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Bible Commentaries
Salmos 5

Los Comentarios del PúlpitoLos Comentarios del Púlpito

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Versículos 1-12

EXPOSICI�N

Este salmo es asignado por algunos al tiempo de Manas�s, pero no contiene nada que se oponga realmente a la inscripci�n: "Un salmo de David", ya que, antes de que se construyera el templo, el tabern�culo se llamaba "el templo" ( Josu� 6:24; 1Sa 1: 9; 1 Samuel 3:3; 2 Samuel 12:20). Es completamente "de estilo dav�dico, conciso, vigoroso; con r�pidas transiciones de pensamiento y sentimiento" ('Comentario del orador'). Con respecto al tiempo en la vida de David al que debe asignarse, no hay indicaciones muy distintas. No fue mientras estaba en el exilio, ya que ten�a f�cil acceso a la casa de Dios (vers�culo 7); ni fue en los a�os posteriores de su vida, cuando no tuvo adversarios abiertos. Quiz�s "poco tiempo antes de la revuelta de Absal�n, cuando David se dio cuenta de las maquinaciones de conspiradores contra �l bajo un jefe sanguinario y traicionero" es la fecha m�s probable. El salmo no est� marcado por ninguna nota de divisi�n, pero parece constar de cinco partes:

(1) una oraci�n de la ma�ana (vers�culos 1-3);

(2) una advertencia a los imp�os (vers�culos 4-6);

(3) una oraci�n renovada (vers�culos 7, 8);

(4) una denuncia de ay de los imp�os (vers�culos 9, 10); y

(5) una anticipaci�n de bendiciones y favores para los justos (vers�culos 11, 12).

Se cree que la inscripci�n, "Para el m�sico jefe sobre Nehiloth", significa, o continuamente, "Para el m�sico jefe, para acompa�ar los instrumentos de viento"; o, de manera discontinua, "Para el m�sico principal: un salmo sobre las herencias". En este �ltimo caso, se supone que las respectivas "herencias" de los malvados (vers�culo 6) y los justos (vers�culos 11, 12) deben significar.

Salmo 5:1

Escucha mis palabras, oh Se�or (comp. Salmo 66:1; Salmo 86:6). Los gritos de este tipo son comunes con los salmistas, incluso cuando no expresan el significado de su oraci�n. Considera mi meditaci�n; o mi reflexi�n silenciosa (Kay); comp. Salmo 39:3, donde se usa la misma palabra.

Salmo 5:2

Escuche la voz de mi grito (comp. Salmo 27:7; Salmo 28:2; Salmo 64:1; Salmo 119:149; Salmo 130:2; Salmo 140:6). El h�bito oriental de hacer solicitudes en tonos fuertes y estridentes es el origen de estas formas de discurso. Mi rey. David era "rey" sobre Israel; pero Jehov� era "Rey" sobre David (comp. Salmo 10:16; Salmo 29:10; Salmo 44:4; Salmo 47:6, etc.) . Y mi Dios (ver Salmo 84:3). Por auto te rezar�. Para ti, es decir; y a ning�n otro.

Salmo 5:3

Mi voz oir�s por la ma�ana, oh Se�or (compara "Por la tarde y por la ma�ana, y al mediod�a orar�, y �l oir� mi voz", Salmo 55:17; y mira tambi�n Salmo 59:16; Salmo 88:13; Salmo 119:147). La cita del sacrificio diario matutino y vespertino ( N�meros 28:4) se�alaba la ma�ana y la v�spera como momentos especialmente apropiados para la oraci�n. Un instinto natural sugiri� la misma idea ( Job 1:5). Por la ma�ana dirigir� mi oraci�n a ti. La repetici�n agrega fuerza al mandato impl�cito (comp. Salmo 130:6). La palabra traducida "dirigir mi oraci�n" significa "organizar" o "ordenar", como los sacerdotes hicieron el altar antes de un sacrificio ( Lev�tico 1:7, Lev�tico 1:8, Lev�tico 1:12; Salmo 6:5; N�meros 28:4). La oraci�n es vista como una especie de acto de sacrificio. Y mirar� hacia arriba; o, mire hacia afuera, est� atento, esperando que se otorgue mi oraci�n (vea la Versi�n Revisada).

Salmo 5:4

Porque no eres un Dios que se complace en la maldad. Escuchar�s la oraci�n de un hombre justo (Salmo 4:1), ya que no te deleitas en la maldad, sino en la bondad. Tampoco el mal morar� contigo. La luz no tiene comuni�n con la oscuridad. Los hombres malvados no pueden obtener apoyo de ti, que eres todo santo. Apenas se aventurar�n a pedir tu ayuda.

Salmo 5:5

Los necios (o los arrogantes, "los jactanciosos") no estar�n en tu luz. M�s bien ser�n derribados y consternados (Salmo 73:3, Salmo 73:18). T� odias a todos los trabajadores de la iniquidad. David tiene en mente a los hombres malvados y presuntuosos que se han entregado contra �l y "toman su parte contraria" (Salmo 109:3, Versi�n del libro de oraciones). Estos est� seguro de que Dios odia.

Salmo 5:6

Debes destruir a los que hablan de arrendamiento (comp. Salmo 4:2). Los adversarios de David eran astutos, traicioneros e independientes de la verdad (ver 2 Samuel 3:27; 2Sa 13:28; 2 Samuel 15:7; 2 Samuel 20:10, etc.). La venganza de Dios seguramente caer�a sobre ellos, ya sea en este mundo o en el pr�ximo. El Se�or aborrecer� al hombre sangriento y enga�oso. Parece que se se�ala a un individuo, que probablemente sea Ahitofel.

Salmo 5:7

Pero ... entrar� en tu casa; m�s bien, a tu casa. David, como laico, no tendr�a derecho a entrar en el tabern�culo. Se acercar�a a �l, probablemente traer�a su ofrenda y luego adorar�a hacia ella (ver la siguiente cl�usula). En la multitud de tu misericordia; o, a trav�s de la abundancia de tu misericordia (comp. Salmo 69:13, Salmo 69:16). Fue por la misericordia de Dios que David vivi�, que se mantuvo sano y fuerte, que ten�a el deseo de ir a la casa de Dios, y se le permiti� adorar all�. De todas estas misericordias es profundamente sensible. Y en tu temor adorar�. La adoraci�n de David nunca carece de temor: un sentido reverente de la grandeza, el poder y la santidad perfecta de Dios. Hacia tu santo templo. "David, de acuerdo con la costumbre de la adoraci�n establecida, se entregar�a en el momento de la oraci�n al lugar donde la graciosa presencia del Se�or ten�a su asiento" (Hengstenberg; scrap. Salmo 28:2; Psa 138: 7; 1 Reyes 8:30, 1 Reyes 8:33, 1Ki 8:38, 1 Reyes 8:42, 1 Reyes 8:44, 1 Reyes 8:48; Daniel 6:10; Jon�s 2:4).

Salmo 5:8

Gu�ame, oh Se�or, en tu justicia. Aqu� por fin encontramos lo que David or�. Anteriormente, solo lo hemos escuchado suplicar que su oraci�n sea escuchada (Salmo 5:1, Salmo 5:2), declarar que orar� temprano (Salmo 5:3) , y antes del tabern�culo (Salmo 5:7); ahora aprendemos cu�l es su oraci�n. Es que Dios lo guiar� en el camino de su justicia, esa justicia de la cual �l es el patr�n, y de la cual aprueba; y "le dejar� claro el camino", es decir, se lo mostrar� claramente, para que no pueda confundirlo. Se le pide a Dios que haga esto, especialmente a causa de los enemigos de David, o de "aquellos que lo esperan", para que, si fuera a dar un paso en falso, ellos triunfaran sobre �l, y entonces �l deber�a desacreditar al causa de Dios y de sus santos. Ac�rcate (versi�n simple y revisada) delante de mi cara. No tanto "suavizar mi camino" o "hacerlo nivelado" o "f�cil" como "ponerlo claramente delante de m�" (chatarra. Salmo 25:5; y Salmo 27:11, "" Ens��ame tu camino, oh Se�or, y gu�ame por un camino sencillo, a causa de mis enemigos ").

Salmo 5:9

Porque no hay fidelidad en su boca; o, no firmeza: "sin sinceridad" (Kay, Cheyne); ver el comentario en Salmo 5:6. Su parte interna es muy malvada; literalmente, maldades; es decir, nada m�s que maldad. Su garganta es un sepulcro abierto. "Emitiendo las ruidosas exhalaciones de un coraz�n p�trido" (Bishop Horns). Se halagan con la lengua; literalmente, suavizan sus lenguas, lo que puede incluir adulaciones, pero apunta m�s bien a argumentos suaves, razonamientos enga�osos y el h�bito de hacer que lo peor parezca la mejor causa. Las �ltimas dos cl�usulas de este vers�culo son citadas por San Pablo ( Romanos 3:13), y se aplican generalmente al car�cter de los imp�os.

Salmo 5:10

Destr�yelos, oh Dios; m�s bien, condenarlos o declararlos culpables (Kay); ?????? ?????? (LXX.). D�jalos caer por sus propios consejos. Ninguna condena sigue naturalmente al castigo. David supone que Dios har� caer a sus enemigos; reza para que puedan caer del efecto de sus propios consejos. El destino de Ahitofel ( 2 Samuel 17:23) tal vez cumpli� esta imprecaci�n. Echarlos en la multitud de sus transgresiones; Expulsarlos (versi�n revisada); "Emp�jalos hacia abajo" (Kay). Cast�galos de inmediato, en medio de sus muchas transgresiones. Porque se rebelaron contra ti. Han pecado, no solo contra m�, sino igualmente, es decir, mucho m�s, contra ti.

Salmo 5:11

Pero que todos los que conf�an en ti se regocijen. A David le gustan los contrastes. Aqu� �l sortea la suerte de los justos contra la de los imp�os. Mientras que los malvados "caen" y son "expulsados" o "arrojados" al infierno, los justos "se regocijan", nunca gritan de alegr�a, mostrando sus sentimientos de la manera oriental verdadera. Porque t� los defiendes. no es "porque" en el original. El pasaje contin�a sin ning�n cambio de construcci�n: "Todos los que conf�an en ti se regocijan; que siempre griten de alegr�a, y t� los defiendas; y que los que aman tu Nombre se alegren en ti ".

Salmo 5:12

Porque t�, Se�or, bendecir�s al justo. Toda la alegr�a de los justos surge del hecho de que la bendici�n de Dios est� sobre ellos. La sensaci�n de su favor llena sus corazones de alegr�a. Con gracia lo envolver�s como con un escudo. Tsinnah (??????) es el escudo grande y largo que protegi� todo el cuerpo. El favor de Dios, que abarca as� a un hombre, efectivamente lo asegur� contra todos los peligros.

HOMIL�TICA

Salmo 5:1

Oraci�n.

"O�r", etc. Hay oraciones, algunas de las m�s fervientes y espirituales, que rechazan las palabras y no necesitan lenguaje ( Romanos 8:26). Pero Dios, que ha dado el discurso como la gloria de nuestra naturaleza y el principal instrumento del progreso humano, nos har� consagrarlo a este uso supremo: conversar con nuestro Creador, el Padre de nuestros esp�ritus.

I. LA ORACI�N ES CONVERSA PERSONAL CON DIOS. "Mi voz oir�s" (Salmo 5:3). En esto gira toda la realidad, eficacia, beneficio espiritual, de la oraci�n.

1. Realidad. No estamos hablando en el aire; o a un Poder Impersonal Infinito que no hace caso; pero al Dios viviente. "El que plant� la oreja", etc. (Salmo 94:9). Al Padre de los esp�ritus ( Lucas 11:13).

2. Por eficacia de la oraci�n queremos decir, no que la oraci�n tiene una virtud o poder propio, no es que Dios necesite instruir qu� dar o persuadir para dar. El mismo poder de rezar proviene de �l. Pero el deseo sincero y la solicitud de s�plica de sus hijos tienen un valor real a su vista; como deben tener, si "Dios es amor". Es cierto que Dios sabe lo que necesitamos, mejor que nosotros; pero el fervor del deseo, la perseverancia y la fe paciente al pedir, acompa�ado de una resignaci�n infantil a su voluntad, son a menudo las condiciones para ser sabio y correcto (y, por lo tanto, posible) para que Dios conceda lo que le pedimos.

3. El beneficio espiritual de la oraci�n es sin duda su principal bendici�n. Nada m�s podr�a acercar el alma a Dios. Pero este beneficio depende de su realidad y eficacia. Dios podr�a haber hecho promesas sin invitarnos o permitirnos orar; pero la fe reclama y aboga por sus promesas en oraci�n.

II LA ORACI�N DEBE TENER SUS ESTACIONES ESTABLECIDAS, aunque no debe limitarse a ninguna. "Por la ma�ana", es decir, todas las ma�anas. Nuestro d�a debe comenzar con Dios (comp. Salmo 55:17; Daniel 6:10).

III. EL H�BITO DE LA ORACI�N DEBE MANTENERSE CON UN SANTO PROP�SITO, RESOLVER CONSTANTEMENTE. "Voy a dirigir", etc .; ord�nelo y organ�celo, reuniendo todos mis poderes para este gran empleo, este glorioso privilegio, tan feliz como santo. El o�do de Dios no est� encadenado a una oraci�n descuidada, de la cual el oferente no tiene en cuenta.

Salmo 5:4, Salmo 5:5

El odio de Dios al pecado.

"No eres un Dios que se complace en la maldad", etc. Se necesita valor para predicar el lado severo de la verdad b�blica. El tiempo fue cuando la predicaci�n no pod�a ser demasiado severa. A los hombres les encantaba escuchar los truenos y ver el fuego del Sina�. Ahora no puede ser demasiado halagador y relajante. Una visi�n del amor divino es actual, por no decir de moda, lo que tiende a reducirlo a una tolerancia ap�tica f�cil, sin tener en cuenta la diferencia entre el bien moral y el mal. Necesitamos recordar que en el juicio de Dios la oposici�n es irreconciliable, infinita, eterna. Estos vers�culos exponen fuertemente el odio de Dios hacia el pecado.

I. EL ODIO DE DIOS POR EL PECADO ES INSEPARABLE DE SU SANTIDAD. No tener "placer en la maldad" significa abominaci�n, oposici�n inmutable. Si fuera posible concebir "un Dios que se deleite en la maldad", esto ser�a lo m�s terrible, odioso y horrible de todas las imaginaciones: un demonio omnipotente. Incluso un hombre malvado debe ver que tal pensamiento es monstruoso. Pero si toda simpat�a por el mal es, por lo tanto, aborrecible al car�cter Divino, el pensamiento mismo repugnante, se deduce que el pecado debe ser infinitamente odioso para Dios. No odiar el pecado es caracter�stico de un hombre malo (Salmo 36:4); no encuentra en s� mismo ning�n est�ndar para probarlo y odiarlo. "�Ustedes que aman al Se�or, odien el mal!" (Salmo 97:10).

II El odio de Dios por el pecado no contradice su amor, pero es inseparable de �l. Porque "Dios es amor", debe desear la felicidad de sus criaturas. Pero los hombres son creados para ser felices a trav�s de la santidad. El pecado envenena la fuente misma de la felicidad humana; llena el mundo de conflictos, injusticias, crueldades, vicios, enfermedades, deseos, dolor, l�grimas, muerte. �D�nde estar�a el amor Divino si nuestro Hacedor calmadamente considerara la destrucci�n de todo lo que es mejor en sus criaturas, y los restos de la felicidad humana? Nuevamente, porque "Dios es amor", debe desear el amor de sus hijos. El amor pide amor. El pecado le roba a Dios el amor de sus hijos; les roba el poder mismo de amarlo y toda la alegr�a que solo puede brotar de su amor. Porque "Dios es amor", debe desear que los hombres lo conozcan y conversen con �l; y en esta comuni�n crecer hasta su verdadera estatura espiritual ( Efesios 4:13). El pecado tiende a desterrar el conocimiento de Dios de la tierra; para secar y ahogar el canal de comuni�n con Dios ( Juan 17:3; Romanos 1:20, Romanos 1:21, Romanos 1:28; Efesios 4:18).

III. �C�mo PUEDE SER RECONCILLADO EL AMOR DEL MAL CON AMOR AL HACER MAL? �C�mo separar el pecado de los pecadores, el pecador de sus pecados? El evangelio es la respuesta. Por la expiaci�n del Hijo de Dios, y por el poder renovador del Esp�ritu Santo ( Romanos 5:8; Tito 3:5, Tito 3:6; 1 Corintios 6:11). Las Escrituras del Antiguo Testamento contienen abundantes promesas de perd�n al penitente; y un maravilloso ejemplo en el Rey Manas�s ( �xodo 34:6, �xodo 34:7; Salmo 32:1 .; 2 Cr�nicas 33:12, 2 Cr�nicas 33:13). Pero la Ley y el miedo al castigo fueron necesariamente predominantes hasta que "la gracia y la verdad vinieron de Jesucristo". Por otro lado, nunca olvides que si el pecador no quiere y no puede separarse de su pecado, el Nuevo Testamento es tan severo como el Antiguo ( Mateo 7:23; Mateo 13:49, Mateo 13:50; Romanos 2:8, Romanos 2:9). La cruz, que revela el amor de Dios a los pecadores, es al mismo tiempo el m�s tremendo de todos los testigos contra el pecado ( Romanos 8:3, Romanos 8:4).

Salmo 5:11

El gozo de la fe.

"Dejen que todos esos ... se regocijen", etc. Las personas que consideran la religi�n de la Biblia como sombr�a y sin alegr�a har�an bien en estudiar el Libro de los Salmos. Vale la pena notar que en este libro de las Escrituras, las palabras "alegr�a", "alegr�a", "alegr�a", "alegr�a", "alegr�a" aparecen m�s de noventa veces. Verdaderamente, el "r�o que alegra la ciudad de Dios" es una corriente completa, pura y profunda. La alegr�a ociosa, la alegr�a de cabeza vac�a y coraz�n vac�o ( Eclesiast�s 7:6), de hecho, no encuentras caracterizar a los salmistas o profetas. Pero para una alegr�a sincera y sincera, la alegr�a que canta en su camino de peregrino porque ve el arco�ris en la nube y oye la voz del Salvador en la tormenta, no hay alegr�a como esa de la que habla el texto: El gozo de la fe.

I. Es una gran alegr�a confiar en Dios. La confianza es un elemento indispensable de una vida feliz. Un alma sospechosa y desconfiada es como caminar en la niebla, escalofriante, desconcertante, distorsionante. Una persona de confianza que no tiene a nadie en quien confiar es como un viajero solitario, conejito y sin hogar. La confianza mutua es esencial para el amor o la amistad digna de ese nombre. Pero el amigo m�s fiel y amoroso puede decepcionar la confianza a trav�s de la debilidad, la ignorancia, la calamidad, el olvido. Solo el Dios todo sabio, todo amoroso, todopoderoso e inmutablemente fiel es digno de absoluta confianza: el descanso perfecto del alma ( Isa�as 26:3).

II LA CONFIANZA EN DIOS EST� LLENA DE ALEGR�A EXPECTATIVA. Ilumina el futuro (m�s oscuro y oscuro) con el sol de cierta esperanza. "Sabemos", etc. ( Romanos 8:28). El cuidado es la carga m�s pesada de la vida; ma�ana pesa m�s para la mayor�a de los hombres que hoy; y esta carga de fe llega a Dios ( 1 Pedro 5:7; Isa�as 43:2).

III. LA CONFIANZA EN DIOS EST� LLENA DE EXPERIENCIA ALEGRE. Si es alegr�a confiar en Dios, es doble alegr�a descubrir por experiencia que acepta la confianza que invita; premia la fe que se aferra a su promesa. La experiencia de Joshua es la. experiencia , de fe en todas las edades ( Josu� 24:14). San Pablo podr�a decir al final de su curso, s� a qui�n he cre�do, "etc. ( 2 Timoteo 1:12; 2 Timoteo 4:7, 2 Timoteo 4:8) .

IV. EL EVANGELIO HA ABIERTO UNA NUEVA Y COMPLETA FUENTE DE ALEGR�A, al proporcionar una base m�s firme de fe y un conocimiento m�s claro de Dios, en la Persona de Jesucristo ( 1 Pedro 1:8).

CONCLUSI�N. Si no tienes gozo en Dios, debe ser porque no lo conoces; y esto es porque no le crees que te habla en su Hijo. Sin embargo, no deje que Christian se desanime si su alegr�a en Dios no es lo que desea, lo que escucha o lee, lo que razonablemente deber�a ser. Si no tenemos sol, agradezcamos la luz del d�a. Si incluso la luz del d�a falla por un tiempo, recordemos Isa�as 50:10 y "vele por la ma�ana" (Salmo 130:6).

HOMILIAS POR C. CLEMANCE

Salmo 5:1

Una oraci�n de la ma�ana: para el servicio del santuario: en los malos tiempos.

Este salmo parece haber sido escrito o entregado al l�der de un coro especial, para que �l pueda adaptar la m�sica para su uso en la adoraci�n del santuario; no necesariamente la del templo, ya que su composici�n era probablemente anterior a la construcci�n de ese edificio, sino para su uso en los servicios de esa estructura temporal que la precedi� y que, aunque temporal, e incluso fr�gil en un sentido material, era sin embargo, en un sentido alto y santo, la morada de Dios, s�, "el palacio del gran Rey". � Nota: Ning�n esplendor material de oro, plata y piedras preciosas puede hacer un templo sin la Presencia Real; pero por humilde que sea la estructura, la Presencia Real en ella la convertir� en un templo de Dios. Si David fue en realidad el escritor de este salmo o no, no importa. Evidentemente, es la composici�n de un verdadero santo de Dios, y refleja en sus varios versos el esp�ritu del tiempo y las circunstancias bajo las cuales fue escrito. Y no solo eso. Pero nos muestra que los santos de anta�o sol�an considerar la casa de Dios como una casa de oraci�n, y dejar que sus oraciones sean una carga para el coraz�n de Dios en cada asunto de preocupaci�n inmediata y apremiante. Nota: En nuestras oraciones en la casa de Dios no tenemos necesidad de incluir todo en un solo servicio. Tampoco estamos obligados a usar las palabras de las oraciones de otros, excepto en la medida en que se adapten a nuestro caso en la l�nea. A�n menos necesitamos acumular y romper un salmo como este para encontrar en �l todo el evangelio. Eso no solo ser�a un anacronismo extra�o, sino que incluso deber�amos perder mucho al perder el entorno hist�rico y el objetivo del salmo. �Qui�n no puede encontrar consuelo en el hecho obvio de que los santos del Antiguo Testamento, en sus oraciones, sol�an decirle a Dios todo, tal como les parec�a y como se sent�an al respecto? No hay mayor bendici�n en la vida que tener un amigo que nunca nos malinterprete, y a quien podamos contarle algo, sabiendo que esconder� toda nuestra locura en su olvido amoroso y simpatizar� con todas nuestras preocupaciones. Tal perfecci�n de la amistad se encuentra solo en Dios. Y tenemos en este salmo una hermosa ilustraci�n del uso que el salmista hizo de ella.

I. EL SALMISTA PONE LA SITUACI�N COMPLETA ANTE DIOS. (Salmo 5:8, Salmo 5:9, "mis enemigos", equivalente a "los que me esperan"). Todo el noveno verso muestra la traici�n y el vac�o que marca las bandas hostiles y el consiguiente peligro en el que el pueblo de Dios estaba en esa cuenta. (Este vers�culo es uno de los citados por el ap�stol Pablo como prueba de la depravaci�n humana. Tampoco hay ninguna contrariedad a la raz�n al hacerlo. Porque mientras el salmo habla de toda esta maldad en su relaci�n con la sociedad, San Pablo habla de maldad similar en su relaci�n con la Ley de Dios y con el Dios de la Ley. Y es porque el salmista sabe cu�n ajena a la naturaleza de Dios es toda esta iniquidad, que la presenta ante Dios en oraci�n, y le pide que ponga para verg�enza.) Nota: aprendamos a rezar minuciosamente y no perdernos en generalidades.

II AL HACER ESTO, RECONOCE UNA RELACI�N ENCANTADORA. (Salmo 5:2.) "Mi rey", "mi Dios". Dios no era un Ser lejano, solo remotamente relacionado. El nombre "Jehov�" lo acerc� como el Dios redentor de Israel; y ese mismo nombre, que nos aleja infinitamente del antropomorfismo, fue aquel en el que los santos de la antig�edad encontraron su alegr�a y gloria. Podr�an llamar a Dios instinto Dios. Bajo el Nuevo Testamento, nuestros pensamientos de Dios pueden ser a�n m�s dulces y entra�ables.

III. OBSERVA UN DEVOUT Y M�TODO SABIO EN SU ORACI�N. "Por la ma�ana dirigir� mi oraci�n hacia ti y mirar� hacia arriba. El significado es: lo ordenar� con precisi�n, � y luego mirar� para ver si se ha acelerado y cu�ndo llegar� la respuesta. (Muchos de los los viejos te�logos son muy felices en el tratamiento de estas dos palabras.) A veces, de hecho, el anhelo de Dios es demasiado profundo para la expresi�n externa (ver Salmo 5:1, "considera mi meditaci�n", es decir, comprende mis murmullos). "Se�or, lee los deseos de mi coraz�n con tu ojo penetrante, e interpreta mis peticiones con tu bondad amorosa antes de que lleguen a mis labios". Felices los que saben que tienen un Dios con el que pueden suplicar, �y quienes han aprendido el bendito arte de suplicarle as� a Dios!

IV. ESTABLECE SU APLICACI�N EN MOTIVOS SUSTANCIALES. (Salmo 5:4.) El salmista conoce el car�cter de Dios y la justicia de su administraci�n; y en estos vers�culos nos muestra cu�n real fue la revelaci�n sobre estos grandes temas que Dios hab�a dado en su Ley (ver Salmo 103:6, Salmo 103:7). Todas estas revelaciones gloriosas de la santidad de Dios se reiteran y confirman en la ense�anza y la redenci�n del Hijo de Dios. (Para las frases espec�ficas, vea la Exposici�n; tambi�n Perowne y Cheyne.) Debido a que sabemos lo que es Dios y los principios de su gobierno, podemos, en todas las circunstancias, recomendarnos a nosotros mismos, a la Iglesia y al mundo.

V. SOBRE TALES MOTIVOS EL SALMISTA OFRECE PETICIONES VARIAS.

1. Por s� mismo. (Salmo 5:8.) �Hermoso! El quiere

(1) seguir el camino de Dios, no el suyo;

(2) que se muestre claramente cu�l es esa forma; y entonces

(3) ser guiado por ese camino.

El que se pone as� en la mano de Dios, queriendo solo ser guiado correctamente, nunca ser� avergonzado.

2. Para el pueblo de Dios. (Salmo 5:11.) Ora para que en medio del torbellino y el tumulto que los rodea, los justos puedan sonar alguna alegr�a debido al cuidado y amor protector de Dios.

3. Para los malvados. (Salmo 5:10.) Ora para que puedan ser

(1) declarado culpable y condenado por sus transgresiones. S�

(2) rechazados por Dios, as� como ellos mismos hab�an rechazado a Dios.

No estamos obligados a imitar al salmista en tales peticiones. Jesucristo nos dice que el menor en el reino de los cielos es mayor que el mayor de los profetas del Antiguo Testamento. No pod�an elevarse por encima del nivel de su inspiraci�n, ni avanzar en la oraci�n m�s all� del punto que su comprensi�n hab�a alcanzado en esos d�as. � Para nosotros ser�a mucho m�s apropiado orar por la conversi�n de los enemigos de Dios por el poder de su amor y gracia.

VI. AQU� HAY UNA GARANT�A CONFIDENTE EXPRESADA. (Salmo 5:12, "T�, Se�or, bendecir�s a los justos ... como con un escudo".) La palabra significa, no un escudo peque�o que se puede sostener para alejar un dardo, sino un gran escudo que puede cubrir uno alrededor como con armadura. Tan efectivas son la protecci�n y el cuidado divinos con los que �l guarda los suyos. �Que tal protecci�n sea siempre nuestra!

VII. Vale la pena notar a qu� hora del d�a se ofrece esta oraci�n. Se nos dice dos veces en el tercer verso, "en la ma�ana". La madrugada, cuando el marco es m�s fresco y el esp�ritu m�s libre, es el mejor momento para la devoci�n. Las primeras horas, cuando son santificadas por la oraci�n, nos ayudar�n a santificar todo el d�a para Dios. Antes de mirar el rostro del hombre, captemos una sonrisa matutina de nuestro Padre en el cielo; y veremos cu�n cierto es que:

"Sus sonrisas matutinas bendicen todo el d�a".

C.

HOMILIAS DE W. FORSYTH

Salmo 5:1

Una oraci�n de la ma�ana.

Cada nuevo d�a, los sacerdotes comenzaron de nuevo el servicio de Dios en el templo. Se orden� el altar, se prepar� el cordero y, tan pronto como se dio la se�al del d�a, se ofreci� el sacrificio de la ma�ana (Le Salmo 6:5; N�meros 28:4). En esto hubo una lecci�n para todos los tiempos. Cada nuevo d�a requiere una nueva consagraci�n de nosotros mismos a Dios. "Cuando se descubran tus primeros ojos, dale a tu alma permiso para hacer lo mismo" (Vaughan). En esta oraci�n de la ma�ana encontramos

I. FE EN EL CAR�CTER PADRE DE DIOS. El grito, "Escucha", es el de un ni�o a su padre. Los sacerdotes representaban a los dem�s. Ofrecieron sacrificios no solo por ellos mismos, sino por la gente. Pero para nosotros solo hay un Sacerdote y un Sacrificio. A trav�s de Cristo tenemos acceso a Dios como nuestro Padre, y podemos pedirle ayuda en todo momento de necesidad ( Efesios 2:16; Hebreos 4:16).

II CONFIANZA EN LA SANTA REGLA DE DIOS. (Salmo 5:3.) El salmista habla de lo que sabe. Dios es justo y santo. Cuanto m�s pensemos, m�s crecer� nuestra confianza. Nos elevamos de la fe de que Dios es nuestro Padre, a la gran creencia de que �l es "Rey" y que defender� el derecho. Pero tengamos en cuenta lo que es el pecado. Algunos en estos d�as hacen luz del pecado. Es una debilidad heredada, un mal necesario por el cual se debe culpar m�s a las circunstancias que al pecador. Se hacen estas y otras excusas similares, y, si esto no es suficiente, se dice: "De alguna manera las cosas saldr�n bien. Si no es as�, pero en el mundo futuro todo estar� bien. A tal" ira "de Dios no es m�s que una forma de hablar, y el "infierno" es la invenci�n de nuestros miedos serviles. Contra toda ense�anza tan peligrosa, pongamos la sana doctrina del salmista y de nuestro Se�or.

III. EXPECTATIVA DE LA INTERPOSICI�N GRACIOSA DE DIOS. (Salmo 5:8.) Se necesita ayuda, e implora sinceramente. El clamor no es solo por comodidad o comodidad personal, sino por la liberaci�n que ser� para la gloria de Dios. El alma simpatiza con Dios, y no solo puede orar, sino "mirar hacia arriba" con la paciencia de la esperanza.

1. Orientaci�n. (Salmo 5:9.) Confesamos nuestra debilidad; pero nos orientamos a Dios en busca de ayuda. El es nuestro pastor. Confiamos en su amor y nos entregamos a su liderazgo. Le corresponde a �l ir antes; nos corresponde a nosotros, como sus ovejas, escuchar su voz y seguirlo.

2. Defensa. (Salmo 5:11.) Cuando le preguntaron a Lutero en Augsburgo d�nde deber�a encontrar refugio si su patr�n, el Elector de Sajonia, lo abandonaba, su respuesta fue: "Bajo el escudo del cielo" Este escudo es para todos . Otras defensas pueden fallar; pero aqu� estamos a salvo de todos los asaltos del enemigo.

3. Bendici�n. (Salmo 5:12.) Dios est� comprometido con su pueblo tanto por su car�cter como por su pacto. La confianza en �l despierta alegr�a, pura, ardiente, reconfortante, no como la alegr�a del tonto ( Eclesiast�s 7:6), sino real y permanente, como el Nombre de Dios. La confianza tambi�n provoca alabanzas. Lo que Jerem�as dijo en el hoyo, el pueblo de Dios dice a la luz del sol: Se�or, no hay nada como t�. Son como Neftal�, "satisfechos con el favor y llenos de la bendici�n del Se�or" ( Deuteronomio 33:23). Por eso cantan: "No hay nada como el Dios de Jeshurun, que cabalga sobre el cielo en tu ayuda y en su excelencia en el cielo. El Dios eterno es tu refugio" ( Deuteronomio 33:26, Deuteronomio 33:27) .� WF

HOMILIAS DE C. CORTA

Salmo 5:1

Oraci�n por la liberaci�n de los hombres malvados.

El salmista reza para ser liberado, no para perseguir abiertamente, sino para burlarse y azotar la lengua con toda bondad y servicio a Dios. Cuando prevalece la irreligi�n, es dif�cil resistirla y mantenernos firmes en nuestra lealtad a Dios.

I. EL GRITO DE AYUDA CONTRA LA IMPIEDAD PREVALENTE.

1. Ora a Dios como el Alt�simo para escuchar sus meditaciones, sus palabras y su clamor. Toda oraci�n verdadera comienza en el pensamiento o la meditaci�n, contin�a expres�ndose en palabras pronunciadas y finalmente se convierte en un llanto sincero. Hasta que no reflexionemos sobre nuestras propias necesidades y dificultades, el fuego de la devoci�n arde; entonces, entramos en una s�plica sincera y gritos profundos, si no ruidosos.

2. La urgencia y el entusiasmo de su traje. Por la ma�ana, en la primera oportunidad, en el momento del sacrificio de la ma�ana en el templo, �te espero con mi oraci�n? Los asuntos urgentes tienen prioridad sobre todos los dem�s, y no podemos descansar hasta que nos hayamos ocupado de ellos.

3. Esper� expectante la respuesta a su oraci�n. (Salmo 5:3.) "Mirado", o mirado hacia afuera, no "arriba", para ver qu� surgi� y c�mo se responder�a. Esto es a la vez natural y razonable; porque Dios ha prometido contestar la verdadera oraci�n.

II EL SUELO DE SU ORACI�N. Dios es el Dios justo, y como tal:

1. No simpatiza con los caminos de los imp�os. (Salmo 5:4.) No cuando parecen prosperar, en el comercio, la pol�tica o la irreligi�n abierta. Y parecen prosperar solo por un tiempo.

2. Dios no tiene comuni�n con los irreligiosos. (Salmo 5:5.) "El necio no se parar� ante tus ojos; ' o delante de ti, como cortesanos favorecidos est�n en presencia de un rey. Dios no tiene relaciones sexuales ni comuniones con hombres malvados. Por lo tanto, puedo pedir su ayuda con confianza, porque �l es amable con los justos.

3. Lo falso y lo cruel est�n condenados a perecer. (Salmo 5:6.) Sus propios dispositivos los destruyen; Esa es la cita de Dios. La acci�n de Dios es com�nmente por ley, no por interferencia personal; aborrece y destruye a los hombres mediante la oposici�n de sus leyes a todo enga�o y crueldad.

III. LA LIBERTAD Y LA ATENCI�N DEL SALMISTA AL DIBUJARSE CERCA DE DIOS. (Salmo 5:7, "Entrar� en tu casa en la multitud de tu bondad amorosa".) Los imp�os no pueden pararse ante tus ojos; pero yo puedo. Nota:

1. La libertad y la confianza del culto trillado. Siente la infinita misericordia y el privilegio de disfrutar del acceso a Dios.

2. El brazo de Dios se sinti� en toda verdadera adoraci�n. "En tu temor adorar� hacia tu santo templo". Cuando la libertad y la reverencia se mezclan, entonces nuestra adoraci�n es la m�s verdadera y m�s aceptable.

Salmo 5:8

La justicia de Dios

Esta segunda estrofa del salmo es muy parecida a la primera en sustancia, la materia corre paralela a Salmo 5:3. El pensamiento fundamental en el que se basa todo es el de la justicia de Dios. Toda la oraci�n se enmarca en esa concepci�n.

I. UNA ORACI�N POR LA ENTREGA JUSTA Y LA ORIENTACI�N.

1. Para una gu�a justa. "Gu�ame en tu justicia; haz que tu camino [el camino correcto] sea claro para m�".

2. Para la liberaci�n justa. Los injustos lo acechaban, amenazaban su seguridad. "No hab�a fidelidad en sus bocas"; usaron calumnias y traiciones cuando no se atrevieron a usar la violencia abierta. Su parte interior, sus almas. estaban llenos de malvados dise�os y prop�sitos. "Su garganta es como un sepulcro abierto", que bosteza por su destrucci�n. Su discurso, justo y suave, para halagarlo y ponerlo fuera de guardia y atraerlo. Con ellos, boca, coraz�n, garganta y lengua son todos instrumentos del mal; y su malicia era tal que necesitaba el cuidado y la gu�a del poder justo de arriba.

II UNA ORACI�N POR LA RETRIBUCI�N JUSTA. (Salmo 5:10.) Castigar. "La palabra significa adecuadamente una decisi�n y un juicio que mostrar�an y manifestar�an qu� clase de vecinos son cuando se revelan sus disposiciones imp�as y se da a conocer a todos". Mu�strales culpables. D�jelos caer o por sus propios consejos. Sus consejos son de una naturaleza tan malvada que al final deben garantizar su destrucci�n. Por medio de sus transgresiones, los rechaz�, el mismo pensamiento en sustancia que el anterior. Pero el gran argumento a favor de la retribuci�n es que se han rebelado contra ti. Los enemigos del salmista son los enemigos de Dios. La causa de Dios y la de su pueblo son las mismas. Quien te toca, toca la ni�a de mis ojos; "Sa�l, Sa�l, �por qu� me persigues?"

III. ORACI�N POR LA REALIZACI�N DE UNA ALEGR�A JUSTA. ("Salmo 5:11, Salmo 5:12.) Esta alegr�a contin�a:

1. Desde el sentido de refugio y defensa que tenemos en Dios.

2. Del amor que le tenemos a Dios, por su bondad y justicia.

3. Por el conocimiento que tenemos de que Dios ciertamente bendice a los justos.

Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Psalms 5". Los Comentarios del Púlpito. https://beta.studylight.org/commentaries/spa/tpc/psalms-5.html. 1897.
 
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