Bible Commentaries
Proverbios 24

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

Versículos 1-34

EXPOSICI�N

Proverbios 24:1

Regresamos aqu� a la forma m�s habitual, el tetrastich. No tengas envidia de los hombres malvados (ver Proverbios 23:17, donde se da una advertencia similar, y comp. Proverbios 23:19 a continuaci�n). "Hombres de maldad", totalmente entregados al mal. Ninguno de los dos desea estar con ellos. Su compa��a es la contaminaci�n, y la asociaci�n con ellos lo convierte en un socio en sus acciones pecaminosas. La Septuaginta precede al p�rrafo con la direcci�n personal, "hijo".

Proverbios 24:2

Porque su coraz�n estudia la destrucci�n. Los motivos del arco de advertencia aqu� dados, como en Proverbios 1:15. "Destrucci�n" (calzada); Vulgata, rapinas, "violencia" de todo tipo, p. robo, asesinato. Sus labios hablan de travesuras; pronuncian mentiras y calumnias que pueden da�ar a otras personas o generar ganancias. La admiraci�n de tales hombres y las relaciones sexuales con ellos deben ser repugnantes para cada alma religiosa. La LXX refiere el verso a imaginaciones malignas que surgen en conversaciones malvadas; "Porque su coraz�n medita falsedades, y sus labios hablan travesuras (??????)".

Proverbios 24:3, Proverbios 24:4

En contraste con la conversaci�n del mal, se recomienda la sabidur�a.

Proverbios 24:3

A trav�s de la sabidur�a se construye una casa (ver en Proverbios 14:1). Mediante la prudencia, la probidad y el temor de Dios, una familia es apoyada y bendecida, mantenida y prosperada. Establecido (ver en Proverbios 3:19); Septuaginta, ??????????

Proverbios 24:4

(Comp. Proverbios 1:13 y tenga en cuenta Proverbios 3:10.) Con todas las riquezas preciosas y agradables ( Proverbios 22:18). La prosperidad material, la abundante reserva de art�culos de primera necesidad y la riqueza siguen a la sabidur�a; �Cu�nto m�s atienden las bendiciones espirituales al temor de Dios!

Proverbios 24:5, Proverbios 24:6

La sabidur�a es beneficiosa en la paz y la guerra.

Proverbios 24:5

Un hombre sabio es fuerte. ????, "en fuerza", lleno de fuerza, porque, aunque d�bil en cuerpo, es sabio en consejo, firme en su prop�sito, valiente en conducta, completamente dependiente y apoyado por su perfecta confianza en Dios (comp. Proverbios 21:22). La Septuaginta, con la que est�n de acuerdo los sir�acos y los caldeos, que leen de manera diferente, dice: "Un hombre sabio es mejor que un hombre fuerte", un sentimiento que Lesetre compara con el "toga armamento pendiente" de Cicoro. Un hombre de conocimiento aumenta la fuerza; literalmente, fortalece el poder; muestra mayor poder superior, como Am�s 2:14. La Septuaginta, por alguna corrupci�n del texto, dice: "Y un hombre que tiene prudencia (es mejor) que un gran estado (???????? ???????)"; es decir, la sabidur�a traer� a un hombre m�s ventajas mundanas que la posesi�n de granjas extensas. El gnomo se demuestra por lo que sigue.

Proverbios 24:6

Tu guerra; guerra para ti, para tu beneficio, equivalente a "guerra exitosa" (comp. �xodo 14:14). La cl�usula es un eco de Proverbios 20:18 (donde ver nota). La �ltima l�nea es una repetici�n de Proverbios 11:14 (comp. Tambi�n Proverbios 15:22). Septuaginta, "La guerra se hace con la generalidad (???????????), y ayuda con un coraz�n que aconseja".

Proverbios 24:7

Ahora siguen algunos problemas, relacionados con la sabidur�a y su opuesto.

Proverbios 24:7

La sabidur�a es demasiado alta para un tonto. Est� m�s all� de su alcance, no puede seguir su ejemplo y no tiene nada que decir cuando se le pide su consejo, y no tiene la capacidad de juzgar cualquier pregunta que se le presente. "Sabidur�a" (chochmoth) est� en el n�mero plural, insinuando los diversos atributos connotados por �l, o los diferentes aspectos en los que puede considerarse (ver nota en Proverbios 1:20). "Demasiado alto" (??????, ramoth) tambi�n es plural; y Delitzsch y Nowack lo toman en el sentido de, no tanto "cosas altas" como "cosas preciosas", como perlas o piedras preciosas, de acuerdo con Job 28:18, "No se har� menci�n de coral o de cristal; s�, el precio de la sabidur�a est� por encima de los rub�es ". En este sentido, Delitzsch traduce: "La sabidur�a le parece al tonto como una mercanc�a ornamental", un ap�ndice costoso e innecesario, que no vale los sacrificios que conlleva su b�squeda. De cualquier forma que lo tomemos, el punto es la rareza e inaccesibilidad de la sabidur�a, y la repugnancia de los tontos por hacer cualquier esfuerzo para obtenerlo. San Agust�n resume as� los pasos por los cuales se alcanza la sabidur�a: temor a Dios, piedad, conocimiento, fortaleza, misericordia, sinceridad ('De Doctr. Christ.,' 2.7). No lo abre un mes en la puerta. Cuando los hombres se re�nen en el lugar habitual de reuni�n ( Proverbios 8:3; Proverbios 22:2), para consultar a los asuntos p�blicos, no tiene nada que decir; �l escucha fatuamente y calla. Septuaginta: "La sabidur�a y el buen pensamiento est�n en las puertas de los sabios; los sabios no se apartan de la boca del Se�or, sino que razonan en las asambleas".

Proverbios 24:8

El que piensa hacer el mal. El que muestra un cierto tipo de inteligencia mal aplicada (en contraste con la verdadera sabidur�a) en la planificaci�n y b�squeda de esquemas malvados. Ser� llamado. Definido y explicado como Proverbios 16:21 (comp. Proverbios 21:24). Una persona traviesa; literalmente, se�or de la travesura; es decir, propietario, poseedor de travesuras. No hay que dejarse llevar por la aparente astucia de atribuir de un hombre as�; para �l sabidur�a; �l es un impostor, un simple intrigante, que seguramente estar� expuesto por mucho tiempo. Septuaginta, "La muerte le sucede a los indisciplinados".

Proverbios 24:9

El pensamiento de la necedad es pecado. "Pecado" es el tema en esta cl�usula como "el escarnecedor" en el siguiente; y lo que dice es que el pecado es la exeogitaci�n, la invenci�n de la locura. El stoner es el verdadero tonto, m que no persigue su propio fin, prepara la miseria para s� mismo, es ciego a sus mejores intereses. La conexi�n entre el pecado y la locura, como entre la sabidur�a y la justicia, se aplica continuamente en todo el libro. El burlador es una abominaci�n para los hombres. El hombre que se burla de la religi�n y de cualquier objetivo elevado es un objeto de abominaci�n para los piadosos, y tambi�n es una causa de maldad para los dem�s, llev�ndolos a pensamientos y actos que son odiosos a los ojos de Dios. Septuaginta, "El necio muere en pecados ( Juan 8:24), y la impureza pertenece a un hombre pestilente". El texto aqu� seguido, como en otros pasajes de este cap�tulo, es bastante diferente del recibido.

Proverbios 24:10

Si te desmayas en el d�a de la adversidad, tu fuerza es peque�a. El gnomo parece estar desconectado de lo anterior. Hay una paronomasia entre ????? (tsarah), "adversidad" y ??? (zar), "peque�o", estrecho, que es retenido por Fleischer: "Si segnis fueris die angustiae, angustae sunt vires tuae". Entonces podemos decir en ingl�s: "Si te desmayas en tiempos de estrechez, la fuerza es tu fuerza". Si fracasas y sucumbes a la ansiedad o al peligro, en lugar de levantarte para enfrentar la emergencia, entonces no eres m�s que un d�bil o un cobarde, y la fuerza que pareces poseer y de la que te jactas, tal vez, no vale nada. Tal hombre no escucha el consejo de la Sibila (Virgil, 'AEneid,' 6.95) -

"Tu ne cede malis, sed contra audentior ito,

Quam tua te fortuna sinet ".

La LXX nuevamente var�a del texto recibido, "Ser� contaminado en un d�a malo y en un d�a de aflicci�n, hasta que falle", o "muera" (??????).

Proverbios 24:11, Proverbios 24:12

Un hexastich, inculcando a la humanidad sobre la base de la omnisciencia de Dios.

Proverbios 24:11

Si te abstienes de liberar a los que son atra�dos a la muerte. La oraci�n no es condicional, ?? en la segunda l�nea es equivalente a ???, utinam, "�oh eso!" "�Ojal�!" Por lo tanto, el primer hemistich deber�a ser traducido, "Lib�ralos a la muerte", y el segundo, "Y a los que se tambalean para matarlos, �oh, detenlos!" La oraci�n es algo oscura, pero Cheyne lo explica bien as�: "Algunas v�ctimas de un error judicial est�n a punto de ser arrastradas a la ejecuci�n, y se exhorta al disc�pulo de la sabidur�a a utilizar sus esfuerzos para liberarlas" ('Job y Solomon '). En el caso se supone que una obligaci�n moral recae en los piadosos y bien informados para salvar una vida humana injustamente en peligro. Al mismo tiempo, no hay nada en el pasaje que, absolutamente, muestre que el castigo de los inocentes est� aqu� en desuso; parece m�s bien como si la Sabidur�a no tuviera placer en la muerte de hombres, inocentes o no, y que las v�ctimas de una sentencia extrema se compadecieran de sus manos, cualesquiera que fueran las circunstancias del veredicto. Septuaginta, "Libera a los que est�n siendo llevados a la muerte y redime (???????) a los que est�n designados para ser asesinados; no perdones (para ayudarlos)" (comp. Salmo 82:3, Salmo 82:4).

Proverbios 24:12

Si dices: He aqu�, no lo sab�amos. El disc�pulo de Sabidur�a puede excusarse de hacer cualquier esfuerzo por la liberaci�n de los prisioneros, diciendo que no hab�a o�do hablar del caso. San Jer�nimo pone la excusa para ser incapaz, vires no suppetunt. La LXX lo convierte en un asunto personal, ignorando la forma plural del p�rrafo anterior. "No lo conozco, no es amigo m�o; �por qu� deber�a preocuparme por �l?" Una persona tan ego�sta, como el sacerdote y el levita en la par�bola, "pasar�an del otro lado". �No lo considera el que reflexiona sobre el coraz�n? Dios sabe la verdad, sabe que la excusa es vana; porque �l es el Pesador y Buscador de corazones ( Proverbios 16:2; Proverbios 21:2). La s�plica de Cain, "�Soy el guardi�n de mi hermano?" no est� disponible; La ley del amor no est� limitada por ninguna circunstancia. El que guarda tu alma, �no lo sabe? La expresi�n "guardar el alma" puede ser equivalente a "preservar la vida"; pero probablemente significa mirar, observar, los secretos m�s �ntimos de la naturaleza ( Job 7:20). El verbo utilizado es ????? (natsar), que tiene ambas significaciones. El sentido de "formaci�n". que algunos le dan, parece no permitido. (Para "coraz�n" (leb) y "alma" (nephesh), vea la nota en Proverbios 2:10.) �No rendir� a cada hombre seg�n sus obras? Conociendo el coraz�n y el motivo, Dios reparte la justicia retributiva ( Proverbios 12:14; Salmo 62:12; Romanos 2:6). Septuaginta: "Pero si dices:" Yo no conozco a este hombre, s� que el Se�or conoce los corazones del aire; y el que form� (??????) aliento para todos, �l mismo sabe todas las cosas, que rinde a cada hombre seg�n sus obras. "

Proverbios 24:13, Proverbios 24:14

Una exhortaci�n al estudio de la sabidur�a, con una analog�a.

Proverbios 24:13

Come, cari�o, porque es bueno. La miel entr� en gran medida en la dieta de los orientales, y no solo se la consideraba agradable al sabor y nutritiva, sino que tambi�n pose�a poderes curativos. Fue utilizado especialmente para la alimentaci�n de los ni�os ( Isa�as 7:15), y por lo tanto se convierte en un emblema de la sabidur�a m�s pura. "He comido mi panal con mi miel", dice el amante en So Proverbios 5:1; y el salmista dice que las ordenanzas del Se�or son "m�s dulces que la miel y el panal" (Salmo 19:10; ver en Proverbios 25:16). Palestina era una tierra que flu�a leche y miel ( �xodo 3:8); De ah� se deriva la referencia continua a este art�culo de dieta en la Biblia.

Proverbios 24:14

As� ser� el conocimiento de la sabidur�a para tu alma; mejor, saber, aprehender la sabidur�a para ser as� para su alma, para ser tan agradable, nutritiva y rentable para su alma, como la miel lo es para su gusto y su cuerpo. El moralista har�a que su disc�pulo sintiera el mismo gusto por la sabidur�a que tiene por la comida dulce, lo reconozca no solo como �til, sino como delicioso y agradable. Cuando lo hayas encontrado. Encontrar sabidur�a es tomar posesi�n de ella y usarla (comp. Proverbios 3:13, y anotar all�). Entonces habr� una recompensa. La apodosis comienza aqu�. Hemos tenido la misma garant�a en Proverbios 23:18 (donde vea la nota). La palabra es literalmente futuro. Quien ha obtenido sabidur�a tiene una gloriosa esperanza ante �l; habebis in novissimis spem, Vulgate; pero su esperanza es mejor que eso: va con �l, no solo en su �ltima hora, sino toda su vida. Septuaginta: "Entonces percibir�s sabidur�a en tu alma; porque si la encuentras, justo ser� tu fin, y la esperanza no te fallar�".

Proverbios 24:15, Proverbios 24:16

Una advertencia contra la conspiraci�n para la ruina de la casa de un buen hombre, con una vista indudablemente de sacar provecho del desastre.

Proverbios 24:15

No esperes, oh imp�o, contra la morada de los justos. ?????? (rasha) es vocativo (comp. Ezequiel 33:8); tomado aposicionalmente, como en el margen de la versi�n revisada, "como hombre malvado", no tiene sentido; porque, �c�mo pod�a esperar en otro personaje? No estropees su lugar de descanso. "Spoil", como Proverbios 19:26 (donde vea la nota). No lo expulses de su casa con violencia y artima�as. Vulgata: "No busques impiedad en la casa de los justos"; no intentes encubrir tus dise�os insidiosos al detectar alg�n mal en el hombre bueno y convertirte en el instrumento de retribuci�n, como si estuvieras haciendo el servicio de Dios al afligirlo ( Juan 16:2). Septuaginta, "No traigas a un hombre imp�o al pasto (????) de los justos, ni te dejes enga�ar por la fiesta del vientre".

Proverbios 24:16

Un hombre justo cae siete veces y se levanta de nuevo. La ca�da puede ser tomada del pecado o de la calamidad. Los predicadores, antiguos y modernos, han hecho mucho uso de este texto en el primer sentido, expandiendo c�mo un buen hombre puede caer en pecados veniales o m�s graves, pero nunca pierde su amor a Dios, y se levanta de su ca�da por el arrepentimiento en cada momento. ocasi�n. Tambi�n encontramos a menudo las palabras en morir, "un d�a", que, de hecho, aparecen en algunos manuscritos, pero no est�n en el original. Pero el verbo naphal parece no usarse en el sentido de "caer" moralmente; y el significado aqu� es que el hombre justo con frecuencia cae en problemas, no est� seguro contra las preocupaciones y p�rdidas mundanas, o los ataques insidiosos del hombre mencionado en Proverbios 24:15; pero �l nunca pierde su confianza en Dios ni se ofende con inquietud e impaciencia, y siempre la providencia de Dios lo cuida y lo libera de todas sus aflicciones. "Siete veces" significa meramente a menudo, ese n�mero se usa para expresar pluralidad o integridad (ver en Proverbios 6:31; Proverbios 26:16; y comp. G�nesis 4:24; Job 5:19 (que es como nuestro pasaje) y Mateo 18:22). La expectativa que el pecador concibi� cuando vio angustiado al buen hombre, de que podr�a aprovechar la oportunidad y aprovecharla para su propio beneficio, es lamentablemente decepcionada. En contraste con la recuperaci�n y el restablecimiento de los justos, cuando los malvados sufren calamidades, no hay recuperaci�n para ellos. Los imp�os caer�n en travesuras; Versi�n revisada mejor, son derrocados por calamidad (comp. Proverbios 14:32, y tenga en cuenta all�). Septuaginta, "Pero los imp�os ser�n d�biles en los males".

Proverbios 24:17, Proverbios 24:18

Una advertencia contra la venganza, casi acerc�ndose a la gran m�xima cristiana, "Ama a tus enemigos" ( Mateo 5:44).

Proverbios 24:17

No te regocijes cuando tu enemigo caiga. "Amar�s a tu pr�jimo" era un precepto mosaico (Le Proverbios 19:18); La adici�n, "y odia a tu enemigo", fue una glosa farisaica, que surgi� de una idea err�nea sobre el exterminio de los cananeos, que, de hecho, ten�a una causa y un prop�sito especiales, y no era un precedente para el tratamiento de todos los alien�genas (ver Proverbios 25:21, Proverbios 25:22). Cuando tropieza; m�s bien, cuando es derrocado. La m�xima se refiere a enemigos privados. El derrocamiento de los enemigos p�blicos a menudo se celebraba con alegr�a festiva. As� tenemos el triunfo de Mois�s en la derrota de los amalecitas y sobre el anfitri�n del fara�n en el Mar Rojo; de Deborah y Barak sobre S�sara ( �xodo 15:1; �xodo 17:15; Jueces 5:1); y el salmista, exultante por la destrucci�n de los enemigos de su pa�s, pod�a decir: "El justo se regocijar� cuando vea la venganza; se lavar� los pies en la sangre de los imp�os" (Salmo 58:10). Pero la venganza privada y la venganza son c�lidamente censuradas y repudiadas. Entonces Cato, 'Distich'. 4.46�

"Morte repentina noli gaudere malorum;

Felicesobeunt quorum sine crimine vita est ".

De tono muy diferente es el proverbio italiano: "La venganza es un bocado para Dios"; y "Espera tiempo y lugar para actuar tu venganza, porque nunca se hace bien a toda prisa" (Trench).

Proverbios 24:18

Para que el Se�or no lo vea, y le desagrada. Este placer maligno ante las desgracias de otros (que Arist�teles, 'Eth. Nic.,' 2.7. 15, llama ?????????????) es un pecado a los ojos de Dios, y exige castigo. Y �l apart� su ira de �l; y, como est� impl�cito, dir�gelo hacia ti. Pero parece un motivo malo para aducir, si la m�xima se toma calvamente para decir: "No te regocijes de la calamidad de tu enemigo, para que Dios no lo libere del mal", porque la verdadera caridad desear�a tal resultado. Bode considera que "su ira" es la mala voluntad del enemigo contra ti, que Dios por su gracia cambia al amor, y de este modo est�s cubierto de confusi�n y verg�enza por tu antigua venganza. Pero el punto no es tanto la eliminaci�n del disgusto de Dios del enemigo como el castigo del hombre maligno, ya sea mental o materialmente. Para una mente maligna, no se puede dar un golpe m�s severo que ver a un enemigo recuperar el favor de Dios y resucitar de su ca�da. Luego, el moralista advierte al disc�pulo que no d� paso a esta ??????????? les? para que no se prepare para la mortificaci�n amarga al tener que presenciar la restauraci�n del odiado, o al ser hecho sufrir el mal del que se regocij� al ver la experiencia de su vecino (comp. . Proverbios 17:5, y observe all�).

Proverbios 24:19, Proverbios 24:20

Una advertencia contra la envidia de la prosperidad de los imp�os.

Proverbios 24:19

No te preocupes por los hombres malvados (comp. Proverbios 24:1 y Salmo 37:1). El verbo (charah) significa "quemar", "estar enojado"; as� que aqu� podemos decir: "No te enfades por causa de los malvados". La ira surgir�a debido a la aparente distribuci�n desigual de las bendiciones. San Jer�nimo tiene, Ne contendas cum pessimis; Septuaginta, "Al�grate no por (???) malhechores". Tampoco tengas envidia de los imp�os; es decir, no te apetezca que su prosperidad sea deseable, ni seas llevado a imitar sus acciones para asegurar el �xito. El nuevo verso muestra la raz�n solemne de esta advertencia.

Proverbios 24:20

Porque no habr� recompensa para el hombre malo. No tiene un "futuro" feliz que esperar, como Proverbios 24:14; Proverbios 22:18 (donde ver nota). La vela, etc. (ver Proverbios 13:9, donde aparece la cl�usula). Septuaginta: "Porque el hombre malo no tendr� posteridad, y la antorcha de los imp�os se apagar�".

Proverbios 24:21, Proverbios 24:22

Una orden judicial que insta a la lealtad a Dios y al rey.

Proverbios 24:21

Teme al Se�or y al rey. El rey es el vicegerente y representante de Dios, y por lo tanto debe ser honrado y obedecido (ver Eclesiast�s 8:2; Eclesiast�s 10:20; 1 Pedro 2:17). No te entrometas con los que est�n dados a cambiar. Existe alguna duda sobre la interpretaci�n de la �ltima palabra ???????? (shonim), que puede significar aquellos que cambian, innovadores (en cuyo sentido transitivo el verbo no aparece en otra parte), o aquellos que piensan de manera diferente, disidentes, que no respetan a Dios ni a Dios. el rey. El verbo ?????? significa transitivamente "repetir" e intransitivamente "cambiar"; entonces puede traducirse con mayor precisi�n aqu�, con Delitzsch, "aquellos que est�n dispuestos de otra manera", que no tienen los sentimientos apropiados de temor y honor para Dios y el rey. San Jer�nimo tiene, Et cum detractoribus non commiscearis, por lo que probablemente quiere decir lo que llamamos revolucionarios, personas que menosprecian y desprecian toda autoridad. Septuaginta, "Teme a Dios y al rey, y no desobedezcas a ninguno de ellos". El verso ha sido utilizado en gran parte como texto por predicadores que deseaban recomendar lealtad y censurar la desafecci�n y la rebeli�n. Ha sido un lema favorito para los discursos sobre la traici�n de la p�lvora y la ejecuci�n de Charles I.

Proverbios 24:22

Porque su calamidad se levantar� de repente. Aunque estos disidentes parecen tener �xito por un tiempo, la retribuci�n recaer� repentinamente sobre ellos. �Y qui�n sabe la ruina de ambos? Esto parece significar las dos clases, los que deshonran a Dios y los que deshonran al rey; pero no se hace tal distinci�n en el verso anterior; Los rebeldes se clasifican en una categor�a. Wordsworth representa "el golpe de venganza de ambos", es decir, de Dios y del rey. De lo contrario, debemos darle otro significado a ?????? y, con el sir�aco y muchos comentaristas modernos, tomarlo en el sentido de "a�os", que ????????? llevar�, como Job 36:11, y traducir, "El destrucci�n [equivalente al 'fin'] de sus a�os, �qui�n sabe? " Nadie puede decir cu�ndo vendr� la crisis de su destino; pero llegar� alg�n d�a, y entonces el tiempo de su prosperidad llegar� a su fin. Septuaginta: "Porque ellos (Dios y el rey) castigar�n repentinamente a los imp�os; �y qui�n conocer� la venganza de ambos (??? ???????? ?????????)?" Despu�s de esto la LXX. inserta tres proverbios que no se encuentran ahora en el hebreo, que, sin embargo, Ewald considera que han sido traducidos de un original hebreo: "Un hijo que guarda el mandamiento estar� a salvo de la destrucci�n ( Proverbios 29:27, Vulgate), y lo ha recibido completamente (la palabra). No se diga mentira por la lengua del rey; y no proceder� de su lengua. La lengua del rey es una espada, y no de carne; y el que sea entregado a ser� destruido; porque si su ira se inflama, consume a los hombres con sus nervios, y devora los huesos de los hombres, y los quema como una llama, para que no sean alimento para las �guilas j�venes ". La alusi�n al final es a los animales muertos por un rayo. Aqu� sigue la serie de proverbios ( Proverbios 30:1) llamados en hebreo, "Las palabras de Agur". La segunda parte de "las palabras de Agur" y "las palabras de Lemuel" ( Proverbios 30:15) siguen en griego despu�s de Proverbios 24:34 del hebreo. Delitzsch explica el asunto de la siguiente manera: en la copia de la cual tradujeron los alejandrinos, el ap�ndice (Pr 30-31: 9) se dividi� en dos partes, la mitad despu�s de "las palabras del sabio" ( Proverbios 22:17), y la mitad despu�s del suplemento que contiene otros dichos de hombres sabios ( Proverbios 24:23-20).

Proverbios 24:23-20

Parte V. UNA SEGUNDA COLECCI�N, que forma un segundo suplemento del primer libro salom�nico y que contiene "palabras de los sabios" adicionales.

Proverbios 24:23-20

Parcialidad e imparcialidad un hexastich.

Proverbios 24:23

Estas cosas tambi�n pertenecen a los sabios; son los dichos de los sabios. Los siguientes proverbios, as� como los anteriores, se derivan de hombres sabios. Confundiendo esta inscripci�n, la LXX. lo convierte en una direcci�n personal: "Esto te digo que eres sabio, para que puedas aprender". La primera l�nea no es un proverbio, sino la introducci�n a la colecci�n resultante. No es bueno respetar a las personas en el juicio (ver Proverbios 18:5 y anotar all�; y Proverbios 28:21, donde la expresi�n es la misma que aqu�). Considerar a una persona antes que a otra es ser parcial e injusto. Decir que este error "no es bueno" es una meiosis, lo que significa que es muy malo y pecaminoso (comp. Proverbios 20:23). La declaraci�n se desarrolla y confirma en los siguientes dos vers�culos, que muestran los resultados de la parcialidad y su opuesto.

Proverbios 24:24

El que dice al imp�o: T� eres justo. Se supone que el juez est� absolviendo a una persona culpable. �l maldecir� el pueblo. El hebreo es "pueblos", como Septuaginta y Vulgata, maledicient eis populi. Las naciones lo aborrecer�n. No solo los individuos, ni las familias, sino toda la comunidad, donde sea que se encuentre un gobernante tan inicuo, lo ejecutar� y lo odiar�. La voz del pueblo est� universalmente en contra de �l; nadie est� tan ciego y degradado como para aplaudir abiertamente sus redes. El verbo nakab, "maldecir" significa principalmente "perforar o perforar"; por lo tanto, algunos lo han traducido aqu�, "le apu�alar�n los pueblos" Pero la palabra se usa en el sentido de distinguir por una marca o marca, y de ah� pasa al sentido de maldici�n, como en Proverbios 11:26; Le Proverbios 24:11; Job 3:8. En Proverbios 17:15 el juez injusto se llama abominaci�n al Se�or. En este caso, el vox populi es vox Dei.

Proverbios 24:25

Pero para los que lo reprenden ser� deleite (ver en Proverbios 2:10). Los que castigan a los imp�os, con ellos est� bien; son aprobados por Dios y aplaudidos por la gente. Vulgata, Qui aruunt cum laudabuntur, "Los que lo condenan ser�n alabados". Y una buena bendici�n vendr� sobre ellos; literalmente, una bendici�n del bien, una que contiene todas las cosas buenas, el feliz contraste con las maldiciones que se encuentran con el juez injusto. Septuaginta: "Pero los que los condenan (los culpables) parecer�n m�s excelentes, y sobre ellos vendr�n bendiciones".

Proverbios 24:26

Un distich relacionado con el tema del p�rrafo anterior. Todo hombre besar� sus labios para dar una respuesta correcta; o mejor, �l sabe los labios que dan una respuesta correcta. Una respuesta justa y adecuada a las circunstancias es tan agradable y segura para los portadores como un beso en los labios. Tal saludo ser�a un signo natural de simpat�a y afecto. As� Absal�n se gan� los corazones de las personas besando a los que acudieron a la corte con sus trajes ( 2 Samuel 15:5). En G�nesis 41:40, donde la versi�n autorizada dice: "Seg�n tu palabra se gobernar� todo mi pueblo", el hebreo dice: "Tu boca besar� a todo mi pueblo", es decir, te rendir�n homenaje. , que es otro significado de esta acci�n. Esto, sin embargo, no ser�a adecuado aqu�, ya que se supone que el beso debe ser dado por el hablante, a pesar de la LXX. se traduce err�neamente: "Pero los hombres besar�n los labios que respondan buenas palabras".

Proverbios 24:27

Prepara tu trabajo sin. El proverbio le ordena a un hombre que mire bien sus recursos antes de comprometerse a construir una casa o establecer una familia. "Sin" (canales) ( Proverbios 7:12; Proverbios 8:26); en los campos. Ponga en orden todo el trabajo inmediato en su granja. Y que sea adecuado para ti en el campo; y prep�rate para lo que viene despu�s. Es decir, en resumen, de manera constante y con la debida previsi�n, cultive su tierra; brinde abundantes medios de subsistencia antes de intentar construir su casa. Un pretendiente ten�a que comprar a su novia de sus parientes haciendo regalos considerables; Por lo tanto, era necesario proporcionar una cierta cantidad de riqueza antes de contemplar el matrimonio. Y luego construye tu casa. Este es, de hecho, el significado del pasaje; pero el hebreo hace una dificultad, como es literalmente, "despu�s y construir�s". Algunos han supuesto que algunas palabras han desaparecido del texto (Cheyne, 'Job and Solomon'). Pero vav en ?????????, despu�s de una fecha o notificaci�n de tiempo, como aqu� despu�s de ????? (comp. G�nesis 3:5), "tiene el significado futuro de un perfecto consecutivo" (Delitzsch), equivalente a "despu�s de eso , entonces, puedes construir ". Septuaginta, "Prepara tus obras para tu salida (??? ??, ? ??????), y prep�rate para el campo, y ven a por m�, y construir�s tu casa". En un sentido espiritual, el coraz�n debe primero limpiarse de espinas y abrirse a influencias geniales, antes de que el hombre pueda construir el tejido de h�bitos virtuosos, y as� llegar al car�cter virtuoso.

Proverbios 24:28

No seas testigo contra tu pr�jimo sin causa (chinnam); gratuitamente ( Proverbios 3:30; Proverbios 23:29; Proverbios 26:2), cuando no est� obligado a realizar un deber simple. Las personas no deben presentarse para dar testimonio del descr�dito de un vecino, ya sea oficialmente como entrometidos o maliciosamente como calumniadores. La m�xima se expresa en t�rminos generales y no debe limitarse a una categor�a, como lo dicen el sir�aco y la Septuaginta: "No seas un testigo falso contra tu conciudadano". Y no enga�es con tus labios. El hebreo es realmente interrogativo: "�Y enga�ar�as con tus labios?" (Salmo 78:36). El enga�o no es tanto una falsedad intencional como una tergiversaci�n derivada de la prisa y la desconsideraci�n como consecuencia de este af�n innecesario de impulsar el testimonio sin ser buscado. Septuaginta, "Ni exageres (????????) con tus labios".

Proverbios 24:29

El tema a�n contin�a, como si el moralista dijera: "Aunque un hombre te haya hecho da�o al testificar gratuitamente en tu contra, no tomes represalias de la misma manera". Di no, lo har� con �l como lo ha hecho conmigo (ver Proverbios 20:22, y ten en cuenta all�). El lex talionis no debe aplicarse a errores privados. Aqu� se anticipa la alta moralidad del c�digo cristiano, el Esp�ritu Santo gu�a a ambos.

Proverbios 24:30-20

Una oda mashal sobre el perezoso (para odas similares, comp. Pro 7: 1-27: 41-23; Job 5:3; Salmo 37:35, etc .; Isa�as 5:1).

Proverbios 24:30

El campo ... la vi�a; Los dos objetos principales del cuidado del agricultor, que necesitan mano de obra constante para ser productivos. Moralizando sobre este pasaje, San Gregorio ('Moral', 20.54) dice: "Pasar por el campo de los perezosos, y por la vi�a del hombre vac�o de entendimiento, es mirar la vida de cualquier h�gado descuidado, y para ver sus obras ".

Proverbios 24:31

Espinas Kimmashon es la palabra aqu� utilizada, pero la planta no se ha identificado con certeza (comp. Isa�as 34:13). Ortigas (charul). La ortiga es bastante com�n en Palestina, pero la planta que aqu� se entiende es probablemente el acanto espinoso, que cubre r�pidamente cualquier lugar que quede sin cultivar ( Job 30:7). El margen de la versi�n revisada sugiere arvejas salvajes. Ovidio, 'Trist.', 5.12. 21�

"Adde, quod ingenium louga rubigine laesum

"Torpet, et est multo, quam fuitante, minus.Fertilis, assiduo si non renovetur aratro, Nil, nisicum spinis gramen, habebit ager".

Entonces, los escritores espirituales han usado esta disculpa para ense�ar una lecci�n sobre el alma y la vida del hombre, c�mo esa pereza espiritual permite el crecimiento de malos h�bitos y el descuido que no mantiene la defensa de la ley y la oraci�n, sino que admite al enemigo, y El resultado es la p�rdida de las verdaderas riquezas y la muerte de la vida celestial. Los dos versos se expresan, o se aplican moralmente, en la Septuaginta: "Un hombre necio es como una granja. Y un hombre que quiere en sentido es como un vi�edo; si lo dejas, ser� est�ril y estar� completamente cubierto. con malezas, y quedar� desierto, y sus cercas de piedra se derrumbar�n ".

Proverbios 24:32

Entonces lo vi y lo consider� bien ( Proverbios 22:17). Mir� a esta vista y dej� que se hundiera en mi mente. Lo mir� y recib� instrucciones ( Proverbios 8:10). Aprend� una lecci�n de lo que vi.

Proverbios 24:33, Proverbios 24:34

Estos vers�culos son una repetici�n, con variaciones muy leves, de Proverbios 6:10, Proverbios 6:11 (donde vea las notas), y posiblemente hayan sido introducidos aqu� por un editor posterior. Proverbios 6:33 parece ser las propias palabras del perezoso; Proverbios 6:34 muestra el resultado de su pereza. Hay innumerables proverbios dedicados a este tema en todos los idiomas; p.ej. "Sin sudor, sin dulce;" "Sin dolores, sin ganancias; ... El que comi� el grano puede romper la nuez". "A punadas entran las buenas hadas", "La buena suerte entra a fuerza de pu�os" (espa�ol); "Nihil agendo macho agere discimus; ... el perro en la perrera", dicen los chinos. "Ladra a sus pulgas; el perro que caza no las siente" (Kelly). "Perezoso y mucho sue�o", dicen los �rabes, "ret�rense de Dios y traigan pobreza". La LXX es algo dram�tico en su interpretaci�n: "Despu�s me arrepent� (?????????), busqu� recibir instrucciones. 'Dorm� un poco, duermo un poco, por un momento apret� (?????????????) mis manos sobre mi pecho'. Pero si haces esto, tu pobreza avanzar� y tu deseo como un buen corredor (?????? ???????) "La palabra ????????????? aparece en Proverbios 6:10, pero en ning�n otro lugar de la Septuaginta. Es usado por San Marcos. Se ha pensado que el mashal original termin� con el vers�culo 32, y un escriba agreg� el siguiente pasaje como ilustrativo en una nota marginal, que luego se desliz� en el texto.

HOMIL�TICA

Proverbios 24:9

Pecado y locura

Independientemente de c�mo se lean estas palabras, apuntan a una asociaci�n de pecado y necedad. Esto puede considerarse desde dos puntos de vista, seg�n comencemos con el pensamiento del pecado o con el de la locura.

I. EL PECADO IMPLICA TOTALMENTE.

1. Elige el peor de dos cursos. Por lo tanto, se equivoca en autolesiones. El mal no solo es culpable a la vista de Dios; es perjudicial para el malhechor. Su camino es oscuro, degradado, decepcionante. Es una tonter�a apartarse del camino de la luz, el honor y la satisfacci�n hacia ese rumbo.

2. Es miope. Al elegir una forma, uno debe mirar hasta el final. Es una locura para el viajero tard�o desviarse hacia el camino cubierto de hierba cuando el camino �spero y pedregoso lo llevar�a a casa, y no sabe a d�nde lo conducir� el camino m�s placentero. "La paga del pecado es muerte". entonces, no es m�s que una locura trabajar para el maestro sin considerar su pago atroz.

3. Pervierte los pensamientos. El pecado involucra locura, y tambi�n conduce a una mayor locura. Muchos pecados envenenan y paralizan directamente las facultades intelectuales. Todos los pecados confunden las l�neas de lo correcto y la verdad. Por lo tanto, el hombre que vive en pecado est� ocup�ndose de los hechos m�s importantes. Para conocer la doctrina debemos hacer el mandamiento ( Juan 7:17). El pecador voluntario oscurece la doctrina al romper el mandamiento.

II TEMAS COMPLETOS EN EL PECADO. Ahora miramos la conjunci�n desde el punto de vista opuesto. Comenzamos con la locura. Esto debe ser considerado como una semilla de pecado. Es cierto que el pecado se ocupa principalmente de la naturaleza moral. Un hombre realmente no puede pecar por completo en la ignorancia, porque si no sabe que est� haciendo algo incorrecto, para �l no est� mal. Pero, por otro lado, hay una ignorancia culpable, que surge del descuido, el desprecio por la verdad, la oblicuidad moral. Ahora, como el pecado est� en la ra�z de esa ignorancia, la ignorancia puede, en tal caso, servir como un eslab�n en la miserable cadena de consecuencias que arrastra a los nuevos pecados a la existencia. Estos hechos deber�an llevarnos a ciertas conclusiones pr�cticas.

1. Es nuestro deber buscar la luz para evitar el pecado. La verdad no se da simplemente como un lujo, es, ante todo, una luz de faro. Es para guiarnos por el desierto de la manera correcta.

2. La ense�anza de los ni�os es un deber moral y religioso. Las ventajas de la educaci�n generalmente se discuten desde un punto de vista utilitario. Pero la principal ventaja es que deber�a abrir los ojos de los ni�os a la sabidur�a de hacer lo correcto y a la locura de la maldad. Muchos ni�os pobres crecen entre escenas de vicio y crimen sin tener la oportunidad de conocer una mejor manera. La Iglesia cristiana est� llamada a ser una luz en el mundo, conduciendo del pecado, no por la fuerza, sino mostrando la clara sabidur�a de la bondad, as� como su obligaci�n moral.

Proverbios 24:10

Desmayo en el d�a de la adversidad

I. LA FUERZA SE PRUEBA EL D�A DE LA ADVERSIDAD.

1. El d�a de la adversidad vendr�. No todos tienen un lote igualmente doloroso. Es solo el pesimista quien se niega a admitir que Dios env�a una vida feliz a algunos; y si las l�neas han ca�do en lugares agradables, nada m�s que ingratitud o sentimentalismo negar� el hecho. Sin embargo, el d�a oscuro de la adversidad se levantar� en cada alma del hombre. No se puede eludir, aunque en la juventud y la salud el esp�ritu se niega a anticiparlo. Es bueno estar preparado para enfrentarlo.

2. Se necesita fuerza para el d�a de la adversidad. Este ser� un momento de asalto, tensi�n, presi�n. El alma ser� asediada, abofeteada y en peligro de ser aplastada. Por lo tanto, se necesita una fuerza suficiente, no solo para tiempos pr�speros, sino para esta ocasi�n m�s dif�cil. El faro no solo debe ser lo suficientemente fuerte como para soportar el clima tranquilo; deber�a ser capaz de resistir los arietes de la tempestad. El barco debe ser construido para la tormenta. El ej�rcito que puede parecer inteligente en una revisi�n es in�til si se desmorona en el campo de batalla. El modelo azul marino es un adorno extravagante si no nos sirve en acci�n. La l�mpara es in�til si se apaga en la hora de oscuridad. La religi�n es para el momento de la prueba y la tentaci�n. La vida espiritual necesita ser lo suficientemente fuerte como para resistir el terror, la tentaci�n y los problemas; o es una ilusi�n.

3. La fuerza defectuosa fallar� en el d�a de la adversidad. El problema es el juicio. La temporada de aflicci�n seguramente ser� lo suficientemente severa como para demostrar nuestra fuerza. Es en vano que alguien viva con bestias vac�as y pretensiones ociosas. El vac�o de tal locura quedar� expuesto en el momento fatal. La espada de metal blando ciertamente se duplicar� en la batalla y traer� un desastre a su infeliz due�o.

II LA FE Y EL VALOR DAR�N FUERZA EN EL D�A DE LA ADVERSIDAD.

1. Desmayarse en el d�a de la adversidad es hacer que la fuerza sea peque�a. Tal colapso minar� la energ�a de uno. El cobarde siempre es d�bil. Temer es fallar. Pero el coraje inspira fortaleza, y el que es capaz de mantener un coraz�n valiente en el d�a de la adversidad es m�s probable que conquiste. Pocos hombres han sido llamados a soportar tales dificultades y enfrentar peligros como Livingstone, solo en el coraz�n de �frica. Ahora, Livingstone se caracterizaba por una maravillosa flotabilidad de temperamento, por el buen humor y la alegr�a inagotable. Se dice que Nelson no ha conocido el miedo. Gordon estaba tan listo para enfrentar la muerte como para cumplir con su deber diario. Sin duda, ese coraje heroico se debe en gran medida a la grandeza natural de los hombres que lo pose�an. Pero no es independiente de las cualidades morales. Por:

2. El secreto del m�s alto valor es la fe. El que conf�a en Dios est� armado con el poder de Dios. Esto es m�s alto que la fuerza natural, porque "incluso los j�venes se desmayar�n y se cansar�n, y los j�venes caer�n por completo: pero los que esperan en el Se�or renovar�n su fuerza; levantar�n alas como las �guilas; correr�n , y no estar cansado; y caminar�n, y no se desmayar�n "( Isa�as 40:30, Isa�as 40:31). Por lo tanto, hay una fuerza que se perfecciona en la debilidad ( 2 Corintios 12:9).

3. Por lo tanto, no tenemos excusa para desmayarnos en el d�a de la adversidad. Con tales reservas de fuerza para los m�s d�biles, el fracaso es culpable. Nota: No tenemos la culpa de enfrentarnos a la adversidad: no podemos escapar de ella; ni por sufrir debajo de esto, esto es natural; pero solo por desmayo, es decir, por colapso y desesperaci�n. Sin embargo, incluso esto puede no significar un fracaso total. Es posible que a�n tengamos algo de fuerza, aunque sea enfermizo y r�pido disminuyendo. Al igual que los h�roes de Gede�n, podemos ser "d�biles, pero perseguir" ( Jueces 8:4).

Proverbios 24:11, Proverbios 24:12

Negligencia culpable

Despu�s de la Versi�n Revisada y la interpretaci�n generalmente aceptada de estos vers�culos, leeremos el primero como una exhortaci�n para liberar a los hombres de la muerte, y el segundo como una advertencia contra el incumplimiento de este deber.

I. LA EXHORTACI�N. "Lib�ralos, llevados a la muerte, y los que est�n listos para ser asesinados ver�n que te detengas". Observe primero los motivos y luego la aplicaci�n de esta exhortaci�n.

1. Los motivos de la misma.

(1) Brota de la necesidad humana. Los hombres est�n en peligro en la guerra, el hambre, la pobreza, la enfermedad, el pecado. El mundo no puede seguir sin ayuda mutua. La pol�tica ego�sta de sauve qui peut ser�a fatal para la sociedad.

(2) Se basa en la hermandad humana. Dios ha hecho a todos los hombres de una sangre ( Hechos 17:26). Nuestras criaturas compa�eras del mundo animal nos reclaman; porque, como nosotros, son sensibles, y Dios nos hizo a nosotros y a ellos. Mucho m�s est�n nuestros pr�jimos a nuestro cuidado.

(3) Lo exigen los comandos divinos. La Biblia ense�a el deber al hombre, as� como a Dios, sobre la autoridad divina. Los requisitos principalmente negativos de los diez mandamientos no cubren todo nuestro deber. Estamos llamados a amar a nuestro pr�jimo como a nosotros mismos.

(4) Est� confirmado por el ejemplo de Dios. Nos ha dado nuestras vidas, las ha salvado cuando las pierde el pecado y las ha salvado de muchos peligros. �l ha dado a su Hijo en la muerte para salvarnos de la ruina. Tal misericordia redentora hace que la negligencia grosera de nuestra parte sea doblemente culpable.

2. La aplicaci�n de la misma.

(1) Debe haber misericordia en la guerra. Es heathenish rechazar cuarto. El soldado cristiano curar� las heridas de su enemigo.

(2) Debemos prestar asistencia en caso de accidente y peligro. Es horrible leer en los peri�dicos hombres que ve�an ahogarse a un ni�o porque no eran oficiales de la Royal Humane Society, porque no era asunto suyo salvar vidas, e incluso porque ten�an ropa buena que no deseaban. suelo. Las personas ego�stas ver�n a un hombre medio asesinado en una pelea callejera sin interferir.

(3) Deber�amos ayudar a los pobres. Esto se aplica primero a nuestros pobres, luego a los de nuestro vecindario, pero la obligaci�n se extiende hasta una hambruna en China.

(4) Los hospitales merecen apoyo, ya que los ministros directamente a los enfermos tienden a preservar la vida.

(5) Las reformas sociales exigen asistencia cristiana.

(6) Es nuestro deber supremo difundir el evangelio por todo el mundo. Esta es una "Palabra de vida" ( Filipenses 2:16). Dejar que los hombres perezcan por falta de pan de vida es una negligencia culpable. Los leprosos de Samaria reprenden tal conducta ( 2 Reyes 7:9).

I. LA ADVERTENCIA.

1. La ignorancia no es excusa. "He aqu�, lo sab�amos" (o "�l") "no". Por supuesto, esto no se aplica a la ignorancia inevitable. Pero los ricos deben conocer la condici�n de los pobres. Es deber del West End investigar la condici�n del East End. Si bien este deber se descuida, la c�moda complacencia de la ignorancia es imperdonable. Adem�s, si el intento de excusa es que la v�ctima es personalmente desconocida para nosotros, esto no debe admitirse. �l sigue siendo nuestro hermano. La par�bola del buen samaritano muestra que el extra�o perfecto nos reclama.

2. Dios observa esta negligencia. �l "reflexiona sobre el coraz�n". �l lee nuestros pensamientos secretos y sopesa nuestros motivos. Por lo tanto, �l sabe si estamos retenidos por la ignorancia inevitable o la incapacidad de ayudar, o si la negligencia es intencional. Con este hecho horrible ante nosotros, que hay Aquel que "reflexiona sobre el coraz�n", todas las excusas d�biles deben marchitarse y dejar la negligencia de los necesitados en su culpa desnuda.

3. Dios nos tratar� de acuerdo con nuestro trato a nuestros semejantes. "Con qu� medida med�s, se te medir� nuevamente" ( Mateo 7:2). Adem�s, con respecto al deber que tenemos ahora ante nosotros, debe observarse que Dios toma nota de las omisiones y de las transgresiones. Nuestro Se�or no habla del "fuego eterno" para ladrones, asesinos, etc .; pero para aquellos que no pudieron ayudar a los hambrientos, los sedientos, los necesitados ( Mateo 25:41-40).

Proverbios 24:16

La ca�da de un buen hombre

I. ES POSIBLE QUE UN BUEN HOMBRE CAGA.

1. Aqu� hay una advertencia contra la presunci�n. "El que piensa que est� parado, tenga cuidado de no caer" (lCo Proverbios 10:12). Nadie es tan perfecto como para ser impecable. Peter, que poco lo esperaba, fracas� en el momento del juicio.

2. Es una advertencia contra los juicios equivocados. Si un buen hombre tropieza, com�nmente se piensa que demuestra ser un hip�crita desde el principio. Ninguna noci�n podr�a ser m�s injustificable. Es posible que la vida anterior fuera honesta y verdadera y estuviera a la altura de su pretensi�n, pero que un cambio repentino para peor ha ocurrido al ceder ante una tentaci�n abrumadora. La ciudadela estaba honestamente vigilada; pero en un momento incauto, cuando el custodio estaba durmiendo, descuidado o d�bil, cay� ante los asaltos del enemigo siempre vigilante. Esto incluso puede ser. repetido muchas veces. Apenas podemos pensar en un hombre realmente bueno que caiga por completo del camino correcto hasta siete veces y que a menudo regrese a �l. Pero alguna medida del pecado se comete muchas veces. No hay un cristiano que no caiga en numerosos pecados.

II SI UN BUEN HOMBRE CAE, TIENE PROBABILIDAD DE LEVANTARSE DE NUEVO. Ahora no necesitamos discutir la espinosa doctrina de la "perseverancia final". Sin retirarse a la mara�a enredada de las dogm�ticas a priori, podemos descubrir ciertas cosas claras y pr�cticas. consideraciones que nos animar�n a creer en la recuperaci�n de los fallecidos.

1. La inclinaci�n de la vida de un buen hombre es hacia la bondad. El es un hombre justo. La justicia es caracter�stica de �l. Es su costumbre. Su ca�da es un evento, su justicia es su vida. No es menos culpable en su pecado. No puede sacudirlo y repudiarlo, fortific�ndose contra el cargo bajo el disfraz de su justicia habitual. Una larga carrera de bondad no es excusa para una sola acci�n incorrecta. Sin embargo, debajo y detr�s del pecado en el que el hombre se ha sorprendido se encuentran el tono general y el genio de su vida. Esto har� que su ca�da sea una agon�a. Una mirada de Cristo, y el disc�pulo avergonzado sale a llorar amargamente ( Mateo 26:75). El cristiano que ha sido sorprendido en una hora de debilidad estar� en la mayor angustia despu�s. No puede descansar hasta que sea perdonado y restaurado. Por lo tanto, hay una esperanza para �l que no podemos apreciar en nombre del hombre malo que no ha tenido experiencia en el mejor camino y que no tiene inclinaci�n a seguirlo.

2. Un buen hombre puede regresar. Hay peligro en la desesperaci�n. El penitente miserable teme que haya cometido el pecado imperdonable, olvidando que su mismo dolor es una prueba de que a�n no se ha alcanzado la oscura eternidad de la culpa. Dios es sufrido y misericordioso. Siete veces cae el pobre hombre; siete veces es perdonado y restaurado por su compasivo Se�or.

3. La gracia de Dios ayuda a la recuperaci�n. De hecho, sin esto ser�a imposible. Pero con eso, �qui�n se desesperar�? Por otro lado, despu�s de que un hombre enfermo se ha entregado al pecado, se niega a abrir su coraz�n a la gracia divina. "El �nico medio por el cual podr�a salir de su profunda ruina es rechazado por �l.

En conclusi�n, podemos deducir de una consideraci�n de este tema que el primer elemento esencial es el car�cter de la vida de un hombre, m�s que el de los hechos aislados y quiz�s excepcionales. Dios toma nota de cada acci�n, y nadie puede vengarse. Pero la pregunta fundamental es: �c�mo vive un hombre en general? �Es el conjunto de su vida hacia la bondad? �Se enfrenta habitualmente a la luz o la oscuridad? Aunque con muchos tropiezos y contusiones vergonzosas, �est� �l en general subiendo, no bajando? Si es as�, �l es uno de los hijos de Dios.

Proverbios 24:19

Un problema innecesario

I. HAY TENTACI�N PARA SER DISPUESTO POR LA PROSPERIDAD DE LOS MALOS HOMBRES.

1. Es injusto. Esta era una antigua fuente de perplejidad y problemas mentales. Mientras que los hombres buenos a menudo sufren, los hombres malos a menudo est�n excepcionalmente libres de los males del mundo. Esto nos duele como una espantosa discordia en el salmo de la vida. Plantea dudas sobre la presencia, el poder o la justicia de Dios. Si el Se�or justo est� en medio de nosotros y es todopoderoso para gobernar, �por qu� permite tal condici�n de sociedad?

2. Es hiriente. La prosperidad confiere poder. Por lo tanto, grandes recursos est�n a disposici�n de los hombres malos, que pueden gastarlos en grandes planes de maldad. Un Napole�n exitoso puede inundar un continente con sangre y llevar la miseria a miles de hogares. El triunfo de los hombres malos no solo les permite infligir sufrimiento en una medida espantosa; les brinda oportunidades excepcionales para propagar la malaria infecciosa de su pecado. Cuando un hombre malo prospera, contamina su oficio, disminuye el car�cter de los negocios en general y tienta a sus empleados a hacer lo malo en una escala que es proporcional a sus empresas.

3. Parece ser envidiable. El pecado parece un atajo al �xito. Es dif�cil para un buen hombre que resiste las tentaciones ser recompensado con angustias de las que habr�a escapado si hubiera cedido.

II Es una tonter�a estar disgustado por la prosperidad de los hombres malos.

1. La prosperidad es infinitamente inferior al car�cter. La gran pregunta no es qu� tiene un hombre, sino qu� es �l. Es mucho m�s importante ser recto y santo en la vida que ser rico, exitoso y feliz en las circunstancias. Seguramente el que valora la verdadera bondad sentir� que es una perla de gran precio, cuyo costo no ser�a compensado por toda la riqueza de las Indias. Por lo tanto, envidiar la prosperidad de los imp�os es apartarse de la posesi�n superior que se puede disfrutar en la pobreza y la adversidad.

2. La prosperidad de los imp�os es enga�osa e insatisfactoria. Profesa dar placer, pero no puede permitirse la felicidad real, ya que no tiene nada para responder a los deseos m�s profundos del alma. El que se deleita es como un hombre que se llenar�a de paja y aserr�n. En su misma saciedad, tiene mucha hambre. Lleno, todav�a se muere de hambre. O peor, �l es como alguien que bebe locamente agua salada, y se ve sumido en una agon�a de sed en consecuencia. Si, como puede suceder, siente una cierta satisfacci�n, esto solo puede ser amortiguando su naturaleza superior. Tal estado es enga�oso y m�s terrible que una queja abierta.

3. Esta prosperidad es de corta duraci�n. "La vela de los imp�os se apagar�" ( Proverbios 24:20). El salmista, alarmado por la prosperidad de los malvados, vio otra imagen cuando lleg� a considerar su fin. El que compartir�a el lino p�rpura y fino de Dives en la tierra tambi�n debe compartir su lecho de fuego despu�s de la muerte. Es solo el hombre miope y terrenal el que envidiar� mucho la prosperidad de los imp�os. Un hombre de pensamiento m�s profundo lo temer� y se sentir� satisfecho si tiene la verdadera bendici�n de la vida eterna.

Proverbios 24:29

Representando mal por mal

Es interesante notar que esta conducta no solo es reprendida por Jesucristo, sino que tambi�n est� prohibida en el Antiguo Testamento, e incluso en el Libro de Proverbios, que se considera que trata demasiado en motivos temporales y de autoestima. Tan completamente es ajeno a la mentalidad correcta. Sin embargo, es m�s com�n, y aparentemente m�s natural.

I. DEJENOS CONSIDERAR C�MO PARECE NATURAL RENDER MAL POR MAL.

1. Parece ser justo. Hay una condici�n f�sica natural en las cosas, y esto parece ser satisfecho por la lex talionis, "Ojo por ojo y diente por diente".

2. Ofrece controlar el mal. Parece ser una forma natural de castigo. De hecho, fue sancionado en tiempos �speros y primitivos, aunque sujeto a investigaci�n judicial ( �xodo 21:24).

3. Satisface el ansia de venganza. Esta es la raz�n que lo alienta mucho m�s que las consideraciones de justicia abstracta o ansiedad sobre la riqueza p�blica. "La venganza es dulce", y contener el impulso de golpear a un delincuente a cambio de su golpe es duro y doloroso.

4. Est� de acuerdo con las costumbres prevalentes. Es "a la manera del hombre" vengar un error, y aparentemente el h�bito surge de instintos innatos. En todo caso, funciona sin reflexi�n. Por lo tanto, parece ser parte de la econom�a de la naturaleza. Rechazarlo es como negar un apetito natural.

II APRENDAMOS POR QU� ES INCORRECTO PRESTAR MAL POR MAL.

1. La sensaci�n de venganza reside en nuestra naturaleza inferior. Es compartido por la creaci�n bruta, como el hambre y. lujuria. Pero se ve agravado por el pecado del odio y el ego�smo. No hay nada noble o elevador en ello. Por el contrario, nos arrastra hacia abajo. El sufriente soporta las fibras morales del alma; la venganza los relaja.

2. No estamos llamados a ejecutar sentencias sobre nuestros semejantes. Si debe haber un recital, esto debe provenir de Dios, a quien pertenece solo la venganza ( Romanos 12:19). Estamos usurpando los derechos de Dios cuando lo tomamos con impaciencia en nuestras propias manos. Adem�s, somos los peores jueces posibles de nuestros propios derechos. Cuando est� profundamente herido, o irritado por los insultos, o cegado. por pasi�n, no estamos en condiciones de ejercer funciones judiciales. Sin embargo, es solo en esas ocasiones que nos sentimos m�s tentados a vengarnos de la cabeza de un delincuente.

3. Es nuestro deber perdonar y salvar a nuestro pr�jimo. Incluso si el castigo se debe a �l, la venganza de nosotros no se debe. Nuestro negocio es tratar de reclamar "amontonando carbones de fuego" sobre nuestro hacedor equivocado. En lugar de hacerle a �l lo que �l ha hecho, nuestro lema cristiano es hacerle lo que quisi�ramos que nos hiciera a nosotros.

4. La venganza no es cristiana. Los cristianos est�n llamados a seguir los pasos del paciente y valiente Jes�s, que fue paciente bajo provocaci�n, incluso orando por sus enemigos.

5. La venganza es indecorosa en aquellos que necesitan perd�n. Dependemos de la misericordia de Dios. No se ha vengado de nosotros. Pero si no perdonamos a los hombres sus ofensas, nuestro Padre celestial tampoco nos perdonar� nuestras ofensas. As� Portia le dice con raz�n a Shylock:

"Considera esto: que en el curso de la justicia, ninguno de nosotros deber�a ver la salvaci�n: rezamos por misericordia; y esa misma tela de oraci�n nos ense�a a todos a rendir las obras de misericordia".

Proverbios 24:30-20

El campo del perezoso

Nada es m�s caracter�stico del Libro de Proverbios que su desprecio por la pereza y su intensa inculcaci�n de la industria. Dudar de estos temas era especialmente importante en vista de la indolencia perenne de los orientales. Pero la pereza no es desconocida en Occidente, y en la feroz competencia de la vida moderna, una menor indulgencia en la ociosidad traer� desastres seguros. Los hombres a menudo culpan a sus circunstancias, la injusticia del destino, etc. cuando deber�an acusar a su propia falta de energ�a. La diferencia entre los exitosos y los que no logran nada en la vida es m�s que eso entre el trabajo duro y la vida f�cil e indulgente. Adem�s, muchos hombres que son diligentes en los negocios son muy perezosos en asuntos espirituales. De ah� las aplicaciones de la par�bola en la actualidad.

I. EL ESTADO DEL CAMPO.

1. Esto es visible para el viajero casual. El escritor simplemente "lo pas�"; sin embargo, capt� lo suficiente de un vistazo para comprender su condici�n. El car�cter de un hombre est� impreso en su trabajo. Un hombre descuidado tendr� una mano descuidada. El campo descuidado y la vi�a mal cuidada revelan la naturaleza ociosa y tonta de su due�o.

2. El campo se ve en una condici�n miserable.

(1) Est� cubierto de espinas y ortigas. No se deja vac�o si se cultiva sin tierra. Las malas hierbas crecen en la tierra descuidada. Si no cumplimos con nuestro deber, seguir� una travesura positiva. Si descuidamos el campo del mundo, surgir�n zarzas de ignorancia, necedad y pecado; Si no capacitamos a la vi�a de nuestra propia familia, aparecer�n ortigas de maldad en las mentes de nuestros hijos, que nos picar�n por nuestra indolencia. As� fue con Eli, quien no reprendi� a sus hijos. Si no cultivamos los jardines de nuestras propias almas, las malas hierbas del pecado ciertamente crecer�n all� y dar�n sus frutos venenosos.

(2) Sus defensas se desglosan. El hombre indolente deja que sus paredes caigan en ruinas. Por lo tanto, su propiedad est� abierta al ladr�n y al destructor. El jabal� del bosque arrancar� de ra�z su vid. Si no somos vigilantes y cuidadosos, el mal vendr� de afuera y estropear� nuestro trabajo, nuestro hogar, nuestras almas. Necesita cuidados para protegerse contra la agresi�n.

II LA CONDUCTA DEL PROPIETARIO.

1. Es perezoso.

(1) Su maldad es negativa. No comete ofensa. Sin embargo, est� arruinado. Podemos deshacernos por simple omisi�n sin ninguna transgresi�n.

(2) Su maldad est� en retrasar el cumplimiento de su deber. �l no quiere renunciar. Solo pospone el cumplimiento. Sin embargo, est� arruinado y deshonrado. Le debemos deberes al tiempo. Hacemos mal al no realizar nuestro trabajo con prontitud, aunque tenemos la intenci�n de hacerlo en �ltima instancia. No tenemos tiempo ilimitado ante nosotros. La tarea olvidada de hoy no se puede realizar ma�ana sin obstaculizar el trabajo de ma�ana. Las v�rgenes insensatas fallaron por llegar demasiado tarde.

2. Es autocomplaciente. El perezoso disfruta de su sue�o. El ego�smo es la ra�z de la ociosidad. Pero esto, a su vez, es asombroso. Uno no nota c�mo se desliza la fresca ma�ana mientras yace con los ojos cerrados en un sue�o pecaminoso. As� tambi�n el sue�o del alma que descuida el llamado a su deber m�s elevado es un sue�o ego�sta.

3. Es tonto. El sue�o es una compensaci�n pobre por la pobreza y la verg�enza.

III. LAS DETERMINADAS CONSECUENCIAS

1. La ruina sigue. La pobreza viene sobre el hombre de negocios perezoso como un castigo natural. La pobreza del alma, el vac�o, la inutilidad y finalmente la muerte siguen a la pereza espiritual.

2. Esto puede ser insospechado. "Como un salteador de caminos".

3. Ser� irresistible. La necesidad vendr� "como un hombre armado".

CONCLUSI�N. La pereza es peculiarmente susceptible de introducirse en los h�bitos sin ser notado, por lo tanto, la necesidad del vers�culo 32.

HOMILIAS DE E. JOHNSON

Proverbios 24:1, Proverbios 24:2

Advertencia contra la compa��a malvada

I. EL AMOR DE LA SOCIEDAD ES UN INSTINTO NATURAL.

II LA COMPA��A MALVADA ES M�S FASCINANTE.

III. LAS ASOCIACIONES QUE SE ENCUENTRAN SOBRE MI COMUNIDAD EN PLACER ABE SELDOM SATISFACTORIO, A menudo CORRUPTANDO.

IV. LA MALA COMPA��A DE HOMBRES TIENE M�S QUE SER DESPEDIDA QUE LA DE UN SUFRIMIENTO DE UNA ENFERMEDAD CONTAGIOSA. "Compa�eros malvados", dijo un hombre del mundo, el novelista Fielding, "nos invitan al infierno". "Son como gracias cortas cuando el diablo interpreta al anfitri�n", dijo otro. J.

Proverbios 24:3

La sabidur�a edifica y vigoriza

�Qu� buena palabra es "edificaci�n", edificaci�n, en sus usos morales y cristianos! Aqu� la imagen de la casa se presenta directamente y se puede aplicar de diversas maneras.

I. SABIDUR�A LA FUNDACI�N DE LA ESTABILIDAD Y FELICIDAD NACIONAL. ( Proverbios 24:3, Proverbios 24:4.) Los mismos grandes principios se aplican tanto en lo m�s m�nimo como en lo m�s importante. Cada d�a trae humildes ocasiones para la pr�ctica de las leyes m�s grandiosas, no menos en la casa, la granja o la tienda, que en la c�mara del consejo o en el campo de batalla. "El m�todo es tan eficiente en el embalaje de le�a en un cobertizo, o la cosecha de frutas en una bodega, como en las campa�as peninsulares o los archivos de un departamento de estado". Que un hombre guarde la Ley, y su camino estar� sembrado de satisfacciones. Hay m�s diferencia en la calidad de nuestros placeres que en la cantidad. La comodidad y la abundancia en el hogar son los ciertos signos de prudencia y sentido y acci�n que se aplican constantemente.

II SABIDUR�A LA FUENTE DE LA FUERZA VAR�N. ( Proverbios 24:5, Proverbios 24:6.) Fue un gran hombre quien dijo: "El conocimiento es poder". No es la fuerza de la fuerza bruta, sino la de la energ�a espiritual, que a la larga gobierna el mundo. La ilustraci�n del texto se selecciona acertadamente de la guerra, donde, en cualquier lugar, se supone que prevalecer� la fuerza bruta. La experiencia demuestra que no es as�. Los fracasos completos de hombres como Hannibal y Napole�n lo demuestran de una manera. Las guerras recientes han ilustrado la verdad de que son los dise�os deliberados y maduros del estratega y estadista con visi�n de futuro los que gobiernan el �xito, en lugar de los "grandes batallones" del lado de los cuales se dec�a que estaba Providence. Y en otra aplicaci�n, la fuerza pura del intelecto a menudo es superada y superada por el empleo constante y constante de poderes m�s humildes. La fuerza en cualquier forma sin prudencia es como un gigante sin ojos. La violencia y la artesan�a pueden parecer el camino m�s f�cil hacia la riqueza; Sin embargo, la experiencia muestra que la prudencia y la piedad conducen seguramente a una prosperidad deseable. J.

Proverbios 24:7

Algunos rasgos de locura y pecado

I. LA MENTE CRECIENTE. ( Proverbios 24:7.) La sabidur�a es demasiado alta para que los indolentes escalen, para que los sensuales y terrenales admiren y amen. Son como Muck-rastrillo, en la par�bola de Bunyan. De tal buen consejo nunca viene. Son tontos "en la puerta", en cada ocasi�n importante, cuando se necesita ayuda, luz, simpat�a. La prudencia b�sica que inspira muchos proverbios populares: la prudencia "que adora la regla de los tres, que nunca suscribe, nunca da, rara vez presta, y hace una sola pregunta sobre cualquier proyecto, '�Hornear� pan?'" - es realmente una locura . "El yo es el hombre", dice un proverbio holand�s. Pero aquellos que ganar�an todo por s� mismos terminar�an perdi�ndose a s� mismos y a todos.

II EL TEMPLO MALICIOSO. ( Proverbios 24:8.) Hay grados en el vicio como en la virtud. Es un paso corto desde el arraigado ego�smo hasta la malicia activa. Extraiga la ra�z de la b�squeda propia de cualquier disputa, privada o p�blica, en la Iglesia o en el estado, y las otras diferencias se pueden ajustar pronto. Hacer travesuras es un instinto diab�lico, y ciertamente brota en la mente vac�a de una ocupaci�n saludable y de inter�s por lo verdadero, lo bello y lo bueno; porque el principio de la mente es el movimiento, y no puede dejar de actuar.

III. PECADO EN EL PENSAMIENTO Y EL MODO. ( Proverbios 24:9.) Cuando la invenci�n y la meditaci�n est�n ocupadas en la mente de los malvados y los tontos, no se produce nada bueno. A�n m�s es el caso con el burl�n. En �l, los poderes maduros y practicados de la mente se al�an con el malvado deseo. Tal h�bito mental, una vez detectado, excita el mayor odio y aborrecimiento. El hombre que puede burlarse de la bondad, o mantener lo que es de com�n acuerdo bueno y bello en desprecio, ya es un paria de su especie, y no necesita quejarse si es tratado como tal.

IV. CORAZ�N DESAF�O. ( Proverbios 24:10.) La presi�n de las circunstancias deber�a despertar en nosotros la fuerza dada por Dios. El hombre que hace del deber su estrella polar y conf�a en Dios, en realidad puede hacer m�s cuando las cosas parecen estar en contra de �l que ensanchar todo, est� a su favor. La cobard�a moral est� estrechamente relacionada con el pecado ra�z de la incredulidad. La indulgencia en ella empobrece y debilita el alma, de modo que el hombre termina siendo realmente incapaz de hacer lo que una vez se imagin� incapaz de hacer. Aqu� hay una ilustraci�n del dicho de Cristo: "Al que tiene, se le dar�, y al que no tiene, se le quitar� lo que tiene".

Proverbios 24:11, Proverbios 24:12

Compasi�n por los injustos

I. EL CORAZ�N Y LA MANO NUNCA DEBEN ESTAR LISTOS EN LA LLAMADA DE DISTRESS. ( Proverbios 24:11.) La imagen parece estar colocada ante nosotros de alguien que llega al lugar del juicio, viendo a un paciente inocente todav�a, como el sacerdote y el levita en la par�bola, pasando "por el otro lado."

"Ver y mirar se mueve m�s de lo que se les dice; porque entonces el ojo interpreta al o�do el movimiento pesado que contempla".

Responder a estas s�plicas mudas de cualquiera de las criaturas de Dios es obedecer una ley que se conoce de inmediato en nuestro seno; resistirlos es pecar contra �l y contra nuestras propias almas.

II El descuido del deber no puede escapar de castigo. ( Proverbios 24:12.)

1. La naturaleza humana es f�rtil en excusas. Porque la carga de la culpa y de la culpa consciente es lo m�s pesado que podemos soportar. Pero buscar es la verdad del proverbio: "Quien se excusa, se acusa a s� mismo", la ignorancia del deber no necesita excusas; pero las excusas para la negligencia nunca pueden ser v�lidas.

2. Las excusas pueden servir al hombre, pero no a Dios. Con los hombres falibles pueden, y a menudo pasan, por la verdad. En todo caso, a menudo deben ser aceptados por aquellos que a su vez necesitan hacerlos. Pero Dios conoce la verdad de cada coraz�n, y en cada caso; y para �l las excusas son innecesarias o peores.

3. El juicio se ejecutar� a pesar de nuestras excusas. Porque Dios es el Vindicador de los injustos, y el Recompensador de todos de acuerdo con sus obras. La escritura es muy impresionante sobre el pecado de descuidar los deberes amables hacia los dem�s, respecto de los cuales la conciencia es a menudo aburrida ( Lucas 14:18, etc.). Los hombres se contentan con el reflejo de que no han hecho da�o a otros, una posici�n negativa. Pero la otra posici�n negativa, que no hemos hecho el bien que ten�amos que hacer, sobre esto, la ense�anza de Cristo fija una culpa m�s profunda. Noble como es salvar una vida de la muerte corporal, a�n m�s gloriosa en sus consecuencias es salvar un alma de la muerte y esconder una multitud de pecados.

Proverbios 24:13, Proverbios 24:14

Celo en la b�squeda de la sabidur�a.

I. LA DULCE DE LA SABIDUR�A. ( Proverbios 24:13.) No sin un significado profundo es la sensaci�n de conocer la verdad en comparaci�n con el gusto sensual del paladar por la comida dulce. Aqu� hay, de hecho, un

"Fiesta perpetua de dulces nectados, donde no reina el exceso de crudo".

(Cf. Salmo 19:11.)

II ANIMACI�N EN SU B�SQUEDA. ( Proverbios 24:14.) Trae una verdadera satisfacci�n tanto durante la b�squeda como al final, lo que se puede decir de algunos otros objetos de ambici�n ansiosa en este mundo. El buscador de la verdad puede ser comparado con la doncella de la par�bola, quien llena oportunamente su l�mpara con aceite y "espera que no se averg�ence". La b�squeda de la sabidur�a, o de la verdad como se entiende y ense�a en este libro, no es una b�squeda de sue�os o abstracciones; Es asunto de todos. La verdad es todo lo que toca y convence al hombre, ya sea como individuo, como miembro de la sociedad o como ciudadano de una naci�n. Es lo que le dice que no est� aislado en medio de seres desconocidos; pero que m�s all� de su vida individual �l participa en una vida que es universal. Todo eso en el pasado, ya sean hechos, pensamientos o sentimientos, est�n en cuesti�n, lo que nos hace contempor�neos de los hechos, compa�eros herederos de la humanidad en grandes pensamientos, simpatizantes de los grandes sentimientos, es la verdad. J.

Proverbios 24:15

Violencia y alegr�a vergonzosa derrotada

I. LA ACTITUD DEL HOMBRE DEL FRAUDE Y LA VIOLENCIA DEPENDIDA. ( Proverbios 24:15.) Es como la bestia salvaje que ronda, buscando a qui�n devorar. Dios el Creador no nos ha armado con dientes o colmillos u otros medios de defensa, como las bestias salvajes que se forman para hacer la guerra a los dem�s. Estamos fuertemente equipados para la defensa, no para el ataque. La ferocidad es claramente un vicio antinatural en nosotros.

II Su actividad es devastadora. Aqu�, de nuevo, se parece a la bestia salvaje en su furia ciega, el jabal� que arranca y volca en el jard�n cultivado.

III. LA AUTO RECUPERACI�N DE LOS JUSTOS. ( Proverbios 24:16.) Caer en pecado y caer en problemas son dos cosas diferentes. Evita lo primero, y Dios no te abandonar� en lo �ltimo. Siete ca�das representan muchas, un n�mero indefinido de ca�das. Hay una elasticidad en la rectitud como la del reto�o joven; doblado a la tierra, rebota con una fuerte descendencia. "Puede calmar la aprensi�n de la calamidad ver cu�n callada ha sido la naturaleza atada a la m�xima inflicci�n de malicia. Nos acercamos r�pidamente a un borde sobre el cual ning�n enemigo puede seguirnos". Pero el mal, siendo puramente negativo, un cero, la ausencia de poder interno y virtud, no tiene m�s que una existencia ilusoria, y r�pidamente se desvanece.

IV. LA ALEGR�A BASE SE HIZO VERG�ENZA. ( Proverbios 24:17, Proverbios 24:19.) El que se regocija en el problema de otro, su propio problema est� detr�s de la puerta. �Por qu� deber�a temer qui�n toma su puesto con la Omnipotencia a sus espaldas?

"Las almas de la buena vida de Dios participan. �l ama como a s� mismo: querido como su ojo. Ellos son para �l; �l nunca los abandonar�. Cuando ellos mueran, entonces Dios mismo morir�; ellos viven, viven en la eterna eternidad. "

El tirano y su v�ctima est�n obligados a cambiar de bando. La "ira" que parece expresada en las calamidades de este �ltimo se transforma en la revelaci�n de una "bondad eterna", mientras que el terror golpea el coraz�n de aquel que intent� infundirlo en su enemigo (comp�rese con el sorprendente poema de R. Browning, 'Instans Tyrannus ') .� J.

Proverbios 24:19

La religi�n fortalece el coraz�n contra la envidia.

I. LA TENTACI�N PARA ENVIAR LA PROSPERIDAD DE LOS MALVADOS. Est� muy marcado en el Antiguo Testamento. Es una tentaci�n com�n. Porque miramos el exterior de la condici�n del hombre y somos enga�ados por ilusiones. La carne de un pirata en la distancia, una mansi�n construida y habitada por la infamia, son hermosos objetos de contemplaci�n est�tica. As� es que el espect�culo y la valent�a del �xito dominan nuestros sentidos.

II EL ANT�DOTO A ESTOS SENTIMIENTOS. ( Proverbios 24:20.) "Considere el final": la oscuridad y la oscuridad de la oscuridad. Los malvados no tienen futuro. Cuando esto se ve claramente, el encanto en la superficie se desvanece, y el edificio de la prosperidad orgullosa pero imp�a se hunde casi en una ruina humeante.

III. RELIGI�N Y MORALIDAD LA �NICA FUNDACI�N DE SEGURIDAD Y BENDICION. ( Proverbios 24:21, Proverbios 24:22.) La �nica palabra completa para la religi�n es "temor a Jehov�", reverencia a Dios, y todo eso, siendo cierto, es muy naturaleza de Dios Y la obediencia al rey incluye todos los deberes civiles y sociales en los que incurrimos como miembros de una comunidad ordenada. La religi�n y la lealtad van juntas; y la mejor manera de hacer buenos s�bditos para la reina es hacer que los hombres sean buenos siervos de Dios. No har�n conciencia de los deberes civiles que no hacen nada de lo Divino. J.

Proverbios 24:23-20

Parcialidad e igualdad en el juicio.

I. RESPETO DE LAS PERSONAS. La traducci�n literal es: "Distinguir a las personas en el juicio no es bueno". El juez debe ser imparcial como el par de escalas, el emblema de su cargo, y ciego a las personas que se presentan ante �l, es decir, a su rango y posici�n, como se representa la figura simb�lica de la Justicia. "Una frase sucia duele m�s que muchos ejemplos sucios; estos corrompen la corriente, la otra corrompe la fuente".

II LA PERVERSI�N VOLUNTARIA DEL DERECHO. ( Proverbios 24:24.) Cuando se sufre que el hombre justo falle en su causa ante su adversario, el nervio mismo del derecho p�blico no se ve afectado. Da un golpe directo a la riqueza com�n, y por lo tanto derriba las maldiciones de los pueblos y la enemistad de los estados.

III. JUICIO IGUAL Y JUSTO. ( Proverbios 24:25.) "Un juez debe prepararse para una oraci�n justa, como Dios usa para preparar su camino, levantando valles y bajando colinas; as�, cuando aparece a cada lado una mano alta , la persecuci�n violenta, las astutas ventajas tomadas, la combinaci�n, el poder, el gran consejo, entonces es la virtud de un juez que considera que la desigualdad es igual; que puede plantar su juicio como en un terreno parejo "(Bacon). En el presente texto, la mirada se dirige hacia una severidad adecuada y debida, que no permitir� que los malvados escapen. "Odium puede ser incurrido igualmente por aquel que hace un gui�o al crimen y por aquel que no tiene en cuenta la misericordia. Porque en causas de vida o muerte, los jueces deben, en la medida en que la ley lo permita, en justicia recordar la misericordia y emitir un ojo severo sobre el ejemplo, pero ojo misericordioso sobre la persona "(Bacon). La pureza del banco judicial es una de las mayores bendiciones p�blicas. Seamos agradecidos de que lo disfrutemos en nuestro pa�s, y recemos para que contin�e alguna vez. J.

Proverbios 24:26-20

Solo conducta a nuestro vecino

I. TESTIGO VERDADERO. ( Proverbios 24:26.) El que da respuestas verdaderas y fieles, especialmente en los tribunales de justicia, se deleita, incluso cuando el beso m�s dulce en la boca se deleita. El poeta alude al efecto sobre el o�do. La comprensi�n no puede deleitarse m�s con una mentira que la voluntad puede elegir un mal aparente. "Por extra�o que parezca", dice juguetonamente, "la mente humana pierde la verdad". Podemos agregar, "cuando la pasi�n no ciega el intelecto a su belleza". En la corte de justicia, todos menos los culpables y los interesados ??en su destino ven la belleza de la verdad y la valoran por encima de todas las cosas. Por lo tanto, decir la verdad, toda la verdad, y nada m�s que la verdad, es el juramento solemne de los testigos.

II TESTIGO FALSO Y NO LLAMADO. ( Proverbios 24:28.) Tener falsos ataques de testigos en la ra�z misma de la conciencia y la obligaci�n moral. Pero criminal, aunque en menor grado, es el voluntariado de evidencia sin causa contra otro; es decir, cuando no se debe servir ning�n objeto que no sea el odio privado y la venganza. Compare el caso de Doeg ( 1 Samuel 22:9, 1 Samuel 22:10); los fariseos con el miserable pecador en Juan 8:1; las palabras del Se�or en Juan 15:25. No hable mal de ning�n hombre, no solo ese mal que es completamente falso e infundado, sino lo que es verdadero, cuando habla de �l har� m�s da�o que bien (Matthew Henry).

III. DECEPCI�N DELIBERADA. Acerca de un tribunal de justicia, que representa la verdad, all� se esconde una sombra oscura de roguery y falsedad; "personas que est�n llenas de trucos y turnos siniestros, mediante los cuales pervierten los cursos sencillos y directos de los tribunales, y llevan la justicia a l�neas oblicuas y laberintos".

IV. INDULGENCIA CIEGA DEL TEMPLO VINDICTIVO. (Vers�culo 29; comp. Proverbios 20:22.) Nada est� m�s profundamente impresionado en la Biblia que la verdad de la compensaci�n o retribuci�n. Pero los hombres no deben tomar la ley en sus propias manos. "La venganza es m�a, pagar�, dice Jehov�". "La venganza es una especie de justicia salvaje, a la que cuanto m�s corre la naturaleza del hombre, m�s ley deber�a eliminarla. Al vengarse, un hombre est� pero incluso con su enemigo; pero al pasarlo por alto es superior. Es el la gloria de un hombre que pasa por una ofensa. El hombre que estudia la venganza mantiene sus propias heridas verdes, que de otro modo sanar�an y le ir�a bien "(Bacon) .� J.

Proverbios 24:27

La prudencia y la pol�tica de la industria.

I. TODO TRABAJO SE ENRAIZA EN LA LABRADA DE LA TIERRA. Es as� que el pan le fue arrancado primero, por el trabajo de campo universal. Nuestros antepasados ??eran todos trabajadores agr�colas. Toda otra industria debe ser infructuosa y detenerse sin la acci�n de esta primavera. Por lo tanto, es parte de todos los hombres prudentes y buenos alentar el cultivo, mejorar la condici�n del trabajador y del agricultor. Todo honor a los grandes estadistas de nuestro tiempo que han trabajado en esta causa. Es edificante recordar que Dios ha hecho de la Madre Tierra la mediadora eterna y ministra para nosotros de las bendiciones materiales que se encuentran en la base de toda nuestra vida.

II CONFORT NACIONAL E INDEPENDENCIA DESCANSAN EN EL TRABAJO. Es la "prudencia de una tensi�n mayor" que la que comienza y termina con la mera comodidad sensual que se ense�a en este libro. Es la atenci�n a la ley, es la incredulidad en la suerte, que constituye su principio. El autocontrol, los h�bitos in�tiles, el esfuerzo constante, ponen el pan que un hombre come a su propia disposici�n, para que no tenga relaciones amargas y falsas con otros hombres.

Proverbios 24:30-20

La vi�a del perezoso: una par�bola de la pereza

I. UNA IMAGEN DE INDOLENCIA. ( Proverbios 24:30, Proverbios 24:31.) El vi�edo en el Este corresponde al jard�n, huerto o peque�a granja en el Oeste. En la par�bola est� cubierta de ortigas y espinas. La cerca de piedra se est� desmoronando por falta de reparaci�n. Podemos contrastar la imagen en Isa�as 5:1, sqq; de lo que deber�a ser una vi�a. La forma en que Dios trabaj� con las personas elegidas es la forma en que har�a que cada uno de nosotros asistiera al jard�n del alma.

II LA VISTA LLEVA UNA LECCI�N Y UNA ADVERTENCIA. (Vers�culos 32-34) Asistamos a las par�bolas de la naturaleza. El ojo es el gran �rgano cr�tico, y nunca queremos lecciones si lo usamos. La lecci�n aqu� es: el efecto tiene una causa: la naturaleza salvaje traiciona el pecado del hombre. La negligencia se marca en su rostro sincero. El alma del perezoso se revela en su aspecto no menos que en el cabello despeinado y la cara escu�lida del ser humano. Aqu� est� el "pecado vil de la negligencia propia", que implica toda otra negligencia, claramente reflejada. En tales espect�culos y en los m�s sombr�os de los pantanos malolientes, una vez sonrientes campos, Dios escribe su juicio sobre la amplia faz de la tierra contra el crimen de la pereza. La advertencia est� en contra de la pobreza y la necesidad, que avanzan con pasos silenciosos, corriendo por fin con sorpresa repentina al so�ar con la autocomplacencia, como un ladr�n armado. Los problemas aparentes repentinos se est�n preparando desde hace mucho tiempo, y ninguna maldici�n "viene sin causa".

III. LA APLICACI�N MORAL.

1. La analog�a de la naturaleza y el esp�ritu humano. Los dos son de Dios. Ambos contienen principios de vida, belleza y uso. Ambos necesitan cultivarse para su perfecci�n. Tanto en la pereza como en la negligencia se castiga con p�rdida y ruina.

2. El deber moral personal. Para "despertarnos del sue�o", "agitar el don dentro de nosotros", "trabajar nuestra salvaci�n", ser buenos labradores, buenos y fieles servidores en este jard�n del Se�or: el alma. Si no es fiel aqu�, �c�mo se puede esperar que seamos fieles en las esferas m�s remotas?

HOMILIAS DE W. CLARKSON

Proverbios 24:1

(Ver homil�a en Proverbios 23:17, Proverbios 23:18.) - C.

Proverbios 24:3

Construyendo con sabidur�a

Dios es el constructor divino. "El que construy� todas las cosas es Dios" ( Hebreos 3:4). El hombre tambi�n es un gran constructor. Las casas y los templos, los puentes y las f�bricas, las m�ltiples estructuras de todos los tama�os y formas que ha construido cambian todo el paisaje de la tierra. Pero estas no son las m�s serias e importantes de sus obras. Nosotros miramos a-

I. LAS CASAS QUE ESTAMOS CONSTRUYENDO. De estos, tres son los m�s merecedores de atenci�n.

1. Nuestra finca. La posici�n y provisi�n que aseguramos para nosotros y nuestra familia; Un lugar honorable que ocupamos entre los hombres, como vecinos y conciudadanos. Todo hombre tiene que poner esto delante de �l como algo que debe ser perseguido pacientemente y finalmente alcanzado. Algunos hombres piensan en poco m�s o nada m�s, cometiendo un error fatal; pero es el deber manifiesto, as� como el claro inter�s de todos nosotros, construir una casa de este tipo.

2. Nuestro car�cter. Esta es "una casa" de primera importancia. Estamos aqu� para este prop�sito expreso: que podamos estar construyendo diariamente y cada hora un car�cter noble y estimable; tal car�cter como Dios mismo lo aprobar�; tal como el hombre admirar� y har� bien en copiar; tales como ordenar�n la recomendaci�n de nuestra propia conciencia; tales como se mantendr�n firmes y fuertes contra todos los peligros por los cuales es acosado; tales como contendr�n muchas virtudes y gracias en sus diversas "c�maras" ( Proverbios 24:4). "Rub�es preciosos y agradables", de hecho, son estos.

3. Alguna causa de la utilidad cristiana. Todos deber�amos ocuparnos diligentemente en criar o sostener alg�n "trabajo" de santa utilidad, mediante el cual las semillas de la verdad pueden ser esparcidas, los corazones pueden ser consolados, las vidas pueden ser iluminadas, las almas pueden ser ganadas para la justicia y la sabidur�a, Cristo puede ser honrado, y su reino avanz�.

II LOS MATERIALES INDISPENSABLES. La sabidur�a que es de arriba. "A trav�s de la sabidur�a se construye una casa, y al comprenderla se establece" ( Proverbios 24:3). Para la sabidur�a incluye o asegura:

1. El temor y por lo tanto el favor de Dios. (Ver Proverbios 1:7; Proverbios 9:10.)

(1) Caminar y trabajar en el temor de Dios es hacer todas las cosas de manera recta y honorable, verdadera y fiel, sincera y concienzudamente; y esta es la forma de construir cualquiera de estas tres "casas".

(2) Disfrutar del favor de Dios es tener detr�s de nosotros ese poder energizante y sustentador sin el cual todo trabajo es en vano (Salmo 127:1); es poseer el cuidado protector que nos proteger� de las tormentas que de otro modo podr�an derrocarnos (Salmo 121:1).

2. Los diversos �rdenes de fuerza que necesitamos para una buena construcci�n ( Proverbios 24:5).

(1) Tiende a la salud f�sica y la fuerza.

(2) Conduce a la fortaleza mental y al aumento del conocimiento; nos proporciona buen juicio, tacto, prudencia, paciencia, los implementos del trabajo exitoso.

(3) Ministra a la fuerza moral y espiritual; porque nos lleva a la comuni�n con Dios y al estudio de su Palabra.

3. El poder de la resistencia y el ataque. Por "consejo sabio hacemos la guerra" ( Proverbios 24:6). Es muy importante, en todas las esferas de actividad, saber cu�ndo hacer las paces y cu�ndo mostrar un frente de oposici�n intr�pido. Y cuando se debe tomar el �ltimo curso, se necesita mucha sabidur�a verdadera para que nuestra casa, nuestra fortaleza, no pueda ser transportada y desmantelada. Necesitamos coraje, decisi�n, vigilancia, energ�a, dominio propio, disposici�n para establecer los t�rminos en el momento adecuado. Para alcanzar la sabidur�a que construir� nuestra casa, necesitamos

(1) ceder nuestros corazones completamente al �nico Dios y Salvador sabio;

(2) abrir nuestras mentes diariamente para recibir su sabidur�a celestial;

(3) preg�ntale a aquel que "da a todos los hombres generosamente, no reprendiendo" - C.

Proverbios 24:9

La idea de la tonter�a.

Ser� bueno estar en guardia contra un posible error aqu�; porque lo siguiente en importancia para nuestro conocimiento de qu� cosas est�n mal e hirientes es nuestra libertad de los miedos imaginarios y las ansiedades m�rbidas con respecto a aquellas cosas que son perfectamente inocentes y puras. Nos fijamos, entonces, en ...

I. PENSAMIENTOS QUE PUEDEN PARECER, PERO NO EST�N CONDENADOS POR ESTAS PALABRAS.

1. Los pensamientos serios pero no tomados de la infancia o de la virilidad sin educaci�n. No todos los pensamientos que no pueden ser caracterizados como sabidur�a deben ser condenados como "tonter�as". Los intentos honestos de simplicidad ingeniosa para resolver problemas o ejecutar comandos pueden ser fallas honorables e incluso encomiables; Son las condiciones de crecimiento.

2. Los pensamientos m�s ligeros de los cultos y maduros, los pensamientos de alegr�a y diversi�n, que se mueven hacia la risa sincera, est�n lejos de ser pecaminosos. Est�n claramente de acuerdo con la voluntad del Divino Padre de nuestros esp�ritus, quien es el Autor de nuestra naturaleza, con sus facultades y tendencias; a menudo se encuentra que son un alivio necesario bajo la tensi�n intolerable del cuidado opresivo y el trabajo pesado. Uno de los sirvientes m�s serios y uno de los m�s bondadosos y exitosos de nuestra raza (Abraham Lincoln) solo fue salvado de un completo trastorno mental durante el terrible momento de la guerra civil al encontrar refugio ocasional en el humor. Pero que son�

II �LOS PENSAMIENTOS QUE EST�N CONDENADOS AQU�? Los pensamientos de locura.

1. Nuestra responsabilidad por nuestros pensamientos. Impalpable y fugitivo como son, nuestros pensamientos son una parte muy real de nosotros mismos, y constituyen una parte seria de nuestra responsabilidad hacia Dios. Que lo hagan est� claro; para:

(1) De ellos, todo en la vida y la acci�n humana depende en �ltima instancia. La acci�n depende de la voluntad, la voluntad del sentimiento y el sentimiento del pensamiento. Es lo que pensamos y c�mo pensamos que determina lo que hacemos y lo que somos. "Como un hombre piensa en su coraz�n, as� es �l". El pensamiento es la base misma del car�cter.

(2) El pensamiento es libre. Podemos vernos obligados a hablar o actuar de ciertas maneras prescritas; pero somos due�os de nuestras propias mentes y podemos pensar como queramos. C�mo pensamos depende de nuestra propia voluntad.

(3) O elegimos deliberadamente el tema de nuestros pensamientos (seleccionando a nuestros amigos, nuestros libros y documentos, nuestros temas de conversaci�n), o el car�cter mental y moral que hemos deliberado nos lleva a pensar como lo hacemos. y formando; Somos responsables de la corriente porque somos responsables de la primavera.

2. El car�cter pecaminoso de los pensamientos tontos. Pensamientos tontos pueden ser

(1) irreverente, y toda irreverencia es pecado; o pueden ser

(2) ego�sta, y todo ego�smo es pecado; o

(3) impuro, y toda impureza es pecado; o

(4) cruel y desconsiderado, sin amor o vengativo, y toda crueldad es pecado; o

(5) miope y mundano, y toda mundanalidad es pecado ( 1 Juan 2:15). La conclusi�n de todo el asunto es que si estar�amos bien con Dios, "inofensivos e irreprensibles", debemos tener raz�n en nuestro "pensamiento interno" (ver Hebreos 4:12); y que si estuvi�ramos all�, en esas profundidades centrales o en nuestra naturaleza, debemos

(a) colocar toda nuestra naturaleza bajo el gobierno directo del Santo mismo;

(b) buscar diariamente las influencias limpiadoras de su Esp�ritu Santo, la renovaci�n continua de nuestra mente por su inspiraci�n;

(c) "guarda nuestros corazones m�s all� de todo lo que guarda" ( Proverbios 2:1), especialmente al acoger, con entusiasmo y deleite, toda la sabidur�a de Dios que podemos reunir de su Palabra.

Proverbios 24:10, Proverbios 24:15

La prueba de la adversidad.

Todos tenemos que esperar:

I. EL TIEMPO DE PRUEBA QUE LLEGA A TODOS LOS HOMBRES. Es cierto que la prosperidad tiene sus propios peligros y exige al esp�ritu humano. Pero cuando el cielo est� despejado sobre nosotros, cuando los amigos amorosos nos rodean con cuidado protector, cuando abundan los privilegios por todos lados, es relativamente f�cil mantener una mente equitativa y obediente. Todos podemos remar con la corriente y navegar con el viento favorable. Pero debe llegar la hora que llega a todos a tiempo, cuando tenemos que enfrentar dificultades, soportar la obsesi�n, soportar grandes p�rdidas, o seguir nuestro camino con un coraz�n solitario, o sufrir algo agudo y todo pero cruzada decepci�n. Cuando nos conmueve decir con Jacob: "Todas estas cosas est�n en mi contra"; con Elijah, "Se�or, qu�tame la vida"; nos desmayamos y caemos en el d�a de la adversidad.

II LOS RECURSOS QUE DEBEN ESTAR EN NUESTRO MANDO. Cuando llegue esa hora, como ciertamente lo har�, deber�amos estar preparados para soportarnos valientemente y bien; porque hay muchas fuentes de fortaleza con las que deber�amos ser abastecidos. Ahi esta:

1. Fortaleza humana ordinaria. La virilidad y la fuerza de voluntad que han permitido a miles de almas, incluso sin la ayuda de la religi�n, enfrentar el peligro o la muerte, o mostrar una ecuanimidad mental ininterrumpida. en medio de penas severas. Pero m�s all� de esto hay para nosotros:

2. Resignaci�n cristiana. La voluntad de dejar toda la disposici�n de nuestras vidas a la sabidur�a y al amor de Dios; disposici�n para soportar la santa voluntad de un Divino Padre, de nuestro mejor amigo.

3. La fe cristiana. La seguridad de que Dios est� tratando con nosotros con perfecta sabidur�a y amor paternal en los momentos en que menos podemos entender su camino.

4. La esperanza cristiana. La confianza de que "a los rectos surgir� luz en la oscuridad"; que Dios conceder� un problema feliz de todas nuestras aflicciones; que aunque el hombre justo caiga siete veces, se levantar� nuevamente (ver Proverbios 24:15); que aunque el llanto puede perdurar incluso durante una noche larga y tormentosa, la alegr�a llegar� por la ma�ana (Salmo 30:5).

5. La comuni�n con Dios. Para el angustiado esp�ritu humano queda el refugio m�s preciado, la inclinaci�n del coraz�n a Dios, el atractivo del alma para �l en oraci�n sincera y creyente.

III. LA INFERENCIA ESTAMOS OBLIGADOS A DIBUJAR. Si, con todos estos recursos a nuestro alcance, "nos desmayamos";

(1) si nos entregamos a un esp�ritu rebelde, quej�ndonos de nuestro destino y pensando que casi no lo usamos; o

(2) si nos rendimos a la miseria y la melancol�a, mostr�ndonos desiguales a los deberes que nos incumben, renunciando a las actividades �tiles en las que nos hemos comprometido, entonces debemos concluir que "nuestra fuerza es peque�a"; hemos fallado en enriquecer nuestras almas con ese poder espiritual del cual podr�amos y deber�amos haber sido pose�dos. Que no tengamos que deplorar nuestra debilidad en el d�a de la adversidad, y que no demos una ilustraci�n lamentable de la vida cristiana como no deber�a verse, aprendamos qu� es:

IV. NUESTRA SABIDUR�A EN LA ACTUALIDAD. Y eso es ganar fuerza, volverse continuamente "fuerte en el Se�or y en el poder de su poder". Este es un deber imperativo ( Efesios 6:10; 2 Timoteo 2:1; 2 Pedro 3:18). Y no estamos sin los medios necesarios. Si, en los d�as de sol y prosperidad, estamos nutriendo diariamente nuestra fe, nuestro amor, nuestra esperanza, nuestra oraci�n, mediante el ejercicio constante de la devoci�n y el deber sagrado, mediante el uso de los privilegios que tan ampliamente nos han proporcionado, al cultivar y apreciar nuestra cebolla con Jesucristo nuestro Se�or, seremos fuertes y no nos desmayaremos.

Proverbios 24:11, Proverbios 24:12

Indiferencia inexcusable

Los principios contenidos en este pasaje son estos:

I. QUE TODA LA NECESIDAD HUMANA ES UN RECLAMO DE AYUDA. Dios ha "moldeado nuestros corazones por igual", y ha unido nuestras vidas y nuestros intereses de tal manera, que estamos seriamente obligados el uno al otro. Ning�n hombre tiene la libertad de vivir una vida aislada; debe demasiado a los que lo han precedido y est� demasiado relacionado con los que lo rodean, como para permitir tal curso. Desear que no sea natural, intentarlo es inmoral "Somos miembros uno del otro". Somos hermanos y hermanas unos de otros. Y cada vez que alguien sobre nosotros, sea quien sea o lo que sea que sea, est� en alg�n tipo de dificultad o angustia, necesite simpat�a y socorro, hay una demanda imperativa, tan clara como si viniera de la trompeta de un �ngel o directamente de los cielos sobre nosotros, que deber�amos parar, preguntar, ayudar lo mejor que podamos (ver 1 Juan 3:17, 1 Juan 3:18).

II QUE LA EXTREMIDAD DE LA NECESIDAD HUMANA ES UN PLEA M�S PODEROSO. Si alguien que sufre en la carretera de la vida es un hombre para ser compadecido y aliviado, �cu�nto m�s est�n "atra�dos a la muerte", que est�n "listos para ser asesinados"! Para ver a nuestro hermano o nuestra hermana, hechos como nosotros, y capaces como somos de un sufrimiento intenso, manteniendo la vida tan preciosa como la consideramos nosotros, en circunstancias de gran angustia o de gran peligro, y retener nuestra piedad y nuestra ayuda, Esto est� condenado por Dios. Si "pasamos por el otro lado" ( Lucas 10:31), para ocultar nuestra cruel indiferencia lo mejor que podamos de nuestra propia vista; o si pasamos cerca, reconociendo claramente nuestro deber, pero declinando c�nica y despiadadamente hacerlo; o si nos mantenemos firmes y compadecemos, pero concluimos que la ayuda ser� demasiado costosa, y as� pasamos sin ayuda; somos culpables, somos incansables, inhumanos, completamente diferentes a nuestro Se�or.

III. LOS EXCUSOS NO ESTAR�N DISPONIBLES EN NOSOTROS. Si queremos escapar de nuestro simple deber, rara vez lo rechazamos a quemarropa. No le decimos a nuestro Se�or ni a nosotros mismos: "No lo haremos"; decimos "Lo har�amos si" o "Lo haremos cuando". Cuando nuestro hermano est� en dificultades o en pena, y necesita con urgencia la mano que saca, la palabra de simpat�a, podemos suplicarnos a nosotros mismos o a nuestros vecinos, nuestra ignorancia de la v�ctima, nuestro conocimiento imperfecto de las circunstancias, nuestra falta de tiempo, nuestra incapacidad para ayudar en ese tipo de problemas, nuestros deberes y reclamos multitudinarios y apremiantes, etc. Estos pueden tener �xito con los hombres, pero no servir�n para Dios. Dios conoce el vac�o de estas pobres s�plicas; para �l son solo velos delgados que no esconden nuestro cruel ego�smo; �l juzga que nada nos justifica en abandonar a los que perecen a su suerte, y nos condena.

IV. ESE DIOS SE HA CREIDO CON NOSOTROS POR NUESTRO PROPIO SAKE. El "que guarda nuestra alma" lo sabe. Y porque Dios "guarda nuestra alma", se entristece al vernos adoptar una actitud hacia nuestro hermano que

(1) demuestra que somos incansables y

(2) ayuda a arreglarnos en nuestra frialdad. Por cada acto e instancia de ego�smo endurece nuestro coraz�n y lo hace m�s capaz de cruel indiferencia que antes.

V. QUE LA CRUELDAD Y LA AMABILIDAD SE MUEVEN A SU RECOMPENSA. "�No debe rendir", etc.? La crueldad y la amabilidad deben ser maldecidas o bendecidas por los efectos inmediatos que dejan en el alma del agente. Pero tambi�n se mueven hacia un d�a de premiaci�n. Entonces, una indiferencia ego�sta escuchar� su fuerte y Divina condena ( Mateo 25:41-40) Luego, tambi�n, una generosa amabilidad escuchar� su calurosa recomendaci�n Divina ( Mateo 25:34) .� C.

Proverbios 24:17, Proverbios 24:18, Proverbios 24:29

El ignorante y el esp�ritu m�s noble.

(Ver homil�a en Proverbios 20:22.) No puede haber ninguna duda, ya que el testimonio de la historia humana es igual en todas partes y en todo momento, en cuanto a:

I. NUESTRA DISPOSICI�N BAJO EL PECADO, EN VISTA DE NUESTROS ENEMIGOS. Estos dos pasajes lo indican. Es a la vez pasivo y activo.

1. Una disposici�n para alegrarse por su desconcierto; para regocijarse en los lugares secretos del alma cuando nos enteramos de su fracaso, de su derrota o incluso de su sufrimiento.

2. Una disposici�n a infligirles alguna lesi�n por nuestro propio esfuerzo. El impulso del hombre golpeado es golpear de nuevo; la del hombre enga�ado es aprovechar la pr�xima oportunidad de extralimitar al vecino traicionero; El sentimiento predominante, bajo el largo reinado y la influencia maligna del pecado, es comprender, de una forma u otra, la humillaci�n, la p�rdida o la ira del hombre que nos ha herido. Nos regocijamos cuando nuestro enemigo cae; hacemos m�s y peor que eso, hacemos lo mejor que podemos, usamos nuestro ingenio y realizamos incluso nuestro trabajo paciente para lograr su derrocamiento. Tan com�n, tan universal, es este sentimiento de venganza y represalia, que nadie est� en posici�n de hablar tan severamente de su vecino o de condenarlo con dureza. Sin embargo, ahora entendemos

II SU MORTALIDAD DE NUESTRA NATURALEZA. No fue para apreciar tales pensamientos como estos, ni para actuar de una manera como esta, que nuestro Divino Padre nos llam� a la existencia y nos dio nuestros poderes.

1. Fuimos hechos para amar y para compadecernos; y para nosotros albergar en nuestras almas un sentimiento de deleite positivo cuando presenciamos que la miseria o la desgracia de un hermano o una hermana es realmente inhumana; Es una perversi�n, bajo el poder maligno del pecado, del fin y el prop�sito de nuestro ser.

2. Fuimos creados para ayudar y bendecir; y para que gastemos los poderes con los que estamos dotados para herir, infligir sufrimiento y p�rdida, enviar lo m�s lejos que podamos en el camino descendente un coraz�n humano o una vida humana, esto es totalmente indigno de nosotros mismos, es un triste desviaci�n de la intenci�n de nuestro Creador. Vemos claramente

III. SU OFENSIVA A DIOS. "Para que el Se�or no lo vea, y le desagrada".

1. Dios nos ha dicho completamente cu�l es su mente al respecto ( Mateo 5:43-40; Romanos 12:14, Romanos 12:20).

2. Es completamente diferente a su propia acci�n; porque �l est� diariamente y moment�neamente bendiciendo con vida y salud e innumerables recompensas a aquellos que lo han olvidado o ignorado o incluso lo han negado.

3. Hay dos aspectos en los que debe ser desagradable para �l.

(1) �l es el Padre de nuestros esp�ritus, y �c�mo puede mirar con otra cosa que pena por el antagonismo y el odio entre sus hijos?

(2) �l es el Santo y el Amoroso, y �c�mo puede ver con otra cosa que desagrado los corazones de los hombres llenos de sentimientos de malevolencia, las manos de los hombres ocupadas en recibir golpes amargos unos contra otros? �Cu�l es, sin embargo, la forma en que esta disposici�n profundamente arraigada puede ser expulsada, y otro esp�ritu m�s noble se puede plantar en nuestras almas? �Cu�l es la forma de�

IV. El esp�ritu m�s valiente y noble. La �nica forma de elevarnos por encima de la venganza y las represalias y entrar en el aire m�s elevado y puro del perd�n y la magnanimidad es conectarnos m�s estrechamente con nuestro Se�or Jesucristo.

1. Entregarnos completamente a �l, y as� recibir su Esp�ritu Divino en nuestros corazones ( Juan 7:38, Juan 7:39; Juan 15:4; Juan 17:23).

2. Tener nuestros corazones llenos de ese amor transformador hacia nuestro Padre y nuestro Salvador que nos har� llegar a ser, inconsciente y gradualmente, como �l en esp�ritu y comportamiento.

3. Dejar que nuestras mentes se llenen del conocimiento de su voluntad, mediante el estudio paciente y en oraci�n de su Palabra y de su vida.

Proverbios 24:30-20

El jardin descuidado

Toda la escena est� ante nosotros. El perezoso est� dormido mientras todo va mal; en lugar de la flor es la espina; el suelo est� coloreado con las malas hierbas verdes; el muro se est� derrumbando; donde deber�a estar la belleza es la fealdad; donde debe haber fecundidad es la esterilidad o el desierto; La ruina est� escrita, en todo, en todas partes. Lo mismo ocurre con el agricultor, con el comerciante, con el comerciante o el fabricante, de la orden lenta. Consid�ralo bien. La negligencia, la dilataci�n, la falta de entusiasmo, en cualquier departamento significa descomposici�n, descomposici�n, ruina. La pobreza est� en camino, y ciertamente llamar� a la puerta; El deseo se presentar� con una fuerza que no puede ser resistida.

1. Todos tenemos un jard�n, un patrimonio propio, que Dios nos ha dado para cultivar, lo que tiene m�s valor que muchos miles de acres de tierra f�rtil, lo que ninguna riqueza puede comprar, nuestro verdadero yo. , nuestro propio esp�ritu humano. Dios nos ha encargado solemnemente cultivar eso, eliminarlo del error y el prejuicio, de la locura y de la pasi�n; plantar la verdad all�, su propia verdad viva y permanente; plantar justicia all�, pureza de coraz�n, integridad de alma; plantar amor all�, como el que llena su propio esp�ritu de gracia; para construir all� muros de h�bitos sabios, fuertes y protectores, que cercar�n y proteger�n el alma de enemigos intrusos.

2. Hay demasiados que tratan este jard�n, este estado, con negligencia descuidada; ellos lanzan su energ�a y fuerza a todo lo dem�s: negocios, amor, pol�tica, arte, placer, sociedad; pero ellos mismos, su propio esp�ritu, su propio car�cter, se van lo mejor posible sin cuidado y sin cultura.

3. Muy triste de hecho son los resultados de esta negligencia tonta y culpable. Esta imagen del jard�n del perezoso nos dir� cu�les son.

I. Insightness. �Qu� cuadro tan triste: malezas, cardos, espinas, una pared rota! El ojo se aparta de �l con repugnancia. �Y el jard�n descuidado del alma? En lugar de las hermosas flores de la reverencia y el amor cristianos, y los frutos de la guarida de la santidad y el celo, y los fuertes muros de un car�cter noble, Dios y el hombre ven las malas hierbas antiest�ticas de la transgresi�n, del ego�smo, de la falsedad, tal vez el espinas de intemperancia e impureza y blasfemias.

II RESIDUOS. Los viajeros africanos nos dicen que al pasar por regiones no cultivadas tienen que abrirse paso a trav�s de todo tipo de crecimiento de rangos, pastos o arbustos que son altos, fuertes o espinosos, que cubren muchas millas seguidas. �Qu� desperdicio hay! �Qu� ma�z, qu� fruta no producir�a esa tierra? �Pobre de m�! �por el lamentable desperdicio de un alma humana inculta! �Qu� bellezas podr�an no verse all�, qu� frutos no podr�an cultivarse all�, qu� gracias y virtudes podr�an no producirse all�, si solo la verdad de Cristo fuera recibida en la mente y recibida en el coraz�n!

III. TRAVESURA. Estas malezas no se limitar�n al jard�n del perezoso; los vientos llevar�n sus semillas a las de su vecino, y les har�n bastante da�o.

Un alma descuidada es un alma que hace travesuras. No puede limitar su influencia a s� mismo ni a su propia vida. Esas influencias cruzan la pared y entran en el terreno del vecino. Y las semillas del pecado son cosas hirientes, venenosas, que propagan el error, la falsedad, el enga�o, en las mentes de los hombres. Si no estamos bendiciendo a nuestros vecinos por las vidas que vivimos, somos una lesi�n y un mal para ellos.

IV. RUINA. El hombre que descuida su patrimonio est� realmente, constantemente, arruin�ndose a s� mismo. Puede que no lo vea hasta que sea demasiado tarde. La pobreza ha estado viajando hacia �l, pero solo en la �ltima curva del camino aparece a la vista. El deseo aparece de repente "como un hombre armado", fuerte, irresistible; no hay forma de escapar; la bancarrota est� ante �l. El alma que se descuida est� siendo arruinada; d�a a d�a se debilita, esclaviza, deteriora; lo bueno que hab�a all� est� disminuyendo y desapareciendo; La dura corteza del ego�smo y la mundanalidad se est� espesando. El alma se est� perdiendo; Est� pereciendo. "Lo consider� bien" - "poner mi coraz�n en ello" (lectura marginal) Esto es, de hecho, una cosa que debe considerarse bien, "poner el coraz�n sobre", porque los temas son de vida o muerte . Hay tiempo para restaurarlo; pero un poco m�s de negligencia, y la hora de la "ruina" habr� golpeado. � C.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Proverbs 24". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/proverbs-24.html. 1897.