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Proverbios 9

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

Versículos 1-18

EXPOSICI�N

Proverbios 9:1

15. Decimoquinto discurso admonitorio, que contiene en forma parab�lica una invitaci�n de Sabidur�a ( Proverbios 9:1), y la de su rival Folly ( Proverbios 9:13). El cap�tulo resume brevemente las advertencias de la parte anterior.

Proverbios 9:1

Se supon�a que la sabidur�a ten�a una casa en cuyos portales las personas esperaban ansiosamente la admisi�n ( Proverbios 8:34); La idea sigue adelante. La sabidur�a ha edificado su casa. (Para la forma plural de khochmoth, "sabidur�a", un plural de excelencia, ver en Proverbios 1:20.) Como la "mujer extra�a" en Proverbios 7:1. pose�a una casa en la que sedujo a su v�ctima, por lo que se representa a Sabidur�a como una casa que ella ha hecho y adornado, y a la que invita a sus alumnos. Los escritores espirituales ven aqu� dos referencias: una a la encarnaci�n de Cristo, cuando �l construy� para s� un cuerpo humano ( Juan 2:19); y otro a su trabajo en la formaci�n de la Iglesia, que es su cuerpo m�stico ( 1 Pedro 2:5). Y el lenguaje sublime utilizado en esta secci�n no est� satisfecho con la simple noci�n de que tenemos aqu� solo una representaci�n aleg�rica de la Sabidur�a que llama a sus seguidores hacia ella. Por el contrario, estamos obligados a ver una intuici�n divina del oficio y la obra de Cristo, no solo el Creador del mundo, como en Proverbios 8:1; pero es Regenerator. Ella ha recortado sus siete pilares. Arquitect�nicamente, seg�n Hitzig y otros, se entiende los pilares del patio interior, que apoyaban la galer�a de la primera historia. Cuatro de ellos estaban en las esquinas, tres en el medio de los tres lados, mientras que la entrada a la cancha era a trav�s del cuarto lado de la plaza. El n�mero siete generalmente denota perfecci�n; Es el n�mero del pacto, expresivo de armon�a y unidad en general, la firma de santidad y bendici�n, integridad y descanso. Entonces, en el Apocalipsis, toda la Iglesia est� representada por el n�mero de siete Iglesias ( Apocalipsis 1:4, etc .; ver en Proverbios 26:16). Se dice que la casa de la Sabidur�a se fund� as� debido a su perfecci�n y adaptabilidad a todos los estados de los hombres. Pero sin duda hay una referencia a los siete dones del Esp�ritu Santo, que descansaban sobre Cristo ( Isa�as 11:2, etc.), y que son el apoyo y la fuerza de la Iglesia, simbolizados por los siete candelabro ramificado en el templo.

Proverbios 9:2

Ella ha matado a sus bestias. Entonces, en la par�bola del matrimonio del hijo del rey ( Mateo 22:1; que es paralelo al presente), el rey env�a a sus sirvientes para notificar a los invitados que los bueyes y las cr�as son asesinados, y todas las cosas son Listo. La sabidur�a tiene reservas de alimento para la comprensi�n y el afecto; y Cristo se ha ofrecido como una V�ctima en nuestro nombre, y ahora hace generosas ofertas de gracia, y especialmente ha ordenado el sacramento de la Cena del Se�or para el fortalecimiento y la restauraci�n del alma. Ella ha mezclado su vino; Septuaginta, "Ella ha mezclado (????????) su vino en un taz�n". El vino que, sin temperamento, era demasiado delicioso o demasiado ardiente para beber, se hizo agradable al paladar con una cierta mezcla de agua, siempre estaba tan mezclado en la Pascua; y las antiguas liturgias cristianas dirigen la mezcla en la celebraci�n de la Sagrada Eucarist�a, sin duda del uso tradicional. Sin embargo, algunos piensan que aqu� se hace alusi�n a la costumbre de agregar drogas al vino para aumentar su potencia. Entre los griegos, ??????? ????? significaba "vino sin agua", y en Apocalipsis 14:10 tenemos ??????? ????????????, "vino sin diluir mezclado". Y probablemente en el texto la noci�n es que el l�quido para deleitar a los invitados est� preparado adecuadamente, que puede que no haya problemas cuando lleguen (ver Proverbios 23:30). Tambi�n ha amueblado su mesa, arreglando los platos, etc. al respecto (Salmo 23:5, "Preparas una tabla delante de m�", donde se usa el mismo verbo, arak; comp. Isa�as 21:5). Moralizando sobre este pasaje, San Gregorio dice: "El Se�or 'mat� los sacrificios' ofreci�ndose en nuestro nombre. 'Mezcl� el vino', mezclando la copa de sus preceptos de la narraci�n hist�rica y el significado espiritual. Y �l 'expone su mesa', es decir, la Sagrada Escritura, que con el pan de la Palabra nos refresca cuando estamos cansados ??y nos acercamos a �l lejos de las cargas del mundo, y por su efecto refrescante nos fortalece contra nuestros adversarios "(' Moral, '17:43, Oxford transl.).

Proverbios 9:3

Ella ha enviado a sus doncellas, como en Mateo 22:3, para llamarlas que fueron enviadas a la fiesta. La Septuaginta tiene ???? ?????? ???????, "sus sirvientes", pero la versi�n autorizada es correcta, y las asistentes femeninas est�n en estricta armon�a con el resto de la disculpa. Por ellos est�n representados los ap�stoles, predicadores y ministros, que salen a ganar almas para Cristo. San Gregorio ve en su llamado "doncellas" una insinuaci�n de que son en s� mismas d�biles y abyectas, y solo son �tiles y honrados como portavoces de su Se�or ('Moral', 33.33). Ella llora sobre los lugares m�s altos de la ciudad, donde su voz se puede escuchar mejor, como en Proverbios 8:2; Mateo 10:27. Ella no est� satisfecha con delegar su mensaje a otros; ella lo entrega ella misma. Septuaginta, "llamando con un fuerte anuncio a la copa (??? ???????);" Vulgata, Misit ancillas suas ut vocarent ad arcem et ad moenia civitatis, "Ella ha enviado a sus sirvientas para invitar a la ciudadela y a los lamentos de la ciudad". Sobre la cual, San Gregorio comenta: "Mientras hablan de la vida interior, nos elevan a los altos muros de la ciudad, cuyos mismos muros, seguramente, excepto los humildes, no ascienden" (' Moraleja, 17:43).

Proverbios 9:4

Aqu� sigue la invitaci�n de Sabidur�a, instando a los invitados a asistir al suntuoso banquete que ella ha preparado (comp. Apocalipsis 19:9).

Proverbios 9:4

Cuyo es simple, mucho lo entregue aqu�. Esta es una direcci�n directa a los imprudentes e inexpertos (ver en Proverbios 7:7), llam�ndolos a apartarse del camino por el que se dirigen, y venir a ella. Vulgate, si quis est parvulus veniat ad me, que recuerda una de las tiernas palabras de Cristo: "No es la voluntad de tu Padre que est� en el cielo, que uno de estos peque�os perezca" ( Mateo 18:14 ) En cuanto al que quiere entender, ella le dice lo que sigue (as� que Proverbios 9:16). El propio discurso de la sabidur�a se interrumpe, y el escritor mismo introduce esta peque�a cl�usula. Ella recurre a lo simple y lo imprudente, ya que ambos necesariamente necesitan su ense�anza, y a�n no se inveteran en el mal, ni se oponen voluntariamente a una mejor orientaci�n. "El mundo por sabidur�a no conoc�a a Dios" y �l "ha elegido las cosas necias del mundo para confundir a los sabios, y las cosas d�biles del mundo para confundir las cosas que son poderosas, y las cosas b�sicas del mundo, y las cosas que son despreciados, ha elegido Dios "( 1 Corintios 1:21, 1 Corintios 1:26, etc .; comp. Mateo 11:25).

Proverbios 9:5

Ven, come de mi pan. La sabidur�a ahora aborda directamente lo simple y lo tonto (comp. Apocalipsis 22:17). Y beba del vino que he mezclado (ver en Proverbios 9:2). El pan y el vino representan todo alimento necesario, como la carne y el vino en Proverbios 9:2. Entonces Cristo dice ( Juan 6:51), "Yo soy el pan vivo que descendi� del cielo ... y el pan que dar� es mi carne, que dar� por la vida del mundo". Compare la invitaci�n en Isa�as 55:1, "��l, todos los que tienen sed!" Los Padres ven aqu� una profec�a de la fiesta del evangelio, en la que Cristo dio y da pan y vino como s�mbolos de su presencia ( Mateo 26:26, etc.).

Proverbios 9:6

Abandona a los necios, y vive; Vulgate, relinquite infantiam; Septuaginta, ?????????? ?????????, "deja la locura". Estas versiones toman el plural ???????? (petaim) como equivalente a un sustantivo abstracto, lo que da un buen sentido; pero el plural no se usa as� en nuestro libro, por lo que debemos admitir la interpretaci�n de la versi�n autorizada, "Salir de la clase, renunciar a ser de la categor�a de tontos", o de lo contrario debemos tomar la palabra como vocativa, "Dejar fuera , ye simples "(versi�n revisada), es decir, abandone su simplicidad, su locura. Y en vivo (ver en Proverbios 4:4). Aqu� no se promete una vida pr�spera en la tierra, sino algo mucho m�s alto y mejor ( Juan 6:51, "Si alguno come de este pan, vivir� para siempre"). La LXX Vimos algo de esto cuando parafrasearon la cl�usula: "D�jate de locura, para que reines para siempre". Ve por el camino de la comprensi�n. Dejando la locura, no te quedes, pero haz un progreso real en la direcci�n de la sabidur�a. Septuaginta: "Buscad la prudencia y la comprensi�n directa mediante el conocimiento".

Proverbios 9:7

Estos vers�culos forman un par�ntesis, mostrando por qu� la Sabidur�a se dirige solo a los simples y tontos. Ella no da lo que es santo a los perros, ni echa perlas delante de los cerdos ( Mateo 7:6).

Proverbios 9:7

El que reprende a un burlador se averg�enza. El que intenta corregir a un burl�n (ver en Proverbios 1:22 y Proverbios 3:34), uno que se burla de la religi�n, pierde sus dolores y se encuentra con burla e insulto. No es culpa de los mensajeros ni del mensaje que esto deba ser, pero la dureza de coraz�n y el orgullo del oyente lo hacen despreciar la ense�anza y odiar al maestro ( Mateo 24:9). El que reprende a un hombre imp�o se mancha; m�s bien, el que reprende a un pecador, es su mancha. Tal procedimiento resulta en desgracia para s� mismo. No se dice que esto desaliente a los virtuosos de reprobar a los transgresores, pero establece el efecto que la experiencia demuestra que ocurre en tales casos. Se necesita prudencia, precauci�n y tacto al tratar con estos personajes. Los hombres malvados consideran al reprensor como un enemigo personal, y lo tratan con contundencia, y de ah� surgen disputas y disputas indecorosas, palabras y hechos injuriosos. Haber desperdiciado la ense�anza en una naturaleza tan poco receptiva y antag�nica es un gasto vergonzoso de poder. San Gregorio explica as� este asunto: "Generalmente sucede que cuando no pueden defender los males que se les reprocha, se sienten peor por un sentimiento de verg�enza, y se llevan tan alto en su defensa de s� mismos, que eliminan puntos negativos para instar en contra de la vida del reprensor, por lo que no se consideran culpables, si tambi�n imponen actos de culpabilidad sobre las cabezas de otros. Y cuando no pueden encontrar los verdaderos, los fingen, para que tambi�n puedan ellos mismos tienen cosas que parecen reprender sin un grado inferior de justicia "('Moral', 10.3, traducci�n de Oxford).

Proverbios 9:8

No reproches a un burl�n, para que no te odie (mira la �ltima nota y comp. Proverbios 15:12, y anota all�). Hay momentos en que la reprensi�n solo se endurece y exaspera. "No es apropiado", dice San Gregorio, "que el buen hombre tenga miedo de que el burlador no lo maltrate cuando es reprimido, pero no sea que, atra�do por el odio, empeore" ('Moral. , '8.67). "A los hombres malos a veces nos ahorramos, y no a nosotros mismos, si por el amor a aquellos que dejamos de reprenderlos. De ah� que sea necesario que a veces aguantemos guardarnos lo que somos, para que puedan aprender en nosotros por nuestro viviendo bien lo que no son "(ibid; 20:47, Oxford transl.). Reprende a un hombre sabio, y �l te amar�. Entonces Salmo 141:5, "Deja que el justo me hiera, ser� una bondad: y que me reprenda, ser� como aceite sobre la cabeza; que mi cabeza no lo rechace" (comp. Proverbios 19:25; Proverbios 25:12; Proverbios 27:6).

Proverbios 9:9

Da instrucciones a un hombre sabio, y �l ser� a�n m�s sabio. El hebreo es simplemente "dar al sabio", sin ning�n objeto mencionado; pero el contexto sugiere "instrucci�n", aunque, como en Proverbios 9:8, toma la forma de reprensi�n. Vulgata y Septuaginta, "Dale una oportunidad a un hombre sabio, y �l ser� m�s sabio" (comp. Mateo 13:12; Mateo 25:29). Hacer el mejor uso de todas las ocasiones del deber de aprendizaje, ya sea que se presenten en una forma ganadora o prohibida, es la parte de alguien que es sabio para la salvaci�n (ver Proverbios 1:5, y tenga en cuenta all�). Ense�e a un hombre justo, y �l aumentar� en el aprendizaje. La sabidur�a es una cualidad moral y no meramente intelectual. hay un intercambio natural de "sabio" y "justo", refiri�ndose al mismo individuo, en las dos cl�usulas. Vulgata, festinabit accipere; Septuaginta, "Instruye a un hombre sabio, y �l le habr� dado m�s". Por lo tanto, los sabios son recompensados ??con medidas m�s grandes de sabidur�a, porque son simples, humildes y est�n dispuestos a aprender, teniendo ese esp�ritu infantil que Cristo elogia ( Mateo 18:3).

Proverbios 9:10

La sabidur�a vuelve a la primera apotegma y principio de todo el libro ( Proverbios 1:7). Sin el temor de Dios, ninguna ense�anza es de ninguna utilidad. El conocimiento de lo sagrado es comprensi�n. La palabra traducida como "lo santo" es ????????, un plural de excelencia (ver Proverbios 30:3) como Elohim, y equivalente a "el Sant�simo", Jehov�, a lo que responde en el primer hemistich. Dios se llama "Santo, santo, santo" ( Isa�as 6:3), en su triple naturaleza, y como majestuoso m�s all� de toda expresi�n. El �nico conocimiento que vale la pena tener, y que es de utilidad para los prop�sitos pr�cticos de la vida, es el conocimiento de Dios (ver en Proverbios 2:5). Septuaginta, "El consejo de lo sagrado (?????) es comprensi�n", con la cl�usula explicativa; "Porque conocer la Ley es el car�cter del buen pensamiento". Esto ocurre nuevamente en Proverbios 13:15, aunque en hebreo en ning�n lugar.

Proverbios 9:11

Concluida la explicaci�n entre par�ntesis, en la que Wisdom ha insinuado por qu� es in�til apelar al escarnecedor y al pecador voluntario, ahora reanuda la direcci�n directa interrumpida en Proverbios 9:7, presentando una raz�n contundente para el consejo dado. en Proverbios 9:6, aunque todav�a hay alguna conexi�n con Proverbios 9:10, ya que es de la sabidur�a que proviene del temor del Se�or que las bendiciones ahora mencionan la primavera. Porque por m� tus d�as se multiplicar�n (ver Proverbios 3:2, Proverbios 3:16; Proverbios 4:10, donde se promete una larga vida como recompensa por la posesi�n y la pr�ctica de sabidur�a). El mismo resultado se atribuye al temor de Dios ( Proverbios 10:27; Proverbios 14:27, etc.). En Proverbios 9:6 la direcci�n est� en plural; Aqu� es singular. Un intercambio similar se encuentra en Proverbios 5:7, Proverbios 5:8 (donde vea la nota).

Proverbios 9:12

Si eres sabio, ser�s sabio para ti mismo. Un verso de transici�n. La sabidur�a te traer� bien; como has trabajado bien, as� ser� tu recompensa ( 1 Corintios 3:8). La LXX (Sir�aco y �rabe), con la idea de perfeccionar la ant�tesis, agrega, ??? ???? ???????, "Hijo m�o, si eres sabio para ti mismo, ser�s sabio tambi�n para tus vecinos", que contiene la gran verdad de que los buenos regalos deber�an no se disfrute ego�stamente, sino que se use y dispense para la ventaja de otros ( G�latas 6:6). En apoyo de nuestro texto podemos citar Job 22:2, "�Puede un hombre ser rentable para Dios? Seguramente el que es sabio es rentable para s� mismo". Pero si te desprecias, solo lo oir�s; es decir, expiarlo, soportar el pecado, como se expresa en N�meros 9:13, "Todo hombre llevar� su propia carga" ( G�latas 6:5). As� la Sabidur�a termina su exhortaci�n. Septuaginta: "Si eres malvado, solo soportar�s (?????????) males". Y luego se agrega el siguiente p�rrafo, que posiblemente puede derivarse de un original hebreo, pero parece m�s un conjunto compuesto de otros pasajes, y que de alguna manera se introdujo en el texto griego: "El que se mantiene en la mentira pastorea los vientos, y �l persigue a las aves voladoras, porque ha abandonado los caminos de su propia vi�a, y se ha extraviado con las ruedas de su propia cr�a; y atraviesa un desierto sin agua, y sobre una tierra situada en lugares sedientos, y con sus manos �l recoge la infructuosa ".

Proverbios 9:13

Esta secci�n contiene la invitaci�n de Folly, el rival de la Sabidur�a, representada bajo el disfraz de una ad�ltera ( Proverbios 2:16; Proverbios 5:3, etc .; Proverbios 6:24 , etc .; 7.).

Proverbios 9:13

Mujer tonta; literalmente, la mujer de la locura, siendo el genitivo el de la aposici�n, de modo que esto bien puede hacerse, para que el contraste con la Sabidur�a sea m�s marcado, "la mujer de la locura". Ella es considerada como una persona real; y entre ella y Virtue el hombre tiene que hacer su elecci�n. Es clamoroso; turbulenta y animada por la pasi�n (como Proverbios 7:11), muy diferente de su tranquila y digna rival. Ella es simple; Hebreo, "simplicidad", en un mal sentido; ella no tiene conservadores contra el mal, no tiene fibra moral para resistir la tentaci�n. Y no sabe nada de lo que ella deber�a saber. La ignorancia es el acompa�amiento natural de la locura: en este caso es deliberada y persistente; ella sigue su camino imprudente de las consecuencias. Septuaginta, "Una mujer tonta y audaz, que no conoce la verg�enza, llega a querer un bocado".

Proverbios 9:14

Ella se sienta en la puerta de su casa. Ella, como Wisdom, tiene una casa propia y la imita al invitar a los invitados a entrar. Ella no env�a a sus doncellas; ella no se para en las calles y proclama su misi�n. El vicio tiene una tarea m�s f�cil; todo lo que tiene que hacer es sentarse, hacer se�as y usar algunas palabras seductoras. Su casa no est� sustentada por siete pilares, construidos sobre la gracia de Dios y sostenidos por los dones del Esp�ritu Santo. como el de Sabidur�a ( Proverbios 9:1); Es una habitaci�n ordinaria sin proporciones se�oriales. pero su mezquindad no impide los usos que le da, sino que sus propios encantos hacen que sus v�ctimas ignoren su entorno. En un asiento en las altas ventajas de la ciudad. Su casa est� en la parte m�s alta y visible de la ciudad, y ella se sienta ante su puerta con imprudencia imprudente, ejerciendo su vergonzoso comercio (comp. G�nesis 38:14; Jeremias 3:2). La imitaci�n de su rival aparece nuevamente, porque Sabidur�a "llora en los lugares m�s altos de la ciudad" ( Proverbios 9:3).

Proverbios 9:15

Para llamar a los pasajeros que siguen su camino. Con descarado descaro, llora a todos los que pasan, dirige sus solicitudes a las personas que van en su camino, sin pensar en ella, sin tener idea de desviarse de su objeto perseguido. Mientras caminan en el camino del derecho y el deber, ella trata de desviarlos. Septuaginta, "llam�ndose a s� misma (?????????????) aquellos que pasan y se mantienen en su camino". Los Padres encuentran aqu� una imagen de las seducciones de la ense�anza her�tica, que se pone la m�scara de la ortodoxia y enga�a a los incautos. Wordsworth se�ala que, en el Apocalipsis, el falso maestro lleva algunos emblemas del Cordero ( Apocalipsis 13:11). Toda falsa doctrina retiene alg�n elemento de verdad, y es debido a esta mezcla que consigue adherentes y prospera por un tiempo.

Proverbios 9:16, Proverbios 9:17

Estos vers�culos contienen la invitaci�n que Vice, imitando la Virtud y asumiendo su voz y sus modales, ofrece a los viajeros.

Proverbios 9:16

Quien sea simple, d�jalo volver aqu�. Ella usa las mismas palabras que pronuncia la Sabidur�a ( Proverbios 9:4). Este �ltimo se hab�a dirigido a lo simple porque no ten�an experiencia y estaban indecisos, y pod�an ser guiados correctamente; el primero ahora les habla porque no han hecho la elecci�n final del veterinario, a�n pueden ser influenciados por consideraciones menores y pueden ser desviados. A esas personas les resulta dif�cil distinguir entre lo bueno y lo malo, lo falso y lo verdadero, especialmente cuando se despierta su apetito sensual y se pone del lado de la tentadora. No es de extra�ar que tales sean f�cilmente enga�ados; porque se nos dice que, bajo ciertas circunstancias, Satan�s se transforma en un �ngel de luz ( 2 Corintios 11:14). Eso quiere entender. Esta es la otra clase dirigida por Wisdom, y que Folly ahora solicita, inst�ndolos a seguirla en el camino del placer, prometiendo disfrute sensual y seguridad.

Proverbios 9:17

Esto es lo que dice: las aguas robadas son dulces, y el pan que se come en secreto es agradable. La met�fora de "aguas robadas" se refiere principalmente a la relaci�n ad�ltera, como "beber agua de la propia cisterna" ( Proverbios 5:15, donde ver nota) significa la conexi�n casta del matrimonio legal. La sabidur�a ofreci� carne y vino a sus invitados; La locura ofrece pan y agua. La sabidur�a invita abiertamente a una mesa bien amueblada; La locura llama a una comida secreta de victorias m�s simples. Lo que ofrece el primero es rico, satisfactorio y reconfortante; lo que da Vice es pobre, malo e ins�pido. Sin embargo, este �ltimo tiene el encanto de estar prohibido; Es atractivo porque es ilegal. Este es un rasgo de la naturaleza humana corrupta, que se reconoce universalmente. Por lo tanto, Ovidio, 'Amor.' Proverbios 3:4, Proverbios 3:17 -

"Nitimur en vetitum sempre, cupimusque negata;

Sic interdictis inminet aeger aquis.

Las cosas que se alcanzan f�cilmente, cuya posesi�n se obtiene sin esfuerzo o peligro o violaci�n de la restricci�n, pronto palidecen y dejan de encantar. Para algunas mentes, la astucia y el secreto necesarios para el �xito tienen una atracci�n irresistible. As�, San Agust�n relata ('Conf.', 2.4) c�mo �l y algunos compa�eros cometieron un robo, no por falta y pobreza, ni siquiera por el deseo de disfrutar lo que fue robado, sino simplemente por el placer de robar y el pecado. Robaron un peral por la noche, se llevaron grandes cargas, que arrojaron a los cerdos, y su �nica satisfacci�n fue que estaban haciendo lo que no deb�an ("dum tamen fieret a nobis, quod eo liberet quo non liceret"). Septuaginta, "Saborea a tu gusto pan secreto y agua dulce de robo". Donde el agua es un bien preciado, como en muchas mascotas de Palestina, sin duda se cometieron robos, y las personas fueron liberadas con el tanque de su vecino cuando pod�an hacerlo sin ser detectadas, ahorrando as� sus propios recursos y felicit�ndose por su inteligencia. Sobre el uso metaf�rico de las "aguas" en la Sagrada Escritura, San Gregorio dice: "Las aguas a veces denotan al Esp�ritu Santo, a veces el conocimiento sagrado, a veces la calamidad, a veces los pueblos a la deriva, a veces las mentes de los que siguen la fe". Se refiere a estos textos respectivamente: Juan 7:38, etc .; Ec Juan 15:3; Salmo 69:1; Apocalipsis 17:15 ("las aguas son pueblos"); Isa�as 22:20; y agrega: "Por agua tambi�n se designar� mal conocimiento, como cuando la mujer en Salom�n, que lleva el tipo de herej�a, encanta con persuasi�n astuta, diciendo: 'Las aguas robadas son dulces'" ('Moral', ' 19,9).

Proverbios 9:18

Se supone que el joven enga�ado debe ser persuadido por las seducciones de Folly y entrar en su casa. El escritor, entonces, en pocas palabras de peso, muestra el terrible resultado de este malvado cumplimiento. Pero �l no sabe que los muertos est�n all� (ver Proverbios 2:18 y Proverbios 7:27). No hay ninguno "all�", en su casa, de quien se pueda decir que vivan, son rephaim, fantasmas sombr�os de hombres vivos o demonios del mundo inferior. La Septuaginta y la Vulgata, con una referencia a G�nesis 6:4, traducen ???????? y gigantes. Sus invitados est�n en las profundidades del infierno (sheol); Septuaginta, "�l no sabe que los gigantes perecen a su lado, y se encuentra con una trampa del infierno". La terrible advertencia puede repetirse provechosamente m�s de una vez. Es como el horrible dicho de Cristo, tres veces enunciado: "Donde su gusano no muere y el fuego no se apaga". La LXX tiene otro p�rrafo al final de este vers�culo, que no tiene contraparte en hebreo: "Pero comienza, no te demores en el lugar, ni pongas tu nombre ['ojo' 'al lado de ella; porque as� pasar�s por alto (???????) agua extra�a; pero abst�ngase de agua extra�a, y de una extra�a bebida de manantial no, para que pueda vivir mucho tiempo, y se le puedan agregar a�os de vida ".

HOMIL�TICA

Proverbios 9:1

El banquete de la sabiduria

I. LA CASA DEL BANQUETE.

1. Es sustancial. Una casa, no una simple tienda de campa�a. La fiesta de la sabidur�a no es un breve descanso, rara vez se disfruta, es una delicia duradera, un refresco frecuente siempre listo.

2. Es magn�fico. Siete pilares est�n tallados para la casa. Es apropiado que la casa de Dios sea m�s bella que la vivienda de un hombre. El que entre en la habitaci�n de los pensamientos de Dios lo encontrar� hermoso y glorioso. No hay nada malo en la verdad divina. Todo es grande, noble, magn�fico. El que entra en comuni�n con �l no se encontrar� en una pobre choza. Estar� en un palacio de esplendor, con el cual la grandeza material de las columnas de m�rmol, delicada tracer�a, etc; no puede competir

II LA PROVISI�N. Rico y abundante: bestias sacrificadas, vino especiado, una mesa bien amueblada. Nada parece m�s s�rdido que la tarifa pobre en apartamentos espl�ndidos. Este s�balo no se puede ver en la casa de la sabidur�a Divina, sino, por el contrario, suficiente para todos, y el de la mejor calidad. Ning�n pensamiento es tan completo ni tan rico como los pensamientos de revelaci�n. Hay variedad aqu� como en las viandas del banquete. Y "todas las cosas est�n listas". La mesa est� extendida. Espera a los invitados. Mientras oramos por la luz, la luz brilla sobre nosotros. Dios ha revelado su verdad. Cristo, la luz del mundo, ha aparecido entre nosotros. La fiesta de las verdades del glorioso evangelio del bendito Dios est� listo para todos los que vendr�n y compartir�n sus recompensas.

III. LA INVITACI�N. Las doncellas son enviadas, no una, sino muchas, para que el mensaje llegue a todos los sectores. Lloran en los lugares m�s altos de la ciudad, que el mensaje puede tener la mayor publicidad, puede extenderse por el �rea m�s amplia, puede llegar a todas las clases. Este es el car�cter del llamado de Dios a nosotros en su verdad. �l nos busca antes que nosotros a �l. �l ya nos ha buscado. El evangelio es predicado, proclamado como por heraldos; y este evangelio contiene la invitaci�n al rico banquete de la verdad divina.

IV. LOS INVITADOS. "Lo simple;" "El que carece de entendimiento". Entonces, en la par�bola de nuestro Se�or, "los pobres y los mutilados, y el alto y los ciegos" se llaman ( Lucas 14:21). El conjunto no necesita al m�dico; el pleno no necesita la fiesta. Los que est�n satisfechos con su propio conocimiento no se sentar�n humildemente a los pies de una revelaci�n divina. Son ellos los que se sienten tontos, quienes reconocen su ignorancia y tantean d�bilmente despu�s de la luz, quienes podr�n disfrutar del banquete de la sabidur�a; y estas personas est�n especialmente invitadas. Los paganos, los analfabetos, los de mente d�bil, est�n llamados a recibir la verdad salvadora de Cristo.

V. LA SATISFACCI�N. "Come de mi pan y bebe del vino", etc.

1. La verdad divina es nutritiva. "Por cada palabra que sale de la boca del Se�or vive el hombre" ( Deuteronomio 8:3). Cristo, la "Palabra", es el pan de vida.

2. La verdad divina es una fuente de alegr�a. En el banquete hay vino que alegra el coraz�n del hombre. El evangelio no ofrece tarifa de prisi�n. Mata a la bestia gorda. Da vino, vino especiado, cosas de placer y lujo. Sin embargo, el placer no es enervante; El vino del evangelio no es perjudicial para la embriaguez. �Cu�nto mejor este banquete que el menos da�ino y menos agradable de locura ( Proverbios 9:13)!

Proverbios 9:8

Reprensi�n

I. C�MO DAR REPROOF. El deber de reprobar es uno de los m�s dif�ciles y delicados que se haya intentado. Las personas que son m�s apresuradas en aventurarse con ella a menudo caen en los mayores errores, mientras que aquellos que realmente est�n en condiciones de emprenderlo evitan el intento. La mera expresi�n de una protesta es generalmente peor que in�til. Solo aumenta la ira y provoca una mayor obstinaci�n. A menos que haya alguna probabilidad de convencer a un hombre de lo incorrecto de su conducta, no es bueno administrarle reproches. No es deber de ning�n hombre levantar enemigos sin causa. Todos deber�amos buscar, en lo que respecta a nosotros, vivir en paz con todos los hombres. Por supuesto, a veces le incumbe a nosotros actuar de modo que provoquemos oposici�n. Jesucristo pudo haber evitado la enemistad de los jud�os, pero solo por infidelidad a su misi�n. Cuando nos encontremos en el camino de nuestra misi�n, o cuando se cumpla cualquier deber o se haga algo bueno, no debemos rehuirnos del antagonismo. Hacerlo es cobard�a, no tranquilidad. Pero si no se hace nada bueno, solo podemos traer un nido de avispones sobre nuestras cabezas por nuestra indiscreci�n. Comprendamos que si bien nunca debemos sancionar el mal, solo estamos llamados a reprenderlo cuando el reproche no ser� rechazado; entonces debemos arriesgarnos a insultar por causa de la justicia. El punto pr�ctico, entonces. es que consideramos el car�cter de un hombre antes de intentar reprenderlo, y que no estamos tan ansiosos por protestar contra el pecado como para aconsejar al pecador y guiarlo a mejores caminos. Si est� de mal humor y desde�oso, ser� mejor que esperemos una oportunidad m�s adecuada. Si es demasiado fuerte para nosotros, solo da�aremos la causa del derecho al tratar de lidiar con �l. Los d�biles campeones del cristianismo a menudo solo se han lastimado a s� mismos, desacreditaron su causa y permitieron un triunfo a los oponentes poderosos por sus encuentros precipitados. En todos los casos, reprobar bien requiere sabidur�a, tacto, simplicidad, humanidad.

II C�MO RECIBIR REPROOF. El que odia al reprensor se convertir� en un burlador; El sabio amar� al reprensor. Nuestra manera de aceptar la merecida reprensi�n ser�, por lo tanto, una prueba de nuestro car�cter. Visto as�, �no puede el texto clasificar a muchos de nosotros con los escarnecedores, aunque hab�amos sospechado poco d�nde se encontrar�a nuestro verdadero lugar? Es muy com�n que un hombre rechace toda reprensi�n con rabia. Sin preguntar si la acusaci�n es cierta, la considera injustamente como un ataque contra s� mismo, como un insulto personal. Puede haber fallas en el reprobador, muy a menudo las hay. Pero un hombre sabio no se refugiar� detr�s de eso. Conceder que el m�todo de reproche fuera imprudente, duro, ofensivo; aun as�, �no hab�a motivo para ninguna reprensi�n? Estar enojado ante cualquier reproche es ser uno de los peores burladores: despreciar la verdad y la verdad. Porque el hombre concienzudo no se atrever� a rechazar los llamamientos a su conciencia; se sentir� obligado a escucharlos, no importa cu�n desagradable sea la voz que los habla. Desear� estar libre de fallas. �No deber�a, por lo tanto, agradecer a las personas que se los muestran? Si ama la bondad, debe conocer a aquellos cuyo consejo lo ayudar� a eliminar los mayores obst�culos para alcanzarla. Si odia el pecado como la enfermedad de su alma, debe aceptar la reprensi�n como medicina y tratar al reprensor como un m�dico valioso.

Proverbios 9:9

Una mente abierta

Hay dos clases de mentes que parecen ser una prueba de armadura contra la invasi�n de la nueva luz. Uno contiene aquellas personas que, para usar la fraseolog�a de la Iglesia Cat�lica Romana, se encuentran en un estado de "ignorancia invencible". El otro contiene a las personas mucho m�s numerosas que saben lo suficiente como para sentir el orgullo de superioridad de sus semejantes, y que se envuelven en la infalibilidad de la vanidad. Para estas personas, la m�xima a menudo mal aplicada de Pope puede ser bastante apropiada:

"Un poco de conocimiento es algo peligroso; bebe profundo o no pruebes la primavera Pierian".

El hombre verdaderamente sabio ser� el primero en ver los l�mites de su conocimiento y la noche infinita de ignorancia con la que est� rodeado el peque�o punto de luz que a�n ha ganado. Habiendo bebido de los pozos de la verdad, habr� encontrado su sed no apagada, sino estimulada; Ser� un fil�sofo, un amante de la sabidur�a. Tal hombre tendr� una mente abierta.

I. CONSIDERE LAS CARACTER�STICAS DE UNA MENTE ABIERTA.

1. No es una mente vac�a. Un hombre puede estar preparado para recibir luz fresca sin abandonar la luz que ya posee. El buscador de la verdad no necesita ser esc�ptico. Puede haber muchas cosas claramente vistas y firmemente comprendidas en la mente de alguien que est� listo para recibir toda nueva verdad.

2. No es una mente d�bil. Si un hombre no es intolerante, no necesita ser como un volante, impulsado por cada viento de doctrina. �l tamizar� la verdad. Considerar� nuevas ideas con calma, imparcialidad, judicialmente.

3. Una mente abierta est� dispuesta a recibir la verdad de cualquier parte. Puede provenir de un maestro despreciado, de un rival, de un enemigo. La mente abierta no exclamar�: "�Puede salir algo bueno de Nazaret?"

4. Una mente abierta est� lista para recibir la verdad desagradable. La nueva luz puede amenazar con interferir con los intereses creados de las creencias antiguas, puede exponer la locura de las preciadas mangas largas, puede perturbar muchas de las convicciones establecidas, puede revelar verdades que son desagradables o puede herir nuestro orgullo al exponiendo nuestros errores. A�n as�, la mente abierta lo recibir� con una condici�n: que sea una verdad genuina.

5. Tales caracter�sticas deben basarse en la sabidur�a y la justicia. Es el hombre sabio y el justo quien est� listo para recibir instrucci�n. No se requiere una peque�a cantidad de sabidur�a pr�ctica para el discernimiento de la verdad en medio de las distracciones del prejuicio. La justicia es una caracter�stica m�s importante. De hecho, es una de las condiciones fundamentales de la b�squeda de la verdad. La ciencia y la filosof�a progresar�an m�s r�pidamente, y la teolog�a estar�a menos confundida por los conflictos de las sectas amargas, si los hombres pudieran aprender a ser justos con otros investigadores y no tener opiniones exageradas sobre la importancia de sus propias nociones.

II LAS VENTAJAS DE UNA MENTE ABIERTA.

1. La mente abierta alcanzar� la mayor parte de la verdad. La verdad es pr�cticamente infinita. Pero nuestro conocimiento al respecto var�a de acuerdo con la capacidad de alcanzar una receptividad grande y, sin embargo, discriminatoria. Para la nuez su c�scara es su universo. El hombre que se encierra en el calabozo del prejuicio nunca ver� nada m�s que los muros de su prisi�n.

2. Cada logro en conocimiento prepara el camino para recibir m�s conocimiento. Intensifica el deseo de poseer la verdad. As� el investigador puede decir:

"El deseo de saber, esa sed interminable,

Lo cual, al apagar, se despierta,

Y que se convierte en bendici�n o maldici�n

Como es la fuente donde se apaga ...

Todav�a me inst� a seguir adelante, con deseo de Insatiar, a explorar, preguntar ".

Pero no solo se estimula as� la sed. El conocimiento futuro crece sobre la experiencia pasada. El conocimiento no es un nivel llano interminable, para llegar a un distrito del cual debemos abandonar otro. Es m�s como un gran edificio, y a medida que avanzamos de una historia a otra, ganamos nuevos tesoros al montar sobre los que ya pose�a. Cuanto m�s sabemos, m�s f�cil es aumentar el conocimiento. Esto se aplica tanto a las cosas religiosas como a las seculares. Los profetas y los devotos fueron los primeros en dar la bienvenida al advenimiento de la Luz del mundo (ver Lucas 2:25). Cuanto m�s sepa el cristiano, m�s podr� ver nuevas verdades espirituales. Por lo tanto, vendr� a recibir instrucciones con agradecimiento.

Proverbios 9:12

Verdadero inter�s propio

Es deber del cristiano llevar la carga de su hermano, y el deber de cada hombre de amar a su pr�jimo como a s� mismo; Tambi�n es el privilegio del santo perder su vida por el amor de Cristo y "gastar y ser gastado" al servicio del hombre. Pero todav�a queda un derecho y leg�timo, e incluso obligatorio, respecto al inter�s propio. Por un lado, si el coraz�n y la vida de un hombre est�n equivocados, su trabajo en el mundo tambi�n debe estar equivocado.

I. NO ES SABIO REALMENTE CUYO ALMA PROPIA NO ES SEGURA.

1. �l puede saber la verdad. La sabidur�a que puede desentra�ar muchos misterios es suya. Ha buscado las verdades profundas de la revelaci�n. Lector diligente de la Biblia, conoce al menos las palabras que Dios ense�a. Pero �l nunca ha considerado la importancia pr�ctica de toda esta verdad. Ha sido para �l pero una sombra. Entonces su propia alma puede ser destruida, aunque el camino hacia El refugio est� despejado.

2. Puede iluminar a otros. Quiz�s �l sea un predicador del evangelio y pueda sostener la antorcha a muchos viajeros. Incluso es urgente al presionar la verdad sobre sus oyentes. O es un defensor de la defensa de la verdad, discutiendo vehementemente con los no creyentes. Pero todo el tiempo �l nunca aplica esta verdad a su propio caso. Salvando a otros, �l mismo es un n�ufrago ( 1 Corintios 9:27). El piloto lleva a los marineros en peligro a su casa, pero se ahoga. �Seguramente este es el colmo de la locura!

II EL QUE ES SABIO REALMENTE SE BENEFICIAR� POR SU SABIDUR�A.

1. Ver� la necesidad de aplicar la verdad a s� mismo. Esto ser� parte de su sabidur�a. Todos tenemos la tentaci�n de enga�arnos con una falsa sensaci�n de seguridad, y necesitamos luz y orientaci�n para mostrarnos nuestro peligro y nuestro curso de seguridad. Es una marca de la sabidur�a dada por Dios para elegir ese curso.

2. Reconocer� las orientaciones pr�cticas de la verdad. De poco servir� considerarnos a nosotros mismos solo como una especie de ejemplo al que se unen ciertas verdades. El simple examen del personaje m�s l�cido y honesto no salvar� nuestras almas. Tenemos que ir un paso m�s all� y actuar de acuerdo con el conocimiento que obtenemos a la luz de la verdad de Dios.

3. Encontrar� la aplicaci�n de la sabidur�a directamente �til. Cuando un hombre no se mantiene alejado de ella como por curiosidad solo para ser inspeccionado, sino que abraza la verdad de Cristo, llev�ndola a su coraz�n, descubre que es una verdad salvadora. Por la recepci�n personal de esta sabidur�a Divina, �l alcanza el camino de la salvaci�n. Sobre todo, cuando recordamos que Cristo es "la Sabidur�a de Dios", podemos ver que para un hombre recibir esa sabidur�a, es decir, recibir a Cristo, es ser sabio para s� mismo, porque Cristo trae la luz de la verdad de Dios, y La presencia de Cristo es la fuente de la salvaci�n segura.

Proverbios 9:17

Aguas robadas.

Una fascinaci�n fatal, que surge de su propia anarqu�a, se une al pecado. Los placeres il�citos son doblemente atractivos solo porque son il�citos. Consideremos el secreto de estos encantos malvados.

I. LA PROVOCACI�N DE RESTRICCIONES. Hay muchas cosas que no nos importan tener siempre que est�n a nuestro alcance, pero que est�n revestidas de un repentino atractivo directamente se nos excluyen. Si vemos un aviso, "Los intrusos ser�n procesados", sentimos una moderaci�n irritante, aunque no hemos tenido ning�n deseo previo de entrar en el camino que bloquea. Innumerables frutas crecieron en el Ed�n, pero la fruta prohibida despert� el mayor anhelo de apetito. Los anunciantes a veces encabezan sus carteles con las palabras "�No lean esto!", Juzgando que esa es la mejor manera de llamarles la atenci�n. Si dices: "�No mires!" todos est�n ansiosos por mirar. Poner un libro en un �ndice expurgatorius es el medio m�s seguro de anunciarlo.

II EL VALOR DADO POR LA DIFICULTAD DE ADQUISICI�N. Valoramos poco lo que podemos comprar a bajo precio. La rareza aumenta los precios. Si hemos tenido una gran labor y hemos corrido grandes riesgos para obtener algo, estamos inclinados a medir el valor de lo que nos ha costado. Muchos dise�os de pecado solo se logran con gran dificultad. Implican peligros terribles. Cuando se logran, son los m�s valorados por esto. Los placeres de la aventura, los placeres peculiares de la persecuci�n del ingl�s, se enlistan en la causa de la maldad.

"Todas las cosas que son, son con m�s esp�ritu perseguido que disfrutado".

III. EL SENTIDO DEL PODER Y LA LIBERTAD. Si has logrado tu fin a pesar de la ley y la autoridad, hay una euforia natural de triunfo al respecto. Cuando haya logrado romper los l�mites, saborear� los dulces de una libertad il�cita.

IV. EL DISFRUTE DEL SECRETO. Para algunas mentes hay un encanto peculiar sobre esto. Para ellos, especialmente "el pan que se come en secreto es agradable". Que todo est� abierto y por encima de todo, que sea de tal naturaleza que no se objete que el mundo lo conozca, y el placer pierde su elemento m�s punzante. El aire de misterio, el sentido de superioridad al hacer lo que los que se refieren a un peque�o sospechoso, se convierten en elementos de los placeres del pecado. �Pero seguramente las naturalezas m�s elevadas deben ser demasiado simples y francas para sentir la fuerza de tales incentivos para pecar!

V. LA FASCINACI�N DE LA MALDAD. El mal puro y desnudo se atraer� por su propia cuenta. Hay un encanto en la fealdad absoluta. Algunos hombres realmente parecen amar el pecado por s� mismo. Una intoxicaci�n salvaje, una pasi�n loca de culpa consciente, infunde una dulzura fatal en las aguas robadas. Pero es la dulzura de un veneno mortal, la eutanasia del crimen.

Todos estos horribles encantos del pecado deben protegerse. No debemos confiar en nuestra propia integridad; No es una prueba contra las fatales fascinaciones de la tentaci�n. Para resistirnos, debemos ser fortificados con el amor a las alegr�as superiores, alimentados con la comida sana del banquete de la sabidur�a (ver Proverbios 9:1), atra�dos por la belleza de la santidad y, sobre todo, conducidos a la deleites puros y nutritivos de la fiesta del evangelio por la fe en el Se�or Jesucristo.

HOMILIAS DE E. JOHNSON

Proverbios 9:1

El banquete de la sabidur�a; o el llamado a la salvaci�n

I. LA REPRESENTACI�N FIGURATIVA. La sabidur�a se denomin�, en Proverbios 8:30, una "maestra de trabajo", en referencia a la estructura del mundo f�sico. Aqu� ella, cuyo deleite est� en los hombres y la vida humana, se representa como la constructora, es decir, la fundadora del orden moral y social. Los siete pilares denotan grandeza y, al mismo tiempo, santidad. Su casa es un templo. La religi�n es "la tradici�n m�s antigua y sagrada de la raza" (Herder); y contiene dentro de s� arte, ciencia, pol�tica, todo lo que hace que la vida humana sea estable, rica y hermosa. Se han hecho preparativos para una fiesta. El buey ha sido asesinado, el vino especiado ha sido mezclado ( Isa�as 5:22; Proverbios 23:30), la tabla expuesta. Su sirviente ha sido enviado y su invitaci�n se ha dado a conocer libremente en todas las alturas de la ciudad. Es una invitaci�n a lo simple, lo ignorante, lo no inteligente, de todos los grados.

II EL CONTENIDO ESPIRITUAL. Estos reciben un desarrollo m�s rico en el evangelio ( Mateo 22:1; Lucas 14:16). En lugar de la personificaci�n pr�ctica de la sabidur�a, tenemos la presencia viva de Cristo, "la Sabidur�a de Dios". En lugar de lo abstracto, lo concreto; para una concepci�n ideal, un verdadero ejemplo y un presente objeto de fe. En lugar del espl�ndido templo del palacio, por otro lado, tenemos el pensamiento del reino de Dios, o la Iglesia, que descansa sobre sus cimientos de la verdad apost�lica. A las disposiciones de la tabla corresponden el rico alimento espiritual derivado de Cristo, su Palabra y obra: el verdadero Pan enviado del cielo. A la invitaci�n de la Sabidur�a, el llamado a la salvaci�n por Cristo.

1. El Nuevo Testamento se hace eco del Antiguo, y el evangelio es esencialmente el mismo en todos los sentidos.

2. El evangelio de Cristo es el desarrollo, la expansi�n, el enriquecimiento del antiguo saber espiritual.

3. La relaci�n de lo Divino con lo humano permanece constante; es el de abastecer para desear, el conocimiento para la ignorancia, el amor y la luz para el dolor y la oscuridad.

4. La invitaci�n al reino de los cielos es gratuita y general, no est� condicionada por nada excepto la necesidad de sus bendiciones.

Proverbios 9:7

Advertencias contra el rechazo

Entonces, en relaci�n con la secci�n anterior, podemos tomar estas palabras.

I. CADA NEGACI�N DE SABIDUR�A IMPLICA LA PREFERENCIA DEL OPUESTO. Implica que las asociaciones de locura son m�s agradables que las del sentido del sonido ( Proverbios 9:6), que es una preferencia de muerte a vida, en su efecto.

II EL H�BITO SCOFFING ES UNA INDICACI�N DE FOLLY. ( Proverbios 9:7.) Bajo la cabeza general de los tontos vienen burladores y hombres malvados de todos los grados. El c�nico puede preferir hablar de hombres malvados y acciones como tontos y necedades, "peor que un crimen, un error", y pronuncia m�s verdad de lo que pretende.

III. EL SCOFFER ES ABUSIVO, Y ESTO ES SIGNIFICATIVO DE SU TEMPLO. ( Proverbios 9:7, Proverbios 9:8; comp. �xodo 5:16; Salmo 115:7.)

1. No tiene ni desea tener conocimiento de s� mismo, y por lo tanto odia al maestro que sostiene el espejo frente a la naturaleza y lo hace verse a s� mismo tal como es.

2. �l es el florete para el hombre sabio, que agradece las correcciones, porque est� decidido a mejorar y progresar; y por lo tanto ama al corrector, sosteni�ndolo acreedor de su agradecimiento y reconociendo la lealtad de la banda que hiere.

3. La gran distinci�n del sabio del necio es que el primero tiene una capacidad de progreso indefinida; el �ltimo, qua tonto, ninguno.

4. Como hay una conexi�n indisoluble entre locura y maldad, tambi�n lo son la sabidur�a y la rectitud en uno ( Proverbios 9:9) .� J.

Proverbios 9:10

Recurrencia a los primeros principios

La vida est� hecha de c�rculos. Siempre volveremos a donde comenzamos. A medida que la historia se repite, tambi�n debe hacerlo la moral y la religi�n. Los puntos brillantes de la sabidur�a aparecen y reaparecen con la regularidad de los cuerpos celestes. La b�veda del cielo tiene su an�logo en la b�veda estrellada de las relaciones morales. La iteraci�n y la repetici�n de los primeros principios son constantemente necesarios, siempre sanos, peculiarmente caracter�sticos del pensamiento sem�tico. Dondequiera que la vida est� limitada a un peque�o c�rculo de intereses, se debe insistir en las mismas verdades "una y otra vez".

I. RELIGI�N UN PRIMER PRINCIPIO.

1. Religi�n caracterizada. El temor de Jehov�. En otras palabras, reverencia por el Eterno. Podemos desarrollar la definici�n, pero �podemos sustituirla por una mejor? Es una relaci�n con lo eterno e invisible, con un orden suprasensual, en oposici�n a lo que es visible y transitorio. Est� profundamente arraigado en el sentimiento. La reverencia es el tono b�sico en la escala del sentimiento religioso; descendemos de �l al asombro y al terror, o nos elevamos a la alegr�a y al �xtasis. Es una relaci�n, no con nosotros mismos, o una proyecci�n de nosotros mismos con fantas�a, sino con un Ser personal y santo.

2. Su conexi�n con la inteligencia insisti� firmemente en. Es el principio, o principio fundamental, de la sabidur�a, y "el conocimiento de lo Santo es una verdadera comprensi�n" ( Proverbios 9:10). La pregunta, a menudo discutida, si la religi�n es una cuesti�n de sentimiento, conocimiento o voluntad, surge de una falacia. Podemos distinguir estas funciones en el pensamiento; pero en realidad son uno, porque la conciencia es una unidad, no un conjunto de cosas, una colocaci�n de �rganos. En el sentimiento que sabemos, en el conocimiento que sentimos, y de esta interacci�n surgen la voluntad, los actos, la conducta. Por lo tanto, en la medida en que un hombre es completamente religioso, tambi�n es completamente inteligente. En la concepci�n m�s verdadera, religi�n y sabidur�a son id�nticas.

II SABIDUR�A UN PRIMER PRINCIPIO. ( Proverbios 9:11.) Aqu� descendemos de la regi�n de la especulaci�n a la de la verdad pr�ctica.

1. La "voluntad de vivir" es la primavera de nuestra actividad.

2. Solo en segundo lugar en el poder original est� el deseo de estar bien, es decir, tener plenitud, energ�a de vida, conciencia. La forma extensa de este deseo es, naturalmente, la m�s temprana, la m�s infantil: disfrutar muchos a�os, vivir una vejez verde, etc. La forma intensiva es posterior y pertenece a la etapa m�s reflexiva de la mente. "No vivere, sed valere, est vita" (Marcial). Es "m�s vida y m�s plena de lo que queremos" (Tennyson). "Una hora de vida gloriosa vale una �poca sin nombre". Este punto de vista llega m�s a la mente moderna que a la del este mon�tono, donde no era posible la plenitud de intereses. Decimos: "Mejor veinte a�os de Europa que un ciclo de Cathay".

III. PERSONALIDAD UN PRIMER PRINCIPIO. ( Proverbios 9:12.)

1. Tenemos una conciencia individual distinta. "Soy yo, y aparte de las cosas que toco". S� cu�les son mis actos que se distinguen de mis movimientos involuntarios, mis pensamientos son distintos del reflejo pasivo de percepciones y fantas�as no engendradas de mi voluntad.

2. Nuestra sabidur�a o locura es nuestro propio asunto, tanto en origen como en consecuencias. Engendramos el h�bito, y debemos cosechar mientras sembramos, soportar la peor parte del conflicto que pudimos haber provocado.

3. Ni nuestra sabidur�a puede enriquecer ni nuestra locura empobrecer a Dios ( Job 22:2, Job 22:3; Job 35:6; Romanos 11:35; Apocalipsis 22:11, Apocalipsis 22:12).

(1) Es un pensamiento solemne; La constituci�n de nuestro ser revela el decreto de Dios, y puede interpretarse as�: "�D�jenlo en paz!" No nos interfieren. Sufrimos desarrollarnos en el aire y el sol. �Ay de nosotros si pervertimos los amables dones de Dios y convertimos su verdad en una mentira!

(2) "Presta atenci�n a ti mismo". Los efectos de nuestros actos pueden extenderse a otros, pero al final no podemos hacer que otros respondan por ellos.

Proverbios 9:13

La invitaci�n de la locura

La imagen que se tomar� en contraste con la del principio del cap�tulo.

I. EL TEMPLO DE LA LOCURA.

1. Ella es excitable y apasionada ( Proverbios 9:13), y puede ser representada como la ramera, la actriz y la m�scara del sentimiento genuino.

2. Ella es irracional y no sabe qu� es qu�. El verdadero amor no es ciego, ni para s� mismo ni para sus objetos.

3. Ella es como la ramera de nuevo en su desverg�enza ( Proverbios 9:14). A la locura no le importa exponerse, y se apresura a hacer publicidad.

4. Ella es sol�cita en la compa��a ( Proverbios 9:15). Debe tener compa�eros en la culpa y compa�eros para mantenerla en el semblante. Los tontos no pueden ser felices en la soledad, no pueden disfrutar de los encantos dulces y silenciosos de la naturaleza. La sabidur�a encuentra bien tanto en el bosque como en la ciudad, en el claustro o en medio del "zumbido ocupado de los hombres".

5. La locura es gregaria. Dondequiera que haya una multitud, est� sucediendo algo tonto ( Proverbios 9:16). Se puede decir con seguridad de las reuniones habituales en las tabernas y esos lugares, "en su mayor�a tontos". El sabio se separa para recuperar y fortalecer su Individualidad; el tonto se lanza a la multitud para olvidarse de s� mismo.

6. La locura es astuta y reservada ( Proverbios 9:17). La fiesta secreta es aqu� el placer il�cito (cf Proverbios 30:20). El hecho de que a las personas les guste m�s lo que no deber�an gustarles porque no deber�an, es un fen�meno complejo del alma. La dulzura de la libertad recuperada est� en ella y forma su lado bueno. Liberty agrega un perfume y una especia a cada placer, sin importar cu�l sea el placer. Agust�n cuenta c�mo rob� un huerto cuando era ni�o, admitiendo que no quer�a las peras, y argumentando que, por lo tanto, fue su depravaci�n lo que lo llev� a encontrar placer en llev�rselas. Del mismo modo, uno podr�a probar la depravaci�n de la grajilla que roba un anillo. Repudiemos la afectaci�n de la depravaci�n, una gran "locura" en su camino; y m�s bien extraer la sana lecci�n de que el amor a la libertad, a la diversi�n, en resumen, a cualquier ejercicio saludable de energ�a, necesita direcci�n. El instinto de privacidad y libertad no da menos entusiasmo a los placeres leg�timos que a los il�citos.

II EL FINAL DE FOLLY. ( Proverbios 9:18.)

1. Se representa bajo im�genes de oscuridad y temor. Sombras, "hijos de la muerte", hombres muertos, fantasmas difuntos, se ciernen sobre la morada de Folly y las personas de sus invitados. Y estos, aunque incluso se sientan a su mesa en medio de un banquete y alegr�a, ya est�n, a los ojos de Sabidur�a, el espectador, en las profundidades del infierno. As�, las sombras de la enfermedad "oscurecen el rub� de la copa y oscurecen el esplendor de la escena".

2. Lo indefinible tiene un efecto m�s impresionante que lo definible. Como p. Burke ha mostrado felizmente en su tratado sobre 'Lo sublime y lo bello'. Las oscuras realidades del otro mundo, el misterioso crep�sculo, el claro-oscuro de la imaginaci�n: en esta regi�n se encuentra todo lo que fascina la mente con esperanza o terror. Si se le pregunta: �Cu�l ser� precisamente el destino de los imp�os, la dicha de los justos? la respuesta es: no se ha impartido conocimiento definitivo, es imposible y tendr�a menos efecto que las formas vagas pero positivas en las que se insin�a la verdad.

3. Lo indefinible no es lo menos seguro. Es lo definido lo que es contingente, incierto. Nuestra vida es un constante devenir de momento a momento. Esto, por su naturaleza, es tan indefinible como el derretimiento de la oscuridad en el d�a, o al rev�s. J.

HOMILIAS DE W. CLARKSON

Proverbios 9:1

La invitaci�n divina

La sabidur�a invita a los hijos de los hombres a una fiesta. Cristo, "la Sabidur�a de Dios", nos est� invitando a todos a participar de la vida eterna. Una fiesta bien puede considerarse como la imagen y el tipo de vida en su m�xima expresi�n. Combina muchas de las mejores caracter�sticas de la vida humana: generosidad generosamente ofrecida y graciosamente aceptada, alimentaci�n, disfrute, relaciones sociales, gratificaci�n intelectual y espiritual, as� como corporal. En el evangelio de Cristo se nos ofrece la vida en su plenitud: Divina, eterna. La Sabidur�a Eterna nos invita a participar de ella, a "aferrarnos" a ella. Estos vers�culos nos sugieren:

I. LA COMPLETIDAD DE LA DIVINA PREPARACI�N. ( Proverbios 9:1, Proverbios 9:2.) La casa est� construida, la cantidad total de pilares excavados, las bestias asesinadas, el vino mezclado, la mesa dispuesta. Todo est� arreglado y ejecutado; nada se olvida u omite. Cada hu�sped encontrar� lo que necesita. �Cu�n completa es la preparaci�n que Dios ha hecho para nosotros en el evangelio de la gracia y la vida! Se puede decir que todo el Antiguo Testamento es parte de la historia de su preparaci�n. Todos sus tratos con su pueblo antiguo, y su control de las naciones paganas, conduc�an al �nico gran problema: la redenci�n de la humanidad por un Salvador que da vida. El Nuevo Testamento contin�a la misma cuenta; El nacimiento, el ministerio, la vida, los dolores, la muerte, la resurrecci�n y la ascensi�n de Jesucristo, la obra evangelizadora y las cartas interpretativas de los ap�stoles, forman la �ltima parte de la preparaci�n Divina. Y ahora todo est� completo. La casa est� construida, la mesa est� extendida, el vino derramado. No hay nada que un alma culpable, afligida, luchadora y buscadora pueda tener hambre o sed por lo que no encontrar� en esta fiesta celestial. Misericordia, plena reconciliaci�n, amistad inagotable, consuelo, fortaleza, esperanza, alegr�a en Dios, vida eterna, todo est� all�.

II LA GRACIA DE LA INVITACI�N. ( Proverbios 9:3, Proverbios 9:4.) La sabidur�a env�a a "sus doncellas" y "llora en los lugares m�s altos de la ciudad". Ella les cobra a los que hablen que sean m�s propensos a ser escuchados, y a pronunciar su invitaci�n donde sea m�s seguro ser escuchada. Adem�s, ella no restringe su llamado a aquellos que pueden decirse que son sus propios hijos ( Mateo 11:19); por otro lado, se dirige especialmente a aquellos que son extra�os a "lo simple", al "que quiere entender", en el evangelio de la gracia de Dios:

1. Es el misericordioso Se�or mismo quien nos habla, y de la manera m�s ganadora. Es �l mismo quien dice: "Ven a m�". "Si alg�n hombre tiene sed", etc .; "Soy el pan de vida", etc.

2. Ha hecho, en su providencia y gracia, que el mensaje de misericordia suene donde todos puedan escucharlo: "en los lugares m�s altos de la ciudad".

3. �l llama a todos los hombres a su generosa junta, especialmente a los que est�n en mayor necesidad ( Lucas 14:21; Mateo 9:12, Mateo 9:13).

III. EL CAR�CTER DEL MENSAJE. ( Proverbios 9:5, Proverbios 9:6.) La sabidur�a llama a aquellos que escuchan a sus mensajeros a abandonar la locura, caminar en justicia y as� entrar en la vida. La Sabidur�a de Dios mismo llama a quienes escuchan su voz a:

1. Ap�rtate de su iniquidad, alej�ndote de la comuni�n de los imp�os y de la pr�ctica del pecado.

2. Entrar en la comuni�n m�s cercana con �l mismo; comiendo as� el pan y bebiendo el agua de la vida; caminando as� en el camino de la verdad, la santidad, el amor, la sabidur�a; as� "entrando en el camino de la comprensi�n".

3. Participe con �l la vida Divina y eterna: vida para Dios, vida en Dios, vida con Dios para siempre. C.

Proverbios 9:7

La pena y la promesa de instrucci�n.

No es solo la funci�n del ministro de Cristo "reprobar, reprender y exhortar" ( 2 Timoteo 4:2); el "hombre de Dios" debe estar provisto de la Escritura para poder administrar "reprobaci�n, correcci�n e instrucci�n en justicia" ( 2 Timoteo 3:16. 2 Timoteo 3:17). Pero la instrucci�n, especialmente cuando toma la forma de correcci�n, tiene su penalizaci�n y su recompensa.

I. LA PENA DE INSTRUCCI�N. ( Proverbios 9:7, Proverbios 9:8). Est� en el coraz�n de los sabios reprender la iniquidad. Aquellos que son rectos y verdaderos, que odian el mal incluso cuando Dios lo odia, se conmueven a una indignaci�n sagrada cuando contemplan las manifestaciones oscuras y vergonzosas del pecado, y la protesta se eleva a sus labios. Es como "fuego en sus huesos" hasta que hayan "entregado su alma".

2. La reprensi�n a menudo es decididamente ventajosa. No, solo alivia la mente del hablante piadoso, sino que averg�enza a quienes deber�an sonrojarse por sus actos. Incluso cuando no logra impresionar al principal moroso, el archirrictivo, puede producir una influencia saludable en las mentes de quienes lo presencian. Una llama ardiente de ira justa a veces consumir� mucha injusticia.

3. Sin embargo, es cierto que el sabio debe contar con que el resultado sea lo contrario. Es posible que se rechace la protesta, que se convierta en nada m�s que verg�enza por parte del que lo reprocha: una "mancha en la p�gina" y nada m�s que provocaci�n al que se reprendi�, incit�ndolo al odio ( Proverbios 9:8). La probabilidad debe tenerse en cuenta, y el sabio debe actuar en consecuencia. Si hay esperanza de hacer el bien, es posible que se corra alg�n riesgo. Toda la interposici�n no se desconoce aqu�. Los hombres buenos deben usar su discreci�n. Hay un momento para hablar, usando el lenguaje de un reproche fuerte e incluso severo. Por otro lado, esta es la verdad del texto, hay un momento para guardar silencio, para dejar a los hombres abandonados y culpables condenados por Dios. Se les perder�a el reproche; solo volver�a con un fuerte rebote y herir�a al hablante (ver Mateo 7:6).

II LA PROMESA DE INSTRUCCI�N. ( Proverbios 9:8, Proverbios 9:9.)

1. Hay quienes tienen el esp�ritu de docilidad. Est�n listos para aprender De estos son los j�venes. Nuestro Se�or elogi� el esp�ritu de la infancia en parte por esta raz�n, a saber. que es el esp�ritu de docilidad. Tiene apertura mental, ansia de coraz�n para recibir instrucci�n. De estos, tambi�n, est�n aquellos en quienes mora el esp�ritu de sabidur�a, pero que han ca�do en el error.

2. La instrucci�n en estos casos ser� bien pagada. Si reprendimos a un hombre sabio, un hombre esencialmente bueno pero accidentalmente equivocado, nos encontraremos con agradecimiento: "nos amar�". Si impartimos instrucci�n a los que ya son sabios, agregaremos a su excelencia ( Proverbios 9:9). De modo que esa instrucci�n inteligente y oportuna har� dos cosas.

(1) Restaurar� el error: una acci�n muy valiosa y admirable, en la que los mejores hombres pueden felicitarse verdaderamente.

(2) Multiplicar� el poder del bien. Agregar� conocimiento y sabidur�a a aquellos que ya son sabios; har� que los hombres buenos sean mejores, m�s felices, m�s dignos en s� mismos; tambi�n los har� m�s influyentes para el bien en la esfera en la que se mueven. Esta es, pues, la triple lecci�n del texto:

1. Sepa cu�ndo guardar silencio bajo provocaci�n.

2. Habla la palabra de reproche en la temporada.

3. Comunique el conocimiento a todos los que lo acoger�n.

Proverbios 9:10, Proverbios 9:11

Excavaci�n profunda, alta, duradera

(V�anse las homil�as en Proverbios 1:7 y Proverbios 3:1.) El hecho de que nos encontremos con la oraci�n inicial del texto en no menos de otros tres lugares (Job 27: 1-23: 28; Salmo 111:10; Proverbios 1:7), le da un significado peculiar. Indica que el Divino Autor de la Biblia impresionar� profundamente en nuestras mentes la verdad:

I. QUE EN EL TEMOR DE DIOS, COMO EN UNA ROCA S�LIDA, TODA LA SABIDUR�A HUMANA DESCANSA. Nada de lo que un hombre pueda tener en sus circunstancias externas o en su mente compensar� la ausencia de este principio del alma. Puede tener todas las ventajas imaginables en su entorno; �l puede tener toda la astucia imaginable, la destreza, la inteligencia, la agudeza del intelecto; pero si todo no se basa en el temor del Dios viviente, su car�cter debe estar fatalmente incompleto y su vida debe ser un error deplorable. La reverencia del esp�ritu, la devoci�n del h�bito, la obediencia a la vida, esta es la base s�lida sobre la que descansa toda la sabidur�a. Que un hombre sea siempre tan erudito o astuto, si esto est� ausente, la Sabidur�a misma lo escribe como un tonto.

II ESA VERDAD SAGRADA ES EL SUJETO M�S FELIZ Y M�S VALOR DEL ESTUDIO HUMANO. Vale la pena dedicar nuestro pensamiento cuidadoso y continuo a la verdad cient�fica, econ�mica, hist�rica y pol�tica. Estos pagar�n nuestro estudio; ampliar�n nuestra mente y aumentar�n nuestra comprensi�n. Pero dignos como son, dan importancia a la verdad que es sagrada y, en un sentido especial, divina. Para "entender y conocer a Dios", qui�n es �l, cu�l es su car�cter, cu�les son las condiciones de su amor permanente; conocer al hombre, qui�n y qu� es, qu� constituye la verdadera excelencia y nobleza del car�cter humano, cu�les son los peligros que amenazan y cu�les son los h�bitos que lo elevan; conocer el "camino de la vida", el camino de regreso a Dios, a la santidad, al cielo; esta es la sabidur�a de verdad. El conocimiento de lo sagrado es comprensi�n. Todo otro aprendizaje es leve en comparaci�n con este logro supremo.

III. QUE EL SERVICIO DE DIOS SE ENCUENTRA INSEPARABLEMENTE CON EL BIENESTAR DURADERO DEL HOMBRE. ( Proverbios 9:11.)

1. La obediencia a Jehov� habr�a dado una vida prolongada y duradera a la naci�n jud�a en su propia tierra favorecida. La conformidad con la Ley Divina, la pr�ctica de la verdad, la pureza, la rectitud, la simplicidad de la vida y los modales, llegar�n lejos para garantizar una larga vida a cualquier naci�n ahora.

2. La obediencia a la Ley Divina, especialmente a un mandamiento ( �xodo 20:12), dio buena esperanza de longevidad a los hijos de la Ley ( Proverbios 9:11; Proverbios 3:2, Proverbios 3:16). La piedad y la virtud ahora prometen vida y salud. Es probable que los sobrios, los puros, los diligentes, los que est�n conscientes de la voluntad de Dios, multipliquen sus d�as y aumenten los a�os de su vida.

3. A los verdaderos siervos de Cristo, que son fieles hasta la muerte, se les garantiza una "corona de vida" ( Apocalipsis 2:10) .� C.

Proverbios 9:12

Sabidur�a y locura

En este breve verso tenemos algunos pensamientos valiosos sugeridos que respetan tanto la sabidur�a como la locura.

I. EL DESINTERESTE DE LA SABIDUR�A. Si alguien debe instar contra las afirmaciones de la Sabidur�a de que son muy altas, urgentes, opresivas, que el mandamiento de Dios es "muy amplio"; si los j�venes lo preguntan: "�Por qu� arrojar estas sombras en nuestro camino? �Por qu� cargarnos con estas responsabilidades?" Sabidur�a puede responder: "Tus servicios no son necesarios para m�. 'Si tuviera hambre, no te lo dir�a', etc., si te suplico, es por tu bien. Tienes necesidad de mi voz y mi control; aparte de m� no puedes ser bendecido, no puedes darte cuenta del final de tu ser. Puedo hacerlo bien sin tu devoci�n, pero no puedes hacerlo sin mi favor. Si eres sabio, ser�s sabio por ti mismo. "

II EL CAR�CTER INALIENABLE DE LA SABIDUR�A COMO POSESI�N. El hombre sabio en el Libro del Eclesiast�s lamenta que las riquezas son cosas que un hombre sabio puede tener muchos problemas para reunir, pero no sabe qui�n puede dispersarlas. Un hombre puede ser laborioso y frugal, pero no para s� mismo; todo lo bueno puede ir a otros que vienen despu�s de �l. As� es con varias adquisiciones. Los hombres apenas los ganan cuando los dejan atr�s para otros; p.ej. el h�roe, su gloria; el estudiante, su aprendizaje; el conquistador o descubridor, el territorio que ha ganado o encontrado. Pero si un hombre es sabio, es sabio para s� mismo y para los dem�s; tiene un premio que ning�n accidente le robar� y que la muerte misma no le quitar� de las manos. Una vez que es suyo, es suyo para siempre: es una posesi�n inalienable.

III. LA NATURALEZA PROFUNDA DE LA SABIDUR�A VERDADERA. Hay una filosof�a muy superficial que asume el nombre de sabidur�a, que nos invita a apostar todo por asegurar una carrera c�moda y pr�spera en este mundo, sin tener en cuenta las realidades supremas de nuestras obligaciones con Dios, nuestro deber con nuestra propia espiritualidad. naturaleza inmortal, nuestras responsabilidades con otras almas. Esta ense�anza superficial y falsa pasa por alto el hecho fundamental de que un hombre es m�s que sus medios, que nosotros mismos somos m�s grandes que nuestras circunstancias, que es un mal beneficio ganar un mundo y perder un alma, que si somos sabios, seremos sabios para nosotros.

IV. EL PUNTO DE PARTIDA DE LA SABIDUR�A VERDADERA. Algunos hablan con indignaci�n, no poco sinceros, contra tanta insistencia en que un hombre busque su propia salvaci�n. Dicen que es solo un ego�smo refinado. Puede ser cierto que hay maestros cristianos que ampl�an este aspecto de manera desproporcionada; pero siempre debe ser una verdad de gran importancia que el primer deber de un hombre hacia Dios es el deber que se debe a s� mismo. Primero, porque su propia alma es su carga principal y principal; y, en segundo lugar, porque puede hacer poco o nada por el mundo hasta que su propio coraz�n tenga raz�n. Si un hombre, por lo tanto, es sabio, primero debe ser sabio por s� mismo.

V. EL DESTINO DE FOLLY. "Si te burlas, solo t� lo soportar�s". Esto no significa que solo el pecador cargue con las consecuencias de su culpa, eso es deplorablemente falso; el pecado se extiende y alcanza en sus malas consecuencias: circula y desciende. El pasaje significa que el hombre necio tendr� que soportar solo la condena de su locura; todo hombre que vive y muere impenitente debe "soportar su propia carga" de castigo. El remordimiento y el auto-reproche del futuro ninguno podr� dividir; debe ser llevado por el pecador mismo. Hay Uno que una vez llev� nuestras transgresiones por nosotros, y las llevar� a la tierra del olvido ahora.

Proverbios 9:13

La verdad sobre el pecado.

Salom�n, habi�ndonos contado de la excelencia de la Sabidur�a y de las bendiciones que debe conferir a sus hijos, ahora nos pide que consideremos las consecuencias de escuchar el pecado, cuando ella, la mujer tonta, pronuncia su invitaci�n. Aprendemos-

I. QUE EL PECADO EN SUS �LTIMOS DESARROLLOS ES UNA COSA MUY ODIOSA. Qu� cuadro tan doloroso y repulsivo tenemos aqu� de la mujer tonta, quien, aunque completamente ignorante e indigna ( Proverbios 9:13), asume una posici�n conspicua en la ciudad, se coloca "en un asiento en los lugares altos , "habla con una voz" clamorosa ", y, sin ser atendida, �llama en voz alta a los que van por su camino! Cuando presentamos la escena a nuestra imaginaci�n, instintivamente nos alejamos de ella como repelente y odiosa. Todo pecado es odioso a los ojos de Dios; para �l es "esa cosa abominable" (Jeremias 44:4). Y para todos los puros de coraz�n tambi�n es, aunque no igualmente, repulsivo. En sus etapas posteriores y desarrollos finales es simple y completamente detestable.

II QUE LA TENTACI�N AL PECADO APUESTA A LOS INTIMULADOS, AS� COMO A LOS MALVADOS. La locura se dirige a "pasajeros que siguen su camino" ( Proverbios 9:15). Hay quienes van voluntariamente y sin sentido en el camino de la tentaci�n. Buscan la compa��a de lo profano, las atenciones de lo inmoral. Estos caminan hacia la red y quedan atrapados. Luego hay otros que no tienen idea del mal en su coraz�n; no est�n "con la intenci�n de transgredir"; pero cuando pasan por el camino, la tentadora tira su red, si no sobre ellos, para enredarlos. El camino de la vida humana est� plagado de peligros espirituales; Es necesario estar preparado contra toda forma de maldad. No solo debemos ser honestos en su intenci�n, sino tambi�n cautelosos y bien armados. "S� sobrio, vigilante porque eres tu adversario", etc. ( 1 Pedro 5:8).

III. QUE PARA EL PECADO SIN NATURALEZA DE LA NATURALEZA, A VECES ES A VECES UNA COSA TERRIBLEMENTE SEDUCTIVA. "La mujer tonta", aunque se dice que "no sabe nada", sabe lo suficiente como para decir verdaderamente: "Las aguas robadas son dulces", etc. ( Proverbios 9:17). Es in�til, porque es falso, negar que el vicio tenga sus placeres. Lascivia, juerga, avaricia, usurpaci�n, tienen sus delicias; y es un placer peculiar arrebatar gratificaciones ilegales en lugar de aceptar las que son honorables. Cuando nuestra naturaleza no se regenera y no est� santificada, cuando la pasi�n est� en su apogeo, cuando en el alma est� el ardor y la energ�a de la juventud, el vicio tiene poderosas atracciones. Los j�venes bien pueden proveerse contra la hora oscura de la tentaci�n con "toda la armadura de Dios", o pueden no ser capaces de salir victoriosos.

IV. QUE LOS QUE SE HAN ABANDONADO AL PECADO EST�N EN EL ABRAZO DE LA RUINA. "�l no sabe que los muertos est�n all�; y que sus invitados est�n en las profundidades del infierno '( Proverbios 9:18). No solo es cierto

(1) que aquellos que se rinden a la pasi�n culpable est�n en el camino a la perdici�n final; pero tambi�n es verdad

(2) que ya est�n en la profundidad de la ruina. Est�n "muertos mientras viven" ( 1 Timoteo 5:6); est�n "en las profundidades del infierno" (texto). Sacrificar la virilidad o la feminidad en el altar de un placer imp�o, o una ganancia inmoral, o una laminaci�n esclavizante; estar pecando continuamente contra Dios, y estar degradando sistem�ticamente nuestra propia alma para estar cayendo cada vez m�s bajo en la estimaci�n de los sabios hasta que seamos el objeto de su piedad o su desprecio; esto es ruina. No hay necesidad de esperar el juicio y la condena; Los hu�spedes del pecado est�n en las profundidades del infierno. Si est� cerca de la puerta, si est� en su escal�n, si est� en su pasillo, "escape por su vida" (vea Wardlaw, en la ubicaci�n) .� C.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Proverbs 9". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/proverbs-9.html. 1897.