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Proverbios 30

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

Versículos 1-33

EXPOSICI�N

Proverbios 30:1

Parte VII. PRIMER AP�NDICE DE LA SEGUNDA COLECCI�N, que contiene "las palabras de Agur". Una breve introducci�n, que ense�a que la Palabra de Dios es la fuente de la sabidur�a ( Proverbios 30:1), es seguida por apotegmas sobre diferentes temas ( Proverbios 30:7). Cornelius a Lapide ofrece la siguiente opini�n acerca de este ap�ndice, que nadie puede dudar en decir que est� bien fundado, si intenta darle una interpretaci�n espiritual y discernir misterios bajo el significado literal: "Quarta haec pars elegantissima est et pulcherrima, aeque ac difficillima et obscurissima: priores enim tres partes continent Proverbia et Paraemias claras, ac antithesibus et similitudinibus perspicuas et illustres; haec vero continet aenigmata et gryphos insignes, sed arcanos et perdifficiles, turn ex phrasi quae involuteica et aenen et sensen, et aetenum et sensenica et aeten materia, quae sublimis est et profunda ".

Proverbios 30:1

Las palabras de Agur, hijo de Jakeh, incluso la profec�a. Esta parece ser la interpretaci�n correcta del pasaje, aunque se ha hecho para tener interpretaciones muy diferentes. Es claramente la marea del tratado que sigue a Wire Agur y Jakeh donde se desconoce por completo. Los int�rpretes jud�os consideraron que "Agur hijo de Jakeh" era una designaci�n aleg�rica de Salom�n: Agur significa "Recolector" o "Convener" (ver Eclesiast�s 1:1; Eclesiast�s 12:11); Jakeh, "Obediente" o "Piadoso", lo que indicar�a a David. San Jer�nimo respalda de alguna manera la interpretaci�n aleg�rica traduciendo Verba Congregantis, filii Vomentis, "Las palabras del coleccionista, hijo de Utterer". Pero lo que sigue no podr�a aplicarse a Salom�n; no pod�a decir: "No he aprendido sabidur�a" ( Proverbios 30:3), ni preguntar ciegamente al Creador ( Proverbios 30:4). Muchos se han esforzado por encontrar la nacionalidad de Agur en la palabra que sigue, traducida "la profec�a" (?????????, hamassa). La "carga" de Massa generalmente se aplica a un discurso u or�culo prof�tico solemne, un enunciado divino ( Isa�as 13:1; Isa�as 15:1, etc.), y como esta designaci�n se consider� inapropiada para Por el car�cter de este ap�ndice, se ha pensado que aqu� se hace alusi�n a una tierra de Massa, llamada as� por un hijo de Ismael ( G�nesis 25:14), que viv�a en el pa�s de Edom o Seir, y cuyos habitantes se encontraban entre los ni�os de Oriente cuya sabidur�a se hab�a vuelto proverbial ( 1 Reyes 4:30). Otros encuentran a Massa en el Hauran, o en el norte del Golfo P�rsico. La versi�n veneciana da, ????? ??????? ????? ?????? ??? ??????. Pero no tenemos una explicaci�n satisfactoria de un pa�s as� llamado, y su existencia es bastante problem�tica; por lo tanto, no es necesario especificar las ingeniosas explicaciones fundadas en la realidad de esta terra ignota. Gratz ha sugerido que en lugar de hamassa se lea hammoshel, "el escritor proverbio"; pero esta es una mera conjetura, sin el respaldo de ninguna autoridad antigua. Si, como parece necesario, nos vemos obligados a renunciar a la interpretaci�n "de Masse" o "el Massan", debemos recurrir a la versi�n autorizada y considerar el t�rmino "or�culo" como se aplica de manera flexible y anormal a estas expresiones de sabidur�a que sigue. Se puede ver de inmediato que no son de la naturaleza de las comunicaciones Divinas al considerar sus contenidos, que son principalmente humanos, y no del tipo m�s elevado y, aunque son capaces de interpretaci�n espiritual, no poseen esa singularidad de prop�sito, ese car�cter religioso y elevaci�n de sujeto, que uno espera en las enunciaciones de un profeta inspirado. Este punto de vista no milita contra su reclamo de ser considerado como la Sagrada Escritura; su lugar en el canon est� asegurado por otras consideraciones, y no se ve afectado por nuestra sospecha de lo inapropiado del t�rmino que se les aplica; y, de hecho, puede ser que el elemento muy humano en estos enunciados sea insatisfactorio y lo lleve a buscar las verdades espirituales profundas que subyacen en el entorno secular. Agur es un poeta o moralista, muy conocido en la �poca de Salom�n, probablemente uno de los sabios a los que se hace referencia en Proverbios 24:23 (ver m�s abajo). El resto del p�rrafo es de mayor oscuridad que la parte anterior. El hombre habl� a Ithiel, incluso a Ithiel y Ucal. De acuerdo con esta interpretaci�n, el hombre es Agur, que se presenta como el que pronuncia lo que sigue en Proverbios 24:2, etc. a Ithiel y Ucal, dos de sus hijos, alumnos o compa�eros. El nombre Ucal no aparece en ning�n otro lugar del Antiguo Testamento; Ithiel se encuentra una vez, en Nehem�as 11:7, como el nombre de un benjamita. Wordsworth considera que los nombres son simb�licos del car�cter moral de aquellos a quienes el autor se propone abordar, explicando que el primero es equivalente a "Dios conmigo", y el segundo como "consumido" con celo o "fuerte", "perfecto". "Es como si el escritor dijera:" Debes tener a Dios contigo; s�, debes tener a Dios contigo, si quieres ser fuerte. Debes ser Ithiels, si quieres ser Ucal ". Se refiere a 1 Corintios 15:10; 2 Corintios 3:5; Filipenses 4:13. Es evidente que los masoritas consideraban estas palabras como nombres propios; ?????, de hecho, no puede tener otra aplicaci�n. El sir�aco toma esta visi�n de las palabras; en la misma opini�n, se inclinan, m�s o menos, los traductores jud�os Aquila y Theodotion, Aben Ezra, Vatablus, Pagninus y otros, y es la soluci�n m�s simple y f�cil de las dificultades que se han visto en la cl�usula. Pero muchos comentaristas modernos han declarado en contra; mi. sol. Hitzig, Zockler, Detitzsch, Bottcher, Nowack. La repetici�n de Ithiel parece no significar; no se ve ninguna raz�n por la que deba repetirse m�s que Ucal. El segundo verso comienza con ????, que, como acuerdan los hebra�stas, no puede sostenerse abruptamente al comienzo de un discurso, sino que establece algo que ha precedido. Pero si tomamos las palabras en disputa como nombres propios, no se ha hecho ninguna declaraci�n por confirmar. Estamos, entonces, obligados a tomarlos en otro sentido. San Jer�nimo las traduce escribiendo Visio quam locutus est vir, cum quo est Deus y qui Deo secum morante confortatus. La LXX (que en troduce los vers�culos 1-14 de este cap�tulo despu�s de Proverbios 24:23) dice: "Esas cosas dice el hombre a los que creen en Dios, y yo ceso"; ???? ?????????? ??? es la traducci�n del doble Ithiel, equivalente a "Dios conmigo", y ???? (???????) se considera una formaci�n desde la ra�z ???. Ewald toma las dos palabras como el nombre de un hombre, equivalente a "Dios conmigo, as� que soy fuerte"; en su propio idioma, Mitmirgott, sobinich stark; pero su idea de un di�logo entre el burlador rico (vers�culos 2-4) y el creyente humilde (vers�culo 5-14) no est� bien fundada, aunque un editor tard�o, Strack, de acuerdo, considera que la �nica interpretaci�n posible de estos vers�culos ( vers�culos 2-4) es hacer que el hablante los pronuncie como el resultado de su incredulidad y burla, a lo que Agur responde en el vers�culo 5. En muchas circunstancias, a muchos eruditos les ha parecido mejor rendir la noci�n de nombres propios, y, alterando la vocalizaci�n, para interpretar, "El or�culo del hombre, 'Me he cansado, oh Dios, me he cansado, oh Dios'" o, como dicen otros, "acerca de Dios". La expresi�n comienza aqu�, y no en el vers�culo 2. La repetici�n expresa a la fuerza la laboriosa y dolorosa investigaci�n del buscador de la verdad. La �ltima palabra, vocalizada ???????, se traduce: "Y me he retirado"; o, como Bickell, citado por Cheyne, da, v'lo ukal, "No he prevalecido". Llegamos as� a esta interpretaci�n: primero viene la inscripci�n, "Las palabras de Agur", etc. "el or�culo del hombre"; luego comienza la declaraci�n, que se abre con la declaraci�n melanc�lica de que, aunque hab�a anhelado y luchado por conocer a Dios, su naturaleza, sus atributos, su trabajo, hab�a fallado en este objeto y hab�a gastado su trabajo en vano. Tanto Agur como Lemuel, nombrados en Proverbios 31:1, parecen haber sido personas no de nacionalidad israelita, sino que viv�an en el vecindario de Palestina y conoc�an la religi�n y la literatura sagrada del pueblo elegido (ver Proverbios 31:5). De ninguna manera es improbable que fueran de la raza de Ismael, de donde surgieron muchos sabios, y donde la sabidur�a se cultiv� de manera tal que se volvi� proverbial (ver Jeremias 49:7; Abd�as 1:8). En lo que sigue, Agur se muestra a s� mismo como fil�sofo y cr�tico, pero al mismo tiempo un firme creyente.

Proverbios 30:2, Proverbios 30:3

Confirma lo que se dice en Proverbios 30:1 sobre la inutilidad de la investigaci�n all� mencionada; cuanto m�s buscaba y estudiaba, m�s consciente se volv�a de su propia ignorancia y de la incomprensibilidad de Dios.

Proverbios 30:2

Seguramente soy m�s brutal que cualquier hombre "Seguramente" (ki) deber�a ser "para" (ver nota en el vers�culo l). Cheyne: "Soy demasiado est�pido para un hombre". Soy una simple bestia irracional (comp. Proverbios 12:1; Salmo 73:22). Y no tengo la comprensi�n de un hombre. No soy digno de ser llamado hombre, ya que no poseo la facultad intelectual que un hombre deber�a tener. Esto no es ir�nico, como si no quisiera que la declaraci�n se tomara en su sentido completo, y quisiera decir: "Por supuesto, es mi propia estupidez la que tiene la culpa"; pero es una verdadera confesi�n de incompetencia investigar el tema, lo cual es demasiado misterioso para que sus poderes mentales penetren. Por lo tanto, Salom�n reconoce que no es m�s que un ni�o peque�o, asiente con la cabeza por un coraz�n comprensivo ( 1 Reyes 3:7, 1 Reyes 3:9; comp. Sab. 9: 5; Mateo 11:25).

Proverbios 30:3

Tampoco aprend� la sabidur�a. Con todo mi ansioso anhelo y esfuerzo no logr� tal sabidur�a, que deber�a tener el conocimiento del Santo; k'doshim, plural de "excelencia", como elohim ( Proverbios 9:10; Oseas 12:1 (hebreo); ver nota en Proverbios 1:20; y comp. Eclesiast�s 5:8; Eclesiast�s 12:1). El conocimiento del Dios todo santo estaba m�s all� de su alcance ( Job 11:7, etc.). La teolog�a es una ciencia superior a la metaf�sica, y esa escalera no puede alcanzarla. La LXX le da un sentido afirmativo a este vers�culo: "Dios me ha ense�ado sabidur�a, y yo conozco el conocimiento de lo sagrado (?????)".

Proverbios 30:4

Las preguntas contenidas en este vers�culo son tales que oblig� a Agur a reconocer su ignorancia y nada ante el pensamiento de la gloria y el poder del gran Creador. Podemos comparar Job 38:1, etc. �Qui�n ascendi� al cielo o descendi�? �Qui�n es el que tiene su asiento en el cielo y hace obras en la tierra? �Qui�n es aquel cuya providencia universal se siente y se experimenta? �D�nde est� este ser misterioso que se esconde del ken humano? Cristo ha dicho algo como esto: "Nadie subi� al cielo, sino el que descendi� del cielo, s�, el Hijo del hombre que est� en el cielo" ( Juan 3:13); y San Pablo ( Efesios 4:9). En lenguaje b�blico se dice que Dios baj� del cielo para castigar, ayudar, revelar su voluntad, etc. ( G�nesis 11:7; Salmo 18:9, etc.); y regresa al cielo cuando finaliza esta intervenci�n ( G�nesis 17:22; G�nesis 35:13). �Qui�n ha reunido el viento en sus pu�os? �Qui�n tiene el control del viento sin vista, para contenerlo o liberarlo a su gusto? (Salmo 135:7; Am�s 4:13). Septuaginta, "�Qui�n ha reunido los vientos en su seno (????)?" �Qui�n ha atado las aguas en una prenda? Las aguas son las nubes que cubren la b�veda del cielo, y se mantienen, por as� decirlo, en una prenda, de modo que, a pesar del peso que contienen, no caen sobre la tierra. Como dice Job ( Job 26:8), "�l liga las aguas en sus espesas nubes, y la nube no se rasga debajo de ellas". Y de nuevo ( Job 38:37), "�Qui�n puede numerar las nubes con sabidur�a o qui�n puede derramar las botellas del cielo?" Entonces el salmista, "La cubriste [la tierra] con lo profundo como con una vestidura" (Salmo 104:6). (Ver arriba, Proverbios 8:27, etc.) �Qui�n ha establecido todos los confines de la tierra? �Qui�n ha consolidado los cimientos y definido los l�mites de las regiones m�s remotas de la tierra? (comp. Job 38:4, etc.). La respuesta a estas cuatro preguntas es "Dios Todopoderoso". �l solo puede ordenar y controlar las fuerzas de la naturaleza. �C�mo se llama y c�mo se llama su hijo, si se puede decir? o, si lo sabes. No es suficiente reconocer el poder, la operaci�n y la providencia de este misterioso Ser; Agur anhela saber m�s de su naturaleza, su esencia. Debe tener personalidad; �l no es una abstracci�n, una fuerza, una cualidad; �l es una persona. �Cu�l es, entonces, su nombre, el nombre que expresa lo que es en s� mismo? Los hombres tienen diferentes denominaciones para este Ser Supremo, de acuerdo con lo que consideran uno u otro de sus atributos: �hay un nombre que comprenda todo, que d� una descripci�n adecuada del Creador incomprensible? La pregunta no puede responderse afirmativamente en esta vida. "Sabemos que si se manifiesta, seremos como �l; porque lo veremos tal como es" ( 1 Juan 3:2). La siguiente pregunta, "�C�mo se llama su hijo?" ha dado alguna dificultad. La LXX tiene, "�Cu�l es el nombre de sus hijos (???? ??????? ?????)?" como si hubiera una referencia a Israel, los hijos especiales de Dios. Pero el original no confirma esta interpretaci�n, que tambi�n se opone a la idea del enigma propuesto. La pregunta podr�a significar: �aplicaremos al Ser Supremo la misma noci�n de relaci�n natural con la que estamos familiarizados en la familia humana? Pero esto parece una concepci�n baja e indigna. O el "hijo" podr�a ser un hombre primitivo ( Job 15:7) o el sabio; pero la respuesta no ser�a satisfactoria y no tender�a a resolver la gran pregunta. Hay dos respuestas que pueden hacerse al interrogatorio de Agur. Mirando la maravillosa descripci�n de la Sabidur�a en Proverbios 8:22, etc. podemos considerar que la Sabidur�a es una denotaci�n del Hijo de Dios, y el investigador desea saber el nombre y la naturaleza de este personaje, de cuya existencia fue certificado. O puede haber llegado al conocimiento del unig�nito Hijo de Dios, ya que la idea del Logos est� m�s o menos desarrollada en el Libro de la Sabidur�a, en los tratados de Fil�n y en la escuela alejandrina; y anhela un conocimiento m�s perfecto. Esto, de hecho, est� oculto: "Tiene un nombre escrito, que nadie conoce sino �l mismo" ( Apocalipsis 19:12). Es in�til hacerle esa pregunta a un pr�jimo; ninguna mente humana puede comprender la naturaleza de la Deidad o rastrear sus operaciones (Ec Proverbios 18:4, etc.).

Proverbios 30:5, Proverbios 30:6

El siguiente tetrastich est� conectado con lo que ha precedido de esta manera: como la luz de la naturaleza y la especulaci�n metaf�sica no sirven para obtener el conocimiento perfecto de Dios que el buscador anhela, debe estar m�s agradecido por la Palabra de Dios revelada. , que le ense�a tanto como es capaz de aprender.

Proverbios 30:5

Cada palabra de Dios es pura. "Palabra" est� aqu�, imrah, que no aparece en ning�n otro lugar de nuestro libro, como tambi�n en Eloah, el t�rmino usado para "Dios". Toda declaraci�n de Dios en el registro inspirado, la Tor�, es pura, como refinada en el fuego (Salmo 18:30). Vulgata, Omnis sermo Dei est ignitus; Septuaginta, "Todas las palabras de Dios se prueban en el fuego (???????????)". Las palabras de Dios son verdaderas, sinceras, sin mezcla de errores, ciertas de realizaci�n (comp. Salmo 12:6; Salmo 119:140). El es un escudo. Es la protecci�n perfecta para todos aquellos que, confiando en la palabra de revelaci�n, vuelan a �l en busca de refugio (ver Proverbios 2:7). El conocimiento de Dios se obtiene de dos maneras: por su revelaci�n en su Palabra y por la experiencia de quienes conf�an en �l.

Proverbios 30:6

No a�adas a sus palabras. La voluntad de Dios, como se anuncia en la revelaci�n, debe ser simplemente aceptada y cumplida, no diluida, no sobreesfuerzada. Este mandato ya se hab�a dado en la antigua Ley ( Deuteronomio 4:2; Deuteronomio 12:32); se repite en el Nuevo Testamento con un �nfasis terrible ( Apocalipsis 22:18, Apocalipsis 22:19). Ninguna especulaci�n o tradici�n humana puede mezclarse con las palabras de Dios; Las glosas y explicaciones y definiciones, fijadas por el ingenio rab�nico a las simples representaciones, y demostradas ser falsas en moralidad y fatales para la religi�n vital, son un comentario sobre la siguiente oraci�n, para que no te reprenda, y seas encontrado un mentiroso. La reprensi�n se encuentra en las consecuencias de tales adiciones; Los resultados a los que conducen son tales que demuestran que nadie que afirme que estas cosas est�n contenidas en la Palabra de Dios es un mentiroso.

Proverbios 30:7

Una oda mashal, que contiene dos solicitudes, y una justificaci�n de la �ltima. El asunto de las dos oraciones lo conecta con Proverbios 30:6, si consideramos que la limitaci�n del deseo del hombre sigue naturalmente la limitaci�n de su conocimiento (Plumptre). o que la advertencia contra el reproche como mentiroso es corroborada por la oraci�n contra la vanidad y la mentira (pero ver m�s abajo, en Proverbios 30:9). Es el primero de los proverbios num�ricos de Agur.

Proverbios 30:7

Dos cosas te he requerido. El pronombre personal se aplica a Dios, quien, seg�n nuestra interpretaci�n, ha sido invocado en Proverbios 30:1; de lo contrario, se mantiene sin referencia a nada anterior. No me niegues antes de morir; es decir, conc�deme estas dos cosas por el resto de mi vida. Septuaginta, "No me quites la gracia (?????) antes de morir".

Proverbios 30:8

Aqu� est� la primera solicitud: Eliminar lejos de m� vanidad y mentiras. Shay, "vanidad" es el vac�o interior y la inutilidad, y las "mentiras" son la expresi�n de esto en palabras. La oraci�n podr�a tomarse como una s�plica contra la contaminaci�n con la compa��a del mal, como "No nos dejes caer en la tentaci�n, sino l�branos del mal". pero es mejor tomarlo subjetivamente, como una s�plica por la veracidad personal y la sinceridad en todas las relaciones tanto con Dios como con el hombre. No me des pobreza ni riquezas. Ambos extremos est�n en desuso: la media es la m�s segura y la m�s feliz, Horace, 'Carm.', 3.16. 424

"Multa petentibus

Desunt multa; bene est, cui deus obtulitParca, quod satis est, manu ".

"El 'que siempre anhela' es el esclavo y el esclavo de Want; los dioses m�s sabiamente, por lo tanto, otorgan sus dones, dando 'suficiente', se lo dan a todos".

(Stanley)

Theognis, 'Patron.', 1155�

??? ?????? ???????? ??? ??????? ???? ??? ?????? ??? ??? ?????? ????? ?????? ?????

"No quiero riqueza; solo pido vivir de manera frugal sin corroer el cuidado".

Alim�ntame con comida conveniente para m�; literalmente, dame de comer el pan de mi porci�n; lo que por la providencia de Dios est� determinado para m� (comp. G�nesis 47:22, que habla de la porci�n asignada para el apoyo de los sacerdotes; Job 23:14; y debajo, Proverbios 31:15). Es natural referirse a ??? ????? ???? ????????? de la Oraci�n del Se�or ( Mateo 6:11); Pero la idea no es la misma. En este �ltimo, se entiende el pan para las necesidades del d�a que viene; en nuestro pasaje es m�s indefinido, arrojarse sobre el amor Divino, en disposici�n de tomar lo que ese amor le asigna. "Tener comida y cobertura", dice San Pablo ( 1 Timoteo 6:8), "estaremos contentos con eso". Septuaginta, "Designa para m� lo que es necesario y lo que es suficiente (?? ?????? ??? ?? ???????)".

Proverbios 30:9

La raz�n de la �ltima oraci�n sigue, a menos que, como algunos consideran, la oraci�n sea una, como si Agur preguntara: "Qu�tame las riquezas que conducen a la vanidad y la pobreza que conduce a la mentira y el enga�o". En este caso, el motivo de la solicitud abarcar�a ambas partes de la petici�n. Para que no est� lleno, y te niegue, y diga: �Qui�n es el Se�or (Jehov�)? La gran riqueza y la prosperidad temporal tientan al olvido de Dios, a la autoconfianza y la incredulidad pr�ctica en la divina providencia. Al igual que Fara�n, el hombre rico y altivo pregunta con desprecio: "�Qui�n es el Se�or para que yo obedezca su voz?" ( �xodo 5:2; comp. Deuteronomio 8:12, etc .; Job 21:14, etc .; Salmo 14:1). Septuaginta: "Para que no me llene, me vuelvo falso y digo: �Qui�n me ve?" O para que no sea pobre y robe; no sea que mis necesidades lleven a la deshonestidad. Y toma el nombre de mi Dios en vano. El verbo taphas significa "agarrar, agarrar violentamente, manejar con rudeza", y el pecado intencionado puede ser juramento falso en la negaci�n de su robo y escapar del castigo, o la lectura de cargos de la providencia de Dios que le ha permitido caer en tal angustia. . As� Isa�as 8:21, "Pasar�n por �l, apenas sembrar�n y tendr�n hambre; y suceder� que, cuando tengan hambre, se inquietar�n, y maldecir�n a su rey y a su Dios". En vista de los proverbios que siguen, la cl�usula parece ser mejor tomada de la blasfemia que atiende con impaciencia y falta de resignaci�n a la voluntad de Dios (comp. Proverbios 19:3).

Proverbios 30:10

No acuses a un siervo de su se�or. Calumniado, calumnia no; ?? ???????????, Theodotion; ?? ????????, Symmachus. No acuses secretamente a un esclavo de un hombre, y haz que su amo sospeche de �l; tenga un sentimiento amable por aquellos en condiciones humildes, y no haga que su suerte sea m�s insoportable al insinuar acusaciones falsas o fr�volas contra ellos. Ewald y otros dir�an: "No enga�es a un sirviente para calumniar a su amo"; pero no hay necesidad de tomar la expresi�n, como la cadera. del verbo se usa en hebreo postb�blico en el sentido de "calumniar". La Septuaginta tiene: "No entreguen un sirviente en manos de su amo", lo que parece referirse al tratamiento de los esclavos fugitivos ( Deuteronomio 23:15). Para que no te maldiga, y seas declarado culpable, y tengas que expiarlo. El esclavo calumniado impregna una maldici�n sobre su calumniador y, como este �ltimo se ha vengado por su palabra o acci�n, la maldici�n no ser� inofensiva ( Proverbios 26:2); La justa retribuci�n de Dios lo alcanzar�, y �l sufrir� por ello.

Proverbios 30:11

contienen seis grupos de cuatro oraciones cada uno, cada cuaterni�n tiene una cierta conexi�n en el lenguaje y concordancia de la idea. Primero ( Proverbios 30:11) vienen cuatro generaciones que son malvadas, cuatro siendo tomadas como el s�mbolo de la universalidad. Los pecados aqu� especificados se hab�an vuelto tan generales que afectaron a toda la generaci�n.

Proverbios 30:11

Hay una generaci�n que amamanta a su padre. Las palabras "hay" no se encuentran en el hebreo, y los cuatro sujetos carecen de predicado. Delitzsch llama al grupo "un priamel mutilado", que se explica como una especie de poes�a gn�mica que contiene una serie de antecedentes o temas seguidos de una conclusi�n epigram�tica aplicable a todos los antecedentes. En la facilidad actual, la conclusi�n es deficiente, por lo que nos quedamos en la duda de si el autor ten�a la intenci�n de desmentir. escriba clases de hombres en su propio tiempo o afirme que tales son abominables. Septuaginta, "Una generaci�n malvada maldice a su padre (??????? ?????)", cuya expresi�n se repite en cada uno de los cuatro versos. El primer pecado es el que ofende el mandamiento de honrar y obedecer a los padres. Esto fue juzgado digno de muerte bajo la antigua Ley ( �xodo 21:17; ver Proverbios 20:20, y anotar all�). Y no bendice a su madre. Esto es un litotes, "no bendecir" es equivalente a "maldecir".

Proverbios 30:12

Una generaci�n que es pura a sus propios ojos ( Proverbios 20:9). La segunda caracter�stica es la hipocres�a y la justicia propia farisaica (ver Lucas 18:11). Y sin embargo, no son lavados de su inmundicia; no han limpiado su coraz�n por completo arrepentimiento, ya sea porque no se han examinado a s� mismos y no saben nada del estado real de su conciencia, o porque no les importa nada y no lo considerar�n en su verdadera luz. Hay una expresi�n similar en Isa�as 4:4. Septuaginta, "Una generaci�n malvada se considera justa, pero no se ha lavado limpiamente (??? ?????? ????? ??? ????????)".

Proverbios 30:13

Una generaci�n, �oh, qu� elevados son sus ojos! El tercer pecado es el orgullo y la arrogancia (ver en Proverbios 6:17; Proverbios 21:4). "Se�or", dijo el salmista, "mi coraz�n no es arrogante, ni mis ojos son elevados" (Salmo 131:1). El profeta reprende "el coraz�n corpulento del rey de Asiria y la gloria de su alta apariencia" ( Isa�as 10:12). Sus p�rpados est�n levantados; con desd�n supercilio. "Inde Proverbio dicimus", dice Erasmus ('Adag.'), "Attolli supercilium, fastidium indicantes" (s.v. "Arrogantia").

Proverbios 30:14

Una generaci�n, cuyos dientes son como espadas, y sus dientes de mand�bula como cuchillos. El cuarto mal es la codicia insaciable, que conduce a la opresi�n y al tratamiento perjudicial de los indefensos y los pobres, lo que hace que los hombres sean tan crueles e implacables para destruir a otros y despojarlos de su sustancia, como el acero que usan en sus operaciones. Del mismo modo, el salmista habla de sus enemigos como hombres "cuyos dientes son lanzas y flechas, y su lengua una espada afilada" (Salmo 57:4; comp. Isa�as 9:12; Jeremias 5:17). Para devorar a los pobres de la tierra; es decir, para no ser visto m�s en el mundo. Am�s 8:4, "Escucha esto, oh vosotros, que tragar�an a los necesitados y causar�an que los pobres de la tierra fracasen" (comp. Salmo 14:4).

Proverbios 30:15, Proverbios 30:16

Habiendo hablado de la codicia insaciable, el escritor ahora presenta cuatro cosas que son insaciables. La forma de la apotegma es climat�rica, va de dos a tres y de all� a cuatro, como el famoso pasaje en Am�s 1:3, etc. (comp. Proverbios 6:16, aunque hay sin estr�s especial sobre el �ltimo miembro del cl�max; Job 5:19; Job 33:29; Eclesiast�s 11:2).

Proverbios 30:15

La herradura tiene dos hijas que lloran, da, da. La palabra "llorar" no est� en hebreo, que dice: "El alukah tiene dos hijas: �Dad! �Dad!" El apetito insaciable de esta criatura est� representado por dos palabras, que se personifican como hijas, a quienes la madre ha producido y ama mucho. Esta palabra alukah no se encuentra nuevamente en el Antiguo Testamento; pero en hebreo posterior y en arameo significa "sanguijuela" o "chupasangre"; y as� se traduce por la Septuaginta, ??????, y por San Jer�nimo sanguisuga. La palabra se deriva de una ra�z que en �rabe significa "adherirse". Hay varios tipos de sanguijuelas comunes en Palestina, y su naturaleza sanguinaria es bien conocida; como dice Horacio: "Ars Poeta", 476:

"Non missura cutem, nisi plena cruoris, hirudo".

Parece simple y bastante satisfactorio aceptar la palabra as�, y ver en la voracidad de la sanguijuela un ejemplo de la codicia desarrollada en las siguientes cl�usulas; pero los comentaristas no se han contentado con esta explicaci�n y han ofrecido varias sugerencias que son innecesarias o inadmisibles. As�, el Talmud considera que Alukah es una denominaci�n del infierno, y que las dos hijas son el Poder del mundo y la Herej�a. Algunos de los Padres lo consideran como un s�mbolo del diablo y su dominio; otros, como una personificaci�n de la codicia con sus dos ramificaciones avaricia y ambici�n. Algunos modernos lo consideran un vampiro o un demonio sediento de sangre, un ghoul, de acuerdo con el mito oriental. Pero, como hemos dicho, tales interpretaciones son innecesarias y no cuentan con el respaldo de una autoridad suficiente. La alusi�n a los gustos de la sanguijuela se encuentra en otros lugares. As�, Te�crito, 'Idilio', 2.55:

?? ?? ???? ?????? ?? ??? ????? ?? ????? ????????? ?? ???????? ???? ?? ?????? ???????

Y Plauto, 'Epidic.', 2.2, 5�

"Jam ego me convortam en hirudinem atque

Eorum exsugebo sanguinem, cliente de columna qui de Senati ".

Ewald y otros encuentran rastros de mutilaci�n en este proverbio, y se esfuerzan por suministrar lo que se pierde de varias maneras; pero el texto tal como est� es inteligible y no necesita ser agregado. El resto del verso es una aplicaci�n de la verdad declarada por primera vez. El tipo de cupidez all� enunciado es instanciado y ejemplificado en cuatro casos especiales. Hay tres cosas que nunca se satisfacen. Y luego se aborda un cl�max correctivo. S�, cuatro cosas dicen que no, es suficiente. Los cuatro en el siguiente verso se dividen en dos m�s dos. Septuaginta: "La sanguijuela ten�a tres hijas muy queridas, y estas tres no la satisficieron, y la cuarta no se content� con decir," Suficiente ".

Proverbios 30:16

Las cuatro cosas insaciables ahora se nombran: primero, la tumba, sheol ( Proverbios 27:20), que nunca se puede llenar con sus v�ctimas. Horace habla de un hombre como ...

"Victima nil miserantis Orci".

('Carm.,' 2.3, 24.)

Y Hes�odo de Hades como ...

?????? ???? ????

"Un coraz�n que no tiene piedad sabe".

Lo segundo es el �tero est�ril; "el cierre del �tero", como G�nesis 20:18; Isa�as 66:9. El ardiente deseo de tener hijos, caracter�stico de una esposa israelita, se denota aqu�, como el apasionado grito de Raquel a Jacob: "Dame hijos o morir�" ( G�nesis 30:1). La mujer est�ril, dice ma�z. un lapide, "concubitus magis est avida quam ceterae tum propter desiderium habendae prolis, tum quod foecundae et gravidae naturaliter concupitum no recurrente". La tercera cosa insaciable es la tierra que no est� llena (satisfecha) con agua; el suelo reseco y sediento que ninguna cantidad de agua puede satisfacer, que bebe todo lo que se vierte sobre �l y no se beneficia, lo que Virgil ('Georg.', 1: 114) llama "arena bibula". El cuarto es el fuego que no dice: es suficiente; el "elemento devorador", como lo llaman los peri�dicos. Cuanto m�s se arde, m�s material se suministra, m�s feroz se enfurece. Septuaginta, "Hades, y el amor de la mujer, y la tierra no satisfecha con agua, y agua y fuego, no dir�n, es suficiente". Cheyne y otros citan del s�nscrito "Hitopadesa": "El fuego nunca se satisface con el combustible; ni el oc�ano con los r�os; ni la muerte con todas las criaturas; ni las mujeres de ojos brillantes con los hombres".

Proverbios 30:17

Este es un proverbio independiente, solo conectado con lo anterior al estar basado en una alusi�n a un animal. El ojo que se burla de su padre. El ojo es nombrado como el instrumento de la mente para expresar desprecio e insubordinaci�n; es el �ndice del sentimiento interno; y la mirada puede ser tan pecaminosa como la acci�n. Y desprecia obedecer a su madre; es decir, mantiene la obediencia a su madre como algo sin importancia. La palabra traducida "obedecer" (?????) es traducida por San Jer�nimo partum; por otros, "debilidad" o "arrugas", o "vejez", como Septuaginta, ?????. Pero la etimolog�a ha llevado a la mayor�a de los comentaristas modernos a dar la sensaci�n de "obediencia" (ver G�nesis 49:10). Los cuervos del valle lo escoger�n. Un hijo tan despiadado morir� de muerte violenta; su cad�ver yacer� sin enterrar, y las aves de rapi�a se alimentar�n de �l. Es bien sabido que los cuervos, los buitres y otras aves que viven en carro�a primero atacan los ojos de sus presas; y en nuestras propias islas se nos dice que los cuervos y las aves de este tipo se fijar�n en los ojos de los animales j�venes o enfermos. Ma�z. un Lapide cita a Catulo, 'Carm.', 108.5�

"Effossos oculos voret atro gutture corvus,

Bastones de intestino, cetera membrana lupi ".

"Sus ojos, arrancados, dejaron que los cuervos quebrantaban la garganta, sus intestinos perros, sus extremidades los codiciosos lobos".

"El valle", o arroyo, le recuerda a uno el apoyo milagroso de Elijah ( 1 Reyes 17:4). �guilas j�venes El anidador debe significar aqu� uno de la tribu de los buitres, ya que las �guilas no se alimentan de carro�a (pero vea Job 39:30). San Gregorio ('Moral', 18.49) aplica el proverbio as�: "'El ojo que se burla de su padre, y desprecia la aflicci�n de su madre, �he aqu�! Los cuervos de los torrentes lo descubrir�n". Para los hombres malos, mientras encuentran l�mite con los juicios de Dios, se burlan de su Padre; y herejes de todo tipo, mientras que al burlarse contestan la predicaci�n de la santa Iglesia y su fecundidad, �qu� m�s es esto sino que 'desprecian la aflicci�n de su madre'? salen lo mismo, que hablan en contra de lo mismo ".

Proverbios 30:18

Un proverbio sobre cuatro cosas inescrutables, conectado con el �ltimo por la menci�n del �guila.

Proverbios 30:18

Hay tres cosas que son demasiado maravillosas para m�, s�, cuatro que no s�. El gran punto es el cuarto, al que conducen las tres cosas anteriores, todas ellas iguales en esto, que no dejan rastro. Los hechos son maravillosos; Agur se siente como Job: "He dicho lo que no entend�, cosas demasiado maravillosas para m�, que no sab�a" ( Job 42:3).

Proverbios 30:19

El camino de un �guila en el aire. No puede, por ning�n signo externo, saber que un �guila ha pasado de esta manera. Sab. 5:11, "Como cuando un p�jaro ha volado por el aire, no se puede encontrar su camino", etc. El camino de una serpiente sobre una roca. El modo de progresi�n de la serpiente por el movimiento de palanca de sus costillas podr�a despertar sorpresa, pero el punto sigue siendo la falta de huella de su curso. En arena o terreno blando, sus movimientos pueden ser rastreados por la impresi�n realizada. pero esto no se pudo hacer en hard rock; podr�a empujarse sobre tal superficie sin dejar rastro. El camino de un barco en medio del coraz�n del mar; es decir, en mar abierto. Puedes seguir el rumbo de un barco mientras est� cerca de la tierra o a la vista, pero cuando llega al mar abierto, ya no puedes seguir su surco. Sab. 5:10, "Como un barco que pasa sobre las olas del agua, que cuando pasa, no se puede encontrar su rastro, ni el camino de la quilla en las olas". El camino de un hombre (geber) con una criada (??????????); Septuaginta, "Los caminos de un hombre en la juventud (?? ???????)". As� Vulgata, Viam viri en adolescentes. Pero esto es d�bil, y almah es, sin duda, con raz�n "doncella", "virgen". El proverbio dice que el acto pecaminoso al que alude no deja ning�n signo externo por el cual generalmente pueda ser reconocido; se escapa al conocimiento del hombre. Esto se ejemplifica y confirma en el siguiente verso. No es suficiente referir el dicho a las artes insidiosas del seductor, mediante las cuales mina los principios e inflama las pasiones de su v�ctima. El pecado de la falta de castidad es significativo, lo que exige secreto y no ofrece ninguna muestra de su comisi�n. Dos de los paralelos anteriores, dice Cheyne, se dan en una cuarteta de un himno v�dico a Varuna:

"El camino de los barcos a trav�s del mar, el vuelo del �guila que se eleva".

Algunos de los Padres y comentaristas anteriores, y entre los modernos, el Obispo Wordsworth, no se han contentado con el sentido literal de este gn�nico, sino que han encontrado en �l, como en los otros, profundos misterios espirituales. Cristo es el gran �guila ( Apocalipsis 12:14), que ascendi� m�s all� del conocimiento humano; la serpiente es el diablo, que trabaja en secreto en su astuta, y que intent� pasar a la mente de Cristo, que es la Roca; la nave es la Iglesia, que conserva su curso en medio de las olas de este mundo problem�tico, aunque no podemos marcar su fuerza o hacia d�nde se dirige; y el cuarto misterio es la encarnaci�n de Jesucristo nuestro Se�or, cuando "la virgen (almah) concibi� y dio a luz un hijo" ( Isa�as 7:14), cuando "una mujer abarc� a un hombre (geber)" (Jeremias 31:22). Podemos ver la mayor o menor conveniencia de tal acomodaci�n, pero el proverbio debe haber sido recibido por los contempor�neos solo en su sentido literal, cualesquiera que fueran los misterios internos que el Esp�ritu Santo deseaba comunicar de ese modo.

Proverbios 30:20

Este verso es una especie de glosa o ilustraci�n del �ltimo pensamiento del verso anterior, y parece no haber formado una parte original del proverbio num�rico. Bien podr�a colocarse entre par�ntesis. Muchos comentaristas lo consideran una interpolaci�n. Tal es el camino de una mujer ad�ltera. Lo que Agur hab�a dicho de un hombre de arriba, ahora se aplica a la ad�ltera practicada, cuyo pecado no se puede rastrear. Ella come. Este es un eufemismo por el pecado que ella comete: "Las aguas robadas son dulces y el pan que se come en secreto es agradable" ( Proverbios 9:17; comp. Proverbios 5:15). Y se limpia la boca, como para no dejar rastro de su comida il�cita. Y dice: no he hecho maldad. Como ella ha pecado en secreto, y no hay pruebas externas de su culpa, ella lo niega audazmente. Septuaginta: "Tal es el camino de una mujer ad�ltera que, cuando ha cometido el acto, se ha lavado, dice que no ha hecho nada malo". Ella olvida a aquel que ve en secreto, y se contenta con escapar de la detecci�n a los ojos del hombre y asumir el car�cter de una esposa virtuosa, que el informe popular le asigna.

Proverbios 30:21-20

Luego sigue un proverbio sobre cuatro cosas que son intolerables, ejemplos de asociaciones o posiciones incongruentes: dos en el caso de los hombres, dos en el caso de las mujeres.

Proverbios 30:21

Por tres cosas la tierra est� inquieta; mejor, bajo tres cosas tiembla la tierra, como oprimida por un abrumador nacido. La forma de expresi�n no nos permite pensar en un terremoto. "La tierra" es equivalente a "los habitantes de la misma". Y para cuatro que no puede soportar; o, debajo de cuatro no puede sostenerse (comp. Am�s 7:10). Estos cuatro males destruyen la comodidad de la vida social, desarraigan los lazos de la sociedad y ponen en peligro la seguridad de una naci�n.

Proverbios 30:22

Para un siervo cuando reina; o debajo de un esclavo cuando se convierte en rey. Esta sorprendente vicisitud no era infrecuente en los estados orientales; e incluso si no se prefer�a al esclavo al poder real, a menudo lo adelantaba un favoritismo imprudente a una posici�n alta, para lo cual no estaba totalmente preparado, y que solo usaba para engrandecerse a expensas y para da�ar a otros, esta incongruencia ya se ha notado en Proverbios 19:10 (donde vea la nota). Y un tonto cuando est� lleno de carne. "Tonto" es aqu� Nabal, un tipo bajo y despilfarrador, rico y sin cuidado. Cuando alguien se eleva a una posici�n alta, o tiene poder sobre los dem�s, se vuelve arrogante, ego�sta, insoportable (comp. Proverbios 19:9; Proverbios 28:12; Proverbios 29:2).

Proverbios 30:23

Para una mujer odiosa cuando est� casada; o, bajo una mujer no amada cuando est� casada. La oraci�n no se refiere a una esposa no amada, Leah, que se convierte en la favorita, Rachel; la expresi�n "cuando est� casada" dif�cilmente puede tener este sentido; pero el gnomo habla de una mujer que ha pasado gran parte de su vida sin amor, que no tiene nada de atractiva en apariencia, logros o modales y, por consiguiente, est� agria y malhumorada. Si alguien finalmente gana un marido, ella usa su nueva posici�n para fastidiar a aquellos que antes la despreciaban, y hacerlos tan miserables como ella y una criada heredera de su amante. Se supone que la criada que obtiene la propiedad de su amante, ya sea suplant�ndola o por derecho de herencia, debe hacer un mal uso de ella, engre�da, arrogante y odiosa a su alrededor. La LXX transpone los dos �ltimos miembros de la comparaci�n, colocando a la mujer no amada en el cuarto lugar como la m�s intolerable de todas: "Y si una sirvienta expulsara (??????, G�nesis 21:10) su propia amante, y una la mujer odiosa deber�a obtener un buen esposo ".

Proverbios 30:24-20

Cuatro cosas peque�as y d�biles, pero sabias.

Proverbios 30:24

Hay cuatro cosas que son peque�as en la tierra, en contraste con las pretensiones intolerables del �ltimo grupo. La Vulgata tiene m�nimos; pero el original no es superlativo, lo que no ser�a cierto para algunas de las criaturas nombradas. Pero son muy sabios; "r�pido de ingenio, sabio", el participio ??????????? significa "hecho sabio, astuto" (Delitzsch). La Septuaginta y la Vulgata se traducen en las comparativas. "Estos son m�s sabios que los sabios", los instintos de estos animales son m�s maravillosos que la sabidur�a humana.

Proverbios 30:25

Las hormigas son un pueblo no fuerte. La hormiga se propone como un ejemplo para el perezoso ( Proverbios 6:6, etc.). �l llama a las hormigas un pueblo, am, porque viven en una comunidad y tienen autoridades a las que obedecen, y sus acciones est�n reguladas por ciertas leyes definidas. Entonces Joel ( Joel 1:6) llama a las langostas una naci�n, y Homero ('Il�ada', 2.87) habla de ????? ????????? ???????, "las tribus de las abejas que se acumulan". Sin embargo, preparan su carne en el verano. En los pa�ses donde las hormigas hibernan, el objeto de esta previsi�n recomendada es err�neo; pero la declaraci�n, como en Proverbios 6:6, est� de acuerdo con la creencia popular de la �poca, y sirve para se�alar la intenci�n moral. Sabemos con certeza que en Europa estos insectos llenan sus nidos con art�culos heterog�neos: granos, semillas, c�scaras, etc. no como tiendas para consumir en invierno, sino por calor y comodidad. La escritura no tiene la intenci�n de ense�ar ciencia; habla de tales asuntos fenomenalmente, sin ning�n intento de precisi�n que los contempor�neos no hubieran entendido o apreciado. Pero en el presente caso, una observaci�n m�s cuidadosa ha confirmado la correcci�n del activo. iones en nuestros proverbios. En los pa�ses donde las hormigas no hibernan, hacen graneros para s� mismas en el verano y usan estos suministros como alimento en los meses de invierno (ver nota en Proverbios 6:8).

Proverbios 30:26

Los conies no son m�s que un pueblo d�bil. El t�rmino "coney" (cuniculus) se aplica al conejo, pero este no es el animal aqu� previsto; y de hecho no se encuentran conejos en Palestina. La palabra shaphan designa al Hyrax Syriacus, llamado por algunos el tej�n de roca. El conejo, dice el Dr. Geikie ('Tierra Santa y Biblia,' 2.90), "abunda en la garganta del Kedron, y al pie de las monta�as al oeste del Mar Muerto. Es del tama�o del conejo, pero pertenece a un orden muy diferente de animales, colocado por naturalistas entre el hipop�tamo y el rinoceronte. Su pelaje suave es de color gris parduzco en la parte posterior, con largos pelos negros que se levantan a trav�s de este pelaje m�s claro, y es casi blanco en el est�mago; la cola es muy corto. Los jud�os, que no eran cient�ficos, enga�ados por el movimiento de sus mand�bulas al comer, que es exactamente como el de los animales rumiantes, cre�an que masticaba el bolo, aunque no divid�a el casco, y entonces pusieron su carne en medio de lo que estaba prohibido. Vive en compa��as, y elige una hendidura prefabricada en las rocas para su hogar, de modo que, aunque los conies no son m�s que una "gente d�bil", su refugio en las rocas les da una seguridad m�s all� el de las criaturas m�s fuertes. Adem�s, son "extremadamente sabias", por lo que es muy dif�cil de limitar Ture uno. De hecho, se dice que, con alta autoridad, tienen centinelas vigilados regularmente mientras el resto se alimenta; Un chillido del vigilante fue suficiente para enviar al reba�o a sus agujeros como conejos. El conejo se encuentra en muchas partes de Palestina, desde el L�bano hasta el Mar Muerto. "En las rocas. Este hecho se nota en Salmo 104:18. La Septuaginta los llama aqu� ????????????? y , tambi�n en Le Salmo 11:6 y Deuteronomio 14:7. Esta noci�n del animal como una especie de cerdito no es m�s precisa que la de San Jer�nimo, que traduce el t�rmino por lepusculus

Proverbios 30:27

Las langostas no tienen rey ( Proverbios 6:7), pero muestran disciplina, orientaci�n y orden. Los salen todos por bandas; de modo que Joel ( Joel 2:7, Joel 2:8) habla de ellos como un ej�rcito bien ordenado, como si fueran hombres de guerra, marchando a cada uno en su camino, sin enredar sus filas , caminando cada uno en su camino. Septuaginta, "Las langostas no tienen rey, pero marchan a una orden en buen orden".

Proverbios 30:28

La ara�a agarra con sus manos. Semamith o shemamith es una especie de lagarto, probablemente el gecko. ?????????, Septuaginta; Stellio, Vulgate. La versi�n autorizada alude a su pie en forma de abanico, que le permite correr por las paredes y aferrarse a los techos, o a su poder de exudar de sus pies un cierto humor venenoso por el cual atrapa moscas y otros insectos. Pero la traducci�n anterior, as� como la de la Septuaginta y la Vulgata manibus nititur, es incorrecta. La primera l�nea, de acuerdo con el m�todo seguido en los tres casos anteriores, deber�a dar alguna expresi�n que denote debilidad o peque�ez, mientras que por el lo anterior es m�s bien fuerza y ??actividad lo que significa. Por lo tanto, la traducci�n debe ejecutarse, como en el margen de la versi�n revisada, "El lagarto que puedes agarrar con la mano", y sin embargo est� en los palacios del rey. Por peque�o que sea, y f�cil de atrapar y aplastar, es lo suficientemente �gil e inteligente como para abrirse paso hasta el mismo palacio del rey y habitar all�. Septuaginta, "Y el lagarto, sosteni�ndose por sus manos y siendo f�cil de atrapar (????????), habita en las fortalezas de los reyes". Esto combina las dos interpretaciones dadas anteriormente. San Gregorio toma al lagarto como el tipo del hombre sencillo y serio, que a menudo tiene m�s �xito que el inteligente. "Muchos que son ingeniosos, mientras se aflojan por el descuido, contin�an con las malas pr�cticas, y la gente sencilla, que no tiene capacidad para resistirlos, la excelencia de su pr�ctica se alza para alcanzar los muros de el reino eterno. Mientras que 'el lagarto trepa con sus manos' �l 'est� en los palacios de los reyes'; en que el hombre sencillo, por la seriedad de la pr�ctica correcta, llega a ese punto en el que el hombre de habilidad nunca se monta "('Moral', 6.12, traducci�n de Oxford). Los antiguos expositores ven en estos vers�culos una presentaci�n de la Iglesia de Dios, d�bil en su lado humano y despreciada por los hombres, pero extremadamente sabia ( 1 Corintios 1:27) - como la hormiga, acumulando tesoros en el cielo, proporcionando por la muerte y la eternidad; como el conejo, haciendo de la Roca su refugio; como las langostas, avanzando un poderoso ej�rcito en batalla; como el lagarto, activo en movimiento, sosteniendo la verdad tenazmente y habitando en el palacio del gran Rey.

Proverbios 30:29-20

Cuatro cosas de presencia se�orial.

Proverbios 30:29

Hay tres cosas que van bien (robar); son de porte majestuoso y majestuoso. Muy bien en ir; "se�orial en ir".

Proverbios 30:30

Un le�n que es m�s fuerte entre las bestias. La palabra aqu� utilizada para "le�n", laish, aparece en otras partes solo en Job 4:11 y Isa�as 30:6. La LXX lo traduce como "un cachorro de le�n". "M�s fuerte" es gibbor, un poderoso, un h�roe. No se aleja por ninguno; Septuaginta, "no se aleja, ni teme a ninguna bestia". Entonces Job describe al caballo de guerra: "Se r�e del miedo y no se desanima, ni se aparta de la espada" ( Job 39:22).

Proverbios 30:31

Un galgo; ???????? ????????? (zarzir mothnayim), "ce�ido en los lomos" (?????????????? ??? ?????, Symmachus), una expresi�n muy vaga y, como el nombre de un animal, que no aparece en ning�n otro lugar del Antiguo Testamento. En el hebreo posb�blico, zarzir se encuentra como el nombre de un ave pugnaz, y la Septuaginta, la Vulgata y el Sir�aco lo llaman aqu� el gallo. As� tambi�n Aquila y Theodotion. Pero si la palabra es onomatopo�tica, parecer�a aplicarse con m�s propiedad a una de las tribus del cuervo; y entonces, �qu� se debe hacer de la alusi�n a los lomos? �Y c�mo es que, en medio de los cuadr�pedos en el gnomo, un p�jaro debe ser introducido repentinamente, como un se�or majestuoso? Parece cierto que aqu� se quiere decir alg�n cuadr�pedo, pero �qu�? �Qu� animal tiene como caracter�stica lomos ce�idos o lomos delgados o activos? De hecho, hay muchos que podr�an ser designados as�, pero ninguno que, hasta donde sabemos, se haya apropiado de esta denominaci�n �nica. Por lo tanto, los comentaristas sostienen varias opiniones sobre la identificaci�n. La cebra, digamos algunos, con sus rayas, que pueden denotarse as�; el caballo de guerra, dicen otros, comparando Job 39:19, Job 39:25, y considerando los adornos con los que, como vemos en esculturas antiguas, estaba adornado; otros, nuevamente, se fijan en el leopardo como la bestia pretend�a. Pero el de la versi�n autorizada parece, en general, ser la representaci�n m�s probable, la forma esbelta y �gil del galgo que ha dado motivo para la apropiaci�n del t�rmino utilizado en el texto. Delitzsch compara la palabra alemana windspiel, que designa al galgo sin la necesidad de usar el t�rmino completo, wiadspielhund. Los �nicos puntos que pueden considerarse adversos a esta opini�n son estos dos, a saber. la mala reputaci�n en que los hebreos ten�an perros, la Escritura los despreciaba y los despreciaba constantemente; y el hecho de que, hasta donde tenemos informaci�n, los jud�os no usaban perros para cazar, aunque hoy en d�a los �rabes mantienen una especie de galgo persa para el deporte, y los monumentos asirios nos han familiarizado con la apariencia de los sabuesos empleados en la persecuci�n. del le�n y el buey salvaje. Puede que Agur se est� refiriendo a lo que ha visto en otros lugares, pero a lo que sab�a bien para quienes escribi�. Gesenius sugiere (253), "un guerrero ce�ido en los lomos", que es adoptado por Wordsworth, y da una idea adecuada. Esto corresponder�a con el rey en la �ltima l�nea; pero la interpretaci�n es bastante arbitraria y no cuenta con el respaldo de ninguna autoridad antigua, y se apoya en el hecho de que ce�ir los lomos siempre se habla de seres humanos. El gallo que se pavonea entre sus gallinas es, como hemos insinuado, la idea que se aprueba para muchos traductores antiguos. As�, la Septuaginta, ??????? ??????????? ???????? ???????. No estamos dispuestos a adaptar esta identificaci�n, m�s especialmente porque las aves de corral comunes eran desconocidas en Palestina hasta mucho despu�s del tiempo de Salom�n. Ciertamente, lo que llamamos gallos y gallinas, o aves de corral, nunca se mencionan en el Antiguo Testamento. y parecen haber sido introducidos desde Persia despu�s del surgimiento del imperio persa. Los �ltimos editores deciden por el caballo de guerra; pero las afirmaciones en conflicto no pueden conciliarse, y el asunto debe dejarse sin determinar. Una cabra tambi�n. Esta es una comparaci�n muy natural, ya que siempre se ha observado la forma majestuosa en que la cabra (tay-ish, "la mantequilla") encabeza el reba�o. La LXX expresa esto, parafraseando, "y la cabra que lidera la manada". "Los reba�os de cabras son muy numerosos en Palestina en este d�a, como lo fueron en �pocas anteriores. Los vemos en todas partes en las monta�as, en n�meros m�s peque�os o m�s grandes; en veces tambi�n junto con las ovejas, como un solo reba�o, en cuya facilidad suele ser una cabra el l�der especial del conjunto, caminando delante de �l tan gravemente como un sexton ante el reba�o blanco de un coro de iglesia "(Geikie, 'Santo Land, '1: 232). Un rey, contra quien no hay levantamiento; Vulgate, nec est rex qui resistat ei, que debe significar "y un rey al que nada resiste", pero apenas puede ser obligado a producir este significado sin violencia. La dificultad en la oraci�n surge de la palabra ???????, que en la interpretaci�n anterior se considera compuesta por el negativo al, y kum, el infinitivo, "levantarse contra, oponerse". Pero esto es contrario al uso gramatical, y ser�a Un solecismo. Para algunos, parece que se pretend�a un nombre propio, y han inventado un Rey Alkum o Alkimos, que suponen que se celebr� en o despu�s de los tiempos de Salom�n. Muchos comentaristas modernos consideran que la palabra es una expresi�n �rabe, que consiste en al, el art�culo definido, y kum, "gente", y consideran que el significado es "un rey con quien es la gente", i. mi. rodeado de su pueblo o ej�rcito. Esta es sin duda una vista majestuosa, y bien puede estar paralela al h�roe le�n entre las bestias y al audaz cabra a la cabeza del reba�o. Probablemente se puedan encontrar otras expresiones �rabes en otra parte de este cap�tulo; mi. sol. Job 39:15, Job 39:16, Job 39:17, aluka, etc. Septuaginta, "un rey arengando ante una naci�n (????????? ?? ?????)". Este pasaje, De nuevo, ha sido tomado en un sentido espiritual como referido a Cristo, el Le�n de la tribu de Jud�, el Guerrero ce�ido con la espada, el L�der del reba�o, el Rey de reyes.

Proverbios 30:32, Proverbios 30:33

El �ltimo proverbio de Agur, exhortando a un comportamiento discreto.

Proverbios 30:32

Si has hecho tontamente al levantarte ( N�meros 16:3). Si has tenido la locura de ser arrogante, orgulloso y dominante en la conducta. O si has pensado mal, pon tu mano sobre tu boca. El verbo zamam, aunque posiblemente se usa en un mal sentido, "para idear el mal", se traduce m�s adecuadamente "para meditar", "prop�sito"; as� que aqu� se censura la idea de levantarse, el acto y el pensamiento se contrastan. �Has actuado con arrogancia, o incluso solo meditado al hacerlo, refrenate, guarda silencio ( Job 21:5; Job 40:4). San Jer�nimo hace una interpretaci�n diferente, imponiendo otra lecci�n: "Hay alguien que se muestra tonto despu�s de ser elevado a una posici�n alta; si hubiera tenido comprensi�n, se habr�a puesto la mano en la boca". Septuaginta: "Si te entregas a la alegr�a y extiendes tu mano en una pelea, ser�s deshonrado". La alegr�a insensata y una disposici�n pendenciera por igual conducen a la desgracia. San Gregorio ('Moral', 30.10) aplica la interpretaci�n de la Vulgata al anticristo, "Porque en verdad ser� elevado en lo alto, cuando fingir� que es Dios. Pero parecer� un tonto cuando sea elevado en lo alto , porque fracasar� en su propia nobleza con la llegada del verdadero Juez. Pero si hubiera entendido esto, se habr�a puesto la mano en la boca; es decir, si hubiera previsto su castigo, cuando comenz� a sentirse orgulloso , habiendo sido una vez dise�ado correctamente, no habr�a sido elevado a la jactancia de tan gran orgullo "(traducci�n de Oxford).

Proverbios 30:33

Seguramente el batido de la leche produce mantequilla. La misma palabra, mits, se usa para "batir", "retorcer" y "forzar"; significa "presi�n" en todos los casos, aunque con una aplicaci�n diferente. En la actualidad, la leche se bate en el este encerr�ndola en una botella de cuero, que luego se suspende en el aire y se mueve de un lado a otro hasta que se produce la mantequilla. Este proceso apenas podr�a llamarse "presi�n", aunque, posiblemente, la compresi�n de la ubre se entiende, como lo toman la Septuaginta y la Vulgata. Pero lo m�s probable es que la referencia sea al queso, el t�rmino utilizado, chemah, que se aplica indistintamente a la leche cuajada y al queso. Para producir esta sustancia, la leche cuajada se coloca en peque�as canastas de juncos o hojas de palma, se ata estrechamente y luego se presiona debajo de piedras pesadas. Lo que dice el proverbio es que, como la presi�n aplicada a la leche produce queso, y como la presi�n aplicada a la nariz trae sangre, la presi�n de la ira produce contienda; La irritaci�n y la provocaci�n de la ira ocasionan disputas y disputas. Dicen en Malabar, comenta Lane, "La ira es un molde de piedra en el nido de una avispa". Septuaginta: "Saca la leche, y habr� mantequilla; y si aprietas violentamente las fosas nasales, saldr� sangre; y si sacas palabras, surgir�n disputas y conflictos". Es la tercera cl�usula que es importante, y a la que conducen los dem�s; y el verso debe tomarse en relaci�n con lo anterior, como cumplimiento del deber de autocontrol y silencio bajo ciertas circunstancias. Algunos de los Padres, al comentar sobre la interpretaci�n de la Vulgata (Qui fortiter premit ubera ad eliciendum lac, exprimit butyrum; et qui vehementer emungit, elicit sanguinem), aplican el pasaje al manejo de la Palabra de Dios. As�, San Gregorio ('Moral', 21.3), "Las oraciones divinas requieren a veces ser vistas externamente, a veces ser exploradas internamente. Porque 'presionamos fuertemente la ubre' cuando consideramos minuciosamente la palabra de revelaci�n sagrada, por la cual Mientras buscamos leche, encontramos mantequilla, porque mientras buscamos alimentarnos con un poco de conocimiento, estamos ungidos con la abundancia de riqueza interior, que, sin embargo, no deber�amos hacer demasiado ni todo el tiempo, no sea que, mientras se busca leche de la ubre, siga la sangre. Con mucha frecuencia, las personas, mientras tamizan las palabras de revelaci�n sagrada m�s de lo que deber�an, caen en una aprensi�n carnal. Porque �l saca sangre quien se retuerce violentamente. Dado que eso se convierte en carnal, lo cual se percibe por un excesivo tamizado del esp�ritu "(traducci�n de Oxford).

HOMIL�TICA

Proverbios 30:1

La cansada b�squeda de Dios

Si leemos Proverbios 30:1 as�: "Palabras de Agur, hijo de la princesa de Masse. El hombre dijo:" Me cans� de Dios, me cans� de Dios, �entonces me retir�! " somos conducidos a la contemplaci�n de alguien que se ha cansado y desesperado en una b�squeda desesperada de Dios.

I. ES NATURAL QUE EL HOMBRE BUSQUE A DIOS. Agur parece haber vivido lejos de las fronteras de la tierra favorecida de Israel. Si era jud�o, era uno en el exilio, separado de la casa de su pueblo. Si �l era un ismaelita, incluso estaba fuera del pacto de Israel, y en ese caso tenemos la sorprendente imagen de un �rabe de la antig�edad que anticipa a Mahomet en romper con la idolatr�a de sus padres. Al igual que Balsam, como Job, este residente en una tierra pagana admira al Dios verdadero. San Pablo habl� a los atenienses de aquellos que pod�an "buscar a Dios, si por casualidad pod�an sentirlo y encontrarlo" ( Hechos 17:27); y San Pedro pudo reconocer la aceptaci�n de Dios de todos los que lo miran de verdad, sin importar a qu� raza pertenezcan ( Hechos 10:35). La b�squeda natural del alma por Dios surge de ciertos grandes hechos fundamentales, a saber:

1. Dios es el Padre de todos los hombres.

2. Todos los hombres necesitan a Dios.

3. Todos los hombres est�n separados de Dios por el pecado, y por lo tanto deben sentirse naturalmente a distancia.

El mundo necesita a Dios. Pero el mundo ha perdido a Dios. De ah� la b�squeda natural de Dios.

II LA B�SQUEDA NATURAL DE DIOS RESULTA EN LA DEBILIDAD Este no es el cansancio del pensamiento prolongado, la reacci�n de la alta tensi�n mental. Es peor que eso; Es el cansancio de una b�squeda larga y aparentemente infructuosa. El hombre no puede buscar a Dios buscando. Dios no parece responder a la pregunta de la mente que busca. Incluso para los griegos m�s sabios era "un Dios desconocido" ( Hechos 17:23). Porque Dios no es visible para la raz�n natural, ni se le ve excepto cuando se revela a s� mismo. Ahora, no hay cansancio como el de una b�squeda larga y desesperada. La enfermedad de la desesperaci�n comienza a cansar el alma. Tal cansancio impulsa a los hombres a abandonar la vana persecuci�n. Agur dijo: "�Entonces me retir�!" Abandon� la investigaci�n. Este es el refugio del agnosticismo.

III. LA GRANDEZA DE LAS OBRAS DE DIOS HACE QUE LA B�SQUEDA DE �L ES UNA DEBILIDAD. �Cu�n vasto es su universo creado! Ning�n hombre puede alcanzar las alturas estrelladas del cielo, o sumergirse en los misterios profundos de la antig�edad, para encontrar el alcance y el alcance de la actividad Divina. La tremenda energ�a de la naturaleza nos abruma. La ciencia puede investigar sus leyes y, en cierta medida, hacer uso de sus fuerzas; pero salen de una terrible oscuridad y trascienden el control de una criatura tan d�bil como el hombre. Agur no simplemente se angusti� con su propio pensamiento infructuoso. Sab�a algo de la historia de la filosof�a y, sin embargo, no hab�a podido encontrar un investigador que hubiera resuelto el terrible enigma sobre el que se romp�a su propio coraz�n.

IV. LA B�SQUEDA DE DIOS SE SATISFACE EN LA REVELACI�N DE CRISTO. San Pablo dijo a los atenienses: "A quienes, pues, adorad ignorantemente, �l os declare a vosotros" ( Hechos 17:23). Esta no es una declaraci�n autorizada de un dogma de la Divinidad.

1. La revelaci�n de Cristo es tal que podemos verla y comprenderla por nosotros mismos. Podemos ver que Dios est� en Cristo al observar el sello de lo Divino en su semblante, los signos de Dios en su vida y obra. Entonces, al conocer a Cristo, conocemos a Dios ( Juan 14:9).

2. Adem�s, esta revelaci�n de Dios en Cristo ilumina el enorme misterio del universo y nos ayuda a encontrar a Dios en la naturaleza.

3. La reconciliaci�n entre el hombre y Dios, efectuada por la cruz de Cristo, elimina la barrera oscura del pecado, que es el mayor obst�culo para el alma en su b�squeda de Dios, y nos lleva a la presencia de Dios, donde podemos contemplar "La visi�n beat�fica".

Proverbios 30:5, Proverbios 30:6

La pureza de las palabras de Dios.

I. EL REFUGIO DE LA ESPECULACI�N EN VANO ES LA REVELACI�N PR�CTICA. La b�squeda de Dios en el pensamiento y la naturaleza ha terminado en cansancio. Pero Agur no cede ante el agnosticismo, mucho menos renuncia a todo pensamiento superior como "vanidad de vanidades", y se sumerge en la mundanalidad saducea y el materialismo epic�reo. Por el contrario, aunque abandona su ambiciosa b�squeda con un suspiro de decepci�n, aprende a tomar un camino m�s humilde, en el que descubre que Dios ha arrojado luz. Los misterios de la teolog�a pura est�n envueltos en nubes, pero el camino del deber del hombre y el camino de la religi�n pr�ctica est�n iluminados por la luz de la verdad revelada de Dios. Esta verdad consiste en algo m�s que esas "ideas regulativas", que son todo lo que Mansel quiere que esperemos que sepa, porque corresponde a lo real; Es un hecho y una ley del verdadero mundo espiritual de Dios. La Palabra de Dios est� con nosotros en la Biblia y en Cristo. En esta Palabra, el cansado buscador de luz puede no encontrar un cielo estrellado, pero ver� "una l�mpara a sus pies" (Salmo 119:105).

II LA REVELACI�N DE DIOS ES PURA.

1. Est� libre de errores. Este no es un asunto del lenguaje de la Biblia, que es el caso que consagra la revelaci�n sagrada. El marco no es la imagen. Cuando rompemos la tuerca, encontramos que el n�cleo es s�lido e impecable. Los contenidos espirituales de la revelaci�n son infalibles.

2. Est� libre de corrupci�n moral. Las mentes pruriginosas se han visto afectadas por las historias inmorales en la Biblia. Pero lo m�s maravilloso de los escritores de las Escrituras con respecto a tales asuntos es que, aunque son lo suficientemente audaces como para tocar los temas m�s repulsivos, nunca ensucian sus dedos ni ensucian las mentes de sus lectores. Solo las mentes impuras sacan sugerencias impuras de la Biblia, y tales mentes pueden encontrarlas en cualquier parte. La Biblia se revela al hombre a s� mismo y declara la estimaci�n de Dios del pecado. No puede cubrir el mal m�s terrible con una capa de propiedad social. Las cosas horribles deben ser expuestas en aras de la pureza, para que puedan ser denunciadas, y los hacedores de ellas sean avergonzados.

III. LA PUREZA DE LA PALABRA DE DIOS DEBE INSPIRAR LA CONFIANZA Y LA REVERENCIA.

1. Debe inspirar confianza. Porque "�l es un escudo para ellos que conf�an en �l". No podemos entender todos los misterios; los profundos consejos de Dios deben estar siempre debajo de nuestra investigaci�n m�s inquisitiva; pero tenemos luz en las palabras de Dios para nuestra ayuda y gu�a. La pureza de esta luz es una seguridad contra el peligro. No nos seducir� al error y no nos permitir� vivir en pecado sin reprensi�n ni advertencia. Por lo tanto, la luz es gu�a, curaci�n, salvaci�n. Con tal revelaci�n podemos permitirnos soportar el car�cter insoluble de los grandes misterios de la teolog�a. Cuando estamos molestos, perplejos y cansados, podemos recurrir al Dios que se nos ha dado a conocer y descansar en silencio en su cuidado protector.

2. Tambi�n debe inspirar reverencia. "Y no a tus palabras". La verdad de Dios es demasiado sagrada para que al hombre se le permita manipularla. Esta es una gran advertencia que los hombres rara vez han escuchado. Podemos pensar y pronunciar nuestros pensamientos. Pero el error fatal es cuando presentamos nuestras especulaciones como si fueran parte de la revelaci�n de Dios. Este es un pecado com�n de la teolog�a autoritaria. Las opiniones de los hombres, lo suficientemente inofensivas en s� mismas, tal vez, se han agregado a las verdades de las Escrituras, y se han presentado ante el mundo como incuestionables y divinas. La interpretaci�n de las Escrituras se ha hecho tan sagrada como el texto. El dogma de la iglesia ha reclamado la autoridad divina. Esto se suma a las palabras de Dios, y el peligro es

(1) Desaprobaci�n divina: "para que no te reprenda"; y

(2) deslealtad humana a la verdad: "y ser�s mentiroso".

Proverbios 30:8, Proverbios 30:9

Ni pobreza ni riquezas.

Un hombre sabio aqu� se�ala el peligro de los dos extremos de pobreza y riqueza, y busca por s� mismo la posici�n media m�s feliz. En la actualidad, la enorme riqueza de una clase y la dura penuria de otra sugieren serias cuestiones sociales y generan alarmas sobre los grandes peligros posibles a menos que no se remedie la terrible anomal�a de esta condici�n artificial.

I. EL MAL DE LA POBREZA. El pensamiento es de extrema pobreza, de indigencia absoluta, o. al menos, de ese sustento precario que siempre est� al borde de la necesidad y, por lo tanto, est� oprimido con un miedo siempre inquietante a la angustia que nunca se puede perder de vista. Ahora, lo que debe observarse aqu� es que el gran mal de la pobreza excesiva se�alado en el pasaje que tenemos ante nosotros es de car�cter moral. Los sufrimientos del perjurio son tristes de contemplar. Aquellos de nosotros que nunca hemos sabido lo que es estar realmente hambriento no podemos entender los dolores del hambre. M�s llorosos deben ser los problemas de los padres que ven a sus hijos llorar por pan y no pueden satisfacerlos. Sin embargo, el peor mal no es este sufrimiento; Es la degradaci�n moral que le sigue. El hambre de lobo asimila a sus v�ctimas a la naturaleza del lobo. Es dif�cil ser honesto cuando falta comida. Las tentaciones de los pobres son espantosas de contemplar. Es maravilloso que haya tan poco crimen, ya que hay tanta pobreza. Las preocupaciones de la pobreza tienden a desgastar el alma y cegar su visi�n de la verdad espiritual. La paciencia y el buen comportamiento de los mudos y sufrientes multitudes de angustiados es realmente un espect�culo para conmover nuestra simpat�a y excitar nuestra admiraci�n.

II El mal de la riqueza. La tentaci�n de las riquezas no es muy diferente a la de la pobreza en su car�cter, pero es m�s mortal. Ambos extremos tientan a la mundanalidad: pobreza a la atenci�n mundana, riquezas a la satisfacci�n mundana. El "cuidado de este mundo" y "el enga�o de las riquezas" se unen como las espinas que ahogan la buena semilla ( Mateo 12:22). Pero la riqueza va m�s all�. Tenta a un hombre a prescindir de Dios. La pobreza tienta al robo, a menudo, de hecho, con circunstancias atenuantes. Pero la riqueza tienta al ate�smo desde�oso. Cristo vio este peligro cuando dijo: "Cu�n dif�cilmente entrar�n en el reino de Grial los que tienen riquezas" (Marco 10:23). Por otro lado, cuando vemos hombres ricos que han conquistado las tentaciones excepcionales de su posici�n, y que viven una vida cristiana humilde y �til, dedicando sus talentos al servicio de Cristo, debemos reconocer que tales vencedores en el mundo merecen de especial honor.

III. LA ELECCI�N DE UN CURSO MEDIO. Aqu� se nos recuerda la doctrina de Arist�teles de "la media". Hay circunstancias en las que la verdadera media no es solo el camino intermedio entre dos pol�ticas diversas. La disminuci�n del est�ndar de lo correcto y lo incorrecto que proviene de la tendencia amante de la paz a aceptar un compromiso es desastrosa para toda conducta concienzuda. Pero ahora tenemos que ver con un curso medio entre dos estados externos, los cuales son peligrosos. Si los cristianos entendieran correctamente su misi�n en el mundo, en su aliento y en la humanidad, sabr�an que el llamado a predicar el evangelio del reino incluye la inculcaci�n de esos principios sociales que decenas de borrar la fea imagen actual de la pobreza extrema. fuera por la riqueza extrema. Una vida que no es aplastada por el cuidado ni intoxicada por la riqueza es la vida en la que es menos dif�cil servir a Dios y hacer lo correcto. Por lo tanto, debemos trabajar para ayudar en un estado de la sociedad en el que m�s de esas vidas sean posibles.

Proverbios 30:12, Proverbios 30:13

Autoenga�o

El autoenga�o con respecto a la culpa del pecado es el enga�o m�s com�n de las mentes que no han sido espiritualmente iluminadas. Por mucho que los hombres puedan conocer y reconocer sobre s� mismos en otros aspectos, en este punto vital est�n m�s tentados a extraviarse.

I. DEJENOS CONSIDERAR LA TENTACI�N A LA AUTOCEPCI�N. Las personas tienen fuertes motivos para pensar bien de s� mismas.

1. La conciencia es tan poderosa y urgente que pocos hombres son capaces de desafiar una confesi�n de pecado ante su terrible bar y, sin embargo, continuar en la pr�ctica del pecado con ecuanimidad. Por el bien de la paz de su mente, todos naturalmente desean estar bien con su propia conciencia. Por lo tanto, hay un fuerte motivo para mentirle, enga�arlo, engatusarlo; o, si estas medidas fallan, amordazarlo, ahogarlo, marcarlo o aplastarlo, o erradicarlo, si es posible asesinarlo.

2. El orgullo tambi�n hace que un hombre desee su propia aprobaci�n. Los "altos ojos" no est�n dispuestos a ver ning�n mal en su interior. Es interiormente humillante escuchar, en medio de los aplausos de un mundo embaucado, una aguda voz interior que exclama: "�Eres un hip�crita, un mentiroso, un brib�n!"

3. El miedo al juicio venidero lleva a un hombre a un refugio de mentiras en lugar de permanecer a la intemperie, expuesto a la tormenta despiadada. Es absurdo, como un avestruz, esconder la cabeza en la arena; pero los hombres no siempre son l�gicos en su conducta. La sensaci�n de peligro desaparece cuando un hombre se convence de que es inocente.

II DEJARNOS CONSULTAR SOBRE LAS CAUSAS DE ESTA AUTO-ENGA�O.

1. Brota de la inclinaci�n. La tentaci�n de halagarse ayuda a producir el enga�o. As�, "el deseo es padre del pensamiento".

2. Es ayudado por un bajo nivel de moral. Solo cuando tal norma prevalezca y sea aceptada, cualquier generaci�n pecadora ser� capaz de parecer pura a sus propios ojos. Cuanto m�s alto sea el est�ndar, mayor ser� el sentimiento de culpa. Por lo tanto, los hombres m�s santos, siendo tambi�n los m�s espiritualmente iluminados, tienen la conciencia m�s profunda del pecado.

3. Se alienta a�n m�s con el ejemplo de otros. Hay toda una "generaci�n" de estas personas enga�adas. Cada hombre encuentra a su pr�jimo tan malo como �l. Una sola oveja negra en el redil est� marcada por el contraste con sus compa�eros, y no puede dejar de reconocer su color anormal, pero todo un reba�o de ovejas negras puede olvidar f�cilmente que no es blanca.

III. OBSERVEMOS EL MAL DE ESTA AUTO-ENGA�O. La generaci�n es pura en sus propios ojos, pero no est� libre de su inmundicia.

1. El autoenga�o no limpia. Solo afirma lo que es falso; no hace nada para que su afirmaci�n sea verdadera. M�s bien tiende a la inversa, porque no puede haber una limpieza efectiva del alma sin confesi�n y arrepentimiento.

2. No esconde el pecado. Ni siquiera es una capa arrojada sobre lo que sigue siendo tan sucio como siempre, aunque ya no es visible. La generaci�n puede caminar con ojos elevados, pero su orgullo solo se enga�a a s� mismo. Otros pueden ver la verg�enza a pesar de las fuertes protestas de todos los culpables. El autoenga�o no conduce a un enga�o de Dios.

3. El autoenga�o debe ser expuesto y castigado. Es en s� mismo pecaminoso. Para el pecador caminar con un paso elevado es para �l cortejar su destino. El curso m�s seguro es seguir el ejemplo del publicano, que no levantar�a los ojos al cielo mientras se golpeaba el pecho y gritaba: "�Dios, s� propicio a m�, pecador!" ( Lucas 18:13).

Proverbios 30:18, Proverbios 30:19

El misterio del amor

Agur ve cuatro cosas que no se pueden rastrear.

1. "El camino de un �guila en el aire". El rey de los p�jaros no sigue ning�n rastro, ya que corta el fluido invisible y toma su propio curso salvaje de pe�asco a pe�asco.

2. "El camino de una serpiente sobre una roca". Arrastr�ndose de una grieta oscura, el reptil yace y toma el sol sobre la piedra caliente, y luego, al acercarse un intruso, se lanza a otra grieta, su curso es desconocido.

3. "El camino de un barco en medio del mar". Hablamos de la autopista del oc�ano, pero no hay caminos trillados, no hay rumbo gastado. El barco corta la superficie por un momento, y luego las olas ruedan sobre su camino, y en poco tiempo cada rastro de su paso se pierde en el lavado de las aguas. As� es con el cuarto misterio. El curso del amor humano no puede predecirse ni explicarse. No se puede hacer que siga la regla y el precedente o que se corresponda con los deseos de los padres. El amor se liberar� a su manera como el �guila en el aire, insospechada como la serpiente en la roca, sin seguimiento como el barco en el mar. Las tres maravillas anteriores conducen a la cuarta y ayudan a darle color y peso. Toda la oraci�n re�ne as� su fuerza en un cl�max. Nada es tan maravilloso en el mundo natural como el gran misterio del amor. Esto puede tomar tres formas:

I. LA LIBERTAD SALVAJE DEL VUELO DEL �GUILA. El amor nunca puede ser forzado. Un matrimonio forzado no puede ser una pareja de amor. Es natural que el hombre y la sirvienta aprendan a amarse por voluntad propia, mediante el dibujo de la simpat�a mutua. Los amigos pueden guiar, advertir, alentar u obstaculizar. Pero un asunto que concierne a la felicidad de por vida de dos almas no puede ser bien arreglado por artilugios mundanos. Sin embargo, el amor que es ind�mito y totalmente incontrolado puede conducir a errores terribles, a la locura, al pecado y a la verg�enza. El �guila es un p�jaro salvaje y peligroso, un terror para el cordero indefenso. El amor se convierte en una cosa maldita, cerca del odio, cuando no es mejor que una pasi�n salvaje y sin restricciones.

II El secreto sutil de la ruta de la serpiente. Esta es una imagen muy fea, desde la cual comenzamos a temblar y horrorizarnos. Hay una astucia como una serpiente en la lujuria ego�sta que usurpa malvadamente el nombre sagrado del amor, cuando en realidad es la encarnaci�n misma del veneno infernal, buscando atraer a su presa a la destrucci�n. Toda lujuria carnal baja es del tipo de la serpiente. La pasi�n salvaje que sigue al vuelo del �guila puede ser peligrosa, pero el curso fr�o y sin amor del vicio deliberado es mortal como el de una v�bora.

III. EL VIAJE INCERTIDO DEL BARCO. El barco es un hogar en las aguas. Ella transporta carga y pasajeros: riqueza y vida. Navega desde un puerto y busca otro en una tierra lejana. Pero ella no puede ver su refugio lejano; ella no sabe qu� tempestades feroces puede tener que enfrentar; su camino es incierto y peligroso. La vida de casado es un viaje por aguas desconocidas. Pero donde hay amor verdadero, la vasija est� bien lastimada; ella lleva una carga m�s rica que lingotes de oro no contados; su tripulaci�n trabaja pac�ficamente sin temor al mot�n. En tales circunstancias, aunque hay misterio, los corazones que conf�an en Dios no deben temer a ning�n naufragio de amor y felicidad.

Proverbios 30:24-20

Cuatro cosas d�biles, y la grandeza de ellas.

Las cuatro peque�as criaturas que se mencionan aqu� ilustran la maravillosa forma en que las desventajas de la debilidad pueden superarse con alguna calidad compensatoria. En el mundo espiritual, el cristianismo nos ense�a a buscar el triunfo de la debilidad: las cosas d�biles del mundo que confunden las cosas que son poderosas ( 1 Corintios 1:27). Ahora, tenemos ilustraciones de la naturaleza para el mismo principio. Cada una de las cuatro criaturas nos ense�a su propia lecci�n especial, ya que cada una conquista su debilidad por una cualidad separada y distintiva. La hormiga triunfa por previsi�n, el conejo por encontrar refugio, la langosta por organizaci�n y el lagarto por persistencia silenciosa.

I. LOS LOGROS DE LA PREVISI�N.

1. Este es un triunfo del viento. La hormiga es en algunos aspectos la criatura m�s maravillosa del mundo; porque parece ser casi igual en inteligencia al elefante, que no solo es el m�s grande, sino tambi�n el m�s inteligente de los animales m�s grandes. Un toro, tan inmensamente mayor que una hormiga en el cuerpo, es mucho m�s peque�o en mente. Del mismo modo, el se�or�o del hombre sobre el mundo animal es un triunfo del poder mental. El conductor tiene un cuerpo m�s d�bil que el caballo que conduce, pero tiene una mente m�s fuerte. Triunfaremos en el mundo solo en proporci�n a medida que desarrollemos nuestra vida interior.

2. Este es un triunfo de la industria. La hormiga reprende al perezoso ( Proverbios 6:6).

3. Es un triunfo de la paciencia. La hormiga trabaja para el futuro. Aqu� est� su verdadera fuerza. Los hombres que solo se preocupan por el momento que pasan son superficiales y d�biles. Somos fuertes en proporci�n a medida que vivimos en el futuro.

II LA SEGURIDAD DE UN REFUGIO SONORO. "Los conies no son m�s que un pueblo d�bil", y no tienen la inteligencia compensatoria de las hormigas. Pero su instinto los lleva a vivir entre las rocas y a esconderse en cuevas oscuras y grietas inaccesibles. As� la fuerza de las colinas es de ellos. Cuando no hay esperanza de mantenernos firmes en campo abierto, podemos encontrar refugio en la Roca de las Edades. Si las almas tienen sus instintos en una condici�n saludable, estos los conducir�n al verdadero refugio, y all� la debilidad estar� a salvo.

III. EL TRIUNFO DE LA ORGANIZACI�N. Aunque las langostas no tienen rey, pueden realizar marchas exitosas sobre kil�metros de pa�s y devastar por completo las tierras que visitan. No pierden su tiempo volando de aqu� para all�, y oponi�ndose uno al otro. Todos avanzan en falange s�lida. Este orden instintivo asegura el �xito. Nos ense�a que el bienestar del individuo debe estar subordinado al de la comunidad. Si hay que cruzar una peque�a corriente, la mir�ada de langostas que son tan desafortunadas como para estar en la camioneta del poderoso ej�rcito caen y llenan la cama hasta que hacen una calzada que sus compa�eros pueden usar. La victoria del hombre se logra a trav�s del sufrimiento y la muerte de muchos h�roes que se sacrifican. En la Iglesia, la causa de Cristo triunfar� mejor cuando todos los cristianos se muevan juntos en armon�a, todos buscando ganar el mundo para el reino de los cielos.

IV. EL �XITO DE LA PERSISTENCIA. El peque�o lagarto se encuentra en los palacios del rey porque puede pegarse a las paredes y, por lo tanto, encontrarse con lugares inesperados fuera del camino de los hombres. Es una gran cosa poder resistir. La perseverancia tranquila gana muchas victorias. La resistencia del paciente se corona al final con un �xito glorioso. En las cosas m�s elevadas, "el que persevere hasta el fin, �ste ser� salvo" (Marco 13:13).

Proverbios 30:29-20

Triunfo cu�druple

Cada uno de los cuatro aqu� presentados ante nosotros despierta admiraci�n por un curso exitoso. Como en las ilustraciones anteriores, las im�genes alcanzan un cl�max, y lo que se exhibe por separado en las anteriores se une y completa en la imagen final.

I. UN CURSO DE TRIUNFANTE EXCITA LA EMULACI�N.

1. El verdadero �xito es bueno. Hay varias formas de �xito. Algunos son m�s vergonzosos que fracasados. Un extremo bajo f�cilmente ganado, o un objetivo deseable alcanzado por medios sucios, da una victoria in�til e incluso detestable. Pero cuando los medios y el fin son buenos, hay algo admirable en el �xito.

2. Este �xito es continuo. El triunfo m�s digno no es el de una victoria repentina arrebatada al final de una larga y dudosa competencia, sino la realizaci�n de un curso que es bueno en todo momento: una serie constante de peque�as victorias diarias sobre el peligro. Por lo tanto, el le�n es admirado, no solo porque puede derribar a su presa mediante una larga persecuci�n, o despu�s de esperar pacientemente en una emboscada, sino porque "no rechaza a ninguno", y de los cuatro la excelencia es que ellos "van bien". Con cada hombre, la verdadera nota de triunfo es que "va bien" d�a a d�a por el camino del deber.

3. Este �xito se mide por las dificultades superadas. Medimos la fuerza por lo que puede hacer, y el mejor est�ndar puede no dar resultados visibles en la adquisici�n. La prueba puede verse m�s en triunfo sobre los obst�culos. El que persiste a trav�s de todas las dificultades y peligros que duran hasta el final, y fiel hasta la muerte, es el verdadero soldado de Cristo.

II UN CURSO DE TRIUNFO PUEDE CORRERSE DIFERENTEMENTE. Lo bueno y lo admirable puede ser de diferentes formas. El �xito de la clase m�s alta se lograr� usando cada uno sus propios talentos, no imitando en vano los de otro. El le�n no puede copiar la agilidad de la cabra, ni el galgo la fuerza del le�n. Aqu� se sugieren cuatro m�todos de �xito.

1. El �xito puede ganarse con energ�a indomable. Esta es la caracter�stica del le�n. �l es fuerte y "no se aleja por ninguno".

2. Se puede obtener por la rapidez. El galgo es una criatura d�bil en comparaci�n con el le�n. Su gloria est� en su velocidad. Hay una victoria para la agilidad de la mente y del cuerpo.

3. Se puede alcanzar con agilidad. El sabueso puede volar como el viento sobre la llanura; y la cabra puede abrirse camino entre los riscos del precipicio y subir a alturas vertiginosas. No son como el �guila que vuela sobre sus alas, ya que el cuadr�pedo siempre debe tener un punto de apoyo, pero con esto puede permanecer sin miedo en las posiciones m�s precarias. La h�bil agilidad le permitir� a uno triunfar sobre las dificultades, escapar de las trampas y trampas, y alcanzar alturas atrevidas.

4. Puede ser alcanzado por las cualidades humanas. El hombre es d�bil como un conejo en comparaci�n con el le�n, lento como una tortuga en presencia del galgo, cojo y t�mido junto a ese audaz alpinista la cabra. Pero �l puede dominar y superar a todas estas criaturas mediante el uso de poderes mentales y espirituales.

III. UN CURSO DE TRIUNFO DESARROLLAR� CARACTER�STICAS �NICAS. Cada uno de los cuatro es conocido por su �xito, ya que ninguno se conocer�a si los animales estuvieran enjaulados en una casa de fieras, y el rey se fuera para disfrutar del boato vac�o. La facultad real no solo se reconoce en un trono. Como el poder de gobernar, se observa en los negocios, en la sociedad y en las regiones intelectuales. Hay reyes nacidos. Vemos c�mo los tiempos conmovedores llevan a tales hombres al frente cuando las Guerras Civiles revelaron a Cromwell. La carrera terrenal m�s noble es ser un verdadero l�der de hombres. El que est� a la cabeza de la gran familia humana fue y es un Rey Divino, y su triunfo est� en su gobierno incluso a trav�s de la verg�enza y la muerte.

Proverbios 30:32

Auto-supresi�n

I. CUANDO SE NECESITA LA AUTOESPRESI�N. No siempre se nos exige por igual. Hay momentos de expresi�n, momentos en los que debemos romper la reserva y dar libremente los pensamientos y prop�sitos de nuestras almas. Pero otras veces exigen una peculiar auto-supresi�n.

1. En reprensi�n de la tonta vanidad. "Si has hecho tontamente en levantarte a ti mismo". Una imagen magnificada de uno mismo necesita ser reducida. Demasiada pretensi�n debe ser humillada. La ambici�n ego�sta debe ser derribada.

2. En la restricci�n del mal pensamiento. "O si has pensado mal". Jesucristo nos ha ense�ado que el mal pensamiento es pecado ( Mateo 5:28). Pero cuanto antes se revise el pecado, mejor, y se puede verificar mejor antes de que haya surgido en palabras o hechos. La expresi�n enfatiza un pensamiento malvado. Una publicaci�n de la misma hace da�o a otros. La cr�a de la v�bora debe ser escogida en el nido.

II LO QUE EFECTUAR� LA AUTOESPRESI�N.

1. Prevendr� el mal futuro. No podemos deshacer el pasado; No podemos negar nuestro ser interior. Pero al menos podemos buscar la gracia para que el pecado no contin�e m�s.

2. Se preparar� para una mejor conducta. En s� mismo es m�s que negativo. Tiene el m�rito del silencio, es una "inactividad magistral". Debemos detenernos antes de que podamos regresar. Por lo tanto, hay un momento de silencio, cesaci�n, incluso muerte, en el acto de conversi�n. No podemos proceder de inmediato del mal vivir al buen servicio. San Pablo tuvo su per�odo de silencio en Arabia. Ser�a una ganancia inmensa en esta �poca ruidosa si pudi�ramos practicar m�s de la virtud dorada.

III. C�MO SE PUEDE CONSEGUIR LA AUTOESPRESI�N "Pon tu mano sobre tu boca". Para los ruidosos y expresivos esto no es m�s f�cil que para el glot�n "poner un cuchillo en" su "garganta" cuando est� comiendo "con una regla" ( Proverbios 23:1, Proverbios 23:2). Las naturalezas francas y abiertas no pueden reconocer f�cilmente los m�ritos de la reticencia, mientras que, por otro lado, las naturalezas reservadas y reservadas se alejan de una confesi�n necesaria.

1. Debe haber una percepci�n del mal de dar sin restricciones fue a los pensamientos y deseos de uno. Muchas personas no perciben los peligros del habla. Dejan escapar las cosas m�s indecorosas donde los sensibles se encogen en silencio. Pero el horror del da�o que pueden causar las palabras desatentas ayudar� a cultivar un h�bito de autocontrol.

2. Debe haber energ�a de voluntad. La naturaleza desenfrenada que es v�ctima de cada impresi�n conmovedora no es mejor que una ciudad sin muros abierta a la invasi�n del enemigo de primera oportunidad ( Proverbios 25:28). Ahora, es una obra de gracia Divina fortalecer la voluntad para que los d�biles puedan adquirir m�s control sobre s� mismos. En el primer sonrojo parece haber m�s energ�a en la inquietud ruidosa y bulliciosa, mientras que la moderaci�n moderada parece inerte. Pero esto resulta de una visi�n muy superficial de la vida. Nada menos que la gracia enviada por el cielo puede hacernos lo suficientemente fuertes como para permanecer en silencio ante una gran provocaci�n o para estar quietos cuando el coraz�n hierve de pasi�n.

HOMILIAS DE E. JOHNSON

Proverbios 30:1

Los dichos de Agur: la Palabra de Dios, la fuente de toda sabidur�a

Estas son las palabras, probablemente, de un creyente en Jehov� que era un extra�o en una tierra extranjera. Entre los enemigos jurados de Israel y su fe, tenemos en �l un ejemplo de rectitud puritana, de fidelidad inquebrantable a la conciencia, que es muy instructivo. La pureza de la verdad eterna de Dios y la seguridad de todos los creyentes en �l ( Proverbios 30:5), este es su tema principal simple y sublime.

I. EL SER DE DIOS UN MISTERIO INMUTABLE. ( Proverbios 30:1.) En vano hab�a tratado de explorar el secreto insondable de su esencia, buscando encontrar al Todopoderoso a la perfecci�n. Era m�s alto que el cielo, �qu� pod�a hacer �l? m�s profundo que Hades, �qu� pod�a saber �l? Esta fue sustancialmente la confesi�n, expresada en diferentes formas, de todos los grandes profetas. Compare los relatos de la consagraci�n de Isa�as, la de Jerem�as y Ezequiel. La verdadera religi�n tiene sus ra�ces en este sentido del misterio divino. Toda piedad es superficial sin ella. En cada sentimiento consciente, pensamiento, aspiraci�n, estamos viajando al borde de un gran abismo, avanzando hacia un horizonte que a�n retrocede. En nuestros momentos m�s profundos, todos somos m�sticos, y hay momentos en los que hablar de Dios parece balbucear y nos refugiamos en el "silencio sagrado de la mente".

II LA INTELIGENCIA DEL HOMBRE ABIERTA E INADECUADA EN RELACI�N CON LAS COSAS DIVINAS. (Vers�culos 2, 3.) Ninguna palabra es demasiado despectiva para expresar el sentido del inmenso abismo que separa nuestro pensamiento de Dios. Aplicada a objetos definibles, nuestra inteligencia perfuma brillantes y penetrantes; aplicado al Poder Infinito, a la Sabidur�a y a la Pureza, no mejor que la mirada vac�a del buey en el pasto. Mire esos hermosos ojos marrones; hay una profundidad de patetismo en ellos, pero no hay "especulaci�n", no hay poder para captar la unidad y la ley de las cosas que se imprimen en im�genes en la retina. �Y qu� somos, aunque criados por encima de las "criaturas que llevan una vida ciega dentro del cerebro", pero que miramos indefensos al infinito? Bien sir Isaac Newton y todos los grandes videntes de la ciencia se dieron cuenta de este sentimiento. Su conocimiento consumado era, visto desde otro lado, ignorancia consumada. De ese modo no hab�an alcanzado la sabidur�a absoluta, ni "hab�an ganado el conocimiento de lo Santo". Ha habido, de hecho, fil�sofos modernos que han propuesto una "filosof�a absoluta"; pero el tiempo descubri� la ociosidad de su "ambici�n de salto" y se convirti� en una f�bula de su locura.

III. LO INACCESIBLE EN LA NATURALEZA RECONOCIDO. (Verso 4.) Uno de los primeros principios establecidos por el gran Goethe fue: aprender a distinguir entre lo accesible y lo inaccesible en su naturaleza. A falta de esto, los te�logos, por un lado, los cient�ficos por el otro, se han apresurado a buscar la presunci�n de los secretos inescrutables de la naturaleza de la mano de Dios. El desconocido pensador reconoci� la incognoscencia de los primeros comienzos de las cosas. La altura del cielo, los movimientos de los vientos y las olas, los cambios en la superficie de la tierra, todos pueden estar sujetos a la ley; pero la palabra "ley" oculta el misterio mayor: la naturaleza del Legislador mismo. Dios no es id�ntico a la ley, como tampoco nosotros somos id�nticos al habla. La ley no es m�s que el discurso parcialmente entendido de Dios a nuestra inteligencia. Examine todos los nombres sublimes que se le han dado a Dios en el curso de la revelaci�n, en el proceso del pensamiento religioso; Detr�s de ellos todo ata lo indescriptible e impensable Algo.

IV. LA AUTORREVELACI�N DE DIOS RECONOCIDA. (Verso 5.)

1. Decir que Dios es completamente incognoscible es un error tan grande como decir que �l es perfectamente conocible por el entendimiento humano: tal admisi�n debe cortar la ra�z de la religi�n. Por el contrario, la religi�n implica revelaci�n. Debido a que Dios nos ha hablado, podemos hablar con �l; porque se ha inclinado hacia nosotros, podemos levantarnos hacia �l. De m�ltiples maneras, a trav�s de la naturaleza, a trav�s de hombres inspirados, a trav�s del Hijo, a trav�s de la conciencia, Dios "ha hablado al mundo". Si esto se niega, la religi�n es toda una ilusi�n.

2. La calidad de su revelaci�n oral. El escritor est� pensando en la Ley oral y escrita. Porque definido, articulado, se puede hablar de �l como la Palabra de Dios por excelencia; pero de ninguna manera se excluyen las revelaciones indefinibles e inarticuladas a trav�s de la naturaleza a nuestro esp�ritu. De cada vista de la belleza y de cada sonido de la m�sica en el mundo, podemos derivar mensajes no pronunciados de �l "cuya naturaleza y cuyo nombre es Amor". Y la Palabra de Dios es pura. La plata refinada del horno es una imagen favorita de esto, su calidad. De la aleaci�n de duplicidad, adulaci�n, hipocres�a, es gratis. Dios trata sinceramente con nosotros. Y, por lo tanto, es purificador. Contemplamos la verdadera vida del alma en su espejo.

3. La bendici�n pr�ctica de la confianza en �l. El que nos habla es de confianza. Y en esta confianza en Aquel que es eterno e infalible, puro y verdadero, tenemos seguridad. La Ley o Palabra que declara su voluntad es como una mano ancha extendida sobre nosotros para ordenar y, al ordenar, proteger, recompensar y bendecir.

4. El deber de estricta reverencia y lealtad hacia sus palabras. (Vers�culo 6.) Mucho dejan sin decir, lo cual no nos corresponde suministrar. La lecci�n general parece ser el respeto por ese elemento de reserva y misterio que se encuentra detr�s de todo lo que se conoce o se puede conocer. Podemos "mentir" contra Dios al decir m�s de lo que realmente nos ha dicho por cualquier canal de conocimiento. Superar o exagerar parece siempre una tentaci�n m�s f�cil que mantenerse dentro de los l�mites modestos de la declaraci�n positiva. Y ciertas penalizaciones aguardan todas las distorsiones de la verdad de todo tipo; se ejercitan en la conciencia y el curso de la historia. J.

Proverbios 30:7

El medio dorado

I. EL CAMINO DE LA VIDA: LA VERDAD ES EL MEDIO ENTRE DOS EXTREMOS. ( Proverbios 30:8.) Los extremos existen en la l�gica; la vida muestra que los extremos se encuentran y que el camino del sentido en la opini�n y de la seguridad en la conducta se encuentra intermedio entre ellos.

II GRANDES PULGADAS NO EST�N EN SI MISMOS DESEABLES. No por el hombre sabio y religioso. Traen peligros al alma. Lleno de sus dones, est� tentado a negar al Dador. El ate�smo m�s profundo surge de la autosuficiencia. Prosperando en la carne, los hombres a menudo se empobrecen en el esp�ritu. "�Qu� profundo conocimiento del coraz�n est� impl�cito en la petici�n de la Letan�a, 'En todo tiempo de nuestra riqueza, buen Se�or l�branos!" (Puentes)

III. LA POBREZA EXTREMA PUEDE SER IGUALMENTE PERJUDICIAL PARA LA VIDA ESPIRITUAL. Tenta a la deshonestidad, incluso al perjurio. "Demasiado pobre para ser honesto" es un dicho c�nico que se�ala un peligro real. El viejo proverbio, "Es dif�cil para un saco vac�o ponerse de punta", apunta de la misma manera. A�n m�s punzante es la palabra: "Los pobres no tienen alma".

IV. EL MEDIO DE ORO POR LO TANTO SE DESEA Y SE BUSCA. (Comp. Filipenses 4:11, Filipenses 4:12; 1 Timoteo 6:6.) Horace dice: "Quien ama la mediocridad dorada est� a salvo, libre de la s�rdida miseria del derrumbarse vivienda, libre de la sala envidiada en su sobriedad "('Carm.,' Proverbios 2:10 Proverbios 2:10). Pero tengamos cuidado de notar que el verdadero estado se encuentra en el esp�ritu mismo: la suficiencia interna, no la externa. "He aprendido en cualquier estado en que me encuentre, para estar contento". Rico en bienes, pero pobre en esp�ritu; pobre en bienes, pero rico en gracia; esta es la verdadera soluci�n del problema, el verdadero objeto de las oraciones piadosas.

Proverbios 30:10

Precauci�n en el uso de la lengua.

I. LOS PENSAMIENTOS QUE SE TEME EXPRESARSE UNO PUEDE TENTARSE A ELICITARSE DE OTRO.

II ES BASE PARA TENTAR UN CORAZ�N HONESTO A LOS PENSAMIENTOS Y LAS PALABRAS DEL DISCONTENTO. Una de las formas m�s activas del mal consiste en "poner en la cabeza" los sentimientos de los dem�s hacia sus empleadores o superiores, que de otro modo no habr�an surgido.

III. EL PICADOR PUEDE SER PICADO; EL TEMPADOR ASI TRAE UN RECUERDO SOBRE S� MISMO. (Comp. Proverbios 26:2) - J.

Proverbios 30:11

Fases detestables del car�cter humano.

I. AQUELLOS GRACIAS A LOS PADRES. ( Proverbios 30:11.) "Sin afecto natural". Sol�n, preguntado por qu� no hab�a hecho ninguna ley contra los parricidas, dijo que no pod�a concebir a nadie tan imp�o y cruel. En la Ley de Mois�s, la maldici�n de un padre fue visitada con el mismo castigo que la blasfemia de Dios (Le Proverbios 20:9; Proverbios 24:11; comp. Isa�as 45:9, Isa�as 45:10; 2 Timoteo 3:2).

II CRUCE DE CONCEPTO Y ORGULLO. ( Proverbios 30:12, Proverbios 30:13.) Los fariseos en el evangelio ( Mateo 23:25), la Iglesia de Laodicea ( Apocalipsis 3:17, Apocalipsis 3:18), son ejemplos. Pero el car�cter es constante, y reaparece en cada �poca como un obst�culo para el cristianismo genuino. Compara el poderoso serm�n de Mozley sobre los fariseos. Pero fue un fariseo noble que aprendi�, en la humildad de Cristo, a "no confiar en la carne" ( Filipenses 3:3).

III. Crueldad sin piedad y opresi�n. ( Proverbios 30:14.) Lobos disfrazados de humanos o vestidos de oveja. Im�genes similares se encuentran en Salmo 57:5; Salmo 58:7; Isa�as 9:12; Jeremias 5:17; Jeremias 30:16, Jeremias 30:17. Estas im�genes del coraz�n, su excesivo enga�o y su desesperada maldad, deber�an llevarnos a examinar las nuestras. Los g�rmenes de todo el mal del mundo se encuentran en estos microcosmos, estos "peque�os mundos". Cuando nos conozcamos verdaderamente, la oraci�n le surgir� m�s sinceramente a aquel a quien todos los corazones est�n abiertos, para que �l limpie los pensamientos de nuestros corazones por la inspiraci�n de su Esp�ritu Santo.

Proverbios 30:15, Proverbios 30:16

Reflexiones sobre lo insaciable

I. LA VIDA EXTERNA ES EL ESPEJO DE LO INTERNO. Nuestro esp�ritu encuentra analog�as consigo mismo en los objetos de la naturaleza, de la historia y en el curso general de la vida humana. Y todo lo que observamos all�, en el gran mundo, puede servir como una luz para revelarnos lo que pasa aqu�, en el mundo del coraz�n de cada hombre.

II IM�GENES DE APETITO INSATIABLE. Infierno; la matriz est�ril la tierra sedienta; El fuego que todo lo devora. El vampiro, o chupasangre, parece estar destinado en el primer ejemplo; se supone que chupa la sangre de los que duermen de noche.

III. EL ESP�RITU DEL HOMBRE ES INSATIABLE. Y si este apetito se dirige correcta o incorrectamente, de esto depende su bienestar o desgracia. Puede estar dirigido a lo que es perecedero o pernicioso: al oro, el poder, el placer, etc. La embriaguez es la ilustraci�n m�s com�n de la insaciabilidad de la naturaleza del hombre. O puede ser dirigido a la justicia, a la. conocimiento de la verdad, para el disfrute del bien; y luego lleva el poder y la promesa de la "vida sin fin" -J.

Proverbios 30:17

El castigo de conducta no filial

I. LA DENUNCIA EST� EN FORMA FIGURATIVA.

II SU CUMPLIMIENTO LITERALMENTE HAB�A SIDO UN ASUNTO DE OBSERVACI�N REAL.

III. LA VERDAD GENERAL DEBE SER LLEVADA A LA LUZ DE LA CONCIENCIA. En general, como el obispo Butler ense�� firmemente, la constituci�n de las cosas tiende a castigar el mal y recompensar la buena conducta. J.

Proverbios 30:18

El misterio de las acciones.

I. HAY ACCIONES QUE, COMO EL VUELO DEL �GUILA, O EL PASAJE DEL BARCO, NO DEJAN RASTREO VISIBLE DETR�S. Lo que parece sorprender a Agur, de coraz�n simple, es el hecho de que se pueden cometer actos criminales y, al parecer, dejar un peque�o rastro.

II PERO EL MISTERIO Y EL SEGURO DE TODAS LAS ACCIONES SON CONOCIDOS POR DIOS. Estamos desnudos y abiertos a los ojos de aquel con quien tenemos que ver. Y Dios traer� toda obra secreta a juicio. Cada acto deja su huella en el mundo del esp�ritu. J.

Proverbios 30:21-20

Cosas intolerables

I. LOS EJEMPLOS.

1. El esclavo en autoridad. ( Proverbios 30:22.) La inversi�n de objetos es intolerable para el ojo entrenado; cosas al rev�s, etc. As� que en las relaciones sociales y en el gobierno pol�tico pertenece al sabio y al fuerte; los d�biles de mente y los estrechos de coraz�n son enf�ticamente los hombres equivocados en el lugar equivocado, en asientos de poder.

2. El tonto satisfecho de s� mismo. Su sonrisa fatua es una s�tira sobre s� mismo y sobre la condici�n de las cosas que le permiten disfrutar de un para�so tan fant�stico. Esas son vistas para hacer llorar a los "�ngeles".

3. La esposa de mal genio. ( Proverbios 30:23.) Ella, nuevamente, est� enf�ticamente "fuera de lugar". Para el hogar, en cualquier sentido dulce, es el lugar donde la presencia de la mujer hace las delicias.

4. La criada ambiciosa. El esfuerzo de suplantar, de captar un lugar m�s all� de los derechos y los desiertos, perjudica nuestras percepciones intuitivas de lo que es correcto. Un proverbio oriental dice: "Si�ntate en tu lugar y nadie te har� levantarte", sobre el cual tenemos un comentario directo de Cristo en Lucas 14:11, "El que se humilla a s� mismo ser� exaltado".

II LAS LECCIONES GENERALES El orden y el rango son instituciones divinas. Revertir esto no es trabajo del verdadero reformador o amigo de la riqueza social. La regla descansa en �ltima instancia sobre la capacidad de gobernar; gobierno, sobre el poder; autoridad, sobre la sabidur�a. Cuando estas relaciones se revierten, la sociedad se perturba, las cosas son infelices. Cuando solo parecen revertirse, habr� angustia e incomodidad en las mentes correctas, hasta que se restablezca el orden justo y el estado nominal de las cosas.

Proverbios 30:24-20

El significado de las cosas peque�as

I. EJEMPLOS.

1. La hormiga ( Proverbios 30:25); peque�o en el marco, pero lleno de providencia, haciendo una provisi�n sabia contra el d�a lluvioso.

2. El erizo ("coney", Proverbios 30:26); aunque d�bil, encuentra compensaci�n en la fuerza de la vivienda que selecciona.

3. La langosta ( Proverbios 30:27); una criatura, como individuo, f�cilmente aplastada, pero ganando una inmensa fuerza por la uni�n con otros. Joel

(2) ofrece una espl�ndida descripci�n de la incursi�n de langostas bajo la figura de un ej�rcito invasor, con el cual las cuentas de los viajeros en tierras tropicales pueden compararse estrechamente.

4. El lagarto (vers�culo 28); otra criatura tierna y d�bil, sin embargo, penetra en las viviendas humanas y se acomoda en los palacios de los reyes.

II LECCIONES Las criaturas inferiores muestran mente inconsciente. Lo que hacen, aparentemente con un impulso mec�nico ciego, es ejemplar en muchos aspectos para los que tenemos raz�n y voluntad. Las lecciones m�s profundas pueden derivarse de las cosas m�s humildes. El trabajo del Sr. Darwin en 'Worms' muestra c�mo la criatura m�s despreciada, por la propia ley de su ser, trabaja para los dem�s y bendice un mundo. Es una locura buscar explorar las alturas de la sabidur�a hasta que estemos familiarizados con lo que nos ense�a en lo peque�o y lo bajo. La "peque�a flor en la pared con grietas" contiene en su vida el secreto y el misterio de toda existencia. J.

Proverbios 30:29-20

Grandeza en objetos naturales

Nuestra est�tica, as� como nuestras percepciones teleol�gicas son apeladas en los objetos de la naturaleza. Ciertas criaturas expresan grandeza, sublimidad o belleza en su forma y porte.

I. EJEMPLOS.

1. El le�n. ( Proverbios 30:30.) �l es en la naturaleza y para el arte el s�mbolo de fuerza y ??destreza. Literalmente, �l es el "h�roe entre las bestias" y aparta su magn�fico frente de la cara de ning�n enemigo.

2. El galgo ( Proverbios 30:31), con su forma delgada, es el tipo de rapidez, que es otra idea que se encuentra cerca de lo sublime. Su nombre (en alem�n, Windspiel o Windhund) lo compara con el viento.

3. La cabra; en su capacidad activa, su movimiento �gil y su posici�n segura en lugares peligrosos, ofrece otra variedad de la misma idea.

II UN PARALELO EN LA VIDA HUMANA. El rey en su majestad debe combinar en su persona y con la frente intr�pida del le�n, la rapidez de decisi�n y acci�n de los otros animales. La majestad ideal del hombre incluye en s� misma todas las perfecciones inferiores en el pensamiento del Creador. Y a cada hombre se le debe ense�ar a darse cuenta de la dignidad real de su ser en Cristo. Est� hecho un "poco m�s bajo que los �ngeles"; y el prop�sito de Dios no puede cumplirse hasta que los hombres nos levantemos para reclamar la gloriosa herencia de la virilidad ideal. � J.

Proverbios 30:32, Proverbios 30:33

Prudencia moral

I. ENSE�A EL CONTROL DE LA LENGUA. La locura y el orgullo del coraz�n pueden ahogarse si se les niega la expresi�n en la lengua. Ning�n pensamiento malvado o tonto nace por completo hasta que se viste de palabras. No le des f�rmula al impulso moment�neo de la ira u otra pasi�n, y el alma del mal perecer� si no encuentra un cuerpo para habitar.

II SE�ALA A LAS CONSECUENCIAS. Las pintorescas ilustraciones de Agur exhiben la certeza de las malas consecuencias de los malos pensamientos y deseos. Tan segura como cualquiera de las secuencias f�sicas mencionadas, es la secuencia metaf�sica, las consecuencias morales o inmorales de la pasi�n. Por lo tanto, obsta principiis, resista los comienzos, "selle las avenidas de los enfermos". - J.

HOMILIAS DE W. CLARKSON

Proverbios 30:1

Reverencia y docilidad

Quienquiera que haya sido Agur, es seguro que era un sabio que pod�a expresar sus pensamientos en un lenguaje fuerte y mordaz. Si, como parece probable, estas palabras iniciales hicieron referencia a los cumplidos o las preguntas de sus disc�pulos, podemos recoger, antes de continuar, tres lecciones por cierto.

1. Ese reconocimiento leg�timo pasa f�cilmente a la adulaci�n.

2. Que es muy f�cil para los no instruidos hacer preguntas que los m�s iluminados no pueden responder.

3. Ese verdadero genio es modesto y conoce bien a los sabuesos de su capacidad. Las lecciones principales son:

I. NUESTRO DEBER DE DESCARGAR LO QUE NO ES VERDAD SOBRE NOSOTROS. Agur, usando el lenguaje de la hip�rbole, niega en�rgicamente cualquier elevaci�n que se supon�a que hab�a alcanzado ( Proverbios 30:2, Proverbios 30:3). Los hombres a veces nos negar�n la virtud o la sabidur�a que podemos reclamar; pero a menudo nos ofrecer�n un honor que no es nuestro deber. Podemos ser tomados para ser m�s ricos, m�s sabios, m�s fuertes, m�s generosos o m�s devotos de lo que sabemos que somos. Entonces deber�amos declinar de manera clara y determinada recibir lo que no nos pertenece. Aceptarlo

(1) es deshonesto, y cualquier tipo de deshonestidad es pecaminosa;

(2) es probable que infle nuestras mentes con concepciones cari�osas y vanas, hirientes si no fatales para nuestra humildad;

(3) tarde o temprano terminar� en exposici�n y humillaci�n.

II LA GRAN OBLIGACI�N DE REVERENCIA. ( Proverbios 30:4.) Podemos saber muchas cosas, pero, cuando todo est� dicho, �qu� fracci�n infinitesimal es esta en comparaci�n con todo lo que se desconoce! �Qu� vastos, qu� inagotables tesoros de verdad y sabidur�a est�n ocultos, y deben permanecer ocultos, en el aire, en la tierra, en el mar! �Cu�n poco, entonces, podemos entender de �l, el Eterno e Infinito, que reina en los cielos! �Qu� insondable la profundidad de las riquezas, tanto de la sabidur�a como del conocimiento de Dios "( Romanos 11:33)!

1. �Qu� tonto es esperar entender su prop�sito, mientras lo est� superando, ya sea en relaci�n con nuestra vida individual o el destino de nuestra raza!

2. �Cu�n preparados debemos estar para aceptar lo que Dios nos ha ense�ado respetando nuestra naturaleza, nuestro deber, nuestras perspectivas, o respetando su propia naturaleza y su voluntad!

3. �Qu� imprudente intentar agregar a su ense�anza con cualquier invento propio! No, de hecho, no debemos hacer nuevas aplicaciones y descubrir interpretaciones m�s verdaderas de su Palabra; pero que no debemos pensar y hablar como si tuvi�ramos fuentes de sabidur�a aparte de su comunicaci�n Divina.

III. LA RECOMPENSA DE LA DOCILIDAD. ( Proverbios 30:5.) Aprender de Dios es:

1. Reparar a la fuente de la pureza. Todo lo que Dios nos ha dicho tiende a la pureza, a la libertad de un ego�smo degradante, de una mundanalidad corruptora y de una sensualidad vergonzosa y esclavizante. Al llenar nuestras mentes y corazones con su santa verdad, nos eleva a una atm�sfera donde toda nuestra naturaleza es elevada y refinada, donde estamos capacitados para la visi�n y preparados para la presencia y el hogar de Dios ( Mateo 5:8; Hebreos 12:14).

2. Aprender de Dios y conectarnos con �l por fe en Jesucristo es estar bien protegido en la batalla de nuestra vida. Porque es tener

(1) principios fuertes y sostenibles dentro de nosotros, y

(2) la tutela activa y eficiente de Dios a nuestro alrededor cuando pasamos por las penas de nuestra vida, y nos mezclamos en sus muchos conflictos, y cumplimos con sus variados y pesados ??deberes. � C.

Proverbios 30:7

Una oraci�n de a�o nuevo

Tenemos en estas palabras m�s instructivas un hombre sabio y bueno:

I. ENFRENTANDO CON CALMA AL FUTURO. Ya sea que leamos "antes de morir" o "hasta que muera" (Wardlaw), tenemos un buen hombre que se enfrenta deliberadamente al futuro de su vida. Se da cuenta de que ante �l se extiende un tramo de tiempo que tiene que cruzar; �l sabe que debe mantenerse constante, incesantemente, avanzando; que se encontrar� con dificultades y peligros en su camino; que �l querr� todo y m�s que todo el poder y la sabidur�a que tiene a sus �rdenes; y est� sobrio y solemne por el pensamiento. En vista de este aspecto serio de las cosas, lo encontramos:

II DIRIGIENDO TEMPRANO A S� MISMO A DIOS. "Dos cosas te he requerido". �A qui�n, as� situado, debemos ir? Ciertamente al que es:

1. El Se�or del futuro, quien tiene todo el tiempo en su mano soberana, quien solo "puede establecer un nuevo tiempo en nuestra cuenta".

2. El Padre de nuestros esp�ritus, que est� profundamente interesado en nuestro mayor bienestar y se preocupa m�s por nuestro bienestar que cualquier pariente o amigo humano.

3. El Se�or de nuestra vida, quien traza el camino que pisar�n nuestros pies, qui�n puede y cubrir� ese camino con su cuidado protector, qui�n puede y nos guiar� por el camino que recorremos. �Y qu� mejor "requisito" o solicitud podr�a preferir que el de�

III. �PIDIENDO LA LIBERACI�N DEL DELIRIO? De "vanidad y mentiras". Cualquiera que haya sido la forma que tom� este mal en la tierra y el tiempo de Agur, sabemos qu� delirios fulminantes y devastadores necesitamos preservar a partir de ahora.

1. De subestimar el valor de nuestra vida. Hay muchos, �no hay muchos m�s de lo que hubo antes? Que dicen: "�Qui�n nos mostrar� algo bueno?" Su nombre es legi�n que est� discutiendo e incluso negando el valor de la vida humana. La indiferencia, el hast�o, el cansancio y la tristeza del esp�ritu, el asco, lo que lleva a una filosof�a pesimista en teor�a y al suicidio en acci�n, esta es la tensi�n y el esp�ritu, y esta es la corriente de nuestro tiempo. Es una ilusi�n, tanto triste como pecaminosa. Porque es un abandono virtual de una herencia noble, y es un rechazo de un buen y un gran regalo de la mano de Dios. Una vida de servicio sagrado, de devoci�n desinteresada, de crecimiento espiritual, de gratitud filial y alegr�a, de esperanza cristiana, es una bendici�n de valor simplemente inestimable.

2. De sobreestimar el valor de lo sensual y lo material. Siempre y en todas partes, los hombres han estado en el mayor peligro de suponer que "la vida de un hombre consiste en la abundancia de las cosas que posee", o en la cantidad y dulzura de sus gratificaciones corporales. Esto tambi�n es vanidad; Es una falsedad que el pecado siembra libremente y que r�pidamente arraiga en las mentes de los hombres. Lo que necesitamos saber, lo que bien podemos pedirle a Dios que nos ense�e para que no solo lo aceptemos, sino que nos demos cuenta, es que todos los r�os del bien terrenal y de la satisfacci�n sensual pueden correr hacia el mar de un esp�ritu inmortal, creado para Dios y para bien, y no lo llenar�n.

IV. ORANDO PARA SER EXENTOS DE LOS EXTREMOS DE LA PRUEBA CIRCUNSTANCIAL. No me des pobreza ni riquezas ".

1. El juicio de la pobreza. Esto lo podemos entender todos, y se necesita muy poca sabidur�a o santidad para pedir una exenci�n de su maldad.

2. La prueba de la riqueza. Creemos que podr�amos soportar esto sin sufrir. Casi todos los que no lo han experimentado tienden a disminuir el peligro de ser ricos. Los que nunca han pisado el hielo imaginan que podr�an hacerlo sin resbalar; aquellos que nunca han jugado se permiten la idea de que podr�an detenerse en el momento de la jubilaci�n prudencial. No nos conocemos a nosotros mismos. El que "sab�a lo que hab�a en el hombre" sab�a cu�n grande es el peligro de la riqueza mundana: hacemos bien en esforzarnos y esforzarnos por un mantenimiento honorable; pero no hacemos bien en sacrificar la salud o la utilidad, �cu�nto menos nuestra autoestima y el amor de Cristo! Para ser ricos. Sabiamente le pedimos a Dios que nos salve de la tentaci�n: lo real, lo fuerte, lo fuerte. con frecuencia tentaci�n abrumadora, de gran �xito mundano.

V. PEDIENDO LO BUENO QUE SER� UNA BENDICI�N. "Alim�ntame con comida conveniente para m�". es decir, que sabes que se adapta a mi necesidad. Dios solo sabe lo que queremos, lo que queremos; lo que ser� realmente y permanentemente alimento para nosotros, considerado en todas nuestras relaciones. Dios sabe qu� nutrir� nuestra naturaleza espiritual, qu� nos proporcionar� como ciudadanos de esta vida, cu�l es nuestra necesidad corporal durante esos pocos a�os que est� a punto de darnos aqu� antes de traducirnos a una esfera celestial. Pid�mosle que nos conceda lo que �l sabe que es mejor, seguramente creyendo que lo que da en respuesta a nuestra oraci�n es lo mejor que podemos recibir: que, sea cual sea la medida, y no algo m�s dulce, m�s fino o m�s duradero . Pero, entendiendo qu� es lo que pedimos, como los que usaron las palabras por primera vez, no digamos continuamente: "Se�or, siempre danos este pan".

Proverbios 30:14

De la crueldad a la amabilidad

Para aquellos que incluso son ordinariamente humanos, los relatos que a veces se dan de crueldad horrible parecen ser apenas cre�bles; Es dif�cil entender c�mo un coraz�n que, de cualquier manera, es humano puede contener los sentimientos de miedo que se expresan de esta manera. Por otro lado, para aquellos que han sido brutalizados por la larga pr�ctica de la crueldad, a menudo se encuentra casi incre�ble que los hombres y las mujeres puedan ser capaces de una gran generosidad, ya sea de coraz�n o de mano. Desde la m�s baja profundidad de la crueldad hasta la m�s noble altura de la bondad, hay un ascenso muy grande.

I. LA ESCALA MORAL. En la parte inferior de esta escala est�:

1. Un absoluto e incluso un gran deleite en infligir y presenciar dolor: esto es nada menos que diab�lico. Luego viene, tal vez:

2. Una dura indiferencia; una absoluta indiferencia cuando se ve sufrimiento; una perfecta disposici�n para que se inflija y se aguante. Menos inicuo, tal vez, que esto es:

3. El endurecimiento del coraz�n contra la s�plica que hace el sufrimiento y que no es del todo insensible; la presencia de cierta sensibilidad, pero el esfuerzo, por alguna raz�n, de suprimir la emoci�n que se excita.

4. El reconocimiento interno de que la interposici�n es debida y debe hacerse, pero la evasi�n cuidadosa e ingeniosa del deber; el paso por el otro lado.

5. La combinaci�n de una obligaci�n sentida de ayudar mediante la presentaci�n de una contribuci�n casi in�til. Luego, movi�ndonos hacia arriba, llegamos a:

6. El acto de bondad pr�ctica para el afligido o el necesitado.

7. El acto de socorro generoso, en el que lo que se da se siente realmente.

8. La cumbre del amor abnegado, en el que "damos nuestras vidas por los hermanos", as� como nuestro Se�or dio su vida por todos nosotros.

II NUESTRO LUGAR EN ESTA ESCALA. La pregunta que debemos responder es: �D�nde estamos parados? �Qu� tan lejos de la altura? �Qu� tan cerca de la profundidad? �Debemos ser condenados? �O podemos esperar que nos vaya bien en esta caracter�stica tan grave del car�cter humano?

III. EL CAMINO HACIA ARRIBA. Probablemente concluiremos que, aunque nuestro esp�ritu est� lejos del de la "generaci�n cuyos dientes son como espadas", etc. no es tan verdaderamente y tan completamente el esp�ritu de Cristo, el lamentable, el misericordioso, el Magn�nimo, como quisi�ramos que fuera. Y queremos saber qu� podemos hacer para dejar toda crueldad, toda crueldad e incluso toda desconsideraci�n, muy por debajo de nosotros, y elevarnos a la altitud exaltada de la beneficencia pura y noble. Nuestro mejor plan ser� hacer un esfuerzo serio:

1. Darse cuenta de que la fraternidad esencial del hombre se basa en ese gran hecho de la Paternidad de Dios.

2. Reflexionar sobre las grandes y casi ilimitadas capacidades de la humanidad, en la medida en que podemos sufrir tanto en cuerpo como en esp�ritu, y el grado de alegr�a y excelencia a la que podemos elevarnos.

3. Estudiar con diligencia devota la vida y el lenguaje, el esp�ritu y la voluntad de Jesucristo.

4. Moverse libre y frecuentemente, tanto en la vida real como en los caminos de la literatura, entre los amables y generosos, los bondadosos y los nobles.

5. Dirigirnos seriamente al trabajo de mostrar amabilidad en todos los sentidos a aquellos a quienes podemos llegar. A quienes ayudamos nos compadecemos, a quienes servimos amamos.

Proverbios 30:15, Proverbios 30:16

El coraz�n humano insatisfecho

Hay muchas cosas en la naturaleza que no est�n satisfechas; pero hay una cosa en lo que est� por encima de la naturaleza que es mucho menos f�cil de satisfacer: un esp�ritu inteligente, responsable e inmortal.

I. LO INSATIABLE EN LA NATURALEZA. Agur especifica cuatro cosas; en estos encontramos tres caracter�sticas que contrastan con el anhelo del alma humana. El insaciable:

1. Limitado por la conciencia. La tumba nunca dice: "Es suficiente". aunque millones han descendido a su oscuro vac�o, y aunque muchas eras han sido testigos de su consumo, es tan receptor como siempre; est�, y permanecer�, sin llenar. Pero es inconsciente de su recepci�n; es solo en hierro, naci�n que se puede decir que anhela o llora: "�Da! �da!"

2. Limitado por el tiempo. La feminidad sin hijos no es inconsciente; su ansia es real y lo suficientemente aguda; pero no es duradero; solo se extiende por unos pocos a�os de vida; Hay una gran proporci�n de la vida, antes y despu�s, cuando no se aprecia tal anhelo.

3. Limitado por la cantidad. La tierra reseca bebe bajo la lluvia hora tras hora, e incluso d�a tras d�a, como si no estuviera satisfecha con ninguna cantidad; pero hay una medida de humedad que satura y es suficiente; m�s all� de eso, todo lo que cae o fluye es redundante.

II EL CORAZ�N HUMANO NO SATISFECHO. Aqu� pr�cticamente no hay limitaciones. El coraz�n humano

1. Es dolorosamente consciente de su profundo deseo. A diferencia de la tumba, a diferencia del fuego, que parece animado, pero en realidad est� inconsciente, el alma humana se conmueve profundamente, ya que anhela algo m�s y mejor que cualquier cosa que tenga; hasta sus profundidades est� perturbado, preocupado, agitado. Su voz, llorando, "�Da! �Da!" no es meramente po�tico, es pat�tico e incluso apasionado.

2. Es ilimitado por tiempo. A diferencia de la feminidad sin hijos, su anhelo por lo que no tiene no se limita a unos pocos a�os de su existencia; se extiende por la vida; llega hasta la vejez, hasta la hora de partida. No crece, prospera, se desvanece y muere; dura; a menudo se descubre que es tan entusiasta y vigoroso al final como al principio, en el vecindario cercano de la muerte como en el mejor momento de la vida.

3. Es ilimitado por cantidad. Nada que sea humano o terrenal satisface el coraz�n humano. Todo afecto, todo honor, todo poder, toda ocupaci�n, todos los placeres, se topan con �l, pero no lo llenan (ver Eclesiast�s 1:7; Eclesiast�s 2:1). El coraz�n del hombre, creado para lo que es m�s elevado y mejor, no est� satisfecho con nada que no sea suficiente. Es profundamente consciente de que algo le falta y que no posee. Dice, tal vez a ciegas, pero con seriedad y, a veces, apasionadamente: "�Dame! �Dame! No tengo suficiente. Como, pero todav�a tengo hambre; bebo, pero todav�a tengo sed".

III. EL ALMA HUMANA SATISFECHA. Hay una fuente de satisfacci�n; se encuentra en Dios mismo. "Se�or, nos has hecho para ti, y nuestro coraz�n no encuentra descanso hasta que descanse en ti". pero en �l, "qui�n es nuestro hogar", encontramos descanso y paz. Para nosotros, a quienes el Hijo de Dios y Salvador de la humanidad nos ha hablado, la voz de alegr�a y esperanza siempre llama: "Ven a m� ... te dar� descanso". En

(1) la amistad,

(2) el servicio,

(3) la semejanza, de Jesucristo, y en

(4) la buena esperanza a trav�s de su gracia de vida eterna, encontramos la satisfacci�n suprema y duradera del alma.

�l es el pan de vida, y comiendo de �l no tenemos m�s hambre.

Proverbios 30:24-20

�xito dentro del �xito

Hay muchas cosas que hacen que un hombre tenga �xito, en el sentido verdadero y amplio de esa palabra. Un hombre puede tener muchos elementos de �xito y, sin embargo, por falta de uno m�s, puede fallar. La mejor parte de nuestro �xito es esto: que si estamos trabajando para obtener una recompensa presente y visible, mientras lo hacemos y en el acto mismo, estamos asegurando un bien m�s profundo y m�s grande, ya que el ni�o que busca el premio realmente est� almacenando hasta conocimiento y poder. Podemos aprender de algunas de las criaturas m�s peque�as y humildes de Dios cu�les son los elementos del �xito en el orden de nuestra vida y, al mismo tiempo, en la construcci�n de nuestro car�cter.

I. LA ORDEN DE NUESTRA VIDA. Si vivi�ramos una vida ante los hombres tan honorable y gratificante, debemos mostrar las cualidades que manifiestan esas peque�as criaturas de nuestro texto.

1. Previsi�n. ( Proverbios 30:25.) El hombre que no mira hacia adelante y se prepara para el d�a y la hora en que se le har� una demanda especial, debe bajar. Una provisi�n sabia hecha en el tiempo de ocio o abundancia es esencial para el �xito externo y visible. Debemos "comprar la oportunidad ['canjear el tiempo']" ( Colosenses 4:5); de lo contrario, "cuando llegue la ocasi�n, no seremos iguales a la ocasi�n"; p.ej. el aprendiz, el alumno, etc.

2. Asegurar un retiro o tener una reserva ( Proverbios 30:26). Para poder correr hacia las rocas o la solidez es necesario para los d�biles. Y en el orden de nuestra vida es necesario contar con que a veces seamos derrotados. No es m�s que un pobre capit�n que conduce su campa�a sin "asegurar su base"; y �l no conoce la sabidur�a pr�ctica de la vida que no se proporciona un retiro, una reserva, cuando la fortuna va en su contra, como a veces lo har�, en "la batalla de la vida".

3. Cooperaci�n. ( Proverbios 30:27.) Es una parte esencial del equipo personal que un hombre pueda cooperar con otros. Y en la gran mayor�a de los casos, esto significa estar dispuesto a tomar un lugar inferior, obedecer las instrucciones, aceptar las sugerencias de otras personas, renunciar a nuestras propias preferencias y adoptar el m�todo de otro hombre. Significa escuchar y aprender, conciliaci�n y concesi�n, puntualidad y cortes�a.

4. Aspiraci�n y paciente. ( Proverbios 30:28.) Para que la peque�a y desagradable ara�a (o lagarto) se establezca en los palacios del rey, se exige esta doble virtud. Y para nuestro �xito tambi�n necesitamos esto: ambici�n para intentar y asiduidad para ganar nuestro camino, a pesar de todos los obst�culos que puedan intervenir. El que no tiene coraz�n para la empresa ciertamente no lograr� nada; y el que carece de paciencia para esperar su tiempo, la perseverancia para renovar sus esfuerzos con la frecuencia que lo enga�an, o con la frecuencia en que un �xito abre el camino a otro, no alcanzar� el palacio del rey, ning�n lugar de honor o de influencia.

II LA CONSTRUCCI�N DE NUESTRO PERSONAJE. Dios ha ordenado todas las cosas con nosotros y para nosotros eso. A medida que nos esforzamos por una cosa, ganamos otra. A medida que buscamos una posici�n honorable en la vida, estamos construyendo nuestro car�cter. Todos estos elementos de �xito son caracter�sticas del car�cter humano, de modo que mientras estamos "abriendo nuestro camino", tambi�n nos estamos forjando a nosotros mismos. Mucho de lo m�s valioso en nuestra constituci�n moral y espiritual es construido por nosotros de maneras y en momentos en que no pensamos en ello; es como la semilla que crece en secreto, d�a y noche, el agricultor "no sabe c�mo" (Marco 4:27). De ah� la gran importancia de que debemos estar siempre y en todas partes actuando sobre principios s�lidos y cristianos; porque no es tanto por los esfuerzos directos que realizamos con el prop�sito, como por la influencia constante y silenciosa de nuestras acciones diarias y horarias, que nos convertimos en lo que somos a los ojos de Dios. M�s all� y dentro del �xito del cual los hombres se dan cuenta, y por el cual nos felicitan, hay un �xito que es m�s profundo y verdadero, por lo que bien podemos darle a Dios nuestra m�s sincera acci�n de gracias. � C.

Proverbios 30:29-20

Belleza espiritual

Agur menciona cuatro cosas que son "hermosas" (versi�n autorizada) o que son "majestuosas" (versi�n revisada) en su funcionamiento; su movimiento es visto con placer, con admiraci�n, por quienes lo observan. Tal comportamiento de su parte sugiere un atractivo moral y espiritual por nuestra parte.

I. DEBEMOS ASEGURAR QUE ES NECESARIO. No podemos vivir verdaderamente sin el favor de Dios, sin entrar en su servicio, sin poseer algo de su semejanza, sin abrigar una esperanza de bendici�n futura. Perder todo esto es perder la herencia de nuestra virilidad. De ninguna manera podemos prescindir de ella. Esto debemos ganarlo o deshacerlo. Pero deber�amos ir m�s all� de eso.

II Debemos apuntar a lo admirable. No deber�amos estar del todo satisfechos con nosotros mismos a menos que nuestro "caminar" ( 1 Tesalonicenses 4:1; 1 Juan 2:6), la forma de "nuestra marcha" sea tal que complazca a Dios, y es tal como para ganar hombres. Nuestra vida diaria no solo debe ser lo suficientemente consistente como para salvarnos del reproche y la condena; deber�an ser lo suficientemente excelentes, lo suficientemente admirables, para atraer, para llamar la atenci�n favorable a la fuente Divina de todo lo que somos y tenemos. No solo debemos adorar, sino vivir y trabajar en "la belleza de la santidad"; debemos apuntar a agregar las cosas que son "encantadoras" a las que son verdaderas, honestas, justas y puras; debemos esforzarnos por "adornar la doctrina de Cristo nuestro Salvador en todas las cosas" (ver Filipenses 4:8; Tito 2:10).

III. TRES ELEMENTOS DE LO ESPIRITUALMENTE ADMIRABLE. Comenzando con esa ilustraci�n con la que termina Agur, que puede ser la m�s honorable, tenemos:

1. El poder del mando. "Un rey contra el cual no se levanta" (Versi�n autorizada); "un rey cuando su ej�rcito est� con �l"; o un rey "a la cabeza de su ej�rcito". De cualquier manera, la idea es la de un hombre al mando. Hay algo muy atractivo e incluso fascinante en este ejercicio de autoridad; provoca no solo aviso, sino admiraci�n. Hay una esfera en la que est� abierto para todos nosotros ejercer y exhibir el mando sobre nuestro propio esp�ritu. No hay nada m�s digno de nuestra admiraci�n que la vista de un hombre que mantiene un control perfecto de su esp�ritu en circunstancias de gran prueba o provocaci�n ( Proverbios 16:32). Para ejercer un control soberano sobre nuestro miedo, o nuestra ira, o nuestro afecto, o nuestra curiosidad, o nuestro dolor; de nuestros impulsos, o de nuestras emociones; esto es excelente y admirable de hecho: entonces, estamos "bien [o 'majestuosos'] en nuestra marcha".

2. La posesi�n de la fuerza. "Un le�n que es m�s fuerte entre las bestias". Es la posesi�n consciente del poder lo que da tanta dignidad al "rey de las bestias". Para esto tambi�n debemos alcanzar:

(1) poder intr�nseco, mediante el cultivo devoto y diligente de todas nuestras facultades dadas por Dios;

(2) poder comunicado, por la morada del Esp�ritu de Dios, siendo de aquellos que son "fuertes, en el Se�or y en el poder de su poder". La autosuficiencia y la vanidad son bastante feas; pero poder consciente, asociado, como puede ser y. Debe ser, con humildad y amabilidad, admirable y atractivo. Es bueno caminar en nuestro camino como aquellos que saben que no tienen necesidad de temer, porque Dios est� para nosotros y con nosotros y en nosotros.

3. Simetr�a moral. El galgo y la cabra son agradables porque est�n bien proporcionados en todo su marco. Para ser espiritualmente bello, nuestro personaje debe ser sim�trico. Cada cualidad debe ser equilibrada por su virtud opuesta: firmeza por gentileza, consideraci�n por disposici�n para la acci�n, coraje por precauci�n, generosidad por conciencia, etc. aceptable a la vista de Dios.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Proverbs 30". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/proverbs-30.html. 1897.