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Bible Commentaries
Proverbios 8

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

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Versículos 1-36

EXPOSICI�N

Proverbios 8:1

14. Decimocuarto discurso de advertencia sobre la Sabidur�a: su excelencia, su origen, sus dones. Ella es contrastada con la extra�a mujer de Proverbios 7:1; y la grandeza de las bendiciones que ella ofrece exhibe de la manera m�s marcada la nada de los dones del enga�ador. Uno recuerda el c�lebre episodio de la elecci�n de H�rcules, delineado por Jenofonte, 'Memorab.', 2.1. 21, etc. El cap�tulo se divide en cuatro secciones.

(1) Introductorio ( Proverbios 7:1); La sabidur�a llama a todos a escuchar y da razones para confiar en ella ( Proverbios 7:4).

(2) Ella muestra su excelencia ( Proverbios 7:12).

(3) Ella discute su origen y acci�n (Pro 7:22 -31).

(4) Ella inculca nuevamente el deber de escuchar sus instrucciones (vers�culos 32-36).

Proverbios 8:1

�No llora la sabidur�a? (ver Proverbios 1:20 e Introducci�n). La forma interrogativa, que espera una respuesta afirmativa, es un modo de afirmar una verdad universalmente permitida. La sabidur�a est� personificada, aunque no nos enfrentamos tan claramente por un individuo, como en el caso anterior de la ramera. Pero debe recordarse que, cualquiera que haya sido el significado exacto del autor, independientemente de la visi�n mundana que la enunciaci�n original haya brindado, nosotros, al leer estos cap�tulos por la luz arrojada sobre ellos por la revelaci�n posterior, no vemos la descripci�n de la Sabidur�a. ideal de prudencia pr�ctica y buen sentido, no una mera personificaci�n po�tica de una cualidad abstracta, sino una adulaci�n del que es la Sabidur�a de Dios, el Hijo coeterno del Padre. Las expresiones abiertas, audaces y p�blicas de la Sabidur�a contrastan con las tentaciones secretas y sigilosas de Vice. As� que Cristo, la verdadera Sabidur�a, dice: "He hablado abiertamente al mundo; alguna vez ense�� en las sinagogas y en el templo, donde se re�nen todos los jud�os; y en secreto no dije nada" ( Juan 18:20). La Septuaginta cambia el tema de este vers�culo y hace que el alumno se dirija: "Proclamar�s (????????) sabidur�a, para que la comprensi�n (????????) te obedezca"; lo que parece significar que, si deseas adquirir sabidur�a, para que pueda servirte pr�cticamente, debes actuar como un heraldo o predicador, y dar a conocer tu deseo en general. San Gregorio tiene algunos comentarios sobre la ignorancia voluntaria de lo que es correcto. "Una cosa", dice, "es ser ignorante; otra es haberse rehusado a aprender. Porque no saber es solo ignorancia; rehusarse a aprender es orgullo. Y son menos capaces de alegar ignorancia como excusa, el m�s que el conocimiento que se les presenta, incluso en contra de su voluntad. Tal vez, podr�amos pasar por el camino de esta vida presente en ignorancia de esta Sabidur�a, si ella misma no hubiera corrido en los rincones del camino "(' Moraleja, '25.29).

Proverbios 8:2

Ella est� parada en la cima de lugares altos, por cierto. Ella toma su posici�n, no en los rincones m�s t�midos de las calles, como la ramera, sino en las partes m�s abiertas y elevadas de la ciudad, donde puede ser mejor vista y escuchada por todos los que pasan (ver Proverbios 1:21, y nota all�). En los lugares de los caminos; es decir, donde convergen muchos caminos y donde las personas se encuentran desde diferentes sectores.

Proverbios 8:3

Las expresiones en el texto indican la posici�n que toma y sus capacidades. De la mano de las puertas ( 1 Samuel 19:3). Se coloca a un lado de las puertas de la ciudad, debajo del arco perforado en la pared, donde est� segura de una audiencia. En la boca de la ciudad, dentro de la puerta, donde la gente pasa camino al campo. A la entrada en las puertas, por las cuales las personas entran a la ciudad. Por lo tanto, atrapa a todos los reci�n llegados, a los que entran, as� como a los que salen de la ciudad. Aqu� de pie, como en el �gora o el Foro, ella llora; ella llama en voz alta, diciendo lo que sigue ( Proverbios 8:4). Es una buena imagen de la amplitud del evangelio, que est� destinado a altos y bajos, pr�ncipes y campesinos; que se proclama en todas partes, en las cortes de reyes, en las calles del pa�s, en las casuchas de la ciudad; que establece el amor infinito de Dios, que no est� dispuesto a que ninguno perezca, sino que haga que todos los hombres lleguen al conocimiento de la verdad ( 2 Pedro 3:9). Septuaginta, "Junto a las puertas del poderoso se sienta, en las entradas canta en voz alta (????????)".

Proverbios 8:4

Ella convoca a varias clases de personas para que la atiendan, mostrando cu�n confiable es y cu�n preciosa es su instrucci�n.

Proverbios 8:4

A ustedes, oh hombres, los llamo. "Hombres", ishim (????????); equivalente a ??????, viri, hombres en el sentido m�s elevado, que tienen algo de sabidur�a y experiencia, pero necesitan m�s iluminaci�n ( Isa�as 53:3; Salmo 141:4). Los hijos del hombre; ?????? ?????, "hijos de Ad�n"; equivalente a ????????, homines, el tipo general de hombres, que se ocupan de intereses materiales. San Gregorio se�ala ('Moral', 27.6) que las personas (hero�nas) de vida perfecta est�n en la Escritura a veces llamadas "hombres" (viri). Y de nuevo, "La Escritura no suele llamar a esas personas 'hombres' que siguen los caminos del Se�or con pasos firmes y constantes. De ah� que la Sabidur�a diga en los Proverbios: 'A ustedes, oh hombres, los llamo'. Como si dijera abiertamente: "No hablo con mujeres, sino con hombres; porque quienes tienen una mente inestable no pueden entender mis palabras" ("Moral", 28.12, traducci�n de Oxford).

Proverbios 8:5

Oh vosotros, simples, comprende la sabidur�a. "Lo simple", aquellos que a�n no est�n pervertidos, pero que son f�cilmente influenciables para bien o para mal. Ver en Proverbios 1:4, donde tambi�n se explica la palabra ormah, usada aqu� para "sabidur�a"; equivalente a calliditas en un buen sentido, o ?????????, como se emplea a veces en la Septuaginta; as� que aqu�: ??????? ?????? ??????????, "sutileza". Necios, sed de coraz�n comprensivo. Para "tontos" (khesilim), los intelectualmente pesados ??y aburridos, ver en Proverbios 1:22. El coraz�n se considera el asiento de la mente o comprensi�n (comp. Proverbios 15:32; Proverbios 17:16, etc.). Septuaginta, "Vosotros que no se han ense�ado, tomen en cuenta (??????? ???????)". La llamada dirigida a varias clases de p�rrocos es como la secci�n en 1 Juan 2:1, "Te escribo. Hijitos", etc.

Proverbios 8:6

Hablar� de cosas excelentes; de rebus magnis, Vulgata; ????? ??? ???, Septuaginta. El nagid hebreo se usa en otras partes de personas; p.ej. un pr�ncipe, l�der ( 1 Samuel 9:16; 1 Cr�nicas 26:24); as� que aqu� puede traducirse mejor "principesco", "noble", un ep�teto que el tema del discurso de Sabidur�a confirma completamente (comp. Proverbios 22:20, aunque la palabra all� es diferente). Hitzig y otros, siguiendo al sir�aco, prefieren el significado, "verdades claras y evidentes" (comp. Proverbios 8:9); pero la interpretaci�n anterior es la m�s adecuada. La apertura de mis labios ser� lo correcto. Lo que anuncio cuando abro la boca es justo y correcto ( Proverbios 23:16). Septuaginta

Proverbios 8:7

Otra raz�n coordinada para la atenci�n. Mi boca; chek, "paladar" ( Proverbios 5:3, donde ver nota); El �rgano del habla. Hablar� verdad; emeth (ver en Proverbios 3:3). El verbo ????? (hagah) propiamente significa "hablar con uno mismo", "meditar"; y entonces las versiones se traducen aqu�, meditabitur, ?????????; pero esta idea no es apropiada para la palabra unida con ella, "el paladar", y debe tomarse como significado para pronunciar, como en Salmo 35:28; Salmo 37:30, etc. La maldad es una abominaci�n para mis labios. Resha, "maldad", es lo contrario de la verdad y el derecho morales. Septuaginta, "Los labios falsos son abominables a mi vista".

Proverbios 8:8

En justicia; es decir, unido a una justicia equivalente a "justo". En Proverbios 3:16 la Septuaginta tiene una adici�n que quiz�s puede ser un eco de este pasaje: "De su boca sale la justicia, y ella lleva sobre su lengua la ley y la misericordia". Pero lo m�s probable es que se derive en parte de Isa�as 45:23 y en parte de Proverbios 31:26. No hay nada perverso o perverso en ellos. En la expresi�n de la Sabidur�a no hay nada torcido, ni distorsi�n de la verdad; Todo es sencillo y directo.

Proverbios 8:9

Todos son claros para el que entiende. El hombre que escucha y absorbe la ense�anza de la Sabidur�a encuentra estas palabras inteligibles y "al punto". Al abrir su coraz�n para recibir instrucci�n divina, es recompensado al iluminar su comprensi�n; porque "el hombre natural no recibe las cosas del Esp�ritu de Dios" ( 1 Corintios 2:14), pero "el secreto del Se�or est� con los que le temen" (Salmo 25:14 ), y "los misterios se revelan a los mansos" ( Eclesiast�s 3:19, Complutensian *). Derecho a los que encuentran conocimiento ( Proverbios 8:10). Forman un camino parejo sin obst�culos para aquellos que han aprendido a discernir lo correcto de lo incorrecto, y est�n buscando dirigir sus vidas de acuerdo con motivos elevados. Septuaginta, "Todos est�n presentes (??????) para aquellos que entienden, y correctos (????) para aquellos que encuentran conocimiento".

Proverbios 8:10

Recibe mi instrucci�n, y no plata; es decir, adquirir sabidur�a en lugar de plata, si alguna vez la elecci�n es suya. Y el conocimiento en lugar del oro de elecci�n (comp. Proverbios 8:19; Pro 3: 1-35: 140. (Para "conocimiento", daath, ver Proverbios 2:10). La comparaci�n es impl�cito en lugar de expresarse en la primera cl�usula, mientras que se aclara en la segunda. Por lo tanto, Oseas 6:6, "dese� misericordia y no sacrificio", siendo la segunda cuesti�n mencionada, no necesariamente sin importancia, pero siempre en casos de importancia inferior al otro. Podemos citar la queja de Horacio sobre la mundanalidad de sus compatriotas, un marcado contraste con el consejo inspirado de Proverbios ('Epist.,' Proverbios 1:1, 52) -

"Villus argentum est auro, virtutibus aurum.

�Oh cives, cives! quaerenda pecunia primum est, Virtus post nummos ".

Proverbios 8:11

(Consulte Proverbios 3:14, Proverbios 3:15 y las notas).

Proverbios 8:12

La sabidur�a habla de su propia excelencia.

Proverbios 8:12

Yo la sabidur�a habito con la prudencia; m�s bien, como en la versi�n revisada, he hecho de mi sutileza ( Proverbios 8:5) mi vivienda. La sabidur�a habita en la prudencia, anima y posee esa inteligencia y tacto necesarios para los prop�sitos pr�cticos de la vida. Entonces se dice que el Se�or "habita la eternidad" ( Isa�as 57:15). Septuaginta, "Yo la sabidur�a habit� (???????????) en consejo y conocimiento", que recuerda, "La Palabra se hizo carne, y habit� (?????????) entre nosotros" ( Juan 1:14). En 1 Timoteo 6:16 encontramos la expresi�n, "Quien solo tiene (????? ????) inmortalidad", intercambi� con la frase, "Qui�n habita (?????) en la luz inaccesible". Y descubra el conocimiento de inventos ingeniosos. Esta interpretaci�n se refiere a la producci�n y soluci�n de dichos oscuros que la Sabidur�a efect�a. Pero la expresi�n est� mejor expresada, "conocimiento de los hechos de discreci�n" ( 1 Timoteo 1:4), o "de los consejos correctos", y significa que la Sabidur�a preside todos los dise�os bien considerados, que no est�n m�s all� de ella. esfera, y que ella tiene y usa el conocimiento de ellos. Septuaginta, "Yo (???) invoqu� al entendimiento", es decir, soy yo quien inspira todo pensamiento bueno y justo.

Proverbios 8:13

El temor del Se�or es odiar el mal. La sabidur�a aqu� enuncia la proposici�n que es el fundamento de toda su ense�anza, solo aqu�, por as� decirlo, en el reverso, neto como el comienzo de la sabidur�a ( Proverbios 1:7; Proverbios 9:10 ), pero como el odio al mal; luego procede a particularizar el mal que el Se�or odia. Tomando la cl�usula en este sentido, no tenemos necesidad de alterar las personas y las formas de los verbos a "Temo al Se�or, odio el mal", como sugieren Dathe y otros; a�n menos para suprimir todo el p�rrafo como una inserci�n tard�a. Estas medidas violentas son arbitrarias y bastante innecesarias, el texto actual permite una exposici�n natural y suficiente. No puede haber comuni�n entre la luz y la oscuridad; El que sirve al Se�or debe renunciar a las obras del diablo. El orgullo y la arrogancia, que se oponen a la virtud soberana de la humildad, son los primeros pecados que nombra la Sabidur�a. Estas son algunas de las cosas que se dice que el Se�or odia ( Proverbios 6:17, etc.). "Initium omnis peccati est superbia" ( Eclesiast�s 10:15, veterinario, lat.). El mal camino; es decir, los pecados de conducta, siendo "camino", como com�nmente, equivalente a "modo de vida". La boca perversa; literalmente, boca de perversidad, pecados del habla (ver en Proverbios 2:12; y comp. Proverbios 10:31); Vulgata, os bilingue.

Proverbios 8:14

Habiendo dicho lo que odia, Wisdom ahora dice lo que es y lo que puede otorgar a sus seguidores. El consejo es m�o y buena sabidur�a. Existe alguna duda sobre el significado de la palabra traducida "sabidur�a sana" (tushiyyah). La Vulgata tiene aequitas; la Septuaginta, ????????, "seguridad". La palabra aparece en otra parte de este libro y en Job, pero solo en otros dos lugares de la Escritura, a saber. Isa�as 28:29 y Miqueas 6:9. Significa apropiadamente "elevaci�n" o "adelanto" o, como otros dicen, "sustancia"; y luego lo que es esencialmente bueno y �til, que puede ser sabidur�a, ayuda o seguridad (ver Proverbios 2:7). La sabidur�a afirma que posee consejo y todo lo que puede ayudar a avanzar hacia la justicia; ver Job 12:13, Job 12:16, pasajes muy similares al presente (comp. Sab. 8: 9, etc.). Estoy entendiendo. La sabidur�a no posee simplemente estos atributos; son su propia naturaleza, como se dice, "Dios es amor". San Jer�nimo es el m�s prudente, y los XX?? ???????? de la LXX., pierden este rasgo. Tengo fuerza La sabidur�a dirige las energ�as y poderes de sus alumnos, que sin su control se gastar�an de manera incorrecta o in�til (comp. Eclesiast�s 7:19). La sabidur�a, la comprensi�n y el poder se nombran entre los siete dones del Esp�ritu en Isa�as 11:2; y podemos ver en el pasaje generalmente una adulaci�n del que se llama "Maravilloso, Consejero, el Dios Poderoso" ( Isa�as 9:6).

Proverbios 8:15

Por m� reinan los reyes. Por posesi�n de la sabidur�a, los reyes est�n capacitados para desempe�ar sus funciones debidamente y con rectitud. Entonces Salom�n or� por la sabidur�a que le permitiera gobernar a sus s�bditos adecuadamente ( 1 Reyes 3:9; Sab. 9: 4). Pr�ncipes (rozenim, Proverbios 31:4); ya sea aquellos que son pesados, inflexibles o aquellos que sopesan las causas; La �ltima explicaci�n parece m�s adecuada. Vulgata, legum conditores; Septuaginta, ?? ????????, se dice que decretan justicia; literalmente, grabar solo decretos en tabletas; ???????? ???????????, Septuaginta. Los primeros expositores toman estas palabras tal como las pronunci� Cristo, a quienes son muy claramente aplicables (comp. Isa�as 32:1).

Proverbios 8:16

Pr�ncipes; aqu� sarim, "l�deres". Todos los jueces de la tierra. Estas palabras permanecen sin conjunci�n, en aposici�n a lo que ha precedido, por lo que se llama asindeton summativum ( Proverbios 1:21), y re�nen en una sola visi�n reyes, pr�ncipes y l�deres. As�, el Libro de la Sabidur�a, que habla de los deberes de los gobernantes, comienza al referirse a ????????? ??? ???, "vosotros que sois jueces de la tierra". En Oriente, el juicio de las causas era una parte integral de los deberes de un monarca. La lectura de la versi�n autorizada est� respaldada por la Septuaginta, que proporciona ???????? ???. El camino Vulgate, Syriac y Chaldee, ???, "justicia", en lugar de ???, "tierra"; pero esto parece haber sido una alteraci�n del texto original derivado de alguna idea de la afirmaci�n que se hizo demasiado exhaustiva o universal. Nowack compara Salmo 2:10 y Salmo 148:11, "Reyes de la tierra y todas las personas; pr�ncipes y todos los jueces de la tierra". Los Padres han tomado estos versos tal como los habl� Dios, y como afirmando su supremac�a y el ordenamiento providencial del gobierno humano, seg�n el dicho de San Pablo: "No hay poder sino Dios, y los poderes que son ordenados por Dios". .

Proverbios 8:17

Amo a los que me aman. Entonces Cristo dice ( Juan 14:21), "El que me ama ser� amado por mi Padre, y yo lo amar� y me manifestar� a �l" El amor atrae el amor. "Magues amoris est amor". Dios ama a los que aman la virtud y la sabidur�a. cuya inspiraci�n han obedecido, obteniendo gracia por gracia. Entonces Ben Sira dice: "A los que la aman, el Se�or los ama" (Eclesi�stico 4:14); entonces Sab. 7:28, "Dios no ama a nadie m�s que al que mora con Sabidur�a". La Septuaginta cambia los verbos en esta cl�usula, aunque son partes de la misma palabra en hebreo: ??? ???? ??? ????????? ?????. Esto recuerda uno del pasaje en el �ltimo cap�tulo de San Juan ( Juan 21:15). donde se realiza un intercambio similar. Aquellos que me buscan temprano me encontrar�n (vea el contraste en Proverbios 1:28). "Temprano" puede significar desde a�os tiernos; pero lo m�s probable es que sea equivalente a "fervientemente", "en�rgicamente", ya que las personas profundamente interesadas en cualquier b�squeda aumentan de vez en cuando para establecer el trabajo necesario (comp. Isa�as 26:9; Oseas 5:15 ) La Septuaginta, "Los que me buscan (?????????) me encontrar�n". Entonces el Se�or dice ( Mateo 7:7), "Busca (???????), y encontrar�s;" Eclesiast�s 4:12, "El que ama su vida ama, y ??los que la buscan temprano (?? ??????????? ???? ?????) se llenar�n de alegr�a" (comp. Lucas 21:38).

Proverbios 8:18

Las riquezas y el honor est�n conmigo (ver Proverbios 3:16). La sabidur�a tiene estas cosas en su poder para otorgar a quien ella quiera, como Dios se las dio a Salom�n en recompensa de su petici�n de sabidur�a ( 1 Reyes 3:13). Riquezas duraderas y justicia. Las cosas a menudo se consideran incompatibles. Durable, ????? (athek), ocurre solo aqu� (pero vea Isa�as 23:18), y significa "viejo", "venerable", "acumulado por mucho tiempo"; por lo tanto firme y duradero. La justicia es la �ltima recompensa que otorga la Sabidur�a, sin la cual, de hecho, todas las bendiciones materiales no valdr�an nada. La riqueza obtenida de manera correcta y utilizada correctamente es duradera y estable. Esto fue especialmente cierto bajo una dispensaci�n temporal. Los cristianos, sin embargo, no buscamos recompensa en riquezas inciertas, sino en el favor de Dios aqu� y la felicidad en otro mundo. La Septuaginta, "Posesi�n de muchas cosas, y justicia". Lo que se denota por "justicia" se explica con m�s detalle en los siguientes vers�culos, 19-21.

Proverbios 8:19

Mi fruto es mejor que el oro. Hemos tenido la Sabidur�a llamada "un �rbol de la vida" ( Proverbios 3:18), y la ganancia de poseerla en comparaci�n con el oro y la plata ( Proverbios 3:14). Oro fino (paz); Septuaginta y Vulgata, "piedra preciosa". La palabra significa "oro purificado", oro del que se ha separado toda mezcla o aleaci�n. Mis ingresos; Vulgata, genimina mea; Septuaginta, ?????????; En hebreo, tebuah, "producir", "ganancias".

Proverbios 8:20

Lidero en el camino (mejor, camino en el camino) de la justicia. Act�o siempre de acuerdo con las reglas de la justicia. En medio de los caminos del juicio. No me desv�o ni a un lado ni al otro ( Proverbios 4:27). Entonces el salmista reza: "Se�or, ens��ame el camino de tus estatutos, y lo guardar� hasta el fin". "Hazme saber la forma en que debo caminar" (Salmo 119:33; Salmo 143:8). Y la promesa se da a los fieles en Isa�as 30:21, "Tus o�dos oir�n una palabra detr�s de ti, diciendo: Este es el camino, camina en �l, cuando te vuelvas a la mano derecha, y cuando ustedes giran a la izquierda ". La virtud, como nos ha ense�ado Arist�teles, es la media entre dos extremos.

Proverbios 8:21

Que pueda hacer que los que me aman hereden sustancia; ???? (yesh), ???????, "posesiones reales y valiosas". Aquellos que aman la Sabidur�a caminar�n en su camino, seguir�n su direcci�n, y por lo tanto, haciendo la voluntad de Dios, ser�n bendecidos con �xito. Tales acumular�n tesoros en el cielo, proporcionar�n bolsas que no se envejecen, se preparar�n para "una herencia incorruptible y sin mancha, y que no se desvanecer�" ( Mateo 6:20; Lucas 12:33; 1 Pedro 1:4). La LXX aqu� inserta un p�rrafo como una especie de introducci�n a la importante secci�n que sigue: "Si les declaro las cosas que suceden a diario, recordar� contar las cosas de la eternidad"; es decir, hasta ahora he hablado de las ventajas derivadas de la Sabidur�a en circunstancias diarias; ahora procedo a narrar su origen y sus acciones desde toda la eternidad. Pero la adici�n parece inc�moda, y probablemente ahora no est� en su posici�n original.

Proverbios 8:22-20

La sabidur�a habla de su origen, sus operaciones activas, la parte que tuvo en la creaci�n del universo, su relaci�n con Dios (ver en Proverbios 1:20 y Proverbios 3:19 e Introducci�n) . Es imposible decidir cu�l era la visi�n exacta del escritor con respecto a la sabidur�a de la que habla con tanta elocuencia; pero no puede haber ninguna duda de que fue guiado en su dicci�n para expresar la idea de aquel a quien San Juan llama la Palabra de Dios. El lenguaje utilizado no es aplicable a una cualidad impersonal, una facultad abstracta de Dios. Describe la naturaleza y el oficio de una persona; y qui�n es esa persona aprendemos de las Escrituras posteriores, que hablan de Cristo como la "Sabidur�a de Dios" ( Lucas 11:49) y "el Poder de Dios y la Sabidur�a de Dios" ( 1 Corintios 1:24). Si limitamos nuestra investigaci�n a la pregunta: �Qu� pensaba el autor cuando mencion� esta maravillosa secci�n sobre la Sabidur�a? dejaremos de comprender su verdadero significado y desconoceremos la influencia del Esp�ritu Santo, que inspira toda la Escritura, lo que llev� a los hombres santos que hablaron a pronunciar palabras de las cuales no sab�an el significado espiritual completo, y que solo podr�an ser entendido por la revelaci�n posterior. Entonces, no hay nada forzado o incongruente al ver en este episodio un retrato de la Segunda Persona de la Sant�sima Trinidad, la Sabidur�a esencial de Dios personificada, el Logos de libros posteriores y el Evangelio. Esta interpretaci�n se obtuvo universalmente en la Iglesia en los primeros tiempos, y se ha recomendado a los comentaristas modernos m�s eruditos y reverentes. Todo lo que estaba contenido en sus propias declaraciones era desconocido para los profetas de la antig�edad, que no percib�an completamente los misterios que enunciaban oscuramente, aprendemos de San Pedro, quien nos dice que quienes profetizaron de la gracia de Cristo buscaron y busc� diligentemente lo que el Esp�ritu de Dios que estaba en ellos se�al�, y se les mostr� que no a s� mismos, sino a nosotros, ellos ministraron esas cosas, secretos que los �ngeles mismos desean investigar ( 1 Pedro 1:10 , etc.) La sabidur�a como dotaci�n humana, animando todos los poderes intelectuales e incluso f�sicos; La sabidur�a como comunicaci�n al hombre de excelencia moral y piedad; La sabidur�a no solo es un atributo de Dios, sino que es en s� misma como el pensamiento eterno de Dios; bajo estos aspectos se considera en nuestro libro; pero debajo y a trav�s de todo est� m�s o menos personificado. Khochmah se contrasta en el pr�ximo cap�tulo, no con una abstracci�n, sino con una mujer real de vida impura: un antagonista real, no imaginario. La personalidad de este �ltimo insin�a la del primero (v�ase Liddon, 'Bampt. Lects.,' 2.).

Proverbios 8:22

El Se�or me posey�. Ha surgido una gran controversia sobre la palabra traducida como "pose�da". El verbo utilizado es ????? (kanah), que significa correctamente "erigir, poner en posici�n vertical", tambi�n "to found, form" ( G�nesis 14:19, G�nesis 14:22) y luego "to adquirir "( Proverbios 1:5; Proverbios 4:5, Proverbios 4:7, etc.) o" poseer "( Proverbios 15:32; Proverbios 19:8). La Vulgata, Aquila, Theodotion, Symmachus, Venetian, dan "pose�do"; Septuaginta, ??????, "hecho", y as� sir�aco. Los arrianos tomaron la palabra en el sentido de "creado" (que, aunque respaldado por la LXX; parece que nunca lo hab�a hecho), y dedujeron de all� la inferioridad del Hijo al Padre, que fue hecho, no engendrado desde toda la eternidad. Ben Sira m�s de una vez emplea el verbo ????? al hablar del origen de la Sabidur�a; p.ej. Eclesiast�s 1:4, Eclesiast�s 1:9; 24: 8. Al oponerse a la herej�a de los arrianos, los Padres generalmente adoptaron la interpretaci�n ????????, possedit, "pose�do"; e incluso aquellos que recibieron la traducci�n ??????, la explicaron no de crear, sino de nombrar, por lo tanto: El Padre estableci� la Sabidur�a sobre todas las cosas creadas, o hizo de la Sabidur�a la causa eficiente de sus criaturas ( Apocalipsis 3:14 ) �No podemos decir que el escritor fue guiado a usar una palabra que expresar�a relaci�n en un doble sentido? La sabidur�a es considerada como la mente de Dios expresada en operaci�n, o como la Segunda Persona de la Sant�sima Trinidad; y el verbo significa que Dios posee en s� mismo esta Sabidur�a esencial, e igualmente insin�a que la Sabidur�a por generaci�n eterna es una Personalidad Divina. San Juan ( Juan 1:1), antes de decir que la Palabra era Dios, afirma que "la Palabra estaba con Dios (? ????? ?? ???? ??? ????)". Entonces podemos afirmar que Salom�n ha llegado a la verdad de que Sabidur�a era ???? ??? ????, si lo ha dejado para revelaci�n posterior para declarar que ? ????? o ? ????? ???? ??. Cualquiera que sea el sentido que le asignemos al verbo en el que se supone que depende la dificultad, ya sea que lo tomemos como "pose�do", "formado" o "adquirido", podemos asumir con seguridad que la idea transmitida a las mentes cristianas es esta: esa Sabidur�a , existiendo eternamente en la Deidad, se dec�a que estaba "formado" o "producido" cuando operaba en la creaci�n, y cuando asum�a la naturaleza humana. En el comienzo de su camino. Entonces la Vulgata, en initio viarum suarum. Pero la preposici�n "en" no aparece en el original; y las palabras pueden traducirse mejor, "como el comienzo de su camino"; es decir, como la primera revelaci�n de su trabajo. La sabidur�a, eterna y no creada, primero emite su energ�a en la creaci�n, luego se encarna, y ahora se llama, "el Primog�nito de toda la creaci�n (?????????? ????? ???????)" ( Colosenses 1:15). As� en Salmo 2:7, "T� eres mi Hijo; hoy te he engendrado" ( Hebreos 1:5); y, "Cuando trae al Primog�nito al mundo, dice: Y que todos los �ngeles de Dios lo adoren" ( Hebreos 1:6). En la presente cl�usula, los caminos de Dios son sus obras, como en Job 26:14 y Job 40:19, donde se llama a Behemoth "principal entre los caminos de Dios" (comp. Salmo 145:17, donde "maneras" se coloca como un paralelo a "obras" Antes de sus obras de anta�o. Estas palabras se consideran mejor (con Delitzsch) como un segundo objeto paralelo, ????? (kedem), traducido "antes", que no es una preposici�n, sino que denota existencia previa. Por eso traducimos: "La m�s importante de sus obras de anta�o"; es decir, la primera revelaci�n de su energ�a. Hay un pasaje curioso en el "Libro de Enoc", cap. 42; que habla de la personalidad y la preexistencia de la Sabidur�a, de su deseo de morar entre los hombres, frustrada por la maldad del hombre: "La sabidur�a no encontr� un lugar donde pudiera morar; por lo tanto, estaba morando en el cielo. La sabidur�a surgi� para morar entre los hijos de los hombres, y no encontraron habitaci�n; luego ella regres� a su lugar y se sent� entre los �ngeles ". Podemos agregar Sab. 8: 3, "En que ella habita con Dios (????????? ???? ??????), ella magnifica su nobleza".

Proverbios 8:23

Fui creado desde la eternidad. El verbo usado aqu� es notable. Es ?????? (nasak), en niph .; y se encuentra en Salmo 2:6, "He puesto a mi Rey sobre mi colina sagrada". Tanto aqu� como all� se ha traducido "ungido", lo que har�a una referencia notable a Cristo. Pero no parece haber pruebas de que la palabra tenga este significado. Significa apropiadamente "derramar" (como metal fundido), luego "dejar", "nombrar o establecer". Las versiones reconocen esto. As� la Septuaginta, "�l me estableci� (??????????)"; Vulgata, suma ordinata; Aquila, ??????????; Symmachus, ?????????????; Veneciano, ??????? (comp. Eclesiast�s 1:9). Entonces, lo que se dice aqu� es que la Sabidur�a era eternamente exaltada como gobernante y dispuesta de todas las cosas. Para expresar la relaci�n eterna, se utilizan tres t�rminos sin�nimos. Desde la eternidad; ??? ??? ??????, Septuaginta, como se�ala Delitzsch, apunta a la distancia infinita. Desde el principio; es decir, antes de que el mundo comenzara a hacerse; como dice San Juan ( Juan 1:1), "En el principio era la Palabra"; y Cristo ora: "Glorif�came t� mismo, con la gloria que tuve contigo antes de que el mundo fuera" ( Juan 17:5). O alguna vez fue la tierra. Esto mira al tiempo m�s remoto despu�s de la creaci�n real, mientras la tierra se estaba formando y adaptando.

Proverbios 8:24

La preexistencia de la Sabidur�a se expone a�n m�s expresamente. Cuando no hab�a profundidades ( Proverbios 8:27, Proverbios 8:28). Se entiende el desperdicio de las aguas que cubr�an la faz de la tierra: esa gran profundidad en la que se cr�a la oscuridad primitiva ( G�nesis 1:2). Antes incluso de esto, la concepci�n m�s temprana del hombre sobre el comienzo del mundo, la Sabidur�a no creada fue. Septuaginta, "antes de hacer los abismos" (ver en Proverbios 3:20). Fui dado a luz; Vulgate, et ego jam concepta eram; Septuaginta, al final de Proverbios 8:25, ????? ??, "�l me engendra". El verbo aqu� es ???? (chul), que se usa para el trabajo de las mujeres, y se traduce correctamente, "producido por generaci�n". Indica en este lugar la energizaci�n de la Sabidur�a, su concepci�n en la mente Divina y su puesta en funcionamiento. Cuando no hab�a fuentes que abundaran en agua; es decir, manantiales en el interior de la tierra ( G�nesis 7:11; comp. Job 22:1; Job 26:1; Job 38:1.). Septuaginta, "Antes de que surgieran las fuentes de las aguas (?????????)".

Proverbios 8:26

Antes de que se asentaran las monta�as ( Job 38:6). Se cuestiona d�nde se supon�a que las monta�as deb�an estar fijas, y algunos han pensado que est�n representadas como fijas en las profundidades de la tierra. Pero, a medida que aprendemos de G�nesis 1:9, se considera que se levantan de las aguas, sus cimientos se establecen en el gran abismo. Entonces el salmista, hablando de las aguas, dice: "Subieron por las monta�as, descendieron por los valles, al lugar que les fundaste" (Salmo 104:8; comp. Salmo 24:2). Lo que aqu� se afirma de la Sabidur�a se dice de Jehov� en Salmo 90:2, "Antes de que surgieran las monta�as, o alguna vez hubieras formado la tierra y el mundo, incluso desde la eternidad hasta la eternidad, t� eres Dios".

Proverbios 8:26

La tierra, ni los campos. La distinci�n que se pretende es la tierra cultivada y ocupada por edificios, etc. y desperdiciar tierras no cultivadas fuera de las ciudades. Septuaginta, "El Se�or hizo pa�ses y lugares deshabitados (?????????)"; Vulgate, Adhuc terram non fecerat, et flumina. Hebreo, chutsoth; cosas sin, en el extranjero, por lo tanto, campo abierto. La representaci�n de la Vulgata, y la de Aquila y Symmaehus, ???????, son claramente err�neas, ya que las aguas ya se han mencionado ( Proverbios 8:24). La parte m�s alta del polvo del mundo; literalmente, la cabeza de los polvos del mundo. Algunos han interpretado esta expresi�n de "hombre", el jefe de esas criaturas que est�n hechas del polvo de la tierra ( G�nesis 3:19; Eclesiast�s 3:20). Pero la idea viene torpemente aqu�; no es natural presentar al hombre en medio de las obras inanimadas de la naturaleza, o usar una designaci�n tan enigm�tica para �l. San Jer�nimo tiene, cardines orbis terrarum, "las bisagras del mundo"; Septuaginta, "las cumbres habitadas de la tierra debajo de los cielos; seg�n St. Hilary ('De Trinit.,' 12)," cacumina quae habitantur sub coelo ". Otros toman el t�rmino para significar las capas o promontorios del mundo, los picos y las elevaciones, otros, los terrones de tierra seca y deambulante, en contraste con el desperdicio de aguas sin labrar, otros, los elementos principales, la materia de la cual est� compuesta la tierra. Esta �ltima interpretaci�n nos llevar�a a un per�odo que ya ha sido aprobado. Entre las muchas explicaciones posibles, quiz�s sea mejor (con Delitzsch, Nowack, etc.) tomar rosh, "cabeza" como equivalente a "suma", "masa", como en Salmo 139:17." �Cu�n grande es la suma (rosh) de ellos! "Entonces, la expresi�n significa exhaustivamente toda la masa de polvo de la tierra.

Proverbios 8:27

Despu�s de afirmar la preexistencia de Sabidur�a, la escritora le cuenta su parte en la obra de la creaci�n. Cuando �l prepar� los cielos, yo estaba all�. Cuando Dios hizo el firmamento, y dividi� las aguas arriba y abajo ( G�nesis 1:7), Sabidur�a cooper�. Cuando puso una br�jula en la cara de la profundidad. ???? (chug), "c�rculo" o "circuito" (como Job 22:14), significa la b�veda del cielo, concebida como descansando en el oc�ano que rodea la tierra, en parte de acuerdo con la noci�n en Homero, quien habla de las corrientes oce�nicas que fluyen hacia s� mismo (????????), 'Iliad', 18: 399; 'Odyssey', 10: 508, etc. Que la referencia no es marcar un l�mite para las aguas es evidente por la consideraci�n de que esta interpretaci�n har�a que el verso sea id�ntico a Proverbios 8:29. As�, en Isa�as 40:22 tenemos: "Es el que se sienta sobre el c�rculo (chug) de la tierra"; es decir, la b�veda del cielo que rodea la tierra. Septuaginta, "Cuando marc� (???????) su trono sobre los vientos". Los traductores han referido tchom, "profundidad", a las aguas de arriba.

Proverbios 8:28

Cuando estableci� las nubes arriba. La referencia es a las aguas sobre el firmamento ( G�nesis 1:7), que est�n suspendidas en el �ter; y la idea es que Dios hizo as� a este medio capaz de sostenerlos. Vulgata, Quando aethera firmabat sursum; Septuaginta, "Cuando fortaleci� las nubes de arriba" (comp. Job 26:8). Cuando fortaleci� las fuentes del abismo; m�s bien, como en la versi�n revisada, cuando las fuentes del abismo se hicieron fuertes; es decir, cuando la gran profundidad ( G�nesis 7:11) estalla con poder (comp. Job 38:16). La Septuaginta anticipa los siguientes detalles al presentar aqu�: "Cuando asegur� las fuentes de la tierra debajo del cielo".

Proverbios 8:29

Cuando le dio al mar su decreto (chok, como Job 28:26; Jeremias 5:22); o, sus l�mites. El significado es muy similar en cualquier caso, siendo lo que se expresa en Job 38:8, etc. "Quien cerr� el mar con puertas ... y lo prescribi� mi decreto, y estableci� barras y puertas, y dijo: "Hasta ahora vendr�s, y no m�s, y aqu� se quedar�n tus orgullosas olas". La LXX omite este hemistich. Cuando nombr� los fundamentos de la tierra. Job 38:4, "�D�nde estabas cuando puse los cimientos de la tierra? ... �Qui�n determin� las medidas de la misma? �O qui�n extendi� la l�nea sobre ella? �D�nde se fijaron sus cimientos? �O qui�n puso la piedra angular de la misma? ? "

Proverbios 8:30

Entonces fui por �l. Sab. 9: 9, "La sabidur�a estaba contigo; la cual conoce tus obras, y estuvo presente cuando hiciste el mundo". Entonces Juan 1:2, "La Palabra estaba con Dios". Como uno lo cri� con �l; Vulgate, cuncta componens; Septuaginta, ???? ??? ???? ?????????, "Estaba con �l arreglando las cosas en armon�a". La palabra hebrea es ?????? (amon), "un art�fice", "trabajador" (Jeremias 52:15). As� en Sab. 7:22 la Sabidur�a se llama called ?????? ????????, "el trabajador de todas las cosas". La versi�n autorizada toma la palabra en un estado pasivo, como equivalente al alumno, "ni�o adoptivo". y esta interpretaci�n es etimol�gicamente admisible, y posiblemente, como sugiere Schultens, se puede ver en la expresi�n de San Juan ( Juan 1:18), "el Hijo unig�nito, que est� en el seno del Padre". Pero como el punto aqu� es la energ�a creativa de la Sabidur�a, es mejor tomar el t�rmino como "art�fice". Entonces acordar� con la expresi�n ??????????, aplicada por los Padres a la Palabra de Dios, por quien todas las cosas fueron hechas ( Efesios 3:9, Textus Receptus, y Hebreos 1:2). Y yo fui diariamente su deleite; literalmente, me deleitaba d�a a d�a, lo que puede significar ya sea como en la versi�n autorizada, o "me deleit� continuamente", es decir, puede significar

(1) o bien que Dios se complaci� con la sabidur�a que mostr� su ejecuci�n, vio que era muy buena ( G�nesis 1:4, etc.), mir� con deleite al Hijo amado en quien estaba complacido ( Mateo 3:17, etc.); o

(2) puede significar que la Sabidur�a misma se regocij� en su poder y su trabajo, se regocij� al dar efecto a la idea del Creador, y as� "fundar la tierra" ( Proverbios 3:19). Vulgata, delectabar por singulos muere. La Septuaginta adopta el primero de estos puntos de vista, "Yo era aquello en lo que �l se deleitaba". Pero la segunda interpretaci�n parece m�s adecuada, ya que el p�rrafo establece m�s bien lo que la Sabidur�a es en s� misma que lo que era a los ojos de Jehov�. Lo que sigue es un paralelo. Regocij�ndose siempre delante de �l; Vulgate, ludens coram eo omni tempore, como si el trabajo de la creaci�n fuera un deporte y un pasatiempo de unas felices vacaciones. La expresi�n pretende denotar la facilidad con la que se realizaron las operaciones y el placer que produjo su ejecuci�n. David usa la misma palabra, hablando de su baile ante el arca, cuando dice. "Por lo tanto, jugar� ante el Se�or" ( 2 Samuel 6:21; comp. Proverbios 10:23).

Proverbios 8:31

Regocij�ndose en la parte habitable de su tierra. La sabidur�a declara que ella se deleita principalmente, a saber. en el mundo como habitaci�n de criaturas racionales. "Y Dios vio todo lo que hab�a hecho y, he aqu�, fue muy bueno" ( G�nesis 1:31); comp. Salmo 104:31, y vea el elocuente relato de la Sabidur�a en el libro llamado (Sab. 7: 22-8: 1). Mis delicias fueron con los hijos de los hombres. Hombre, hecho a imagen de Dios. es el objeto principal del placer de la Sabidur�a creativa; y su alegr�a se cumple solo en la Encarnaci�n. Cuando la Palabra se hizo carne, se exhibi� el fin y el dise�o de la creaci�n, y el amor infinito de Dios hacia el hombre se hizo visible y palpable. Septuaginta, "Porque se regocij� cuando complet� el mundo (??? ??????????), y se regocij� en los hijos de los hombres".

Proverbios 8:32-20

La sabidur�a renueva la exhortaci�n antes de ser dada. El texto del Vaticano de la Septuaginta omite este verso; se agrega en el alejandrino y el pecado.

Proverbios 8:34

Mirando diariamente a mis puertas. La idea sugerida ha sido tomada de diversas maneras; p.ej. como el de estudiantes ansiosos esperando en la puerta de la escuela la aparici�n de su maestro; clientes que asedian los portales de un gran hombre; Levitas custodiando las puertas del templo; un amante en la puerta de su amante. Esta �ltima noci�n es apoyada por Sab. 8: 2, "La amaba y la busqu� desde mi juventud; deseaba convertirla en mi esposa, y era amante de su belleza". Esperando en los postes de mis puertas; manteni�ndose cerca de la entrada, para estar seguro de no extra�arla a quien anhela ver.

Proverbios 8:35

Porque el que me encuentra, halla la vida. Aqu� est� la raz�n por la cual el hombre es bendecido y atiende las instrucciones de la Sabidur�a. Se hace una promesa similar en Proverbios 3:16, Proverbios 3:18, Proverbios 3:22. La verdad aqu� enunciada tambi�n se habla o la Palabra de Dios, el Hijo eterno del Padre. Juan 1:4, "En �l estaba la vida; y la vida era la luz de los hombres;" Juan 3:36, "El que cree en el Hijo tiene vida eterna"; Juan 17:3, "Esta es la vida eterna, para que te conozcan a ti, el �nico Dios verdadero, y al que t� enviaste, a Jesucristo" (comp. Joh 8:51; 1 Juan 5:12; Eclesiast�s 4:12). Obtendr� el favor del Se�or; Vulgate, hauriet salutem, que felizmente representa el verbo hebreo ( Proverbios 12:2). La gracia de Dios trae salvaci�n ( Tito 2:11). Septuaginta: "Para mis salidas (??????) son las salidas de la vida, y el Se�or prepara la voluntad (??? ??????????? ??????? ???? ??????)". Los padres usaron esta �ltima cl�usula, especialmente en la controversia pelagiana, para demostrar la necesidad de la gracia preveniente.

Proverbios 8:36

El que peca contra m�, perjudica su propia alma. Entonces Septuaginta y Vulgata. Y la verdad es obvia: el que se niega a obedecer la Sabidur�a y transgrede sus sanas reglas, lo sabr�. Todo pecado implica castigo, da�a la vida espiritual y exige satisfacci�n. Pero Delitzsch y otros toman ???????, "mi pecador", "mi pecador", en el sentido m�s antiguo de "desaparecido", como Job 5:24, el significado derivado de "pecar" que surge naturalmente de la idea de desviarse del camino correcto o no dar en el blanco. As� que aqu� la traducci�n ser� "el que me echa de menos", que es un buen contraste con "el que me encuentra", del vers�culo 35. El que toma un camino que no conduce a la sabidur�a es culpable de suicidio moral. Todos los que me odian aman la muerte ( Proverbios 7:27). "El que no cree al Hijo no ver� la vida; pero la ira de Dios permanece sobre �l" ( Juan 3:36). Aquellos que no escuchar�n a la Sabidur�a, y que despreciar�n sus consejos, aman virtualmente la muerte, porque aman las cosas y las pr�cticas que conducen a la muerte, temporal y espiritual Job 12:10, "Los que pecan son enemigos a su propia vida "(comp. Sab. 1:12).

HOMIL�TICA

Proverbios 8:5

Sabidur�a para lo simple

Podemos dividir lo simple en tres clases.

1. Hay quienes se creen sabios mientras son tontos: no hay esperanza para eso.

2. Hay personas que no fingen la sabidur�a, pero que han elegido la locura, y son bastante indiferentes a los reclamos y los encantos de la sabidur�a.

3. Hay buscadores ansiosos de sabidur�a, que sienten su actual ignorancia e incompetencia con angustia aguda, y anhelan estar entre los sabios, pero desesperados por alcanzar el c�rculo privilegiado. La primera clase se negar� a creer que el llamado de la sabidur�a es para ellos, pero para los otros dos puede tener efecto.

I. EL SIMPLE NECESITA SABIDUR�A. Esta reflexi�n deber�a referirse a la segunda clase: aquellos que hasta ahora han despreciado y rechazado la sabidur�a.

1. La sabidur�a es una alegr�a. Incluso el placer es rechazado en la renuncia a la verdad, el conocimiento, el pensamiento, la visi�n de Dios y la revelaci�n de su voluntad. La mente estrecha es una mente oscura, y cuando la luz de Dios entre en ella se ver� que muchas nuevas delicias de conocimiento y alegr�as de la verdad Divina, que se han perdido por mucho tiempo, ahora se pueden recibir felizmente.

2. La sabidur�a es una salvaguardia. Los hombres tropiezan en la oscuridad. Las trampas est�n preparadas para los incautos. En este gran y misterioso mundo, podemos extraviarnos f�cilmente y perdernos, tal vez quedarnos atrapados en peligros temerosos para el alma. Es mucho conocer el camino, conocernos a nosotros mismos, conocer nuestros peligros, conocer la voluntad de Dios y c�mo tener su ayuda de gu�a y salvaci�n.

3. La sabidur�a es vida. El alma tonta est� medio viva, y est� en camino a la destrucci�n. El mero conocimiento en s� mismo es una vida intelectual libre, y el ejercicio del pensamiento en la aplicaci�n pr�ctica de la verdad que hemos asimilado, es decir, la sabidur�a, es una actividad viva. Es moil ;. Desafortunadamente, muchos hombres j�venes en la actualidad parecen despreciar todas las actividades intelectuales y limitar la atenci�n de sus momentos de ocio a las diversiones ociosas o, en el mejor de los casos, al atletismo. No logran ver la muerte mental que est�n cortejando. Pero infinitamente peor son los que se apartan del lado moral de la sabidur�a �el temor del Se�or� y persiguen la locura de la impiedad, porque esto es la muerte del alma.

II LO SIMPLE PUEDE TENER VENTANA. Aqu� est� el est�mulo para la tercera clase de lo simple. Es para ni�os, para mentes d�biles y para personas sin educaci�n.

1. La mejora mental es alcanzable. Donde hay voluntad de levantarse, el joven en las circunstancias m�s desfavorables encontrar� los medios para cultivar la autoeducaci�n.

2. La sabidur�a m�s elevada es espiritual. Esta sabidur�a no es como la filosof�a griega, solo est� abierta a la cultura intelectual. Es la verdad de Dios la que se puede reenviar a "beb�s y lactantes" ( Mateo 21:16), y sin embargo, es la verdad m�s elevada. Para ser espiritualmente sabios necesitamos. No ser mentalmente inteligente. Lo que se quiere es un amor sincero a la verdad, un coraz�n puro y una ense�anza infantil.

3. El evangelio trae sabidur�a a lo simple. Ese evangelio fue burlado por su aparente simplicidad. Sin embargo, fue de hecho la sabidur�a y el poder de Dios ( 1 Corintios 1:24). Cristo viene a nosotros como la eterna Sabidur�a encarnada. Los simples pueden conocerlo, y cuando tales reciben a Cristo, reciben la Luz del mundo y una sabidur�a m�s elevada que la que alcanzaron los sabios de la antig�edad o que pueden alcanzarse a la fr�a luz de la ciencia.

Proverbios 8:9

Palabras simples

Las palabras de sabidur�a se describen aqu� como "palabras simples". Se ha abusado de esta expresi�n con tanta frecuencia que es casi tan importante ver lo que no significa como considerar lo que significa.

I. LO QUE LA EXPRESI�N NO SIGNIFICA.

1. Falta de gracia. El arzobispo Whately ha se�alado un error derivado de la confusi�n de dos significados del t�rmino "simple", pero a menudo se repite. "Simple" significa suave, simple, f�cil, inteligible; "simple" tambi�n significa desnudo, sin adornos, no hermoso. Los dos significados son bastante distintos. Pero algunos han pensado que un serm�n simple debe ser un serm�n que quiera con toda gracia de estilo y belleza de ilustraci�n. Este es un uso inapropiado de la palabra "simple". Las palabras de Cristo eran claras, es decir, claras y simples; Sin embargo, eran muy hermosas y llenas de ilustraciones vivientes. El deber de ser claro no es excusa para la descuido del habla.

2. Debilidad intelectual. Algunas personas insisten en tener un "evangelio simple" de tal manera que uno piense que condenar�a todo vigor de pensamiento. Olvidan que la ense�anza de San Pablo, que tanto admiran, estaba repleta de la m�s alta intelectualidad, y que �l consideraba la verdad del Cristo crucificado como la sabidur�a de Dios, y solo como falsamente confundida con la necedad de los griegos. Es el encanto del pensamiento m�s elevado que puede simplificar las dificultades. A veces fallamos en detectar el gran poder intelectual de un escritor solo porque esto ha sido tan perfecto como para disfrazar todo esfuerzo y dejar en claro el resultado de los procesos de pensamiento; mientras que los intentos laboriosos de las mentes m�s d�biles nos inducen a confundir la oscuridad con la profundidad. Cualquier tema parece simple en manos de un maestro.

3. La groser�a y la ofensiva. Las personas desagradables tienen la virtud de ser claras cuando son realmente duras y desconsideradas. No hay crueldad en las simples palabras de la Biblia. El maestro cristiano debe recordar las advertencias: "S� lamentable, s� cort�s".

II QU� SIGNIFICA LA EXPRESI�N

1. Significa que las palabras de sabidur�a son inteligibles. El primer objeto de revelaci�n, por supuesto, es revelar. El primer objeto del discurso es declarar pensamientos. Es la negligencia de este simple punto lo que ha dado una excusa para el sarcasmo de que "las palabras fueron inventadas para ocultar pensamientos". El primer deber del orador es ser claro. Despu�s puede ser adornado si lo desea. Pero cuando las decoraciones del discurso gravan su libre movimiento y evitan que logre sus fines pr�cticos, son en conjunto obst�culos. Y cuando el poder intelectual se desperdicia en una simple exhibici�n de su propio ejercicio, o se limita a inventar dificultades y oscurecer lo que originalmente era claro y simple, esto tambi�n est� mal dirigido. La sabidur�a divina de la Biblia dice ser inteligible. Es cierto que muchas personas encuentran. grandes dificultades en sus p�ginas, y todos debemos confesar que no deben medirse ni sonarse por completo. Pero

(1) los que se acercan a ellos de una manera correcta, teniendo una mente espiritual, tan necesaria para el discernimiento de las cosas espirituales, podr�n comprender las verdades principales y m�s importantes del cristianismo; y

(2) cualquier disputa que pueda surgir sobre el significado de las doctrinas m�s abstractas, las instrucciones del deber y las indicaciones de las cosas que debemos hacer para el bienestar de nuestra alma son claras; de hecho, la oscuridad de los temas religiosos var�a proporcionalmente con su abstracci�n, con su separaci�n de nuestra vida y nuestro deber.

2. Significa que las palabras de sabidur�a indican un curso de acci�n simple, triste y simple. Tienen "raz�n" o, m�s bien, "son directos para aquellos que encuentran conocimiento". No estamos llamados a ning�n curso de acci�n complicado. Las complejidades de la casu�stica no se encuentran en el Libro de Proverbios ni en ning�n otro lugar de la Biblia. El camino del deber es simple y directo.

Proverbios 8:13

Odio al mal

I. LA RELIGI�N INCLUYE MORALES. Esta es la amplia lecci�n del texto. Debe ser aceptado como un obvio obvio. Sin embargo, a menudo ha sido oscurecido por sofismas peligrosos. Por lo tanto, algunos han considerado que la religi�n consiste en la correcci�n del credo o en la asiduidad de la devoci�n: las cosas tratadas por Dios como sin valor a menos que est�n acompa�adas de justicia de conducta ( Isa�as 1:10). Existe la impresi�n com�n de que los m�ritos religiosos pueden alegarse como una compensaci�n contra las deficiencias morales. Ninguna suposici�n puede ser m�s falsa, ni ninguna puede ser m�s degradante o m�s perjudicial. Lo contrario es cierto. La religiosidad aumenta la culpa de la injusticia de la vida al elevar el est�ndar seg�n el cual se supone que uno debe vivir, y tambi�n agrega el pecado de hipocres�a. La verdadera religi�n es imposible sin una devoci�n proporcional a la justicia. porque consiste en el temor de Dios. Pero Dios es santo; reverenciarlo debe implicar la adoraci�n de su personaje: el amor a la bondad y la correspondiente detestaci�n de su opuesto.

II LA RELIGI�N INSPIRA MORALES CON FUERTE EMOCI�N. La moral es obedecer la ley. La religi�n va m�s all� y odia el mal. No es solo una cuesti�n de conducta externa. Se reduce a los resortes secretos de la acci�n. Despierta las pasiones m�s profundas del alma. No podemos aceptar la definici�n de religi�n del Sr. M. Arnold como "moralidad tocada por la emoci�n", porque ignora el fundamento de la religi�n en "el temor del Se�or", en la devoci�n a un Dios personal; pero la frase puede servir como una descripci�n adecuada de una caracter�stica esencial de la religi�n. La dificultad que todos sentimos es que, si bien sabemos la mejor manera, a menudo somos tan d�biles como para elegir lo peor. Una exposici�n fr�a y desnuda de la moral ser� de poca utilidad con esta dificultad. Lo que queremos es un impulso poderoso, y ese impulso es la funci�n de la religi�n para suministrar. Hace que la bondad no solo sea visible sino hermosa y atractiva, e inspira hambre y sed de justicia, una pasi�n por una vida como la de Dios en el amor de Dios, un anhelo por la semejanza de Cristo en la devoci�n de coraz�n hacia �l. Tambi�n hace que el mal parezca horrible, detestable, por su horrible oposici�n a estos afectos.

III. ENTRE EMOCIONES RELIGIOSAS ES LA PASI�N DE LOS ODIOS. La religi�n no se basa en el odio. Comienza con "el temor del Se�or", con reverencia a Dios que se eleva al amor. Ninguna cosa fuerte puede descansar en una mera negaci�n. Ni la moralidad ni la religi�n parten de una actitud con respecto al mal. Pero conducen a esto, y no son perfectos sin �l. La pasi�n del odio es natural; tiene un lugar �til, aunque bajo, en el conjunto de fuerzas espirituales. Se abusa de �l cuando se gasta en personas, pero se le da derecho a los malos principios y pr�cticas. Somos moralmente defectuosos a menos que podamos sentir "el odio del odio y el desprecio del desprecio". Uno de los medios por los cuales se nos ayuda a resistir el pecado se encuentra en este odio hacia �l. No es suficiente que lo desaprobemos. Debemos detestarlo y aborrecerlo desde el fondo de nuestros corazones.

IV. EL ODIO RELIGIOSO ES LA DETESTACI�N DEL MAL MISMO, NO EL M�S AUSENTE DE SUS CONSECUENCIAS. Cuando Paley, en su 'Filosof�a moral', describi� la funci�n de la religi�n para ayudar a la moralidad como la adici�n de la posibilidad de futuras recompensas y promesas, expres� una verdad de sentido com�n, pero una verdad muy baja separada de ideas m�s espirituales y muy Representaci�n parcial del caso. La moral religiosa no es simplemente ni principalmente el temor de Dios como Juez que nos castigar� si hacemos algo malo. Es reverencia por un Santo Padre que conduce al odio de todo lo que le desagrada. No tenemos religi�n hasta que vayamos m�s all� de la aversi�n instintiva por el dolor que sigue al pecado al odio del pecado mismo. Esta es la prueba de la verdadera religi�n: que amamos la bondad y odiamos el mal por su propio bien. Es interesante observar que el pecado seleccionado para el aborrecimiento especial por parte de aquellos que est�n inspirados por "el temor del Se�or" es el orgullo. Esta es la maldad espiritual del personaje m�s fatal. En su sentimiento de m�rito personal y autosuficiencia, excluye tanto el arrepentimiento como la fe, las dos condiciones fundamentales de la religi�n espiritual. Por lo tanto, el esp�ritu del fariseo y todo orgullo deben ser odiados por encima de todas las cosas, y ser�n odiados por aquellos que tienen una verdadera reverencia por el Dios grande y santo, y un verdadero amor por el humilde Cristo que prometi� el reino de los cielos a los "pobres". en esp�ritu "( Mateo 5:3).

Proverbios 8:17

La bendici�n de amar y buscar a Cristo

La sabidur�a est� aqu� personificada. Este es solo el comienzo de un proceso que crecer� a trav�s de las eras posteriores, manifest�ndose en los Libros de Sabidur�a y Eclesi�stico, y finalmente desarroll�ndose en la doctrina del "Logos" y la gran revelaci�n de Cristo como la Palabra encarnada de Dios. No debemos pretender ver el pensamiento perfeccionado en su primer germen. La primera personificaci�n de la sabidur�a es poco m�s que una figura ret�rica, una instancia de los ricos h�bitos imaginativos del pensamiento oriental. Sin embargo, sabemos que Cristo es la encarnaci�n plena y viva de la sabidur�a de Dios. Lo que es verdad de esa sabidur�a es verdad de �l. Y, por lo tanto, aunque el escritor de las palabras que ten�amos ante nosotros no pensaba en Jesucristo, el Hijo de Dios y el Hijo del hombre, su ense�anza sobre la sabidur�a divina puede ser m�s �til cuando la conectamos con la revelaci�n perfecta de la sabidur�a en nuestro Salvador .

I. AMOR POR AMOR.

1. El amor a Cristo debe preceder a un conocimiento profundo de Cristo. Amamos antes de buscar y encontrar. Por supuesto, debemos saber algo de �l para despertar nuestro amor; pero cuando se alcanza este conocimiento inicial, el Amor debe tener su trabajo perfecto antes de que el conocimiento pueda madurar.

2. El amor a Cristo debe basarse en lo que es amable en �l. La sabidur�a es bella y atractiva, y puede excitar el amor. �Cu�nto m�s, entonces, deber�a la encarnaci�n de la Sabidur�a en nuestro hermano hacer esto! La contemplaci�n de la hermosa vida de Cristo y el estudio de su car�cter perfecto nos instan a amarlo; pero seguramente lo que ha hecho por nosotros, su sacrificio de s� mismo, su muerte en nuestro nombre, debe ser nuestro principal motivo para amarlo.

3. Este amor a Cristo se encontrar� con su amor a cambio. Es cierto que su amor precede al nuestro, no, que es la gran fuente de nuestro amor. Pero

(1) no se siente y se disfruta hasta que se devuelve, de modo que parece volver a surgir como una respuesta a nuestro amor; y

(2) debe haber un amor m�s fuerte, m�s tierno, m�s �ntimo para aquellos que lo aprecian que lo que se puede dar a los dem�s. Cristo amaba a todos los hombres, pero no como amaba a San Juan. Los cristianos que aman a Cristo disfrutan de su peculiar amor.

4. Ser amado por Cristo es la mejor recompensa de amarlo. El verdadero amor est� satisfecho con nada menos que un retorno del amor, pero est� satisfecho con esto. Si no tenemos nada m�s, tenemos una perla de gran precio en el amor de Cristo. Entonces podemos darnos el lujo de perder todas las cosas buenas terrenales, podemos contarlas excepto esti�rcol, para que podamos ganar a Cristo.

II ENCONTRANDO PARA BUSCAR.

1. Debemos buscar a Cristo si lo poseemos. Se ofrece a todos como Salvador y Maestro. Pero debe ser seguido y encontrado. Nuestro amor hacia �l ser� la gran atracci�n que nos acercar� a �l.

2. La b�squeda de Cristo debe ser seria para que tenga �xito. No responder� una llamada a medias. Hasta que lo busquemos con determinaci�n, realidad, persistencia, no encontraremos respuesta. Debemos buscarlo ante todas las cosas, debemos hacer de Cristo el principal fin de la vida.

3. Esta b�squeda sincera ser� recompensada al recibir a Cristo. La sabidur�a viene al que busca laboriosa y pacientemente; mucho m�s la Sabidur�a encarnada, la Sabidur�a con un coraz�n para simpatizar. Tal respuesta ser� la mejor recompensa de buscar. Mejor que cualquier cosa que Cristo pueda enviarnos ser� su propia venida a morar en nuestros corazones. Esta ser� la satisfacci�n de la investigaci�n ansiosa en una respuesta completa, la bendici�n del amor con amor y la comuni�n cercana.

Proverbios 8:22-20

La gloria primigenia de la sabidur�a divina.

I. LA MAYOR SABIDUR�A ES CREADA POR DIOS. "El Se�or me cre� como el primero de su camino". Esta idea fue sugerida a los griegos en el mito de Atenea, que surgi� de la cabeza de Zeus. Es la forma po�tica de la gran verdad de que Dios es el Creador de los pensamientos y de las cosas; y sugiere que �l no solo cre� las inteligencias individuales, sino que origin� las leyes y condiciones primarias de toda inteligencia, as� como orden� las leyes de la naturaleza y las condiciones de la existencia f�sica, as� como las rocas, plantas y animales que posteriormente se crearon.

II LA SABIDUR�A DIVINA ERA ANTECEDENTE A LA CREACI�N DE MATERIAL. "Fue forjado desde la eternidad, desde el principio, o siempre fue la tierra". El pensamiento precede a la acci�n, el dise�o anticipa la ejecuci�n. El arquitecto viene antes que el constructor. Las ideas arquet�picas preceden al trabajo creativo. En las terribles profundidades de la antig�edad primitiva, el gran Pensador elabor� ??los planes del universo que, como gran Trabajador, ha sido desde su evoluci�n en existencias visibles.

III. SABIDUR�A ACOMPA�ADA Y DIRIGIDA CREACI�N F�SICA. "Estuve junto a �l como un maestro trabajador". La sabidur�a no ces� cuando apareci� la fuerza. Los dos forjados juntos. El resultado de su operaci�n conjunta es el cosmos energ�tico: la fuerza y ??el pensamiento triunfando sobre la muerte y el caos. Cuando nos esforzamos por descubrir los secretos de la naturaleza, estamos buscando la sabidur�a de Dios. Cuando aprendemos las leyes y procesos de la naturaleza, podemos pensar los pensamientos de Dios. El naturalista debe caminar con reverencia, porque est� siguiendo los pasos de la mente de Dios. Debe ser nuestro objetivo al estudiar la naturaleza encontrar a Dios en su sabidur�a.

IV. LA DIVINA SABIDUR�A EN LA CREACI�N LLEVA AL TRIUNFO DE LA VIDA Y EL ORDEN. Primero est� la confusi�n de los elementos. Gradualmente, estos elementos se ordenan hasta que la Sabidur�a pueda "regocijarse en su mundo terrenal". El movimiento hacia adelante de todas las cosas aqu� indicadas e ilustradas muy completamente por la ciencia reciente revela la sabidur�a de Dios con una claridad cada vez mayor. En lugar de pensar que esa sabidur�a se manifiesta principalmente en la creaci�n primitiva, deber�amos ver que es m�s activa y m�s gloriosa en el �ltimo y m�s rico desarrollo de la vida del universo.

V. ESTA SABIDUR�A ES UNO DE LOS ATRIBUTOS DIVINOS M�S GLORIOSOS. Dios tiene gloria de pensamiento y gloria de car�cter. Debe haber todas las fases de perfecci�n en la Mente perfecta. Dios no solo debe ser considerado del lado de la ley moral y el culto religioso. Es el gran matem�tico, arquitecto, fil�sofo, poeta. Nuestros pensamientos de Dios son demasiado "eclesi�sticos". Dios no solo est� en la iglesia. �l est� mucho en los campos. Tiene sus talleres y sus templos; No, son sus mejores templos. Tratemos de encontrarlo en el pensamiento y el trabajo "seculares", y adoremos m�s por la sabidur�a que se ve en su "mundo terrenal".

Proverbios 8:29

El decreto del mar

Vivimos bajo el reinado de la ley. Este hecho se considera la revelaci�n tard�a de la ciencia moderna. Pero est� incrustado en la ense�anza del Antiguo Testamento. All� vemos que las leyes de la naturaleza, que no son m�s que los caminos de Dios en la tierra, se reconocen como fijas y estables. Pero la Biblia nos ayuda de dos maneras a examinar esas leyes. Primero, los remonta a su origen en un testamento personal. Estos no son simplemente canales de una fuerza ciega. Son decretos de una autoridad. En segundo lugar, nos ense�a a creer que son buenos, sabiamente dirigidos y que tienden a la justicia. Vienen de una fuente sabia, santa, justa y benevolente. El decreto del mar tiene un significado especial.

I. Tiene un vasto dominio. El mar cubre tres partes de la superficie del globo. Ligas sobre leguas de expansi�n del oc�ano ruedan alrededor de la tierra con cada marea. El mar es profundo y esconde en sus numerosas aguas innumerables criaturas vivientes. Las tormentas temerosas que barren su superficie cuentan historias tristes de su fuerza m�s que gigante. Aqu� estamos cara a cara con un poder de la naturaleza espantoso. Sin embargo, ese poder est� bajo la ley. El decreto de Dios lo rodea, y su mano lo controla con un poder irresistible. El mar es grande, pero Dios es m�s grande; fuerte, pero Dios es m�s fuerte. Mientras observamos el temible poder y la majestad del oc�ano, estamos llamados a inclinarnos ante el Poder infinitamente mayor que sostiene sus aguas en el hueco de su mano. Si temblamos ante su terror, podemos recordar que no es m�s que el esclavo inanimado de nuestro Padre en el cielo.

II EST� ASEGURADO EN EL MISTERIO. Los hombres han descubierto algunas de las leyes de mareas, corrientes, tormentas, etc. Sin embargo, el oc�ano sigue siendo, en muchos aspectos, un gran misterio. �Qu� cavernas se esconden debajo de sus aguas oscuras? �Qu� monstruos de lo profundo a�n pueden eludir el alcance de la observaci�n del hombre? �Qu� terrores secretos pueden estallar en su asombrada mirada? Aqu� hay de hecho un misterio. Sin embargo, todo esto es conocido por Dios, gobernado por Dios, sujeto a su ley, humildemente obediente a su decreto. Dios gobierna sobre todos los misterios del universo.

III. GOBIERNA EL CAMBIO. El mar es el s�mbolo de la inconstancia y el enga�o, hoy liso como un espejo, "calma verde debajo, tranquilidad azul arriba" (Whittier); ma�ana un caos negro y sacudido por la tormenta. Sus olas inquietas nunca dejan de arrastrarse de un lado a otro en el d�a m�s tranquilo; sus mareas siempre est�n bajando y fluyendo. Sin embargo, obedece la ley. Hay leyes de cambio, como en la noche y el d�a, las estaciones, etc. Dios gobierna sobre todas las vicisitudes de la vida. El cambio no significa casualidad.

IV. ANULA LA CONFUSI�N. El decreto de Dios no previene la tempestad, pero la tempestad misma obedece la ley de Dios. La salvaje e invernal p�rdida de aguas, salpicada de espuma y fregada con olas furiosas, est� todo bajo la ley y el orden. As� es en la vida. Dios no previene problemas; pero lo anula y limita su alcance.

Este decreto del mar es t�pico del gobierno divino de lo que parece m�s tumultuoso y sin ley en la vida. Apl�quelo con los cuatro puntos: inmensidad, misterio, cambio y confusi�n.

(1) a circunstancias terrenales;

(2) al oc�ano de la vida humana;

(3) al alma, ese mar de muchas tormentas.

Proverbios 8:30

La gloria preeminente de Cristo

Esto se afirma de la sabidur�a, y la sabidur�a en los Proverbios es siempre una abstracci�n, un atributo de Dios o una gracia conferida al hombre. Por lo tanto, tenemos la imagen altamente imaginativa de una cierta calidad de pensamiento descrita como un favorito personal en la presencia celestial. Pero seguramente no es necesario que descansemos con esta idea. El Nuevo Testamento no puede estar fuera de nuestras mentes cuando leemos el Antiguo. No pas� mucho tiempo antes de que los jud�os aprendieran a personificar la sabidur�a, y cuando Cristo apareci�, se dio cuenta en su propia Persona de lo que previamente se hab�a atribuido a una cualidad abstracta. Cristo es "la Verdad" ( Juan 14:6) y "la Sabidur�a de Dios" ( 1 Corintios 1:24). Su preexistencia es afirmada por �l mismo ( Juan 8:58) y reiterada por sus ap�stoles (por ejemplo, Colosenses 1:16). Podemos, entonces, pensar en Cristo encarnando esta sabidur�a de Dios en las terribles eras del pasado, y ver cu�n verdaderamente se aplica lo que aqu� se predica de sabidur�a a aquel en quien habitaba esa sabidur�a.

I. LA SABIDUR�A EN CRISTO ESTABA CON DIOS. "Estaba por �l".

1. La sabidur�a siempre estuvo con Dios, siempre a su mano derecha. Nunca hubo un momento en que Dios actu� a ciegas, imperfectamente, sin plena conciencia. No tenemos fundamento para pensar en un caos sin ley previo al ejercicio de la sabidur�a y el poder divinos en la creaci�n. Incluso cuando el mundo estaba "sin forma y vac�o" ( G�nesis 1:2), el sabio pensamiento de Dios lo presidi�. La mente de Dios no creci� como la nuestra, desde la simplicidad infantil. �l siempre fue completamente Dios.

2. Cristo fue igualmente eterno con Dios. "La Palabra estaba con Dios" ( Juan 1:1). Cuando vino a nuestra tierra, sali� de Dios. Su condescendencia se vio en esto, que dej� su lugar por la mano derecha de su Padre y baj� a vivir con hombres.

II LA SABIDUR�A EN CRISTO FUE PREOCUPADA POR LA CREACI�N.

1. Dios hizo el universo con sabidur�a. Lleva la impresi�n del pensamiento. Profundos prop�sitos lo han impregnado. La creaci�n es una par�bola de ideas infinitas.

2. Dios cre� todas las cosas a trav�s de Cristo. "Por quien hizo los mundos" ( Hebreos 1:2). Por supuesto, la humanidad de Jes�s no exist�a entonces. Pero el lado Divino de nuestro Se�or no solo era eterno; incluso estaba directamente activo. Por lo tanto, hay un esp�ritu de Cristo en la naturaleza.

III. LA SABIDUR�A ES CRISTO FUE LA DELICIACI�N DIARIA DE DIOS.

1. Dios se regocija por su trabajo, como artista por lo bello que su mano ha creado de acuerdo con el sue�o de su coraz�n. "Dios vio que era bueno" ( G�nesis 1:10). El pensamiento que est� en la obra de Dios es su deleite especial. No le importan las meras exhibiciones de fuerza bruta. El ama la sabidur�a.

2. Dios se regocija por Cristo. Entonces Cristo es el "Hijo amado" de Dios ( Mateo 3:17). Hay momentos en que lamentamos a nuestro Padre, aunque en otras estaciones puede sonre�rnos. Pero Cristo siempre habit� bajo la sonrisa de su Padre, un deleite diario, regocijado por su sabidur�a y el uso sagrado y amable que hizo de ella.

IV. CRISTO, POR SU SABIDUR�A, SE ESTABA ALEGRANDO SIEMPRE ANTES DE DIOS. La sabidur�a es una fuente de alegr�a. La sabidur�a dedicada a Dios es doblemente alegre. Cristo tuvo un antiguo gozo ( Juan 15:11). Dej� un hogar feliz para venir a nosotros. La palabra para esta alegr�a es "deportiva". �Hay humor en la naturaleza? �Puede haber en el cielo esas alegr�as m�s inocentes y ligeras que componen gran parte de la alegr�a de los ni�os en la tierra? �Por qu� Cristo deber�a haber sido siempre solemne?

Proverbios 8:35, Proverbios 8:36

Vida y favor con Dios

Es com�n ver este y otros pasajes similares aplicados directamente a la posesi�n del alma de Dios, o a la fe cristiana especial en Jesucristo. Ahora, es bastante cierto que tenemos aqu� en germen lo que conducir� a esas experiencias. Pero aparte del error de ignorar la distinci�n entre la verdad elemental y su pleno desarrollo, hay una consideraci�n pr�ctica que a menudo se pasa por alto. Se cree que es una buena pol�tica "cristianizar" estos pasajes del Antiguo Testamento; es decir, se cree que, por lo tanto, son los m�s rentables. En este terreno bajo, incluso se puede dar una respuesta: se puede demostrar que la pol�tica es mala. La idea m�s cristiana es verdadera en s� misma. Pero se expresa con suficiente claridad en el Nuevo Testamento. No obtenemos luz nueva, por lo tanto, si logramos verla aqu�. Simplemente repetimos una lecci�n que hemos aprendido en otra parte. Pero si tomamos el significado m�s literal de las palabras, entonces, aunque el pensamiento que se nos da puede no ser tan exaltado ni tan valioso como el pensamiento cristiano perfeccionado, puede tener un valor y un uso propios, y por lo tanto puede agregar algo as� como nuestro conocimiento de las cosas Divinas, una adici�n que no deber�amos tener si leemos las palabras como una mera repetici�n de lo que ya hab�amos aprendido en otra parte, por mucho m�s importante que pueda ser otra lecci�n. El Nuevo Testamento nos ense�a que tenemos vida en Cristo. Los que tenemos esa revelaci�n posterior y m�s completa ganamos poco o nada leyendo la misma verdad en el Libro de Proverbios. Que la vida se encuentre en la sabidur�a divina puede ser un pensamiento valioso. Pero es un pensamiento distinto y, por lo tanto, una adici�n a nuestro conocimiento; y como tal deber�a ser espiritualmente �til para nosotros. Por esta raz�n, aunque puede ser perfectamente leg�timo para nosotros mostrar c�mo las palabras de nuestro texto presagian las grandes verdades del cristianismo, puede ser m�s rentable para nosotros mantener su significado simple y ver c�mo se recibe la vida y el favor divino. a trav�s del hallazgo de la sabidur�a divina.

I. QU� SIGNIFICA ENCONTRANDO SABIDUR�A DIVINA.

1. No es el mero conocimiento de la doctrina religiosa. Muchos tienen esto, y sin embargo extra�an la vida eterna. Podemos conocer la Biblia sin conocer a Dios.

2. No son los resultados de alguna intuici�n rara, ni los logros de un esfuerzo intelectual elaborado; No es la visi�n de lo m�stico ni el secreto de lo gn�stico. Para esta sabidur�a se ofrece repetidamente a los simples con una invitaci�n m�s general (por ejemplo, vers�culos 4, 5).

3. Encontrar la sabidur�a Divina es llegar al conocimiento de Dios en la medida en que esto afecte nuestra propia conducta, conocer su disposici�n hacia nosotros, su voluntad con respecto a nuestra conducta, la forma de vida a la que nos llama; es adem�s conocer tanto los caminos y los pensamientos de Dios como para poder ponerlos ante nosotros como un patr�n, y as� embeber parte de la gran sabidur�a primitiva descrita en los vers�culos anteriores; por �ltimo, es establecer estos pensamientos en relaci�n con la pr�ctica y hacer que el conocimiento de las cosas divinas sea la regla de la vida.

II C�MO RESULTAN LA VIDA Y EL FAVOR DE DIOS DE LA CONCLUSI�N DE LA SABIDUR�A.

1. La vida.

(1) En esta sabidur�a vemos el camino a la vida, esa vida que es para los cristianos aqu� en la tierra, as� como en el m�s all� la vida eterna.

(2) La �nica vida que vale la pena vivir es aquella que se vive con pensamientos de Dios y objetivos dirigidos por el conocimiento de Dios. La vida eterna consiste en este conocimiento de Dios.

2. El favor de Dios. Dios est� complacido con nosotros en la medida en que caminamos en sus caminos. La sabidur�a divina solo puede dirigirnos correctamente, para que podamos agradar a Dios. Pero el h�bito de la mente que consiste en pensar en pensamientos Divinos y en desear e intentar cumplir los prop�sitos de la sabidur�a Divina debe ser agradable a Dios.

"Los de mente baja que quieren inteligencia; para Dios mismo, para la sabidur�a, la mayor�a es alabado, y los hombres para Dios son, por lo tanto, los m�s elevados".

(Spenser)

III. C�MO RESULTAN LA LESI�N Y LA MUERTE DE LA P�RDIDA DE ESTA SABIDUR�A. "El que me echa de menos", etc.

1. Los males comunes de la vida conducir�n a nuestra ruina a menos que seamos salvos por medios superiores. El viajero que rechaza la gu�a puede parroquiar en los peligros de su camino; El paciente que desobedece al m�dico puede morir de su enfermedad. Nos arruinaremos en pecado "si descuidamos una salvaci�n tan grande".

2. El rechazo de la sabidur�a divina es en s� mismo un pecado fatal. Es nuestro deber escuchar su voz. Si nos negamos a hacer esto, sufriremos como castigo por nuestra desobediencia voluntaria al mensaje del Cielo.

HOMILIAS DE E. JOHNSON

Proverbios 8:1

Proclamaci�n de la sabidur�a

Nuevamente es una personificaci�n po�tica de la verdad, de la Palabra de Dios, de la religi�n, la moral, el sentido, la prudencia; porque todos estos est�n incluidos en la concepci�n integral de la sabidur�a que se nos presenta.

I. LA PROCLAMACI�N DE LA VERDAD NUNCA HA FALLADO EN EL MUNDO. El grito es coeval con el mundo, con la conciencia del hombre. El predicador tiene una instituci�n insuperable en la antig�edad y en honor.

II EL PREDICADOR DEBE SER RESPONSABLE Y AUDIBLE POR TODOS. ( Proverbios 8:2, Proverbios 8:3.) En terreno elevado, en caminos solitarios ( Proverbios 8:2), al aire libre, en el campo y el bosque; y. ( Proverbios 8:3) en los pueblos y ciudades, en los lugares de recurso p�blico y tr�fico, en las puertas de Oriente, en el centro de las ciudades occidentales, la voz del predicador ha sido barba. Todos los maestros eminentes en los libros son verdaderamente agentes de la Sabidur�a y heraldos del reino de Dios.

III. LA SUSTANCIA DE LA PREDICACI�N VERDADERA DEBE SER LA MISMA EN CADA EDAD.

1. Es humano ( Proverbios 8:3), y por lo tanto inteligible, racional, pr�ctico.

2. Est� especialmente dirigido a la inexperiencia, a los necios y los irreflexivos (ver en Proverbios 1:4).

3. Se trata de la verdad clara y manifiesta (ver la lectura de Hitzig de Proverbios 8:6), y as� se recomienda a la conciencia de cada hombre a la vista de Dios.

4. Es desinteresado, libre de sofismas y compromisos ( Proverbios 8:7).

5. Es justo: correcto y preciso en el conocimiento de la naturaleza humana y de las cosas divinas ( Proverbios 8:8). Y as� es:

6. Aceptable e irresistible por el "coraz�n honesto y bueno" ( Proverbios 8:9) .� J.

Proverbios 8:10

Los alegatos de la sabidur�a

Ella no tiene nada nuevo que decir sobre su naturaleza, valor y bendiciones. La predicaci�n debe ser principalmente una repetici�n; la iteraci�n de lo viejo, no con la monoton�a seca y est�ril, sino con esa frescura que ofrece la comparaci�n con los hechos e ilustraciones cotidianos. Siempre surgen nuevas combinaciones de hechos para enmarcar los viejos preceptos y exponerlos. Adem�s, el amor da novedad a la vieja verdad, ya que la vieja canci�n se disfruta de los labios del �ltimo cantante dulce.

I. ELLA LLAMA A LA COMPARACI�N. ( Proverbios 8:10, Proverbios 8:11.) En comparaci�n, aumentamos y fortalecemos nuestras percepciones. En el conocimiento del hombre, los libros, el arte, la vida, la comparaci�n lo es todo. Debemos comparar la Sabidur�a con objetos materiales de los sentidos, como el oro y la plata, para que podamos verla incomparable; y cada uno de nosotros repite la elecci�n de Salom�n (comp. en Proverbios 3:14, Proverbios 3:15).

II APELA A LA ASOCIACI�N. ( Proverbios 8:12.) La sabidur�a habita con prudencia. En lenguaje moderno, lo general implica lo particular. La sabidur�a es inteligencia en general; prudencia, su apreciaci�n en casos particulares. En el modo po�tico de representaci�n, deber�amos decir que Piedad y Prudencia son hermanas, y van de la mano, hijas de la voz de Dios, como dijo Wordsworth del deber. As�, tambi�n, la Sabidur�a tiene una idea de los enigmas, los dichos oscuros y, en general, las cosas profundas de Dios (ver Proverbios 1:4).

III. DESARROLLA EL CONTENIDO DE SU CAMISETA. ( Proverbios 8:18, Proverbios 8:14.) Uno de sus muchos alias es el temor a Jehov�. Y esta es la religi�n, que incluye todas las aversiones saludables, a saber. maldad en general, y en particular asunci�n, arrogancia, malos h�bitos, discurso pervertido. En otras palabras, sus simpat�as son todas con humildad, pureza, amor y verdad. La perspicacia o percepci�n aguda y profunda es otro de sus atributos, y la fuerza (comp. En Proverbios 2:7).

V. ELLA RECLAMA AUTORIDAD SUPREMA. ( Proverbios 8:15, Proverbios 8:16.) Reyes, gobernantes, pr�ncipes, potentados, jueces, todos recibieron esos lugares y cumplieron esas funciones solo a trav�s de ella y ella. La autoridad en las pol�ticas se basa en el consentimiento o en la fuerza, o en ambos. Y estos se pueden rastrear en �ltima instancia a la raz�n, y la raz�n es la "inspiraci�n del Todopoderoso". Las excepciones no forman parte de esta representaci�n. En lenguaje moderno, decimos que el gobierno, como principio o instituto, descansa sobre una base divina �ltima. El texto dice tic menos que esto, ni dice mort.

V. ELLA EST� EN RELACI�N RECIPROCAL CON SUS SUJETOS. ( Proverbios 8:17.) Su amor est� condicionado por el amor; la conquista de ella por el cortejo. La noci�n de que podemos ser pasivos, ya sea en conocimiento o bondad, es una ilusi�n completa. Tal ilusi�n prevaleci� una vez que la doctrina de las "ideas innatas" ahora explot� en la filosof�a. Todo lo que se convierte en la parte de la cabeza o el coraz�n implica, necesita una actividad espiritual previa en nosotros. Somos ignorantes porque no aprenderemos, infelices porque no amaremos.

VI. ELLA MANDA RIQUEZA Y HONOR Y LAS AVENIDAS A ELLOS. ( Proverbios 8:18.) Riquezas, honor, bienes que se incrementan y justos "(comp. en Proverbios 3:16). El justo aqu� se aclara en los siguientes dos vers�culos; ella muestra el camino correcto para todo bien terrenal. Ella es un �rbol de la vida, y produce frutos incomparables tanto para el valor como para la abundancia ( Proverbios 8:19). Ella garantiza las posesiones a sus devotos. La conexi�n entre la riqueza justa y mundana es insisti� en. No es que sea siempre obvio. Tampoco debemos esperar que se notifiquen excepciones en la ense�anza que es desde el primero hasta el �ltimo en forma absoluta. Lo estricto de la conexi�n es lo que tenemos que reconocer; el conocimiento de su aplicaci�n completa a Todos los casos abren las relaciones de la eternidad y exigen la omnisciencia de Dios.

Proverbios 8:22-20

Sabidur�a en la eternidad y en el tiempo.

Esta visi�n sublime nos eleva inmediatamente sobre las aparentes contradicciones del tiempo, y sugiere la soluci�n de todos sus problemas en Dios.

I. ELLA ES DE LOS INICIOS DIVINOS O ELEMENTOS. ( Proverbios 8:22.) Un elemento en qu�mica es la �ltima sustancia simple que podemos alcanzar en el an�lisis. Un elemento en el pensamiento es la �ltima noci�n simple producida por la dial�ctica de la comprensi�n. La sabidur�a est� as� antes de la creaci�n visible: la tierra, el mar, las monta�as. Los versos no hacen sino repetir e iterar este pensamiento simple y sublime. De la misma manera, podemos variarlo en cualquier forma de pensamiento y expresi�n que nos sea familiar. Ella es lo Divino a priori; la l�gica de la naturaleza y el esp�ritu; el �ltimo y el primero, el fundamento de toda existencia; la raz�n eterna, la causa trascendente, el alfa y omega del alfabeto c�smico. Estamos tratando de expresar lo inexpresable, pronunciar lo indecible, definir lo indefinible, encontrar a Dios a la perfecci�n, si presionamos m�s all� de estas pobres formas de discurso e ignoramos el l�mite que separa lo conocido de lo incognoscible y la raz�n de la fe.

II LA CREACI�N PROCEDENTE DE LA DIVINA SABIDUR�A CUMPLE SU CURSO DE SABIDUR�A. ( Proverbios 8:27.) Lo que llamamos en ciencia el descubrimiento de la ley es para la religi�n la revelaci�n de la mente de Dios en el mundo y en nosotros. El cosmos se concibe aqu� bajo las formas de la imaginaci�n po�tica: los cielos y su c�rculo o b�veda extendida; las nubes como bolsas o pieles masivas; los resortes en la tierra como se ponen en movimiento por la actividad Divina directa; el mar delimitado por un fiat positivo; la tierra fijada en pilares firmes, por un acto como si fuera del Divino Arquitecto. Y luego estaba Sabidur�a a su lado como due�a del trabajo ( Proverbios 8:30), y estaba deleitado d�a a d�a ( Proverbios 8:30), "jugando delante de �l siempre; jugando en el c�rculo de la tierra, y tuve mi deleite en los hombres "( Proverbios 8:31). Una de las mejores ilustraciones de la fuerza po�tica y el sentido de este pasaje est� en la Sabidur�a de Sirach 24: "Sal� de la boca del Alt�simo, y como una neblina cubr� la tierra. Puse mi tienda en las alturas, y mi trono era como una columna de nube. La circunvoluci�n del cielo la rode� sola, y en las profundidades de los abismos camin�. En las olas del mar, y en toda la tierra, y entre cada pueblo y naci�n, estaba ocupado "(vers�culos 3-6).

III. LLAMAMIENTO Y PROMESAS DE LA SABIDUR�A, (Vers�culos 32-36.)

1. La apelaci�n. "�Esc�chame, escucha las instrucciones!" Bebe de esta primavera de la eternidad, cuyas corrientes fluyen a trav�s de todos los tramos de la naturaleza y del hombre. "�No te resistas!" resistir es oponerse a la ley de las cosas e invitar a la destrucci�n. �Que est�n ansiosos por escuchar y saber que se postular�n diariamente, se presentar�n diariamente como suplicantes o visitantes en su puerta!

2. Las promesas. La felicidad se predice repetidamente (vers�culos 32, 34). La vida en todos los sentidos, intensa y extensa (vers�culo 35). Favor con Jehov� (vers�culo 35). Y se deduce, como la noche del d�a, que el que peca contra la Sabidur�a, ya sea por negligencia o desobediencia directa, es culpable de un suicidio moral y muestra un desprecio por la vida y la felicidad, una preferencia perversa por la muerte (ver Proverbios 4:13, Proverbios 4:22; Proverbios 7:27; comp. Ezequiel 18:21) .� J.

HOMILIAS DE W. CLARKSON

Proverbios 8:1

La excelencia de la sabidur�a divina: No. 1

En estos vers�culos nos hemos retratado la excelencia superior de la sabidur�a de Dios.

I. ES AUDIBLE PARA TODOS. "�No llora la sabidur�a", etc.? ( Proverbios 8:1; ver homil�a en Proverbios 1:20).

II ES URGENTE E IMPORTANTE. ( Proverbios 8:2; ver homil�a en Proverbios 1:20.)

III. HACE SU LLAMAMIENTO AL HOMBRE UNIVERSAL. ( Proverbios 8:4, Proverbios 8:5.) "A ustedes, oh hombres, llamo", etc. No hay nada exclusivo o parcial en su direcci�n. Sus simpat�as son amplias como el alma humana. No dibuja l�neas de latitud o longitud en ning�n reino, m�s all� del cual no pase. Apela al hombre: jud�o y gentil, hombre y mujer, esclavo y libre, erudito e ignorante, sabio y tonto (simple), moral e inmoral (tonto).

IV. EST� EN ARMON�A COMPLETA CON TODO LO MEJOR DENTRO DE NOSOTROS. Algunas voces que se dirigen a nosotros hacen un llamamiento a lo que es m�s bajo o incluso m�s bajo en nuestra naturaleza. La sabidur�a divina apela a lo que es m�s elevado y mejor.

1. Seg�n nuestro sentido de lo que es correcto y bueno ( Proverbios 8:6, Proverbios 8:7).

2. A nuestro amor por lo que es verdadero ( Proverbios 8:7).

V. ES UNA COSA APRECIABLE. ( Proverbios 8:9.) A trav�s de �l toma terreno elevado, no enraiz�ndose en nada, pero haciendo su llamamiento a lo que es m�s puro y noble en nuestra naturaleza, todav�a es apreciable por todos los que pueden estimar cualquier cosa en Su verdadero valor. Para "el que entiende", para el hombre que es capaz de discernir, las palabras de sabidur�a celestial ser�n claras: "las recibir�n con gusto". mientras que para aquellos que han alcanzado cualquier nivel de logro, la ense�anza de la sabidur�a ser� reconocida como lo excelente que es. Los estudiantes de derecho encontrar�n en �l la ilustraci�n de todo orden verdadero; los disc�pulos de la �tica percibir�n en ella todo lo que es moralmente s�lido y satisfactorio para la conciencia; quienes admiren "lo bello" reconocer�n lo que es exquisito, admirable, sublime. La ense�anza de la sabidur�a divina es "correcta para los que encuentran conocimiento".

VI. EST� INTIMADAMENTE ASOCIADO A LA OBSERVACI�N INTELIGENTE. Consecuentemente resulta en artilugios �tiles ( Proverbios 8:12). Lejos de que la sabidur�a celestial se limite, en sus principios y sus resultados, al �mbito de lo abstracto y lo invisible, se al�a m�s estrechamente y se encuentra constantemente en compa��a de una discreci�n sencilla y hogare�a, la observaci�n cuidadosa e inteligente. de todos los objetos circundantes e incidentes que pasan. Emite, por lo tanto, en "inventos ingeniosos".

VII. EMITE Y EST� ILUSTRADO POR EL VALOR MORAL Y ESPIRITUAL. ( Proverbios 8:13.) "El temor del Se�or es el comienzo de la sabidur�a", y el temor del Se�or est� tan �ntima y esencialmente ligado al odio al mal, que pueden identificarse pr�cticamente; podemos decir que "el temor del Se�or es odiar el mal", el mal en todas sus formas, "orgullo, arrogancia", etc.

Proverbios 8:1 (continuaci�n)

La excelencia de la sabidur�a divina: No. 2

Tambi�n tenemos estas caracter�sticas de la sabidur�a de Dios:

I. DOTA CON LA RIQUEZA QUE ES EL PRODUCTO DE LA VIRTUD. ( Proverbios 8:20, Proverbios 8:21.) Conduce en ese "camino de justicia" y esos "caminos de juicio" que resultan en "heredar sustancia" y ser "llenos de tesoros ". Pone en la mano de sus seguidores toda esa medida del bien terrenal que pueden considerar con santa satisfacci�n y disfrutar con buena conciencia.

II ES UNA FUENTE DE FUERZA E INFLUENCIA EN LA SOCIEDAD HUMANA. ( Proverbios 8:14,) Se atiende con esa amplitud de comprensi�n, ese conocimiento de los asuntos, esa visi�n de "hombres y cosas", que da sagacidad a los estadistas y estabilidad a los tronos.

III. RECIPROCA UN ACCESORIO. ( Proverbios 8:17.) Cuanto m�s sabemos, m�s atractivo se vuelve el conocimiento para nuestro esp�ritu admirador. Cuanto m�s avanzamos en su dominio, m�s firme se vuelve nuestro equilibrio y m�s brillante se convierte en la luz. Adem�s, los picos m�s altos alcanzables por el hombre solo son alcanzados por aquellos que comienzan a escalar en los d�as de su juventud (ver homil�a infra).

IV. ES DE VALOR INCOMPARABLE PARA EL ALMA HUMANA. ( Proverbios 8:10, Proverbios 8:11, Proverbios 8:18, Proverbios 8:19.) Si la elecci�n debe estar entre riqueza y sabidur�a, es mejor lejos para elegir este �ltimo; para:

1. Si bien la riqueza no comprar� sabidur�a, la sabidur�a conducir� a la riqueza, m�s tarde, si no antes, de un tipo si no de otro.

2. La sabidur�a misma es riqueza; es la posesi�n de la mente, es la herencia del alma, es "riquezas duraderas y justicia".

La excelencia de la sabidur�a Divina: No. 3 (ver abajo) .� C.

Proverbios 8:1

Cristo la Sabidur�a de Dios: No. 1

Aunque no se debe suponer que Jesucristo estaba en la mente del escritor de este pasaje, sin embargo, como �l personifica la sabidur�a, y como la sabidur�a se encarn� en ese Hijo del hombre que era el Hijo de Dios, debemos esperar encontrar que las palabras del sabio en el texto se aplicar�an, en gran medida, al Se�or Jesucristo. Lo hacen y nos sugieren:

I. LA MANERA DE SU ENSE�ANZA. ( Proverbios 8:1) �l "habl� abiertamente al mundo, ... ense�� en la sinagoga y en el templo", etc.

II SU LLAMAMIENTO A TODAS LAS CLASES Y CONDICIONES DE LOS HOMBRES. ( Proverbios 8:4, Proverbios 8:5.) Vino al mundo en general para "atraer a todos los hombres hacia �l". Ninguno era, ninguno es tan pobre. o tan rico, tan ignorante o tan erudito, tan simple o tan sutil, tan degradado o tan refinado, tan espiritualmente indigente o tan privilegiado, como para estar fuera del alcance de su voz celestial. Todos necesitan su mensaje; todos son bienvenidos a su reino.

III. SU MANIFESTACI�N DE LA VERDAD. ( Proverbios 8:6.) �l vino "para dar testimonio de la verdad" ( Juan 18:37). �l lleg� a ser la Verdad viviente ( Juan 14:6), de modo que cuanto m�s lo conocemos y crecemos en �l, m�s de la verdad Divina recibimos en nuestras almas.

IV. LA APRECIABILIDAD DE SU MENSAJE. ( Proverbios 8:9.) Cuando habl� con sus propios labios, los hombres recibieron sus palabras, pregunt�ndose por su sabidur�a y su gracia (ver Lucas 2:47; Lucas 4:22 , Lucas 4:32; Mateo 7:28, Mateo 7:29). "Nunca un hombre habl� como este hombre", dijeron los oficiales a los principales sacerdotes ( Juan 7:46). "La gente com�n lo escuch� con gusto" (Marco 12:37). Y ahora que habla a la humanidad desde el cielo, su mensaje de verdad y amor es comprensible para todos los que se preocupan por conocer su mente. Para aquellos que buscan fervientemente, el camino se vuelve sencillo; para aquellos que tienen "discernimiento espiritual", las cosas m�s profundas de Dios son inteligibles; para aquellos que "lo conocen", sus tratos se consideran correctos y verdaderos.

V. SU RESPONSABILIDAD. ( Proverbios 8:17.) (Ver homil�a siguiente).

VI. SU INCOMPARABLE VALOR. ( Proverbios 8:10, Proverbios 8:11.) Las joyas, en comparaci�n con �l, son juguetes vac�os; El oro, comparado con �l, es polvo s�rdido. Tan grande es su valor para el coraz�n hambriento, para el esp�ritu sufriente, para el hombre vivo y moribundo, que no se deben nombrar ni contar todas las formas del bien terrenal.

VII. SU SERVICIO CUESTA EN LA MEJOR RECOMENDACI�N POSIBLE. ( Proverbios 8:18.) El fruto del servicio de Cristo es el honor, el gozo (incluida la paz), la justicia ( Proverbios 8:20), la "herencia que es incorruptible e inmaculada, y que no se desvanece "( Proverbios 8:21; 1 Pedro 1:4) .� C.

Proverbios 8:10, Proverbios 8:11

Sabidur�a y riqueza

La preferencia inconmensurable de la sabidur�a celestial a la riqueza terrenal se puede ver si consideramos:

I. EL FALLO DE RIQUEZA. La riqueza se encuentra continuamente para fallar; para:

1. Ni siquiera puede comprar la felicidad. Puede comprar una cierta cantidad de emoci�n y alegr�a, pero no asegurar� la satisfacci�n, ni siquiera por un breve a�o.

2. Mucho menos puede comprar bendici�n. Ese estado feliz del cual nuestro Se�or habl� tan a menudo como bendici�n �la profunda y verdadera alegr�a del coraz�n que Dios planta dentro del alma, y ??que todos pueden desear poseer�, esta riqueza es completamente incapaz de impartir.

3. Igualmente fallar� en comprar sabidur�a. De hecho, se puede decir realmente que:

4. A menudo se interpone positivamente en el camino de su adquisici�n (Marco 10:23).

II LA CAPACIDAD DE LA SABIDUR�A.

1. Tiende a proporcionar a los hombres competencia, si no con abundancia. La honestidad, la pureza, la sobriedad, la diligencia, la frugalidad, esas virtudes que acompa�an al "temor del Se�or", tienden a proporcionar al hogar de un hombre todo lo que es necesario y deseable.

2. Asegura la paz y la alegr�a del coraz�n.

3. Es, en s� mismo, el tesoro principal del hombre. Mejor el conocimiento de Dios, el amor de Cristo, un esp�ritu santo, varonil y amoroso, que cualquier ventaja externa (ver Jeremias 9:23, Jeremias 9:24).

4. Se prepara para el disfrute de los tesoros que est�n en el cielo ( Mateo 6:19) .� C.

Proverbios 8:17

La receptividad de Cristo

Adaptando estas palabras al que se convirti�, y siempre ser�, la Sabidur�a de Dios, pueden hablarnos de:

I. EL AMOR INICIATIVO DE CRISTO. Es bastante cierto que "lo amamos porque �l nos am� primero". Primero debemos considerar "el gran amor con el que nos am�, incluso cuando est�bamos muertos en pecados" ( Efesios 2:4, Efesios 2:5). Todo nuestro amor a Cristo nace, tiene su origen en su amor espont�neo hacia nosotros, no emocionado por nuestro afecto, que fluye de su propia gracia.

II Su amor receptivo. Esto implica mucho

1. Su inter�s especial en aquellos que est�n indagando a sus pies. "Jes�s lo mir�, lo am� y le dijo: Una cosa te falta" (Marco 10:21). Zaqueo ( Lucas 19:1.).

2. Su divino favor concedido a aquellos que lo han aceptado como su Se�or. "Amo a los que me aman" (ver Juan 11:5). Estos son sus amigos y sus invitados ( Juan 14:23; Juan 15:14, Juan 15:15; Apocalipsis 3:20).

3. Bendiciones espirituales que impartir�. �l morar� con nosotros por su Esp�ritu, y los frutos del Esp�ritu abundar�n en nosotros. Si, entonces, nuestro inter�s en Cristo, y la entrega de nuestros corazones a �l, resultan en su amistad cercana y en esas m�s altas imparticiones que fluyen de all�, cu�n sabio debe ser:

III. �DISCIPULADO TEMPRANO A �L! Porque si nos aseguramos de encontrarlo y poseer su amistad, deber�amos buscarlo sin demora. La demora siempre es peligrosa. Puede intervenir entre nosotros y �l:

1. Otros objetos que pueden fascinar nuestras almas y alejarnos de �l.

2. El crecimiento del esp�ritu mortal de la dilaci�n.

3. Un cierre repentino de nuestra vida presente. Pero el discipulado temprano, la llegada de la fe a sus pies, a su cruz, a su reino, a su vi�a, significa la certeza de la santidad y la utilidad de abajo y la seguridad de la bendici�n de arriba.

Proverbios 8:22-20

La excelencia de la sabidur�a divina: No. 3

Tenemos aqu� caracter�sticas adicionales de la sabidur�a de Dios, a saber:

I. QUE LA SABIDUR�A EN TODAS PARTES ILUSTRADA VIVI� EN EL DIVINO DE LA ETERNIDAD. ( Proverbios 8:22-20.) Antes de que se creara algo visible, en el "lejano y abismo del tiempo", incluso hasta la eternidad, la sabidur�a era un atributo del Dios infinito.

II QUE LA CREACI�N Y LA PROVIDENCIA SON LA EXTERNA DELIBERADA DE LA IDEA DIVINA. "Cuando prepar� los cielos ... entonces yo estaba junto a �l" ( Proverbios 8:27-20). Todas las cosas fueron construidas seg�n el modelo en la mente Divina. La inteligencia perfecta, al ver y prever todo, dirigi� todo de acuerdo con la sabidur�a absoluta; as� el fin m�s amable fue obtenido por los medios m�s seguros; as�, la belleza y la facilidad de servicio, la grandeza y la belleza, est�n unidas en el mundo visible porque existieron juntas en la mente del gran Arquitecto (ver Salmo 104:24).

III. QUE LA SABIDUR�A DE SU OBRA FUE UNA FUENTE CONSTANTE DE SATISFACCI�N PARA LA MENTE DE DIOS. ( Proverbios 8:30.) "Yo era diariamente su deleite". Encontramos una satisfacci�n pura y dada por Dios en la ejecuci�n de cualquier trabajo en el que hemos inclinado nuestra m�xima energ�a. Podr�amos haber dudado en referir esto a la Inteligencia Suprema, pero la Palabra de Dios nos garantiza que lo hagamos. Por lo tanto, podemos creer que las glorias y bellezas de la creaci�n no son solo la fuente de alegr�a para nuestras mentes (y las m�s profundas y completas en proporci�n a nuestra pureza y piedad), sino que tambi�n son una fuente de satisfacci�n para el que los hizo lo que son.

IV. ESE HOMBRE ES EL OBJETO ESPECIAL DEL CUIDADO DEL SABIO. ( Proverbios 8:31.) "Mis delicias fueron con los hijos de los hombres".

1. Cuando Dios hizo al hombre recto, lo "bendijo" ( G�nesis 1:28) y se regocij� en �l como en su obra m�s noble en la tierra.

2. Cuando el hombre cay�, Dios se entristeci�; el coraz�n del Padre celestial se entristeci� por la desobediencia y el mal comportamiento de sus hijos.

3. Cuando el hombre vuelve a la justicia, Dios se complace ( Lucas 15:23, Lucas 15:24). No hay tal sabidur�a mostrada en la creaci�n o en la providencia como en la redenci�n. Para organizar las leyes de un universo material, para dirigir los asuntos de un reino ilimitado, hay sabidur�a maravillosa en estos actos divinos; pero a�n existe una sabidur�a m�s profunda en redimir un mundo perdido, reconciliar un mundo alienado, limpiar un mundo culpable, santificar un mundo imp�o y adaptarlo a la sociedad de los sin pecado en el cielo. � C.

Proverbios 8:22-20

Cristo la sabidur�a de Dios: No. 2

Nuevamente con respecto al Se�or Jesucristo como la Sabidur�a de Dios encarnada, podemos dejar que estas palabras nos sugieran:

I. SU ETERNIDAD. ( Proverbios 8:22-20.)

II Su filiaci�n. ( Proverbios 8:22, Proverbios 8:30.)

III. SU AGENCIA EN LA CREACI�N. (Versos 37-29; ver tambi�n Juan 1:3, Juan 1:10; Efesios 3:9; Colosenses 1:16; Hebreos 1:2, Hebreos 1:3, Hebreos 1:10; 1 Corintios 8:6.)

IV. SU PRIMERA BENDICION. ( Proverbios 8:30; y vea Juan 17:5; Filipenses 2:6.)

V. SU INTER�S SUPREMO EN EL HOMBRE. ( Proverbios 8:31.) "Sus delicias fueron con los hijos de los hombres". El inter�s de nuestro Se�or en nosotros mismos fue el de un

(1) Creador,

(2) Regla Divina,

(3) Redentor; ahora es el de un

(4) Salvador soberano. � C.

Proverbios 8:32-20

El argumento convincente.

Aqu� hay un muy fuerte, "Ahora, por lo tanto". La excelencia de la sabidur�a divina ha sido tan fuerte, tan irresistiblemente instada que el hablante tiene derecho a llevar su argumento a casa y hacer una aplicaci�n pr�ctica. Pero la urgencia del caso se resume en las siguientes oraciones. Este es el razonamiento: ya que�

I. LA INATENCI�N A LA VOZ DE LA SABIDUR�A ES LA PROFUNDIDAD DE LA COMODIDAD. Por:

1. Es auto-robo. "El que peca contra m�, perjudica su propia alma" ( Proverbios 8:36). El hombre que cierra sus o�dos cuando Dios habla se despoja de todas esas cosas preciosas que pueden enriquecer su coraz�n y su vida noble: de paz espiritual, de alegr�a sagrada, de esperanza celestial, de una fe elevada, de amor santo, de Divino. comodidad, de las mejores formas de utilidad.

2. Es autodestrucci�n. "Todos los que me odian aman la muerte" ( Proverbios 8:36). Endurecer nuestro coraz�n contra las invitaciones y advertencias de la sabidur�a Divina es recorrer el camino que conduce directamente a las puertas de la muerte espiritual y eterna.

II ATENCI�N A LA VOZ DE LA SABIDUR�A ES NUESTRO MAYOR INTER�S.

1. Conduce a la "bendici�n" ( Proverbios 8:32, Proverbios 8:34); asegura que el estado del alma que el Dios eterno declara como el �nico envidiable, sea el que deber�a ser el objeto de nuestra aspiraci�n sincera.

2. Asegura su propio favor Divino ( Proverbios 8:35): el "favor del Se�or", el brillo de su sonrisa, la bendici�n de su voz; �l "pondr� su mano sobre nosotros" en amor paternal; nos rodear� con sus "brazos eternos" de poderosa protecci�n.

3. Constituye la vida en su esencia y sustancia. "El que me encuentra, encuentra la vida" ( Proverbios 8:35). Para ser sabio con la sabidur�a que es de lo alto, para "conocer a Dios y a Jesucristo a quien �l ha enviado", "comprender y conocer al Se�or que ejerce la bondad, el juicio y la justicia amorosa", haber ganado "el secreto del Se�or, "haber aprendido por bendita experiencia" que el Se�or es amable, "" estar lleno del conocimiento de su voluntad ", esta es la vida, la vida humana en su m�xima expresi�n, la mejor, la m�s noble. Adem�s, es lo que se emite en la vida eterna al otro lado del r�o, en la tierra donde la vida se ampl�a y ennoblece mucho m�s all� del alcance de nuestro pensamiento actual. Como estas cosas son as�, "ahora, por lo tanto", concluimos que:

III. EL DISCIPULADO DILIGENTE ES EL �NICO CURSO ABIERTO. "Escucha", "escucha instrucciones", "no lo rechaces", etc. ( Proverbios 8:32-20). Esto incluye:

1. Atenci�n seria, escuchar, mirar, esperar. Algo mucho m�s que dejarnos encontrar por la fuerza de la costumbre donde se discurre la sabidur�a, "apareciendo" en el santuario. Implica una sincera atenci�n al esp�ritu; una investigaci�n diligente, inteligente y paciente del alma; un hambre del coraz�n por la verdad salvadora del Dios viviente.

2. Obediencia pr�ctica: "mantener los caminos" de la sabidur�a ( Proverbios 8:32). "Si sabemos estas cosas, felices si las hacemos" ( Juan 13:17; ver Mateo 7:21). Como disc�pulos sinceros de Jesucristo, la forma de "mantener sus caminos" es

(1) aceptarse a s� mismo como nuestro Salvador y Se�or, con todo nuestro coraz�n;

(2) esforzarse diariamente para encarnar su voluntad en todas las relaciones que mantenemos. Es decir, primero entrar en una relaci�n correcta consigo mismo, convirti�ndolo en el Salvador de nuestra alma, el Amigo de nuestro coraz�n, el Se�or de nuestra vida; luego se esfuerza por cumplir sus mandamientos en todas las transacciones y relaciones de nuestra vida humana.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Proverbs 8". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/proverbs-8.html. 1897.
 
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