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Bible Commentaries
Salmos 39

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

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Versículos 1-13

EXPOSICI�N

EL salmista, molesto y disgustado con la vida, sintiendo un deseo de murmurar y quejarse, pero consciente de que sus palabras son observadas, y sus enemigos malvados listos para usarlas contra �l, ha resuelto mantener un silencio completo, en cualquier caso, mientras los imp�os est�n a su vista (Salmo 39:1, Salmo 39:2), pero no puede mantener su resoluci�n. A pesar de s� mismo, estalla en un discurso, un discurso de amarga queja (Salmo 39:4). "�Cu�nto tiempo tiene que soportar esta vida tan insatisfactoria, tan llena de vanidad?" El estallido lo alivia, y contin�a con una tensi�n m�s suave, reconociendo la mano de Dios en las penas y los males de la vida, suplicando su ayuda y finalmente pidiendo que se le ahorre un poco, para que pueda recuperar la fuerza, antes de que siga adelante y ya no m�s (Salmo 39:7).

El t�tulo asigna el salmo a David, y lo representa como el encargado de la composici�n del arreglo musical para el precursor o maestro de coro de la �poca, que luego se llama Jeduthun, uno de los principales m�sicos al servicio de David ( 1 Cr�nicas 16:41, 1 Cr�nicas 16:42; 1 Cr�nicas 25:3). No hay raz�n para disputar esta atribuci�n. La belleza po�tica de la composici�n es genial, y las circunstancias son las que se adaptan a los primeros a�os de la vida de David.

El signo de pausa, "Selah", divide el salmo en tres partes:

(1) de Salmo 39:1 a Salmo 39:5;

(2) de Salmo 39:6 a Salmo 39:11; y

(3) desde Salmo 39:12 hasta el final.

Salmo 39:1

Dije, prestar� atenci�n a mis caminos, que no peco con mi lengua. No hay bases para conectar este silencio con la abstinencia de la auto-reivindicaci�n mencionada en el salmo anterior (Salmo 39:13, 14). De hecho, parece haber tenido un origen completamente diferente (ver el p�rrafo introductorio). Mantendr� mi boca con una brida; es decir, "frenar mi impaciencia, contener y mantener mi discurso". Mientras el malvado est� delante de m�. La versi�n del libro de oraci�n es mejor, aunque menos literal, "mientras el imp�o est� a mi vista".

Salmo 39:2

Estaba mudo de silencio, mantuve la paz, incluso desde el bien. Algunos explican: "Mantuve la paz, pero no me sirvi� de nada, no fui mejor para eso" (Hupfeld, Hengstenberg, Canon Cook); otros adoptan la versi�n del libro de oraci�n, guard� silencio incluso de las buenas palabras "(Kay, Alexander, versi�n revisada). Y mi dolor se agit�. El dolor en mi coraz�n no se calm�, ni disminuy�; m�s bien, se despert� arriba, acelerado y agravado, este es el resultado natural de reprimir cualquier sentimiento fuerte.

Salmo 39:3

Mi coraz�n ard�a dentro de m�; o, se calent� (Kay). Y mientras pensaba, el fuego ard�a; o encendido (Versi�n revisada). Entonces habl� con mi lengua; es decir, en voz alta, articuladamente. No pude, al menos, no lo hice, abstenerme. Estall� en voz alta e hice mi gemido a Dios

Salmo 39:4

Se�or, hazme saber mi fin y el n�mero de mis d�as. Esta no es exactamente la solicitud de Job, que deseaba ser cortado de inmediato ( Job 6:9; Job 7:15; Job 14:13), pero es un solicitud concebida en el mismo esp�ritu. El salmista est� cansado de la vida, no espera nada de �l, siente que es "completamente vanidad". Pide, por lo tanto, no exactamente la muerte, pero que se le diga cu�nto tiempo tendr� que soportar la miserable vida que lleva. No anticipa ning�n alivio, excepto en la muerte, y siente, al menos por el momento, que acoger�a con benepl�cito la muerte como libertador. Para que sepa lo fr�gil que soy. As� que la mayor�a de los modernos; pero Hengstenberg niega que ??? pueda significar "fr�gil", y recurre a la antigua interpretaci�n, "para saber cu�ndo dejar� de ser", lo que sin duda da un muy buen sentido.

Salmo 39:5

He aqu�, has hecho mis d�as como un ancho de mano. Parece inconsistente que alguien que profesa estar cansado de su vida se queje de la falta de vida. Pero tal inconsistencia es humana. El trabajo hace lo mismo ( Job 14:1, Job 14:2). Y mi edad es como nada ante ti. La corta existencia humana apenas puede ser considerada por Dios como existencia; m�s bien, es mera nada. En verdad, cada hombre que vive en su mejor estado no es m�s que vanidad. As� que nuestros revisores. Pero la mayor�a de los modernos traducen: "En verdad, cada hombre que viv�a fue ordenado por vanidad absoluta" (comp. Salmo 62:9; Salmo 144:4).

Salmo 39:6

Seguramente cada hombre camina en un vano espect�culo; literalmente, en una imagen, o "como una imagen"; es decir, con una mera apariencia de vida, pero sin la realidad. Seguramente est�n inquietos en vano. Sus esfuerzos inquietos no tienen fin, no tienen resultado. �l acumula riquezas, y no sabe qui�n las reunir� (comp. Job 27:16, Job 27:17; Eclesiast�s 2:18, Eclesiast�s 2:21 )

Salmo 39:7

Y ahora, Se�or, �qu� espero? Mi esperanza est� en ti. Y ahora, bajo estas circunstancias, la vida humana es lo que es, y todos los hombres no son m�s que vanidad, �cu�l es mi esperanza? cual es mi expectativa �que estoy esperando? Un grito, como parece, de completa desesperaci�n. Pero cuando la noche es m�s oscura, amanece. "De las profundidades" surge la voz de la fe: "�Mi esperanza est� en TI!" Siempre hay esperanza en Dios Cuando nuestro padre y nuestra madre nos abandonan, el Se�or nos lleva. No nos dejar� ni nos abandonar�. Entonces el salmista termina su queja arroj�ndose a los brazos de la Divina Misericordia y someti�ndose sin reservas a la voluntad de Dios.

Salmo 39:8

L�brame de todas mis transgresiones. El acercamiento a Dios acelera en cada hombre temeroso de Dios la sensaci�n de pecado y el anhelo de perd�n. As� que el salmista apenas se ha arrojado sobre Dios como su �nica Esperanza, cuando se le ocurre la idea de su pecado, el pecado que ha tra�do sobre �l toda su miseria; y su primera oraci�n es ser "liberado" de ella. No me hagas el reproche de los necios. Mientras sus aflicciones continuaran, el salmista ser�a objeto de desprecio por los tontos y los imp�os. Reza, por lo tanto, en segundo lugar, para que cese el castigo de su pecado.

Salmo 39:9

Estaba tonto, no abr� la boca (comp. Salmo 39:1, Salmo 39:2). Porque lo hiciste. El saber que mis aflicciones ven�an de ti y que eran el castigo justo de mis transgresiones, me ayud� a guardar el silencio que observaba mientras el imp�o estaba a la vista.

Salmo 39:10

Quita tu golpe de m� (campamento. Salmo 38:11). Estoy consumido por el golpe de tu mano; literalmente, por la disputa de tu mano. Pero nuestra versi�n le da el verdadero significado. La "disputa" ha llevado a la "mano" a lidiar con el "golpe" por el cual la v�ctima es "consumida" o "consumida" (Kay).

Salmo 39:11

Cuando con reprensiones corriges al hombre por la iniquidad. Las calamidades que Dios env�a a un hombre son de la naturaleza de "reprensiones" dirigidas a su esp�ritu. Est�n destinados a ense�ar, instruir, advertir, disuadir de hacer el mal (ver Job 36:8). Haces que su belleza se consuma como una polilla; o "consumes, como por una polilla, lo que �l valora"; es decir, su salud, su fuerza, "todo en lo que tiene alegr�a y satisfacci�n" (Hengstenberg). Como una polilla corroe una hermosa prenda, tambi�n lo hace tu disgusto y tu mano pesada que lo corroe y destruye todo lo que constituye su deleite y gloria. Seguramente cada hombre es vanidad (comp. Salmo 39:5 ad fin.). Esto se ha convertido en una especie de estribillo, terminando tanto la segunda como la primera parte del salmo (comp. Salmo 107:8, Salmo 107:15, Salmo 107:21, Salmo 107:31; Eclesiast�s 2:1, Eclesiast�s 2:11, Eclesiast�s 2:15, Eclesiast�s 2:19, Eclesiast�s 2:21, Eclesiast�s 2:23, Eclesiast�s 2:26; Isa�as 9:12, Isa�as 9:17, Isa�as 9:21).

Salmo 39:12

Escucha mi oraci�n, oh Se�or, y escucha mi clamor; No guardes tu paz en mis l�grimas. Las l�grimas apelan a la piedad divina de una manera especial. "�No llores!" dijo nuestro Se�or a la viuda de Nain; y a Mar�a Magdalena: "�Por qu� lloras?" �l mismo ofreci� sus s�plicas con fuertes llantos y l�grimas "( Hebreos 5:7); y as� sus fieles servidores ( Job 16:20: Salmo 6:6; Salmo 42:3; Salmo 56:8; Isa�as 16:9; Isa�as 38:3; Jeremias 15:17; Lamentaciones 2:11 ; Lucas 7:38; Hechos 20:19). Las l�grimas de Ezequ�as conmovieron especialmente a Dios para compadecerse de �l ( 2 Reyes 20:5). Porque soy un extra�o contigo y un extranjero "Aqu� no tenemos una ciudad continua" ( Hebreos 13:14), pero somos "extra�os y peregrinos en la tierra" ( Hebreos 11:13). Por lo tanto, siendo tan d�biles y dependientes, que los m�s seguros reclamen la piedad de Dios. Como todos mis padres fueron (comp. Lev�tico 25:23, "La tierra es m�a; sois extra�os y extranjeros conmigo").

Salmo 39:13

Oh, perd�name, para que pueda recuperar fuerzas, antes de irme, y no ser m�s. El salmista, que ya no est� ansioso por la muerte, pero que todav�a lo espera, pide a Dios, en conclusi�n, un respiro, un breve tiempo de refrigerio y descanso, antes de ser llamado a abandonar la tierra y "no ser m�s"; es decir, poner fin a su estado actual de existencia. Nada se debe deducir de la expresi�n utilizada en cuanto a su expectativa o no expectativa de una vida futura.

HOMIL�TICA

Salmo 39:4

Una sabia oraci�n.

"Se�or, hazme conocer mi fin", etc. El escritor de este salmo m�s bello, aunque muy doloroso, nos abre su coraz�n m�s �ntimo. El Esp�ritu inspirador habla a trav�s de una de las pasiones con nosotros mismos. Sus propias penas le hab�an ense�ado simpat�a. Mirando la vida humana, parece ver una vasta procesi�n f�nebre, en la que los negocios y el placer parecen vanos. Sin embargo, se encoge de decir sus sentimientos reprimidos, para que no parezca culpable de Dios a los imp�os. Entonces se vuelve hacia Dios y derrama su dolor en oraci�n.

I. ESTO PARECE UNA ORACI�N INNECESARIA, AL MENOS A PRIMERA VISTA. Si alguna verdad es obvia, es esta: la brevedad y la fragilidad de la vida. Breve por m�s tiempo (Salmo 90:10), especialmente si calculamos el tiempo que pasamos dormido o disipado en innumerables peque�eces (Salmo 39:5); fr�gil, que siempre lleva dentro de s� los g�rmenes de descomposici�n y disoluci�n. Totalmente incierto: la vida m�s fuerte puede romperse en un momento como un hilo o arrancarse como un �rbol desde su ra�z. �Qui�n no sabe todo esto?

II A�N ES UNA ORACI�N MUY NECESARIA Y SABIA. Porque no hay una verdad tan obvia y segura que los hombres toman tan poco en serio. "Todos los hombres piensan que todos los hombres son mortales menos ellos mismos". La imagen que Charles Dickens ha dibujado del abogado que siempre est� insistiendo en el deber de hacer su voluntad en salud, y que muere en el estado, es muy fiel a la naturaleza humana. La oraci�n del salmista no es para todos los dem�s, sino para s� mismo: "Ens��ame ... mis d�as". �C�mo explicar esta insensibilidad ciega de los hombres a la certeza del futuro, este "espect�culo de caminar en vano"? Parece inexplicable, pero tan arraigado, nada menos que la ense�anza divina lo curar�.

III. LA ENSE�ANZA AQU� ORADA NO ES PARA INFORMARNOS DEL HECHO, QUE TODOS SABEN, Y OLVIDAN, PERO PARA PERMITIRNOS APRENDER SUS LECCIONES. No solo conocimiento, sino sabidur�a.

1. No ancle su esperanza en una vida tan fr�gil, ni almacene su tesoro en un mundo que pueda dejar ma�ana: debe irse pronto (Salmo 39:6; Mateo 6:19).

2. No deje el trabajo de hoy para hacer ma�ana. Se dice que cierto eminente estadista ha hecho una regla "no hacer nada hoy que puedas posponer hasta ma�ana". Esto tiene dos grandes desventajas:

(1) Ma�ana tendr� su propia carga, sin doble peso.

(2) Es posible que no est� aqu� ma�ana para hacerlo ( Juan 9:4).

3. Eche el cuidado del futuro desconocido sobre Dios. El hilo m�s fr�gil de la vida no puede romperse en su mano a menos que lo desee ( Mateo 10:22; Mat 6: 1-34: 80).

4. Vivan como peregrinos, "como los hombres que esperan a su Se�or" (Salmo 39:12). Si eres un creyente en Jes�s, un hijo de Dios por fe, entonces las llaves de la vida y la muerte est�n en las manos que una vez te clavaron en la cruz, de las cuales �l dice: "Nadie las arrebatar� de mi mano". ( Juan 10:28). La muerte solo vendr� como su mensajero. Aprende a mirar de lleno en la cara del �ngel oscuro y sonr�e, y ver�s una sonrisa de respuesta ( Hebreos 13:14; 2 Corintios 5:1, 2 Corintios 5:8).

Salmo 39:7

Dios, el refugio del alma.

"Mi esperanza est� en ti". Esta es la �nica nota de alegr�a que el salmista golpea con su arpa en medio de su m�sica triste, como un rayo de sol desde un cielo tormentoso. De su propio dolor privado, de su amplio estudio de los problemas de la vida humana, se refugia en Dios.

I. UNA ESPERANZA DE AYUDA ACTUAL, ENTREGA INMEDIATA. (Salmo 39:13.) Es un extra�o y un extranjero con Dios ( Lev�tico 25:23); pero espera que el breve resto de su peregrinaci�n sea conducido divinamente, incluso cuando sus padres tuvieron el man�, el agua de la roca, la columna de nube y fuego, en el desierto. La esperanza en Dios no es una esperanza lejana, pero lo considera "una Ayuda muy presente" (Salmo 46:1; Juan 14:18).

II UNA ESPERANZA QUE MIRA M�S ALL� DE ESTA VIDA, PORQUE DIOS ES LA VIDA ETERNA. ( Juan 14:19.) Si la esperanza en Dios se detuvo en la tumba, el brillo transitorio har�a la oscuridad pero m�s terrible ( 1 Corintios 15:19; comp. Hebreos 11:13). Los cr�ticos y comentaristas disfrutan de un maravilloso placer al poner en duda el conocimiento o la esperanza de una vida futura entre el pueblo antiguo de Dios. �C�mo podr�an ignorar lo que form� la base de la religi�n y la sabidur�a de Egipto, por un lado, y no menos cre�do, por el otro, por los griegos, asirios, babilonios, etc.? El rey Sa�l no era un santo, pero ciertamente cre�a plenamente que el esp�ritu de Samuel exist�a despu�s de la muerte ( 1 Samuel 28:11).

III. ESTA ESPERANZA descansa con certeza solamente en Dios. Este es el argumento de nuestro Se�or contra los saduceos, para demostrar que las Escrituras del Antiguo Testamento ense�an la inmortalidad ( Mateo 22:31, Mateo 22:32). La inmortalidad aparte de Dios no ser�a una esperanza gloriosa, sino el m�s espantoso de nuestros terrores.

IV. ESTA ESPERANZA BENDITA, para aquellos creyentes antiguos que son pura fe, descansa para los cristianos sobre una base doble inamovible: la resurrecci�n de Cristo, que es una demostraci�n f�sica real de la vida m�s all� de la muerte; y las promesas de Cristo, que unen nuestras vidas personalmente a las suyas ( 2 Timoteo 1:10; 1 Pedro 1:3; Juan 14:1). No es de extra�ar si la fe de los antiguos santos a veces flaqueaba; pero el nuestro debe ser tan fuerte como su base ( 2 Timoteo 1:12).

HOMILIAS POR C. CLEMANCE

Salmo 39:1

Descargar el coraz�n a Dios en un momento de dolorosa aflicci�n, cuando nada puede decirse al hombre.

Jeduthun, cuyo nombre se encuentra a la cabeza de Salmo 39:1, Salmo 62:1 y Salmo 77:1, era uno de una familia musical encargada de la direcci�n del musical servicio en el tiempo de David. Los salmos que ten�an su nombre en la cabeza probablemente estaban destinados a ser cantados por su coro. � Por lo tanto, parecer�a que en el servicio hebreo de la canci�n sagrada se inclu�an las oraciones y las quejas del creyente individual, cuando se pon�a m�sica. Si es as�, el "servicio de canto en la casa del Se�or" cubri� un terreno mucho m�s amplio de lo que generalmente se supone, y se hizo para incluir no solo el discurso directo a Dios, ya sea de oraci�n o alabanza, sino tambi�n el ensayo de la experiencia personal. ; y as� surgir�a una comuni�n de cantos santos, anticipando mucho tiempo antes, la expresi�n del ap�stol, "Habl�ndose unos a otros en salmos e himnos y canciones espirituales"; solo debe tenerse en cuenta que estas ser�an expresiones musicales de una experiencia real en ese momento. No se sigue que las declaraciones similares sean adecuadas para el servicio de la canci�n ahora. Se necesita discreci�n y discriminaci�n en su uso. Esto es evidentemente un salmo individual; no es nacional, prof�tico ni mesi�nico; � es uno de los que reflejan el cuidado y la ansiedad con que David fue abatido en una crisis de su vida, aunque a cu�l de sus numerosas crisis se refiere, no es f�cil decidir, ni tampoco es el momento. . Nos beneficiar� m�s observar el curso tomado por el salmista en un momento de tristeza aplastante, y luego ver hasta qu� punto el curso que tom� puede ser una gu�a para nosotros en circunstancias similares.

I. DEJEMOS ANOTAR EL CURSO APROBADO POR EL SALMISTA AL MOMENTO DE APLASTARSE DOLOR. Existe una divergencia algo amplia entre los expositores en su estimaci�n de este salmo y de las revelaciones mentales contenidas en �l. � Pero nos sentimos obligados a mirar las palabras del salmista con ternura y no con dureza, sabiendo como lo hacemos, con qu� frecuencia, en agon�as del alma, los mejores hombres pueden pronunciar palabras que no se les escapar�an en sus horas m�s tranquilas (cf. Salmo 116:11).

1. Aqu� hay un caso de aflicci�n adolorida. "Tu golpe" (Salmo 77:10); "el golpe de tu mano" (Salmo 77:10). Cualquiera que sea el dolor al que se hace referencia, se considera que proviene directamente de Dios. "Lo hiciste" (Salmo 77:9). Era tan pesado que David fue "consumido" de ese modo (Salmo 77:10). Y fue visto por �l como un castigo por sus transgresiones (de. Salmo 77:8, Salmo 77:11).

2. En tales circunstancias, es muy dif�cil estar absolutamente quieto. Entonces el primer verso implica. Hay pocos indicios de que el problema inquietante surgi� (como algunos sugieren) al ver la prosperidad de los imp�os; pero evidentemente hay alg�n problema distintivo personal, probablemente enfermedad y debilidad, que, con todas las demandas p�blicas que se le imponen, pesa mucho sobre su alma, y ??est� tentado a quejarse y buscar simpat�a desde afuera. Pero:

3. �l est� en medio de almas no agradables. (Salmo 77:1.) "El malvado est� delante de m�". Nota: Los hombres terrenales son compa�eros pobres en las angustias de los hombres espirituales. Para el hombre natural, las penas de un hombre espiritual ser�an completamente ininteligibles. Y suponiendo que los problemas a los que se hace referencia aqu� surgieron en el momento y en relaci�n con la rebeli�n de Absal�n, la mayor�a de los que rodeaban a David ser�an hombres cuyos pensamientos y objetivos se mov�an por completo en la esfera militar o pol�tica. Por lo tanto:

4. Aqu� hay una sabia resoluci�n. (Salmo 77:1, Salmo 77:2.) No dir� nada. Habr�a muchas razones para esto.

(1) Nadie entrar�a en sus sentimientos.

(2) Lo que dijo ser�a mal entendido.

(3) En consecuencia, ser�a tergiversado.

(4) Cuanto m�s dijera, peores ser�an las cosas. Y

(5) si les contara a los hombres lo que pensaba y sent�a, ser�a muy probable que dijera algo de lo que luego se arrepentir�a.

"Que no peco con la lengua". Por lo tanto, el silencio es su curso m�s sabio.

5. Pero el dolor reprimido se consume como un fuego. (Salmo 77:3.) No hay nada que desgaste tanto el alma, ni que arda por dentro, como un dolor al que no se puede dar ning�n respiro; as� que David lo encontr� y, en consecuencia:

6. El silencio est� roto. "Entonces habl� con mi lengua". Pero, al romper el silencio, no habla al hombre, sino a Dios. Despu�s de la palabra "lengua", la versi�n autorizada tiene una coma, pero la versi�n revisada dos puntos, lo que indica que lo que dijo est� a punto de seguir. Qu� infinita misericordia que cuando no podemos decir una palabra al hombre, por temor a ser malentendido, podemos hablar con Dios y decirle exactamente lo que sentimos, tal como lo sentimos, sabiendo que luego tocamos un coraz�n infinitamente tierno, y �Dir�gete a una inteligencia infinitamente sabia!

7. Al hablar con Dios, gime y gime. (Salmo 77:4.) �Habla David petulantemente? �Le est� pidiendo a Dios que le haga saber cu�nto tiempo tiene que soportar todo esto? �Est� aduciendo la fragilidad y la nada del hombre como argumento en contra de que se le permita sufrir as�? Muchos piensan, y algunos, como Calvin, son muy duros con David, muy. �Pero por qu�? Hay una gran diferencia entre la inquietud de un hombre sobrecargado y la rebeld�a de un hombre rebelde. Y el que conoce nuestro marco, tiene en cuenta la diferencia. Cuando Elijah dijo t�midamente: "Ahora, Se�or, quitame la vida", Dios no lo reprendi�; le envi� un �ngel y le dijo: "Lev�ntate y come; el viaje es demasiado grande para ti". � �

8. �l declara que su expectativa de alivio est� solo en Dios. (Salmo 77:7.) Solo as�. Estas no son las palabras de un rebelde, sino de uno de confianza. Y desde ese punto de vista, debe considerarse todo el salmo (cf. Salmo 62:1.).

9. No pronunciar� una palabra de queja. (Salmo 77:9.) Renderice: "Soy tonto; no abro la boca, porque lo has hecho" ('Variorum Bible'). "T� mismo lo has hecho". En este hecho la fe se afianza; y cuando este es el caso, ni una palabra de murmullo escapar� de los labios. El grito de un alma confiada es: "Aqu� estoy; que haga lo que me parezca bueno" ( 2 Samuel 15:26).

10. Sin embargo, �l suplica. (Salmo 77:8, Salmo 77:10, Salmo 77:13.) Primero, desea la liberaci�n del pecado, luego una mitigaci�n del sufrimiento; tal es el orden, y el orden que solo un santo nombrar�a. El �ltimo verso es, en nuestras versiones, oscuro. La palabra "repuesto" no debe leerse en el sentido previsto cuando decimos: "Si me libero", etc., sino en el sentido de "�Oh perd�name esta pena!" Es una repetici�n de Salmo 77:10", "Qu�tame este derrame cerebral". No pide la prolongaci�n de la vida, sino la mitigaci�n del dolor. El margen de la versi�n revisada da una traducci�n m�s correcta de la frase "para que pueda recuperar la fuerza", m�s bien " para alegrarme: "No se puede sacar ninguna conclusi�n del final del decimotercer verso, en cuanto a la visi�n del salmista de otra vida. La versi�n del libro de oraciones", y no ser visto m�s ", da sentido.

11. La s�plica va acompa�ada de una tierna s�plica. (Salmo 77:12.) "Soy un extra�o contigo y un extranjero, como lo fueron todos mis padres". El arzobispo Leighton expresa bellamente la fuerza de esta s�plica: "En este mundo, en el que me has designado para pasar unos d�as, y me protejo en este extra�o pa�s. Busco refugio bajo la sombra de tus alas, por lo tanto tengo compasi�n de m� ".

II �HASTA D�NDE EST� EL CURSO DE DAVID, EN SU AFLICACI�N, UNA GU�A PARA NOSOTROS?

1. En algunos aspectos, bien podemos imitarlo. Al restringir nuestras palabras ante el hombre, y al contarle a Dios todas nuestras preocupaciones y aflicciones exactamente como las sentimos, y de la manera que mejor alivie un coraz�n sobrecargado.

2. En otros aspectos, debemos ir mucho m�s all� de �l. Los creyentes no deber�an limitarse ahora dentro de los l�mites de una oraci�n como esta; siempre deber�an trascenderlo. Sabemos m�s del amor paternal de Dios; sabemos de nuestro gran Sumo Sacerdote; conocemos la comuni�n del Esp�ritu; sabemos de "las riquezas inescrutables de Cristo"; y, por lo tanto, nuestras oraciones deben elevarse por encima de las de David tanto como la oraci�n de Efesios 3:14 est� por encima del nivel de este salmo. Nota: El mejor preventivo de los pecados de la lengua es la efusi�n m�s completa y frecuente del coraz�n a Dios.

HOMILIAS DE W. FORSYTH

Salmo 39:1

Lecciones de un funeral.

El arzobispo Leighton dijo que un amigo lo conoci� una vez y le dijo: "�Has escuchado un serm�n?" Su respuesta fue: "Conoc� un serm�n, un serm�n de facto, porque conoc� un cad�ver, y con raz�n y provecho se llevan a cabo los ritos funerarios, cuando los vivos lo ponen muy en serio". Este salmo, tan a menudo le�do en muertes y funerales, sugiere algunas lecciones preciosas para tan solemnes ocasiones.

1. Un funeral es un momento de silencio. Hay mucho para pensar y reflexionar en nuestros corazones. Tenemos que restringirnos a nosotros mismos, para que no hablemos precipitadamente o caigamos en conversaciones inactivas y no rentables. Pero el silencio no siempre se puede mantener. Mientras reflexionamos, el fuego arde y nos vemos obligados a hablar. Cuidemos que hablemos sabiamente, con sentimiento y solemnidad, como en la presencia de Dios.

2. Un funeral es un momento en que se nos ense�a la vanidad de la vida. Una cosa obligada a nuestra atenci�n es que la vida tiene un final. Sabemos que tuvo un comienzo, pero somos lentos para reconocer, al menos en cuanto a nosotros mismos, que debe tener un final. "Todos los hombres piensan que todos los hombres son mortales menos ellos mismos".

3. Otra cosa que nos viene a la mente es que la vida es fr�gil y pronto desaparece. Medido seg�n los est�ndares humanos, es una cosa muy peque�a: una "amplitud de mano"; visto a la luz de Dios y de la eternidad, se desvanece a "nada". Y, sin embargo, �de qu� importancia estupenda para nosotros es esta "nada"!

4. Otra cosa es que la vida en el mejor de los casos est� llena de tristeza y decepci�n (Salmo 39:6). S�focles, uno de los m�s sabios de los paganos, dijo: "Veo que los que vivimos no somos m�s que im�genes y sombras vanas". El gran orador, Burke, dijo: "�Qu� sombras somos y qu� sombras perseguimos!" Shakespeare tambi�n habla con el mismo efecto:

"Fuera, fuera, breve vela, la vida no es m�s que una sombra andante, un jugador pobre que se pavonea y pierde su hora en el escenario, y luego ya no se escucha nada m�s".

�Qu� sucede entonces con todos nuestros trabajos, todas nuestras preocupaciones y inquietudes, todas nuestras esperanzas y ambiciones? �No hay bien que permanezca? �No hay riqueza acumulada que perdurar�? �Debemos decir: "Todo es vanidad"? S�, si no hubiera Dios, no habr�a mundo futuro. Pero tomemos �nimo; Alej�monos de los pensamientos que molestan e inquietan nuestras almas, y que nos dejan sin esperanza, al Se�or nuestro Dios y a Jesucristo, que ha sacado a la luz la vida y la inmortalidad a trav�s del Evangelio. Cuando lloramos la p�rdida de amigos, o cuando participamos con otros en amor y simpat�a en los �ltimos ritos de los muertos, renuevemos nuestra fe en Dios. "Mi esperanza est� en ti". As� ganaremos fuerzas para soportar nuestras pruebas con mansedumbre y para elevarnos, incluso en la boca de la tumba, a la brillante visi�n de la inmortalidad. Tambi�n clamemos a Dios por la liberaci�n del pecado (Salmo 39:8), de la carga de su culpa, de la esclavitud de su poder, de los miserables reproches que nos trae desde afuera y desde adentro, de los murmullos y el descontento de base que engendra, y de los crueles presentimientos del mal con los que oscurece nuestras vidas. Solo Dios puede traernos ayuda y consuelo en tales dificultades. Finalmente, recemos fervientemente por el vigor espiritual, para que no podamos fallar en nuestro deber con Dios y con nuestros hermanos. No solo tenemos que simpatizar, sino tambi�n actuar. La mejor forma en que podemos honrar a los muertos es trabajar para los vivos. Cada violaci�n hecha en nuestras filas es un llamado a cerrar y renunciar a nosotros mismos como hombres, como buenos soldados de Jesucristo. Cada duelo nos recuerda que nosotros tambi�n somos "extra�os" y extranjeros aqu�, y que pronto Dios nos llamar� a casa. Si alg�n padre en la Iglesia se re�ne como un "golpe de ma�z en su temporada", demos gracias y tomemos coraje para seguir sus pasos; si alg�n joven de raros dones y promesas, y muy querido por nuestros corazones, es cortado temprano, asegur�monos de que es porque su Maestro lo necesita para el servicio en los campos m�s nobles, y luchemos por llenar lo que puede haber dejado sin hacer un buen trabajo para Dios; Si alg�n ni�o, la luz de nuestros ojos, nos ha sido arrebatado, creamos que es ingresar a una escuela superior a la nuestra, donde los santos �ngeles son los maestros, y donde el progreso es r�pido y seguro bajo las radiantes sonrisas de Dios. � WF

Salmo 39:13

Muerte en desuso.

"�Ahorrarme!" Esta oraci�n es com�n. Desde muchos lechos de enfermedad y en tiempos de debilidad y miedo, el llanto triste sube al cielo. A menudo hay una respuesta amable ( Isa�as 38:2, Isa�as 38:5). Pero la misericordia de Dios no siempre se recuerda, ni se realizan los votos hechos en problemas. Las palabras sugieren:

I. QUE LA MUERTE ES UN EVENTO DE SIGNIFICADO DREAD.

1. Pone fin a nuestro modo actual de ser. "No seas m�s". Sin embargo, un poco de tiempo, �y qu� cambio! No ver�s m�s con esos ojos; tu coraz�n dejar� de latir; y tu esp�ritu, desconectado de la carne, volar� su vuelo a otros mundos. Cu�les ser�n sus experiencias en el horrible momento de disoluci�n, y despu�s, nadie puede decirlo. Todo es misterio

2. Nos separa de todo lo que apreciamos en la tierra. "Ve por lo tanto". Este mundo es querido por nosotros. Aqu� nacimos y hemos vivido; aqu� se han formado nuestras mentes y se han desarrollado poderes; aqu� hemos probado las delicias del conocimiento, la amistad y el logro personal; aqu�, en una palabra, ha sido nuestro hogar. Separarse de todo, no tener nada m�s que ver con lo que sucede bajo el sol, es algo angustiante. No es de extra�ar si retrocedemos con dolor.

3. Establece para siempre nuestro destino espiritual. "Antes de irme de aqu�". La vida est� asociada con la esperanza, la muerte con el destino. Mientras viva un hombre, existe la posibilidad de enmiendas. Los errores pueden ser corregidos, las locuras recuperadas, los cursos malvados abandonados; pero que venga la muerte, y terminar� todo esto. Cualquier evento que afecte nuestro futuro es importante, pero este es el m�s importante de todos.

"Gran Dios, en qu� delgado hilo

�Cuelga cosas eternas!

Los estados eternos de todos los muertos.

�Sobre las d�biles cuerdas de la vida!

No es de extra�ar, si al pensar en estas cosas, debemos gritar: "�Ah�rrame!"

II QUE LOS BUENOS HOMBRES A VECES SE RETIRAN DE LA MUERTE BAJO EL SENTIDO DE LA DEBILIDAD Y LA PREPARACI�N. Algunos est�n preparados para morir. Pero tal estado mental es raro e inconstante. Los mejores hombres tienen sus momentos de recelo, as� como sus momentos de exultante fe. El Castillo Dudoso y el Valle de la Sombra de la Muerte se encuentran en el camino del peregrino, as� como en las Monta�as Deliciosas. Incluso la dulce Tierra de Beulah est� limitada por la fr�a inundaci�n y las crecidas del Jord�n. Los estados de �nimo del alma var�an. El que dice hoy: "No temer� mal alguno" (Salmo 23:4), puede llorar ma�ana del polvo, "�Oh, perd�name!" Paul tuvo una gran experiencia. Hab�a estado "en muertes a menudo" ( 2 Corintios 11:23); su coraz�n casi se hab�a roto por las separaciones ( Hechos 20:37); toda su alma se estremeci� ante la idea de ser un "n�ufrago" ( 1 Corintios 9:27); pero lo que lo conmovi� principalmente al pensar en la muerte fue el pecado. "El aguij�n de la muerte es el pecado". Y este ha sido el sentimiento de muchos, y por lo tanto el grito no es simplemente: "�Ah�rrame!" pero, "para que pueda recuperar fuerzas".

1. Se necesita fuerza para enfrentar la muerte con fortaleza.

2. La fuerza se pierde por el pecado. Existe la acci�n del cuerpo (Salmo 39:11) y de los afectos (Salmo 39:12), pero lo peor de todo es el pecado. Nubla la mente, carga la conciencia, atormenta el coraz�n, oscurece el futuro (Salmo 31:10).

3. La fuerza puede recuperarse si se busca a su debido tiempo. "Antes de irme de aqu�". Para todo hay una temporada. De ah� la urgencia de la oraci�n. La vida debe usarse para vigorizar el alma. Para estar listos debemos tener nuestras l�mparas encendidas. Todos recibimos advertencias. Quiz�s ya nos hemos "salvado". Por lo tanto, tenga cuidado. Es como podemos decir: "Para m� vivir es Cristo", que podemos agregar: "Morir es ganancia".

III. QUE EN LA HORA M�S OSCURA DEL ALMA DIOS ES UN REFUGIO SUFICIENTE. "�Ahorrarme!" �Por qu�? �Es que eres joven, que tienes esperanzas brillantes, que est�s preocupado por aquellos cercanos y queridos para ti, que tienes la conciencia de los poderes no utilizados, o que deseas hacer m�s por Dios de lo que ya has hecho? Lo mejor es: �est�s buscando esta gran ayuda para ti o para Dios? Si pones tu mano en el fuego, o te arrojas ante el vag�n de ferrocarril, �qu� lo hace llorar, "Ah�rrame"? Solo podemos salvarnos, en el sentido m�s verdadero y mejor, si nos acercamos a Dios. Dios es el Se�or de la vida ( 1 Samuel 2:6; Apocalipsis 1:18); Dios es muy lamentable y de tierna misericordia ( �xodo 33:11); Dios es poderoso para salvar. Por lo tanto, confiemos en �l. "�Ah�rrame!", Si no el cuerpo, el alma; si no es para prolongar la vida en la tierra, para la vida eterna contigo en el cielo. � W.F.

HOMILIAS DE C. CORTA

Salmo 39:1

El hombre afligido.

La vieja cuesti�n de la justicia retributiva de Dios se encuentra en el fondo de este salmo. �Por qu� deber�an afligirse los justos y prosperar los imp�os, ya que los pecados de estos �ltimos son mayores y m�s numerosos que los de los primeros? Pero ha determinado que no discutir� sus dificultades ante los malvados, para que no parezca quejarse de los caminos Divinos. Pero cuando ya no puede contener el habla, esto es lo que dice, en el que tenemos dos divisiones principales de pensamiento.

I. LAS PERPLEXIDADES DE UN HOMBRE AFECTADO. (Salmo 39:1.)

1. Desea saber cu�ndo terminar�n sus sufrimientos, en la muerte. (Salmo 39:4.)

2. Est� profundamente impresionado de que la vida humana sea tan breve y fugaz. (Salmo 39:5.) El hombre no es m�s que un respiro, por lo que parece que apenas vale la pena vivir.

3. Los esfuerzos inquietos que los hombres hacen aqu� no tienen ning�n prop�sito. (Salmo 39:6.) Los hombres no son m�s que sombras fugaces, y todo lo que buscan es evanescente; est�n preocupados en vano.

II La esperanza del hombre afectado. (Salmo 39:7.) En Dios.

1. El buen hombre est� esperando a Dios. (Salmo 39:7.) Desarrollar su prop�sito hacia �l m�s completamente.

2. Ser librado de todas sus transgresiones. (Salmo 39:8.)

3. Su esperanza en Dios le ense�a autocontrol. (Salmo 39:9.)

4. Le ense�a a orar por la Divina Misericordia para eliminar sus sufrimientos. (Salmo 39:10.)

5. Aboga por la misericordia debido a la brevedad de su vida. (Salmo 39:12.) Un extra�o, "uno que no es m�s que un pasajero invitado"; un extranjero, "uno que se establece por un tiempo en un pa�s, pero no es nativo de �l".

6. Y debido a que est� cerca de su cierre, (Salmo 39:13.) Pronto no estar� m�s. Ayuda antes de que sea demasiado tarde para recibir ayuda. Tal fe en Dios, con tales puntos de vista de esta vida como ser todo, es algo maravilloso, en comparaci�n con nuestra fe en �l, que cree en una vida inmortal.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Psalms 39". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/psalms-39.html. 1897.
 
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