulloso; Vulgata, exaltatio oculorum est dilatatio cordis, "La elevaci�n de los ojos es una hinchaz�n del coraz�n". Pero es mejor hacer que todo el vers�culo sea una idea, como en la Versi�n autorizada. El levantamiento de los ojos es un t�rmino que implica orgullo, como se muestra en miradas extravagantes, como si otras personas fueran de arcilla inferior y no fueran dignas de atenci�n. Entonces tenemos "ojos altivos" en Proverbios 6:17 (donde vea la nota); y en Proverbios 30:13 leemos: "Hay una generaci�n, �oh, qu� elevados son sus ojos! y sus p�rpados est�n levantados". "La ampliaci�n del coraz�n" es la causa de la mirada orgullosa, ya que significa los afectos malvados y la concupiscencia de la voluntad, completamente llenos de s� mismos, y controlando las acciones y la expresi�n del cuerpo. Septuaginta, "Un hombre de mente alta (??????????) es valiente en su orgullo". Y el arado de los imp�os es pecado. La versi�n autorizada toma la lectura ??? (nir), que significa "labranza" ( Proverbios 13:23) o, como supone Delitzsch, "tierra arada por primera vez" (novale). El proverbio, tomado as� , significar�, "mirada alta, coraz�n orgulloso, incluso todo el campo que cultivan los imp�os, todo lo que hacen, es pecado". "El orgullo", dice el Talmud, "es peor que el pecado". y muy apropiado (comp. Proverbios 13:9; Proverbios 24:20) significado. ??? (ner) significa "una l�mpara". As�, la Vulgata, Lucerna impiorum peccatum, "La l�mpara de los malvados es pecado; "y la Septuaginta, ??????? ?? ?????? ???????" L�mpara "es, como a menudo, una met�fora de la prosperidad y la felicidad; y aqu� se dice que la prosperidad externa y la alegr�a del pecador, que nace de ninguna buena fuente, se funda en uno mismo , y no descansando en la virtud y la piedad, en s� mismos son pecaminosos y desagradables para Dios.

Proverbios 21:5

Los pensamientos de los diligentes tienden solo a la plenitud. La industria del paciente es recompensada por un cierto aumento (comp. Proverbios 12:11; Proverbios 13:11; Proverbios 14:23). Dice una m�xima inglesa: "La diligencia es una buena melod�a y la industria es un buen estado", han dicho los gnomistas griegos:

?????? ?? ???? ??? ????????? ?????????? ??? ???????? ??? ???? ???????????

"Al que trabaja todas las cosas buenas, el hombre que trabaja Dios mismo le ayuda".

Pero de cada uno que se apresura a querer. La diligencia se contrasta con la precipitaci�n. El apresurarse a ser rico por cualquier medio, incluso nefasto, ( Proverbios 20:21; Proverbios 28:20) llevar� al hombre a la pobreza. Existen numerosos proverbios que advierten contra la precipitaci�n, lo que ocurrir� a todos: Festina lente; "M�s prisa menos velocidad;" "Eile mit Weile".

????????? ??????? ????? ????? ?????.

(Ver una larga disertaci�n sobre Festinatio praepropera en 'Adagia' de Erasmo). Este verso se omite en los manuscritos principales de la Septuaginta.

Proverbios 21:6

La obtenci�n de tesoros por una lengua mentirosa �la adquisici�n de riqueza por fraude y falsedad� es una vanidad lanzada de un lado a otro de los que buscan la muerte. La �ltima cl�usula se representa e interpreta de diversas maneras. El hebreo es literalmente, un aliento fugaz, aquellos que buscan la muerte. La versi�n revisada hace de las �ltimas palabras una proposici�n separada: "Los que las buscan, buscan la muerte". Pero esto parece innecesario, y algo opuesto al estilo gn�mico, que a menudo combina dos predicados en una construcci�n; y no hay ninguna raz�n por la cual no debamos expresar las palabras, como en la Versi�n Autorizada, "de buscadores de muerte". Tal modo de obtener riqueza es tan evanescente e inestable como la respiraci�n misma, y ??termina en la muerte, que es pr�cticamente el resultado de su b�squeda. As�, Sab. 5:14, "La esperanza de los imp�os es como el polvo que es arrastrado por el viento; como una fina espuma que se aleja con la tormenta; como el humo que se dispersa aqu� y all� con la tempestad, y se desvanece como el recuerdo de un invitado que se queda solo un d�a ". Algunos piensan que la comparaci�n se refiere al espejismo del desierto, que enga�a a los viajeros con los fantasmas de las aguas fr�as y la sombra refrescante. Tal alusi�n se encuentra en Isa�as 35:7. El Talmud ordena: "No digas ninguna palabra que no est� de acuerdo con la verdad, para que tu honor no desaparezca como las aguas de un arroyo". La Septuaginta y la Vulgata han seguido una lectura diferente (??? ???????), y dan as�: Vulgata, Vanus et excors est, et impingetur ad laqueos mortis, "Es vanidoso y tonto, y ser� tomado en las trampas de la muerte; " Septuaginta, "persigue cosas vanas hasta las trampas de la muerte (??? ???????)" ( Proverbios 13:14; Proverbios 14:27). Entonces San Pablo dice ( 1 Timoteo 6:9), "Los que desean ser ricos caen en una tentaci�n y una trampa (??????), y muchas lujurias tontas e hirientes, como ahogar a los hombres en destrucci�n y perdici�n."

Proverbios 21:7

El robo de los imp�os los destruir�; Vulgata, rapinae impiorum detrahenteos; Versi�n revisada, "La violencia de los imp�os los barrer�", como la paja ante el viento. La violencia con la que tratan a los dem�s se recuperar�, traer� su propio castigo; se hundir�n en el hoyo que hicieron, y su pie se tomar� en la red que escondieron (Salmo 9:15; comp. Proverbios 1:18, Proverbios 1:19). Septuaginta, "La destrucci�n permanecer� como invitado (??????????????) con los imp�os". La raz�n de este destino se da en el hemistich final: porque se niegan a juzgar. Esta es una retribuci�n judicial sobre ellos por negarse voluntariamente ( Proverbios 21:25) a hacer lo correcto.

Proverbios 21:8

El camino del hombre es perverso y extra�o; Vulgate, Perversa via viri, los extraterrestres est. Tanto esta como la versi�n autorizada pierden la ant�tesis entre el culpable y el hombre puro, lo que se pretende. En ???, traducido "y extra�o" (que parece significar "ajeno a lo que es correcto"), el vav no es el copulativo, sino parte de la palabra, que es un adjetivo que significa "cargado de culpa"; para que la cl�usula deba expresarse, "Crooked es el camino de un hombre culpable" (ver nota en Proverbios 2:15, donde, sin embargo, la palabra es diferente, aunque la idea es an�loga). La forma de vida de un hombre malvado no es abierta y directa, simple y uniforme, sino sigilosa, torcida, perversa, a donde sus malas inclinaciones lo conducen. Septuaginta, "Al torcido (????????) Dios env�a caminos torcidos"; que recuerda Salmo 18:26, "Con el puro te mostrar�s puro; y con el perverso te mostrar�s perverso". Dios permite que los malvados se castiguen cayendo en travesuras. En cuanto a lo puro, su trabajo es correcto; o, recto ( Proverbios 20:11). Los puros de coraz�n estar�n en acci�n; �l sigue su conciencia y la ley de Dios, y sigue su curso directamente sin dar vuelta ni vacilar. La LXX refiere la cl�usula a Dios: "porque puro y correcto son sus caminos".

Proverbios 21:9

Es mejor vivir en un rinc�n de la azotea. Una es pensar en el techo plano de una casa oriental, que se utiliz� como apartamento para muchos prop�sitos: e, g. para dormir y conferencia ( 1 Samuel 9:25, 1 Samuel 9:26), para hacer ejercicio ( 2 Samuel 11:2), para asuntos dom�sticos ( Josu� 2:6) , para la jubilaci�n y la oraci�n (Salmo 102:7; Hechos 10:9). Esto, aunque expuesto a las inclemencias del tiempo, no ser�a una situaci�n inc�moda durante gran parte del a�o. Pero el proverbio implica una posici�n anormalmente inconveniente como una alternativa preferible a una residencia en el interior. Por lo tanto, tal vez, es aconsejable representar, con Delitzsch, "Mejor sentarse en el agujero del techo de una casa". Septuaginta, "Es mejor vivir en una esquina de un lugar abierto al cielo (????????)". Que con una mujer re�ida (contenciosa) en una casa amplia; literalmente, una casa de la sociedad; es decir, una casa en com�n (comp. Proverbios 21:19 y Proverbios 25:24). Un rinc�n solitario, repleto de inconvenientes, es preferible a la casa compartida con la mujer, la esposa u otra relaci�n femenina, de un car�cter irritante y irritante. La LXX pone el asunto a la fuerza, "que en habitaciones cerradas con injusticia y en una casa com�n". Entonces el proverbio latino, "Non quam late, sed quam laete habites, refert". Los escoceses tienen un proverbio en el mismo sentido: "Una casa con un hedor y una esposa con un criado (re�ir) har�n que un hombre corra hacia la puerta". "Prefiero morar", dice el Hijo de Sirach (Eclesi�stico 25:16), "con un le�n y un drag�n, que quedarse en casa con una mujer malvada".

Proverbios 21:10

El alma del malvado desea velo. Un hombre malvado no puede descansar sin planear y desear algo nuevo y malvado. Nada est� a salvo de su actividad maligna (comp. Proverbios 4:16; Proverbios 10:23). Su vecino no encuentra ning�n favor en sus ojos ( Isa�as 13:18; Isa�as 26:10). No mira con l�stima a un amigo o vecino, si se interponen en el camino de la satisfacci�n de sus deseos; sacrificar� a cualquiera, por muy conectado que est�, para que pueda hacer su voluntad. Nada hace a un hombre m�s atrozmente ego�sta y duro que el vicio (ver Proverbios 12:10, y la nota all�). La LXX toma la oraci�n en un sentido pasivo: "El alma de los imp�os no ser� compadecida por nadie". Los que no tienen piedad de los dem�s, no se encontrar�n con ellos mismos; mientras que, por otro lado, el Se�or dice: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzar�n misericordia" ( Mateo 5:7).

Proverbios 21:11

Cuando el escarnecedor es castigado, lo simple se vuelve sabio. Ten�amos el mismo pensamiento en Proverbios 19:25 (donde ver nota). Los simples (parvulus, Vulgate) se benefician con el castigo de los incorregiblemente malvados. Pero los sabios no necesitan castigo por su mejora. Cuando se instruye al sabio (Salmo 32:6), �l (el sabio) recibe conocimiento. El hombre sabio aprovecha cada oportunidad, aprovecha cada circunstancia y evento para aumentar su conocimiento y experiencia. La Vulgata contin�a con el tema: "Y si �l (el simple) sigue al sabio, alcanzar� el conocimiento". Septuaginta, "Cuando el hombre intemperante es castigado, lo simple se hace m�s inteligente; y el hombre sabio que comprende recibir� el conocimiento". "Porque a menudo sucede", dice San Gregorio ('Moral.,' 18.38). "que la mente de los d�biles es m�s insegura de escuchar la verdad, ya que ve florecer a los despreciadores de la verdad; pero cuando la venganza quita lo injusto, mantiene a los dem�s alejados de la maldad".

Proverbios 21:12

El justo considera sabiamente la casa de los imp�os; pero Dios derriba a los imp�os por su maldad. La versi�n autorizada introduce las palabras "pero Dios" para obtener el sentido deseado; la versi�n revisada, por la misma raz�n, tiene "c�mo se derroca a los malvados"; y ambas versiones significan que el hombre bueno contempla las fortunas y la aparente prosperidad de los malvados, y, mirando hacia el final de estos hombres, ve cu�n vano es su �xito y qu� problema fatal les espera. La Vulgata refiere el pasaje al celo de los justos por la salvaci�n de los pecadores, un pensamiento bastante extra�o para el sujeto presente, por lo tanto: Excogitat justus de domo impii, ut detrahat impios a malo, "El hombre justo reflexiona acerca de la casa del malvado c�mo puede librarlos del mal ". El hebreo es literalmente: el justo mira la casa de los imp�os: precipita a los imp�os a la destrucci�n. No hay cambio de tema en las dos cl�usulas, y "un justo" (tsaddik) es Dios, puesto indefinidamente para excitar el mayor temor (comp. Job 34:17). El Se�or mantiene a los pecadores bajo su ojo, para poder castigarlos en el momento adecuado (comp. Proverbios 22:12; Job 12:19). La noci�n del gobierno moral de Dios del universo prevalece m�s fuertemente en cada pronunciamiento del escritor. La LXX interpreta "la casa" como coraz�n y conciencia, y dice: "Un hombre justo comprende los corazones de los imp�os y desprecia a los imp�os en sus maldades"; �l ve a trav�s de su felicidad exterior, conoce bien su irrealidad y los desprecia por los bajos objetivos y actividades que los satisfacen.

Proverbios 21:13

Quien cierra sus o�dos al clamor de los pobres. Una doble retribuci�n se ve amenazada en el hombre despiadado. �l tambi�n llorar� a s� mismo, pero no ser� escuchado. �l mismo se angustiar� y pedir� ayuda a sus vecinos en vano. "Con la misma medida que ustedes midieron, se les medir� nuevamente" ( Lucas 6:38). Esto tambi�n es cierto en asuntos espirituales y en el juicio final (ver Proverbios 14:21 y Proverbios 19:17; y comp. Mateo 18:28, etc .; Mateo 25:41, etc .; Santiago 2:13).

Proverbios 21:14

Un regalo en secreto para calmar la ira. Hemos tenido varias m�ximas sobre sobornos y regalos; p.ej. Proverbios 17:8, Proverbios 17:23; Proverbios 18:16. La palabra traducida "pacifieth" proviene del verbo ???? ????????? ?????, "alejarse", "evitar". Septuaginta, ?????????; Vulgata, extinguir; Veneciano, ??????. Un obsequio ofrecido en secreto a un indignado, ya sea enemigo personal, juez o pr�ncipe, evita las consecuencias del delito. El siguiente hemistich tiene un significado paralelo. Y una recompensa (presente) en el pecho ira fuerte. Un regalo a mano en el seno de la prenda del peticionario, listo para ser transferido en un momento apropiado, como lo demuestra la experiencia, calma la ira m�s violenta. Septuaginta, "El que ahorra dones divierte una ira fuerte".

Proverbios 21:15

Es una alegr�a para el justo hacer juicio. Los justos sienten verdadero placer al hacer lo correcto; tienen la respuesta de una buena conciencia y el sentimiento de que, en la medida de lo posible, hacen de la voluntad de Dios su voluntad, y esto les brinda un profundo consuelo y una alegr�a estable (ver algunas experiencias contrarias, Proverbios 21:10 y Proverbios 10:23; Proverbios 15:21). Pero la destrucci�n ser� para los trabajadores de la iniquidad. La versi�n autorizada, al insertar "debe ser", y al hacer de esta cl�usula una afirmaci�n separada, oscurece la fuerza del original, que, como en Proverbios 10:29 (donde vea la nota), contrasta el efecto del derecho- haciendo lo bueno y lo malo. Es una alegr�a para los primeros, "pero destrucci�n [o 'terror'] para los que trabajan iniquidad". Et pavor operantibus iniquitatem, Vulgate. No pueden confiar en s� mismos para hacerlo correctamente sin temor; no pueden entregar el resultado a Dios, como lo hacen los justos; si alguna vez act�an con rectitud, va en contra de su inclinaci�n, y tal acci�n, como temen, los llevar� a la ruina. Septuaginta: "El gozo de los justos es juzgar; pero un hombre santo es abominable (?????????) entre los malvados". Entonces Sab. 2:15, "�l [los justos] nos es grave incluso para nosotros: porque su vida no es como la de otros hombres, sus caminos son de otra manera ... se abstiene de nuestros caminos como de inmundicia (??????????)".

Proverbios 21:16

El hombre que se desv�a del camino del entendimiento. (Para ?????????, "comprensi�n", ver nota en Proverbios 1:3.) El que abandona el camino de la sabidur�a, el camino de la virtud, la vida religiosa, y por lo tanto se convierte en lenguaje proverbial "un tonto", �l permanecer� (descansar, morar) en la congregaci�n de los muertos; en coetu gigantum commorabitur. "Los muertos" es, en hebreo, rephaim, para lo cual ver nota en Proverbios 2:18. La denuncia significa principalmente que el pecador pronto estar� con las sombras de los muertos, se encontrar� con una muerte r�pida. Wordsworth considera que el escritor dice con amarga iron�a que el hombre malvado descansar� como invitado en un banquete, se acostar� y ser� recompensado, pero estar� en compa��a de los muertos. El contraste parece estar entre el errante y el resto, y este descanso se considera penal; as� que uno debe ver aqu� un indicio de retribuci�n despu�s de la muerte; y configuraci�n, Proverbios 24:14, Proverbios 24:20. Los Padres consideraban a los Refa�tas, "los gigantes", como los descendientes de los �ngeles rebeldes, de acuerdo con su interpretaci�n de G�nesis 6:1. As�, San Gregorio escribe ('Moral'. 17:30), citando nuestro pasaje: "Porque el que abandona el camino de la justicia, �a cuyo n�mero se une, salvando al n�mero de los esp�ritus orgullosos?"

Proverbios 21:17

El que ama el placer ser� pobre; qui diligit epulas, Vulgate; porque las fiestas son principalmente, aunque no exclusivamente, destinadas. Se convertir� en "un hombre de necesidad" (machesor) como Proverbios 11:24. El que ama el vino y el aceite no ser� rico. "Vino y aceite" fueron los complementos habituales de los banquetes (Salmo 23:5; Salmo 104:15). Algunos ung�entos utilizados para ungir invitados honrados eran muy costosos. La libra de nardo gastada por Mar�a de Betania val�a apenas trescientos peniques, el salario de un trabajador durante casi todo un a�o (ver Juan 12:3; Mateo 20:2). La indulgencia en tales lujos ser�a una muestra de prodigalidad y extravagancia, que son los precursores seguros de la ruina; mientras que, por otro lado, seg�n el proverbio trillado, Magnum vectigal est parsimonia. No es necesario insistir en la plenitud de la carne y los h�bitos lujosos que tienden a la pobreza espiritual y la p�rdida de la gracia. Septuaginta, "Un hombre necesitado (??????) ama la alegr�a, ama el vino y el aceite a la riqueza (??? ???????)". Algunos traducen las �ltimas palabras, "en abundancia", como si el significado fuera que los pobres se esfuerzan por mitigar la severidad de su suerte obteniendo todo el placer que puedan de las comodidades de las criaturas, sin importar c�mo se consigan. Otros piensan que un negativo ha ca�do del griego, que deber�a ser, "no a la riqueza", es decir, no se enriquecer� de ese modo.

Proverbios 21:18

Los imp�os ser�n en rescate por los justos. El mismo pensamiento ocurre en Proverbios 11:8 (donde vea la nota). ?????? (kopher), "precio de la expiaci�n", significa reconciliaci�n. Delitzsch muestra que el gran movimiento que reuni� a las naciones para la destrucci�n de Babilonia puso fin al exilio de Israel; y que Ciro, el azote de tantos pueblos paganos, fue el libertador de los jud�os (comp. Isa�as 44:28). Y el transgresor de los rectos. El infiel toma el lugar del recto; el golpe pasa sobre el �ltimo, para caer sobre el primero, como en Egipto el �ngel destructor salv� las casas de los israelitas y derram� su ira sobre los egipcios. Septuaginta, "Un transgresor es la deslocalizaci�n (???????????, quiz�s equivalente al 'rescate') de un hombre justo".

Proverbios 21:19

Una variante de Proverbios 21:9. Aqu�, en lugar de la "esquina del techo", tenemos un desierto, una tierra des�rtica, como el refugio al que debe huir el hombre perseguido. Que con una mujer contenciosa y enojada (inquieta). Entonces la Vulgata. Pero parece mejor, con muchos comentaristas modernos, tomar ???????, no como otro ep�teto, sino como equivalente a "y vejaci�n", es decir, una esposa peleadora y la vejaci�n que acompa�a a tal imposici�n. La LXX agrega una palabra al texto, como la ra�z del asunto, "que con una mujer peleadora, habladora y apasionada".

Proverbios 21:20

Hay un tesoro que desear y aceite en la morada de los sabios. El tesoro precioso y la reserva de provisiones y los ricos ung�entos ( Proverbios 21:17) se recogen en la casa del sabio, por lo que puede ir suntuosamente, ejercer la hospitalidad y prepararse para el futuro (comp. Proverbios 24:4). Pero un hombre necio lo agota. "Un tonto de hombre" ( Proverbios 15:20) pronto traga, corre y agota, todo lo que se ha acumulado ( Proverbios 21:17). Septuaginta, "Un tesoro deseable ?????????? descansar� en la boca del sabio, pero los hombres necios lo tragar�n". Es obvio aplicar la m�xima a las cosas espirituales, viendo en ella la verdad de que el hombre realmente sabio guarda tesoros del amor divino y el aceite de la gracia de Dios, mientras que el hombre necio desperdicia sus oportunidades, desperdicia sus poderes y conduce al Santo. Esp�ritu de �l.

Proverbios 21:21

El que sigue la justicia y la misericordia. "Justicia" (tsedakah), en el primer hemistich, significa la virtud que otorga a todos, a Dios y al hombre, lo que les corresponde, que es la caracter�stica del hombre justo (ver Proverbios 15:9). "Misericordia" (jesed) es la conducta hacia los dem�s, animada por el amor y la simpat�a (ver nota en Proverbios 3:3). Encuentra vida, justicia y honor. "Justicia" aqu� es el regalo de Dios a sus fieles siervos, gracia para vivir una vida santa. Esto se convierte en h�bito y forma el car�cter justo ( Job 29:14; Job 33:26). "La vida" es una vida larga y pr�spera en el mundo ( Proverbios 3:16); El "honor" es el respeto y la reverencia entre los hombres, y la gloria en otro mundo. "A quienes �l justific�, a ellos tambi�n glorific�" (Rom 8: 1-39: 80). "Vida y honor" se unen en Proverbios 22:4. "El temor del Se�or", dice Siracides, "es honor, y gloria, y alegr�a, y una corona de alegr�a ... hace un coraz�n alegre ... y da larga vida" ( Eclesiast�s 1:11, etc.) . La LXX omite la segunda "justicia" por error: "El camino de la justicia y la misericordia encontrar� vida y gloria" ( Mateo 6:33).

Proverbios 21:22

Un hombre sabio escala la ciudad de los poderosos. El valor y la fuerza de los hombres valientes no pueden defender una ciudad contra el h�bil consejo de un estratega sabio. Y derriba la fuerza de su confianza. �l pone baja la fuerza en la que confiaban los defensores; no solo toma la fortaleza, sino que tambi�n la destruye. La sabidur�a es m�s fuerte que el poder corporal ( Proverbios 20:1. Proverbios 20:18. Vea la disculpa, Eclesiast�s 9:14, etc.). Septuaginta, "Un hombre sabio se encuentra con ciudades fuertes y derriba la fortaleza (??????? ?? ???????) en la que confiaban los imp�os". As�, San Pablo, hablando de las armas que Dios nos da para luchar en la batalla espiritual, dice ( 2 Corintios 10:4) que son "poderosas ante �l para derribar fortalezas (???? ?????????? ??????????) ".

Proverbios 21:23

Hemos tenido m�ximas similares antes ( Proverbios 13:8 y Proverbios 18:21, donde vea las notas). �l guarda la boca, qui�n sabe cu�ndo hablar y cu�ndo guardar silencio; y �l guarda su lengua, quien solo dice lo que es para el prop�sito. Todos hemos escuchado el proverbio: "El discurso es plateado, el silencio es dorado". Quien, por lo tanto, presta atenci�n a sus palabras, guarda su alma de los problemas. Los problemas (angores, Vulgate) son tales: remordimiento por el mal ocasionado, angustia de conciencia, aflicci�n y contienda con vecinos ofendidos, peligro de libertad y vida, y, sobre todo, la ira de Dios y la retribuci�n en el juicio. .

Proverbios 21:24

Orgulloso y altivo es su nombre, que se enorgullece de su ira. (Para "escarnecedor" (??), el fuerte del esp�ritu, el esc�ptico librepensador del d�a de Salom�n, vea las notas en Proverbios 1:22 y Proverbios 14:6.) El verso se traduce mejor, Un orgulloso , hombre arrogante, se llama burl�n, que trabaja con soberbia soberbia. ??????? (ebrah), traducido "ira", denota tambi�n falta de moderaci�n, exceso, presunci�n (ver nota en Proverbios 11:23). El proverbio explica el significado del nombre, letz, dado a estos racionalistas; su desprecio por la religi�n revelada procede del orgullo del intelecto, que rechaza la instrucci�n y ciega los ojos a la verdad. La advertencia nos llega a casa en estos tiempos, cuando la "cr�tica m�s alta" con demasiada frecuencia se encuentra con un escepticismo y una infidelidad. Septuaginta, "Un hombre audaz, obstinado e insolente se llama plaga (??????), y el que recuerda las heridas es un transgresor".

Proverbios 21:25

El deseo del perezoso lo mata. El anhelo de tranquilidad y descanso, y la consiguiente falta de trabajo, resultan fatales para el hombre perezoso. O, puede ser, el simple deseo, combinado con ning�n esfuerzo activo para asegurar su realizaci�n, es fatal para el alma, el cuerpo y la fortuna (comp. Proverbios 13:4; Proverbios 19:24) . Lesetre cita a Bossuet, "Le paresseux spirituel s'expose aussi a la mort eternelle; car les bone deseires ne suffisient pas pour le salut; il faut encore les oeuvres" (ver Mateo 7:21; Romanos 2:13).

Proverbios 21:26

San Jer�nimo y muchos comentaristas conectan este verso con el anterior, considerando que los dos forman un tetrastich, por lo tanto: El deseo de los perezosos ... codicia con avidez todo el d�a, pero el justo no da ni escatima. Pero en esta divisi�n de nuestro libro solo hay puras angustias; y, como observa Delitzsch, para hacer el contraste, se requiere en el primer hemistico una expresi�n como "y no tiene nada" ( Proverbios 13:4; comp. Proverbios 20:4). Por lo tanto, es correcto considerar este distich independiente, y traducir: Hay que (o uno) desea codiciosamente siempre, pero el justo da y no retiene. Hay reclamos hechos por todos lados, demandas de ayuda, oraciones importantes, como se podr�a pensar que ning�n hombre podr�a satisfacer; pero el justo tiene medios suficientes y de sobra, es generoso y caritativo, es trabajador, y usa bien su mayordom�a ( Lucas 16:9), y as� organiza sus gastos que tiene que dar a quien necesita ( Efesios 4:28). Septuaginta, "Un hombre imp�o dise�a dispositivos malvados todo el d�a, pero el justo se compadece y muestra compasi�n sin temor".

Proverbios 21:27

El primer hemistich ocurre en Proverbios 15:8 (donde ver nota). �Cu�nto m�s, cuando lo trae con una mente perversa! m�s bien, por maldad, equivalente a "para expiar la maldad". El sacrificio del pecador es abominable, como se ofrece formalmente sin arrepentimiento y fe; mucho m�s abominable, cuando trae su ofrenda para ganar, por as� decirlo, la connivencia de Dios en el pecado que comete y no tiene intenci�n de renunciar, lo trae como una especie de soborno y recompensa para compensar o su transgresi�n. Tal indignaci�n contra la pureza y la justicia de Dios bien podr�a llamarse abominaci�n. Septuaginta, "Los sacrificios de los imp�os son abominaci�n al Se�or, porque ellos los ofrecen imp�amente (?????????)". La noci�n de propiciar a la Deidad compartiendo con �l las ganancias del pecado se expresa en un lenguaje proverbial. Tenemos la sierra hogare�a: "Roba el ganso y da los menudillos en limosna"; y los espa�oles dicen: "Huerto el puerco y dar los pies por Dios", "roba el cerdo y regala los pettitos por el amor de Dios" (Kelly). (Ver Eclesi�stico 31:18, etc.)

Proverbios 21:28

(Para el primer hemistich, vea Proverbios 6:19; Proverbios 19:5, Proverbios 19:9.) Perecer�. Su testimonio no tiene valor, y tanto �l como �l no llegan a nada. El hombre que oye habla constantemente; Vulgate, vir obediens; Septuaginta, ???? ??????? ???????????? ???????, "Un hombre obediente hablar� con cautela". "El hombre que escucha" es uno que est� atento, que escucha antes de hablar, y solo informa lo que ha escuchado. Tal persona hablar� "por la continuidad", de modo que lo que dice nunca sea falsificado, silenciado o refutado. Vulgate, loquetur victoriam. Y as�, Aquila, Theodotion y Symmachus, ??? ?????. Versi�n revisada, sin respuesta. La expresi�n as� expresada es lanetsach, que significa, en hebreo, en todo caso, a perpetuum, "para la continuaci�n". Pero la interpretaci�n de San Jer�nimo ha sido muy utilizada por los Padres, quienes extrajeron lecciones de obediencia. As�, San Agust�n, 'In Psalm.', 70; "Sola obedientia tenet palmam, sola inobedientia invenit poenam". San Gregorio, 'Moral', 35.28, "Un hombre obediente en verdad habla de victorias, porque, cuando nos sometemos humildemente a la voz de otro, nos vencemos en nuestro coraz�n" (traducci�n de Oxford). Vea una larga disertaci�n sobre la obediencia en la nota de Corn. a Lapide sobre este pasaje de Proverbios.

Proverbios 21:29

Un hombre malvado endurece su rostro; es desvergonzado (como Proverbios 7:13), y es insensible a la reprimenda o cualquier sentimiento suave. Esta obstinaci�n muestra con su semblante. Septuaginta, "Un hombre imp�o soporta descaradamente su rostro". Pero en cuanto a los rectos, dirige su camino. Le da la direcci�n correcta ( 2 Cr�nicas 27:6). Esta es la lectura del Khetib, ?????? pero, aunque generalmente es adoptada por las versiones, no constituye una ant�tesis adecuada para la obstinada terquedad de los imp�os. Por lo tanto, los comentaristas modernos prefieren la lectura del Keri, ??????, "�l considera, prueba", a su manera; �l act�a solo despu�s del debido pensamiento, dando el peso adecuado a todas las circunstancias. Septuaginta, "Pero el hombre recto mismo comprende (??????) sus caminos". El contraste radica en la audaz confianza en s� mismo del hombre sin principios, y la tranquila circunspecci�n y prudencia del santo.

Proverbios 21:30

No hay sabidur�a, ni entendimiento, ni consejo contra el Se�or; es decir, en oposici�n a �l, que se puede comparar con el suyo, o que puede servir contra �l (comp. Job 5:13; Salmo 33:10, Salmo 33:11; Isa 29:14; 1 Corintios 1:20; 1 Corintios 3:19). Septuaginta, "No hay sabidur�a, no hay coraje (???????), no hay consejo, con respecto a los imp�os"; ???? ??? ?????, neg� Jahve, siendo tomado como "lo que est� en contra de Jahve", equivalente a "imp�o". Wordsworth cita a Horace, 'Carm.', 3.6. 5, etc.

"Dis te minorem quod geris, imperus:

Hino omne principium, huc refer exitum ".

El siguiente vers�culo contin�a y aplica la importancia de este: como la sabidur�a de los hombres no vale nada, igualmente vano es confiar en medios y aparatos externos.

Proverbios 21:31

El caballo est� preparado contra el barro de la batalla. El caballo es un emblema del poder y la actividad militar. Para los jud�os anteriores, que no estaban acostumbrados a su uso y, de hecho, ten�an prohibido emplearlo ( Deuteronomio 17:16), el caballo y los carros tirados por caballos eran objetos de terror extremo ( Josu� 17:16 ; Jueces 4:3), y aunque Salom�n los hab�a importado en gran parte de Egipto ( 1 Reyes 4:26; 1 Reyes 10:26, etc.), estos animales se usaron exclusivamente para la guerra y, en este momento, sus servicios nunca se aplicaron a fines agr�colas. El proverbio afirma que, aunque todos los preparativos est�n hechos para la batalla, y las fuerzas materiales son de la mejor y m�s fuerte descripci�n, pero la seguridad (victoria) es del Se�or (ver Salmo 20:7; Salmo 33:16, etc.). Septuaginta, "Pero del Se�or est� la ayuda (? ???????)". La gran verdad aqu� ense�ada puede aplicarse a asuntos espirituales. La �nica seguridad contra los enemigos espirituales es la gracia de Dios; podemos llorar, con San Pablo ( 1 Corintios 15:57), "Gracias a Dios, que nos da la victoria a trav�s de nuestro Se�or Jesucristo". "Por el nombre 'caballo'", dice San Gregorio ('Moral', 31.43), "se entiende la preparaci�n de la intenci�n correcta, como est� escrito, 'El caballo est� preparado', etc .; porque la mente se prepara en s� mismo contra la tentaci�n, pero no lucha sanamente a menos que sea asistido desde arriba ".

HOMIL�TICA

Proverbios 21:5

Industria del paciente

El contraste entre la diligencia y la rapidez sugiere la idea de que debe haber un elemento de paciencia y perseverancia en la primera para ser coronada con �xito. Esto puede ser muy diferente de los esfuerzos herc�leos de genio, que asombran al mundo con espasmos de esfuerzo y luego se hunden en la indiferencia. Es una actividad tranquila, constante y persistente. Debemos ver cu�nto es esto superior a las actuaciones m�s llamativas que no son respaldadas por la diligencia.

I. INDUSTRIA DEL PACIENTE EN COMERCIO. Este es el opuesto directo del m�todo del jugador. El terrible mal del juego no se ha pesado lo suficiente. A�n no se aprecian sus terribles tentaciones, su influencia generalizada, el terrible caos moral que est� causando en todas las clases de la sociedad; porque si esos males se consideraran debidamente, todos los que est�n preocupados por el bienestar de Inglaterra se horrorizar�an al ver una estupenda causa de ruina que est� desenfrenada entre nosotros. Uno de nuestros principales jueces ha declarado que el juego es el mayor mal nacional de Inglaterra. Ahora, el esp�ritu de los juegos de azar se ve en el comercio, y la Bolsa no tiene nada mejor que un gran sal�n de apuestas. La codiciosa carrera por la riqueza hace que los hombres sean imprudentes. Pero la experiencia muestra que es muy peligroso. El s�lido �xito de los hombres de negocios no se logra de esta manera. La vida de hombres como George Moore y Samuel Morley muestra que la industria honorable es un mejor camino hacia la riqueza. Incluso cuando no se adquieren riquezas, y pocos pueden ganar los premios, es el camino de la seguridad y la paz. Esto significa abnegaci�n, trabajo duro, paciente espera, coraje en circunstancias adversas. En estos aspectos, la diferencia entre el �xito y el fracaso depende de nuestro car�cter y esfuerzo. Cuando un hombre est� tranquilo, sus pensamientos son f�rtiles.

II INDUSTRIA DEL PACIENTE EN APRENDIZAJE. Existe la tentaci�n de que los principiantes busquen un camino real hacia el conocimiento; pero nunca se ha encontrado a�n. El verdadero estudiante debe "despreciar las delicias y vivir d�as laboriosos". Genius puede ser m�s que una capacidad ilimitada para el trabajo duro; pero seguramente el genio m�s alto fracasar� en sus mejores frutos si se envuelve en indolencia. La vida de los grandes hombres es casi siempre la vida de los hombres trabajadores. La erudici�n pasada de moda puede parecer menos tentadora que un atajo a la popularidad sobre los campos floridos de la inteligencia literaria. Pero la notoriedad que se gana tan f�cilmente es una burbuja vac�a que se desvanece con un toque. El estudio, el pensamiento, la industria intelectual, siempre asegurar�n recompensas m�s s�lidas y duraderas.

III. INDUSTRIA DEL PACIENTE EN EL TRABAJO CRISTIANO. La tentaci�n moderna es arrebatarle el �xito superficial. Un estilo popular vac�o y m�todos ligeros y atractivos parecen asegurar resultados que se niegan a trabajos de conciencia m�s serios. Pero tal �xito es una fruta podrida, sin valor, y que pronto termina en verg�enza y amargura. Es deber de todos los que emprenden el trabajo cristiano adaptarlo al pueblo. Es in�til predicar si nadie vendr� a escuchar. El predicador debe tratar de interesar y ganar su congregaci�n. No hay m�rito en la dulzura. El diligente debe tener sus "pensamientos". San Pablo fue demasiado sabio para desperdiciar sus esfuerzos en "batir el aire" ( 1 Corintios 9:26). Pero los esfuerzos principales deben ser serios, persistentes, perseverantes. Si la semilla se siembra profundamente, tardar� en mostrarse; pero ser� enterrado de forma segura en el suelo. En el campo misionero, la industria del paciente tiene �xito, mientras que los esfuerzos m�s emocionantes y apresurados solo terminan en un colapso final.

Proverbios 21:10

El mal que desea

I. LOS DESEOS DE LOS HOMBRES SON DETERMINADOS POR SU NATURALEZA. Los hombres buenos tienen buenos deseos, y los hombres malos tienen malos deseos. Sin duda, los deseos naturales pueden surgir en un coraz�n inocente bajo circunstancias que impiden la satisfacci�n de ellos sin pecado. Solo as� se puede ser tentado como Cristo fue tentado, es decir, sin pecado. Algunos de hecho han sostenido que incluso Cristo, al convertirse en un participante de la "carne pecaminosa" ( Romanos 8:3), en realidad asumi� sobre �l una naturaleza pecaminosa, que fue purgada y redimida. Pero no tenemos evidencia b�blica o hist�rica de tales transacciones en la Persona de Cristo.

1. Debemos distinguir, por lo tanto, entre los deseos sugeridos y los deseos alentados. El primero puede ser llevado por el tentador a los inocentes. Es en el caso del segundo que los deseos se convierten en signos de pecado.

2. Muchos deseos son en s� mismos pecaminosos. Tales deseos no encuentran lugar en un coraz�n puro. El hecho mismo de que existan es una evidencia de pecado permanente.

II Las peores naturalezas son las que desean mal por su propio bien.

1. Es posible ser sorprendido por el pecado sin haber deseado previamente ning�n deseo por �l. Es algo m�s oscuro pecar deliberadamente, despu�s de cuidar el vil proyecto y esperar mucho la oportunidad de llevarlo a cabo.

2. O puede ser que el deseo sea por alg�n objeto definido que se considere atractivo por s� mismo. Entonces no hay deseo de pecar, por el contrario, el hecho de que no se puede alcanzar la meta sin transgredir la ley de justicia puede considerarse con pesar. El deseo se satisface a pesar de su pecaminosidad, no por su pecaminosidad.

3. El peor estado es el de desear el pecado, amar el mal, encontrar una fascinaci�n en �l, de dos caminos que eligen lo descendente solo porque desciende. Esta es la maldad diab�lica.

III. LOS MALOS DESEOS SON PECADOS. Esta es la clara ense�anza de Cristo ( Mateo 5:28).

1. Son pecaminosos como indicando un coraz�n malvado. El fruto malo condena al �rbol malo. El mundo puede no detectar los fuegos ocultos del deseo reprimido; pero son conocidos por los que todo lo ven.

2. Son pecaminosos al mostrar el ejercicio del pecado; es decir, si est�n entretenidos. Cuando nos resistimos y buscamos aplastar los malos deseos, esta segunda etapa de pecaminosidad no se alcanza. Pero meditar sobre ellos y darles un buen espacio para la lira y crecer en el coraz�n aumenta su culpa.

3. Son pecaminosos y conducen a actos malvados. Los malos deseos son semillas enterradas en el alma. Dejados solos y sin control, seguramente crecer�n y revelar�n su maldad en una conducta perversa.

IV. LOS DESEOS MALVADOS DEBEN SER REVISADOS DE UNA VEZ. Las consideraciones anteriores deber�an mostrarnos que ser�a un error esperar hasta que los deseos hayan alcanzado la puerta exterior de la acci�n en el mundo. Deben verificarse por varias razones.

1. Porque ya son malvados. Incluso si estuvi�ramos seguros de que siempre podr�amos mantenerlos en secreto e inoperantes, su maldad natural y presente nos obliga a destruirlos. La serpiente debe ser destruida, aunque se esconde escondida en la espesura.

2. Porque pueden destruirse m�s f�cilmente en una etapa temprana. Es m�s f�cil matar a la cr�a joven en el nido que matar a los monstruos cuando han crecido a tama�o completo.

3. Porque estar�n m�s all� de nuestro control cuando hayan emitido acciones. Los hechos son irrevocables; pero los deseos pueden ser reprimidos. Por lo tanto, los hombres necesitan la gracia de Cristo antes de caer en el pecado real. La mejor forma de redenci�n es que el coraz�n se limpie de sus malos deseos.

Proverbios 21:13

Ignorando el grito de los pobres

I. EL PECADO

1. El clamor de los pobres es extremadamente amargo. Puede que no sea clamoroso, pero es grave. No hay un problema m�s acuciante para la sociedad en la actualidad que la cuesti�n de c�mo lidiar con los barrios miserables, superpoblados y pobres de nuestras grandes ciudades.

(1) El mal est� muy extendido. Se trata de la miseria de decenas de miles de personas.

(2) Es intenso. Nadie que no haya investigado el tema puede concebir la profundidad de la miseria que representa: ni�os p�lidos que lloran por pan, mujeres cansadas, desesperadas, hombres fuertes debilitados por el hambre y amargados al ver la riqueza que parece burlarse de su miseria. . La maravilla es que los pobres soportan su suerte con tanta paciencia que el mundo de la riqueza apenas la atiende.

(3) Es moral. El hacinamiento, la ignorancia y la desesperaci�n conducen a una grave degradaci�n moral, embriaguez, animalismo imprudente, brutalidad, odio e indignaci�n.

2. Es nuestro deber soportar este amargo clamor. Los muy pobres son nuestros semejantes, nuestros hermanos y hermanas. Solo el Cayo entre nosotros puede atreverse a preguntar: "�Soy el guardi�n de mi hermano?" Cristo nos ha escondido para amar a nuestro pr�jimo como a nosotros mismos, y en la par�bola del buen samaritano ha demostrado qui�n es nuestro pr�jimo. No podemos pasar del otro lado sin culpa ante los ojos de Dios.

3. La negligencia de este amargo clamor es deliberada. El pecado es el de un hombre que "tapa sus o�dos". Es cierto que ahora no escucha el grito. Pero �l no es el menos culpable, porque se niega a escucharlo. Hay una ignorancia culpable. Las personas acomodadas pueden decir que no conocen la condici�n miserable de sus hermanos. Es m�s vergonzoso que sean ignorantes. Es su deber investigarlo. Si el West End se deleita en los placeres mientras el East End se esfuerza y ??muere de hambre en la miseria, el sector m�s afortunado de la sociedad tiene amplios medios para determinar la condici�n de la parte infeliz. La indiferencia descuidada es cruel ego�smo.

II EL CASTIGO. "�l tambi�n llorar� a s� mismo, pero no ser� escuchado".

1. Sus propias circunstancias pueden llevarlo a la angustia. Vemos reveses extra�os de la fortuna. Algunos de los habitantes m�s miserables de los barrios m�s bajos alguna vez estuvieron en circunstancias acomodadas. La quiebra de un banco, el fracaso de una mina, las p�rdidas de la especulaci�n, la ruina del juego, pueden llevar a un hombre rico a la miseria. Entonces, si ha alentado el abandono de los pobres por su conducta en d�as m�s afortunados, sufrir� la mala costumbre social que ha ayudado a fomentar.

2. Una revoluci�n social puede traer castigos temerosos a los despreciativos que ahora descuidan el grito de sus hermanos. As� fue en Francia hace cien a�os. No hay indicios de que toda la civilizaci�n de Europa est� en peligro por una gran agitaci�n social. La escandalosa desigualdad de los lotes es evidentemente evidente para todos, y los privilegios de unos pocos pueden ser despiadadamente despojados de ellos en inter�s de muchos. Si el volc�n se desborda, habr� poco respeto por los intereses creados, los derechos abstractos o las reclamaciones personales. Pero si tememos una revoluci�n violenta que pueda destruir todo el tejido de la civilizaci�n, debemos atender al grito de la pobreza. Hacer caso omiso de esto es sentarse en la v�lvula de seguridad mientras esperamos la pr�xima explosi�n.

3. En el mundo futuro el grito de los crueles y negligentes no ser� escuchado. Inmersiones en tormento llora en vano para que L�zaro enfr�e su lengua ardiente. Es el tipo de personas que detienen sus autos contra el grito de la ra�z. Su castigo es sufrir una negligencia similar.

Proverbios 21:17

El amor del placer

El amor al placer se describe aqu� como una causa de pobreza. Sin duda, esto estaba destinado a referirse a la miseria f�sica. Pero no podemos dejar de ver muchas otras formas de pobreza como resultado del mismo enamoramiento tonto.

I. empobrece el monedero de un hombre. Este significado directo del texto no est� exento de valija. Ning�n hombre desea descender en la escala social y perder las comodidades de la vida. Pero, sobre todo, el amante del placer dar� la bienvenida a tal perspectiva. Los hombres de mente alta, generosos y no mundanos se someten a la p�rdida de todas las cosas, y "los cuentan como esti�rcol" por el bien de alg�n noble cud. El amante del placer no es de esta categor�a. Para �l, la p�rdida terrenal debe ser una imposici�n terrible. Por lo tanto, si bien el texto puede ser �til para todos, es un argumento directo ad hominem para esa persona. Ahora, la experiencia demuestra la verdad.

1. Por placer, un hombre descuida sus negocios. En el d�a actual de dura competencia, tal locura es fatal.

2. Muchos placeres son costosos. No se puede tener sin grandes gastos, y la pasi�n por ellos conduce a una extravagancia imprudente.

3. Algunos placeres destruyen los poderes comerciales de un hombre. Son literalmente disipaciones. El cerebro y los nervios se debilitan, y el esclavo degradado de la autocomplacencia se convierte en un desastre, incapaz de luchar en la dura batalla de la vida. El borracho es incompetente. El hombre disoluto carece de prontitud comercial y energ�a. Otros hombres no confiar�n en el buscador de placer, por lo que los negocios lo abandonan.

4. Hay placeres que, directamente empobrecen. El juego, ahora tan prevaleciente, es un camino directo a la pobreza.

II MEJORA EL INTELECTO DE UN HOMBRE. Aunque el buscador de placer sea lo suficientemente prudente como para preservar su fortuna del naufragio, o sea tan rico que no pueda malgastar f�cilmente todas las posesiones de iris, puede mentir y se empobrecer�. Aunque siempre tenga dinero en su cartera, su propia mente se vaciar� de todas las posesiones dignas. El amor al placer debilita directamente el intelecto. El efecto f�sico de la disipaci�n empobrece el cerebro. Las emocionantes distracciones de una vida de homosexualidad destruyen los poderes del pensamiento profundo y continuo. La mente se desperdicia as� en frivolidad. El buscador de placer no tendr� paciencia para estudiar literatura s�lida, pensar grandes verdades, discutir con hombres serios cuestiones graves de la vida y la muerte. Las novelas y obras de teatro emocionantes ser�n su alimento intelectual b�sico, y el resultado ser� la ruina mental.

III. Empobrece el coraz�n de un hombre. El buscador de placer a menudo se supone que es un hombre bondadoso porque es un compa�ero genial. Sin duda, los hombres indulgentes y de vida suelta han demostrado una gran generosidad con sus amigos. Pero eso se debe a que no est�n entregados a la b�squeda del placer puro. En s� mismo, la b�squeda de placer es ego�sta, dura, cruel. Los romanos del antiguo imperio hicieron un bello arte del cultivo del placer, y se convirtieron en monstruos de crueldad. Las torturas del anfiteatro les proporcionan los placeres m�s exquisitos. Las damas romanas amantes del placer trataban a sus pobres esclavas con crueldad cruel. Es un gran error suponer que la amabilidad va acompa�ada de la b�squeda de placer, y que su opuesto es un puritanismo agrio y de mal car�cter.

IV. Empobrece el alma de un hombre. La mayor p�rdida no es la del dinero, ni siquiera la del pensamiento o el coraz�n. El tesoro principal que pierde el amante del placer es la perla de gran precio: el reino de los cielos. Puede ganar el mundo entero, pero pierde su propia alma. La b�squeda del placer destruye las facultades espirituales. No se requiere que el cristiano sea un asceta, neg�ndose a s� mismo delicias inocentes, ni se debe suponer que todos los placeres son malos. El mal es el amor al placer. Incluso el amor a los placeres que son inocentes en s� mismos puede ser la roca sobre la cual se arruina un alma, si esta es la pasi�n suprema de esa alma, eclipsando el amor de Dios.

Proverbios 21:31

defensa Nacional

Se advirti� repetidamente a los jud�os contra el mantenimiento de la caballer�a. La caballer�a era para batallas campales, y solo pod�a usarse en las llanuras. Pero la antigua guerra jud�a exitosa estaba entre las colinas. Como una cuesti�n de t�ctica militar, el consejo significaba que era mejor para los jud�os actuar a la defensiva en sus fortalezas inexpugnables que descender al campo para la guerra abierta. Un pensamiento m�s profundo era que, si bien a veces se requer�a una guerra defensiva, los jud�os no deb�an enredarse en los asuntos de sus vecinos. Esto fue especialmente deseable para un peque�o estado encajado entre los dos grandes imperios de Egipto y Asiria, como Afganist�n entre Rusia e India. Un pensamiento a�n m�s profundo y trascendental a�n no se ha alcanzado. Los jud�os deb�an aprender que su verdadera defensa no estaba en ej�rcitos, ni en destrezas militares, ni en fortalezas naturalmente fuertes. Dios era su roca y torre de fortaleza. Ahora, no tenemos raz�n para considerar que la idea que surgi� en la historia de Israel con un �nfasis magn�fico se aplica solo a esa peque�a raza antigua. Es verdad de cada naci�n que reconocer� a Dios, que "la seguridad es del Se�or". Sufrimos p�nicos peri�dicos sobre nuestros peligros nacionales. Ser�a bueno si pudi�ramos elevarnos a la posici�n que los maestros de los d�as del Antiguo Testamento instaron a Israel.

I. OBSERVE C�MO LA SEGURIDAD VIENE DE DIOS.

1. Por un control providencial de eventos. Dios liber� a Israel de Egipto abriendo un camino a trav�s del Mar Rojo. Salv� a Jerusal�n de Senaquerib con la espada del �ngel destructor. Protegi� a Inglaterra de la Armada espa�ola por la tempestad que sacudi� la costa de Noruega con los restos de los galeones espa�oles. Cuando no ocurren tales eventos marcados, Dios puede salvar a su pueblo mediante el control silencioso e invisible del curso de la historia.

2. Por una influencia divina ejercida sobre las mentes de los hombres. Dios est� en los consejos secretos de los estadistas m�s astutos. Puede sugerir y dirigir sus pensamientos y planes. Puede despertar la conciencia en el invasor imprudente y calmar las pasiones del enemigo enfurecido. As� Dios salv� a Jacob de Esa�.

3. Por la ayuda prestada a los atacados en la hora del peligro. La interferencia de Dios puede ser para guiar y fortalecer a quienes conf�an en �l, y para guiarlos hacia la seguridad. Hay mucho por hacer a trav�s de consejos sabios, decisiones justas y acciones valientes y verdaderas. Estos Dios puede inspirar.

4. Por liberaci�n final de todos los problemas.

(1) Despu�s de la muerte. El pueblo de Dios puede ser asesinado; sin embargo, los salvar� y se los llevar� a su casa.

(2) En la tierra. La liberaci�n nacional puede venir despu�s de la calamidad nacional. Puede ser justo, correcto y necesario que se produzca una terrible derrota. Sin embargo, Dios puede traer la salvaci�n suprema, una p�rdida de los ca�dos de su verg�enza y angustia.

II CONSIDERE, C�MO SE PUEDE OBTENER LA SEGURIDAD DE DIOS. No tenemos derecho a creer que somos personas privilegiadas a las que Dios favorecer� con preferencia a Rusia, Francia o Alemania. Dios cuida a todas las naciones, y ninguna naci�n puede estar segura de su protecci�n sin buscar los medios correctos para encontrarla. No tenemos derecho a rezar para que Dios esparza a nuestros enemigos, si est�n en lo correcto, y los nuestros son los "trucos traviesos". �C�mo, entonces, se puede encontrar seguridad en Dios?

1. Al actuar con justicia hacia nuestros vecinos. Dios nunca nos proteger� cuando estamos maltratando a otra naci�n.

2. Al vivir en paz con Dios. Si nuestra conducta en el hogar es enemiga de Dios, no podemos esperar que �l nos defienda en el campo. La impiedad en paz traer� a Dios la deserci�n en la guerra. El pecado nacional enajenar� la protecci�n de Dios. El primer paso debe ser el arrepentimiento nacional.

3. Confiando en Dios. Si nos reconciliamos con Dios y buscamos hacer lo correcto, podemos orar por su ayuda, y creer que la tendremos, con nuestros ej�rcitos si deben ser llamados; pero, mejor lejos, sin ellos, en mantener la paz.

HOMILIAS DE E. JOHNSON

Proverbios 21:1

La providencia y el gobierno de Dios.

I. EL CONTROL DIVINO DE LOS PROP�SITOS HUMANOS. ( Proverbios 21:1.) Como las corrientes de agua son conducidas por canales y trincheras a trav�s de la tierra, para que pueda refrescarse y fructificarse, tambi�n lo son los pensamientos y consejos del gobernante, si es sabio y verdadero, un medios de fortaleza y bendici�n para la gente. Y todos esos sabios consejos son de Dios. �l forma y convierte los prop�sitos del coraz�n, como el alfarero con la arcilla. A Cyrus le dice: "Te he llamado por tu nombre, te he llamado, aunque no me has conocido" ( Isa�as 45:4. Mira el excelente serm�n del Dr. Bushnell sobre este texto en 'The New Life') .

II TODAS LAS ACCIONES HUMANAS SON PONDERADAS EN LAS ESCALAS DEL JUICIO DIVINO. ( Proverbios 21:2.) Podemos decir poco sobre los motivos; podemos ser ciegos a los nuestros, pero Dios no lo es. De ah� el deber de reflexionar (observe el significado original de la palabra) nuestros propios actos y planes, sopes�ndolos, es decir, en la balanza de un juicio iluminado por su santa Palabra.

III. EL VERDADERO SERVICIO DIVINO. ( Proverbios 21:3.) Hay un lado externo e interno de la vida religiosa. Lo externo, a saber. La conducta ritual y moral solo tiene valor, ya que es una expresi�n de los verdaderos deseos en el coraz�n. La adoraci�n interna de Dios en esp�ritu y en verdad ( Juan 4:24) debe preceder y acompa�ar a la adoraci�n externa, o esta �ltima no vale nada ( Proverbios 15:8; Salmo 1:1 .7, sqq .; 1 Samuel 15:22; Miqueas 6:6) .� J.

Proverbios 21:4

Una familia de vicios

Existe un parentesco entre todos los vicios y entre todas las virtudes. Todos los pecados surgen de una perturbaci�n de nuestras verdaderas relaciones con Dios, ya que todas las virtudes descansan sobre la conciencia profunda de esa relaci�n.

I. EL PECADO DEL ORGULLO. ( Proverbios 21:4.) Su reprensi�n divina golpea su aspecto (los altos ojos, la mirada arrogante) y su principio en el coraz�n. El significado de la segunda cl�usula no est� del todo claro; probablemente sea: "La luz de los imp�os es solo pecado", es decir, su temperamento arrogante y despiadado se compara con una luz llameante o espeluznante, en contraste con el suave rayo sereno que parece fluir de la vida de un buen hombre.

II El vicio de la codicia. ( Proverbios 21:5.) Mostrado por una prisa entusiasta y ego�sta para obtener la riqueza que la Providencia ha distribuido solo como la recompensa de un arduo trabajo. La religi�n nos ense�a moderaci�n, medida en todas las cosas. "Inquieto, sin descanso", expresa la medida de diligencia en todos nuestros negocios de la vida.

III. EL USO DE CARNES DESHONESTAS. ( Proverbios 21:6.) Esto nunca puede conducir a nada m�s que a un aparente �xito (ver la ex�gesis de este pasaje). "El hombre es el sue�o de una sombra", dijo Pindar. "�Qu� sombras somos! �Y qu� sombras perseguimos!" dijo un gran ingl�s. �Pero la palabra de nadie es m�s verdadera que la de aquel que busca ganancias a expensas de la verdad interna, ganancias por la p�rdida del alma!

IV. HECHOS VIOLENTOS. ( Proverbios 21:7.) Toda violencia retrocede al perpetrador. La desolaci�n que los hombres imp�os traen sobre otros finalmente se lleva a s� mismos. Nadie que se oponga persistentemente a lo correcto puede sostenerse, puede permanecer, porque lo correcto es el fundamento y la constituci�n de las cosas en el orden de Dios. Y as�, de criminalidad o impureza en general ( Proverbios 21:8). Es una forma torcida, una red retorcida. Las perplejidades, miserables complejidades de la duda, generalmente se remontan a la culpa de la voluntad; y el hombre directo es el que camina a la luz de un coraz�n puro.

V. EL TEMPLO CONTENIDO. ( Proverbios 21:9.) No es apto para la sociedad. Hace que la casa sea intolerable. El temperamento irritante, cautivo e irritable hace una soledad a su alrededor y lo llama paz. La idea misma de la casa cristiana es la paz. Donde sea que sea necesaria la lucha, ciertamente est� fuera de lugar all�. Busquemos las "cosas que hacen la paz", en primer lugar. Toda esposa, madre, hija, deber�a ser en realidad, si no de nombre, un "�Salom�!" ("uno pac�fico") .� J.

Proverbios 21:10

Lecciones y advertencias de la experiencia de la vida.

I. LA MERCILEDAD DEL MAL DESEO. ( Proverbios 21:10.) No hay nada m�s cruel que el apetito desenfrenado de cualquier tipo. Todos los malos deseos son perversiones de amor propio, por lo que los hombres se volvieron "odiosos y se odiaban unos a otros". Es la gracia de Dios la que convierte la imaginaci�n ego�sta, siempre fijada en un objeto estrecho, en la imaginaci�n que todo lo abarca y que es necesaria para el cumplimiento de la "regla de oro" ( Mateo 7:12)

II LAS LECCIONES DE CASTIGO Y DE RECOMPENSA. ( Proverbios 21:11, Proverbios 21:12.) La vida diaria est� llena de este contraste, no haremos caso de sus advertencias. Cuando los malvados se encuentren con su justo destino, digamos con el salmista: "Alejaste a los imp�os de la tierra como la escoria; por eso amo tus testimonios" (Salmo 119:119). Y no menos cuando los sabios y los buenos se alegran (este es el sentido de la siguiente cl�usula) admitamos la mano del que pronuncia acerca de cada buena acci�n: "De ninguna manera perder� su recompensa".

III. RETRIBUCI�N EN EL CORAZ�N DURO. ( Proverbios 21:13.) El hombre despiadado cierra la puerta de la piedad contra s� mismo en el momento de la necesidad. Si los gritos de los pobres no son escuchados por nosotros, ser�n escuchados contra nosotros ( �xodo 22:23; Mateo 18:30). La par�bola del sirviente despiadado es el mejor comentario sobre este texto.

Proverbios 21:14

Luces y sombras de la escena terrenal.

I. EL PODER DE LOS REGALOS. ( Proverbios 21:14.) No son buenos ni malos en s� mismos, pero pueden emplearse para fines buenos o malos. Hagamos un buen uso de este texto. Aprendemos que los regalos deben ser silenciosos, discretos, no observados; y lo mismo es cierto para todos los actos de bondad que son verdaderas cerdas del coraz�n. No deben irritar el orgullo ni deprimir la independencia. Con tan pocas atenciones y marcas en el amor, �cu�nto mal se puede evitar, cu�ntas asperezas de temperamento o circunstancia se pueden calmar!

II DELICIO O DISGUSTA POR UNA CONDUCTA CORRECTA. ( Proverbios 21:15). No hay alegr�a en el mundo que pueda compararse en profundidad y pureza con la de la buena conciencia; ning�n ejercicio que brinde tanta salud y placer como actuar correctamente y hacer el bien. Pero la mente corrupta de los hombres malvados no puede deleitarse mirando la bondad, contemplando la conducta pura y noble. Porque las consecuencias solo pueden ser el juicio y el castigo de su propia iniquidad.

III. EL FIN DE TODAS LAS OBSERVACIONES MORALES. ( Proverbios 21:16.) Uno de los pasajes m�s solemnes de la Biblia. Tomados literal o figurativamente, del presente o del futuro, contienen una declaraci�n, una profec�a, un hecho. Los malvados e impenitentes pasan a una noche sin la esperanza de que les siga un amanecer.

IV. EL FINAL DE LA MIRADA Ociosa Y Fr�vola. ( Proverbios 21:17.) El que malgastar� m�s de lo que su arado puede ganar debe desperdiciar por completo (Sirach 8:32). Magnum vectigal est parsimonia, o "Econom�a es ingreso"; "No desperdicies, no quieras". "Mejor que feliz N�nive" se registra como un viejo proverbio (ver Sofon�as 2:15) .� J.

Proverbios 21:18

Alternativas presentadas a elecci�n

I. LA VIDA JUSTA Y VERDADERA, LA VIDA SIN FE Y MALVADA. ( Proverbios 21:18.) En muchos casos ocurre que la ira Divina en el juicio se aparta del hombre justo para rodar sobre la cabeza del pecador. Vea esto en una luz natural en Isa�as 43:3, y en la gran luz cristiana de la redenci�n ( 2 Corintios 5:21; 1 Pedro 3:18). Cristo se convirti� en pecado, o en el lugar del pecador, por nosotros. Sin embargo, no debemos confundir el significado evidente del texto, que es que en momentos cr�ticos de calamidad la minor�a fiel parece escapar ilesa; y la lecci�n de que solo la justicia es segura.

II Sociedad solidaria o desagradable. ( Isa�as 43:19; ver en Isa�as 43:9.)

III. ALMACENAMIENTO SABIO O ESCUADRADO TONTO. ( Isa�as 43:20.) El ahorro y la econom�a brindan satisfacci�n a cada disfrute en el hogar que compran. El desperdicio no tiene entusiasmo y trae deshonra positiva. � J.

Proverbios 21:21-20

La vida sabia y amorosa

I. ES UNA VIDA ENTUSI�STICA ARDENTE. ( Proverbios 21:21.) Literalmente, el que busca la justicia y el amor encontrar� vida, justicia y honor. Entonces, en otras figuras, de hambre y sed, de cavar ansiosamente por tesoros escondidos, etc., se muestra el ferviente entusiasmo de la verdadera vida.

II ES UNA VIDA DE PRESENTE POSESI�N Y DISFRUTE. As� en el Nuevo Testamento ( Romanos 3:26; G�latas 3:21).

III. EL PODER RESISTENTE DE LA SABIDUR�A. ( Proverbios 21:22.) El poder de penetraci�n similar al que atribuimos a las fuerzas m�s sutiles de la naturaleza (calor, magnetismo, etc.) est� pose�do, pero en mayor grado, por la inteligencia, agrega la voluntad de hombre. Las barreras del tiempo y el espacio parecen caer ante el que sabe y el que ama. Que nadie conf�e en muros y solideces. Lo que las manos del hombre han levantado las manos del hombre puede romperse en pedazos. Somos verdaderamente fuertes solo por medio de las artes y los trabajos de inteligencia y amor.

IV. LA SEGURIDAD DE LA LENGUA PRUDENTE. ( Proverbios 21:2. Proverbios 21:9.) Como se dice pintorescamente, "Dios, como Creador, ha puesto un doble gemido ante la boca: los dientes y los labios, para mostrar que deber�a usar y proteger la lengua con todo cuidado ". "El que tiene una vena sat�rica, ya que hace que otros le teman a su ingenio, por lo que tuvo que temerle a la memoria de los dem�s". "La discreci�n en el habla es m�s que elocuencia; y hablar agradablemente con aquel con quien tratamos es m�s que hablar en buenas palabras o en buen orden" (Bacon) .� J.

Proverbios 21:24-20

El proceso del vicio.

I. LOS VICES SE COLGAN JUNTOS COMO LOS ENLACES DE UNA CADENA. ( Proverbios 21:24.) El desprecio nace del orgullo, la ira del desprecio, y de la ira, la burla y las m�ltiples lesiones.

II IDLENESS MIENTE CERCA DE AFINIDAD A MUCHOS VICES. ( Proverbios 21:25, Proverbios 21:26). Tenemos aqu� una breve anatom�a de la ociosidad. Est� deseando sin el esfuerzo correspondiente. El hombre ocioso preferir�a quedarse quieto y morirse de hambre que poner la mano o la cabeza en un trabajo doloroso. Vivir�a deseando. El esfuerzo de levantarse del sill�n, de sacar la mano del seno es demasiado grande para �l; por eso est� consumido por vanos deseos. La esperanza del disfrute est� fuera del alcance, aunque no fuera de la vista, por falta de esfuerzo. En religi�n, los meros deseos, las oraciones ociosas, no nos traer�n el bien. Los golpes y las b�squedas deben ir acompa�ados de las preguntas. Y de nuevo ( Proverbios 21:26), en este an�lisis se nos recuerda el ego�smo que est� en la ra�z de esta indolencia. En contraste con el h�bito de codiciarse, tenemos la mano del hombre justo, que "da y no escatima". Trabajo voluntario, entrega del tiempo y pensamiento para el bien de los dem�s, esto, de hecho, enriquece el alma, y ??el hombre que riega a otros se riega a s� mismo, y es una "bendici�n en la tierra". J.

Proverbios 21:27-20

Los juicios justos del Eterno

I. SOBRE ACTOS RELIGIOSOS. ( Proverbios 21:27; Proverbios 15:8.) La hipocres�a de la devoci�n, la representaci�n teatral de la religi�n, es una visi�n tan horrible como la verdadera adoraci�n es hermosa. Todas las condiciones de adoraci�n genuina son deficientes en el hombre malo; no hay coraz�n, no hay forma de acceso, no hay fe (puentes). Tenemos ejemplos b�blicos en Balaam ( N�meros 23:1), Sa�l ( 1 Samuel 13:1), Absalom ( 2 Samuel 15:1), Jezabel, los fariseos. Compare la terrible invectiva de Isa�as (1) con aquellos que vienen con las manos llenas de sangre para adorar y ofrecer oblaciones vanas.

II EN LA FALSIDAD (Verso 28.) Compare el noveno mandamiento. "La esencia de una mentira es la intenci�n de enga�ar". Pero la exageraci�n, el vicio de aquellos que hablan perpetuamente por hablar, tambi�n parece se�alado. La segunda cl�usula describe la calidad del testigo confiable. Para escuchar antes de hablar; y no somos testigos de nada m�s que lo que hemos escuchado y visto y sabemos que es verdad. Es m�s por el descuido sobre la verdad que la falsedad involuntaria, que hay tanta falsedad en el mundo (Dr. Johnson).

III. SOBRE INSOLENCIA Y PRESUMPCI�N. (Verso 29.) Effrontery, que asume la ceja descarada sobre la culpa. No hab�a nada entre los paganos que se pensara m�s para exponer a un hombre a la ira del cielo que la presunci�n. La imagen del temperamento opuesto se da como una buena voluntad para reprender, la ansiedad por la mejora, que trae honor a la vista de Dios y del hombre. La presunci�n insolente forzar�a su voluntad y su camino a pesar de Dios; la verdadera humildad buscar�a direcci�n en su camino por la voluntad de Dios. El vers�culo 30 nos recuerda la locura y la presunci�n de vanas criaturas humanas para elevarse en rivalidad con el cielo. La grandeza terrenal, la pol�tica estatal, el orgullo, la firmeza estoica, no sirven de nada contra la sabidur�a divina y la voluntad eterna. Toda la obediencia y la resignaci�n son nuestro deber y nuestra seguridad. Que todos (�las actividades se inicien, contin�en y terminen en Dios! No hay �xito sin Dios (vers�culo 31). El caballo puede estar listo para la batalla, el "polvo puede estar seco", pero todo es vano a menos que sea su bendici�n ha sido buscado y obtenido, y esto no puede ser a menos que nuestra empresa sea justa. Nunca act�e sin depender de Dios, ni sin prestar atenci�n a los medios apropiados de �xito.

Proverbios 21:1

Poder humano y direcci�n divina

El curso de los asuntos humanos nos impresiona, quiz�s podr�amos decir que nos oprime, con el pensamiento:

I. CU�NTO PODER EST� EN LA MANO DE UN HOMBRE. Siempre tendremos reyes entre nosotros, de un tipo u otro. Puede que no lleven ese nombre; pueden no ocupar la posici�n social precisa indicada por la palabra; pero siempre habr� hombres que ejercer�n un poder tan distinguido y mantendr�n una posici�n tan eminente que ser�n "como reyes", si no son llamados por sus semejantes. Dios nos dota de manera muy diferente, y lo pone en el poder de unos pocos para ejercer una influencia dominante, para elevarse a un alto rango, para influir en un control amplio y poderoso sobre sus compatriotas. Y a menudo ha sido motivo de gran preocupaci�n que, en gran medida, de hecho, la prosperidad y el bienestar de todo un pueblo haya dependido de la decisi�n de una sola mano. Entonces, naturalmente, pensamos que:

II C�MO SE MOVER� SU MANO DEPENDE DE SU CORAZ�N. A medida que el coraz�n siente, la mano dirige. El comportamiento es el resultado del car�cter. Dado un coraz�n severo e insensible, contamos con una pol�tica dura y cruel; pero dado un coraz�n amable y considerado, y contamos con una carrera justa y humana. Por lo tanto, un pa�s tiene el inter�s m�s profundo en el car�cter de sus gobernantes, como lo tiene en la condici�n moral y espiritual de sus l�deres en todas y cada una de las esferas de pensamiento y acci�n. Por lo tanto, recordamos con gusto que:

III. EL CORAZ�N DE LOS PODEROSOS EST� EN LA MANO DE DIOS. "Como los r�os de agua lo convierten", etc. En la formaci�n de este globo, en la disposici�n de la tierra y el agua, en la construcci�n de las grandes monta�as, en el corte de las llanuras fruct�feras, en el trazado de las corrientes fertilizantes. , reconocemos la mano de Dios. Ha utilizado una gran variedad de agencias para lograr todos estos y todos esos resultados; pero todo en la superficie del globo lleva la impresi�n de su sabia mano. Los r�os no corren donde se enumeran, fluyen a lo largo de los cursos de agua que su sabidur�a ha dispuesto. Y as� con los corazones de los grandes y los fuertes, del rey y el consejero, del guerrero y el ministro. Dios tiene acceso a ellos; �l puede tocarlos y afectarlos con tanta facilidad en sus pensamientos y juicios como puede determinar los canales en los que correr�n los resortes. �l puede arrestarlos en su prop�sito; �l puede cambiar o incluso revertir su curso. Nuestras mentes humanas, as� como todos los objetos materiales, est�n sujetos a su influencia y poseen el toque de su mano controladora. Por lo tanto, concluimos que:

IV. NUNCA NECESITAMOS DESESPERACI�N, PERO DEBE SIEMPRE ESPERAR. Porque en la hora m�s oscura sabemos que tenemos un recurso; Cuando no podemos tocar otros manantiales humanos o terrenales, podemos apelar a Dios. Podemos calcet�n para "mover la mano que tira el universo", y que "gira los corazones de los reyes por donde quiera". Estamos seguros de que:

1. Dios nunca es independiente o indiferente del curso que est�n tomando sus hijos fuertes.

2. �l est� gobernando el mundo en inter�s de la justicia.

3. Est� dispuesto, y de hecho desea, ser buscado por aquellos que lo aman y conf�an en �l. Que el pueblo de Dios, por lo tanto, guarde la esperanza en medio de graves problemas y del mal inminente; y que los enemigos de Dios tengan cuidado. Un toque del dedo Divino, y su fino tejido de opresi�n cae instant�neamente al suelo. � C.

Proverbios 21:2

(Ver homil�a en Proverbios 16:2.) - C.

Proverbios 21:3

Devoci�n y deber

Ciertamente es notable que Salom�n exprese esta verdad. La �nica gran obra de su vida fue la construcci�n del templo en el que se deb�a ofrecer sacrificio al Se�or. Podr�a haber sido excusado si su inclinaci�n hubiera sido hacia lo ceremonial m�s que a lo moral. Pero no fue el primer pensador hebreo que pronunci� la idea. Es interesante rastrear

I. SU HISTORIA EN PENSAMIENTO HEBREO. Encontramos:

1. Samuel sostiene este punto de vista y lo declara en un lenguaje firme y poderoso ( 1 Samuel 15:22).

2. David se llen� de un sentido profundo al humillar su alma ante Dios (Salmo 51:10, Salmo 51:15).

3. Asaph lo afect� poderosamente mientras escrib�a su canci�n sagrada (Salmo 50:8).

4. Isa�as, Jerem�as y Miqueas insistieron en esta verdad con palabras fuertes y fervientes ( Isa�as 1:11; Jeremias 7:22, Jeremias 7:23; Miqueas 6:6).

5. Juan el Bautista no hace nada de religi�n ceremonial, y hace de todo un arrepentimiento verdadero y genuino.

6. Nuestro Se�or mismo; por su ense�anza y su actitud, prefiriendo al publicano penitente y la ramera al fariseo muy sacrificado pero de coraz�n duro; mientras que con su propia muerte sacrificial elimin� para siempre la necesidad de cualquier otra ofrenda en cualquier altar.

7. Sus ap�stoles inspirados declaran la inutilidad de cualquier sacrificio, excepto los que son de orden espiritual ( Romanos 12:1; Hebreos 9:28; Hebreos 10:12; Hebreos 13:15, Hebreos 13:16).

II SU IMPORTANCIA PARA NOSOTROS MISMOS. Naturalmente preguntamos: �Cu�l es la relaci�n de la devoci�n con el deber o la justicia? y respondemos:

1. Ninguna medida de devoci�n puede compensar la laxitud moral. Podr�amos estar adorando en la casa del Se�or d�a y noche; pero si fu�ramos falsos, crueles, deshonestos o impuros en nuestra pr�ctica diaria, ciertamente deber�amos incurrir en su justa ira.

2. La probidad moral por s� sola no tomar� el lugar del acercamiento directo de nuestros corazones a Dios. Es mucho que un hombre sea justo en todos sus tratos, amable en sus diversas relaciones, sin culpa en su porte y comportamiento, mucho. Pero no lo es todo; se omite una cosa esencial. Dios desea y nos exige que nosotros mismos nos unamos y vivamos en uni�n y comuni�n con �l, que lo miremos y nos dirijamos a �l, y confiemos y lo amemos como nuestro Divino Padre y Redentor. Y ninguna propiedad del comportamiento, ni excelencia de la vida, tomar� el lugar de esto.

3. La devoci�n y el deber deben coexistir y sostenerse mutuamente.

(1) Debemos adorar tanto a Dios que seremos m�s fuertes para obedecer sus mandamientos en el hogar, en la escuela y en la tienda, en todas partes. Podemos concluir con seguridad que nuestro sacrificio en el d�a de reposo es totalmente imperfecto e insatisfactorio si no conduce a una vida m�s digna en la semana.

(2) Y debemos actuar de tal manera en todos los diversos caminos de la vida que "con las manos limpias y un coraz�n puro" podamos subir a la casa del Se�or, y rendir un servicio aceptable de oraci�n y alabanza mientras nos inclinamos ante �l en el santuario. Son complementarios uno al otro; y ning�n sabio ignorar� o menospreciar� tampoco. � C.

Proverbios 21:5

(Ver homil�a en Proverbios 27:23.) - C.

Proverbios 21:6

Marcas de pecado

Aqu� tenemos cuatro marcas de ese mal m�ltiple que Dios condena como pecado.

I. SU FABRICACI�N DE FORMA. De sus variados desarrollos tenemos cuatro formas aqu� especificadas.

1. La falsedad, con miras al enriquecimiento temporal, o el pecado de hacer trampa, un crimen que ha deshonrado los mercados y contando las casas de cada tierra.

2. Violencia, con el mismo fin en mente: irrumpir en la tesorer�a del vecino o el asalto cometido contra su persona.

3. Injusticia, o el pecado de retener a nuestro pr�jimo lo que sabemos que se le debe; ya sea un salario semanal ( Santiago 5:4), o sea el nombramiento al que tiene derecho por su m�rito, o el honor que ha obtenido por sus servicios.

4. Perversidad o perversidad: la actitud de desenfreno y rebeld�a decidida contra el gobierno de Dios, o la sumisi�n a su reclamo, o la desobediencia a su mandamiento particular.

II LA NATURALEZA SUSTANCIAL DE SU �XITO. El enriquecimiento por falsedad es "una vanidad [o 'un vapor'] arrojada de un lado a otro". Es proverbial que la riqueza maltratada se pierde r�pidamente; esto se debe a la acci�n de las leyes punitivas de Dios, aparte de la doctrina de que el pecado ordena su condenaci�n. Independientemente de esto, es cierto que la satisfacci�n que proviene del pecado es de corta duraci�n y disminuye continuamente. El pecado seduce a sus v�ctimas con buenas promesas, pero les rompe a todos; su pan puede ser dulce por un momento, pero "luego la boca se llena de grava" ( Proverbios 20:17). La esperanza del pecador es muy justa, pero pronto llega el fuerte viento de la ley penal, y su castillo est� en el suelo; se "barri�" ( Proverbios 21:7, versi�n revisada).

III. SU CAR�CTER SUICIDAL. Estos culpables son "de los que buscan la muerte". "La muerte es la paga del pecado", y aquellos que viven conscientemente en el pecado y aquellos (m�s especialmente) que saben que esto es as�, pueden calificarse de "b�squeda de la muerte". El suicidio no se limita a aquellos que deliberadamente les quitan la vida con el disparo de pistola, la copa de veneno o la ca�da fatal. Es una locura y un crimen que se comete d�a a d�a en el hogar y en la mesa, en la oficina y en el estudio. Los hombres est�n transgrediendo esas conocidas leyes de Dios sobre la observancia de la cual depende la vida y la salud. Los que viven en el mal consciente est�n viajando de manera determinante hacia la muerte y la est�n "buscando" culpablemente.

IV. SU SALIDA PROFUNDA Y ANCHA DEL SANTO PROP�SITO DE DIOS. La forma en que (el) hombre (de quien estamos hablando) es "extra�a" ( Proverbios 21:8). Es bastante extra�o al pensamiento y contrario a la voluntad de Dios. �l est� diciendo: "No vayas por este camino; ap�rtate de �l y pasa". Es el pecado el que ha cortado este camino para los pies del viajero humano, y es uno que se encuentra bastante fuera de la carretera del Rey. Es tan extra�o para �l, tan ajeno a su prop�sito, tan lejos de su deseo de resentimiento, que siempre le dice a sus hijos que se equivocan: "�Vuelve, vuelve!" Y ha hecho, en el evangelio de su Hijo, un camino de regreso y restauraci�n. De hecho, es su Hijo Jesucristo quien es "el camino". Conocerlo y amarlo y servirlo es tener nuestros pies plantados en "el camino de la vida". - C.

Proverbios 21:13

Sembrando y cosechando

Es cierto, de hecho, que a medida que sembramos cosechamos. No solo es cierto que Dios, de una forma u otra, causar� sufrimiento a la iniquidad y recompensar� la justicia, sino que encontramos que el pecado se encuentra con su castigo apropiado, y que vale la pena con su recompensa apropiada. "Todo lo que el hombre sembrare, eso tambi�n segar�". Tenemos una ilustraci�n de esto en el texto, ya que encontramos muchos otros en otros lugares.

I. INHUMANIDAD Y PIES. "Quien tapa sus o�dos", etc. Los hombres no tendr�n piedad de los despiadados. Que se sepa que un hombre es duro de coraz�n, ego�sta y cruelmente indiferente a la angustia de sus vecinos, y cuando llegue el momento de su calamidad descubrir� que no hay ojo para la piedad ni mano para ayudarlo. Por el contrario, su desgracia le dar� un secreto, si no una satisfacci�n abierta. Pero que un hombre sea lamentable y generoso en el d�a de su prosperidad, entonces, cuando la adversidad lo alcance, los corazones y las manos de muchos se abrir�n para simpatizar y socorrer. El mismo principio es aplicable a un mal que es similar, aunque no tan grave, y a su virtud correspondiente, a saber:

II GRAVEDAD Y LENIENCIA. Nuestros semejantes se asegurar�n de tratarnos con la misma severidad que les imponemos. La austeridad engendra constantemente austeridad; No pasa mucho tiempo antes de que escuche el eco de su propia dureza. Disminuya con particularidad r�gida cada ofensa que detecte en su hijo, en su sirviente o en su vecino, y puede confiar con confianza en que se aplique la misma rigurosidad de juicio inflexible a cualquier desviaci�n que pueda descubrirse en usted mismo. Pero la clemencia produce clemencia; La caridad es la bella madre de la caridad. Haga todo tipo de bondad y justicia al juzgar a su hermano, y se le otorgar� cada extenuaci�n cuando su enfermedad lo lleve al error. Tenemos lo mismo que se muestra, lo apropiado y la correspondencia de la pena o la recompensa por el delito o la virtud en:

III. BRUJEZ Y PUREZA. "El que siembra para la carne, de la carne cosecha corrupci�n; y el que siembra para el Esp�ritu, del Esp�ritu cosecha vida eterna" ( G�latas 6:8). Indulgencia corporal significa degeneraci�n corporal; cultura espiritual significa ampliaci�n espiritual.

IV. DIOSA Y DIOSA. El hombre que vive sin Dios tiene que prescindir de Dios en la vida y al final de la vida lo mejor que pueda. Tiene que prescindir de todo el consuelo y el apoyo de la conciencia del favor de Dios y esa morada divina que solo viene con fe y amor. Pero el que camina con Dios y vive en �l disfruta de todas las ventajas indescriptibles e inestimables de la presencia cercana, el poder amable, el consuelo continuo y el socorro del Esp�ritu Divino. Mientras siembra, cosecha. C.

Proverbios 21:21

La busqueda exitosa

�Qu� historia lamentable se podr�a escribir de vidas humanas que se describir�an correctamente como b�squedas infructuosas! �Qui�n, salvo el Omnisciente, puede decir cu�ntos han vivido y trabajado, han luchado y sufrido, en busca de un objetivo que nunca alcanzaron? b�squeda del arte o de la ciencia, o en la pol�tica, o en la exploraci�n en tierra o mar. Es un pensamiento de alivio y consuelo que ninguna vida humana necesita ser un fracaso, ninguno, al menos, sobre el que haya brillado la luz de la verdad Divina. Tambi�n es agradable pensar que cuanto m�s alto apuntemos, m�s probabilidades tenemos de alcanzar nuestra marca. Quien busca satisfacci�n en los niveles m�s bajos y m�s groseros es m�s probable que falle; pero aquel cuya aspiraci�n es hacia la sabidur�a y el valor, hacia la bondad y Dios, es un buscador que encontrar�:

I. LA VERDADERA B�SQUEDA DE UN CORAZ�N HUMANO. Salom�n habla de "seguir la justicia y la misericordia". Estas dos palabras pueden tomarse como que cubren todo el campo de rectitud y amor, siendo justos en todas nuestras relaciones y animados por el esp�ritu de bondad hacia todos los que tenemos que hacer. As� entendido, se�alan el esfuerzo del alma humana por encontrar:

1. Aceptaci�n con el Dios viviente; porque no hay un sentido feliz de rectitud o rectitud hasta que se haya asegurado su favor, y sentimos que estamos ante �l como aquellos que son verdaderos y leales, sus s�bditos fieles, sus hijos reconciliados.

2. Pureza de coraz�n y vida: liberaci�n del poder y la esclavitud del pecado, de las fuerzas malignas que se agitan dentro y que juegan alrededor del alma.

3. Un curso de honestidad y equidad a la vista del hombre; Dicha regulaci�n de conducta resultar� en hacer a los dem�s lo que har�amos que nos deber�an hacer a nosotros, caminando, a lo largo del camino que no trae remordimientos ni reproches.

4. Un coraz�n de bondad; alimentando dentro de nosotros el sentimiento predominante de consideraci�n por los dem�s; la bendita facultad de olvidar nuestros propios gustos y preferencias personales e intereses pasantes para recordar los deseos y el bienestar de nuestros amigos y nuestros semejantes; El h�bito mental y espiritual de simpatizar con el dolor y la necesidad de socorro con una mano abierta y dispuesta.

II EL CAMINO A LA META. Los que hemos aprendido de Cristo no debemos perder nuestro camino; podemos, y (si estamos en serio) encontraremos todo lo que buscamos. Lograremos:

1. Justicia

(1) Aceptaci�n con Dios, estar bien con �l por fe en Jesucristo ( Romanos 5:1, Romanos 5:2; Romanos 8:1).

(2) El crecimiento dentro de nosotros de esas virtudes y gracias que vienen con el servicio del santo Se�or, con el estudio y el amor del Amigo sin pecado, con la oraci�n por las influencias santificadoras del Esp�ritu que mora en nosotros.

2. vida; porque el que vive as� para Dios, que se est� volviendo cotidiano como Dios, que se regocija en la amistad de Dios, realmente vive. Esta es la vida: vida espiritual, divina, eterna.

3. Honor. No es una peque�a parte del honor que proviene de aquellos cuya estima vale la pena poseer; y al final el honor que vendr� de la evaluaci�n y aprobaci�n del Se�or, cuando �l dice: "�Bien hecho!" a sus fieles sirvientes. � C.

Proverbios 21:22

(Ver homil�a en Proverbios 21:29-20.) - C,

Proverbios 21:27

(Ver homil�a en Proverbios 15:8.) - C.

Proverbios 21:29-20

(con Proverbios 21:22)

Los logros y limitaciones de la sabidur�a.

Hay una gran virtud en la sabidur�a; Salom�n nunca se cansa de alabarlo. Aqu� agrega otra recomendaci�n, pero llama la atenci�n sobre un l�mite m�s all� del cual no puede pasar.

I. LOS LOGROS DE LA SABIDUR�A. "Un hombre sabio escala la ciudad de los poderosos", etc. ( Proverbios 21:22). �Con qu� frecuencia los hombres se pararon detr�s de sus fuertes murallas, no solo de piedra o roca, y miraron con desprecio complaciente a los adversarios despreciados afuera y debajo de ellos; pero cuando lleg� el choque de la batalla, encontraron, para su consternaci�n, que la sabidur�a es m�s fuerte que todas las defensas que se pueden levantar, y que puede derribar la confianza de los orgullosos. No es solo la ciudad construida de ladrillo o piedra la que est� al mando de los verdaderamente sabios; es tambi�n la ciudad de la mentira y del error; es la ciudad de la opresi�n y del mal; eso. Es tambi�n la ciudad del conocimiento y de la verdad. Por dif�ciles que sean sus muros, el hombre sabio, que es el hombre de la rectitud, la generosidad, la pureza, la diligencia, la seriedad, la paciencia, la devoci�n, se esforzar� y se esforzar� hasta permanecer dentro de la ciudadela.

II UNA DE SUS PRINCIPALES CARACTER�STICAS. Por un lado, un hombre malvado (que es imprudente) "endurece su rostro". Se puede demostrar que est� equivocado; �l puede estar sufriendo seriamente por su locura; pero �l no cambiar� su curso. Es obstinado, perverso, orgulloso; �l seguir� su camino, pase lo que pase. Pero, por otro lado, el hombre recto (que es el sabio) dirige (o m�s bien, considera) su camino. Incluso cuando tiene raz�n, y las cosas son rentables y prometedoras con �l, a menudo est� reflexionando sobre su camino, mirando su tabla, considerando cuidadosamente si se est� moviendo en la direcci�n correcta. Pero cuando ha sido inducido a deambular por alg�n camino, y cuando es amonestado por la providencia de Dios o por la fidelidad del hombre, entonces considera seriamente su camino y, si descubre que se ha equivocado, inmediatamente vuelve sobre sus pasos, hasta Lo encuentran de nuevo en la carretera del Rey. El h�bito de considerar es una de las marcas m�s claras de la sabidur�a.

III. DOS DE SUS LIMITACIONES.

1. No puede tener �xito contra Dios ( Proverbios 21:30). Los hombres buenos y verdaderos, que est�n dentro del reino de Cristo, pueden ejercer todos sus poderes mentales y energ�as morales para lograr lo que Dios ha condenado; Han observado, pensado y luchado por la causa que no ha sido, como imaginaban, la causa de Cristo, y han fallado irremediablemente. La historia proporcionar� abundantes ilustraciones.

2. No puede tener �xito sin Dios ( Proverbios 21:31). Equipa a tu caballer�a, arma a tu infanter�a y recoge tu artiller�a para el d�a de la batalla; presenta a tu general m�s experimentado, que estar� listo con sus t�cticas m�s brillantes; a�n as� el problema no se determinar� as�. Puede surgir un repentino p�nico inexplicable; puede haber un movimiento hecho por el capit�n del enemigo totalmente inesperado y pr�cticamente irresistible; Hay fuerzas trabajando en el gran campo de batalla del mundo contra el cual ninguna habilidad militar puede proporcionar. Dios est� presente all�. Puede actuar sobre la mente de un hombre o de muchos hombres de tal manera que la batalla no ser� para los fuertes, la victoria no ser� para las tropas experimentadas y el comandante confiado. Sin el consentimiento de Dios, sin su bendici�n, cualquier batalla en cualquier campo, sea militar o moral, debe perderse.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Proverbs 21". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/proverbs-21.html. 1897.